Enlace Iónico, Covalente y Metálico
Enlace Iónico, Covalente y Metálico
Enlace Iónico, Covalente y Metálico
Los compuestos que tenemos a nuestro alrededor se forman mediante la unión de átomos de diferentes
elementos, cada uno con propiedades definidas que generan enlaces distintos, que hacen referencia a
las fuerzas que actúan entre dichos átomos.
Muy pocos elementos se encuentran en estado puro, es decir, en forma aislada (Gases Nobles) y se
encuentran en estabilidad; los demás elementos se pueden encontrar unidos a otros, por lo cual han
perdido su estado puro.
La razón de la unión de los átomos radica en que buscan llegar a una configuración electrónica más
estable, tomando como referencia la de los gases nobles.
1. ENLACE IÓNICO:
Consiste en la unión de dos átomos, uno con baja energía de ionización y otro altamente
electronegativo. La energía de ionización es la que necesita un átomo gaseoso para arrancarle un
electrón de su última capa, por ser el más débilmente retenido y la electronegatividad es la
capacidad de un átomo para atraer electrones; es decir, uno cede electrones para convertirse en
catión (ión de carga Positiva) y el otro los recibe convirtiéndose en anión (ión de carga Negativa).
Las diferencias de electronegatividad son altas, por lo que generalmente este enlace se forma
entre un metal y un no metal. El metal dona electrones convirtiéndose en un ión de carga
positiva o catión mientras que el no metal los recibe para convertirse en un ión de carga positiva
o anión. Los dos terminan con una configuración electrónica estable, cumpliendo la regla del
octeto que consiste en que el átomo tenga ocho electrones en su última capa. El compuesto
electrónicamente neutro, es decir, carece de carga.
Los compuestos formados por la unión de iones de diferente carga no existen en forma de
moléculas aisladas, como el agua y el metano, sino que forman redes cristalinas tridimensionales
organizadas de iones que se mantienen unidos por la atracción eléctrica, o comúnmente
llamados Cristales Iónicos.
Un ejemplo de enlace iónico es la unión de los átomos de Sodio (Metal) y Cloro (No metal). El Na
es más electronegativo que el Cl, por lo cual cede el electrón de valencia que posee, para que el
átomo de Cl lo reciba y complete su octeto; se convierten los dos en catión (Na +) y anión (Cl-)
produciéndose a partir del enlace iónico el Cloruro de sodio, más conocido como sal de mesa. A
continuación, se presenta la forma de enlace con los electrones de cada uno (fig. 1) y la
estructura cristalina del NaCl (fig. 2), que muestra un ordenamiento de los iones de forma
cúbica.
Fig. 1 – Enlace iónico para formar el NaCl
2. ENLACE COVALENTE
La palabra covalente viene del prefijo “co”, que significa compartir y “valente” que está
relacionado a la valencia del elemento, que es igual al número de electrones que se encuentran
en el último nivel de su configuración electrónica. Por lo tanto, es un enlace en el cual dos
átomos, se unen compartiendo electrones de valencia, manteniendo la integridad de la
molécula.
Este enlace se da entre dos átomos de elementos considerados No metales, que comparten
electrones con el único objetivo de llegar a cumplir la regla del octeto, o dicho de otra manera,
alcanzar la máxima estabilidad; dicha regla consiste en completar ocho electrones en el nivel de
valencia, tomando como referencia a los gases nobles, por ser extremadamente estables.
De esta manera se forman las moléculas, ya sean del mismo o distintos elementos, Dando como
resultado la siguiente clasificación:
2.1. SEGÚN EL NÚMERO DE PARES DE ELECTRONES O ELECTRONES COMPARTIDOS
- Enlace covalente simple: Cuando se presenta un par de electrones compartidos entre los
átomos. Ejemplos: Flúor molecular (F2), Agua (H2O), Metano (CH4).
- Enlace covalente doble: Cuando se presentan dos pares de electrones compartidos entre los
átomos. Ejemplos: Oxígeno molecular (O2), Dióxido de Carbono (CO2).
- Enlace covalente triple: Cuando se presentan tres pares de electrones compartidos entre los
átomos. Ejemplos: Acetileno (C2H2), Nitrógeno molecular (N2).
- Enlace covalente normal: Cuando los electrones compartidos provienen por igual de los
átomos enlazados.
- Enlace covalente coordinado o dativo: Cuando los electrones compartidos provienen
solamente de uno de los átomos. Se lo representa con una flecha, la misma que apunta al
átomo que recibe los electrones, conocido como receptor y al átomo que los da se lo conoce
como donador. Ejemplo: Ácido sulfúrico (H 2SO4).
- Enlace covalente no polar: En este enlace se unen átomos del mismo elemento, tienen la
misma electronegatividad, por lo cual existe una distribución equitativa de los electrones
compartidos. Ejemplo: Cloro molecular (Cl2).
- Enlace covalente polar: En este enlace se unen átomos de distintos elementos y con
diferente electronegatividad, por lo tanto, la distribución de electrones compartidos no es
uniforme. Se forma un dipolo por el desplazamiento del par de compartido de electrones
hacia el átomo de mayor electronegatividad, representado por una flecha y se cuantifica
mediante el momento de dipolo (µ d). Ejemplo: Ácido Fluorhídrico (HF), Ácido Sulfhídrico
(H2S).
3. ENLACE METÁLICO
Es el enlace que se forma únicamente por la unión de átomos de un mismo elemento metálico.
Gracias a esto, los metales llegan a tener estructuras moleculares altamente compactas, sólidas y
resistentes, porque los núcleos de sus átomos se juntan a tal extremo, que comparten sus
electrones de valencia.
En el caso de los enlaces metálicos, lo que ocurre con los electrones es que abandonan sus
órbitas acostumbradas alrededor del núcleo atómico cuando éste se junta con otro, y
permanecen alrededor ambos como una especie de nube. De esta manera las cargas positivas y
negativas mantienen su atracción, sujetando firmemente al conjunto atómico y
alcanzando márgenes importantes de dureza, compactación y durabilidad, que son típicas de los
metales en barra.
Podemos decir, pues, que el enlace metálico es un vínculo atómico muy fuerte y primario,
exclusivo de átomos de la misma especie, pero que nada tiene que ver con las formas de
la aleación, las cuales no son más que formas de mezclar físicamente dos o más metales, o un
metal con otros elementos para combinar sus propiedades.
Tampoco debe confundirse a este tipo de enlaces con los enlaces iónicos (metal-no metal) o los
covalentes (no metal-no metal), si bien comparten con estos últimos ciertos rasgos funcionales,
ya que los átomos involucrados intercambian los electrones de su última capa orbital (capa
de valencia).
Los compuestos metálicos tienen las siguientes características:
- Los enlaces metálicos suelen ser sólidos a temperatura ambiente, exceptuando el mercurio.
- El punto de ebullición y fusión de los enlaces es muy variado, esto porque los enlaces son
muy fuertes.
- Tienen la propiedad de tener un brillo metálico.
- No son frágiles, pero sí poseen gran flexibilidad y además son dúctiles.
- Tienen una buena conductividad de calor y electricidad. Esta propiedad se debe a que los
electrones tienen la capacidad de actuar libremente en sus movimientos.
- Son bastante solubles en estado fundido.
4. Bibliografía: