B . P .
de S o r i a
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61048675
SS 908 CAM r e c
MSCELANCA
DE
f A K- G i •
J D . I j u j s V^amporreclondo
Párroco - Arcipreste
934
LOGROÑO : 1MP. MODERNA
MISCELÁNEA
RECUERDO DE YANGUAS
vi víl'i ^ ^
MISCELÁNEA
Ueeuerao J e I anquat
(SORIA)
por D o n L u i s Oamporreoonao
xárroco-A-rcipreste ae esta v i l l a .
ANO 1934
BIBIIOTECA PUBlfCA
DE SORIA
R- -..5..2...1..X.X., ES PROPIEDAD
T- J E S ^ M
I M P R E N T A Y LIBRERÍA MODERNA
LOGROÑO 1934
EL SANTO CRISTO DE... YAN6UAS
• • • :>M»». * - S -fc.
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E l limo. S r . D, Andrés de Porras, Obispo de Calahorra y La
Calzada, concedió 40 días de indulgencias a Iosr-que delante'de
esta imagen hicieren un acto de Contrición.
E l Emmo. Sr. Cardenal Mendoza, 100 días a los que devota-
mente rezaren un Credo, rogando a Dios por la exaltación de la
santa fe católica, extirpación de las herejías y salud de sus Majes-
tades, y otros Reverendos Sres. Obispos han otorgado varias
concesiones por actos religiosos practicados delante de la misma
imagen.
PROLOGO
A los hijos de esta noble v i l l a de Yanguas, con
especial afecto a los que por espacio de muchos años
habéis sido buenos feligreses míos, dedico estas
crónicas.
Conozco vuestro amor a la Tierruca, y sé de l a
alegría con que acogeréis estas relaciones, datos y
sucesos que livando como abejilla entre flores y j a -
rales, para ti—yangües patriota —he recogido.
Con ello me propongo satisfacer la curiosidad
de muchos yangüeses que su pasado evocan, y de
otros que, sin ser de Yanguas, lo interrogan. M u -
cho tiempo invertí examinando con desmedido celo
archivos y papeles preguntándoles su historia, pero
o son mudos o no entiendo su lenguaje. L o poco
que me dicen lo oirás más tarde
H e dicho poco, porque el mínimum de existen-
cia que, como cálculo, puede darse a tu patria chica
señera de villas, es una docena de siglos. No te
escandalices, lector... n i te rías. D e l siglo X I es l a
torre de San M i g u e l ; lo asegura una inscripción en
piedra que le sirve de sostén enju_base; y de los
acontecimientos de tantos siglos... ¿ qué supone lo
que yo pueda contarte P.,., s i dada la importancia
guerrera y política que tuvo l a v i l l a yanuense en
los tiempos medioevales — y quizá en los anterio-
res — apenas encuentro datos.
Esto obedece, en parte, a m i impericia paleo-
gráfica, que me imposibilita p a r a leer infinidad de
documentos de estos archivos; pues quiero — lector
amigo—serte franco, de clarándote que más de una
vez, papeles tuve en l a mano, con avidez de leer-
los, cuyas letras p o r todas partes que las mirara
me parecían del revés. ¡ Así jugaban conmigo !
Además, p a r a estos trabajos, se precisa ojear
archivos y bibliotecas, viajar...; esto cuesta dinero,
y tú, lector benévolo, supones—con fundamento—que
e l bolsillo del pobre Cura es una campana neumá-
tica, donde se asfixia toda moneda monárquica o re-
publicana, fenicia, romana o turca, porque esta A r -
cadia republicana le ha hecho e l vacío más caótico,
p a r a recompensar mis trece años de carrera, mis
treinta y uno años de servicios, practicando el bien,
como mejor pude; aconsejando obediencia y respeto
a las autoridades; e l amor a Dios y a l prójimo, y
la práctica de las virtudes.
Os pediré a vosotros ?, no. M e diréis (y me lo
explico). Bastante haréis con atender a vuestros
hijos y a los tributos y alcabalas que os agobian
más que a los recién casados las intemperancias de
las suegras celosas. Por estas razones sé benévolo
— 7 -
conmigo. A ello debe obligarte m i desinterés—
pues salvados los gastos de edición — su producto
será ofrenda a l Cristo que tanto amas, con e l título
de V i l l a Vieja; m i buen deseo y el ramillete de flo-
res que, así llamaré a l Elenco de compatriotas tu-
yos, que en el j a r d í n yangües brotaron y te embria-
garán con sus aromas.
E l i g e la flor que más te guste; las hállalas
variadas y todas pueden servirte de algo, aunque
sólo sea de estímulo y aliento en e l trabajo, en e l
estudio, en e l sacrificio y l a virtud.
Unas han crecido en el campo de l a Iglesia o
del Claustro, otras en e l de la política. Magistra-
tura, Ingeniería, Farmacia, Medicina y bellas
artes.
Hallarás un F r a y Elíseo de San Francisco, que
te enseñará mucho, s i quieres castigar tu cuerpo con
disciplinas y vergazos p a r a purificar la carne con
la contrición y e l dolor.
Te extrañará—como a mí—no haya encontra-
do datos de Yangüeses que a la milicia se dedica-
ron... o fueron cobardes... o como nosotros, moros de
paz, ateniéndose aquel diálogo algo sanchopancesco
de un poeta :
« Mate moros quien quisiere
Que a mí no me hicieron mal,
Para uno que yo matare
D e viejo se morirá».
— 8—
También te ofrezco, p a r a que lo guardes como
recuerdo sagrado, alguna descripción de las salidas
de su trono, en distintas épocas, del Santo Cristo,
que concentra toda l a historia de Yanguas y perpe-
tuar, en lo posible, aquellas manifestaciones tan
fervorosas de f e , de entusiasmo religioso, en obse-
quio de J . C , de quien tantos consuelos y favores
hemos recibido.
Adquiere este librejo percatándote de que s i na-
da vale, das una limosna a l Cristo que tantos me-
dios tiene p a r a premiártela con creces.
EL AUTOR
« S
^^>
•*IJ
A YANGUAS
Álzase un pueblo aguerrido
E n una esbelta colina :
Quien lo contempla, adivina
Lo que en lo pasado ha sido.
E s un florón escondido
Entre rocas y montana,
S u fértil campiña baña
E l Cidacos y otros ríos;
Allí están los Señoríos
Que fueron gloria de España.
| Un castillo se agiganta
I Emblema de su grandeza.
Donde a la feudal nobleza
^ E l cielo Yangüés encanta.
S u prosperidad fué tanta.
Tantos títulos blasona.
Que la antigüedad entona
Sus himnos a Don Fruela;
Don Aurelio se desvela
Por afianzar su corona.
f Y a sus murallas cayeron
: C o n el peso de los siglos.
- 10 -
Pero nos cuentan los libros,
Que en otras etapas fueron
Invictas, pues sostuvieron
Del cañón combate rudo.
L a brecha en lenguaje mudo
Dice que balas cubiertas
De acero, no abren las puertas
Que simbolizan tu escudo.
E s rica en antigüedades.
De arquitectura museo;
E n bellas artes, yo creo.
Tiene todas las edades;
Entre sus preciosidades.
Quien Yanguas visite, note
Que el Santo Cristo es su dote,
Y en sus tres iglesias ves
L o que es el pueblo Yangüés,
Inmortal en el «Quijote».
Torres, cúpulas, cimborios,
Sobre alamedas copudas
Elevan sus crestas rudas
A l Empíreo. Y son notorios
Sus comercios y accesorios.
S u cuartel y ricas casas,
Bellas fuentes, anchas plazas;
Aguas minerales tiene,
— 11 -
Donde por las ferias viene
Geníc de todas las razas.
Iza esfe pueblo ilustrado
L a bandera del progreso,
Y son testimonio expreso
Las arfes que han coronado
Y las ciencias que han brillado;
y aun hace brillar lozana
L a lengua Ciceroniana
Un gran latino yangücs,
Con quien pasó mi niñez
L a aurora de su mañana,
Luis Camporredondo
Estudiante de Filosofía (1895)
— 12 -
Yañgtt a s
S u etimología. E l Chronicon del Rey Don
Alfonso el Magno hace referencia al valle de
Yagüeya, que ciertos autores opinan era el
nombre de Yanguas. «Villa yanuensis» se la
llama en un documento antiguo, y en otro más
reciente se le designa con el de Antigua y
fuerte villa de Yanguas. Pero el cognomen-
to más en razón es que, si se quita la letra G ,
de la palabra yanguas, se lee y resulta ya-
nuas, que en latín significa «Puertas», que
son las divisas o empresas de su
Esc ado
L o constituye un rectángulo, cerrado en su
base por dos curvas, finadas en punta; con
casco de guerrero en la parte superior, miran-
do a la derecha, cerrado y con plumas : flan-
cos orlados; en su campo, dos puertas y por
mote o lema esta inscripción : puertas de
valde ahnedo, rodeando la silueta del campo.
Y efectivamente; un angosto desfiladero,
cerrado a la derecha e izquierda del río C i d a -
cos por las gigantescas rocas de «Esculca»,
«San Blas» y otras, a la par que, por abrup-
tas montanas, dan a esta garganta la perspec-
— 15 -
tiva de puerta o paso insustituible para el va-
lle de Arnedo; y Yanguas, situada en su fren-
te, parece su aristocrática portera. Quizá ten-
gan relación con el lema de este E s c u d o los
privilegios que sobre portazgos y alcabalas le
concedieron tantos Reyes, de los que - luego -
haremos sucinta narración.
Se ostenta este Escudo en el salón de se-
siones del Ayuntamiento, en la fachada prin-
cipal de este edificio; y hasta el cambio de Ré-
gimen, en el sello del Municipio, del Juzgado;
y grabado en plata, sobre la empuñadura de
los cuatro bastones de mando que usaban
los cuatro Alcaldes mayores, que, con otros
varios Regidores—en perfecta armonía, aris-
tocracia y democracia—gobernaban la villa y
las 25 aldeas de la comarca, ya que, dos A l -
caldes eran elegidos por el estado noble y
oíros dos por el estado llano, hasta que se
constituyeron los diez Municipios de que se
compone en la actualidad. Sobre estos cua-
tro Alcaldes tenía jurisdicción el Alcalde ma-
yor, que lo era de la Fortaleza o del Conde.
Situación de Y a n g u a s
Asentada sobre una colina, a izquierda del
río Cidacos—que naciendo al N . de la sierra
— 14 —
de A l b a pasa por Campos, Aldehuelas, V a -
lloria, Vizmanos, Valduerícles y Villar del
Río—con dos arroyuclos al Norte y Sur-Este,
ofrece esta histórica villa marcado tipo de ve-
tusto pueblo guerrero; y su castillo ruinoso,
su estrecho (¿esflladero para Rioja y Navarra,
siguiendo la ruta que le marca el Ciduena,
de perspectiva semi-salvaje, hacen destacar
su importancia guerrera en las luchas medio-
evales.
C o n municipio de 549 habitantes, a 950
metros sobre el nivel del mar; los cambios de
temperatura son bruscos y los vientos más fre-
cuentes el Norte y N . Oeste. Posee admira-
bles condiciones de estación veraniega por su
agradable temperatura de estío. Le sirven de
contorno frondosas alamedas y deliciosas
huertas, con variados árboles frutales; con
paisajes de fuertes contrastes, dulces y risue-
ños unos, duros y sombríos otros; con aguas
abundantes, sin excluir las medicinales, para
enfermedades herpéticas, estomacales y de-
purativas; y con lugares donde agradablemen-
te se respira en pleno día, por fuertes que sean
los calores.
Son de admirar los enormes peñascos pi-
ramidales, denominados de «San Blas» y
«Santo Domingo», de poco difícil arribo y de
bella perspectiva; y la cascada de «San C a - ,
brás» a dos kilómetros y medio de carretera,
donde es frecuente encontrarse con autos de
personas que eligen aquel paraje como ideal
de sus expansiones y meriendas.
Comunicación es
A Soria y Calahorra por carretera de 2.°
orden, con servicio de automóviles que reco-
rren 48 kilómetros a la 1.a y 51 a la 2.a pobla-
ción, en esta forma : E l auto-correo parte de
Soria a las 9 y media de la mañana, pasa por
Yanguas a las 11 y media, y llega a Calaho-
rra a las 3 de la tarde. Otro sale de Calahorra
a las 11 de la mañana, pasa por Yanguas a
las 2 y media de la tarde, terminando su re-
corrido en Soria a las 4 aproximadamente.
Existe otro servicio, cuyo horario y reco-
rrido es como sigue : A las 5 y media de la
mañana sale de Arnedo, para unos minutos
en Yanguas a las 7, y llega a Soria a las 8
y media. Regresa de Soria a las 5 y media
de la tarde, pasa por Yanguas a las 7, y ter-
mina su viaje en Arnedo a las 8.
Se recibe correspondencia a las 11 y me-
dia de la mañana y a las 3 de la tarde.
Existe Teléfono Municipal, Puesto de Guar-
— 16 -
dia C i v i l , Casino y buenos hospedajes. Tiene
asimismo servicio de Medicina, Farmacia,
Peluquería, e f e , y Comercio en todo lo ne-
cesario.
Pueden recorrerse por carretera los s i -
guientes pueblos del distrito : Diustes, C a m -
porredondo, Vellosillo; y L a Mata hasta cerca
del pueblo. Villar del Río, Villarde, M a y a ,
Las Villasecas, Somera y Bajera, Campos y
Aldehuelas quedan a 10 minutos de la ca-
rretera.
Yanguas celebra fiestas y ferias del 15 al
19 de julio.
Monumentos
Iglesia de Santa María
Está dedicada a la Santísima Virgen, con
el título de la Asunción; de estilo gótico, cons-
truida en distintas épocas.
De tres naves : la central con retablo de
Renacimiento; es notable en él la Imagen de
Santa María, del siglo XIII al X V , sentada en
un taburete; tiene una manzana en la diestra
mano y el Niño, sentado también, sobre su
rodilla izquierda.
Calle del Arrabal
Iglesia de Santa María y puente sobre el Cidacos
Época R o m a n a . —En la parte de Yanguas, denominada « Villa Vieja »
existió, probablemente, una pequeña peblación romana; digo probable-
mente, porque no conozco documentos que lo acrediten, pero son testi-
monio, el bonito puente romano de tres ojos, uno de enormes dimensiones,
cuya fotografía se acompona; los dos Aras de que se hacen mención en
estas crónicas y otros restos de arquitectura.
— 17 —
Las dos naves laterales, separadas por
cuatro robustas columnas; las dos primeras
sostienen dos hermosos pulpitos de sencilla
factura, repisados por águilas; coronados por
un angelito en aptitud de volar.
L a diestra nave tiene retablo consagrado
a la Virgen de Guadalupe, colocada en el ca-
marín alto, con una Imagen de la Purísima de
Murillo, moderna, en la urnacina del medio,
adquirida, bendecida e inaugurada solemne-
mente el 24 de Septiembre de 1919, con asis-
tencia de 15 sacerdotes, quienes por gracia
del limo. S r . Obispo de la Diócesis, don Juan
Plaza y dirigidos por el Rvdo. P. Herrero,
—que predicó en ese día—practicaron Ejerci-
cios espirituales en la espaciosa casa sola-
riega ( propiedad del caballeroso don Javier
Gaspar, residente en Madrid) que generosa-
mente la cedió para este fin.
Contiene la peana de la Imagen piadosos
recuerdos de aquel acontecimiento; revistas,
medallas, poesías, monedas, peticiones, etc.,
que las Hijas de María y fieles devotos depo-
sitaron allá, como testimonio de fe y recuerdo
y como ofrenda de cariño y gratitud.
En el frente de la nave izquierda está el
Altar dedicado a San José. Sobre la capillita
de Santa Lucía, muestra su bella traza orna-
— 18 —
mental el Órgano, rico en dorado y flauíería,
pero a falía de costosa afinación.
E l coro de la Iglesia es amplio, y en él, un
rosetón pequeñiío deja pasar los rayos del sol
crepuscular vespertino, que al reflejarse en los
numerosísimos cristales y variados prismas
de la gran araná—de más de un metro de
diámetro—se descompone la luz en tan capri-
chosas formas y colores, que siembra el pa-
vimento de fantásticos dibujos policromados.
E n este templo se hicieron recientemente
reparaciones importantes, merced al interés
que—por todo lo que a su pueblo se refiere—
desplegó siempre, un hijo ilustre de Yanguas,
y esta villa, agradecida, le dedicó un home-
naje. E n esta Iglesia se venera al famoso
Cristo de Yanguas
E s antiquísimo, no sé precisar su época;
no sólo es anterior a la Capilla en que se halla
ahora, sino que probablemente lo sea a la
citada Iglesia de Santa María.
