La Semana Santa en Trujillo Durante La Edad Moderna 0

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L A S E M A N A S A N TA

EN TR U J I L L O D U R A NT E
L A EDAD M OD ERNA
L A SEMANA SANTA
EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD
MODERNA
Dedicado de corazón a Lorenzo Cuadrado Abril (q. p. e. d.) y
Pilar Calvo de la Cámara, que siendo mis segundos padres me
han enseñado a querer a Extremadura y a sus gentes.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ....................................................................................11

SIGLAS UTILIZADAS ..............................................................................15

CAPITULO I. EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS


PENITENCIALES EN TRUJILLO A COMIENZOS DE
LA EDAD MODERNA Y SUS NOTAS MÁS CARACTERÍSTICAS ..........17

CAPITULO II. LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ.


DE TRUJILLO..........................................................................................47

CAPITULO III. LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA


DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS ................................91

CAPITULO IV. COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS


NAZARENO DE TRUJILLO ..................................................................123

CAPÍTULO V. EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS


RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION Y LAS
MANIFESTACIONES DE RELIGIOSIDAD POPULAR ..........................165

APÉNDICE DOCUMENTAL ..................................................................201

FOTOS SEMANA SANTA TRUJILLO ....................................................245

BIBLIOGRAFIA ....................................................................................259

FUENTES DOCUMENTALES ................................................................267


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene por objeto la investigación de la Semana Santa


de Trujillo a través del estudio de las ordenanzas de sus cofradías peniten-
ciales, cuyo marco temporal abarca desde principios del siglo XVI hasta fina-
les del siglo XVIII y prácticamente coincide con el Antiguo Régimen. Nuestra
exposición termina en el último lustro de esa centuria y primero del XIX, por
coincidir con los primeros hechos que dieron lugar a su caída, fundamental-
mente la Desamortización de Godoy y Guerra de la Independencia, que
sientan las bases de la revolución burguesa y exigen un análisis específico y
detenido que pretendemos abordar más adelante.
Dos son las razones fundamentales que nos han motivado a realizarlo.
En primer lugar, la falta de un estudio específico sobre esta singular expre-
sión de religiosidad popular, sin que esto suponga negar la importancia y el
valor de lo publicado hasta la fecha, pero que son obras superadas desde el
tiempo en que vieron la luz. Destaca el magnífico libro de Juan Tena
Fernández titulado “Trujillo Histórico y Monumental”, que es de consulta
obligatoria para abordar cualquier estudio sobre Trujillo. Además, hay varios
trabajos realizados por José Antonio Ramos Rubio, que se basan fundamen-
talmente en la obra anterior y utiliza como únicas fuentes las del Archivo
Municipal de Trujillo y el de las parroquias de la ciudad.
En segundo lugar, la puesta en valor de la Semana Santa de Trujillo, pues
al analizar con detenimiento y rigor esta rica expresión religiosa, nos permiti-
rá tener un mejor conocimiento de su pasado, que servirá para entender ple-
namente nuestro presente. Como señala Domínguez Ortiz, ningún grupo
humano mantiene su propia identidad si desprecia su pasado al olvidar sus
tradiciones. Esta afirmación, cobra aun más sentido en la actualidad, pues
muchas veces el proceso de “globalización” en que se halla inmersa la socie-
dad, nos lleva a cierta uniformidad en cuanto a las formas y comportamientos
12 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

colectivos en las fiestas religiosas, adoptándose un modelo estético que es


ajeno a nuestras tradiciones, y con las que nada tiene que ver. Trujillo debe
recuperar los valores y elementos estéticos tradicionales que la caracterizaban
y le daba cierta originalidad a su Semana Santa, como resulta del estudio que
exponemos a continuación, lo que justifica plenamente el esfuerzo que hemos
realizado, que nos permitirá su conservación para generaciones futuras y con-
seguir su divulgación en distintos ámbitos.
Hemos realizado nuestro análisis desde distintos puntos de vista, y espe-
cialmente desde la perspectiva de la historia de las mentalidades, pero
teniendo siempre muy presente la influencia de la religión en la vida coti-
diana durante el Antiguo Régimen. Nuestra exposición se articula en varios
capítulos, que además de reflejar los sentimientos religiosos de los trujilla-
nos durante esa época, nos va a permitir conocer su escala de valores, pen-
samientos dominantes, y sus comportamientos sociales.
En el capítulo primero pondremos de manifiesto la importancia de la reli-
gión, las circunstancias que explican el nacimiento de las cofradías penitencia-
les en Trujillo, y el importante papel que desempeñaban estas asociaciones en
todos los ámbitos de la vida cotidiana. Los tres siguientes están dedicados a
cada una de las cofradías penitenciales, Vera Cruz, Soledad y Jesús Nazareno,
analizando con detenimiento sus libros de reglas, que nos permitirá conocer
cuales fueron sus avatares históricos durante tres siglos, especialmente la anti-
güedad y arraigo social de la devoción a sus imágenes titulares. En el último,
nuestro estudio se centra en el conflicto entre las tradicionales manifestacio-
nes de religiosidad popular con las ideas racionalistas de la Ilustración, y como
las autoridades civiles intervinieron en el gobierno de las cofradías trujillanas.
Se completa con un rico apéndice documental que recoge aquellos testimo-
nios que considero de más interés, y otro fotográfico.
Una dificultad añadida a nuestro trabajo ha sido hacer frente a la disper-
sión de las fuentes que nos han servido como apoyatura documental, pues
hemos utilizado los fondos procedentes de distintos archivos civiles y eclesiás-
ticos radicados en distintas poblaciones. Destacan los depositados en el
Archivo Histórico Nacional, hasta ahora inéditos, así como contenidos en los
protocolos notariales de la ciudad, que por su riqueza de contenido nos apor-
tan valiosos datos sobre los más variados aspectos de la sociedad de la época.
Por último, deseo dejar constancia de mi reconocimiento y gratitud a
varias personas, sin cuya colaboración este trabajo no hubiera visto la luz.
En primer lugar a don José María Pérez de Herrasti y Narváez bajo cuyo
patrocinio se publica este humilde trabajo. También muestro mi agradeci-
miento a las siguientes personas: don Javier Godoy Barrado, por haberme
facilitados testimonios documentales de las cofradías de Trujillo; don Rafael
INTRODUCCIÓN 13

Frías Marín por las informaciones que me ha hecho saber sobre todo tipo
archivos, metodología a seguir en mi investigación y bibliografía a utilizar;
don Manuel Cantero Muñoz, por el asesoramiento en los aspectos pedagó-
gicos de mi exposición; don Francisco Ramírez Gálvez y don Juan Vázquez
Montilla por su trabajo de informatización y diseño; a don Francisco
González Cuesta, canónigo archivero de la Catedral de Plasencia, por las
facilidades que me ha dado para consultar los archivos eclesiásticos de
Plasencia; a María Teresa Pérez Zubizarreta Sánchez por las informaciones
que me ha aportado sobre cualquier aspecto de Trujillo; a don Antonio
Rodríguez Lebrón por haberme proporcionado las fotografías que aparecen
en el correspondiente apéndice.
SIGLAS UTILIZADAS

AHN................................Archivo Histórico Nacional.

AHPC..............................Archivo Histórico Provincial de Cáceres.

AMT ................................Archivo Municipal Trujillo.

ADP ................................Archivo Diocesano Plasencia.

APSMT ............................Archivo Parroquial San Martín de Trujillo.

ADC ................................Archivo Diputación Cáceres.

ARCG..............................Archivo Real Chancillería Granada.

r ......................................recto.

Vto ..................................vuelto.

f ......................................folio.

p ....................................página.

[…] ..................................texto que falta o que omitimos.


CAPITULO I
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN
TRUJILLO A COMIENZOS DE LA EDAD MODERNA Y SUS
NOTAS MÁS CARACTERÍSTICAS

LA IMPORTANCIA DE LA RELIGIÓN DURANTE LA EDAD MODERNA

Durante los siglos XVI al XVIII lo religioso y las instituciones que tení-
an ese carácter, jugaban un muy importante e influyente papel en todos los
órdenes de la vida cotidiana, cuestión que hay que tener siempre presente
para abordar con rigor un estudio histórico sobre cualquier aspecto de la
sociedad de la época. Y sin pretender ser exhaustivos, expondremos algu-
nas las razones que lo explican:

Independencia económica y riqueza de la Iglesia diocesana y demás


instituciones religiosas.
Se basaba en que estaba facultada para cobrar los diezmos, que era una
de las figuras impositivas más características del Antiguo Régimen, que es
un fiel reflejo de su gran poder, pues su cobro es una facultad innata al
poder público. Estaban a cargo de los fieles y no tenía carácter universal,
pues su pago recaía de forma exclusiva en quienes explotaban directamen-
te la tierra o el ganado, independientemente del título jurídico que le facul-
taba para hacerlo. Por ello, no tenían condición de contribuyentes quienes
siendo propietarios de tierras las arrendaban, que de forma habitual eran
los miembros de las clases privilegiadas (nobleza y clero).
Su cuantía era el diez por ciento bruto de lo producido sin deducción
alguna, sin tener en cuenta que el año agrícola fuera bueno o malo, y su
percepción correspondía en principio a la Iglesia diocesana, y su importe
se destinaba a sufragar los gastos derivados de la cura de almas o “cura
18 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

animorun”, el sustento económico de los clérigos que ejercían el ministe-


rio sacerdotal, y los gastos ocasionados por el mantenimiento y construc-
ción de las fábricas parroquiales. Y hemos de tener presente, que a veces
se había privatizado a favor de nobles u otras instituciones religiosas, cuyo
ejemplo más elocuente en tierras extremeñas era el convento de Nuestra
Señora de Guadalupe.
A lo anterior, hay que añadir la solvencia financiera derivaba de los dere-
chos de estola y pie de altar, es decir las ofrendas que se hacían en las misas
y al administrar los sacramentos. Las instituciones eclesiásticas también se
había convertido en la mayor propietaria de bienes inmuebles rústicos y urba-
nos así como ganados, creando un patrimonio que no hizo más que aumen-
tar a lo largo de los años y era de variada procedencia: donaciones, compras,
herencias de religiosos, adjudicaciones por deudas y permutas, censos, rendi-
mientos de los bienes raíces que se van adquiriendo en el transcurso del tiem-
po, y en el caso del clero regular, las jugosas dotes para entrar en los ceno-
bios, especialmente entre los segundones de las familias ricas.
Y esa riqueza se refleja en la multitud de propiedades de que eran titu-
lares las distintas instituciones eclesiásticas en Trujillo, de las que nos infor-
ma con detalle el Catastro de Ensenada1. Alcanza a 55 edificios religiosos
que pertenecen a los siguientes conventos: la Merced 14; San Miguel, 11;
Encarnación, 10, San Francisco el Real, 8; San Pedro, 6; Santa Clara, 4;
Concepción 2. Las cofradías son titulares de 44, destacando la Soledad y
Ánimas con 8 cada una). A las capellanías y memorias le corresponderían
32, a las parroquias 27; a los hospitales y hospicios 19; por último el cabil-
do de capellanes sería titular de 14.

La formación de la opinión pública estaba en manos de instituciones


religiosas.
A través de los púlpitos de los distintos espacios sacralizados (parro-
quias, iglesias, conventos o ermitas), se creaba la opinión pública o se mar-
caban tendencias para su formación. Y hemos de tener presente que en la
sociedad mediática de la España Moderna, era el medio de comunicación
social por excelencia con mayor poder de convicción, y el único al que
tenía acceso toda la población que asistía en masa a la multitud de actos
religiosos que se organizaban a lo largo del año, pues los textos impresos
estaban al alcance de una minoría, por ser la práctica totalidad de la pobla-
ción analfabeta.

1 PIZARRO GÓMEZ, F.J.: Arquitectura y Urbanismo en Trujillo (Siglos XVIII y XIX). Cáceres
1987, p. 43.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 19

Existencia de una jurisdicción eclesiástica con facultad para juzgar y


ejecutar lo juzgado.
El que hubiere tribunales de justicia servida por eclesiásticos, con com-
petencia para conocer con carácter exclusivo de determinados asuntos, con-
forme a leyes emanadas de la Iglesia, situación que se mantuvo vigente
hasta el siglo XVII. El Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura,
nos informa sobre ese particular con respecto a la ciudad de Trujillo2:
“En esta ciudad y su partido son del Obispado de Plasencia, en ella resi-
de un vicario eclesiástico, con su curia, compuesta de dos notarios, fiscal y
ministro de corona, este y el común se quejan de que deviendo conocer de
las causas civiles, a excepción de las matrimoniales, beneficiales, decimales
y criminales que están reservadas a la curia de Plasencia, se ha abocado
aquel tribunal el conocimiento de dichas causas, lo que perjudica así a
dicha curia como a los ynteresados, por que tiene que hacer sus recursos
acudiendo a dicha ciudad con bastante dispendio por la distancia de cator-
ce leguas que medían y la molestia de los caminos escabrosos y expuestos a
ynsultos que tienen que transitar, lo que se ebitaría sí a dicho vicario se le
permitiese el completo ejercicio de su jurisdicción, en la que obserba el
arancel real o el prevenido por las sinodales del obispado”.

Lo religioso impregnaba todos los espacios urbanos y rústicos.


Todo el paisaje urbano y rústico estaba impregnado de lo religioso, exis-
tiendo multitud de parroquias, iglesias, conventos o ermitas o vía crucis. En
el caso concreto de Trujillo, con respecto a las primeras existían las de San
Andrés, Santiago, San Martín, Vera Cruz, Santo Domingo, y Santa María la
Mayor que era la más importante de todas, como nos hace saber el geógra-
fo real Tomás López3:
“La iglesia de Santa María es la matriz […] de dicha parrochia han sido
feligreses las casas principales de estta ciudad y en ella tienen sus capillas, en
la misma celebra sus funciones el Muy Noble Ayuntamiento de estta ciudad,
con especialidad las de honrras por los Reyes y Príncipes y las de rogativa y en
ella se principian y concluien las procesiones públicas y tiene como matriz
otras preeminencias; se halla situada en lo alto de la población que llaman
Villa, juntto a el castillo o fortaleza, dentro del recinto de las murallas, en que

2 BARRIENTOS ALFAGEME, G; RODRÍGUEZ CANCHO, M.: Interrogatorio de la Real


Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo Tomo I,
Salamanca 1993 p.51.
3 BARRIENTOS ALFAGAME. G.: Estremadura por López año de 1798. Mérida 1993-1996, pp.
440-441.
20 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

que ha quedado poca vecindad, porque arrojados los moros y libres de sus
incursiones se fueron edificando casas fuera de ellas, en la falda del zerro
donde esta situada; su fábrica es bastante antigua y más costosa que hermo-
sa por ser del orden gótico
La de San Martín tiene, además del párroco, tres beneficios que siempre
se han servido y dos préstamos; su fábrica es más moderna y hermosa, de
una sola nabe marabillosa por su anchura, con la longitud correspondien-
te y tres capillas a sus lados y estta en la mejor proporción para asistir a los
fieles y esttos recivi los santos sacramentos y para asistir a sus funciones; se
fundó por estar en la plaza mayor los años 1480. La de Santiago tiene el
beneficio curado otro servidero y dos presttamos y es de buena arquitectu-
ra. La de la Vera Cruz es moderna, tiene su beneficio curado y dos servide-
ros. Esttas dos y la de Santa María ocupan el mejor sitio aunque ynttramu-
ros. La de San Andrés es de mala arquitectura y estta en su circumferenzia
desamparada de casas, inmediatta al muro y puerta que llaman del
Trifundo. La de Santo Domingo estta fuera de ellos, en la falda de dicho
cerro, al nortte, inmediata a un barrio que ba comenzando a arruinarse y
a ella, al presente, son anejos los más de los vecinos de los dichos tres arra-
vales donde se han mandado erigir las tres parroquias y en cada uno ay
una hermitta y en la circunferencia de estta ciudad aya differentes”.
Las órdenes religiosas estaban muy presentes en la ciudad, existiendo
cuatro cenobios de frailes y siete de de monjas, por lo que la podemos cla-
sificar de la típica ciudad conventual, pues era muy atractiva económica-
mente para el clero regular desde la segunda mitad del siglo XVI, por el
momento de esplendor derivado de las ingentes riquezas que los peruleros
trajeron de América4:
“ay quattro conventos de religiosos: el de Santo Domingo en que ay dos
cáthedras de teología y tres de filosofía, tiene 20 religiosos poco más o menos;
al de San Francisco tendrá unos 40 y tres cátedras de filosofía, el de francisca-
nos descalzos las mismas cátedras y 20 religiosos; el de Nuestra Señora de la
Merced tendrá 12. De monjas ay los siguientes: el de San Francisco, el Real de
la Puerta de Coria, el de San Pedro, que ambos son de la tercera Orden de San
Francisco, el de Santa María que es del Orden de San Jerónimo, sujettos al
ordinario, el de San Miguel de dominicas a los religiosos de su orden, al de la
Concepción franciscana de la observancia y lo mismo el de San Antonio en
que se sigue la primera regla de San Francisco, y de donde se dice salió el
Benerable Orozco para fundadora del de la Villa de Mula”.

4 BARRIENTOS ALFAGAME. G.: Estremadura por López año de 1798. Mérida 1993-1996, p.
441.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 21

A lo que hemos reseñado, habría que añadir varias ermitas y la iglesia


de San Lorenzo, que prestaba asistencia espiritual a los pobres recogidos en
el hospital de la Caridad de quien dependía, y “las hermitas de esta ciudad,
que están en su circunferencia, son las de la Magdalena y Nuestra Señora
de la Piedad, Santa Ana, San Lázaro, San Juan, San Sebastián, dentro tiene
la de San Judas Tadeo, […] a media legua de distancia esta la de la Luz y a
legua y cuarto la de la Coronada, donde se dize estubieron algunos templa-
rios”5.
En la ciudad también había multitud de cruces en las puertas de las
viviendas, y en las fachadas azulejos con motivos piadosos, altares en las
calles con imágenes de santos, Cristos o Vírgenes, o Vía Crucis urbanos6.
Pero también estaba presente en las casas particulares, en la intimidad de
las familias, donde los trujillanos tenían oratorios particulares e imágenes
religiosas, que era reflejo de cuales eran sus devociones particulares más
queridas, sirviendo como botón de muestra el que existía en el palacio de
Sofraga7:
“Exornado y revestido de sedas y tafetanes, colgaduras y galones de oro,
las casas principales de los Barrantes-Cervantes tuvieron además un orato-
rio, un espacio para la reflexión e introversión, elevado sobre un altar de
cantería de cinco gradas sobre el que colgaba un Cristo con peana de made-
ra jaspeada. Una urna de ébano y bronces dorados, un cuadro de Ntra. Sra
de Belén, otro de Ntra. Sra de Guadalupe, un ruego de palabras, sargas, un
frontal bordado en plata y un cáliz de plata dorada, decoraban este espacio
singular, fruto de la dimensión que alcanzó la vida espiritual en la España
del Barroco”.

Los hospitales dependían de las instituciones eclesiásticas.


Durante el Antiguo Régimen los modelos de gestión pública no se hacen
cargo de las necesidades más básicas de asistencia, como era el caso de la
sanidad, que también estaba a cargo de instituciones eclesiásticas. En el
caso concreto de Trujillo, el Catastro de Ensenada menciona los del Espíritu

5 BARRIENTOS ALFAGAME. G.: Estremadura por López año de 1798. Mérida 1993-1996, p.
442.
6 TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo Histórico y Monumental, Salamanca 1988. En este magnífi-
co libro, se ha describe con detalle las calles, plazas y edificios más relevantes de la ciudad,
con continuas referencias a la existencia de todo tipo de símbolos religiosos.
7 SANZ FERNÁNDEZ, F.: El palacio de los Barrantes-Cervantes. El diálogo arquitectura-ciu-
dad entre dos proyectos diacrónicos. En Trujillo desde el Barroco al Neoclasicismo (Siglos
XVII y XVIII). Badajoz 2004, p. 333.
22 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Santo, Caridad, Santa Lucia y Santa María, dejando de existir estos dos últi-
mos a finales del siglo XVIII8, informándonos el Interrogatorio de la Real
Audiencia de que los dos que existían por entonces estaban a cargo de la
cofradías del Espíritu Santo y de la Caridad9:
“Hay en Truxillo dos hospitales, el uno titulado el Espíritu Santo a cargo
de los cavalleros y una junta que forman, cuias rentas consisten en yerbas,
juros, censos y casas, que ascienden a doze a trece mil reales, cuia funda-
ción es inmemorial, se hace la junta para el nombramiento en el primer
domingo de octubre y la preside el correigodr para el acto del nombramien-
to; se cura en él el mal venereo a militares y a otros vecinos y forasteros aun-
que no lo sean, hasta diez y ocho o más si urje la necesidad, pagando cape-
llán, médico, cirujano, boticario, sangrador, un enfermero y dos enferme-
ras, dan convalecencia, comprar ropas de camas, con lo demás necesario,
y según los ynformes se dan las quentas unos a otros sin ynterbención judi-
cial; sus ordenanzas se formaron a virtud de bula de su santidad en el año
de mil quinientos setenta y uno, aunque no se dice que tenga aprobación
del Consejo y según resulta del expediente necesita de reforma su govierno.
El otro titulado de la Caridad es su patrona la ciudad, asciende su renta
a más de quince mil reales anuales, cura de todas enfermedades, a excep-
ción de las contagiosas, da las quentas al ayuntamiento, conoce el juez real
en lo contencioso y le visita el eclesiástico […] otros dos hospitales hay per-
dido titulados Santa María y Santa Lucía, cuias hermitas se hallan arrui-
nadas sin saberse el paradero de sus rentas y se persuade fuesen para reco-
ger pasajeros”.

Las rogativas públicas como única respuesta a todo tipo de calamidades.


Todas las adversidades públicas solo se explicaban desde un punto de
vista exclusivamente providencialista, basado en la creencia de que la acti-
tud pecaminosa e incorrecta de la sociedad daba lugar a la ira divina, que
era la causa directa de esos males. Es decir, el hombre por no cumplir con
los preceptos religiosos, era el culpable directo de las calamidades que
habitualmente asolaban la España Moderna.
Y como no había suficientes conocimientos científicos y sanitarios con
los que explicar y hacer frente con éxito a sequías, destrucción de cosechas

8 PIZARRO GÓMEZ, F.J.: Arquitectura y Urbanismo en Trujillo (Siglos XVIII y XIX). Cáceres
1987, p. 33.
9 BARRIENTOS ALFAGEME, G; RODRÍGUEZ CANCHO, M.: Interrogatorio de la Real
Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo Tomo I,
Salamanca 1993 p.53.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 23

por agentes atmosféricos y enfermedades, el único recurso para ponerles fin


era la penitencia, e implorar el perdón y la ayuda divina. Como señala
Aguilar Piñal10, “la fe es entonces el único refugio ante la adversidad, y de
ella se espera la conservación de la salud, la modificación de la meteorolo-
gía, el remedio contra el hambre, la buena marcha de la economía, la vic-
toria sobre el enemigo y el control de las fuerzas ocultas de la aun mal
conocida naturaleza”.
Entonces, las rogativas públicas surgían como respuesta inmediata y direc-
ta de la propia sociedad, ante situaciones muy difíciles y calamitosas en las
que estaba en juego su propia supervivencia. Y este recurso a la fe era nece-
sario ponerlo en práctica a través de intercesores que fueran apropiados, pues
para los habitantes de una localidad todos los seres sagrados y sus represen-
taciones iconográficas, no tenían el mismo poder y capacidad de obrar mila-
gros, por lo que las peticiones se encomendaban a determinadas imágenes en
función del tipo de calamidad que se sufría en un momento dado11.
Por ello solían ser expresiones de religiosidad muy espontáneas y fervo-
rosas, que nacían al margen de la jerarquía eclesiástica. A partir del siglo
XVIII serán objeto de control y depuración, conforme a la carta circular del
Consejo de Castilla de 21 de agosto de 1770, que atribuyó a los obispos la
facultad de autorizar las rogativas que tenían lugar en el ámbito de su juris-
dicción12.
La literatura de la época refleja la importancia de estas plegarias, como
lo hizo Miguel de Cervantes en “El Quijote”, que se refiere de forma expre-
sa a los disciplinantes, de los que hablaremos con detalle más adelante al
referirnos a las cofradías de la Vera Cruz y Soledad de Trujillo13:
“Don Quijote se puso en pie, volviendo asimesmo el rostro adonde el son
se oía, y vio a deshora que por un recuesto bajaban muchos hombres vesti-
dos de blanco, a modo de disciplinantes. Era el caso que aquel año habían

10 AGUILAR PIÑAR, F.: Historia de Sevilla. Siglo XVIII. Sevilla 1982. p. 287.
11 RODRÍGUEZ BECERRA, S.: Fiesta y Religión. Sevilla 200º, p. 163. El caso más elocuente
era San Sebastián y San Roque, que eran los intercesores más adecuados para poner fin a las
pestes que periódicamente azotaban a muchas localidades.
12 CANTERO MUÑOZ, A.: San Pedro Mártir de Verona Patrón de Doña Mencía. Doña
Mencía 2005, p. 133.
13 CERVANTES SAAVEDRA, M.: El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Primera
parte, Capítulo L II De la Pendencia que don Quijote tuvo con el cabrero, con la rara aven-
tura de los disciplinantes, a quien dio felice fin a costa de su sudor. Editado por el diario El
País, Madrid 2005, p. 569.
24 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

las nubes negado su rocío a la tierra, y por todos los lugares de aquella
comarca se hacían procesiones, rogativas y disciplinas, pidiendo a Dios
abriese las manos de su misericordia y les lloviese; y para este efecto, la gente
de una aldea que allí junto estaba, venía en procesión a una devota ermi-
ta que en un recuesto de aquel valle había.
Don Quijote, que vio los extraños trajes de los disciplinantes, sin pasarle
por la memoria las muchas veces que los había visto, se imaginó que era
cosa de aventura, y que a él solo tocaba, como a caballero andante, el aco-
meterla; y confirmóle más esta imaginación pensar en una imagen que tra-
ían, cubierta de luto, fuese alguna principal señora que llevaban por fuer-
za aquellos follones y descomedidos malandrines”.
También serán utilizadas desde los púlpitos por los predicadores, para
pedir a la sociedad una actitud más acorde con los dictados de la Iglesia,
así como para promover y potenciar la devoción a determinadas advocacio-
nes. Y como botón de muestra con respecto a Trujillo, cuando la sequía
azotaba la comarca de Trujillo, el 1 de marzo de 1770 el Cabildo Municipal
acordó que la efigie del Cristo de la Salud que recibía culto en la ermita de
San Lázaro, para saliera en procesión hasta la iglesia de San Martín para
implorarle pusiera fin a esta situación14:
“El Sr Correxor hizo presente a la Ciudad, que en atención a lo calami-
toso de los tpos pr la falta de agua que se está experimentando era indispen-
sable rrogar a Dios nro q se digne mirar con ojos de piedad la causa común,
y que mediantte a que en esta Ciudad parece se esmera especialmente el zelo
Christiano en tributar los reuerentes cultos al SS mo Christo de la Salud que
existe en la Hermita de Sn Lázaro extramuros de esta Ciudad, le parecía
mui conduzente que este Diuino Señor se condujese en procesión con el
culto y uenerazión debida a la Yglesia Parroquia de S or Sn Martín de esta
Ciudad en donde por nuebe días continuos deuera permanecer recibiendo
las adonarnes uenerazions debidas del Pueblo como se ha practicado en
otras ocasiones y a exemplo de otras ciudades y uillas en que actualmente
se están celebrando funciones iguales y oydo p r la Ciudad acordó así se eje-
cute y que sea la procesión el domingo próximo uenidero a la hora de las
tres y la primera fiesta sea de q ta de esta Ciudad con Sermón y todo el debi-
do aparato”.

14 AMT. Actas Capitulares legajo 294, ff. 13 vto y 14 r: “se juntaron para celebrar Ayuntamto
el Sr Dn Domingo Adorno y Dauilla, Corregidor Della y su Partido y SM los Rexres Dn Jph y
Dn Nicolás de Orozco, el Marqus de Lorenzana y Sr Dn Pedro Thoms de Alcoba, y con asis-
tencia del Diputado del Común dn José Antonio de Quiros”.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 25

El calendario festivo estaba marcado por las celebraciones religiosas


Existía una estrecha relación entre fiestas y religión, formando un todo
interrelacionado que no se podía separar, vinculándose las primeras con las
estaciones y ciclos agrícolas, buscando la protección para las cosechas y los
ganados. Además, en el calendario anual se refleja como al trabajo siguen
el ritmo de las festividades de los santos, y era habitual que las actividades
profesionales estuvieran bajo el patronato de una efigie religiosa.
Este tipo de conmemoraciones suponía la ruptura de la vida cotidiana,
y además de la celebración de actos religiosos solemnes cesaban las activi-
dades laborales y productivas, por lo que se comenzaba a disfrutar de unos
días de merecido recreo y diversión. Por ellos los vecinos participaban
masivamente en los distintos actos profanos que se organizaban junto a los
actos religiosos, disfrutando de un esparcimiento y jolgorio que disminuían
las tensiones en la rígida sociedad de la época. En el caso concreto de
Trujillo, se concretaban en las que se hacían en honor de la Virgen de la
Victoria15, las del Corpus Christi16, las que tenían lugar en honor de otros
santos, y por supuesto la Semana Santa.
Cómo señala Bartolomé Bennasar17 los contratos de alquiler de las viviendas
se establecen en dos fechas de vencimiento, la de San Juan y Navidad; los de
arrendamientos de tierras, que garantizan un pago en especies, fijan su venci-
miento en la Virgen de agosto cuando se trata de trigo, y en pocas ocasiones la
festividad de la Natividad de la Virgen, a comienzos del mes de septiembre. Con
respecto a las viñas, cuando se paga en dinero, se efectúa en Pascua de
Resurrección, y en caso del arrendamiento de huertas habitual hacer dos pagos,
uno por Pascua de Resurrección, y otro San Miguel en septiembre.

La localización de cementerios en espacios sacralizados y presencia


de instituciones religiosas en los entierros.
También hemos de referirnos a las mentalidades colectivas sobre la muer-
te, con especial referencia a las disposiciones testamentarias sobre el lugar de

15 La devoción a la patrona de Trujillo ha sido analizada por Juan Tena Fernández realizó
en su libro titulado Historia documentada de Sta. María de la Victoria, Patrona de Trujillo,
que fue reeditado en el año 2000. Por su parte José Antonio Ramos Rubio publicó Historia
del culto a Nuestra Señora de la Victoria y su coronación canónica, publicada en Trujillo en
1994.
16 RAMOS RUBIO, J.A.: Anotaciones históricas acerca de la fiesta del Corpus en Trujillo y sus
representaciones dramáticas en el Barroco. En Trujillo desde el Barroco al Neoclasicismo
(Siglos XVII y XVIII). Badajoz 2004, pp. 197-207.
17 BENNASSAR, B.: Valladolid en el Siglo de Oro. Valladolid 1989.
26 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

inhumación de cadáveres, pues la práctica común era depositarlos en el inte-


rior de las iglesias, conventos o ermitas, pese a la prohibición o limitación de
las propias autoridades eclesiásticas contra esta insalubre costumbre18.
La razón de querer ser inhumados en lugar sacralizado o lo más cerca
del mismo, se basaba en la creencia fuertemente arraigada de que sería más
fácil acceder a la salvación de las almas. Se pensaba que un elevado núme-
ro de misas, las oraciones emanadas desde el interior de las iglesias o ante
las reliquias allí guardadas, así como las muchas penitencias que se practi-
caban, era uno de los medios más eficaces para hacer más breve la dura y
penosa estancia en el Purgatorio19:
“Las obras con que podemos socorrer a las Almas son de una de tres mane-
ras: la primera y más principal, es el Santo Sacrificio de la Misa: la Segunda es
la Oración: la tercera, todas las obras penales con que se satisface; como son
la limosna, los ayunos, penitencias, peregrinaciones y cosas semejantes”.
Asimismo era muy importante la presencia del clero y cofradías en los
entierros, especialmente en los de las clases privilegiadas que solían ser
muy aparatosos, y que servían para reflejar las grandes diferencias sociales
frente al poder igualatorio de la muerte. Como simple botón de muestra
sería el testamento de doña Aldonza de Orellana, beata y priora del monas-
terio Santa María y la Magdalena de Trujillo, fundando una capellanía y
acordó que su cuerpo sin vida fuera acompañado por los cabildos mayor y
menos, así como la cofradía de la Soledad20:
“Primeramente encomiendo mi ánima a Dios Nro Señor que la crió y
edimió por su preciosisima sangre y pasión y si desta enfermedad muriere
mando que me entierren en la capilla deste dicho conuento y se halle pre-
sente a mi enterramiento el cabildo mayor y menor desta ciudad. Yten
mando se halle a mi entierro la cofradía y hermandad de Nra Señora de la
Soledad”.

Los momentos vitales de las personas estaban marcados por celebra-


ciones religiosas
Por todas las razones antes expuestas, lo religioso se había convertido
en el punto de referencia de los momentos vitales más señalados de cada

18 CANTERO MUÑOZ, A.: Un monumento funerario en la Iglesia Dominicana de Doña


Mencía. En III Congreso de Historia de Andalucía, Tomo IV Andalucía Contemporánea,
Córdoba 2003, pp. 301-311
19 RIBADEYEIRA, P.: Todos los Santos-Las Ánimas, Barcelona 1790
20 AMT. PNT. Cristóbal de Amarilla, Caja 19.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 27

persona, como eran el nacimiento, matrimonio y defunción, situación que


reflejaba de forma elocuente Miguel de Cervantes en “El Licenciado
Vidriera”21:
“Estando un día en la iglesia vio que traían a enterrar a un viejo, a bau-
tizar a un niño y a velar (casar) a una mujer, todo al mismo tiempo, y dijo
que los templos eran actos de batallas, donde los viejos acaban, los niños
vencen y las mujeres triunfan”.

ORIGEN Y NOTAS COMUNES DE LAS COFRADÍAS PENITENCIALES Y


DE LAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA EN TRUJILLO

Nacimiento de las cofradías penitenciales en Trujillo.


A comienzos del Siglo XV, la conjunción de varias circunstancias expli-
can el nacimiento de las primeras cofradías penitenciales y de los desfiles
de Semana Santa, así como el gran auge alcanzado por esta celebración reli-
giosa. De entre todas, destacan la disciplina pública, la práctica del Vía
Crucis, el auge de la devoción y culto a la Pasión, así como que los gremios
limitaran su actuación a asuntos profesionales, dedicándose las cofradías a
la mejora espiritual de quienes formaban parte de ellos.
Con respecto a la disciplina pública, hay que tener muy presente que
estaba muy relacionada con el dominico valenciano San Vicente Ferrer. Por
tanto, no es de extrañar que desde los dos conventos de la orden de Santo
Domingo en la ciudad de Trujillo, Nuestra Señora de la Encarnación y San
Miguel22, se fomentara su práctica, al ser considerado un medio ideal de
expiación de los pecados, lo que ya suponía un claro precedente de las
procesiones penitenciales durante los días de la Semana Santa.
Fray Álvaro de Córdoba, dentro del proceso de reforma de la Orden de
Predicadores23, fundó en 1420 en las afueras de Córdoba el convento de
Escalaceli, donde instaló un Vía Crucis que se considera el primero de
Europa, y desde el que extendió su práctica, en razón de la dificultad de

21 GÓMEZ VOZMEDIANO, M.F.: Religiosidad local y mentalidad popular en La Mancha


durante el siglo XVIII. En Veracruz, Revista oficial de la Hermandad de la Veracruz y Ntra.
Sra de la Soledad de Puertollano nº 16, 2005, p. 83
22 TENA FERNÁNDEZ, J.: Este autor nos hace saber que el convento de la Encarnación se
fundó en 1466, pp. 119-128; el de San Miguel aún subsiste y lo fue en 1466, pp. 57-66.
23 HERNÁNDEZ, R.: Actas de la Congregación de la reforma de la Provincia de España. En
Archivo Dominicana I Salamanca 1980 pp. 7-40; Archivo Dominicano II Salamanca 1981 pp.
5-118.
28 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

desplazarse a Tierra Santa. Se trataba de una peregrinación de sustitución,


que consistía en recorrer rezando cada una de las catorce estaciones en que
se dividía, en memoria de los pasos que dio Jesucristo camino del Calvario.
Con respecto al culto a la Pasión de Jesucristo, además de lo dicho con
respecto a los dominicos, no podemos olvidar el importante papel jugado
por los franciscanos en la vida religiosa de Trujillo, cuya presencia en la ciu-
dad data del primer tercio del siglo XV24. Y era muy importante la devo-
ción que tenían a la Pasión de Cristo, pues no podemos olvidar que San
Francisco fue el primer estigmatizado, amén que la posesión y guarda de
los Santos Lugares en Tierra Santa dio lugar a que esta orden mendicante
interviniera de forma activa en apoyo a las cofradías penitenciales, especial-
mente aquellas cuya advocación era la Vera Cruz.
Asimismo, la celebración del calendario litúrgico nos hace saber de la
conmemoración de la Pasión de Jesucristo, antes del nacimiento de las pro-
pias cofradías penitenciales, pues durante el Siglo XV esta conmemoración
religiosa se limitaba tanto para los fieles como para el clero, a los actos y
oficios litúrgicos que se celebran en las propias parroquias el Jueves,
Viernes Santo y Domingo de Resurrección25. Y la Pascua de Resurrección,
es la primera fiesta religiosa en importancia y antigüedad, pues solo más
tarde se introdujeron la de Pentecostés y Navidad, así como el desarrollo
del Triduo Sagrado de Semana Santa, y se conmemora el paso de Cristo de
la muerte a la vida, tras su pasión, crucifixión y sepultura26. Disponemos de
un testimonio elocuente sobre este particular que aparece reflejado en el
testamento de Mencía de Larios, que fue otorgado el 15 de abril de 1591, y
que dispuso la celebración de una misa el Domingo de Resurrección con
otras referencias a la Pasión de Jesucristo27:
“Yten mando acompañen mi cuerpo las cofradías del Santísimo Sacramento
y de la Caridad, y de San Lázaro de quien yo soy hermana, y el cabildo mayor
y menor desta ciudad y se les pague lo que es costumbre. Yten mando que se

24 RAMOS RUBIO, JA.: Estudios sobre los conventos de la TORF de Trujillo. Cáceres 1992, pp
26-27, Según este autor el convento de monjas de San Francisco el Real de la Puerta de Coria
se fundó en 1426, y el de San Pedro en 1492. El de frailes tuvo lugar en 1499 en las afueras
de Trujillo, aunque años más tarde se trasladaron al centro de la ciudad, edificando el con-
vento de San Francisco el Real.
25 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la Modernidad Siglos XV a
XVIII. En Actas Primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p. 40.
26 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la Modernidad Siglos XV a
XVIII. En Actas Primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p. 40.
27 ADC. Trujillo, Títulos de propiedad 1513-1738, Signatura 3914, Legajo 50.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 29

digan por mi ánima y de mis difuntos duzientas zinquenta misas en las quales
quiero y es mi voluntad que se digan las misas de Santo Amador y […] cinco a
las Cinco llagas de nuestro Rredentor Xesuxpo y siete a las angustias de Nuestra
Señora. Yten mando que se digan otras dos misas cantadas perpetuamente para
siempre xamas por las ánimas de mis hermanas Ana Ximenez y Leonor Gómez,
mujer que fue de Gilberto Enrriquez, las quales mando que salgan en la iglesia
de Señor San Martín desta ciudad, la que se a de decir por mi hermana Ana
Ximenez sea el día de la Rresurezion de Nuestro Señor Xesucripsto que es por
pasqua florida cada año, y la otra que se a de decir por mi hermana Leonor
Gómez en el día de Nra Señora de la Candelaría”.
De igual forma se refleja en el testamento del bachiller Diego Díaz, cura
propio de la vecina población de Plasenzuela, y que fue otorgado el 1 de
agosto de 1590, cuando manifestó lo siguiente28: “Primeramente encomien-
do mi ánima a Dios Nro Señor que la crió y redimió por su preciosísima san-
gre y pasión”. En iguales términos lo hizo Álvaro Gil, conforme a su última
voluntad de fechada el 12 de agosto del año 159029:
“encomiendo my anima a Dios Nro Sor q la crió y redimió por su precio-
sisima sangre y pasión y el cuerpo a la tierra de que fue formado y mando
que sí desta enfermedad Dios Ntro Sor fuere seruido lleuarme entierren mi
cuerpo en la igla de la Uera Cruz desta ciudad en mi sepultura”.
Hemos de tener muy presente que para acreditar el arraigo y la gran devo-
ción que entre todos los estamentos de la ciudad suscitaba la Pasión de
Jesucristo, es imprescindible recurrir a las disposiciones testamentarias recogidas
en la documentación notarial, que son algo más que un acto jurídico limitado a
distribuir los bienes de los testadores entre sus legítimos herederos, pues a tra-
vés de ellos se refleja la vinculación entre determinadas familias con las capillas
sujetas a su patronato. Además, son muy importantes las cláusulas decisorias
que contienen, como las referidas a elección de sepultura, tipo de entierro,
misas y advocaciones concretas a las que se ofrecen, así como altares o capillas
donde se celebran y donativos a imágenes sagradas o cofradías. Y de su exa-
men podemos deducir conclusiones generales sobre sus conductas religiosas,
sentimientos y devociones personales, siendo fiel reflejo de la geografía religio-
sa de una localidad, extensible a toda la sociedad de ese lugar30.

28 AMT, PNT, Cristóbal de Amarilla, caja 19.


29 AHMT. PNT, Cristóbal de Amarilla, caja 19.
30 LOPEZ ROBERTO, J.: Las disposiciones testamentarias sobre misas y fundaciones de misas
en Asturias en los siglos XVI al XVIII. En Religiosidad Popular. Vida y muerte: la imagina-
ción religiosa. Tomo II, Barcelona 1989, p. 244.
30 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Y lo dicho a pesar que lo dispuesto en los testamentos es una fuente


indirecta, frente a la que procede de las visitas episcopales, cabildos de
cofradías o disposiciones de la autoridad eclesiástica o civil, que aportan
datos muy relevadores sobre las manifestaciones de religiosidad popular.
Asimismo es parcial, pues no toda la población expresaba su última volun-
tad en debida forma, por carecer de recursos económicos para hacerlo, o
aun teniéndolos por haber fallecido sin testar por las muertes imprevistas
que tan habituales eran en la época, derivadas entre otras causas de las epi-
demias o accidentes sufridos sin la debida asistencia sanitaria.
Carmen Fernández Daza Alvear nos aporta otros importantes testimo-
nios, que acreditan el arraigo de las celebraciones religiosas pasionistas en
la ciudad, a finales del siglo XV y comienzos del XVI, y que reflejan su vita-
lidad31. Así, el Jueves Santo se exponía el Santísimo Sacramento en Santa
María la Mayor, y por tanto asistían los trujillanos a las indicadas celebra-
ciones religiosas32. En el inventario de la Iglesia de San Martín, que esta
fechado en 1497, se incluye en los ornamentos “otro de lana con la Quinta
Angustia”, y entre los libros “un re-gitidor del Domingo de Ramos”33. Por
último existía una cofradía cuya advocación era de la Pasión, documentada
en 1503 por lo que su nacimiento es anterior, que celebraba todos los vier-
nes una misa34, pues ese día se conmemoraba el Viernes Santo, aunque por
ahora no tengamos noticia sí sus miembros se disciplinaban.
El Concilio de Trento fue el gran impulsor de las cofradías penitenciales y
de las celebraciones pasionistas, fomentando la creación de las primeras como
cauce organizado que servía de baluarte en defensa de la Contrarreforma y
muro de contención frente a las ideas luteranas, aunque muchas veces la auto-
ridad diocesana no miraba con buenos ojos la funciones sociales que desem-
peñaban, que iban más allá de lo estrictamente religioso.
Como señala Sánchez Herrero35, durante la sesión XIV del Concilio que
tuvo lugar el 25 de noviembre de 1551, se promulgó la doctrina católica

31 FERNÁNDEZ-DAZA ALVEAR, C.: La ciudad de Trujillo y su tierra en la Baja Edad Media,


Badajoz 1993.
32 FERNÁNDEZ-DAZA ALVEAR, C.: La ciudad de Trujillo y su tierra en la Baja Edad Media,
Badajoz 1993, p. 181.
33 FERNÁNDEZ-DAZA ALVEAR, C.: La ciudad de Trujillo y su tierra en la Baja Edad Media,
Badajoz 1993, p. 430-432.
34 FERNÁNDEZ-DAZA ALVEAR, C.: La ciudad de Trujillo y su tierra en la Baja Edad Media,
Badajoz 1993, p. 211.
35 SÁNCHEZ HERRERO, J.: La cofradías de Semana Santa durante la Modernidad. Siglos XV a
XVIII. En Actas Primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p. 47.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 31

referente al sacramento de la penitencia, que en su capítulo 8 señalaba lo


siguiente:
“Conviene a la divina clemencia que no se nos perdonen los pecados sin
algún género de satisfacción… Añádese a esto que al padecer en satisfacción por
nuestros pecados, nos hacemos conformes a Cristo Jesús que por ellos satisfizo…
Deben, pues, los sacerdotes del Señor, en cuanto su espíritu y prudencia se lo
siguiera, según la calidad de las culpas y la posibilidad de los penitentes, impo-
ner convenientes y saludables penitencias”. Por tanto, el Concilio estimaba de
forma muy positiva las obras del hombre y la mortificación, y se confirmaba la
penitencia corporal como un medio de santificación. Estas ideas aparecen refle-
jadas de forma harto elocuentes en las ordenanzas de las cofradías penitencia-
les de Trujillo, como resulta de las ordenanzas de la Vera Cruz de Trujillo36:
“establecerán y ensalcaran la dicha coffradía de la Sancta Vera Cruz en
Reuerencia de la Pasión de nro Reddeptor y Saluador Jesu Xpo en la qual
dicha coffradía ordenamos q uiniese cierta disciplina y en cierta forma
según que adelante se dirá en la hordenanca del dicho libro desta dicha
cofradía los quales dichos hermanos aceptaron la dicha diciplina para
hazer enmienda de sus pecados, y para que todos los dichos hermanos que
agora son y sean de aquí adelante tenga memoria de la Passión de nro
Redemptor Jesu Xpto y sea en Remembranca de su pasión”
Podemos aportar un testimonio que nos hace saber que en Trujillo exis-
tían las cofradías penitenciales antes de la fecha de su finalización en 1565.
Se refiere a la citada de la Vera Cruz, como resulta del testamento de doña
Isabel Pizarro, hija de don Juan Pizarro, donde fundó una capellanía dota-
da con 1.000 ducados de principal en el convento de la Encarnación, y que
fue otorgado en 154937. En una de sus mandas pías, dispuso que acompa-
ñasen su cuerpo sin vida el cabildo mayor y menor, los moradores de los
conventos de San Francisco y Santo Domingo, amén de “las cofradías desta
cibdad que son la del Santísimo Sacramento y la Cruz, y Santa Caridad y
Piedad, y el Rosario y San Lázaro, y le pague la limosna acostumbrada”.
En Trento los luteranos defendieron la iconoclástia y el culto interno como
medio de depuración de la fe, proclamando que “no se debe adorar a Cristo
en la eucaristía, ni honrarlo mediante fiestas, ni pasearlo en procesiones, ni
llevarlo a los enfermos”38. Por su parte, los católicos argumentaron que las

36 AHN. Consejos Libro 5003. Libro de las Ordenanzas de la cofradía de la Santa Vera Cruz
dsta ciudad.
37 ADP. Trujillo. Convento de la Encarnación.
38 Concilio de Trento, Sesión XV.
32 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

manifestaciones externas eran apropiadas para excitar los sentimientos interio-


res de sumisión y reverencia a Dios, y que las imágenes constituían una gran
ayuda para la formación religiosa. En consecuencia, la celebración de la
Semana Santa fue fomentada, pues servía para manifestar con imágenes y
representaciones de forma visual, los mensajes de los Evangelios de la liturgia
del Triduo Pascual39:
“Enseñen diligentemente los obispos por medio de la historias de los mis-
terios de nuestra redención, expresados en pinturas y en otras imágenes, se
instruye y confirma al pueblo en los artículos de la fe, que deben ser recor-
dados y meditados continuamente y que de todas imágenes sagradas se saca
gran fruto, no solo porque recuerdan a los fieles los beneficios y dones que
Jesucristo le ha concedido, sino también porque se ponen a la vista del pue-
blo los milagros que Dios ha obrado por medio de los santos y ejemplos salu-
dables de sus vidas, a fin de que den gracias a Dios por ellos, conformen su
vida y costumbres a imitación de la de los santos, y se muevan a amar a
Dios y a practicar la piedad”.
La defensa del culto externo fue uno de los momentos de más cerca-
nía entre la tendencia oficial y popular de la religión, y como señala
Fernández de Paz 40 “en este ambiente de prácticas continuas de mani-
festaciones religiosas en la calle que atraían a un público espectador,
muchas de ellas en honor y recuerdo de la Pasión del Señor, era lógico
que se fueran formando cofradías con el fin específico de rememorar
pública y organizadamente estos sagrados misterios. Sí a ello unimos la
extensión generalizada en España del culto a la Pasión, hasta entonces
acaparado por los Santos y la Virgen, y el desarrollo independiente que
ya estaban viviendo las hermandades nacidas al amparo de los gremios
al volcarse sobre estos una estricta reglamentación laboral, tenemos el
cuadro explicativo de los inicios de las cofradías penitenciales a media-
dos del siglo XVI”.
En este contexto, era muy habitual la existencia de cofradías aunque
sus reglas estuvieran sancionadas por la autoridad diocesana, y el Concilio
de Trento también dictó una serie de directrices para que los sínodos dio-
cesanos fueran resolviendo esta irregularidad jurídica. Como veremos en
los capítulos siguientes, esta fue la situación que se vivió en Trujillo y que
se fue resolviendo a lo largo del siglo XVII y tuvo su consagración legal

39 Concilio de Trento, Sesión XV.


40 FERNÁNDEZ DE PAZ, E.: La influencia de la Contrarreforma en la configuración de la
Semana Santa andaluza. En Religión y Cultura, Sevilla 1999, Tomo II, p. 496.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 33

en las Constituciones Sinodales del obispado de Plasencia de 168741, que


establecía como requisito para la creación de cofradías, que el obispo
diera su licencia y aprobara sus ordenanzas, al disponer “que no se hagan
Cofradías nuevas, ni leyes para las antiguas sin licencia del Prelado y se
anulan las hechas sin ellas”.
Hemos de señalar el importante papel desempeñado por las órdenes
religiosas en el proceso de fundación de todo tipo de cofradías. Durante el
Antiguo Régimen motivaciones económicas dan pie a que el estamento
eclesiástico potencie al máximo todo tipo de manifestaciones de religiosi-
dad popular, aunque fue mucho más importante su fomento por las órde-
nes mendicantes como franciscanos y dominicos, que por el clero secular
que estaba desmotivado en su impulso y participación activa. Esta actitud
era consecuencia de la seguridad económica que ofrecían a los eclesiásti-
cos seculares las fábricas parroquiales, con ingresos más que suficientes
provenientes de los diezmos que les correspondían y las rentas de los bien-
es de su propiedad.
Por el contrario, en las iglesias conventuales todas las órdenes religiosas
promueven la fundación de cofradías, y fomentan el fervor religioso a
determinadas advocaciones con fuerte raigambre local. De esta manera, vin-
culan el mayor número posible de vecinos a estos templos, obteniendo
recursos económicos más que suficientes para soportar los cuantiosos gas-
tos derivados de su mantenimiento.
Nuestra afirmación no es gratuita, pues don Juan Tena Fernández nos
hace saber con detalle los problemas que tuvieron que superar los merce-
darios para poderse instalar en la ciudad de Trujillo, por cuanto las demás
órdenes religiosas que ya estaban presentes en la ciudad, no tenían ningún
interés en compartir con esta orden religiosa el dinero que por distintos
conceptos les aportaban los trujillanos42.
La importancia del movimiento cofrade en general y las celebraciones
pasionistas en particular, también resulta de la actividad del propio
Ayuntamiento de Trujillo, que en el cabildo celebrado el 2 de marzo de

41 Sínodo Diocesana del Obispado de Plasencia celebrada por el Ilustrimimo y Reverendíssimo


Señor Don Fr. Joseph Ximenez Samanigo, Obispo de Plasencia, del Consejo de Sv Magestad, el
Rey Nvestro Señor, y sv theologo en la Real Junta de la Inmaculada Concepción de la Madre de
Dios &c. En la Civdad de Plasencia, los días XI, XII, XIII, XIV y XV del mes de mayo de
MDCLXXXVII. En Madrid en la Oficina de Melchor Álvarez Año MDCLXXXXII. Título XIV. De
confraternitatibus. Constitución 1.
42 TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo Histórico y Monumental, Salamanca 1988, pp. 82-88.
34 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

1598, acordó dar un donativo de cera a algunas cofradías trujillanas para los
actos de Semana Santa43:
“Limosna de cera a las cofradías. Se libren en limosna a las cofradías del
santísimo Sacramento y de la Cruz y de la Soledad a cada una media arro-
ba de cera para ayuda a lo que gastan en la Semana Santa y sean a qta de
la facultad de las limosnas”.

Tipos de cofradías penitenciales en Trujillo durante los siglos XVI al


XVIII.
Las celebraciones pasionistas se articularon en torno a las tres clásicas
cofradías penitenciales que existieron en nuestro país44, y aunque datos
relativos a cada una de ellas los expondremos en sus correspondientes capí-
tulos, haremos un pequeño avance sobre sus notas más características.
La Vera Cruz fue la primera en nacer en los primeros lustros del siglo
XVI, con una estrecha relación con los franciscanos, y su acto religioso más
relevante tenía lugar en la noche del Jueves Santo, y era la estación de peni-
tencia con un Crucificado, y a comienzos del siglo XVIII también procesio-
naba la efigie del Cristo de la Columna. Participaban hermanos de sangre y
de luz con hábito de color blanco. Su celebración más importante eran las
funciones que tenían lugar el 3 de mayo y 14 de septiembre, en que se con-
memoraba la Invención y Exaltación de la Santa Cruz.
Fue seguida por la Soledad, y que como sucedía en otras poblaciones
su advocación también era Angustias de Nuestra Señora. Participan en la
procesión del Viernes Santo por la noche disciplinantes y hermanos de luz,
que sacaban a la Soledad y Cristo yacente en el Sepulcro así como otras efi-
gies que jugarían en el cortejo un papel más secundario. Su hábito es blan-
co y negro, siendo su fiesta más importante la Circuncisión del Señor que
tenía lugar el 1 de enero.
La última en nacer sería la de Jesús Nazareno, que poco después iba a ser
objeto de gran devoción por todos los estamentos sociales, y que aun subsis-
te. Y un testimonio harto elocuente de nuestra afirmación, es que el nombre
de sus miembros, nazarenos, sirve para designar a todos los que participan en

43 AHMT. Actas Capitulares 2 marzo 1598. Esta decisión era algo habitual, pues se repite en
el celebrado el 22 de marzo de 1599, lo que hace suponer que era un gasto que todos los
años se sufraga para las celebraciones religiosas que tenían lugar en Semana Santa.
44 SÁNCHEZ HERRERO, J; LÓPEZ BAHAMONDE, Mª R; MIURA ANDRADES, JM; MONTES
ROMERO-CAMACHO, I.: Los cuatro tipos diferentes de cofradías de Semana Santa, desde su
fundación hasta la crisis del siglo XVIII en la Andalucía bética y Castilla. En Actas del I
Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, pp. 259-303.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 35

las estaciones de penitencia en Semana Santa. La gran novedad que aporta


sería la penitencia que realizan sus cofrades, que sería llevar pesadas cruces
sobre sus hombros en la noche del Miércoles Santo, siendo su hábito de color
morado. En el desfile participan junto a Jesús Nazareno, las efigies de San Juan
Evangelista, María Magdalena, Jesús coronado de espinas, y Jesús orando en
el Huerto de los olivos.
Las tres cofradías penitenciales iban a tener un fuerte arraigo entre todas
las capas sociales, aunque en términos numéricos es mayor la presencia del
estado llano sobre el clero y nobleza. A diferencia de la del Santísimo
Sacramento que excluía a judíos y moriscos, las reglas relativas al ingreso
en ellas no establecen ninguna causa de exclusión, por lo que podemos cla-
sificarlas como abiertas, por cuanto no se establecía de forma expresa nin-
guna causa de exclusión para pertenecer a ella, ni era preciso pertenecer a
un determinado estado social, profesional o económico, sin poner límite al
número de miembros, y se permitía que pudieran ser cofrades las mujeres
y eclesiásticos. Tampoco se les impedía a los grupos sociales marginados
de la época, como eran los cristianos nuevos, moriscos o esclavos, que uti-
lizaban la pertenencia a este tipo de entidades como único medio de inte-
gración social.
En realidad, se exigían como únicos requisitos el pago de distintas canti-
dades de dinero en función de circunstancias personales, exigiéndose una
buena conducta moral, y tener una edad determinada y no padecer enferme-
dades. Esos requisitos derivaban de ser las cofradías mutuas de protección
social, que efectuaban un gran desembolso económico para pagar los oficios
religiosos por los cofrades difuntos, y en el caso de los menores de siete años
y enfermos su aportación a través de las cuotas de entrada, era muy inferior
a lo que abonaba la cofradía por los gastos de su fallecimiento.
A pesar de lo dicho, quienes iban a ejercer responsabilidades en sus jun-
tas de gobierno, eran personas que aunque formaban parte de estado llano
tenían una desahogada posición económica, y por estamentos privilegiados.
Era habitual encontrar personas que ejercen profesiones liberales, como
sería el caso de los escribanos que normalmente eran sus fedatarios, o
aquellos que eran regidores del Cabildo Municipal. Además, en los proce-
sos de renovación no participaban todos los cofrades, sino solo los de la
junta de gobierno saliente que muchas veces eran reelegidos, perpetuándo-
se de esta forma en el poder las mismas personas durante muchos años.
Las ordenanzas regulaban el funcionamiento de la cofradía, y se conver-
tían en su derecho particular que establecía las normas a las que estaban
sujetos todos los cofrades, evitándose de esta forma el recurrir a otras ins-
tancias jurídicas civiles o eclesiásticas, pues como veremos más adelante, su
36 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

incumplimiento llevaba aparejado la imposición de penas. El esquema que


presentan es el habitual en este tipo de documentos, encabezadas por un
prólogo y seguido por su articulado, que lo podemos estructurar en tres
partes: los cultos y funciones religiosas, las importantes funciones asisten-
ciales que ejercitaba, y los órganos de gobierno y administración. Con res-
pecto estos últimos, eran el alcalde, mayordomo del arca, de la cera, dos
diputados, escribano, aunque en la cofradía del Nazareno se añadían
mayordomo de la iglesia y capellán. Y su elección tenía lugar en la víspe-
ra de la fiesta principal.

El esplendor de la Semana Santa de Trujillo durante el Barroco


De entre todas las manifestaciones de religiosidad popular que tienen
lugar en Trujillo durante la Edad Moderna, la Semana Santa ocupa un papel
central, y cuya evolución histórica la podemos dividir en tres etapas dife-
rentes. La primera, relativa a su nacimiento y arraigo entre todos los secto-
res sociales, va desde principios del siglo XVI hasta el primer tercio del
siglo XVII, de la que hemos expuesto datos relevantes que completaremos
en los capítulos dedicados a cada una de las tres cofradías penitenciales.
Una segunda desde la mitad del siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII,
seria la fase barroca y que vamos a desarrollar a continuación. Por último,
desde mediados del siglo XVIII hasta la Guerra de la Independencia, iba a
ser una fase de aguda crisis, en razón de los mandatos prohibitivos contra-
rios a las cofradías dictados por las autoridades civiles y eclesiásticas, la des-
amortización de Godoy, Guerra de la Independencia y las normas desamor-
tizadoras del mandato de José I Bonaparte.
Sánchez Herrero señala que desde finales del siglo XVI la sociedad espa-
ñola entró en una nueve época, conocida como el Barroco, que se caracte-
riza por ser un modo de vivir brillante y ostentoso, que influyó en todos los
aspectos de vida y también en las manifestaciones de religiosidad popular
45. Las procesiones dejan de ser austeras, impregnándose de boato y
esplendidez, que significa la pérdida de la seriedad y potenciación de ele-
mentos festivos.
Las ordenanzas de las cofradías penitenciales de Trujillo reflejan esos de
elementos barrocos, y sin pretender ser exhaustivos pondremos algunos
ejemplos elocuentes. Así, además de la estación de penitencia y principales
oficios religiosos del templo donde tienen su sede canónica, las cofradías

45 SÁNCHEZ HERRERO, J.: La cofradías de Semana Santa durante la Modernidad. Siglos XV


a XVIII. En Actas Primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p.
55-.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 37

celebran grandes fiestas a lo largo del año. Como ejemplo, la Vera Cruz par-
ticipaba en la Invención y Exaltación a la Santa Cruz, San Francisco, San
Gregorio y Corpus Christi.
El bullicio y la fiesta profana están presentes junto al desfile procesio-
nal, lo supone una pérdida de seriedad. Así resulta del cabildo celebrado
por la junta de gobierno de la cofradía de Jesús Nazareno el 21 de marzo
de 1717, cuando se acordó que no saliera en la estación de penitencia que
hacía el Miércoles Santo la imagen de la Oración en el Huerto, por los des-
órdenes e irreverencias ocurridos que dieron lugar a la incoación de dili-
gencias penales por la Justicia, que tampoco les puso fin y que estaba cau-
sando un indudable perjuicio a la hermandad46:
“estando juntos el alcalde y ofiziales de la cofradía de Jhs Nazareno de
esta Ciud para tratar y conferir las cosas tocantes al buen rreximen conuie-
ne a sauer Joseph Díaz del Castillo, alcalde; Juan Maestre y Antº Matheos,
diputados; maymo del arca Franco Sánchez Molano; León Montero maymo
de zera, presente el escriuano dixeron que por quanto en la ordenanza
veinte y tres se manda por ella que el miércoles SS to en la noche salgan las
ynsignias y pasos señalados en dicha ordenanza y ser una de ellas la del
paso de la oración del guerto, que se a executado hasta este año, y auiendo
experimentado diferentes yndezencias y aluorotos que no se am podido rre-
mediar, aunque para ello a interuenido la Justicia Real desta Ciudad solo a
fin de quitar la fruta que se acostumbra poner despedazando hasi a los her-
manos quebrando en muchas ocasiones el Ángel y quitando la diadema y
melena del Señor como es público y notorio en esta ziu d, y para obiarse los
ynconvenientes y que la procezion se aga con la quietud que se requerie que
es el fin de todos deuemos concurrir, ordenaron y mandaron que desde este
año en adelante no salga en dicha prozesion el rreferido paso de la oración
del guerto, y para que ninguno de los ofiziales que adelante fueren de esta
Cofradía no lo executen por ningún aconte zimiento atendiendo a lo que
ua expresado y a lo deteriordada que se alla dicha cofradía”.
La nota característica de las estaciones de penitencia era la presencia de
los disciplinantes, pero a partir de la segunda mitad del siglo XVII se pier-
de su razón de ser, que no era otra que la imitación de Cristo y satisfacción
de nuestros pecados. Así resulta del cabildo celebrado el 16 de enero de
1664 por la cofradía de la Vera Cruz, por cuanto había muchas personas que
dejaban de hacerse cofrades al exigírsele hacer la disciplina de sangre. Y

46 AHN. Consejos Libro 5000. Estatutos de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de
Trujillo.
38 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

acordaron la modificación del artículo 2º, para que con la previa petición al
alcalde y el parecer favorable de los demás miembros de la junta de gobier-
no, se pudiera adquirir la condición de cofrade sin necesidad hacer la dis-
ciplina bajo determinadas condiciones47:
“mandaron que el que quisiere entrar en esta cofradía y no se hallare
con fuerca para poder hacer la diciplina, se presente ante el nro alcalde y
exprese su imposibilidad, el qual lo comunique con los demás oficiales y
pareciéndoles a la mayor parte de ellos ser a propósito para seruir los oficios
de dicha cofradía, se puedan reciuir y dispensar en la diciplica con tal que
aia de ir en la procesión dicho Jueues SSto de cada año con su vestidura
blanca y pague por su entrada veinte ducados y dos libras de cera, y si no
fuera a propósito para seruir dicha cofradía, no se pueda dispensar con el
ni la dicha cantidad ha de poder minorarse, y si se le hiciere no valga, pero
augmentarla si y el heredero deste tal, a de ser de diciplina y no los pudien-
do hacer y auiendose de dispensar con él como con su padre o abuelo a
quien heredare, a de pagar diez ducados y dos libras de cera, y la misma
dispensación se pueda hacer con el heredero de diciplina cuio padre la hico
pagando dichos diez ducados de cera, siendo para poder seruir y yendo ves-
tido de blanco en dicha procesión como va dicho, y sí de otra forma se hicie-
re no valga, ni sea tenido por tal hermano, demás de yncurrir en media
arroua de cera cada oficial en que desde luego se da por condenado = Y en
la entrada se ponga como con parecer de la mayor parte se dispensó para q
siempre conste”.
Las estaciones de penitencia que se convierten en fastuosos desfiles, por
la presencia en ellos de distintos elementos estéticos como trompetas de
latón, que con su singular sonido anuncian el paso de la procesión por las
distintas calles de la localidad, como hacía la cofradía de Jesús Nazareno en
la procesión del Miércoles Santo48:
“y en dicha procession a de ir junto a la de Jesús Nazareno con la Cruz
a cuestas persona con su túnica, y la trompeta, y al llegar a las puertas de
la yglessia del conu de Sor Sn Francisco, donde están sus relixiosos aguar-
dando para reciuir dicha proce ssion, la ha de tocar, y al tocarla han de
arrodillarse todos y S Magd, y al boluerla a tocar se han de leuantar, e ir
caminando”.
Asimismo, veremos en los capítulos siguientes como la música también
estaba presente en las principales celebraciones en las que participaba la

47 AHN. Consejos Libro 5003 Estatutos de la cofradía de la Sta Vera Cruz.


48 AHN. Consejos Libro 5000 Estatutos de la cofradía de Jesús Nazareno.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 39

cofradía, como hacía la del Nazareno con el sermón que se predicaba en la


iglesia de San Lorenzo el la mañana del Martes Santo, el Miércoles Santo por
la tarde, y en la estación de penitencia que se hacía esa noche.
El boato del desfile procesional también resulta de los muchos pasos que
en ellos participan, con la salvedad de la Vera Cruz, donde solo participaban
el Crucificado y la efigie del Cristo de la Columna desde 1704. La Soledad lo
hacía con el Cristo de la Columna, Nazareno, Verónica, Crucificado, Santo
Sepulcro y Virgen María. La del Nazareno, sacaba además del titular las
siguientes: Coronación de Espinas, Oración en el Huerto, Cristo de la
Columna, Magdalena, Verónica, San Juan Evangelista, Virgen María.
En los ornamentos de las cofradías era habitual la presencia de plata en
las varas que llevaban los hermanos mayores, o en los estandartes. Los
palios de respeto hacen más vistoso el cortejo procesional, utilizando ricos
damascos y terciopelos bellamente adornados con bonitos bordados, lo que
refleja la riqueza de los ajuares de las cofradías, especialmente el de la
Soledad, lo que nos hace saber que estaba formado por materiales de
mucho mérito y calidad.
Una de las expresiones más genuinas del Barroco son los sermones y las
representaciones de la Pasión. Durante el Antiguo Régimen los sermones
eran uno de los métodos más directos y eficaces a la hora de fomentar
determinadas advocaciones, pues era habitual la asistencia masiva de los
fieles a las celebraciones religiosas más importantes en las que tenían lugar,
y eran de gran influencia al ser escasas las publicaciones impresas solo
accesibles a una escasa elite intelectual, y por ser la gran mayoría de la
población analfabeta que aceptaba como cierto y sin ninguna crítica lo
dicho por los predicadores.
Servían de complemento a los Santos Oficios por su carácter narrativo y
didáctico, y eran una vía muy útil para la enseñanza de los misterios de la
fe. Como recursos pedagógicos para conseguirlo, era habitual que además
de la plática del predicador la participación de las propias imágenes, como
sería el caso de Jesús Nazareno cuando giraba su rostro en la Plaza Mayor
de Trujillo, y a veces también figuras bíblicas, cuando dos vecinos que
representaban a José de Arimatea y Nicodemo intervenían en el Sermón del
Descendimiento que corría por cuenta de la cofradía de la Soledad.

Las manifestaciones de religiosidad popular como expresión de las


preeminencias de las clases privilegiadas
Desde un punto de vista teórico, la pertenencia a una cofradía supone
la integración simbólica de un grupo de personas a través de la unión que
supone la devoción a la imagen titular, que se reflejaba en los cultos y
40 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

celebraciones que tenían lugar a lo largo del año, especialmente en la pro-


cesión de Semana Santa en el caso de las penitenciales. En consecuencia,
existía una igualdad simbólica entre los cofrades, ante Jesucristo en el
Cielo y el alcalde en el mundo terrenal, estando todos vestidos con el
mismo hábito, que reflejaba la igualdad y espiritualidad.
Pero el estudio de las ordenanzas de las cofradías penitenciales de
Trujillo, nos permite ver con claridad el mantenimiento en los actos religio-
sos, que por entonces eran el mejor escaparate social que existía, del teji-
do jerarquizado del Antiguo Régimen, sirviendo de perfecto instrumento
propagandístico, pues su visualización transmitía un mensaje que intentaba
persuadir de la bondad de un sistema tan injusto.
En primer lugar, debemos referirnos al derecho a ocupar los lugares pri-
vilegiados en las procesiones, que hoy nos puede parecer algo insignifican-
te y sin fundamento, pero que durante la Edad Moderna tenía mucha impor-
tancia social, regulándose de forma detallada la colocación de cada perso-
na en los muchos actos en que participaban las cofradías, y veremos como
en las ordenanzas de cada una se señala el orden en que iban las insignias
e imágenes, que habitualmente era dirigidas por hidalgos y caballeros que
siempre ocupaban los sitios más relevantes.
Por el contrario, los pasos eran llevados por personas de condición
social humilde, y por el duro esfuerzo que suponía llevar sobre sus hom-
bros las efigies sagradas, se les reducía sensiblemente la cuota de entrada
de la cofradía, siendo esta la única forma de poder ingresar en las herman-
dades, debido a que carecían de recursos económicos no podían sufragar-
las. Además, estos cofrades eran de segunda categoría, pues sus derechos
políticos estaban sensiblemente disminuidos, como ocurría con del
Nazareno que solo podían estar presentes en la junta general que tenía
lugar el Domingo de Ramos en la iglesia de San Lorenzo, con el único fin
de igualar sus alturas, pues no podían votar49.
Asimismo, veremos como en las estaba presente el Cabildo Municipal
que daba aun más solemnidad al cortejo, conforme nos hace saber el acuer-
do que regulaba su presencia en las procesiones de 15 de marzo de 167650:
“Certifico que en las Procesiones, fiestas y actos públicos en que concu-
rre el Ayuntamiento desta Villa de Truj y en la formaz de las honrras que se
han hecho por el Rey nro Sr que esta en gloria han concurrido y concurren
los escriuanos mayores del Ayuntamº teniendo lugar inmediato después de

49 AHN Consejos Libro 5000 Estatutos de la cofradía de Jesús Nazareno. Artículo 8.


50 AMT. Legajo 34.
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 41

los Caualleros Rexidores y Procurador General sin diferencia ni ynterpola-


ción, y después de los dichos snos mayores del ayuntamiento asisten y con-
curren los Abogados del Numº, ecepto en la processon del Corpus y en la
función de las onrras que en estas dos no tienen lugar los abogados y a los
snos del Ayuntamº se les ha dado [...] ygualmente con los Caualleros Regres
por la muerte de S Mgd para que conste de pedimto de los Snos mayores del
Ayuntamiento de la ciudad de Truxillo”.
Y al ser la Corporación Municipal la máxima representación de la ciu-
dad, y asistir sus miembros acompañados de todo el aparato burocrático, e
ir vestidos con lujosas ropas y con los atributos que le identificaban, les
reportaba gran prestigio y respeto, sirviendo de legitimación a que las mis-
mas familias ocupaban siempre los cargos concejiles.
Por la propia naturaleza religiosa del acto, participaban las comunidades
religiosas donde tenían su sede canónica las cofradías, y los dos cabildos
de capellanes que existían Trujillo, lo que servía para hacer demostración
pública del poder económico e importancia social del clero regular y secu-
lar, reportando también algunos beneficios económicos como los derivados
de la platica de sermones durante la Cuaresma y especialmente el Triduo
Pascual.
Y esta comitiva se convertía en un verdadero escaparate de la sociedad
de la época, y servía para hacer demostración pública del poder económi-
co y social de las clases privilegiadas, sirviendo la religión como fuerza que
integraba y aglutinaba a todos los vecinos en torno a las imágenes sagradas
que desfilaban por las principales calles de la ciudad.

La dimensión social de las cofradías durante el Antiguo Régimen


Además de motivos religiosos, una de las razones que explican la per-
tenencia de gran parte de la población a las muchas cofradías que existían
en la España Moderna, era el apoyo que prestaban a las personas en los
momentos difíciles, conforme al espíritu de fraternidad y solidaridad que les
era intrínseco. Esta dimensión es muy importante, pues estamos en un
momento histórico en que los modelos de gestión pública no se hacían
cargo de las necesidades más básicas de asistencia social, que corría las más
de las veces por cuenta de instituciones religiosas.
Veremos en los capítulos siguientes como las cofradías penitenciales de
Trujillo responden al modelo típico de hermandad de socorros mutuos que
tanto auge tuvieron durante esta época51, y que tenían por objeto asegurar

51 RUMEU DE ARMAS, A.: Historia de la Previsión Social en España. Madrid 1944.


42 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

los pagos derivados del entierro y lutos, con cantidades fijas y determina-
das que se entregaban a la cofradía. La mayor parte de sus miembros eran
personas de condición social humilde, que individualmente no podía hacer
frente a estos gastos, y esta era una de las razones que explicaban su ingre-
so. Pero también formaban parte de la misma los estamentos privilegiados
de Trujillo, que sin negar la devoción a las imágenes titulares de cada una
de las cofradías, instrumentalizaban su pertenencia por razones de prestigio
social, cuestión que se refleja aún más en el caso de las que estaban forma-
das en exclusiva por caballeros, como sería el caso de San Lázaro o Espíritu
Santo.
Era habitual que nacieran y funcionasen al amparo de la Iglesia, debido
a que hasta fechas recientes, en España cualquier asociación ha tenido difi-
cultades para que se le reconociera su personalidad jurídica propia y exis-
tencia legal su existencia. Y esta era la mejor forma de conseguirlo y no ser
objeto de persecución por la autoridad pública.
Cuando algún cofrade fallecía, todos los hermanos harían lo posible
para facilitarle el paso a la vida eterna, especialmente mediante la celebra-
ción de misas, pues junto con las oraciones emanadas en el interior de las
iglesias y ante las reliquias allí guardadas, así como las penitencias que se
practicaban, servían para acortar para acortar la dura estancia en el
Purgatorio52:
“las obras con que podemos socorrer a las almas son de una de tres
maneras: la primera y más principal, es el Santo Sacrificio de la Misa; la
segunda es la Oración; la tercera, todas las obras penales con que se satis-
face; como son la limosna, los ayunos, penitencias, peregrinaciones y cosas
semejantes”.
Y responde a las ideas nacidas del Concilio de Trento sobre las Ánimas
Benditas del Purgatorio, pues ofrecerles misas suponía una relación directa
entre iglesia militante y purgante, mediante su ayuda espiritual recíproca, ya
que las oraciones ofrecidas por las almas que purgaban sus pecados, eran
correspondidas por estas por estas al salir de ese lugar53.
Las ordenanzas de las cofradías se refieren al entierro de los cofrades, y
a la celebración de oficios religiosos en distintas iglesias y altares, pero
todas disponen la celebración de algunos en el altar del Cardenal Gaete,
que se explica por el interés de ganar indulgencias por tener la categoría
de privilegiado. Pero la asistencia en la muerte no se limitaba al entierro,
pues se oficiaban multitud de misas por los cofrades una vez que hubieran

52 RIBADENEYRA, P.: Todos los Santos-Las Ánimas, Barcelona 1790.


EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 43

sido inhumados sus cuerpos, acreditándose con carácter previo el haber


pagado de forma íntegra su cuota de entrada y no tener ninguna deuda
pendiente con la cofradía. Y la asistencia también alcanzaba a otras perso-
nas necesitabas aunque no fuesen cofrades, como era el caso de criados o
pobres. De esta forma se pone de manifiesto que frente al poder igualato-
rio de la muerte, se mantiene en los actos religiosos el tejido social jerar-
quizado del Antiguo Régimen, pues los sirvientes y pobres eran asistidos en
calidad de tales.

Recursos económicos de las cofradías penitenciales de Trujillo.


La función económica era fundamental, pues sin dinero suficiente no se
podían llevar a cabo sus importantes fines religiosos y funciones asistencia-
les. Derivaban de distintas fuentes, entre las que se encuentran las cuotas
de entrada, demanda de limosnas, multas por incumplir los estatutos, lo
obtenido por entierros en los que participaba la cofradía, rentas de bienes
propios y otros ingresos de distinta clase.
Durante la Edad Moderna muchas cofradías trujillanas gozaban de cier-
tas propiedades de bienes raíces rústicos o urbanos, que eran adquiridas en
virtud mandas pías de testamentos o codicilos, así como en las escrituras de
fundación de capellanías, con el objeto de celebrar aniversarios por su
alma. Era habitual que luego fueran arrendadas a particulares por unas ren-
tas bajas, normalmente a través de la figura jurídica de los censos. Dentro
de esta institución jurídica hay dos tipos básicos: el consignativo, que se
caracterizaba en que una persona (censitario) impone alguna carga sobre
un bien de su propiedad, que paga otra persona (censualista), de la que ha
recibido un capital en dinero; el enfitéutico se da cuando alguien cede a
otro el dominio útil de una finca, a cambio de percibir una cantidad anual
de dinero. De esta forma la cofradía de la Soledad mantiene estrechos lazos
económicos con los sectores más desfavorecidos de la sociedad, que al
carecer de recursos económicos se ven obligados a acudir a esta forma de
endeudamiento de la que se aprovechan las cofradías, al igual que los otros
grupos sociales rentistas, participando en la vida económica y actividades
financieras de la España Moderna.
Por último había otras fuentes de ingresos de variada procedencia, entre
las que se incluyen el alquiler de las túnicas para la procesión, su venta
para quienes querían ser inhumados con el hábito, o la venta de cera entre
los cofrades.
Todos los recursos obtenidos en las formas indicadas, eran destinados a
los gastos generales, los derivados de los actos de culto y devoción, así
como los de asistencia social a cofrades y otras personas que antes hemos
44 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

apuntado. Los primeros son precisos para el funcionamiento de cualquier


organización, entre los que podemos incluir los siguientes: los derivados del
mantenimiento de la fábrica de la capilla, su aseo, y los de cera o aceite;
conservación de imágenes, insignias, ornamentos y otros objetos de la
cofradía; por último el pago de derechos parroquiales o cualquier tipo de
tributo. En segundo lugar lo que se abonaba a las personas que realizaban
algún trabajo para la cofradía, como era el muñidor cuya presencia era
habitual en las cofradías durante la Edad Moderna, a quien le correspondía
practicar las citaciones para las juntas, misas y oficios por los difuntos y
demás actos de la cofradía, o notificar acuerdos adoptados, y lo hacía de
puerta en puerta o tañendo una campanilla por las calles de Trujillo.
También había que dedicar una parte a pagar los salarios de escultores,
orfebres, bordadores, carpinteros y otros artistas que realizaban los enseres
que hemos citado, de cuya existencia tenemos noticia gracias a un inventa-
rio de ese tipo de bienes53. En esta categoría se incluye las retribuciones
que percibían los predicadores por la plática de sermones. Por último, un
importante gasto era el ocasionado por las comidas y colaciones que orga-
nizaban la cofradías, y de los que hablaremos a continuación

La relevancia social de las cofradías durante la Edad Moderna54.


Podemos definir a las cofradías y hermandades como asociaciones de
seglares con fines explícitamente religiosos, regulados por el Derecho
Canónico y estando sujetas a la autoridad de la jerarquía diocesana. Y las
podemos clasificar en tres grupos bien definidos: sacramentales, son las
dedicadas a la adoración de la sacristía; penitenciales, se centran en algún
momento de la Pasión de Cristo o Dolores de la Virgen, se caracterizan por
hacer una estación de penitencia; de gloria, veneran a la Virgen como reina
gloriosa o algún santo o santa.
Conforme a sus estatutos, entre otros tienen tres fines explícitos: promo-
ver la celebración de los cultos en honor del titular de la hermandad; la
mejora espiritual de sus miembros, mediante los cultos y devoción a los
titulares; realizar obras de asistencia entre los miembros de la cofradía y con
los más necesitados. Además, jugaban otras funciones latentes o implícitas,
y que son las que explican su vitalidad y pujanza a lo largo de la historia y
en la actualidad, a pesar de los difíciles momentos que han pasado.

