Tecnicas de Estudio
Tecnicas de Estudio
Tecnicas de Estudio
Cuanto más se conozca a sí mismo el alumnado como estudiante y conozca las distintas técnicas de
estudio que tiene a su disposición, más fácil le será seleccionar las más adecuadas a cada situación para
crear sus propias estrategias de aprendizaje. Aprender a estudiar sacándole partido a las capacidades
personales es muy parecido a un entrenamiento físico: hace falta voluntad, un buen entrenador y
constancia. Si no conocemos la manera de hacerlo no llegaremos a tener buenos resultados. Hay que
querer, pero también saber. Los pasos que debemos seguir son casi siempre los mismos a la hora de
estudiar, lo que varía es la elección de la técnica en cada uno de estos pasos. El objetivo final será que el
alumnado sepa autorregularse y ser autónomo en su aprendizaje.
1. MOTIVACIÓN Y AUTOMOTIVACIÓN
Que seas capaz de motivarte depende no sólo de que te gusten previamente las asignaturas y los profesores,
sino de ti mismo. La última responsabilidad del estudio siempre es tuya, por muy complicado que te pueda
resultar lo que te rodea (alguna materia, las explicaciones del profesorado, etc.) piensa que siempre puedes
poner de tu parte para superarla. Cuanto mejor te planifiques y te conozcas como estudiante mejor te
motivarás.
Siempre el mismo.
Si puede ser con luz natural, en el caso contrario se debe usar luz central y focal a la vez para evitar
el cansancio de los ojos, al pasar de zonas de oscuridad a zonas muy iluminadas.
No debe haber objetos personales, posters que puedan distraer, fotografías a la vista, aunque sí
pueden estar en la habitación, pero sin que se vean desde el lugar donde se estudia.
Debe ser un lugar agradable donde se esté a gusto: con una temperatura adecuada si es posible,
amplio para colocar el material de estudio que debe estar al alcance de la mano, así como libros de
consulta y diccionarios. Encima de la mesa de estudio lo mínimo, sólo lo necesario para trabajar.
Si es posible deben evitarse todo tipo de ruidos audiovisuales: radio, televisión, imágenes que
distraigan, conversaciones de otros, etc.
Características:
Debes intentar que la franja horaria en la que estudias sea regular, casi siempre la misma, para crear
un hábito y que te sea más fácil ponerte sin pensarlo.
El tiempo de estudio consta de tiempos de trabajo y tiempos de descanso. Aproximadamente la
organización teniendo en cuenta el rendimiento medio sería la siguiente: 1 hora de trabajo- 5
minutos de descanso- 45 minutos de trabajo- 10minutos de descanso... y así progresivamente. A
medida que pase el tiempo cada vez los descansos serán más largos y los tiempos de estudio más
cortos. Cada uno debe adaptarlos a sí mismo, conocerse y saber a qué hora y cuánto tiempo es
capaz de estudiar concentrado.
Planifica tu tiempo de estudio durante la semana el domingo, indicando aquellas tareas que son
prioritarias y asignándoles un tiempo semanal. Lo que te vaya surgiendo lo vas adaptando a las horas
libres. Deja siempre horas en blanco por si te surgen imprevistos.
Piensa qué es prioritario, por ejemplo: “Estudiar ciencias sociales porque traigo un cierto retraso del
curso anterior”, “la lectura obligatoria de este trimestre en lengua”; piensa cuánto tiempo necesitas
para conseguir ese objetivo, por ejemplo: “Dedicarle una hora los lunes y miércoles al estudio
intensivo de ciencias sociales durante todo el trimestre”, “Dedicarle dos horas los jueves y sábados a
leer”.
3. ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN
Factores externos: Lugar de estudio, tiempo de estudio, ruidos o molestias del exterior. Son más
fáciles de controlar.
Factores internos: Preocupaciones, falta de concreción en los objetivos, cansancio, nerviosismo, etc.
Más difíciles de controlar, pero no imposible.
CUANDO PIERDAS LA CONCENTRACIÓN TIENES CUATRO OPCIONES. ÚSALAS SIEMPRE EN ESTE ORDEN, NO
TE SALTES LA ANTERIOR ANTES DE PONER EN PRÁCTICA LA SIGUIENTE:
1. Ponte un poco más en serio y céntrate en la tarea animándote a ti mismo a seguir. Puedes usar una
palabra sonora que te despierte para volver a la tarea.
2. Cambia de técnica de estudio intentando que lo que hagas sea más activo: de la lectura al
subrayado, de un resumen a un mapa conceptual o mental, etc.
3. Cambia de asignatura a otra que te apetezca más en ese momento (no se debe abusar de este
punto).
4. Tómate unos minutos y prosigue después la tarea (cuando veas que no hay otra solución y hayas
probado todo lo anterior).
Si no has cumplido tu objetivo no puedes dejarlo así como así, si lo haces romperías una regla básica:
¿Cómo vas a darte el premio que más deseas que es dejar de estudiar si no has cumplido tus objetivos como
para merecértelo? Sería como traicionarte a ti mismo, por lo que debes seguir trabajando, aunque descanses
para coger fuerzas hasta que, al menos, cumplas la gran parte de la tarea que te has propuesto.
