La Violencia Como Fenómeno Social
La Violencia Como Fenómeno Social
La Violencia Como Fenómeno Social
Mexico.
INTRODUCCIÓN.
En la introducción, Osvaldo comienza por relatar los hechos ocurridos en canoa el 14 de Septiembre de
1968. A continuación expone quienes, desde la perspectiva general de los habitantes de Canoa, son los
causantes del linchamiento: el párroco, el presidente municipal auxiliar, el agente de paz, el
comandante municipal en suma todo un grupo que ejercía cierto poder político en la comunidad. El
autor considera relevante presentar que la percepción que existen, en las inmediaciones de la malinche,
colocan a Canoa como un lugar de gente asesina y violenta.
Romero dice que a partir de la investigación etnográfica se lograron reunir seis versiones diferentes de
los hechos. en las tres primeras, a los excursionistas poblanos se les acusaba de ser los responsables
robo, de abusar sexualmente de una de las mujeres que estaban en el templo católico, de ir con fines
políticos comunistas y de no pagar por sus alimentos. Otras dos versiones se señala que el culpable fue
el párroco de la comunidad al incitar la golpiza. En una última versión se niega que existiera violencia
real y se asume que los participantes eran gente iletrada y fanatista. También recupero entrevistas que
se hicieron en periódicos y otras fuentes que coinciden a grosso modo con las versiones registradas su
trabajo de campo.
Romero dice que hay preguntas que se deben hacer a lo largo de una investigación y que corresponden
con dar una explicación causal, que pretenden contribuir a la explicación de un fenómeno. Mientras
que en el mismo proceso también se debe tener en cuanta que existe otro por qué, que en vez de
apuntar a las causas, apunta a la razones/motivaciones. Retoma las ideas de Wittgestein de que la
pregunta “por qué” se puede responder tanto aludiendo a razones como a razones/motivaciones y eso
dependerá del contexto y del objetivo del estudio.
Un de sus primeras hipótesis dice en Canoa existieron mecanismos económicos, politicos y culturales
que contribuyeron a que se reprodujera la violencia en el interior comunitario. Entendiendo por
contribuir una acepción de facilitamiento.
El se coloca del lado del por qué buscando encontrar causas mediante la reducción de la discusión a
determinantes económicos, políticos y culturales. Pero entendiendo que esos determinantes son mas
bien condiciones necesarias mas no suficientes del fenómeno. Propone que, retomando a Bordieu, que
los hechos sociales están mutuamente relacionados. Los mecanismos que busca el autor pueden
explicar la posibilidad de violencia, pero no la violencia en sí misma en cómo y cuándo ocurrió.
La segunda hipótesis versa relaciona a los caciques locales directamente con el evento: “La violencia
en Canoa realiazaba los intereses de los caciques locales, constituyéndose como una expresión del
control político por parte de ellos”.
“Mientras la primera hipótesis constituye una conjetura acerca del escenario general de nuestro drama,
la segunda afirma quién era el titiritero y apunta a explicar los hechos concretos en cómo y cuándo
ocurrieron.” (24)
Osvaldo apunto a que si bien existe unos actores que mueven los hilos de los conflictos, esa dinámica
no tiene por presas a unos entes pasivos como en el teatro giñol sino que en esta forma históricamente
determinadas la articulación de los actores y los productores ha desembocado en los hechos de canoa.
La violencia no es siempre producto de elementos internos (los caciques consideraron mas efectivo
herir y matar a personas de fuera que a los de la misma comunidad) también puede ser al contrario
como se intentará mostrar en este libro.
La aportación central que autopropone el autor de su libro es "la explicación, en un proceso violento,
del papel que juegan los caciques como los gobernantes reales y los explotadores de los campesinos, al
mismo tiempo que la iglesia funge el papel de justificador del orden económico y político de la
comunidad [...] contribuyeron a crear las condiciones sociales y políticas que sostenían y reproducían la
coerción” (24-25)
A partir del trabajo etnográfico se notó que no basta con la explicación del fenómeno del linchamiento,
también existen construcciónes divergentes en cuanto al mismo. Entonces se puede vislumbrar que hay
otra tarea y otro objetivo, ya no explicar los hechos sino comprender las interpretaciones de los hechos
y ubicarlas en el mapa de lo social. De esta labor surge la tercera hipótesis: las diferentes
interpretaciones de las versiones del linchamiento se deben a su rol y su posición social en el tiempo
del linchamiento y en los tiempos posteriores a éste.
