Recurso de Queja
Recurso de Queja
Recurso de Queja
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Víctor M. CASTRILLÓN Y LUNA
I. ASPECTOS GENERALES
L
OS RECURSOS constituyen los medios de impugnación con que cuentan
las partes, previstos por la ley procesal cuando consideren que deter-
minada resolución o acto judicial no se ha ajustado a las prescrip-
ciones legales, produciendo un daño en el recursante que se conoce como
agravio y cuyo efecto es buscar que el superior jerárquico (en el caso de la
apelación), o bien el propio órgano judicial que la emitió (en los casos de la
revocación y la reposición), dicte una sentencia en la que modifique la reso-
1
lución impugnada, resarciendo al agraviado en su derecho violentado.
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214 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA
Concepto de recurso
2
Dice Escriche que recurso es: “la acción que queda a la persona condenada
en juicio para acudir a otro juez o tribunal en solicitud de que se enmiende
el agravio que cree habérsele hecho.”
ción; el artículo 686 establece que, contra autos y decretos del Tribunal Superior, aun de
aquellos que dictados en primera instancia serían apelables, procede el recurso de reposi-
ción, que se sustancia en la misma forma que el de revocación; y otras disposiciones de
ese ordenamiento adjetivo, fijan los casos de procedencia del recurso de apelación, que
tratándose de autos, se requiere que causen un gravamen irreparable, salvo disposición
especial, y que sea aplicable la sentencia definitiva que se llegue a emitir en el juicio,
según se lee en el artículo 691 del ordenamiento procesal invocado. Ejemplos de actos no
impugnables por ningún recurso, son los autos que admiten alguna prueba (artículo 285);
las resoluciones que declaran que una sentencia ha causado o no ejecutoria (artículo 429);
y los autos y decretos dictados para la ejecución de una sentencia (artículo 527). Esto trae
como consecuencia, que en los negocios en los cuales, por razón de la cuantía no procede
el recurso de apelación, las resoluciones que las partes estimen contrarias a derecho admi-
tirán el recurso de revocación, según la regla enunciada al principio, salvo los casos en
que la ley prevea expresamente la irrecurribilidad. Cuarto tribunal colegiado en materia
civil del primer circuito. Amparo en revisión 699/88. Elvira Ramírez de Ruiz. 9 de junio
de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González. Secretario: Elías H.
Banda Aguilar. Amparo directo 2094/88. Alicia García de Rivera. 4 de agosto de 1988.
Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretario: J. Refugio Ortega
Marín. Amparo directo 974/89. Armadora de Muebles de Acero, S.A. 30 de marzo de 1989.
Unanimidad de votos. Ponente. Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretario: J. Refugio Ortega
Marín. Amparo directo 2244/89. Mario Alfredo Cortés Rodríguez. 22 de junio de 1989.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Villegas Vázquez. Secretario: J. Jesús Contreras
Coria. Amparo directo 2249/89. Mario Alfredo Cortés Rodríguez. 22 de junio de 1989.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Villegas Vázquez. Secretario: J. Jesús Contreras
Coria. Nota: Esta tesis también aparece publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación número 16-18, página 109. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Octava Época. Tomo III Segunda Parte-2.
Tesis: I.4o.C. J/10. Página: 940. Tesis de Jurisprudencia.
2 ESCRICHE, Joaquín, Diccionario razonado de legislación civil, penal, comercial y
p. 179.
6 Cfr., COUTURE, Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 3a. ed., Buenos
14 Cfr., SANTOS AZUELA, Héctor, Teoría General del Proceso, México, Mc Graw-hill
Interamericana, Editores, 2000, pp. 207 a 210.
15 Cfr., GÓMEZ LARA, Cipriano, Derecho Procesal Civil, Derecho Procesal Civil, 6a. ed.
17 DE PINA Y CASTILLO LARRAÑAGA, Instituciones de Derecho Procesal Civil, 8a. ed., Ed.
los agravios del recurrente y la contestación que de los mismos haga la parte
recurrida, y decida si la resolución de que se trata, se encuentra o no ajustada
a derecho, produciendo, en su caso, la invalidez (supuesto de revocación), o
sosteniendo la legalidad (supuesto de confirmación) o bien, cuando resuelve
en el sentido de que el inferior o a quo deba modificar algún aspecto de la
misma.
