Ensayo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Aporte de la teoría general del equilibrio walrasiano a la economía

La teoría del equilibrio general se encarga de estudiar diferentes mercados en la


economía, y la forma en la que estos pueden llegar a un equilibrio simultaneo. En cuanto
a equilibrio se refiere, Bolaños (1994) dice que “En las teorías generales de valor se
entiende por equilibrio de un sistema económico una situación en la que las variables
económicas toman unos valores tales que el sistema no genera ninguna fuerza interna
que modifique tal situación” (p.22). Esta teoría fue formulada por el economista y
también matemático francés León Walras, en una obra titulada “Elementos de
Economía Pura” escrito en 1874. Walras fue un economista de la escuela de Lausana,
es considerado por muchos como el fundador de la economía matemática,
precisamente por ser el primero en analizar la teoría del equilibrio general desde una
perspectiva un tanto más matemático. La teoría del equilibrio general es de vital
importancia para el pensamiento económico moderno, sin embargo, hay una serie de
cuestionamientos que hacen de esta teoría pierda validez, a la hora de la comprensión
de distintos fenómenos.

El propósito de este trabajo es mostrar los diferentes componentes sobre los cuales se
compone la teoría formulada por León Walras, resaltando la importancia de esta, así
como los principales resultados que brinda, sin dejar de lado las limitaciones que la
teoría presenta, para finalizar con una crítica haciendo énfasis en las debilidades
presentes en la teoría y los alcances que puede llegar a tener.

A grandes rasgos, la teoría del equilibrio general basa su importancia en aspectos en los
cuales Cataño (2004) hace énfasis tales como que, destaca el hecho de esta teoría es una
de las que mayor desarrollo le da a uno de los problemas que ha prevalecido a lo largo
del tiempo y es la forma en la que funciona la economía ante el accionar de los agentes
económicos de forma independiente. En esta línea, Izquierdo y Morel (2011),
mencionan que “La ciencia económica de Adam Smith, a pesar de su indudable
contribución al mejor conocimiento de los fenómenos económicos, ha servido y sirve
de instrumento ideológico de legitimación del sistema económico de mercado, no
puede desprenderse de la ideología, de estar al servicio de un proyecto político.” (p.7),
por lo que, en este sentido, la teoría del equilibrio general constituye un gran aporte
para la explicación de esta concepción económica.

Además de esto, cabe destacar que la teoría toma como referencia otras diferentes
teorías, de forma que permite hacer un análisis en su conjunto de diferentes corrientes
del pensamiento económico. Finalmente, dentro de estos aspectos importantes es
destacable enunciar tiene un alto grado de matemática y muy rigurosa, lo que permitió
a Walras (Economista y matemática) darle una fundamentación tanto desde la vertiente
teórica como matemática.

La teoría del equilibrio general explica la forma en la cual la oferta y la demanda se


ajustan de forma que se logre un equilibrio en precios y en caso de que no se pueda
llegar a este equilibrio, Walras presenta la figura del subastador el cual se encarga de
hacer que el sistema sea convergente a este equilibrio.

A continuación, se va a presentar de forma breve, el funcionamiento de esta teoría de


Walras, comenzando con una serie de supuestos planteados a priori, fundamentales
para el funcionamiento del modelo. Posteriormente, se va a mencionar el
funcionamiento de la teoría y los principales resultados que arroja la misma.

Como menciona Cataño (2004), las hipótesis principales sobre las cuales se basa Walras
para la formulación de su teoría son las siguientes:

1. Parte de la condición de agentes racionales maximzadores de utilidad


2. Los bienes que componen los mercados son identificables por lo individuos
3. Parte del principio de información perfecta
4. Unicidad de precios
5. Competencia perfecta
6. Los agentes son poseedores de dotaciones iniciales de bienes
7. Existencia de un subastador, encargado de llegar al equilibrio en precios en el
momento en el que la interacción descentralizada de los individuos no pueda
hacerlo.
Dados estos supuestos iniciales, la teoría general del equilibrio walrasiano se encarga
de buscar aquel vector de precios de equilibrio tal que haya una asignación optima de
recursos tanto para consumidores como para las empresas, de forma que mediante las
relaciones individuales de los agentes de la economía la oferta y la demanda de los
mercados se encuentren en un punto de equilibrio optimo y eficiente.