2. Cuando sientas que disminuye tu concentración establece un objetivo limitado, concreto: una página
más, dos ejercicios más, etc. Si al alcanzar este objetivo ya has recuperado la concentración,
aprovecha y sigue, si no es así, déjalo al alcanzarlo.
a. La ventaja de esta estrategia es que es una tarea que has de cumplir en vez de un tiempo
que ha de transcurrir y eso es más fácil de controlar.
Títulos y subtítulos.
Haz una lectura rápida de títulos y subtítulos dedicando un tiempo a imaginar qué contendrá cada uno de los
epígrafes y qué conoces tú de esos temas.
Hay dos tipos de lectura rápida que pueden servir para ACTIVAR lo que ya sabemos del tema o hacernos una
primera idea de lo que tratará. Estas lecturas no deben llevarnos más de cinco o diez minutos a lo sumo,
depende de la longitud del tema, pero las debemos hacer muy concentrados:
Skimming: lectura veloz que nos permite comprender lo esencial del texto mediante un ritmo acelerado en
el que pasamos únicamente los ojos por todas las páginas para intentar captar lo básico del texto: temas,
estructura básica, etc.
Scanning: lectura veloz que permite la extracción de información específica, es decir, nos ayuda a buscar
aquello que estamos buscando. Para ello intentamos detectar palabras que tengan que ver con el tema que
nos interesa en el texto y al encontrarlas nos detenemos con más atención en esos párrafos.
Preguntas y respuestas.
Aprender a preguntar es tan importante como aprender a responder. Formular preguntas adecuadamente
ayuda a entender los textos y a guiarnos a nosotros mismos en su conocimiento. ¿Quién/ Quiénes está(n)
implicado(s)?, ¿Qué sucede?, ¿Cuándo sucede?, ¿Por qué (causas)?, ¿Qué consecuencias provoca?,¿Cómo
está estructurada esta información?
Toma de apuntes
Su objetivo es extraer las ideas más importantes de una exposición y reflejarlas con claridad, orden y
brevedad. Para ello:
• Letra clara.
• Organizar visualmente las ideas: tipo de letra, espacios, flechas (también se puede aprender a tomar
apuntes mediante mapas mentales).
Lectura comprensiva
Se trata de una lectura lenta, profunda, reflexiva y exhaustiva. En algunos casos es conveniente una segunda
lectura en función de la complejidad del texto.
• No leas precipitadamente. Lee activamente, con toda tu capacidad crítica: para ello es interesante que
antes hayas hecho una lectura rápida de títulos, subtítulos y partes más destacadas. A partir de ella puedes
plantearte preguntas e irlas resolviendo con esta lectura comprensiva.
• Pon signos de control siempre que consideres que hay algo importante.
Subrayado
Una de las técnicas de selección que puedes usar, la más tradicional y de las más efectivas. Cinco condiciones
para un buen subrayado:
1. Nunca, nunca, nunca debes subrayar sin haber leído antes el texto entero; será imposible saber
qué es importante y qué no si no lo haces.
2. Nunca puede estar subrayado más del 50% del texto, sino no seleccionas, sino que vuelves a
tenerlo todo otra vez.
3. Lo subrayado debe tener sentido por sí mismo, no sentido gramatical porque faltarán artículos,
preposiciones, etc. pero sí se debe comprender.
4. No se subrayan artículos, preposiciones ni conjunciones a no ser que sea estrictamente necesario.
Sólo se subraya aquella parte que “más llena de significado”: sustantivos, adjetivos y verbos.
5. Utilizar un código personal. Una opción puede ser:
_ _ _ _ _ _ _ _ _ ideas secundarias
Así, una vez subrayado podrás elegir lo que te interese leer cada vez.
Puedes escribir en los márgenes el tema o subtema del que se hable en cada párrafo con un par de palabras
clave que te ayuden a recordar el resto de la información. Es una técnica combinada de selección y
comprensión, al igual que el subrayado, mediante la apropiación del texto con nuestras palabras
conseguimos asegurarnos de que lo captamos correctamente y prestamos atención a lo más importante del
mismo.
Mediante líneas, cuadros, círculos… relacionar las palabras más importantes del texto, las que te den la clave
del contenido del mismo.
Todas estas estrategias de síntesis y comprensión (excepto parafrasear) se sirven de tres elementos:
• las imágenes
ESQUEMA
Una vez que tengas hecho el subrayado, debes organizar esas ideas clave jerarquizándolas: unas van dentro
de otras, unas son más importantes que otras. Teniendo eso en cuenta debes hacer el esquema que puede
ser de llaves, líneas, puntos, eso no importa mucho. Lo que sí importa es que pienses qué va dentro de qué y
lo organices así en el dibujo del esquema. Si lo organizas bien verás con claridad las relaciones entre las ideas
y podrás obtener un “dibujo” que te ayudará a retener en la memoria esa información.