53 LÓPEZ GUADALUPE MUÑOZ, J.J.: Imágenes del más allá. Culto e iconografía de las Áni-
mas en la Granada Moderna. En Religión y Cultura Sevilla 1999, T. I p. 396.
54 MORENO NAVARRO, I.: Las hermandades andaluzas. Una aproximación desde la antro-
pología. Sevilla 1999 (2ª edición).
EL NACIMIENTO DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES EN TRUJILLO... 45

Hemos de tener presentes que durante la Edad Moderna, eran junto a


los gremios los únicos fenómenos asociativos que tenían existencia legal, y
ya hemos mencionado como encauzó la solidaridad entre sus miembros.
Otro ejemplo sería que las cofradías eran y son referentes de identificación
colectiva, más allá de la dimensión estrictamente religiosa que no niega
pero que muchas veces ocupa un lugar secundario: en el caso concreto de
Trujillo y desde un punto de vista social sería el caso de los caballeros con
las de San Lázaro o Espíritu Santo; las cofradías gremiales que representa-
ban a un sector profesional; o las patronales, en las que todos los habitan-
tes de una localidad reafirman que forman parte de esa comunidad median-
te su pertenencia a la cofradía55, que en Trujillo se manifestaría en los actos
de cultos en honor de la Virgen de la Victoria en el caso de Trujillo56.
Además, las hermandades y cofradías servían como el marco más ade-
cuado para desarrollar la sociabilidad de quienes formaban parte de las mis-
mas. Y uno de los ejemplos más emblemáticos eran las colaciones que tení-
an lugar a continuación de sus principales celebraciones, especialmente
cuando se daban las cuentas, el día de la función principal, y al finalizar la
estación de penitencia. Este tipo de conmemoraciones suponía la ruptura
de la vida cotidiana, pues además de la celebración de actos religiosos
solemnes, cesaban las actividades laborales y productivas, por lo que se
comenzaba a disfrutar de unos momentos de merecido descanso y recreo.
Por ello la práctica totalidad de los cofrades acudían a esas celebraciones
en un tono festivo, y el comensalismo juega un papel muy importante, pues
se produce una exaltación de los sentimientos familiares, la amistad y la
camaradería. De esta forma, se disfrutaba de unas situaciones de esparci-
miento y jolgorio que disminuían las tensiones en la rígida sociedad de la
época.

55 CANTERO MUÑOZ, A.: San Pedro Mártir de Verona, Patrón de Doña Mencía, Doña
Mencía 2005.
56 CANTERO MUÑOZ, A.: Estatutos de la asociación trujillana Virgen de la Victoria (1920) y
del patronato de su ermita ( 1924). En XXXII Coloquios Históricos de Extremadura, Badajoz
2004, pp. 127-135.

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CAPITULO II
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ
DE TRUJILLO

FUNDACIÓN Y SEDE CANÓNICA


De los tres tipos característicos de cofradías penitenciales que existie-
ron en España durante la Edad Moderna, las de la Vera Cruz fueron las
primeras en crearse, desde finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI,
estando especialmente vinculadas con los franciscanos por ser estos los
custodios de los Santos Lugares1. Y difundieron la devoción a la Santa
Cruz cuyas raíces se hunden en el siglo IV, cuando Santa Elena (madre del
emperador Constantino), encontró la cruz donde Jesucristo fue crucifica-
do en el monte Calvario.
Y aunque no tuvieron relación directa con el movimiento de los disci-
plinantes que se difundió por Europa durante los siglos XIV y XV, compar-
tía con ellos su carácter penitencial por la devoción que tenían a la Pasión
de Jesucristo y el deseo de reparación, y las primeras que se crean en
Castilla y Andalucía lo son desde finales del siglo XV2. La nota más carac-
terística de las cofradías de esta advocación era la estación de penitencia

1 MENSENGUER FERNÁNDEZ, J.: Las cofradías de la Vera Cruz. Documentos y notas para su
historia. En Archivo Ibero Americano, segunda época, Tomo 28, 1968 pp. 199-213.
2 SÁNCHEZ HERRERO, J; LÓPEZ BAHAMONDE, Mª R; MIURA ANDRADES, JM; MONTES
ROMERO-CAMACHO, I.: Los cuatro tipos diferentes de cofradías de Semana Santa, desde su
fundación hasta la crisis del siglo XVIII en la Andalucía bética y Castilla. En Actas del I
Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, pp. 262-263.
48 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

que solían hacer el Jueves Santo, con una cruz o crucifijo, acompañado por
hermanos de luz y sangre, siendo la seriedad y devoción sus notas más
características3.
Este proceso también tiene lugar en tierras extremeñas, siendo la cofra-
día de la Vera Cruz de Trujillo una de las primeras que se crean en los lus-
tros iniciales del siglo XVI, aunque sobre la fecha exacta de su fundación
no existe certeza absoluta, pues en la Crónica de la Provincia Franciscana
de San Miguel indica que “començo por los años de mil quinientos y diez y
ocho”4. Y aunque por ahora no tengamos ningún testimonio documental
que lo acredite, esa fecha se corresponde con el activo papel desempeña-
do por fray Francisco de los Ángeles5, en calidad de comisario general y
más tarde ministro general, que al recorrer Extremadura alentó el nacimien-
to de cofradías de esta advocación, o en establecimiento de las existentes
en los conventos de su orden. Y en el libro de ordenanzas de la cofradía
de la Vera Cruz de Trujillo, la primera referencia temporal que aparece es
del 17 de marzo de 1521 teniendo como residencia canónica el cenobio de
los hijos de San Francisco de Asís6:
“en la muy noble y Leal Ciudad de Trujillo a diez y siete días del mes de
marco de mill y quis y veinte y un años estando en el monest º de señor San
Franco que es en la dicha Ciudad estando psente el muy Reuerendo Pe fray
Alonso de monroy, Guardián del dicho monesterio y el Reuerendo Padre
fray Baltasar de Alcalá, Predicador y juntamente con Diego de Escalante y
Joan Moran y García Rodríguez y Bernar no de Aguilar, todos los dichos hor-
denaron una coffradía y hermandad que se dize de la Sançta Vera Cruz y
juraron en un Cruxifixo que el Reuerendo Padre fray Baltasar de Alcalá
tenía en sus manos, ellos y los otros hermanos que al presente ay se halla-
ron que todos de una paz y concordia ordenaron y eligieron officiales para
que rixan y gouiernen la dicha coffradía los quales eligieron al Diego
Bernardino de Aguilar por alcalde y al Diego Juan Morán por escruiuº y a
García Rºs por mayordomo y por diputados a Pedro de Escalante y a Pedro

3 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la modernidad. Siglos XV
a XVIII. En Actas del I Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p. 43
4 RUBIO ROJAS, A.: Las cofradías de la Vera Cruz en Extremadura. En Actas del I Congreso
Internacional de Cofradías de la Santa Vera Cruz, Sevilla 1995 pp. 207-212.
5 RUBIO ROJAS, A.: Las cofradías de la Vera Cruz en Extremadura. En Actas del I Congreso
Internacional de Cofradías de la Santa Vera Cruz, Sevilla 1995 p. 209.
6 Archivo Histórico Nacional, Consejos Libro 5003. Libro de Ordenancas de la cofradía de la
Santa Vera Cruz desta civdad. Mientras que en este capítulo no hagamos ninguna cita expre-
sa, todas las citas que hagamos se refieren a este documento.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 49

del Toril y todos juntaron como dicho es de mantener y guardar y estable-


cer todas las ordenancas de la dicha coffradía de la Sancta Vera Cruz y con
sancto zelo mouidos y en citados todos los dichos hermanos que al presente
ay se hallaron juntamente con los officiales nueuamente elegidos dixeron
que establecerán y ensalcaran la dicha coffradía de la Sancta Vera Cruz en
Reuerencia de la Pasión de nro Reddeptor y Saluador Jesu Xpo”.
Y en la descripción que hizo fray José de Santa Cruz de las distintas
capillas de la iglesia conventual de San Francisco, incluye la Vera Cruz7:
“Començando al entrar por la puerta de la Iglesia a mano derecha, la
capilla, donde esta el comulgatorio por contrato del Conuento con su dueño
es de Miguel Enríquez, y su muger Leonor de Camargo: la que tiene obliga-
ción de Missa del Alua es de Phelipe Díaz de Orellana. Siguese la de Pedro
Martínez Casillas: la de los Reyes de Melchor Gonçalez de Alarcón: la de S.
Diego de Catalina de Santa Cruz, que hizo por los años de mil y seiscientos:
tiene las indulgencias, y gracias de Son Ioan de Letrán, y Missa de libera-
ción de ánima todos los días. La del Santo Christo, es adonde esta la
Cofradía de la Vera Cruz: luego esta el altar mayor, que es de la Ciudad: el
altar de Nuestra Señora: la Capilla de Mendo con sus reliquias, de que luego
hablaremos: la de Santa Catalina es de García de Orellana: la de la
Magdalena de los Alarcones: la de la Santísima Trinidad del Doctor
Francisco Rodríguez de Orellana: la de San Buenauentura de Alonso
García de Alarcón”.
Del tenor literal del texto anterior podemos deducir que la Vera Cruz
existía antes de 1521, y desde hacia tres años estaba en este cenobio, y que
esa referencia temporal significa que se trataba de elegir nuevos miembros
de la junta de gobierno y dejar constancia por escrito de las normas que
regulaban la vida de esta cofradía.
Pero entiendo que su existencia es anterior a 1518, pues en Trujillo ya
había una parroquia con esta advocación que data del siglo XIII8. Y el libro
de reglas señala de forma expresa que nació en ese templo, al referirse a la
asistencia de la cofradía de la Vera Cruz a ciertas festividades que allí tení-
an lugar:
“por quanto el alcalde y ofiziales de la cofradía de la Santa Uera Cruz
desta dicha ziud y del cura y beneficiados de la iglesia parrochial de la
Santa Uera Cruz de ella, se presentó petición anual y auto a ella proueydo

7 SANTA CRUZ, J.: Crónica de la Santa Provincia de S. Miguel de la Orden de N. Seráfico s.


Francisco, Madrid 1671, pp. 370-371.
8 TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo Histórico y Monumental, Salamanca 1988, p. 484.
50 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

es del tenor siguiente= […] no ayer noticia de lo que antiguamente thenia


obligación dicha cofradía, en la asistencia de dicha Iglesia donde primero
fue fundada”.
Asimismo, disponemos de un elocuente testimonio documental, que
refleja la devoción que suscitaba entre los trujillanos la Vera Cruz desde
mediados del siglo XV. Así resulta del testamento de Hernando Alonso
Pizarro, antepasado de don Francisco Pizarro que fue el conquistador del
Perú, otorgado en la vecina localidad de Guadalupe y esta fechado en
14769:
“Sepán cuantos este público instrumento de testamento e postrimera
voluntad vieren, como yo Hernando Alonso Pizarro, natural que soy del
noble ciudad de Truxillo […] ordeno este mi testamento, e postrimera volun-
tad: Primeramente, ofrezco mi ánima a Dios Nuestro Señor, que la crió y
redimió con su preciosa sangre en el árbol de la Vera-Cruz, y el cuerpo a la
tierra donde fue formado”.
Las ordenanzas nos informan que en 1521 formaban su junta de gobier-
no las siguientes personas: Diego Bernardino de Aguilar, alcalde; Diego
Juan Morán, escribano; García Rodríguez, mayordomo; Pedro Escalante y
Pedro Toril, diputados. Ya hemos apuntado la intensa relación entre los
franciscanos y las cofradías de esta advocación, que también se reflejó en
el artículo 1º de los estatutos, que nombró como patrón a fray Alonso
Monroy, en calidad de guardián del convento de San Francisco, privilegio
que disfrutarían sus sucesores:
“Yten hordenamos y tenemos por bien que sea nuestro Patrón y guiador
desta Sancta Coffradía y Hermandad para siempre xamas el muy
Reuerendo Padre fray Alonso de Monrroy guardián del dicho Monesterº de
Señor San Francisco que ahora es y los guardianes que de aquí adelante
fueren en el dicho monestº para siempre jamás y le supllicamos por
Reuerencia de Dios nro Señor nos ampare y defienda de todas las personas
que nos impidiesen esta Sancta hermandad y coffradía pues la Hordenamos
para que Dios nor Sr en ella sea seruido”.

9. Memorial ajustado y cotejado y comprobado con citación de las partes del pleito seguido
por el Duque de Noblezas, nº 137, su madre nº 155 y hermanos nº 138 al 142 con la Condesa
de Cancelada nº 155 representada por su esposo, el Marqués de la Conquista nº 147 y otros,
sobre propiedad de los mayorazgos que fundaron los capitanes Gonzalo n º 29 y Juan Pizarro
nº 38, el Marqués D. Francisco Pizarro nº 40 y el Comendador don Hernando Pizarro nº 53
y Doña Francisca su muger, nº 52, sus agregados, títulos, honores y preeminencias; pendien-
te en grado de segunda suplicación ante el Tribunal Supremo de Justicia. Madrid, Imprenta
y Estereotopia de M. Rivadeneyra, calle de la Madera 8. 1863
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 51

Como señala Sánchez Herrero “el espíritu y la práctica de las cofradías


de la Vera Cruz aparece reflejado también en la famosa bula de la Vera Cruz,
emitida, como hemos dicho, por Paulo III, el 7 de enero de 1536, a favor
de los cofrades de Toledo, y donde se les concedía numerosas indulgen-
cias. La obtención de esta bula se debió a la actuación del cardenal
Francisco de Quiñones ante el Pontífice. Al mismo tiempo, la cofradía tole-
dana solicitó del Dr. Pedro Ortiz, por entonces en Roma como representan-
te del emperador Carlos V en la causa matrimonial d su tía Catalina contra
Enrique VIII de Inglaterra, una aclaración a los reparos que Juan Gerson,
en el Concilio de Costanza, había imputado a las cofradías de penitencia.
Los cofrades querían, de este modo, tranquilizar la inquietud de sus con-
ciencias, ya que no sabían con exactitud cuando y como el uso de la disci-
plina procesional podía ser justo o injusto. Al actuar la cofradía toledana
como hermandad matriz de todo el reino de castellano, ambos documentos
y sus privilegios se extendieron a la mayor parte de las cofradías de Castilla
y Andalucía. Por otra parte, numerosas hermandades de la Vera Cruz se vie-
ron beneficiadas por la Carta de Hermandad que el Ministro General de la
Orden Franciscana Juan Calvi otorgó a todas las cofradías de la Vera Cruz,
en Logroño, el 23 de mayo de 1543, gracias a la cual incorporaron a la reli-
gión seráfica y disfrutaron de todas sus gracias”10.
En Trujillo, esa relación con los hijos de San Francisco de Asís se afian-
zó aún más, pues en la década de los años 70 del siglo XVI se firmó un
acuerdo para que los mendicantes oficiaran una misa cantada por cada
cofrade fallecido, comprometiéndose la cofradía a poner cera en las fiestas
principales que tenían lugar en el cenobio y estar presente en los entierros
de sus moradores, tal como refleja el artículo 32º:
“Yten dixeron que por quanto ante Pº de Carmona Escriuano desta
Ciudad se tomó por asiento y concierto con el muy Reuerendo Padre fray
Juan de Usagre, Guardián del monesterio de Señor San Fran co y con todo
el Conuento a campana tañida, que la dicha coffradía se obligaba a arder
cera a las fiestas Principales que la yglesia celebra conforme a como
Adelante esta en la tabla de las misas de la dicha Coffradía, y a enterrar a
los frayles con toda la cera y los dichos Padres guardian y conuento se obli-
garon de hazer un officio de tres leciones y misa de Requien Cantada con
diácono y sudiacono, sin que por ello se les dé limosna alguna, por cada

10 SÁNCHEZ HERRERO, J; LÓPEZ BAHAMONDE, Mª R; MIURA ANDRADES, JM; MONTES


ROMERO-CAMACHO, I.: Los cuatro tipos diferentes de cofradías de Semana Santa, desde su
fundación hasta la crisis de finales del siglo XVIII en la Andalucía bética y Castilla. En Actas
del I Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, pp. 268.
52 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Hermano y hermana que muriere en qualquiera parte que sea, lo que an de


Hazer en el dicho Monesterº y para que se tenga memoria dello y de que se
cumpla lo mandaron asentar en este Libro y que el Scriuano que fuera de
la dicha Coffradía sea obligado a hazer dezir la dicha misa y auisar en
casa del tal hermano diffunto para si quisieren lleuar offrenda y que las
dichas misas se digan Por su antigüedad y ardan dos Hachas y dos velas y
no más cera lo qual se asento para que se cumpla y guarde y esta misa y
officio está Puesto en la ordenanca diez y sies deste Libro de las misas”.
A continuación aportaremos varios testimonios documentales referentes
a la cofradía de la Vera Cruz de Trujillo fechados en el siglo XVI, que ponen
de manifiesto su pujanza y vitalidad. En primer lugar la postrera voluntad
de Francisco Pizarro de Vargas, fechada el 19 de junio de 1569, en cuya vir-
tud esta cofradía estaría presente en su entierro11:
“yten mando q a mi entierro uayan las cofradías q yo tengo, del Espíritu
Santo y la Piedad y otras q me es obligación a dar la dicha cofradía del
Espíritu Santo por la qual y señalo la cofradía d la Caridad , de la Cruz […]
y se le de y pague su limosna acostumbrada”.
De igual forma el testamento de Juana González, que fue otorgado el 28
de agosto de 1589, donde dispuso que su cuerpo sin vida también fuera
acompañado por la cofradía de la Vera Cruz12:
“Yten mando que acompañen mi cuerpo las cofradías de la Uera Cruz,
y la bendita Piedad y la de los benditos Mártires que son mías […] Yten
mando se digan […] zinco mias a honor y rreuerencia de las zinco llagas
de mi redentor Jesucristo”.
Por su parte Álvaro Gil, en una manda pía recogida en su última volun-
tad de 12 de agosto de 1590, acordó que su cuerpo fuera inhumado en la
iglesia de la Vera Cruz13:
“Primeramte que sí desta enfermedad encomiendo my anima a Dios Nro
or
S q la crió y redimió por su preciosisima sangre y pasión y el cuerpo a la
tierra de que fue formado y mando que sí desta enfermedad Dios Nro S or
fuere seruido de lleuarme entierren mi cuerpo en la igl a de la Uera Cruz
desta ciudad en mi sepultura”.
Como ya dijimos en el capítulo anterior, con respecto a la necesidad de
la aprobación de las ordenanzas de las cofradías por parte de la autoridad

11 AMT. PNT, Pedro Carmona, legajo 4.


12 AMT. PNT, Cristóbal de Amarilla legajo 19.
13 AMT. PNT. Cristóbal de Amarilla, legajo 19.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 53

diocesana, la Vera Cruz existió con anterioridad a este hecho. Todas las
referencias documentales que hemos aportado son suficientemente ilustra-
tivas, en especial la primera que data del año 1518, aunque sus reglas fue-
ron aprobadas por el prelado fray Enrique Enríquez el 15 de junio de
161114, que modificó algunas de las que le fueron presentadas, actuando
como notario Miguel Sánchez.

ÓRGANOS DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN


A continuación analizaremos lo relativo al funcionamiento de la cofradía
a través de sus órganos de gobierno, la forma de elección de sus responsa-
bles y las competencias que tenían cada uno de ellos. Al igual que las otras
penitenciales de la ciudad de Trujillo, el artículo 3º nos hace saber que la
junta de gobierno estaba formada por el alcalde y los siguientes oficiales:
mayordomo del arca, mayordomo de la cera, escribano y dos diputados. Y
además de las que vamos a señalar a lo largo de este capítulo, el artículo
12º les atribuía la importante facultad de añadir, suprimir o modificar las
ordenanzas cuantas veces lo tuvieran por conveniente:
“Yten Hordenamos y auemos por Bien que los capítulos y Hordenancas
de suso y las que de yuso yran scriptas se puedan crecer y menguar cada y
quando que los nuestros oficiales desta dicha cofradía quisieren y por bien
tuuieren lo qual sea valido con tanto que sea para seruicio de Dios nro
Señor y aumento Desta Sancta cofradía”.
Su elección venía regulada con detalle en el artículo 5º, que fijaba la
duración anual de su mandato, y tendría lugar en el convento de San
Francisco. Al igual que las otras cofradías, sería en los días próximos a fies-
ta principal de la cofradía, que siendo el 3 de mayo festividad de la
Invención de la Santa Cruz, tendría lugar el primer domingo de ese mes,
aunque el día anterior se reunían quienes desempeñaban esa responsabili-
dad en “una pieca de dicho monasterio” para deliberar sobre quienes les
iban a sustituir, comenzando por expresar su opinión el alcalde. El artículo
26 excluía la posibilidad que los hermanos de luz fueran oficiales15, debien-
do los candidatos cumplir con los siguientes requisitos:
“que los dichos officiales juren que harán la dicha eleción como mejor
cumplan con el seruicio de Dios y aumento de la dicha Cofradía, y que por

14 En el apéndice documental, como documento nº 1 aparece reflejada la aprobación de las


ordenanzas de la cofradía de la Vera Cruz de Trujillo por fray Enrique Enríquez.
15 “ningún Hermano de Hacha no Puede tener officio manamos que Al Hazer de las Quentas
ni Elexir officiales no se Halle ningún Hermano de Hacha todo lo qual Queremos que se cum-
pla y guarde sopena de ua aroua de cera”.
54 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

amor ni desamor no harán officiales a quien vean que no conuiene el tal


officio para seruir la dicha Cofradía, y que serán psnas honrradas y de con-
ciencia, y que no sean revoltosos sino gente pacífica pª que mejor gouieruen
la Cofradía y siruan a Dios Nro Señor en ella”.
Al ser seis los miembros de la junta de gobierno y no tener el alcalde
voto de calidad, podía darse el caso de que no hubiera acuerdo por mayo-
ría, llamándose entonces a “tres hermanos gente honrada y sin Pasión”, de
los cuales uno era elegido por el alcalde y los otros por los diputados. Y
los designados se reunirían con los oficiales para decidir todos por mayo-
ría quienes debían forma parte de la nueva junta de gobierno, imponiendo
penas a quienes se negasen a asumir esa responsabilidad16. Y al igual que
ocurría con las otras cofradías penitenciales, no se daba publicidad a su
nombramiento hasta la misa que tenía lugar “el domingo siguiente nuestro
scriuano dé la Paz a los officiales que an de ser el año sigui te, y que la dicha
elección no se sepa ni publique hasta que se aya dado la paz”.
El 16 de enero de 1664 se modificó el artículo 5º17, pues muchas veces
los cofrades preferían pagar la pena pecuniaria antes que ser miembros de
la junta de gobierno. Y se acordó que salvo que concurriera excusa legíti-
ma, el que se negase sería expulsado de la cofradía, previo requerimiento
del escribano, y además no acudiría la cofradía en su auxilio en vida o
cuando falleciera, pena que también alcanzaba a todos los que vivieran en
su casa, excepto que fueran cofrades. Este acuerdo fue aprobado el 25 de
enero de 1664 por don Juan de la Cueva y Mendoza, arcediano de la cate-
dral de Plasencia y visitador de su obispado, diligencias que se practicaron
ante el notario eclesiástico Diego Rodríguez Pacheco.
Sobre este particular tuvo lugar otra modificación el 24 de abril de
175718, en razón de los graves inconvenientes, elevados gastos y enemista-
des que se habían originado por las disputas sin ningún fundamento a la

16 “el que ansi fuere nombrado por oficial y no lo aceptare, pague de pena dos mill mrs en
los quales incurra desde luego que no quisiere aceptar el dicho officio, y los pague dentro de
los nueve días, y que el alcalde y diputados sean obligados a lo ejecutar, y sí dentro del dicho
término no lo pagare, que la cofradía no le acuda con cosa alguna”.
17 La junta de gobierno estaba formada por entonces por las siguientes personas: el licen-
ciado don Juan Manuel Cervantes, alcalde; Álvaro de Convera y Antonio Holgado Monroy,
diputados; Juan Casas Rebollo, mayordomo del arca; Francisco Jiménez Chaviano, mayordo-
mo de la cera; y el abogado de los Reales Consejos don Felipe Manglano como escribano.
18 Por entonces era guardián era fray Alonso Coca, y formando la junta de gobierno las
siguientes personas: José Contreras Herrara, alcalde; Manuel Collazos y Manuel Tomás
Muñoz, diputados; Francisco Andrés Garroga, mayordomo de la cera; Juan García Vicioso,
escribano.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 55

hora de elegir los oficiales19. Y tenía presente el acuerdo adoptado por la


cofradía del Santísimo Sacramento, que fue aprobado el 22 de enero de
1664 por don Juan de la Cueva Mendoza, para el supuesto de reelección, o
la designación del mismo oficial en otro cargo de la junta de gobierno, en
cuyo caso deberían asumir esa responsabilidad cuantas veces se acordara,
pues en caso contrario sería excluido y no recibiría ningún tipo de asisten-
cia por la cofradía:
“todas las vezes que de aquí hadelante les pareziere al Alcalde y ofizia-
les de esta Cofradía en las elecciones que hizieren anualm te para los que
deuen seruirla de tales, el siguiente año relehejir a alguno o algunos de ellos
en los mismos ofizios que se hallaren sirbiendo, o mudarlos a otros diferen-
tes, siendo a propósito para el serbizio de dicha cofradía lo puedan hazer, y
lo mismo en otros qualesquiera de los hermanos de ella, sin que por alguno
de dichos hermanos se pueda contradecir la elección que así se execute,
pues desde luego prohíben semejantes contradiziones como odiosas y perju-
diziales, vajo de la pena que para ello imponen de exclusión de esa cofra-
día del hermano o hermanos que la hagan; y mandaron asimismo que
luego que judicialmente y en forma executen dicha contradizion, sea visto
que desde el mismo instante, queden exclusos de esta hermandad, y no se
les haia por tales hermanos, ni como tales se les acuda en vida ni en muer-
te, y si no bostante esta prohibizión quisieren continuar el contradictor o
contradictores su tenazidad no se le haya por parte en el juicio que ynten-
tare antes vien, sean expulsos de el, y condenados en costas, y la cofradía
como tal, y al costo de sus rentas pida que así se declare”.

El alcalde
El artículo 3º señalaba que el alcalde era la máxima autoridad que repre-
sentaba a la cofradía, pues “a la obediencia del qual como dicho es todos
estamos subjetos en lo tocante a la dicha cofradía”, cuestión reiterada a lo
largo de las ordenanzas y en especial en el artículo 4º, con la consiguiente
facultad de imponer sanciones que en el mismo se refleja20. En concreto,
una pena de 4 libras de cera a quien le desobedeciere, que tendría que abo-
narlos a los tres días desde que fuese requerido, y en caso de incumpli-
miento se le dejaría de atender en las importantes funciones de asistencia

19 “los grabes incombenientes, crezidos gastos, y enemistades que se han originado de volun-
tarias contradiziones que se han hecho en las elecziones que anualmente se executan, por
algunos hermanos que con poca reflexión y sin más fomento que su antojo”.
20 “Yten ordenamos por bien de todos los dichos mis hermanos y cofrades desta sancta cofra-
día por que mejor se sirua sean obligados a estar y esten obedientes a los mandamientos de
nro alcalde que agora es, o será en adelante”.
56 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

que desarrollaremos más adelante, salvo que volviera a ingresar de nuevo


pero en calidad de hermano de entrada, abonando la cuota que se contem-
plaba para este supuesto. Otro ejemplo de su poder, era que en caso de
insultos o riñas entre los cofrades, el alcalde debía poner fin a estas situa-
ciones, y quien no le obedeciere debía entregar 2 libras de cera, y sí per-
sistía en su actitud se aumentaba a 6 libras.
A pesar de lo dicho, muchas veces preferían cumplir con esas penas u
otras señaladas en las ordenanzas para otros supuestos de incumplimiento,
antes que obedecerlo. Para evitar esta anormalidad que en realidad era un
fraude de ley, tuvo lugar una modificación de las reglas que fue aprobada
el 25 de enero de 1664 por el licenciado don Juan de la Cueva y Mendoza,
arcediano de la catedral de Plasencia y visitador del obispado. En su virtud,
el alcalde según las circunstancias de cada caso podía aumentar o disminuir
las penas, e incluso acordar la exclusión de un hermano. Y quien no toma-
ra la vela que se le diera en entierros, procesiones o festividades, sería
penado con 6 libras de cera la primera vez, 12 la segunda, y expulsado la
tercera, salvo que despreciara la cofradía, en cuyo caso todos los miembros
de la junta de gobierno podrían acordarla de forma inmediata.
Asimismo para evitar el descalabro económico de la hermandad, el artí-
culo 26º le obligaba al alcalde a cancelar todas las deudas contraídas duran-
te su mandato, y cuando se renovara la junta de gobierno el mayordomo
del arca debía darle cuenta de los bienes de la cofradía:
“Yten Ordenamos y mandamos Que el alcalde que de Aqui adelante
ffuere sea obligado a ffenecer todas y qualesquier quentas en su Año acae-
cieren sopena de seys libras de cera y quel mayordomo del arca sea obliga-
do nueuo ya darle quenta de los bienes de la Coffradía y que de otra mane-
ra no se aueriuen Las dichas quentas”.
Además de otras facultades que aparecen reflejadas a lo largo del arti-
culado de las ordenanzas, conforme 4º le correspondía el gobierno de la
procesión del Jueves Santo, función en la que era asistido por los caballe-
ros e hidalgos, que no se disciplinaban y se limitaban a alumbrar con una
vela durante el trayecto:
“Yten ordenamos y mandamos que Agora y de aquí adelante para el
buen gouierno y Regimiento desta Sancta Coffradía Rijan y gouiernen con
nro Alcalde los Hermanos caualleros del hacha la Procesión el Jueues
Sancto en la noche”.

Mayordomo del arca


Además de lo dispuesto en el artículo 26º con respecto a la dación de
cuentas al nuevo alcalde, salvo que este comisionara a algún cofrade en
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 57

particular, la función principal del primero la refleja el artículo 15º, que era
la de cobrar todos los pagos que se le debían hacer a la cofradía, y en caso
de incumplimiento se impondría una pena de media arroba de cera y devo-
lución de la cobrado de forma indebida, que alcanzaba también a quien
sabiendo de esta irregularidad no lo hiciera público.

Mayordomo de la cera
Era el depositario de toda la que se necesitaba para acudir a los muchos
oficios religiosos de la cofradía, así como entierros de los hermanos y enco-
mendados, o cualquier otro acto en que estuviera presente por mandato del
alcalde. Conforme al artículo 17º, también debía recoger las dos libras de
cera que daban los hermanos de nuevo ingreso, y una vez que juraban les
entregaba una vela.

El escribano
Conforme al artículo 3º, actuaba de fedatario de todos sus acuerdos y
actividades dejando constancia de de ellos, al señalar “por ante quien pase
todo lo que se uviere de ordenar en esta Sancta Cofradía y se le dé fee por
todos los hermanos a lo que pasare ante él”. Conforme al artículo 30º, debía
leer las ordenanzas “en la Pieca de profundis en señor San Franco dos vezes
en cada un año”, concretamente en la víspera de la fiesta de la Exaltación
de la Santa Cruz y el Domingo de Ramos, penando la inasistencia de algún
cofrade con 1 real.
El artículo 33º se refería a las fundaciones de misas por los cofrades,
debiendo el escribano debía llevar un registro de los testamentos y otras
escrituras en las que se dispone su creación, pues de esta forma se asegu-
raba “que de aquí adelante para siempre jamás se digan las dichas misas
con toda la cera como los Hermanos testamentarios concertaron, y se digan
en las yglesias y hermitas y altares que están señalados y con la cera de la
dicha cofradía”.
En correspondencia con lo dicho, el artículo 22º establecía que este
fedatario debía requerir a los herederos de los cofrades para que en los seis
meses siguientes a su defunción, aceptasen su entrada en la cofradía por
herencia, pagando las cantidades correspondientes, pues se habían dejado
de cumplir lo dispuesto por los testadores en las mandas pías por cuanto
“a auido mucho descuydo en aceptar la Herencia de la dicha Coffradia
para que les hiziesen los Officios a los tales difuntos”.

Diputados
Según el artículo 24º, su función principal era demandar limosnas una
vez cada semana, correspondiendo a cada uno por semestre. En caso de
58 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

incumplir este deber, el alcalde y demás oficiales le impondrían “la pena


que merecieren”, recogiendo en este caso el mayordomo del arca todas las
limosnas. El artículo 35º establece que excepto la estación de penitencia del
Jueves Santo, en las demás procesiones y entierros en los que participaba
la cofradía, los diputados llevaban el estandarte negro con la cruz colorada,
con la salvedad que el alcalde estaba facultado para designar a otras perso-
nas. Y además de otras que veremos a lo largo de este capítulo, el artículo
66º les encargaba de entregar la cédula a los hermanos que debían llevar la
imagen del Cristo de la Columna, conforme al acuerdo adoptado el 1 de
febrero de 1704.

Muñidor
El artículo 6º se refiere al muñidor, que es una figura que está presente en
la práctica totalidad de las cofradías durante la Edad Moderna, y aunque no
formaba parte de la junta de gobierno le servía de auxilio en sus funciones,
sobre todo para citar a los hermanos para los múltiples actos en los que esta-
ba presente u organizaba, bien llamando a las puertas de sus casas o tañendo
la campana por las calles de Trujillo, recibiendo por ello un salario:
“Yten ordenamos y auemos por bien que tenga la Cofradía un muñi-
dor asalariado, dándole lo que justo fuere para que mahiera a los
Hermanos pa las misas y enterramientos, ansi de hermanos como de enco-
mendados, como de pobres que la Coffradía está obligada A enterrar y
para otras juntas y si el tal muñidor dexare de maherir algún Hermano
Pague medio Real de pena Para la cerca de la dicha Coffradía lo qual se
cumpla y guarde”.

INGRESO EN LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ


Dos eran las formas de adquirir la condición de cofrade, por herencia y
nueva entrada que regulaba el artículo 17º, estableciendo como principio
general que siempre tenía lugar como hermano de disciplina, sin exigir de
forma expresa el cumplimiento de ningún requisito, salvo el parecer favo-
rable del alcalde y oficiales. Además fijaba distintas cuotas de entrada en
función de circunstancias personales: como regla general 10 ducados y 2
libras de cera; la mitad las mujeres viudas y solteras; 14 ducados y 2 libras
de cera, cuando no pudieran servir ningún oficio; 14 ducados y 2 libras de
cera las monjas; 12 ducados y 2 libras de cera los clérigos.
Hemos dicho que una vez que los oficiales hubieran examinada la peti-
ción del candidato, decidían sobre su admisión. Sin embargo, la aplicación
práctica de este artículo fue escasa, pues en realidad era el parecer del
mayordomo del arca el que determinaba la decisión, como nos hace saber
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 59

el cabildo que tuvo lugar el 13 de mayo de 172121, cuando tuvo lugar una
modificación que exigía que el candidato fuera examinado por los oficiales
para comprobar sí reunía las condiciones precisas para su admisión:
“que de aquí adelte nuestro maymo de arca que al presste es pr todo
tiempo fuese de dicha cofradía no pueda por si y de su propio arbitrio
reciuir persona alguna por hermano en ella de ningún estado ni calidad
que sea, sin que primero la tal persona o vien se haya presentado ante el nro
alcalde y diputados por ante nro son para pedir su eziuimiento y que se
esepcule y reconoczca por ellos, si es o no a propósito para los fines, asisten-
zias y seruizios continuos y frequentes que tiene nuestra cofradía, y con que
siempre esta acostumbrada a seruirse o el referido may mo lo haga presente
y de quenta de hauerse acudido a el para que el dicho nro alcalde y dipu-
tados con nro ssno aquerde baxo de dicha ynspeczion si a de reziuirse o no
y en uno y otro caso para hazerlo nro may mo y sentarse en el libro de entra-
das a de prezeder Lizª yn escriptis firmada del dicho alcalde y diputados,
con la que se a de quedar dicho may mo y dar este la que corresponde al nro
sno para que lo asiente en el de entradas: y el reziuimto que en otra forma
se hiziere por nro maymo sea en ni ninguno y de ningún ualor por el que-
brantamto a de pagar para aumento de esta cofª quatro libras de zera de
que se le a de hazer cargo en sus qutas pr cada vez que incurriere y pr el
valor de cada una ocho Rs de vellón que es el prezio regular”
Una vez que se decidiera en forma positiva, el artículo 18º señalaba el
juramento que debían hacer las personas que habían sido admitidos como
nuevos miembros de la Vera Cruz:
“Que Juran a Dios y a la Cruz en fforma de derecho que serán obedien-
tes al Alcalde que es o ffuere de la dicha Coffradía y guardaran las
Hordenancas en ella fechas y procurarán el bien y Prouecho de la dicha
Coffradía y el año apartaran y si ansi no lo hizieren que pagaran las penas
en que incurrieren siéndoles pedidas a disposición de nuestro Alcalde, y que

21 “por quanto an de conocido quando la libertad de los mayordomos del arca an tenido por
si de reziuir a su arbitrio hermos en ella sin considerar al ynspezionar si son o no apropósito
tanto pª seruir a dicha cofradía quanto para evitar el erxuizio que se la orixina en la costa y
gasto que la resulta en el cumplimiento de sus oficios y zera que arde en ellos y por consi-
guiente el derecho que se trasziende a sus herederos en la herencia, sin que pueda subsanar-
se tan graue perjuizio que orixina abuso tan perxudizial quando p todas ordenanzas esta
resistido y el encargo para euitarlo siempre en ellas se haze a el alcalde y ofiziales en qe vir-
tualmente se persigue ser y hauer puesto a el cuidado de estos los que en lo pasado las esta-
blecieron la ynspeczion de personas y que fuese con aquerdo de ellos sus entradas, mediante
lo qual y que por este medio se euita tan conocido daño a esta cofrª pues más vien los ofizia-
les de ella rexistran la solizitud de los ynectos que la pretenda que no el maymo de arca que
aun conociéndolo es verosímil se hallanara por el rubor que de lo contrario le causaría”.
60 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

acudirán a los entierros y oficios para que fueren maheridos y que el tal
Hermano diga si juro y amén”.
El artículo 19º se refería de forma muy detallada al ingreso por herencia,
estableciendo como principio general que a la muerte de cualquier cofrade
heredaba su descendiente en calidad de hermano de disciplina, prefiriéndose
siempre a los varones de más edad sobre los de menos y reconociendo el
derecho de representación, pagando los primeros 2 ducados con 2 libras de
cera, y las mujeres 3 ducados con la misma cantidad de cera, aunque estas
solo disfrutaban de este derecho a falta de hijos o nietos:
“Por fin y muerte de qualquiera de nuestros Hermanos o hermanas erede
esta Coffradía el hijo mayor varón que dexare y a falta de hijo mayor el segun-
do varón y ansi sucesiuamente contando que sí el hijo mayor uviere muerto en
uida de su padre y dexare Hijo uaron o decendiente uaron de uaron el tal Hijo
suceda en esta dicha cofradía a su abuelo en exclusión de sus tíos hijos meno-
res del dicho su abuelo y asni sucesiuamente, y a falta de hijos y nietos varo-
nes como declarado, suceda la hija mayor hembra del tal Hermano y Paguen
cada uno por su entrada el varón Hijo o nieto, o decendiente dos ducados y
dos libras de cera y la Hembra tres ducados y dos libras de cera, con declara-
ción que el Heredero de la Herencia sea de disciplina”.
Ya hemos señalado que conforme al artículo 22º, el escribano debía
requerir en el plazo de seis meses a los herederos de los cofrades difuntos,
para que ingresaran en la cofradía. Ese precepto era incumplido de forma
reiterada, como nos hace saber el cabildo que tuvo lugar el 12 de julio de
161822, donde se acordó que para evitar fraudes a la muerte de cualquier
cofrade, su heredero debía ingresar en el plazo de un año desde el óbito,
fijando además distintas cuotas de entrada para el supuesto de que estuvie-
ra enfermo:
“que después de muerto el hermano o hermana de esta coffradía Que el
heredero que la uviere de Heredar, ora sea hijo o hija, o nieto o nieta, o her-
mano o hermana, o en otra qualquier manera, tanga obligación de entrar
en la dicha coffradía dentro de un año de cómo uviere muerto el hermano
por quien sucede en ella sin ser Requerido, donde no se quiere entrar des-
pués en la dicha cofradía estando enfermo, El o su muger, no sea Recebido
sino es pagando doze ducados y dos libras de cera, y si fuere Hermano de

22 “que Por quanto sea uisto y ue cada día por experiencia que muchos hermanos después
que mueren sus hijos o nietos, o personas a quien viniere la cofradía por no seruirla ni haze
la disciplina y aguardan a entrar estando enfermos o apunto de muerte de lo qual se sigue
mucho daño a la coffradía y si se les uviese de Requerir entrasen dentro de seis meses como
lo dispone una ordenanza”.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 61

Hacha pagando ocho mill mrs y quatro libras de cera, y esto se entiende
queriendo entrar estando enfermos o a punto de muerte, porque no lo estan-
do se an de guardar las Hordencas que sobre esto disponen ue los an de
Requerir primero, porque por esta ordenanca no se altera ninguna dellas,
lo qual queremos que se guarde y cumpla, y el alcalde y officiales que otra
cosa hizieren lo paguen de sus bienes y se les pueda pedir quentas que se
hizieren de la dicha cofradía”.
Pero a pesar de esta reforma seguía siendo objeto de incumplimiento,
por lo que el 16 de enero de 1664 se acordó su modificación, condenando
a seis reales anuales a quien dilatare su entrada en la cofradía, además de
la cuota de entrada que correspondiera:
“qualquier persona que ubiere heredado o heredare, esta cofradía legíti-
mamente por cada año dilatare el entrar en ella, pague seis reales de con-
tado a nro maymo juntamte con lo que le toca de su entrada y de otra
forma no sea reciuido, y si lo fuere no valga, y si siendo requerido, no entra-
re dentro del terno que manda la dicha ordenanca 22, incurra en la pena
de ella q en quanto a estos a de guardar. Y lo mismo pague el heredero de
hermano de hacha. Y si estando enfermo el o su muger quisiere entrar no
sea reciuido, si no es pagando la entrada por entero, como si heredara la
dicha cofradía, ora sea heredero de diciplina, de el hacha, y su fuere pas-
sado el terno de hordenanca 46, no sea reciuido como en ella se manda,
sino pagando por entero como va dicho”.
El orden regular a los llamamientos que establecía el artículo 19º, era
alterado cuando el hijo mayor o nieto del cofrade fuera clérigo, pues no
podía heredar sucediendo entonces el hijo segundo, y sí el único varón
fuera el religioso, heredarían las mujeres, con la salvedad que “no sean
dos personas continuas en la misma cofradía que sean clérigos o muge-
res”. Del examen de este artículo, resulta que la cofradía servía de medio
de integración social y legitimación de hijos extramatrimoniales, confor-
me a una práctica habitual del Antiguo Régimen, donde se utilizaban con
ese fin el ingreso y pertenencia a instituciones conservadoras, como eran
la Inquisición y órdenes militares. Y establecía que cuando un cofrade
varón no tuviera hijos e hijas que fueran legítimos pero sí alguno que
fuera natural, heredaba este con preferencia a cualquier otro pariente,
aunque se excluía a las hijas naturales, pues entonces se llamaba al nieto
del cofrade:
“pero porque estas mugeres conuiene más honestidad y recato, ordena-
mos que a la Hermana y Hembra no pueda suceder ningún Hijo que no sea
lexítimo aunque sea natural, aunque Bien permitimos que teniendo nietos
legítimos del tal Hijo o hija natural hereden la dicha cofradía”.
62 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

En el supuesto de no existir ningún descendiente legítimo o natural, le


sucedería su hermano mayor varón e hijos u otros hermanos con los llama-
mientos que hemos señalado, siendo preferido uno de menos edad al clé-
rigo, y estos a las mujeres. A falta de todos los anteriores, también cabía la
posibilidad de nombrar como heredero en la cofradía a cualquier persona,
con exclusión de las monjas “por ser de todo punto ynútiles a la cofradía y
de mucha carga y costa para ella”.
El artículo 19º también disponía que cuando se casaran dos cofrades, a
ambos solo podría suceder una persona, y en caso de corresponderle a quien
fuera ya hermano, la entrada por herencia se consumía en esa persona23.
Como señala de forma muy acertada Ángela Muñoz Fernández en su
estudio sobre las cofradías de la Vera Cruz en Castilla la Nueva24, “en el
plano sociológico cabe señalar una serie de tendencias que comparte la
Vera Cruz con todas las cofradías religiosas. Imperan unas líneas de adscrip-
ción familiar que se traducen en la integración de unidades conyugales,
marido y mujer, y la posibilidad de heredar la condición de cofrade por
parte de los hijos del cofrade difunto, primando siempre la línea de suce-
sión masculina. En esta integración, tendencialmente dominante, de unida-
des familiares el cofrade varón (padre o esposo) detenta la titularidad de
cofrade perfilándose una clara asimetría de derechos y espacios funciona-
les basada en el género”.
El artículo 20º se refería al ingreso de los hermanos de luz y sus here-
deros, que debían de abonar importantes sumas de dinero para poder evi-
tar hacer disciplina de sangre. De esta forma, las manifestaciones de religio-
sidad popular se convierten en un espejo de las grandes diferencias econó-
micas y sociales durante la Edad Moderna, pues solo aquellos trujillanos
que disfrutaban de una posición social desahogada podían evitarla en la
noche del Jueves Santo, pagando a cambio importantes sumas de dinero
que no estaban al alcance de gran parte de la población:
“Yten Ordenamos y mandamos que qualquiera Hermano de Hacha que
fuere Recebido y pague de su entrada mill marauedís de renta a la dicha
Cofradía en parte segura a Razón de a veinte mill mrs para comprallos y quatro

23 “Otrossi queremos y mandamos que sí qualquiera Hermano casare con alguna Hermana
de esta nuestra Coffradía o por el contrario, la una de las dichas dos cofradías se pierda y
consuma por manera que solamente pueda suceder una sola persona a entre ambos decen-
diente o transuersal guardando la forma arriba declarada y la ordenanca que dispone acer-
ca de la coffradía de marido y muger”.
24 MUÑOZ FERNÁNDEZ, A.: Las cofradías de la Vera Cruz en Castilla la Nueva. Siglos XV-
XVIII. En Actas del I Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa, Zamora 1987, p. 187.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 63

libras de cera y el heredero pague de su Herencia tres mill mrs y quatro libras de
cera y el transuersal quatro mill mrs y quatro libras de cera y que no sean rece-
bidos hasta que los den y paguen sopena del que otra cosa Hiziere lo pague de
su casa y se reciban con condición que an de lleuar sus Hachas el Jueues Sancto
en la noche y no las lleuando Que pagaran quatro Libras de cera”.
El artículo 34º contemplaba de forma restrictiva el ingreso de personas
que estuvieran enfermas o en peligro de muerte, pues suponía un induda-
ble perjuicio económico para la cofradía, el que los gastos derivados de sus
funerales fueran superiores a la cuota de entrada, además de nunca iba a
realizar disciplina de sangre que era la razón de ser de la Vera Cruz. Por
ello, se establecían unas condiciones muy especiales para permitirlo:
“por quanto la coffradia es defraudada en Recibir por Hermanos A per-
sonas que están apunto de muerte y Gastará más la dicha Coffradia en sus
entierros y officios que dan por su entrada y la coffradia no tenía quien la
siruiese y ellos aguardan A punto de muerte por no Hazer diciplinas, man-
damos Que ninguna Persona sea Recebido por Hermano estando enfermo
de mal peligroso, Saluo sino diere por su entrada seys mill mrs y lo mismo
se entienda estando su muger enferma, y la entrada a de ser de disciplina,
y si fuere Cauallero estando en la dicha enfermedad pague sesenta ducados
y quatro libras de cera sin quitalles cosa ninguna sino fuere Auiendo de
Perecer en el la dicha Cofradía”.
El 10 de enero 1664 se modificó esta ordenanza, por cuanto se daban
fraudes por aquellos que esperaban a estar enfermos para ingresar en la
cofradía, evitando la disciplina o servir oficios, aumentándose por esta
razón la cuantía de las cantidades que se debían abonar para quien se
encontrara en esta situación:
“q sí alguno quisiere entrar, estando enfermo en la cama o inpedido
para servir esta cofradía y hacer la disciplina, en ella pague por su entrada
veinte ducados y quatro libras de cera, y sí fuera para her node hacha pague
cien ducados y quatro libras de cera y por menos no sean reciuidos, y sí lo
fueran no ualga, y en quanto fuere contraria a esta la dicha ordenanca,
la revocaron”.
Como colofón de este apartado, diremos que el artículo 21º impedía de
ninguna persona a quien por derecho debía formar parte de la cofradía,
podía renunciar a su pertenencia a favor de otra, cuidando de ello los
miembros de la junta de gobierno, que en caso contrario entregarían 2 arro-
bas de cera:
“Yten Ordenamos y mandamos que ninguna Persona Hombre ni muger a
quien de Derecho pertenezca esta Coffradía no la pueda renunciar en otra
ninguna persona por el daño que se le sigue a la dicha Coffradía sopena que
64 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

el alcalde y officiales que Otra cosa Hizieren paguen A la Coffradía dos arouas
de cera y que el alcalde siguiente se las execute sopnea de caer en la misma
pena lo qual se cumpla y guarde.
El artículo 23º regulaba el supuesto de que cualquier cofrade quisiera dejar
de serlo, siendo preciso que su decisión fuera aceptada por los oficiales,
debiendo pagar 1 libra de cera más lo que en su caso debiere a la cofradía:
“Yten Ordenamos y Auemos Por Bien que si algún Hermano dixere que
se quiere despedir de la coffradía por algún enojo que Pague de pena una
libra de cera y se execute y si fuere Rebelde pague todo lo que deuiere a la
dicha Coffradía de su entrada y que el alcalde sea obligado a executallo y
que quede aluedrio del Alcalde y diputados el despedillo O no”.

RECURSOS ECONÓMICOS DE LA COFRADÍA


La obtención de recursos económicos era fundamental, pues sin ellos no
se podían llevar a cabo sus importantes fines religiosos y funciones asisten-
ciales recogidos en sus ordenanzas. Procedían de distintas fuentes, entre las
que se encuentran las ya vistas cuotas de entradas, las multas que se impo-
nían por incumplir los estatutos, lo que se obtenía por entierros en los que
participaba la cofradía, rentas de bienes propios e ingresos de distinta clase.
Se completaba con las demandas que señala el artículo 24º, que se refiere
a las limosnas que estaban obligadas a pedir los dos diputados de la junta
de gobierno, uno en cada semestre, imponiendo la correspondiente pena a
quien no cumpliera con este precepto:
“Yten Ordenamos que los diputados que son y fueren de aquí adelante sean
obligados a echar las demanda cada uno de los susodichos medio año echan-
do una demanda cada semana y por el que faltare el alcalde y officiales les
pongan la pena que merecieren y el dinero no entre en su poder sino en el nro
mayordomo del arca sopena de dos Libras de cera y al que se eiharen Las
pidan y que el alcalde que es o fuere les ponga la pena que le pareciere”.
Las cuotas de entrada eran una importante aportación al patrimonio de
la cofradía, consistente en el dinero y cera que debía entregar una persona
a su ingreso, y cuyas cuantías iniciales hemos visto, así como algunas modi-
ficaciones posteriores, debiendo recordar la elevada cuota de entrada para
quien quería ingresar como hermano de luz y evitar la disciplina de sangre
en la noche del Jueves Santo.
El artículo 29º establecía una cuota especial para aquellos cofrades que
se fueran a vivir fuera de Trujillo, debiendo dar 2 reales por cada año que
estuvieran ausentes, que se destinaría a sufragar los gastos de cera. Y para
quienes no cumplieran con este precepto, se le excluía de todo tipo de asis-
tencia cuando llegara su finamiento.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 65

A lo largo del tiempo la Vera Cruz sufrió algunos problemas financieros,


que hay que enmarcarlos en las dificultades económicas que atravesó nues-
tro país durante el siglo XVII, y que coincidió con la creación de otras her-
mandades que aunque no eran penitenciales, competían con las que a exis-
tían en atraer el mayor número de trujillanos a sus filas, como refleja el
cabildo celebrado el 13 de mayo de de 1622:
“y atento la presente necessidad de la dicha Coffradia que es mucha por los
grandes gastos que a hecho en los Officios de los muchos Hermanos q an muerto
ya que sus Rentas por la Reducion a veinte que Su Magd a mandado Hazer sea
minorado y que las limosnas son muy cortas y entierros de encomendados pocos
de que auia alguna utilidad y esto sea causado por las muchas coffradias que de
poco tiempo a esta parte se an fundado y uan fundando cada día”.
Por estas razones, la junta de gobierno25 usando de la facultad de modi-
ficación que le atribuía el artículo 12º de las ordenanzas, decidió aumentar
su cuantía en las siguientes cantidades:
“Qualquiera Persona que por Herencia de su padre e acendientes uinie-
re pidiendo la dicha Coffradia no pueda ser admitido por tal Hermano de
disciplina de la dicha Coffradia si no es pagando el uaron tres ducados y
dos libras de cera, y la hembra quatro ducados y dos libras de cera, y sí
fuere cauallero que sea de hacha pague diez ducados y quatro libras de
cera, y sí fuere trasuersal pague seis mill mrs y quatro libras de cera. Y el
trasuersal de diciplina pague cinco ducados y dos libras de cera, y sí fuere
hembra o clérigo pague seis ducados y dos libras de cera y que el official o
officiales que en otra forma los Recibiere lo aya de pagar y pague de su casa
lo que le quitare de la dicha Ordenanca y que no se les pueda pasar en
quenta a los dichos officiales que los recibieren sola dicha pena”.
Como las dificultades económicas continuaban, el 29 de julio de 1668 se
volvió a acordar otro incremento en su importe26, y que fue aprobado por la
autoridad diocesana en la persona de don Diego Serrano del Barco, visitador
general del obispado de Plasencia:

25 La junta de gobierno estaba formada por las siguientes personas: el licenciado Juan Bravo
Figueroa, alcalde; Pedro Moreno y Antonio Trujillo, diputados; Juan González Lobo, mayor-
domo del arca; Hernando Bejarano, de la cera; Diego de la Vega Talavera, escribano.
26 “En la muy noble y leal ciudad de Truxillo, en veinte y nuebe días del mes de julio, año
del nacimto de nuestro Sr Jesús Xpto de mill y seisos y sesenta y ocho años, estando juntos en
el convento de Sr San Francisco en la procesión de la cuerda los oficiales de la cofradía de la
SSta Bera Cruz desta ciudad, Alonso del Puerto, alcalde; Luis de Hita y Martín Mendo, dipu-
tados; mayordomo de arca Juan Joseph Goncalez de Mendoza; y de la cera Antonio de
Tholosa Fuensalida; por ante mi Agustín de Caruajal, essno de dicha cofradía”.
66 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“dijeron que por quanto este día an hecho hordenanca en que an subi-
do de cinqta mr que se daba de limosna por cada misa, no se decía por los
hermanos difuntos de dicha cofradía a dos R s por la limosna de cada una,
acordaron que los que desde oy en delante quisieren entrar por hermano de
dicha cofradía aya de pagar por su entrada siendo de acote diez y seis
ducados y dos libras de cera = y el hijo lijitimo que la heredare seis duca-
dos y dos libras de cera y de otra suerte no hayan de poder ser reciuidos, y
los clérigos y monjas espitando en ellos ayan de pagar por su entrada los
dichos diez y seis ducados y dos libras de cera, y el mayordomo que los
reciuiere menos de lo ordenando lo a de pagar de su casa”.
El artículo 8º se refería al entierro de los encomendados, que era una
práctica muy habitual en la época y veremos también al hablar de las otras
hermandades penitenciales. Se trataba de la presencia de la cofradía en el
funeral de aquellas personas que sin pertenecer a ella así lo solicitasen,
pagando por ello distintas cantidades en función del tipo de oficio religio-
so que se celebrase, supuesto que hemos visto en este capítulo al referir-
nos a la última voluntad de Juana González:
“Yten Ordenamos y tenemos Por Bien Que qualquiera que se mandare
enterrar con la dicha Coffradía se le lleuen seys hachas y el Pano negro y si
se enterrare el tan diffunto con nuestras andas paque de limosna mill mrs
a nuestro mayordomo y sí el tal encomendado ardiere la cera en la misa
Pague treinta y seys Reales y si fuere De nueue leciones paque cinquenta
reales y quel mayordomo sea obligado a tomar prenda de oro o de plata
sopena que si otra cosa hiziere lo pague de su casa y que a ninguna perso-
na encomendada se le pueda lleuar más cera de las dhas seys hachas ni el
Cristo ni el estandarte que está dedicado para los Hermanos sopena de
media aroua de cera lo qul queremos que se cumpla y guarde”.
Como hemos indicado en el capítulo anterior y al igual que las otras peni-
tenciales, la Vera Cruz gozaba de ciertas propiedades de bienes rústicos o
urbanos, que eran adquiridos en virtud de cláusulas de testamentos o codici-
los, así como en las escrituras de fundación de capellanías, con el objeto de
celebrar aniversarios por las almas de las personas que dispusieran estas man-
das pías, y que estaban invertidos en censos, situación que refleja el artículo
40º de las ordenanzas. Y dispuso que para poderlos redimir, era preciso el
voto mayoritario de los miembros de la junta de gobierno, que estaban obli-
gados a volver a invertir el dinero que se obtuviera en este instrumento de
ahorro que era tan característico de la Edad Moderna, estando impedido el
mayordomo del arca para disponer del numerario con otro fin:
“Yten por quanto esta sancta cofradía de limosnas que se an hecho y de
entradas de Hermanos y de mandas de testamentos para que se digan
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 67

Algunas misas La dicha cofradía tiene ciertos marauedis de Renta de censo


al quitar y otras Rentas Hordenamos y mandamos para aumento desta
Sancta Cofradía que sí agora o en algún tiempo Algunos mrs del dicho
censo se redimieren y quitaren que el alcalde y diputados Mayordomos y
Officiales sean obligados a boluerlo a emplear luego y cada y quando que
hallaren A quien lo dar y que al Redimirlo o emplearlo no se pueda hazer
sin la mayor Parte de los Officiales y que nro mayordomo o pueda Gastar
ni gaste ninguna cosa del dicho dinero que ansi se Redimiere y quitare
sopena que lo Pague De sus casas y no se le tome en quenta Aunque más
necesidad Tenga la Cofradía porque desta manera la dicha Coffradía yra
en aumento y no en disminución y se cumplirá con las Ánimas de los difun-
tos que quedaron la dha renta”.
Disponemos de una relación detallada y bastante ilustrativa de todos los
bienes y recursos económicos de los que era titular la cofradía a finales del
siglo XVIII27:
“Mandas} Primeramte por la manda qe hizo a esta cofradía el Señor
Martín de Chaves mil y cien rrs pª colación de Juebes Sto y hachas. Otra qe
la hizo Franco Santos de sesenta y seis rs. Otra de setenta y dos rs qe la hizo
Dª Antonia de Zúñiga. Zensos} La Memª de Martín de Chaves paga uno de
quinientos seis rs y doze mrs. Esta Ciudad paga otro de setecientos y ochen-
ta rs. Otro qe paga Bartolomé Abila de la Madroñera de veinte y siete r s.
Otra q paga Dn Josef Gironda, cura de Santiago de quarenta r s y treinta
mrs. Otra contra Luis Coranadas de quatro r s y catorce mrs. Otra contra
Josef Bacas de Sta Cruz de ocho rs y veinte mrs. Otro contra Franco Mellado
vezº de la Madroñera de diez y ocho rs. Otro de Hinojal de seis rs. Otro con-
tra Dn Martín Regodón vezº de Sta Ana de veinte y quatro rs y veinte y qua-
tro mrs. Otro contra Dn Uicente Puerto vezº de Sta Ana digo Logrosán de
zinquenta y dos rs y veinte y ocho mrs. Otra contra los herederos de Plaza
de quatro rs y diez y seis mrs. Otro contra el Combentto de la Merced de un
rl y diez y seis mrs. Otro contra Juan Izquierdo vezº de la Abertura de diez
y nuebe rs y diez y ocho mrs. Zercas} Una tercia al sitio del Gil Bas que rent-
ta ciento y sesenta rs. Otra qe llaman de la zorra que rentta cinquenta y
cinco rs. Otra al sitio de Canttarranas qe renta lo mismo. Doze rs y onze mrs
qe tiene de pte en la dehesa de los Santos. Casas} Una casa en calle nueba
qe renta dosztos setenta y cinco rs. Otra al Azobejo qe renta ciento setenta

27 AHN, Consejos, Legajo 1448. CANTERO MUÑOZ, A.: Conflicto entre las ideas racionalis-
tas de la Ilustración y las manifestaciones de religiosidad popular. La suspensión de las cofra-
días de Trujillo a finales del siglo XVIII. En Actas XXXIII Coloquios Históricos de
Extremadura, Badajoz 2005, p. 108.
68 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

y seis rrs. Otra al Horno del paso qe renta cinquenta y cinco rs. Dos cruzes
de plata de bordón. Dos de esttandarte. Tres estandartes de seda. Doze
hachas grandes. Seis dichas medias”.
De lo anterior, resulta una singularidad económica que disfrutaba que
Vera Cruz frente a las otras penitenciales, que consistía en los 780 reales
que recibía cada año de los propios de la ciudad de Trujillo28. Tena
Fernández también se refiere a que esta cofradía realizó importantes des-
embolsos económicos en la fábrica de la iglesia conventual de San
Francisco29, y colaboró con las obras realizadas en 1731, con los recursos
derivados de ser la admistradora de la obra pía fundada por Martín de
Chaves. De forma similar actuó en 1732con un préstamo de 16.000 reales
para poner las tejas y coger las aguas de la iglesia.
Además de lo dicho, hay que destacar las que la cofradía de la Vera Cruz
también era administradora de varias capellanías sitas en ese cenobio30: la
de Sancho Casco, Martín Sánchez Velásquez, pía memoria del capitán Diego
de Castro, la de García de Trujillo, la de Francisca Rodríguez de Osuna, la
de su hermana Antonia Rodríguez de Osuna y la de Ana Díaz y Miguel
Sánchez.

FUNCIONES RELIGIOSAS DE LA COFRADIA DE LA VERA CRUZ

Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y otras funciones religiosas


A pesar de que la razón de ser de las cofradías de la Vera Cruz era la
penitencia de sangre que se hacía el Jueves Santo, era habitual que sus prin-
cipales celebraciones fueran las siguientes: la Invención de la Santa Cruz el
3 de mayo; Exaltación de la Santa Cruz, el 14 de septiembre; y a veces tam-
bién aparece la del Triunfo de la Santa Cruz, el 18 de julio31.
Y aunque puede parecer paradójico, las primeras ordenanzas de las de
Trujillo no dice nada de forma expresa sobre este particular. Sin embargo,

28 Los propios eran las tierras de cultivo o paso propiedad del Ayuntamiento que arrenda-
ba a particulares, con lo que se obtenían jugosos recursos económicos para sufragar todo
tipo de gastos.
29 TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo Histórico y Monumental, Salamanca 1988, p. 160.
30 TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo Histórico y Monumental, Salamanca 1988. p. 160.
31 SÁNCHEZ HERRERO, J; LÓPEZ BAHAMONDE, Mª R; MIURA ANDRADES, JM; MONTES
ROMERO-CAMACHO, I.: Los cuatro tipos diferentes de cofradías de Semana Santa, desde su
fundación hasta la crisis del siglo XVIII en la Andalucía bética y Castilla. En Actas del I
Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, P. 280.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 69

se deduce que la más importante era el 3 de mayo32, pues hemos visto


como las cofradías penitenciales en Trujillo renovaban a su junta de gobier-
no en la fiesta principal o en sus vísperas, y el artículo 5º se refería a que
tendría lugar el primer domingo del mes de mayo o en sus vísperas. El artí-
culo 38º también se refiere a la que tenía lugar el primer domingo de mayo,
con misa solemne y procesión, donde también predicaba un sermón, y fina-
lizando con una colación33:
“Yten Ordenamos que por quanto el Primero domingo de mayo esta
sancta Coffradia tiene costumbre de Hazer una procesión misa y sermón al
tiempo que eligen Officiales nueuos y se gasta y da de limosna a los frayles
de San Franco y a la música y ministriles y en otras cosas cierta cantidad
de dinero en que los mayordomos an gastado más de lo que la dicha coffra-
dia puede suplir y lleuar, por tanto Hordenamos y mandamos que de aquí
adelante ninguno de nuestros mayordomos que son o fueren de aquí ade-
lante no puedan gastar más cantidad de Hasta tres mill marauedis en lo
susodicho sin exceder de ellos sopena que lo Pagará de su casa y no se le
pasara en quenta y que el alcalde y officiales sean obligados a Reuello y
mirallo sopena que lo pagaran ellos de sus casas lo qual queremos que se
cumpla y guarde”.
La cuestión quedó resuelta de forma definitiva en el cabildo celebrado
el 1 de septiembre de 1703, que refleja que tras hacer la cofradía petición
al Papa, obtuvo una bula que concedía beneficios espirituales a los cofra-
des y a todos las personas que asistiesen a la iglesia conventual de San
Francisco en cuatro fiestas que se eligiesen y fueron las siguientes: la
Invención y Exaltación de la Santa Cruz, Jueves Santo, y San Francisco34:
“Que por quanto a su pedimento y suplicazion Su Santidad a concedido
Bulla de diferentes indulgencias para los hermanos de ella y para los demás
fieles xptiajos q concurrieren a la iglesia de dicho conu to en quatro festibi-
dades que por dichos alcalde y oficiales se señalaren, precediendo la

32 El 3 de mayo se conmemoraba el descubrimiento por Santa Elena, madre del emperador


Constantino, de la Cruz donde Jesucristo fue crucificado.
33 38ª Hordenanca sobre que no se puedan Gastar más de ocho ducados en fiesta que se
Haze el día de la elecion
34 “En la zuidad de Truxllo en primero día del mes de septe de mil setecientos y tres años,
estando juntos el Alcalde y oficiales de la Cofradía de la Sta Uera Cruz de ella, sitta en el
Conuto de frailes de nro Pe S Franco de la obseruanzia de esta dicha ziud, expezialmente
Franco Sánchez Molano, alcalde = Antonio Cauello Bazan y Anttº Carrasco, diputados =
Jerónimo Ximenez Herena maymo de arca y de la zera Juan Calderón, por ante mi Pedro de
Rodas Serrano, sno de la dicha cofradía”.
70 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

aprouazion del Yllmo Sr obpo desta obispado o prouisor de él, y en cumpli-


miento de dicha bula y para el mayor seruicio de Dios Nuciestro señor y
culto de dicha cofradía, desde luego unánimes y conformes señalan para
dicho efecto los día de Jueues Sancto = Triunfo y exaltación de la Santa
Cruz =Y el de Nuestro Pe S. Franzco confesor, para que en ellos se ganen
dichas yndulxenzias en conformidad de dicha bulla; y piden y suplican a
su Señoría o al dicho Sr Prouisor se siruan de dar su aprouación cobrando
para ello el despacho necesario del qual y de dicha bulla se ponga copia
autorizada a continuazon deste aquerdo para que siempre conste y así lo
acordaron y firmaron”.
Pero la bula exigía que la anterior decisión fuese aprobada por la auto-
ridad diocesana35, y a tal fin la junta de gobierno actuó con la máxima cele-
ridad, pues acordó otorgar el correspondiente poder a varios procuradores
con el mandato de que hicieran esa gestión36:
“otorgamos que como tales ofiziales de dicha cofradía damos todo poder
cumplido quan Bastante de dro se requiere y es necesario para más ualer a
Santiago Rodríguez, Antonio Calderón, Juan de Cazeres Ouando, Manuel
López Carrasco y Franco de Oliua Procuradores de causas del número de la
ciudad de Plasenzia y a cada uno y qualesquiera de ellos ynsolidum, espe-
cialmente parezcan ante Su SSª Yllma Ysr obispo deste obispado o Provisor
del y pida se apurebe el acuerdo hecho en razón del señalamiento de las
quatro festividades que por la dicha cofradía se an señalado para ganar las
indulgenzias concedidas por Su Santidad en la Bulla que a su Pedimiento
y suplicazion se ganó, para que de ellas gozen sus ofiziales y heramos y
demás fieles zptianos que concurrieren a la iglesia del Conuetno de rrelixio-
sos de nor Pe San Franco de la obseruanzia desta ciudad en donde esta
sita”.
El 6 de septiembre el procurador Santiago Rodríguez presentó en el
obispado de Plasencia, la bula obtenida junto con el poder y el acuerdo
adoptado por la cofradía, solicitando se aprobasen las cuatro fiestas elegi-
das37. Y ese mismo día don Juan Ribero Ocampo, vicario general y provi-
sor, aceptó la petición en los siguientes términos:

35 ADP. Trujillo, Caja 456: “les conzede Su Sanctidad a dichos Cofrades otras quatro yndul-
gencias plenarias en quatro días festibos del año que señalaron y elijaren una en cada uno
de ellos, cuio señalamiento y elección a de ser aprobado por el Señor Juez ordinario de este
obispado como consta de dicha Bulla”.
36 ADP. Trujillo, Caja 456.
37 AGOP. Trujillo, Caja 456. En el Apéndice Documental, como documento nº 2 consta ínte-
gra esa petición.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 71

“auiendo confessado y comulgado en dichos días y ejecutado las demás


obras que expresa dicho Brebe y diferentes indulgencias de cuarentenas y
diarias ejerxitandose en las obras de Piedad y misericordia que en él se
espresan y especial suerte en los quatro días festibos en el Año que p r dichos
cofrades se señalaron = dijo que daua y dio licencia a los cofrades de dicha
cofradía de la Sancta Bera Cruz para que juntos en su cabildo como lo tie-
nen de costumbre puedan publicar y hacer notorio dicho Brebe y conzesion
de Ynduljenzias pra que llegue a noticia de todos y asimismo le hagan
publicar por los Predicadores en los Púlpitos y p r zedulas a las puertas de
las Yglesias y no con trompetas […] = y aprobaba y Aprobó la elezion hecha
pr dicha cofradía de los quatro día; de Juebes Sancto, Triunfo de la Cruz,
Exaltación de la Cruz, y de San Francisco de cada un año para que en ellos
gozen”.
Además del Jueves Santo por la tarde, esos días tenía lugar en la iglesia
conventual misa solemne con sermón en le que intervendrían destacados
predicadores, estando presente toda la cofradía y la comunidad francisca-
na, terminando con una solemne procesión, que era encabezada con una
cruz de madera dorada, conforme señala el artículo 42º, que también nos
hace saber la presencia de las que hacía la cofradía el día de San Gregorio
y Corpus Christi:
“Yten Ordenamos y mandamos que La Cruz de madera dorada de la
dicha Coffradia solamente salga en quatro procesiones que El día de San
gregorio, día de la fiesta de la Cruz, día del Corpus Xpi y Jueues Sancto en
la noche y esta noche la lleue un clérigo Hermano el que el alcalde nombra-
re y contino vaya delante Por guía de las procesiones la qual no se pueda
prestar a ninguna a psona sopena quel official que la Prestare pague de
Pena una aroua de cera para la dicha cofradía”.
El artículo 43º se refiere a la presencia de la cofradía en la procesión del
cordón de San Francisco, que se hacía el último domingo de cada mes y
que era preceptivo en los conventos franciscanos:
“Yten Ordenaron y mandaron que cada postrero domingo del mes que
se Haze la procesión del cordón en Sant Francisco, se diga una misa
Rezada con su Responso Cantado por los hermanos Biuos y diffuntos en el
altar del Xpo y de la cofradía, an de arder dos hachas y la cera menuda y
otras dos a sanctos y se ponga el estandarte verde chico y la misa se diga de
la dominica y las dichas quatro hachas y el estandarte an de andar con la
Procesión del Cordón a la tarde y ansimismo sean de dezir por los dichos
Hermanos biuos y difuntos y bien Hechores cinco misas rezadas los cinco
domingos Primeros de Quaresma con las quatro Hachas en la forma dicha
y la cera menuda con su Responso Cantado”.
72 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Al comienzo de este capítulo apuntamos la especial relación entre la


parroquia de la Vera Cruz y la cofradía del mismo título, en razón de haber-
se fundado en ese templo, y que al reflejarse a lo largo de las ordenanzas
nos hace saber de otras celebraciones religiosas en las que participaba. El
artículo 31º señala que era costumbre tener la cera y un estandarte allí, que
servía para acompañar al Santísimo Sacramento cuando salía fuera del tem-
plo, o cuando se exponía el Jueves y Viernes Santo, debiendo reponer las
velas cuando estuvieran gastadas:
“Yten dixeron que Por quanto de tiempo inmemorial a esta pta es cos-
tumbre de tener la cera en la yglesia de la Vera Cruz de esta Ciudad y un
estandarte con que se acompaña el Sanctísimo Sacramento las vezes que
sale fuera de la dicha yglesia pª que la gente que le acompañare lleue sus
velas encendidas y sus dos hachas y Para que el Jueues y Viernes Sancto al
encerrar y desencerrar el Sanctissimo Sacramento, y porque los que de aquí
adelante vinieren no se les Haga mucha costa, mandamos que de aquí ade-
lante para siempre xamas pues La obra estan Sancta y con que a Dios nues-
tro Señor se sirue que la dicha cera este en la dicha yglesia donde al presen-
te está y que los officiales que agora son y fueren de aquí adelante tenga
particular quenta de ver la dicha cera y estando pequeñas las hachas y velas
las traygan y lleuen otras nueuas en su lugar y que nuestro mayordomo sea
obligado a abrir El cepo donde se echa la limosna y questo se cumpla y guar-
de sopena de dos arouas de cera”.
El 26 de abril de 1671 se celebró un cabildo que refleja el acuerdo que se
concertó con los curas y beneficiados de la parroquia de la Vera Cruz38, que
estaba fechado el 11 de abril y que se formalizó conforme a escritura otorga-
da el día 20 ante el escribano Francisco Márquez. Su objeto era regular la asis-
tencia de la cofradía representada por un miembro de la junta de gobierno,
con estandarte y cera el Jueves Santo al visitar el Monumento, la celebración
de la Invención y Exaltación de la Santa Cruz, o cuando salía el Santísimo a
visitar a los enfermos. En recompensa la cofradía tendría la llave del Sagrario
el Jueves Santo y se oficiarían misas por los cofrades vivos y difuntos:
“Y dixeron que por quanto en virtud de acuerdo hecho en junta de her-
manos el día once deste preste mes, se contrató por vía de concordia con el

38 “En la ciudad de Truxillo en veinte y seis días de el mes de abrill de mill y seiscientos y
sesenta y seis años, estando juntos el alcalde y oficiales de esta santa cofradía de la Vera Cruz,
es a sauer el Lº Pedro Antonio Rodríguez Moreno, abogado de los Rs consexos, alcalde, Pedro
Pacarro Vizcaíno y Luis de Hita, diputados; Juan Martín Portero, maymo de arca; y Alonso
Sánchez, de la cera; por ante mi el Dr D. Joseph Manglano, abogado de los reales consexos,
rexidor desta ciud y scriuano de dicha cofradía”.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 73

cura y beneficiados de la Yglesia Parrochial de la S ta Vera Cruz, que esta


SSta cofradía auia de acudir a dicha Yglesia en cada un año para siempre
jamás con dos velones y seis velas de cera blanca que an de arder desde el
Jueves Santo quando se encierra el SS mo Sacramento hasta el Viernes que se
consume, y a la procesión an de arder quatro hachas, asistiendo anbos día,
uno de los oficiales de la dicha cofradía con su bordón y llevando el estan-
darte de los dos que tiene, y que para el día de la inuención de la Cruz se
les den seis velas que ardan desde la misa hasta q se encierre el SS mo
Sacramto, y para los días de la exaltación y Triunfo de la Cruz, se les an de
dar dos velas q ardan a vísperas y misa mayor, y que la dicha cofradía
tenga en dicha Yglesia un arca con su llaue que a de tener el mayordomo
de cera, y en ella quatro hachas para q la aconpañen el SS mo Sacramto
quando sale a los enfermos y dos velas q ardan en el altar iendo en dicha
ocasión uno de los oficiales de dicha cofradía con su bordón y lleuando el
guión uerde q esta en dicha Iglesia y acauadas dichas fiestas se a de boluer
la cera que sobrare a dicha cofradía = en cuia reconpensa se obligaron
dichos curas y beneficiados a dar cada año el Jueves Santo la llaue del
Sagrario, a el oficial que por pte de dicha cofradía fuere a asistir dicho día
en dicha yglesia, y que en cada un año para siempre jamás, dirán una
misa cantada con su uigilia antes, y responso a el fin de todo cantado, y
con ministros en uno de los días de la infraoctava de la inuención de la
Cruz por hermanos vivos y difuntos, asistiendo los oficiales, cera, insignias
de dicha cofradía como de dicho contrato consta que pasó ante Fran co
Marquéz, scriuano en ueinte de este presente mes […] y se declara que el ofi-
cial que por pte de dicha cofradía a de acudir a los oficios y procesiones del
Jueves y Viernes Santo a de ser el diputado más antiguo, y caso q este ausen-
te, enfermo o por otra causa impidido para poder asistir, a de hacerlo el ofi-
cial que señalare el nro alcalde o el que hiciere el oficio de tal, para que allí
presida y se le dé la dicha llaue del Sagrario, y por que aia diferencias de la
que se da a el nro alcalde en el conuento de S n Francisco de esta ciudad,
en que se pone siempre cinta o cartón uerde, en la que se diese en dicha
Parrochia de la Uera Cruz, sea de poner cordón de seda uerde y negra o dos
cintas torcidas, una negra y otra uerde, pues con eso se diferenciara lo uno
de otro.

Procesión del Jueves Santo.


