Gonorrea
Gonorrea
Gonorrea
La gonorrea es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuentes. La causante es la
bacteria Neisseria gonorrhoeae, que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y
tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero
(matriz) y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra
(conducto urinario) en la mujer y en el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, en
la garganta, en los ojos y en el ano.
Síntomas
En la mujer:
La mujer infectada puede no tener síntomas o presentar ligeras molestias al orinar o flujo.
En el hombre:
dolor al orinar
secreción uretral purulenta
En el varón transcurren dos a tres días después del contacto sexual antes de que se presenten los
síntomas (dolor al orinar, pues sale por la uretra). La gonorrea y la infección por clamidia pueden
ocasionar esterilidad cuando no se aplica el tratamiento.
Se diferencia de la sífilis porque las infecciones no son letales, pero pueden ser muy dolorosas y
causar la esterilidad.
Sífilis
Es una infección de transmisión sexual ocasionada por la bacteria Treponema pallidum,
microorganismo que necesita un ambiente tibio y húmedo para sobrevivir, por ejemplo, en las
membranas mucosas de los genitales, la boca y el ano. Se transmite cuando se entra en contacto
con las heridas abiertas de una persona infectada. Esta enfermedad tiene varias etapas: la
primaria, secundaria, la latente y la terciaria (tardía). En la etapa secundaria es posible contagiarse
al tener contacto con la piel de alguien que tiene una erupción cutánea en la piel causada por la
sífilis.
Síntomas
Etapa primaria: el primer síntoma es una llaga en la parte del cuerpo que entró en
contacto con la bacteria. Estos síntomas son difíciles de detectar porque por lo general no
causan dolor, y en ocasiones ocurren en el interior del cuerpo. Una persona que no ha sido
tratada puede infectar a otras durante esta etapa.
Etapa secundaria: surge alrededor de tres a seis semanas después de que aparece la llaga.
Aparecerá una erupción en todo el cuerpo, en las palmas de las manos, en las plantas de
los pies o en alguna otra zona. Otros síntomas posibles son: fiebre leve, inflamación de los
ganglios linfáticos y pérdida del cabello.
Etapa latente: si no es diagnosticada ni tratada durante mucho tiempo, la sífilis entra en
una etapa latente, en la que no hay síntomas notables y la persona infectada no puede
contagiar a otras. Sin embargo, una tercera parte de las personas que están en esta etapa
empeoran y pasan a la etapa terciaria de la sífilis.
Etapa terciaria (tardía): esta etapa puede causar serios problemas como, por ejemplo,
trastornos mentales, ceguera, anomalías cardíacas y trastornos neurológicos. En esta
etapa, la persona infectada ya no puede transmitir la bacteria a otras personas, pero
continúa en un periodo indefinido de deterioro.
Papiloma
Es una enfermedad infecciosa causada por el VPH (virus del papiloma humano). Se transmite
principalmente por vía sexual, aunque puede contagiarse también en piscinas, baños y saunas. Se
presenta en la piel de las zonas genitales en forma de verrugas. Las lesiones son apreciables a
simple vista o se pueden diagnosticar por observación de tejidos con un microscopio.
Síntomas
Algunos de los síntomas más importantes que sugieren la presencia de virus del papiloma humano
son irritaciones constantes en la entrada de la vagina con ardor y sensación de quemadura
durante las relaciones sexuales (se denomina vulvodinia), pequeñas verrugas en el área ano-
genital: cérvix, vagina, vulva y uretra (en mujeres) y pene, uretra y escroto (en varones). Pueden
variar en apariencia (verrugas planas no visibles o acuminadas sí visibles), en número y en tamaño,
por lo que se necesita un especialista para su diagnóstico. Aparecen alteraciones en el
Papanicolaou, lo que refleja que en el cuello del útero hay lesiones escamosas intraepiteliales
(zonas infectadas por VPH que pueden provocar cáncer).
VIH
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es responsable del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (sida) y ataca a los linfocitos T-4, que forman parte fundamental del sistema inmunitario
del ser humano. Como consecuencia, disminuye la capacidad de respuesta del organismo para
hacer frente a infecciones oportunistas originadas por virus, bacterias, protozoos, hongos y otros
tipos de infecciones.
Tras la infección, pueden pasar hasta 10 años para que se diagnostique el sida, que es cuando el
sistema inmunitario está gravemente dañado y no es capaz de responder efectivamente a las
infecciones oportunistas.
Es muy importante destacar que una persona infectada por el VIH puede o no desarrollar el sida.
Muchos pacientes que han sido diagnosticados seropositivos frente al VIH pasan largos periodos
de tiempo sin desarrollar inmunodeficiencia y es una condición que se puede sobrellevar. La
condición de sida no es permanente.
Síntomas
Los síntomas del sida en los adolescentes pueden ser los mismos que en los niños y también
pueden parecerse más a los síntomas que se presentan a menudo en los adultos con el síndrome.
Algunos adolescentes y adultos pueden desarrollar una enfermedad con un aumento en la
segregación de espermatozoides, además de otra parecida a la gripe en el plazo de un mes o dos
después de la exposición al VIH, aunque muchas personas no desarrollan ningún síntoma al
infectarse. Además, los síntomas usualmente desaparecen en el plazo de una semana a un mes, y
se confunden a menudo con los síntomas de otra infección viral. Los síntomas pueden incluir:
fiebre
dolor de cabeza
malestar general
depresión
infertilidad
vómito
diarrea
Vías de transmisión
Sexual (acto sexual sin protección). La transmisión se produce por el contacto de secreciones
infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona.
Parenteral (por sangre). Es una forma de transmisión a través de jeringuillas infectadas que se da
por la utilización de drogas intravenosas o a través de los servicios sanitarios, como ha ocurrido a
veces en países pobres.
Vertical (de madre a hijo). La transmisión puede ocurrir durante las últimas semanas del
embarazo, durante el parto o al amamantar al bebé. De las tres, el parto es la más problemática.
Actualmente en países desarrollados la transmisión vertical del VIH está totalmente controlada
(siempre que la madre sepa que es portadora del virus), ya que desde el inicio del embarazo (y en
ciertos casos con anterioridad incluso) se le da a la embarazada una Terapia Antirretroviral de
Gran Actividad (TARGA), especialmente indicada para estas situaciones; el parto se realiza por
cesárea generalmente, se suprime la producción de leche (y con ello la lactancia), e incluso se da
tratamiento antiviral al recién nacido.