La Obediencia
La Obediencia
La Obediencia
Dios le asigno a Moisés una tarea enorme: construir el tabernáculo. Dios mismo diseño esta
estructura inusual que se convertiría en la pieza central de la cultura y adoración de Israel por
siglos. Él le dio a Moisés un “plano” con instrucciones precisas relacionadas a la
construcción. Moisés era el responsable de asegurarse de que los obreros hicieran las cosas
exactamente como Dios había ordenado.
El proceso de construcción tomó muchos meses con una variedad y cantidad de material sin
precedentes, y la colaboración de todos los hombres y mujeres de la nación. Éxodo capítulo
39 y 40 registra el proceso de elaboración de las vestimentas sacerdotales. Veamos algunos
versículos.
Capítulo 39
1
Del azul, púrpura y carmesí hicieron las vestiduras del ministerio para ministrar en el
santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como Jehová lo había
mandado a Moisés… 5 Y el cinto del efod que estaba sobre él era de lo mismo, de igual
labor; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, como Jehová lo había mandado a
Moisés… 7 y las puso sobre las hombreras del efod, por piedras memoriales para los hijos de
Israel, como Jehová lo había mandado a Moisés…21Y ataron el pectoral por sus anillos a los
anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviese sobre el cinto del mismo efod y no
se separase el pectoral del efod, como Jehová lo había mandado a Moisés…26 una campanilla
y una granada, otra campanilla y otra granada alrededor, en las orillas del manto, para
ministrar, como Jehová lo mandó a Moisés…29 También el cinto de lino torcido, de azul,
púrpura y carmesí, de obra de recamador, como Jehová lo mandó a Moisés…31Y pusieron en
ella un cordón de azul para colocarla sobre la mitra por arriba, como Jehová lo había
mandado a Moisés…32Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de
reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés; así lo
hicieron... 42 En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así
hicieron los hijos de Israel toda la obra. 43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían
hecho como Jehová había mandado; y los bendijo.
Capítulo 40
16
Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo... 19 Levantó la tienda
sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como Jehová había
mandado a Moisés. 21 Luego metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y
ocultó el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés…23 y sobre ella puso
por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés…25 y encendió
las lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés… 27 y quemó sobre él
incienso aromático, como Jehová había mandado a Moisés…29 Y colocó el altar del
holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre él
holocausto y ofrenda, como Jehová había mandado a Moisés... 32 Cuando entraban en el
tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Jehová había
mandado a Moisés.
Preguntas de estudio:
1. ¿Qué frase es la que más sobresale de los pasajes leídos?
2. ¿Por qué piensas que Dios pudo haber inspirado ese detalle particular para que se
repitiera tantas veces en este relato?
3. ¿Qué te dice esto acerca de Moisés y los hijos de Israel?
SAUL Y LA DESOBEDIENCIA
La bendición de Dios vino a medida que Moisés y el pueblo de Israel obedecieron a plenitud.
Pero los lideres – Siervos de Dios no siempre fueron tan sumisos. Considera, por ejemplo, a
Saúl, el primer rey de Israel.
Ver 1 Samuel 15:1 – 3, DHH
1
Un día, Samuel dijo a Saúl: —El Señor me envió para consagrarte como rey de Israel, su
pueblo. Por lo tanto, escucha lo que el Señor te quiere decir. 2 Así dice el Señor
todopoderoso: “Voy a castigar a los amalecitas por lo que le hicieron a Israel, pues se
interpusieron en su camino cuando venía de Egipto. 3 Por lo tanto, ve y atácalos;
destrúyelos junto con todas sus posesiones, y no les tengas compasión. Mata hombres y
mujeres, niños y recién nacidos, y también toros y ovejas, camellos y asnos”.
Preguntas de estudio:
1. ¿De quién eran las palabras que fueron dichas a Saúl?
2. ¿Qué se le pidió a Saúl que hiciera exactamente?
Ver 1 Samuel 15:7 – 11, DHH
7
Entonces Saúl atacó a los amalecitas desde Havilág hasta la entrada de Sur, que está en la
frontera de Egipto, y los derrotó; 8 tomó prisionero a Agag, su rey, y mató a filo de espada a
todo su ejército. 9 Sin embargo, Saúl y su ejército dejaron con vida a Agag, y no mataron las
mejores ovejas, ni los toros, ni los becerros más gordos, ni los carneros, ni destruyeron las
cosas de valor, aunque sí destruyeron todo lo que era inútil y de poco valor. 10 Luego el
Señor le habló a Samuel, y le dijo: 11 —Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque se ha
apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes. Samuel se quedó muy molesto, y durante toda
la noche estuvo rogando al Señor.
Preguntas de estudio:
1. ¿Saúl obedeció a Dios?
2. ¿Cuál fue el sentir del Señor sobre Saúl? ¿Por qué sintió aquello?
Consideremos algunas cosas que podemos aprender sobre la obediencia a partir de la vida de
Saúl:
1. Siempre habrán presiones externas que pretenden conducirnos a rebajar o traicionar
nuestras normas y valores cristianos.
2. Ante los ojos de Dios, nada es más importante que la obediencia.
3. La desobediencia revela un corazón rebelde.
4. Toda desobediencia tiene sus consecuencias.
Si Dios fuera a examinar mi corazón diría que:
Soy más como Moisés: lucho por obedecer plenamente a Dios.
Soy más como Saúl: en ocasiones, únicamente obedezco parcialmente a Dios, y luego
ofrezco excusas o culpo a otros por mi desobediencia.
No muestro ninguna preocupación por si estoy o no obedeciendo a Dios.