Sin ningún género de dudas, el punto de referencia de la vida de la cofra-
día a lo largo del año era el desfile procesional que tenía lugar en la noche
del Jueves Santo, aunque con carácter previo tenían lugar una serie de actos
que le servían de preparación. Como era habitual en muchas cofradías peni-
tenciales de nuestro país, el Domingo de Ramos tenía lugar una junta general
74 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

para preparar el orden y forma de salir la estación de penitencia así como


resolver otras cuestiones que fueran importante, y que aparece contemplada
en el artículo 44º, siendo citados todos los hermanos por el muñidor para que
estuvieran a la una de la tarde en el convento de San Francisco “en el profun-
des del”, donde se encontraba enterrado Hernando Pizarro y sus esposa doña
Francisca Pizarro, hermano e hija del conquistador del Perú39, dando solem-
nidad al acto la cruz de plata y libro de ordenanzas que lo presidían:
“el dicho nro mayordomo del Arca que es o fuere pª siempre xamas tenga
cuidado de mandar al muñidor que ponga un bufete con su sobre mesa y
en ella se ponga la Cruz de plata sobredorada y el Libro de las Ordenaças y
los demás Libros y Papeles quel Scriuano desta Sancta Coffradia lleua Aquel
día a esta Junta General y que el nro alcalde que fuere tenga mucho cuya-
do ansi conuiniere lo contenido en aquesta Hordenanca porque ansi
conuiene al seruicio y onrra desta Sancta Coffradía”.
El artículo 2º se titula “hordenanca sobre la general disciplina”, seña-
lando que los cofrades debían estar preparados para la procesión y debían
cumplir con los requisitos de estar confesados para poder comulgar, así
como el poner fin a las rencillas que pudiera existir entre ellos, cuestión
que era competencia del alcalde. Lo dicho les iba a permitir ganar las indul-
gencias que se concedían a los disciplinantes:
“nuestro alcalde sea obligado a procurar sí ay algunos Hermanos ene-
mistados y los haga amigos para que mejor consigan y ganen las gracias
que están concedidos a los tales hermanos de disciplina”.
En la tarde del Jueves Santo se celebraban los Oficios predicándose el
Sermón del Mandato, donde se hacía saber al pueblo inculto e ignorante en
los misterios y verdades de la fe, que Jesucristo aceptó la decisión de Dios de
sufrir la Pasión, a pesar de tener poder para evitar ese duro trance. Y cuando
en 1704 la cofradía acordó sacar la imagen del Cristo de la Columna, también
se referiría a que Jesucristo se sometió al mandato de su Padre de sufrir la ver-
güenza y el escarnio de ser azotado por gentiles, derramando en la Columna
su sangre igual que en la Santa Cruz, para redimir al género humano. A su fin

39 SANTA CRUZ, J.: Crónica de la Santa Provincia de S. Miguel de la Orden de N. Seráfico s.


Francisco, Madrid 1671, pp. 370: “Esta en lo que fue Iglesia vieja (y eso y antesala del referc-
torio, que llaman profundis) vn túmulo con su vulto de piedra armado del célebre Fernando
Pizarro natural desta Ciudad que con sus hermanos Francisco, y Gonzalo Pizarro fue feliz
descubridor del Perú: y con este descubrimiento abrió la puerta a la Fe Católica y a la dila-
tación de la Monarquía Española en aquellas vastas regiones. Este Fernando sobreuiuiendo
a los dos hermanos murió en España, y fue singular bienhechor deste Conuento de Truillo;
adonde quiso dexar esta memoria de su sepulcro en testimonio de su persona, y hazaña
memorables a todos los siglos”.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 75

y antes de comenzar la procesión, tenía lugar el Canto de Tinieblas y una plá-


tica de disciplina dirigida especialmente a los hermanos de sangre que les ser-
vía de preparación.
La disciplina pública a la que se refiere el artículo 2º, era lo que caracteri-
zaba a las cofradías de esta advocación, y es una de las razones que explican
en parte su gran difusión y arraigo popular, pues los cofrades conseguían
indulgencias por hacerla. Como regla general era obligatoria su práctica para
todos los cofrades, pues señala que “todos los hermanos que aia y serán de
aquí adelante sean obligados a hazer general disciplina el Jueues Ssto de la
Cena”, imponiendo la pena de seis libras de cera a quien no lo hiciere, no
recibiendo además ningún tipo de auxilio social o espiritual. Para tener certe-
za de quienes cumplían con este mandato, los cofrades se debian registrar
ante el escribano40, pues en caso contrario no se tendría por hecha la disci-
plina, no consiguiendo las indulgencias a las que ya hemos hecho referencia,
tanto las concedidas a las cofradías de esta advocación como a la de Trujillo
en particular. Y conforme al artículo 13º, solo estaba excluido el alcalde, en
razón de corresponderle presidir y organizar la procesión:
“Yten Hordenamos y mandamos que por quanto el Jueues Sancto en la
noche sale la processión de disciplina del monesterio de Señor San Francisco
y ay muchas cosas que poner en orden aquella noche y para Regir nuestra
Procesión que el nuestro alcalde que es o fuere de aquí adelante no haga ni
esta obligado a hazer la dicha disciplina durante el año de su officio lo qual
mandamos se cumpla y guarde”.
Esta ordenanza también exceptuaba a los enfermos, pero con carácter
previo debía certificarlo un médico para evitar fraudes. Y cuando sanaran
estaban obligados a hacerla el día que el alcalde les señalase en la forma y
lugar que expresaba, supuesto que también alcanzaba a los que estuvieran
ausentes de la ciudad de Trujillo el Jueves Santo, salvo que acreditaran por
cédula que la habían realizado en otra localidad, señalando con detalle el
lugar y la forma de realizarlo:
“alrededor de la Claustría de Franco dando nueue bueltas y que sea de
noche lleuando un Crucifijo delante y dos hachas encendidas, y esa mesma
orden se tenga con los hermanos que vinieren estando ausentes”.
También se tenía una especial consideración por las cofrades de avanzada
edad, a quienes se permitía que en lugar de disciplinarse, fueran alumbrando
durante la procesión del Jueves Santo:

40 “y que los hermanos sean obligados a yrse a Registrar y quitar ante nro scriuano, sopena
que no le darán por hecha la dicha disciplina”.
76 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“y sí algún hermano fuere viejo y por su vegez no pudiere hazer la


dicha disciplina, se remite al alcalde para que le mande como a de yr, con
que lleue vestida su túnica en la Procesión y su uela encendida de la
cofradía”.
El artículo 39º se refiere a los abusos que se habían cometido por quie-
nes se habían excusado de llevar túnicas y disciplinarse, alegando vejez o
enfermedad y reservando la disciplina para sus herederos. Para evitarlos, se
acordó que fuera siempre obligatorio que los nuevos cofrades ingresaran
como disciplinantes, con la salvedad de quienes estaban dispuestos a abo-
nar una importante cantidad de dinero para ser hermanos de vela, que solo
estaba al alcance de los estamentos privilegiados, reflejándose de esta forma
las acusadas diferencias sociales de la época:
“no se pueda Recebir sino fuere pagando los veynte mill mrs que pagan
los hermanos de Hacha sopena de una aroua de cera a al alcalde y officia-
les que otra cosa Hizieren y que el nro Scriuano sea obligado A hazer el
assiento conforme a estas condiciones y se le notiffique al tal Hermano para
que anssi lo cumpla y guarde”.
Ya hemos referido que en su origen, los desfiles procesionales de las
cofradías de la Vera Cruz se caracterizaban por la austeridad, seriedad y
disciplina, pues se pretendía la imitación de Cristo y la satisfacción por
nuestros pecados41. Con la llegada del Barroco hemos visto en el capítu-
lo anterior como se pierden esos rasgos, situación que también se iba a
dar en la Vera Cruz de Trujillo, hasta el punto que se tuvieron que modi-
ficar las ordenanzas en cabildo celebrado el 16 de enero de 1664, por
cuanto había muchas personas que dejaban de hacerse cofrades por tener
que hacer la disciplina de sangre, causándose el consiguiente perjuicio
económico por falta de nuevos hermanos que pagasen las cuotas de
entrada:
“por quanto el principal instituto desta SSta cofradía es el hacer los her-
manos diciplina el Jueues SSto en la noche, lo qual muchos no pueden hacer
a causa de sus achaques y debilidad de su natural, y a esta causa dexan de
entrar en dicha cofradía por hermano de ella, con no poca pérdida suia,
pues siendo como es de las más principales, carece de hermanos que la
siruan con el lucimiento que es justo, y tiene mucho menoscauo en sus
limosnas por no auer número bastante entre quien repartir las demandas,
por tanto, considerando lo referido y que los naturales de los hombres están
menos robustos y más deuiles que en los tiempos passados, y también que la

41 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la modernidad. Siglos XV
al XVIII. En Actas I Congreso Nacional Cofradías de Semana Santa, Zamora 1987, pp. 54-55.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 77

processión de dicho Jueues Santo no solo luce y se hace con los hermaos q
hacen diciplina, si no estan bien con los que q no la hacen y uan uestidos
de blanco y con luces, pues estos siguen toda la dicha processión para
boluer las ynsignias de ellas al conu to de Sr San Franco de adonde sale,
lo qual no fuera así todos se acotaran por no poder seguir dicha proces-
sión como se experimienta cada día”.
Por entonces era la junta de gobierno estaba formada por las siguien-
tes personas: el licenciado don Juan Manuel Cervantes, alcalde; Álvaro
Convera y Antonio Holgado Monroy, diputados; Juan Casas Rebollo,
mayordomo del arca; Francisco Jiménez Chaviano, de la cera; don Felipe
Manglano, que era abogado de los Reales Consejos, secretario. Y acorda-
ron la modificación del artículo 2º, y a partir de ese momento con la pre-
via petición al alcalde y el parecer favorable de los demás miembros de
la junta de gobierno, se pudiera adquirir la condición de cofrade sin nece-
sidad hacer la disciplina bajo las condiciones siguientes42:
“mandaron que el que quisiere entrar en esta cofradía y no se hallare
con fuerca para poder hacer la diciplina, se presente ante el nro alcalde y
exprese su imposibilidad, el qual lo comunique con los demás oficiales y
pareciéndoles a la mayor parte de ellos ser a propósito para seruir los ofi-
cios de dicha cofradía, se puedan reciuir y dispensar en la diciplica con
tal que aia de ir en la procesión dicho Jueues SS to de cada año con su ves-
tidura blanca y pague por su entrada veinte ducados y dos libras de cera,
y si no fuera a propósito para seruir dicha cofradía, no se pueda dispen-
sar con el ni la dicha cantidad ha de poder minorarse, y si se le hiciere no
valga, pero augmentarla si y el heredero deste tal, a de ser de diciplina y
no los pudiendo hacer y auiendose de dispensar con él como con su padre
o abuelo a quien heredare, a de pagar diez ducados y dos libras de cera,
y la misma dispensación se pueda hacer con el heredero de diciplina cuio
padre la hico pagando dichos diez ducados de cera, siendo para poder
seruir y yendo vestido de blanco en dicha procesión como va dicho, y sí de
otra forma se hiciere no valga, ni sea tenido por tal hermano, demás de
yncurrir en media arroua de cera cada oficial en que desde luego se da
por condenado = Y en la entrada se ponga como con parecer de la mayor
parte se dispensó para q siempre conste”.
El artículo 36º tenía presente, que muchos hijos de los hermanos de la
Vera Cruz hacían disciplina en la noche del Viernes Santo con la Soledad,
y en este supuesto se exigía que para poder ingresar por herencia debían

42 Esta decisión fue aprobada por don Juan de la Cueva Mendoza, arcediano de la catedral
del Plasencia y visitador de su obispado.
78 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

realizarla también con esta cofradía, debiendo cuidar el alcalde y oficiales


del cumplimiento de este precepto, pues en caso contrario le sería impues-
ta la pena de una arroba de cera43.
El artículo 39º se refiere de forma expresa, a la obligación de que todos
los cofrades participaran en la procesión vestidos con el hábito, ya fueran
disciplinantes o no44. Y en el libro de ordenanzas podemos encontrar algu-
nas referencias sobre su color, como el cabildo celebrado el 16 de enero de
1664 al señalar que fueran “con su vestidura blanca”, que era la habitual en
las cofradías de esta advocación, y que se acompañaba con una cruz
verde45.
La procesión estaba formada por los disciplinantes, que irían flagelándo-
se durante el recorrido, imitando los sufrimientos de Jesucristo atado a la
Columna, y estarían acompañados por los hermanos de luz, que al finalizar
limpiarían y sanarían las heridas, con vino, polvos y papel de traza.
Una práctica habitual de muchas cofradías era ofrecer a los cofrades y
especialmente a los disciplinantes una colación al finalizar la procesión, y
que también tenían lugar en las festividades principales, y muchas veces su

43 “Yten Ordenamos y mandamos que Para mejor conseruacion desta Sancta Coffradía que
al tiempo que en esa Ciudad se fundó una coffradia de nra Señora de la Soledad de discipli-
na, muchos hijos de Hermanos de la Cruz entraron en la dicha Coffradía de La Soledad y
atento A que auian de heredar la de la Cruz hazen en la Soledad la diciplina, por tanto que-
remos y mandamos que ningun Heredero se Reciba sino fuere haziendo la diciplina en la
dicha Coffradía de la Cruz el Jueues Sancto en la noche y q de otra manera no se pueda
Recebir ningún Hermano y que el Heredero Acepte con la condición de Hazer la diciplina y
se ponga en su entrada esta condición y que nro escriuano se lo notiffique sopena que no lo
Haziendo se aya desde luego Por no Hermano y por excluydo de la dicha Coffradia la qual
no sea obligada a el Acudir en cosa alguna y que no puedar ser Recebido de otra manera
sopena que el alcalde y officciales que otra cosa Hizieren paguen una aroua de cera de pena
a la dicha Coffradia de la Cruz”.
44 “Yten por quanto algunos se han quexado que an recebido A otros por hermanos sin lleuar
túnicas ni disciplinarse el Jueues Sancto en la noche algunos se an quexado que an recebido
en la noche y escusándose de Hazer la disciplina por vexez o enfermedad Reseruando La dici-
plina para sus Herederos y por quanto es perjuyzio de la dicha coffradia Ordenamos y man-
damos que ninguna persona pueda ser Recebida sino fuere de diciplina como lo Refiere la
ordenanca de aras de la dicha diciplina y lleuando su túnica vestida el Jueues Sancto en la
noche y que de otra manera no se pueda Recebir sino fuere pagando los veynte mill mrs que
pagan los hermanos de Hacha sopena de una aroua de cera a al alcalde y officiales que otra
cosa Hizieren y que el nro Scriuano sea obligado A hazer el assiento conforme a estas condi-
ciones y se le notiffique al tal Hermano”.
45 El hábito de las cofradías de la Vera Cruz se refleja de forma harto elocuente en el nomen-
clator callejero de la vecina localidad de Garciaz, en la que existe una titulada calle Cruz
Verde.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 79

importe era sufragado a escote entre los cofrades. Podemos aportar un tes-
timonio elocuente, que refleja las que organizaba la Vera Cruz de Trujillo al
finalizar la procesión del Jueves Santo, siendo su importe satisfecho con
cargo a una manda pía que hizo Martín de Chaves46: Mandas} Primeramte
por la manda qe hizo a esta cofradía el Señor Martín de Chaves mil y cien
rrs pª colación de Juebes Sto y hachas”.
El artículo 38º se refería a este mismo particular, al establecer un límite
de 8 ducados en lo que se gastaba el día de la elección de los miembros
de la junta de gobierno, que incluía procesión, misa con sermón, limosna a
los franciscanos “y en otras cosas”, que era la referencia a la colación.
Además de las anteriores, había otra colación el día en que se tomaban las
cuentas al mayordomo del arca, y el cabildo celebrado el 27 de julio de
167547, acordó limitar su gasto a 50 reales por entender que no era de uti-
lidad para la cofradía.
Como era habitual en las cofradías de esta advocación, el artículo 2º nos
hace saber que todos los hermanos “sean obligados a hazer general disci-
plina el Jueues Ssto de la Cena”, y conforme a la autorización concedida el
11 de abril de 1615 por los franciscanos así como el cabildo mayor y menor
de la ciudad, tendría lugar en la noche, conforme al siguiente tenor literal48:
“Pido del Conuento de nuestro padre de San Franco al cabildo mayor y
menor le hiziese md de darles licencia para hazer laprozesion de la disci-
plina el Jueves Santo en la noche, lo qual fueron a pedir el padre frai J
Goncalez y el padre Cortina, predicadores del conuento en nombre dell
dicho Conuento y los Cabildos respondio en dar la dicha liencia por aque-
lla vez, todo lo qual paso ante mi Antº de Trujillo y ante Juan de Paredes,
diputados que fuimos con los dichos padres en nombre de la cofradía”.

46 AHN. Consejos, Legajo 1448.


47 “En la mui noble y mui leal ciud de Truxillo, en veinte y siete días del mes de jullio de mill
seisº y sesenta y cinco años, estando juntos en quentas el alcalde y oficiales nuevamente elec-
tos para el seruicio de la cofradía de la Santa Uera Cruz desta ciud y asimismo los oficiales
electores, conuiene a sauer el Sor Pº Antonio Vizcaíno, Luis de Hija y Andrés Ruiz Infantes,
diputados, Juan Martín Patera y Franco de Hita, mayordomo de arca, Alonso Sánchez y Juan
Antonio, mayordomos de cera por ante el Dr D. Joseph Manglano, abogado de los Rs Conxesos,
alcalde; Pedro Picarro Vizcaíno, Luís de Hita y Andrés Ruiz Infante, diputados; Juan Martín
Patena y Franco de hita, mayordomo de arca; y Alonso Sánchez y Juan Antio , mayordomos
de cera, presente el Dr D Joseph Manglano, abogado de los Rs Conxesos”.
48 La junta de gobierno estaba formada por las siguientes personas: el licenciado Alonso
García Alarcón, alcalde; Juan de Paredes y Juan Miguel, diputados; Juan Martín, mayordomo
del arca; Andrés González, mayordomo de la cera; Antonio de Trujillo, escribano
80 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Las ordenanzas nos informan de forma detallada cual era el recorrido


procesional que seguía por las calles de la ciudad, debiendo pasar por
cinco iglesias que representaban las Cinco Llagas de Jesucristo, motivo
pasionista muy vinculado a los franciscanos, y que ornamentaba la portada
de su iglesia conventual de Trujillo:
“y que los dichos Hermanos se junten en el Refitorio de Señor San Fran co
donde sale la dicha Processión y de allí uaya la Primera estación a señor
San Martín y de allí a Sor Santiago y de allí a nuestra Señora Sacta María
la mayor y de allí a la Vera Cruz abajando por el passo al Monesterio de
Señor Sancto domingo y viniendo por la Calle nueua se buelua al monesterº
de Señor San Francco con que se cumplen las cinco iglesias y estaciones”.
El artículo 4º nos hace saber que era dirigida por el alcalde y los herma-
nos de luz que eran caballeros, visualizándose de esa forma las claras dife-
rencias sociales características de la Edad Moderna:
“Yten ordenamos y mandamos que Agora de aquú adelante para el buen
gobierno y Regimiento desta Sancta Cofradía Rijan y gobiernen con nro
Alcalde los Hermanos caballeros del hacha la Procesión el Jueues Sancto en
la noche”.
El artículo 42º señala que una cruz de madera dorada encabezada el des-
file, llevada por un cofrade que fuera clérigo, y como hemos visto también lo
era en las procesiones del día de San Gregorio, Invención de la Santa Cruz,
Corpus Christi49. Según el artículo 35ª, en la procesión iba un estandarte
negro con una cruz roja50, y por haber habido diferencias en cuanto a la per-
sona que debía llevarlo, se acordó que este honor correspondiera a los cofra-
des que fueran clérigos, en función de su antigüedad en la hermandad:
“mandamos que de aquí Adelante lo lleuen Por su antigüedad clérigos
Hermanos y que el tal Hermano a quien El estandarte le cupiere mandán-
doselo El alcalde le lleue so pena de media aroua de cera para La coffradia
y ansi sucesiuamente por su antigüedad le lleuen y si por estar impedido o

49 “Yten Ordenamos y mandamos que La Cruz de madera dorada de la dicha Coffradia sola-
mente salga en quatro procesiones que El día de San gregorio, día de la fiesta de la Cruz, día
del Corpus Xpi y Jueues Sancto en la noche y esta noche la lleue un clérigo Hermano el que
el alcalde nombrare y contino vaya delante Por guía de las procesiones la qual no se pueda
prestar a ningua a psona sopena quel official que la Prestare pague de Pena una aroua de
cera para la dicha cofradía”.
50 SÁNCHEZ HERRERO, J; LÓPEZ BAHAMONDE, Mª R; MIURA ANDRADES, JM; MONTES
ROMERO-CAMACHO, I.: Los cuatro tipos diferentes de cofradías de Semana Santa, desde su
fundación hasta la crisis del siglo XVIII en la Andalucía bética y Castilla. En Actas del I
Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p. 279. La presencia del
estandarte negro con la cruz roja era algo habitual en las cofradías de esta advocación.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 81

fuer aquel a quien le cupiere aquel año no le lleuare pase sucesiuamente al


de el año adelante y que no lo pueda boluer a pedir Hasta que de buelta a
los Hermanos Clérigos y que esto se entienda por esta noche de Jueues y
Uiernes Sancto porque las demás Procesiones y entierros le an de lleuar Los
diputados o personas que nuestro alcalde eligiere lo qual queremos se cum-
pla y guarde por Hordenanca inrrebocable para siempre xamas”.
Esta norma fue objeto de modificación poco tiempo después, conforme
al cabildo el 12 de julio de 1618, que fue ratificado por la autoridad dioce-
sana en mayo de 1622 por don Juan de Quijada de Almaraz. Y se estable-
ció que el estandarte negro no fuera llevado por cualquier cofrade, pues
debían ser caballeros según su antigüedad, e iría acompañado de cuatro
hachas, cuidando el escribano de dar la correspondiente cédula para cuidar
de su cumplimiento51.
Sánchez Herrero señala que las cofradías de esta advocación solían tener
como imagen titular un crucifijo que era portado por un clérigo, que a par-
tir del siglo XVII fue sustituido por otro de mayores dimensiones que iba
sobre un paso52. El examen del libro de ordenanzas nos hace saber de la
existencia de ambos, pues así aparece reflejado en el cabildo celebrado el
15 de junio de 1611:
“y en quanto a la ordenanca quarenta y una que dispone que los cléri-
gos coffrades lleuen el Christo acompañando a los Justiciados, mando Su
Sria que ningún clérigo de orden sacro lleue en aquella ocasión el Christo
grande, pero que le puedan lleuar pequeño ayudándolos a bien morir”.
Y el artículo 37º se refiere de forma expresa a las andas sobre las que
iba la citada imagen, que también era utilizada en los entierros de los cofra-
des, y se adornaba con un paño de brocado verde que se costeó limosnas,
lo que nos hace suponer que no fueran muy grandes y eran llevadas por
un reducido número de ellos:
“Yten Ordenamos y mandamos que Por quanto para seruicio de Dios nues-
tro Señor y aumento desta Sancta coffradia se a hecho un paño de brocado

51 “que el estandarte que de la dicha Coffradia se lleua el Jueues Sancto e la noche lo aya de
lleuar y lleue uno de los Caualleros más antiguos, según su entrada de la dicha Coffradia en
la procession de la dicha diciplina y que no pueda lleuar alumbrándolo más de quatro
hachas y que el Escriuano de la dicha cofradía tenga obligación por orden de los officiales a
lleuar la cédula al Cauallero que le tocare y lo firmaron de sus nombres”.
52 SÁNCHEZ HERRERO, J; LÓPEZ BAHAMONDE, Mª R; MIURA ANDRADES, JM; MONTES
ROMERO-CAMACHO, I.: Los cuatro tipos diferentes de cofradías de Semana Santa, desde su
fundación hasta la crisis del siglo XVIII en la Andalucía bética y Castilla. En Actas del I
Congreso Nacional de cofradías de Semana Santa. Zamora 1987, p. 275.
82 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

verde para El seruicio de las andas y para enterrar los Hermanos y porque
muchos mayordomos y officiales an tenido costumbre de Prestallo y el se a
hecho de limosnas que los dichos Hermanos dieron para El qual por la dicha
Razón se maltrata y viene mucho perjuyzio a la dicha coffradia, mandamos
que ningún mayordomo alcalde ni Officiales no le presten Para ninguna pte
sopena de una aroua de cera en la qual incurra desde luego la persona que lo
prestare lo qual queremos se cumpla y guarde y esto mismo se entienda con el
paño de terciopelo negro bordado”.
En el capítulo anterior nos referimos a la pérdida de austeridad que
caracterizaba a las procesiones de las cofradías penitenciales en general y
las de esta advocación en particular, siendo un ejemplo elocuente el que
poco a poco se fueron añadiendo otras imágenes a la procesión. Así ocu-
rrió en Trujillo, como nos hace saber el cabildo celebrado el 1 de febrero
de 170453, que adoptó la decisión de incorporar al desfile la efigie del Cristo
de la Columna, que fue aprobada por el licenciado Antonio Dellara
Delgado, canónigo penitenciario y colegial del mayor de Oviedo en la
Universidad de Salamanca, que en calidad de visitador general del obispa-
do, sede vacante, se encontraba en la vecina localidad de Santa Cruz:
“que por quanto a sus expensas se ha colocado en la capilla que tiene en
la iglesia de dicho conuentto la Sagrada Ymagen del SS mo Xpto de la
Columna, para efecto de sacarle en la prozesion de sangre que se celebra en
la noche del Jueues Sto de cada un año”
Sería llevada por un conjunto de 16 cofrades, “que an de lleuar sus túni-
cas moradas con su polilla puesta y descubierta las caras, como se ejecutta en
las prozesiones que se celebran Miércoles Santo en la noche por la cofradía de
Jesús Nazareno, y Uiernes Sto por la de Nuestra Sª de la Soledad”, formándo-
se dos grupos de 8 cada uno, que se irían alternando a lo largo del recorrido,
portando hachas de cera los que descasasen en ese momento:
“para que se haga y ejecute con la mayor dezenzia lucimiento y uenera-
zion, acordaron y mandaron que dicha Sda Ymajen la lleben y alumbren
diez y seis hermanos de los quales los ocho de ellos la an de sacar de la ygle-
sia de dicho conuento y los otros ocho an de ir alumbrando con sus hachas
que cada un acompañándose como sea de acompañar con otro de los que
la sacan el qual se le a de alumbrar an de hazer a su costa y la han de
lleuar hasta la iglesia parrochial de señor S. Martín, y al salir an de entreg r

53 Por entonces la junta de gobierno estaba formada por las siguientes personas:
Francisco Sánchez Molano, alcalde; Antonio Cabello Bazan y Antonio Carrasco, diputados;
Antonio Jiménez Herena, mayordomo del arca; Pablo Díaz, de la cera; Pedro de Rodas
Serrano, secretario.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 83

dicha Sta ymajen a sus compañeros y tomarlas hachas y lleuaran hasta la


iglesia mayor de Santa María, donde an de boluer a remudarse hasta la
puerta de la Yglesia de relixiosos de Nuestra S ra de la Encarnazon del hor-
den Predicadores y desde ella haziendo lo mismo yran hasta ponerla en el
altar a donde se toma para sacarla”.
Serian designados como porteadores aquellos cofrades que les parecie-
ran más convenientes a los miembros de la junta de gobierno, sin que
pudieran excusarse bajo ningún concepto, siendo multados los que no cum-
plieran con ese mandato, que podía llegar a la expulsión54. El primero
domingo de Pasión o de Lázaro, se reunían en el convento de San Francisco
con los oficiales para que les entregasen las correspondientes cédulas, sien-
do este el momento para alegar alguna excusa55. Sí por accidente faltara
cualquier de los designados, el alcalde elegiría para que los sustituyera a
uno de los hermanos de luz que iba a desfilar:
“y por si algun aczidente dejare de acudir alguno de los hermanos a quie-
nes sean repartido zedulas para que lleuen la Sta Ymajen el alcalde que a la
sacon fuere de dicha cofradía elixa de los hermanos de luz q ubieren acudido
a dicha procesión el que fuese su uoluntad, para que con el rostro descubierto
y con su túnica como los demás, tome las andas en el lugar que le tocare dán-
dole para ello en caso nezesario una de las hachas de dicha cofradía para
alumbrar sin arandela, sin que por lo que se ardiere se le lleue cosa alguna. Y
lo mismo se a de ejercitar aunque sean dos, tres o más los hermanos que falta-
ren para lleuar y alumbrar dicha santa ymajen, y la pena arriba ympuesta se
diga de entender y entienda con los hermanos a quien el dicho alcalde zitare
y nonbrare para el efecto referido en falta de los que para ello tenían reparti-
das dichas zedulas y no le quisieren obedecer”.

FUNCIONES ASISTENCIALES
En el capítulo anterior se ha hecho referencia a las importantes funcio-
nes asistenciales que desempeñaban todas las cofradías durante la Edad
Moderna, que alcanzaba tanto a los propios cofrades como para los más

54 “y sí alguno de los hermanos que fuere elexido faltare a esta obligación tan prezisa, le
declaran desde luego por condenado por la primera vez en ziqnuenta reales, por la segunda
en ziento y la terzera por excluido de tal hermano de esta dicha cofrª”.
55 “no teniendo impedimento lexitimo que si le tubiere para no asistir a de ser obligado a
manifestarle a quien fuere a darle dicha zédula y asimismo al alcalde que fuera de dicha
cofradía en el mismo día que se le entregare, para que siendo lexmo impedimento se nombre
otro que ocupe su lugar, so las dichas penas”.
84 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

necesitados. Con respecto a los cofrades de la Vera Cruz, el artículo 7º esta-


blecía la forma en que debían enterrarse, señalando todos los miembros de
la hermandad serían avisados por el muñidor, e irían al domicilio del fina-
do o al convento de San Francisco, en cuyo caso saldría un cortejo para
recoger el cuerpo sin vida, encabezado con el estandarte y el Crucifijo
pequeño llevados por los diputados, con las andas adornadas con un paño
de brocado que serían porteadas por quienes designara el alcalde. Además,
habría doce hachas y velas con las que alumbrarían los seglares, clérigos y
religiosos, en pie de igualdad, reflejando se esa forma que la muerte equi-
para a todos, gastándose más cera en los oficios religiosos:
“la cera a de arder a las tres leciones y la misa de los dichos nuestros
Hermanos sin matar ninguna de ella y si acaso fuere quel dho nuestro
Hermano se enterrare por la tarde o a ora quel Cabildo no quisiere
Aguardar a que la misa se celebre que aquel día u otro siguiente, la
Coffradía y officiales della sean obligados a poner doze hachas y dos velas
en el altar mayor sin arder más cera menuda a la misa que se dixese al
dicho hermano con el Spot y el estandarte hasta que la dicha misa se acabe
y por que aya ygualdad en los entierros y no se Haga más por unos que por
otros tenemos Por bien que si algún Hermano el día de su muerte Hiziere
officio de nueve Leciones de y pague a nuestro mayordomo dos ducados por
la demás cera que se arde en el dicho enterramiento y se auisse a las perso-
nas a cuyo cargo esta el tal entierro que si quiere Pagar los dichos dos duca-
dos y sino que se mate la cera desde las tres leciones Lo qual tenemos por
bien que se haga y se cumpla sopena de seis libras de cera al que lo contrº
hiziere”.
Las ordenanzas regulaban en el artículo 10º la presencia en los entierros
de los hijos de sus miembros y también de aquellas personas que eran sus
criados o estaban en sus domicilios a su finamiento, destinando distintas
cantidades de cera en función de sus circunstancias personales: mayores y
menores de 7 años; extramatrimoniales; criados; personas acogidas en su
domicilio. Y su lectura es un reflejo harto elocuente, del mantenimiento
durante la Edad Moderna de las diferencias sociales hasta el duro trance de
la muerte, a pesar de su poder igualatorio, por cuanto los criados de los
cofrades eran enterrados por la cofradía en calidad de tales:
“quando fallesciere algún hijo de Hermano ligítimo de siete años ariba le
enterremos con seys hachas y la cera menuda y el paño de brocado y aiga la
cera a la misa si fuere ora aquel día y sino el otro siguiente y se pongan dos
velas en el altar que se dixere la misma en aquel día siguiente sin otra cera
menuda más de las seys hachas y si fuere menor de siete años se a de enterrar
con quatro hachas sin lleuar más cera y a los hijos naturales o bastardos de
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 85

hermanos se entierren con quatro hachas de siere años ariba y de un abajo


con dos hachas sin cera menuda, y que los criados y personas q mueren en
casa de los Hermanos se entierren con dos hachas no teniendo otra coffradía
los tales difuntos ni con q pagalla y esto se entieden con los hijos de familia no
siendo casados ni desposados ni clérigos por razón de tener estado”.
El artículo 58º completaba el anterior con respecto a los hijos mayores
de 7 años, disponiendo que se le enterrase como a los cofrades, con el
Crucifijo y el estandarte negro con la cruz colorada. Además, cuando algún
cofrade fallecía, la Vera Cruz hacia todo lo posible para facilitarle el paso a
la vida eterna, especialmente con la celebración de misas ofrecidas por su
ánima, que ya hemos visto era uno de los métodos que por entonces se
consideraban “más eficaces” alcanzando la considerable cifra de 71 misas y
otros oficios religiosos, algunos de los cuales se oficiaban en el altar del
Cardenal Gaete que tenía el carácter de privilegiado, y que se distribuían de
la siguiente manera:
“El día que muriere el tal hermano o hermana si fuere ora o sino el día
siguiente, se le digan quatro misas Rezadas en el altar del Cardenal
Ceruantes de Gaete, la una de Requien y las tres de la Sanctissima Trinidad
y esto se entiende aunque no aya acabado de pagar su entrada. Yten los
frayles de San Francco están obligados a dezir una viguilia de tres liciones
con diáconos, como parece por una escriptura que pasó ante Pº de
Carmona escribano, y se lleuen dos hachas a Señor San Fran co para que se
diga esta misa y por esta misa si el tal hermano o hermana se enterrare en
el dicho conuento de Señor San Franco los frayles no an de lleuar cosa nin-
guna y si se enterrare en otra Parte se les a de dar de limosna dos Reales y
no más confforme al dicho contrato. Yten en auiendo pagado su entrada se
le dize otra vigilia de tres liciones y otra misa cantada con diáconos en la
yglesia a donde se enterraren los tales Hermanos y se pague la limosna acos-
tumbrada. Yten se an de dezir mas Otras diez misas Recadas en el Altar del
Cardenal Gaete. Yten quarenta y una misas Rezadas. Yten se an de dezir
nueue misas de las nueue fiestas y oficios de Nuestra Señora en su altar en
el Conuento de Señor San Francisco Por los frayles del dicho Conuento. Yten
cinco a las Cinco Llagas de nuestro Señor JesuXpo en señor San Franco en
su Altar del Crucifijo por los dichos frayles que todas las dichas misas son
setenta y una. Y el día que se hiziere el officio al tal Hermano o Hermana
se pongan las andas con el paño negro sobre la sepultura del tal Hermano
y el Crucifixo y estandarte de los entierros y seys Hachas y las dos ardan a
la vigilia y todas seys a la misa Cantada y la cera menuda y se lleuen dos
Hachas en tañiendo en la dicha misa a Sanctus y se pague de las misas la
limosna acostumbrada”.
86 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Lo dispuesto en este artículo refleja las ideas nacidas del Concilio de


Trento, sobre las Ánimas Benditas del Purgatorio, pues ofrecerles misas
suponía una relación entre iglesia militante y purgante, mediante su ayuda
espiritual recíproca, ya que las oraciones ofrecidas por las almas que esta-
ban purgando sus penas, eran correspondidas por estas por estas al salir de
ese lugar56.
Durante los primeros lustros del siglo XVII la cofradía gozó de una
buena situación financiera, por lo que el 8 de junio de 1614 se aumentó a
80 el número de misas a oficiar por los cofrades difuntos, reuniéndose al
efecto la junta de gobierno57, adoptando esa decisión “por quanto con el
fauor de nro señor la dicha Cofradía ua en aumento y los hermanos Della
trabajan mucho en su seruº”. Para algunos hermanos las misas a oficiar por
su alma era aún mayor, por cuanto el cabildo celebrado 26 de abril de
162658, acordó incentivar a los cofrades para que se desempeñaran el cargo
de alcalde u oficiales, estableciendo que además de las indicadas, se oficia-
rían otras 70 misas por las almas de quienes desempeñaran esta responsa-
bilidad, distribuidas de la siguiente forma: 14 en el altar del cardenal Gaete;
14 en el convento de San Francisco; una cantada; más otras 41 misas que
no se especificaba donde se oficiarían. La autoridad diocesana aprobó esta
decisión el 26 de abril de 1629, por parte de don Juan Pérez Galindo, pro-
visor y vicario general del obispado de Plasencia.
Por ser muy corta la limosna que se destinaba a las misas que se oficia-
ban por los difuntos en parroquias o conventos, el 29 de julio de 1668 se
acordó aumentarla a 2 reales por cada una, debiendo el mayordomo del
arca avisar de su celebración. En razón de que la cofradía había invertido
una importante cantidad de numerario a censo, por cuanto “a ympuesto en
renta para augmento de ella cinco mill R s de principl que ara con de vein-
te el millar, reditan para la dicha cofrª doscientos y cincuenta R s de vellón”,

56 LOPEZ GUADALUPE MUÑOZ, JJ. Imágenes del más allá. Culto e iconografía de las áni-
mas en la Granada Moderna. En Religión y Cultura, Sevilla 1999, Tomo I, p. 396.
57 “En la Ciudad de Trugillo a ocho días del mes de junio de mill y sciscientos y catorce años
auiendo juntado a cuentas los officiales viejos y nueuos conuiene a saber Alonso García de
Alarcón, alcalde nueuamente elegido y diputados Juan de Paredes y Juan Miguel y mayordo-
mos del arca Juan Marín y de la cera Andrés Hernández y Francisco de Castro, alcalde del
año pasado y diputados Diego Rebollo y Geronimo Goncalez y mayordomo del arca Antonio
Hernández y de la cera Franco Goncalez y escriuano Diego de Tapia, officiales de la coffra-
día de la Sancta Uera Cruz por ante mi Antonio de Trujillo escriuano de la dicha cofradía”.
58 Por entonces estaba formada la junta de gobierno por las siguientes personas: el doctor
Diego Nuñez, alcalde; Diego de Casasrubias y Melchor Valenzuela, diputados; Francisco
Gómez Mercader, mayordomo del arca; Juan de Tovar, de la cera; Pedro Moreno, escribano.
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 87

la junta de gobierno reunida el 16 de mayo de 167759, se acordó que se


dijeran otras 10 misas más por cada difunto, y que las su limosna se aumen-
tase medio real más las que se decían en el altar del Cardenal Gaete.
Como colofón a lo dicho, hay que tener muy presente lo dispuesto en
el artículo 57º, que contemplaba el supuesto de los hermanos que morían
y eran deudores a la cofradía. En el caso de que fuera la cuota de entrada,
tanto en dinero como cera, debía pagar de forma integra su débito, pues en
caso contrario no se oficiarían ninguna misa ni su heredero sería recibido,
“por quanto de que no pague su entrada enteram te no fue verdaderamte
hermano”. Cuando fuere por multas, se rebajarían el número de misas en
función de lo adeudado.
Conforme al artículo 9º, la cofradía de la Vera Cruz también estaba obli-
gada a enterrar cada año a cinco personas que fueran pobres, con la misma
cera que gastaba en sus hermanos, acompañado de 6 hachas y el paño
negro. Además, por cada uno se oficiarían 5 misas, y una de ellas en el altar
del Cardenal Gaete.
Donde también iba a estar presente la Vera Cruz, era en el acompañamien-
to de las personas que por sentencia firme habían sido condenados a la pena
de muerte, y que aparece reflejado en el artículo 11º. Cuando los cofrades
tuvieran noticia de que se iba a proceder a su ejecución, se debían juntar en
el convento de San Francisco, desde donde saldrían en procesión con el estan-
darte negro, un crucifijo, dos hachas y velas encendidas, desplazándose a la
cárcel para acompañar al reo en sus últimos momentos, debiéndose ofrecer
por su ánima misas, dos de las cuales tendrían lugar en el altar del Cardenal
Gaete. Lo dicho se contemplaba con lo ordenado en el artículo 41º, en cuya
virtud el Crucificado sería llevado por un clérigo elegido por el alcalde, impo-
niendo las correspondientes penas a quien se negare:
“Teniendo por entendido con quanta más Reuerencia y decoro los minis-
tros de nro Señor Jesu Xpo tocan y lleua las figuras de lo figurado y quanta más
decencia acordamos y mandamos que de aquí adelante para siempre xamas
quando se offrecieren procesión a ayudar a Morir algún justiciado que la figu-
ra de nro Señor Jesu Xpo la lleue un Hermano clérigo con la cera que Hasta
aquí se a lleuado y el tal Hermano clérigo sea a quien nuestro Alcalde elixiere
y le compela a ello y sino quisiere Hazer apercibiéndole por primero segundo y

59 “En la muy noble y leal ciud de Truxillo, en diez y seis días del mes de mayo de mill y seis-
cientos y setenta y siete años, estando juntos en el conuto de relixiosos de nro Pe SnFranco de
esta ciud, Luis de Hita, alcde de esta Sta Cofradía de la Sta Uera Cruz; Agustín Cassas y Gaspar
Cabello, diputados; Alonso Sánchez, mayordomo de arca; y de la zera Juan Sánchez Rico; por
ante mi Pedro
88 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

tercero término por nro scriuano poniéndole una dos y tres libras de cera de
pena y la última Perseuerando en no lo querer Hazer del nuestro alcalde le
pueda excluir de la dicha Coffradia como a persona ynútil Para ella y que no
cumple el Juramento y las Ordenancas de la coffradia y anssi se mandó para
siempre jamás y el Alcalde que no le executare Élque sucediere le condene en
una aroua de cera de pena siendo Requerido por qualquier Hermano que exe-
cute la dicha Pena.
El tenor literal de la ordenanza anterior pone de manifiesto que era un
duro trance para la cofradía participar en este tipo de actos, pudiendo apor-
tar un testimonio relativo al ajusticiamiento de Francisco Álamo conforme a
sentencia dictada por la Real Chancillería de Granada, fue acompañado por
la cofradía de la Vera Cruz antes de ser ahorcado en la ciudad de Trujillo el
7 de diciembre de 1765, participando en tan lúgubre acontecimiento, ade-
más las cofradías de la Caridad y Santísimo Sacramento:
“Yo Bentura Marquez Donoso, Notario ppco ordinario de la Audienzia
ecc de esta Ciudad de Truxillo y su partido y Decano de ella; zertifico y doi
fee qe oi día de la fha de este a la hora de entre onze y doze de la mañana
de el, en virtud de la Sentencia dada y pronunciada por los señores
Presidente y Oidores del Crimen de la Real Chancillería de la Ciudad de
Granada, se aorcó a Franco Alamo, natural que dicen que hera del lugar
de la Granja, junto a la Ciudad de Llerena, a el qual le ahorcaron en la
plaza ppca desta dicha Ciudad, por mano del verdugo que a este fin vio de
la de Vadajoz, acompañado de diferentes soldados voluntarios y un
Ministro de ella, asistiendo a la Prozesión del ajustiziado Franco Álamo la
Cofradía de la Sta Vera Cruz, como se previene en la ordenanza onze deste
libro, y las ynsinias que manda saliendo la procesión del Convento de
Relixiosos de Nro Pe San Franco de la observancia, donde se halla sita dicha
cofradía.
Y para que en lo subcesiuo conste y no se ofrezcan las dificultades que
se an ofrecido en el presente caso por causa de no hauer conocido semejan-
te acto demás de un siglo a esta parte, ni vecino que le conziese desde facu-
rrino aca, se pone en este libro de ordenanzas de testimonio, para lo que
subcesiuo de orden del Alc desta cofradía que lo es Dn Juan Antonio Duran
de Sande; y asimismo se previene que la cofradía de la Santa Charidad tiene
la prezisa obligación de pasar en procesión dede la Iglesia de S n Mar a la
Capilla de la Carzel y dezir una misa a el ajustizado, ponerle una túnica
con su capillo y cruz azul y después que a padecido el castigo la cofradía
del SSmo Sacramento, su Alde y Capp tienen la prezisa obligación de pasar
a pedir a la Justizia el cadauer para darle sepultura ec ca, cuia obligaciones
efectuaron las tres cofradías y a las tres de la tarde se le dio sepultura al
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE TRUJILLO 89

nominado Franco Alamo, acompañado su entierro de muchos sacerdotes y


relixiosos caballeros y personas particulares, en la referida Iglesia a S n Mrn
y para que spre conste los signo y firmó en Truxillo en siete de diciembre,
año de mil setecientos sesenta y zinco”.
CAPITULO III

LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y


DULCE NOMBRE DE JESÚS

FUNDACIÓN DE LA COFRADÍA DE LA SOLEDAD Y SU VINCULACIÓN


CON LOS DOMINICOS
La segunda cofradía penitencial que nace en Trujillo iba a ser la Soledad,
que como sucedía en otras poblaciones su advocación también era
Angustias de Nuestra Señora, que en la noche del Viernes Santo organiza
otra procesión de disciplinantes con presencia de hermanos de luz, sacan-
do como principales una imagen de la Virgen con esa advocación y Cristo
yacente en el Sepulcro, y además de otras efigies que jugarían en el corte-
jo un papel más secundario.
Ya hemos hecho referencia al importante papel jugado por las órdenes
religiosas en el fomento las manifestaciones de religiosidad popular, y en la
fundación de cofradías en particular. El artículo 1º de sus ordenanzas1, nos
hace saber que lo fue en el convento de Nuestra Señora de la Encarnación
de Trujillo, donde estaría también su sede canónica:
“Ordenamos que la dicha coffradia de la Soledad y Angustias de nues-
tra Señora y Sanctissimo nombre de Jesús, se sirua como desde el principio
de su fundación sea seruido en la yglesia y conuento de nra señora de la

1 AHN. Consejos Libro 4092. Mientras que no hagamos ninguna cita expresa, todas las de
este capítulo se refieren a este importante testimonio.
92 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Encarnación de la orden de Sancto Domingo de esta ciudad de Trujillo en


la qual dicha yglesia este una tabla de todas las indulgencias y prerroga-
tiuas e inmunidades de la dicha coffradia, y en la sacristía o claustro este
otra tabla de todas las misas, vísperas y procesiones q la dicha coffradia
tenga obligación de hazer dezir o hazer assi en la dicha yglesia como en
otras partes y la situación que se ello sucediere”.
La primera cuestión que nos planteamos es el momento de su nacimiento,
indicando los estatutos que fueron aprobados por el obispo don Pedro
González Acevedo el 18 de febrero de 1609, pero su prólogo nos hace saber
que su existencia es anterior, al indicar que fueron “enmendadas y añadidas de
las ordenanças antiguas según lo que a ssido más necesario proueer como la
experiencia del tiempo lo a mostrado que sea para honrra y gloria de Dios
Nuestro Señor y de la Virgen Sanctissima su Madre, abogada y patrona nuestra”.
Disponemos de varios testimonios que así lo acreditan, y de los que solo
vamos a exponer algunos ejemplos puntuales pero suficientemente ilustra-
tivos. El primero aparece recogido en el testamento de doña Aldonza de
Orellana, “beata en el monasterio de Santa María y de la Madalena, priora
del dicho conuento”, otorgado el 1 de agosto de 1583. Fundó una capella-
nía, y pidió que cuando falleciera fuera acompañado su cuerpo sin vida por
los cabildos mayor y menor de la ciudad, así como la cofradía de Nuestra
Señora de la Soledad2:
“Primeramente encomiendo mi ánima a Dios Nro Señor que la crió y rre-
dimio por su preciosisima sangre y pasión y si desta enfermedad muriere
mando que me entierren en la capilla deste dicho conuento y se halle presen-
te a mi enterramiento el cabildo mayor y menor desta ciudad. Yten mando se
halle a mi entierro la cofradía y hermandad de Nra Señora de la Soledad”.
De igual forma resulta de la última voluntad de Francisca Jiménez, que
era la viuda de Andrés Montañez, que esta fechada el 23 de agosto de 1591,
y que acordó que cuando su cuerpo fuera inhumado en la iglesia de Santa
María la Mayor, estuvieran presentes los cofrades de la Soledad3:
“mando que sí desta enfermedad muriere, mi cuerpo sean enterrado en
la iglesia de Nra Señora Santa María la mayor, en una sepultura de dicha
yglesia […] y acompañe mi cuerpo el cura y servidores de dicha yiglesia, y
la cofradía de nra señora de la Soledad se le pague lo que es costumbre […]
yten mando que se digan por mi ánima siete misas a la Soledad de Nra
Señora. Yten mando se digan otras siete a las siete angustias de Nra Señora”.

2 AMT, PNT. Cristóbal de Amarilla, Legajo 19.


3 AMT, PNT. Cristóbal de Amarilla, Legajo 19.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 93

Otro ejemplo es el testamento de la también viuda María González, otor-


gado el 18 de marzo de 1594, al disponer que por formar parte de varias cofra-
días entre las que se incluye la Soledad, le acompañasen sus miembros el día
de su entierro4: “Yten declaro que soy hermana de las cofradías del
Sacramento y de la Caridad y de la Soledad, mando que acompañen mi cuer-
po en my entierro”.
De lo expuesto hasta ahora, se acredita que la existencia la cofradía de la
Soledad con anterioridad a 1609, y que la irregularidad jurídica derivada de la
falta de aprobación de sus estatutos, era algo habitual en muchos lugares de
nuestro país, cuestión que se fue subsanando poco a poco conforme a las
directrices del Concilio de Trento. Así resultó en las Constituciones Sinodales
del Obispado de Plasencia de de 1687, establecía como requisito para su cre-
ación, que el obispo diera su licencia y aprobara sus ordenanzas, pues en caso
contrario dejarían de existir5: “Que no se hagan cofradías nuevas, ni leyes para
las antiguas sin licencia del Prelado y se anulan las hechas sin ella”.
Aunque en este momento no podamos determinar con exactitud el
momento exacto en que nació la cofradía, podemos aportar un valioso testi-
monio que acredita que ya existía el 12 de octubre de 1565, cuando le fue
concedida por Benedicto XIII una Bula que permitía a sus cofrades obtener
gracias e indulgencias por realizar rezos y asistir a determinados oficios espi-
rituales, de la que existe una copia fechada en 1847 que trascribimos en el
apéndice documental, junto con otras bulas, fechadas respectivamente el 2 de
febrero de 1567, 26 de abril 1579, y 1 de julio de 1579. Y en 1808 quienes for-
maban la junta de gobierno acordaron que fueran traducidas al castellano, tra-
bajo que fue realizado por fray francisco Gómez, prior del convento de la
Encarnación de Trujillo, lo que nos ha permitido conocer tan importante tes-
timonio6.
Como era habitual en esa época, esta cofradía se hermanó con la de esa
advocación existente en Roma en el año 1588, obteniendo de esa forma las

4 AMT. PNT. Juan de Santiago Madrigal, Legajo 41.


5 Sínodo Diocesana del Obispado de Plasencia celebrado por el Ilustrísimo y Reverendísimo
Señor don Fr. Joseph Ximenez Samaniego, Obispo de Plasencia, del Consejo de Sy Majestad,
el Rey Nuestro Señor, y su theologo en la Real Junta de la Inmaculada Concepción de la Madre
de Dios &c. en la Ciudad de Plasencia, los días XI, XII, XIII, XIV y XV del mes de mayo de
MDCLXXXVII. En Madrid en la Oficina de Melchor Álvarez Año MDCLXXXXII. Título XIV. De
confraternitatibus. Constitución 1.
6 Archivo Parroquial San Martín de Trujillo. Libro donde se anotan los hermanos de luz de
la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, establecida en la Yglesia de San Francisco,
Parroquia de San Andrés de la ciudad de Trujillo. 1847. Apéndice Documental, docu-
mento n º 3.
94 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

mismas indulgencias que ésta disfrutaba, siendo este uno de los recursos
que utilizaban las cofradías para motivar a todos que ingresaran en ellas7:
“Esta Cofradía se incorporó a la de Roma el año de mil quinientos ochenta
y ocho, siendo Papa Sisto Quinto”.
De todos los datos expuestos hasta ahora, podemos afirmar sin ningún
género de dudas la vitalidad y pujanza de la cofradía de la Soledad en los años
finiseculares del siglo XVI, situación que en parte se explica por los muchos
beneficios espirituales que obtenían sus miembros por las citadas bulas.
Otra cuestión que hemos de analizar es la advocación de la cofradía,
pues además de Nuestra Señora de la Soledad y Angustias incluye la del
Dulce Nombre de Jesús, que no es un título pasionista, a pesar de tener un
carácter penitencial. Y se explica por su vinculación a los dominicos, cuyo
nexo de unión se remonta al pontificado de Gregorio X (1271-1276), pues
durante el II Concilio de Lyon celebrado durante 1274, se dictó una bula de
desagravio con el fin de acabar con las blasfemias y juramentos proferidos
contra el Dulce Nombre de Jesús. Y se les encomendó que extendieran su
culto a través de la predicación, monopolizando esta devoción. Por ello, en
todos sus conventos existía una capilla o altar dedicado al Dulce Nombre,
y es fácil deducir que desde fechas tempranas, y con anterioridad a la exis-
tencia de las procesiones de penitencia, existiría en Trujillo esta cofradía
encargada de organizarle los cultos, que se unió a la penitencial, como
reflejaba el artículo 3º de las ordenanzas al señalar que “por quanto esta
Coffradía de la Soledad y Angustias de Nuestra Señora y la del Sanctisimo
nombre de Jesús se an incorporado y están juntas de nuevo tiempo a”.
Y en articulado de las del Dulce Nombre de Jesús, que estaban incorpo-
radas a las de la Soledad, se refleja la prohibición expresa que cualquier
hermano profiriera estos juramentos, siendo multados con dos maravedíes
cada vez que lo hiciera:
“Iten que ningún Hermano jure ningún juramto sino fuera con necesi-
dad ante la Justicia, siendo apremiado a ello, y quando algún hermano
oyere jurar algún juramento a otro hermano o a otra qualquier persona la
corrija y amoneste con charidad que no jure pues Dios nuestro Señor se
seruira de que anssi sean reprehendidos los que juraren”.
En muchas localidades de nuestro país, la Orden de Predicadores aprove-
chó la existencia de cofradías del Dulce Nombre de Jesús para estar presente
en las procesiones de Semana Santa, antes que crear una nueva penitencial,

7 Archivo Parroquial San Martín de Trujillo. Libro donde se anotan los hermanos de luz de
la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, establecida en la Yglesia de San Francisco,
Parroquia de San Andrés de la ciudad de Trujillo. 1847.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 95

pues esta magna celebración religiosa era casi monopolizada hasta entonces
por los franciscanos con las de la Vera Cruz, como hemos visto que ocurría en
Trujillo, donde en el convento de San Francisco hemos documentado en el
capítulo anterior su existencia por lo menos desde 1518.
Y que el Dulce Nombre realizara la estación de penitencia en la noche
del Viernes Santo, venía determinado por ser la Soledad de María la advo-
cación pasionista mariana que le corresponde, por existir una relación muy
directa que aparece reflejada en el Evangelio de San Lucas, y deriva de la
asociación de las ideas, de la soledad del Niño Jesús perdido en el Templo
por tres días, y la Soledad de la Virgen a la muerte de su Hijo, hasta la
Resurrección también transcurridos tres días8.
Los hijos de Santo Domingo de Guzmán favorecieron el establecimien-
to en sus conventos de cofradías cuyo objeto era la veneración del Santo
Sepulcro o las Cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo y pues era un tema
muy querido por ellos9. Su representación iconográfica es la de Jesucristo
tras recibir la lanzada de Longinos acompañado de la Virgen y San Juan,
pues esta ofensa era la Quinta Angustia o Dolor de la Virgen. Como ocurría
en Trujillo, estas imágenes solían tener los brazos adaptados para participar
en el Sermón del Descendimiento, y terminado era introducida en la urna
funeraria para iniciar la procesión del Santo Entierro.
Podemos acreditar el arraigo de la veneración a las Cinco Llagas de
Nuestro Señor Jesucristo en Trujillo, que era contemporáneo al nacimiento
de esta cofradía y auge de las procesiones de Semana Santa. Así resulta del
testamento de la viuda Juana González, otorgado el 28 de agosto de 1589,
al disponer la celebración de cinco misas dedicadas a esta advocación10:

8 La Santa Biblia traducida al español de la Vulgata latina y anotada conforme al senti-


do de los Santos Padres y expositores católicos, por el Ilmo. Sr. D. Felipe Scio de S. Miguel,
publicada con parecer, examen y censura de la autoridad eclesiástica. Nuevo Testamento
Madrid 1854. Evangelio de San Lucas, Capítulo II (43-50): “Y acabados los días, cuando
se volvian, se quedó el niño Jesús en Jerusalem, sin que sus padres lo advirtiesen. Y cre-
yendo, que él estaba con los de la comitiva, anduvieron camino de un día, y le buscaban
entre los parientes y entre los conocidos. Y como no le hallasen, se volvieron a Jerusalem,
buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio
de los doctores, oyéndolos, y preguntándoles. Y se pasmaban todos los que le oían, de su
inteligencia, y de sus respuestas. Y cuando le vieron, se maravillaron. Y le dijo su madre:
Hijo ¿Por qué lo has hecho así con nosotros? Mira como tu padre, y yo angustiados te bus-
cábamos. Y les respondió: ¿para qué me buscabais? ¿No sabíais, que en las cosas que son
de mi padre me conviene estar? Más ellos no entendieron palabra, que les habló”.
9 LÁZARO DAMAS, S.: El protagonismo de las órdenes religiosas en la difusión de la ico-
nografía. En Semana Santa de la Provincia de Jaén.
10 AMT. PNT. Cristóbal de Amarilla, Caja 19.
96 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“Yten mando que se digan [...] zinco misas a honor y rreuerencia de las
zinco llagas de mi redendtor Jesuchristo”.
El artículo 26º de las ordenanzas se refiere de forma expresa a las espe-
ciales relaciones que existían entre esta cofradía con los dominicos confor-
me a una carta de hermandad que había sido suscrita, comprometiéndose
mutuamente a participar en el entierro de los frailes y cofrades:
“Otrossi ordenamos que los frayles que al presente son de la orden de
Sancto Domingo y fuere de aquí en adelante, son y sean nuestros hermanos
conforme a la carta de hermandad que dello aya conffirmada y refrenda-
da de los padres prouinciales y generales de la orden de Sancto Domingo, y
quando alguno de los dichos Religiosos muriere en esta cassa de nuestra
Señora de la Encarnación sea de enterrar esta coffradia y arder cera como
a hermano sin le hazer officio y los dichos señores religiosos sean obligados
a dezir una missa cantada de Requien con ministros por cada ermano y
hermana que muera dentro de quinze días, y el nuestro mayordomo a de
tener gran cuidado en de les dar auiso de la muerte de qualquier nuestro
hermano para que la digan confforme a lo que con ellos esta capitulado”.
Esta vinculación también se reflejó en las especiales relaciones que exis-
tían con otra cofradía dominicana como era la del Rosario, pues el artículo
33º facultaba al prior de la Encarnación para resolver cualquier problema
que pudiera surgir entre ellas, por estar ambas ubicadas en ese cenobio:
“Y por que la Coffradia de Nuestra Señora del Rosario que assi mesmo de
inmemorable tiempo aca esta situada en la dicha Yglesia de Nuestra Señora
de la Encarnación onde situamos la nuestra Coffradia de la Soledad y
Angustias de Nuestra Señora y Sancto Nombre de Jesús, y es nuestra uolun-
tad que por estas ordenancas ni por otros q se hagan la coffradia de Nuestra
Señora del Rossario no sea perjudicada en ninguna cossa antes se este como
siempre a estado con las excesiones y preuilegios a ella anejos y si en algún
tiempo los coffrades del Rossario o qualquier dellos se quexaren de algún
agrauio uerdadero o ffalso hecho por esta coffradia, damos todo nuestro
poder y autoridad al Padre Prior o perlado del dicho Conueto para que el y
otros tres padres que el eligiere les desagrauie y ambas partes este obligados
a pasar por su determinación por que nra uoluntad es de dejalla en sus
misas y fiestas y procesiones no siendo su uoluntad que les acompañemos”.

ÓRGANOS DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN


El artículo 2º se refiere a los responsables de su gobierno, comenzando
por el alcalde que la presidía y era su máxima autoridad, pues “a la obe-
diencia del qual estemos todos subjetos en los minesterios tocantes a la dicha
cofradía”. En concordancia, el artículo 5º reiteraba lo dicho con respecto a
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 97

las fiestas, procesiones y entierros de los hermanos, mandando que en


todas las misas que se celebraran, hiciera el primer ofrecimiento del oferto-
rio, estando facultado también para designar que hermanos debían portar
las insignias o andas, imponiendo las correspondientes penas en caso de
incumplimiento de todo lo que ordenara:
“Otrossi dixeron que por quanto esta sançta coffradia y ermandad se a
elegido y fundado para seruir a Dios nro Señor y a su madre gloriosa, asis-
tiendo al culto diuino del altar en las fiestas diputadas y procesiones, assi
de diciplina que se haze el Uiernes Sançto como a las demás entre año, con
insignias y cera, como assimismo para enterrar nuestros muertos y hazerles
sus honrras, ordenaron que assi en estos ministerios y en qualquiera dellos
como en uno y otros el tal nuestro alcalde que al presente es o fuere de aquí
adelante sea preferido a los demás hermanos y se le obedezca y respecte y
que en las misas que la coffradia dixere, assi en fiestas propias suyas como
en particulares entre año que aya ofertorio, el dicho nuestro alcalde ofrez-
ca primero y ninguno otro hermano se le anteponga, sopena de dos libras
de cera, y si el dicho nuestro alcalde en qualquiera de los ministerios dixe-
re o ordenare a qualquier nuestro hermano tomo salga o insignia o andas
lo haga y al que fuere rebelde le pueda penar con acuerdo de los diputados
hasta en media aroua de zera”.
Los demás oficiales cuya existencia precisa el artículo 2º eran los
siguientes: el escribano, mayordomo del arca, mayordomo de la cera, y dos
diputados. Todos formaban la junta de gobierno, que era el órgano deciso-
rio más importante, pues entre sus competencias estaba la elección de quie-
nes debían desempeñar esas responsabilidades, cuestión regulada en el artí-
culo 3º, y la de fijar o modificar las ordenanzas, conforme al acuerdo adop-
tado en el cabildo celebrado el 3 de febrero de 1630, aunque como vere-
mos más adelante, lo habían sido por primera vez en 1614:
“Unánimes y confformes y de un boto i parecer dixeron que por quanto
la experiencia a mostrados la gran necesidad que esta santa coffradia tiene
de acrecentar o hazer algunas ordenancas para que mediante ellas y las
demás que están fechas y adelante se hizieren se más bien seruida y uaya
en aumento y no uenga en diminucion hordenaron y mandaron que tuuie-
ren por bien que los capítulos y hordenancas que están fechas y las que de
presente se hazen y adelante se hizieren su puedan crecer y menguar cada
y quando que a los officiales desta sancta cofradía pareciere conuenir lo
qual sea ualido con tanto que sea para honrra y seruicio de Dios Nuestro
Señor y umento desta sancta cofradía”.
Esta decisión fue aprobada por la autoridad diocesana el 10 de febrero
de 1630, por don Antonio de la Parra Mesa, vicario de la ciudad y visitador
98 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

general durante el pontificado de don Francisco Mendoza. Este documento


nos hace saber cual era la junta de gobierno correspondiente a 1629, que
adoptó esta importante decisión: Andrés Rosales Calderón, alcalde; Alonso
de Valenzuela Roel y Manuel Fernández Cabezudo, diputados; Juan Sánchez
Mercader, mayordomo del arca; Alonso Gil, de la cera; Sebastián González,
escribano. Y en 1630 fue nombrado como alcalde Juan López de San Pedro,
el diputado Sebastián González, y Mateo Sánchez ejercitaría de fedatario.
El escribano redactaba las actas de los cabildos y daba fe de todo
lo realizado, pues “ante quien pase todo lo que se ouiere de ordenar en esta
coffradia”. Además era el encargado de custodiar los principales libros de
la cofradía: ordenanzas; rentas; el de cuentas “en que se pongan las resul-
tas uviere de las tales quentas la forma en que se toman en cada año como
dicho es, y que lo firmen los officiales y scriuano”; y el de entradas al que
se refería el artículo 9º, donde se anotaban los nuevos hermanos, lo que
pagaba cada uno anualmente, y los oficios ofrecidos por los hermanos que
fallecían:
“Y assi mismo aya otro libro grande que se llama de las entradas en el
qual se escriua los hermanos de la dicha coffradia con día mes y año y
quien fueron officiales aquel año y el prescio que da de limosna por su
entrada y el que paga de contado y fuere pagando y en que quando un her-
mano muriere si se le hiziere officio se ponga todo rubricado o firmado del
nuestro scriuano ques o ffuere en cuyo poder an de estar estos dos libros con
el de las ordenancas y renta de la coffradía y se dé crédito a lo que en ellos
estuuiere scripto y firmado de nuestro scriuano”.
El mayordomo de la cera era el depositario de toda la necesaria para
acudir a los oficios religiosos y entierros de los hermanos, así como otros
actos en que así lo mandara el alcalde. El del arca cobraría las rentas de la
cofradía y tendría todos sus bienes recogidos en inventario, con cuenta y
razón de todos los ingresos y gastos. Conforme a la reforma de los estatu-
tos practicada en 161411, también le correspondía en tomar las dos bulas de
la Santa Cruzada, que le permitían revalidar las muchas indulgencias con-
cedidas por Roma:
“Yten ordenamos que el nuestro mayordomo del arca tenga muy gran
cuidado cada ño en tomar dos bulas de la Sancta Crucada para reualidar
la gran suma de indulgencias que esta sancta coffradia de la Soledad y

11 “Ordenanzas reformadas y añadidas a la cofradía de la Soledad y Angustias de Nra Sª


la Virgen M desta Ciudad de Trujillo, las quales la experiencia y necesidad a mostrado ser
necesarias año de 1614. Y fueron aprobadas por don Rodrigo Vázquez Machuca, provisor
y vicario general en agosto de 1614, siendo obispo fray Enrique Enríquez.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 99

nombre de Jesús tienen como consta de las bulas de los Summos Pontífices
que están en su poder en caja de hoja de lata con sus cordones”
Conforme al artículo 2º, los dos diputados sustituían al alcalde cuando
estuviera ausente por cualquier razón, y colaboraban con él y los demás
miembros de la junta de gobierno en todo lo que fuera necesario, reunién-
dose con ellos cuando fuera preciso. El artículo 11º les atribuía la respon-
sabilidad de pedir limosnas, uno en cada semestre, estando obligados a
poner de su peculio las que se perdieran:
“Otrossi que los diputados sean obligados a echar las demandas cada
uno medio año, y el diputado que echere las demandas tenga el estandarte
en su cassa y el otro diputado tenga la cruz de los entierros y en acabando
de cumplir su medio año truequen las insignias y si algª demanda se per-
diere por su culpa sea obligado a pagar el diputado a quien le tocare otro
tanto como ualio la demanda, antes o después de las que se ouiere perdido
a escogencia del diputado y el alcalde el día de las quentas le apremie a ello
sopena de pagar de su cassa”.
Conforme al importante artículo 3º, la elección de quienes debían ejer-
cer estas responsabilidades tenía lugar en las vísperas del 1 de enero, que
era la principal fiesta de la cofradía, siendo anual la duración de su manda-
to12. Pero el procedimiento que se seguía comenzaba en la tarde de las vís-
peras de año nuevo, en la que los oficiales salientes deliberaban “que per-
sonas pueden seruir en estos officios a la cofradía el año que entra, y con
más comodidad y digan su parecer sin passión de Dios y en su conciencia”,
eligiéndose por mayoría a los nuevos oficiales, que también podían reno-
var su mandato. Cuando hubiera empate al votar los oficiales, estos desig-
narían a tres cofrades que participarían este proceso, proponiendo cada uno
el que le pareciera más conveniente, y serían nombrados los que obtuvie-
ran mayor número de votos.
Tomada la decisión el escribano procedería a inscribirlos en un libro
destinado al efecto, especificando cual era el oficio que habría de servir
cada uno de ellos. Sin embargo el acuerdo adoptado se guardaba en secre-
to hasta la fiesta del Dulce Nombre de Jesús que tenía lugar el 1 de enero,
pues entonces se hacían públicos la identidad de los nombrados con cierta
solemnidad durante la misa que se celebraba, y a la que asistían todos los
cofrades:

12 “que el día del año nuevo ques el que se celebra la fiesta de nombre de Jesús […] este
tal día se haga election de los officiales que an de seruir esta cofradía a aquel año que
entraren, la qual election an de hazer los officiales de alcalde y diputados y scriuano y
mayordomo que an servido”.
100 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“nuestro scriuano les dé a los nueuamente elegidos y nombrados la paz


al tiempo de la misa mayor, nombrando a cada uno el oficio que se le da,
y estos tales nombrados lo cumplan y siruan sopena de media aroua de cera
para los gastos de la cofradía”.
El mismo día de año nuevo, también se elegía un diputado que se encar-
garía de la cera, insignias y ropas de la imagen del Dulce Nombre de Jesús,
y tenía la obligación de asistir a las misas que se celebraban los primeros
domingos de mes, dando la cera correspondiente, que también guardaría:
“Iten que quando se haga election de los officiales que an de seruir la
coffradia de la Soledad q es por el día de año nueuo de cada año, este día
juntamte se elija un diputado que se encargue de la era e insignias del
Sanctissimo Nombre de Jhs y uestidos del Niño y demás cossas que tuuiere y
tenga obligación el tal diputado de asistir a las misas de los primeros domin-
gos del mes y dar la cera y guardarla con mucho cuidado”.

INGRESO EN LA COFRADÍA DE LA SOLEDAD


Ya hemos señalado que una de las notas que definía las cofradías peni-
tenciales en Trujillo era el de ser abiertas, por cuanto no se establecía nin-
guna causa de exclusión. El ingreso estaba regulado a partir del artículo
13º, que establecía que para admitir al nuevo cofrade, se debían reunir
todos o la mayor parte de los oficiales, “los quales confieran si es útil a la
coffradía el recebir el tal hermano o no”, y decidirían por mayoría lo que
consideran más oportuno. En caso afirmativo, debía prometer ante el
alcalde y escribano el asumir las siguientes obligaciones: cumplir y guar-
dar las ordenanzas, ser obediente al alcalde y oficiales, procurar el bien y
provecho de la cofradía, ofrecer su casa en prenda para el caso de que le
fuera impuesta una pena. A continuación era inscrito por el escribano en
el libro de entradas que contempla el artículo 9º, anotando el día, mes y
año, así como quienes eran los oficiales por entonces, y la limosna que
había dado.
Las formas de ingreso eran la nueva entrada o por herencia, establecién-
dose una importante discriminación contra las mujeres en este segundo
supuesto, pues el artículo 19º disponía que cualquiera de los hijos del cofra-
de fallecido podía entrar de esta forma, y también quien sin serlo heredase
sus bienes, aunque en este caso solo los varones pues “el trasuersal here-
dero sea uaron y no hembra, porque assi conuiene para el aumento y per-
petuida desta sanca coffradia”.
Las ordenanzas distinguían entre hermanos disciplina y de luz, abonan-
do todos una cuota de entrada en dinero y cera, que siempre era menor en
el caso de los disciplinantes, a los que se refiere el artículo 14 º, a quienes
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 101

exigía que fueran capaces de hacerla y servir a la cofradía, pagando 10


ducados y 2 libras de cera, no excluyéndose a las mujeres que pagarían
igual que los varones, salvo que su ingreso fuesen trasversales, en cuyo
caso siempre debía ser varón y entregando 3 ducados y 2 libras de cera.
Asimismo que las cantidades indicadas, podrían ser modificada por los
oficiales “conforme a la disposición de los tiempos lo que se pueda hazer
en quanto al prescio, pero no en lo demás”.
Los hermanos de luz o de hacha aparecen contemplados en el artícu-
lo 15 º, que establecía diferentes cuotas de entrada en función de su capa-
cidad económica, y vuelve a reiterar que las mujeres tampoco podían
ingresar por herencia:
“Otrossi que el hermano que fuere recebido de luz por otro nombre lla-
man de hacha teniendo de cinq ta mil mrs arriba a quien no se aya de
echar officios de limosna de su entrada ocho mill mrs y su heredero uaron
cinquenta reales y si fuere hembra seis ducados y si fuere trasuersal no
pueda heredar hembra en ninguna manera y el varón paque de su entra-
da tres mill mrs y si el tal hermano que uviere de ser recebido tuuiere de
cien mil mrs de renta arriba pague catorce mill mrs de la limosna de su
entrada, y si fuere otra persona reciba por hermano de hacha a quien se
pueda echar officio y pueda seruir la dicha cofradía dé de limosna de su
entrada doze ducados y de su herencia pague su hijo uaron tres ducados
y si fuere hembra y el varón pague quatro ducados y todo se remite a la
prudencia de los officiales que fueren y el scriuano asiente las entradas”.
El artículo 16º regulaba de forma expresa la entrada de mujeres en la
cofradía, que cuando fueran de luz darían 12 ducados y dos libras de cera,
y sus herederos debían ser siempre de disciplina, pudiéndose modificar el
artículo solamente en lo relativo a las cuantías a pagar, pues “que los nues-
tros oficiales puedan en esto uer conforme a la disposición de los tiempos
lo que se pueda hazer en quanto al prescio y no en lo demás”.
El artículo 18º se refería a la entrada de sacerdotes, que también paga-
rían 10 ducados y 2 libras de cera, y podían serlo por herencia siempre
que fuera varón como disciplinante, pero nunca una mujer. Además, la
reforma de las ordenanzas de 1614, prohibió de forma taxativa que estos
eclesiásticos fueran miembros de la junta de gobierno, costaleros ni her-
manos de luz.
El artículo 17º autorizaba a las “monjas encerradas” o de clausura a
formar parte de esta cofradía, pagando 9 ducados y 2 libras de cera, pero
a su muerte sus herederos no podrían adquirir como tales esa condición.
También existía otra forma que tenía un carácter excepcional, y que
contemplada en el artículo 29ª, para quienes se hicieran porteadores de
102 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

los pesados pasos del Santo Sepulcro, Jesús Nazareno y Columna, que
desfilaban en la procesión del Vienes Santo. Por la dura función que rea-
lizaban, la cofradía se comprometía a enterrarlos como a los hermanos de
cera, oficiando misa de réquiem cantada con ministros y pagando la
limosna, sin exigirles la cuota de entrada. En cambio, asumían de por vida
la obligación de llevar los pasos, y sí por cualquier causa no pudieren
hacerlo, estaban obligados a buscar a quien le sustituyesen, pues en caso
contrario la cofradía no se haría cargo de lo dicho:
“Otrosi Ordenamos que por quanto aya insignias muy grandes que van
en la dicha Procesión que es de muy gran trabajo el lleuarlas como es el
Sancto Sepulcro y Xpo con la Cruz a cuestas y Xpo amarrado a la coluna
y no se hallan hermanos que cómodamente las puedan lleuar por ser de
mucho pesso, ordenamos que se puedan rezebir hermanos deuotos que las
lleuen todos los día de su uida y la coffradia les entierre quando murie-
ren como a hermanos con la cera y en la forma que a los frayles de Sancto
domingo nuestros hermanos se les diga el día de su entierro si fuere ora o
sino el siguiente una misa de Requien Cantada con ministros por su alma
y pague la limosna della la coffradia de sus bienes y los tales hermanos
que assi se recibieren an de ser obligados a lleuar las insignias que el
nuestro alcalde les ordenare toda su uida y si tuuieren impedimento dar
persona que lo haga por ellos y sino lo hizieren que la cofradía no tenga
obligación desde el día que faltaren a les acudir a nada”.
El que se pagara más por ingresar como hermano de luz que de san-
gre, puede hacernos pensar que los grupos sociales más ricos de la socie-
dad trujillana, no tendrían ningún problema en hacerlo con tal de evitar
la penosa disciplina pública, pero frente a la Vera Cruz donde la diferen-
cia entre la cuota de entrada de los hermanos de luz era mucho mayor, la
extracción social de los cofrades no parece que fuera determinante para
formar parte de un grupo o de otro. El posterior estudio del libro de regis-
tros de hermanos, sí existiera este testimonio, junto con disposiciones de
última voluntad recogidos en la documentación notarial, nos podrían pro-
porcionar las claves para conocer de forma detallada la extracción social
y profesional de los cofrades de la Soledad, cuestión que por ahora no
podemos resolver al desconocer la identidad de sus componentes.
El 3 de febrero de 1630 se acordó aumentar las cuotas de los cofrades,
en razón de la concurrencia de varias circunstancias que así lo exigían: las
muchas misas que se ofrecían por los cofrades, asistiéndoles además la
cofradía al entierro, vigilia y misa de cuerpo presente con doce hachas;
crecidos gastos ordinarios; gran cantidad de cera que se destinaba a los
entierros y procesión del Viernes Santo. Y alcanzó tanto a quienes fueran
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 103

recibidos como hermanos de luz13, como a los que fueran recibidos como
disciplinantes y sus herederos:
“mandaron q de aquí delante los hermanos q se ouvieren de recibir de
disciplina paguen por su entrada honce ducados y dos libras de cera = y el
hijo ligitimo varón y heredero del hermano de diciplina pague tres ducados
y dos libras de cera = y la hija mayor ligitima y heredera a falta de uaron
pague quatro ducados y dos libras de cera = y el heredero transversal sien-
do uaron a de pagar sesenta reales y dos libras de cera, por quanto la hem-
bra transuersal esta excluida de heredarla por la ordenanza catorce y […]
= Y que no se pueda recebir hermano ninguno sino pagando luego la mitad
de la entrada y cera = y atento a que los clérigos no puedan seruir los offi-
cios desta Santta coffradía ni es justo se les encarge lleuen andas ni hachas
ni se les pueda obligar a que hagan […] alguno quisiere ser hermano de ella
aya de pagr y pague treze ducados y dos libras de cera = y el clérigo que
heredare esta cofradía por transuersal pague la mitad de la entrada de los
tales clérigos con más las dos libras de cera y no se a de poder heredar esta
cofradía de clérigo a clérigo por que el que la heredare precisamente a de
ser de diciplina y no lo siendo se pierda”.
Por las mismas circunstancias descritas anteriormente, el 1 de enero de
1654 se acordó aumentar las cuotas de entrada de la cofradía14, y se suplicó
al obispo de Plasencia y a su visitador general para que lo aprobase. Por

13 “Yten hordenaron y mandaron que qualq hermano de hacha para luz que ffuere rre-
cibido de y pague de su entrada ochocientos maravedis de rrenta a la dicha coffradía
situando los en bienes siguros a rrazon de a ueinte mill marauedis el millar y quatro
libras de cera y no los situando de el principal de los dichos ochocientos marauedis para
que los officiales de la dicha coffradia los enplene en rrenta = y el heredero ligitimo uaron
pague de su entrada tres mil marauedis y quatro libras de cera = y el transversal quatro
mill marauedis y quatro libras de cera y los que pretendieren ser tales hermanos no sean
rrecibidos hasta que los den y paguen con declaración que los tales hermanos de luz an
de lleuar hachas a su costa en la procesión del Uiernes Sancto en la noche y ni lo hazien-
do an de pagar quatro libras de cera sopena que el alcalde y officiales que les sucedieren
los paguen de sus bienes y hazienda y officiales que les sucedieren puedan cobrar dellos
la dicha pena”.
14 “desde oy en adelante aya de pagar qualquiera hermano de diciplina por su entrada
tres ducados y dos libras de cera, pagando desde luego la mitad de la entrada y las dos
libras de cera = y el hijo o eredero lijitimo pague siete ducºs y dos libras de cera siendo
bibos sus padres con que si el susodicho o sus mujeres murieren antes que los dichos sus
padres, aya de pagar su entrada por entero =y el eredero ligitimo pague quatro ducados
y dos libras de cera por que así conuiene = y ansimismo se entienda que los clérigos que
desde oy en adelante se […] sea por quince ducados y dos libras de cera con que su ere-
dero aya de ser de diciplina y que no se pueda mandar conforme a la ordenanca que trata
desto que es la diez y siete, y si alguna mujer quisiere entrar en esta cofradía se entienda
en la misma conformidad que los clérigos”.
104 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

entonces, la recién elegida junta de gobierno por las siguientes personas:


Antonio Blanco de Acosta, alcalde; Antonio Hernández y Pedro Bacan, dipu-
tados; Francisco Hernández, mayordomo del arca; Juan de Grande, de la cera;
el licenciado Luís de Camargo, escribano.
Como ya hemos dicho en el capítulo I, con la llegada del Barroco las
estaciones de penitencia que realizaban las cofradías penitenciales, van per-
diendo el rigor y austeridad que las caracterizaba, y se irían impregnando
de esa estética. Y al igual que hizo la Vera Cruz, se acordó el 21 de marzo
de 1660 que los nuevos cofrades pagasen de entrada 14 ducados y 2 libras
de cera, sin que fuera preciso tampoco que hicieran disciplina pública por
ser más importante que conservara la cofradía los cofrades aunque solo fue-
ran de luz, debiendo ir con su hábito blanco. Y lo dicho fue aprobado el
17 de marzo de 1670 por Juan Francés Arias, cura propio de Santa María la
Mayor y vicario designado por el obispo Diego Sarmiento Valladares.
“estando juntos los oficiales de la cofradía de Nuestra Señora de la
Soledad desta ciud, en el convto de Nuestra Señora de la Encarnación,
Domingo de Ramos, para disponer la procesión de el Uiernes Santo en la
noche de este año, acordaron el Sr Gaspar Díaz Carrasco, alcalde; Antº de
Zúñiga y Agustín de Caruajal, diputados; y Fran co Payva, mayordomo de
arca y Juan de Grande, de la cera, po ante mi Alº Blanco de Acosta, escriuº
de dicha cofradía que desde oy en adelante todas las personas que quisie-
ren entrar en la dicha cofradía paguen de su entrada catorce ducados dos
libras de cera, y que si los susodichos no se quisiere acotar no le obligamos
a ello, saluo que tenga obligación de yr vestido de blanco y […]en la proce-
sión de el Uiernes Santo en la noche, porque asi conviene para la conserua-
cion de esta deuoción y por estar la cofradía necesitada de hermanos”.
Por considerar que las cuotas de entrada eran pequeñas para cumplir
con lo dispuesto en las ordenanzas sobre misas a los cofrades difuntos15, y
en razón de los muchos gastos derivados de la procesión del Viernes Santo,
festividad de año nuevo y procesiones del segundo domingo de cada mes
que veremos más adelante, se modificaron las cuotas de entrada en el cabil-
do celebrado el 8 de marzo de 167216:

15 “por quanto el dicho Sr Uisitador a mandado que todas las missas de obligación de esta
cofradía tiene así de las botibas como de los hermanos difuntos en los oficios que se les
hazen paguen a 68 mrs cada una, y siendo las que esta cofradía thiene obligación de
dezir por cada hermano setenta missas rezadas y una cantada, y que la entrada de los
hermanos es muy corta”.
16 Por entonces la junta de gobierno estaba formada por las siguientes personas: Martín Gómez
de Palacios, alcalde; Gaspar Caballero Bacán y Francisco Jiménez Chaviano, diputados; Juan
Antonio, mayordomo del arca; Nicolás Martín, de la cera; José de Villalobos, escribano
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 105

“aquerdan los dichos oficiales se sirban las entradas de los hermanos de


disziplina a quinze ducados y dos libras de zera, y el heredero legítimo que
la heredare zinco ducados y dos libras de zera y si fuere hombre, lo que
correspondiese conforme al uso de las ordenanzas antecedentes, y as si se
cumpla sin innobar en ello = Asimismo aquerdan que por quanto la cofra-
día se halla falta de hermanos caualleros que la gouiernen sus passos el día
de la prozesion del Uiernes Santo en la noche de cada año, para de oy en
adelante, se entienda a de ser su entrada de catorce mill mrs y quatro libras
de zera por quanto aunque era diez y seis mill mm y quatro libras de zera,
reconociendo que por parecer mucha la cantª no entraban muchos herma-
nos de luz, así caualleros como otros particulares por cuya raçon se mino-
ran los dos mill mrs y el heredero lejitimo a quien pertenezca la herencia
pague por su entrada zien reales y quatro libras de zera, siendo barón, y
siendo hembra conforme lo que le correspondiese a este precio según el uso
de las ordenanzas antecedentes pues en quanto a las formas de las heren-
zias se a de estar a lo que en ellas se dispusiese y no en otra forma = Ytem
que de oy en adelante qualquier hermano sacerdote o religioso que quisie-
ran entrar en esta Cofradía ayan de pagar y paguen por su entrada diez y
seis ducados y dos libras de zera y en quanto a la forma de herenzia a de
poderla mandar o no se remiten a las ordenanzas antiguas para que se ejec
tte lo que en esta raçon dispusieren = Y si alguna mujer viuda o soltera qui-
siere entrar en esta santa hermandad pague asimismo los diez y seis duca-
dos y dos libras de zera ariba referidos, guardando en la herenzia lo mismo
que se contiene en las ordenanzas antiguas que tratan desto así en los here-
deros legítimos como en los transversales”.