Pero el sistema recursal también contempla el supuesto de que el cono-
cimiento del medio de impugnación, se lleve a cabo por la propia autoridad
judicial que emitió la resolución que se tilda de ilegal, en la revocación
(primera instancia) o bien en la reposición (segunda instancia).
En forma genérica se puede señalar que la revocación procede en contra
de resoluciones judiciales que siendo impugnables, respecto a ellas no
proceda el recurso de apelación.
Así, establece el Código de Procedimientos Civiles que los autos y los
decretos que no fueren apelables, podrán ser revocados por el juez que
los hubiese dictado.
La revocación procede en los términos dichos respecto de resoluciones
emitidas en la primera instancia, ya que, en contra de las dictadas por el
tribunal de alzada, podrá interponerse el recurso de reposición.
Uno de los problemas que se puede presentar en materia recursal consiste
en la dificultad que para identificar los casos en que procede la apelación, y
aquellos relativos a la revocación, al no estar en el Código Procesal clara-
mente precisados los supuestos relativos, por lo que ante la impugnación,
se provoca que los litigantes interpongan ambos recursos en contra de una
misma resolución.
Opinamos por ello que sería deseable que el Código incorporase una
disposición, en la que se contenga taxativamente un catálogo de los supues-
tos en los que procede el recurso de apelación, con el señalamiento de que
todas aquellas resoluciones que no se encuentren contenidos en la misma,
cuando fuere procedente, podrán ser impugnados mediante el recurso de
revocación.
Asimismo, pensamos que sería también deseable que se definiese con
claridad el efecto, en que deberá admitirse y tramitarse el recurso de apela-
ción en cada caso, ya que si la admisión del recurso respecto a determinado
proveído es procedente en efecto devolutivo y, por la falta de claridad con la
que se encuentran regulados los supuestos de admisión, se dejan de señalar
las constancias para integrar el testimonio de apelación, la consecuencia
será el desechamiento del recurso, y con ello se presenta una forma de dene-
220 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA
III. LA APELACIÓN
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Es definida en el diccionario de Escriche como: “la reclamación o recurso
que alguno de los litigantes u otro interesado, hace al juez o tribunal supe-
rior para que anule o reforme la sentencia que se supone injustamente dada
por el inferior”.
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Para Héctor Santos, derivada del latín appellare, que significa pedir
auxilio, la apelación es el recurso que se presenta ante el juzgador de grado
superior ad quem, para que repare los defectos, errores o vicios de una reso-
lución emitida por el juez de jerarquía inferior a quo.
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Pallares la define como el recurso que se interpone ante el juez de
primera instancia para que el tribunal de segunda modifique o revoque la
resolución contra la cual aquél se hace valer.
Por lo que a sus antecedentes se refiere, agrega el propio autor que por
no existir durante la República tribunales organizados jerárquicamente, la
apelación propiamente dicha no existió, y que tan sólo se podía vetar al
tribuno o al magistrado y que cuando la fórmula o sentencia, se declaraba
irregular o contraria a derecho, los tribunales decretaban que había lugar al
veto; agrega que la apelación apareció en los tiempos del imperio, al orga-
nizarse los tribunales, durante el gobierno de Augusto, bajo las normas de la
Ley Julia Judiciaria. Dice que en el derecho de Justiniano la apelación era
la queja o recurso que se formulaba ante un magistrado de orden superior
contra el agravio inferido por uno de categoría inferior en una resolución y
que se contemplaba también en el Fuero Juzgo.