Romero propone que hay un nivel mas a parte de la explicación y la interpertación: la comprensión, él
piensa este nivel como una síntesis de la explicación y la interpretación: dar las distintas respuestas a
la pregunta por qué.
Siguiendo la ruta trazada por Romero, ¿hay necesidad de privilegiar (o incluso de limitarse a) la
explicación o la interpretación o forman dos momentos distintos del proceso de comprensión?
El autor propone por un lado que la explicación y la interpretación han funcionado como etapas
diferentes en la teoría antropológica. En partícular la antropología del siglo XX ha intentado aportar al
fenómeno de la comprensión, sin embargo retoma a Geertz para argumentar que estas investigaciones
tienen a una “autoridad etnográfica” [no se que significa] y las categoriza en cinco: realista,
experiencial, interpretativo, dialógico y polifónico.
El modo realista se ancla en los años 20´s y tiene que ver con la revolucionaria ténica de la observación
participante. La interpretación estaba ligada a la descripción privilegiando lo visual. Se pretendía
alcanzar el corazón de la cultura entendiendo que era una totalidad. Prevalecia la sinecdoque en las
formas de retórica y las partes eran asumidas como microcosmos de la totalidad.
La autoridad experiencial estaba basada en una “especie de sentido común acumulado”(26) de cierta
“sensibilidad hacia un pueblo o un lugar” (26) El autor critica esta postura por el misticismo que
implica saber si existe la intuición o no; no toda experiencia significativa se traduce en una
interpretación. El trabajo de campo se centró en la experiencia del etnográfico observador participante.
El interpretativo hunde sus raíces en la idea de una interpretación basada en un modelo textual que trata
de eliminar la autoridad autoral mediante la idea de que las culturas son un entretegimiento de textos en
los que la poieses (aquello que convierte al no-ser en ser) es quien opera para la creación de
representaicones colectivas. Sin embargo, comparte con la autoridad realista el no poner la realidad del
autor en juicio sino quedarse como simple espectador de lo ajeno.
El dialogo incluye los elementos circunstanciales y intersubjetivos reprimiendo el hecho de la
textualización, muestran la escena de los actores que siguen siendo “representaciones” del diálogo y
son los autores quienes tienen el control de ese dialogo textualizado. “este desplazamiento, pero no
eliminación de la autoridad monológica es característico de toda estrategia que retrate al etnógrafo
como un personaje discreto de la narrativa de trabajo de campo”. (27) con respecto a la citación
extensa, Romero dice que también es sólo un desplazamiento de la autoridad donde todos los textos son
agrupados por un autor en su texto; la heteroglosia (las distintas voces contenidas en una novela) se
domestica por el autor.
Si bien Geertz no responde a la pregunta de si la explicación es parte de la interpretación o su
contraparte, Lo rescatable de esta discusión es que los elementos de interpretación están tanto en la
antropología dialógica como en la heteroglósica mientras que no están en la etnografía realista.
Dejando un poco la discusión respecto a la interpretación, se propone mostrar que existen cualidades
principales de la explicación para distinguirla de la interpretación. La estructura formal de una
explicación consta de: condiciones iniciales, afirmaciones universales, consecuencias deductivas.
El problema de aplicar cabalmente este tipo de explicación es que, en ciencias sociales es difícil
encontrar afirmaciones universales: pues la cantidad de variables en un escenario dado hacen imposible
su descripción y aún menos generar categorías que se sometan a la misma ley.
Hempell propone un tipo de explicaciones donde la consecuencia no es resultado necesario y suficiente
de una acción pero que sin embargo puede dar las condiciones necesarias para que se cumpla. Lo que
Watkins llama “esbozo” puesto que concierne a la voluntad de los individuos involucrados.
Para comenzar a tratar el tema de la interpretación, Romero dice que se debe dejar de entender los
conceptos de comprensión, explicar e interpertar como sinónimos..
Comprender es un juego entre expectación y retroalimentación, significa conferir sentido a algo.
Explica que el proceso de comprensión conlleva una primera impresión que al ser procesada cambia la
dinámica de la estructura que la esta procesando, lo razonable deja de serlo y dudamos de la teoría
hasta que se logra un nuevo re-acomodo que integra esa impresión de la que se partió. Las
preconcepciones sn implicadas en el proceso de comprensión. Las sociedades agenas no pueden ser
mas que aproximadas mediante una traducción a nuestra propia lógica.
