Novena San Rafael Arcángel

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Parroquia

San Rafael Arcángel


Novena Bíblica para el Pueblo de Dios
NOVENA A SAN RAFAEL ARCÁNGEL
1. MONICIÓN
2. SALUDO LITÚRGICO
 ACTO DE CONTRICCIÓN
 SEÑOR TEN PIEDAD

3. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


 DIOS TE SALVE MARÍA…
 GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…

4. LECTURA BIBLICA [ SEGÚN EL DÍA DE LA NOVENA]


 REFLEXIÓN
 DIOS TE SALVE MARÍA…
 GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO

5. ORACIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL


 PADRRE NUESTRO…
 GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…

6. GOZOS
“ARCÁNGEL SAN RAFAEL, SE NUESTRO MÉDICO Y GUÍA,
Y DANOS TU BENDICÓN QUE NOS DURE NOCHE DÍA”

7. ORACIÓN FINAL

8. BENDICIÓN
 CANTO FINAL

2
 MOTIVACIÓN AMBIENTAL
 OFRECIMIENTO DE LA NOVENA DEL DIVINO NIÑO

RITOS INICIALES

E N EL NOMBRE DEL PADRE,


Y DEL HIJO, ╬
Y DEL ESPÍRITU SANTO.

R: AMÉN.

SALUDO

EL SACERDOTE, EXTENDIENDO LAS MANOS, SALUDA AL PUEBLO DICIENDO:

E L DIOS DE LA ESPERANZA,
QUE POR LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO,
NOS COLMA CON SU ALEGRÍA Y CON SU PAZ,
PERMANEZCA SIEMPRE CON TODOS VOSOTROS.

R: Y CON TU ESPÍRITU.

ACTO PENITENCIAL

EL SACERDOTE INVITA A LOS FIELES AL ARREPENTIMIENTO:

H ERMANOS:
PARA CELEBRAR DIGNAMENTE ESTOS SAGRADOS MISTERIOS, RECONOZCAMOS
QUE ESTAMOS NECESITADOS
DE LA MISERICORDIA DEL PADRE,
PARA MORIR AL PECADO
Y RESUCITAR A LA VIDA NUEVA.

SE HACE UNA PAUSA BREVE EN SILENCIO


DESPUÉS, HACEN TODO EN COMÚN LA CONFESIÓN DE SUS PECADOS

3
ACTO DE CONTRICCIÓN

J ESÚS, MI SEÑOR Y REDENTOR:


YO ME ARREPIENTO DE TODOS LOS PECADOS
QUE HE COMETIDO HASTA HOY,
Y ME PESA DE TODO CORAZÓN,
PORQUE CON ELLOS, OFENDÍ A UN DIOS TAN BUENO.
PROPONGO FIRMEMENTE NO VOLVER A PECAR,
Y CONFIÓ EN QUE, POR TU INFINITA MISERICORDIA,
ME HAS DE CONCEDER EL PERDÓN DE MIS CULPAS
Y ME HAS DE LLEVAR A LA VIDA ETERNA.

R: AMÉN.

O BIEN.

ACTO PENITENCIAL

Y YO CONFIESO ANTE DIOS TODOPODEROSO,


Y ANTE USTEDES HERMANOS
QUE HE PECADO MUCHO
DE PENSAMIENTO, PALABRA, OBRA Y OMISIÓN.
GOLPEÁNDOSE EL PECHO, DICEN:
POR MI CULPA, POR MI CULPA, POR MI GRAN CULPA.
LUEGO PROSIGUEN
POR ESO RUEGO A SANTA MARÍA SIEMPRE VIRGEN,
A LOS ÁNGELES, A LOS SANTOS
Y A USTEDES HERMANOS
QUE INTERCEDAN POR MÍ ANTE DIOS, NUESTRO SEÑOR.
EL SACERDOTE CONCLUYE CON LA SIGUIENTE PLEGARIA

D IOS TODOPODEROSO
TENGA MISERICORDIA DE NOSOTROS,
PERDONE NUESTROS PECADOS
Y NOS LLEVE A LA VIDA ETERNA.