• Que se trata de un recurso que tiene por objeto que el superior jerár-
quico reexamine una resolución dictada por el inferior;
• Que pueden apelar; las partes y los terceros que se vean afectados por
la resolución impugnada;
• Que la apelación adhesiva consiste en que el vencedor en el juicio sí
puede adherirse a un trámite de apelación, que haya interpuesto su
contraria con el objeto de que se mejoren los argumentos de la senten-
cia, para mejorar o robustecer sus argumentos y obtener una sentencia
de segunda instancia mejor fundada;
tados de esos “fallos” fueran: a) se confirma la sentencia recurrida, por desestimar la apela-
ción de una parte; b) se modifica la misma sentencia al acoger parcialmente la apelación
de un tercero legitimado en los términos del artículo 689, y c) la sentencia recurrida se
revoca por estimar fundado el recurso interpuesto por la otra parte; el artículo 689 prevé
la posibilidad de pluralidad de apelantes, mas no la de multiplicidad de procedimientos
o de sentencias para resolver sendos recursos interpuestos contra una misma resolución,
como tampoco se hace en otras disposiciones; el artículo 690, al referirse a la apelación
adhesiva alude, de algún modo, a un solo procedimiento y una sola sentencia, pues sólo así
es posible al recurso adhesivo seguir la suerte del principal; en las demás disposiciones
indicadas se contempla la sustanciación de un procedimiento único y no se usa el plural
cuando se alude al dictado de sentencia (artículo 712, 713, 714 y 715); y los principios
procesales enunciados se ven satisfechos plenamente con la unidad y totalmente contraria-
dos con la pluralidad, pues se reduce el número de actuaciones, evidentemente baja el costo
general de la alzada y es menor la actividad del juzgador y de las partes, e indudablemente
se gana en claridad y concisión, al no resultar reiterativo el fallo único. Cuarto tribunal
colegiado en materia civil del primer circuito. Amparo directo 364/88. Alberto Guilbot
Serros. 11 de julio de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González.
Secretario: J. Jesús Contreras Coria. Amparo directo 4854/90. Felipe Ramírez Martínez.
29 de noviembre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata.
Secretaria: R. Reyna Franco Flores. Amparo directo 4859/89. Felipe Ramírez Martínez.
29 de noviembre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata.
Secretaria: R. Reyna Franco Flores. Amparo directo 74/89. Arrendadora Serfín, S. A. 7
de febrero de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Villegas Vázquez. Secretario:
Samuel René Guzmán. Amparo directo 304/89. Grupo Roussel, S. A. de C.V. 7 de febrero
de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Villegas Vázquez. Secretario: Samuel René
Guzmán. NOTA: Esta tesis también aparece publicada en la Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación número 39 Marzo de 1991, página 159. Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Octava Época. Tomo VII-marzo.
Tesis: I.4o.C. J/38. Página: 85. Tesis de Jurisprudencia.
APELACIÓN. EXAMEN DE SITUACIONES YA RESUELTAS PREVIAMENTE. Es
de sobra conocido que la materia de segunda instancia queda circunscrita a las cuestiones
que se plantean en los agravios y que, si bien es cierto que es del todo razonable y jurídico
abstenerse de analizar cierta clase de agravios secundarios, cuya eficacia está subordinada al
examen que se haga de los principales que los rigen, también lo es que tal abstención resulta
injustificada cuando los agravios desdeñados se dirigen a impugnar violaciones procesales
que, si bien ya habían sido materia de una resolución de segunda instancia pronunciada
con motivo de la apelación sobre el desechamiento de una prueba, sin embargo, es obvio
EL SISTEMA RECURSAL EN EL PROCESO CIVIL 229
que para la debida preparación del amparo era indispensable que se interpusieran los recur-
sos procedentes, porque de no haberlo hecho, jamás podría impugnarse posteriormente en
el juicio de amparo directo. Tercer tribunal colegiado en materia civil del tercer circuito.
Amparo directo 532/88. Miguel López Almaraz. 9 de noviembre de 1988. Unanimidad
de votos. Ponente: María de los Angeles E. Chavira Martínez. Secretario: Miguel Lobato
Martínez. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación. Octava Época. Tomo II Segunda Parte-1. Página: 96. Tesis aislada.
