Tratamiento Penitenciario
Tratamiento Penitenciario
Tratamiento Penitenciario
1. Generalidades
2. La prevención
3. Definición de tratamiento penitenciario
4. Objetivo del tratamiento
5. Fases del tratamiento penitenciario
6. Criticas al tratamiento penitenciario y su fin resocializador
7. El tratamiento penitenciario nacional
8. Base legal del tratamiento penitenciario peruano
1. GENERALIDADES
En la primera parte del presente estudio hemos visto cómo ha ido evolucionando, en cada una
de nuestras etapas históricas, el esfuerzo por reprimir eldelito y cómo va apareciendo la idea de
tratamiento penitenciario con el único propósito de lograr la resocialización del delincuente,
hasta llegar hoy en día al predominio del tratamiento individualizado en la ejecución penal, con
la finalidad de reincorporar al interno al seno de la sociedad como un sujeto útil y respetuoso
del orden social imperante en su entorno. Hoy en día negar el Tratamiento Penitenciario o
simplemente ignorarlo, es mirar de vuelta, aunque en el campo real exista una distancia no muy
amistosa entre lo que se acepta doctrinaria y legislativamente y lo que se hace en los
establecimientos penitenciarios.
El vocablo "tratamiento" ha sido prohijado por el Derecho Penal, La Criminología, La
Ciencia Penitenciaria, El Derecho Penitenciario, etc. Se debe reconocer que este término se ha
pedido prestado a la ciencia médica, tal es así que se ha hecho propio el término tratamiento
agregado del adjetivo que hace referencia al campo de aplicación. 26
El tratamiento penitenciario no debe ser un problema aislado y exclusivo de la
Administración Penitenciaria, pues uno de los errores en los que se incurre cuando se aborda el
tema delito, justicia social y cárcel, al fraccionar cada uno de estos aspectos y tratarlos
autónomamente, sin considerar que cada uno de ellos es parte de un todo que debe ser abordado
en forma integral.
Hoy en día es de suma importancia rescatar a estas personas porque quiérase o no, es parte de
la prevención y porque este conjunto de internos constituye en sí un capital humano necesario.
Dado que, con ésta silenciosa medida de prevención se estará contribuyendo a la paz social y
también es una forma de prepararlos para hacer frente a la pobreza que en ciertos casos es un
factor interviniente en el fenómeno delictual.
26 ALTMANN SMYTHE, Julio : " La Lucha contra el Crimen y el Tratamiento
Correccional";pag.3
Sabemos que el delito es un hecho humano; conocemos los factores que contribuyen a
su producción, luego una sana terapia deberá orientarse a combatir tales factores o por lo menos
a modificarlo.
Pero ante esta realidad teórica está la cruda y viva realidad social, donde existen serios
obstáculos originados por la inercia social. La razón de este hecho es de que tales medidas no
traen frutos de positiva objetividad, ni se traducen en obras materiales que puedan ser
mostradas a la sociedad. En países pobres, como el nuestro, el problema de la delincuencia cede
el paso a otros más directamente sentidos por la comunidad como el hambre, la miseria,
el desempleo, desnutrición, vivienda, educación, etc.
Consideramos conveniente también destacar que no debemos dejar sólo al Estado en esta tarea
de prevención y resocialización de los delincuentes; sino que, ésta requiere de una decidida
colaboración de la ciudadanía; pues, el delito en cierta forma se debe en no poca medida a
la actitud pasiva, negligente y hasta encubridora por parte de nosotros mismos.
2. LA PREVENCIÓN
La convivencia humana se desarrolla bajo un conjunto de reglas, que se conservan y trasmiten
por tradición y costumbre, esto es lo que constituye EL ORDEN SOCIAL. Existe una serie de
mecanismos que la sociedad ha creado para preservarlo, éstos mecanismos son:
"El Control Social" integrado por: La Familia, El Colegio, La Empresa, Las Asociaciones, etc.