R: AMÉN.

4
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

SALMO 91

E l que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso,


dice al Señor: «Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien
confío!» Sólo él puede librarte de trampas ocultas y plagas
mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su
fidelidad te protegerá como un escudo! No tengas miedo a los peligros
nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día, ni a las plagas que llegan
con la oscuridad, ni a las que destruyen a pleno sol; pues mil caerán
muertos a tu izquierda y diez mil a tu derecha, pero a ti nada te pasará.
Solamente lo habrás de presenciar: verás a los malvados recibir su
merecido.
Ya que has hecho del Señor tu refugio del Altísimo tu lugar de
protección, no te sobrevendrá ningún mal ni la enfermedad llegará a tu
casa; pues él mandará que sus Ángeles te cuiden por dondequiera que
vayas.
Te levantarán con sus manos para que no tropieces con piedra alguna.
Podrás andar entre leones, entre monstruos y serpientes. «Yo lo pondré
a salvo, fuera del alcance de todos porque él me ama y me conoce.
Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! Lo libraré de
la angustia y lo colmaré de honores; lo haré disfrutar de una larga vida:
lo haré gozar de mi salvación!»

 DIOS TE SALVE MARÍA…


 GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO
COMO ERA EN EL PRINCIPIO AHORA Y SIEMPRE,
POR LOS SIGLOS DE LOS SOGLOS

R: AMÉN

5
ORACIÓN A SAN RAF AEL ARCÁNGEL

G loriosísimo Arcángel San Rafael!


Por aquella caridad con que acompañaste al joven Tobías
guardándole de muchos peligros librándole a él y a Sara su
esposa, del cruel demonio Asmodeo, devolviéndole la vista a su anciano
padre y llenando su casa y su familia de toda clase de bendiciones;
te ruego, Piadoso Príncipe, que nos asistas en nustras enfermedades,
nos defiendas del demonio de la impureza y nos acompañes en todos
nuestros caminos, especialmente en el trayecto hacia la eternidad.

R: AMÉN

 PADRE NUESTRO…
 GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO
COMO ERA EN EL PRINCIPIO AHORA Y SIEMPRE,
POR LOS SIGLOS DE LOS SOGLOS

R: AMÉN

6
GOZOS

“ARCÁNGEL SAN RAFAEL, SE NUESTRO MÉDICO Y GUÍA,


Y DANOS TU BENDICÓN QUE NOS DURE NOCHE DÍA”

I
Tú eres el enviado de Dios,
para librarnos de esta opresión
que impide la Bendición
y amarga Nuestro corazón.
II

El cielo te dio la gracia de traer la Bendición


sobre esta situación que hoy te presentamos,
ayudamos a librarnos rompiendo así toda atadura o deuda
que nos impida progresar.
III

Así como a Tobías tu ayuste a recuperar el dinero,


trae tus ejércitos del cielo a batallar por nuestros bienes
que prosperemos en nuestros trabajos
y nos ayudes es nuestro anhelo.
IV
Las gracias y la Bendiciones que tú puedes otorgar
son porque nuestro Dios te eligió para ayudar al más débil
y descargar toda clase de bendiciones
para que alegres los corazones y
alcancemos las bendiciones.

V
Dios te concedió a ti la gracia;
que podemos presentar todas las peticiones
ante el trono celestial.