APELACIÓN. NO ES UNA RENOVACIÓN DE LA INSTANCIA. El recurso de apela-
ción no es una renovación de la instancia, de tal manera que el tribunal de alzada no puede
realizar un nuevo análisis de todos los puntos materia de la litis natural, ni puede examinar
las pruebas aportadas por las partes para determinar su valor legal, sino que conforme
con lo dispuesto por el artículo 688 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal, el recurso de apelación tiene por objeto que el superior confirme, revoque o modi-
fique la resolución del inferior, de tal manera que el examen del ad quem sólo se limita a la
sentencia apelada, a la luz de los razonamientos jurídicos que realice la parte apelante en sus
agravios, y si los motivos de inconformidad son expuestos en forma deficiente, la autoridad
revisora no puede suplir su deficiencia, atento el principio de estricto derecho que rige al
recurso de apelación en materia civil. Octavo tribunal colegiado en materia civil del primer
circuito. Amparo directo 888/96. Maximino Martínez Berruecos. 18 de febrero de 1997.
Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Antonio Muñoz Jiménez. Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena
Época. Tomo VI, septiembre de 1997. Tesis: I.8o.C.150 C. Página: 650. Tesis aislada.
APELACIÓN. SUPUESTOS EN LOS QUE PROCEDE EL ESTUDIO OFICIOSO DE
LA INSTANCIA. En la apelación contra el fallo definitivo de primer grado, el tribunal de
alzada debe concretarse a examinar exclusivamente a través de los agravios, las acciones,
excepciones o defensas que se hagan valer oportunamente en primera instancia, porque de
lo contrario el fallo resulta incongruente, salvo los casos en que la ley autoriza expresa-
mente a recibir pruebas en segunda instancia, con audiencia de las partes, o excepciones
supervenientes, o el estudio oficioso de la instancia. Este último supuesto sólo se actualiza
cuando en virtud de los agravios expresados en la alzada se declara que fue ilegal el fallo
de primer grado en el que el a quo determinó la procedencia de una excepción tendiente
a destruir la acción, lo que motivó que no se analizara si fueron o no comprobados los
elementos de la misma (esto en razón de que el estudio de tales excepciones es previo al de
la procedencia de la acción, pues de resultar fundadas aquellas resulta innecesario analizar
ésta); en ese caso, la autoridad responsable, por no existir reenvío en el sistema que rige
la apelación, con plenitud de jurisdicción debe analizar si fueron o no comprobados los
elementos de la acción, las pruebas ofrecidas al efecto e incluso las otras diversas excep-
ciones que se hayan hecho valer, omitidas por el a quo si declaró fundada sólo una de las
excepciones, lo que implica el estudio oficioso de la instancia pero con facultades legales
para ello. Octavo tribunal colegiado en materia civil del primer circuito. Amparo directo
230 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA
modifiquen o revoquen algunas consideraciones del a quo, siempre y cuando con ello no
se afecte las partes resolutivas de la sentencia, como sería el caso en que se aduzcan dos o
más causales para la procedencia de una misma acción y el a quo considere que tan solo
una procede, no así las restantes, porque ante la posibilidad de que el ad quem, en base a
los agravios del apelante principal, revoque la sentencia por no estar probada la causal que
estimó procedente el a quo, el que obtuvo en primera instancia debe adherirse a la apela-
ción e impugnar las consideraciones por las cuales el a quo concluyó que no se demos-
traron las otras causales, para de esta forma, y de ser procedentes sus agravios, obtener la
modificación de la parte considerativa de la sentencia que le agravia, y pese a lo fundado de
la apelación principal, obtenga así la confirmación de la parte propositiva de la sentencia
que le fue favorable. Primer tribunal colegiado en materia civil del tercer circuito. Amparo
directo 222/86. Jesús Segovia Barajas. 11 de diciembre de 1986. Unanimidad de votos.
Ponente: Carlos Arturo González Zárate. Secretario: Jorge Raúl Valencia Ruiz. Amparo
directo 487/92. Francisco Javier Woo Aguayo. 27 de agosto de 1992. Unanimidad de votos.
Ponente: Carlos Arturo González Zárate. Secretaria: Ana Celia Cervantes Barba. Amparo
directo 670/92. Rodrigo Salazar Martínez. 1º de octubre de 1992. Unanimidad de votos.
