La Imagen de Dios en El Hombre
La Imagen de Dios en El Hombre
La Imagen de Dios en El Hombre
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Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. 28Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla… (Gén. 1.27)
Génesis nos muestra importantes cosas acerca de la creación. Tenemos en el
primer libro de la Biblia la actividad de Dios (creadora), como una fuerza poderosa,
tanto así que al son de su voz todo lo visible. Él hombre es un ser Creado a la imagen
de este Dios y desde un principio gozo de este beneficio de Dios, que comenzó desde el
primer día de su creación. El hombre no era como uno de los animales, tampoco como
el resto de los seres creados, el podía comunicarse era un ser Inteligente.
Aunque muchos intérpretes han procurado ubicar la “imagen” de Dios en la
razón, la creatividad, el habla, o la naturaleza espiritual del hombre, es más probable
que lo que fue hecho a imagen de Dios haya sido el ser humano total, y no alguna parte
o aspecto de él en particular. La totalidad del hombre, cuerpo y alma, es la imagen de
Dios; el hombre es la imagen corporal del Dios incorpóreo.
Consecuencias:
I. el hombre pierde su lugar en el huerto. El tumor es extirpado
II. el hombre debe trabajar. Su vida cotidiana es totalmente distinta.
III. La creación se corrompe con el germen del pecado. (muerte de Abel 4.8;
Poligamia, asesinatos, muerte, orgullo, división y peleas 4.23
Es significativo que aun después de la caída se habla del hombre como imagen de
Dios…
El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque
a imagen de Dios es hecho el hombre. (Gn. 9.6)
Toda la Biblia relata el esfuerzo de Dios por rescatar al hombre de esta situación.
Dios siempre es quién toma la iniciativa creando medios para que el hombre alcance la
remisión de pecado, por la cual puede obtener la pureza necesaria para volver a tener la
comunicación un día perdida.
Cansado de esta busque Dios ideó un plan perfecto, los profetas anuncian la venida
de Jesucristo, el Mesias prometido, el Santo de Israel. Juan el bautista daría este
testimonio diciendo ¡He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo!
La aparición de Jesús fue muy distinta de lo que se esperaba, Cristo vino como un
hombre que cambia los prototipos de la época y que están muy en desacuerdo con su
mensaje de amor y esperanza.
Jesús respaldo a los desechados y a los despreciados de corazón, los amó y les dijo
que él era el camino la verdad y Vida. Jesús despreció y castigo duramente a los que en
el templo condenaban a los hombre y en medio e los pobres enseño sus grandes
verdades.
De este modo Cristo es el “postrer Adán” (1 Co. 15.45), que va a la cabeza de una
nueva humanidad que recibe su vida de él. Así Jesucristo es a la vez la “Imagen” única
y el prototipo de los que gracias a él tienen conocimiento de Dios y vida en Dios (Ro.
8.29; 1 Co. 15.49; 2 Co. 3.18; 1 Jn. 3.2).
La expresión “imagen de Dios” está íntimamente relacionada con el “nuevo hombre”
(Ef. 4.24; Col. 3.10s; cf. Gá. 3.28). Esto sirve para recordarnos que hay aspectos
sociales importantes en el significado de “imagen” en tanto se reproduce en vidas
humanas, tanto en la confraternidad de la iglesia como en el papel del hombre como
custodio de la naturaleza (He. 2.8, con referencia a Sal. 8).
Los que creen en Jesús tienen Vida eterna, y gozan de la presencia del Espíritu
Santo en forma permanente.