RECURSOS ECONÓNICOS DE LA COFRADÍA


Los ingresos eran los mismos que las demás cofradías, y derivaban de
distintas fuentes, entre las que se encuentran las ya vistas cuotas de entra-
da y las multas por incumplir las ordenanzas, lo obtenido por entierros en
los que participaba la cofradía, rentas de bienes propios y otros ingresos de
distinta clase. Se completaban con las demandas que se realizaban, pues el
artículo 11º se refería a las limosnas que estaban obligados a pedir los dos
diputados de la junta de gobierno, haciéndolo cada uno por semestre, y sí
por su culpa se perdiera algún dinero o especie debía reintegrarlos, pues
en caso contrario lo abonaría de su peculio. Asimismo, los bienes que for-
maban el mayorazgo del marqués de la Conquista también contribuían con
un donativo anual de 220 reales a esta cofradía17.

17 AMT, Legajo 1157. Relación de bienes del marqués de la Conquista.


106 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

El artículo 12º establecía que los cofrades también debían pedir limos-
nas, y cuando se negaren serían anotados en el libro de entradas, y no se
ofrecería por su alma oficios religiosos hasta que se entregado lo dejado de
percibir. Además, las multas podrían ser pecuniarias o de cera, y eran la
garantía del cumplimiento de las ordenanzas al servir de recordatorio de las
obligaciones de los cofrades.
Las cuotas de entrada era una importante aportación de dinero y cera al
patrimonio de la cofradía, y su entrega era precisa para pasar a formar parte
de la misma. Ya hemos visto la cuantía que se fijó inicialmente en 1609 al
aprobarse las ordenanzas, y las variaciones que tuvo a lo largo del tiempo,
en función de la modificación del valor de las monedas y aumento de las
necesidades de la cofradía.
El artículo 22º se refería al entierro de encomendados, es decir la pre-
sencia de la cofradía de la Soledad en el funeral de aquellos trujillanos que
sin ser cofrades así lo solicitasen, pagando por ello distintas cantidades en
función del tipo de oficio religioso que se celebrase por su alma, que era
una práctica habitual de este tipo de asociaciones:
“Otrossi, ordenamos que si algún otro difunto se encomendare a la
cofradía para que lo entierre con quatro hachas sin insignias más de las
andas y la cera menuda, y sí enterrare con nueue leciones pague de limos-
na quatro ducados y si con tres leciones y misa de querpo presente a que
aya de arder la cera pague de limosna tres ducados y el mayordomo no
preuenga el entierro ni lleue la cera sin rezebir primero prenda que ualga
la tal limosna sopena de lo pagar de su casa”.
Como ya hemos señalado con carácter general con la práctica totalidad
de las cofradías de Trujillo, la Soledad también gozaba de propiedades de
bienes raíces rústicos o urbanos, que eran adquiridas en virtud mandas pías
de testamentos o codicilos, o por capellanías con el objeto de celebrar ani-
versarios por su alma. El libro de ordenanzas contiene un valioso testimo-
nio documental, con dos inventarios de escrituras de la cofradía, que nos
hace saber con detalle su fecha de adquisición, así como las rentas que
obtenía por censos y los avatares de esas propiedades18. Además de lo
dicho, aportamos otro valioso testimonio que refleja las propiedades de la
cofradía a finales del siglo XVIII19:
“Cassas} Una en la calle nueba qe rentta doscientos nuebe rs. Otra en dicha
calle que renta ciento y quatro rs. Otra al Sitio de los Corrales qe renta setenta

18 Apéndice Documental, documento nº 4.


19 AHN. Consejos Legajo 1448.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 107

y siette rs. Otra al sitio del Pozito que renta nouenta y nuebe rs. Otra en la calle
fuera qe renta quinze ducados. Otra en el Campillo qe renta ciento veinte y un
rs. Otra al mismo sitio sesenta y seis rs. Zercas} Una zerca al sitio de la
Carbonera qe renta setenta y cinco rs. Otra al sitio de la Magalena que renta
veinte y siete rs. Otra al llano de Ramiro que renta treinta rs. Otra arrimada a
la Hermita de la Magdalena que no renta cosa alguna por qe se dá de [...] a la
santera qe habita allí. Un zenso que paga Dn Isidro Parejo Brabo de zinqta y
cinco rs y dos mrs anuos. Otro qe paga Dn Antonio Barroso de esta vezd de seis
rs. Otro qe paga Dn Josef Pizarro de Sta Ana de sesenta rs. Otro que paga Dn
Josef Pozo, Pro, de nuebe rs y treinta mrs. Otro que paga Dn Cristóbal
Domínguez Salazar de zinquenta y cinco rs y veinte y siete mrs. Otro que paga
Narciso Casco de seis rs y veintte mrs. Suerte de Tripa que rentta ciento cin-
quenta y cinco rs. Por la manda que hizo a esta Cofradía Dª Antonia de
Zúñiga treinta y tres rs y veinte y siete mrs. Dos bordones y dos cruces de plata.
Dos calizes de los mismo [...] dos hachas serbidas. Y ocho belas pequeñas. Un
arca con los papeles de la Cofradía. Que son los únicos bienes qe posee en los
quales se dio por entregado el nominado Franco Uarea y se obligó a tenerlos
de prompto y manifiesto”.
Los rendimientos económicos de los censos no eran elevados, aunque si
muy seguros, por lo que la cofradía estaba muy interesada en su conserva-
ción, como resulta de la reforma de los estatutos de 1614 que fue aproba-
da en agosto de ese año por don Rodrigo Vázquez Machuca, siendo obis-
po fray Enrique Enríquez, que exigía que con carácter previo a su venta se
examinara sí era conveniente y se obtuviera la correspondiente licencia del
obispo, con el tenor literal es el siguiente:
“Yten ordenamos que no puedan en ningún tiempo nro alcalde ni offi-
ciales ni otro hermano que sea de esta sancta Coffradia vender ni enagenar
ningún censo perpetuo ni al quitar ni otra renta alguna que esta cofradía
tenga o adquiera por qualquiera camino que sea, sin que primero se hagan
diligencias y requisitos necesarios de si conuiene o no, y después de hecho
se traiga licencia del señor obispo que es o fuere de Plasª o de sus prouiso-
res, so pena que lo hizieren lo paguen de sus Haziendas con más los daños
e yntereses que se les rescrecieren a esta coffradia porque ansi conuiene
para la conseruación de su renta”.
Además de los gastos generales que estaban a cargo de cualquier cofradía,
y sobre los que nos hemos referido en el capítulo I, el artículo el artículo 4º
se refiere al muñidor, a quien le correspondía practicar las citaciones para las
juntas, misas y oficios por los difuntos y demás actos de la cofradía, o notifi-
car acuerdos adoptados, y lo hacía de puerta en puerta o tañendo una cam-
panilla por las calles de Trujillo, por lo que recibía unos emolumentos:
108 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“Otrossi que aya un muñidor que auise a los hermanos quando aya mis-
sas o junta de la dicha coffradía o officios de hermanos diffuntos para que
todos los hermanos se hallen a estos ministerior y los hermanos sean obliga-
dos obligados a yr al llamamiento que el tal muñidor les hiziere por man-
dado del nuestro alcalde sopena de una libra de cera en que incurra de
pena el hermano que no teniendo legítima y forcosa ocupación no fuere, y
a este tal muñidor se le dé un salario moderado de la renta de la coffradia”.
También hay que mencionar, lo que percibían los predicadores por la
plática de sermones, cuestión que analizaremos más adelante. Otra parte
importante de los recursos financieros se dedicaban a pagar los salarios de
escultores, orfebres, bordadores, carpinteros y otros artistas que realizaban
los enseres que hemos citado, de cuya existencia tenemos noticia gracias a
un inventario de ese tipo de bienes, y que es un testimonio elocuente de la
riqueza y valor de los ornamentos:
“Primeramente una arquita pequeña, con cerradura y llaue y dentro
della los sgtes: Un plato de estaño para pedir la estación. Un paño de lienço
labrado de seda açul. Dos bandas, una colorada y otra pjica de tafetán de
los dos caballeros Nicudemos y arimatea. El belo del Santo Sepulcro. Dos
almohadas y un acerico labradas de sseda de colores y oro del Santo
Sepulcro. Dos toallas con puntas, una blanca y otra amarillas de los Santos
rreferidos. Una toalla grande con cabos de seda negra de la cruz grande.
Otra toalla blanca que ba en la cruz, de las espadas con Nuestra Señora.
Una sauana con desilados y puntas para el Santo Sepulcro. Dos balonas de
los caballeros = y los puños con el cuello y bueltas de Simón Sirineo. Una
Baronica bieja. La ynsinia de Nra Sª de la Soledad que lleua el alcalde en
la procesión. El rostro de Nro Sr Jesuxpto que lleua la mugr Verónica. Una
caxa grande de oja de lata con sus cordones en que estan las bulas y jubi-
leos desta Sta Cofradía. Otra caja de guita donde se ponen las bullas q se
toman para los hermanos pobres sin tener bula. Dos almohadas de olan
nueuas con tiras labradas de seda pajica tejidas. Dos alhohadas de olanda
labradas con […] de ramos. Un acerillo pequeño labrado de seda negra y
naranjada. Dos almohadas de rruan nueuas con toral de rred blancas. Una
toca para la mugr verónica con ssu toquilla = y vueltecillas blancas. Una
cabellera del Xpto con la cruz a cuestas. Un capillo de bocaci acul de Simón
Sirineo.
Una arca grande con su cerradura y llaue dentro dela los siguientes: seys
túnicas blancas = con cinco capillos = beynte y tres túnicas negras = con ute
capillos = El palio con sus cordones y barillas = el paño grande de las andas
= y el paño del cuerpo, anbos de [...] todos en negro = el paño de las andas
y otro pequeño para el cuerpo de terciopelo lisso = la ymajen de Nra Sª para
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 109

las andas = Otra ymajen para pedir la demanda = cattorce cruces para los
rrejentes = la cruz de junquillo = la cruz de plaza = el estandarte viejo de
tafetán negro con sus borlas = las dos bacinicas de acofar pª pedri las
demandas = la ymajen de Nra Sª del ueto pequeña para la estación con su
cajita = las doce bujías del Santo Sepulcro con su talega de uocaci negro =
un manto para Nra Señora de anascote = una uasquiña destamaña larga
morada que mandó Ysabel de Ceruera, su cuñada, que lleuó de encaje de
[...] D. Luis de Camargo”.
El tercer tipo de gastos era el derivado de las actividades de culto y
devoción, así como las labores de asistencia social que realizaba la herman-
dad, que analizaremos con detalle más adelante. No podemos pasar por
alto los ocasionados por las colaciones o comidas, que tenían lugar a con-
tinuación de las principales celebraciones religiosas, y que hemos visto en
el capítulo I y que resultan de las importantes funciones implícitas de las
cofradías durante la Edad Moderna. Las ordenanzas se refieren de forma
expresa a estos desembolsos, pues había una colación el día que se daban
las cuentas, y aunque en muchas cofradías se pagaban a escote entre los
cofrades, el libro de ordenanzas consta el acuerdo tomado el 7 de febrero
de 1670, que refleja que estaba a cargo de la hermandad, y que al conside-
rar excesivo ese gasto se limitó a 100 reales, y sí fuera menor la diferencia
con la cantidad indicada se destinaría a la procesión que se hacía al nom-
bre de Jesús todos los segundos domingos de cada mes:
“asimismo hauiendo reconocido q en la comida que se da el día de las
quentas se gasta con exceso y que no luce, antes uien es causa de mormu-
racines y de que los que tienen deboción de dar a las demandas que entre
año se iden, se les quita por parecerles se convierte en la comida que el
mayordomo dé el dicho día de las quentas. Y que los gastos son grandes el
prezio de la zera muy seruido los hermanos todos con la esterilidad de los
tiempos y caueza de mantenimiento muy poures, y que en esto se nezesita
de poner remedio para que se conserue esta hermandad con el buen zelo y
deuocion que todos tienen = Aquerdan confieren y se conforman en que de
oy en adelante para siempre jamás no se gaste en comida ni el mayordomo
la de y para el día de sus quentas auise desde las dos de la tarde en adelan-
te y no por la mañana y para que tenga algún refresco en el tiempo que se
ajustan por ser más de quatro oras la de esta ocupación, se le señala zien
Rs que a de gastar en dicho día de quentas y no otra cosa más que lo esto
alcanzase y si por su deboción quiere gastar menos ara limosna de ello asta
cofradía sin que se entienda que el dicho mayordomo aya de thener más
obligación que la de el gasto de los dichos cien reales, pues lo que en esto se
dejan de gastar se sirua para conservar la prozesion del Niño Jhs que se con-
tiene en el capítulo antecedente”.
110 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

A pesar de lo dicho, el cabildo celebrado el 12 de enero de 1785 nos


hace saber que no se cumplía debidamente el acuerdo anterior20, y seguía
gastando importantes cantidades de dinero en colaciones que tenían lugar
en las principales fiestas de la cofradía, entre las que se incluía la que se
daba al finalizar la estación de penitencia, lo que causaba un indudable per-
juicio económico a la cofradía:
“qe mediante questa nuestra cofradía se allaba oi, con los gastos, más
limitados, y ia conozían que se podía costear con lo que se abía quitado de
gastos anuales, quera el rrefresco del día del Niño Perdido, jutamente el de
el predicador y la colación de las bollas el biernes S to y bino que se daba a
los ermanos del Sto Sepulcro, i que lo mucho que se orraba en no tener la
fiesta entera; y otros gastos superfluos q e los antiguos tenían puestos en sus
tienpos qe nosotros emos quitado”.
Y por ser esos gastos contrarios a las ideas racionalistas de la Ilustración
que imperaban a partir del siglo XVIII, que propugnaban la reducción de
su riqueza y ostentación de las instituciones religiosas, postulando la auste-
ridad en sus celebraciones, la junta de gobierno de la cofradía acordó de
forma unánime “qe desde luego querían quedasen y qedaron derrogadas
todas las antiguallas y malos abitos y costunbres ynpuestas y […] nosotros
no querer aiga refrescos ni otros gastos superfluos”. Y hemos de tener pre-
sente que ese acuerdo se adoptó estando en vigor la normativa sobre cofra-
días y hermandades dictada por el conde de Aranda, de la hablaremos en
el último capítulo, que era contrario a este tipo de gastos.

FUNCIONES RELIGIOSAS
Fiestas en honor del Dulce Nombre de Jesús
Al ser esta cofradía penitencial cumplían con su función en la procesión
que tenía lugar en la noche de cada Viernes Santo, que era el acto de culto
más trascendente y en el que vamos a centrar nuestra atención. Sin embargo
no era el único, pues el principal tenía lugar el 1 de enero al celebrar la fies-
ta del Dulce Nombre de Jesús, en la que se obtenía un jubileo plenísimo:
“Primeramente son obligados todos los hermanos del sanctissimo
Nombre de Jesús acudir Bíspera y día de año nueuo de cada año conffessa-
dos y comulgados a la fiesta del Sanctisimo nombre de Jhs que se celebra en
la yglesia de nuestra Señora de la Encarnación onde ay jubileo plenísimo y
sea de arden cera a las Bisperas y misa mayor y procesión del dicho día”.

20 Por entonces estaba formada la junta de gobierno por las siguientes personas: José
Ramos, alcalde; Felipe Palacios y Valentín Gómez Dura, diputados; Antonio Prieto, mayor-
domo del arca; Alonso Rubio de la cera; escribano Vicente Robles del Barco.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 111

Como hemos visto al referirnos a los órganos de administración de la


cofradía, la importancia de ese día no se limitaba a las señaladas fiestas reli-
giosas, pues el día previo se elegía a los nuevos miembros de la junta de
gobierno, y en la misa mayor se hacía público su nombramiento, y conti-
nuaba con una solemne procesión con la efigie del Dulce Nombre de Jesús,
a cuyo fin tenía lugar una colación o comida de hermandad.
En las ordenanzas relativas al Dulce Nombre de Jesús, se indicaba que
todos los primeros domingos de mes se oficiaba en el convento de la
Encarnación una misa rezada por todos los hermanos a la hora que fijara el
alcalde, y lo que se recogiera por limosnas serviría para pagar los gastos de
estas celebraciones religiosas:
“de lo que se juntare se pague la limosna de la misa, a la qual ardan dos
hachas y se ponga el estandarte en medio, y se dén velas a los hermanos, y
cuando quieran alcar se enciendan otras dos hachas que lleuen dos herma-
nos al altar y asistan con el pestne que dixere la misa hasta acabar el
Responso”.
El cabildo celebrado el 7 de febrero de 1670, acordó que se volviera a
hacer la procesión que en honor de la imagen del Dulce Nombre de Jesús
se hacía todos los segundos domingos de mes, que seguía el mismo trayec-
to que Nuestra Señora del Rosario, y que a veces era acompañado por la
música que por esta razón recibía 6 reales, dándose a cada dominico o
sacerdote que asistiese una vela, participando con dos hachas de cera con
el estandarte y otras dos con la imagen del Niño perdido, que sería porte-
ado por los cofrades:
“que todos los segundos Domingos del mes, de cada ño se hiciese la
Prozesión del Niño Jhs la qual por negliencia y desquido rota ahora no se
hauia hecho de muchos tiempos a esta parte, y que el dicho día segundo
domingo de cada mes se siga su missa en la qual asistan sus oficiales y a
ella ardan quatro hachas y se ponga el estandarte colorado con la ynsignia
del niño Jhs y dos hermanos y hermanas que se hallaren presentes se les de
una bela a cada uno mientras se celebrase la missa y se dijesse el responso
cantado como es obligación, y el mismo día por la tarde salga en prozesion
el Niño Jhs dando la buelta misma que da Nra Señora del Rosario el Domº
primero de mes y si la música quisere asistir se le dé seis R s y no más, pena
de pagarlos el mayordomo a cuyo cargo a estar este quidado. Y asimismo a
los religiosos de nro padre Santo Domº que se allaren asta procesión se les
de a cada un su bela para que bayan alumbrando y si huviese algún sacer-
dote tamuien se le de su bela y con el estandarte bayan dos achas de la
cofradía. Y con el niño JHS otras dos achas las quales y el niño an de llebar
los hermanos desta cofradía”.
112 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Procesión del Viernes Santo


El programa de cultos giraba en torno a la procesión del Viernes Santo,
reflejando las ordenanzas de forma detallada su preparación. El artículo 28º
disponía, que el Domingo de Ramos por la tarde se debían reunir en el con-
vento de la Encarnación todos los miembros de la junta de gobierno, desig-
nando a quienes debían de cuidar de su orden y portar las imágenes e insig-
nias, con la prevención de imponerles una pena de media arroba de cera a
quien se negare a ello:
“Yten ordenamos que los officiales alcalde y diputados y mayordomos se
junte con el nuestro scriuano en el conuento de nuestra Señora de la
Encarnación el domingo de Ramos en la tarde, y allí confieran entre sí
xpianamente y sin ruydo ni passion que personas serán más conuenientes
de los nuestros hermanos para regir la procesión del Uiernes y que puesto
an de dar a cada uno y que personas an de lleuar las insignias que uan en
la dicha procesión y así confferido les embien una boletas para que vean lo
que an de hazer y no se enquentren ni perturben unos a otros sino que cada
hermano acuda al ministerio que se le encargare lo qual cumplan sopena
de media arroua de zera para los gastos de la dicha procesión”.
Todos los hermanos eran sido citados para que estuvieran en el ceno-
bio en la tarde del Viernes Santo, pero con carácter previo tenían lugar una
serie de actos muy relevantes que servían para su mejor preparación espi-
ritual. Tras los Santos Oficios tenía lugar en la capilla mayor la plática del
sermón de las Siete Palabras, que aleccionaba sobre los últimos momentos
de Jesús antes de morir en la cruz, debiendo tener siempre muy en cuenta
su importancia durante el Antiguo Régimen21.
A continuación comenzaba uno de los actos más emblemáticos de la
Semana Santa de Trujillo, que era la representación del Descendimiento,
que había sido fomentada por el Concilio de Trento, respondiendo al gusto
de la época por la teatralización del culto religioso22, que asignó a las imá-
genes religiosas las siguientes funciones: la primera seria pedagógico por su

21 Archivo Parroquial de San Martín de Trujillo. Libro donde se anotan los hermanos de
luz de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad establecida en la Yglesia de San
Francisco, parroquia de San Andrés de la ciudad de Trujillo. El arraigo de los sermones
citados y del Descendimiento en Trujillo era tal, que a pesar de los problemas que sopor-
tó la cofradía durante el primer tercio del siglo XIX, cuando se reorganizó en 1847 con
unos nuevos estatutos, en su artículo 2º se refería de forma expresa a “costear las funcio-
nes que se practican en el Viernes de la Semana Santa, cuales son el Sermón de las Siete
Palabras, Descendimiento y Soledad”.
22 LÁZARO DAMAS, S.: El protagonismo de las órdenes religiosas en la iconografía. En
Semana Santa en la provincia de Jaén, Sevilla 1992, p. 14.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 113

carácter narrativo y didáctico, por ser el método idóneo para la enseñanza


de los misterios y verdades de la fe, a una población analfabeta e inculta;
la segunda sería su fin esencial, que es el adoctrinamiento y la ejemplari-
dad que debe llevar el católico a la practica de las virtudes cristianas, la
adoración y el amor a Dios.
Su fin básico era el didáctico, y frente a las teorías protestantes pretendía
enseñar con recursos visuales, al proceder al desenclavamiento de la imagen del
Jesús por parte de dos vecinos que representaban a los Santos Varones, que una
vez que murió en la Cruz, su dimensión divina sigue unida tanto a su cuerpo,
llagado por la Pasión y enterrado en el Sepulcro, como a su alma, aunque cuer-
po y alma estuvieran separadas. Para ello la propia imagen del Santo Sepulcro
estaba especialmente preparada para ello al tener brazos articulados23.
La presencia de figuras bíblicas en los desfiles procesionales era algo
habitual en las procesiones penitenciales de la época24, y en las Trujillo esta
plenamente acreditada en la del Viernes Santo por la noche, pues el inven-
tario de la cofradía de la Soledad incluía “dos bandas, una colorada y otra
pjica de tafetán de los dos caballeros Nicudemos y Arimatea”.
La forma de realizar la procesión aparece reflejada con todo lujo de deta-
lles en el artículo 27º, que exigía a todos los cofrades participasen en ella, ya
fueran de sangre o de luz, salvo por justa causa en razón de enfermedad o
impedimento forzoso, situaciones que debían acreditarse en debida forma con
certificado médico o examen por los oficiales de la excusa alegada:
“Otrossi que ninguno de los dichos nuestros hermanos as si de di ciplina
como de luz falte a la dicha Procesión yendo en la forma que dicha es si no
es que tenga impedimento bastante a satisfacción del nuestro alcalde y offi-
ciales sopena de quatro libras de cera y encargamos al dicho nuestro alcal-
de y diputados no le ayan por escusado sin cédula de medico o impedimien-
to forcoso y examinando con cuidado si es empedimento o malicia”.
Esta ordenanza contemplaba que se reunirían en el convento de la
Encarnación a la hora que le hubiese sido señalada, y además de confesar
y comulgar debían poner fin a todas las rencillas entre ellos, es decir, el per-
dón mutuo entre los cofrades, y en caso contrario le sería impuesta la pena
de seis libras de cera:

23 Gracias a don José María Pérez de Herrasti y Narváez la imagen que participaba en el
Descendimiento ha sido restaurada en el primer semestre del 2004, por la empresa
Atrium-CRBC SL, bajo la dirección de José Morillo García, y hoy se puede contemplar en
la iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo.
24 CANTERO MUÑOZ, A.: Una tradición en auge: la participación de figuras bíblicas en
los desfiles procesionales. En Motril Cofrade 2003, p. 43-51.
114 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“Otrossi Ordenamos que todos los hermanos, assi de disciplina como de


luz como los del Sepulcro quando uayan a la Congregación para hacer la
Procesión uayan confesados y comulgados y que si entre algunos de los her-
manos ouiere diferencias o odios o enemistades el nuestro alcalde con los
diputados aquella noche o antes sí fuera posible los ponga en paz y haga
amigos sopena de seis libras de zera y cualquiera hermano que supiere de
la tal enemistad tenga obligación de dar noticia dello para que se hagan las
amistades”.
El ser la procesión el acto central de la cofradía de la Soledad, determi-
nó la existencia de dos tipos de hermanos en función del ritual que allí des-
empeñaban, y que se reflejaba visualmente en el tipo de hábito y acceso-
rios que llevaban. Así los de disciplina irían vestidos con túnicas blancas y
descalzos, que aparecen reflejadas en el lista de la cofradía como “seys túni-
cas blancas con cinco capillos”, y durante el trayecto debían flagelarse imi-
tando de esa forma los azotes que recibió Jesucristo:
“lleuen sus túnicas blancas y descalcos y por lo menos con alpargates y
con la insgignia de Nuestra Señora de la Soledad pintada y colgada o pren-
dida al pecho y hagan la dicha disciplina con la mayor deuoción que les
fuera posible y cumpliendo el orden que se les diere”.
Por su parte los hermanos de luz irían con sus túnicas negras y sus velas,
que también recogen el inventario al indicar “veinte y tres túnicas con ute
capìllos”, indicando el artículo 27º que “uayan con sus túnicas negras y en
cuerpo con la insignia de Nuestra Señora de la Soledad en el pecho, alum-
brando en la dicha procesión en la parte que más menester fuere cumplien-
do el orden que les diere nuestro alcalde”.
El trayecto que seguía el desfile aparece reflejado con detalle en esta
ordenanza, y debía pasar por siete iglesias que representaban a las siete
Angustias de la Virgen, especificándose también cada una de las calles visi-
tadas:
“Salir de Nuestra Señora de la Encarnación y por la calcada arriba y
alhóndiga de la ciudad yr a San Francisco, atrauesar la calle Nueua yr a
San Miguel, subir la Sillería arriba yr a San Martín, subir el Peso arriba yr
a Sanctiago, y de allí a la yglesia mayor de Sancta María, y baxar a la ygle-
sia de la Uera Cruz por la calcada; y de allí baxar al hospital de la Charidad
y entrar en la Encarnon”.
Hemos de tener muy presente que considerar a la ciudad de Trujillo
en la tarde del Viernes Santo como las siete Angustias de la Virgen, res-
ponde a una idea que consagró durante el Barroco, que era la tendencia
de conferir carácter sagrado a los espacios urbanos, siendo el Calvario del
Bom Jesús del Monte, ubicado en las cercanías de la ciudad portuguesa
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 115

de Braga el mejor exponente de este urbanismo impregnado de cualidad


religiosa25.
El artículo 27º también detallaba el orden de las insignias y pasos que
acompañaban a las imágenes titulares y responde ya a la estética barroca
que había impregnado los desfiles procesionales desde finales del siglo
XVI26, algunos de los cuales las propias ordenanzas nos hacen saber en que
altar del convento de la Encarnación recibían culto:
“El mro fr Gaspar de Medina, Prior de [...] de Trujiº digo que confieso y
es verdad que [...] Christo que esta en el altar fuera de la Reja de la [...]pilla
Mayor al lado derecho como salimos y de la cofradía y cofrades de Nra S ra
de la Soledad y que con su voluntad y beneplácito le coloque yo allí y la que
de nro refectorio donde antes se guardaba y que cada y quando que le quie-
ran sacar pa sus procesiones puedan como cosa que es jutas fecha en el
dicho conuto a 27 de henro de 1621”.
Y además de las imágenes que corresponden a la advocación de la
cofradía que son un Cristo Yacente y una Dolorosa con la advocación de la
Soledad, otras participaban en el desfile, y los ornamentos que acompaña-
ban las imágenes son un testimonio elocuente de la suntuosidad barroca
que impregnaba las estaciones de penitencia:
“Esta dicha Procesión a de lleuar las insignias siguientes en proporción pues-
tas para que uayan entre los penitentes: lo primero a de yr delante la cruz de los
entierros y desde esta cruz an de yr los niños que se fueren acotando en la dicha
Procesión yendo la cruz delante hasta el estandarte; el estandarte de tafetán negro
grande con la insignia de Nra Sª desde aquí an de yr los hermanos; Xpo amarra-
do a la Coluna; Xpo con la cruz a cuestas; muger Verónica; Xpo crucificado;
estandarte de la muerte arrastrando puesto sobre el ombro; el Sancto Sepulcro;
cruz grande con los taos y caluario; Nuestra Señora”.
Delante de cada uno de estos pasos iría un hermano designado por el
alcalde y oficiales, con túnica negra y una cruz en la mano “rigiendo y

25 SEBASTIAN, S.: Contrarreforma y Barroco, Madrid 1981, p. 331. Como señala este
autor, ante la imposibilidad de ir a Tierra Santa, en la Edad Media se crean los primeros
Calvarios con las estaciones del Vía Crucis, y se impone la idea de peregrinaje de sustitu-
ción. Como primer precedente de este tipo de reproducciones del Gólgota está el realiza-
do en el Monte Valeriano, sito en las inmediaciones de París, realizado a instancias de
Humberto Charpentier en 1663, cuando fundó una comunidad de sacerdotes dedicados al
culto del Calvario.
26 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la modernidad. Siglos
XV al XVIII. En Actas del I Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa, Zamora
1987, pp. 54-62.
116 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

poniendo en horden la procesión”, y que aparecen designados en las orde-


nanzas como regentes, como resulta del inventario de bienes de la cofradía
que incluye “catorce cruces para los rrejentes”, y lo que nos hace pensar
que ese elevado número refleja que eran muchos los cofrades que partici-
paban en el desfile.
En la modificación de las reglas del año 1614, se acordó que cuando
tuviera lugar la reunión del Domingo de Ramos, se procedería a sortear
entre todos los caballeros que estuvieran en Trujillo los pasos que cada uno
de ellos iba a regir, empezando con la imagen de la Virgen cuya advoca-
ción era Nuestra Señora del Calvario, y lo anterior con exclusión de los
demás hermanos. Y esta decisión es otro testimonio bien elocuente, que
refleja como las manifestaciones de religiosidad popular son un espejo de
las marcadas diferencias sociales del Antiguo Régimen:
“ordenamos y mandamos que de aquí adelante cada año perpetuamen-
te nuestro alcalde y oficiales del domingo de Ramos quando se junta en el
Conuento de la Encarnación a disponer y dar el orden que a de lleuar la
procession de deciplina que esta Sancta Cofradía haze Viernes Sancto en la
noche entre los Caualleros Hermanos que al presente estuuiereen en esta
Ciudad se echen suertes entre todos sobre la estación que cada uno quiere
de regir empecando las suertes desde la insignia de Nuestra Señora del
Caluario y consicutiuamente por las demás insignias adelante y en la esta-
ción que a cada Hermano Cauallero le cupiere por su suerte yra rigiendo
sin faltar ni salir della y al que sin ligitimo impedimiento a satisfacción de
nro alcalde faltare mandamos pague media arroua de cera para esta cof-
fradia sin que en ningún tiempo se les pueda moderar, y en las demás esta-
ciones que no ocuparen Caualleros nro alcalde y officiales puedan poner de
los Hermanos los que les pareciere para que las rijan”.
Por ser la autoridad más importante de la cofradía, el alcalde ocupaba
el lugar más destacado y la presidía, como señalaba el artículo 27º:
“uaya esta tal noche de la procesión con su túnica negra y en cuerpo con
la cruz en la mano y la ynsignia de Nuestra Señora de la Soledad por toda
la procesión preuiniendo y dando el orden que fuere menester al qual obe-
deceran los nuestros hermanos”.
También facultaba al alcalde para acodar que cuando fuera necesario, el
cambio de posición de los hermanos de luz, o que estos ayudaran a llevar
las insignias a los porteadores:
“y sí fuere menester que algunos de los nuestros hermanos de luz se
mude del lugar que lleuare en la procesión a otro y se le ordenanre el alcal-
de lo haga luego, y asimismo sí fuere menester dar ayuda a los que lleuan
algunas insignias lo hagan ni más ni menos sopena de dos libras de cera la
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 117

primera vez y sí fuera rebelde la pueda condenar el nuestro alcalde con


acuerdo de los diputados hasta en media aroua de zera.”
En la reforma de los estatutos que tuvo lugar en 1614, se limitó a 26 el
número de hermanos encargados de llevar las insignias en la procesión del
Viernes Santo. Asimismo estableció los distintos supuestos para el caso de
su sustitución, pues en caso de fallecimiento la junta de gobierno nombra-
ría a otro, y por ausencia o enfermedad el propio cofrade buscaría a quien
debía ocupar su lugar. Además, se establecían los oficios religiosos que se
ofrecían por sus almas:
“Yt por quanto en el modo de recebir Hermanos del Sepulcro ay gran conf-
fusion recibiendo cada año de nueuo sin aduertir si sobran o faltan de lo qual
se le sigue gran daño y costa a la cofradía, ordenamos y mandamos que de aquí
adelante el número de los Hermanos del Sepulcro no pase ni exceda de veynte
y seis arriba que son bastantes para lleuar las insignias el Uiernes Sancto y en
muriendo alguno nro alcalde y officiales nombre otro en su lugar y faltando
por ausencia o enfermedad tenga obligación a dar otro que en su lugar lleue la
insignia que se le echare y no le dando nuestro alcalde y officiales nombre otro
en su lugar y el quede excluido como lo dize la ordenanca treinta de atrás que
habla en razón de estos hermanos y quando se mueran los entierren como a los
demás hermanos con toda la cera e insignias y se les diga su misa de entierro
cantada con ministros no más y si estos Hermanos enviudaren acuda la cofra-
día a los entierros de sus mugeres de la suerte que a ellos y se les diga no más
que su misa cantada de cuerpo presente, a los Hijos y otras personas que murie-
ren en sus casas no les a de acudir la Coffradía con cosa ninguna ni tampoco
a las biudads que dellos quedaren porque fenecen los dichos maridos y tendrá
cuidado nuestro escriuano cada año de quedar el Catálogo de los que siruieren
en su año entre el Libro de las entradas para que se sepa el que falta a su obli-
gación y la cofradía no le acuda y sea borrado del Catálogo”.
Con respecto a las insignias de la cofradía, tras la citada reforma se pro-
hibió a todos los miembros de la junta de gobierno y al muñidor que las
prestasen, así como las ropas de la imagen del Dulce Nombre de Jesús, no
pudiendo sacarse del convento de la Encarnación bajo ningún concepto:
“Yten que ningún Oficial de los que son o fueren assi alcalde como los
demás ni el diputado de el nombre de Jesús, ni muñidor para siempre jamás
no puedan prestar ni presten ninguna insignia ni ropa ni el niño Jesús ni
cosa alguna de las que esta cofradía tiene para sus procesiones y fiestas ni
sacarlas del Conuento de la Encarnación sino fuere para aderecarlas y el
niño Jesús para uestirle en su fiesta de la Circuncisión atento que de pres-
tallo se de autorica la coffradia y se ponen a riesgo a quebrar las dichas
insignias y romper las ropas son pena cada vez de media arroua de cera para
118 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

la dicha cofradía y que el alcalde y officiales que son y fueren y no le execu-


taren contra el que hiziere el tal emprestamo incurra en la misma pena”.
Al finalizar el desfile los hermanos de luz limpiaban y curaban las heri-
das de los disciplinantes, con vino, polvos y papel de estraza. Y como era
habitual en otras muchas localidades y ya hemos visto al hablar de los gas-
tos de la cofradía, se ofrecía a los cofrades y especialmente a los discipli-
nantes una colación.
El artículo 32º contemplaba el supuesto de que un cofrade fuera a la vez
de esta cofradía y de la Vera Cruz, y resolvía el problema de que tuviera
que hacer disciplina dos días seguidos de la siguiente forma: cuando fuera
hijo de un cofrade de la Vera Cruz, hasta tanto heredase de su padre esa
condición, haría la disciplina con la Soledad; sí entrase primero como her-
mano de disciplina en esta cofradía y luego en la Vera Cruz, también debía
hacer la disciplina el Viernes Santo, y en el supuesto contrario también esta-
ba obligado, pues era preciso para ser admitido como cofrade.

Otras misas y funciones religiosas de la cofradía de la Soledad


El artículo 35º de las nos hace saber que anualmente se oficiaría el día
de San Miguel una misa rezada en el altar del cardenal Gaete, “por el ánima
que más necesidad tuviere en las penas del purgatorio, a la qual misa arda
la zera y pague la limosna la cofradía de sus bs”. El artículo 36ª se refería
a otras misas que tendrían lugar cada año, haciéndose cargo la cofradía de
la limosna y de la cera: cuatro rezadas ofrecidas por todos los cofrades
vivos y difuntos, así como los bienhechores; otras cuatro por el estado de
la cristiandad, en la fiesta de la Ascención de Cristo, San José, el domingo
de la Trinidad y la Transfiguración.
En la reforma de las ordenanzas de 1614, se acordó celebrar tres misas
vótivas cantadas con responsos y vísperas solemnes, que serían ofrecidas
por todos los hermanos vivos y difuntos:
“por los hermanos biuos y difuntos y aumento desta sancta coffradía la pri-
mera día de la conuerssion de Sanct Pablo que es a ueinte y cinco de Hereno,
la sigunda día de la Uisitacion de Nuestra Señora a Sancta Isabel ques a dos
de julio, la tercera día de la presentación de Nuestra Señora al templo ques a
uiente y uno de nouiembre, todas tres misas an de ser de las mismas fiestas en
que se hazen y las mayores del conuento an de asistir las insignias de la cof-
fradia estandartes y cruz grande, y a los lados quatro hachas y a se de dar
velas a los hermanos y de la misma suerte que a estas misas cantadas asisten
las insignias an de asistir a todas las misas rezadas votiuas que esta SSta
Coffradia dize entre año que son estandarte y cruz de entierros para más auto-
ridad del sacrificio y muestra de quien la dize”.
LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 119

Asimismo se estableció que se oficiaran en el convento de la


Encarnación otras tres misas votivas cantadas por todos los cofrades vivos
y difuntos, a celebrar el día de la conversión de San Pablo, Visitación de la
Virgen a Santa Isabel, y presentación de la Virgen en el templo, con las
insignias de la cofradía y cera:
Yten ordenamos y mandamos que de aquí adelante para siempre cada
un año en el Conuento de la Encarnación de frailes dominicos a donde esta
fundada esta sancta coffradia se digan tres misas votiuas cantadas con sus
responsos y bísperas solenes la tarde antes por los hermanos biuos y difun-
tos y aumento desta sancta coffradia, la primera día de la conuerssion de
Sanct Pablo que es a ueinte y cinco de Hereno, la sigunda día de la
Uisitacion de Nuestra Señora a Sancta Isabel ques a dos de julio, la tercera
día de la presentación de Nuestra Señora al templo ques a uiente y uno de
nouiembre, todas tres misas an de ser de las mismas fiestas en que se hazen
y las mayores del conuento an de asistir las insignias de la coffradia estan-
dartes y cruz grande, y a los lados quatro hachas y a se de dar velas a los
hermanos y de la misma suerte que a estas misas cantadas asisten las insig-
nias an de asistir a todas las misas rezadas votiuas que esta SS ta Coffradia
dize entre año que son estandarte y cruz de entierros para más autoridad
del sacrificio y muestra de quien la dize”.
Las gran mayoría de las misas que celebraba la cofradía tenían lugar en
el convento de la Encarnación, y aunque las relaciones con los dominicos
eran buenas, algunas veces surgían problemas con ellos, como reflejó el
cabildo que tuvo lugar el 12 de marzo de 178527:
“que los Religiosos del Conbento de Padre Dominicos, ia no qerian poner
a el SSmo Sacramento manifiesto ni mientras la Misa Mayor, sino es una
misa cantada, y que la lánpara azia años qe no la atizaban, y que consi-
deran qe en los años antecedentes era fiesta entera y qe por este motibo se

27 “Vizente Robles del Barco, escribano de esta Sta Cofradía doi fe y uerdadero testimonio
como oi día doze del mes de enero desta año de mil setezientos y ochenta i zinco, por
orden del Sr Alcalde el Sr Joseph Ramos, zite a junta jeneral y zite a los ermanos siguien-
tes: A los Snes Capellanes los qe se disculparon qe por sus ocupaciones no podían allarse
presentes quedaban por bien echo lo q e la cofradía yziere prosegui zitando a los Sn res
Diputados el Dr Feli Pe Palazios y Sr Valentín Gómez Duran, al mayordomo de arca el Sr
Antonio Prieto, de la zera; el Sr Alonso Rubio, y de Iglesia el Sr Antonio Sosa; y a los erma-
nos siguientes le notifiqe que son los siguientes: el Sr Miguel Muñoz, el Sr Pedro Fernández
Mayor, este dijo po der ir por sus achaques qe a mi el escribano no me daba su boto i qe
pasaria por lo que hiciere; al Sr Franco Mora no le notifiqe por estar ausente y juntándose
en csa del Sr alcalde el día doze a la ora de las tres de la tarde; todos de común aquerdo,
unánimes, y con conformes les propuso, N ro alcalde de los capítulos siguientes”.
120 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

les daba los nobenta i dos Rs anuales. Respondieron qe mediante qe los


Relijosos del Conbento de Nro Pe Sto domingo, se negaban a cumplir; lo que
toda la fin del mundo abia sido de costumbre, y qe la limosna qe se les daba
era por atizar la lanpara y azer la fiesta entera con el SS mo Sacramento
manifiesto todo el día; y qe ia no qerian proseguir qe el Sr Joseph Ramos y
el Sr Antonio Prieto, el pimero como alcalde y el segundo como mayordomo
con aistenzia de Nro Secretario el Sr Vizente Robles del Barco, pasaren a
tratar con los dichos Religiosos, y qe a todos tres, juntos de común aquerdo
les dimos y prestamos nuestros botos y qe llebahaban nuestras facultades,
aziones y derechos, como si nosotros mismos lo izieramos, y q e mediante
estar en Dhº Conbento situada la cofradía de S r Sn Chrispin y Sn
Crispiniano, y qe esta nuestra cofradía ia no tenía más trabajo ni menos q e
la de los dichos Stos qe desde luego nos conformasemos a qe darnos bajo de
los mismos términos qe estaba la de Sn Crispín, pagaono a los religiosos lo
mismo qe esta dicha cofradía paga; y qe los religiosos lo mismo qe esta dicha
cofradía les paga; y qe los religiosos, tubiesen las mismas cargas, así de
misas de tabla como de la fiesta ni más ni menos q e se la azen a Sr Sn
Crispín, y qe para su permanencia y balizacion se iziese concordia o escri-
tura entre esta Nª Cofradía y la Comunidad de Nro Pe Sr Sto Domingo con
las mismas cláusulas, qe l qe tiene la cofradía de Sr Sn Crispín bajo qe esta
cofradía yba a qedar bajo los mismos términos”.
Lo acordado ese día dio lugar a un acuerdo fechado el 17 de marzo de
ese mismo año, que fijaba la limosna que recibirían los hijos de Santo
Domingo de Guzmán por la asistencia a la fiesta principal de la cofradía y
procesión del Viernes Santo28.

FUNCIONES ASISTENCIALES DE LA COFRADÍA


Ya nos hemos referido al importante papel que jugaban las cofradías en
cuanto a asistencia social en la Edad Moderna. El artículo 20º se refería al
entierro de los cofrades, y el mismo día del óbito sí fuera posible se ofre-
ciera por su ánima una misa rezada en el altar del Cardenal Gaete, que sería
pagada por la cofradía, y sí no pudiese ser tendría lugar en la mañana del
siguiente. El mayordomo de la cera debía citar a todos los hermanos para
la misa cantada de cuerpo presente, “y se lleue al entierro el estandarte y la
cruz de los entierros y doze hachas y cera menuda”.
La celebración de misas en el altar del Cardenal Gaete se explica por el
interés de ganar indulgencias al oficiarlas en uno que tendría la categoría

28 Apéndice Documental, documento nº 5.


LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DULCE NOMBRE DE JESÚS 121

de privilegiado. También se celebraría una misa de cuerpo presente que


sería cantada, especificando esta ordenanza el alcance del gasto de la cera:
“en la misa cantada de cuerpo presente por el tal difunto hermano arda
toda la zera y sí le enterraren de sobre tarde lleue la zera luego el día
siguiente por la mañana para que arda a la misma y las insignias dichas,
y sí por el hermano o hermana difuntos se dixere officio entero de nueve
leciones, paque quinientos mrs porque arda la cera a todo el officio, y sino
se allanaren a pagarlos se mate la zera después de las dichas tres leciones
primeras hasta la missa”.
Pero la asistencia en la muerte no se limitaba al entierro, pues era muy
importante el artículo 23º, que se refería a los oficios por los cofrades una
vez que hubieran sido inhumados sus cuerpos. Con carácter previo, el escri-
bano debía acreditar que había pagado de forma íntegra su cuota de entra-
da, pues entonces la cofradía le haría en la iglesia donde estuviera su cuer-
po “un officio con una vigilia de tres leciones y una misa de Requien can-
tada con ministros”, y sobre su sepultura se pondría las andas con paño,
cruz de los entierros y estandarte, ardiendo cuatro hachas con velas y con
la asistencia obligatoria de todos los hermanos.
Además, le ofrecería otras cincuenta y nueve misas rezadas cuya limos-
na abonaría de forma íntegra, y tendrían lugar en las siguientes iglesias: diez
en el altar del Cardenal Gaete, pagando real y medio cada una; otras diez
en el convento de la Encarnación, cuya limosna sería recibida por los domi-
nicos; las restantes treinta y nueve serían distribuidas en distintas iglesias
libremente por el mayordomo de la cera, “procurando que se digan aquel
día si fuera pusible (sic) o el día siguiente y a de pagar de limosna a real y
quartillo, y se le encarga en consciencia la buena distribución”.
Las asistencia también alcanzaba a personas necesitabas aunque no fue-
sen cofrades. Así el artículo 21º contemplaba los entierros de hijos o cria-
dos de cofrades. Con respecto a los primeros, sí fuera mayor de siete años
la cofradía aportaría seis hachas y las velas, y en caso contrario solo cuatro
hachas. En el caso de oficiar misa de cuerpo presente, la cera la pondría la
cofradía y el oficio religioso correría de cuenta de los padres. Por su parte,
los criados de los hermanos serían enterrados por la cofradía con cuatro
hachas, e igual ocurriría cuando algún pobre muriese en casa de los cofra-
des, pero en este caso con solo con dos hachas. De esta forma se pone de
manifiesto que frente al poder igualatorio de la muerte, se mantiene en los
actos religiosos el tejido social jerarquizado del Antiguo Régimen, pues los
sirvientes tenían ese derecho en calidad de tales.
El artículo 24º contemplaba el supuesto de un cofrade que dejara de ser
viudo al contraer otro matrimonio, y su segunda esposa también falleciere,
122 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

en cuyo caso la cofradía estaba obligada a enterrarla como si fuera un


miembro más, “con la cera e insignias sin la hazer offizio”.
Por último hemos de señalar que la asistencia también alcanzaba a viudas
pobres o cofrades con dificultades económicas, pues para ayudarles se desti-
narían lo que sobrare de las limosnas después de pagar las misas, así como
las aportaciones que se recogiesen con este fin, todo lo cual se guardaría en
un arca. También hemos de tener presente lo dispuesto en la ordenanza 34º,
que obligaba a la cofradía a enterrar a cinco pobres cada año, con cuatro
hachas y velas, ofreciendo por su alma una misa rezada de requien en el altar
del cardenal Gaete, y que tendría lugar el día de su entierro si fuera posible y
sino el siguiente, pagando la limosna correspondiente.

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CAPITULO IV

COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS


NAZARENO DE TRUJILLO

FUNDACIÓN Y SEDE CANÓNICA DE LA COFRADÍA DE JESÚS NAZARE-


NO, Y SU RELACIÓN CON LA COFRADÍA DE LA CARIDAD
En la generalidad de los casos, las cofradías con esta advocación fueron las
últimas en nacer, aunque pronto iba a alcanzar un nivel de arraigo y acepta-
ción igual o superior a las otras, siendo varias las razones que explican este
hecho. En primer lugar el antropocentrismo, que da lugar a que las imágenes
de Cristos yacentes no gocen de mucha devoción, más allá de los componen-
tes de la cofradía respectiva, cualquiera que sea la calidad artística de las escul-
turas. En cambio, la proyección a la dimensión religiosa de la fuerte humani-
zación de las relaciones interpersonales, facilitaba mucho más que quien pre-
sencia o forma parte de una cofradía de Jesús Nazareno, pueda conversar y
comunicarse de manera íntima con las imágenes de esta advocación1. Además,
es muy fácil la identificación personal entre quien ve la desgarrada imagen de
Jesús Nazareno, con una pesada cruz sobre sus hombros camino del Calvario,
con las dificultades y tropiezos que todos tenemos en la vida cotidiana, pues
quien más que menos, arrastra su propia cruz2.

1 MORENO NAVARRO, I.: Las hermandades andaluzas como referentes de identificación


colectiva y la jerarquía eclesiástica: pasado y presente. En Religión y Cultura, Sevilla 2000,
Tomo I, p. 337. Las ideas expuestas en esta magnífica comunicación son plenamente aplica-
bles a Extremadura.
2 AROCA LARA, A.: Iconografía de las imágenes. En Semana Santa en los pueblos cordobe-
ses. Córdoba 1990, p.2.
124 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Y frente a las de la Vera Cruz y Soledad con sus disciplinantes de san-


gre, su gran aportación fue una nueva forma de hacer penitencia pública
durante la Semana Santa, que consistía en ir con pesadas cruces de made-
ra sobre sus hombros, imitando a Jesucristo subiendo al Calvario, hasta el
punto que el término nazareno se generalizó para todos los que partici-
paban en las procesiones penitenciales3.
La primera cuestión que debemos plantearnos es la del momento de su
creación, pues las ordenanzas que nos van a servir de apoyatura documen-
tal básica4, nos hacen saber que fueron redactadas por el licenciado Pedro
Antonio Rodríguez Moreno, abogado de los Reales Consejos y Andrés Casco
Altamirano, escribano del número y del Rey en Trujillo. Y fueron aproba-
das el 14 de octubre de 1678 por el provisor y vicario general don Gregorio
Rodríguez5, siendo obispo de Plasencia fray Juan Lozano. En este importan-
te testimonio se hace referencia a la existencia de otras anteriores que esta-
ban fechadas en 1616, como nos hace saber el cabildo celebrado el 20 de
enero de ese año, donde consta el nombramiento del obispo fray Enrique
Enriquez como protector de la hermandad6:
“Sea notorio como auiendonos hallado juntos en la iglesia del hospital de
la Sancta Caridad, en la qual entierra por pobres que mueren en él, nos Ioan
Garcia Holguin, Agustín Casas Rebollo, Auaro Pizarro de Padilla, Luis de la
Rocha, Joan de Trexo Altamirano, Joan Cassas Rebollo, alcalde, diputados,
mayordomos de arca y de zera y escriuano de la cofradía, que para honra y
gloria de tan soberano amante, y pía dossissmo Señor, y de aquel sacratísimo
madero, arbol de vida, su sanctissima Cruz, en quien por darnosla, perdió la
suya crucificado en el, y para provecho de las almas, fundaron en esta muy
noble y leal Ciud de Truxillo, gran número de fieles devotos, hixos, y vezos
della, titulándola de Iesus Naçareno, en veinte de henero del año que se con-
taron de su glorioso nacimiento, mil seiscientos y diez y seis, a fin principal-
mente, como se dexa conocer, entre otras cosas contenidas en las hordencas,
que para su conseruacion y aumento hicieron en dicho año, nombrando por
su protector al Yllmo Señor Dn fr Enrique Enriquez, dignísimo obispo que fue
de este obispado de Palsencia, por quien parece fueron aprobadas y por otras
que después se ha fho, reformándolas y añadiéndolas aprobadas en parte, las

3 ARANDA DONCEL, J.: Historia de la Semana Santa de Baena durante los siglos XVI al XX.
Baena 1995, p. 123.
4 AHN Consejos Libro 5000 Ordenanzas de la cofradía de Jesús Nazareno. Mientras que no
hagamos ninguna cita expresa en este capítulo, nos estaremos refiriendo a este importante
documento
5 También era arcediano de Bejar y canónigo de la catedral de Plasencia.
6 En el Apéndice Documental, documento nº 6 aparece el prólogo de los estatutos.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 125

quales ansimismo lo están por los S Drs Dn Joan Quixada de Almaraz y Dn


Antonio de la Parra”.
Podemos aportar varios testimonios que ratifican que existía antes de
1678, como resulta de una manda pía contenida en el testamento de Elvira
Sánchez, que fue otorgado el 23 de enero de 16527: “Yten declaro soy her-
mana de las cofradías de San Blas y de Jesús Nazareno, la qual quiero que
me entierre”.
Otro aun más elocuente es la concordia entre la cofradía de Jesús
Nazareno y los cabildos eclesiásticos de Trujillo que esta fechada el 6 de
enero de 1629, y de la que hablaremos más adelante, que contemplaba la
presencia de los eclesiásticos en la estación de penitencia que hacia la pri-
mera el Miércoles Santo. Igual resulta del testamento de Juana Martín fecha-
do el 14 de noviembre de 1615, que dispuso que su cuerpo fuese acompa-
ñado por los cofrades de Jesús Nazareno8:
“Yten mando acompañen mi cuerpo quando le lleuen a dar eclesiástica
sepoltura los frailes del dicho conuento de señor Sant Francisco y los de la
[...] ciudad y se les pague lo acostumurado de mis bienes, excepto a los de la
Merced que no se les a de dar mas de diez reales conforme el asiento que
tiene dicho con los ermanos de la cofradía de Jesús Nazareno de que soy
hermana. Yten mando me entierre la cofradía de la Cruz de que soy her-
mana y me aconpañen las cofradías del Santsiimo Sacramento y de Jesús
Nazareno de que soy hermana”.
Esta manda pía es muy importante y puede modificar lo que hemos
escrito sobre este particular9, pues además de acreditar que la cofradía del
Nazareno ya existía en 1615, nos hace saber de la existencia de un concier-
to con el convento de la Merced, lo que puede suponer que su nacimiento
tuviera lugar en ese cenobio, y con posterioridad se trasladó a la iglesia de
San Lorenzo.
Por tanto, queda acreditada su existencia sin ningún género de dudas
antes de la aprobación por la autoridad diocesana de los citados estatutos
en 1678, y al igual que las otras cofradías penitenciales de Trujillo, esa
irregularidad jurídica fue subsanada conforme a lo dispuesto en las

7 ADC. Otros documentos, Trujillo, Títulos de propiedad, signatura 3914, legajo 24.
8 ADC. Otros documentos, Trujillo, Títulos de propiedad, signatura 3914, Legajo 53.
9 CANTERO MUÑOZ, A.: La devoción a Jesús Nazareno en Trujillo durante la Edad Moderna.
En Actas Congreso Nacional “La Advocación de Jesús Nazareno”. Estas actas están pendien-
tes de publicación, y en nuestro trabajo afirmamos que la cofradía de Jesús Nazareno había
sido fundada en la iglesia de San Lorenzo.
126 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Constituciones Sinodales del obispado de Plasencia de 1687, que estable-


cía como requisito para su creación, que el obispo diera su licencia y
aprobara sus ordenanzas10.
A lo largo de nuestra exposición hemos de tener muy presente la inten-
sa vinculación de la del Nazareno con la cofradía de la Caridad, pues en la
iglesia de San Lorenzo, que servía de oratorio a los pobres acogidos en el
hospital que estaba a cargo de esta hermandad asistencial, era también su
sede canónica de la penitencial y donde su titular era objeto de culto y
veneración por todos los trujillanos.
La razón de ser de estar allí no es cuestión casual, pues como hemos
señalado en el capítulo I, durante el Antiguo Régimen era habitual que estas
asociaciones piadosas procuraban que su sede estuviera fuera de las parro-
quias, lo que les permitía ser más autónomas y estar menos sujetas al con-
trol de las autoridades diocesanas, con quienes era habitual tener conflic-
tos. Además la propia cofradía de la Caridad estaba muy interesada en que
fuera así, pues de esta forma conseguía vincular un gran número de truji-
llanos a la iglesia de San Lorenzo, que iban a colaborar con su sostenimien-
to económico, aunque no podemos olvidar que el título que le permitía su
estancia era en calidad de huéspedes11:
“dixeron que por quanto muchos años a que la dicha cofradía de la
Santa Caridad huésped en su casa yglesia y hospital a la de Jesús Nazaret y
desde entonces a estado y esta y se sirue en él”.
Por ello, el artículo 31º de las ordenanzas nos hace saber que en la fes-
tividad de San Lorenzo que celebraba de forma solemne la cofradía de la
Caridad, debía acudir la de Jesús Nazareno con la cera y estandarte:
“Ytem hordenamos que nuestro maymo tenga obligazon de hacer se acuda,
el día de Sr San Lorenço que es a diez de agosto a las vísperas y missa que se
dicen en dicho ospital por la cofradía de la ssantta Caridad, con toda la cera
y estandarte, conforme a la concordia que ambas cofradías tiene, asimismo se
aga y guarden las condiciones que en segunda concordia hicieron dichas

10 Sínodo Diocesana del Obispado de Plasencia celebrada por el Ilustrimimo y Reverendíssimo


Señor Don Fr. Joseph Ximenez Samanigo, Obispo de Plasencia, del Consejo de Sv Magestad, el
Rey Nvestro Señor, y sv theologo en la Real Junta de la Inmaculada Concepción de la Madre de
Dios &c. En la Civdad de Plasencia, los días XI, XII, XIII, XIV y XV del mes de mayo de
MDCLXXXVII. En Madrid en la Oficina de Melchor Álvarez Año MDCLXXXXII. Título XIV. De
confraternitatibus. Constitución 1. “Que no se hagan Cofradías nuevas, ni leyes para las anti-
guas sin licencia del Prelado, y se anulan las hechas sin ella”.
11 AMT. PNT. Francisco Márquez, Legajo 189. Se encuentra recogido en el Apéndice
Documental con el nº 7.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 127

cofradías por escriptura otorgada por ante Franco Marquz, escribano de el


número desta ciudad en seis días del mes de abril año de 1671”.
Esta intensa relación se reflejó a lo largo del tiempo en varios acuerdos,
entre la que destaca la concordia entre ambas cofradías de 6 de abril de
1671 y que fue dada a conocer en parte por Tena Fernández12, y tenía por
objeto regular la estancia de la cofradía del Nazareno, y entre otras cláusu-
las, se refería a adornar el edificio con un retablo donde la efigie del
Nazareno ocuparía su lugar principal, flanqueado por la Verónica y San
Juan Evangelista, y sobre su ático San Lorenzo, y también habría otros dos
altares laterales con la Coronación de Espinas y Cristo de la Columna. Y en
este importante testimonio se tenía especial cuidado en dejar constancia
que se volvía a recibir a la del Nazareno en calidad de huésped13:
“yten que la dicha cofradía de Jesús de Nacaret por este nuevo contrato
no a de adquirir, pedir, pretender derecho ni posesión alguna en dicho hos-
pital, más de el que hasta aora a tenido, y el que se le concede y va decla-
rado para los efectos referidos, respecto de ser como a sido, y es permiso y
concesión graciosa procedida de mera liberalidad y boluntaria facultad de
dicha cofradía y hospital de la Caridad”.
Hemos de destacar que ese altar tenía la condición de altar privilegiado,
lo que permitía obtener indulgencias por celebrar allí oficios religiosos,
como nos hace saber el inventario de escrituras y documentos de la cofra-
día de Nazareno:
“Memoria de los Libros y escrituras y papeles que tiene en la cofradía de nro
Padre Jesús de Nazareno: Primeramente un libro de ordenanzas con el forro
de cabritilla y cartón. Más once libros de cuentas de por mayor y menor y de
acuerdos y de elección y de oficios. Más doce escrituras de zensos, casas y una
viña q tiene esta cofradía, como costa en las escrituras. Más nueve papeles que
tiene esta cofradía sueltos de memoriales, pedimentos y lizenzias y prozessio-
nes de los señores obispos de Plasenzia y su obispado. Más tiene esta cofradía
una Bula Pontifical de yndulgenzias en el altar de nro Padre Jesús de
Nazareno, se yzo esta memoria a seys de agosto de 1772 siendo escribano
Pedro Fernández del Roble”. Más tiene esta cofradía una escritura a su fabor
de unos guertos que compró a Lorenzo Casaio otorgada ante don bicente mar-
tín barroso, i otros diferentes papeles del pleito de agustín de soto, quios libros
y papeles referidos entregó el dicho escribano Pedro Robles a su sucesor.

12 TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo Histórico y Monumental. Salamanca 1988, p. 133.


13 AMT. PN. Francisco Márquez, Legajo 189: “dixeron que por quanto muchos años a que la
dicha cofradía de la Santa Caridad guesped en su casa yglesia y hospital a la de Jesús de
Nacaret, y desde entonces a estado y esta sita y se sirue en él”.
128 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Con posterioridad a la aprobación de los estatutos en 1678, para evitar


cualquier irreverencia en el interior de la iglesia de San Lorenzo, el cabildo
celebrado el 18 de mayo de 1681 acordó hacer más grandes las cortinas que
estaban delante de la efigie del Nazareno, y poner una cerradura para evi-
tar que cualquier persona pudiera descubrirla, pues los únicos a quienes se
les iba a autorizar eran serían sacerdotes. Este acuerdo fue aprobado el 20
de mayo de ese año por el doctor don Juan Gómez del Águila, arcediano
de Medellín y canónigo, siendo visitador general en nombre del cabildo
catedralicio de Plasencia, por estar vacante la sede episcopal del Tormes:
“estando juntos el Alcalde y officiales de estas SSta Cofradía para tratar y
conferir las cossas tocantes a su buenregimen, conuiene a saber Aluaro
Pizarro, alcalde; Phelippe Noguerol y Fabian Mendo Becerra, diputados,
Andrés Casco, mayordomo de arca; Pedro de la Gandara, mayordomo de la
cera, por ante mi el ssno = Dixeron q por quanto las cortinas de el Altar mayor
y sitial donde está la deuotisª imagen de Jesús Naçareno están bajas, por estar-
lo asimismo el Altar y nicho, y es motiuo para q qualquiera persona a su volun-
tad descubra la deuotissima ymagen, faltando a la veneración y reuerente
culto con q de deua manifestar. Acordaron se haga una cortina entera, en dis-
posición que pueda poner cerradura, de3 q aya dos llaues, q la una ha de tener
el maymo de arca, y la otra el maymo de yglesia de dicha cofrª, y q siempre q
se descubra dicha ymagen sea por un sacerdote con su sobrepeliz y estola,
teniendo velas encendidas en el altar: y por quanto a el pressente ay un deuo-
to que da de limosna dos blandones de cera blanca para q esten encendidos el
tiempo q estuviere descubierto, dixeron se hagan dos hacheros de madera tor-
neados, donde se pongan, los quales han de seruir assimismo en los misereres,
para poner las hachas q los deuotos lleuan”.
El tenor literal de la anterior trascripción nos hace saber de la existen-
cia de otro concierto anterior con el mismo objeto, sin que exista ningún
dato relativo a la fecha en que fue otorgado ni sus condiciones, y que por
desgracia no hemos podido localizar, y que apoyaría la idea que la cofra-
día del Nazareno se creó fuera de la iglesia del San Lorenzo14:
“Yten que por quanto al tiempo y quando se admitió y reciuio por gues-
ped en la dicha yglesia de dicho hospital a la dicha cofradía de Jesús de
Nacaret, se hico y otorgó sobre ello espriptura de concordia entre ambas las
dichas cofradías”.
Otro aspecto destacable de este acuerdo, es que ponía especial interés en
que bajo ningún concepto la cofradía del Nazareno abandonara la iglesia,

14 AMT. PN. Francisco Márquez, Legajo 189.


COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 129

imponiendo fuertes sanciones económicas a la parte que actuara contra esta


prevención acordara15:
“y la dicha cofradía y Hospital de la Santa Caridad no a de poder hechar
de dicha yglesia y altares referidos a la dicha cofradía de Jesús de Nacaret
ni sus ymajenes y retablo ni ella salirse de dicha yglesia ni sacar dichas
ymajenes y retablo para ponerlas en otra parte en ningún tiempo ni por nin-
guna causa ni rracon ni con ningún pretesto que aya o pueda aber ni
yntentar hacerlo porque en todo tiempo desde ahora para siempre jamás a
de estar la dicha cofradía en dicho hospital y se a de seruir en él y su ygle-
sia en la conformidad rreferida y como hasta aora lo a hecho desde que
entró en él, pena de trescientos ducados que a de pagar qualquiera de las
partes que fuere o yntentare yr contra lo aquí contenido a la que tubiere
fuere y pasare por este contrato y la dicha pena pagada o no graciosamen-
te rremitida todauia sea firme y balga y se guarde y cumpla lo contenido en
esta scriptura por las dichas partes y demás a de pagar lo que contra ello
fuere a la dicha otra, todos los daños, costas y gastos que en razón de ello
se le siguieren y rrcrezieren”.
De entre su contenido, destaca la autorización para poner un sagrario
que permitiría dar la comunión a los pobres que recibían asistencia en el
hospital de la Caridad, resolviéndose de esta forma el problema que tenía
la iglesia de San Lorenzo, pues al ser aneja a la de Santiago, a esta le corres-
pondía la administración de los sacramentos y entierros, y alguna vez había
muerto algún pobre sin haber podido recibirla por tener que llevar desde
la de Santiago las sagradas formas16:
“estando la yglesia del hospital en que la Santa Caridad recoje y cura a
los pobres, así forasteros como naturales de sus enfermedades, y da sepoltu-
ra en ella a los que mueren en él, sin auer podido ganar licencia para tener
en dicha Yglesia sacramentos que les ministrar, mediante lo qual y la gran
distancia q della aya a la de Señor Santiago a quien es aneja, an muerto
algunos sin auer reciuido el de su santísisimo cuerpo por viático”.
Para ello obtuvieron autorización del Licenciado Juan Francés Arias, visi-
tador general del obispado y cura propio de la iglesia de Santa María la
Mayor, con el consentimiento del licenciado Juan Pérez Espinal, cura de la
parroquia de Santiago, bajo las siguientes condiciones:
1 Que el sagrario iría en el altar mayor, pudiendo en cualquier
momento la parroquia de Santiago u otra de las de la ciudad

15 AMT. PN. Francisco Márquez, Legajo 189, f. 241 vto.


16 AHMT. PNT. Juan Durán Legajo 171.
130 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

quitarlo, pues era una merced que no suponía la adquisición de


ningún derecho 17 .
2 Que ambas cofradías se obligaban a tener iluminado de forma per-
manente el altar mayor, con las correspondientes velas y dos hachas.
3 Que ninguno de los capellanes de ambas cofradías ni otros sacerdo-
tes, podrían dar la comunión del sagrario sin licencia del cura de
Santiago, y su llave estaría en poder de la persona que este eligiese.
4 Que correspondía al cura de Santiago el participar en las procesiones,
entierros o misas que tuvieran lugar en el hospital de la Caridad, y sin
su licencia ningún sacerdote regular o secular podría sustituirlo.

ÓRGANOS DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN


La junta de gobierno de la cofradía de Jesús Nazareno estaba compues-
ta por el alcalde, mayordomo del arca, de la cera, dos diputados, y escriba-
no. Pero el hecho que la de Jesús Nazareno no tuviera su sede canónica en
la iglesia de San Lorenzo, que no era dependiente de un convento en cuyo
caso las misas serían oficiadas por los propios frailes, ni tampoco en una
parroquia con sacerdotes que las celebraran, determino la existencia de dos
nuevos oficiales: el capellán y mayordomo de iglesia. A este le correspon-
día el cuidado limpieza y aseo de los retablos, altares, imágenes, ornamen-
tos y sacristía. Al capellán, entre otras funciones, debía asistir a las vísperas
y misa de la fiesta principal así como otras celebraciones de la cofradía del
Nazareno.
El artículo 2º regulaba de forma detallada su elección, que al igual que
las otras cofradías penitenciales, tenía lugar en la fiesta principal que se
celebraba el 14 de septiembre18. A tal fin se reunían quienes desempeña-
ban esa responsabilidad en “dicha iglesia de dicho hospital se entren en la
sacristía della o en otro lugr secreto pareciéndoles necesario”. Comenzaba el
acto leyéndose las ordenanzas, por el escribano o uno de los diputados que

17 “sin que puedan valerse ellos ni sus sucesores de prescrition, costumbre ni otro algún dere-
cho que por qualquier título les pueda pertenecer, porque el ponerle es acto facultativo permi-
tido por su merzed como tal visitador y por dicho cura pascariamente quedando a su elec-
tion, por los inconvenienventes que sobrevinieren aunque sean los mismos que yo esten
actualmente presentes el quitar dicho tabernáculo”.
18 “Ytten ordenamos y mandamos qe en dicho día trece de septiembre de cada un año des-
pués de vísperas, o el siguiente antes de misa mayor, dicho Alcde y demás oficiales de la dicha
cofrª y de los que se hallaren pressentes en dicha yglesia de dicho hospital, se entren en la
sacristía de ella o en otro lugr secreto”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 131

le sustituyese, y procediendo a la elección de quienes les iban a sustituir,


que debían reunir unos requisitos mínimos:
“poniendo todo cuidado en elegir personas muy celosas del culto diui-
no, conservación y augmento de ella, y en consideración de q a fin princi-
palmente de que en dicha iglesia le aya, y a las dichas ymaxines se les dé
con la mayor decencia que sea posible cuidando de que el asco que es deui-
do no falte”.
Su mandato sería anual y cabía la posibilidad de ser reelegidos, con la
excepción del alcalde, y los mayordomos del arca y de la cera19, aparecien-
do a lo largo del libro de reglas que algunas veces se había incumplido este
particular, adoptándose el 12 de abril de 1772 un acuerdo para evitar que
el mayordomo del arca fuera reelegido:
“estando juntos los Sres alcaldes y oficiales de la cofradía de Nuestro
Padre Jesús de Nazareno, sitta en la yglesia de la vocación de esta ciudad,
estando juntos y congregados en la forma acostumbrada para tratar y con-
ferir los casos pertenecientes al seruizio de D s Nuestro Sr Bien y utilidad de
esta cofradía, especial y señaladamente = Alcalde Fernando Molina; dipu-
tados Gregorio Ruiz y Josephe Ramos; mayordomo de arca Joseph Arrollo de
Ayala; y de zera Juan Blanco; escribano Pedro Fernández del Roble, acor-
daron y mandaron que por auer auido ciertos motibos y circunstancia el
aver sido algunos años seguidos mayordomo de arca en lo que no siendo
conbeniente acordaron y mandaron qe de aquí en adelante qe ningún
maymo de arca pueda ser reelegido ni nombrado de dos años en adelante
y eso a de ser con conbenio de toda la cofradía, so pena q e el que se releli-
guere o le nombrare page depena quatro libras de zera”.
La mayoría simple era suficiente para elegir al cofrade que debía desem-
peñar estas responsabilidades, y en caso de empate se elegirían 3 herma-
nos de entre los más antiguos de la cofradía, uno por el alcalde y los otros
los dos por los diputados20, y los designados serían citados por el muñidor,
y entonces el escribano les haría saber los propuestos por la junta de
gobierno y estos tres decidirían quienes serían los elegidos:
“sin decir quien los propuso, ni quien lo contradice, porque no aya que-
xosos, y aviendolo oído y entendido, hagan los tres dicha elección, dando

19 “que ninguna persona que este siruiendo la una o otra mayordomía y oficio de Alcde,
pueda ser reelegido en el no auiendo causa que muy lexítima sea, y ganado licencia de el Sor
Juez eclesiástico para ello, auiendossele representado”.
20 Cuando faltasen uno o ambos oficiales, serían sustituidos por “el oficial o oficiales q le
siguen en la cabeza de estas ordenanzas”, es decir capellán, mayordomo del arca, cera, igle-
sia y escribano.
132 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

los oficios a los que de los propuestos sea su voluntad, o la de los dos y por
dicha elección se este y passe”.
Como era habitual, la elección se hacía pública en la misa que tenía
lugar el 14 de septiembre, cuando el escribano daba la paz a los elegidos,
y sí no estuvieran presentes se acudiría a su domicilio a dársela. El artículo
2º también imponía las correspondientes penas para los oficiales que se
negasen a participar en la elección o los cofrades que no quisieran aceptar
el oficio para el que habían sido elegidos21.
El artículo 3º señala que los elegidos comenzaban a desempeñar su
mandato el 15 de septiembre, debiendo sus antecesores hacerles entrega de
cuanto fuera necesario para el ejercicio de su oficio. Además, dentro del tér-
mino de 30 días se debían dar las cuentas en el domicilio del mayordomo
del arca elegido, conforme había acordado el licenciado don Juan Francés
Arias, visitador general en auto de 28 de febrero de 167022. Debían estar
presentes los oficiales nuevos y salientes, imponiendo una fuerte sanción al
ausente sin causa justificada23, cuestión que aparece regulada de igual
forma en el artículo 30º24, y obligando a que se dejasen saldadas todas las
deudas contraídas por la junta de gobierno saliente:

21 “y sí alguno de los oficiales y hermanos q fueren llamados para dicha elección, se salieren
de dicha junta sin hacerla, o no quisieren firmarla, y de los nombrados no quisieren seruir
el oficio en q lo fue, le excluismos de tal hermano de ella, y su exclu ssion se escriua en su
entrada, (y no entrando de nuevo) a el, su muxer y hixos, no se les acuda en cosa alguna, ni
ninguno de sus descendientes sea recibido por herencia, aunq lo pretenda; y si en dicha elec-
ción alguno jurare el nombre de Dios, su sanctissª Curz o el de su sanctissª madre, o el de
qualquiera de sus sanctos, el dicho Alcalde y otro qualquiera que se hallare presente con pala-
bras cariñosas se lo retraiga y si auiendolo hecho, lo continuase, por la segunda vez le con-
denamos en dos liras de cera, y por la tercera en que no tenga voto en ella, y por la quarta le
excluimos como va dicho”.
22 “como lo tiene mandado el Señor Lizdo Joan Frances Arias, cura propio de la yglesia mayor
de nra Sª de Sta María, de esta ciud, Uicario en ella y su partido, y Visitador Jenl deste
Obispado, y por su auto de visita que empieça a fº segundo del libro de quentas de por mayor,
por ante Roque Gómez de Jironda notº en veinte y ocho días del mes de febº del año pass ado
de mill y sesos y setenta”.
23 “y para tomar dichas quentas y que asistan a ello todos los oficiales passados y pressentes,
se les cite, como se acostumbra, y al que faltare a ellas no auiendo impedimento lexitimo, que
hara saber, le condenamos en dichas dos libª de zera, y dicha condenación se anote en su
entrada”.
24 “Yten hordenamos y mandamos que nuestro maymo tengta obligazon dentro de un mes que
se hiciere la elección dar su quenta junttandosse para tomarla los oficiales nueuos y uiejos y
ttodos junttos en cassa del nueuo maymo a de dar la satisfaciendo en cartas de pago los gas-
tos que uviere hecho y pagar el alcanze que se le hiciere de conttado y an de firmar dicha
quentta los oficiales nueuos y el dicho maymo para consenttir en ello”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 133

“no se haga ningún oficio sin auerlas pagado, y en dichas quentas no


se passe en data ninguna partida que se de por no cobraca, no entregando
instrumentos jurídicos por donde conste auer hecho todas las dilixencias
deuidas para su cobranza; y sí resultare algún alcance contra quien las da,
le pague luego de contado, y en otra forma no se firme, y se prosiga al dicho
apremio; y de lo contrº así mesmo se apercibe a los q e las firmaren, y se pro-
siga al dicho apremio; y de lo contrº assimesmo se apercibe a los q e las fir-
maren, y a cada uno insoludm, será por su quenta y riesgo, y en qualquie-
ra tiempo que alguno de los dichos oficiales quiera ver dichas q tas qe por
parecerle auer auido alguno ierro, o engaño en ellas, se le manifiesten; y
reconociendo auerlos, se buelua a citar a los demás, para que se junten
segunda vez a reuerlas y deshacerlas”.
El artículo 4º nos hace saber que era obligatoria la presencia de los
miembros de la junta de gobierno en los actos más relevantes de la cofra-
día. Para garantizarlo serían citados por el mayordomo del arca o el muñi-
dor, imponiendo a quien faltase sin causa justificada las correspondientes
penas25
“acudiendo y assistiendo demás de lo referido a las missas que se han de
decir en la iglesia de dicho hospital, y a los misereres que se han de cantar
en la quaresma, procession que se hace el día del Corpus Christi, y a las
demás processiones jenerales, entierros de hermanos y de hixos suyos, cria-
dos, pobres, y encomendados”.
Las competencias concretas de cada uno de los miembros de la junta de
gobierno son similares a las vistas en las otras cofradías penitenciales, y que
por su extensión y detalle las trascribimos íntegras en el apéndice docu-
mental26. El artículo 5º se refería de forma expresa al principio de autori-
dad, que es preciso para el correcto funcionamiento de cualquier organiza-
ción. Y reconocía que el alcalde era la máxima autoridad de la cofradía, o
en su caso el diputado que le sustituyera, debiendo ser obedecido por
todos los cofrades, así como las decisiones que en el ejercicio de sus com-
petencias acordaran los demás miembros de la junta de gobierno, impo-
niendo las correspondientes penas a quien no cumpliera sus mandatos:
“al que fuere desobediente y no quisiere hacerlo, le condenamos, por la
primera vez a una libra de cera, por la segunda en dos por la tercera en

25 “y al que a ello faltare le condene el dicho Alcalde, o quien en ello se hallare con la cruz
en pena moderada, que no passe de seis Rs, y si en qualquiera ocassion dijere alguno no quie-
re acudir a ello, y algún hermano no quisiere tomar hacha quando se le diere, o lleuar las
andas con el cuerpo del difunçto, le condenamos a una libra de zera”.
26 Apéndice Documental, documento nº 8.
134 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

quatro, las quales condenaciones se escriuiran con claridad en su entrada


y firmen como va dicho, y se haga notorio a el mayordomo de arca q fuere
en el tiempo que se hiciera la última condenación, para q las cobre todas,
como queda declarado en la ordenanza antecedente; y si en otra alguna
ocasión continuase en el ser desobediente, le declaramos a qualquiera que
lo sea por excluido de tal hermano, y así se anote en su entrada, para que
no se le acuda a cosa alguna, ni se le buelua a reciuir por tal hermano,
aunque quiera boluer a pagar su entrada; y si dicha desobediencia en qual-
quiera tiempo pasare a descato que cause escándalo por su grauedad, se
juntarían a dicho Alcde y demás oficiales y le declararán por excluido desde
luego de ser tal hermano, o le adelantarán la pena en lo q sea su voluntad
de los demás”.
El artículo 6º se refería a las juntas generales a las que asistían los ofi-
ciales y todos los cofrades, en las que se acordaba lo que fuera más conve-
niente para la cofradía que era de obligado cumplimento, siempre que no
fuera contra las ordenanzas que estuvieran en vigor en ese momento apro-
bados por la autoridad diocesana. Las decisiones se adoptaban por mayo-
ría de votos, y en caso de empate se distinguía en dos supuestos: secretas,
en cuyo caso se procedería igual en la forma prescrita en el artículo 2º que
contemplaba la elección de los miembros de la junta de gobierno en caso
de empate; públicas, donde se daba un voto de calidad al alcalde. Además,
en esta ordenanza se excluía taxativo que en cualquier junta se tratara sobre
el traslado de la cofradía del Nazareno fuera de la iglesia de San Lorenzo,
estableciendo una serie de penas a quien incumpliera lo acordado:
“y si algún hermano fuere contra lo q assí se resoluiere, y tratare de que-
rer embaraçarlo, se le requiera por el escriuano, o un diputado no lo haga,
y si continuare a ello se le aperciba se le excluirá de dicha cofradía por per-
tubador de la paz que siempre a auido, y ay en ella y continuándolo judi-
cial o extrajudicialmente, se le excluya de ella; y se aduierte q en ninguna
de dichas juntas se ha de poder tratar de q la dicha cofrª salga para
mudarsse a otra parte de la yglesia de dicho ospital, miren cosa alguna de
las contenidas en la escriptura que tiene hecha de contrato con la Sançta
Caridad en contra, antes si se trate siempre de cumplir y hacer se cumpla,
so las penas contenidas en dicha escriptura de contrato, la qual se hiço y
otorgó por ante Francisco Marquez, Sno de Su Magd y del número desta
dicha ciuª, y en dichas penas condenamos a qualquiera persona o personas
que contra ello fueren, y para que no pretendan ignorancia, y si la tuvie-
ren salgan de ella, se ia traslado de el en el final de estas ordenanças, el
qual se lea en qualqueira de dichas juntas después de leída, como se ha de
leer esta ordenança si pareciere necesario”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 135

Hay que destacar que se prohibía de forma expresa a los porteadores de


los pasos de la procesión la asistencia a estas juntas, y solo se les permitía
a la que tenía lugar el Domingo de Ramos, que tenía por objeto preparar la
estación de penitencia del Miércoles Santo, y que aparece regulada en el
artículo 8º. De esta forma se reitera el papel subordinado y secundario que
desempeñaban los porteadores en las cofradías, cuya extracción social sería
entre los más humildes de Trujillo, y que queda lejos del momento actual,
en el que los costaleros son grandes protagonistas de la procesión, al llevar
sobre sus hombros las imágenes titulares de su cofradía, que son objeto de
intensa devoción27.