Pero este orden social no es suficiente para garantizar la convivencia humana y es aquí donde
entra a tallar el ORDEN JURÍDICO, que garantiza la obligatoriedad de las normas y que, entre
otros, está representado por el DERECHO PENAL que interviene como última ratio de control
social.2728
27 PEÑA CABRERA , Raúl : " Tratado de Derecho Penal "; pag. 113
28 VILLAVICENCIO TERRERO,Felipe : " Lecciones de Dercho Penal"; pag 28.,
Esta protección es beneficiosa para la sociedad y que es imprescindible para la supervivencia
misma de la generalidad y de sus integrantes, tarea que le confiere al Derecho.
Además, cada Estado está en la obligación de ejercitar una política criminal o antidelicuencial,
dirigida a la prevención del delito, así como a la corrección de los que violen las normas
preestablecidas, como una tarea de defensa social.
En sentido amplio la prevención consiste en preparar y disponer lo necesario anticipadamente
para evitar un riesgo o se ejecute una cosa. En términos criminológicos suele designarse con tal
nombre al conjunto de medidas orientadas a impedir la criminalidad.
Como quiera que el delito lesiona la vida, honra y bienes de los ciudadanos, el Estado, por
intermedio de sus representantes legítimos, no podría cumplir adecuadamente tan
trascendental misión, sino mediante una bien coordinada política de prevención de la
criminalidad.
En el campo doctrinario criminológico, se clasifica la prevención en: General y Especial.
2.1. PREVENCION GENERAL
En el campo criminológico también se aplica el viejo aforismo: "Es mejor prevenir que curar."
Frase que corresponde a los higienistas. Lógicamente la desaparición de un hecho sólo es posible
eliminando las causas que lo producen, lo que implica, el reconocimiento de tales causas. Así,
para la erradicación del cáncer es indispensable descubrir la oncogenes que lo origina, con razón
se ha dicho que el mal se cura en su raíz.29
Según esta teoría la pena debe de actuar no sobre el individuo, sino sobre toda la colectividad;
es decir, actuar sobre el indeciso y lograr que desista de su propósito delictual viendo en otros
su posible situación.
Presenta dos aspectos que señalaremos brevemente: uno negativo por su carácter intimidatorio,
y el otro positivo que busca la conservación y la confianza en la ejecución del ordenamiento
jurídico.30
2.2. PREVENCIÓN ESPECIAL.
Esta busca impedir la reiteración de comportamientos criminales o derivados y tiene como
destinatario a la población recluida con un objetivopreciso:impedir la repetición delincuencial
con programas de reeducación, readaptación y reincorporación positiva a la sociedad, que se
lleva a cabo en el ámbito penitenciario. Doctrinariamente significa una intervención tardía,
porque ya se cometió el delito; parcial, porque sólo se atiende al preso; e insuficiente, porque no
neutraliza las causas del problema criminal.31
29 REYES ECHEANDÍA ,Alfonso : " Criminología", pag.254
30 CLAUX ROXIN:" Derec ho Pena l " , Pag. 84.
31 BLOSSIERS HUME, Juan : "Criminología" ; pag.37
Es aquí, en la Prevención Especial donde se ubica el concepto de RESOCIALIZACION, término
sociológico difícil de precisar cronológicamente el momento en que la ciencia Penitenciaria lo
hace propio.
40 Directiva No.001-97-INPE/DGI.
41 BORJA MEPELLI. Op. Cit. ;pag.272
Resumiendo diremos que la clasificación tiene por objetivos:
a. Agrupar a internos por características homogéneas, evitando la influencia criminógena entre
uno (s) u otro (s) internos.
b. Facilita el tratamiento Penitenciario.
c. Posibilita el control disciplinario de los internos.
5.4. TRATAMIENTO PENITENCIARIO.
La Complejidad de la persona humana ha determinado también que la experiencia penitenciaria
haya desarrollado una variedad de procedimientos o métodos de tratamiento, en función de las
características socio-psicobiológicas, de cada interno.
En este voluntarioso afán la Administración Penitenciaria inspirada en la Ciencia Penitenciaria
y la Criminología, aplica diversos métodos de tratamiento como: El trabajo, la educación, la
asistencia psicológica, social, médica, etc.