Walras logra demostrar mediante esta teoría lo que constituye el primer teorema del
bienestar que dice lo siguiente “ cualquier equilibrio competitivo conduce a una
asignación de los recursos que sea eficiente de Pareto.”Walras llega a demostrar un
óptimo paretiano, el cual constituye un equilibrio competitivo, sin embargo para llegar
a este optimo paretiano, cabe destacar que se deben cumplir ciertas condiciones de
convexidad y rendimientos crecimientos, de lo contrario, sería imposible llegar a ese
optimo paretiano.

Ahora bien, a la hora de formular una crítica respecto a esta teoría tomando como
referencia a Cataño (2004), es importante destacar que Mark Blau, habla sobre la poca
contextualización a la realidad que el modelo puede tener, con la utilización de
supuestos que van más allá de la realidad económica por lo que en este sentido pierde
cierta validez. Al respecto Cataño (2004) concluye de forma muy adecuada que
“cualquier equilibrio competitivo conduce a una asignación de los recursos que
sea eficiente de Pareto.” Por lo que proporciona un instrumental teórico matemático
muy robusto, pero no lo suficientemente real.

La unicidad del equilibrio representa otra de las críticas que se le hace al modelo, esto
porque “No hay esperanza de probar la unicidad en general dado que es posible
construir ejemplos de economías con múltiples equilibrios. […] Existen algunas
restricciones en el tipo de demanda agregada que aseguran la unicidad, pero sin poder
darles significación económica realista” [Ackerman 2002, 122]. Walras para demostrar
esta unicidad, parte de la sustituibilidad bruta, esto se refiere a que los efectos
sustitución imperan sobre el efecto ingreso en todos lo bienes de la economía,
interpretado desde el punto de que, para obtener estabilidad y unicidad, los efectos de
sustitución son dominantes sobre el ingreso en todos los bienes de la economía, sin
embargo, bien se sabe que muchas veces esta condición no se presenta de esta manera
por lo cual la hipótesis de sustituibilidad bruta presenta algunos problemas en este
modelo.

Otro problema que la sustituibilidad bruta presentó, fue el de no poder demostrar la


estabilidad global, esto porque “las trayectorias de precios y de cantidades por fuera
del equilibrio se dirijan hacia el equilibrio. Tras largos años de investigación, este
problema no se pudo resolver satisfactoriamente para el EGW” Cataño (2004, p.192).
Respecto a esto, es que la hipótesis de la sustituibilidad bruta se convierte para Walras
en un supuesto que da muchos problemas a la hora de analizar su teoría en la realidad.
SI bien es cierto la teoría del equilibrio general puede encontrar puntos de equilibrio,
nada garantiza que haya convergencia hacia ellos.

Otro de los problemas que se pueden mencionar, es el hecho de que, como se mencionó
anteriormente, uno de los supuestos es la competencia perfecta y en esta estructura de
mercado, los precios son exógenos, determinados por las fuerzas de la oferta y la
demanda y cuando no se puede llegar a ese precio de equilibrio entra la figura del
subastador, sin embargo, el subastador tiene información limitada pues se le es
imposible conocer todos los diferentes precios para poder hacer la regulación
correspondiente.

Finalmente, una de las criticas evidentes en este modelo, surgen desde la teoría
mediante la cual Walras se fundamenta, la cual es la teoría neoclásica. Esto le genera
criticas al modelo debido a que, bajo el supuesto de competencia perfecta, queda
invalidada la posibilidad de imaginar un equilibrio general con fallas de mercado,
ineficiencia institucional, rigidez en precios o la misma intervención estatal, todos estos
factores, muy presentes en los mercados en la economía real y no en la que los
neoclásicos imaginan.