E l único libro de cuentas, acontecimientos
milagrosos, ofertas y donaciones que se con-
serva, data del 1665, y se refiere a la ya anti-
gua Imagen y existencia de una, su Capilla,
que bien puede aludir, o a la que se denomina
— 19 -
de San José, o tal vez a otra Ermita, en la que
con prioridad se le diera culto. Desde luego
el Cristo—ya ennegrecido por los siglos y el
dolor estuvo colocado en dicho altar, perte-
neciente a linajuda familia, ya que tiene pinta-
da entre caprichosos dibujos, la cruz de los
Caballeros de Santiago, la misma que campa
sobre las portadas de la casa solariega de
los Cerecedas, hoy de los señores Bretón-
Valmaseda.
En esta egregia morada celebró el 13 de
junio de 1887, el Emmo. S r . Cardenal Casca-
jares, siendo Obispo de Calahorra, su fiesta
onomástica; y con tal motivo, en la Parroquial
de Santa María se cantó solemne Te Deum
y Misa de medio Pontifical, predicando en ella
el que fué luego Obispo de Burgo de Osma,
Dr. D. José María Escudero, que por cierto su
abuelo paterno era natural de Valdecantos,
aldea de este Asciprestazgo.
Capilla del Santo Cristo
Son edificantes los sacrificios y privacio-
nes que clero y pueblo de la Excomunidad
Yangüesa se impusieron para levantar este
Santuario, digno de J. C . y de su fe. Santa
iniciativa que debió surgir de algún favor
— 20 —
extraordinario o acontecimiento milagroso.
Entre los proyectos presentados a concurso
se aprobó el de don Melchor Rodríguez C a r a -
bantes, «maestro de Arquitectura», cuyas
obras dieron principio el año 1702 para termi-
narse el 1736.
Fué nombrado Inspector de obras Fray
José de los Santos, Carmelita del Convento
de Tudela (Navarra), « quien según condición
de la escritura, examinaba semanalmeníe los
trabajos ».
E l plano de la Capilla forma una Cruz
griega de brazos achatados o casi nacientes,
con pavimento de mármol blanco y negro; los
muros están cubiertos de damascos encarna-
dos, y cuatro fuertes pilastras artísticas sos-
tienen una majestuosa cúpula con tambor
octogonal, de esbeltos ventanales
En los ángulos se destacan cuatro meda-
llones, con notables lienzos, pintados p o r cé-
lebre artista de Z a r a g o z a , dedicados a cada
uno de los Titulares de las Iglesias de la villa,
o sea, a la Asunción, a San Miguel, a San
Pedro Apóstol y a S a n Lorenzo Mártir.
E l retablo es de forma circular, con remate
aconchado, que se une con las doradas mol-
duras y relieves de ¡a historiada cúpula. E s
de estilo barroco, riquísimo de trabajo y arte,
- 21 —
y recargado de ángeles que como juguetean-
do, en toda clase de posturas, cubren colum-
nas y entrepaños. En el centro tiene el Cristo
su trono, en forma de cruz latina, con fondo,
en el que está magistralmeníe pintada la ciu-
dad deicida, con la escena de la crucifixión
del Señor, nubes y ángeles; uno está reco-
giendo, en dorado cáliz, la sangre redentora
que mana del costado de J. C ; todo sobre ta-
lla con apariencias de pintura sobre cuero
repujado.
De arriba abajo se ve representado el mis-
terio de la Santísima Trinidad; el Padre eter-
no, el Espíritu santo y el Hijo. E n la parte
alta las virtudes Teologales, F e , Esperanza y
Caridad. A derecha e izquierda del Crucifijo,
de tamaño natural, la Virgen y San Juan, y
en los espacios, libres del retablo, todos los
instrumentos de la Pasión.
Son curiosos los siguientes detalles : el
escultor y «Junta de obras » tuvieron pleito,
cuyas costas fueron 487 reales y 10 marave-
dís. E l tribunal jurídico nombró peritos taxa-
dores que valoraron los trabajos de talla del
altar en 16.712 reales (convirticndolos en du-
ros no habría hoy para empezar), «advirtien-
»do no se incluyen en esta suma 1.118 reales
»y 24 maravedís que se condonaron al escul-
_ ás -
»íor por 9 efigies que se quedaron sin íaxar.
»Se abonaron a los íaxadores por dietas y
»condución 1.597 reales, y se le dieron al Ar-
»quifecto 40 reales de voíifuera».
Una gran verja de gruesas rejas, remata-
da con airosas cresterías, separa del Templo
la Capilla; exhornada está en el centro por
hermosa araña de grandes dimensiones, pro-
vistas de 42 velas eléctricas, que perteneció al
excelentísimo señor Duque de Oxuna. Cuan-
do ésta y las muchas lámparas eléctricas que
rodean el trono del Santo Cristo, más siete
grandes focos—con que se ilumina dos veces
al año (debido a la generosidad de la Hidro-
eléctrica del Cidacos, propiedad del se-
ñor Osacar, que gratuitamente suministra
fluido) están encendidas, ofrece la perspectiva
de una ascua de oro.
Tiene todo lo necesario para el culto más
suntuoso: sacristía, rica en presentación, un
diminuto y caprichoso Coro a gran altura,
con Armonium, donación de doña Gertrudis
Serrano de Gaspar.
Parece inverosímil que una región pequeña
y pobre realizara obra tan grande y rica; ma-
ravillosos efectos de la Fe de los hijos de esta
hidalga tierra que a porfía se desvelaron por
ofrecer al Santo Cristo, con el tributo de su
- 25 -
amor, los obsequios más valiosos que a su
alcance hallaban. ¡Triste parangón si los com-
paramos con los de estos tiempos de materia-
lismo y persecución !
No resisto al deseo de citar alg-unas dona-
ciones de diferentes épocas, dejando a un lado
tantas ofrendas, ignoradas muchas, de peni-
tencia y desagravio.
Para la construcción de la Capilla las hay
originales (v. gr.): «un lechoncito vendido en
nueve reales». «Tres corderos en 17 reales».
«Un pollo en dos reales», etc., esto de las cla-
ses pobres; de las acomodadas, don Pedro
Martínez, familiar del Santo Oficio, jurado de
la villa y Alcalde de San Sebastián, dos ara-
ñas de plata. E r a natural de Bretún.
Don Juan Alfaro, Secretario contador del
excelentísimo señor Conde de Aguilar, unas
vinajeras de plata.
Don Juan Martínez de S a n Miguel, vecino
de Sevilla, una valiosísima alfombra de 7 X 5
varas.
Doña Magdalena Camporredondo del Río,
una persiana de bordado en plata y oro.
Don Juan Pérez de la Mata, dos candela-
bros de plata.
Don Diego Rabasco y don Antonio de S a n
Miguel, un cáliz.
— 24 —
Iglesia de San L o r e n z o
E s filial de Santa María o ayuda de parro-
quia; de culto más frecuente por su céntrico
emplazamiento y de estilo gótico-naciente.
Se compone de una nave, con ábside
exagonal y seis capillas, tres a cada lado,
dedicada a San Lorenzo mártir.
Lo mejor que tiene es un retablo, hermo-
so, de puro estilo plateresco, construido a ex-
pensas del Presbítero don Diego Alvarez.
Otro muy notable en la Capilla-baptisterio,
pequeño, finamente pintado sobre tabla de
gran mérito artístico; e incrustadas o sobre-
puestas en el retablo de San Francisco Javier,
dos tablas pintadas : en una se representa al
Niño Jesús dormido, apoyando su cabecita
sobre el pecho de su Santa madre; y en la
otra la Sagrada familia de Nazaret.
A r q u e t a
Se guarda en este Templo una Arqueta
de hierro, sobrepintado, con orla de flores en
su tapa; con dos cabezas en la parte de ade-
lante, coronadas sus frentes por dos ramitas
de laurel.
- 25 —
Parece muy antigua, pero todavía no se
ha podido precisar ni su época ni su mérito.
Sirve de Archivo regional y contiene docu-
mentos referentes a la Excomunidad, a la v i -
lla y a las iglesias. Tuvo cuatro candados,
cuyas llaves estaban en poder una del Presi-
dente de la Excomunidad, otra del Alcalde,
otra del Juez y otra del Vicario local; respon-
diendo a la custodia de los «instrumentos»
que a cada corporación interesaban.
Eclesiásticos, entre oíros, uno del año ,
1451, de «Anexión» de ¡os bienes del Santua-
rio de la Virgen de Escovillas a la Iglesia de
Santa Cruz; algunas Bulas del Papa Paulo lil
-VOSS^rOTTrafgo^año 6.° de su pontificado) ;£ú p ^ ^
(acerca del número de Beneficiados y su resi-
dencia, en pergamino. Una ejecutoria de li-
tigio entre el Cabildo de Vanguas y e! Doctor
Don José Gregorio Sáenz Camporredondo
(número 126).
Otra ídem en pergamino sobre beneficios.
Otra ídem, ídem, entre el Consejo de Y a n -
guas y su tierra; pleito entre éste y el Cabildo
de Córdoba y ios «aimozarifes». (1507).
Documentos de carácter l o c a l y regional
Entre otras Ejecutorias : «Traslado de...
la merced que S u Majestad el Rey don E n r i -
— 26 —
que, hizo a don Juan Ramírez de Arellano, de
los Lug-ares de los Cameros, poniendo por
Cabeza a Yanguas y su Tierra». (En Valla-
dolid a 4 de Abril de 1404.)
Ejecutoria en pergamino de la Chancillería
de Granada en 28 de Septiembre de 1521...
«ganada por Yanguas y su Tierra contra don
Rodrigo Manrique, Comendador de la villa de
Zalamea, de la Orden de Alcántara, sobre
privilegios».
I . j_ Otra ídem, dada en Valladolid a 14 de ju-
hAlÁ^^o lio de 1580. T r a í a = l . 0 sobre si habían de
XúAkCxw- ser 0ftícios» los Ydalgos. 2.° Cuántos ha-
/ ¡^ l bían de ser. 3." Quienes los habían de ele-
- gir, y 4.° sobre si habían de ser Colectores
de Bullas y oíros oficios. Que los Alcaldes
y demás oficios se nombren por todo el C o n -
cexo junto; y no los hijos Dalgo, los de su es-
tado y los hombres buenos el suyo. S e asig-
nó al Estado noble, la mitad de oficios, de-
xando la mitad en la Villa y la otra mitad que
fuere de la tierra...» «los Alcaldes ordinarios
habían de ser cuatro; dos de un estado y dos
de otro; y de ellos, dos en la Villa y dos en la
tierra. Y cualquiera de ellos conociese y tu-
biese jurisdicción así en la Villa como en la
tierra, andando con vara alia, los de la tierra
en la Villa y los de la Villa en la tierra, sin ha-
— 27 —
cer diferencia de iodos cuatro, en los conoci-
mientos y actos jurídicos».
Otra ídem... «ganada contra el C o n d e , su
Señor... para que no pueda repartir soldados
ni armas; ni sus vecinos tengan obligación de
ir, a su costa, a la guerra, sin expreso man-
dato de S u Majestad. (En Valladolid, 28
mayo 1543).
Otra ídem... ganada por los yangüeses
contra su Señor, el Conde «sobre que no pue-
da compelerles ni quitarles sus bestias y ca-
balgaduras, cuando las hubiere menester, pa-
ra mudar su casa, etc., sino que ellos las den
voluntariamente, pagándoles sus alquileres;
lo cual se ejecutó por vista y revista. (En
Madrid, 24 mayo 1575.
- y : O t r a ídem... «que los vecinos de V i l l a y - p - ^ ^ ^ ^
Tierra no sean obligados a velar la Pórtale- ±
za... ni a sustentar sus perros de c a z a . . . ni a
sustentar y mantener la fuente del castillo...
ni a presentar al Conde dos puercos por N a -
vidad, a no ser que lo hagan voluntariamente,
sin que a ello sean precisados ,. ni a darle los
680 carneros por el precio de 25 maravedís
cada uno, como dicho Señor Conde preten-
día, sino que puedan llevarle el precio y va-
lor que justamente merecieren... ni den al C o n -
de contra la voluntad de los vecinos, 600 g a -
- 28 -
llinas por el precio de 4 maravedís, sino por
lo que valieren. (Madrid, 1566).
Otra ídem... «que el Alcalde mayor... au-
sentándose el Conde o Condesa, no puede
conocer de causas civiles ni criminales en 1.a
instancia, y para dicho efecto no puede dejar
sustituto ni teniente, sino que tenga obligación
a remitir dichas causas a los Alcaides ordina-
rios ». (Madrid, 1598).
Real carta obtenida por la villa de Yan-
guas y su Término contra el Excmo. señor
Duque de Abrantes, de exención de pago de
florines (1742).
Otra ídem... contra el señor Conde Agui-
lar (1566).
Otra Ejecutoria del Real y Supremo C o n -
sejo de Castilla, en pleito de villa y tierra y
eclesiásticos de ella, sobre constitución del
«dro» de florines (1751)
«Otra ídem... contra la villa de Munilla, en
pergamino. Gótica».
Además, varios documentos de concor-
dias, sobre montes, pastos, etc., entre Yan-
guas y pueblos limítrofes de esta Provincia y
otras; de pleitos, acerca de franquicias, por-
tazgos y alcabalas, litigados a pueblos y ciu-
dades de España.
Existen oíros muchos documentos que de-
— 29
sisío de copiar, porque no se amoldan al c a -
rácter de esta obrita.
Y a n gu ab
con p r i v i l e g i o s de ;portazgos
Un pergamino, mal conservado, de unos
59 folios, tiene grabado en su portada el es-
cudo de España y debajo este mote :
«Confirmación a la villa de Yanguas de un
privilegio que tiene para no pagar portazgos,
la dicha villa y lugares de su tierra. A ñ o
1702», E n la segunda página el Escudo de
Yanguas, y dice: «Carta de privilegio y
Confirmación de Felipe V , fechada en Buen
Retiro, a 24 de mayo 1701. Por mandato del
Rey N . S . = Francisco Nicolás de C a s t r o .
Otra... en Madrid, 5 abril de 1666. Firma B a r -
tolomé de Legafa, por mandado del Rey.
Otra en Madrid, 27 de abril de 1621. «Yo
E l Rey» por mandato. Pedro Coníreras».
Otra en San Martín de la Vega, 20 enero de
1599. «Yo E l Rey» por su mandato. D o n
Luis de Salazar».
Otra ídem, en las Cortes de Toro, el 30 de
septiembre de 14()9.=Oíra en Madrid el 15 de lií/rcK. *
diciembre de 1393.=Oíra en la «Muy Noble
— 30 —
Ciudad de Burgos» el 9 de agosfo de 1417.
Otra en Madrid en 1599, 23 de julio.=Oíra en
Alcalá de Henares el 5 de mayo de 1408.=^T^
Ofra en la «Muy Noble e Muy Leal Ciudad de
Sevilla» a 26 de Agosto de 1478.=Otra en la
Ciudad de Burgos el 5 de junio de 1 5 0 8 . = - ^ ,
Otra en Valladolid el 15 de Abril de 1559.=
Otra en id. el 2 de agosto de 1555.=Otra en
Madrid el 5 de julio de 1621=y otras dos en
Madrid el 25 de octubre de 1677 y el 23 de di-
ciembre de 1702.
Reyes comprendidos en estas cartas
de privilegios y confirmaciones
Alfonso XI «El justiciero».
Enrique 11 E l de las Mercedes, conde de
Trastamara, «El fratricida», por haber muerto
en lucha a su hermano Pedro I «El Cruel»
ayudado del francés Duguesclin.
D. Juan I.
Enrique IIÍ «El Doliente».
— Juan 11.
— Enrique IV «El Impotente».
—• Fernando e Isabel «Los Católicos».
— Juana «La Loca».
— Carlos I de España y V de Alemania.
— Felipe II «El poderoso».
- 81 -
D. Felipe III.
— Felipe IV.
— Carlos II y Mariana de Austria y «Pro-
íuíora».
— Felipe V y 1.° de la Casa de Borbón.