“El problema que origina la afirmación es el de cómo estudiar otras sociedades objetivamente; es decir,
cómo efectuar la crítica de nuestras preconcepciones a fin de que podamos contrarrestar sus valores de
verdad.” (30)
La interpretación busca hacer inteligible la experiencia. Por ejemplo, para Sperber “la tarea de la
etnografía sería hacer inteligible la experiencia de los seres humanas particulares moldeados por grupos
social al que pertenecen, para lograrlo los etnógrafos tienen que explicar e interpretar las
representaciones culturales compartidas por esos grupos”. (30) Explicar e interpretar son dos tareas
autónomas que contribuyen a la comprensión de los fenómenos culturales. Ulin agrega que el
etnográfo esta siempre fuera de su propio ambiente y hay un dialogo con los sujetos de estudio por lo
que “el proceso que caracteriza la comprensión de acciones y productos culturales humanos no es
esencialmente distinto de la interpretación de un texto”. Romero retoma estas dos ideas para formular
su propuesta, la comprensión y la interpretación son dos formas diferentes. Parte del supuesto de que
la cultura es un texto y las diferentes interpretaciones son textos diferentes. Comprender la
interpretación de cada actor significa comprender su posición en la comunidad, sus experiencias de
vida y sus historias particulares.
Como modelo adopta la teoría literaria de Roman Ingarden, donde la percepción y la interpretación de
la obra, hecho ocurrido, es un encuentro de elementos objetivos que son después proyectados
subjetivamente en los lectores del drama.
“La obra literaria es una formación puramente intencional que tiene su ser en actos de conciencia
creativos de su autor y su fundamento físico está en el texto escrito o en otro medio físico.” (32) Por el
lenguaje es que la obra es accesible intersubjetivamente y reproducible convirtiéndose en un objeto
intencional intersubjetivo, “relativo a una comunidad de lectores”.
“El lector se refiere con frecuencia a sus experiencias previas, y se imagina el mundo representado bajo
el aspecto de la imagen de un mundo que él se ha construido en el transcurso de su vida” (Ingarden
citado en Jarcorzynsky; 33)
Violencia: Propone que no es posible definir a la violencia ya que no hay una esencia de la violencia.
El concepto de violencia es un concepto de semejanzas de familia, y es pautado desde un contexto (que
puede [o no] ser analogado a otro) pero sobre todo esta determinado en un contexto social e
historcamente determinado.
Romero propone que se debe hacer una valoración de si el concepto de violencia es pertinente en los
contextos, puesto que no es definible a priori. Llega la conclusión de que el caso de Canoa no puede
ser llamado de otra forma es un acto de violencia en resumidas cuentas ya que se empleo el uso de la
fuerza contra la voluntad de los fuereños con el proposito de dañarlos física y moralmente. Lo hace
mas por convención que por reflexión.
Linchamiento: El autor retoma la definición de dos autores, Raúl Rodríguez y Carlos M. Vilas. Del
primero retoma que el linchamiento “es una expresión de la violencia social contenida [...] cuyo
significado es querer restablecer los principios de armonía de una sociedad o de un grupo. [...] Tienen
como origen la crisis de autoridad y como medio la destrucción del símbolo de la autoridad, se
apropian de la impartición de justicia contra quienes violentan o contra quienes dejan de aplicarla.”
Romero piensa que el linchamiento incluye mecanismos para que los autores establecen su propia
justicia que no conduce al restablecimiento ni de la justicia ni de la armonía, constiyéndose entidades
productoras de violencia
De Vilas retoma la dicotomía retención/reapropiación de la violencia para explicar como el
linchamiento es un modo de resolución que un grupo frente a la desligitimación de la capacidad del
estado. Hay dos tipos de linchamiento: lo que expresan violencia punitiva y que se resiste a transferir
a instituciones públicas y por otro lado, los que implican una reapropiación de violencia punitiva
cuando el estado es visto como ineficaz. El linchamiento sería un problema de legitimidad de la
normatividad propuesta por el estado. Sin embargo los casos que se salgan de lo legal o ilegal
quedarían fuera de la conceptualización de Vilas.
Actor social: Con respecto a este concepto se han establecido dos posturas, la romántica de Carlyle
y la determinista de Hegel. Para el primero los actores crean su historia mientras que para Hegel el
actor es una simple marioneta del “espíritu del mundo”. El autor no se inscribe en este debate sino
toma la postura marxista de pensar que el hombre hace su propia historia pero bajo condiciones dadas y
heredadas. Siguiendo a Giddens nos dice que “no ocurre que los actores creen sistemas sociales: ellos
reproducen o los transforman, y recrean lo ya creado en la continuidad de una praxis” (Giddens, 1991
en 35). Romero lo simplifica diciendo que “podemos decir que nuestros actores pueden elegir el modo
de actuar, pero no son ellos quienes escogen sus roles, ni las escenas ni el telón de fondo, ni siquiera a
los demás actores”.