¿Cómo mejorar el equilibrio general walrasiano de modo que sea un modelo mas
pertinente? Cataño (2004), presenta una serie de alternativas, las cuales una que llama
la atención y que otros economistas se han pronunciado con anterioridad, es
simplemente no mirar esas deficiencias que la teoría neoclásica presenta, ignorarlas, o
simplemente resignarse a que así es y no se puede hacer nada más.
Otra de las alternativas que se pueden plantear, radica en el hecho de la creación de una
nueva economía neoclásica, sin embargo, esta debe ser intervenida drásticamente en
los supuestos que la misma plantea, a modo de dar una mejor perspectiva de lo que
sucede en la realidad eliminando las contradicciones que esta presenta. Muchos autores
han planteado la idea de en lugar de considerar la diversidad de individuos, se
considerará uno solo, de modo que sea representativo para el resto de la sociedad, sin
embargo, como menciona Cataño (2004)

“el costo de estas nuevas hipótesis es inmenso, pues en lugar de la


sociedad mercantil de pluralidad de sujetos y donde el resultado no es
controlado por ellos, nos encontramos, en realidad, con un mundo donde
el único actor es una especie de Robinson Crusoe donde no hay
transacciones (con costos o sin costos), no hay precios (infinitamente
rápidos o no), no hay mercados (completos o no), y tampoco
desequilibrio” (p.200).

Elaborar una nueva teoría con una recopilación de los diferentes puntos de vista y
criterios de diversos pensadores, seria una gran forma de revertir las deficiencias de la
teoría neoclásica, sin embargo, para esto se debe dar un gran análisis de todas estas
teorías que permita encontrar características conjuntas de modo que no presenten
contradicciones entre si.

Una de las alternativas que, en lo particular, me parece sumamente interesante,


corresponde a la hipótesis de las expectativas racionales. Las expectativas constituyen
una teoría en la cual los agentes económicos con información disponible generan sus
propias expectativas según la racionalidad de los mismos. En este sentido, las
expectativas racionales “ e el individuo que busca saber cuál es la mejor acción que se
le ofrece, encuentra inmediatamente en sí mismo la sociedad entera. La sociedad está
contenida en el conjunto de las informaciones. [...] El individuo no tiene necesidad de
socializarse para un acuerdo mercantil. Toda la distancia entre el individuo y la
sociedad es abolida “ Cartelier (1996, p.239)
A modo de conclusión, resulta importante destacar que la teoría del equilibrio general
ha sido durante muchos años la referencia directa para muchos economistas, a pesar
de su alto grado de matematización que la puede hacer poco comprensible para no
matemáticos. A pesar de todas las limitantes que esta presenta, constituye una
herramienta de alta importancia principalmente para responder preguntas que
mediante un análisis de mercados de forma parcial resultaría imposible resolver, de
modo que se puedan analizar los distintos factores que se interrelacionan entre los
mercados y su efecto en las distintas variables economías.
Referencias

Bolaños Cerón, E. A. (1994). Introducción a la teoría neoclásica del valor: Teoría del
Equilibrio General.

Cataño, J. F. (2004). La teoría neoclásica del equilibrio general. Apuntes


críticos. cuadernos de economía, 23(40), 175-204.

Ackerman, Frank. (2002). Still Dead Alter These Years: Interpreting The Failure of
General Equilibrium Theory. Journal of Economic Methodology. 9(2), 119- 139.
Cartelier, Jean. (1996). Le mode de l’accord marchand : monnaie versus équilibre. En
A. Jacob y H. Verin (Eds.), L’inscription sociale du marché. Paris: L’Harmattan.

También podría gustarte