[ENTREGA TU PETICIÓN]
7
PRIMER DÍA

Lectura del libro de Tobías 1,3;2,1b-8

Yo, Tobías, procedí toda mi vida con sinceridad y honradez, e hice muchas
limosnas a mis parientes y compatriotas deportados conmigo a Nínive de
Asiria. En nuestra fiesta de Pentecostés, la fiesta de las Semanas, me
prepararon una buena comida.
Cuando me puse a la mesa, llena de platos variados, dije a mi hijo Tobías:
«Hijo, anda a ver si encuentras a algún pobre de nuestros compatriotas
deportados a Nínive, uno que se acuerde de Dios con toda el alma, y tráelo
para que coma con nosotros. Te espero, hijo, hasta que vuelvas.»
Tobías marchó a buscar a algún israelita pobre y, cuando volvió, me dijo:
«Padre.»
Respondí: «¿Qué hay, hijo?»
Repuso: «Padre, han asesinado a un israelita. Lo han estrangulado hace un
momento, y lo han dejado tirado ahí, en la plaza.»
Yo pegué un salto, dejé la comida sin haberla probado, recogí el cadáver de
la plaza y lo metí en una habitación para enterrarlo cuando se pusiera el sol.
Cuando volví, me lavé y comí entristecido, recordando la frase del profeta
Amós contra Betel: «Se cambiarán vuestras fiestas en luto, vuestros cantos
en elegías.» Y lloré. Cuando se puso el sol, fui a cavar una fosa y lo enterré.
Los vecinos se me reían: «¡Ya no tiene miedo! Lo anduvieron buscando para
matarlo por eso mismo, y entonces se escapó; pero ahora ahí lo tenéis,
enterrando muertos.»

Palabra de Dios

8
SEGUNDO DÍA

Lectura del libro de Tobías 2, 9-14

Yo, Tobit, la noche de Pentecostés, cuando hube enterrado el cadáver,


después del baño fui al patio y me tumbé junto a la tapia, con la cara
destapada porque hacía calor; yo no sabía que en la tapia, encima de mí,
había un nido de gorriones; su excremento caliente me cayó en los ojos, y
se me formaron nubes.
Fui a los médicos a que me curaran; pero cuantos más ungüentos me daban
más vista perdía, hasta que quedé completamente ciego. Estuve sin vista
cuatro años.
Todos mis parientes se apenaron por mi desgracia, y Ajicar me cuidó dos
años, hasta que marchó a Elimaida. En aquella situación, mi mujer Ana se
puso a hacer labores para ganar dinero. Los clientes le daban el importe
cuando les llevaba la labor terminada. El siete de marzo, al acabar una pieza
y mandársela a los clientes, éstos le dieron el importe íntegro y le regalaron
un cabrito para que lo trajese a casa. Cuando llegó, el cabrito empezó a
balar.
Yo llamé a mi mujer y le dije:
«¿De dónde viene ese cabrito?
¿No será robado?
Devuélveselo al dueño, que no podemos comer nada robado.»
Ana me respondió:
«Me lo han dado de propina, además de la paga.»

Pero yo no le creía y, abochornado por su acción, insistí en que se lo


devolviera al dueño. Entonces me replicó: «¿Y dónde están tus limosnas?
¿Dónde están tus obras de caridad?
¡Ya ves lo que te pasa!

Palabra de Dios.

9
TERCER DÍA

Lectura del libro de Tobías 3, 7-15

Ese mismo día sucedió que Sara, hija de Ragüel, que vivía en Ecbátana, en
Media, fue insultada por una de las esclavas de su padre.
Porque Sara se había casado siete veces, pero el malvado demonio Asmodeo
había matado a sus maridos, uno después de otro, antes de que tuvieran
relaciones con ella.
La esclava le dijo: "¡Eres tú la que matas a tus maridos! ¡Te has casado con
siete y ni uno solo te ha dado su nombre!
Que tus maridos hayan muerto no es razón para que nos castigues.
Entonces, extendiendo los brazos hacia la ventana, Sara oró de este modo:
"¡Bendito seas, Dios misericordioso,
y bendito sea tu Nombre para siempre!
¡Que todas tus obras te bendigan eternamente!
Ahora yo elevo mi rostro y mis ojos hacia ti.
¡Líbrame de esta tierra,
para que no oiga más insultos!
Tú sabes, Señor,
que yo he permanecido pura,
porque ningún hombre me ha tocado;
no he manchado mi nombre
ni el nombre de mi padre,
en el país de mi destierro.
Soy la única hija de mi padre;
él no tiene otro hijo que sea su heredero,
ni tiene hermanos ni pariente cercano
a quien darme como esposa.
Ya he perdido siete maridos,
¿por qué debo vivir todavía?
Si no quieres hacerme morir, Señor,
mírame y compadécete de mí,
para que no tenga que oír más insultos".