INGRESO EN LA COFRADÍA DE JESÚS NAZARENO


A diferencia de las otras cofradías el tratamiento de esta cuestión es
escaso, regulándose en el artículo 25º, que establecía como principio gene-
ral que el que quisiera formar parte de la cofradía abonaría 12 ducados y 2
libras de cera, siempre que pudiera desempeñar el cargo de oficial. En caso
contrario, quedaría al libre arbitrio del alcalde y oficiales la fijación de la
cuota de entrada. Cuando ingresara un caballero u cualquier persona que
no quisiera desempeñar las responsabilidades de ser miembro de la junta
de gobierno, su entrada sería 40 ducados y 4 libras de cera. Los hijos de los
cofrades abonarían la mitad de lo dicho y 2 libras de cera. Por último, seña-
lar que las ordenanzas no distinguen entre sexos a la hora de ingresar y
pagar las correspondientes cuotas, con lo que se deduce que la mujer no
estaba excluida de pertenecer a la cofradía.
El artículo 29º se refería a la forma de recibir los hermanos de paso o
costaleros, cuyo número sería el que determinasen los miembros de la junta
de gobierno como suficientes para llevar las imágenes, insignias, recoger la
cera y demandar limosnas, estableciendo con detalle la asistencia social que
le prestaría la cofradía a ellos y sus familiares hasta tanto no entraran como
hermanos de cruz tras siete años de actuar como porteadores, en cuyo caso
se les reduciría la cuota de entrada:
“esttos en el yntterin que no enttraren de cruz si murieren marido o
mujer siendo el biuo y la mujer muriere se le acuda con ttoda la cera y
esttandarte y si el muriere primero, no se le acuda a mujer ni a hijos con
cosa alguna, y si se le digan misas y que en siruiendo siette años por los

27 Sin embargo, en determinadas localidades y cofradías empiezan a surgir problemas a la


hora de reunir hermanos que quieran ser porteadores, volviéndose a plantear la necesidad
de contratar a profesionales, que pienso que es un testimonio de que comienza un periodo
de cierto decaimiento en lo relativo a la Semana Santa.
136 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

hermanos de paso se les aia de rreziuir por la mitad de la enttrada y dos


libras de cera, y durantte los siette años an de estar obligados a lleuar las
ymajenes pedir y recoger la zera, a elezion de los oficiales, pena de ser
excluidos y falttando que faltten algún año de no acudir o enviar persso-
na en su lugar que haga lo mismo que el a de azer, se entienda auque
aian seruido seis años no estar obligada la cofradía a acudirles con cosa
alguna y pueda reziuir otro en su lugar = Y asimismo que los dichos her-
manos de passo que enttraren por de cruz con la moderación referida
estten obligados que sí en algún tiempo faltaren hermanos de paso y fal-
taren parra lleuar alguna ynsinia siendo auisados por nuestro alc de o
diputados a hazer lo que por ellos les fuere hordenado pena de ser exclui-
dos de la cofradía”.

RECURSOS ECONÓMICOS
Para el cumplimiento de todo lo dispuesto en los estatutos se precisaba
unos ingresos de dinero, que al igual que el resto de las cofradías provenía
de distintas fuentes: cuotas de entrada, multas pecuniarias como sanción
por incumplir las ordenanzas, lo recibido por participar en entierros, rentas
de bienes propios y otros ingresos. Lo anterior se completaba con las peti-
ciones de limosnas, que aparecen reguladas con todo detalle en el artículo
4º, al referirse a los dos diputados que formaban parte de la junta de gobier-
no y las sanciones por su incumplimiento. De entre todas, destacan las que
se hacían durante la estación de penitencia, y cuya importancia para el sos-
tenimiento de la cofradía se refleja de forma elocuente en el cabildo cele-
brado el 9 de mayo de 1742:
“Por qe consistiendo la única o principal renta de dicha cofradía en las
limosnas, qe la debozion de los fieles contribuiran, con el motibo de la pro-
zesion así en zera como en dinero y otras espezies, esta falto. Luego q zesa-
ron dichas prozesiones, de lo qual y de no alcanzar la renta anual qe tiene
aun para los precisos gastos de zera y otros ynescusables q e en cada un año
se ofrezen pertenezientes al qulto de el Señor”.
El deber pedir limosnas no se limitaba a los diputados, pues el artículo
8º establece que en la reunión del Domingo de Ramos, la junta de gobier-
no nombraría a dos hermanos de paso para demandar limosnas durante la
procesión del Miércoles Santo, y muchas veces los obligados a ello no lo
cumplían en debida forma dando lugar a incidentes. Un testimonio elocuen-
te de lo dicho resulta en el cabildo celebrado el 26 de diciembre de 1772,
que refleja el poco interés de los hermanos de paso en realizar peticiones,
que obligó a designar al cofrade Andrés Pantoja para que se encargara de
esta función:
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 137

“estando juntos y congregados los Señores Oficiales de esta S ta Cofradía


de Nro Pe Jesús de Nazareno, para tratar y conferenciar diferentes cosas
tocantes a la buena acción administración y aumento de dicha cofradía
dijeron que mediantte aber espresado los presentes diputtados lo tibio e
inobedienttes de los hers de paso de esta cofradía para pedir las demandas
pues ai sabado que andan ocho y nuebe ermanos y unos se escusan, otros
dan palabra y de un modo y otro se quedan dichas demandas por pedir, por
lo que y para remediar este año, acordaron seruirse por hermano de luz a
otro herº de paso Andrés Pantoja con la condición de aber de buscar todos
los domingos y mientras biua quien pida la demanda, y a falta de los her s
de paso que la pidan, pedirla el dicho Pantoja, eszecto algun día así por
ausenzia o enfermedad se allase ymposibilitado por lo que se mandó por la
dicha cofradía asentar por tal ermano”.
Y como las otras cofradías de Trujillo, a lo largo de los años fue adqui-
riendo distintas propiedades en virtud de mandas pías, que muchas veces
arrendaba a particulares a través de censos, aportando la siguiente relación
sobre este particular fechada a finales del siglo XVIII28:
“Censos} Primte paga Alonso Gill Malpartida, vezino de Logrosan a dicha
Cofradía uno de cincuenta y ocho reales. Otro que paga Franco Muñana uno
de la Conquista de cinquenta y ocho reales. Otro que paga El Conuento de la
Merced de siete reales. Otro que pagan los herederos de Dn Francisco Delgado
Calderón de seis reales y seis marauedis. Otro de cuarenta y seis reales que
paga la Cofradía de las Animas de esta Ciudad. Otro que paga el mayordomo
de memorias de la Cofradía de la Cruz a fauor de esta de Jesús Nazareno por
la manda de Dª Antonia de Zúñiga de treinta y tres reales y ueinte y ocho
marauedis. Cercas} Tiene esta Cofradía dos Huerttos al sitio de la Magdalena,
por cuyo arrendamiento perciue la dicha Cofdia quarenta reales de uellón.
Tiene otro en las huertas de las Animas, calle de esta ciudad que su renta es la
de veintte y siette reales uellón con diez y seys mars”.
Además de los desembolsos que derivaban de los actos de culto, devo-
ción y asistencia social que desarrollaremos más adelante, debemos señalar
los causados por las colaciones o comidas, que tenían lugar a continuación
de las principales celebraciones religiosas, ya vistas en el Capítulo I. En el
libro de ordenanzas se contiene un acuerdo de 12 de abril de 1772, que
puso límite a los gastos por estos conceptos ponen de manifiesto su exis-
tencia para las celebraciones del Martes y Miércoles Santo, y otra partida
para los que cantaban el Miserere:

28 AHN, Consejos Legajo 1448.


138 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

“se determinó qe para qe no aiga reparo ni yncobeniente de los gastos de


refrescos de esta cofradía para el martes S to y miércoles, se determinó y
señaló qe no aiga de gastos más de treinta rs y para los del miserere aigan
de serbir dichos treinta Rs pª su passo, los qe se abonaran en sus quentas y
lo mandamos y aprobamos dichos oficiales”.
El 2 de septiembre de 1772 la junta de gobierno adoptó otro acuerdo
que revocaba el anterior, bajando de 30 reales a 20 lo que se podía gastar,
refiriéndose de forma implícita a otra colación que tenía lugar el día que se
daban las cuentas:
“lo primero que el aquerdo anterior echo en el mes de abril de este año
a las doze de dicho mes le reuocan y anulan por explicar en este más claro
y es para los gasttos que el maymo de arca le originasen los años que aiga
prozesion así para dar de refrescar a los que cantan el miserere en dicha
procesión, como para los que ponen y quitan las ymájenes el martes y miér-
coles Sto se le abonen ueintte reales y no auiendo prozesión diez reales no
más, y asimismo se acordó que mediante ttiene la cofradía un arca con los
llabes que asida en casa de los maymos de arca que en dicha arca se le eche
una zerradura y llaue más, para que sirua de archivo y guardar algunos
caudales que sobren los días que se den las quentas, tomando una llabe de
las tres el Sr Alcalde de esta cofradía que es o sea en adelantte, otra el S r
maymo de arca donde estava en dicha arca en poder del nuevo maymo la
otra el essnno de dicha cofradía”.

FUNCIONES RELIGIOSAS DE LA COFRADÍA DE JESÚS NAZARENO

Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y otras celebraciones religiosas.


Conforme al artículo 1º, y como era habitual en las cofradías de esta
advocación, la fiesta más importante tenía lugar el 14 de septiembre, aun-
que el día anterior se cantaban vísperas con responso. En la celebración de
la Exaltación de la Santa Cruz, había misa solemne con sermón y diáconos,
que conforme al artículo 33º era oficiada por el cura de la parroquia de
Santiago, estando descubierto el Santísimo Sacramento con velas encendi-
das, siendo obligatoria la presencia de todos los miembros de la junta de
gobierno, y ofreciendo la misa por los hermanos y bienhechores de la
cofradía:
“que la fiesta principal desta santa cofrª de Iesus Nazareno se le haga y
celebre a su diuina Magd y a su sactissima Cruz con la mayor decencia,
autoridad y grandeza que sea posible, y pareciere conueniente a su Alcalde
y Mayordomo de arca en cada un año, a tiempo y quando en estos Reynos
de España como va dicho se celebra, como lo tiene mandado nuestra S ta
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 139

Madre iglesia Romana, la de la Exaltación deste sagrado madero, cantan-


do vísperas el día trece de septiembre, con responso por final, y el siguiente
missa con diáconos y sermón, y por la tarde completas, estando a ello des-
cubierto su diuina Magd Sacramentado, y teniendo en la yglesia de el hos-
pital de la Santa Caridad, en quien se ha celebrado y ha de celebrar conti-
nuamente la dicha fiesta, el estandarte en el lugar que se acostumbra, y
todas las hachas encendidas, y a todo ello asistan el dicho Alcalde con su
cruz, y los demás oficiales, según y como es de su obligación, y a qualquie-
ra de ellos q faltare a lo referido el uno y otro día, no teniendo impedimen-
to lexítimo que ha de manifestar antes, le condenamos en dos libras de zera
para dicha cofrª, las quales de y pague al Mayordomo de ella, dentro de
ocho días y pasados no lo auiendo fho, lo asiente el escriuº en su entrada,
y no se le acuda a su entierro, mal de otra persona de su cassa hasta auer-
las pagado, o dado prenda que lo balga, sola mesma pena, en que assimes-
mo condenamos a quien lo contrario hiciere, y la dicha fiesta, missa y oras
canónicas que en ella se han de celebrar, como va dicho, la aplicamos por
los hermanos y bien hechores desta dicha cofrª, vivos, y difuçtos, exaltación
de nra Sta Fe Católica, extirpación de las herejías, paz y concordia entre los
príncipes cristianos, y en esta ciud, y salud de nuestro Rey y Señor naturas
y la de sus successores en su Reinado”
Como ya hemos expuesto al referirnos a los órganos de gobierno y
administración, la importancia de ese día no se limitaba a las celebraciones
religiosas que tenían lugar, pues también se procedía a la elección de nuevo
alcalde y oficiales, y el artículo 2º señala que su nombramiento se hacía
público en la misa mayor, “dando la paz como se acostumbra a todos los
que se hallaren presentes, y a los que no lo estuvieran, se les acuda a dar a
sus cassas”.
El 10 de junio de 1770 se celebró un cabildo sobre el traslado de la fies-
ta principal a otro día, y se acordó que lo fuera al domingo más próximo
al 14 de septiembre, “a fin de que la gran deuozion que tiene esta sobera-
na imajen para que los devotos concurran a dicha fiesta y se tenga con la
maior veneración”. Por entonces, la junta de gobierno estaba formada por
las siguientes personas: Fernando Molina, alcalde; Gregorio Ruiz y José
Ramos, diputados; José Arroyo de Ayala, mayordomo del arca; Juan Blanco,
de la cera; Pedro Fernández del Roble, escribano.
Además de lo dicho, conforme al artículo 33º la cofradía tenía la obliga-
ción de celebrar una serie de misas rezadas por las que se abonaría 2 rea-
les por cada una:
“Y tem hordenamos y mandamos q nuestro maymo tenga obligación de
mandar decir por nuestro capellán las misas botiuas siguientes y se le de por
140 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

cada una de limosna dos reales= día de la exalttaz on de la Cruz que es el


día que se haze la elezon la misa de la fiesta que la a de decir el cura de S r
Snttº y sse le a de dar la limosna diez y sseis reales = Primº día de pasqua
de nauidad misa rezada = día de la circuncisión de S r misa rezada = día
de nra Sra de los siette dolores, misa rezada = día de la cruz de maio, otra
misa rezada = día del corpus christi misa rezada= día de la ttransfigura-
zon misa rezada = Viernes de Ramos sino ubiere qn haga la fiesta que es el
mismo día de nuestra Sª de los siette dolores se a de decir la misa que ua
referida acudiendo a ella los oficiales con estandartte y bordón siendo aui-
sados por el dicho nuestro mayordomo = asimismo ordenamos y mandamos
que guarde la ordenança treze que esta en el libro viejo que tratta del
asientto y concordia que ttiene dicha cofradía con los cauildos y se estte y
pase por ella y por todas las demás que en dicho libro están que no ablen
en perjuicio de las aquí hechas que por ellas se a de estar y passar”.
La Cuaresma y la procesión del Miércoles Santo
A continuación veremos el programa de cultos que organizaba la cofra-
día de Nazareno durante la Cuaresma, que tenían como punto central la
procesión del Miércoles Santo, y que le servían de preparación, y como
referencia la plática de varios sermones que describiremos a continuación,
debiendo recordar su importancia como forma más directa y eficaz para
fomentar determinadas advocaciones.
El artículo 10º se refería a las “missas, sermones y miserere que se an de
decir, predicar y cantar en las quaresmas”, estableciendo un estricto orden
de los que se iban a predicar conforme a los Evangelios, pues a veces los
predicadores se habían centrado en cuestiones que no tenían razón de ser
en la Cuaresma29. El responsable de todo lo relativo a los sermones era el
mayordomo del arca, que se reunía con el alcalde y oficiales para que le
ayudasen, y que muchas veces corrían por cuenta de cofrades o devotos
que lo habían pedido, debiendo dejar constancia por escrito de quien se
hacía cargo del coste económico:

29 “y para q los sermones q se predicaren se sigan unos a otros en la conformidad que refie-
ren los sagrados euanxelistas, y otros sançtos y varones contemplatiuos y no como algunas
veces se a hecho, tomando algunos de los predicadores por principal tema de los que se han
predicado en los principios y medios, passos ajenos de ellos, y aun de los finales, con lo qe ha
sido precisso a los q han seguido retroceder predicando lo q antes deuiera auerse predicado,
o apartando sse por dicha raçon de lo q como va dicho se pretende se predique, predicar dife-
rentes materias, se dará memoria a quien se encargare de el din a que se ha de predicar el
día q fuere a su cargo, para que la de a quien encomendare el sermón encargándole le rue-
gue se moralice con el mayor feruor que le sea posible, no faltando a lo principal, ni pasan-
do de lo que ira declarado, que será lo siguiente”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 141

“en el libro de quentas de por menor se continue en poner y escriua y


ponga por memoria el nombre de la persona que tomare a su cargo el hacer-
lo assi, y lo hiciera uno de los días que irán declarados desde el Miércoles
de Zenica de el año q viene de mill y seiscientos y setenta y cinco, hasta el
Miércoles Sancto de el, con declaración de velas, o cantidad e marauedis
que diere de limosna”.
El artículo 10º nos hace saber que los sermones comenzaron a predicar-
se en 1675, reconociendo de forma expresa el buen hacer como oficial y la
ayuda económica prestada a la cofradía por Luís de Hita, cediéndole la
cofradía el hacerse cargo de la cera que se gastaba en el sermón que se pre-
dicaba el Miércoles Santo por la tarde, predicador y música, que era antes
era una obligación de la hermandad30, comprometiéndose a otorgar la
correspondiente escritura pública para dejar constancia de ello. Según el
artículo 11º, comenzaban en la tarde del Miércoles de Ceniza, cuando se
predicaba un sermón “para q nos apartemos de los vicios de la carne” con
especial referencia al arrepentimiento de María Magdalena, que sería su
tema central:
“la conversión que de su escandalosa vida hiço María Magdalena, per-
dón que nro Redemptor le concedió de sus graues culpas, al ver que hecho
su coracon mar de dolor, sus oxos ríos de puras y cristalinas aguas, que
corrían de ellos en lágrimas y sudoroso pelo preciosa toalla”.
El artículo 12º disponía que en la tarde del segundo miércoles de
Cuaresma, el predicador centraría su plática en las siguientes partes: la
entrada triunfal el Domingo de Ramos de Jesucristo aclamado como rey en
Jerusalén; cuando estaba en Betania comiendo en casa de Simón el lepro-
so, y ungió a María Magdalena, y como Judas Iscariote se trasladó a casa de
Caifás para urdir su entrega por treinta monedas:
“la entrada que hico nuestro Señor y Redemptor acompañado de sus dis-
cípulos, y de la jente que salió a reciuirle, con ramos de palmas y olibas
triunfante en la santa Ciud de Jerusalén, triunfos y aplausos con que así
mesmo fue reciuido en ella, aclamándole y adorándole por señor, Rey y Dios
Verdadero, y de lo que su diniva Magd dixo a la jente que le seguía al ver
los juicios que hacían sobre aquella voz venida del cielo, que oieron

30 “y en consideración de las muchas y buenas obras q Luis de Hita nuestro hermano a


hecho, y hace a esta dicha cofrª, y zelo deuoto con q a seruido a Jesús Naçareno en los oficios
q ha tenido, y en todo lo demás q se le a encargado, y le a sido posible, y particularmente
dando la cera a arde dicho miércoles sançto por la tarde al Sermón, y miserere q se predica
y canta en ella, dexándole de limosna, y dando la que se da al predicador y música, al
mayordomo para q lo pague”.
142 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

siguiéndole […] como auiendose retirado de dicha ciu d sancta con dichos
sus discípulo, después de dicho triunfo, y estando con ello en Betanía
comiendo con Simón leproso en sus cassas, llegó Sª S ta María Magdalena, y
le unxio derramando sobre su sagrada cabeza aquel ungüento preciosso y
pístico de narco espigado muy fino, de que se indignaron contra ella, par-
ticularmente Judas como interessado en aquella perdida, y del que les dixo
este soberano Señor oiéndoles murmuracción tan profunda y llena de mis-
terios: Y otro como dicho protesto discípulo instimulado de el demonio, y
arrastrando de su villano interés, viendo tenía lug, se fue a las cassas de el
Pontífice Caifás, Príncipe de los Saçerdotes, donde los demás que lo eran, y
los ancianos letrados y gouernadores de el pueblo concurrían y se juntaban,
continuando con el concilio y junta, de que assimismo hace mención dicho
Sor Sn Joan a el capítulo doce, sobre como auian de prenderle para quitar-
le la vida, y se le dexo vendido obligandosse a entegarssele por treinta dine-
ros, para lo qual andaba buscando ocassion y tiempo”.
Según la ordenanza 13º, el tercer miércoles de Cuaresma por la tarde,
“siguiendo a los sagrados cronistas y varones contemplativos”, se predicaría
otro referido cuando Jesús encomendó a Pedro que fuera a reconocer el
lugar donde habían de celebrar la última cena, siendo su punto central el
haber pedido Jesucristo a su Madre licencia para sufrir la pasión, el lavato-
rio de pies y la institución de la Eucaristía:
“se ha de predicar siguiendo a los sagrados cronistas y varones contem-
plativos, desde quando nuestro Redemptor mandó a el Príncipe de la y gle-
sia y Uicario suyo, y a su más amado discípulo, fuessen a la Sª Ciu d de
Jerusalén a reconocer donde se auia de celebrar la pasqua y cena del cor-
dero, y disponer lo necessario para ello, y quien aya de hacer y predicar este
sermón tomará por principal asumpto y tema de el el auer acudido su diui-
na Magd a pedir liencia a su sacratissima madre y señora nuestra para ir
a padecer passion y muerte, y como auiendossela dado se despidieron, y
auiendo entrado en el Zenáculo y estando en el con sus discípulos les labo
los pies, institución que hizo de le más admirable sacramento, más profun-
do y piélago immeso de su infinito amor y trassubstanciado con las palabras
de su consagración las especies del pan y vino en las de su precciossissima
carne y sangre en memoria de su passion”.
El sermón que tenía lugar cuarto miércoles de Cuaresma, lo contemplaba
el artículo 14º, tomando como punto de referencia el momento en que Jesús
se dirigió a orar al Huerto de los Olivos tras la Última Cena, y Judas Iscariote
fue a Jesusalén a avisar a los Pontífices para proceder a su detención:
“q nuestro Redemptor auiendosse dado en comida y beuida sacramenta-
do, como va dicho, salió con sus discípulos del Cenáculo, y con los once,
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 143

quedándose el escariote en la Sta Ciud de Jerusalén, a dar auiso y solicitar


fuessen con el a prenderle, llegó a el monte de las oliuas, y estando en el les
dixo y le respondieron, hasta quando después q su diuina Mag d auiéndos-
se apartado con los demás amados al huerto de Jesemaní, y de ellos, a hacer
oración a su eterno padre, llegó a ellos tercera vez y les dixo durmiessen y
descansassen, y por su princpl asumpto y tema de dicho sermón tomara las
tres oraciones q hiço con lo sucedido en ellas, y sus intermedios, hasta q
como va dicho dixo a sus discípulos durmiessen y descansasen”.
El artículo 15º se centra en el que se predicaba el cuarto Domingo de
Cuaresma, al celebrarse por el capellán una misa rezada en el altar mayor
de la iglesia de San Lorenzo, que estaría adornado con seis velas y cuatro
hachas y el estandarte, finalizando con un responso por los bienhechores y
cofrades vivos y difuntos de la cofradía, debiendo asistir todos los oficiales
y el alcalde, que llevaría la cruz del bordón31.
Conforme al 16º, el quinto miércoles de Cuaresma se tomaría como
punto de referencia el momento en que Jesucristo, después de haber orado
y dejado a sus discípulos durmiendo, fue entregado por Judas tras besarle,
el que San Pedro le cortase una oreja a Malco, que luego sanado por Jesús,
tras lo cual fue llevado preso a Jerusalén, queriendo hacer llegar el mensa-
je del amor y mansedumbre con que se entregó a sus verdugos:
“desde quando después de auer orado nuestro Redemptor a su eterno
padre en el huerto de Jesemaní, dexo a sus discípulos que auian estado ren-
didos al sueño, ya era llegada la ora en que el hixo de la Virgen (que es su
divina Magd sería puesto y entregado en manos de los pecadores, y que se
levantassen para ir a reciuir al que iba con jente armada a ponerle en ellas,
como lo hiço dándole aquel osculo de falsa paz, para q le prendiessen, y de
lo más sucedido, y que pasó en aquella noche, lo q fuere seruido q en predi-
care este sermón, valiendosse y tomando para su principal asumpto y
thema, particularmente el amor y mansedumbre con q aquel inocentisismo
cordero salió a reciuir con sus discípulos aquellos carniceros lobos q iban a
prenderle, para quitarle la vida, engaño con q el traidor discípulo para q le
conociessen, y le prendiessen, le dio, como va dicho el ósculo de paz, y a

31 “El quarto domingo de quaresma a de decir una missa rezada el cap pellan desta dicha
cofradía en el altar mayor a Jesús Nazareno, y un responso por final por los hermanos y bien
hechores de ella vivos y difunçtos, en memoria de la primera collacion q de su deuota y mila-
grosa ymajen se hiço, en el altar q para ello se formó y consagró en la ygleisa del ospital de
la Sançta Caridad y a ellas estarán ardiendo en dicho altar mayor seis velas y quatro hachas
en quatro hacheros y el estandarte estará en su pie, y a ello asistirán el Alcde y demás oficia-
les auisandoles el mayordomo de arca, el q lleuara la cruz del bordón, y la dará a dicho Alcde
o a qen en su ausencia deua darse”.
144 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

alarde q hiço de su divino poder, derribando en tierra a sus contrarios, q do


auiéndoles preguntado a quien buscaban, y respondido q a JHS Nazareth
les respondió, Yo soy, con cuya imperiosa voz quedaron despauoridos, y
imposibilitados de executar su dañado designio hasta q les dio lug r a ello; y
el como en el intermedio de lo referido el Principe de los Apóstoles S or St
Pedro armado de valor, y a esfuerço de su amor, batallaua y batalló con
aquella turba multa, hasta q auiendo cortado la orexa a Malco, y viendo
como su maestro y Sor se la boluio a poner en su lugr dexándole sano, y
oidole lo que assimismo refieren dichos sagrados cronistas, se retiró vinien-
do con sus compañeros, y de el auerle atado sus delicadas manos con duros
cordeles, y echándole asperas sogas a la garganta y lleuandole a empello-
nes, y arrastrándole hasta la sançta Ciu d de Jerusalén”.
El quinto viernes de Cuaresma era contemplado el artículo 17º, y se ofi-
ciaba en el altar mayor por el capellán de la cofradía, una misa rezada por
“los siete dolores q María Sanctissª Sª nra”, y al final tendría lugar un res-
ponso por los hermanos y bienhechores vivos y difuntos. Estarían presen-
tes el alcalde y oficiales con la cruz y estandarte. Para darle mayor solem-
nidad al acto, participarían diáconos proporcionados por el capellán y tres
sacerdotes en el coro llamados por el mayordomo del arca. El capellán reci-
biría tres reales y los demás uno. Y lo antes dicho, siempre que el cura res-
ponsable de la parroquia de Santiago otorgara su licencia, pues en caso
contrario la diría él mismo.
El artículo 18º se refería a la plática que se predicaba en el sexto miér-
coles de Cuaresma, que versaría sobre la entrada de Jesús preso en
Jerusalén y traslado a casa de Anas y Caifás, y el proceso judicial que
comenzó a llevarse en su contra, así como las negaciones de San Pedro:
“desde quando los ministros q predieren a nuestro Redemptor entraron
con su diuina Magd preso, y con grande algacara en la saçta Ciu d de
Jerusalén, y le lleuaron a las cassas de Anas, y a las de Caifas, y de lo suce-
dido en aquella noche desde dicha entrada, se tomara por principal asump-
to y thema de este sermón, lo uno como auiendosele pressentado los q le lle-
bauan preso a dicho Caifás Pontífice y Principe de los Sacerdotes en aquel
año, el qual como tal presidía entre los demás que auian concurrido, y esta-
ban juntos con el en sus cassas aguardando se le lleuassen, y tratando
valerse de medios para con testimonios falsos, poder sin que se alborotasse,
o escandalizasse el pueblo, y lo atribuiesse a la passion enemiga q le tenián
haciendole caussa, hacer le quitassen la ivida, y preguntándole dicho
Pontífice por sus discípulos, y dicho le diesse raçon de la doctrina que ense-
ñaba, auiendole respondido su diuina Magd Yo siempre predique y enseñe
en la sinagoga y en el templo donde concurren los Judios y públicamente, y
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 145

mi doctrina no es de rincones, preguntalo a los que me oieron, que ellos te


darán raçon de todo; aquel ingrato y desconocido Malco, a quien milagro-
samente usando de su poder, le boluio a su lug r la orexa cortada, como va
dicho, dexandole sano, le dio aquella fiera y cruel bofetada en su sacrati-
sismo y delicadi ssimo rostro, diciéndole con su infernal saña, ¿así respon-
des tu a el Pontífice? Y la mansedumbre con q aquel inocentisismo cordero
manifestando sentir tan desmesurada arrenta, le dixo si hables mal dime en
que, y si bien por q me bieres= lo otro como auiendo visto aquel sacrílego
ayuntamiento q los testigos que auian lleuado para hacer a Jesús Nazareno
dicha caussa, no contestaban, ni decían cosa que tuuiesse fundamento, con
q no podían substanciarla, y que a nada de lo q auian dicho y que dixeron
aquellos dos grandes falsarios, haciéndole cargos no respondía cossa algu-
na, y como auiendo oído dicho Pontífice Caifás la respuesta que quando le
dixo yo te adjuro y oído por Dios Viuo que nos digas si tu eres Christo hixo
de Dios Vivio, para q no dexessen y diessen por disculpa o escusa no nos lo
dixo, diciendo Yo soy, y de verdad os digo, a q de venir el día en que veréis
a el hixo del hombre assentado a la diestra de la virtud de Dios venir en
nubes de el Cielo, rasgándose sus vestiduras, decía blasfemando a, y dicién-
doles no auemos menester más testigos, oiéndole aquí decir tal blasfemia,
conuiniendo todos en que por ello era digno de muerte, y auiendole dicho
palabras afrentossas, y hechole mal tratamientos, escupiendo y dando crue-
les bofetadas en el cristalino oido de su puríssimo rostro, espexo en quien
siempre se mirán los espíritus celestes, y hechole otros malos tratamientos, se
fueron los sacerdotes, escribas y fariseos, señores y ancianos del pueblo, que-
dando resuelto y determinado boluer por la mañana para lleuare al
Presidente Pilato para q le sentenciasse a muerte, dexandole en las cassas
del dicho Pontífice entregado a los soldados q prosiguiendo en dichas malas
palabras y obras, por mas escarnio le vendaron los oxos y dándole pescoca-
das, le decían escarneciéndole adivina quien te dio. Lo otro como auiendo
oído aquel confiado valeroso y sin igual Alcalde Capitán General, y supe-
rior Caudillo de la iglesia, que auia dicho a JHS su maestro y señor en aqué-
lla misma noche, que aunque todos en su Mag d se escandalizassen, el
nunca se escandalicaria, siguiéndole con más amor q valor, para ver lo q
de su prisssion resultaba, o si pedía ayudarle, y estando en cassa de dicho
Pontífice, con solo decirle una criada eres tu por ventura de los discípulos
de este hombre? a tonto y turbado le respondió: no soy ni le conozco, ni se
muxer lo q dices y otras dos veces jurando y echando maldiciones sobre si,
también le negó, afirmando no le conocía, doro más excesiuo que padecie-
ra aquel Soberano amante, el qual mirándole le hico requerdo de cómo le
auida dicho en la ocassion referida, que antes que cantasse el gallo dos
veces, ne negaría tres; y encendiéndole y vivificándole con los rayos de su
146 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

divina y amorossa vista lo muerto de su coraçon, y desmayado de su fe,


conociendo su culpa, y arrepentido de ella, hecho sus oxos ríos de lágrimas
de dolor, se salio de donde estaba llorándola, a llorarla y hazer como hiço
penitencia de ella”.
Una vez llegada Semana Santa, el Domingo de Ramos entre las doce y
trece horas tenía lugar junta general para preparar la procesión, que apare-
ce recogida en el artículo 8º de los estatutos. Era obligatoria la presencia del
alcalde y demás oficiales, hermanos de cruz y de luz, así como los de paso,
por lo que era la única junta a la que podían asistir pero en ningún caso
votar, lo que refleja su papel subalterno que jugaban en la cofradía, impo-
niendo las correspondientes sanciones a quien sin causa legítima faltasen32.
Una vez allí, el escribano leería las ordenanzas “para q las tengan enten-
didas y se feruorice su deuoción”, pudiendo plantear los hermanos el hacer
“alguna cosa demás de las que se hicieren para el culto diuino, conserva-
ción, augmento desta cofrª, que es lo q se ha de tratar en ella, se les oiga las
raçones que dieren”. Verificado, se marcharían todos excepto cuatro desig-
nados por la junta de gobierno, que se retirarían todos a la sacristía u otro
lugar secreto sin salir del hospital, resolviendo lo procedente por mayoría
y anotándolo en el libro de ordenanzas viejas.
A continuación los miembros de la junta de gobierno mandarían al
muñidor que llamara a los hermanos de paso, que estarían a la espera en
la iglesia de San Lorenzo, con el objeto de ver la altura de cada uno e igua-
larlos para que los tronos fueran llevados con igualdad de peso. Además,
se designaría a dos porteadores para que cumplir las siguientes funciones
subalternas: guardar la puerta de la iglesia al salir la procesión; evitar la pre-
sencia de mujeres en la procesión, ya fuera como hermanos de cruz o de
luz; el cuidar que las velas estén encendidas durante el desfile. También se
designarían otros dos hermanos de paso para pedir limosnas al paso del
Nazareno por las calles de Trujillo:
“al muñidor llame a los hermanos de paso, que han de estar en dicha
yglesia en el ínterin, y les reparta los pasos que han de lleuar, señalando
para cada uno los que sean más iguales para q lleuen con igualdad su peso,
y dos de ellos para que estén guardando el miércoles sançto las puertas por
donde entran para salir a dicha procession los hermanos y devotos, y no
consientan que ninguna muxer con cruz, o sin ella entre por ellas, y para
q anden en la procession cuidando de las velas que se dan para q alumbren
en ella, y la recosan quando buelua dicha procession a dicha iglesia, con el

32 “y si faltare no auiendo caussa lexª le excluimos de q le sea, y no pueda tener pretensión


a entrar por moderación por tal hermano de cruz”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 147

mayordomo de zera, q ha de recoxer también como va dicho las hachas que


se diesen de limosna: y otras dos o más para q pidan por las calles limosna,
como se hace, y lo mesmo hara para lo demás que sea necesario, y no lo
cumpliendo alguno se le excluya de tal hermano como va dicho: y por
quanto en algunas juntas ha auido algunos alborotos y disgustos, sí alguno
o alguno de dichos hermos que se hallaren en esta, o en otra qualquiera q
se haga, dixere, o dixeren algunas palabras q puedan ocasionarlos, encar-
gamos al dicho Alcde y demás oficiales que con todo amor y raçones q lo
manifiesten lo retraigan, representando el que el auerla hecho es particular-
mente para q lo referido se haga con toda paz, y para q la tenga les hara
repressentacion de lo mucho que sufrió y padeció nro Rdemptor por nues-
tras culpas y desobediencia, en la mexor forma que pueda; y le de lugar su
talento y continuando en ello se le aperciba se le excluirá de dicha cofrª; y
no cesando le declaramos por excluido de ella, y como tal no se le oiga ni
tratemos con el en dicha Junta”.
El artículo 19º nos hace saber que en la tarde del Lunes Santo volvía a
predicarse otro sermón, que se refería en la noche en Jesús estuvo preso y
fue trasladado desde casa de Caifás a la de Pilatos, y el proceso jurídico que
de forma irregular se siguió en su contra33, con referencias a la azotes que
recibió en la columna, la liberación de Barrabas, y la sentencia de muerte
a que fue condenado34.
El artículo 20º nos hace saber de la importante celebración que tenía
lugar el Martes Santo por la mañana, y que fue dotada por Matías Fernández
de la Serna, hermano mayor de la cofradía de la Caridad y familiar del Santo
Oficio, junto con su esposa Lorenza Jiménez de Ontiveros, con 17.000 mara-
vedís de renta de un juro que se comenzó a cobrar en 1672, que esta fecha-
da el 7 de junio de 1673 y se aplicaría por los siguientes fines35:
“por la paz y concordia entre los Príncipes cristianos, y en esta ciu d,
exaltación de nra Sta fe católica, destrucción de las herexias y en beneficio
de las almas de los susodichos, la de sus difunçtos y las de los hermanos de
esta dicha cofrª”.
Eran fervorosos devotos de la imagen de la Coronación de Espinas que
fue costeada por ellos y bendecida en 1670 en el convento de monjas de

33 CALDERÓN PERAGÓN, JR: “Proceso a un inocente: ¿Fue legal el juicio a Jesús?”


Torredonjimeno (Jaén) 1999. En este libro se describe con rigor jurídico el proceso penal
lleno de irregularidades que se siguió contra Jesucristo.
34 Apéndice Documental, documento nº 9.
35 AMT. PNT. Juan Durán Legajo 171. Apéndice Documental, documento nº 10.
148 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

San Pedro, desde donde fue trasladada en solemne procesión a la iglesia de


San Lorenzo, donde recibía culto en un altar colateral de la iglesia de San
Lorenzo, y desfilaba junto a Jesús Nazareno desde ese año36:
“la de la Coronación de Espinas, la qual se hiço a su costa, y con las limos-
nas dadas para ello el de mill setos y setenta y fue consagrada en la iglesia de
el relixiossisimo conuento de monxas de quien es titular Patrón el Principe de
los Apóstoles señor Sn Pedro, por dicho Sor Lizdo Joan Frances Arias, uicario
de esta dicha ciud y su partido, y uisitador jenl de este obispado el Lunes Sto de
dicho año, en el cuya noche con muy solemne y deuota process ion la dicha
cofrª, en hombros de sacerdotes la lleuo a la de dicho ospital, y colocó en el
altar en q a la presente esta, y el día siguiente se le hico, fiesta con misa can-
tada de su passion y miserere con todo culto y lucimiento”.
La celebración religiosa comenzaba con el canto del salmo cincuenta del
profeta David con oración, seguido de misa de pasión, que se oficiaría en
el citado altar. Para mayor solemnidad intervendría la música y habría en el
coro de cuatro sacerdotes con sobrepellices, debiendo el mayordomo del
arca debía encargarse que se predicara el sermón, que comenzó a predicar-
se en 1670, y versaría sobre los siguientes extremos:
“desde quado viendo los sayones y soldados jentiles que en sentir de algu-
nos por complacer a los sacerdotes, escribas, fariseos, señores, y ancianos del
pueblo, y que se lo pagassen a fin de quitarle la uida le auian dado tanto
número y tan cruel de azotes, como ya estará ponderado en el sermón antece-
dente no la perdía, y auia tenido alientos para vestirsse sus vestiduras; le
boluieron a desnudar, y para conseguir su dañado designó, y escarnecerle
más, le vistieron con aquella rropa de púrpura, insignia rexia, y auiendole
atado las manos, dándole asiento, y coronándole con aquella corona de espi-
nas, taladrándole con sus duras y audas puntas su sacratissima y delicadissi-
ma cabeza, y una caña por cetro, le daban adoraciones finxidas, y a fin de
escarnecerle, como va dicho, diciéndole Dios te salue Rey de los Judíos, escu-
piéndole y dándole crueles bofetadas en su purissimo rostro, y con dicha caña
en la cabeza, y corona, con q a la fuerza los golpes se la taladraban más sus

36 “la de la Coronación de Espinas, la qual se hiço a su costa, y con las limosnas dadas para
ello el de mill setos y setenta y fue consgrada en la iglesia de el relixiossisimo conuento de mon-
xas de quien es titular Patrón el Principe de los Apóstoles señor Sn Pedro, por dicho Sor Lizdo
Joan Frances Arias, uicario de esta dicha ciud y su partido, y uisitador jenl de este obispado
el Lunes Sto de dicho año, en el cuya noche con muy solemne y deuota process ion la dicha
cofrª, en hombros de sacerdotes la lleuo a la de dicho ospital, y colocó en el altar en q a la
presente esta, y el día siguiente se le hico, fiesta con misa cantada de su passion y miserere
con todo culto y lucimiento”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 149

puntas, y era más crecidos los dolores; hasta que auiendo desecado en público
de esta suerte el presidente Pilato, para q le uiessen y dicholes después de otras
raçones, veis aquí al hombre, juzgando, y temiendo por cierto que viendo tan
lastimoso y desconocido espectáculo, quedaría aquel ciego furor no solo satsi-
fho, si compadecido y lastimado; y visto que aquellos carniceros lobos crecien-
do en su dañosa rabia, y levantando más las voces, juntos con el pueblo decí-
an crucifícalo, crucifícalo, que nosotros ley tenemos, y según nuestra ley deue
morir, porque se a hecho hixo de Dios, y dicho Presidente con más temores por
auerles oído esta raçon, se boluio al lugr del juicio, llevando consigo a el a su
diuina Magd y en consideración de q el fin principal de la dotación que para
este día se hiço fue el de perpetuar la celebridad de dicha collocación y miste-
rios, con júbilo y sentim y que para q tuviese como siempre ha tenido cumpli-
do efecto los oradores euanxelistas sean explayado más, no apartandosse de
tan lastimosos pasos en su gloria y triunfo, encargamos y rogamos a quien se
encomendare lo continue con el mayor feruor que le sea posible, valiéndos se
para ello de un verso del psalmo ciqnuenta del Rl Profeta, el que se canta y se
ha de cantar antes de la missa”.
El mayordomo del arca cuidaría del adorno de este altar y el mayor, con
treinta velas de cera blanca y dos hachas sin arandelas a cada lado, estan-
do encendidas durante el miserere hasta que acabara la misa, y descubier-
tas las efigies del Nazareno y Coronación de Espinas. Además, la cofradía
estaba obligada a decir dos misas rezadas por los otorgantes, el día de San
Lorenzo y el de San Matías. Asimismo, los ocho hermanos que llevarían la
Coronación de Espinas en la procesión del Miércoles Santo, irían vestidos
de nazarenos con el rostro descubierto y llevando cuatro hachas.
Por último se establecía una cláusula penal en caso de incumplir lo
dicho, debiendo la cofradía del Nazareno entregar al mayordomo de pobres
del hospital de la Caridad 500 reales, que luego serían reclamados al mayor-
domo del arca responsable de este perjuicio económico. Además, con la
renta de la dotación se encargara del adorno de la iglesia como hemos
dicho para celebrar la misa cantada “con diáconos de dicho misterio con las
oraciones que se hacen en siete de mayo en la que se canta en el Conueto
de frailes de Nra Sª de la Encarnación esta ciud de la orden de Predicadores
en la fiesta que en el se celebra en dicho día en el qual o en el domingo
siguiente”. Y lo que sobrara de esa cantidad se destinaría a los pobres aco-
gidos en el hospital de la Caridad.
Hemos visto que el Miércoles Santo no era la fiesta principal, aunque si
era el acto de culto más relevante de la cofradía, pues tenía lugar su pro-
cesión. La razón de que tuviera lugar el ese día aparece relejada en el artí-
culo 21º, para evitar que coincidiera con la que la Vera Cruz que la hacía el
150 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Jueves Santo, y en caso de lluvia tendría lugar en uno de los viernes que
va entre Pascua de Resurrección y de Espíritu Santo. En ese día tan impor-
tante, con carácter previo tenían lugar una serie de actos preparatorios, que
comenzaban con una misa cantada con diáconos, que sería oficiada por el
cura de la parroquia de Santiago dándole 12 reales, y sí no quisiera lo sería
por el capellán de la cofradía, que no recibiría nada, salvo que algún devo-
to quisiera dotarla por su cuenta, siendo entonces rezada y abonando al
capellán cuatro reales:
“En consideración de q deuiendo como deuia hacerse la procession en
q los fieles hermanos de esta S ta Cofrª, y devotos de JHS Nazareno, que tie-
nen obligación, y deuocion a acudir a seguirle con sus cruces sobre sus
hombros, después q la de la S ta Vera Cruz hiciese la q hace de sangre, en
que con la disciplina van derramando la suya, y que a fin de no imposi-
bilitarles el q pudiesen acudir a entre ambas, se a hecho, y sea de hacer
continuamente el miércoles S to de cada un año, no impidiéndolo el tiem-
po, i impidiéndolo, en uno de los viernes de entre pasqua y pascua como
se a acostumbrado dicha procession de cruces, con los q se da fin en dicho
día miércoles S to a la celebridad de los quatro misterios, y pasos lastimo-
sos de su dolorossa passion, que son comprendidos en ellos, y que el prin-
cipal motiuo q huvo para la fundación de esta dicha cofrª es y ha de ser,
el q esta última celebridad como principal se hiciere, y haga, adelantán-
dola quanto sea posible, y que siendo lo más esencial para ello, y para el
prouecho de las almas, como precio infinito se a de hacer decir misa cant-
tada con sus diáconos de pasión por el cura de Santtiago dándole de
limosna doze reales y sino la quisiere dezir la a de decir nro capellán, y
si uviere alguno deuoto que la dotte o quiera mandar decirla dicho día,
la de mandar decir nro may mo recada por nuestro capellán, dándole por
ella quatro reales”
El artículo 22º nos hace saber que el Miércoles Santo a partir de las dos
de la tarde, se predicaría en el propio hospital de la Caridad el sermón de
la cruz a cuestas, siendo elegido el predicador por el mayordomo del arca.
La cofradía asistiría en pleno con hacheros y estandarte, y el alcalde lleva-
ría el bordón, y a su fin comenzaría un miserere cantado con música,
diciendo la oración el cura de Santiago, habiéndose hecho cargo de su
dotación económica el cofrade Luís de Hita, conforme nos informa el artí-
culo 10º de las ordenanzas:
“en consideración a las muchas y buenas obras q Luís de Hita nuestro
hermano a hecho y hace a esta dicha cofrª, y zelo deuoto con q a seruido a
Jesús Nazareno en los oficios q ha tenido, y en todo lo demás q se le a encar-
gado, y le a sido posible, y particularmente dando la cera q arde dicho
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 151

Miércoles Sançto por la tarde al Sermón, y miserere q se predica y canta en


ella, dexándole de limosna y dando la que se da al predicador y música al
mayordomo para q la pague, y que por las dichas racones esta dicha cofrª
siendo a su cargo el hacerlo referido en dicho día y a su costa, le cedió sus
derechos al susodicho paa que lo hiciesse”.,
El artículo 23º señala que era obligatoria la asistencia a la procesión,
por lo que en la noche del Miércoles Santo el alcalde junto con el escri-
bano llevaban el control de los cofrades que iban a participar:
“Yttem hordenamos y mandamos que el dicho miércoles Santto en la
noche tenga obligación nuestro alcalde y escribano de estar en el guerto
vajo de la iglesia de dicho ospittal en su bufete con un procesionario, y
hacer ttocar la canpana por ttres vezes para ir borrando los hermanos que
fueren acudiendo con sus cruzes”.
El interés en que todos los cofrades participaran en la estación de
penitencia también se refleja en el artículo 9º, al mandar que cuando
algún hermano de cruz, luz o paso no pudiera asistir por accidente, enfer-
medad o cualquier causa, enviaría en su lugar a otro para que lo sustitu-
yese:
“y como vayan llegando parezcan ante dicho Alcde y demás of s , y les
den sus nombres, para que se crucen en l memoria q ha de tener de ellos
el escriuano, y sí alguno de los a quien se aya mandado lleuen y alum-
bren dichas yma jenes, y rixan sus pasos, no acudiere, se hará lo q va
dicho en la ordenanza séptima, y sí faltare alguno de cruz por acciden-
te, enfermedad, y otro qualquiera, imibare en su lugr persona que vaya
en dicha forma en la dicha procession, se le admite y cruce, y lo mesmo
se haga con los de luz, y con los de paso, imbiando quien sirua por él, y
para q en todo lo posible vaya con la autoridad q aya lugr , si se huuie-
sen reciuido algunos caballeros hixos de algo, o otras qualesquiera per-
sonas para rexir dichos pasos, excepto el q a de rexir el capellán, y para
lleuar el estandarte, se repartirán entre ellos dicho domingo de Lázaro,
con cargo de que combiden o lleuen personas q los alumbren, como se
refiere en las ordenança séptima, y faltando alguno o algunos, nombra-
rán de los q han sido Alcaldes a quien les parezca auer seruido con
mayor zelo; […] y el dicho escriuº acabado entregue una copia a dicho
Alc de de los q no huuieren acudido, quedandosse con la q lleuo para q
con su vista se haga a su tiempo lo q en su lugr se dirá: Y auiendo reco-
nocido el numº de herm os de cruz q ay, los compartirá para formar
dicha procesión”.
En correspondencia, el artículo 24º se refería a la junta de gobierno
que tenía lugar en el hospital de la Caridad el segundo día de Pascua de
152 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Resurrección, y se leía el procesionario y los hermanos que faltaren a la


procesión, que salvo que existiera causa legítima, serían multados con 4
libras de cera.
Momentos antes de comenzar, el mismo predicador que platicó a las
dos de la tarde, exhortaría sobre como debían ir los penitentes con la
devoción debida, “siguiendo a nro redentor que por nuestros pecados
lleua sobre sus sacratísimos hombros el madero santto de la cruz”. El artí-
culo 10º indica que se abonaría “tres Rs de a ocho, el vino del caudal de
dicha cofraª”.
Al ser el acto central de la cofradía, determinó la existencia de dos
tipos de hermanos en función del ritual que allí desempeñaban, y que
como describe el artículo 9º todos llevaban hábito morado salvo los sacer-
dotes, pero con distintos accesorios. Así, los de disciplina irían descalzos
cubiertos con la cruz al hombro y una soga al cuello, los de paso descu-
biertos, los de luz igual con sus velas, los capataces de los pasos con su
cruz para regirlos:
“se pressenten ante ellos todos con sus túnicas moradas, no siendo sacer-
dotes, los de cruz con las suyas sobre sus hombros, y cada uno con una soga
a la garganta, y los pies descalcos si tuuiese salud y fuerças para ello; y los
q han de lleuar las imajenes y fueren de luz con sus rostros descubiertos, y
sus achas y los q han de rexir los pasos a reciuir las cruces, que han de
entregar para rexirlos, y con las personas q como va dicho, han de combi-
dar para alumbrarlos, y los de paso para cumplir con lo que se les aya man-
dado, y se le mandare que sea de su obligación”.
El artículo 23º nos hace saber con detalle el trayecto que seguía la pro-
cesión, y responde a una idea que se consagró durante el Barroco, que era
la tendencia de conferir carácter sagrado a los espacios urbanos, y ese día
las calles de Trujillo eran las que transitó Jesús camino del Calvario37:
“a de andar la procesión las estaciones sigue tes desde dicho hospital a
san Franco, y desde San Franco a San Miguel, y desde San Miguel a desde
San Martín, y desde San Martín a Santtiago, y desde Santtiago a Santa
María la mayor, y desde Santta María la mayor a la Vera Cruz, y desde la
Uera Cruz a la Encarnazión, y desde la Encarnación a dicho ospittal”
También detalla el orden de insignias e imágenes que participaban en
el cortejo, que era presidida por el hermano mayor llevando una cruz de

37 SEBASTIÁN, S.: Contrarreforma y Barroco. Madrid 1981, p.331. Este autor señala que ante
la imposibilidad de ir a Tierra Santa, en la Edad Media se crean los primeros Calvarios con
las estaciones del Vía Crucis, y se impone la idea de un peregrinaje de sustitución.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 153

plata, y refleja de forma elocuente como la vitalidad y pujanza de los des-


files procesionales de la ciudad de Trujillo impregnados de la estética
barroca, y además de la Coronación de Espinas eran las siguientes:
“Primeramentte a de salir el diputtado más anttiguo delantte lleuan-
do el estandartte de la cofradía y tras de él, se le an de echar los herma-
nos que le ttocaren conforme la copia que uviere con sus cruzes, luego le
a de seguir la prozon del guerto en la misma conformidad, luego el
Santto Christo amarrado, luego el Santto Christo con la Cruz a cuestas,
luego la Magdalena, luego San Juan Evanjelista y en medio del Cauildo
nuestra Ssª”.
Estaban presentes los cabildos de beneficiados y capellanes, confor-
me a la concordia de 6 de enero de 162938, que contemplaba su presen-
cia en la procesión del Miércoles Santo, participando por primera vez en
el desfile en ese año, y tendrían la posibilidad de llevar la imagen la
Virgen que iba en último lugar, pudiendo designar a los sacerdotes que
actuaran de porteadores. La cofradía daría a cada beneficiado real y
medio, y a los capellanes un real, salvo que estuvieran ausentes, enfer-
mos o imposibilitados para asistir toda la procesión, no recibiendo enton-
ces cosa alguna.
El artículo 23º también nos hace saber la presencia de los miembros
de la Corporación Municipal en el desfile, al señalar que “acauada la
plattica se an de dar luzes encendidas al cauildo de esta ciudad y a la
Justtª Real de ella”. Y hemos de tener presente que su ubicación en des-
files procesionales estaba regulado en un acuerdo del Ayuntamiento de
15 de marzo de 1676, al que nos hemos referido en el Capítulo I.
El artículo 7º nos hace saber que la cofradía procuraba que las imáge-
nes que participaban en el desfile fueran con toda decencia y lucimien-
to, por lo que el Domingo de Lázaro se reunía el alcalde con los oficia-
les en la iglesia de San Lorenzo o en su sacristía, designando a sus por-
teadores, así como los capataces y quienes debían llevar las insignias:
“Yten ordenamos y mandamos en consideración de q para q las imá-
jenes que está cofradía tiene y saca en procession el miércoles sancto como
va dicho, salgan y vayan en ella con toda decencia y lucimiento, es neces-
sario nombrar con tiempo personas que las lleuen sobre sus hombros,
alumbren y rixan sus pasos, que el domingo primero de passion llamado
de Lázaro, a la una del día, se junte en el Alc de y oficiales de ella en la
iglesia de dicho ospital, o en la sacristía de ella, y secretamente sin dar

38 Apéndice Documental, documento n º 12.


154 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

lugr a que otras personas alguna se halle en dicha junta, auiendosse leido
primero y ante todas cossas la cabeza de estas ordenanças, y esta y la
siguiente, se repartan a quien se deba y parezca conueniente las dos yma-
jenes, estandarte y gouierno de sus pasos”.
En su cabeza iría el estandarte llevado por el diputado más antiguo, y
las efigies de Jesús Nazareno y la Coronación de Espinas serían llevadas
por un conjunto de 16 personas que se irían relevando a lo largo del reco-
rrido en dos grupos de 8, descansando uno mientras alumbraba con sus
hachas. Desde la iglesia de San Lorenzo hasta el convento de San Miguel
sería el primer tramo, y una vez que llegaran allí tendría lugar el primer
cambio hasta la iglesia de la Sangre de Cristo, donde habría otro hasta
alcanzar la Puerta del Paso, y aquí tendría lugar el último hasta San
Lorenzo39.
Ya hemos visto que la imagen de la Virgen siempre era llevada por cua-
tro eclesiásticos que designaba el abad del cabildo de beneficiados, que
ejercía de capataz. Y también cabía la posibilidad de que algunos cofrades
que no fueran de paso, por su devoción, actuaran de porteadores. Era pre-
ciso que fueran autorizados por la junta de gobierno y que entregaran sus
cruces a los hermanos de paso, para que salieran de disciplinantes. El artí-
culo 7º también nos hace saber que el diputado que llevase el estandarte
debía invitar a seis personas para que alumbraran con hachas, y el que
rigiera algún paso donde no hubiera hermanos de luz también tenía que
hacerlo con otras cuatro personas.
En cuanto a los capataces de los pasos, la regla general venía establecida
en el artículo 9º, por cuanto se recibieran caballeros que fueran hidalgos regi-
rían los pasos. Además, el artículo 7º dispone que cuando no se diera el
supuesto anterior, le correspondería a las personas que hubieran sido alcaldes,
distribuyéndose el gobierno de la procesión de la siguiente forma:
“y el último desde la imaxen de S or Sn Joan hasta la cruz de la parro-
quia la ha de rexir siempre el capellán de la dicha cofradía, como se acos-
tumbra no teniendo impedimento lexítimo, y teniéndole se nombrará otro
sacerdote que sea hermano y dicho Alc de andara gouernando con la cruz

39 “Y la ymajen de Iesus Nazareno, se ha de encomendar para q la lleuen a diez y seis herma-


nos, de los quales los ocho la han de sacar de la iglesia de dicho ospital, y los otro ocho an de
ir alumbrándola con sus hachas, q cada uno acompañandosse, como se ha de acompañar con
otro de los q la sacan, el q se le ha de nombrar, an de hacer a su costa, y salir de dicha iglesia
de SnMigl han de entregarlas a sus compañeros, y llevar dicha ymaxen hasta la de la sangre
de Christo, donde han de boluer a remudarsse hasta salir de la puerta del paso, y desde ella
haciendo lo mesmo, irán hasta ponerla en el altar de a donde se tomó para sacarla”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 155

de plata desde la de dicha parroquia hasta la de dicho estandarte, y qual-


quiera q aya de rexir q quiera paso en q no aya hermanos q le alumbren
de los q los han de lleuar, o de luz, ha de combidar como va declarado
otras quatro personas a lo menos para q con otras quatro hachas lo
hagan, cumpla so las penas contenidas, en q assimesmo declaramos por
condeando al q no lo hiciere”.
Como ya dijimos en el capítulo I, a partir del siglo XVII los desfiles proce-
sionales dejaron de ser una sencilla y austera estación de penitencia, impreg-
nándose de los característicos elementos barrocos de la época40, situación que
hemos visto se dio en Trujillo al referirnos a los sermones y representaciones
teatrales en las que participaban figuras bíblicas41. Este tipo de actos servían
de complemento a los Santos Oficios, por su carácter narrativo y didáctico, al
ser una vía muy útil para la enseñanza de los misterios de la fe, y en los que
a veces participaban actores e imágenes o solo estas. En nuestro país, las
cofradías del Nazareno hacían el Sermón del Paso, que tenían lugar en espa-
cios abiertos por intervenir varias imágenes, y cuyo objeto era la escenifica-
ción de toda la historia del Misterio de la Redención, con especial referencia
al Sacrificio de Isaac, para hacer llegar el mensaje de que cuando Isaac iba a
ser inmolado, cargó con el leño para el sacrificio, como Jesús Nazareno lo hizo
con la cruz para ser crucificado por nuestros pecados.
En Trujillo, se representaban las tres caídas del Nazareno y su encuen-
tro con la Verónica. El transcurso paso de la procesión por las calles era
anunciado por una trompeta, y se detenía por primera vez a la puerta del
convento de San Francisco, cuya comunidad le rendía honores. Cuando lle-
gaba a la plaza principal se apartaba la Verónica, para encontrarse con el
Nazareno cuando se encontraba en la casa que fue de don Alonso de
Herrera (conocida con el nombre de “casa de la cadena” que aun conser-
va), tenía lugar la segunda humillación, acercándole un paño para limpiar-
le el rostro por tres veces, volviendo la cabeza del Nazareno a los peniten-
tes que le seguían, al tener su efigie un mecanismo para poderlo hacer42,

40 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la modernidad. Siglos XV
a XVIII. En Actas del Primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Zamora 1987,
pp. 54-61.
41 CANTERO MUÑOZ, A.: La Semana Santa en Trujillo en época de Cervantes, a través de
las ordenanzas de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, Angustias y Dulce Nombre
de Jesús. En Actas XXXIV Coloquios Históricos de Extremadura (en prensa).
42 RAMOS RUBIO, J.A.: Historia de la Semana Santa de Trujillo, Cáceres 1993, p. 42 y p. 69.
Como señala este autor, la cabeza de la imagen se encuentra en la iglesia de San Francisco,
y conserva el mecanismo para girar la cabeza, y cuya imagen aparece en el Apéndice foto-
gráfico, siendo realizada por Antonio Rodríguez Lebrón y Tomás Casillas Villa.
156 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

realizándose esta representación desde 1629. La última caída tenía lugar a


las puertas del convento de la Encarnación, donde también era recibida la
procesión por toda la comunidad:
“Y auiendo reconocido el numº de hermos de cruz q ay, los comparti-
rá para formar dicha procession q ha de salir, andan y boluer en la
forma siguiente = El estandarte a de ir guiando, como va dicho, la dicha
procession, y consecutiuamente el passo de la orazon del huerto, e de los
açotes, el de la coronación, el de la sacta muxr Ueronica, con el rostro de
Christo cubierto, el de la Cruz a cuestas, el de sancta María Magdalena,
el de S r S n Joan, el de el dolor que nra Señora padeció siguiendo a su
diuina Mag d , a de ir como va dicho, en hombros de quatro sacerdotes q
ha de nombrar el Sor Abbad de el Cabildo mayor como se acostumbra; y
en dicha procession a de ir junto a la de Jesús Nazareno con la Cruz a
cuestas persona con su túnica, y la trompeta, y al llegar a las puertas de
la yglessia del conu de S or S n Francisco, donde están sus relixiosos
aguardando para reciuir dicha procession, la ha de tocar, y al tocarla
han de arrodillarse todos y S Magd , y al boluerla a tocar se han de leuan-
tar, e ir caminando; y al entrar en la plaza pública desta dicha ciud , la
dicha S ta muxer Uerónica el que rije su paso con los q la alumbran se
han de apartar de dicha procession, y han de entrar con ella en el portal
de la cassa de la cadena, y al ver q dicha yamjen con la cruz acuestas,
auiendo llegado frente de las cassas q fueron de D n Alonso de Herrera,
hermano q fue esta dicha cofrª, hace como a de hacer la segunda humi-
llación en la forma que hiço la primera, saldrá de dicho portal, y hacien-
do tres humillaciones, llegará el lienço a su sacartisismo rostro, y se des-
cubrirá su soberana efixie, y boluiendo a hacer otras tres se boluera al
puertos de adonde se apartó, y luego que se lebante la dicha ymaxen
boluera su sacratisismo rostro a los que le siguen, repressentando el auer-
lo hecho como lo hicço a las piadossas muxeres hixas de Jerusalén quan-
do caminaba con ella al monte Caluario, lo qual se haga continuamen-
te frente de dichas cassas en dicha forma, sin adelantarse, ni atrasarsse
más en ningún tiempo, por tenerlo mandado assi, y mandarlo como lo
mandamos de nuevo por una ordenança de las que se hicieron por el
Alcalde y demás oficiales de esta dicha cofrª el año passado de mill y seis-
cientos y veinte y nueue en remuneración y paga de una limosna q le dio
y con q la socorrió, auiendo visto la gran necesidad que padecía en los
principios de su fundación; y la tercera y última humillación se ha de
hacer a tiempo y quando la dicha ymaxen de Jesús Naçareno vaya lle-
gando a las de la iglesia del conuento de nuestra Sª de la encarnación,
donde assimismo están a reciuirla sus relixiosos; y si algún hermano de
los q fueren nombrados para rexir y prevenir como va dicho, quien vaya
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 157

alumbrando qualquiera de dichos passos, faltare a ello, el Alcde dará la


cruz a otro que aya seruido dicho oficio auiendole, y no auiendole a
quien parezca más conueniente para q desando la que auia de llebar
sobre sus hombros, la tome y le rixa con ella, y para q la imaxen de dicho
passo vaya con decencia, el que fuere nombrado para lo referido busca-
rá dos personas a lo menos, o quatro a lo más, que estén abito decente
para irla alumbrando con hachas que dará dicha cofrª de las que como
va dicho, tendrá en el arca de dos llaues, sin pedirle, ni mandarle le
pague cossa alguna por el gasto de la cera de ellas, no queriendo darlo
por vía de limosna, por q demás de la pena q va impuesta a quien falta-
re a lo referido, a de pagar por cada hacha libra y media de zera a dicha
cofrª dentro de ocho días, y no lo auiendo hecho, passado dicho término,
se anote en su entrada para q no se le acuda a su entierro, ni a el de
nadie de su cassa sin auerlo pagado, y si segunda vez faltare a lo referi-
do, le declaramos como va dicho en la ordenança séptima, por excluido
de tal hermano y ninguno de ha rexir más passo q el para q fue nombra-
do, el q seguirá continuamente para q vaya siempre bien gouernado; y
dicho nuestro Alcalde desde el estandarte hasta la cruz de la parrochia
la gouernara, como se acostumbra”.
La normalidad en el desfile se alteraba en algunas ocasiones, pues ya
hemos visto como el cabildo de 20 de marzo de 1717, acordó que por las
incidencias ocurridas en la procesión no volviera a realizar la estación de
penitencia la imagen de la Oración en el Huerto43. Esta decisión tan drás-
tica tuvo ser ratificada por cabildo celebrado el 22 de marzo de 1720, en
razón de los difíciles momentos que pasaba la cofradía pues “también
hauida dexado de salir en dicha procesión el paso del SS mo Xprto de la
Columna desde muchos a s antes por aquerdo verbal que se hauia hecho
siendo alcale desta S ta cofrª Fernando del Puerto”. Como no había herma-
nos suficientes para llevar la imagen de la Coronación de Espinas, y se

43 “por quanto en la ordenanza veinte y tres se manda por ella que el miércoles SSto en la
noche salgan las ynsignias y pasos señalados en dicha ordenanza y ser una de ellas la del
paso de la oración del guerto, que se a executado hasta este año, y auiendo experimentado
diferentes yndezencias y aluorotos que no se am podido rremediar, aunque para ello a inte-
ruenido la Justicia Real desta Ciudad solo a fin de quitar la fruta que se acostumbra poner
despedazando hasi a los hermanos quebrando en muchas ocasiones el Ángel y quitando la
diadema y melena del Señor como es público y notorio en esta ziud, y para obiarse los yncon-
venientes y que la procezion se aga con la quietud que se requerie que es el fin de todos deue-
mos concurrir, ordenaron y mandaron que desde este año en adelante no salga en dicha pro-
zion el rreferido paso de la oración del guerto, y para que ninguno de los ofiziales que ade-
lante fueren de esta Cofradía no lo executen por ningun aconte zimiento atendiendo a lo que
ua expresado y a lo deteriordada que se alla dicha cofradía”.
158 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

había dejado de predicar en 1694 el sermón que hemos visto fue dotado
por Matías González de la Serna44, la junta de gobierno acordó que tam-
poco participara en la procesión del Miércoles Santo, cuyo orden queda-
ría de la siguiente forma:
“El estandarte de la cofradía que se de lleuar el dip do antiguo y a de
rexir con su bordón el ss no que fuere desta cofrª = la SS ta muxer Verónica
que a de rexir el diputado conpañero = La ymajen de Jhs Nazareno que
rixe el Sor alcalde desta cofradía = La Bendita SS ta María magdalena q a
de rexir el hermano q se nombrare = S or S Juan evanje lista que rije el S or
capellán y Nuestra Sª que va dentro del cauildo como es costumbre”.

44 “por quanto en la ordenanza ueinte y tres se hordena y manda que el miércoles SSto
en la noche se haga prozesson de penitencia y que los hermos de esta cofrª vaian con sus
cruzes vestidos de nazareno siguiendo a nor Redemptor Jesús que por nuestros pecados
lleua ser sus hombros el madero santo de la cruz, y que después de acauada la plática
salgan las ynsignias y pasos que en ella se expresa, lo qual se a ejecutado de tiempo ynme-
moriable a esta parte, excepto pocos años a que por ordenanza fha por los ofiziales que
entonzes fueron desta cofrª en vte y uno de março del año de mil setezos y diez y siete se
mandó no saliese por las raçones expressdas en ella el paso de la oración y del guerto, a
que nos remitimos, y de nueuo en caso nerezesario boluemos a ratificar por los graues
ynconvenientes que siempre se experimentaron y también hauia dexado de salir en dicha
procesión el paso del SSmo Xprto de la Columna desde muchos as antes por aquerdo ver-
bla que se hauia hecho siendo alcalde desta Sta cofrª Fernando del Puerto; y ahora reco-
nociendo que el SSto Xpto coronado de espinas siempre le an lleuado hermos de cruz de
esta cofradía con sus túnicas y luzes, y que al presste ya no ay número de hermos sufi-
ciente para poderlo hazer pr lo que deteriordada que oy se halla esta cofradía de hermos
y cada día más por la falta de medios y por estos no hauer quien entre en ella, y que para
llenar los diez y seis hermos que se ocupan en dicha prozession en lleuar y alumbrar la
ymajen del Nro amado Jhs Nazareno y otros quatro hermanos que rixen los pasos cada
vez que llega el día Domingo de Lázaro que es el que se reparte los boletos se hallan los
ofiziales desta dicha cofradía sin sauer a quien se a de elexir por considerar unos enfer-
mos, otros ymposibilitados y otros ausentes, por cuios motiuos y los de obiar otros ynco-
nuenientes que ay sobre no lleuar el referido paso de SSmo Xpto de la Coronazon de
Espinas sino es con grandísima repugnazia por decir que quando este grauamen se ha
hecho por esta cofradía a los hermanos de ella fue con el pretexto de que D. Mathias
Fernández de la Serna daua de limosna en cada un año a esta cofradía quinos rs para
que hiziere la fiesta del martes sançto y que esta hauia zesado desde el año de mil seiss-
tos y nouta y tres, como consta de la nota puesta al margen de la ordenanza 32 y en aten-
ción a que por dicha falta de hermos no aya en la procesión nazarenos que uaian en ella
pues sino ubiera algunos deuotos no se pudiera hazer, por cuios motiuos y otros que cada
año se están experimentado a que no se deue dar lugar unánimes y conformes, acorda-
ron que desde la prozesion que se a de hazer en el miércoles santo en la noche deste pres-
te año de la fha desta ordenanza en adelante para siempre jamás no salga en ella los pas-
sos del SSmo Xpto amarrado a la Columna, el de la oración del guerto; ni el de el SSmo
Xpto Coronado de Espinas y sentando en la silla”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 159

Como era preceptivo, el 23 de marzo de 1722 la junta de gobierno45


solicitó al licenciado Pedro Antonio Rodríguez Moreno, cura en la iglesia de
la Vera Cruz y visitador general durante el obispado de don Francisco Perea
Porras, que autorizara la anterior reforma relativa a los pasos e insignias que
a partir de ese momento participarían en la procesión del Miércoles Santo,
con exclusión del Cristo de la Columna, Coronación de Espinas y Oración
en el Huerto, como así ocurrió en razón de las especiales circunstancias que
hemos citado.
Hemos visto como los primeros lustros del siglo XVIII fueron difíciles para
la cofradía del Nazareno, situación que iba a perdurar a lo largo de la centu-
ria, conforme resulta de los testimonios que expondremos a continuación. El
19 de mayo de 1742 se celebró un importante cabildo, que nos hace saber que
en 1724 se procedió a la importante modificación del horario de la estación
de penitencia, que se trasladó de la noche a la tarde del Miércoles Santo para
evitar irreverencias y situaciones que tenían poco que ver con la religión, pues
muchas veces eran aprovechadas por los trujillanos para el bullicio y fiesta
profana, que había dado pie en varios lugares de nuestro país a la prohibición
de procesiones o modificación de su horario46.
Su consecuencia fue que los cofrades se negaron a aceptar ese mandato
del obispo y no hubo procesiones, causando el consiguiente perjuicio econó-
mico, por cuanto la principal renta de la cofradía eran las limosnas que se
obtenían el día del desfile, y que al no ser suficientes para cubrir los gastos
precisos de cera y culto para la imagen titular, dieron lugar al incumplimien-
to de los oficios religiosos que se debían oficiar por los cofrades difuntos47.

45 “estando juntos y congregados el alcalde y oficiales de la cofradía de Jhs nazareno sita en


su capilla que está en la iglesia del hospital de la SSta Caridad de esta dicha Zuid para tratar
y conferir las cosas tocantes al seruº de Dios nro Sor buen reximen y conseruazon paz y quie-
ta desta SSta cofradía es a sauer los Sres Juan Antonio Morgado, alcalde; Seuastian Espada y
León Montero, diputados; Joseph Rubio Ramos, mayordomo de arca; Antonio Mateos de la
zera; y Franco Cuello de Sotomayor, de la yglesia; por ante Franco Sánchez Molano, sno”.
46 SÁNCHEZ HERRERO, J.: Las cofradías de Semana Santa durante la modernidad. Siglos XV
a XVIII. En Actas Primer Congreso Nacional Cofradías Semana Santa, Zamora 1987, p. 60
47 “Luego q zesaron dichas prozesiones, de lo qual y de no alcanzar la renta anual qe tiene
aun para los precisos gastos de zera y otros ynescusables qe en cada un año se ofrezen perte-
nezientes al qulto de el Señor, resulta el crecido atraso de ofizios y misas qe ynprtan más de
siete mill Rss de un, y siendo materia sumamente excrupulosa para dichos Sres ofiziales, el que
carezcan de estos sufraxios, a qelos ermanos qe al tiempo de su rezibimiento pagaron sus
entradas y después sirbieron a la cofradía en los ofizios de ella. Relexionandolo todo con el
maior dolor y considerando, qe la renta no puede suben ir en todo ni en parte al desenpeño
de otro atraso: qe este es cada día mayor”.
160 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Para intentar resolver este problema, la cofradía del Nazareno obtuvo un


breve pontificio que conmutaba esa carga espiritual y que costó 1.200 reales48,
y para pagarlos se acordó la venta de una lámpara de plata de más de 59
onzas que no se usada y era guardada por el mayordomo del arca, por lo que
se entregó a Juan Vicente Barroso para que cumpliera con ese mandado en
Madrid, dado lo difícil que era realizar esa operación en Trujillo:
“y qe la inposibilidad de la cofradía susiste: a consulta de onbres doctos
y con su dictamen se resolbio o que ir a Su Santidad D leg de a efecto de qe
entendido de dichos atrasos de misas y sufraxios: de la obligazion de la
cofradías en mandarles zelebrar y la inposibilidad en q e se alla de poderlo
azer; se sirviese de comutarlos en benefizio de las almas como fuese de su
agrado y habiéndose puesto en práctica dicho recurso de supp ca y consegui-
dose de Su Santidad: el Brebe de comuntazion= se a remitido a Madrid
enpeñado en mill y doscientos Rss de Un con los quales se logra el desenpe-
ño de los siete mill y mas Rss qe ynprtan dichos sufragios y no allandose la
cofradía con medios prontos para el desenpeño de dicho Brebe ni fondos de
donde sacarlos, teniendo como tiene dos lámparas de las quales, solo la una
sirbe y la otra, qe es de plata y pesa zinquenta y nuebe onzas y media y tres
Rss de plata, pr escusada; susiste más de quarenta años en poder de los
mayordomos= acordaron qe pr aora y pr pronta providencia se enpeñe esta
dicha lanpara pr la cantidad qe fuerse posible para qe con ella se logre el
desenpeño de dicho brebe; y en caso de qe en el término qe se capitulare pra
el enpeño, no pudiese la cofradía facilitar medio para desempeñar dicha
lámpara, se solizite con el Sor prouisor y uicario Xl de este obispado la lizen-
zia nezesaria para poderla bender sin qual qualidad no se pasara a ello= y
respecto de qe el enpeño de dicha alaja no es posible allarle en esta Z d pr la
falta de caudales, es fázil conseguirle en Madrid”.
Acordaron asimismo se rremita encajonada a dicha villa a poder de D n
Juan Vizente Barroso, pro natural de esta zd y residente en dicha uilla,
para qe solizite dicho enpeño con la qualidad espresada asegurando qe en
el término qe capitulare se rrestituira la cantidad del enpeño o se bendera
dicha alaja, para lo qual y no anejo y dependien te le da esta cofradía el
poder y facilidad necesaria y mandaron qe de este aquerdo se le rremita tes-
timonio para qe lo aga costar.