Retoma de Tourraine la idea de que actor social y sujeto son las caras de una misma moneda. Mientras
el actor social esta articulado al sistema o estructura de dominación el sujeto se desliga de esas
estructuras y busca proteger y preservar su libertad individual. El actor no es un automata en
contraposición al sujeto totalmente libre, todos los actores son sujetos en tanto siempre hay una
negociación y resistencia.
Eduardo Menéndez nos dice que el actor y/o sujeto es a la vez una unidad de descripción y un agente
tranformador. Produce y reproduce la estructura social y los significados. El punto de vista del actor
como metodología debe reconocer que en las sociedades actuales, la estructura social y de significado
refieren a condiciones de desigualdad generados a partir de varias diferencias que se expresan a través
de las relaciones establecidas entre los propios actores. La metodología propuesta por Menendez
presupone que se debe dar la palabra a los sujetos sociales que no la tienen, no sólo se les escucha sino
que se asume que su versión es correcta y verdadera. “las investigaciones deberían dar la palabra a los
diferentes actores significativos que intervienen en un proceso dado, y describir en términos
relacionales las características y condiciones de sus saberes.”(37)
Se debe respetar y absolutizar el punto de vista del actor porque alterar los patrones culturales podría ir
en contra del actor. Se debe explicitar si esta metodología se esta aplicando a las representaciones y/o a
las prácticas
En Canoa hay actores que cumplen sus papeleys y que están dentro de una estructura de poder y
dominación, sin embargo existen otros que perteneciendo a esa estructura de poder, no llegan a cumplir
los papeles asignados por el sistema, cuando se asume una posición discordante fuera del control
general se enfrenta, por consecuencia, a los defensores del sistema dispuestos al conflicto y a la
violencia.
Estructura social: Hablar de estructura social permite vislumbrar que no se esta hablando sólo de la
violencia como privativa de un grupo o de ciertos actores sino que parte de la sociedad en su conjunto.
La violencia constituye parte actuante de las acciones en tanto se hace uso de ella para modificar la
conducta de otros actores o grupos, pero esta inserta y se reproduce en tanto es producto del sistema de
relaciones económico-políticas mas amplias. “El análisis de la violencia desde una perspectiva de la
estructura social, nos permitirá analizar el fenómeno de la violencia a partir de las relaciones de
dominación que se dan en un conjunto establecido formalmente dentro de un sistema de autoridad o
gobierno de cierto tipo de sociedades agrarias” (38).
Retoma la noción de estructura social de Readclife-Brown, “considera que la observación directa nos
revela que los seres humanos están conectados por una compleja red de relaciones que tienen una
existencia real” Romero considera que las relaciones persona a persona son parte de esa estructura
social y diferencia entre individuos y clases.
Después retoma las formulaciones que hace Gellner sobre las sociedades agrarias con tendencia al a
dominación que surge de proteger los deósitos, la disciplina se impone a través de la acceso diferencial
a los sitios de almacenamiento. La violencia sólo se usa cuando hay un desafió directo contra quien
controla. Ninguna forma de explotación puede ser separada de un sistema de dominio.
“Ernest Geller considera que la abrumadora mayoría de las sociedades agrarias son en realidad sistemas
violentamente impuestos de almacenamiento y protección de los excedentes de la producción”(40)
se requiere de una cohersión ejercida a distancia (sistemas semánticos y culturales) para el control
social. “la coerción sin significación es ciegay la significación sin cohersión es endeble. La
significación por sí sola determina la conformidad cultural, pero no la conformidad política” (41)
“La sociedad agraria, sin duda alguna, está conformada por una serie de actores que no sólo se llevan la
parte más grande del pastel en la distribución y almacenamiento de la producción, sino que conforman
el grupo de agentes que ejerce el poder sobre la población desposeída” (41)
Control social: Romero entiende este concepto como la “Suma total de los procedimientos por medio
de los cuales la sociedad u otro grupo dentro de ella consigue que la conducta de sus unidades
componentes, individuos o grupos se conforme a lo que de los mismos se espera (diccionario
sociológico, 2001; 68 en 41)” distingue dos formas de control: el control coactivo y el control
persuasivo. La mayor parte del control social es persuasivo y se lleva a cabo con medios como la
imitación, la recompensa y el reconocimiento. Retoma la distinción que Adams hace entre control y
poder, el control se ejerce sobre los objetos y la tecnología mietras el poder se ejerce para obligar a
cambiar una conducta y motivarla hacia el fín que conviene al poseedor del poder. Romero hace una
traspolación del concepto de Adams respecto a la delegación de poder y dice que hay un control de los
simbolos mediante los cuales se manipula a las personas. El control simbólico del padre estaba mas
allá del que le delegaban los caciques, estaba soportado por toda una insititución ideológica, la iglesia
católica.