Palabra de Dios.
10
CUARTO DÍA

Lectura del libro de Tobías 3,16-17

A un mismo tiempo, fueron acogidas favorablemente ante la gloria de Dios


las plegarias de Tobit y de Sara, y fue enviado Rafael para curar a los dos;
para quitar las manchas blancas de los ojos de Tobit, a fin de que viera con
ellos la luz de Dios, y para dar a Sara, hija de Ragüel, como esposa a Tobías,
hijo de Tobit, librándola del malvado demonio Asmodeo.
Porque Tobías tenía derecho a ser su esposo, antes que todos los demás
pretendientes.
En aquel mismo momento, Tobit volvía del patio al interior de su casa, y
Sara, hija de Ragüel, bajaba de la habitación alta.

Palabra de Dios.

11
QUINTO DÍA

Lectura del libro de Tobías 4, 1-11

Aquel día, Tobit se acordó del dinero que había dejado en depósito a Gabael,
en Ragués de Media,
y pensó:
"Ya que he pedido la muerte, haría bien en llamar a mi hijo Tobías para
hablarle de ese dinero antes de morir".
Entonces llamó a su hijo Tobías y, cuando este se presentó, le dijo:
"Entiérrame dignamente. Honra a tu madre, y no la abandones ningún día
de su vida. Trata de complacerla y no la entristezcas.
Acuérdate, hijo mío, de todos los peligros a que estuvo expuesta por tu
causa, mientras te llevaba en su seno. Y cuando muera, entiérrala junto a
mí en la misma tumba.
Acuérdate del Señor todos los días de tu vida, hijo mío, y no peques
deliberadamente ni quebrantes sus mandamientos. Realiza obras de justicia
todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la injusticia.
Porque si vives conforme a la verdad, te irá bien en todas tus obras como a
todos los que practican la justicia.
Da limosna de tus bienes y no lo hagas de mala gana. No apartes tu rostro
del pobre y el Señor no apartará su rostro de ti.
Da limosna según la medida de tus posibilidades; si tienes poco, no temas
dar de lo poco que tienes.
Así acumularás un buen tesoro para el día de la necesidad. Porque la limosna
libra de la muerte e impide caer en las tinieblas:
la limosna es, para todos los que la hacen, una ofrenda valiosa a los ojos del
Altísimo.

Palabra de Dios.

12
SEXTO DÍA

Lectura del libro de Tobías 5, 1-8

Entonces Tobías respondió a su padre Tobit; "Haré cuanto me has mandado,


padre.
Pero ¿cómo podré recuperar el depósito? Ni él me conoce a mí ni yo a él.
¿Qué señal debo darle para que me reconozca, me crea y me devuelva el
dinero? Por otra parte, desconozco la ruta que conduce a Media."
Tobit, entonces, respondió a su hijo Tobías; "El me dio un recibo y yo a él
otro; lo partí en dos, tomé una parte y dejé la otra con el dinero. ¡Ya va para
veinte años que deposité esta suma! Ahora, hijo, busca un hombre de
confianza que vaya contigo, y le tomaremos a sueldo hasta tu vuelta, y vete
a recuperar esta plata."

Salió Tobías a buscar un hombre que conociera la ruta y fuera con él a Media.
En saliendo, encontró a Rafael, el ángel, parado ante él; pero no sabía que
era un ángel de Dios.

Díjole, pues: "¿De dónde eres, joven?"


Le respondió: "De los israelitas, tus hermanos y ando en busca de trabajo."
Díjole Tobías: "¿Conoces la ruta de Media?"

Respondió: "Sí; he estado allá muchas veces y conozco al detalle todos los
caminos. He ido a Media con frecuencia y he sido huésped de Gabael, nuestro
hermano, el que vive en Ragués de Media. Hay dos jornadas de camino entre
Ecbátana y Ragués, pues Ragués está en la montaña y Ecbátana en el llano."
Tobías le dijo: "Espérame, joven, que voy a decírselo a mi padre, porque
necesito que vengas conmigo; y yo te pagaré tu sueldo."
El le dijo: "Te espero, pero no tardes."