Copia de una de las cartas reales
Delirrefc^lSSS Q^Aaj i 3 ^ )
« Don Alfonso, por la gracia de Dios, Rey Ñq J(/}< í \ A ^
de Castilla, de Toledo, de León, etc., etc., etc.: ,---
A todos los Concejos, Alcaldes, Jurados, Jue- ' ¿ ^ ^ ^ H
ees. Justicias, Merinos, Alguaciles, Maestros
de las Ordenes, Priores, Comendadores e
Subcomendadores, Alcaydes de los Castillos,
e a todos los otros Oficiales e Aporíillallados
e Aporíadgueros e Arrendadores e C o g e d o -
res e Recaddadores de los Portadgos, en
qualquier manera, de las Ciudades e Villas e
Lugares de los nuestros Reynos, agora son o
serán de aquí en adelante e a qualquier o qua-
lesquier de vos que esta nueftra Carta fuere
moftrada o el Traslado deella firmado de
Efcribano Público: Salud e Gracia. S e p a -
des: Que por razón, que lof del Concejo de
Vanguas vaffallos de don Fernando mi Fijo,
nos enviaron moftrar la grande pobreza e
amengua en que eran por los muchos males
- 32 —
e danos que avian recibido en ios Tiempos
paffados, e porque no tenían Labranca, en
que fe mantener, falvo de andar de vn Lugar
a otro, con fus Mercaderías, por aver Mante-
niniento y poffada en dtro Lugar; E Nos, por
les facer Merced, tenemos por bien : Que los
del dtro Lugar Yanguas e fu término que fean
quitos de Portadgos, en todas las Ciudades e
Villas e Lugares de nuefíros Reynos, de todas
Mercaderías, e las otras cofas, que levaren o
troxieren por todas las partes de nuefíro Seño-
río, de oy día, que efta Carta es fecha, para
fiempre en adelante: Salvo, ende, en Toledo
e en Sevilla e en Murcia, tenemos por bien
que lo paguen. Porque vos mandamos vifta
efta nuestra Carta o el Traflado delia, fignado
de efcribano Público, como dtro ef, que de
aquí en adelante non demandéis Portadgos a
qualquier o qualesquier Vecinos e Moradores
del dtro Concejo de Yanguas e de fu Termino,
de todas las Mercaderías e las otras cofas que
levaren e traxieren de vn Lugar a otro, por
todas las partes de nuestros Señorío, falvo
ende, en Toledo e en Sevilla e en Murcia, a
que tenemos por bien que paguen, como dtro
ef. Nin les prendedes, nin les tomedes, nin
les embarquedes ninguna cofa de lo fuyo fo-
bre efta razón: e fi alguna cofa les prendiere-
— 33 —
des o íomarcdes o embargadores, que fe lo
tornéredes e defembargaredes e eníregue-
des luego, iodo bien e cumplidamente: en
guifa, que les non mengüe, ende cofa alguna.
E defendemos firmemente, que ninguno, nin
algunos de vos non fean offados de les ir, nin
de les paffar contra efta Merced, que les Nos
faximos : S o pena de mil maravedís de la
Moneda que aora corre, a cada uno por ve-
gada... E a los Concejos de Yanguas e a
qualquier o qualesquier dellos, o a quien fu
Voz toviere, todos los daños e menofcabos.
que por ende recibieredes, dobrados. E non
fagades endeal, fo pena de la nueftra Merced.
Nin les dexedes facer por Carta o Privilegio,
que contra efta fea. E fino por qualquier o
qualesquier de vos por quien ficieran que lo
afsi, non quisieredes cumplir: Mandamos a los
del dtro Yanguas o a qualquier de vos que
efta Carta vof moflraré o el Traflado della, fig-
nado, como dtro sello ef que vos emplace, que
pareceades ante Nos, do quier Nos feamos.
E de efto les mandaremos dar efta Carta fella-
da con nueftro Sello de Plomo colgado. Dada
en Madrid 18 días de Diciembre E r a de mil e 3 ^
trefcientos ochenta y cinco anos. Y o Sancho
— 54 -
Fernández la fice efcribir, por mandato del
Rey. Sancho Mudarra. Vifía. G i l Díaz»
^ . i ( ^ X O / ^ A ^ i También tuvo Yanguas rollo o picota, sig-
no indicador de que era villa eximida; estaba
colocada en la plaza del Castillo, hasta que
deteriorado por una fuerte descarga eléctrica
lo demolieron por completo. E n él fueron fu-
silados veinte soldados numantinos, que los
franceses cogieron prisioneros en la batalla de
Yanguas.
Iglesia de San Pedro
Está cerrada al culto desde el año 1929,
^ n / V A U / k . ^ 0 P l o r encontrarse en estado ruinoso. E n su
destino primitivo fué Iglesia de Caballeros
Templarios, cuya Casa-Convenio estuvo a su
derecha y es actualmente Cuartel de la Guar-
dia C i v i l , como indico en otra crónica. Des-
pués Parroquia del Arrabal y parte baja de la
villa, hasta 1886 en que, debido al notable
descenso del vecindario, quedó suprimida, y
sus feligreses anexionados a la de Santa
María.
E s magnífico, de grandes dimensiones y
de riquísimo dorado el Altar mayor. E l de
San Blas en su basamenta tiene dos artísticas
jffe i—•
Puerta del Río » Resto de sus sencillas murallas
AI fondo, Iglesia de San Pedro
— 55 -
pinturas en tabla representando el bautismo
dej. C . por San Juan, y los Santos Cosme
y Damián, y otras dos tablas laterales de unos
seis metros de altura por 0*40 centímetros de
ancha, con pintura de Santos y Mártires. E n
el pavimento del Presbiterio y en la capilla
citada hay algunas lápidas sepulcrales de
piedra. Una que sospecho puede ser intere-
sante, copiada tal cual es, la ofrezco con su
inscripción al lector en esta página y s i -
guiente, por si acierta a descifrarla.
lOMnCA'f
CORCELSUS I OMPE/
ET CASSIA TLACrNEM
NP.NAATEM
MATERNA
NIAfVS L M
MATRIBUS
Aras romanas encontradas en el retiro de San Pedro; actualmente
colocadas en la base de la Cruz claustral del pórtico de Santa María
36 -
AlMMM
thm a
vxso a
rmsNi h
SE PitzT
4A/XXV
Lápida. Se halla en el Presbiterio
de la Iglesia de San Pedro, para
servicio de grada o escalera.
Torre de San Miguel
E s lo único que se conserva del Templo
que lleva esíe título, cuyo plano debió de ser
de extraordinaria forma, a juzgar por los con-
tornos que indican los cimientos existentes.
En la base de la torre, una portalada con bó-
veda de cañón daba acceso al atrio o pórtico,
y este, a su vez, por el lado izquierdo, a la
Torre de San Miguel
37
_ 57 —
Iglesia. Según escuché al erudito arqueólogo
señor Taracena, esta esbelta y atrevida torre
es románica y del año 114^. Está su foto-
grafía en la «Enciclopedia Espasa » y en la
Guía turista de Soria. Referente a este para-
je, el P. Mariana, en su Historia de España,
capítulo VI, escribe : « E l Chronicon del Rey
«Don Alfonso el Magno dice, que el Rey
«Don Aurelio fué sepultado en el valle de
«Yagüeya, en la Iglesia de S a n M a r t í n :
«Don Lucas de Tuy dice que lo enterraron
« en Cangas. Dificultosas es concordar estas
«opiniones, ni como juez sentenciar por la
« verdad. Quien dice que Yagüeya y C a n -
« gas es lo mismo, quien que Yagüeya es la
«villa de Yanguas. Por esta opinión hace
« semejanza de los nombres antiguo y moder-
« no y en aquella villa, en la Iglesia de San
«Miguel, hay una cueva y en ella dos sepul-
«cros o lucillos juntos el uno del otro, los
« cuales el pueblo, como cosa recibida de sus
«antepasados, tiene por de los Reyes Don
« Fruela y Don Aurelio; que si esto se recibe
«será necesario confesar que el nombre de
« aquella Iglesia fué mudado, por lo menos
«que los huesos de aquellos Reyes, de do
« primero estaban enterrados se trasladaron.
« Cosa que en el Rey D. Favila no tiene duda
-58-
« de haber sido enterrado en otro lugar. A l -
«gunos datos han sido rectificados por la
« crítica histórica.
Otro escritor D. Domingo Hidalgo de To-
rres, dice : « que en un barrio, hoy despo-
blado, en que estuvo la primitiva Yanguas,
existía una Iglesia, conocidamente del tiempo
de los godos, en cuya cripta estaban enterra-
dos los Reyes D. Aurelio y D. Fruela, quienes
atentos a la defensa de las fronteras de su
reino, vivían por esta parte y murieron en
Yanguas ».
« E n esta (Rabal : página 480 - 2) Iglesia
había en tiempo de Garibay y aun hoy se ven,
los restos de una bóveda subterránea que con-
tenía dos sepulcros dispuestos en forma de
capillas, con insignias y adornos a la manera
que se hacían los enterramientos de los Reyes
godos, siendo uno de ellos el del Rey D. Au-
relio y presúmese que el otro sería el de Don
Fruela y no el de D. Favila, como quieren al-
gunos. L a bóveda era según dice Garibay,
antiquísima; en ella había figuras, pintadas
todas con armas muy diferentes de las que
ahora se usan; muchas, escudos de armas,
leones, águilas, cruces, banderas negras y
amarillas, castillos y otros objetos extraños.
L a Iglesia de San Miguel desapareció,
*Ír
illfl
mm.
iV-;.
- 69 —
—poco más o menos por el aflo 1804; y a
ella pertenecían dos Alíarciíos; uno muy nota-
ble de la Iglesia de San Lorenzo. Se desti-
naba en sus últimos tiempos (anteriormente
sería Parroquia de la Villa Vieja) al servicio
de los Sacerdotes del Arciprestazgo, que de
ordinario, casi todos residían en Yanguas; y
son interesantes las ordenanzas por las que
se regían.
( Y a n g u a s ) sus casas
La de la villa
E s un hermoso edificio que llena todo un
lado de la plaza de la Constitución, construida
de ladrillo, de dos pisos. Funcionan en ella
los servicios de la Corporación municipal y
judicial, con cárcel y vivienda para alguacil,
descuidada de ornato, debido a la pobreza en
que se desenvuelve el municipio.
Yanguas ofrece el aspecto notablemente
señorial de una noble dama centenaria venida
muy a menos; esta impresión causan su rui-
noso castillo o Palacio-Fortaleza, su plaza
rectangular bonita, pero mal cuidada, su fuen-
te mural y sus anticuados y numerosos porta-
les públicos de la plaza mayor y de algunas
calles.
- 40 -
P /yCMjQl Ostentan linajudos escudos algunas vi-
viendas, entre ellas dos en la plaza, una en la
calle mayor y la magnífica casa de los Cere-
ceda, que en sus orígenes fué Convento de
Temglarios y ahora es Cuartel.
Casitas hay de rara traza, que la pobreza
de sus moradores h i z o — s i n quererlo - que
conserven cierto sello de decrepitud que les
da interés, sino valor y mérito.
Puente de Santa M a r í a
Con apariencias de ser romano que se
discute- de tres ojos, y uno de sus arcos de
atrevida fábrica por su gran diámetro.
P u e r t a dei Río
Resto de sus antiguas y sencillas mu-
rallas.
El Castillo
Forma un cuadrado; está construido a cal
y canto, de una argamasa tan dura como el
cemento; sus muros tienen metro y medio de
espesor, e incluyendo el foso mide 54 metros
de lado, con cuatro torreones almenados y
paseo entre las almenas. Lugares de secreto
_ 41 —
escape, por entre los muros dan acceso a las
torres. Con plaza de armas, rodeada de co-
lumnas de piedra toba, que poco a poco fue-
ron desapareciendo para otros usos o des-
tinos.
Perteneció en tiempos muy remotos a don
Pedro y don Diego Ximénez, descendientes de
los Reyes de Navarra, Señores de algunos
pueblos de Cameros que residían habifual-
mente en Torrecilla y que también tenían pa-
lacio en Yanguas, pasando a ser propiedad
del señor Ramírez de Arellano, Conde de
Aguilar, Señor de Yanguas, donde habitaba,
y este Título reunió, más tarde, los de Duque
de Ábranles y de Linares, Señor de los C a -
meros, todos los que correspondieron poste-
riormente a ios sucesores del finado, Excmo.
señor don Ángel de Alburquerque, Marqués
de Sardoal,
Por las Ejecutorias que se conservan pue-
de saberse mucho, referente al orden crono-
lógico de sus distintos poseedores, pueblos y
villas tributarias, de florines, animales: servi-
cio «de velas o veleros del Castillo, monte-
ros, etc., etc. A título de curiosidad acom-
paño a estas crónicas un Árbol genealógico
reciente, que se halla explicado en un «Memo-
r i a l o extracto de los documentos notables
- 42 -
«antiguos, producidos y razones, dadas en el
»Pleiío suscitado en el año 1735 por el Fiscal
»de S . M . y las villas del Señor de ambos
»Cameros con el Conde de Aguilafuente, pre-
hensor de otro Estado y sobre si era o no
«llegado el caso de revisión de la Corona».
G u e r r a de la Independencia
Este Castillo fué incendiado en la batalla
que sostuvieron heroicamente fuerzas de Dra-
gones Numantinos, mandadas por los Capi-
tanes Amor y Camporredondo en los terrenos
denominados «Caballigo» y «Las viñas», con-
tra el ejército francés, al mando del General
Rouget; con mala suerte para nuestras armas,
porque entretenidas nuestras tropas (dice Ra-
bal) íl) en ciertas disputas sobre la legitimi-
-[ dad de alguna junta recaudatoria o confiadas
en su valentía y número, se dejaron sorpren-
der por el citado General, y la derrota fué
desastrosa; gracias (continúa) que a la sazón
Uegó en su auxilio don Juan Antonio Tabuen-
ca con otra guerrilla de sesenta aragoneses y
tomó parte en la acción, pues a no ser así hu-
biera sido mayor el descalabro. Sin embar-
(1) Página Xlll.
- 43 —
go, más de 200 soldados quedaron muertos, y
como era natural a la derrota siguió la deser-
ción general. Roget concedió la vida a 20
soldados prisioneros, más sólo para hacerles
ejercitar el arma en la plaza de Yanguas y fu-
silarlos después, Alecionada la Junta con
este descalabro se retiró a [)eza para recluíar
nuevas tropas y reponer las pérdidas, estando
resuelta a procurarse a toda costa un general,
a quien todos los fejes obedecieran, el cual se
había echado de menos en el ataque de Y a n -
guas. Ofrecióseles uno muy capaz y autori-
zado en don Agustín José Duran, que de C o -
ronel se distinguió en la batalla de Bailen y
fué ascendido a Brigadier, el cual pasó a la
Rioja para recoger a los dispersos de Yan-
guas y obligar a ciertos jefes a incorporarse
con él.
También fué Yanguas campo de batalla en
las luchas de los árabes con Galib a la cabeza
contra Fernán-González; éste, después de
! ganar la batalla de Nájera y el Rey de Navarra
Sancho Abarca, les acometieron por Y a n -
-guas, atravesaron la sierra de Oncala y se hi-
cieron dueños de todos estos pueblos hasta
Garray, que agregaron al Obispado de C a l a -
horra. (1)
(1) Rabal, página XXXI.
_ 44 —
Á r b o l genealógico de los Señores de Yanguas
y ios Cameros, presentado en el pleito de
reversión a l a Corona, en el año 1734
2 «D. Juan Alonso de Axo» (Haro).
3 «D. Albar Díaz de A x o , con D.a Urraca
Corvexan de Let.
4 «D. Alonso Tellez de Axo».
5 «D. Juan Ramírez de Arellano, el noble
con D.a Mencía Bxanca».
6 «Guillen de Uriaríe, Señor de Bxuili del
primer matrimonio con
7 «D.a Urraca Albarez Díaz de Axo» con
8 «Albar Rodríguez Daza; de 2.° matri-
monio».
9 «D.a Inés Díaz de Axo».
10 «D. Juan Ramírez de Arellano, con doña
Theresa Manxxique».
11 «D. Carlos de Arrellano, con D.a Cons-
tanza de Saxrraento».
12 «D. Juan Ramírez de Arrellano, con doña
Isabel Enrríquez».
13 «D. Juan Ramírez de Arellano, con doña
Juana Miguel de Berastuxi».
14 D. Carlos Ramírez de Arellano, con doña
María de Navarra».
15 D. Alonso Ramírez de Arellano, con doña
C a t r de Mendoza; Conde 1.° de Aguilar».
_ 45 —
16 «D. Carlos Ramírez de Arellano, con doña
Juana de Zúñigra» : enterrados en la C a -
pilla de los Mártires de Calahorra.
17 «D. Juan Ramírez de Arellano, sin su-
cesión».
18 D. Bernardo Ramírez de Arellano con
dona Leonor del Río».
19 «D. Juan Ramírez de Arellano, con doña
Mariana Berxrart».
20 «D. Alonso Ramírez de Arellano con doña
Caíla de Zuñiga».
21 «D. Pedro Ramírez de Arellano».
22 D. Juan Ramírez de Arellano con doña
Juana Uxíata y Lazcano».
24 «D. Juan Ramírez, con D.n Antonia Díaz
del Portillo.
25 Don Felipe Ramírez de Arellano, con
doña María de Zúñiga».
26 «D. Juan Ramírez con D.a Catl.a Ramírez
de Arellano».
28 «D. Felipe Ramírez de Arellano con doña
Luisa Manxxique de Lara».
29 «Don Carlos Ramírez de Arellano, con
doña Juana de Rueda y Herrexa».
30 «D. Juan Ramírez de Arellano, con doña
María de Mendoza»,
31 D.a Juana Anthonia Ramírez de Arellano,
con don Pedro Luis de Zúñiga».
— 46 —
52 D. Juan José Ramírez de Arellano, Conde
de Muxillo».
33 «D.a Ana Ramírez de Arellano, con don
Pedro Ramírez de Arellano».
34 «D. Manuel de Zúñiga, con doña Fran-
cisca Ayala Oxorio».