48 “los Sres Alcalde y ofiziales de la cofradía de Jesús Nazareno, sita en la Yglesia de su abaca-
zion, yntramuros de esta zd; estano juntos y congregados en la forma acostumbrada para tra-
tar y conferir las cosas pertenezientes al serbizi de (Dios) Nuestro Señor y bien y utilidad de esta
cofradía, espezilm y señaldamente Joseph Mrn Barroso, alcalde; Dn Juan de Alcoba, Diputado,
Joseph Rubio Ramos, mayordomo de arca; y Antonio Mateos, mayordomo de iglesia”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 161

Finalmente, el obispado de Plasencia autorizó la operación y fue vendi-


da la lámpara por 1.090 reales, que ayudo a solventar las dificultades eco-
nómicas que por entonces pasaba la cofradía, conforme consta en el cabil-
do de 23 de enero de 1742:
“el Sor Lizdo Dn Juan de Requera y Valbuena, abogado de los R s
Consejos colexial ma or en el de Sn Salvador de Obie do de la Universidad
de Salamanca, abad de la Real Abadía de Cavañas, visitador jeneral de
este obispado por el Yll mo Sr Dn Pedro Manuel Dávila y Cárdenas, obispo
de el, del Consejo de Su Mg d mi Sor, abiendo visto los acuerdos celebrados
por el Alcalde y ofiziales de la cofradía de Jesús Nazareno sita en esta
dicha Ziud el uno sobre la consecuzión de breve de Su Santidad en solici-
tud de commutazion de cantidad considerable de misas que dicha cofra-
día devía aver celebrado por ermanos difuntos que no a ejecutado a causa
de la mucha pobreza que padeze, cuia grazia le fue conzedida, y para el
desempeño de dicho Breve, acordó empeñar una lámpara de plata que
tenía, y por el otro providenzio venderla para de su ymporte dar la promp-
ta satisfaczión que en virtud de su poder practicó dicha venta D n Juan
Vizente Barroso, Pro, vezino de esta dicha Ziu d, y residente en la villa y
corte de Madrid, la qual pareze según la certificacion dada por el susodi-
cho tubo de valor vagados los dros de contraste mill y noventa y dos r s de
vellón, como todo más por menor consta de dichos acuerdos y zertifica-
zion, entendido Su Mdr de la mucha pobreza que oi padeze dicha cofra-
día, según ha visto y esperimentado por sus libros de quentas (y a tenido
presentes) y ser notoria en esta Ziu d por ante mi el Nottº de la S ta y jene-
ral visita q en ella está celebrando dijo: confirmava y confirmó los enun-
ziados dos acuerdos y venta de dicha lámpara, y para q los subzesibos
alcaldes y ofiziales de esta cofradía los tengan presentes, y el motivo de
aver enajenado dicha lámpara mandó su mrd se anote en los libros de
quentas de por m or y menor, el de ofizios y acuerdos”.
El 16 de agosto de 1763 tuvo lugar junta general49, que nos hace saber
de la oposición de los cofrades a comenzar la estación de penitencia del

49 “el Sr Alcalde, Señores ofiziales y la mayor partede los hermanos desta cofradía a qui fir-
maran y por lo q no superen dará fee el escribano della, en la Sacristía de la Iglesia de Sr Sn
Lorenzo, en donde esta sita esta cofradía, a sauer el Sr Joseph Arroio, alcalde; los señores
Agustín de Soto y Gregorio Ruiz, diputados cappn el Sr Dn Diego Quilez y Zerbantt es; mayor-
domo de arca el Sr Joseph Ramos; de la zera el Sr Fernando Molina; essno Pedro Robles; her-
manos sin oficio el Sr Juan Andrada, Joseph Corrales, Gabriel de Quiros, Alonso Rubio, Juan
Blanco; Juaquin Peña; Diego Baliente, Miguel Muñoz, Juan Rodríguez Salinero; simón
Medina, Juan Joseph Llorente; Andrés Pantoja, Vizente Ramos, Juan Garzia Molano y Andrés
Iglesias”
162 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Miércoles Santo a las cinco y seis de la tarde del Miércoles Santo50, confor-
me a lo dispuesto por la autoridad diocesana, y que dio lugar a que no
hubiera desfile procesional durante seis años. Ese día se decidió por mayo-
ría, que se hiciera la estación de penitencia por la noche, conforme venía
establecido en las antiguas ordenanzas, y que no tuviera lugar la junta gene-
ral que conforme al artículo 8º tenía lugar el Domingo de Ramos, que sería
sustituida por acuerdo de la junta de gobierno. Por último, se solicitó la
aprobación de todo lo anterior a don Isidro Parejo, cura propio en la igle-
sia de Santa María la Mayor, vicario y visitador general:
“Asimismo q por otros quinze años q volvieron a parar, hastta la maior-
domia de Josph Larios, se allaban por zerrar diez y nueve oficios de herma-
nos difutos, cuio desenpeño se a logrado en los siette años q a salido esta
prozesión y asimismo el presente descargo, pues se allá en poder de sus
mayordomos ziento zinquenta libras de zera labrada y bieja en cabos, poco
más o menos; y quinientos y ocho rs q se han empelado en comprar unos
guertos para benta anual: En su desempeño y caudal se a logrado de la
debozion popular quienes estos vecinos ynfundida de la procesión de los
miércoles Santos: De lo que yntelienzida todos los hermanos q ban expresa-
dos, dixeron al Sr Alcalde botase sobre el asunto como q tiene el primer boto
dijo, que rebatiendo la ordenanza y ordenans que ablan de procesión el
miércoles santo en la noche en quanto a la ora, y no en otro ningún parti-
cular de ellas, en su boto salga la procesión en la forma q previenen las
antiguas ordenanzas, y a la ora q por los señores Juezes competentes den su
lizenzia, asistiendo a ella todos los hermanos con sus túnicas, los oficial es
rigiendo sus ynsignias y los hermanos sin ofizio además de la túnica lleben
su luz y subzesibamente el cappn oficiales y demás hermanos si aber uno
en contrario como aquí firmaran dieron el mismo boto. Como asimismo se
omita (mediante lo acordado) el azer juntas generales los Domingo de
Ramos de cada año como preuiene la ordenanza octaba, y si particulares,
solos el Sr Alcalde y ofiziales, para repartir los ofizios he ynsignias por pape-
lettas dadas por el essno, como todos los hermanos para su asistencia bajo
las multas de las ordenanzas y q sea obligado el essno obligado a leer estas

50 “el pleito y desazones q ha seguido este año por no aber salido a la ora q aze seis años la
prozesion de Miércoles Sancto por dezir algunos hermanos no querer salir en dicha prozesion
a la ora de zinco a seis de la tarde, q es la señalada por S Ilma, negándose otros a salir con
túnicas como prebienen las ordenanzas y que para ebitar en lo subzesibo semegantes desa-
zones, acordese toda la Hermandad la ora de dicha prozesion, aziendoles presente q en los
años antiguos q faltaron las prozesiones, fue necesario para el desempeño de los oficios de los
hermanos difuntos que se estaban por llenar bender la lanpara de plata q para culto de Nro
Padre Jesús estaba como más largamente consta deste Libro”.
COFRADIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE TRUJILLO 163

ordenanzas, a los q nuevamente quiera reziuirse por hermano, para su


exacto cumplimiento”.
Asimismo, nos vamos a referir a un importante documento inédito hasta
la fecha, referente a un acuerdo entre esta cofradía penitencial y la Caridad,
sobre la capilla del Nazareno en la iglesia de San Lorenzo y la propiedad
de todos los ornamentos de las dos hermandades que se encontraban en la
sacristía, fechado el 1 de julio de 1764. Pone de manifiesto que las relacio-
nes entre ambas no siempre eran cordiales, e interviene don José Gironda
como párroco de la iglesia de Santiago por ser la de San Lorenzo aneja a
esta, y se procedió conforme a lo mandado por don Isidro Parejo, rector de
la parroquia de Santa María la Mayor, juez eclesiástico y visitador general
durante el obispado de don José González de Laso. Su contenido íntegro
aparece reflejado en el apéndice documental, y tuvo muy presente la con-
cordia suscrita en 1671 ante Francisco Márquez de la que ya hemos habla-
do. De su tenor literal resulta la riqueza de los ornamentos que allí se cus-
todiaban, y que refleja como la suntuosidad del Barroco había impregnado
los desfiles penitenciales en Trujillo51.

FUNCIONES ASISTENCIALES
Como todas las cofradías durante la Edad Moderna, la de Nazareno de
Trujillo también desempeñaba importantes funciones asistenciales. El artícu-
lo 26º establecía como se habían de enterrar a los cofrades, debiendo avi-
sar el mayordomo de cera a todos los oficiales para que acudieran al entie-
rro con la cera y estandarte, celebrando por su alma seis misas en el altar
del Cardenal Gaete y otros oficios religiosos, dejando constancia de todo en
un libro destinado a tal fin:
“Ytem hordenamos y mandamos que cada que muera algún hermano o
hermana se la acuda con el estandarte y ttoda la zera, auisando el mayor-
domo a ttodos los oficiales para que acudan al entierro y sse le digan aquel
día sí fuere ora o el siguientte seis misas en el altar de Gaette y luego en
cayendo su duda, se le haga el oficio en la iglessia donde se enterrare
diciéndole una misa canttada con su vigilia y quarentta y tres rezadas con
que ttodas an de ser zinquentta misas y cobrar nuestro May mo carttas de
pago de ellas en un libro que a de ttener dicha cofradía para assentar los
oficios y an de ser las dichas cartas de pago de los sacerdotes que las dijere
y mostrarlas en las quentas para satisfacer con ellas”.

51 Apéndice Documental, documento nº 14.


164 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

El artículo 27º se refería a como se enterraban los hijos de los cofrades,


que estaba en función de que tuviera más de siete años, y contemplaba que
cuando se enterrase a un criado se le acompañarían con dos hachas52. La
siguiente ordenanza recoge la obligación que tenía la cofradía de enterrar
cada año dos pobres, llevando cuatro hachas de cera, con el estandarte y
bordón, debiendo decirle dos misas.

52 “Ytem hordenamos y mandamos que si muriere algún hijo de hermano estando su padre
viuo, sino tubiere siette años, se le acuda con quatro hachas sin más ynsinia, y si tubiere siet-
te años se le acuda con ttoda la zera y todas las ynsinias y aia de arder la zera a la misa de
cuerpo pressente, y asimismo si muriere algún criado de algún hermano en su casa se le
acuda, con do
CAPÍTULO V
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA
ILUSTRACION Y LAS MANIFESTACIONES DE RELIGIOSIDAD
POPULAR

INTRODUCCIÓN
Para realizar con rigor un estudio histórico que analice las manifestacio-
nes de religiosidad popular en general y los avatares de las cofradías peni-
tenciales durante el siglo XVIII, es preciso conocer las circunstancias que
condicionaron ese marco temporal, marcadas por las ideas racionalistas de
la Ilustración, cuestión que ha sido analizada por varios autores1.
La Ilustración influyó de forma muy notable en muchos aspectos de la vida
social en España durante esa centuria, y de forma especial en la vida religio-
sa, situación que se vio acrecentada por el regalismo, que significa un cambio
en las relaciones en las relaciones entre la Iglesia y el Estado, que suponía un
fortalecimiento del poder de la Corona, y de forma correlativa la limitación del
de la Iglesia española, que quedara completamente subordinada a la autori-
dad del Estado en todo lo que se refiere a asuntos temporales. Este nuevo
estado de cosas comenzó con la llegada de los Borbones al trono de España
en la persona de Felipe V, y esa primacía se consagró jurídicamente con el
Concordato firmado entre España y la Santa Sede en 1753, que se firmó duran-
te el reinado de Fernando VI.

1 Sin pretender ser exhaustivos, citamos algunos libros que son interesantes: La ideología
liberal de la Ilustración española, publicado en Madrid 1970 por Antonio Elorza. Carlos III y
la España de la Ilustración, Madrid 1990, de Antonio Domínguez Ortiz; La España Ilustrada
de la segunda mitad del Siglo XVIII, Madrid 1992, de Jean Sarrailh; La Ilustración en España,
Madrid 1997, por Francisco Sánchez Blanco.
166 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Como señala Herr2, también hemos de tener muy presente la importan-


cia del jansenismo en esta época, pues aunque los eclesiásticos que se con-
ceptuaban como tales fueran una minoría dentro del estamento eclesiásti-
co, ocupaban las más altas jerarquías de la Iglesia. Y los podemos conside-
rar como reformadores de la Iglesia que pretendían una disciplina más
estricta del clero y seglares, así como la reducción de su riqueza y ostenta-
ción, postulando la austeridad en las celebraciones religiosas, y su crítica a
las formas barrocas que hemos visto como las habían impregnado.
En este capítulo pretendemos analizar los problemas que soportaron las
cofradías trujillanas, a consecuencia del conflicto que tuvo lugar en la segun-
da mitad del siglo XVIII, entre las ideas racionalistas de la Ilustración plasma-
das en normas legales y las tradicionales manifestaciones de religiosidad
popular, que serían muy criticadas por las primeras al ser consideradas como
limitadas a lo externo y formal, careciendo de austeridad, disciplina y verda-
dera vida religiosa. Y se iba a dar lugar a situaciones harto difíciles para quie-
nes las organizaban, pues estas asociaciones serían objeto de control o inclu-
so prohibición por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas.
Álvarez Santaló señala que ambos poderes cooperan con el fin de
“racionalizar y purificar la religión popular de su enorme ganga de conduc-
tas tópicas, supersticiosas, formalistas y aberrantes [...] Dentro del sector
más avanzado, culto y formado del propio clero o de seglares profunda-
mente religiosos, entiende que el exceso de ciertas formas hipertrofiadas de
conductas religioso-devocionales, constituye una gangrena de la verdadera
espiritualidad y el peligro evidente de una religión vacía de contenido inte-
lectual, fácil blanco de la crítica libertina y presa más fácil de la ola mate-
rialista que los invadía”3.
Aunque fue la propia Iglesia quien a partir del siglo XVI había promo-
vido la creación de estas asociaciones religiosas, como baluartes en defen-
sa de la Contrarreforma y muro de contención frente a las ideas luteranas,
habían sobrepasado la función que en sus inicios le fue asignada, desem-
peñando pronto un importante papel en todo lo relativo a fiestas, procesio-
nes, rosarios y rogativas, con las implicaciones socio-políticas que tan pro-
tagonismo conllevaba4.

2 HERR, R.: España y la revolución del siglo XVIII. Madrid 1964, p.28.
3 ALVAREZ SANTALO, C.: Control y razón. La religiosidad popular en el Siglo XVIII. En Las
Cofradías en el siglo de las crisis. Sevilla 1991, pp. 21-22.
4 ALVAREZ SANTALO, C.: Control y razón: la religiosidad española en el Siglo XVIII”. En Las
cofradías en el siglo de las crisis. Sevilla 1991, página 32.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 167

La forma que adoptaron sus celebraciones festivas iban a ser objeto de


duras críticas por parte de la cultural oficial, pues en la estricta sociedad del
Antiguo Régimen, se conceptuaban como lugar propicio para desviaciones
profanas, dándose excesos de comida, bebida, y sexo5:
“El crecido número de cofrades y cofradías laudables en su primitiva
Institución, ha degenerado en tan perniciosos y detestables abusos, que
requiere una reforma seria general, y que de raíz borre hasta su memoria.
Los Bayles, Danzas, Batallas, Soldadescas, Banquetes, Combites,
Comedias, Toros y otras diversiones públicas o pribadas con las licencias
necesarias, y las precauciones convenientes a conservar la decencia y la
regularidad de las costumbres son lícitas. No deben ligeramente proscribir-
se, antes promoverse con prudencia en aquellos términos que exigan la cir-
cunstancia de los Pueblos, el genio y carácter de las Naciones.
Pero con pretexto del Culto Divino, no debe tolerarse. No se hermanan
bien Dios y Mundo. La mezcla de lo profano con lo sagrado, no se alcanza
pr que medio pueda conducir a el bien de las Almas, y a fomentar entre los
Fieles la verdadera Piedad.
¿Qué diremos, si los tales regocijos se acompañan de embriaguezes, diso-
luciones, escándalos y toda suerte de abominaciones indignas del nombre
de christiano, y ajenas de toda razón? ¿Qué diremos sí con pretexto de debo-
ción, de obsqueio, de culto, se abre una tan ancha Puerta a los siete Pecados
Capitales, y a su exercicio?
Estas corruptelas o costumbres más que gentilicas irracionales, debe
para spre desterrarse, y con más particularidad, y rigor, en las Funciones de
Semana Santa, en que los misterios de la Sagrada Pasión de Nro Redemptor
Jesu-Christo, se representan en muchos Pueblos de un modo burlesco, y de
nofiganga.
Deben prohibirse las rifas, sorteos, y otras estraciones de esta clase,
mayormente en las Yglesias o a sus Puertas; Las Mesas de Negociación, diri-
gadas por religiosos o clérigos, los bayles en que se ofrecen a el que más da,
por baylar con tal determinada Doncella, para regalarla después abanicos
y otras prendas, y todas las Procesiones Noturnas.”
Estas ideas las refleja perfectamente por el Padre Isla en su obra titulada
“Historia del famoso predicador Fray Gerundio Campazas”, impresa en 1758,
donde realiza una crítica de la oratoria sagrada, ampulosidad de los sermones,
la ambición económica de las órdenes mendicantes y la corrupción de las
prácticas eclesiásticas de la época. Su personaje central, es consecuencia de

5 AHN. Consejos Legajo 7900.


168 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

un matrimonio gestado en una procesión de Jueves Santo, aprovechando el


Padre Isla la ocasión para hacer una sátira irónica de las entonces habituales
y concurridas procesiones de flagelantes al referirse a Antón Zotes, padre de
fray Gerundio Campazas, que fue fruto de un matrimonio preparado aprove-
chando la ocasión que brindaba esa celebración6:
“El diablo que no duerme, le tentó a que vistiese de penitente el Jueves
Santo; y es que como el estudiantico ya era un poco espigado, adulto y bar-
bicubierto, miraba con buenos ojos a una mozuela vecina suya, desde que
habían andado a la escuela de sacristán, y para cortejarla más, le pareció
cosa precisa ir de disciplinante”
Hay dos factores que explican el control ejercido por las más altas ins-
tancias de ambos poderes, sobre las manifestaciones de religiosidad popu-
lar. Por una parte, estaba el interés de la propia jerarquía eclesiástica por
fortalecer su autoridad, sobre sus fieles, clero, así como las órdenes mendi-
cantes, siendo las hermandades un importante obstáculo para este deseo.
Se pretendía que la parroquia fuera la cédula básica de la organización ecle-
siástica, pero muchas de estas asociaciones tenían su sede en conventos o
ermitas, donde ese poder era más nominal que otra cosa, o en capillas pro-
pias, que eran un continuo foco de conflictos con las autoridades diocesa-
nas, pues eran muy celosas en mantener su independencia.
También se pretendió ejercer un exhaustivo control económico sobre
sus economías, pues se criticaba que su caudal se gastaba en fines distin-
tos de los estrictamente religiosos que le eran propios. De igual forma se
reprochaba que lo sufragado por los mayordomos de su peculio particular,
propiciaba la ruina de muchas familias, al dilapidarlo en gastos que enton-
ces se consideraban improductivos, como eran las comidas, fuegos artificia-
les, música, o nuevos enseres. Esta idea la refleja perfectamente por el
Padre Isla en citada obra, en la que también se criticaba el comensalismo
practicado por estas asociaciones, como nos hace saber las palabras de
Bastián Borrego, labrador y mayordomo de una cofradía, que dirige al
Padre Prudencio, que sería el ejemplo a seguir de buen eclesiástico7:

6 MANTECÓN MOVELLÁN, T.A.: Reformismo borbónico, Iglesia y vida religiosa durante el siglo
XVIII. El control de las cofradías religiosas. Una aproximación a su estudio. En Hispanía nº 176,
1990, pp. 1191-1206. En la página 1196 hace la cita indicada: ISLA, J. F.: Historia del famoso
predicador fray Gerundio Campazas, edición de L. Fernández Martín, Madrid 1978, p. 122
7 MANTECÓN MOVELLÁN, T.A.: Reformismo borbónico, Iglesia y vida religiosa durante el siglo
XVIII. El control de las cofradías religiosas. Una aproximación a su estudio. En Hispanía nº 176,
1990, pp. 1191-1206. En la página 1196 hace la cita indicada: ISLA, J. F.: Historia del famoso
predicador fray Gerundio Campazas, edición de L. Fernández Martín, Madrid 1978, p. 389.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 169

“¿Se servirá mucho a los santos en que un pobre como yo gaste en cada
una de estas mayordomías sesenta reales en vino, veinte en tortada, diez en
avellanas, todo para dar caridad a los cofrades, sin contar la cera ni la
comida a los señores sacerdotes, ni la limosna del padre predicador....?”.
Además de lo visto, se adoptaron en nuestro país otras medidas análo-
gas a las expuestas, que afectaron de forma directa y negativa a las tradi-
ciones manifestaciones de religiosidad popular, que tan arraigadas estaban
en la práctica totalidad de los estamentos sociales de la España Moderna, y
que vamos a enumerar brevemente.
Así, se amplió la intervención del Estado sobre las haciendas locales,
argumentándose que había que lograr el bienestar de la población y que su
situación financiera era pésima. Uno de los instrumentos jurídicos con este
fin sería la Junta de Propios y Arbitrios, órgano encargado de la administra-
ción de las rentas de los ayuntamientos, y que nació conforme a Real
Instrucción de 30 de julio de 1760, inserta en Real Cédula de 19 de agosto
de 1760 y que serviría de instrumento de control ejercido por las autorida-
des administrativas, sobre el dinero que los ayuntamientos destinaban a
fiestas votivas que se celebraban con tanta frecuencia en nuestro país. En
cada municipio se constituiría una Junta de Propios y Arbitrios, cuyos gas-
tos iban a estar bajo el control del propio Consejo de Castilla a través de
las figuras de los Intendentes, que tenían amplias competencias en materia
de Hacienda, a fin de que se “administren con la pureza que corresponde,
y que sus productos tengan la conversión que es debida”. Con ese fin se
pidió que remitiesen “noticias individuales de los Propios que cada pueblo
tiene y los Arbitrios que usa, con expresión de si son temporales o perpetuos,
y si se disfrutan en virtud de Facultades Regias o por consentimiento de los
Ayuntamientos o Consejos: que valores, cargas y obligaciones tiene, todo ello
con entera distinción unos de otros”.
Una vez que se tuviera conocimiento exacto de los mismos, median-
te un reglamento se fijaría la cuantía exacta de los gastos que por distin-
tos conceptos pagaban las corporaciones locales. Los ayuntamientos
estaban obligados a remitir al Intendente las cuentas de Propios, que se
tenían que ajustar al citado Reglamento, para que este las aprobase,
debiéndose practicar esta diligencia en el plazo de un mes después de
finalizado cada año, siendo reprobados los capitulares en caso contrario,
y debiendo poner de su peculio particular las cantidades que se exce-
dieran de lo estipulado.
Otro ejemplo que refleja la intervención restrictiva de las autoridades
públicas en las manifestaciones de religiosidad popular se refiere a las roga-
tivas públicas, cuyas notas más características era la respuesta espontánea
170 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

ante una calamidad pública que ponía en juego la propia supervivencia de


los vecinos de una localidad. Esta situación cambia a partir de la carta cir-
cular del Consejo de Castilla de 21 de agosto de 1770, que atribuyó a los
obispos la facultad de autorizar las rogativas que tenían lugar en el ámbito
de su jurisdicción.
De igual forma, una Real Cédula de febrero de 1773 prohibió que las
estaciones de penitencia estuvieran acompañadas de disciplinantes de san-
gre y empalados. Y afectó de forma muy negativa a las cofradías de la Vera
Cruz y Entierro de Cristo o Soledad de Nuestra Señora, cuyos cortejos pro-
cesionales se acompañan de este tipo de penitencia, siendo esta una de las
causas de la postración en la que entraron.
Por Real Orden de 10 de julio de 1780 y Real Pragmática de 21 de julio
de 1780 proscribieron las danzas y tarasca en las procesiones del Corpus
Christi, por considerarlas irreverentes con tan señalada celebración.

RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS COFRADÍAS Y HERMANDADES A FINALES


DEL SIGLO XVIII
En el contexto ideológico expuesto, a continuación nos vamos a cen-
trar en las normas legales de carácter restrictivo sobre cofradías, promul-
gadas por las autoridades administrativas durante ese periodo, y que
como veremos más adelante, afectaron de forma directa a la propia exis-
tencia de las cofradías de la ciudad de Trujillo. También fue importante
el mismo modo de actuar por parte de la jerarquía eclesiástica que por
ahora omitimos pues intentaremos abordarlo más adelante, y cuyas más
altas instancias estaban ocupadas por personas imbuidas de ideas janse-
nistas.
El 8 de junio de 1768 el obispo de Ciudad Rodrigo don Cayetano
Cuadrillero, remitió un memorial al Consejo de Castilla reflejando los abu-
sos de que cometían las cofradías de su diócesis, por los excesivos gastos
que contraían y que causaban pobreza en nuestro país. Las ideas expuestas
llamaron la atención al Conde de Aranda, que por entonces presidía el
Consejo de Castilla, que como el resto de la elite político-administrativo de
la época, rezumaban por los cuatro costados las ideas racionalistas. Y
hemos de tener muy presente lo que señala Moreno Navarro, de ser las mis-
mas familias monopolizaban los más altos puestos de la jerarquía civil y
eclesiástica, algunos de cuyos integrantes más cultos y refinados eran los
defensores del espíritu racionalista de la Ilustración, siempre que no cues-
tionasen las fuentes de su poder económico y social, que además pretendí-
an acrecentar con medidas legales como la supresión de algunas cofradías,
pues suponía la desvinculación de los bienes que eran propiedad y su
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 171

entrada en el tráfico civil, cuestión en la que estaban muy interesados como


componentes que también eran de la emergente clase burguesa8.
Incoado el correspondiente expediente administrativo, conforme al dic-
tamen del Fiscal Campomanes de 22 de febrero de 1769 y en virtud de Real
Orden de 28 de septiembre de 1770, se dirigió una circular a todos los
intendentes y corregidores para que informasen sobre el número de cofra-
días, hermandades y gremios que existieran en su jurisdicción, las fiestas
que celebraban, sus ingresos y gastos así como su actual estatuto jurídico.
Pero no todos los funcionarios cumplieron con su deber, y con respecto a
Extremadura solo se remitieron informes por el alcalde mayor de Badajoz,
omitiéndose por tanto las del partido de Trujillo. Esta fechado en 1771, e
incluye catas del Corregidor y del Intendente acusando recibo de la circu-
lar del conde de Aranda de 6 y 7 de mayo de 1771, así como otra del
Corregidor a Aranda de 15 de junio de 1771, enviando el estado de las
cofradías y emitiendo su dictamen, acompañando informes redactados por
los mayordomos de las cofradías de los pueblos9:
“El qe dice ser de la Intendencia de Estremadra dado por el Alcalde
mayor de Badajoz es infalible, sea solo por lo respectivo a su Partido, y en
este caso faltan las cofradías de los siete Partidos de Mérida, Llerena,
Villanueva de la Serena, Truxillo, Plasencia, Cáceres y Alcántara”.
El obispo de Plasencia, de cuya diócesis formaba esta ciudad cacereña,
presentó ante el Consejo de Castilla un escrito el 29 de enero de 1773, que
abunda las ideas antes expuestas, señalando que el excesivo el número de
cofradías y lo gravosas que suponían para los pueblos, que eran muchos
los escándalos públicos que no remediaban las justicias a pesar de las
reconvenciones de los párrocos, postulando su supresión y que se destina-
ran sus bienes y rentas a fines más útiles y necesarios10:
“El número de Capellanías Beneficios y Prestamos inútiles por no llegar
a la tercera parte de la Congrua, es mui grande como el de las cofradías y

8 MORENO NAVARRO, I.: La antigua Hermandad de los Negros de Sevilla. Etnicidad, Poder
y sociedad en 600 años de Historia. Sevilla 1997.
9 AHN. Consejos Legajo 7090. Esta fechado en 1771 e incluye cartas del Corregidor y del
Intendente acusando recibo de la circular del Conde de Aranda de 6 y 7 de mayo de 1771,
así cono otra del Corregidor a Aranda de 15 de junio de 1771, enviando el estado de las
cofradías y emitiendo su dictamen. Por último se acompaña los informes enviados por los
mayordomos de las cofradías de los pueblos. Ha sido publicado por Esteban Mira Caballos
en “Hermandades y Cofradías en Badajoz y su Partido a finales de la Edad Moderna”,
Badajoz 2002.
10 AHN, Consejos Legajo 7090.
172 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

hermandades igualmente grauosas a los Pueblos, por que es indisputable


que siruen solo para borracheras, para arruinar las casas con los gastos
inconsiderables que ocasiona la emulación en las mayordomías para
expender con indiscreción lo q necesitan vaxo el aparente título de deuo-
ción y limosna, y para comerse en fin o traficar los mayordomos con los
caudales agenos, o más ahora que sauen no se les ha de executar, o que se
hará con Justicia de Compadres. Suprimidas tanto estas, como aquellos se
podrían dotar con sus rentas algunos Párrocos y Fábricas de las Yglesias,
reduciendo sus cargas a una moderada, y donde no hiciera falta esta dota-
ción, se podrían aplicar a Hospitales, Escuelas y Dotar Huérfanas según la
calidad y necesidad del Pueblo”.
El Fiscal del Consejo de Castilla propuso el 12 de enero de 1774 que esta
petición se uniera al expediente general sobre cofradías que por entonces
se estaba tramitando:
“En vista de la copia de representación del Rdo obispo de Plasencia en
punto a cofradías remitida de la Cámara dice: que respecto hay expedte
general sobre su extinción, y reunión, se podrá juntar esta para tener pre-
sente lo que propone el Rdo Obispo en quanto a la aplicación de efectos,
sin perder de uista la preseruacion de la Jurisdizon Rl sobre dichos bien-
es como profanos, y sujetos a la Justª ordinaria, aunque estén destinados
a usos piadosos, o acordará el Conº lo más justo. Madrid y enero 12 de
1774”.
Después de recogerse la información indicada de muchas localidades de
nuestro país, el Consejo de Castilla emitió su dictamen en 1783, y Carlos III
por Real Resolución de 17 de marzo de 1784 adopto su propuesta, que apa-
recieron recogidas en la legislación vigente de la época11:
“Todas las Cofradías de oficiales y gremios se extingan; encargando muy
particularmente á las Juntas de caridad, que se erigan en las cabezas del
Obispado o de partidos o provincias, las conmuten o substituyan en Montes
píos, y acopios de materias para las artes y oficios, que faciliten las manu-
facturas y trabajos a los artesanos, fomentando la industria popular. Que
las Cofradías erigidas sin autorización Real ni Eclesiástica queden también
abolidas por defecto de autoridad legítima en su fundación, según lo preve-
nido en la ley 12 del mismo título y libro, destinando su fondo o caudal al
propio objeto que el de las gremiales. Que las aprobadas por la jurisdicción
Real y Eclesiásticas sobre materias o cosas espirituales o piadosas puedan
subsistir, reformando los excesos, gastos superfluos y qualquesquiera otro

11 Novísima Recopilación de las Leyes de España. Libro Primero, Título II, Ley VI. 1805.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 173

desorden, prescribiendo nuevas ordenanzas, que se remitan al Consejo para


su examen y aprobación. Que las Sacramentales subsistan también por el
sagrado objeto de su instituto, y necesidad de auxiliar a las Parroquias; con
tal que, si no se hallaren aprobadas por las jurisdicciones Real y
Eclesiástica, se aprueben, arreglándose antes las ordenanzas convenientes
con aprobación del Consejo, trasladándolas todas, y faxándolas en las
Iglesias parroquiales. Y últimamente, que las Cofradías que se hallen
actualmente toleradas con sola la autoridad del Ordinario, aunque atendi-
do el literal contexto de la citada ley 12 se debían declarar abolidas, por no
haber intervenido el Real asenso en su erección; con todo será bien cometer-
las al nuevo examen de las Juntas de caridad, para que procure reunirlas
a las Sacramentales de Parroquias, destinando a socorro de los pobres el
caudal o fondo de las que se deban suprimir”.
Y suponía la adopción de las siguientes medidas:
1.- La extinción de todas las cofradías gremiales, al ser consideradas un
obstáculo para el desarrollo de la industria, siendo sustituidos por
montepíos.
2.- Supresión de las cofradías erigidas sin autorización real ni adminis-
trativa, al carecer de autoridad legítima de su fundación, destinándo-
se sus bienes, al igual que los de las anteriores, a Juntas de Caridad
que servirían del socorro de los más necesitados.
3.- Subsistencia de las hermandades aprobadas por ambas autoridades,
siempre que su objeto fuera espiritual o piadoso, sí bien debían
reformarse de los excesos y gastos superfluos, debiendo remitir sus
estatutos al Consejo de Castilla para su examen y aprobación.
4.- También seguirían existiendo las sacramentales, siempre que sus
ordenanzas estuvieran aprobadas por ambas autoridades, y en caso
contrario deberían cumplir con este trámite. La razón de este trato
favorable era el auxilio económico que proporcionaban a las parro-
quias, y el trato privilegiado a favor de estas cofradías deriva de con-
siderar los gastos que realizaban como útiles para la sociedad, pues
garantizaban el culto, ahorrando dinero para la organización eclesiás-
tica. Hemos de tener presente que existía una competencia de las
sacramentales, con las de gloria y penitenciales, pues las imágenes
con más devoción eran las titulares de estos dos tipos de cofradías,
y recibían mucho dinero por limosnas, donaciones y mandas de los
fieles. Esto hecho no era del agrado del clero secular, pues escapa-
ban a su control importantes recursos económicos derivados de la
devoción, o como inversión para la salvación eterna.
174 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

5.- En principio, se debían abolir las cofradías aprobadas solo por la


autoridad diocesana, pero con carácter previo se procuraría su exa-
men por las Juntas de Caridad, donde se estudiaría su unión con las
sacramentales de su parroquia, destinando a socorro de los pobres
los fonos de las que se debían suprimir.

SUSPENSIÓN DE LAS COFRADÍAS DE TRUJILLO Y SECUESTRO DE SUS


BIENES EN 1792
Centrándonos en el movimiento cofrade de Trujillo, el Interrogatorio de
la Real Audiencia de Extremadura nos dibuja un panorama parecido al que
hemos expuesto antes, haciendo saber que su número era excesivo, el
incumplimiento de sus fines piadosos, los conflictos entre la jurisdicción
eclesiástica y real para conocer de las mismas, y la obligación de suprimir
algunas por no estar sus reglamentos aprobados por la autoridad real, aun-
que sí por la diocesana12:
“Diez y nueve Cofradías y otras seis agregadas a ella hay en la ciudad,
yncluyas las que tienen a su cargo los referidos dos hospitales, su gobierno
es el de un alcalde, un escribano de fecho, y cinco oficiales, que se nombran
unos a otros y se dan entre sí las quentas, y auque antes de haora ha cono-
cido en inspeccionarlas el juez eclesiástico, haviendo querido tomar cono-
cimiento la justicia real, ha havido entre ambas jurisdiciones alguna espe-
cie de competencia, por lo que en el día ni una ni otra jurisdizion recono-
cen dichas quentas con la devida formalidad, a excepción de las que se han
expresado, y así sus caudales por la maior parte están entre mayordomos y
oficiales que han sido y ymbertidos en fines impropios de su instituto [...]
para remediar estos perjuicios y abusos que se causan en la distribución de
dichos caudales sería conveniente suprimir la maior parte de dichas cofra-
días, mediante a que no tienen más aprobación que la del ordinario ecle-
siástico, o quando esto no se tubiese por conforme dar a la justicia real el
conocimiento que les compete según las leies del reino y repetidas reales
órdenes, para tomar las quentas de dichas cofradías y aprobarlas en lo que
estubiesen conformes, ebitando abusos y gastos superfluos, desando solo al
eclesiástico en su visita el conocimiento instructivo para ber sí están cum-
plidas o no las cargas piadosas de semejantes hermandades, sin otras tras-
cendencia jurisdiccional, como así esta encargado a los tribunales superio-
res y a los fiscales de Su Magestad el promober estos asumptos”.

12 BARRIENTOS ALFAGEME, G. y RODRÍGUEZ CANCHO, M.: Interrogatorio de la Real


Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Badajoz 1996 Tomo I p. 54.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 175

Con anterioridad a 1792, que fue cuando se realizó este importante


documento, el Consejo de Castilla había conocido de algunos expedientes
sobre cofradías trujillanas, que reflejan las ideas que hemos expuesto13:
“se unió al expediente citado otro que se seguía con separación, forma-
do a instancia del Alcalde y demás oficiales de la Cofradía del Hospital de
la Caridad de esa Ciudad, solicitando aprobación del acuerdo que havian
celebrado, para que en lo subcesivo cada uno que pretendiese recivirse por
Hermano contribuyese por la entrada trescientos reales y dos libras de cera,
vajo cuyo concepto fueron recibidos Josef Gordo, Bernardo Pérez y Pedro
Fernández, y no en otra forma, como havia mandado el Alcalde mayor a
su instancia y aunque con el deposito de dicha cantidad ínterin se obtenía
la aprobación del nuestro Consejo: en cuya razón se pidió informe al mismo
alcalde mayor, que le executo en quanto de Agosto de mil setecientos ochen-
ta y nueve; y mandado entregar el expediente a la parte de la Cofradía de
la Santa Caridad, alego en el, y en este estado fue grande se unió al que
queda referido”.
El 6 de diciembre de 1788 la Sociedad Económica de Amigos del País de
Trujillo presentó una solicitud ante el Consejo de Castilla que refleja como
se daba en la ciudad la situación que hemos descrito y que rebosa espíritu
ilustrado, y su crítica a las cofradías que existían en la ciudad, solicitando
la extinción de todas, con la salvedad del Santísimo Sacramento, Ánimas y
Espíritu Santo14:
“Diez y nueve Cofradías haya existentes en esta Ciudad: otras se an
perdido, y a las dichas les amenaza el mismo infortunio. De todas, no nos
consta haya una sola, que tenga la aprobación de VA, como por varias
Leyes Rs está prevenido, y sin cuya circunstancias no tiene valor su erec-
ción, ni menos se puede considerar apoyada en sólido fundam to su actual
existencia puesto que lo que es vicioso en su principio, no debe consolidar
su possesión aun el tiempo immemorial. De las dichas Cofradías solo hai
tres útiles, la del Ssmo, para el culto de SM; la de las Animas, para las que
estén detenidas en el Purgatorio, suban a ver a Dios por medio de los
sufragios; y la del Espíritu S to para curatiba de los pobres inficionados del
mal venereo.

13 AHN. Consejos Legajo 1448. Mientras que no hagamos ninguna cita expresa, nos estamos
refiriendo a este importante documento.
14 AHN, Consejos Legajo 1448 Expediente formado a representación de la Rl Sociedad de la
Ciudad de Truxillo sobre que se supriman diez y seis Cofradías qe hay en aquella Ciudad sin
Rl aprobación; y qe se le agreguen las rentas de estas pa poder cumplir mejor los fines de su
instituto.
176 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Las dos primeras invierten todos sus caudales en los objetos para que fue-
ron instituidos. La tercera, cumple también con la obra de misericordia de
curar los dichos enfermos, con la mayor exactitud y caridad; pero teniendo
como tiene, muchas, y grandes fincas, que producen cuantiosas rentas, es
forzoso cuente muchos miles sobrantes, después de cumplidas sus cargas,
cuya versación se ignora. Las diez y seis restantes, unas más otras menos,
tienen fincas bastantes para cumplir sus cargas, y sobrantes, no pocos, de
que se utilizan los mayordomos, por cuyo motivo es cada una un seminario
de pleytos: un fomento de coligaciones, para que se perpetúe la mayordomía
entre los de una misma facción: un tácito o expreso monopolio para que el
ajuste de cuentas no haya legal formalidad: y para gastos, bien escusados,
de refrescos, dulces, viscochos, y hachas de cinco libras de cera, que se dan
a mayordomos, diputados, y otros oficiales, con gravísimo cargo e sus con-
ciencias. Semejantes cofradías exigen de Justicia una total extinción; pero
como las cargas a ellas anejas, son, por lo regular, legados píos, que por sus
últimas voluntades impusieron algunos deuotos, se hace forzoso, que aun-
que aquellas se extingan, se cumplan estos”.
Y pedía que se procediera a la supresión de las cofradías que existían, y
que el corregidor pidiera a sus mayordomos cuenta exacta de cuales eran sus
caudales y en que se invertían, con una relación completa de los mismos, que
se formalizaría por dicho corregidor por ante escribano y en presencia de cua-
tro diputados que nombrara la Sociedad Económica, a quienes se entregarían
todos los bienes para dedicarlos a fines útiles que perseguía15:

15 “La Rl Sociedad de amigos del País de la Ciudad de Truxillo, que con vivas ansias desea
llenar el principal obgeto de su instituto, en el fomento de los tres ramos, que por si hacen feli-
ces los Pueblos, como son: Labor, industria, y artes, hallándose sin los precisos fondos que
pudieran poner en acto sus justos deseos; a conferenciado varias veces los medios más opor-
tunos, con que, sin detrimento de tercero, pudiera crear uno, que fuese capaz de soportar los
gastos necesarios, que dada día ocurran, y del remanente, hacer una inversión caritativa, y
cristiana, digna de su zelo, patriótico, y en que ambas Majestades reciban honor, y culto. Esta
Sociedad no conoce más fondo, que la voluntaria contribución de sus individuos, de cinqta
rs annuos, y algunas limosnas que su Illmo director le a librado, a fin de que se compre por-
ción de lino, con cuya hilaza, y texido se ocupen muchos brazos ociosos, de que abunda esta
Ciudad: pero como esta gracia es transeúnte, y el bien que de ella resulta no es transcenden-
tal al beneficio común, tanpoco puede apagar los deseos de este Cuerpo Patriótico, cuya
ardiente caridad apetece un fondo perpetuo con que fomentar los objetos de su instituto, ayu-
dando a los pobres labradores, avivando la industria, protegiendo las Artes, y, sobre todo, eri-
giendo una cassa de Misericordia, para recoger, con el patrocinio de la Justicia Rl, muchas
mugeres holgazanas, y muchachos huérfanos, que ahora sirven de escandalo a los timoratos,
y tropiezo a la juventud, y en dicha cassa serían útiles al Estado, y vivirían con temor de Dios.
Es inegable, Señor, que un fin no puede conseguirse, de modo alguno, sin los medios necesa-
rios: el que la Sociedad pretende obtener de VA lo juzga oportuno para la consecución de los
fines expresados, y tanto sin detrimto de tercero, como se patentiza de lo que ya exponemos”.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 177

“suplica la Sociedad a VA por medio de los que otro comisionados, que


abajo firman, se sirua mandar abolir las sobre dichas cofradías, y a este
Corregidor que pida cuenta exacta a los mayordomos de ellas, de los cau-
dales existentes: deudas en pro y en contra; escripturas de censos; las de pro-
piedad de cassas, tierras o pertenencias que tengan de hecho, y de derecho:
las de arrendamtos y qualquiera otro instrumto que les pertenesca, lo que
junto con los muebles de cada una, y de todas, a saber: cera, aceyte, casu-
llas, frontales, flores para adornos de los altares, albas, amitos, calices,
vinageras, y demás utensilios, formara dicho Corregidor, inventario por
ante Escribano y quatro diputados que nombrará la Sociedad, a la qual
entregará todo lo expresado”.
La petición relaciona las cofradías que por entonces existían en
Trujillo, que eran las siguientes: Santísimo Sacramento, Ánimas, Espíritu
Santo, San Hermógenes y Donato, San Lázaro, Soledad, Piedad, Jesús
Nazareno, Caridad, San José, San Crispín, Remedios, Hombre bueno,
Rosario, San Marcos, Purísima Concepción, Vera Cruz, San Juan, San
Cristóbal. El Fiscal emitió su dictamen el 7 de enero de 1789, proponien-
do que este expediente se uniera al expediente que se siguió en princi-
pio ante el Juez eclesiástico de Trujillo, en autos seguidos a instancias de
Ruperto Martín Barroso con el alcalde y oficiales de la cofradía de San
Lázaro y San Blas, sita en la ermita de la misma advocación, y que termi-
nó conociendo el Consejo de Castilla conforme a lo que hemos expuesto
sobre el regalismo.
Y por este órgano se tuvo conocimiento que la cofradía de San Lázaro
existía sin las licencias necesarias que hemos visto, y se acordó el 18 de
marzo de 1788 que remitieran las ordenanzas originales y un inventario de
sus bienes y derechos:
“de resultas de cierto recurso de fuerza introducido enn el nuestro
Consejo de procedimientos del Juez Eclesiástico de esa Ciudad, en los
autos seguidos ante el por Don Ruperto Mrn Barroso, vecino de la misma
con el Alcalde y Oficiales de la Cofradía de San Lázaro y San Blas de los
Caualleros, sita en su Hermita extramuros de esa Ciudad, sobre que se
admitiese por cofrade se enteró el nuestro Consejo de que dicha
Hermandad estaba fundada sin las licencias necesarias, prevenidas por
la Ley del Reyno, y que sobre las antiguas ordenanzas hicieron los indivi-
duos diferentes adiciones y mutaciones que no tenían aprobación ningu-
na, y algunas de ellas podían dar motibo a discordias y disputas no menos
perjudiciales opuestas a los fines a que se deven dirigir las obras de piedad
y devoción, y para evitar tales incombenitnes se os previno de orden de
nuestro Consejo en la que se os comunicó en diez y ocho de marzo de mil
178 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

ochocientos ochenta y ocho, recogieseis y remitieseis a el originales las


ordenanzas, así antiguas como modernas con que se havia gobernado y
gobernaba dicha Hermandad, con una razón o nómina del número de
individuos de que se componía, y de los bienes que le pertenecían, así
muebles como raíces, alhajas, y demás efectos, y dinero que tubierese en
especie, e informaseis si era conveniente que subsistiese y en que términos,
con lo demás que contenía dicha orden”.
En su cumplimiento, el 20 de noviembre de 1788 el corregidor de
Trujillo practicó una serie de diligencias. En primer lugar, cesó al presbí-
tero don José Masa como administrador de los bienes y rentas de la cofra-
día de San Lázaro, nombrado en su lugar al licenciado don Agustín
Marquéz Vicioso, abogado de los Reales Consejos, siendo este un claro
ejemplo que la política regalista seguida en nuestro país por esas fechas.
El Corregidor no pudo recoger las ordenanzas de manos del citado pres-
bítero, pues estaban en poder de un pariente del último cofrade que había
existido, y verificado las remitió junto con un testimonio de sus bienes.
No pudo informar sobre el número e identidad de los cofrades por no
haber ninguno en esa fecha y haberse extinguido. Finalmente, emitió un
informe que además de permitirnos conocer cuales eran las hermandades
que existían, tiene un carácter demoledor contra ellas, por cuanto pone
de manifiesto cuales eran sus vicios, y habla sobre la conveniencia de su
subsistencia debidamente reformadas, conforme resulta del siguiente tes-
timonio:
“Esta Ciudad es una de las que en el Reyno se hallan más aniquiladas,
tan escasa de havitadores, que haviendo sido una de las más avecinda-
das, en el día no tiene ni aun seiscientos vecinos. Fue el número de sacer-
dotes de más de ochenta, y en el día solo subsisten entre curas y beneficia-
dos, y particulares, cosa de veinte, siendo digno de admirar, habra trein-
ta años no se ordena uno tan solo, de modo que llega el caso de que
muchas cargas de aquellos, se cumplen por los regulares. Se halla con seis
Parroquias, seis Combentos de Religiosas, y un Colegio de Niñas huérfa-
nas: quatro de Religiosos, y un Hospicio de enfermería de Agustinos
Recoletos; y se halla con las siguientes cofradías: a saber: San Lázaro, San
Chrispín, la Cruz, la Purísima Concepción, la del Rosario, la de los
Remedios, la Soledad, la de Jesús, la de los Santos Mártires Patricios
Hermógenes y Donato, la de San hombre bueno, la de San Juan, la de San
Marcos, la de la Piedad, la de S n Cristóbal, la de San Dimas, la de S n
Josef, la del Espíritu Santo, la del Santísimo Sacramento, la Carid d, y la de
Animas, que por todas son veinte, a las quales están agregadas algunas
memorias, que tiene crecidas rentas. Cada una de estas Hermandades
tiene sus ordenanzas, que son por las que se gobiernan, y rigen: Nombran
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 179

cada una las Vísperas de sus advocaciones, seis hermanos que son un
alcalde, dos diputados, un mayordomo de arca, otro de cera, y un escri-
bano, y son los mismos, por quien se administran sus rentas, y autorizan
sus funciones de su instituto. En este supuesto siendo el fin principal para
que se establecieron estas cofradías, el de que con ellas se diese culto a
Dios y a sus Santos, y se hicieren obras de piedad por vibos y difuntos, y
exercios del servicio a Dios, para cuyo efecto muchos fieles deuotos han
dejado mandas pías de misas, solemnidades eclesiásticas, y otras obras del
Divino Culto, mandándolas para su execución muchos bienes de que
gozan; ello es que aunque el fin fue tan bueno, la execucion es en extre-
mo opuesta, pues en primer lugar los oficiales de estas confraternidades,
bien por el apego al mando, o la manejo de los intereses, vinculan en sus
casas estos oficios, perpetuándolos sin salir de ellos en muchos años, de
que comúnmente se siguen notorios litigios sobre reelecciones; en segundo
consumir mucha parte de sus rentas en refrescos, comidas de excesiva
consideración, en que se invierte el orden regular, y se falta al devido
culto: en terzero se dilatan en dar las quentas que se toman entre ellos, y
ellos pasándose estas in el menor reparo, glosa, ni adición, a motibo de
guardarse unos a otros esta urbanidad para que así lo egecute con ellos
quando sucedan en estas mayordomías. Si a alguno se las reparan, o
intentan cobrar sus alcandes, se resisten con litigios importunos que sos-
tienen a costa de las rentas de las cofradías, haciéndolos perpetuar en tér-
minos que nunca se finalizan, queando con esto sin exigirse semejantes
alcanzes y defraudadas las rentas, y el Divino Culto parado, hazen entre
si tal liga y parcialidad, que siendo su fin el referido, y conservar una paz
y tranquilidad perpetua; desunida esta se abrazan en litigios aniquilan-
do con esto las rentas, y quedan sin efecto los fines de su destino, pues en
el día hay Cofradía que tiene contra si hasta cinco pendientes; hallándo-
se con recisión de mantener los pobres enfermos que se curan en el
Hospital agregado a ella, que es el de la Caridad, y por esto, y los excesi-
vos gastos en refrescos, no se curan los correspondientes.
Dejo aparte otra que se verificó, hallándose el Arca de caudales en poder
de un mayordomo hauerla roturaado a golpe de escoplo, y sacando más de
quatro mil reales, y fugurar después haverla robado.
A todo lo dicho se llega estar estas Hermandades erigidas sin las lizen-
cias de VA contra lo prevenido en buestras savias Leyes, terzera y quarta del
Libro Octavo, título catorce de la Nueva Recopilación; de modo que así por
el mucho número de ellas, como por lo referido, sería conveniente mandar-
las recoger i guardarlas reducidas al número que hablando sobre estas, las
Constituciones sinodales de este Obispado, las quedó reducidas que heran
quatro; y en esta Ciudad con esta quatro estaría el Culto Divino servido
180 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

como debe, que serían las Animas, Santísimo Sacramento, Santos Patricios,
y Espíritu Santo; y aun estas con intervención, y sin manejo de sus oficiales,
sujetos a librar para sus funciones; con lo que quedarían enteramente qui-
tadas estas coligaciones, que causan tantos ruidos y desavenencias, que se
produzen de las continuadas reelecciones de unas misas familias, y parcia-
les, las quales recogidas, puestas vajo la mano de su celoso administrador
con las memorias de ellas anexas, podían por este cumplirse sus cargas,
celebrarse los oficios por los Herm os que fuesen faltando hasta que se extin-
guiesen; sobrar muchos intereses que podían tener la aplicación que estima-
se a VA; el qual Administrador sebería anualmente dar quentas a la R l
Justizia lo que no hacen aquellos, pues se las dan unos a otros, y de aquí
proviene su mal régimen, y notorios costos en refrescos, y comidas, havien-
do asimismo Cofradía que es la de la Cruz, que por Semana S ta contribuye
a todos los Hermanos con una libra de dulces, una docena de vizcochos, y
un frasquete de rosoli, y a sus seis oficiales además de los dicho, con una
vela de cinco libras.
Por esto, contentado a VA soy de parecer (salvo el de VA) no debe subsis-
tir la de Sn Lázaro, lo uno por quanto ya hoy ha quedado enteramente sin
Herms. Lo otro por haver estado establecida sin de VA; y lo último, por qto
todas sus Constituciones y Ornzas, pugnan contra unas savias leyes, y dispo-
sizs Rs particularmte los Capítulos primº, segdo, terzº, y quarto, folio setenta
y sietehta el setenta y nueve, en que se manifiesta el dominio más expotico
que puede darse sin reconocimiento de superioridad a otro que su Alcalde,
con inivicion a otra Real Jurisdicción. El capítulo diez y seis folio noventa y
uno hta el noventa y siete, a producido fatalísimas consequencias, pleytos, y
desazones, pues tratándose en el de la entrada de los Hermanos, y de sus
caudales, los oficiales se exceden en el modo por que, que fuesen de esta
Ciudad los Pretendientes, o de fuera pte, a todos los hacian unas pruebas ins-
critis, aun más delicadas que si fuesen para un Havito, de que resultaban
muchos descubrimientos, que alteraban la paz, y dañaban a muchas fami-
lias honradas. Los Capítulos veinte y dos, veinte y tres, veinte y quatro, vein-
te y cinco, veinte y seis, lo que se colige de su contexto, parece contra Justicia
y especie de depotismo, y no haver reconocido Superioridad más que a sus
Alcaldes; de que sin duda por falta de sugeccion vienen estos graves daños a
la república, y notorio desenfreno con que en la actualidad se han estado
versando estas Hermandades, que hiran creciendo si VA no toma la savia
providencia de mandarlas recoger todas, o hazer en todo lo que fuere de su
Real agrado; que en quanto puedo informar a VA. Trujillo y noviembre vein-
te de mil setecientos ochenta y ocho. Señor Juan de Cervera
El 10 de marzo de 1791 el Consejo de Castilla acordó que el corregi-
dor de Trujillo remitiese informe sobre el número de oficiales de las
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 181

cofradías de la Caridad y Espíritu Santo, cuales eran sus rentas y cargas,


así como los bienes y efectos que les eran de su propiedad16. El 26 de
marzo de 1791 se recibió en Trujillo ese requerimiento, y el 28 de marzo
el corregidor don Juan Cervera, acordó que el escribano pasase al domi-
cilio del caballero que por entonces ejercía de mayordomo de la cofradía
del Espíritu Santo, para que informase sobre los particulares que hemos
señalado, debiendo actuar de igual modo con el de la Caridad y demás
cofradías17, notificándose esta resolución ese mismo día a través de las
siguientes personas: Martín de la Cruz, cofradía de San Crispín; Agustín
Triposo, la Purísima; Juan Torres, Rosario; Francisco Valera, Soledad;
Antonio Quintero, Remedios; Francisco de Soria, Santos Mártires; Juan
Andrada, Jesús Nazareno; Andrés Iglesias, San José; Ramón Uberte,
Santísimo Sacramento; Donato Díaz, Animas; Martín de la Cruz, Caridad;
Vicente Rentero, San Juan; Juan Paredes, Piedad; José Muñoz, Vera Cruz;
Francisco Valera.
El 13 de abril de 1791 comparecieron ante el escribano público Antonio
María Jerez de Garay distintos responsables de las cofradías18, otorgando el
correspondiente poder a los procuradores don Pedro Gregorio Bernet y

16 “mandamos remitáis con la posible brebed al nro Consejo por mano del Ynfrascripto nro
Srio nómina del numº de sirvientes que tienen las cofradías de Caridad y Espíritu Sto, y de
todas sus rentas y cargas, con expresión clara e individual del estado y valor actual en venta
y renta de sus respectibas casas, su capacidad, y si para la reunión de una y otra será nece-
sario hazer algunas obras, a cuyo fin dispondréis se reconozcan y tasen por Peritos, infor-
mando asimismo al nro Consejo con justificación, que bienes y efectos pertenecen a las demás
Cofradías, acompañando certificación de su valor tambien en renta y venta, como igualmen-
te de las respectibas cargas que tubiesen, con lo demás que sobre el particular se os ofreciere
y pareciere, cuyas diligencias haréis con citación del Patrono”.
17 “el presente essno pase a las casas del cauallero que en la actualidad ejerza el cargo de
mayordomo de la Cofradía del Spíritu Santto, y precedida la attención correspondientte, le
hara sauer presente nómina expresiba del número de siruientes que ttiene citada cofradía,
de sus rtas y cargas, en que consistten. Los mismo se hará saber al que lo sea de la Caridad y
Hospital, hará que del mismo modo presentten otra igual que hagan ver los hermanos siruien-
tes, sus rentas y cargas y esttado. Y para heuittar confusiones con respectto a prebenirse igual
diligencia respecttiba a las demás, nottifiquese a los mayordomos de ttodas presentten en el
ttérmino preciso de segundo día relación que acreditte el número de hermanos siruienttes,
renttas y cargas que en la actfualidad tiene con expresión de acttual estado sin omittir casa,
cerca, dehesas, censos y demás, y de quando estte dotadas”.
18 “Vizente Ximenez por la de Nuesttra Sra de la Piedad Franco Ximenez por la del Rosario,
zittado Vizentte por la de Sn marcos, Luis Garzia por la de Sn Crispín, Juan Andrada por la
de Jesús, Pedro Robles por estta y aquella por la de los Remedios, por la de los Stos Pattrizios
Dn Pedro Sta Ana, por la del Sacharmentto Dn Joséf Muñoz, por la de la Soledad Vizentte
Robles, por la de la Cruz Dn Diego Bello, y por la de Sn Juan la Concepción San Josef, Sn
Chirsttobal y Sn Hombre”.
182 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Carlos Muñoz Calderón, para que los representaran en el expediente19. Y


solicitaron en primer lugar se les entregase para poder formular sus preten-
siones, y señaló que la forma de proceder contraria a las cofradías se podía
deber a una actitud torticera de quienes en su día no fueron admitidos
como miembros de ellas20.
Con respecto a la cofradía del Espíritu Santo, el escribano se trasladó
al domicilio de don Diego María de Zurita y Orellana, “y hauiendo dado
el recado a su criado Fran co Amarilla, por estte se me debolvio el que
desde luego me daba su S ria la ora de las nuebe de la mañana del siguien-
te día”. Entonces le hizo saber el objeto de esa diligencia, a lo que le res-
pondió lo siguiente21: que la del Espíritu Santo no era una cofradía aun-

19 “dan y conceden todo su Poder cumplido amplio general uast ttante al que por dro se
requiere más puede y debe ualer a Pedro Gregorio Bernett y Carlos Muñoz Calderón,
Procuradores de estte Número para que a sus nombres representtando sus propias personas,
acciones y dros de dichas cofradías se muesttren parte en este Tribunal, y pidan que para la
precisa defensa justtificacion, justtificaciones o otras gesttiones que sean nezesarias para
hacer uer por uia de insttrucion al Real y Supremo Consejo, el exactto cumplimientto que ha
ttenido los ottgorgantes el desempeño como sus anttecedenttes el desempeño como sus antte-
cesores de los respecttibos empleos que han esttado a su cargo, se les enttregue la Real
Prouision con las demás diligs que la subsiguen, presenttando para ello si necesario fuere
pedimenttos, instrumenttos, testtimonios, tgos y prouanzas, oigan auttos y sentencias”.
20 “Qe mis ptes han sido requeridos pr este Tral sobre presentaciones de relaciones, libros y
documentos concernientes a el conocimiento de su gobierno activo, fondos actuales, rentas
anuales, y modo de conducirse en ellas, y aun según noticia se preparan de oficio, y a costa
de dichas cofradías muchas diligencias como son tasaciones de sus fincas y otros actos proli-
jos qe averigüen su estado, todo lo qual parece se funda en decreto del Supremo Consejo, moti-
vo de informe qe ha sugerido la intrepidez de algunos malos y contrarios qe tal vez esconden
su ojeriza y conspiran a la ruina de las Cofradías pr no han sido admitidos en ellas o pr qe
han padecido racionales repulsas en consequencia de sus reprehensibles procederes, torcidos
y perjudiciales manejos y respecto a qe en materia tan escrupulosa y grave no puede menos
de ser conforme a el espíritu de las superiores órdenes, y preciso en dro a la legitimidad de las
determinaciones preparadas qe sede alguna audiencia aunqe puramente instructiva y suma-
ria a las referidas Cofradías y confraternidades de cuio perjuicio y conducta se trata, mos-
trándome parte por todas ellas, pido el expediente, y en interin protesto, con la devia venia,
la nulidad de quanto se actue contradiciendo en forma la manifestación de papeles y demás
diligencias preparadas con reserva de promover en apelación o según haia lugar el recurso
corresponte a la superioridad de el Consejo, en cuia atención = Supco a VS se sirva habiendo
pr presentado el poder qe me avilita para esta contradicción, mandar se me entregue el expe-
diente citado bajo las protestas y reservas echas ps asi es de Justicia qe pido costas y juro &”.
21 “pase a las casas del Ylte Sor Dn Diego María de Zuritta, y encontrando a su Sria en su
Gabinette y dichole que precedida la urbanidad deuida, tenía que notificarle por el concepto de
alcalde de la Hermandad de Caualleros nottorios Hijosdalgo ziertta real Prouision de los Sres
del Real y Supremo Consejo, y autto probehído a su conttinuación por el Cauallero Corregidor,
me expresó Su Sria lo pusiese en ejecución y con efectto hauiendo leído a la letra uno y otro”.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 183

que se le conociera por ese nombre, pues para ser miembro era preciso
estar reconocido como caballero; que no participaban con pendones o
cruces en los desfiles y procesiones que tenían lugar en Trujillo; tampoco
existía distinción entre hermanos y oficiales pues todos ejercían esas fun-
ciones; su fin exclusivo era atender al hospital del Espíritu Santo que esta-
ba a su cargo; que no recibían ninguna compensación económica, ni exis-
tían contiendas entre los hermanos:
“que la Congregación de el Espírittu Santto que por voz común genérica
o familiar se llama Cofradía es por su consttrucción y gouierno disttintta,
exttraña y aun incompatitible con las demás hermandades y cofradías que
se conocen, tantto en esta ciudad quanttto en los demás pueblos de la
Prouincia. Estta tiene por preciso constittuttibo que no haya de ser indibi-
duo de ella, sino el Cauallero nottorio que por título formal y anejo a sus
mayorazgos le perttenezca la enttrada de forma que la qualidad de herma-
no de ella, a sido y es el acto posittibo de nottorio hijodalgo; se fundó y
aumentto con legados y mandas que la han hecho los aszendienttes de los
mismso que ttienen tittulo de entrada; no usan de cruz o pendón ni concu-
rren a las procesiones públicas enttierros, no ai en ella disttincion de her-
manos y oficiales, pues ttodos prmiscuamte ejerzen las funciones de su ins-
tituto y direzcion; se reduze su objeto a las hospittalidad de enfermos toca-
dos del mal uenerio para lo qual hai un hospittal sumpttuoso y casa para
una capellán que cuida de la asistencia y gastto de enfermos en su tempo-
rada que es desde Pascua de Resurrección hasta la del Espíritu Santto; aquí
no ai emulación emolumenttos, solicittud de empleo, ni otras junttas que no
ttienen conttienda ni gasttos, pues en ttodo reina la buena armonía, gene-
rosidad y lustre de los hermanos; todo lo qual es público y nottorio y por lo
mismo no son adopttadas a estta congregación las providencias que miren
a el arreglo y subsistencia de las cofradías ordinarias, y con qualquiera
nobedad que se hiciera resultaría el extterminío de ella con grauisimo per-
juicio de la causa pública y del esttado, por lo qual espera la congregación
de caualleros del Espirittu Sto que el Sor Corregor informe a la superioridad
en tterminos que se escuse la equivocación que se notta en mezclar estta
honorífica hospittalidad con las prouidencias conzernienttes a el arreglo de
las demás cofradía”.
En esos mismos términos se expresó don Juan Cervera, al manifestar el
corregidor que la del Espíritu Santo no era en realidad una cofradía22. En
virtud de las razones expuestas, el 23 de mayo de 1791 el corregidor acor-
dó que no se considerara como cofradía a la congregación del Espíritu

22 Apéndice Documental, documento nº 13.


184 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Santo, y no siendo de aplicación lo dispuesto en la resolución de 10 de


marzo de 1791 que antes hemos visto23, dejando testimonio de lo actuado
en el archivo de esta congregación:
“Doy fe, que en este de la fha, estando en la casa Hospitalidad q e dicen
del Espíritu Sto y en una de sus piezas altas, en qe se halla el Archivo de
papeles concernientes a ella y presentes los Ylustres S res Dn Diego María de
Zurita, Cavallero del avito de Sn Juan, como alcalde de dicha Congregación
de Hospitalidad Dn Ares Josef de Quiñónez, Marqs de Lorenzana, Dn Josef
de Mendoza Ijar [...] Barrantes, hermanos de ynsinuada congregación y D n
Bartt olome de Xerez Garay su Capellán, abierto q e fue dicho Archivo se
introduxo por mi en el la Rl Provisión qe anterior consta testimoniada y así
ejecutado dichos Sres bolbieron con sus respectivas llaves a zerrar mencio-
nado Archivo, todo lo qual lo pongo por diligencia que firmó en esta de
Truxillo y maior veinte y nuebe de mil setecientos nobenta y uno = Sigue
firma de Antonio María de Xerez Garay”.
En la rica documentación conservada en el Archivo Histórico Provincial
de Cáceres, disponemos de elocuentes testimonios documentales que reite-
ran el ambiente que antes hemos descrito, que se refieren a la cofradía de

23 “En la Ciudad de Trujillo en ueintte y tres días del mes de maio de mill settecien ttos
nobenta y uno el Señor Dn Juan de Ceruera, Corregidor de ella y su parttido por su
Magesttad por antte mil el Essno dijo: A recibido Su Sria en estte día por requerimientto que
se le a hecho por Dn Diego María de Zuritta, Cauallero del Abitto de Sn Juan y Alcalde de
la Congregación de Caualleros Nottorios HijosDalgo de la tittulada Espírittu Santto en estta
con la antterior real Prouision de los Señores del Real y Supremo Consejo por la que se pre-
viene y manda, no se ttenga dicha Congregación por comprendida en las demás Cofradías
que trata la real Prouision de diez de marzo de este presentte año con otros partticulares
que en ella se conttienen, y obedeciéndola Su Señoría con el respecto deuido, por antte mi
el Essno dijo: Que se guarde, cumpla y ejecute en ttodas sus parttes y para que así se beri-
fique deuia Su Señoría de mandar y mando que prouiendose por el presentte Ess no testti-
monio en la pieza General de la antterior real Prouision, y estte su autto de cumplimient-
to, se entregue original al insinuado D n Diego de Zurta, como tal alcalde de mencionada
Congregación, uin poniéndose en su Archibo por dicho presente essno de que dará fee, con
asisttencia de otros Caualleros Congrenganttes, o por recibo q e a su conttinuación pondrá
el ya cittado Dn Diego de Zurita y mediantte lo que se manda por lo respecttibo a las
demás Cofradías antes de enttregar estta se hará saber a los alcaldes y mayordomos de
ellas el pago de derechos que a cada una respecttiba se le manda hacer para que conclu-
sa la operazión y entrega de recibos que dará el presente essno no duden de lo mandado
por el regio y Superior tribunal, pues por estte que su S ria firmo así lo proveyó y mando doi
fee= Juan de Ceruera = An te mi = Anttonio María Xerez Garay = Que lo inserto es con-
forme con dicha Rl Provisión y cumplimto qe por aora queda en mi poder y oficio a que
me remito y en fe de ello y el mandato judicial doy el presente qe signo y firmó en esta de
Truxillo y mayo veinte y cinco de mil setecientos nobenta y uno”.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 185

las Ánimas Benditas del Purgatorio24. Además de los indicados, destaca el


incoado de oficio por el Fiscal de la Real Audiencia de Extremadura sobre
la erección y ordenanzas de las cofradías del Santísimo Sacramento, San
Hombre Bueno, Caridad y Purísima Concepción25, y de los que hemos rea-
lizado un trabajo preliminar que publicamos en los XXXIII Coloquios
Históricos de Extremadura26:
“en aquella Ciudad existen las Cofradías del Santísimo, de San Hombre
Bueno, de la Caridad y de la Purísima, y siendo importante para el cumpli-
miento de las Reales Ordenes el saber si están erigidas y fundadas con auto-
ridad real y legítima aprobación de sus ordenanzas comprende también el
Fiscal que se podrá mandar a dicho Corregidor recoja sus ordenanzas y las
remita originales a esta Real Sala para en su vista se acuerde lo que corres-
ponda a cuyo fin el presente Escribano de Cámara se forme un ramo sepa-
rado o se resolverá sobre todo lo más acertado.
Fue promovido a consecuencia del recurso contra la sentencia dictada
en pleito entablado por Baltasar Sánchez y consortes, contra los alcaldes y
oficiales de la cofradía de las Ánimas Benditas del Purgatorio sobre nulidad
en la elección del mayordomo del arca, que esta fechado en 1791. Una vez
apelada la resolución judicial dictada en el citado procedimiento27, el Fiscal

24 AHPC Real Audiencia: Legajo 159, n º 4, Andrés Robles contra el alcalde y oficiales de la
cofradía de Ánimas sobre elección de alcalde y diputados para el año 1792; la cofradía de
Ánimas contra Ramos Aperte su mayordomo; Legajo nº 166 nº 4 Baltasar Sánchez y consor-
tes, alcalde de la cofradía de Ánimas contra Andrés Robles sobre nulidad de la elección del
mayordomo del arca; Legajo 166 n º 7, La cofradía de Ánimas contra Andrés Retamosa sobre
el pago de los arrendamientos de unas cercas propiedad de la cofradía; la cofradía de Animas
contra Ruperto Martín Barroso para que se le obligue a acepar el cargo de mayordomo de
arca para el que fue nombrado, Legajo 167 n º 1; Juan Antonio Suárez Figueroa y otros con-
tra la cofradía de Ánimas sobre pertenencia de los bienes del vínculo fundado por Manuel
Rodado y su mujer Antonia Sanz.
25 AHPC. Real Audiencia, Legajo 166 n º 5, año 1792: El Fiscal de SM sobre la erección y orde-
nanzas de las cofradías del SSmo, de San Hombre Bueno, de la Caridad, de la Purísima”.
26 CANTERO MUÑOZ, A.: Conflicto entre las ideas racionalistas de la Ilustración y las mani-
festaciones de religiosidad popular. La suspensión de las cofradías de Trujillo a finales del
siglo XVIII. En XXXIII Coloquios Históricos de Extremadura Badajoz 2005, pp. 97-113.
27 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 5: “Certifico que ante los Señores Regente y oydores
de ella se han seguido autos entre Andrés Robles, vecino e individuo de la Cofradía de las
Ánimas de la Ciudad de Truxillo y Manuel Díez su procurador de la una parte, y y Baltasar
Sánchez, Bernardo Pérez y Juan de Torres de la misma vecindad, alcalde y oficiales de la
enunciada Cofradía y Josef Cisneros su Procurador de la otra; sobre nulidad de la reelec-
ción de mayordomo de arca hecha en Donato Díaz y demás controvertido en los menciona-
dos autos: los quales fueron seguidos en el Juzgado del Alcalde Mayor de aquella Ciudad; y
de la Sentencia difinitiva que dio en ella, se interpuso apelación por los referidos Alcalde y
186 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

redactó su informe fechado el 31 de octubre de 1792 que se convirtió en


Auto el 3 de diciembre, y cuyo tenor literal era el siguiente:
“que en aquella Ciudad existen las Cofradías del Santísimo, de San
Hombre Bueno, de la Caridad y de la Purísima, y siendo importante para el
cumplimiento de las Reales Ordenes el saber si están erigidas y fundadas
con autoridad real y legítima aprobación de sus ordenanzas comprende
también el Fiscal que se podrá mandar a dicho Corregidor recoja sus orde-
nanzas y las remita originales a esta Real Sala para en su vista se acuerde
lo que corresponda a cuyo fin el presente Escribano de Cámara se forme un
ramo separado o se resolverá sobre todo lo más acertado”.
El 3 de diciembre de 1792 se dictó otro Auto que acordaba que el
corregidor de Trujillo, remitiera al Fiscal las ordenanzas originales de las
cofradías del Santísimo, San hombre bueno, Caridad, Purísima Concepción
y cualquiera otra que existiera, para comprobar que estaban aprobadas
por la autoridad real. Tal cargo era desempeñado por don Andrés Miñano
y de las Casas, capitán de guerra y subdelegado de rentas reales, que
entonces se encontraba en Medellín, y acusó recibo su recibo el 13 de
diciembre. Al día siguiente dictó Auto en cuya virtud todas las cofradías
trujillanas debían entregar en el plazo de dos días sus ordenanzas origina-
les al escribano Antonio María Díaz, notificándose esta resolución en los
tres días siguientes, lo que nos permite conocer la identidad de sus repre-
sentantes:
Ramón Aparte y Arbiol, alcalde de la cofradía de la Caridad; Juan
Fernández Blázquez mayordomo de la cofradía de san hombre bueno;
Diego Chamorro alcalde de la cofradía de San Marcos; Diego Pozo Cortina,
alcalde de la cofradía del Santísimo Sacramento; Francisco del Corral
Atalaya, escribano de la cofradía de la Vera Cruz; José Sanabría alcalde de
la cofradía de las Ánimas; Pedro de Robles, escribano de la cofradía de
Jesús Nazareno; Jerónimo Retamosa, oficial de la de San Juan; Baltasar
Sánchez, alcalde de la cofradía del Rosario; Agustín de Soto y Loaisa, oficial
de la cofradía de la Purísima Concepción; Jerónimo Gutiérrez Cañadas de
Nuestra Señora de los Remedios; Francisco Varea, mayordomo de Nuestra
Señora de la Soledad; Juan Iglesias escribano de la cofradía de San José;
Juan Mateo de la Cruz, escribano de la de San Crispín; Francisco Aviles y

 oficiales, que mejoraron en esta Superioridad, y a virtud de Real Provisión se remitieron


los citados autos originales emplazadas las partes: y sentenciados y conclusos recayó Auto
para mexor probeer mandando remitir otros autos seguidos en el año de setecientos ochen-
ta y ocho sobre elección de la misma mayordomía de arca y también las ordenanzas origi-
nales de dicha cofradía: todo lo qual efectivamente remitido se mandó pasar con los autos
al Fiscal de S M quien puso su respuesta”.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 187

Tobías, mayordomo de los Santos Mártires; Agustín Márquez Vicioso, admi-


nistrador de la cofradía de San Lázaro; el conde de Quintanilla Rodrigo de
Mendoza, alcalde de la cofradía del Espíritu Santo.
Recogidos esta documentación, fue enviada el 20 de diciembre a la Real
Audiencia de Extremadura, salvo las de la Caridad28, San Lázaro29 y Espíritu
Santo30, pues como hemos visto se encontraban por entonces en el Consejo
de Castilla31:
“Remitto a Vs las ordenanzas originales de las cofradías de esta Ciud
tituladas del SSmo, Sn Hombre bueno, Purísima Conzapezon, Sn Cristtoual,
Sn Marcos, la Cruz, Animas, Piedad, Jesús Nazareno, S n Juan, el Rosario,
los Remedios, la Soledad, Sn Joseph, San Crispín, Los Mártires, las que entre-
gará el conductor del correo ordinario con las Diligenz s en su razón prac-
ticadas, faltando unicamte las de la Charidad, Sn Lázaron y Spíritu Santo
que no han podido facilitarse pr hallarse las de las dos primeras en el
Supremo Consejo de Castilla, y las esta última, p r el mottiuo qe expresa en
su respuesta el Conde de Quintanilla su actual Alc e o Presidte Vs podrá
ponerlo ttodo en nottiza de los Sres del Real Acuerdo para qe en su vista det-
terminen y manden lo que sea de su superior agrado”.
Por Auto de 21 de diciembre de 1793, se dispuso que el Fiscal informa-
se sobre el objeto de este nuevo pleito, cuyo dictamen fue emitido el 8 de
enero de 1794, y tras expresar que las cofradías de la ciudad carecían de

28 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 5: El 14 de diciembre se notificó el Auto anterior a


don Ramón Aperte y Arbiol como alcalde de la Cofradía de la Caridad, que manifestó que
las ordenanzas de la citada cofradía se hallan hace tres años en el Consejo de Castilla.
29 El 18 diciembre se practicó la notificación con el licenciado don Agustín Márquez Vicioso,
abogado de los Reales Consejos y administrador de la Cofradía de San Lázaro “de ella que
enterado dixo no puede hazer entrega e las ordenanzs de dicha Cofradía mediante a que
estas se hallan en el Real y Supremo Consejo de Castilla cosa de tres años por mandado de
aquel Superor Tribunal y pa que conste lo firmo en dicha Ciudad de que doy fee”.
30 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 5: “En dicho Ciud día mes y año, yo el Esno pase a
las casas de Dn Rodrigo de Mendoza, Conde de Quintanilla d esta vezd Alce actual de la
Cofrada del Espíritu Santo de ella a qn notifique el Real Decreto y auto de su cumplimto qe
anteceden y enterado de su contenido dijo qe en obedecimto de Superior mandato de los Sres
del Real Acuerdo de la Audiencia de S M y el de el SorCorexor qe antecede devia hazer preste
el qe la Cofradía del Espíritu Santo de qe el Alce no se tenía por tal, y si una congregación
entre los Caualleros Ylt de esta ciudad como lo tiene declarado el Real y Supremo Consejo de
Castilla por cuia razón no podía hazer entrega de sus ordenanzas, ínterin y hasta tanto qe
los Señores del Rl acuerdo de dicha Audiencia cerciorados de lo Expuesto en esta otra cosa se
siruiesen preceptuar y para que conste lo firmo doy fe”.
31 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 5.
188 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

aprobación en debida forma, proponía la adopción de una serie de medi-


das cautelares32:
“El fiscal Ynterino de este expediente dice: Que ha reconocido las
Ordenanzas de las Cofradías de Sn Chirstoual, Sn Hombre bueno, San
Marcos, Santísimo Sacramento, Sta Vera Cruz, Nuestra Sª de la Piedad,
Jesús Nazareno, Sn Juan Bautista y Sn Juan Euangelista, Nra Sra del
Rosario, de la Concepción, de los Remedios, de la Soledad, y Santísimo
Nombre de Jesús, Sn Josef y el Santo Angel de Guarda; Santos Mártires
Crispín y Crispiniano, Sn Hermógenes y Donato, y de las Animas, fundadas
en la Ciud de Trujillo y confirmadas por el ordinario Eclesiástico del
Obispado de Plasencia: y como todas ellas carecen de autoridad real y apro-
bación del Supremo Consejo de Castilla, están comprendidas por lo mismo
en la Resolución de S M de 9 de Julio del año de 1783 donde se manda que
estas Cofradías se examinen, arreglándose antes las ordenanzas convenien-
tes con aprobación del Consejo y que todo esto se haga con suspensión inte-
rina de sus Juntas y secuestro de sus bienes hasta se vea y decida si convie-
ne suprimirlas, comutarlas o auilitarlas. A cuio fin entiende el Fiscal
Ynterino que el Rl Acuerdo podrá mandar se libre Prouisión cometida al
Corregidor de la expresada Ciud de Trujillo para que pr ante Essno de su
satisfacción haga sauer dicha suspensión a los Mayordomos, Secretarios y
demás qe tengan empleos en las citadas Cofradías, apercibiéndoles que no
celebren Juntas, fiestas eclesiásticas ni profanas, ni admitan cofrades, reco-
jan limosna, ni practiquen acto alguno de los que hayan acostumbrado
hasta el presente, bajo la multa de doscientos ducados de efectiva exacción,
y demás penas que haya lugar en caso de contravención. Notifique también
a los Curas Párrocos y otras personas a quienes corresponda, no permitan
en manera alguna que se celebren en las Iglesias funciones a título de las
sobredichas Cofradías. Nombre asimismo Depositarios que sean personas
legas llanas y aborradas de cuenta y riesgo del propio Corregidor p a que
tenga en secuestro respectiuamente los vienes, les administren, cobren las
rentas y reciuan las cuentas con obligación de remitirlas p a su aprobación
a estas Superioridad. Haga saber igualmte a los interesados que si apetecie-
ren usar de alguna acción así en quanto a la subsistencia de las Cofradías
como en lo perteneciente a ordenanzas, acudan a dicho Supremo Consejo:
y por lo que hace a cuentas, alhajas y demás puntos relatiuos a las mismas
propongan las instancias o dro que les sufrge en este R l Acuerdo: todo lo
qual haga entender al Ayuntamto de aquella Ciud pa que contribuía a
zelar ser la obsseruancia de esta prouidencia, haciéndose responsables a los

32 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 5.


EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 189

Capitulares de qualquiera infracción sino dieren cuenta desde luego q e


ocurra. Y que practicadas todas estas dilig s que deberán ser a costa de las
mismas cofradías y euaquarse dentro de quinze días las remita a esta
Superioridad. Finalmente podrá mandar el Real Acuerdo que dentro del ter-
cero día acrediten las Cofradías de la Caridad y S n Lázaro tener remitidas
sus ordenanzas al Supremo Consejo como lo exponen: y que la Cofradía o
Congregación del Espíritu Santo presente un testimonio con inserción literal
de la declaración del mismo Consejo e cuia uirtud intenta eximirse de esta
ley común, o como fuere más acertado.
El 9 de enero de 1794 la Real Audiencia dictó Auto, que ordenaba al
corregidor de Trujillo que por cuanto en las ordenanzas examinadas solo
constaba la aprobación del obispo de Plasencia, de conformidad con la
legislación vigente sobre cofradías y hermandades, se practicaran las pro-
puestas por el Fiscal en los siguientes términos33:
• Suspender las juntas de gobierno de las cofradías de Trujillo y pro-
ceder al secuestro de sus bienes.
• Que se secuestren sus bienes y rentas, nombrando depositarios que
cuiden de su administración, que debían rendir cuentas anualmente
y presentarlas a la Real Audiencia.
• Que se sigan cumpliendo con las cargas espirituales de las cofradías,
además de las establecidas en sus ordenanzas, que serían sus únicos
gastos permitidos.