Los distintos tipos de esquemas suelen asociarse a un tipo de relación entre los conceptos:
MAPA MENTAL
Un mapa mental es una especie de araña con tantas patas como ideas surjan de cada palabra clave, y así
sucesivamente. Las palabras se asocian a imágenes para recordar y entender mejor lo expresado. Es muy útil
para tomar apuntes cuando se tiene práctica y para activar conocimientos previos.
MAPA CONCEPTUAL
Es una buena técnica de organización de información, mucho más rígida que el mapa mental. Consiste en
organizar la información mediante palabras o conceptos clave que nos llevan de unos a otros en un esquema
estructurado mediante cuadros y líneas. Su confección es lenta, pero se consiguen niveles muy altos de
comprensión y memorización.
Importante:
Previamente, como en el resto de los mapas y esquemas, leer y seleccionar los conceptos clave.
A partir de ellos organizar una estructura de árbol, desarrollando los conceptos de arriba abajo y en
la misma altura los de igual importancia lógico-semántica.
CUADRO COMPARATIVO
Muy útil cuando tenemos dos etapas históricas con diferencias y parecidos, o dos autores literarios, o dos
conceptos matemáticos o cualesquiera dos aspectos comparables.
Se hace una gráfica y se pone en la primera línea los conceptos o ideas que se comparan y en las filas
inferiores aquellos aspectos que son diferentes. Si hubiese aspectos comunes que se quieran destacar se
indicarían, centrados, en una o más filas al inicio o final de la tabla.
7. MEMORIA.
REPETICIÓN
Es una estrategia más de memorización. Funciona bien para la memoria a corto plazo, pero si no va
acompañada del repaso y el recuerdo se olvida a medio plazo. La repetición combinada con estrategias de
repaso y recuerdo (las tienes en el siguiente apartado) es útil y positiva.
REGLAS DE ASOCIACIÓN
ACRÓSTICOS
Es una técnica concreta de las reglas de asociación. Consiste en crear una palabra nueva, normalmente
conocida, con la inicial de cada una de las palabras que deseamos retener.
MUSICAR NOMBRES.
De manera natural parece que cuando tendemos a memorizar mediante la repetición imprimimos cierta
musicalidad al discurso; ello es útil puesto que multiplicamos nuestra capacidad retentiva.
Es una técnica útil de memoria, sobre todo, si la unimos a la creación de imágenes mentales a medida que
vamos enlazando las palabras clave que deseamos memorizar.
Es casi más importante el repaso y el recuerdo que el estudio. El repaso consiste en releer lo aprendido y el
recuerdo en hacer un esfuerzo de memoria durante unos minutos para recordarlo o recordar, al menos, los
puntos principales.
La memoria funciona siguiendo ciclos, sube hasta que empieza a bajar y si esta bajada no la
frenamos borra informaciones. Si la frenamos y hacemos un esfuerzo de memoria entonces sube
hasta más arriba que al principio cada una de esas veces que recordamos o repasamos. Los ciclos
son: al día siguiente, a los tres días, a la semana siguiente, a las tres semanas, al mes siguiente, a
los tres meses.... No es necesario ser tan rígido repasando, pero sí que sirva de orientación.
Primero se intenta recordar y si algo de lo que deseábamos retener nos falla, entonces lo
repasamos releyendo lo estudiado.
Esta parte debe estar dentro de nuestra planificación de estudio para exámenes u otras pruebas.
9. TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS
Hay algunas técnicas que se han usado tradicionalmente para sintetizar y comprender pero que son más
útiles para comprobar qué se ha aprendido. Porque por mucho que sepamos, si no sabemos transmitirlo es
como si supiésemos sólo la mitad o menos.
RESUMEN
El resumen no es copiar trozos del texto sino trasladar a tu lenguaje lo esencial que dice el texto. Es más útil
como técnica de recuerdo o de preparación antes de un examen que como técnica de síntesis y comprensión
puesto que no usa la imagen sino sólo la palabra.
Para resumir, primero has tenido que leer el texto varias veces y subrayarlo. Haberlo esquematizado o haber
hecho algún tipo de mapa (mental, conceptual) también te ayudará. A partir de las ideas seleccionadas o del
esquema o mapa vuelve a construir un texto empleando tus propias palabras.
Reglas:
MAPAS EN BLANCO
Puedes hacer mapas mentales o conceptuales en blanco, de tal forma que sólo tengas las imágenes y las
relaciones, pero no los conceptos. Para recordar puedes rellenar los espacios en blanco. Así comprobarás
que entiendes el contenido de lo que estudias y repasarás las relaciones que hay entre esas ideas que has
estudiado.
ESQUEMAS MUDOS
Al igual que un mapa en blanco el esquema mudo mantiene los guiones, llaves, etc. pero prescinde de las
palabras. Como ejercicio de recuerdo tú debes hacer memoria de las palabras que faltan en ese esquema y
con ello repasar también sus relaciones y cómo están clasificadas.
7.AUTOVALORACIÓN
Por último, es importante que te autoevalúes tanto en estos conocimientos como en el cumplimiento de tu
planificación de estudio: así verás los logros y dificultades, aquello que has alcanzado y lo que no, y podrás
analizarlo para mejorar progresivamente.