35 «D.a María Balbanera Ramírez de Arella-
no, con D. Rodrigo Manuel Manrique de
Lara».
56 «D. Valerio de Zúñiga, con doña Ana
Antonia Pimeníel».
57 «D. Valerio Ant.0 de Zúñiga, Marqués de
Aguilafueníc, Conde de Aguilar».
58 «D. Iñigo de la Cruz Manrique de Lara,
Conde de Aguilar», último poseedor.
«Lizdo. Dr. Aníhonio de la Poxtilla y
Voxseeda».
«El S r . Fiscal de S . M . y las villas y
Lugares del Señorío».
«Año 1754».
Y a n gu a s
E l Castillo, la Iglesia y l a Escuela
Así o por este orden están situados en
Yanguas estos Ires edificios, como símbolo o
— 47 —
encarnación del derecho, de la verdad abso-
luta y revelada y de la cultura. Fortines de
defensa podríamos llamarlos. Contra los ene-
migos de la Patria, el castillo; contra los ene-
migos del alma y de la sociedad, la Iglesia;
y la Escuela contra los enemigos de la cultura.
Esta apostura del Castillo, de la Iglesia y
de la Escuela me sugieren algunos pensa-
mientos, que como mejor acierte voy a trans-
cribir.
No los anuncio al azar, están erigidos así,
casualmente quizá; tal vez por mano maes-
tra, consciente en su ejecución, y con gran
acierto si se atiende a su significado, impor-
tancia y transcendencia.
A la derecha la Escuela, en medio la Iglesia
y al otro lado el Castillo. E n el centro el
Templo de Dios, como el sol en el del univer-
so, eje del sistema planetario que a todos ilu-
mina y beneficia con sus resplandores.
Su alta torre, con la Cruz redentora por
remate, se agiganta sobre el castillo, sobre la
escuela, sobre los hogares cristianos que la
rodean, como faro espiritual de verdad lumi-
nosa infalible y eterna, que lanza sus rayos
vivificantes sobre los moradores de esta villa
que, a su dirección y amparo se acogen. Y
nada más en razón, porque en la Iglesia y con
— -48 —
la Iglesia está Cristo, que dijo : «Yo soy la
luz del mundo». «Yo soy el camino, la ver-
dad y la vida».
Que la Iglesia ilumine el castillo, represen-
tación éste, de la fuerza, está bien; porque la
fuerza tiene necesidad del derecho para que
aquélla no abuse, y la fuerza y el derecho a su
v e z - deben estar inspiradas por el espíritu de
Cristo para no extralimitarse en su ejercicio;
para que no degeneren en despotismo y tira-
nía y sean medicina en el orden social y pro-
videncial.
Que la Iglesia ilumine la escuela, según el
mandato del Divino Maestro, «id, enseñad a
todas las gentes»... «dejad que los nifios se
acerquen a mí», para que a las almas infanti-
les lleguen las doctrinas evangélicas; lleguen
puras toda clase de enseñanas; libres de sec-
tarismo y de error.
¿Quién puede iluminarles sino la Verdad
increada ? ¿ Que son todas las lucernas del
intelecro humano chispitas de la inteligencia
suprema si se las compara con la Divina,
con el S o l de la divinidad. Cristo Jesús?
S o n , esírcllitas cuando mucho, y eso las
más brillantes; pero estrellas perdidas, erran-
íes en los negruzcos espacios caóticos del
vicio, de la vacilación y la duda.
~ 49 ~ ^?>»
E l Castillo es y debe ser fortaleza, pero
fuerza al servicio del derecho y la verdad, ai
amparo de la libertad y la justicia, no del li-
bertinaje de la tiranía e injusticia.
La escuela debe ser centro de cultura, se-
millero de ciudadanos virtuosos, honrados,
caballerosos, nobles, laboriosos y buenos.
¿Pero es posible lograr tan bellas cualidades,
con laicismos e hipócritas neutralidades, exó-
ticas al sentir católico español y al espíritu
cristiano que dio vida a todas las gestas glo-
riosas de nuestra historia ?
Actúen en cristiano el hogar, la escuela y
la fuerza y los pueblos tendrán orden, paz,
amor y bienestar. Ocupen su sitial respecti-
vo providencia! el padre, el maestro, el Alcal-
de y el Sacerdote y sobrarán los castillos, las
ametralladoras... y hasta los «guardias de la
porra».
Épocas de penuria y de epidemia
Muy castigada debió de ser esta villa y su
comarca en la guerra de la independencia se-
gún se deduce del siguiente escrito del libro
de actas del Sto. Cristo que dice., «y habién-
dose expuesto a la S u Merced (Sr, Obispo) por
los cuatro Alcaldes de Villa y Tierra, en nom-
4
— so-
bre de su vecindario que, en las apuradas y
estrechas circunstancias de la desoladora
guerra de la independencia, para subvenir a
sus apuros y enormes pedidos que se les ha-
cían, contrajeron la deuda de treinta y dos
m i l ochocientos cuarenta y siete reales en
favor de la Capilla del Santo Cristo, proce-
dentes de la venta de granos y lámparas de
plata, cuya deuda les es imposible satisfacer
por la miseria a que se hallan reducidos di-
chos vecindarios, dimanada de la citada gue-
rra y decadencia del ganado merino con que
se sostenía este país y suplican se la condo-
ne. Enterada S u Merced de lo expuesto y
contando con su certeza por informes de per-
sonas de providad, y atendiendo a que la Ca-
pilla se halla decorosamente surtida de lo ne-
cesario para el culto, con existencias para sus
precisos gastos, en uso de sus facultades,
condenó a los cuatro Alcaldes, en representa-
ción de su común los expresados 32.847 rea-
les encargándose amonestar a sus vecinos se
esmeren en contribuir con su limosna a la
Capilla, como lo han hecho hasta el presente,
tomando en consideración el singular favor
que reciben con la presente condenación».=
Firmado.
También debió de ser terrible la epidemia
- 51 -
que afligía a Yanguas por los años de 1794,
si se atiende a la siguiente copla de aquella
época.
«Asómate a Villosillo
verás lo que pasa en Yanguas;
Que hay un fuerte «tabardillo»,
y en cada casa unas andas».
Con que el sentido popular acostumbraba
a perpetuar los acontecimientos más impor-
tantes y sensacionales, o sea con coplas y
refranes.
Beneficencia
Con los nombres de A R C A G R A N D E Y
A R C A C H I C A existieron en Yanguas dos
fundaciones de carácter benéfico, debidos a
los caritativos sentimientos de don Fadrique
Ramírez de Arellano y don Francisco Alfaro,
sus fundadores, y otra de carácter análogo —
de la que resta pequeñísima parte—se debe a
la prodigalidad de don Gaspar Sáenz - Rico,
comerciante en Veracruz, cuyo retrato al oleo,
de tamaño natural, se conserva en la Ex-parro-
quia de San Pedro, en cuya santa Pila Sacra-
mental fué bautizada También construyó a
sus expensas el Hospital de Santiago de esta
- 52 -
Villa, al que surlió de ropas y dotó con algu-
nas «tierras».
Enseñanza
E l citado don Gaspar «el indiano», como
generalmente le llamaban sus cohefaneos, de
fe arraigada, de patriotismo grande, de con-
vicciones profundas, conociendo los valores
que la educación, instrucción y moral cristia-
nas, representan en la formación del alma de
la niñez y de la juventud, erigió para el fo-
mento cultural de su pueblo — dos «Obras
pías», una de I a enseñanza y otra de «Gra-
mática», con el principal de 4.000 pesos cada
una, que para este destino remitió de Méjico
el 19 de septiembre de J743, nombrando para
el cargo de Patrono único al Cura que fuere
de la Parroquia de San Pedro».
Disposiciones oficiales posteriores hicieron
imposible su funcionamiento, y solamente un
siglo percibieron los niños y jóvenes de Yan-
guas y su comarca (en la de Gramática, tam-
bién eran admitidos los jóvenes de la Región)
la savia vivificante de la enseñanza, que selec-
tos Maestros y distinguidos Preceptores les
comunicaban según las normas trazadas por
su egregio fundador. Porque en 1849 flnali-
- 5S -
zan las cuentas de Obras pías, con acta y ofi-
cio de la Comisión investigadora de bienes y
fundaciones correspondientes a Instrucción
publica que dice : « para dar cumplimiento a
lo preceptuado por R. O . del 12 de mayo últi-
mo... y usando de la facultad que me concede
el artículo 4.° de la misma, espero se sirva
usted presentar a la mayor brevedad posible
en la Secretaría del Instituto de Soria la fun-
dación de las dos Obras-pías creadas por don
Garpar Sáenz-Rico, su capital 4.000 pesos
cada una y los réditos que se aplicaban al
Maestro». Dios guarde, etc. E l Director,
Dr. Sergio de Maya. = Señor Alcalde de
Yanguas».
Hoy los centros de cultura son: dos Escue-
las para niños y niñas, respectivamente Pre-
ceptoría de Latín y Humanidades, restableci-
da por el limo, S r . Obispo de Calahorra, don
Fidel García Martínez, y para la educación e
instrucción religiosa, Escuela catequística,
tres días en semana.
Profesiones
E s de suponer que el pastoreo y la guerra
fuera la ocupación de los primeros poblado-
res de Yanguas. A la arriería y mercadería
- S4 -
Sé dedicaron, sin duda alguna, desde 1380 al
1701; lo prueba el privilegio concedido por
don Fernando en 1380 y ratificado sucesiva-
mente por otros muchos Reyes después, hasta
Felipe V (1702). E n estas Cartas reales—
que son por lo menos trece—y cuya copia
puede leerse en la página 29 de esta obrita, se
concede privilegio, o se dispensa... «por los
muchos males e daños que avian recibido en
tiempos pafados e porque no tenían Labranca
en que si mantener, falvo andar de vu lugar
a otro con fus mercaderías... de pagar por-
tazgos, por todas las mercaderías e las otras
cofas que llevaren o truxieren por todas las
partes de nuestro Señorío, falvo en Toledo e
Sevilla e Murcia, a los verinos e moradores
de Yanguas e fu Termino.
Esta vida andariega me hace recordar la
aventura que describe Cervantes en el capítulo
X V de su obra inmortal al topar con los arrie-
ros Yangüeses.
Por lo arriba transcrito, a estos debió refe-
rirse el Príncipe de los Ingenios en la aventu-
ra de Rocinante y apaleamiento de don Qui-
jote y Sancho, auque los yangüeses de ahora
están muy lejos de romper costillas a nadie, y
también de tolerar que los «taladren» de una cu-
chillada «el cuero» como al arriero de la fábula.
- 56 —
Todavía se ve, en estas serranías, alguno
indumeníado con el cuerudo «sayo».
Permíteme, lector, reproducir aquí, porque
viene a «pelo», parte de la descripción, que
para celebrar el último centenario del Quijote,
mal-parodiando sus famosos versos «Elogios
a Urganda la desconocida», siendo entonces
joven compuse referentes a esta ventura de los
arrieros yangüeses:
Los arrieros han cai...
Porque el tren los ha mata,.,;
S u nombre inmortaliza.,.
Está en la enorme pali...
Que a Don Quijote le die...
a Rocín y a su escude.,.
Por el trote picadi...
Que tomó contra sus ye...
Ellas con las herradu.,.
Respondieron a sus bro...
Rompiéndole las montu..,
y dejándole en pelo,..
Malparado Rocinan,,.
Cuando los vio Don Quijo,,.
¿Sabes (dijo) Sancho Pan...
Que esto no va con noso...?
\ Y o tomaré la vengan...
Contra esta gente maldi...!
- 8 6 -
—Echó mano de su espa ..
Arremetió a los yangüe...
Y abrió de una cuchilla...
a uno su sayo de cue...
Los yangiieses que se vie.
Por dos hombres maltrata...
Ag-arraron las esta...
y les molieron los hue...
Temblando estaban de mié...
Los arrieros por la tra...
Que a Don Quijote deja...
A Rocín y a su escude...
Huyeron a toda pri...
¿ Que fue de ellos? no se sa.
Porque Cervantes se ca...
E l «Manco» nada nos di...
Sancho salió arrepentí...
De esta aventura famo...
Pero el valiente Quijo...
A la bartola tendí ..
Decía que era casti...
Del Señor de las bata...
Por pecar contra las le...
De caballeros forma ..
Rocinante fué el obje...
De sus llantos y suspí...
De ciento veinte reníe...
Que Sancho carifaíi...
Exhaló contra su due...
Pacífico y sosega...
Seré por toda mi v i . . .
Esta muestra es agita...
Y a fe mía... sólo da
Rompimiento de cosíl...
Y volvamos al asunto. Posteriormente se
dedicaron a la «fabricación de bayetas paños
e hilaturas». Todavía se ven con pena—las
ruinas de sus fábricas en la margen derecha
del Cidacos, en una extensión que delata la
importancia que tuvieron. Parte de estos edi-
ficios — mucho tiempo ha sin maquinaria -
fueron incendiados el año 1909.
Es triste que por no acertar en la evolu-
ción que exigían las circunstancias y los tiem-
pos, cuando fracasó la frabricación de tejidos,
dando giros nuevos a estas industrias, como
con tanto éxito evolucionaron Munilla y Enci-
so, haya perdido yanguas ese centro de pro-
ducción y trabajo, de que tan necesitados es-
tán estos honrados habitantes.
En el siglo XVII hubo espíritus aventure-
ros, que dejando los patrios lares se lanzaron
a las Américas en busca de fortuna, y con la-
boriosidad, pericia y honradez se abrieron ho-
— 88 —
rizontes de opulenta vida—entre otros quizá
desconocidos -don Esteban de San Miguel,
que residió en la Ciudad de Lima, y ya acau-
dalado «donó al Sto. Cristo seis blandones
de piafa de 112 onzas cada uno».
Don Manuel Sánchez Idalgo, residente en
Méjico, que regaló dos arañas de plata con el
mismo fin.
Don Miguel Sánchez, donante de una Cus-
todia a la Iglesia y residió en Zacatecas.
Don Francisco Martínez de la Cámara, del
comercio de Zacatecas, que construyó a sus
expensas dos arañas de plata para la Capilla,
y el ya citado don Gaspar Sáenz-Rico.
Cuando don Alonso, hijo de doña Urraca,
recabó para Castilla (1) la villa de Agreda,
con pretensiones de hacerla plaza fuerte, por
su situación limítrofe de Aragón y Navarra,
procuró atraer a ella dando facilidades de vida
a toda clase de gentes; los yangüeses coope-
raron eficazmente a su repoblación, estable-
ciéndose en Agreda multitud de familias, que
llegaron a tener su parroquia con el título de
Nuestra Señora de Yanguas y después de los
Milagros. Existe una leyenda cuyo protago-
nista fué un pastorcillo de esta villa que inter-
(1) Rabal, página 449.
- 5§ -
vino en la búsqueda y hallazgo de una Imagen
de la Virgen escondida para librarla de pro-
fanaciones (1)
En Yanguas viven hoy de la agriculíura,
ganadería, algo del comercio y apicultura,
pero su mayor rendimiento está en su hermosa
huerta.
Carácter
Yanguas en su serranía
fué... escuela de corlesía.
E l carácter de sus habitantes es afable,
intuitivo y cortés, cualidades bellas que se
destacan en las gentes de cierta edad; los
modernos se van volviendo algo agrios y apá-
ticos, ajustándose a las modas, o nuevos
modos al uso; y es de notar alguna diferencia
en la mujer yangüesa que, en su casi totali-
dad es avispada, instruida, habla bien y mu-
cho.
(1) La Santísima Virgen se apareció en el «Río-
Matachel* (Extremadura), a dicho mancebo yangüés,
que guardaba los rebaños del E x m o . señor Marqués
de Velamazán. honrándose desde entonces, este señor,
con el título de Patrono de la Virgen de los M i l a g r o s ,
cuya milagrosa aparición se representa en una artís-
tica vidriera poliedromada del aníecamarín de N . S . de
los Milagros de A g r e d a .
- 6 Ó -
E l pasado religioso
de Yanguas fué cn extremo floreciente; lo acre-
ditan sus cuatro Iglesias (tres existen todavía)
y las Ermitas que en su termino municipal uti-
lizaban para las expansiones de su fe y refu-
gio contra las inclemencias del tiempo, cuando
los trabajos agrícolas u otras necesidades de
la vida en el campo las retenía.
Además de las dos que han resistido el
paso arrollador de los siglos, o sea la de San
Sebastián, próxima a la villa, a la que presta
sus encantos el susurro de la fuente de «doña
juana» y el aleteo de las hojas de los álamos
que la rodean, y la del Humilladero, propie-
dad de los señores de Gaspar; existieron
otras cuatro, la de San Caprasio, sobre una
pintoresca explanada, poblada de encinares,
dominando la cascada de «San Cabrás».