Palabra de Dios.

13
SEPTIMO DÍA

Lectura del libro de Tobías 5, 9 – 10

Fue Tobías a informar a su padre y le dijo:


"Ya he encontrado un hombre, que es israelita, hermano nuestro."
Contestóle Tobit;
"Llámale, para que yo sepa a qué familia y tribu pertenece, y si es digno de
confianza para que te acompañe, hijo."
Salió Tobías, le llamó y le dijo: "Joven, mi padre te llama."

Entró el ángel y Tobit se adelantó a saludarle; el ángel contestó:


"Que disfrutes de mucha alegría."
Replicó Tobit:
"¿Qué alegría puedo disfrutar ya? Estoy ciego y no puedo ver la luz del cielo;
yazgo en tinieblas como los muertos, que no contemplan la luz; vivo como
un muerto; oigo la voz de los hombres, pero no los veo."

Le dijo el ángel:
"Ten confianza, que Dios te curará dentro de poco. Ten confianza."
Tobit le dijo:
"Mi hijo Tobías quiere ir a Media. ¿Puedes ir con él y servirle de guía? Yo te
daría tu salario, hermano."
El respondió:
"Puedo ir con él, pues conozco al detalle todos los caminos y he viajado a
Media con frecuencia; he recorrido todos sus llanos y sus montes y tengo
conocimiento de todas sus rutas."

Palabra de Dios

14
OCTAVO DÍA

Lectura del libro de Tobías 6, 1- 6;

El joven partió con el ángel, y el perro los seguía. Caminaron los dos y, al
llegar la primera noche, acamparon a orillas del río Tigris.
El joven bajó a lavarse los pies en el río, y de pronto saltó del agua un gran
pez que intentó devorarle el pie. El joven gritó, 3 pero el ángel le dijo:
"¡Agárralo y no lo dejes escapar!". Entonces él se apoderó del pez y lo sacó
a tierra.
El ángel le dijo: "Ábrelo, sácale la hiel, el corazón y el hígado, y colócalos
aparte; luego tira las entrañas. Porque la hiel, el corazón y el hígado son
útiles como remedios".
El joven abrió el pez, y le sacó la hiel, el corazón y el hígado. Asó una parte
del pez y la comió, y guardó la otra parte después de haberla salado.
Luego los dos juntos continuaron su camino hasta llegar cerca de Media.
Entre tanto, el joven preguntó al ángel: "Hermano Azarías, ¿qué clase de
remedio hay en el corazón, en el hígado y en la hiel del pez?".
El ángel le respondió: "Si se quema el corazón o el hígado del pez delante de
un hombre o de una mujer atacados por un demonio o espíritu maligno,
cesan los ataques y desaparecen para siempre.
En cuanto a la hiel, sirve para ungir los ojos afectados de manchas blancas:
basta con soplar sobre esas manchas para que se curen".

Palabra de Dios.

