Excepción de Incumplimiento - Barboza

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EXCEPCIÓN DE INCUMPLIMIENTO O EXCEPCIONAL DOLOR DE CABEZA – BARBOZA

Toda relación contractual implica riesgos. Entre tales riesgos figuran:


(i) El riesgo de insolvencia de las partes
(ii) El riesgo cambiario o monetario
(iii) El riesgo político o riesgo país donde se contrata
(iv) El riesgo de incumplimiento, el cual existe “en potencia” en todo contrato.
A efectos de neutralizar indirectamente el riesgo de la falta de cumplimiento, el legislador ha
recogido 4 derechos fundamentales que protegen al acreedor, propios de un contrato con
prestaciones reciprocas. Tales prerrogativas son para ambas partes contratantes.
Análisis
Herramientas legales que son propias de los contratos con prestaciones reciprocas:
(i) La excepción de incumplimiento
Una de las partes puede eximirse de la obligación de realizar la prestación a su
cargo, si la otra no cumpliera la que le corresponde, o al menos no garantizara
cumplirla.
(ii) La caducidad de término
O excepción de caducidad de plazo, opera en la hipótesis de prestaciones que
deben satisfacerse en oportunidades distintas, y que permite a la parte que debía
realizar la prestación en primer lugar suspender su cumplimiento, cuando exista
riesgo de que la contraparte que debe hacerlo después, no la satisfaga.
(iii) La resolución del contrato
Se da en caso de incumplimiento de la prestación.
(iv) La teoría del riesgo
Radica en establecer cuál es la situación del contratante en la eventualidad de que
la prestación a cargo de la otra parte no sea susceptible de cumplirse por causa de
su imposibilidad sobreviniente.
El tema materia del artículo: excepción de incumplimiento.
- Artículo 1426 dispone que en los contratos con prestaciones recíprocas en que estas
deben cumplirse simultáneamente, cada parte tiene derecho de suspender el
cumplimiento de la prestación a su cargo, hasta que se satisfaga la contraprestación o
se garantice su cumplimiento.
- En este caso, no puede constituirse en mora al excepcionante por su falta de
ejecución.

1. Elementos
La suspensión permitida por el artículo 1426 exige, como condiciones ineludibles:
(i) Existencia de prestaciones recíprocas entre las partes
La reciprocidad se asienta en una conexión entre las prestaciones, una
interdependencia entre las mismas, o correlación de ventajas y sacrificios que
obtienen las partes (contrato oneroso).

Lo que importa es que el contrato sea apto para generar un sinalagma


genético, mediante la creación de obligaciones recíprocas, cuanto el sinalagma
funcional, a través de una relación jurídica obligacional cuyo cumplimiento se
realiza con la ejecución de prestaciones también recíprocas. En otras palabras,
se trata de que exista reciprocidad en todo momento del iter contractual.

(ii) La buena fe de quien la invoca


Acorde con el artículo 1362, según el cual los contratos deben negociarse,
celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de
las partes.

Tal artículo es una norma jurídica imperativa. Forma parte de todo contrato,
respondiendo a un principio de integración contractual imperativa, y por ello,
ejecutar un contrato sin observar las reglas de la buena fe importa un
incumplimiento contractual, con todas las consecuencias legales que tal
incumplimiento conlleva.

(iii) La satisfacción simultánea de las mismas y la falta de cumplimiento


simultáneo del otro contratante
Se centra en la simultaneidad. Existen contratos cuyas prestaciones son
ejecutadas simultáneamente en el tiempo, y existen otros que no, es decir,
aquellos en los que una de las partes debe cumplir primero, mientras que la
otra parte debe cumplir después. Siendo mayor el número de contratos
celebrados bajo esta última modalidad, son los que más requieren la
herramienta contractual prevista en el artículo 1426.

Si la norma exigiera como requisito una simultaneidad en el tiempo, ello


querría decir que la parte fiel del segundo tipo de contrato aludido no podría
utilizar la exceptio non adimpleti contractus, tratándose sin duda de aquellos
contratos que necesitan aún más dicha herramienta contractual.