33 AHPC. Real Audiencia Legajo n 166 nº 5: “Líbrese orden al Corregidor de la Ciudad de


Trujillo para que suspenda las juntas, funciones, empleos y oficios de todas las cofradías de
dicha Ciudad, y secuestre y deposite sus bienes y rentas cuidando de que los depositarios
Administradores que nombrase den quenttas anualmente con la formalidad que correspon-
da, y de su resultado de noticia a esta Superioridd providenciado que se cumplan las cargas
y sufragios que tuviesen dichas cofradías por fundaciones o agregaciones particulares, y de
ningún modo de las que únicamente se hallan establecidas por las ordenanzas con que hasta
aquí se han gouernado, o por costumbre, o decretos de las mismas cofradías; sin permitir
otros gastos de qualesquiera especie qe sean y haga sauer a sus Mayordomos o hermanos
mayores, que si deseasen la subsistencia de dichas Cofradías soliciten para ello la correspon-
diente licencia del Consejo, exceptuándose por ahora de esta regla general las Cofradías del
Santísimo Sacramento y Animas, que podrán continuar sus funciones libremente por el tér-
mino de seis meses, dentro del qual soliciten en dicho Supremo Tribunal la correspondiente
previsión y la haga costar. Y por lo respectiuo a las Cofradías de Sn Lorenzo(sic), la Caridad
y Espíritu Santo que han acreditado hauer recurrido al Consejo para la aprouacion de sus
ordenanzas y obtención de licencia para su subsistencia se les permite continúen en su exer-
cicio por el tiempo de un mes, dentro del qual hayan de hacer constar estar autorizadas por
el Consejo, y no lo haciendo el Corregidor los haga cesar y suspender sus funciones como a
las demás, poniendo en depósito y administración sus bienes y rentas, remitiendo a la maior
breuedad un esttado puntual de lo que cada una consista”.
190 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

• Que se haga saber a los mayordomos o hermanos mayores de las


cofradías, que sobre su subsistencia era preciso la remisión de orde-
nanzas al Consejo de Castilla para que los aprobase.
• Con carácter excepcional, por cuanto las cofradías de la Caridad, San
Lázaro y Espíritu Santo habían remitido sus ordenanzas al Consejo de
Castilla a los fines indicados, se les permitía su subsistencia por plazo
de un mes, durante el cual deberían acreditar su autorización, pues
en caso contrario, sería de aplicación lo dispuesto para las demás.
El 17 de febrero de 1794 fue notificada a las cofradías la anterior reso-
lución, diligencia practicada por el escribano Antonio Blanco, lo que nos
permite conocer la identidad de las personas que por entonces las repre-
sentaban34. Y otorgaron un poder a favor de José Figueroa Zabalza, alcal-
de de la cofradía de la Caridad, para que solicitara la suspensión de lo orde-
nado en la anterior resolución, así como en la de 10 de marzo de 1791
sobre bienes y rentas de las cofradías de la Caridad, Espíritu Santo y San
Lázaro.
El 4 de mazo se acordó la sustitución del representante de las cofradías,
que recayó en José María Cisneros, procurador del número de la Real
Audiencia de Extremadura. Y presentó una solicitud el 6 de marzo, que
manifestaba que en virtud de otro procedimiento judicial sobre legalidad de
las ordenanzas de las cofradías, se encontraban en la Real Audiencia de
Extremadura, por lo que se les debían entregar para formular sus pretensio-
nes, decisión que se adoptó el 6 de marzo quedando constancia en los
siguientes términos:
“En ocho se libraron las certificaciones q e con las ordenanzas de las
Cofradías de Sn Cristóbal en trece foxas, San hombrebueno en veinte; Sn
Marcos y Santta Elena en veinte y quattro, la Vera Cruz en quarentta y dos;
Nª Sª de la Piedad en quarentta y siette, inclusas cinco blancas, Jesús
Nazareno en treintta y tres; Sn Juan Bautista y San Juan Euagenlista en
setenta y quattro; la del Rosario en ochenta y seis, las de la Concepción o
Nra Sª del Carrascal o San Blas en settentta; las de Nª Sª de los Remedios en

34 “parecieron diferentes Alcaldes que dijeron ser de distintas Cofradías; a sauer Dn Pedro
Díaz por la de la Cruz, Geronimo Retamera por la de San Juan; Luis Garzia por la de la
Conzepzion; Antonio Fernández por la de San Josef, Vizente Robles por la Soledad, Josef
Paredes jpor San Hombre bueno, Martín de la Cruz por la de San Crispín, Miguel Pérez por
la de San Marcos, Josef Brabo por la de San Cristóbal, Rodrigo Miguel Andrada por la de Jesús,
Antonio Quintero por la de los Remedios, por la del Rosario Dn Bernardo Pérez, Dn Pedro
Santa Ana por la de los Santos de Trujillo y por la de la Piedad Dn Josef Pajares; los que fir-
maron abajo y por los que no supieron a ruego un tgo”.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 191

veinte y siette; las de Nª Sª de la Soledad y nombre de jesús en treintta y una;


las de Sn Jph y Santto Angel en doscientas quince sin incluir un Despacho
del Eccº de Trugº sobre la preferencia de la Cofradía de San Josef; las de S n
Crispín y Crispiniano en diez y siette; y las de S n Hermójenes y Donato en
treintta y quattro, entregue al Procurador Cisneros que firma p r su reciuo”.
El pleito al que nos hemos referido, fue promovido a consecuencia del
recurso contra la sentencia dictada en pleito entablado por Baltasar Sánchez
y consortes, contra los alcaldes y oficiales de la cofradía de las Ánimas
Benditas del Purgatorio sobre nulidad en la elección del mayordomo del
arca, que esta fechado en 179135. Una vez apelada la anterior resolución
judicial, el Fiscal de la Real Audiencia de Extremadura redactó su informe
fechado el 31 de octubre de 1792, y que se convirtió en Auto el 3 de
noviembre de ese año. Y manifestó que tras examinar el libro de ordenan-
zas de la cofradía de las Ánimas Benditas, había comprobado que aunque
tenían su origen en 1717 y se habían efectuado adiciones posteriores, solo
constaba su aprobación por el obispo de Plasencia, por lo que de confor-
midad con la legislación sobre cofradías y hermandades que hemos visto,
entendía se debían practicar las siguientes actuaciones:
• Suspender la junta de gobierno de la cofradía de Ánimas y proceder
al secuestro de sus bienes, hasta tanto se resolviera sobre la supre-
sión, autorización o unión a una sacramental.
• Que se provea al corregidor de la ciudad, para que haga saber la
anterior diligencia al alcalde, oficiales, mayordomo, secretario y
demás cargos de esta cofradía, con el apercibimiento de no celebrar
juntas, funciones eclesiásticas o profanas, admitan cofrades, recojan
limosnas, ni practiquen acto alguno, bajo multa de 500 ducados y
demás sanciones que se pudieran imponer.
• Notificación de lo acordado a los curas y demás eclesiásticos compe-
tentes sobre estos particulares, no permitiendo la celebración de fies-
tas ni concurrencias a título de la cofradía de Ánimas.
• Que el corregidor secuestre los bienes, alhajas, libros, enseres y demás
efectos de la citada asociación religiosa, formalizando inventario y
nombrando a un lego como depositario, corriendo de su cuenta la
administración y se debía rendir las correspondientes cuentas.
• Que se haga saber a los miembros de la cofradía de Ánimas, que
sobre su subsistencia y ordenanzas era el Consejo de Castilla el órga-
no competente para resolverlo.

35 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 4.


192 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

• Que en los autos resulta que en Trujillo también existían las cofradí-
as del Santísimo Sacramento, San Hombre Bueno, Caridad y Purísima
Concepción, y como era preciso conocer si estaban erigidas en legal
forma, el Corregidor debía recoger sus ordenanzas y remitirlas a la
Real Audiencia para que resolviera lo más conveniente sobre este
particular, formándose el correspondiente ramo separado.
Se procedió conforme a lo indicado, incoándose el correspondiente pro-
cedimiento judicial36, y el Auto de 3 de diciembre de 1792 acordó como
hemos visto que se ordenase al corregidor remitiese las ordenanzas de
todas las cofradías que existieran. Actuó de forma rápida y por Auto de 14
de diciembre dispuso que todas las cofradías trujillanas debían entregar en
el plazo de dos días sus ordenanzas originales al escribano Antonio María
Díaz, notificándose esta resolución en los tres días siguientes.
Recogidos todos los estatutos de las cofradías fueron remitidos a la Real
Audiencia de Extremadura, salvo las de la Caridad, San Lázaro y Espíritu
Santo que hemos visto se encontraban en el Consejo de Castilla, fueron
remitidos a la Real Audiencia de Extremadura, que por Auto de 21 de
diciembre de 1793 dispuso que el Fiscal informase sobre el objeto del plei-
to, que lo hizo el 8 de enero de 1794 en los siguientes términos:
1.- Que había examinado los estatutos de las cofradías de San Cristóbal,
San Hombre Bueno, San Marcos, Santísimo Sacramento, Vera Cruz,
Nuestra Señora de la Piedad, Jesús Nazareno, San Juan Bautista y San
Juan Evangelista, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora de la
Concepción, Nuestra Señora de los Remedios, Nuestra Señora de la
Soledad y Santísimo Nombre de Jesús, San José y el Santo Ángel de
Guard, Santos Mártires Crispín y Crispiniano, San Hermógenes y
Donato, y por último Ánimas Benditas del Purgatorio; todas las cua-
les fueron fundadas en Trujillo y confirmadas por el ordinario ecle-
siástico de Plasencia, pero careciendo de la aprobación real y del
Consejo de Castilla.
2.- En consecuencia sus estatutos debían ser examinados por el Consejo
de Castilla para ser aprobados, y hasta que no se resuelva sí conve-
nía acordar su supresión, se suspenderían sus juntas de gobierno y
sus bienes serían secuestrados.
3.- Que lo antes acordado se comunicara al Corregidor de Trujillo para que
ante escribano público lo hiciera saber a los responsables de las her-
mandades, en los mismos términos que el informe del Fiscal de 31 de

36 AHPC. Real Audiencia 166 nº 5.


EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 193

octubre de 1792 en el expediente judicial que hemos visto de la cofra-


día de las Ánimas Benditas.
4.- Que se aperciba a los miembros del Cabildo Municipal que serían
responsables de su incumplimiento, previniéndoles en forma.
5.- Que las diligencias a practicar se evacuarían en el plazo de 15 días
y a costa de las propias cofradías.
6.- Que las hermandades de la Caridad y San Lázaro acrediten en el tér-
mino de 3 días que habían remitido sus ordenanzas al Consejo de
Castilla. Por su parte la cofradía del Espíritu Santo debía remitir tes-
timonio del Consejo de Castilla que acredite que no tenía tal condi-
ción, y por tanto no se vería afectada por las normas que estamos
analizando.
El 9 de enero de 1794 la Real Audiencia adoptó por Auto las medidas
propuestas por el Fiscal, añadiendo que las hermandades debían seguir
cumpliendo con las cargas y sufragios, pero no solo las dispuestas en los
estatutos o por costumbre, sino también en fundaciones pías, siendo estos
los únicos gastos que por entonces podían efectuar. Y para su cumplimien-
to se remitió certificación a don Andrés Miñarro y de las Casas, en calidad
de corregidor de la ciudad, que acordó se procediera a su estricto cumpli-
miento37:
“se gue cumpla y ejecute en todas sus partes haziéndose saber para su
más excata y puntual observanzia a todos los mayordomos y Hermanos
Mayores de las Cofradías de esta Ciudad, zesen en sus juntas, funciones
empleos y oficios qe han servido hasta aquí haziendo exiviczion y entrega
el presente esno de los libros, fundaciones, escripturas, papeles, y demás
documentos de sus respectibas rentas para prozerder a su deposito, admi-
nistrazon y cumplimto de sus anuales cargas y sufragios, notificándoles
igualmente qe si deseasen la subsistencia de dichas cofradías soliciten la
correspondiente lizenzia del Consejo; y por lo respectibo a las del SS mo
Sacramento y Animas se les permite continuar en ellas por el término de seis
meses en el qe soliciten en dicho Supremo Tribunal la correspondte aproba-
ción qe haran constar, practicando lo mismo en el término de un mes las
cofradías de San Lorenzop Caridad, y Espíritu Santo, según se previene con
prebenzon de que no berificándose dentro de dicho término se le suspende-
ran sus funciones, como a las demás, y practicada q e sea la espresada exi-
viczion y entrega de documentos se nombrará el depositario o Aministrador

37 AHN, Consejos Legajo 1448. Orden de los Sres de la Rl Audiencia de esa Provincia de
Extremadurapor la que se manda suspender las Juntas, funciones, empleos y ficios de las
cofradías de esta Ciudad, secuestrar y depositar sus uienes y rentas. Año de 1794.
194 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

de dichas Rtas de las cuales y fincas en que consisten se forme un estado con
la debida claridad y separación de las qe corresponden a cada una el qe se
remitirá con la posible brevedad a los Sres del Rl Acuerdo según lo previene
y manda, expidiéndose por ahora a los mayordomos de todas las cofradías
los setenta y cuatro rs de los dros de lo actuado en dicho Superior Tribunal,
y se remitan por mano de su Sria”.
Entre el 12 y 14 de marzo se notificó la decisión a los representantes de
las cofradías38, que el 17 de febrero otorgaron poder a José Figueroa
Zabalza para que les representara en las actuaciones39, aunque fue sustitui-
do por Felipe Antonio Espina dos días después, quien solicitó que hasta
que no resolviera el Consejo de Castilla sobre la legalidad de las ordenan-
zas de las cofradías de Trujillo, se suspendiera el secuestro de sus bienes y
las demás medidas adoptadas:
“Suppco a Vs se sirua hauiendo pr prsentado el Poder mandar que pues-
ta fee se me devuelva y que no se haga novedad acerca de lo preuenido p r
el Rl y Supremo Consejo de Castilla, evacuando el informe y suspendiendo
hasta su soberana determinazon los secuestros de bienes que no tubo a bien
proueer, considerando sin duda las confusiones, riesgos de estrauiarse algu-
nos papeles y costos, que es indispensable se orijinasen teniéndolos que
reproducir en la devolución de efectos y documentos a las cofradías que
consiguiesen la aprobación de sus ordenanzas en el todo o en parte, pido
Justª y Juro”.

38 El 12 de marzo a las siguientes cofradías: Santísimo Sacramento en la persona de Agustín


Márquez Vicioso y Ramón Aperte; Vera Cruz a Francisco Avilés y Ramón Aperte; San Juan,
Lorenzo García y Jerónimo Retamosa; Ánimas Benditas, Bernardo Pérez y José Paredes, alcal-
de y mayordomo de las Animas; Purísima Concepción, Luís García y Agustín Burdado;
Soledad, Vicente Robles y Francisco Varela; san hombre bueno, José Paredes y Pedro
Fernández Caleya. El 13 de marzo: San Crispín, Martín de la Cruz y Luís García; Nuestra
Señora de la Piedad, José Pajares y Juan Paredes; San Hermógenes y San Donato, Pedro de
Santa Ana Rodríguez de Vibar. El 14 de marzo: Caridad, José Figueroa y Bernardo Pérez; San
Marcos, Miguel Pérez y José Delgado; San Cristóbal, José Bravo y Francisco Lucas Fernández;
Jesús Nazareno, Rodrigo Miguel Andrada y Manuel Casillas. Nuestra Señora del Rosario,
Bernardo Pérez y Manuel Toril; Nuestra Señora de los Remedios, Antonio Quintero y José
Santos Cruz; San José, Antonio Fernández y Mateo de la Cruz
39 “parecerion diferentes alcaldes que dijeron ser de disttintas cofradías; a saber Dn Pedro
Díaz por la de la Cruz, Geronimo Retamosa pr la de Sn Juan, Luís García por la de la
Concepción, Antonio Fernández pr la de Sn Josef, Vicentte Robles por la de la Soledad, Josef
Paredes pr Sn Hombre Bueno, Martín de la Cruz pr la de Sn Crispín, Miguel Pérez por la de
Sn Marcos, Josef Brabo pr la de Sn Cristóbal, Rodrigo Miguel Andrada por la de Jesús, Antonio
Quintero por la de los Remedios, por la del Rosario Dn Bernardo Pérez, Dn Pedro Santa Ana
por la de los Santos Trujillo, y por la de la Piedad Dn Josef Pajares”
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 195

Por otra parte, el representante de las cofradías Félix Antonio Espina,


solicitó al corregidor que la diligencia de secuestro de los bienes de las
cofradías se practicara de la forma más breve y menos costosa, añadiendo
que desde que se incoaron estos expedientes no adquirieron más bienes,
amén de que se nombrase a sus mayordomos como los responsables de su
custodia y administración. En Auto 25 de febrero resolvió el corregidor con-
forme a la petición, pues “entiéndase el sequestro mandado efectuar en los
mayordomos de cada una de las cofradías, otorgándose por estos la corres-
pte obligazn a tenerlos pronto y manifiesta a disposizión de su S ria cada y
cuando les fuesen pedidos, llevando la deuida cuenta y razón de sus pro-
ductos y lexitima inbercion qe se les tomará a su deuido tpo”.
El 1 de marzo el corregidor dicto otro Auto, que comisionaba a Pedro
Martínez, en calidad de alguacil mayor, para que con el escribano practica-
ra la diligencia de secuestro de bienes ordenado por la Real Audiencia de
Extremadura, por “hallarse Su Sria ocupado en uarios asumptos del Rl serui-
cio”. Esta comisión judicial comenzó a practicar los embargos el 10 de
marzo, y finalizó el 20 de marzo, y que nos permite conocer con detalle los
bienes y propiedades de las cofradías de Trujillo que por su importancia
transcribimos en el Apéndice Documental40.
El 22 de marzo el corregidor de Trujillo acordó en Auto, que conside-
rando la existencia del procediendo sobre las cofradías de la Caridad y
Espíritu Santo, al que hemos hecho mención y que no había finalizado, se
debían remitir ambos expedientes a la Real Audiencia para que resolviera
lo procedente, junto con la anterior relación. El 26 de marzo de 1794, Fiscal
informó de la existencia de ese procedimiento41, que acordó el 10 de marzo
de 1791 la subsistencia de la congregación del Espíritu Santo por no consi-
derarla cofradía, y que se hiciera inventario de bienes y derechos de las
demás cofradías, cuestión que no se ejecutó, por lo que el corregidor debía
realizarlo conforme Auto de 27 de marzo42:
“El Fiscal Ynterino en este expedte sobre las Cofradías de la Ciud de
Trugillo dice: Que hauiendo mandado el Real Acuerdo en nueue de Enero
próximo pasado la suspensión de algunas de ellas hasta q e obutuuiesen la
competente licencia del Supremo Consejo, y preuenido lo demás qe estimo
conueniente según las circunstancias; da cuenta el Corregor de haber

40 Apéndice Documental, documento nº 14.


41 AHN, Consejos Legajo 1448. Diligencias qe ha remitido el Corregidor de la Ciudad de
Trujillo sobre las cofradías de dicha Ziudad.
42 AHPC. Real Acuerdo 166 nº 5.
196 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

hallado unas diligencias que remite principiadas p r su antecesor de orden


del Consejo, en razón de este mismo asunto: Y en efecto resulta que dicha
Superioridad, por Rl Pruon de 10 de marzo de 1791, hablando de las
Cofradías de la Caridad y Espíritu Santo de que hauia tomado conocim to
con justificación que bienes y efectos pertenecen a las demás Cofradías,
acompañando certificación de su valor en venta y renta y de sus respectivas
cargas: y que por otra Prouon de 16 de mayo al mismo año declarando
deber continuar sin nouedad la Congregación llamada del Espíritu Santo,
en cargo se euaquasen y remitiesen a la maior breuedad posible las citadas
diligs respectiuas a las otras Cofradías que se hauian suspendido, según la
prouida de 27 de abril de dicho año de 1791; pero no ha tenido efecto lo
mandado por el Consejo: En estos términos siendo tan conforme a sus inten-
ciones lo proueido pr este Rl Acuerdo y aun conociéndose bastantemte que
esto ha contribuido a descubrir la retardación q e ha padecido el cumplim-
to de aquellas órdenes de la Superioridad, parece que el R l Acuerdo podrá
mandar se debueluan al Corregor de la Ciud de Trujillo dichas diligs pa que
las euaque enteramte y remita al Consejo a la maior breuedad y sin perjui-
cio de ello cumpla y ejecute la prouid a de nueue de enero próximo pasado
excepto unicamte en lo tocante a la Congregación del Espíritu Santo o como
fuere más acertado”.
El 29 de marzo de 1794 se libro oficio al corregidor de Trujillo, para que
aportara una relación detallada de propiedades y rentas de las cofradías de
Trujillo, a excepción de las del Santísimo Sacramento, Ánimas, San Lázaro,
Caridad y Espíritu Santo, y que fue la misma que la que hemos menciona-
do antes, siendo el documento redactado por el escribano público Antonio
Blanco43:
“Las fincas y efecttos que con sus produznes comprende estte estado son
las mismas de que se componen las Cofradías creadas en esta Cuidad, cuyas
funciones, empleos y oficios se hallan suspensos de Orn de los Sres Regente
y Oidores de la Rl Audiencia de Cázeres, por Acuerdo celebrado en nueue
de enero del corriente año, como de los libros y demás documentos que las
gouiernan se deja ver, y aparece de los secuestros y depósitos que de sus per-
tenenzias obran en mi poder a que me remitto, y para los efectos q e haya
lugar, yo Franzco Anttonio Blanco, Esno ppco de los del Número de dicha
Ciudad de Trugillo, cumpliendo con lo que me estta mandado en
Prouidenzia de ocho de febrero, dictada pr Su Sria el Sr Dn Andrés de
Miñano y las Casas, Correxor de ella”.

43 AHPC. Real Audiencia Legajo 166 nº 5, ff. 44 vto y 45 r.


EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 197

El 9 de abril el corregidor dictó otro Auto que obligaba a realizar otro


nuevo inventario y tasación de los bienes de las cofradías, por defecto de
forma en razón de que los informes realizados que no estaban autorizados
por el escribano con su firma. Y que fueran los mismos peritos los que efec-
tuaran su tasación.
Al advertirse que había trascurrido el plazo de un mes concedido a la
cofradía de la Caridad, desde el 14 de febrero en que se practicó, para que
hiciera constar la aprobación de sus estatutos por el Consejo de Castilla, por
Auto de 12 de abril se le concedió un segundo plazo de 8 días, apercibien-
do al alcalde y mayordomo que en caso contrario, se practicarían la ante-
rior diligencia al igual que las demás cofradías. Y se notificó ese día a las
cofradías y su representante Félix Antonio Espina, que solicitó que no
corriese ese término pues se debían practicar por segunda vez diligencia de
embargo por nulidad de la anterior, siendo firmada su solicitud por el letra-
do Manuel Rodríguez de las Casas44. El 25 de abril el corregidor acordó que
se hiciera saber a los mayordomos de las cofradías del Santísimo, Ánimas y
Caridad, que tenían un plazo de seis días para cumplir lo dispuesto en Auto
de 9 de abril sobre inventario y tasación de bienes de las cofradías45.
Los trámites se alargaban en el tiempo y no se terminaba de cumplimen-
tar todas las resoluciones que hemos visto, por lo que el 28 de junio de
1798 el corregidor volvió a requerir a algunas de las cofradías de la ciudad,
para que en el término de tres días “presenten ad efectud uiuendi sus res-
pectibas fundaciones e igualmte las esras de donaciones, herencias u otros
uienes agregados qe tubiesen o administrasen con cualesquiera título pª en
su vista providenciase lo conveniente”.
Lo anterior fue notificado en el mismo día a Agustín Márquez, alcalde del
Santísimo Sacramento, que manifestó que “no tiene esta cofradía agregazion
alguna, y solo los uienes y rtas qe consta en la relazn jurada del mayordomo de
dicha cofradía, qe no hay otras fundaciones qe las ordenanzas las qe según se
le ha dicho están en el Consejo”. El día 30 de junio se notificó a los responsables
de las otras cofradías, que expresaron todos que no había más fundaciones y

44 AHN Consejos Legajo 1448.


45 Quedando por aora suspensos los efectos de la anterior próximoa providencia hasta nuevo
decreto con consideración a lo expuesto por esta parte y pª qe no padezca más retraso el cum-
plimto de los mandatos superiores, euacuense las dilixs del proueido de nuebe del preste mes, y
proueido de dicho día a efecto de qe sin dilación y a la mr brevedad se cumpla y euacue el infor-
me qe deue hazerse a el Rl y Supremo Consejo y demás qe en las Rs órdenes espedidas se previe-
ne, lo qe se hará saber a los mayordomos de las cofradías de las Ánimas, Santísimo Sacramento
y Caridad, a fin de qe en el termº de seis días lo ejecuten bajo de todo apercibimto
198 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

que las ordenanzas estaban en el Consejo de Castilla, practicándose en las


siguientes personas: Luís García, alcalde de la Inmaculada Concepción; Juan
Mateos, alcalde de San Marcos; José Bravo, de San Cristóbal; Bernardo Pérez,
de las Ánimas y del Rosario; Martín de la Cruz, de San Crispín; Pedro de Santa
Ana Rodríguez de Vivar, Santos Mártires y de la Caridad; José Parede, San
Hombre bueno; José Pajares, Piedad; Antonio Quintero, de los Remedios,
Vicente Robles, de la Soledad, Antonio Fernández, de San José, Lorenzo
García, San Juan; Miguel Rodrigo Andrade, Jesús Nazareno. Por su parte Pedro
Díaz, alcalde de la Vera Cruz hizo saber que “en quanto a agregaciones solam-
te le constan qe diferentes fundadores de memorias pías quedaron por patro-
nos de ellas al Rdo P Guardian de Sn Franco de esta Ciud y a los oficiales de
la Cofradía de la Sta Uera Cruz de ella como patronos y administradores con
el dicho P. Guardían”.
Este estado de cosas se iba complicar aún más, en razón de los apuros eco-
nómicos que estaba pasando la Hacienda española en los últimos lustros del
siglo XVIII, que se vio necesitada de dinero para hacer frente a las ingentes
cargas financieras derivadas de las guerras entabladas durante el reinado de
Carlos IV46, lo que obligó a las autoridades políticas a vender bienes eclesiás-
ticos, en un proceso conocido con el nombre de Desamortización de Godoy,
que fue uno de los acontecimientos más importantes de la época, y que con-
tribuyó de forma decisiva a la disolución del Antiguo Régimen y triunfo de la
revolución burguesa, y por primera vez se relajó el derecho de vinculación de
los bienes, que era uno de los fundamentos de la sociedad estamental, sirvien-
do de precedente a posteriores procesos desamortizadores47.

46 TOMÁS Y VALIENTE, F.: El marco político de la desamortización en España, Barcelona


1973, p. 38. En este magnífico trabajo su autor señala que Manuel Godoy, le cabe el mérito
de que en los últimos años del reinado de Carlos IV, España mantuviera las siguientes gue-
rras: con Francia (1793-1795); Portugal (1801-1803); y dos contra Inglaterra (1797-1801 y
1804-1808). La anterior situación de permanente conflicto bélico dejó exhausta las arcas rea-
les, pues era necesario mantener numerosos y costosos ejércitos para defender el país. Como
había hecho Carlos III durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, se recu-
rrió a la emisión de los vales reales, que eran una especie de papel moneda, siendo títulos
de renta fija que se declararon moneda de curso legal para deudas privadas y públicas, y con
posterioridad eran amortizados por la propia Hacienda Pública, En la guerra entablada con-
tra Francia en 1793, el Gobierno además de otras medidas fiscales tendentes a recaudar fon-
dos, tuvo que recurrir como otras veces a la emisión de los vales reales, pero los problemas
iban a surgir cuando no se pudo amortizar completamente el papel moneda, y se produce
una devaluación de su valor nominal. La difícil situación financiera que hemos descrito de
forma sucinta se agrava a consecuencia de la guerra con Inglaterra en 1796, pues se necesi-
ta todavía más recursos para poder sufragar los gastos del nuevo conflicto bélico
47 HERR, R.: Hacia el derrumbe del Antiguo Régimen: crisis fiscal y desamortización bajo
Carlos IV. En Moneda y Crédito nº 118, año 1971, p. 96.
EL CONFLICTO ENTRE LAS IDEAS RACIONALISTAS DE LA ILUSTRACION... 199

La solución al problema es bastante difícil, pues el embargo practicado


por los británicos impide la llegada de numerario de nuestras colonias en
América, y tampoco es posible recaudar más impuestos, pues al igual que
ocurrió en Francia en 1789 podría provocar un estallido social. Dado que la
confianza en el crédito de la Corona de España era nula, el recurso al prés-
tamo tampoco consigue solucionar esta difícil situación financiera. Ante esta
situación tan crítica se tenían que adoptar medidas de carácter extraordina-
rio, y se pensó que la mejor solución sería la venta de bienes eclesiásticos,
dando lugar a este proceso desvinculador, que como todos los que se dan
a lo largo del siglo XIX, esta directamente relacionado con los problemas
financieros que siempre atenazaron a la Hacienda Pública española, siendo
conocido con el nombre de “Desamortización de Godoy”, aunque éste
extremeño no fuera su iniciador.
Las primeras normas fueron dictadas por Miguel Cayetano Soler, en cali-
dad de Secretario de Estado de Hacienda, que en agosto presentó una
memoria a Carlos IV, en donde hacía ver la necesidad de adoptar “disposi-
ciones extraordinarias “ para poner fin a tan crítica situación económica,
que consistían en vender bienes de patronatos, cofradías y hermandades,
hospitales y capellanías48.
El 19 de Septiembre de 1798 el Rey firmó varios decretos, que contení-
an las primeras medidas desamortizadoras sobre bienes eclesiásticos, y uno
de los cuales va a afectar por las razones expuestas a algunas de las mani-
festaciones de religiosidad popular:
“Continuando en procurar por todos los medios posibles el bien de mis
amados vasallos en medio de las urgencias presentes de la Corona, he creí-
do necesario disponer un fondo cuantioso que sirva al doble objeto de
subrogar en lugar de los Vales Reales otra deuda con menor interés e incon-
venientes, y de poder aliviar la industria y el comercio con la extinción de
ellos, aumentando los medios que para el mismo intento están ya tomados;
y siendo indisputable mi autoridad soberana para dirigir estos y otros fines
del Estado los establecimientos públicos, he resuelto después de un maduro
examen se enagenen todos los bienes raíces pertenecientes a Hospitales,
Hospicios, Casas de Misericordia, de Reclusión, de Expósitos, Cofradías,
Memorias, Obras Pías y Patronatos de legos, poniéndose los productos de
estas ventas, así como los capitales de censos que se redimiesen, pertenecien-
tes a estos establecimientos y fundaciones, en mi Real Caxa de Amortización
baxo el interés anual del tres por ciento.

48 HERR, R.: La Hacienda Real y los cambios rurales en la España de finales del Antiguo
Régimen. Madrid 1991, p. 122
200 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Y se pensó que la desamortización de estos bienes sería la solución defi-


nitiva a los problemas financieros de España, pues los propietarios de los vales
reales podrían utilizarlos para comprar los bienes amortizados por su pleno
valor nominal, y la Corona retiraría los referidos vales de la circulación cuan-
do los recibiera en concepto de pago de los fuesen puestos en venta.
Las cofradías de Trujillo también sufrieron de forma directa las consecuen-
cias de este proceso desamortizador, pues la Sociedad Económica de Amigos
del País puso especial interés en apropiarse de los bienes y rentas de las cofra-
días en base a las normas legales que se dictaron.
Pero la situación de crisis que soportaron las cofradías se agravó aun más
durante la Guerra de la Independencia, pues una vez que se nombró a José I
Bonaparte como rey de España, se dictó el Real Decreto de 27 de septiembre
de 1809, que disponía la supresión de las cofradías, hermandades y congrega-
ciones fundadas en los conventos que habían sido desamortizados anterior-
mente, como era el caso de la Soledad y Vera Cruz, destinándose todos sus
bienes a la deuda pública49:
“Don Josef Napoleón, por la gracia de Dios y por la Constitución del Estado,
Rey de las Españas y de las Yndias. Hemos decretado y decretamos lo siguien-
te. Por conseqüencia de la supresión en nuestros dominios de todas las Ordenes
Regulares, quedan extinguidas las Hermandades y Congregaciones, conocidas
con el nombre de Tercera Orden de sus institutos, y qualesquiera otras que se
hallasen establecidas en los Conventos, o era filiación suya, baxo qualquiera
denominación que tengan; y sus bienes, igualmente que los de los Conventos,
aplicados a la Nación con los destinos declarados en nuestras resoluciones
anteriores”.
Ambas cuestiones las intentaremos abordar en otro trabajo de investigación
sobre cofradías y hermandades de Trujillo, que realizaremos más adelante y
cuyo marco temporal irá desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad.

49 ARCHG, Cabina 22 Legajo 5269, Pieza 18.

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APÉNDICE DOCUMENTAL

1 Aprobación de las ordenanzas de la cofradía de la Vera Cruz de Trujillo


por el obispo de Plasencia fray Enrique Enríquez, el 15 de junio de 1611.
AHN. Consejos Libro 5003. Libro de Ordenancas de la cofradía de la
Santa Vera Cruz dsta ciudad.
“En la Ciudad de Plasencia a quince días del mes de Junio de mil seis-
cientos y once años, ante Su Sria don fray Enrique Herriquez obispo de
Plasencia mi Sor fueron presentadas las reglas y Constituciones retros-
criptas en diez y siete ojas constan que uan rubricadas por el el infras-
cripto son por parte de la cofradía de la SS ma Uera Cruz de la ciudad de
Truxillo, y suplicaron a su Sria las mandase ver y confirmar y por su
Sria vistas: Dixo que en quanto a las ordenancas quinta y diez y ocho
que disponen que los cofrades juren de eligir oficiales que conuengan y
de obedecer al alcalde y guardar estas constituciones, mandé y mando
que los dichos juramentos ni otro alguno no se hagan por los dichos
cofrades en las dichas ocasiones ni en otra alguna, ni las dichas orde-
nancas ni alguna dellas obliguen a pecado mortal = y quanto a la orde-
nanza veinte y cinco que manda que si algún cofrade no diere la pren-
da que le fuere mandada sacar, vaya el alcalde con cofrades a sacarla
y excutándolo, que para la dicha execucion se acuda a las Justicias que
para ello tienen Jurisdicción, y el alcalde de la dicha Cofradía no pueda
ir en la forma que se dice en la dicha ordenanza por evitar los ruidos y
ocasiones que de lo contrario y de irla a sacar la dicha prenda por fuer-
ca se podrían seguir y que esta ordenanca y todas las demás se entien-
da ni perjuicio de la jurisdicción eclesiástica ni seglar = y en quanto a
la ordenanca quarenta y una que dispone que los clérigos coffrades
lleuen el Christo acompañando a los Justiciados, mando Su S ria que nin-
gún clérigo de orden sacro lleue en aquella ocasión el Christo grande,
202 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

pero que le puedan lleuar pequeño ayudándolos a bien morir, y con


estas enmiendas y limitaciones y no en otra manera S S ria dixo que con-
firmaua y confirmó la dhas ordenacas y daba y dio liencia para que se
use de ellas en la dha cofradías y que si alguna cosa se mudare o aña-
diere en ellas, se an obligados a traerlas ante su S ria para que se vea y
examine lo que se mudase o añadiere y hasta que sea visto y aprobado
no se use de ello sopena de excomunión mayor y si las aya pena mando
no se use destas ordenancas sino con las enmiendas arriua rreferidas y
assi lo prevengo mando y firmó”.
2 Petición presentada el 6 de septiembre de 1703 por Santiago Rodríguez,
en nombre de la cofradía de la Vera Cruz de Trujillo, para que el obis-
po de Plasencia aprobase el acuerdo adoptado el 1 de septiembre sobre
las fiestas principales de la cofradía, conforme a una bula papal dada
por Clemente XI.
“Santiago Rodríguez en nre del alcalde y ofiziales de la Cofradía de la
Sancta Vera Cruz sita en el Combento de Nuestro padre San Franco de
la oserbanzia de la Ciud de Truxillo, cuio Poder Presento y Juro= Como
mejor Prozeda y en dro Lugar aia parezco ante Vmd y Digo que la
Santidad de nro muy Sancto Padre Clemente Papa Undécimo fue serbi-
do de conceder para mayor devoción y aumento de dicha Cofradía y que
los fieles debotos entren por hermanos y cofrades de ella indulgencia
Plenaria en el día de su Entrada y otra a la ora de su muerte, y asimis-
mo otra de la misma calidad desde Víperas del día en que la Sancta ygle-
sia nuestra Madre Comienza a celebrar la festividad de la ymbenzion de
la Sanctisima Cruz asta puestas del Sol de este mismo día, hauiéndose
hecho y ejecutado las cosas y dilijenzias que se expresan en la Bula o
Brebe de su conzesion, que es esta de que hago demostrazión con la
solemnidad necesaria= Y juntamente se les conceden a dichos hermanos
y cofrades otras indulgencias de cuarentenas y diarías ejerzitándose en
las obras de Piedad y misericordia declaradas en dicho Brebe, y especial-
mente también les conzede Su Sanctidad a dichos Cofrades otras quatro
yndulgencias plenarias en quatro días festibos del año que señalaron y
elijaren una en cada uno de ellos, cuio señalamiento y elección a de ser
aprobado por el Señor Juez ordinario de este obispado como consta de
dicha Bulla= y por que estando mis partes juntos y congregados como lo
an de uso y costumbre para conferir y tratar las cosas pertenecientes a el
bien de dicha cofradía y sus hermanos eligieron dichos quatro días fes-
tibos para en ellos Poder ganar dichas indulgenzias, prezediendo para
poderlas conseguir las diligenzias y zircunstanzias en dicha bulla expre-
sadas señalando los día de Juebes Sancto, triunfo de la Sancta Vera
Cruz, y exaltación de ella y el de nro Padre San Franco como se justifi-
APÉNDICE DOCUMENTAL 203

ca de este acuerdo que presento y juro y para que dichos hermanos y


cofrades puedan conseguir y ganar dichas indulgenzias = A Vmd Pido y
suplico se sirba de Aprobar la elección hecha de dichos quatro días fes-
tibos mandando que se publique esttando juntos y congregados los cofra-
des y hermanos de dicha Cofradía y que esta aprobaz on y acuerdo de
dicha elección y la dicha Bulla los guarden y pongan en su arca o archi-
bo para a que en todo tiempo conste de ello, que así es de Jusstª que pido
&ª y Juro =”.
3 Traslado de las Bula otorgada por Gregorio XIII a la cofradía de la
Soledad de Trujillo el 12 de octubre de 1865 y de otras indulgencias
espirituales. Archivo Parroquial San Martín de Trujillo. Libro donde se
anotan los hermanos de luz de la cofradía de Nuestra Señora de la
Soledad, establecida en la Yglesia de San Francisco, Parroquia de San
Andrés de la ciudad de Trujillo. 1847
La Ylustre Cofradía de la Soledad, Bendita Magdalena y Dulce Nombre de
Jeús, cuyos tres gloriosos títulos llevó siempre según tradición y algunos
escritos antiguos, se hallaba establecida de tiempo inmemorial en el estin-
guido Convento de la Encarnación de esta Ciudad, y fue incorporada a la
de Roma el año de mil quinientos ochenta y ocho, siendo Papa Sisto
Quinto, habiendo merecido de los Sumos Pontífices las más copiosas indul-
gencias, como se deduce del adjunto testimonio que se acompaña.
El trastorno de los tiempos y los desastres de las guerras, nos han priba-
do de los documentos auténticos de tan inagotable tesoro, sin reservar-
nos de estos y de las instituciones y reglamentos de tan saludable
Cofradía, otra noticia más, que lo que la tradición y la práctica nos
suministra: verificada la esclaustración de los Religiosos quedó tan pia-
dosa institución reducida casi a nulidad, por lo que sus pocos cofrades
se incorporaron a los de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a fin de conser-
var su memoria, y ayudarse mutuamente a practicar sus respectivas
solemnidades con el mejor decoro y solemnidad. Aumentando después el
número de aquellos con sugetos los más celosos para promover tan Santa
deboción, pidieron y obtubieron permiso de la Autoridad Eclesiástica
para establecer dicha Cofradía en la Iglesia de San Francisco por ser el
Templo más céntrico de la Ciudad y el más susceptible para presentar las
funciones de Semana Santa, con la obstentación y brillantez que han
tenido lugar en estos últimos años; hechando aun de menos dichos
cofrades, la falta lamentable de sus instituciones y reglamentos que son
el alma y principal base de toda Corporación bien ordenada, acordaron
en acta de cinco del corriente, nombrar una comisión de su seno para
que se ocupase de formar aquellos, valiéndose al intento de todas las
204 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

noticias que se conserbasen, y añadiendo las que se estimen más conve-


nientes al mejor régimen de la Cofradía y más adecuadas a escitar la
deboción de la Santísima Virgen e n su mayor Angustia y Soledad que es
el obgeto y fin principal de tan ilustre Cofradía. Ocupada dicha
Comisión sin levantar mano del alto destino que se la confiere, ha acor-
dado las siguientes Constituciones y Ordenanzas, las que después de
dicutidas, aprobadas y aceptadas por todos los hermanos, tiene el honor
de someter al examen y censura de la Autoridad Eclesiástica para que si
las encuentra conformes a la piedad y obgeto a que se destinan se digne
conceder su competente aprobación. Trujillo diez y nueve de abril de mil
ochocientos ochenta y siete.
Julián Ramón Blanco, Escribano de SM público del número de esta Ciudad
de Trujillo. Certifico y doy fee: que por el Licenciado d. Vicente Retamosa,
Alcalde de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de esta Ciudad, se
me ha exivido un documento que su tenor literal es como sigue.
Documento} Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de Trujillo.
Indulgencias concedidas por los Sumos Pontífices a la Cofradía de la
Soledad o […] de Nuestra Señora fundada en este convento de la
Encarnación de Trujillo. La Santidad de Gregorio Trece, deseando
aumentar la caridad y obras piadosas espidió una Bula en doce de
Octubre de mil quinientos setenta y cinco, en la que exhortando a las
obras de caridad y misericordia a todos los fieles, les amonesta al mismo
tiempo procuren alistarse bajo la protección de Nuestra Señora de la
Soledad a vista de las indulgencias y gracias que en ellas les concede, las
cuales son como se sigue:
1. A los cofrades que rezaren veinte y cinco padres nuestros y Aves
Marías con gloria patri &ª al principio y al fin; y demás de este siete
padre nuestros y Aves Marías con requien eternan &ª los Domingos y
días festivos; ganan veinte años de perdón y si fuesen otros días, diez
años.
2. El día de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, Resurrección,
Pentecostes y demás fiestas, como también todas las festividades de
Nuestra Señora, confesándose, teniendo contricción de sus pecados y
rezando la corona dicha, consiguen indulgencia plenaria.
3. Los hermanos que durante su vida rezaren todos los días la corona,
sí en el artículo de la muerte, contritos y confesados, o sino pueden
confesarse a lo menos dan muestras de contricción, sí de este modo
muriesen, ganan la misma indulgencia plenaria.
4. Los hermanos que a lo menos rezan tres veces en la Semana la
Corona, y tienen sobre si en el artículo de la muerte invocando el
APÉNDICE DOCUMENTAL 205

Nombre de Jesús con la boca, y si esto no pueden les invocan con el


corazón, gozan de la misma indulgencia.
5. En el tiempo de Cuaresma y fuera de ella, cuando hay estaciones en
Roma, consiguen rezando la dicha Corona todas las indulgencias,
remisión de los pecados, por si o por sus cofrades difuntos, aplicán-
dola por modo de sufragio, lo mismo que si personalment visitasen las
Yglesias de Roma.
6. Los hermanos que contritos y confesados rezasen la Corona, hinca-
dos de rodillas, los lunes del mes o el día de difuntos, aplicando por
el ánima de algún cofrade difunto; consiguen por los méritos de
Jesucristo, su Santísima Madre y de los Santos, sacarles de las penas
del Purgatorio.
En otra bula que espidió el año de mil quinientos setenta y nueve cons-
tan las indulgencias siguientes.
1. Todos los fieles de uno y otro sexo que se alisten en esta Cofradía; en
el día de su recepción, si reciben la comunión, ganan indulgencia
plentaria.
2. Los hermanos que arrepentidos y confesados se vieren en peligro de
muerte o reciven al Señor en las festividades de Nuestro Señor
Jesucristo y de Nuestra Señora, ganan la misma indulgencia.
3. Los hermanos que asisten a las procesiones que hacen según su insti-
tuto, como también si los Domingos y días festibos rezasen el oficio de
Nuestra Señora o asistiesen a misa, oficios divinos en la Yglesia de la
Cofradía, acompañasen al Santísimo cuando se lleba a algún enfer-
mo, diesen sepoltura a algún cofrade, asistiesen a su aniversario,
faboreciesen a los miserables, reconciliasen a los enemigos cada vez
que hicieren uno de estos oficios, cien días de indulgencias.
De otra bula consta que ganan sesenta días de las penitencias
impuestas cuando se exercitan en estos oficios, o dan dote a alguna
doncella noble y pobre para casarse; pero en el día que se junten
para esto (que suele ser el día de Epifanía) si reziben la comunión
ganan indulgencia plenaria.
4. Los Cofrades que asistiesen a la procesión del Santísimo el Jueves
Santo ue ellos mismos tendrán en la Iglesia que eligieren para esta
fiesta, ganan indulgencia plenaria. Y los demás fieles que visitaren
devotamente esta Iglesia en esta festividad orando del modo dicho,
consiguen la misma indulgencia.
5. Los Cofrades que penitentes y confesados recibieren la Comunión en
la Circuncisión del Señor, Transfiguración, Santísima Trinidad,
206 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Resurrección y Natividad de San Juan Bautista, ganan siete años y


siete cuaresmas.
Y lo mismo todos los fieles que confesados y penitentes visistaren la
Yglesia en el día de la Circuncisión desde primeras vísperas, hasta
ponerse el sol el día siguiente, rogando a Dios por la paz de la Yglesia y
Príncipes Cristianos, conversión de los pecadores, estirpación de las here-
gias y exaltación de la fee.
Gregorio Trece, despachó cuatro Bulas confirmando las indulgencias
que otros Sumos Pontífices habían concedido a esta Cofradía. La prime-
ra el año de mil quinientos setenta y cinco a doce de Octubre. La segun-
da año de mil quinientos setenta y siete a dos de Febrero. La tercera año
de mil quinientos setenta y nueve a veinte y seis de Abril. Y la cuarta el
mismo a primero de Julio.
Esta Cofradía se incorporó a la de roma el año de mil quinientos ochenta y
ocho, siendo Papa Sisto Quinto. Por disposición de los Sres Alcalde,
Mayordomo y demás oficiales de esta Santa Cofradía, se tradugeron las refe-
ridas cuatro Bulas al castellano por el Reverendísimo Padre Maestro Prior
Fray Francisco Gómez, del convento de la Encarnación de esta Ciudad de
Trujillo en este año de mil ochocientos ocho. Pedro Antonio Paez.
El documento inserto concuerda literalmente con el exiuido por el dicho
D. Vicente Retamosa, a quien se lo debolbi firmado al pie su recibo a que
me remito. Y en fee de ello, a su instancia doy el presente que signo y
firmo en Trugillo a veinte de Abril de mil ochocientos cuarenta y siete”.
4 Inventario de escrituras de la cofradía de la Soledad de Trujillo. AHN
Consejos Libro 4092. Ordenanzas de la cofradía de Nuestra Señora de la
Soledad y Angustias.
Ynuentario de las escritpruas de zensso y papeles que tiene en su fauor
la cofradía de Nra Sª de la Soledad y Angustias y S to nombre de Jesús
desta ciud, que se le enttrregaron este año de 1645 a Fran co Hernández
Payba, sus mayormo para que como tal las guarde y cobre sus reditos y
por este inuentario se bayan entregando en ellas los mauyordomos que
tubiere esta santta cofradía por que aunque esta hecho este ynventario
en este mismo libro por el mucho tiempo que a passado y auerse redimi-
do muchas de las dichas escripturas y auerse otras yn puesto nuevamen-
te, sea de estar por este ynventario en las entregas que se hicieren a los
mayordomos y quentas que se hubiere de tomar que las dichas escriptu-
ras son las siguientes:
Un testamento de Seuastinaa Gº, biuda de Pedro Goncales, en que
manda un ducado de rrenta perpetuamte cargado sobre unas cassas en
APÉNDICE DOCUMENTAL 207

la calle de Olleros, que alindan con casas de Juan Albarez Calderón


y casas de uote, otorgado en la ciudad de Trujillo en 24 de octubre
de 1579 años ante Allosso Martín, sº juntamen te con reconocimien-
to que Diego Hernández Mercader hico de dicho censso en 13 días
del mes de marco de 1615 años ante Juan Gsº de Santigado, sº del
numº desta ciu d , la qual dicha escriptura la paga al presente el doc-
tor Juan d Escobar, medico, como marido de Mari Picarro su mugr
y heredero de dicho Diego Hermández, paga por San Juan y
Nauidad.
Una escriptura de censso de 70 mill mrs de principal que otorgaron
Salbador Díaz y su mug r , Juana Sánchez vº de esta ciu d , moradores
al canpillo en 18 días del mes de setiembre de 1609 años ante Juan
de Santiago Madrigual, sº, cargados sobre guerta en el camino que
ua a la sierra que le llaman del cano y otros bienes = de la qual se
pagan 44 reales y 8 mrs porque lo demás parece estar rredimindo. Es
la paga el día de San Miguel de septiembre de cada un año.
Otra escriptura de quatrocientos y ocho mrs de censo, en cada un
año que Juan Sánchez Barbero y María Alonso su mujer, cargaron
sobre unas casas en la calle de la Tienda, de que otorgaron escrip-
tura ante Juan de Santiago Madrigal, en 12 días del mes de marco
de 1629 años, pagados por 12 días del dicho mes paga esta escrptª
Blas de Balberde.
Otra escriptura que el dicho Juan Sánchez Baruero y María Alº su
mujer, vs os desta ciu d otorgaron ante Juan de Lucio sº en 30 días del
mes de di e de 1589 años, de pagar cada un año 975 mrs y mº paga
por San Juan y Nauidad de cada un año.
Otra escriptura de censso que el dicho Juan Sánchez Berbero y María
Alº su mugr, vsº deta ciu d como principales y Juan Pulido rregodon,
vsº de la dicha Ciudad como su fiador y principal pagador, otorgaron
en fauor de la dicha Cofradía, ante Diego Picarro sº pu co en la dicha
ciud en q días del mes de febrero del 1605 años, de pagar 936 mrs y
mº de rrenta en cada un año, cargados sobre unas cassas en la calle
de las Tiendas, pagas por 9 de febrero de cada un año.
Otra escriptura que otorgó María Alº, biuda de Juan Sánchez
Barbero y María Ualberde y Juana de Ualuerde, sus hijas, vsº desta
ciu d de 22 reales de rrenta en cada un año, pagados por 9 de abril
de cada un año = La qual dicha escriptª se otorgó en 9 de abril de
1638 ante Andrés de Rrosales Calderón, sº del número de la dicha
ciu d = todas las quales dichas quatro escripturas las paga Blas de
Valverde como posehedor de las cassas hypotecadas.
208 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Otra escriptura de censo que Diº Ximenez, boticario y Madalena López,


su mugr, vsº desta ciudad como principales y Juan de Castro, procura-
dor, como su fiador, otorgaron en fauor desta santa cofradía en 24 días
del mes de diciembre de 1587 años ante Alonso de Andradas, sº de con-
tía de 350 mrs de censso en cada un año pagados por San Juan y
Nauidad de cada un año que al presente la paga Diego de Alarcón, clé-
rigo como poseedor de una biña del dicho Diego Ximenez ypoteca a esta
escriptura.
Otra escritptura que otorgó Diego Moreno Beato y Antonio Moreno su
hijo vsº desta ciud, moradores al barrio de Santo Domingo de 374 mrs
de renta de censso en cada un año pagaados por 19 días del mes de
junio, la qual dicha escriptª se otorgó ante Juan de Santiago en 19 días
del dicho mes de junio de 1618 años.
Otra escriptura que Seuastián Ximenez y Juan Gómez y Catalina
Ximenez, hija de Seuastian Gómez vsº de Trugillo moradores en las
guertas del las papalbas, otorgaron en fauor de Antonio Palacios, vsºde
la dicha ciudad de 33 r de rrenta de censso a rracon de a catorce en
cada un año que rreducidos a vte rrenttan 23 rs 5 mrs de que otorgaron
escriptura en la dicha ciud en 6 de junio de 1604 asº ante Juan de Lucio,
scriuano = la qual dicha escriptura hicieron ventta della Franco
Blázquez y Ana Martín su mugr de la dicha ciud a esta Santa Cofradía
de nra Sª de la Soledad a 23 del mes de diciembre de 1614 as ante
Alonso Leonardo sº del número della, la que dicha escriptura paga al
presente Martín Sánchez a las papalbas por seis días del mes de junio de
cada un año.
Otra escriptura que Miguel Caleto y Catalina Martín, su mug er, vsº de
esta ciud, y Baltasar García su suegro, vsº de la Madroñera, otorgaron
en fauor desta Santa Cofradía de pagarle 165 reales de rrenta en cada
un año por 16 abril, que passo y se otorgó ante Andrés de Rrosales
Calderón, en 16 de abril de 1628, la qual dicha escriptura paga al pres-
te Salbador Díaz, morador al Campillo.
Y más un testamento que Pedro de Aguilar vsº que fue desa ciudad hizo
debajo de cuya disposicion murió, en que manda una cassa que tenía
en la callde que ba a Nra Sª de Guadalupe, a esta S ta Cofradía del
Nombre de Jesús, con cargo de dos misas el día de Nra Sª de la
Concepción, y el día de Nra Sª de Agosto, que se otorgó en 30 de dicien-
bre de 1612 años ante Xptoual de la Amarilla = Juntamente con una
escriptura de uentta de la dicha cassa que fue otorgada en esta ciu d en
2 de julio de 1605 años por ante Xpotual de la Amarilla, sº, por Goncalo
Destuñiga Ortiz, clérigo y Martín de Torres, capatero.
APÉNDICE DOCUMENTAL 209

Otra escriptura de dotación que Franco Hernández Bibar, presbítero,


hizo en el Cauildo de capellanes desta ciudad para que aconpañen la
procesión desta Santa Cofradía la noche del biernes Santo, que fue fha
y otorgada en 31 días del mes de diciembre de 1632 años ante Juan Gs
de Santiago = y ansimismo otro testimonio e Alº Calderon de la rreden-
cion y paga de la dotación que se hico al dicho Cauldo que fue fho a 13
de agto de 1632 años ante el dicho Alº Calderón = y ansimismo otra
escriptura de la dotación del Cauildo de Beneficiados para la dicha pro-
cesión de la dicha noche que fue fha y otorgada en 18 días del mes de
abril de 1631 años ante dicho Bme Zarco, sº del numº desta ciud.
Otra escriptura de zensso que Diego de Torres y María Gso su mujer, vsº
desta ciud y moradores al Canpillo, otorgaron en 25 de febrero del año
de 1628 ante Andrés de Rrosales Calderón, sº del numº desta ciu d en que
se obligaron a pasar 44 r en cada un año por 25 de febrero.
Otra escripª de censso que Lorenco Sánchez Arvañir y Catlina Hos su
muger, vsº de la ciudad de Trugº, otorgaron en fauor de Antoio de
Palacios, vsº desta ciud de 15r y 13 mrs de rrenta en cada un año otor-
gada en esta ciud a dos de jullio de 1604 años ante Bme Díaz, sº = de la
qual dicha escriptura tiene escritura de uenta esta santa cofradía de
Franco Velásquez y Ana Martín su mugr, q se otorgó en 23 díass del mes
de diciembre de 1614 años ante Alº Leonardo, sº, que esta sacada y cos-
sida con otra escriptura que tiene esta santa cofradía de 23 reales y 5 ms
que paga Martín Sánchez que bibe a las Papalbas. Y estos 15 r y 13 mrs
se pagan de unas cadas de lama de calero q los paga Antº García en dos
de jullio de cada un año.
Otra escritura de zenso questa dicha cofradía tiene, que paga María
Rubia, mujer de Joan de Andrada Tejeda de biente y ocho reales de renta
pagados en catorce de diziembre de cada un año, cargados sobre una
biña a la Madroñera que posee la susodicha.
Más otra escritura de sesenta y tres reales de renta en cada un año con-
tra la persona y bienes de Ynes Guillén cargados sobre unas casas a el
Pozuelo, su paga San Juan y Navidad de cada un año por escritura que
otorgó Garzia Rordríguez de Ocampo en fabor de Abalos y Teresa de
Abalos ante Joan de las Dueñas, que se otorgó en veynte y tres de dizien-
bre de mil y quinientos y sesenta y dos años que el dicho Fran co de
Abalos bendio a la dicha cofradía por escritura que otorgó ante
Fernando Jua de Calderón, escribano del número desta ziudad, su fecha
en biente y dos días del mes de enero de mil y seiscientos y tres años.
Otra escritura de zenso que la dicha cofradía tiene contra Sancho
Gonzalez y María Hernández su mujer, y Fernando Rebollo y Catalina
210 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Sánchez, su mujer, quantia de sesenta reales pagados por diez y ocho de


febrero de mil seiscientos y quarenta y zinco.
Más un poder en causa propia sobre Magasquilla de los Donayres, que
otorgó Garcia de Amarilla de Porras en fabor de dicha cofradía de mil
y quatrocientos reales por los terzios que declara en dicho poder, que
pasó ante Diego Ademe, escribano del número desta ziudad, su fecha en
veinte y uno de agosto de mil y seyscientos y quarenta y ocho años.
Más otra escritura contra Joan de [...] procurador del número desta ziu-
dad de cinco ducados de renta que esta en el ofizio de Andrés de Rosales
Calderón en el pleyto que se trae con sus herederos.
En todas las quales dichas escrituras contenidas en este ynbentario se
dio por enterado Joan de Trujillo, nuestro mayordomo en presenzia de
mi el presente escribano de que doy fe y lo firme en catorce días de febre-
ro de mil y seyscisntos y quarenta y nueve y lo firmo el contenido.
Demás de las escrituras contenidas en el ymbentario antecedente, le
entregaron al dicho Pedro Bacam, mayordomo de la cofradía de Ntra Sª
de la Soledad las siguientes:
Una escritura que otorgó Blas de Valverde y María Calderón su mujer,
de benta de una escritura que bendio a dicha cofradía que pasó y se
otorgó ante Joseph Herrero, en siete días del mes de nobiembre de mil y
seiscientos y quarenta y nuebe años, de cinquenta reales de renta en
cada un año contra L º Diego de Alarcón, presbítero y dicha escritura se
otorgó en fabor de el dicho Blas de Valverde y su mujer, ante Bartolomé
Carco, y fue otorgado en beinte y seis días del mes de enero de 1645.
Otra escritura contra Antonia Goncalez, mujer que fue de Bartolomé
Sánchez, de quantía de quarenta ducados de principal, pasó ante
Cristóbal de Luján en tres del mes de noviembre de 1649 años.
Otra escritura de benta que otorgó la susodicha de un guerto que esta en
la callde de la Encarnación, pasó ante Diego Adame, escribano de esta
ciudad en 13 de marco de 1649 años. Y con ella cosidas las dos escritu-
ras de los censos que estaban cargados sobre el dicho guerto = Y asimis-
mo el conocimiento de la cantidad en que a a demandado dicho guerto
contra Diego Marín [...] de cinquenta y ocho reales.
Otra escritura de benta que se otorgó Antonio Olgado, vecino de esta ciu-
dad de una escritura de censo de ducientos ducados de principal contra
Juan de Estrada Tejeda y María Gutiérrez su mujer, bezinos desta ciu-
dad, que la otorgó el dicho Antonio Olgado, pasó ante José Arco en 19
días de setiembre de 1649 años, y la otra pasó ante Andrés de Rosales en
beinte y nuebe días de julio de 1641 años.
APÉNDICE DOCUMENTAL 211

Y el dicho Pedro Bacan se dio por entregado en esta escritura y en las


del ymbentario antecedente, de lo qual lo firmó ante Joan [...] Muñoz,
escribano de dicha cofradía, en catorce días del mes de febrero de mil
seiswcientos y cinquenta y un años”.
5 Testimonio del prior del convento de la Encarnación sobre pago por la
cofradía de la Soledad por fiestas religiosas en las que participaba la
comunidad. AHN Consejos Libro 4092 Ordenanzas de la cofradía de
Nuestra Señora de la Soledad y Angustias.
“El día diez i siete de marzo del año de mil setecientos ochenta i cinco
en la celda prioral de esta Convto de la Encarnación de la Ciudad de
Truxillo el M R P Mro Prior de el, los LL es de Teología infrascriptos i P
Mro de Estuds, teniendo las vezes de la Comunidad, se convinieron con
el Sor Josef Ramos, Alcalde, i el Sor Vizente Robles, secretario de la cofra-
día de la Soledad i Dulce Nombre de Jesús, diputados por esta cofradía
para este efecto, y con los poderes de esta, en que pagarían anualmente
noventa i dos rs por la fiesta del Niño día de la Circuncisión, sin
Sacramto i por las asistencias de la Comunidad a la procesión del
Viernes Sto siendo también carga de esta comunidad aphiar nueve
misas rezadas cuia limosna se incluie en dicha cantidad de noventa i
dos rs pero sin ninguna otra carga, pero si queda de cuenta de dicha
cofradía traer siete velas de libra para el monumento del Convento y
para que conste la firmanos unos y otros comisionados, fha ut supra =
Fr. Joachin del Rosario, Prior = Fr Antonio Flores, Lectr de Theologª = Fr.
Fran zisco Moreno, Lectr de Theologª = Josef Ramos = Vizente Robles del
Barco = Fr. Alonso Fabian del Barco mro estuds y Secº.
Concuerda con su original que queda en la celda prioral de este conven-
to al que me remito, y para el resguardo de dicha cofradía doi el presen-
te como secretario de esta comunidad, fielmente trasladado: advirtiendo
que las asistencias a la procesión del Viernes Sto de que en el se hace
mención se debe entender en la forma hasta ahora acostumbrada. Y
para que conste lo firme en este convento de la Encarnación de Truxillo
17 días del mes de marzo de 1785. Fr. Alonso Fabian del Barco. Mro de
estuds y Secº”.
6 Prólogo de los estatutos de la cofradía de Jesús Nazareno. AHN Consejos
Libro 5000. Estatutos de la cofradía de Jesús Nazareno
“En el nombre d Dios todo poderoso, trino e personas, y uno en esencia,
criador del Cielo y la tierra, y de todas las cosas vivisbles e inuisibles, a
quien dio principio, como principio sin principio de todos ellas: y de la
Reyna de los Angeles y Señora nuestras la bien auenturada y siempre
Virgen María, en cuya purísimas entrañas el verbo eterno hixo fecundo
212 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

del entendimiento del Padre, por virtud, obra y gracia del Espíritu
Sancto, tomó de nuestra naturaleza verdadera carne, y nació para redi-
mir, como redimió con su pasión y muerte, la esclauitud a que el primer
hombre y todos sus hixos quedando sujetos por su primera culpa, y nos
sujetamos por las nuestras: Y de los sanctos apóstoles Señor S n Pedro, a
quien su diuina Magd hico su Uicario y dexo por cabeza desta su mili-
tante iglesia; y su más amado y amanttisimo Benxamin Señor S n Joan,
a quien en los últimos periodos de su vida, para aliuio y consuelo de su
sacratissima madre, y suyo, dexo en su lugar nombrado por hixo, y
[…]endo sus más arcanos misterios; de quien, y de su vida, y muerte fue
cronista euangelico; y señor Sn tiago el mayor, a cuyo cargo ha sido, es
y será la conquista espiritual y temporal de las Españas, de quien por
tantos, y tan justos títulos es patrón, y de aquellos dos pasmos de fe,
amor, valor y caridad, la pecadora más bien arrepentida y mayor peni-
tente Sª Sta María Magdalena, su predicadora Apostólica, y la S ta muxer
Verónica, su discípula, a quien en señal de lo mucho q la amaba y en
premio de el seruicio q le hico, quando le dio el lienco, en que se limpias-
se, como se limpió su lastimado, herido, y ensangrentado rostros, se el
dexo impreso en él; y de los demás sanctos y sanctas de su celestial corte
de quien, y por cuya intercesión nos prometemos la gracia, luz, y acier-
to de que necesitamos para aceitar a seruirle. Sea notorio como auien-
donos hallado juntos en la iglesia del hospital de la Sancta Caridad, en
la qual entierra por pobres que mueren en él, nos Ioan Garcia Holguin,
Agustín Casas Rebollo, Auaro Pizarro de Padilla, Luis de la Rocha, Joan
de Trexo Altamirano, Joan Cassas Rebollo, alcalde, diputados, mayordo-
mos de arca y de zera y escriuano de la cofradía, que para honra y glo-
ria de tan soberano amante, y pía dossiss mo Señor, y de aquel sacratísi-
mo madero, arbol de vida, su sanctissima Cruz, en quien por dárnosla,
perdió la suya crucificado en el, y para provecho de las almas, funda-
ron en esta muy noble y leal Ciud de Truxillo, gran número de fieles
devotos, hixos, y vezos della, titulándola de Iesus Naçareno, en veinte de
henero del año que se contaron de su glorioso nacimiento, mil seiscien-
tos y diez y seis, a fin principalmente, como se dexa conocer, entre otras
cosas contenidas en las hordencas, que para su conseruacion y aumen-
to hicieron en dicho año, nombrando por su protector al Yllmo Señor Dn
fr Enrique Enríquez, dignísimo obispo que fue de este obispado de
Plasencia, por quien parece fueron aprobadas, y por otras que después
se han fho, reformándolas, y añadiéndolas en parte, las quales ansimi-
mo los están por los S Drs Dn Joan Quixada de Almaraz y Dn Antonio
de la Parra, sus Visitadores Jenerales, de que el miércoles S to de cada un
año con la maior decencia y deuoción que posible fuesse, se sacasse
APÉNDICE DOCUMENTAL 213

como siempre se ha sacado en procesión por las calles y plaza pública


desta dicha Ciud la muy deuota y miraculosa ymajen suya, que con el
hicieron, representando, como representa el auerle lleuado, como le
lleuo sobre sus delicados hombros, hasta el S to monte Caluario, donde
murió, como va dicho crucifado en el, siguiéndole en ella los hermanos
cofrades de dicha su cofradía, vestidos de naçarenos, con las suyas,
sobre los suyos, y los dos cabildos mayor, y menor de eclesiásticos, can-
tando con la música de psalmo cinquenta del R Profeta Dauido, lo qual
assimesmo se a hecho en otros tiempos, a que a obligado la necesidad,
fiando conseguir como parece auer conseguido con tan piadosos justos
y meuidos medios, el templar los rigores de su divina Justicia, mediante
lo qual, a esfuerços de otras marauillas, que a obrado, usando de su pie-
dad, ha ido, y va creciendo tanto su deuoción y culto, como demás de lo
referido, se a experimentado y hecho manifiesto, particularmente, en el
auer ganado como se ganó, venciendo inconuenientes, sin contradic-
ción alguna, antes si como muy recíproca y acorde voluntad, el auerla
colocado de el altar colateral, en que la tenía en la dicha iglesia de dicho
ospital, al mayor de ella, haciéndolo, y acabándole un muy costoso y
lucido retablo para ello, y para poner, como assimesmo se pusieron, y
están puestos en el las de su sanctissima madre y amado discípulo, y la
de aquel más bien laureado laurel, y abrasado serafín, gloria y corona
de los Mártires, asombro de los jentiles, y Admiración de los siglos, el más
constante español, y tesorero más fiel, señor S n Laurencio, su tutelar
patrón; con tabernáculo en que poder tener como se tiene, su sacratísi-
mo cuerpo sacramentado, para ministrarle, dándole por consuelo o via-
tico a dichos pobres, y descubierto en la fiesta que la Romana nuestra
madre, y la dicha su cofrª le celebra, y hace de la exaltación que aquel
sagrado madero tuvo, quando el Emperador Heraclio, a imitación suya
vestido de una pobre ropa, y en con los pies descalços, le entro en la S ta
Ciud de Ierrusalen, y bolvió a colocarle en aquel magnífico templo que
el auia hecho, y en que le auia colocado aquélla sagrada y divina zaho-
rí Señora Sta Elena, quando a esfuercos de su católicto y ardiente zelo, fue
descubierto de a donde el bárbaro Judaísmo le tenía escondido, del qual
por culpa de los christiando, el tirano Cosdroes Rey de Persia, y acote suyo,
entrando en ella y robándola con su exercito, la saco de el, y puso entre
sus falsos Dioses; a lo qual se dio principio el año pasado de setenta y uno,
trayéndole a el de la parrochia de nuestro mencionado Patrón y primero
mártir de su sacro colexio, a que es anexa, manifiesto en procesión jene-
ral, y estando todo su octavario, o pasmosa admiración de tan graue y sin-
gular concurso como ocurría, y se halló a tan gloriosa celebridad, en
quien los evangélicos oidores, con amorosa competencia, manifestaron lo
214 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

más crecido de sus preciosos talentos; y después con tantos vulgares fes-
tejos que fueron afrenta del jeneroso bullicio de los jentiles Romanos; y
en hallauase como se halla, siendo tan pobre, que solo tenía seis mill
ciento y settenta y dos marauedis de renta, con más crecido caudal,
aunque corto, y con las demás ymajenes neceasrias para la representa-
ción de los otros tres misterios de la oración, que hiço en el huerto de
Jesemani a su eterno padre; Açotes que recibió, estando atado a la
columna, Coronación q hicieron en su delicada cabeza con aquella
corona de penetrantes espinas, y dolor en su Sacratissima, afligida, y las-
timada madre, reciuio de nuevo a el encontrarle fatigado con tan gran
peso, entre sus perfiados enemigos en la calle de la Amargura, los qua-
les con las demás, de que va fha mención, salen a dicha procesión, y
estan colocadas en otros altares, todo lo qual se a hecho con las limos-
nas dadas por los hermanos cofrades de la dicha su cofrª, y otros ador-
nos fieles deuotos suyos. Y auiendo Nos el dicho Alcalde y oficiales trata-
do, como tratamos en dicha Junta, reconociendo lo mucho que mecesi-
ta el hacer nueuas ordeanças, para q lo referido y otras cossas que
demás de ello, y de lo contenido en las fhas, sea fho, y deuen hacerse, y
se hagan y continúen con el mayor acierto que sea posible, y paraque
tuviese cumplido efecto, fiando de la deuoción y zelo con que le han
seruido en ella, e inteligencia, que para hacerles concurre y se halla en
el Lizenzdo Pedro Anttonio Rodríguez Moreno, auogado de los rs qq, Luis
de la Rocha y Andrés Casco Altamirano ss no del número desta ciudad y
del rei nuestro Señor, todos vecinos desta ziudad, hemos nombrado como
nombramos a los susodichos para que las hiciesen, parece auerlas hecho
en forma que ua declarado, confiando con nosotros, y resoluiendo todos
juntos algunas cosas de duda que se an ofrecido, y primero y ante todas
ellas, el nombrar como nombramos por Protector de dicha cofrª de Iesus
Naçareno, a el Excelentísimo Señor Dn Diego Sarmiento Valladares, dig-
níssimo Obispo de este Obispado, e Ynquisidor General y Gouernador de
estos Reynos de España, y a sus sucessores con dicho obispado, a cuya
corrección, y a la de los Ses Uisitadores Jens y demás Juezes eclesiástico,
a quien toque y pertenezca la sujetamos, y dichas ordenanzas son las
siguientes”.
7 Contrato entre las cofradías de la Caridad y de Jesus de Nacaret. AMT.
PNT. Francisco Márquez, Legajo 189, ff. 237-242 vto.
“En la ciudad de Trujillo en seis días del mes de abrill de mill y seiscien-
tos y setenta y un años, ante mi el escribano público y testigos parecie-
ron de la una parte el Alcalde y oficiales de la cofradía y hospital de la
Santa Caridad desta ciudad, expecial y señaladamente Mathias
Fernández de la Serna, alcalde; Alonso Rodríguez de Moscoso y Antonio
APÉNDICE DOCUMENTAL 215

