La Obediencia

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LA OBEDIENCIA

La prueba del amor


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INTRODUCCIÓN
“Solo hay una manera de saber si verdaderamente estamos amando a Jesucristo. No se trata
de la emoción que expresemos. No es lo fuerte que cantemos. No son las lágrimas que
derramemos. No son las palabras que le digamos al Señor que prueba nuestro amor por Él.
Más bien, Jesús dijo que se trata de si hacemos lo que Él nos manda a hacer”.
Walter Price

La única manera confiable de medir nuestro amor a Dios es examinando si lo estamos


obedeciendo. Podemos ponernos la vestimenta, representar el papel, hablar sobre qué significa
ser cristiano, pero ninguna de esas cosas demuestra que amamos al Señor genuinamente. La
obediencia es la única manera.
Juan capítulo 14 es un gran lugar para entender la profundidad de la importancia de la
obediencia para nosotros, en cuanto a nuestra relación con el Señor Jesucristo. Cuatro veces
Cristo dice en este pasaje, "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos".
15
Si me aman, obedezcan mis mandamientos. 21 Los que aceptan mis mandamientos y los
obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo
los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos. 23 Jesús contestó: —Todos los que me
aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de
ellos. 24 El que no me ama no me obedece. Y recuerden, mis palabras no son mías, lo que les
hablo proviene del Padre, quien me envió. (Juan 14:15; 21; 23 y 24, NTV).
Podemos extraer tres principios acerca de lo que Jesús dice en este pasaje de Juan 14.
1. La obediencia es el camino al conocimiento de Dios. v.21 “Y me daré a conocer a
cada uno de ellos”.
2. La obediencia es la prueba del amor en la vida de un creyente. v.23 “Todos los que
me aman harán lo que yo diga”.
3. La obediencia es el mayor acto de adoración a Dios. El Señor Jesús estaba a punto
de dejar a Sus discípulos, y ellos quedarían llenos de dolor. ¿Cómo podrían ellos
expresar su amor por Él? La respuesta es, no con lágrimas, sino obedeciendo.

LA OBEDIENCIA Y LA GLORIA DE DIOS


Hay un sin número de ejemplos en la Biblia de personas que obedecieron y desobedecieron a
Dios. Veamos el ejemplo de la vida de Moisés.
Ver Éxodo 25:1 – 9
Preguntas de estudio:
1. ¿Cuál fue la orden que Dios le dio a Moisés? ¿Con que fin? (v.1; v.8)
2. ¿Cómo debía ser la estructura del lugar? (v.9).

Dios le asigno a Moisés una tarea enorme: construir el tabernáculo. Dios mismo diseño esta
estructura inusual que se convertiría en la pieza central de la cultura y adoración de Israel por
siglos. Él le dio a Moisés un “plano” con instrucciones precisas relacionadas a la
construcción. Moisés era el responsable de asegurarse de que los obreros hicieran las cosas
exactamente como Dios había ordenado.
El proceso de construcción tomó muchos meses con una variedad y cantidad de material sin
precedentes, y la colaboración de todos los hombres y mujeres de la nación. Éxodo capítulo
39 y 40 registra el proceso de elaboración de las vestimentas sacerdotales. Veamos algunos
versículos.
Capítulo 39
1
Del azul, púrpura y carmesí hicieron las vestiduras del ministerio para ministrar en el
santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como Jehová lo había
mandado a Moisés… 5 Y el cinto del efod que estaba sobre él era de lo mismo, de igual
labor; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, como Jehová lo había mandado a
Moisés… 7 y las puso sobre las hombreras del efod, por piedras memoriales para los hijos de
Israel, como Jehová lo había mandado a Moisés…21Y ataron el pectoral por sus anillos a los
anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviese sobre el cinto del mismo efod y no
se separase el pectoral del efod, como Jehová lo había mandado a Moisés…26 una campanilla
y una granada, otra campanilla y otra granada alrededor, en las orillas del manto, para
ministrar, como Jehová lo mandó a Moisés…29 También el cinto de lino torcido, de azul,
púrpura y carmesí, de obra de recamador, como Jehová lo mandó a Moisés…31Y pusieron en
ella un cordón de azul para colocarla sobre la mitra por arriba, como Jehová lo había
mandado a Moisés…32Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de
reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés; así lo
hicieron... 42 En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así
hicieron los hijos de Israel toda la obra. 43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían
hecho como Jehová había mandado; y los bendijo.
Capítulo 40
16
Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo... 19 Levantó la tienda
sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como Jehová había
mandado a Moisés. 21 Luego metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y
ocultó el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés…23 y sobre ella puso
por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés…25 y encendió
las lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés… 27 y quemó sobre él
incienso aromático, como Jehová había mandado a Moisés…29 Y colocó el altar del
holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre él
holocausto y ofrenda, como Jehová había mandado a Moisés... 32 Cuando entraban en el
tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Jehová había
mandado a Moisés.
Preguntas de estudio:
1. ¿Qué frase es la que más sobresale de los pasajes leídos?
2. ¿Por qué piensas que Dios pudo haber inspirado ese detalle particular para que se
repitiera tantas veces en este relato?
3. ¿Qué te dice esto acerca de Moisés y los hijos de Israel?