En cualquiera de los dos casos, debería poderse deducir esta excepción, con
mayor razón cuando se trata de cumplimientos no simultáneos o en tiempos
diferentes.

Considera que, en vez de entender el tema de la simultaneidad de una manera


cronológica, debe calificársele como una simultaneidad jurídica, y así evitar
una incorrecta interpretación de trato diferenciado e injusto entre contratos de
ejecución simultánea y aquellos que se cumplen en momentos distintos.

Lo que debe ser materia de análisis es el incumplimiento contractual, pues el


deudor que no cumple la prestación a su cargo está técnicamente
incumpliendo con efectuar el pago, cuyos efectos son extinguir la obligación,
liberar al deudor y satisfacer el interés del acreedor.

Así mismo, se debe velar por la reciprocidad, que es el requisito esencial de los
contratos con prestaciones correlativas, pues sería injusto que existiendo
reciprocidad uno de los contratantes obtuviese satisfacción y el otro no.
Barboza añade que sería injusto también que la parte fiel del contrato no
pudiera utilizar la excepción a pesar de cumplir con todos los requisitos para
que este proceda, porque las prestaciones no son de ejecución simultánea. De
ser así esto constituiría un mecanismo que alentaría el incumplimiento del
deudor, en lugar de neutralizar el riesgo de incumplimiento.

2. Mora
La intimación en mora es la forma de colocar al deudor en situación de
incumplimiento. Tal intimación de cumplimiento es obligatoria, debido a que incurre en
mora el obligado desde que el acreedor le exija, judicial o extrajudicialmente, el
cumplimiento de su obligación.
 Cuando el plazo de una obligación vence y esta no es cumplida oportunamente por
el deudor, se produce una situación de retraso. Sin embargo, el retraso en sí
mismo es jurídicamente intrascendente, pues para que produzca efectos legales se
requiere además que el acreedor constituya en mora al deudor.

El Código recoge entones el principio francés de la mora ex persona (el tiempo no


interpela por el hombre), salvo en los casos previstos por la ley. En otras palabras,
vencida la obligación, si el acreedor no la exige, demuestra con ello que el retardo no lo
afecta, y, por tanto, su comportamiento avala la conducta de su correspondiente
deudor (el supuesto incumplimiento). Se estima, en consecuencia, que tácitamente
está prorrogando el plazo.
 Dado que el retardo debe serle imputable al deudor, la culpa es un elemento
indispensable para que este incurra jurídicamente en mora. Sin embargo, en las
obligaciones recíprocas no hay culpabilidad si la otra parte no cumple su obligación
o no conviene en cumplirla. Por tanto, no incurre en mora.
 Este artículo estaría obligando a la parte fiel del contrato a ejecutar la prestación a
su cargo, a pesar de que su contraparte infiel ha faltado a la palabra empeñada,
pues no ha cumplido con la contraprestación prometida, lo cual sin duda genera un
evidente quiebre en la reciprocidad o paralelismo entre las prestaciones,
produciendo 2 injustas consecuencias:
1. Llevar a no tener significación alguna para la parte fiel, pues no puede
verse obligada a cumplir su obligación y ejecutar su prestación a cambio de
nada.
2. Inutilizar la exceptio non adimpleti contractus (tanto en caso de
cumplimientos simultáneos como de cumplimientos en momentos
diferentes).
¿de qué le sirve a la parte fiel del contrato la excepción de incumplimiento, si previamente a
utilizarla debe cumplir su prestación a su cargo, según el artículo 1335?
 Más que un efectivo derecho a ejercer, la excepción de incumplimiento termina siendo
un excepcional dolor de cabeza para la parte fiel del contrato.
En conclusión, para evitar el conflicto entre los artículos 1335 y 1426, Barboza sugiere:
- Se elimine el término simultaneidad del artículo 1426, o se precise que este incluye
también a aquellos contratos cuyo cumplimiento se efectúa en momentos distintos.
- Se derogue el artículo 1335, pasándose a aplicar la regla general de la intimación en mora
también para los contratos con prestaciones reciprocas.

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