Leal, diputados, y D. Joseph de Villalobos, mayordomo de pobres; y Luis


de Hita, mayordomo de arca de dicha cofradía= y de la otra Juan Pérez
Holguin y Luis de la Rricha, alcalde y diputado de la cofradía de Jesús
de Nacaret de esta dicha ciudad, y el dicho Luis de Hita como mayordo-
mo de arca que de ella es asimismo, todos vecinos de esta ciudad y unos
y otros alcaldes y oficiales de ambas las dichas cofradías, por lo que les
toca y en nombre de los demás oficiales y hermanos de ellas que al pre-
sente son y serán de aquí adelante, por los quales prestaron voz y cau-
ción de rrato en forma que estarán y pasaran por esta escriptura y lo en
ella contenido y no irán contra ello aora ni en tiempo alguno antes sien-
do necesario lo apruaran y ratificarán so espresa obligación que para
ello hicieron de los bienes y rentas de las dichas cofradías y hospital, y
dixeron que por quanto muchos años a que la dicha cofradía de la
Santa Caridad admitió por guesped en su casa yglesia y ospital a la de
Jesús de Nacaret, y desde entonces a estado y esta sita y se sirue en el, y
aora para mayor culto y beneración de su debotisima y milagrosisima
ymajen y de la demás de que se forma la procesión que se hace en esta
ciudad la noche del miércoles santo de cada un año, en que los dichos
alcalde y oficiales y hermanos de dicha cofradía de Jesús de nacaret y
sus debotos le siguen y acompañan con sus cruces y luces encendidas y
para mayor dencencia honrra y gloria de dicha ymaxen los dichos alcal-
des y oficiales de dicha su cofradía an estado y estan pretendiendo
hacerle un rretablo de horden composita con su sagrario en que poner y
encerrar al santísimo sacramento para que aviendole en la dicha ygle-
sia de dicho hospital le rreciuan por consuelo o biatico sus enfermos y
que en la caja en que sea de poner la dicha sagrada ymajen se ponga
también la de la rreyna de los ángeles y señora nuestra su santísima
madre y la de señor San Juan Evanjelista su amado y querido discípulo
y por corona del dicho retablo sobre su corinsa en medio de su frontis-
picio se ponga en una urna encartelada, la del glorioso y bienaventura-
do señor San Lorenco Martir, patrón de dicha yglesia, poniéndola en su
altar mayor y en el que de presente se halla dicha ymajen de Jesús de
Nacaret, se ponga la de la Coronación de Espinas, y frente del se haga
otro que le corresponda para la de la Coluna, y para que lo referido
tubiese efecto a pedimiento y ruego de los dichos alcaldes y oficiales de
dicha cofradía de Jesús de Nacaret, los de la Santa Caridad mandaron
citar los hermanos de ella como se hico y fueron llamados a son de cam-
pana para que acudiesen a la yglesia de dicho hospital, y aviendo acu-
dido el día primero de este presente mes y año a las tres oras de la tarde
y estando juntos como lo han de uso y costumbre y se haze para cosas
semejantes, el dicho Juan Pérez Holguín por si y en nombre de dicha
216 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Cofradía oficiales y hermanos della presentó una petición y propuesta


pidiendo licencia para lo referido y por un otrosi dixo que si demás
dello, y de lo en la dicha propuesta se hacia mención para que los alta-
res de las dos salas de enfermería tubiesen con toda decencia o aumen-
tándose la en que están, y para aliuio de sus enfermos quisiesen y fue-
sen seruidos, los dichos alcaldes y oficiales de dicha cofradía y hospital
de la Santa Caridad poner en el uno las ymajenes de la Oración del
guerto, y en el otro la de la santa muger Beronica se las entregarían con
toda decencia para que aún mesmo tiempo se colocasen en ellos, y avien-
do visto, oído y entendido petición tan justa, todos unánimes y confor-
mes sin auer boto en contrario, piadosa y amorosamente lo concedieron
y dieron la dicha licencia para ello por sí y en nombre de los demás her-
manos que de presente son y fueren de dicha cofradía de la Caridad, y
para efectuarlo y hacer otorgar las capitulaciones concordias y scrip ras
necesarias dieron su boto avierto y facultad plena a los dichos alcalde y
oficiales precediendo primero licencia para ello del señor Juez eclesiásti-
co hordinario y para criar y poner en dicho sagrario el santísimo sacra-
mento, la qual dio y concedió el señor Liz do Juan Francés Arias, cura
propio de la yglesia mayor de Santa Maria de esta dicha ciudad, uicario
en ella y su partido y visitador general de este obispado de Plasencia, por
ante Gerónimo Garcia, notario, con consentimiento y beneplácito del
Lizdo Juan Pérez Espinal, cura propio de la yglesia parroquial de señor
Santiago de esta ciudad a quien esta agregado dicho hospital y toca la
administración de los sacramentos y entierros dentro del y con otras
condiciones contenidas en la dicha licencia como todo lo referido cons-
ta de ella y de la dicha petición y propuesta junta y determinación que
unos y otros me lo entregaron original a mi el dicho escriuano para que
lo ponga e ynserta en esta scriptura y así lo hice cuio tenor es el siguien-
te: aquí la licencia
Y en virtud de dicha licencia de suso ynserta y usando de ella los dichos
alcaldes y oficiales de las dichas cofradías de la santa Caridad y de Jesús
de Nacaret, dijeron y otorgaron quieren hacer y otorgar esta escriptura
de contrato en rracon de lo que dicho es según y en la conformidad que
en ella se contendrá = Por tanto poniéndolo en execución en la mejor
uía y forma que más aya lugar de derecho, los dichos alcalde y oficiales
de la cofradía y hospital de ls santa caridad dixeron que de nueuo
reciuian y reciuieron por guesped en él, a la dicha cofradía de Jesús de
Nacaret, para que este sita y se sirua en el dicho hospital en la forma que
hasta ahora se a hecho, y consienten y tiene por bien que ponga en el
altar mayor de la dicha yglesia el dicho rratablo y coloque en él las
dichas ymajenes dodo según y la forma que se contiene y declara en la
APÉNDICE DOCUMENTAL 217

dicha petición y propuesta licencia y aprouación de suso ynserta, y todos


los dichos alcaldes y oficiales de ambas las dichas cofradías, cada una
po lo que le toca se obligan y las obligan y a los demás oficiales y herma-
nos que al presente son y por todo tiempo fueren de ellas a que guarda-
ran cumpliran y executaran todo lo contenido en dicha petición y pro-
puesta junta y determinación en su virtud fha y licencia y aprouacion
del dicho Sr Lizdo Juan Francés Arias, visitador genl de este obispado
con las calidades y condiciones en ellas espresadas en todo y por todo,
según y como en uno y otro se contiene y declara sin que falte cosa algu-
na, todo lo qual confiesan auer visto oídos entendido y lo an aquí por
repetido ynserto e yncorporado y como si lo fuera a la letra de beruo
adverbun quieren les perjudique para que por todo rigor de derecho pue-
dan ser compelidos y apremiados a su firmeza y cumplimiento = Y
demás de ello se obligan y obligan asimismo a las dichas cofradías,
alcaldes, oficiales y hermanos de ellas a que guardaran y cumplirán las
calidades y condiciones siguientes:
Lo primero, que por quanto por una de las dichas condiciones de la
dicha licencia y aprouación se prebiene y manda que no auiendo quien
se obligue de presente hasta tanto que los aya las dichas cofradías, en la
conformidad que determinaren sus oficiales, ayan de tener luz conti-
nuamente delante del altar mayor dos hachas para quando se adminis-
trare el Santísimo sacramento a los enfermos por consuelos o biaticos, los
basos necessª con toda la demás decencia y reuerencia para dentro y
fuera del tabernáculo los dichos alcalde y oficiales de la cofradía de
Jesús de Nacaret se obligan y obligan a poner luz a su costa y espensas
en una de las lámpara que oi tiene, la qual a de tener puesta y preueni-
da de suerte que alumbre continuamente desde el día que se colocare
dicho retablo con las ymajenes que ua fha mención y el Santísimo
Sacramento en dicho altar mayor hasta tanto que aya persona debota
que haga dotación para que nunca falte su luz = Y los dichos alcalde y
oficiales de la dicha cofradía y hospital de la Santa Caridad, repecto de
ser como es el permiso que se da para que aya sacramento en beneficio
y utilidad de las almas de los pobres enfermos que se curan en dicho
Hospital, se obligan y le obligan a que su mayordomo por el y en nom-
bre de sus rrentas y limosnas a de hacer y haga los basos necesarios en
que depositar y poner el Santísimo Sacramento y a que a de tener conti-
nuamente dos hachas y dos belas que ardan siempre que se administra-
re a su Diuina Magd para consuelo o biatico a dichos enfermos, y tam-
bién quando se aya de rrenouar y a a de dar el ynciensso que para su
rrenouación y culto sea necesario y a de pagar el sacristán de dicha
yglesia de Señor Santiago lo que se ajustare y concertare o fuere justo por
218 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

la asistencia y ocupación que en ello a de tener y que en nada de esto ni


parte de ello a a de ynterbenir ni tratar de ello dicha cofradía de Jesús
de Nacaret, por tocar como lexitimamente toca a dicho hospital y su
cofradía de la Santa Caridad, como dueño y señor propietario del dicho
hospital y yglesia.
Yten que por quantto por otra de dichas condiciones se manda asimis-
mo que los otorgantes declaren en el otorgamiento de esta escriptura
como al dicho cura de señor Santiago que de presente es o fuere de aquí
adelante toca, por ser de su feligresía el dicho hospital, hacer en él las
procesiones y entierros que se ofrecieren y cantar las misas y todas las
demás funciones que se uvieren de hacer dentro de dicho hospital, como
hasta aquí las a hecho, y que sin su licencia ningún sacerdote secular
pueda hacer los dichos actos, y porque lo rreferido es cierto y verdadero,
sin que aya cosa en contrario lo confiessan y declara así y se obligan y
obligan a las dichas cofradías en devida forma a que no harán ni pre-
tenderán hacer aora ni de aquí adelante cosa en contrario, solo que en
los misereres que se cantan en las quaresmas a Jesús de Nacaret a de
decir la oración el capellán de su cofradía, excepto le de el miércoles
Santo, que es en la conformidad que hasta aora se a hecho
Yten que mediante que en la dicha petición y propuesta se pidió licencia
como ba dicho para poner altar nueuo en que colocar la ymajen de la
coluna, la conceden y dan los dichos alcaldes y oficiales de la dicha
cofradía y hospital, con calidad y condición caja de dicha ymajen ni de
otra alguna no se a de poder ronper la pared respecto que de hacerlo
puede sobrebenirle riesgo a dicha yglesia = y asimismo estimando como
estiman el ofrecimiento de los pasos de la Oración del Guerto y Santa
Muxer Beronica, para consuelo y aliuio de los pobres enfermos damos
permiso a dicha cofradía de Jesús de Nacaret para que ponga el uno en
el altar de la una enfermería y el otro en el de otra.
Yten que en consideración de que para mayor honrra y gloria de Dios
Nuestro Señor y de su Madre Santísima y del glorioso Mártir Señor San
Lorenco es necesario y preciso se guarnezcan los tres altares de su ygle-
sia decentemente y aya tener entero para las misas cantadas de sus fies-
tas principales, asientan y determinan que el mayordomo de dicho hos-
pital y el de la dicha cofradía de Jesús de Nacareno de dichas sus rren-
tas y limosnas ayan de comprar y compren y paguen cada uno por
mitad lo que costeare y fuere necesario para hacer un frontal manteles
y un terno de damasco carmesí muy bien guarnecido y todo lo demás
necesario para el adorno de dicho altar, aluas, amitos, y cíngulos, y que
nada de ello sirua ni se ponga sino es en las fiestas principales de ambas
APÉNDICE DOCUMENTAL 219

cofradías y hospital sin que se pueda prestar ni preste en ningún tiempo


a yglesia ni hermita alguna y para que esto se obserue y execute así se
encierre todo ello en una arca o cajón con dos llaues, que la una de ellas
tenga el mayordomo de dicho hospital y la otra el de la dicha cofradía
de Jesús de Nacaren y juntamente se compren unas vinajeras que siruan
en la misma conformidad y se haga un atril en que se a de poner cubier-
ta de la mesma tela que sirua en sus bísperas y misa = Y la dicha cofra-
día de Jesús de Nacaret a de tener obligaz on y cuidar de poner y ponga
a su costa o con la limosnas que juntare en dicho Altar mayor y en los
dos que a de auer en dicha yglesia más que el referido, los frontales y
demás ornamentos de que necesitaren para estar con la decencia que se
deue a sus ymajenes sin que por ello aya de dar ni dé cosa alguna el
dicho hospital y su cofradía = y sí pareciere como se juzga ser combe-
niente azer nueua campana por ser la que de presente aya muy peque-
ña la hagan pidiéndose limosna para ello, y sino se juntare lo an de
pagar por mitad o la cantidad que faltare los dichos mayordomos de
dicho hospital y de dicha cofradía, y lo mismo se haga y a de hacer si se
quebrare haciéndola de nueuo = adbirtiendo como se adbierte que los
demás frontales y hornamentos que oi tiene dicha cofradía de Jesús de
Nacaret, y las que comprare y se le dieren de limosna juntamente con
todo lo demás que adquiriere a de ser y son suios propios y a de usar de
ellos a su boluntad y a la de su alcalde y oficiales sin que la dicha cofra-
día y hospital de la Santa Caridad puedan pretender ni pretenda tener
parte en ellos ni ympedirlo.
Yten que la dicha cofradía de Jesús de Nacaret a de tener obligación y los
dichos alcalde y oficiales de ella la obligan a que acudirá y asistirá con su
cera y estandarte a las vísperas y misa de Señor San Lorenzo quando se le
hace fiesta cada año en dicha yglesia como hasta ahora lo a hecho.
Yten que por quanto al tiempo y quando se admitió y reciuio por gues-
ped en la dicha yglesia de dicho hospital a la dicha cofradía de Jesús de
Nacaret, se hico y otorgó sobre ello espriptura de concordia entre ambas
las dichas cofradías, se a de quedar y queda en su fuerca y vigor para
que se guarde y cumpla como en ella se cntibuere sin que por esta que
ahora se hace y otorga sea visto ni se entienda alterarla ni ynouarla en
cosa alguna
Yten que la dicha cofradía de Jesús de Nacaret por este nuevo contrato
no a de adquirir pedir ni pretender derecho ni posesión alguna en dicho
hospital, más de el que hasta aora a tenido, y el que se le concede y va
declarado para los efectos referidos, respecto de ser como a sido y es per-
miso y concesión graciosa procedida de mera liberalidad y boluntaria
220 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

facultad de dicha cofradía y hospital de la Caridad, ni a de poder baler-


se de prescripción, costumbre ni otro derecho alguno que por qualquier
título pretenda tener que en caso necesario la rrenuncia para no poder
valerse ni aprouecharse del = Y en la manera que dicho es ambas las
dichas partes hicieron y otorgaron este contrato y para que en todo tiem-
po se afirme y permanezca lo rreferido se obligan y obligan a las dichas
cofradías y hospital a guardar cumplir executar y pagar todo lo conteni-
do en esta escriptura y en las condiciones declaradas en ella y en la
dicha licencia y aprouación del dicho señor visitador general en todo
por todo según y como en ello se contiene y no ir ni benir contra ello ni
contra parte ni cosa alguna de ello aora ni en ningún tiempo, alegando
lesión ni engaño ni por otra causa ni rracon que en su fauor sea y si por
alguna pensada o no pensaba aunque de derecho se le condea fueren o
pretendieren yr contra lo que dicho es no an de poder ser sobre ello oídas
en juicio antes del rrepelidas y condenadas en costas y la dicha cofradía
y Hospital de la Santa Caridad no a de poder hechar de dicha yglesia y
altares referidos a la dicha cofradia de Jesús de Nacaret ni sus ymajenes
y retablo ni ella salirse de dicha yglesia ni sacar dichas ymajenes y reta-
blo para ponerlas en otra parte en ningún tiempo ni por ninguna causa
ni rracon ni con ningún pretesto que aya o pueda aber ni yntentar
hacerlo porque en todo tiempo desde ahora para siempre jamás a de
estar la dicha cofradía en dicho hospital y se a de seruir en él y su ygle-
sia en la conformidad rreferida y como hasta aora lo a hecho desde que
entró en él, pena de trescientos ducados que a de pagar qualquiera de
las partes que fuere o yntentare yr contra lo aquí contenido a la que
tubiere fuere y pasare por este contrato y la dicha pena pagada o no gra-
ciosamente rremitida todauia sea firme y balga y se guarde y cumpla lo
contenido en esta scriptura por las dichas partes y demás a de pagar lo
que contra ello fuere a la dicha otra, todos los daños, costas y gastos que
en razón de ello se le siguieren y rrcrezieren sobre que sea bastante
prueua y aberiguazion el juramento y declaración del mayordomo que
fuere de la cofradía que estubiere y pasare por esta escriptura sin que sea
nezesario otra prueua ni aberiguazion alguna de que se le rreleua y
para la firmez y paga y cumplimiento de lo que dicho es cada una de las
dichas partes obligaron los bienes y rrentas de las dichas cofradías y hos-
pitales, espirituales y tenporales auidos y por auer y dieron poder cum-
plido a las Justicias y Jueces eclesiásticos y seglares que sean competen-
tea a cuio fuero y jurisdicción se sometieron y a las dichas cofradías y
hospital y rrenunciaron el suyo propio domicilio y preuilexio y la ley sit
combenerit de jurisdicione omniun judicum, para que a lo que dicho es
le compelan y apremien como sí fuera por sentencia difinitiua de juez
APÉNDICE DOCUMENTAL 221

competente pasada en autoridad de cosa juzgada y rrenunziaron todas


las leyes, fueros y derechos de su favor con la pque prohiue la generan
rrenunziacion y así lo otorgaron siendo a ello presentes por testigos Juan
Gónzález León, Fauian Mendoza Becerra y Gabriel Becerra, uecinos de
esta ciudad, y lo firmaron y los otorgantes que doi fe conozco”.
8 Competencias de los miembros de la junta de gobierno de la cofradía de
Jesús Nazareno de Trujillo. AHN Consejos Libro 5000.
Como se han de seruir los oficios, quando y en que forma se han de
entregar los bienes, zera, libros y demás papeles y penas impuestas a los
que faltaren a ello.
“Yten ordenamos y mandados que dicho Alcde y demás oficiales de esta
dicha cofradía, siruan sus oficios como va dicho, desde quince de sep-
tiembre de cada un año, acudiendo y assistiendo demás de lo referido a
las missas que se han de decir en la iglesia de dicho hospital, y a los mise-
reres que se han de cantar en la quaresma, procession que se hace el día
del Corpus Christi, y a las demás processiones jenerales, entierros de her-
manos y de hixos suyos, criados, pobres, y encomendados, auisándosles
para ello, y para lo demás que se ofrezca y sea necesario el mayordomo
del arca, como es de su obligación, o el muñidor, y al que a ello faltare
le condene el dicho Alcalde, o quien en ello se hallare con la cruz en
pena moderada, que no passe de seis Rs, y sí en qualquiera ocassion dije-
re alguno no quiere acudir a ello, y algún hermano no quisiere tomar
hacha quando se le diere, o lleuar las andas con el cuerpo del difunçto,
le condenamos a una libra de zera, y demás de lo referido el capp an,
diputados, maymos de arca, cera, e iglesia y escriuº han de seruir en la
forma siguiente=
El dicho Cappan han de aucidir a asistir a las Vísperas, missa y comple-
tas de la principal fiesta que se hace, y ha de hacer en la iglesia donde
se sirue dicha cofrª, como va dicho, en la qual han de cantar y decir
dicha missa, descubir, y encerrar el Santissº Sacramento el Cura y demás
siruientes de la parrochail de Sor SnTiago, a quien es anexa, y para ayu-
darles a ello en el choro y altar ha de combidar a lo menos seis sacerdo-
tes, y los q fuere hermanos siendo citados por dicho maiordomo, han de
acudir assimesmo a ello, sin interés de paga, y a dicho Cura y siruien-
tes, y demás, que no siendo tales hermanos asistieren, se pagará la limos-
na acostumbrada, y assimesmo ha de acudir dicho capellán a decir las
missas y oraciones que se cantan en los Misereres, excepto la que se echa
de cantar el martes Sto después de misa, o antes, y el día siguiente por la
tarde, por auerlas de cantar el dicho Cura, y faltando a lo referido le
condenamos en la limosna que se diere por ello; y se advierte que por
222 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

dichas oraciones que ha de cantar en dichos misereres no se le ha de dar


alguna, por ser como ha sido carga de su oficio; y a cada uno de los dichos
sacerdotes, q fueren, como va dicho, hermanos, y no asistieren a dichas
Vísperas, missa, y completas no teniendo impedimento lexítimo, y no
imbiando, teniéndole, como nos sea de enfermedad, o ussencia desta dicha
Ciud, le condenamos por cada vez en dos Rs para la paga de ello =
Los dos Diputados, como va dicho, han de empeçar a seruir sus oficios
desde dicho día, de suerte que el más antiguo eche las demandas para
que se pidan el primero medio año, y su compañero el otro medio, y
quando el uno las hecha, a de tener el otro los estandartes en su cassa,
i imbiar uno a dicha fiestas, y demás missas, misereres, processiones, y
entierros, y a las que se han de cantar en los oficios, que se han de hacer
por los hermanos difunçtos; y por cada demanda q con su tiempo se pier-
da, por neglixencia o descuido suyo, en consideración de auer valido las
de el año passado de setenta y tres, hecho computo de ellas, q fueron cin-
quenta y quatro, veinte y quatro mill y quatro mrs, como parece por el
libro de por menor que repartidos entre ellas, a cada una le toca más de
trece R y ser como va dicho la dicha cofrª tan pobre, y tener fundado su
principal caudal en las limosnas que dan dichos sus herm os y deuotos,
y que faltándole ira in disminución, y no podrá adelantarse el hacer
otras cossas q desean hacer para el diuino culto, le condenamos en q por
cada una de las que dexare perder, de y pague diez R, en q la modera-
mos, atendiendo a la penalidad de dicho oficio; y si qualquiera de ellos
estuviere enfermo, o huviere de ausentarsse por algún tiempo, encarga-
mos a su compañero sirua por el dicho oficio en dicha forma; y hallán-
dose ambos con qualquiera de dichos impedimentos y otro qualquiera
que les impida el hacerlo, el mayordomo de arca lo haga, y si por qual-
quiera de dichas caussas no pudiere, alternativamente lo hagan el de
zera e iglesia sola dicha pena; y al hermano q mandándole la pida, no
quisiere hacerlo, le condenamos assimismo en seis R, y auiéndolea ece-
tado y imbiéndosse para q la pida la cruz y la bacinica, no la pidiendo
aquella semana, el dicho mayordomo de arca para q no se pierda otra,
imbie por dicha cruz y bacinica, y con el q las echase acuda en casa del
dicho escriuº y haga se asiente en las entradas de los dos que devieron
pedir, siete R en cada una; y auiendosse pedido por culpa del uno solo,
auiendo avisado el otro en tiempo, se ponga toda la dicha condenaz n en
la entrada del q fue culpado, y se pondrán assimismo las demás fha
mención, y se hara en las de los q faltaren a lo ordenado por esta orde-
nanza, excepto la de las demandas que se dexaren de echar por q el
mayordomo de arca demás de lo dicho a de ser obligado a buscar tapi-
cerías y lo demás necessario para adornar la iglessia y altares para el
APÉNDICE DOCUMENTAL 223

lucimto de dicha fiesta, que se ha de hacer como va dicho, el día de la


exaltación de la cruz, y misereres que se han de cantar, y hacer que se
compongan los pasos para la procession, del miércoles santo, y que se
labre la cera para dicha cofrª huuiere menester, assí para lo a ella
tocante en esta parte, como para las demás missas que se han de decir,
y entierros, de que en su lug r se hara mención, todo lo q ha de pagar
por quenta de dicha cofrª, ayudándole a ello dicho mayordomo de
yglessia, como as simismo le ha de cuidar el, siendo nece ssario: y ha
de reciuir y cobrar dicho may mo de arca, y recoser del zepo las limos-
nas que hubieren dado y entrado en el, quando se piden por los oficia-
les y otros hermanos, a quien se ha encargado, y ha de entregar a las
puertas de dicha yglessia a el salir de los misereres y ofert os de las mis-
sas que en ella se dicen: y a de hacer se hagan dos arcas, la una para
encerrar las velas que se labren para las fiestas de dicha cofradía y
processiones, con las hachas y demás velas que se dieren de las q arden
en dichos misereres, y el miércoles S to, la qual ha de tener dos llaues,
y con la una abrir y cerrar el susodicho, y con la otra el mayordomo
de ella; y si alguno de ellos no pudiere asistir a ello por alguna de las
causas de q va fha mención, la dará al mayordomo de dicha yglessia
y a otro oficial, encargándole lo haga de suerte que, no anden ambas
llaues juntas en una persona; y las otra pequeña en una llaue sola
para el escriuº que encierre en ella los libros, y demás papeles de dicha
cofrª, excepto las escripturas de censo y renta q han de parar en su
poder, con el de quentas de por menor para cuidar de su cobranza, y
formar las que se le han de tomar, y estando lleno el que del presente
ay, y otro qualquiera q después huviere, se han de entrar en dicha arca
con los demás, por ser como puede ser necessario = Y assimismo ha de
ser obligado el dicho mayordomo de arca, si se redimiere algún censo
o la dicha cofrª se hallaese con más caudal que el de quinientos R s, que
han de andar reseruados para susodichos, ha de ser obligado a parti-
ciparlo a dicho Alc de y demás oficiales para q bueluan a darlo a el, o
lo empleen en alguna res bacuna, o resses que se junten con las q
dicha cofrª tiene, y en otro q quier empleo que sea lícito, pareciéndoles
más conueniente, con aperciuim to que de no hacerlo assi en tiempo
pagará los daños q de ello resultaren por baxa de moneda, y otra qual-
quiera causa a elección de oficiales = Y por quanto los ofertorios que
se han hecho han sido muy grandes de aiuda para hacer las obras que
se han hecho, y esperamos lo serán para hacer otras que como va
dicho, rogamos a dicho mayº de arca, y a cada uno en su año ponga
todo esfuerço en que se continue3, y a los demás oficiales le ayuden a
ello, como nos prometemos =
224 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

El dicho Mayº de zera a de hacer y ser de su obligación, demás de lo refe-


rido, el que de sus cassas donde a de estar dicha arca de dos llaues, en
q; como va dicho, se ha de encerrar la que tuviere y se le diere de limos-
na a dicha cofrª, se llevue el miércoles de Zenica por la mañana o antes,
a la sacristía de la iglessia de dicho hospital, donde ha de estar hasta
pasqua de resurrección, con la que tuviere, para que sirua en las missas
de que se hará mención, y en algunos de los misereres, que como va
dicho se cantan dando la limosna acostumbrada, y para encerrar la
demás de que va fha mención, según y como esta ordenado; y cada que
se aya de dar a labrar alguna, ha de ir en compañía de el dicho mayor-
domo de arca a entregarla con la que el sussodicho tuviere en su poder,
y aya reciuido de entradas de hermanos o limosnas, y sacar en el libro
q ha de tener de qta raçon del que se le aya entregado, recibo del cere-
ro a quien se entreggare, con distinción de la q el le entrega, y recibe
dichas entradas, y al boluer por la labrada han de boluer assimesmo
ambos, y hacer que en dicho libro el dicho cerero escriua y firme la que
entrega, con declaración de si queda alguna en su poder, para q como
queda dicho, como cossa más necesarria, ay en ella toda buena quenta
y raçon; y demás de lo referido se sirua dicha mayordomía según y como
se acostumbra, e irá delante declarado, y en caso de no poder asistir a
alguna cossa de ella la encargará como va declarado a el de iglessia=
El dicho Mayordomo de yglessia, demás de lo q va fho mención, ha de
poner particular cuidado en la limpieza, aseo de los altares, retablos, e
ymágenes e yglesia, sacristía, y ornamentos, de suerte q estén y se pon-
gan con los velos y cortinas, con todo aseo mudándolos a su tiempo, de
suerte que este todo con mucha decencia, como fin principal para q fue
elexido; y de todo lo q huuiere en ella de dicha cofrª se haga un inven-
tario, y se le entregue, dando recibo de ello por ante dicho escriuº en
cuyo poder ha de parar el original, en que se ha de escriuir, y dar en
libro q ha de seruir de esto solo, y de asentar en el lo q assimesmo se ha
de entregar en dicha forma a dicho mayordomo de arca, que también
lo ha de firmar: y si en el discurso del año reciuieren otros algunos, acu-
dan a manifestar a los demás oficiales, y hagan escriua también en él
declarando quien los da, y el valor que pondrá tener, para que si falta-
sen algunos, se cobre de quien los haya reciuido, no auiendo sido hur-
tados de los altares de dicha yglesia estando en ellos, como tal vez suele
suceder; y ninguno ni ninguno de ellos puedan enaxenarse se, ni desha-
cersse, sin consentimiento de el mayor número de oficiales, y el que lo
hiciere pague su valor doblado, ni dichos mayordomos, sin dicho con-
sentimiento, puedan hazer a costa de dicha cofrª: Y de todos los Libros
de ordenanças, entradas de hermanos, quentas de por mayor y por
APÉNDICE DOCUMENTAL 225

menor, y del de ynventario de dichos bienes, y de otros qualesquier pape-


les que se entregare a dicho escriuano, ponga assimismo recibo firmado
de su nombre en el de dichas quentas de por mayor, en el de las de por
menor, que como va dicha ha de tener en su poder dicho mayordomo de
arca; y lo mesmo se hará de lo demás q pareciere conueniente y sea con
numeración de foxas, para q en ningún tiempo falte alguna, particular-
mente de las escritas, como se reconoce faltan, y faltando le condenamos
en los daños q de ello resultare y en dichas quentas, que es donde se han
de dar recibos de las entregas, los que las tomaren les condenaran en lo
demás q les parezca convenir y mandaran siendo quantiossas de trein-
ta Rs arriba, que assí ellas como las demás de que va fha mención, las
cobre dicho mayordomo nueuo en su año, y dar dilixencias hechas que
sean jurídicas; como las a de dar assimesmo fha contra el dicho diputa-
do o diputados por las demandas, si como va dicho, las dexaren perder;
y sí el dicho escriuano o diputado que por alguna causa sirua por el su
oficio, no quisiere, como lo han hecho algunos, en daño de la cofrª y
contra sus ordenanças, escriuir y firmar las penas que impusieren, acu-
diendo a ello, el Alcde y otro qualquiera oficial, a quien el hermano no
aya obedecido como por ellas se manda, el dicho Alc de o oficial lo mani-
fieste en las quentas, y se le de entero crédito, como se ha de dar a lo q
estuviere por ellos, o por cada uno de ellos firmado, y condenamos en la
misma cantd a el dicho escriuº, la q se notará en su entrada, como asi-
mismo se hará en la del q no guiso hacerlo: y ass mismo ha de ser obli-
gado a tener sacada memª de los hermanos de dicha cofrª para entre-
garla el día que se publicase dicha elección, o el primº siguiente, a el más
antiguo, para q como va dicho, eche las demandas, las quales empeza-
rán a pedir los dichos oficiales, y demás de lo referido ser a su cargo lo
de q en su lugr se hará mención”.
9 Sermón que se predicada el Lunes Santo en la iglesia de San Lorenzo,
en honor de Jesús Nazareno. AHN Consejos Libro 5000. Lunes Santo por
la tarde.
“El lunes Sto por la tarde se ha de predicar siguiendo a los sagrados
Cronistas y varones contemplativos desde quando la mañana siguiente
a la noche de la prission de nro Redemptor volvieron los sacerdotes, scri-
bas y fariseos Ses y ancianos del pueblo hebreo, como perros dañados,
para executar su rabia, y verla executada, a las casas del Pontífice
Caifás, donde auian dexado a su diuina Mag d entregado a los soldados
que le auian lleuado presso para lleuarle como le lleuaron aprisioanado
con la jente de guerra, que auia de guardia para el seguro de su perso-
na, a las del Presidente Pilato, para q le sentenciasse a muerte, como por
ellos auia sido acordado y se deseaua hasta quando le dieron cinco mill,
226 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

y mas açotes, tomando por principal asumpto y thema deste sermón


quien auia de predicarle, demás de lo que fuere seruido de lo sucedido
en los intermedios; lo uno como auiendo salido dicho Presidente a los q,
por ser el Gentil, y otros Judíos, auian dexado de entrar en sus cassas, y
en el lugar del Juicio llamado pretorio, pareciéndoles quedaban hacién-
dolo, indignos de cenar, celebrando el cordero pasqual la siguiente
noche, y dicholes viendo no se le entregaban con caussa ni probanza
alguna y que no le ponían acusación, ni hablauan cosa con fundamen-
to, q conforme a las leyes romanas, no probando se el delicto, no le era
lícito condenar aquel hombre, que le tomassen y le condenassen ellos si
la suya les daba licencia, y lo permitía, y que aunque auian respondido
no les era permitido por los emperadores pudiessen matar a nadie, q a
poder hacerlo ya lo huvieran muerto; no convenía dicho Presidente con
lo q deseaban; para q lo hiciessen, y obligarle a ello empezaron a acu-
sarle y ponerle por cargos auian hallado andaba engañado, commo-
viendo y alborotando los pueblos, vedando el pagar los tributos al Cessar,
diciendo llamarsse Christo y ser Rey de los Judíos, y como auiendo des-
pués que boluio a ellos del dicho pretorio, donde auia lleuado a juicio a
JHS Nazareno, y conocido su inocencia, dicho les no hallaba caussa
para condenarle, y visto que con grande algaçara y alboroto, auiendos-
selo oído, esforçando y leuantando más sus voces, prosiguiendo en sus
faltas acusaciones, auian dicho ser galileo, y que a nada de lo que le
decían respondía cossa alguna, conociendo y temiendo por cierto, como
lo era, que todo aquello era rauiossa enemiga, hixa de la envidia que le
tenían, y sabiendo era cierto ser galielo, para q le dexassen versse libre
de ellos, aunq tenía enemistad con Herodes, Rey de aquella Prouincia,
por competencia de jurisdicciones, se le remitió para q le sentenciasse, y
mando le lleuassen, como le lleuaron siguiéndole para acusarle a dicho
Rey que estaba en aquella Sta Ciudad por auer ido a día a la celebridad
de dicha pasqual = Lo otro como por medio de este soberano amante que-
daron dichos Rey y Presidente reconciliados, y hechos de enemigos ami-
gos, y que dicho Rey, el qual deseaba por las grandes marauillas que
auia oído decir hacia, verle, y que en su pressencia obrasse algunas,
visto no hacía ningún milagro, ni respondía a nada de lo q le pregun-
taba, ni a lo que contra él decían sus enemigos, temiéndole y juzgándo-
le asi el como todos los de su hueste y compañía en poco y por incapaz y
falto de juicio, auiéndole hecho vestir por escarnio y como a lo loco una
vestidura blanca, le mando boluer a Pilato a los que se le auian lleua-
do, y se le remitió con una compañía de soldados de su exercito que por
las calles haciendo burla, escarnio y mofa lo llebauan dándole empello-
nes, y haciéndoles dar algunas caídas y tirando de el= y otro como dicho
APÉNDICE DOCUMENTAL 227

Presidente viendo se le auian buelto, y q aunq auia hecho, como hiço por
verle sin culpa, diversas dilixencias para disuadirlos de su mal fundado
designio, no auia podido conseguirlo, por ver si podía lleuarlo a deuida
execucion, aunq contra razón y justicia, por ser costumbre el soltar por
honrra de la pasqua y dar libertad a el uno de los pressos que propusies-
se a el pueblo, y por el fuesse elexido, les propuso para q elixiessen a nro
Redemptor y a Barrabas, que estaba presso con otros alboradtores y com-
mouedores del pueblo por serlo, y auer demás de ser famoso ladrón, e un
alboroto hecho un homicidio; y como auiendo visto que todo el bulgo por
consexo de los magnates, aborreciendo como aborrecia y deseando,
como deseaba la muerte de aquel foraxido, pedía su libertad, y que cru-
cificasse a Christo, y visto no auia podido tampoco por este medio conse-
guirlo, pareciéndole lo haria castigándole, les ofreció dársele emmenda-
do y castigado, y mandó para ello le açotassen, como le açotaron, des-
nundándole su sacro sançto y delicado cuerpo, y dándole cinco mill y
más açotes amarrado a una columna; así el padre predicador fuere
seruido, y le pareciesen conueniente para con moralican estos pasos y en
particular de ellos el último q de los principales ha de ser el principal, se
seruira de valersse para ello de otro verso de dicho psalmo cinqu ta de
dicho Rl Profeta”.
10 Dotación hecha por Matías Fernández de la Serna y su esposa Lorenza
Jiménez de Ontiveros, del sermón que en la mañana del Martes Santo se
predicaba en honor de Jesús Nazareno en la iglesa de San Loreno. AMT.
PNT. Juan Duran Legajo 171, ff. 209-212.
En la muy noble muy leal ciudad de Truxillo en siete días del mes de
junio de mill y seiscientos y setenta y tres años, ante mi el escribano
público y testigos, parecieron Mathias Fz de la Serna, familiar del Santo
Oficio de la Inquisición y doña Lorenca Ximenez de Ontiueros, su lexi-
tima jugar, vecinos desta ciudad, con licencia que la susodicha pidió al
dicho Mathias Fernández de la Serna, para juntamente con él hacer y
otorgar esta escriptura que se la dio tan bastante como de derecho se
requiere y la dicha Doña Lorenza la aceptó y de ella usando dixeron,
que mouidos por el celo de su deuocion y deseando como desean se con-
serue y aumente la grande que juntamente con otros muchos fieles
catholicos an tenido y tienen a las muy deuotas y milagrosas ymajenes
que representan los dolorosos misterios de quando nro Redentor
Jesucristo fue coronado de espinas y lleuo sobre sus delicados hombros el
madero santo de la cruz para redimirnos como nos redimió muriendo
crucificado en ellas los quales lo sustentó como lo a manifestado la expe-
riencia, particularmente en auerse conseguido a esfuerzo suyo como
catholicamente se a creído y parece no deuerse dudar y el que auiendo
228 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

estado la yglesia del hospital en que la Santa Caridad recoje y cura a los
pobres, así forasteros como naturales de sus enfermedades y da sepoltu-
ra en ella a los que mueren en el, sin auer podido ganar licencia para
tener en dicha Yglesia sacramentos que les ministrar mediante lo qual y
la gran distancia q della ay a la de Señor Santiago a quien es aneja an
muerto algunos sin auer reciuido e de su santísimo cuerpo por viático y
el que se ganasse como se ganó la dicha licencia del S r eclesiástico con
consentimiento amorozo de los curas y beneficiados de las demás parro-
quias desta ciudad y júbilo general de todos sus vecinos y el que en vir-
tud de ellas bajase como se bajó al descubierto en procession general de
dicha parroquia de Señor Santiago como dicha yglessia de dicho hospi-
tal y se dejase como se dejó en custodia en ella el día catorce de seti e del
año passdo de mil y seiscientos y setenta y uno, que es en el en que en
cada un año la cofª que se titula de Jesús Nacareno que esta sita y […]
en ella, cuyas son dichas dos ymajenes hace su principal fiesta y el que
se continue y se perpetue para siempre jamás el culto veneración y reue-
rencia que se les a dado en el Martes Santo desde el año de mil y seis-
cientos y setenta que fue en el que dicha Ymajen que representa dicho
misterio de la Coronación de espinas acompañada de dicha cofradía y
gran número de fieles eclesiásticos y seculares fue lleuada a dicha ygles-
sia de dicho ospital y colocada en el altar colateral principal en que a el
presente está en ella y el que la dicha cofradía se halle con alguna parte
de ayuda de la mucha de que necesita por ser como es tan pobre que su
renta no pasa de sietemil trescientos y ueinte y ocho marauedis en cada
un año y estos con algunas cargas de misas doctadas para poder hacer
con mayor lucimto de luces la procession que hace el miércoles Santo a
la qual salen y asisten dichas dos ymaxenes, y las que asimismo repre-
sentan los misterios de la Oración que hico en el huerto a su eterno
Padre, y acotes que reciuio atado a la coluna y los de la santa mujer
Veronica y San Ju Euangelista y la Reyna de los Ángeles y sevicia nues-
tra a quien siguen y acompañan los hermanos de dicha cofradía y otros
muchos deuotos con sus cruces sobre sus hombros y los dos cabildos ecle-
siásticos mayor y menor, otorgan que desde luego hacen cession franca
y donación a la dicha cofradía de Jesús Nacareno de diez y siete mill mrs
de renta de juro en cada un año y el principal correspondiente a ellos
del que tienen y les pertenece de ciento y ochenta y seis mill nouecientos
nouenta y ocho mrs en cada un año situados en el seruicio de veinte y
quatro esta prouª de estremadura en segunda situación para que la
dicha cofradía los aya y goce por suyos y como suyos desde dicho día
para siempre jamás, comencandolos a cobrar desde primero de oct e del
año pasado de setenta y dos, con carga y obligación de que la dicha
APÉNDICE DOCUMENTAL 229

cofradía y su alcalde y demás oficiales della en […] que los demás her-
manos an de ser obligados y lo a de que dar dicha cofradía a que todos
los Martes Santos desde el que viene des año de settªª y quatro a de hacer
perpetuamente como hasta aquí se a hecho por los dichos Mathias
Fernandez y su muger fiesta en memoria de dicha colocación de dicha
Ymajen que le repressenta el dicho Misterio de la Coronación de Espinas
en dicho altar en que está haciéndose cante en ella el salmo miserere […]
por la música esta ciudad y quatro sacerdotes con sus sobrepelices y
otros con capa la oración y luego ynmediatamente dicha misa de pas-
sion con diáconos beneficiada por dichos sacerdotes y dicha música y
que luego que se cante dicha pasión se predique sermón del misterio de
dicha Coronación y durante lo referido estén y tengan encendidas en él
treinta uelas y dos achas de cera blanca en dos acheros y en el altar
maior en que esta la ymajen de Jesús Nacareno con la cruz aquesta otro
tanto número de luces del mesmo género y en dicha forma para que
dichas ymajenes puedan estar descubiertas durante lo referido = y
demás dello con carga y obligación de hacer decir cada año perpetua-
mente dos misas recadas por la yntencion de los otorgantes, una día de
S Mathias y otra día de señor San Lorenco a dichos santos en dicho hos-
pital= y asimismo que la dicha cofradía en la procession que como va
dicho hace los Miércoles Santos, de el dicho passo que repressenta la
coronación de espinas como siempre lo a dado a ocho hermanos della
para que lo lleuen uestidos de nacarenos con los rostros descubiertos y
alumbrandolo con quatro achas y que si el mayordomo de dicha cofra-
día a cuyo cargo a de estar dicha fiesta como lo esta la principal della y
pagar lo que se gastare en ella de dicha renta no cumpliese en todo y
parte con lo referido según y como ua declarado sin faltar a ello en cosa
alguna el año o años que no lo cumpliere el mayordomo que fuera de los
pobres de dicho hospital aya, perciua y cobre los dichos diez y siete mill
mrs de dicha renta y dello gaste lo que sea necesario para adornar dicha
yglessia y altares en que estan dichas dos ymajenes para q como ua
dicho esten descubiertas y en el de dicha coronación de espinas se haga
se diga dicha misa cantada con diáconos de dicho misterio con las ora-
ciones que se hacen en siete de mayo en la que se canta en el Conueto
de frailes de Nra Sª de la Encarnación esta ciud de la orden de
Predicadores en la fiesta que en el se celebra en dicho día en el qual o
en el domingo siguiente se a de cantar y beneficiar por los dichos qua-
tro sacerdotes y la música como ua dicho y predicar y acabado el
Euangelio sermón de dicho misterio de forma que en lo referido y […]
limosna de las dichas dos misas recadas y todo lo a ellos necesario se
baste a lo menos la mitad de dichos diez y siete mil mrs y lo restante con
230 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

los pobres del dicho hospital […] dos los sacrificios oraciones ueneracion
y culto que en el dello se ofrecieren y fuere dado desde luego lo consa-
gran y dedican a nro Sr y redentor Jesuchristo y a su sacrantisima
madre y señora nra a quien piden los […] y conceda por ellos paz y con-
cordía entre los príncipes cristianos y en esta ciu d destrucción de las
herejias […] de nra Santa fee catholica y en beneficio de sus almas de de
sus difuntos y las de los hermanos de dicha cofradía de Jesús Nacareno
y mediante lo dicho desde luego se desisten quitan y apartan de la pro-
piedad, señorío y posesión y demás actiones reales personales q tienen y
le pertenecen a los dichos diez y siete mill mrs de renta de juro y su prin-
cipal, todo ello l q ceden renuncian y traspasan en la dicha cofradía q
le dan poder cumplido para que por su autoridad judicialmente pueda
tomar apreender la posesión”.
11 Concordia entre la cofradía de Jesús Nazareno y los cabildos eclesiásti-
cos de Trujillo. AHN Consejos Libro 5000. Concordia entre los Cabildos
eclesiásticos de esta ciudad y esta SS ta cofradía.
“En la mui Noble y mui leal ziud de Ttruxillo en seis días del mes de
henero de mill y seiscientos y veinte y nueue años, antte mi el ess no y tes-
tigos Parecieron el Dn Alonsso Rodríguez de Espinar, Beneficiado de la
yglesia Parrochial de SSor San Martín y el Ldo Juan García Rico, cura de
la yglesia de SSor San Andrés, comisarios que son del Cauildo de los
beneficiados de esta ciudad y el Lzdo Alonso Núñez de Camargo y el
Lzdo Barme González, clérigos presuitteros, Comisarios del abad y cauil-
do de los capellanes de la dicha ciud, todos quattro de la una partte y de
la ottra Pedro González de la Rrua, alcalde de la Cofradía de Jesús
Nazareno de la dicha ciudad y Seuasttian González diputtado y Balt
tasar Diaz Cabezón maymo del arca y Pedro Ximenez de Santtiago,
escriuº público del número y ayunttamiento desta ciudad y escriuano de
la dicha cofradía, y en nombre della, los dichos alcalde y oficiales y por
los ausenttes oficiales de la dicha cofradía por quienes presttaron voz y
caución que estarán y pasarán por la que en esta scriptura ira declara-
do, y ambas parttes los dichos Comisarios por si mismos y en nombre de
los dichos Cauildos y los dichos alcalde y oficiales por la dicha Cofradía,
dijeron que para seruicio de Dios nuestro SS or, y honrra del cultto diui-
no enttre los dichos Cauildos y la dicha cofradía, an ttrattado y sean
convenido de guardar y cumplir lo siguientte:
Primeramentte que los dichos Cauildos de beneficados y capellanes an
de asisttir a la procesión que la dicha cofradía de Jesús nazareno haze
el miércoles Santto de cada un año comenzando el miércoles Santto
venidero deste presentte año, de mill y seiscientos y veintte y nueue, para
APÉNDICE DOCUMENTAL 231

cuyo efecto los dichos cauildos y clerecía an de acudir al ospittal de la


Santta Caridad desta ciudad, quando se ttoque la canpana que es la p y
lugar de donde la dicha procesión a de salir y lo an de acompañar hasta
boluer al dicho ospittal, por quanto en el esta sittuada la dicha cofradía.
Ytten que si los señores Capitulares de los dichos cauildos quisieren
lleuar la Ymajen de nuestra SSª de dicha cofradía que ua a lo último de
la prozession, lo hagan disponiendo ellos el nombrar los sacerdottes que
la uvieren de lleuar =
Ytten que la dicha cofradía de Jesús Nazareno, alcalde de ella y sus ofi-
ciales por la dicha dottazion y acompañamientto de la dicha procesión
a de dar en cada un año para siempre xamas a cada uno de los benefi-
ciados que fueren al aconpañamientto de la dicha procesión real y
medio, y a los capellanes que a ella fueren a cada uno de ellos se les a
de dar un real de limosna, todo lo qual la dicha cofradía a sus oficiales
an de pagar en uirttud de la memoria que para ello dieren los Sres aba-
des de los dichos cauildos, el Jueues Santto siguiente del de la dicha
Procesión, y esta orden se a de guardar y cumplir para siempre =
Y es condición que el beneficiado y capellán que estuviere ausentte o
enfermo, o ttuviere ottro ympedimentto que no asistiere al aconpana-
miento toda la dicha procesión y fuere en ella no se les a de pagar cosas
ninguna porque tan solamentte la limosna se a de dar a los beneficia-
dos y capellanes que asistieren al aconpañamientto de la dicha proce-
sión, y en esta forma ambas las partes an efectuado este conttratto todo
lo qual por los dichos Cauildos y por la dicha cofradía alcalde y oficia-
les della se a de guardar y cumplir cada un año para siempre xamas
para ttodo lo qual dichos Dn Alonso Rodríguez de Espinar, Ldo Juan
Gara Rico como ttales comisarios de dicho Cauildo de beneficados y los
dichos Ldo Alonsso Núñez de Camargo y Ldo Barme González,
Comisarios asimismo del dicho Cauildo de capellanes y usando de las
comisiones que tienen y dijeron estar escripttas en los libros capittulares
de los dichos Cauildos les obligaron y se obligaron asimismo por lo que
a cada uno toca aguardar y cumplirtto do lo conttenido en esta escrittu-
ra, según que mejor pueden y de derecho obligar y los dichos Pedro
González de la Rrua, alcalde de la dicha cofradía y demás oficiales della
que an estado presenttes a su ottorgamientto por la dicha cofradía y en
su nombre, y los demás oficiales que della fueren la obligaron y sus bien-
es y renttas […] Y así lo dijeron y otorgaron antte mi el escriuano en el
dicho día mes y año, siendo testigos Diego Blanquez, Juº García y Juan
de Muesas vezno de Truxilo y los otrrora anttes que io el ssno doy fe
conozo lo firmaron A Dordiguez Espinal = Juan Garcia el rico = Dn
232 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Alonso Núñez de Camargo = Barme Gonzalez = Pedro González = de la


rrua = Pedro Ximenez de Santiago = Seuastian Gil = Baltasar Díaz
Cauezon = Passo antte mi = Juan González de Santtiago = Va enm do =
prro = Yo Joan González de Santiago escriuano del Rey nuestro SS r
Público y del número, de la ziud de Truxiº por su Pd Rma el Prior y
conuentto de nra Sª de Guadalupe fui presse te y lo signe y firme = En
ttestinº de verdad Juan González santiago.
Confirmazon.- D. Fr. Plazido Pachecho, por la gracia de Dios y de la
Santa Iglesia de rroma, obpo de Plassª del Conssª de S mag d por las pre-
senttes aprouamos y confirmamos la escripª y concordia de suso para
que se guarde como en ella se conttne dado en Truxª a onze de nouiem-
bre de mill y ssos y sª y cinco años = El obpo de Plassª = Por m do del obis-
po mi SSor Luis de León”.
12 Acuerdo entre la cofradía de la Caridad y Nazareno sobre los ornamen-
tos de ambas en la iglesia de San Lorenzo. AHN. Consejos Libro 5000.
Acuero que se celebró entre las dos cofradías de la S ta Caridad y la de N
P J Nazaret, con asistencia del el Sr Cura de Sor Sntiago.
“En la Ciudad de Truxllo en primero día de el mes de Jullio año de mill
setecientos sesenta y quatro, estando juntos los SS res Alcaldes y oficiales
de las cofradías de la Sta Caridad, y N P J de Nazareno; y acompañados
de el Sr Dn Jph Gironda, Cura Rector de la yglesia Parrochial de S or Sn
Tiago en la Sachristía de la Yglesia de Sr Sn Lorenzo, a sauer Alcalde de
la Cofradía de la Sta Caridad el Sr Dn Ventura Marquez Donoso; Pror
de pobres el Sr Dn Gregorio Rodríguez Viuar; diputados los SSres Dn Jph
de la Cruz, y Dn Jph Corrales; mayordomo de arca el Sr Dn Diego Uello
Leal; mayordomo de pobres el Sr Dn Manl Xill; de la cera el Sr Dn Franco
Marnz Garay; essno Dn Juan Gar Molano, y de la de Jesús, alcalde el S r
Dn Joseph Arroyo, Diputados los SSres Dn Fernando Molina y Dn Vizte
Ramos, mayordomo de arca el Sr Dn Joseph Ramos, de la cera el Sr Dn
Juan Gar Molano, essno el Sr Dn Joachin Peña.
Dijeron unos y otros q para obiar dudas y competencias en los tpos sub-
cesibos mediante que hasta aquí ha estado padeciendo equivocación los
hermanos y cofrades de la Cofradía de Jesús sobre q la Capilla de la
Yglesia de Sor Sn Lorenzo era propia de la cofradía de Jesús con ynde-
pendencia absoluta de la de la Caridad, y demás ornamentos q en la
sacristía y cajones de ella se encuentra, cuya duda salieron en vista de
la concordia qe pr esta se les a mostrado celebrada pr una y otra cofra-
día en los seis de abril de el año pasado de mill seiscientos setenta y uno
ante Franco Marqz essno del número de esta Ciud, la qe luego fue leída
se archivo en el de papeles de la Caridad la qual es decisiua de toda dis-
APÉNDICE DOCUMENTAL 233

puta. Por tanto para el sosiego y paz de una y otra de común conformi-
dad capitularon en la forma sgte:
Lo primero q los ornamentos y cajones de dicha sacristía a excepción de
un terno de casulla y dalmáticas de persina u otra tela de flores como
también los apóstoles, ángel, faroles y demás cosas q e pertenecen para
las ymájenes de qe se compone la procession de el miércoles S to es todo
propio de la cofradía como también un cáliz que dice Jesús Nazart.
Lo segundo qe otro terno de damasco carmesí guarnecido, con albas,
amitos y cíngulos, un yncensario, y uariedad de casullas propas de la
cofradía de la Caridad, queda todo por entre anbas para q e una y otra
siruan de ello a su uoluntad. En dicha Yglesia y no sacando de ella para
otra cosa alguna y los uasos sagrados de la de la Caridad.
Lo tercero qe dese o y día de la fha el altar mayor queda al cuidado de
la Cofradía de la Carida como son frontales, manteles, ara y demás
ornamentos, y los dos coraterales vajo los mismos términos de la de Jesús,
uajo la precisa condición de qe sí el retablo de el altar mayor padeciere
algún detrimto su copostura aya de ser de la de Jesús p r ser como esl suyo
propio y hecho a sus expensas.
Lo quarto que spre que se ofrezca hacer alguna vestidura nueba, o repa-
rar las qe al presente ay como también las campanas y demas anejo a la
Yglesia, ha de ser a costa de las dos cofradías, exepto los uasos sagrados
qe ha de ser como ua dicho de la de la Caridad.
Todo lo qual asi lo acordaron con la protexta de q e este acuerdo ni la
concordia qe ua citada al dro qe una y otra puedan tener sobre lo refe-
rido no les perjudicque en caso de encontrarse ynstrumentos que mani-
fiesten lo contrario a unas y otras propiedades y lo firmaron ante mi el
essno de qe doy fee.
Se hace este acuerdo pro uono pacis y en cumplimiento de lo mandado
prel Sr Dn Ysidro Pajero, cura rector de la Parroquial de S ra Sta María
la Mayor de esta Ciud, uicario Juez Eclesiástico de ella y su partido y
uisitador pr el Yllmo Sr Dn Jph González Lajo, dignísimo obispo de
Plasencia”.
13 Informe de don Juan Cervera, corregidor de Trujillo sobre la cofradía o
congregación del Espíritu Santo, fechado el 26 de abril de 1791. AHN
Consejos Legajo 1448.
“MPS el uestro Corregidor de la Ciudad de Trujillo, deseoso de cumplir
exactatamentte con lo prebenido y mandado por uesttro Real Decretto
de siette de febrero próximo pasado, insertto en la Real Cartta diez de
marzo siguientte, reducido a que con la posible brevedad haya de
234 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

remittir nómina del número de sirvientes que ttienen las cofradías de la


Caridad y Espírittu Santto y de todas sus renttas y cargas, con expresión
clara e indibidual del esttado y ualor acttual en ventta y rentta de sus
respecttibas casas, su capacidad y sí para la reunión de una y otra será
necesario hazer algunas obras a cuio fin se reconozcan y tasen por
Perittos informando asimismo con justtificacion que uienes y efecttos
perttenezen a las demás Cofradías, acompañando tambien certtifica-
cion de su ualor también en uenta y rentta, como igualmentte de las
respettibas cargas que tubiesen debe hazer presentte a VA qe hauiendo
dado principio a la ejecución de uesttra real cartta y mandado por
decretto de ueintte y ocho de marzo pasado que los mayordomos de res-
pecttibas cofradías pusiesen nómina expresiva del número de sirbient-
tes y rentas en los términos que se precepttua, encuentro la nobedad de
que la del Espírittu Santto, que en informe de veintte de nobiembre del
año pasado de mill setezientos ochentta y ocho preceptuado por UA en
diez y ocho de marzo del mismo, incluí por Cofradía enttre las demás
únicamente por la uoz común vulgar de estte Pueblo no es tal cofradía
ni otra cosa que una Congregación creada por los Caballeros nottorios
de estta Ciudad quienes desprendiéndose de partte de sus patrimonios
junttos esttos se resolbieron a crear una Hospittalidad haciendo casa
para los enfermos y un capellán que los asisttiese y con esttos disponer
todos los años una curatibba de mal uenereo que principia por Pascua
de Resurrección y concluie por la del Espíritu Santto, experimentándo-
se en es ta marauillosisimos efecttos por la curattiba tan perfecta que se
les haze asisttencia que se les ttiene y costtos grandísimos qe expende en
curattiba y medicina en cuio tiempo no zesan los Caualleros Comisarios
que nombran de uisittar el Hospittal y esttar a la uistta de enfermos y
capellán para presencia la asisttencia de esttos y cumplimientto de facult-
tatibos, siendo uno de los esttattuttos de las Cofradías el lebanttar sus
insinias de esttandartte y bordón, estta nucha los ha tenido ni concu-
rrido a prozesiones públicas, ni enttierros, anttes sin para los suios bus-
can a la del Sacramento o Soledad, y en prueba de estta uerdad, sien-
do vuestros corregidores los que presiden qualquiera disposición que
esttos toman a beneficio de su Hospital, llegado el caso de hauer falleci-
do aquí dos hermanos míos solo me contribuio estta Congregación con
las uelas que ttienen desttinadas para estte fin y no con los demás
dicho, por no ternerlo ni ser es tte su insti tutto, ni otro que el referido
cuya caridad sigue de unas en otros esmerándose a qual más en prest
tar es ttos obsqequios a los Pobres.
Aquí no hay disttincion pues solo pueden serlo los que por tal títtulo for-
mar y solemne uinculado en su casa merecen estta regalía y disttincion,
APÉNDICE DOCUMENTAL 235

que sin duda es grane por quantto en su Archibo conseruan real ejecut-
toria que prefine por único constituttibo de Cauallero nottorio hijodalgo
el ser hermano de la tal Congregación o haberlo sido sus haszendienttes
de forma que para pruebas de hauitos en qualquiera de las órdenes mili-
tares toman por actto posittibo de la notta hauer sido o ser de dicha
Congregación, y así es practtico en algunos de los que acttualmentte se
hallan en la dicha Hermandad, y aun en otros forasteros oriundos de
estta Ciudad que han nezesittado probar la Hidalguía y disttincion de
sus mayores y por estto pareze incompattible la unión o mezcla de es tta
Congregación con otra alguna.
Con estte mottibo Señor quando informe a VA sobre el méttodo y núme-
ro de las cofradías, opinando por la vulgaridad ver estta una de tanttas
no ignorando su buen manejo y distrribución de renttas el fin tan pia-
doso de su institut to fue una e las que propuse debían quedar, por que
en estta jamás presumí ni supe que pudiese hauer mala distribución ni
manejo, por quantto ninguno de los Congreganttes, necesita de tales
renttas para cosa alguna por los quanttiosos mayorazgos que gozan lo
uno por hauerse desprendido de esttas uolunttariamentte para el piado-
so fin de su desttino y como en efecto no es ni puede ser conprehendida
en la generalidad que se añadió acerca de las demás por no serlo de
aquella clase, ni hauer tenido más motibo que la vulgaridad del pueblo
titularla Cofradía sin serlo, y me constta no haberse uisittado por el ordi-
nario, como las demás, por ser solo un actto debotto y carittattibo, erigi-
do entre los referidos uolunttariamentte a consecuencia de estto que he
reconocido y lo manifiestta el adjuntto testtimonio he suspendido el pro-
cedimientto contra estta y seguidole contra las demás; pero no me a sido
posible dejarlo de poner en la consideración de UA esperando de su bon-
dad, se sirua tener a bien estte procedimientto y precepttuarme en quan-
to fuere de su real agrado Dios Guarde la importtantte uida de VA para
alibio de estta Monarquia dilattados años. Trugillo y abril quattro de mil
settecientos nobentta y uno = Señor = Juan de Cerbera =”.
14 Relación de bienes y derechos embargados a las cofradías de la ciudad
de Trujillo entre el 10 y 20 de marzo de 1794. AHN. Consejos Legajo
1448.
“Embargo de bienes de la Cofradª de la Concepción} En la Ciudad de
Trujillo en diez días del mes de marzo año de mil setez os noventa y qua-
tro ante mi el Esno pareció Agustín Pérez Birdaio vezº de ella, mayordo-
mo de la cofradía de la Purísimoa Conzepción de esta Ciudad y sus
agregadas, y asimismo ante Dn Pedro Mrnz Caballero, Algl maior de
esta Auda en uso de la Comisión qe le estta conferida tiene azeptada y
236 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

jurada y en caso nezº de nuevo azepta y jura a efecto de hacer el seques-


tro mandado, qe se ejecute en los bienes demostrados pr el citado maymo
qe son los siguientes: Zensos} Un Zenso en la uª de S ta Cruz qe pagan los
herederos de Juan Blanco de onze rs y diez y siete mrs de renta anual.
Otro de treze rs y seis mrs qe pagan Dn Juan Bello de esta ved. Otro de
ocho rs y tres mrs que paga Dn Josf Pozo Pro. Otro qe paga Manuel
Molano de onze rs vellón. Otro de diez y seis rs y diez y siete mrs qe paga
el Combto de Padres Agustinos de Sta Cruz. Otro se sesenta rs qe pagan
los bienes de Domingo Shez vezº qe fue de la Conquista los qe tiene en
Pretoria estta Cofradía. Otro de diez y ocho rs qe paga Ysabel Carvajal
vezª de Sta Ana, Manl Escobar, vezº de Romanogordo paga otro de onze
rs y diez y siete mrs. Dn Juan de Orellana vezº qe fue de la Herguijuela
paga otro de diez y ocho rs. Casas} Una en calle de Sillería qe renta cient
treinta y dos rs. Otra en los canchos de Sta Clara qe renta veinte y dos
rs. Otra en frente del Combto de Sta Clara qe renta treinta y tres rs.
Zercas} Una cerca en término de la Herguijuela q e renta quarenta y
quatro rs. Otra al sitio de Ramiro qe renta sesenta y seis rs. Otra en el
Arrabal de Aldea nueba qe renta cinqta y quatro rrs. Otra en el Barrio
de Sto Domingo que renta doze rs. Un corral en calle de Zurradores que
rentta quarenta y quatro rs. Dos cruzes de plata. Doze hachas de zera
bastante serbidas. Seis velas de a tres en libra enteras y seis medias. Una
fuente de azofar. Un arca con los papeles conducentes a la cofradía,
cuios bienes dicho Comisionado depositó en el nominado Agustín Pérez
Burdado, qe los recibió, y se obligó a tenerlos de prompto y manifiestto
spre qe pr el Sor Corexr u otro Sor Juez Compte le sean pedidos.
Sn Crispin} En dicha ciudad día mes y año, ante el mismo Comisionado
y con mi asistencia pareció Luís García, mayordomo de la Cofradía de
Sn Crispín y en cumpto de lo mandado en el auto anterior hizo seques-
tro de los bienes qe le perttenezen en la forma siguiente:Casas} Una en c
Nueba qe rentta onze ducados. Otra en dicha calle q e renta doze duca-
dos. Otra en el Campillo qe renta quatro ducados. Unos huertos al sitio
del Chorrillo qe rentan noventa y cinco rs. Una zerca de pastto qe renta
doscientas y setenta rs. Zensos} Un zenso de treinta y tres rs qe paga
anualmte Andres Shez Rodríguez, vezº de la Madroñera: Otro qe pagan
Pedro Sánchez y consortes de la misma, vezd de sesenta rs de renta. Otra
que pagan Andrés Barquillla y comps de la misma vezd de treinta y tres
rs. Otro que paga Frco Ferrer, vezº de Plasenzuela y consortes de qua-
renta y cinco rs. Otro qe paga Frco Xerez, vezº de dihca villa de
Palzensuela de viente y quatro rs. Otro qe paga Dn Lorenzo Calderón de
veintte y siete rs. Yt como cosa de mil rs en dinero poco más o menos. Un
terno de ocho hachas a medio serbir. Quatro libras de zera menuda. Dos
APÉNDICE DOCUMENTAL 237

cruzes de plata del bordón y del esttandarte. El arca con los papeles
tocantes a estta cofradía. Que son los únicos bien s de estta cofradía en
los qe se dio por entregado en nominado Luís García y de ellos como
están en su poder otorga depósito en forma.
Otra de la Sta Vera Cruz} En dicha Ciudad en onze de dicho mes y año
el mismo Comisionado en uso de la Com on qe esta evacuando con mi
asistencia hizo el squestro de los bienes y rentas prop s de la Cofradía de
la Sta Bera Cruz de estta Ciudad, qe según demostración de su mayor-
domo Dn Ramón Aperte son los siguientes:Mandas} Primeram te por la
manda qe hizo a esta cofradía el Señor Martín de Chaves mil y cien rr s
pª colación de Juebes Sto y hachas. Otra qe la hizo Franco Santos de
sesenta y seis rs. Otra de setenta y dos rs qe la hizo Dª Antonia de
Zúñiga.Zensos} La Memª de Martín de Chaves paga uno de quinientos
seis rs y doze mrs. Esta Ciudad paga otro de setecientos y ochenta r s. Otro
qe paga Bartolomé Abila de la Madroñera de veinte y siete r s. Otra q
paga Dn Josef Gironda, cura de Santiago de quarenta r s y treinta mrs.
Otra contra Luis Coranadas de quatro r s y catorce mrs. Otra contra Josef
Bacas de Sta Cruz de ocho rs y veinte mrs. Otro contra Franco Mellado
vezº de la Madroñera de diez y ocho rs. Otro de Hinojal de seis rs. Otro
contra Dn Martín Regodón vezº de Sta Ana de veinte y quatro rs y vein-
te y quatro mrs. Otro contra Dn Uicente Puerto vezº de Sta Ana digo
Logrosán de zinquenta y dos rs y veinte y ocho mrs. Otra contra los here-
deros de Plaza de quatro rs y diez y seis mrs. Otro contra el Combentto
de la Merced de un rl y diez y seis mrs. Otro contra Juan Izquierdo vezº
de la Abertura de diez y nuebe rs y diez y ocho mrs. Zercas} Una tercia
al sitio del Gil Bas que rentta ciento y sesenta r s. Otra qe llaman de la
zorra que rentta cinquenta y cinco rs. Otra al sitio de Canttarranas qe
renta lo mismo. Doze rs y onze mrs qe tiene de pte en la dehesa de los
Santos.
Casas} Una casa en calle nueba qe renta dosztos setenta y cinco rs. Otra
al Azobejo qe renta ciento setenta y seis rrs. Otra al Horno del paso qe
renta cinquenta y cinco rs. Dos cruzes de plata de bordón. Dos de esttan-
darte. Tres estandartes de seda. Doze hachas grandes. Seis dichas
medias. Que son los único bienes perteneztes a esta Cofradía, los quales
dicho Comisionado depositó en poder del citado D n Ramón Aperte qe los
recibió a Ley de depósito y se obligó a tenerlos de prompto y manifiesto
spre qe pr el Sor Correxor u otro Señor Juez compte le sean mandados
entregar.
Otro Soledad} En dicha Ciudad, día mes y año el mismo, Sor
Comisionado en prosecución de estas diligs hizo sequestro en los bienes
238 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

de la Cofradía de la Soledad y sus rentas, según relación de su mayor-


domo Franco Uarela, en la forma sigte:Cassas} Una en la calle nueba qe
rentta doscientos nuebe rs. Otra en dicha calle que renta ciento y qua-
tro rs. Otra al Sitio de los Corrales qe renta setenta y siette rs. Otra al sitio
del Pozito que renta nouenta y nuebe rs. Otra en la calle fuera qe renta
quinze ducados. Otra en el Campillo q e renta ciento veinte y un rs. Otra
al mismo sitio sesenta y seis rs.
Zercas} Una zerca al sitio de la Carbonera qe renta setenta y cinco rs.
Otra al sitio de la Magalena que renta veinte y siete r s. Otra al llano de
Ramiro que renta treinta rs. Otra arrimada a la Hermita de la
Magdalena que no renta cosa alguna por q e se dá de [...] a la santera qe
habita allí. Un zenso que paga D n Isidro Parejo Brabo de zinqta y cinco
rs y dos mrs anuos. Otro qe paga Dn Antonio Barroso de esta vezd de seis
rs. Otro qe paga Dn Josfe Pizarro de Sta Ana de sesenta rs. Otro que paga
Dn Josef Pozo, Pro, de nuebe rs y treinta mrs. Otro que paga Dn Cristóbal
Domínguez Salazar de zinquenta y cinco rs y veinte y siete mrs. Otro que
paga Narciso Casco de seis rs y veintte mrs. Suerte de Tripa que rentta
ciento cinquenta y cinco rs. Por la manda que hizo a esta Cofradía Dª
Antonia de Zúñiga treinta y tres rs y veinte y siete mrs. Dos bordones y
dos cruces de plata. Dos calizes de los mismo [...] dos hachas serbidas. Y
ocho belas pequeñas. Un arca con los papeles de la Cofradía. Que son los
únicos bienes qe posee en los quales se dio por entregado el nominado
Franco Uarea y se obligó a tenerlos de prompto y manifiesto.
Stos Mártirs} En dicha Ciudad en doze de dicho mes y año ante el mismo
esno y Sor Comisionado a efecto de proseguir esttas diligs pareció Franco
Abiles y Tobías, mayordomo de la Cofradª de los Stos Mártires que hizo
demostrazon de los bienes qe la pertenecen, los que se hizo el sequestro, y
son los sigtes: Casas} Una casa en el Barrio de Sto Domingo su renta qua-
renta y quatro rs. Zercas} Un huerto y zerquilla al Sito de las tenerías su
rentta ziento y diez rs. Una cerca qe dicen de los Carrcos que renta ciento
y cinqta rs. La zerquilla del Cancho que renta treinta rs Al sitio de Sn
Lázaro otra qe diez de la manzeberia, su renta treinta y tres rs. Otra en
dicho arrabl de la Magdalena su renta treinta y tres rs. Otra en dicho arra-
bal qe renta zinquenta y cinco rs. Otra al sitio de los Borrachos, su renta
ciento y cinquenta rs. Zensos} Uno que paga Sebastián Ximz vezº de
Valdemorales de trescientos rrs. Otro qe pagan los herederos de Antª y Mª
Robleza vezas de la Madroñera de quinze rs y siete mrs. Otro qe paga Dn
Gonzalo de Carvajal vezº de Cazeres de ocho rs uno. Por otro paga
anualmte Dn Diego Portillo tres rrs. Otro de diez y seis rs qe paga el víncu-
lo de Villafañe. Otro de veinte y quatro rs qe pagan los herederos de Franco
Ojea, vezos de Sta Ana. Otro de nobenta y nuebe rs qe paga Dn Roque […].
APÉNDICE DOCUMENTAL 239

Otro el Conde de Quintanilla de treinta y cinco rs y diez mrs. Otro el Marqs


de Sta Martha de tres rs y ocho mrs. Otro contra el Combentto de la
Conzepon de Medillín qe paga setenta y siete rs de réditos. Un rl y treinta
mrs qe paga Manuel Molano de treinta rs. Otro de zinquenta y ocho rs y
veinte y ocho mrs qe paga Dª Micaela Contreras. Otro qe paga la Memª de
Dª maría de Sotomayor, de quarenta y quatro rs. Otro qe pagaba Dn
Franco Gironda de treze rs y ocho mrs. Una cruz de plata de bordón. Dos
estandartes, uno negro y otro encarnado. Una cruz de esttandarte. Doze
hachas serbidas. Y un arca en que se custodian los paps de la Cofradía qe
son los únicos bienes qe posee, los quales dicho Algl mor en uso de su
Comon depositó en el nomiado Franco Abiles y Tobías qn los recibió y de
ellos como qe se hallán en su poder, otorgó depósito en forma y se obligó a
tenerlos de prompto y manifiesto.
Otro Sn Josef} en dicha Ziudad, día mes y año, en prosecución de estas
Diligs el mismo Algl maior con asistencia de mi el Esno hizo sequestro en
los bienes y renttas de la Cofradía de Sor Sn José de estta Ciudad qe según
relación de su mayordomo Matheo de la Cruz son los siguientes:Zensos}
Uno qe paga Dn Franco Pizarro de Alcollarín de ziento veinte y seis rrs.
Otro qe paga Juan Sánchez de la Madroñera de zinqta y quatro rrs. Otro
qe pagan los Padres Agutos de la enfermería de treinta y tres r s. Otro qe
paga Dn Agustín Marqz de diez rs y diez y siete mrs. Otro que paga
Sebastián Pérez de Villamesia de diez y siete r s. Otro qe paga Diego Pérez
de la misma uª de treinta y tres.
Casas}. Una en calle de Domingo Ramos su renta nouenta y tres rs y mº.
Otra en calle Chica de rentta setenta y siete r s. Otra en calle de Sn Ant
tonio de siete ducados. Otra en el Campillo su rentta nouenta y tres r s y
medio. Otra en dicho sitio su rentta ocho ducados. Zercas} Una q e lla-
man de los Rosales su renta cien rr s. Otra en la Fuente Chica su rentta
treinta y tres rs. Otgra al Sitio de Cantarranas su rentta treinta y tres rr s.
Otra al Sargadillo su rentta doze rs. Otra al sitio de Cantarranas su
renta treinta y tres rs. Otra en el Campo de Sn Juan su rentta treinta y
tres rs. Otra al sitio de Cantarranas treinta y tres rrs. Dos cruzes de plat-
ta una del bordón y otra del estandarte. Uno de seda negro y otro blan-
co. Ocho hachas muy gastadas. Que son los bienes de esta Cofradía, de
los quales dicho Sor Algl mor hizo depositario al nominado Josef Matheo
de la Cruz.
Otra de Nra Sra del Rosario} En dicha Ciudad en treze de dicho mes y
año, dicho Alg l maior en uso de su comisión, hizo sequestro en los
bienes y renttas de la Cofradía de Nra S a del Rosario, q e según relación
de su Maymo Manuel Toril son los siguientes: Una casa en el Campillo,
240 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

su renta ochenta y dos r s y medio. Otra en dicho sitio, su renta nouen-


ta y nuebe r s. Otra en el mismo su r ta ciento y diez r s. Otra en Calle
nueba, su renta nuebe ducados. En la calle de la Mar otra, q e renta
treinta y tres r s. Otra en las Quatro Esquinas, su renta ziento y diez r s.
Otra en los Canchos de S ta Clara con un cor l contiguo quarenta y
nuebe. Zensos} Uno q e paga Justo Gónzalez de quatro r s y diez y seis
mrs. Otro qe paga Dn Juan Moriano de sesenta y tres r s y diez y seis
mrs. Otro qe paga Dn Lorenzo Calderón de treinta y sie tte r s y diez
mrs. Otro qe paga Dn Diego Calzas uº del Campo de nouenta r s. Otro
qe paga el Combento de la Merced de diez y ocho r s. Otro contra bien-
es qe fueron de Nicolás Fernz veinte y seis r s y veinte y un mrs. Otro
contra la Capª de María de Orellana. Zercas y Huertos} Un huerto
junto a la Merzed renta ciento cinqu ta y dos rs. Una zerca q e dicen de
la Uiñuela, al Sitio de S to Domingo su r ta setenta y siete r s. Tres capi-
tales de zensos en el Depósito de S ta María importan mil quatroz tos
noventa y seis r s. Además tiene esta Cofradía un Bordón con cruz de
plata. Una cruz de plata pª el estandarte, dos de estos de seda, uno
negro y otro azul. Una fuente de metal amarillo. Un hachero de made-
ra. Catorce troncones de hachas. Un arca en que se custodia los pap s
de la Cofradª y otras dos pª la zera y dinero; y una bazinica. Cuios
bienes son los q e posehe esta Cofª los quales dicho Alg l maior depositó
en el nominado Manuel Toril, quien los recibió y de ellos otorga depó-
sito en forma y se obligó a tenerlos.
Otro de la Piedad} En Truxillo en catorze días del mes de marzo de mill
setecientos nouenta y quatro; en prosecución de estas diligencias el
mismo Alguacil Mayor, con asistenzia de mi el Escrivano hizo secuestro
en los bienes y rentas de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, que
según relación de su mayordomo, Juan de Paredes, son los siguientes:
Zercas} Un cerca al sitio de la Laguna de Montejo, que renta quinientos
quarenta reales. Otra a las huertas de las Animas, renta ochenta y ocho
rels. Otra al mismo Arrabal, su renta noventa y nuebe reales. Zensos}
Huno que pagan los herederos de Dn Gonzalo Carbajar, vezino de
Cázeres, ziento ueintte y nuebe reales. Otro que pagan los herederos de
Dn Andrés Quiles de treinta y siette rres y dos marauedis. Otro que paga
Juan Zarza, vezino de Nauabillar de treinta y tres reales. Otro que paga
Diego Duran, vº de la Madroñera, de treinta y quatro reales y veinte y
siete mrs. Otro contra la Hazienda de Rojas de esta vecindad de ocho
reales y diez mrs. Otro que haze cinquenta y dos años o más que no esta
corriente, contra Dn Geronimo Cantero de esta vecindad, su renta diez
y ocho rreales. Casas} Huna en la Plazuela de Quiroga, su renta sesen-
ta y seis reales. Otra al Sitio de Santa Clara que por destruyda haze tres
APÉNDICE DOCUMENTAL 241

años que no produce renta alguna. Además de esto, tiene anulamente


por carga, que pagan Dª Josefa Treviño de esta vecindad a dicha
Cofradía huna @ de azeyte. Dos lámparas de plata que tiene esta
Cofradía. Más seis candeleros de platta. Una caldereta de lo mismo con
su guisopo de lo mismo. Dos medias lunas de plata, hun incensario,
noventa cucharas de lo mismo. Un hostiario de plata, dos vinageras con
su placto de lo mismo. Dos coronas también de plata. Dos cálizes con sus
pattenas de lo mismo con sus cucharas. Una cruz de altar, quatro caño-
nes de andas. Dos jarras para adorno de las dichas andas. Ocho saettas.
Un bordón. Una cruz de estandarte. Una paz. Un atril de cascarilla de
plata. Y una campana de plata como todo lo demás que queda dicho.
Ygualmente tiene dicha Cofradía una Hermita en que se halla colocada
la Uirgen y existente de la Cofradía, en la cual Hermita ay diez bancos
largos y dos mesas, con más de doze sillas forradas en damasco, para el
servicio de cofrades, también una plaza de toros contigua a dicha
Hermita. Que son los uienes de esta Cofradía, de los cuales dicho Señor
Alguacil Mayor hizo depósito al nominado Juan Paredes, quien median-
te tenerlos en su poder, se constittuyo por tal deposittario, y se obligó a
tenerlos de pronto y manifiesto.
Otro de la Cofradía de Nra Sra de los Remedios} En dicha Ciudad dicho
día mes y año ante el mismo Esnno y Sor Comisionado a efecto de pro-
seguir estas dilixs parezco el Señor Santos Cruz, mayordomo acttual de
la Cofradía de los Remedios y en cumplimiento de lo mandado en el Auto
anterior hizo secuestro de los uienes que le pertenezen en la forma
siguiente: Zensos} Primeramte un censo de nuebe rres y treinta maraue-
dis a fauor de esta Cofradía. Otro de treinta y tres reales que pagan Juan
Moreno y Felipe Reglado, moradores en el arrabal de Aldea del Obispo.
Casas} Una en la Calle de Guadalupe de esta Ciudad, que rentta anual-
mente ciento treinta y dos reales. Otra en la calle de Garciaz que renta
quarenta y quatro rres. Otra en calle Nueba, que renta ciento y diez rr s
cada un año. Otra en la misma calle que su renta anual son nouenta y
nuebe rrs. Cercs} Una de Pasto en el Arraual de las Huertas de la
Magdalena, que en cada un año renta noebenta reales. Otra cerca de
Pastto ymediatta a la Ermita de los Mártires que renta en cada un año
ochenta y dos reales y medio. Otra cerca de lauor al Sitio del Pozonuebo
que renta veinte y cinco reales. Con más ocho achas principiadas a
seruir y diez velas de cuarteron. Ytm. Una cruz de Bordón de plata. Un
estandarte con dos paños, uno blanco y otro negro, con su cruz de plata.
Una Paz de lo mismo. Cuios bienes dicho Comisionado depositó en el
nominado Santos Cruz que lo rezivio y se obligó a ttenerlos de pronto y
manifiesto siempore por el Señor Correxidor.
242 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Otro de Sn Hombre bueno} en dicha Ciudad dicho día mes y año, ante
el mismo Esno y Sor Comisionado a efecto de proseguir estas dilix s pare-
zio Dn Pedro Fernández Caleya, actual mayordomo de la Cofradía de
Sn Hombre buento, y hizo sequestro en los uienes y r tas de dicha
Cofradía en la forma sigte: Casas} huna al sitio del Campillo, que en
renta anual vale ochenta y ocho reales. Zensos} Uno que paga Manuel
Casillas, al sitio de la Callenueba de esta Ciudad, a favor de dicha
Cofradía y vale veinte y cuatro reales uno. Con más dos cruzes de plat-
ta, la una del bordón y la otra del estandarte. Un terno de seis hachas a
medio servir, que son los bienes y rentas que posee esta Cofradía, de los
cuales dicho Señor Alguacil Mayor hizo depositario al nominado Caleya.
Otro de la Cofradía de San Marcos y S ta Elena} En dicha Ciudad de
Truxillo en los diez y siete días del mes de marzo, dicho Señor Alguacil
Mayor en virtud de su Comisión y con asisttencia de mi el Escribano,
hizo secuestro en los bienes y rentas de la Cofradía de San Marcos y
Santa elena, que según relación de su mayordomo Josef Delgado son los
siguientes: Casas} Primeramente una casa llamada del Saugo y la más
contigua a la Yglesia, cuya renta son sesentta y dos reales anuos. Otra
al Sitio de Santo Domingo, la cual por hazer huso la Cofradía para
Depositar los cadáveres de los Ermos de dicha Cofradía, antes de darlos
sepultura nada renta a favor de dicha Ermandad. Zercas} Primeramte
huna llamada de los Nierbos al sitio de la Yglesia que renta ciento trein-
ta y cinco reales, la cual cerca esta en el Arrabal de las Huertas de las
Animas. Otra en dicho Arrabal llamanda Ojaranzillo al sitio del llano
de la Laguna, cuya renta es la de setenta reales anuos. Otra al mismo
sitio, renta ciento doce reales. Otra en el llano del Ladrillar que renta
anualmente nouenta y seis reales. Otra al sitio de la Lancha que renta
ochenta reales. Otras dos al sitio de la Dehesilla, las quales handan jun-
tas en arrenadamiento, y valen anualmte trescientos reales. Otra al sitio
de la Vezerra, y renta ochenta reales. Otra a el Llano de Ramiro, y vale
ochenta y dos rreales. La del Posito al sitio de Ualde Ermoso, que renta
ciento y cinco rreales. Otra al Llano de la Laguna, que vale cinquenta y
dos rreales anuos. Otra al mismo sittio que renta cincuenta reales. El
Cerquillo al sitio de la Yglesia de la Hermita, su renta sesenta reales.
Otro al Sitio de Lalermoso, que renta cincuenta reales. Otra cerca, en el
de Peralejo, en las Huertas de la Magdalena, y renta ciento treinta rea-
les. Otra en el mismo Arrabal, al sitio de las Durasnas, renta ochenta
reales. Otra al mismo sitio, en el mismo Arraual que vale en renta sesen-
ta rreales. Otra en el msmo arabal, al sitio de Chorrillo, que renta vein-
te y tres reales. Otra en dicho Arraual, al de las Biñuelas, su rent ta
treinta reales. Otra, en las Huertas de las Animas de lauor, y al sitio de
APÉNDICE DOCUMENTAL 243

la Pozada, renta quarenta reales. Otro corral, de un pajar al sitio de la


Rosal, que valen en arrendamiento treinta y tres reales. Otro corral de
lavor ymediato a dicho pajar en las Huertas de las Animas, que bale diez
y siete reales. Zensos}Uno a fauor de la Cofradía, que paga Juan Chamo,
vecino de esta de seis reales y treinta marauedis. Más cuattro cruzes, las
tres de platta, las dos de los Bordones, y la otra del estandarte y la que
resta hasta las quatro dichas cruzes, es de estaño. También tiene dicha
Cofradía una @ de cera en achas y belas. Que son los uienes de dicha
Cofradía de los cuales dicho Señor Alguacil Mayor hizo depositario al
referido Josef Delgadlo.
Otro de la Cofradía de Sn Juan} En Truxillo en los diez y siete días del
mes de marzo de mil seteztos nouenta y cuatro: El mismo Essno y dicho
Sor Comisionado a efecto de proseguir estas dilix s arezio Geronimo
Ildefonso Retamosa, de esta vezindad, actual Mayordomo de la Cofradía
de Sn Juan Bautista, y hizo el dicho Comisionado seguestro de los uienes
y rtas en la forma sigte: Zensos} Primte Dn Ramón Aperte paga un censo
a fauor de esta Cofradía como Admdor de los uienes del Bachiller
Gonzalo Pizarro de seys reales. Otro que paga Fulgencio de Torres, v no
de la Madroñera de seis reales, y veint te mar s sobre un huerto que oy
tiene la Cofradía por prenta prettoria hasta hacerse pago, y renta veinte
y dos rrs. Otro que paga Alonso Martínez Calzas en la Abertura de qua-
renta y cinco rrs. Otro que paga Dn tomás Calderón de sesenta reales.
Otro que paga Juan Puertto sobre una viña en el término de la
Herguijuela, de sesenta rrs. La cual viña la tiene en posesión la Cofradía
y la tiene en arrendamiento, en Blas Muñoz de aquella u dad por el qual
perciue anualmente ciento y quarenta rr s uno. Otro zenso sobre dos
viñas de Berrnardo Ualhondo uno de Montanchez de sis rrs. Otro sobre
bienes de Martín Ximénez y constes uso de la ulla del Puerto de treintt a
y tres rrs.
Alajas pª el huso de la Cofradía} Una cruz del estandarte, y otra del bor-
dón de plata. Y otra pª la de escripturas libros y papeles concernientes a
la Cofradía. Que son los uienes que obttiene dicha Cofradía, a excepción
de un juro que tiene por Admon sobre el seruicio ordinario de la villa y
corte de Madrid, los réditos del cual son nouenta reales los mismos que
perciue la Cofradía, cumpliendo de su cuenta las cargas, de los cuales
dicho Señor Comisionado hizo depositario al Jerónimo Retamosa, quien
mediante tenerlos en su poder se le consttittuyo por tal depositario.
Otro de la Cofradía de Jesús Nazareno} En Truxillo en los diez y ocho
días del mes de marzo año de mil settecienttos nouentta y cuatro, el
dicho señor Comisionado con asistencia de yo el escribano en huso de su
244 LA SEMANA SANTA EN TRUJILLO DURANTE LA EDAD MODERNA

Comisión, hizo secuestro en los uienes y rentas de la Cofradía de Jesús


Nazareno, los que según relación de su mayordomo son los siguientes:
Censos} Primte paga Alonso Gill Malpartida, vezino de Logrosan a dicha
Cofradía uno de cincuenta y ocho reales. Otro que paga Fran co
Muñana uno de la Conquista de cinquenta y ocho reales. Otro que paga
El Conuento de la Merced de siete reales. Otro que pagan los herederos
de Dn Francisco Delgado Calderón de seis reales y seis marauedis. Otro
de cuarenta y seis reales que paga la Cofradía de las Animas de esta
Ciudad. Otro que paga el mayordomo de memorias de la Cofradía de la
Cruz a fauor de esta de Jesús Nazareno por la manda de Dª Antonia de
Zúñiga de treinta y tres reales y ueinte y ocho marauedis. Cercas} Tiene
esta Cofradía dos Huerttos al sitio de la Magdalena, por cuyo arrenda-
miento perciue la dicha Cofdia quarenta reales de uellón. Tiene otro en
las huertas de las Animas, calle de esta ciudad que su renta es la de
veintte y siette reales uellón con diez y seys mar s. Además de esto tiene
para el culto de Jesús Nazareno dicha Cofradía un terrno de ocho
hachas a medio seruir. Y quinze liuras de zera más en uelas pequeñas.
Quatro blandones a medio seruir. Dos cruzes de plata, del estandarte y
uordon. Que son los uienes y rentas que obttiene en el día dicha
Cofradía, los que se le entregaron por dicho Señor Comisionado por ley
de depósito al nominado Manuel Rigiera.
Otro de la Cofradía de San Cristoual} En Truxillo en los ueinte días del
mes de marzo de mill settecientos nouenta y cuatro, dicho Señor
Comisionado, en uirtud de su comisión con asistencia de mi el escriua-
no hizo secuestros en los vienes y rentas de la Cofradía de San Cristtoual,
las que según relación de su mayordomo Francisco Lucas son los
siguientes: Casas} Primte una que paga por la arrendamiento Santiago
Pablos anualmente en las Huertas de las Ánimas quarenta y quatro rea-
les. Otra pte de Casa en Aldea del Obispo, por la cual perciue dicha
Cofradía quinze reales. Cercas} Huna de Pastto en las Huerttas de las
Animas en el Barrio de Arriua, que renta nouenta reales anuos. Otra en
dicho arraual en el sitio de Balde hermoso, cuya renta, son ochenta rea-
les uellón. Con más un estandarte con la cruz de plata y un bordón con
otra de lo mismo. Y diez libras de zera en ocho achas seruidas. Que son
los uienes que obtiene dicha Cofradía, de los cuales dicho Señor
Comisionado hizo depositario a Francisco Lucas”.

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