L a de San Lázaro, sobre la que se edificó
la sacristía de Santa María; la de San Blas,
sobre la roca de su nombre; la de Santo Do-
mingo, de la que nada sé, únicamente que se
hace mención de ella en los libros parroquia-
les; y, finalmente, la de San Quilcs o Sansf
Quilles de Pledraita. A ésta se refiere la si-
guiente disposición del S r Obispo don Juan
- 61 —
Bernal de Luco, dada en Logroño el 21 de
marzo de 1544,
« que en el término de Yanguas está la Ermita
« de Sant Quilles de Piedraita que no tiene ni
« requiere ningún servicio, e que tiene algunos
« bienes que son destinados a otros usos; ve-
«nimos en disponer agora, que, unimos e
«incorporamos los dichos bienes de la Ermi-
«ta de Sant Quilles a las Iglesias de San:a
« María y San Pedro de otra villa ».
Cofradías
También acrediian su pasada piedad las
Cofradías, que, menos la de S a n Bartolomé,
existen todas, aunque menguadas en número
por las propagandas de lodo género, que al
amparo de goberncmíes sin Dios ni concien-
cia, han llegado a los pueblos, rompiendo sa-
tánicamente todos los vínculos sociales que
hacían grata - , sino feliz , la vida de estas
pacíficas y cristianas gentes, o sea su fe pro-
bada y valiente; la autoridad, el respeto, la
tradición y la familia. Vínculos benditos, que
yo confío ciegamente volverán a unirse toda-
vía por estos caminos misericordiosos de
Dios ,. el amor y el dolor, o sea por el cami-
no de un triste y tardío desengaño y el arre-
— 62 —
pcntimienío expiatorio. L a de las Animas,
fundada en 1560. L a Vera-Cruz en 1790. La
de San Sebastián en 1692 L a de San Anto-
nio Abad en 1587. L a de San Blas en 1618; y
finalmente, la de Hidalgos del Santísimo, «Mi-
nerva», que ya existía en 1510. Para ingre-
sar en ella, además de cierta perfección de
vida cristiana, era preciso probar su nobleza
por medio de Ejecutorias. Sus estatutos
están modificados. Hasta el año 1856 hubo
en Yanguas dos Cabildos, de las Parroquias
unidas, de Santa María y San Pedro, con 50
Beneficiados, para el servicio espiritual de la
villa y sus aldeas. Algunos fueron eminentes
en ciencia, porque al erigirse la Cofradía del
Santísimo, «Minerva de Clérigos», en 1664,
ésta, compuesta de 13 Hermanos, según sus
ordenanzas; de ellos, 11 eran Licenciados y
uno Bachiller. De los 30 beneficiados, seis
residían en Yanguas.
Estas tienen Bula en pergamino; una del
Papa Alejandro con viñetas.
Se veneran las Santas reliquias del Sane-
íum lignum Crucis, de San Blas y de San
Miguel de los Santos.
Aunque no muy numerosas, existen Aso-
ciaciones del Sagrado Corazón de Jesús y de
Hijas de María.
- 63 —
Funciones religiosas
Las voy a clasificar en ordinarias y extra-
ordinarias. Llamo ordinarias (aunque se han
celebrado con gran esplendor, a las que todos
los años se celebran en honor del Santo
Cristo, y son : el último día de su novena,
segundo día de Pentecostés, con asistencia de
gran parte de los pueblos de la Excomunidad,
que vienen en tradicional procesión, con sus
Párrocos e insignias cantando las Letanías de
los Santos y la fiesta del Triunfo de la Santa
Cruz, el 16 de julio, a la que preceden Víspe-
ras y solemne Te Deum por la noche, reme-
morando el histórico que se cantó por la vic-
toria del ejército cristiano en las «Navas de
Tolosa», en igual día del año 1212 contra el
agareno.
En esta solemnidad, han desfilado por el
pulpito de Santa María, algunos de los más
elocuentes oradores, entre ellos el desgraciado
Peyordeiss, poco tiempo antes de su desvío,
y como gustara tanto... preguntaron al enton-
ces, venerable Párroco de Yanguas señor
Baroja... «bueno y usted que dice = ¿ y o ?
« que... muy mal... » « se ha colado... *; este
« se va .. y muy «jondo »...
- 64 -
Funciones extraordinarias
Damos este nombre a las celebradas de
tarde en farde, con motivo de pestes, sequías
guerras y calamidades. Se guardan actas de
las del ano 1740, 13 de julio de 1799, de 1834,
1855, 23 de septiembre de 1865, 12 de julio de
1885, 1.° de noviembre de 1885, 8 de mayo de
1896 y 3 de junio de 1924.
Como en todas se manifestó por igual el
entusiasmo y fervor religioso, fórmese idea
el lector, por el relato que de la última—ha-
cen la Prensa de Soria y Rioja.
Rogativa en Yanguas
Día memorable para la villa de Yanguas
el 3 de junio de 1924. Alboreaba; los acor-
des de alegre diana, por la banda de la ciu-
dad de Arnedo, que dirige el simpático joven
Agustín Ruiz, nos hacen abandonar el lecho.
Salimos; agradables aromas saturaban la at-
mósfera de las calles de la villa, escrupulosa-
mente limpias, adornadas con profusos arcos
de follages y flores; con colgaduras en los
huecos de todos los edificios; perfumados
lienzos de nivea blancura sefialan la ruta a se-
:i
Mf'
IÍÍilPiPÍP^WÍ%3^Í»
WWIKMS,
Grupo de la procesión. Valdeuérleles, Brelún, L a Cuesta y Aldeacardo
Salida del Santo Cristo
65
— 65
guir... la seguimos; nos guía a la Plaza de la
Constitución.
Allí aparece a nuestra vista un Altar im-
provisado, bajo amplio dosel de ricos damas-
cos; salimos por la calle de San Lorenzo has-
ta la carretera; el mismo espectáculo., arcos,
flores, colgaduras... derroche de entusiasmo
en el vecindario.
¿ A quién rendís yangüeses homenaje tan
extraordinario ? Oimos el eco lejano de cam-
panas de Aldealcardo y L a Mata, al que res-
ponde el vibrante de las nuestras... de sus tres
Iglesias : detonan en el espacio cohetes vola-
dores, bocinan automóviles que llegan. L a
música entonando animada marcha, precede
a las autoridades, que nos dicen dirigirse al
grandioso templo de Santa María; nos invitan
y las acompañamos; se detienen en el atrio;
bajo el frondoso arbolado de la carretera apa-
rece una bandera, es la de la Patria que enar-
bola un niño; van destacándose, banderas,
estandartes y cruces parroquiales; son las pri-
meras procesiones de peregrinos. Las auto-
ridades precedidas de la música salen a su
encuentro y así reciben a las de los 25 pueblos
de Tierra de Yanguas. j Aldehuelas !... Voz
de llamada. V a a organizarse la procesión
por orden alfabético de Municipios. Se for-
— 66 -
man las filas de peregrinos, de niños de las
Escuelas con sus Maestros, de banderas, de
estandartes, de insignias parroquiales y...
I momento solemne!. . Aparece en el atrio
en hombros de Sacerdotes, revestidos de Diá-
conos, el Santísimo Cristo de Villa Vieja; la
música con suavísimas notas entona la Mar-
cha Real. Fervoroso silencio, intensa emo-
ción embarga el ánimo de todos los pere-
grinos que se postran ante su milagroso
Patrón.
Los niños y niñas, dirigidos por sus maes-
tros don Mariano Ariño y doña Bienvenida
Ballano y varias Congregaciones de Hijas de
María cantan pianadamente composiciones
alusivas al acto; la fuerza de la Guardia civi'
forma escolta ante la imagen del Crucificado
y ordenada devotamente rompe marcha la pro-
cesión, alternando música y cantos infantiles
y litúrgicos durante el largo trayecto. Todo en
él es digno de loa; fe, iniciativa, arfe, pulcri-
tud, orden. Merécela muy especial el cuadro
plástico de niñas, ángeles adoradores... real-
mente estaban admirables. Llega la comitiva
a la Plaza de la Constitución, donde va a ce-
lebrarse la Misa de campaña; apenas si su es-
pacioso recinto es capaz de contener tan in-
menso gentío; son ocupados balcones, venta-
— 67 —
ñas, árboles y cuantos sitios estratégicos son
accesibles. Sin embargo todo es respeto, ve-
neración, religiosidad. Se coloca la Imagen
del Santísimo Cristo en su dosel y sobre su
cabeza una artística aureola de lámparas eléc-
tricas y comienza la misa.
Oficia de celebrante el sefior Párroco de L a
Cuesta, don Juan Pérez; de Diáconos el de
Villar de Maya y el de Valdecantos don E m i -
lio Arnedo más otros varios Sacerdotes con
cetros y capas
Ocupa la Sagrada cátedra nuestro dignísi-
mo Párroco don Luis Camporredondo, en
cuya oración no sabemos qué fué lo más ad-
mirable... su figura se agiganta, su voz se
hace potentísima, llega hasta el lugar más re-
cóndito es. . que hablaba con el corazón. «La
felicidad no puede ser completa en la tierra...
está en el cielo y por Jesucristo se alcanza».
Fué el tema desarrollado, con tal elocuencia,
con tanta convicción de que difundía la ver-
dad, que fué escuchado hasta el final, con ge-
neral arrobamiento. A l elevarse la Hostia
Sagrada, vibran los instrumentos la Marcha
Real; la escolta cala la bayoneta, las bande-
ras se despliegan y enarbolan, los fieles se
arrodillan reverentemente y el sol derrama
fulgidos rayos, queriendo contribuir hacer más
— 68 -
deslumbrador aquél cuadro edificante y bor-
boíaníe de fe.
Terminado el Sanio Sacrificio, con igual
solemnidad, orden y devoción, se hizo el iti-
nerario de vuelta hasta la Capilla del Santísi-
mo Cristo, en la que quedó la Sacrosanta
Imagen, ídolo santo de los hijos y habitantes
de Yanguas y su tierra, a la que todos los
concurrentes adoraron extasiados, pasando
en ella sus labios temblorosos de fe y emo-
ción, a la vez que frotaban con sus pañuelos
y otros objetos, ebrios de entusiasta fervor.
¿ Esta función improvisada ? Sí... casi im-
provisada. L a fe y la buena voluntad lo han
hecho todo. L a sequía agostaba los campos.
L a noche del 29 de mayo se dispuso una ro-
gativa por tres noches consecutivas al Santo
Cristo de Villa Vieja y aquella misma noche
también, se acordó celebrar la función des-
crita. A! día siguiente, procedieron a poner
en ejecución lo necesario y celebróse la roga-
tiva nocturna a que asistió el vecindario en
masa, sucediendo lo que sucedió siempre que
se invocó con fe al Santísimo Cristo. Los
asistentes a las rogativas se calaron hasta los
huesos por no desertar de las filas de la pro-
cesión; los campos se saturaron de humedad
y la función que había de celebrarse el día
— 69 —
tres, como cuarta rogativa en demanda de
lluvia, lo ha sido en acción de gracias al S a n -
to Cristo, que ahora, como en el año 1896 y
como siempre atendió las plegarias de sus
deudos», — F i r m a n E l Corresponsal.
Fiesta hermosísima
( Del Diario de la Rioja )
Como la pertinaz sequía amenazaba des-
truir las cosechas de esta región, los honra-
dos habitantes de Yanguas y su tierra deci-
dieron acudir en rogativa, pidiendo el agua
bienhechora a su excelso Patrón, el Santí-
simo Cristo de Villa Vieja, que siempre en las
grandes calamidades ha atendido clemente a
la tierra de sus amores.
No se vieron defraudadas sus esperanzas,
pues a la segunda rogativa una lluvia copio-
sísima descendía sobre los campos casi mar-
chitos; y era emocionante ver caer el agua a
torrentes y no desacerse por ello la procesión,
sino por el contrario, seguir ordenada y llegar
a los pies del Santo Cristo, completamente
calados, pero dando fervorosas gracias al
cielo por tan gran favor.
Decidieron hacerle gran fiesta de acción de
- l o -
gradas y llevarlo procesionalmenfe hasta la
Plaza de la Constitución.
Para esto nuestro dignísimo párroco ha-
bló por telefono con la suprema autoridad
eclesiástica para obtener la oportuna licencia;
conseguida ésta, todos los pueblos, que son
25, acudieron con sus insignias y párrocos a
honrar la Imagen de su milagroso Patrón.
Fué un acto emocionante verlo sacar de su
trono. Veintiocho años hacía, que en otra
calamidad semejante había salido; y el volteo
de campanas y el canto fervoroso de Sacerdo-
tes y pueblos que iban llegando, infundían pia-
doso respeto. E l digno Ayuntamiento de esta
villa y demás autoridades, habían organizado
todo de un modo admirable. Los individuos
del Somatén, con la medalla de! Santo Cristo
y lazos de colores nacionales como distinti-
vos organizaron la procesión y al salir del
atrio la Sagrada Imagen y al oir los cánticos
de gracias que entonaban jóvenes y niños de
ambos sexos, las lágrimas caían en abundan-
cia, i Bendita fe, áncora de salvación de
pueblos y naciones t L a procesión ordena-
dísima, a pesar de ir en ella quizá más de tres
mil personas, cruzó la carretera bajo artísti-
cos arcos de follaje y flores. L a s calles ador-
nadas con profusión con arcos y colgaduras
_ . 71 —
y entre cánticos y cohetes y vivas entusiastas
llegó la procesión a la plaza y colocado el
Santo Cristo en sencillo dosel, adornada la
Cruz con artística corona de luz eléctrica,
principió la Misa solemnísima; habían venido
músicos de Arnedo que la interpretaron ma-
gistralmente. E l sermón a cargo del ilustra-
do Párroco Arcipreste don Luis Camporre-
dondo, admirable, como todos los suyos.
Cantó un himno hermosísimo a la fe, augu-
rando que la felicidad huye de nosotros en
esta vida y que solo podemos hallarla en la
otra por nuestra religiosidad y buenas obras.
Terminada la misa, organizóse la proce-
sión y con el mismo orden volvió al mages-
tuoso templo, orgullo de los yangüeses, y
quedó en su capilla la Sagrada imagen para
ser al día siguiente colocada en su trono por
sacerdotes, autoridades y fieles, ¡ Gloria al
Santísimo Cristo, triunfador de las Navas de
Tolosa, orgullo de esta tierra, sosten de su
fe, iris de esperanza ! - Por la copia Bienve-
nida Ba/iano.
E n ia función de rogativa
De las mozas de Yanguas
Viva el Sanio Cristo
Con su Capilla,
Los pueblos comarcanos
Y nuestra villa.
Aunque se halle atribulada
L a comarca, en fe no ceja;
Y hoy dirige su plegaria
A l Cristo de Villa Vieja.
V i v a , etc.
Siempre atiende al que le pide
Con buenas disposiciones;
y en épocas azarosas
Oyó nuestras oraciones.
V i v a , etc.
Pues asuela los sembrados
Sequía tan pertinaz,
Agua benéfica os pide
yanguas y Excomunidad.
V i v a , etc.
- ?5-
Que la mandes sin demora
Para que dé opimas mieses,
Ante tu trono te piden
Centenares de yangüeses.
V i v a , etc.
p. c.
En la función de gracias
Canción de las jóvenes de Yanguas
Día de gozo
Y felicidad
Para la Villa
Y Excomunidad,
Porque mandasteis,
Vos, Jesús mío,
A nuestros campos
Santo rocío.
Próximos a perecer
Los frutos por la sequía
Recorrió a Tí la Comarca
De mayo, el octavo día.
No ha resultado infructuosa
S u cristiana petición
Pues concediste al momento
Lenitivo en la aflicción.
-74-
Una vez más se comprueba
Que quien a su Dios no deja
Otorga grandes favores
E l Cristo de Villa Vieja.
E l suceso está reciente
Con la lluvia bienhechora
Y por eso los yangüeses,
Gracias te damos ahora.
Como nos mandaste agua
Y das gracias a millares
tú harás pronto termine
L a guerra allende los mares.
Desde hoy, reconocidos
A tanto y tanto favor,
Seremos fieles devotos
Tuyos, Divino Señor.
P. O.
Mancomunidad
Se remonta a muy antiguo; pues según
don Nicolás Rabal, desde el principio de la
reconquista, Yanguas ya tenía la división co-
munal de su termino.
Esta se hacía con un premeditado estudio
del terreno, carácter, costumbres e intereses
afines a defender. Hecha la agrupación de
-76 -
pueblos, se elegía la capital que tomaba el
nombre de villa, y los pueblos agregados el
de Aldeas de su tierra, y de aquí el de Tierra
de Yanguas, con que se designa a los 26 nú-
cleos de población de que se compone su -
hoy—Excomunidad. Y a en esa época figu-
ran como villas o capitales de agrupación,
Soria, Agreda, Medinaceli, Almazán y Yan-
guas, título que obtuvieron más tarde, hasta
28, con jurisdicción determinada.