Intereses: en primera instancia remite al concepto de necesidad, una segunda propuesta remite a la
orientación entre diferentes valores, estilos y necesidades pueden ser instrumentales o expresivos. Una
tercera acepción piensa que los intereses están ligados a los deseos, el deseo produce una conflicto de
intereses que es resulto con estrategias de dominancia.
Para Romero, los intereses se dividen en objetivos y subjetivos, los subjetivos son deseos y los
objetivos tienen que ver con la necesidad.
CAPÍTULO 2: Las teorías de la violencia
Este capitulo, a grandes rasgos presenta una panorámica general de las que el autor considera, las
principales teorías sociales de la violencia. En vez de hacer una progresión de las ideas generales de
las teorías y sus principales conceptos, el autor opta por interrogar a los autores mediante dos
preguntas: ¿Cuál es el quid de la violencia y por qué ocurren hechos violentos? Y ¿Existe una teoría de
la violencia que pueda explicar y hacernos comprender los asesinatos ocurridos en San Miguel Canoa,
Puebla? A partir de estos cuestionamientos el autor va mostrando como cada teoría tiene sesgos
principalmente de las postura epistemológica esencialista mediante la cuál abordan su objeto. El
propone en cambio, un uso del concepto no esencialista en donde al explicar el papel de los actores e
interpretar las diferentes versiones de los hechos que están en la narrativa se logre una comprensión del
fenómeno de la violencia en Canoa.
Las síntesis del capitulo esta agrupada en un cuadro comparativo que a continuación muestro.
Como conclusión el autor nos dice que la mayoría de las teorías explican todo y nada, porque no parten
del estudio de casos concretos y únicos. Hay aspectos que no se contemplan y que tienen mucho poder
explicativo por ejemplo los motivos psicológicos individuales.
¿Cuál es son sus tesis principales?
El autor propone investigar el caso del linchamiento en Canoa desde un marco epistémico que
considera a la comprensión como un conjunción de explicación e interpretación. Siempre se deben
tomar en cuenta las condiciones que posibilitaron los sucesos, sin embargo. Eso no basa pues hay que
también tratar de desenmarañar la proyección que hizo del hecho en las personas según sus vivencias y
su forma de percibir el hecho. El autor propone que a partir de un modelo de critica literaria él puede
dar cuenta del fenómeno. Su preocupación versa en el sentido de cómo entender un fenómeno en el
que existen múltipes versiones de los hechos, el propone que cada versión esta dada desde una
condición de clase y unos intereses específicos por lo que es ahí desde donde se debe retomar.
Otro de sus ejes principales está en demostrar que la violencia no es un concepto que se pueda definir
platonistamente sino a partir de un contexto específico y único. El piensa que los conceptos no pueden
ser introducidos sin una crítica y sin replantearse que solución da la teoría a cierto problema específico.
La forma de argumentación del autor es por reducción al absurdo, retoma los modelos teóricos e
introduce los datos para después sacar las conclusiones que se obtendrían de aplicar cierta teoría y
mostrar que no es pertienente porque no contempla los aspectos que le interesan en su investigación.
Los principales conceptos los define criticamente a partir de varios autores y los va amoldando al caso
que quiere estudiar. NO es necesario repetirlos aquí porque ya están tratados y definidos en las
páginas anteriores.
Como modelo adopta la teoría literaria de Roman Ingarden, donde la percepción y la interpretación de
la obra, hecho ocurrido, es un encuentro de elementos objetivos que son después proyectados
subjetivamente en los lectores del drama.
“El lector se refiere con frecuencia a sus experiencias previas, y se imagina el mundo representado bajo
el aspecto de la imagen de un mundo que él se ha construido en el transcurso de su vida” (Ingarden
citado en Jarcorzynsky; 33)
¿Cuál es su teoría?
Su teoría a grandes rasgos procede de un modo de hacer investigación basado en la conversión de los
conceptos a un momento histórico y contextos particulares. No existe teoría que de cuenta de la
esencia de las cosas sino que para encontrar el “por qué” se debe, en cada caso, de optar por revisar lo
dicho sobre el tema y mediante un análisis de la estructura de las ideas y de la articulación de los
conceptos, decidir si ese esqueleto teórico permite dar aproximarnos a una comprensión.