Ponente: Francisco José Domínguez Ramírez. Secretario: Martín Alejandro Cañizales
Esparza. Amparo directo 1137/92. J. Jesús Vázquez Bustamante. 11 de marzo de 1993.
Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Alfredo López
Cruz. Amparo directo 861/93. David García Aviña. 4 de marzo de 1994. Unanimidad de
votos. Ponente: Carlos Arturo González Zárate. Secretario: Arturo García Aldaz. Véase:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, número 83, pág. 17, tesis por contra-
dicción 3a./J.26/94. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Octava Época. Número 79, Julio de 1994. Tesis:
III.1o.C. J/25. Página: 46. Tesis de Jurisprudencia.
43 Cfr., OVALLE FAVELA, José, op. cit., p. 259.
234 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA
44 Sobre este particular cabe señalar que con anterioridad a la reforma que tuvo el Código
pudiendo ampliarse el plazo por ocho días más cuando se examinen docu-
mentos voluminosos;
Al recibir las constancias que remita el inferior, revisará si la apelación
fue interpuesta en tiempo y calificará, si se confirma o no el grado en que se
admitió por el inferior. De encontrarlo ajustado a derecho lo hará saber, y
citará a las partes en el mismo auto para oír sentencia, la que pronunciará
y notificará por Boletín Judicial dentro del término de ocho días si se tratare
de auto o interlocutoria y de quince si se tratare de sentencia definitiva;
cuando se trate de expedientes muy voluminosos se podrá ampliar el plazo
en ocho días más para dictar sentencia y notificarla (artículo 704).
Además el Código de Procedimientos Civiles contiene las siguientes
prescripciones en materia de apelación:
Al recibirse las constancias por el superior, éste ordenará notificar perso-
nalmente a las partes la radicación ante dicho tribunal, a menos que de las
constancias remitidas aparezca que no se ha dejado de actuar por más de
seis meses (artículo 697).
No se suspenderá la ejecución de la sentencia, auto o providencia apela-
dos, cuando haya sido admitida la apelación en el efecto devolutivo.
Si la apelación fuere de sentencia definitiva, quedará en el juzgado
testimonio de lo necesario para ejecutarla, remitiendo los autos al superior
(artículo 698).
Admitida la apelación en sólo el efecto devolutivo, no se ejecutará la sen-
tencia si no se otorga previamente fianza conforme a las reglas siguientes:
1. La calificación de la idoneidad de la fianza será hecha por el juez,
quien se sujetará bajo su responsabilidad a las disposiciones del
Código Civil;
2. La fianza otorgada por el actor comprenderá la devolución de la cosa
o cosas que deba percibir, sus frutos e intereses y la indemnización de
daños y perjuicios si el superior revoca el fallo;
3. La otorgada por el demandado comprenderá el pago de lo juzgado y
sentenciado y su cumplimiento, en el caso de que la sentencia condene
a hacer o a no hacer;
4. La liquidación de los daños y perjuicios se hará en la ejecución de la
sentencia (artículo 699).
Además de los casos determinados expresamente en la ley, se admitirán
en ambos efectos las apelaciones que se interpongan:
1. De las sentencias definitivas en los juicios ordinarios, salvo tratán-
dose de interdictos, alimentos y diferencias conyugales, en los cuales
la apelación será admitida en el efecto devolutivo;
EL SISTEMA RECURSAL EN EL PROCESO CIVIL 237
tribunal superior, dentro del tercer día citando a las partes para que compa-
rezcan ante dicho tribunal (artículo 708).
Será causa de responsabilidad la falta de envío oportuno a la sala de los
autos o testimonio para la substanciación del recurso (artículo 709).
Cuando pida el apelante que se reciba el pleito a prueba, puede el apelado
en la contestación de los agravios, oponerse a esa pretensión (artículo 710).
En el auto de calificación de pruebas, la sala ordenará se reciban en forma
oral y señalará la audiencia dentro de los veinte días siguientes (artículo
711).