Fueron muy celebradas las notables orde-
nanzas de Yanguas; muchos documentos an-
tiguos a ellas hacen referencia y llegaron a
tener sanción jurídica. (1) «Todas las dehe-
sas de la villa y su tierra, excepto la de los
Caballos (en ésta hay proyecto de construir
un pantano, cuyos estudios van muy adelan-
tados), estaban vedadas y acotadas y el que
entraba con ganado lanar en cualquiera de
ellas, debía sufrir la pena, de una cabeza per-
dida, por cada veinte que fueran a pacer; y si
el ganado era mayor, de cada res tenía la
pena de una blanca siendo de día y un mara-
vedí de noche. E l pueblo que desvedaba su
deshesa para sí, la desvedaba para los demás
también, y los forasteros que penetraran en
(1) Rabal. Historia de S o r i a , p. 165, 165, 167.
— 76 -
las dehesas, podían ser castigados con mayo-
res penas que los de la tierra. Sucedía que
algunos sembraban los rastrojos o barbechos
y ponían penas a los que entraban con gana-
do en ellos, pero esto se preveía en las orde-
nanzas de Yanguas, prohibiendo a los tales
dueños imponer multa ninguna, si no cerra-
ban el terreno sembrado. E l que hiciera pra-
do o huerto dentro de los pagos que eran de
ano y vez, tenía obligación de cerrarlo con
pared de coto, no tomando camino su entrada
pública su abrevadero: de otro modo no eran
guardados».
«Combinadas sabiamente y calculadas las
épocas oportunas de su aprovechamiento, re-
sultaba que los pastos siempre verdes de los
suelos de los montes, las escasas, pero finas
hierbas de las sierras, las de los llanos altos,
las de cerros y colinas con las de las dehesas
y praderas siempre frescas y abundantes,
constituían una riqueza inmensa en el sistema
maravilloso de la mancomunidad, abandona-
do después ciegamente. S o n los pastos, en
efecto, una riqueza pobre cuando el suelo se
divide en pequeños cotos o términos, en los
cuales no puede vagar anchurosamente el ga-
nado, incalculable e inagotable cuando se
constituyen grandes zonas que abrazan suelos
— 77 —
diferentes, climas distintos, términos altos y
bajos »,
«Según las ordenanzas primitivas de Y a n -
guas (continúa Rabal) todos los pagos se ha-
brían al ganado desde el momento mismo en
que se retiraba la mies, y si cualquier vecino
quería en su heredad seguidamente hacer otra
nueva siembra sin guardar el año y vez, ha-
bía de cerrarla como ya queda dicho, para
que no entrara el ganado. Asimismo tampoco
podría denunciarse el atajo que entrara por un
portillo, si éste hacía más de tres días que
permanecía abierto».
Y más adelante dice, para que se vea «el
profundo conocimiento que en aquellos tiem-
pos se tenía ya de los principios de agricul-
tura, se ven en las ordenanzas antiguas de la
villa y tierra de Yanguas» normas concreías :
en estas se sancionan, como leyes, las cos-
tumbres que de tiempo inmemorial venían ob-
servándose; los henares del villar de Mayuela
y de «Berguizas», praderas pantanosas que se
hallaban en medio de los pagos, debían res-
petarse y no permitirse en ellos la entrada de
ganado, mientras hubieran de guardarse las
heredades del vededor, y en los mismos bar-
bechos y rastrojos ya abiertos para el pasto,
hasta la nueva siembra; si por caso llovía de-
— 78 -
bían retirarse los ganados hasta que aquellos
estuvieran secos a fin de que no apisonaran la
tierra». También se determinaba la clase
de plantas y semillas para las diferentes
tierras.
Hoy, más que por ignorancia, por desidia,
falta de organización o desavenencia, los
montes, valles y praderas de la Excomunidad
están desatendidos, cuando con ordenanzas
tan acertadas y sabias como las apuntadas,
serían manantial inagotable de riqueza; tan
sólo con evitar con mano dura los incendios,
voluntarios o casuales de carboneros y pasto-
res y la tala de bosques nacientes. Basta
anunciar como prueba lo que referente a los
pinares de Santa Cruz de Yanguas, me decía
un amigo Ingeniero de montes. Aquí parece
que están en lucha la naturaleza y el hombre.
Este se empeña en destruir, aquella en produ-
cir con más exuberancia.
L a Excomunidad estuvo didivida en sex-
mos y parece que más que para la administra-
ción de bienes comunales, sería como asocia-
ción de servicios religiosos y de Medicina y
Farmacia. Eran cuatro:
1.° Leria, L a Vega, L a Mata, Vellosillo,
Camporredondo y Diustes. con Yanguas,
2.° Fontalvaro, Aldealcardo, L a Cuesta,
— 79 —
Villareca Somera, Villaseca-Yuxana y V a l -
duértelcs, con Villar del Río.
3.° Bretún, Villar de Amayuela, Villar de
Maya, Valdecaníos, La Laguna y Santa Cruz,
con Santa Cecilia; y
4.° Campos, Aldehuelas, Ledrado, Ver-
guizas, Vizmanos y Villartosa, con Valloria.
Arbolado y ganadería
De año en año se nota en esta pequeña re-
gión los efectos de la tala de montes y la rotu-
ración de cerros, valles y hasta laderas semi-
intransitables, que en tiempos pasados consti-
tuían la principal riqueza de Yanguas y su
comarca, por los rebaños de ganado lanar,
churro y merino, que sostenían en sus ribazos
y praderas boscosas.
Pueblos que fueron ricos como Villar de
Maya, Santa Cecilia, Verguizas y Villaseca
Somera por sus ganaderías; malamente se
sostienen con los productos que rinde la agri-
cultura a costa de sacrificios, de abonos, de
cultivo, de inmenso trabajo, y algo parecido
sucede en todos los pueblos de la comarca
yangüesa.
Antes la olgada ocupación del pastoreo
satisfacía las necesidades de la vida; el garro-
— so-
te daba para todo; hoy el hacha, la azada, el
carbonero y la piqueta está labrando la ruina,
porque es indudable que esta zona yanuense,
en general accidentada y escabrosa, la creó
Dios así, para producir árboles y sostener
animales; dejemos, por tanto, los cereales
para otras campiñas, sin que esto quiera decir
que se abandone por completo la agricultura.
Arboles, pastos y ganados, debe ser
vuestro lema, y en ese jardín de extensa huer-
ta que rodea tu villa, dándole apariencia de
historiado tiesto o maceta invertida, y que
constituye hoy tu ingreso principal en frutas y
legumbres, cultívala, abónala bien, pero no te
olvides de abrir pronto, muy pronto, las puer-
tas al monte de Cambrones, que tantos miles
de pesetas has perdido con talarlo sin orden
ni concierto; no omitas tampoco aunque te
cueste sacrificios la repoblación de esas cal-
vas y laderas de Valdecara y Valdecasíiilo
que deslucen la hermosura de tu amada
Yanguas.
Y las casas solariegas - destartaladas y
ruinosas algunas - que pertenecieron a las li-
najudas familias de Balmaseda, Camporre-
dondo, Cerededas y Valles, volverían a su
primitivo esplendor.
Ten en cuenta, por último, que las que an-
_ 81 -
íes fueron amenas praderas, alegres valles y
frondosos bosques, son ahora eriales, cam-
pos yermos, barrancos y berroqueños. Las
copiosas nevadas que en invierno fecundaban
la tierra, proporcionándole jugo, en reserva
para casi todo el año, se han trocado en infer-
nales borrascas de granizo helado por viento
cierzo impetuoso, y peladas las montañas,
descarnada la corteza terrestre, tenemos que
lamentar, unas veces, el arrastre de barbechos
por tormentosas lluvias torrenciales, y otras,
alguna espantosa sequía que esteriliza todos
vuestros trabajos. Manos a la obra, y reco-
nociendo que Yanguas reúne condiciones para
ser pueblo forestal rico, repoblad las cabezas,
o cuando menos acogeos con cariño y cons-
tancia a la simpática fiesta del árbol, y ten-
dréis madera y lefia abundante...
Sombra, frescura... calor,
vientos puros, pestos, flores,
mil pajarillos cantores...
Una bendición de Dios.
Tradiciones
Las costumbres tradicionales que se con-
servan son : « Ahorcar a Judas », cuyo gro-
6
— 82 —
íesco maniquí aparece colgado en uno o más
sitios visibles de la villa la mañana del día de
la Pascua de Resurreción; en algunas aldeas
de esta Excomunidad, amplían esta ceremo-
nia paseando—con gran algazara—a Judas,
montado en un jumentillo y termina abrasado,
en castigo de su traición.
« E ! sorteo de novios » en el que también
incluyen los viudos : se verifica en el «tras-
nocho » (veladas de invierno) la noche del
31 de diciembre; cuyas listas—por parejas-
exponen en la puerta del Templo, el día de
Año Nuevo, para la hora de la Misa Mayor;
y es reglamentaria la visita del galán a su
dama, la mañana del citado día, con algún
presente o regalo, que aquélla agradece y
corresponde con una pequeña y oportuna re-
fección de golosinas y aguardiente; todo tan
honestamente que, se realiza en presencia de
sus padres; en cuyas escenas rara vez faltan
agudezas picarescas.
« Las aleluyas », especie de diplomas fes-
tivos, que al canto de amorosas coplas, colo-
can los mozos en la fachada de la casa de sus
dulcineas en la alborada de San Juan; y «La
corrida de roscas » que se verifica el día de
la fiesta. Los mozos la inician con la colo-
cación del « M a y o » árbol gigantesco que
— 88 —
sirve de cucaña, en cuya copa colocan o un
gallo u objeto apetecible de fina repostería,
que se disputan los más hábiles trepadores;
y con la preparación del « Ramo ». E s in-
cumbencia de las jóvenes su ornamentación,
con pañuelos de seda, cintas y rosquillas que,
con los roscos que estas regalan a aquéllos
—correspondencia a sus galanterías durante
el aflo - premian en pequeñas porciones a los
más notables «corredores». E l mozo del
« ramo », que es el decano de la juventud, lo
lleva en la procesión, a modo de « señera »
representación de fe, alegría y esperanza ju-
veniles, y preside, asimismo, como juez y
decisor la corrida, que se verifica al compás
de antigua y típica « marcha », ejecutada con
gaita y tamboril.
Excursiones a Y a n g u a s
Entre las últimamente realizadas, las más
concurridas fueron; en el orden religioso, la
verificada el 20 de Agosto de 1926 por las
Marías de los Sagrarios de Munilla, que cele-
braron conmovedora fiesta en la Capilla del
Cristo; en el turístico-cultural la de los cursi-
llistas franceses y sorianos el 10 de agosto,
en número de 50, y la religioso-cultural del 5
— 84 -
de junio de 1933, que fué concurridísima, de-
bido a la justa fama que goza el ilustre García
Sanchiz que fué su protagonista.
Para ia descripción de ésta, cedo la vez al
importantísimo diario A B C .
Bn Yanguas de Soria
García Sanchiz habló en l a Iglesia
«Según estada anunciado, se celebró en
Yanguas la m/'sion de Federico García San-
chiz, aunque con una variación a que obligó
el temporal de aguas, forlísimo en Soria.
Tenía que haberse dado la charla en la
plaza de la villa, que, por cierto, con sus so-
portales, la fuente mural, las casas con escu-
dos y unos álamos muy viejos, es un escena-
rio admirable y digna coronación del pueblo,
que a su vez representa admirablemente a los
burgos serranos de Castilla, habitados por
ganaderos y pastores.
Ha llovido tanto, y con tal violencia, que
la romería tradicional al Cristo se suspendió,
no sin alborozo de los labradores, que aguar-
daban la lluvia. Pensóse también suspender
la charla, ante la imposibilidad de permane-
cer a descubierto, hasta que se encontró una
solución, que ha constituido una novedad in-
teresantísima : la de que el acto se celebrase
en la iglesia. Y así fué; solicitada y obtenida
por el señor cura de Yanguas la debida auto-
rización en Calahorra, subió García Sanchiz
al pulpito, y desde allí habló a un auditorio
que en el templo aplaudió, vitoreó, rió, emo-
cionóse y oró al par del improvisado pre-
dicador.
También éste, sugestionado sin duda por
el lugar, adoptó un tono y una elocuencia
apasionada, fervoroso y brillantísimo, que no
suele ser el suyo habitual, según decían mu-
chos de los concurrentes. Porque ya es pro-
verbial que sigan a Sanchiz grupos de amigos
y adeptos, fenómeno curioso y peculiar de las
charlas; y Yanguas se llenó de automóviles
procedentes de S o r i a , de la Rioja, de Aragón
y de Madrid,
García Sanchiz llegó en el coche de la
duquesa de Santona, a la que acompañaba
la de Dúrcal, a la cabeza de una de esas ca-
ravanas automovilísticas. En la misma ca-
rretera, entre unos árboles legendarios, espe-
raba el pueblo en masa, con la dulzaina y
tamboril, y todas las autoridades. Prorrum-
pió la gente en vivas, y unas señoritas, desta-
cándose de la encantadora legión de sus com-
pañeras, ofreció un ramo de rosas a García
Sanchiz.
Luego de recorrer la villa, siempre entre
aclamaciones, trasladáronse los forasteros a
la iglesia, donde había ya una multitud hete-
rogénea, de señorío y de rústicos, a la luz de
todos los cirios que era posible encender en
los altares. E l marques de Vadillo, don Li-
vino Stuyck, con las señoritas de su familia;
el ilustre decorador S r . Herráiz, el arqueólogo
Taracena, creador del Museo numantino,
codeábanse con los campesinos del clásico
traje pardo, en la más hidalga asamblea. Y
así, desde el presbiterio a la puerta. Era un
cuadro soberbio de la elegancia y la demo-
cracia inmemoriales en Castilla.
Prefirió García Sanchiz el pulpito que mira
a la capilla del Santo Cristo de Yanguas, y
que es de interesantísima y misteriosa talla,
desde el siglo XVIII, envuelta en la opulencia
de un retablo barroco.
E l señor cura pronunció unas frases de
bienvenida y de autorización para el acto, y
momentos después comenzaba Sanchiz su
oración, que esto fué la charla, con estas
palabras :
« Dios lo ha querido... »
Había querido Dios que el acto de sober-
- 87 —
bia que acaso hubiese sido la Asamblae con
pretensiones de civil en la plaza de la villa,
tuviera que efectuarse en la iglesia, en la casa
de Dios, bajo su amparo y providencia, fer-
vorosa y humildemente. Hablar en el pulpito,
por tanto, no iba a ser alarde y vanidad, sino,
por el contrario, penitencial sumisión...
Solicitó luego, en la Pentecostés, el auxi-
lio del Espíritu Santo, y ya entró a desarrollar
el tema, que era una glosa del epílogo de los
Heíerodoxos de D. Marcelino Menéndez y
Pelayo. Evocó el predicador a D. Marcelino,
arrancando risas de ternura y familiaridad al
auditorio, y luego examinó los párrafos in-
mortales del gran polígrafo y padre de la P a -
tria, hasta llegar a esa afirmación de D. Mar-
celino : « E s a es nuestra grandeza y nuestra
unidad, y no tenemos otra ». De ahí pasó
García Sanchiz, y como entendiendo a la
llamada del ambiente, a loar al Cristo de
Yanguas, de cuya escultura enorme hizo des-
prenderse la armoniosa visión de Jesús en
Galilea, en el lago de Tiberiades. Y en tono
de oración, incluso con las mismas palabras
del Padrenuestro, pidió al Ungido, no ya mi-
lagros contra calamidades, como sequías y
pestes, sino que viniera a España a evange-
lizar, a devolvernos la humildad y el corazón.
- 88 -
Después del singular y emocionante acfo,
habiendo ya calmado el temporal, hubo danza
de dulzainas y tamboril en la plaza, mientras
en la casa solariega de D. Fulgencio Valduér-
teles se obsequiaba a los forasteros con golo-
sinas y licores.
Nuestro ilustre colaborador fue requerido
por las delegaciones de otras villas; pero hubo
de salir para Madrid, en cumplimiento de sus
compromisos profesionales ».
Relación de Yangüeses ilustres
Al proponerme hacer relación de Yangüe-
ses que han sobresalido del nivel ordinario de
virtudes, ciencia, profesión y cultura que nos
es común a los demás, he tenido en cuenta lo
clástico de la palabra Ilustre, y ya se tome en
sentido lata o estrictamente, bien merecen--
sin duda alguna—los hijos de Yanguas esta
calificación, en su sentido absoluto algunos, y
teniendo en cuenta la pobreza del país y su
aislamiento por un lado y la estrechez de po-
blación por otro.... en sentido relativo, todos
los que en ella figuran, lamentando sincera-
mente que por falta de datos no se hallen dig-
namente biografiados personajes acreedores a
este humilde recuerdo y homenaje.
- 89 —
E l Arzobispo Fuenmayor
Pocos son los datos que poseo de este v a -
rón esclarecido e ilustre Soriano, llamado don
Alonso Fuenmayor, nacido en Yanguas a
fines del siglo X V , de noble y distinguida fa-
milia de esta villa, y casi todos los que se re-
fieren a los hermanos Fuenmayor son debidos
al ilustre escritor y amigo don Cristóbal Real,
quien estudiando el imponderable Archivo de
Indias de Sevilla y hallados al azar, bonda-
dosamente me los facilitó.