15
NOVENO DÍA

Lectura del libro de Tobías 6, 10-11; 7, 1. 9-17; 8, 4-9ª

En aquellos días, habían entrado ya en Media y estaban cerca de Ecbatana,


cuando Rafael dijo al chico:
—«Amigo Tobías».
Él respondió:
—«¿Qué?».
Rafael dijo:
—«Hoy vamos a hacer noche en casa de Ragüel. Es pariente tuyo, y
tiene una hija llamada Sara».
Al llegar a Ecbatana, le dijo Tobías:
—«Amigo Azarías, llévame derecho a casa de nuestro pariente
Ragüel».
El ángel lo llevó a casa de Ragüel. Lo encontraron sentado a la puerta
del patio; se adelantaron a saludarlo, y él les contestó:
—«Tanto gusto, amigos; bien venidos».
Luego los hizo entrar en casa.
Ragüel los acogió cordialmente y mandó matar un carnero.
Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a
Rafael:
—«Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi pariente Sara».
Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho:
—«Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo,
sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija Sara, y yo tampoco
puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero,
hijo, te voy a hablar con toda franqueza. Ya se la he dado en
matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que
iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el
Señor cuidará de vosotros».
Tobías replicó:
—«No comeré ni beberé mientras no dejes decidido este asunto
mío».
Ragüel le dijo:
—«Lo haré. Y te la daré, como prescribe la ley de Moisés. Dios mismo
manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para
siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. El
Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su
paz».
16
Llamó a su hija Sara. Cuando se presentó, Ragüel le tomó la mano y
se la entregó a Tobías, con estas palabras:
—«Recíbela conforme al derecho y a lo prescrito en la ley de Moisés,
que manda se te dé por esposa. Tómala y llévala enhorabuena a casa
de tu padre. Que el Dios del cielo os dé paz y bienestar».
Luego llamó a la madre, mandó traer papel y escribió el acta del
matrimonio: «Que se la entregaba como esposa conforme a lo
prescrito en la ley de Moisés». Después empezaron a cenar.
Ragüel llamó a su mujer Edna y le dijo:
—«Mujer, prepara la otra habitación y llévala allí».
Edna se fue a arreglar la habitación que le había dicho su marido.
Llevó allí a su hija y lloró por ella. Luego, enjugándose las lágrimas,
le dijo:
—«Ánimo, hija. Que el Dios del cielo cambie tu tristeza en gozo.
Ánimo, hija».
Y salió.
Cuando Ragüel y Edna salieron, cerraron la puerta de la habitación.
Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara:
—«Mujer, levántate, vamos a rezar, pidiendo a nuestro Señor que
tenga misericordia de nosotros y nos proteja».
Se levantó, y empezaron a rezar, pidiendo a Dios que los protegiera.
Rezó así:
—«Bendito eres, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre por
los siglos de los siglos. Que te bendigan el cielo y todas tus criaturas
por los siglos. Tú creaste a Adán, y como ayuda y apoyo creaste a su
mujer, Eva; de los dos nació la raza humana. Tú dijiste: "No está
bien que el hombre esté solo, voy a hacerle alguien como él, que lo
ayude". Si yo me caso con esta prima mía, no busco satisfacer mi
pasión, sino que procedo lealmente. Dígnate apiadarte de ella y de
mí, y haznos llegar juntos a la vejez».
Los dos dijeron:
—«Amén, amén».
Y durmieron aquella noche.

Palabra de Dios.

17
ORACIÓN FINAL

A ARCÁNGEL SAN RAFAEL,


QUE DIJISTE:
“BENDECID A DIOS TODOS LOS DÍAS
Y PROCLAMAD SUS BENEFICIOS.
PRACTICAD EL BIEN Y NO TROPEZARÉIS EN EL MAL.
BUENA ES LA ORACIÓN CON AYUNO,
Y HACER LIMOSNA MEJOR QUE ATESORAR ORO”,
TE SUPLICAMOS NOS ACOMPAÑES EN TODOS NUESTROS CAMINOS
Y NOS ALCANCEN GRACIAS PARA SEGUIR TUS CAMINOS.
POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO TU HIJO, QUE VIVE Y REINA EN LA UNIDAD DEL
ESPÍRITU SANTO Y ES DIOS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

R. AMÉN.

BENDICIÓN FINAL

EL SACERDOTE EXTIENDE LAS MANOS HACIA EL PUEBLO Y DICE:


EL SEÑOR ESTÉ CON USTEDES
EL PUEBLO RESPONDE:
Y CON TU ESPÍRITU
EL SACERDOTE BENDICE AL PUEBLO DICIENDO:

Y
LA BENDICIÓN DE DIOS TODOPODEROSO
PADRE, HIJO, ╬ Y ESPÍRITU SANTO,
DESCIENDA SOBRE USTEDES, VUESTRAS FAMILIAS,
Y LES ACOMPAÑE SIEMPRE.

R. AMÉN.

PODÉIS IR EN PAZ

18

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