Contestados los agravios o perdido el derecho de hacerlo, si no se hubiere
promovido prueba o las ofrecidas no se hubieren admitido, el superior dictará
su sentencia dentro de los términos que señala el artículo 704 (artículo 712).
Cuando se admitan pruebas, el superior desde el auto de admisión, fijará
la audiencia dentro de los veinte días siguientes, procediéndose a su prepa-
ración para su desahogo en la fecha señalada. Concluida la audiencia, alega-
rán verbalmente las partes y se les citará para sentencia (artículo 713).
La apelación interpuesta en los juicios sumarios y especiales contra
sentencia definitiva o cualquier otra determinación, sólo procederá en el
efecto devolutivo (artículo 714).
Las apelaciones de interlocutorias o autos se substanciarán con sólo un
escrito de cada parte y la citación para resolución que se dictará en el término
de ocho días.
En las apelaciones anteriormente mencionadas los términos a que se
refiere el artículo 704 se reducirán a tres días (artículo 715).
el lapso que medió entre la notificación por medio del Boletín Judicial y la fecha del escrito
de apelación. Tercer tribunal colegiado en materia civil del primer circuito. Amparo directo
3300/93. Carlos Alarcón Guevara. 30 de junio de 1993. Unanimidad de votos. Ponente:
José Becerra Santiago. Secretario: Gustavo Sosa Ortiz. Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Octava Época. Tomo XII-Agosto.
Página: 344. Tesis aislada.
APELACIÓN EXTRAORDINARIA. PROCEDE SOLO EN EFECTO DEVOLU-
TIVO. Conforme al artículo 695 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal, por regla general procede admitir la apelación sólo en el efecto devolutivo, a
menos que se de cualquiera de estas dos excepciones: a) que la ley faculte al juez a admi-
tirla libremente o, b) que exista disposición expresa para el caso, de que se admita en ambos
efectos. En este precepto no se hace distinción entre la apelación ordinaria y la extraordi-
naria, de modo que se debe atender al principio general de que donde la ley no distingue,
nadie debe distinguir, y como en la ley adjetiva mencionada no existe norma que confiera
al juez la facultad de admitir libremente la apelación extraordinaria, o que prescriba su
procedencia en ambos efectos, es claro que ésta se rige por la regla general, que prevé
su admisibilidad en un solo efecto. Cuarto tribunal colegiado en materia civil del primer
circuito. Amparo en revisión 1471/92. Francisco Guzmán Lazo y otros. 24 de septiembre de
1992. Unanimidad de votos. Ponente: Gilda Rincón Orta. Secretario: Alejandro Villagómez
Gordillo. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación. Octava Época. Tomo XI-enero. Página: 224. Tesis aislada.
46 Cfr., DE PINA, RAFAEL y José, CASTILLO LARRAÑAGA, op. cit., p. 367.
47 Ibidem., p. 366.
EL SISTEMA RECURSAL EN EL PROCESO CIVIL 241
48
Becerra Bautista señala por su parte que el Código introdujo, con el
nombre de apelación extraordinaria, no un recurso ordinario, sino un medio
de impugnación extraordinario, que permite dejar sin efecto una senten-
cia con autoridad de cosa juzgada, precisamente porque ésta se basa en
un procedimiento viciado de nulidad que la ley considera insubsanable. Y
agrega, en otras palabras, bajo el nombre de apelación extraordinaria, se ha
creado un procedimiento impugnativo extraordinario, en cuanto que afecta
a un procedimiento concluido con sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada, nulificando la sentencia y los procedimientos de los que emana.
49
Para Gómez Lara al ser la sentencia impugnada firme, la interposición de
la apelación extraordinaria no tendrá el carácter de recurso sino de demanda
de nulidad, y la instancia que se siga en la apelación extraordinaria no
será de una instancia impugnativa que pertenezca al propio sistema, sino de
una instancia impugnativa autónoma, es decir, un genuino juicio de nulidad.
Agrega que mientras que la apelación extraordinaria es una forma de
reenvío porque se remite el asunto para que se dicte una nueva sentencia,
y se reponga el procedimiento, en la apelación ordinaria por lo general no
hay reenvío, sino una sustitución del tribunal de segunda instancia por el de
50
primera, con plenitud de jurisdicción, para volver a resolver el asunto.