Por los años de 1548 figura don Alonso
como Arzobispo de la Catedral de Santo
Domingo, entonces Primada de América,
siendo quizá el primer enchufista, aunque no
de los del tipo moderno, sino generoso, noble
y desinteresado; pues fué, a la vez, Virrey en
aquella Isla Dominicana, Gobernador, Capitán
General, Presidente de l a Audiencia y A r z o -
bispo. E s decir, que esos altos cargos que
desempeñó gratuitamente, «ad honorem His-
paniae», fueron una carga para el insigne Pre-
lado, que el Gobierno Español le impuso por
necesidad y que ejerció con el más alto amor
patriótico. S u enchufismo forzoso debiera
servir de ejemplo a los que se sacrifican hoy
por la patria. «Cuando en 1538, los Domini-
— 90 —
canos, reclamaron del Papa Paulo III la Uni-
versidad de Santo Domingo, el gran Fuenma-
yor agrega un Colegio, cuyos cursos gozaron
de validez académica».
D o n Diego Fuenmayor
Bizarro capitán yangüés, que luchó vale-
rosamente en la conquista del Perú a las órde-
nes de Pizarro. Cuando en más grave apuro
se encontraba éste, mandó la Audiencia de
Santo Domingo para ayudarle, al valiente ca-
pitán don Diego, con cuatrocientos españoles,
entre los que iba también, el que fué más tar-
de, glorioso conquistador de Chile, don Pedro
Zaldivia, que realizó tantas proezas como
Cortes en Méjico.
Don Antonio Oncala
Sacerdote ejemplarísimo, esclarecido escri-
tor del siglo X V y canónigo magistral de la
S . I Catedral de Avila; nació en la villa de
Yanguas el año 1484, de padres humildes,
joven aun ingresó en la Universidad de Sala-
manca, donde cursó, entre otras asignaturas,
filosofía, griego y hebreo, siendo su maestro
de latín el famosísimo Nebrija. Terminada la
carrera eclesiástica, se ordenó a título de uno
- 91 —
de los beneficios de las iglesias unidas Santa
María y San Lorenzo. Fué Teólogo de gran
nombradía, preceptor del hijo de Carlos V , y
cultivó íntima amistad con el Maestro C o r o -
nel, versadísimo en S . Escritura.
Sus grandes virtudes y privilegiado talento
le llevaron al Obispado de Avila, a petición
de la Universidad y del Cabildo, cargo que
humildemente renunció. De carácter afable
y comunicativo, y tan casto, que nunca se
atrevió habitar en casa donde había mujeres,
aun de reconocida virtud. Pensó retirarse a
Yanguas para propagar en su pueblo sus vir-
tudes y conocimientos, no pudiendo realizarlo
por ser indispensable su presencia en la capi-
tal diocesana. Dio a luz las obras siguientes :
1.° « Gramática propegnia »=2.0 Observa-
ciones sobre escritores sagrados y profanos=
3." Comentarios al libro del Génesis=4.0
Pcntaplón destinado a la instrucción de Felipe
11, hijo de Carlos ¥ = 6 . ° Asuntos teológi-
cos=7.0 Tratado sobre los diezmos. L a s
obras no editadas son : Diccionario universal
o comentarios ai antiguo y nuevo Testamento;
doce volúmenes=Epítome de las obras de S .
Jerónimo.=Tratado sobre el demonio, adora-
do en forma de macho cabrío—Opúsculos so-
bre varias materias, en número de 56 y Colee-
-92 -
ción de sermones. Murió el sabio y virtuosí-
simo Oncala el día 2 de septiembre de 1565, a
los 81 anos de edad, siendo enterrado en la
Catedral de Avila, en precioso mausoleo. Su
sepultura lleva un epitafio en latín, que dice:
d . o . m — c e . . . viator... — hoc marmor
asternat d. d. antomus o n c a l a divave hujus
e c l e s l c canonicus, eclesiastes doctrina
Salmaticam undecim voluminibus sapienciam;
bonorum effusione pauperes cand1dissimus
l i l u s virqin1tatem opulentat obiit ii septem-
bris mdlxv. mira... re... abi.
F r a y Elíseo de San Francisco
Fué natural de Yanguas, en las montañas
de Castilla, y uno de los primitivos fundado-
res en el santo monte de Peñuela. Después
de haber recibido el hábito de Hermano Lego
en la Orden, resplandeció entre todos como
lucero entre estrellas; tan raro y heroico fué
su santo modo de vida. Trasladáronle los
Superiores al convenio de Altamira, por ser
más a propósito para su espíritu de solitario,
para ayudar y alentar a los que allí habitaban,
en sus excelsas virtudes y sublimes ejemplos.
Estuvo algún tiempo en la religiosísima Casa
de Pasírana, donde su espíritu hizo grandes
- 95 —
progresos en la virtud, comunicándose con
otro célebre religioso el Hermano Fray Beni-
to, siendo el uno para el otro espuela de apro-
vechamiento, procurando cada uno ir delante,
abrazándose con denuedo a los mayores tra-
bajos, penitencias y mortificaciones. Pasa-
dos algunos años se trasladó Fray Eliseo al
Convento de Daimiel, donde descubrió más
aún el resplandor de sus virtudes.
Supo hermanar la vida activa y contem-
plativa de modo que a pesar de sus muchas
ocupaciones, empleaba lo mejor del día y de
la noche en la contemplación, ante el Santísi-
mo Sacramento.
En los pueblos que recorría, predicando—-
principalmente—con el ejemplo, fué muchas
veces sorprendido en dulces arrobamientos,
con gran admiración de cuantos le veían. Sus
cilicios varios y penosísimos; las disciplinas
rigurosas hasta derramar sangre; los ayunos
casi todo el afío; su comida ordinariamente
mendrugos secos; cuando más dormía eran
cuatro horas y su cama una tabla monda.
Tuvo visiones; fué vejado y atormentado ho-
rriblemente por el demonio del que salía ven-
cedor. Las gentes de los pueblos circunveci-
nos le tenían por santo y de su paso por ellos
se cuentan casos milagrosos. A su muerte
_ 94 -
se disputaron sus restos la Parroquia y el
Convento de los Franciscanos, y las telas de
su hábito se las repartían como sagradas re-
liquias entre los moradores del pueblo, no fal-
tando testigos que con juramento sostenían
haber obrado Dios maravillas por la podero-
sa intercesión de Fray Elíseo que murió en
olor de santidad».
N o t a : Estos son compendio de la vida heroica
del Hermano Fray Eliseo de San Francisco, natural
de Yanguas (Soria) escrita por el R. Padre Francisco
de Santa María, en el tomo 11 de la Reforma de los
Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, de la Primi-
tiva Observancia. Libro 8.° Capítulos 53 y 54.
E l Doctor L a Puente ( D o n Martin de)
Maestre-escuela-canónigo de la Catedral
de L a Calzada. Año 1659.
Don G i l Blázquez
Chantre, dignidad de la S . I. C . de Cala-
horra. Afio 1647.
Don Bernardo Mtz. del Barranco
«Nació el 21 de agosto de 1738 en las in-
mediaciones de Yanguas. Pintor de gran
nota; siendo joven marchó a Madrid para dar
principio a sus estudios que realizó con gran
aprovechamiento; en el año 1765 visitó Roma,
— 95 —
Ñapóles y Turin, en cuyas ciudades estudió
los mejores museos y maestros, entre estos al
afamado Correggio.
A su regreso a España, en 1769, la Real
Academia de San Fernando le nombró su in-
dividuo de mérito y por entonces pintó el re-
trato de Carlos III para el Consulado de S a n -
tander, varias medallas y una degollación de
San Juan Bautista. Además suya es una co-
lección de dibujos, para una edición del Qui-
jote que publicó la R. A . el 1788. Falleció en
Madrid el afio 1791, siendo enterrado en la
Parroquia de S a n Martín».
(De D. Anastasio González)
Hiio ilustre de Soria y su Provincia
Hernán López de Yanguas
Don Emilio Cotarelo dice : « Parece se-
guro que nació por el afio 1470 en la villa de
Yanguas.
Estudios y cargos : Hizo sus estudios en
Santo Domingo de la Calzada, hasta ordenar-
se de Sacerdote; fué preceptor de los hijos
del segundo Conde de Aguilar, don Pedro de
Arellano. Pasó luego a Santo Domingo de
Catedrático de latín, donde compuso versos
en latín y castellano. Escritos : E n el ca-
tálogo de la Biblioteca de Fernando Colón,
- 96 -
hijo del Almirante descubridor del Nuevo
Mundo, se menciona un libro del que se dice :
« Ferdinandi López de Yanguas : Farsa sa-
cramental en coplas, libro que se consideró
perdido y habiendo aparecido en estos últi-
mos tiempos, resulta ser el primer auto Sa-
cramental propiamente dicho, como los que
escribieron Lope de Veg-a, etc. Además de
esta F a r s a escribió otras varias composicio-
nes poéticas, en las que se admiran la fluidez
de conceptos y en algunas un dejo satírico de
sabor agradable que recrea sin ofender.
Fue precursor de Lope de Vega y con más
títulos poéticos que Lope de Rueda».
D. Gaspar Sáenz-Rico y Valdecantos
Nació en Yanguas el 9 de septiembre, sien-
do bautizado en la Parroquia de San Pedro
el 13 del mismo mes; hijo de familia muy hu-
milde, por algún tiempo fué pastor; a los 17
años emigró a América, estableciéndose en
Nueva Veracruz (Méjico) donde se dedicó al
comercio; tan sonriente le fué la fortuna que
llegó a una posición brillantísima económica
y social, ocupando cargos importantes, entre
otros. Regidor perpetuo de la citada pobla-
ción en la que tuvo gran influencia personal.
Yanguas le debe grandes beneficios, como la
i»!
m
:Íir;r::l;;í:
"•3-^;!2:lsft-
Puerta de la Villa » Resto de sus antiguas murallas
97
- 97 -
fundación de su hospital y dos centros de
cultura.
Don Juan de la Mata
Licenciado en derecho canónico y reputa-
do como eminente teólogo.
Don Gil Muñoz—Abad de Ciria
Don Antonio Diez de Fuenmayor
Beneficiado y Vicario después. Erigió a
sus expensas una fundación piadosa; deja en
su testamento «algunas tierras para las Igle-
sias» de su pueblo. Falleció en esta villa el
1573, siendo sepultado en el muro de Santa
María a la derecha debajo del coro. Una ins-
cripción iniciada con su escudo heráldico en
azulejo de Talavera indica el lugar de su se-
pulcro.
Don Juan Hidalgo de Pereda
Canónigo Maestre-escuela de la catedral
de Santo Domingo, donde falleció en 1706.
E l Doctor Cereceda
Don Bernardo de Cereceda, fué Magistral
de Salamanca y Catedrático de su Universi-
dad. Falleció en esta población y está ente-
rrado en su Catedral. (1760).
— 98 —
Don Juan Ignacio Idalgo de l a Cerda y Torres
Canónigo de la Catedral de L a Calzada.
Murió el 4 de mayo de 1710.
F r a y Bernardo de Cereceda
Tomó—este ilustre yangüés—el hábito del
Cister en el Monasterio de Santa María de
Huerta. Demostró antes de ingresar en el
claustro, su nobleza de corazón, sustentando
diariamente crecido número de pobres que
sentaba a su mesa y él mismo les servía a pe-
sar de pertenecer a rica y linajuda familia.
A l decidirse por la vida monástica les repar-
tió todos sus bienes. E n el convento se im-
ponía tantas mortificaciones, aun siendo de
complexión débil, que más de una vez puso
en peligro su vida, no consintiendo otro lecho
que un poco de paja cubierta con una manta.
Fué Abad del Monasterio de Sacramenia y
del citado de Huerta en 1632, donde falleció
el 1646. Dejó escrita una obra : «Instruccio-
nes con avisos importantes para criar novi-
cios y enseñarles a orar».
Don Sancho de V a l l e j o , Música y Fuenmayor
Descendiente de uno de los doce Linajes
de la Ciudad de Soria; emparentado con el
Conde de Aguilar por parte de su mujer; fun-
— 99 —
dador de la Capilla mayor de la Iglesia de
San Lorenzo, en la que lenía sitio de prefe-
rencia y derecho de sepultura. Fué Alcalde
mayor de la Excomunidad y del Palacio For-
taleza (1604).
D o n Pedro Idalgo de V e l a s c o
Falleció en 1.° de mayo de 1717, siendo
Comisario del Santo Oficio de la Inquisición
de Navarra.
Don M a n u e l José de Pablo
Estudió en el Colegio de San Ildefonso de
Alcalá. Licenciado en S . Teología. Tomó
parte en las Conferencias «sobre la Concep-
ción en gracia de María Inmaculada», que se
celebraron en el Real Conv^nto de San Fran-
cisco de Zaragoza el 8 de diciembre de 1777,
a que concurrieron 243 Licenciados y 268
Sacerdotes.
D o n B a l d o m c r o Gaspar Serrano
Descendiente de distinguida familia de
Yanguas, en cuya villa nació el 27 de febrero
de 1851. E n el Instituto de Soria hizo el B a -
chillerato con gran aprovechamiento; antes
estudió gramática, y después filosofía y teolo-
gía, decidiéndose por la carrera de Farmacia,
y una vez licenciado en la misma ejerció, a l -
— 100 -
gun tiempo, esfa profesión en su pueblo. Es-
tudioso siempre y de talento extraordinario,
siguió privadamente la de Derecho, licencián-
dose con la mejor calificación, siendo luego el
caritativo abogado y consultor de los pueblos
de la región. Cuando se disponía para hacer
oposiciones a la Judicatura falleció el 15 de
junio de 1888, recibiendo cristiana sepultura
en el panteón, propiedad de su familia, en la
Ermita del Humilladero.
Don H i l a r i o Sánchez
Licencióse en la Facultad de Farmacia de
Madrid el año de 1901, y casi al mismo tiem-
po que la carrera de Farmacia siguió la de
Ciencias físicas, que terminó - recibiendo la
Licenciatura en éstas — el 1903. Desempeñó
una Cátedra en el Instituto Provincial de Soria
hasta el año 1909 como auxiliar, y por oposi-
ción obtuvo, en el citado año, la Cátedra de
Física y Química del de Reus, con tanto luci-
miento, que entre 73 opositores hizo el número
uno. E n Reus estuvo poco tiempo, que por
amor a su país se traladó con igual empleo al
de Soria, y en esta Ciudad fué Secretario de
su Instituto, ocupando importantes cargos so-
ciales, entre otros. Gerente de la Eléctrica del
Duero y Diputado Provincial. Nació el 14 de
- 101 -
enero de 1879 y falleció en Soria el 22 de
ag-osío de 1923, cuando de su laboriosidad,
honradez y talento tanto podía esperarse.
L o s hermanos Gaspar
Son cuatro, y todos ellos—jóvenes toda-
vía—tienen ya carreras brillantes.
D o n L u i s Gaspar, a los 23 anos—termi-
nada la carrera de Abogado—hizo oposicio-
nes a la Judicatura, obteniendo plaza, que por
carecer de la edad regiamentaria, no pudo
desempeñar hasta dos anos más tarde. H a
sido Juez en la Audiencia de Cuenca, Secreta-
rio a petición suya de la de Logroño y A v i l a ,
Abogado Fiscal de la Territorial de Zaragoza
y Teniente Fiscal de la misma y Fiscal de la
de Toledo,
D o n Baldomero Gaspar. Hizo los pri-
meros estudios en la Precepforía de Yanguas
y en Madrid el Bachillerato y la carrera de
Ingeniero Agrónomo. H a desempeñado los
siguientes cargos: Jefe de servicios del Catas-
tro en las provincias de Granada, Guadala-
jara, Segovia y Cuenca; después Director de
la Escuela Agrícola de Valladolid, y desde
1923 es Subdirector de los Campos de Explo-
tación y prácticas de la Escuela de Ingenieros
Agrónomos de la Moncloa, en Madrid.
- lóá -
D o n Fernando Gaspar. Ingreniero Agró-
nomo también, que ha demostrado su laborio-
sidad y talento en numerosos trabajos catas-
trales, como Jefe de Brigada, en la Granja
Experimental de Zaragoza como Ingeniero
Agregado y como Director después, hasta que
se traladó a Madrid para ejercer el cargo de
Profesor de la Escuela del Cuerpo, siendo
más tarde Subdirector del Instituto de Cereali-
cultura, Centro de Investigación, el más cien-
tífico que en la actualidad posee el Cuerpo, y
en el año 1928 ganó por oposición entre - In-
genieros — el título de Ingeniero Agrónomo
Diplomado.
Y don José María Gaspar, que ingresó
por concurso-apenas terminada la carrera
de Abogado—en el Ministerio de Fomento,
hoy de Agricultura.