Ver Éxodo 40:33 – 35


33
Finalmente erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la
entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra. 34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de
reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35 Y no podía Moisés entrar en el
tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.
Preguntas de estudio:
1. ¿Cuál piensas que es el significado de este orden de eventos y el hecho de que la gloria
de Dios no llegara hasta que las personas hayan finalizado el trabajo de obedecer Sus
instrucciones?
2. La gloria de Dios cubrió el tabernáculo después de meses de obediencia de parte de
Moisés y de los demás. ¿Qué te dice esto acerca de la vida espiritual?

SAUL Y LA DESOBEDIENCIA
La bendición de Dios vino a medida que Moisés y el pueblo de Israel obedecieron a plenitud.
Pero los lideres – Siervos de Dios no siempre fueron tan sumisos. Considera, por ejemplo, a
Saúl, el primer rey de Israel.
Ver 1 Samuel 15:1 – 3, DHH
1
Un día, Samuel dijo a Saúl: —El Señor me envió para consagrarte como rey de Israel, su
pueblo. Por lo tanto, escucha lo que el Señor te quiere decir. 2 Así dice el Señor
todopoderoso: “Voy a castigar a los amalecitas por lo que le hicieron a Israel, pues se
interpusieron en su camino cuando venía de Egipto. 3 Por lo tanto, ve y atácalos;
destrúyelos junto con todas sus posesiones, y no les tengas compasión. Mata hombres y
mujeres, niños y recién nacidos, y también toros y ovejas, camellos y asnos”.
Preguntas de estudio:
1. ¿De quién eran las palabras que fueron dichas a Saúl?
2. ¿Qué se le pidió a Saúl que hiciera exactamente?
Ver 1 Samuel 15:7 – 11, DHH
7
Entonces Saúl atacó a los amalecitas desde Havilág hasta la entrada de Sur, que está en la
frontera de Egipto, y los derrotó; 8 tomó prisionero a Agag, su rey, y mató a filo de espada a
todo su ejército. 9 Sin embargo, Saúl y su ejército dejaron con vida a Agag, y no mataron las
mejores ovejas, ni los toros, ni los becerros más gordos, ni los carneros, ni destruyeron las
cosas de valor, aunque sí destruyeron todo lo que era inútil y de poco valor. 10 Luego el
Señor le habló a Samuel, y le dijo: 11 —Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque se ha
apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes. Samuel se quedó muy molesto, y durante toda
la noche estuvo rogando al Señor.
Preguntas de estudio:
1. ¿Saúl obedeció a Dios?
2. ¿Cuál fue el sentir del Señor sobre Saúl? ¿Por qué sintió aquello?

Ver 1 Samuel 15: 13 – 15, DHH


13
Entonces Samuel fue a donde estaba Saúl, el cual le dijo: —El Señor te bendiga. Ya he
cumplido la orden del Señor. 14 — ¿Qué significan entonces esos balidos de ovejas y esos
bramidos de toros que estoy escuchando? —respondió Samuel. 15 —Los han traído de
Amalec —contestó Saúl —, porque la gente ha conservado las mejores ovejas y los mejores
toros para ofrecerlos en sacrificio al Señor tu Dios. Pero hemos destruido lo demás.
Ver 1 Samuel 15:20 – 23, DHH
20
Saúl contestó: —Yo obedecí las órdenes del Señor, y cumplí la misión que él me
encomendó: he traído prisionero a Agag, rey de Amalec, y he destruido a los
amalecitas. 21 Pero la tropa se quedó con ovejas y toros, lo mejor de lo que estaba destinado a
la destrucción, para sacrificarlos en honor del Señor tu Dios en Guilgal. 22 Entonces Samuel
dijo: “Más le agrada al Señor que se le obedezca, y no que se le ofrezcan sacrificios y
holocaustos; vale más obedecerlo y prestarle atención que ofrecerle sacrificios y grasa de
carneros. 23 Tanto peca el que se rebela contra él como el que practica la adivinación;
semejante a quien adora a los ídolos es aquel que lo desobedece. Y como tú has rechazado
sus mandatos, ahora Él te rechaza como rey”.

Consideremos algunas cosas que podemos aprender sobre la obediencia a partir de la vida de
Saúl:
1. Siempre habrán presiones externas que pretenden conducirnos a rebajar o traicionar
nuestras normas y valores cristianos.
2. Ante los ojos de Dios, nada es más importante que la obediencia.
3. La desobediencia revela un corazón rebelde.
4. Toda desobediencia tiene sus consecuencias.
Si Dios fuera a examinar mi corazón diría que:
 Soy más como Moisés: lucho por obedecer plenamente a Dios.
 Soy más como Saúl: en ocasiones, únicamente obedezco parcialmente a Dios, y luego
ofrezco excusas o culpo a otros por mi desobediencia.
 No muestro ninguna preocupación por si estoy o no obedeciendo a Dios.

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