51
Carlos Arellano dice que en el caso de la apelación extraordinaria, el
objetivo de la interposición de tal recurso, no es simplemente la revocación
o modificación de la sentencia del inferior, sino la nulificación de lo actuado
en forma indebida, para que se reponga el procedimiento, y que por tanto
no es una auténtica apelación sino que más bien se trata de una actividad
procesal tendente a la anulación de la sentencia y de todo el procedimiento
anterior y prefiere calificarla como nulidad extraordinaria.
De similar manera y con la elegancia y profundidad acostumbrada, Niceto
52
Alcalá señaló sobre el recurso de que se trata: “si bien le cuadra el califica-
tivo, no le resulta apropiado el sustantivo, ya que ninguna de sus finalidades
encaja bajo el signo del mismo”.
Así, en relación con el recurso de apelación extraordinaria, a conti-
nuación se transcriben las prescripciones establecidas en el Código de
Procedimientos Civiles:
Será admisible la apelación, dentro de los tres meses que sigan al día de
la notificación de la sentencia:
V. LA QUEJA
por medio del recurso de queja, criterio que se corrobora por el texto del referido artículo
723-I del ordenamiento citado, al emplear en su parte final los vocablos “antes del empla-
zamiento”, que se colige, rige en el evento de no admitirse la demanda o se desconoce de
oficio la personalidad de un litigante, y sin que valga en contrario para tener como impro-
cedente el recurso de queja tratándose de la promoción de un incidente, que se le deno-
mine “demanda incidental”. Tercer tribunal colegiado en materia civil del primer circuito.
Amparo en revisión 1233/98. Rosa María Lomas Chávez. 16 de abril de 1998. Unanimidad
de votos. Ponente: José Becerra Santiago. Secretario: Gustavo Sosa Ortiz. Nota: Sobre el
tema tratado existe denuncia de contradicción de tesis número 69/98, pendiente de resol-
ver en la Primera Sala. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época. Tomo VIII, Agosto de 1998. Tesis:
I.3o.C.153 C. Página: 865. Tesis aislada.
QUEJA. PROCEDE ESTE RECURSO Y NO EL DE APELACIÓN, EN CONTRA
DEL AUTO QUE NIEGA LA ADMISIÓN DE UN ESCRITO DE DEMANDA POR EL
QUE SE DENUNCIA UNA SUCESIÓN INTESTAMENTARIA. Contra el auto que niega
la admisión de un escrito de demanda por el que se denuncia una sucesión intestamentaria,
procede el recurso de queja y no el de apelación, de conformidad con lo establecido por el
artículo 723, fracción I, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, toda
vez que si bien es cierto que el procedimiento de intestado se refiere a la denuncia de un
juicio sucesorio, también lo es que deben reunirse los requisitos a que alude el artículo 255
del ordenamiento legal invocado, dado que se puede dar la contienda judicial al ejercitarse
dicha acción, entendiéndose por demanda lato sensu, un acto en virtud del cual una persona
hace del conocimiento de un órgano de autoridad, la verificación de un hecho con el objeto
de que apliquen las consecuencias jurídicas previstas por la ley de una sucesión intestamen-
taria y, en el derecho procesal civil, la denuncia da origen a un juicio sucesorio ab intestato,
con el que se pone en marcha la actividad jurisdiccional para llegar a la finalidad pretendida
a través de una ejecución voluntaria o coercitiva. Sexto tribunal colegiado en materia civil
del primer circuito. Amparo directo 4516/97. Paula Herranz Lozano y otras. 26 de junio
de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretario: Efraín Mota
Guzmán. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Novena Época. Tomo VI, Agosto de 1997. Tesis: I.6o.C.113 C
Página: 794. Tesis aislada.
QUEJA. LA SENTENCIA INTERLOCUTORIA QUE DECIDE EL INCIDENTE
DE AMPLIACIÓN DE INVENTARIOS EN UNA SOCIEDAD CONYUGAL, NO
ES IMPUGNABLE MEDIANTE EL RECURSO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 723,
FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO
FEDERAL. Conforme a lo dispuesto por el artículo 723, fracción II, del Código de Proce-
dimientos Civiles para el Distrito Federal, el recurso de queja tiene lugar respecto de las
interlocutorias dictadas “para” la ejecución de sentencias; ello es así, en virtud del carácter
ejecutivo que tienen esas resoluciones y se refieren a las que están encaminadas directa e
inmediatamente a la ejecución de un fallo, y a las que por su propia naturaleza ya no requie-
EL SISTEMA RECURSAL EN EL PROCESO CIVIL 245
funcionarios judiciales que quedan fuera del alcance de los demás recursos
legales admitidos.
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Para Pallares, el recurso de queja constituye una institución anómala,
cuya fisonomía jurídica dice, no le está bien definida, que destaca entre los
demás recursos por diversas notas esenciales que le otorgan originalidad
indiscutible, y establece como tales:
1. Que no sólo se concede contra resoluciones judiciales, sino que
procede para impugnar actos de ejecución e incluso omisiones de los
funcionarios judiciales;
ren de otra determinación legal. Lo anterior se corrobora con el contenido del artículo 527
del citado código adjetivo, el cual establece que contra las resoluciones dictadas para la
ejecución de una sentencia no se admitirá otro recurso que el de responsabilidad, y si fuere
sentencia interlocutoria, el de queja ante el superior. Es decir, que el recurso de queja está
previsto para lograr la ejecución de una sentencia sin mayor trámite, y el espíritu de las
citadas normas es para agilizar el procedimiento de ejecución. En cambio, la resolución
emitida “en” ejecución de sentencia no constituye precisamente la última determinación
judicial previa a su natural ejecución, sino que está orientada en forma indirecta a preparar
y lograr tal objetivo, y en el caso le resultan aplicables las reglas generales de los recursos
establecidos en el citado código. En efecto, durante la etapa de ejecución de sentencia,
pueden distinguirse las resoluciones dictadas “para” y “en” ejecución de la sentencia; las
primeras llevan el fin directo y determinante de ejecutar la sentencia sin mayor trámite y
éstas son las recurribles en queja conforme a lo dispuesto por el artículo 723, fracción II,
del Código de Procedimientos Civiles; en cambio, las segundas, es decir, las dictadas “en”
la etapa de ejecución, son las que se emiten para preparar o cumplimentar la ejecución y no
constituyen precisamente la última determinación judicial, previa a su material ejecución, y
en contra de éstas puede interponerse, en caso de causar un daño irreparable al gobernado,
el recurso de apelación que establecen los artículos 689 y 691 del mismo código. En las
relacionadas condiciones, la resolución dictada en el incidente de ampliación de inventa-
rios de bienes, por ser éstos el objeto sobre el cual recaerá la liquidación de la sociedad
conyugal, sólo tiene la característica de ser una determinación judicial dictada “en” ejecu-
ción de sentencia, porque está preparando su cumplimiento; y la resolución dictada “para”
la ejecución de la sentencia será aquella que determine lo referente a la repartición de los
bienes entre los socios, ya sea aprobando lo que éstos voluntariamente hayan decidido y
convenido, o en caso de falta de acuerdo entre ellos, lo que el juzgador decida respecto de
cómo deberán de repartirse los bienes. Por lo tanto, en contra de la interlocutoria en análisis
no es procedente el recurso de queja ante la Sala responsable. Octavo tribunal colegiado
en materia civil del primer circuito. Amparo en revisión 312/96. Sandra María Cristina
Argüelles Díaz. 18 de febrero de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: María del Carmen
Sánchez Hidalgo. Secretaria: Edith Alarcón Meixueiro. Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época.
Tomo VI, julio de 1997. Tesis: I.8o.C.142 C. Página: 421. Tesis aislada.
54 Cfr., Colegio de Profesores de Derecho Procesal, op .cit., p. 172.
55 PALLARES, Eduardo, op. cit., p. 687.
246 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA
VI. LA RESPONSABILIDAD
VIII. BIBLIOGRAFÍA