D . Rodrigo de Rodrigo Jiménez
Nació en Yanguas el 29 de Septiembre
de 1887, recibiendo en su escuela la primera
instrucción, hasta que se trasladó a Madrid,
para cursar el Bachillerato y los estudios pre-
paratorios para Ingeniero de Minas. Ingresó
en la Escuela especial de este ramo el 1904
y terminó la carrera en 1910. Realizó un
largo viaje de ampliación de estudios, reco-
— 105 —
rriendo Suiza, Alemania, Bélgica, Inglaterra
y Francia, tan fructuosamente como veremos
más tarde. Visitó especialmente la Exposi-
ción de Bruselas y la Británico-japonesa de
Londres. A su regreso a España fué nom-
brado Ingeniero de Sociedad de Minas de la
Béíica, fijando su residencia en Sierra Alma-
grera, donde dirigió el más importante coto
minero de la zona con 1.500 obreros a sus
órdenes. E n 1911 se le nombra Subdirector
del Desagüe de Sierra Almagrera, llegando
el descenso de las aguas al máximo posible
de 220 metros bajo el nivel del mar; y en este
mismo año informa sobre los criaderos de
cobre de Alanis (Sevilla).
Estudia en Alemania y Austria la fabrica-
ción industrial del oxígeno por licuación del
aire y funda—el ano 1912—la S . A . « Oxíge-
no Industrial» de la que continúa siendo su
Director Gerente. Monta, al año siguiente,
la fábrica de « Oxígeno Industrial», de M a -
drid, y el primer taller de soldadura autógena,
que adquieren importante desarrollo, e infor-
ma sobre los criaderos de hierro de Lucena
del C i d (Castellón).
A él se deben los estudios y montaje de la
industria de tubos de acero soldados, que se
interrumpe por la guerra europea. Establece
- 104 —
en Madrid la fabricación en serie de calderas
de calefacción, montando después la Central
térmica de la fábrica de cemento de « E l He-
nares » de 550 H. P.
E l 27 de Junio de 1916 ingresó en el servi-
cio oficial y fué destinado a la Jefatura de
Minas de Santander, Badajoz, Málaga y
Huelva, respectivamente. Por R. O. de 4 de
Noviembre de 1918 fué designado Secretarlo
de la Comisión de Ingenieros de Minas, en-
cargada de estudiar en América del Sur el
estado de la industria en las Repúblicas His-
pano americanas. En el mismo año fué ele-
vado por sus compañeros a la Junta Directiva
de la Asociación de Ingenieros. C o n motivo
de la huelga de 1919 fué nombrado por ej
Gobierno enviado especial para incautarse
por cuenta del Estado de las centrales telefó-
nica y telegráfica de Córdoba, cuyo servicio
dejó restablecido.
Poco tiempo después fué comisionado pa-
ra estudiar las emanaciones gaseosas del
Teide y Tenerife y los fenómenos plutonianos
de las Islas Canarias; Secretario de la Sec-
ción de Minas y Metalurgia del Congreso
Nacional de Ingeniería; Informador oficial so-
bre la preparación mecánica de carbones por
flotación en Asturias; y ponente para informar,
— 105 —
también, ante el Ministerio de la Guerra sobre
el proyecto de implantación de un Centro s i -
derúrg-ico en Andalucía y sobre la utilización
de la cuenca liquitífera de Miguineuza para la
fabricación de amoníaco sintético.
E n 1923, enviado en comisión al Congreso
de Minería de Londres, y al de Chauffage in-
dustrial de París; Ingeniero asesor en 1929 de
la Comisión reguladora de la industria del
Cemento; Vocal de la Comisión revisadora
de la legislación de Fomento; Vocal del G a -
binete técnico del Ministro; Delegado del G o -
bierno en el Banco de Crédito Industrial y re-
presentante del Ministerio de Fomento en la
Comisión interministerial encargada de estu-
diar la crisis y el paro de las industrias.
E n 1932, se le nombra en concurso, Pro-
fesor de « Mecánica aplicada a las máquinas
térmicas » en la Escuela Especial de Ingenie-
ros de Minas, y es designado en Consejo de
Ministros Consejero de la Fundación Nació
nal para Investigaciones científicas; Consejero
Representante del Estado en la Compañía
Arrendataria del Monopolio de Petróleos; V o -
cal del Jurado Mixto de Petróleos; Vocal del
Comité Directivo de la C A M P S A y Delegado
del Gobierno cerca de la misma. Ha sido
propuesto para Presidente del Patronato de
- 106 -
Formación profesional, en csfe año de 1933,
cargo que renunció. Últimamente fué nom-
brado Juez de Oposiciones para el profesora-
do de la Escuela de Ingenieros.
Organiza la exploración de los yacimien-
tos de manganeso de Villalba (Lugo); estudia
la fabricación de piedras preciosas, sintéticas
en Saboya y el Jura, funda la entidad « Gem-
ina » monta la fábrica de Madrid; la explora-
ción del criadero de plomo « E l Risquillo»
(Badajoz); la metalización por pulverización
sistema Schopo por Sherardiratión, en Zurich,
Lyón, Milán y París; y establece estas indus-
trias en Madrid. Funda la Agrupación de
Fabricantes de Oxígeno de España y la
S . A . «Corporación Colonial del Muñí»;
la S . A . « Metalización y Construcciones»;
establece y monta las fábricas de Oxígeno y
Acetileno disuelío, de Córdoba; fundada la
«Colonizadora de la Guinea Continental»,
S . A . en Barcelona, de la que es Consejero
Delegado. Hizo estudios y proyectos ya rea-
lizados, sobre fabricación de ácido acético,
alcohol metílico, destilación de madera, de
liquítos y fabricación de abonos nitrogenados
en España, aprobado por el Congreso de In-
geniería (1919). Asiste como Delegado de
España al Congreso Internacional de gases
- 107 -
comprimidos de París, designado por los fa-
bricantes nacionales; de la Comisión Interna-
cional Permanente en 1924; Delegado de
España en el Congreso Internacional del
Carburo, acetileno y oxígeno de Bruxelles,
de Lucerna, de Zurich, de Copenague, etc.
E s Presidente, Administrador y Consejero
denumerosasSS. A A . ; en 1932 fué elegido por
aclamación Presidente de la Asociación de
Ingenieros de Minas y del Instituto de Inge-
nieros Civiles de España. Constituye —en
1933 — una entidajL«_Eran€Q-=_Espafiola J>ara_
la investigación de la cuenca potásica de
Álava, Navarra y Rioja, a base de cuatro con-
cesiones mineras aportadas por él; y está de-
signado para representar a España en la
reunión internacional de Munich y en el próxi-
mo Congreso de Roma.
E s autor de varios estudios profesionales
trabajos industriales y mineros de fama uni-
versal. S u prodigiosa inteligencia y su la-
boriosidad bastan para honrar al pueblo que
lo vio nacer.
Don Gabino Sánchez Fernández
Cursó la carrera de Profesor Mercantil en
Bilbao, obteniendo sobresaliente en todos los
cursos y matrícula de honor. A l mismo íiem-
- loó —
po que hacía esta carrera fué Profesor de la
Academia «Berlitz» de aquella población; en
Barcelona colaboró en varios trabajos de la
«Enciclopedia Espasa»; fue Auxiliar de la cla-
se de Inglés, de la Escuela Superior de Co-
mercio, y por concurso ganó la cátedra de
Profesor de Francés de la Escuela de Altos
Estudios Mercantiles de Barcelona, y la de
Profesor de Francés de la Escuela del Trabajo
de la Ciudad Condal; Secretario de la Acade-
mia Científico-Mercantil y Gerente-propietario
de la Casa « Sun », de informes comerciales.
Nació el 1892 y falleció hace poco.
D. José S.Camporredondo, Presbítero, Licen-
ciado en Derecho y Doctor en S . Teología.
Ilustrísimo S r . D. Pablo Gaspar Serrano,
Abogado: desempeñó los más altos cargos
en el Ministerio de Justicia.
D. Pablo M . Cabriada, Presbítero Preceptor
de Latín, condecorado con la Cruz de Isa-
bel la Católica.
D. Gregorio Cereceda y Camporredondo.
Fray Antonio de la Santísima Trinidad (1858).
Rvdo. P. Tomás Lozano ( C . M . F.)
Rvdo. P. Gregorio Vicioso ( C . M . F.)
D. Juan Martínez Cabriola, Presbiterio, Licen-
ciado en Derecho.
— 109 -
D. Delfín Camporrcdondo, Odontólogo y Doc-
tor en Medicina.
D. Vicente Sánchezjuano, Doctor en Medicina.
D. Pedro Alfaro Moreno, Doctor en Medicina.
D. Sebastián Hombría, Farmacéutico.
D. Santiago Mendoza, Farmacéutico.
D. Fulgencio Valduérteles, Licenciado en Far-
macia.
D. Anacleto Almarza, Presbítero.
D. Tomás Sánchez, Presbítero.
D. Natalio Hombría, Presbítero,
D. Valentín Pérez, Licenciado en Ciencia s
D. Apolonio Heras, Perito Mercantil.
D. Augusto Bretón, Carrera de Hacienda.
D Antonio Alfaro, Carrera de Hacienda.
D.0 Mercedes Sánchez, Profesora Mercantil.
D. Lucilo Valdecantos, Carrera Correos.
D. Antonio Hombría, Maestro Nacional.
D. Vicente Valdecantos, Maestro Nacional,
D. Dimas Oríe, Maestro Nacional.
D a Lorenza Valdecantos. Maestra Nacional.
D.' Rosario Valduérteles, Maestra Nacional.
D.a Julia Valduérteles, Maestra Nacional.
D.» Basilisa Rico, Maestra Nacional.
D. Antonio Lozano, Profesor de Piano.
D. Julioy Victoriano Alonso, Profesor de Piano
D. Miguel Cillero, Profesor de Piano,
D.n Carmen Valduérteles, Maestra Nacional.
— 110 -
E n la bendición e inauguración del
teléfono de esta v i l l a a la de Enciso
D i a 6 de m a y o de 1918
E n musa pobre y lacónica
Expreso mi gran contento
Porque ha llegado el momento
De hablar por red telefónica.
Desde hoy queda instalado
E n la Corte de la Sierra
E l teléftno llamado
C o n razón «de V i l l a y Tierra».
Cuádrale perfectamente
Esta denominación;
Y diré inmediatamente.
P o r qué motivo y razón :
Tras uno, dos y otro viaje
Yangruas y sus dos anejos,
C o n trabajo y desde lejos.
Proporcionó el maderaje,
Y de él la propiedad
Data desde luengas eras
De los montes y laderas
De nuestra Excomunidad,
E l Cura en solemne acto,
Conforme al uso cristiano
Y ceremonial romano,
Ha bendito el artefacto.
Venga su inauguración
S i n óbice ni obstrucción,
Y dure siglos un ciento
— 111 -
E s a admirable invención
E s c prodigioso invento,
Para telefonear
A remotas poblaciones
Y poder comunicar
T o d a s nuestras impresiones.
Bien que sean comerciales
Bien de cualquier otro asunto.
Y en nuestros bienes y males
Entendernos luego; al punto.
S i n cumplimiento mundano
G r a c i a s por el fin logrado
Y atento estrecha la mano
A Azpeitia el exdiputado
Y al señor Gaspar Serrano.
Gracias también sin medida
A los que de cualquier modo
Y en su esfera reducida
Laboraron por el todo
De la empresa acometida.
Pues que su ciencia es notoria.
M i saludo el más cordial
AI jefe del personal
Y Línea señor S o r i a ,
Y por la obra efectuada
D o y voto de aprobación
A l capataz y brigada
Que hicieron la instalación.
V i v a el C u r a bendiciente,
E l Alcalde presidente
Y civil Corporación,
A quienes hoy deferentes
Exhibe culta atención.
— 112 -
Viva el Juez municipal
C o n su adjunlo personal,
E l Cabo don Belisario
y el público extraordinario
Que ocupa el amplio local.
Saludo a la presidencia
De ganaderos formales
Y guardo igual deferencia
A ellos que sin violencia
Vienen a juntas anuales.
y con toda la efusión
Que del caso propia es,
Prodigo en mi conclusión
V i v a s sin limitación
A l teléfono yangüés.
P a b l o Cabriada de Ohtb,
Presbítero
E n la inauguración oficial de la
L u z Eléctrica de Y a n g u a s en la
noche del 26 de noviembre 1910
Señores : Desde muy niño
Siempre al pueblo afecto fuf
y miré con gran cariño
L o s progresos que en él v i .
Aunque es triste la aserción.
Las casas de capital
y de significación
Tocaron a su final.
— 115 -
H a y muy poco remanente
De su anligno poderío;
L o confieso francamente
C o n gran sentimiento mío.
Más ¡ caso raro y extraño !
Surgió un feliz pensamiento
Que acogimos al momento.
E s t o fué el pasado año.
D o s modestos industriales.
S i n contar con ningún socio
Y en constancia ambos iguales,
P o r ampliar su negocio
E imitar a los de Enciso
Y a la importante M u n i l l a ,
Dijeron : Se hace preciso
Venga la luz a esta villa1
Secundando tan buen plan
Nuestro culto vecindario,
Luces colocando van
E n número extraordinario.
E l Ilustre municipio,
Del bien común deseoso.
S i n perder tiempo ni ripio.
Entusiasmado y celoso.
N o s convocó a Junta un día
Sobre la iluminación
Del pueblo. La mayoría
Siguió a la Corporación.
y en la V i l l a y A r r a b a l ,
C a l l e s , plazas y cantones
Hay veintiuna instalaciones
De efecto fenomenal.
- 114 -
V i v a nuestro amigo Amado
Montador electricista;
E s , según está a la vista,
U n maestro consumado.
Bien por l o s instaladores
G i l , Francisco y Angelito,
S o n prácticos superiores;
A las pruebas me remito.
Gracias al Ayuntamiento,
Norabuena a mis paisanos;
Y embriagados de contento
Agitemos nuestras manos.
Cual señal clara y notoria
Del conseguido ideal
Y de la unión vecinal
Del pueblo de Yanguas (Soria).
Vivan Paco y Baldomcro,
Nuestra Representación
Y pueblo sin distinción,
Pues con todos cumplir quiero.
Más hablara de la luz
Pero un nudo me sofoca;
y es que de cerca me loca
La enfermedad de Juan Cruz.
E n medio de su dolencia
y padecimiento largo
Saludo y o por su encargo
A toda la concurrencia.
Cuanto dije, ahora repito
C o n toda sinceridad;
Terminando con el grito :
I¡ V i v a la electricidad!!
P a b l o Cabriada
ÍNDÍCE
Página»
Prólogo . 5
A Yanguas 9
Yanguas, su etimología 12
Situación 15
Comunicaciones 15
Monumentos : Iglesia de Santa María . . . 16
E l Cristo de Yanguas 18
Capilla del Santo Cristo de V i l l a Vieja . . . 19
Iglesia de S a n Lorenzo 24
Arqueta . . . . . . . . . . . . 24
Documentos . 25
Yanguas, con privilegio de portazgos . . . 29
r-"
Reyes comprendidos en sus crónicas . . . 50
C o p i a de una de sus Cartas R e a l e s . . . . 51
Iglesia de S a n Pedro 54
Lápidas 55
Torre de San Miguel 56
Yanguas: sus casas 59
E l Castillo 40
Guerra de la Independencia y árabe . . . . 42
Árbol genealógico de los señores de Y a n -
guas y Cameros 44
E l C a s t i l l o , la Iglesia y la Escuela . . . . 46
Época de miseria y epidemia 49
Beneficencia 51
Enseñanza 52
Profesiones 5?5
E l Quijole 55
Carácter 59
S u pasado religioso 60
Cofradías 61
Funciones religiosas 63
«Salidas del Santo » 64
Mancomunidad 74
Arbolado y Ganadería. 79
Tradiciones " . . 81
Excursiones 83
yanglieses ilustres . ^^88
E l Arzobispo Füenmayor 89
E l Capitán Füenmayor 90
D. Antonio Oncala 90
Fray Eliseo de S a n Francisco 92
E l Doctor Lapuente 94
Martínez del Barranco 94
Hernán López de Yanguas 95
D . Gaspar Sáenz Rico 96
D. Antonio Diez de Füenmayor 97
E l Doctor Cereceda 97
Fray Bernardo de Cereceda 98
D. Sancho Música y Füenmayor 98
D. Baldomcro Gaspar Serrano 99
D. Hilario Sánchez 100
L o s hermanos G a s p a r 101
D. Rodrigo de Rodrigo 102
D . Gabino Sánchez 107
Otros varios 108
Bendición e inauguración del Teléfono . . . 110
De la luz eléctrica 112
CENSURA DE L A OBRA
« MISCELÁNEA »
«RECUERDO DE YANGUAS»
por
DON LUIS CAMPORREDONDO
PARBOCO - ARCIPRESTE
Nikil Otstat
E l Censor
iemando ISujanoa
Imprimí poteat,
Vicarius Generalis,
Faustinus Dégano
Wmm
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