Cabe indicar que todas estas formas de tratamiento no se aplican a todos los internos por igual,
sino de conformidad con lo que el diagnostico determine.
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Tratamiento penitenciario
La Ley de Ejecución de las Penas Privativas de la Libertad N° 24.660 establece en
sus artículos que la ejecución penal, en todas sus modalidades, tiene por finalidad
lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley
procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo
de la sociedad.
El Servicio Penitenciario Federal trabaja de manera constante para fortalecer y
perfeccionar el tratamiento de las personas privadas de la libertad utilizando
distintos tipos de abordaje que se adapten a las necesidades específicas de cada
individuo.
Este tratamiento busca principalmente la asimilación de normas de conducta que
resulten valiosas para el desarrollo de hábitos en las personas privadas de la
libertad y que eviten su posible reincidencia y les brinde mayores posibilidades de
reinserción social.
La experiencia del encierro conlleva aspectos negativos que se deberán minimizar
para evitar un efecto contrario al buscado. Asimismo, el cumplimiento de normas
de conducta, el aprendizaje de oficios y el acceso a distintos niveles de educación,
buscan contrarrestar esos efectos.
El tratamiento penitenciario planteado en estos términos, comprende al conjunto de
actividades terapéutico asistenciales, dirigidas directamente a colaborar en el
proceso de reinserción social, y contempla aspectos voluntarios y obligatorios para
las personas privadas de la libertad.
Los límites que se imponen son los necesarios para que, a medida que internalicen
las pautas de conducta que le permitan la convivencia pacífica y plena, se acerque
paulatinamente a la libertad, con el apoyo y la contención institucional.
El abordaje es interdisciplinario e individual, y se diagraman acciones que buscan
modificar aquellos aspectos o rasgos de la personalidad directamente relacionados
con la actividad delictiva y la violación de la ley penal.
Régimen penitenciario
El tratamiento de las personas privadas de la libertad se da en un marco de normas
que regulan las actividades de los establecimientos en todos sus aspectos.
Estas normas constituyen el régimen aplicable a los internos, regido por la Ley de
Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad N° 24660 y los reglamentos
complementarios.
Su aplicación resulta diferenciada según se trate de establecimientos abiertos,
semiabiertos o cerrados y se basa principalmente en la progresividad del régimen
penitenciario (etapas del tratamiento penitenciario) acorde a la evolución del
interno. Se procura, en lo posible, limitar la permanencia en establecimientos
cerrados a las primeras fases de la progresividad y un régimen de evolución en ese
sentido.
Este régimen contempla los siguientes aspectos:
o Tipos de establecimientos
o Niveles de seguridad
o Trabajo
o Educación
o Actividades recreativas y culturales
o Relaciones familiares y sociales
Etapas de la progresividad
o Observación
o Tratamiento
o Prueba
o Libertad condicional
El Período de Observación consiste en el estudio médico, psicológico y social del
interno y en la formulación del diagnóstico y pronóstico criminológicos. Comienza
con la recepción del testimonio de sentencia y del cómputo de la pena en el Servicio
Criminológico de cada establecimiento. En esta etapa, se solicitará la cooperación
del interno para que el equipo interdisciplinario pueda confeccionar su Historia
Criminológica.
En la Historia Criminológica se consignan las fechas en que el interno, previo
cumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios, podría acceder a las
distintas etapas y beneficios de la progresividad, como ser: Período de Prueba;
Salidas Transitorias y Semilibertad; Libertad Condicional; Libertad Asistida;
Programa de Prelibertad, y egreso por agotamiento de la pena.
Al término del Período de Observación, el responsable del Servicio Criminológico,
eleva al Director del establecimiento un informe proponiendo la fase del Período de
Tratamiento para incorporar al interno, el establecimiento, sección o grupo a que
debe ser destinado y su programa de tratamiento. Este contiene las
recomendaciones respecto a: salud psicofísica; mantener o mejorar su educación;
promover su aprendizaje profesional o actividad laboral; posibilitar las exigencias
de su vida religiosa; facilitar y estimular sus relaciones familiares y sociales;
desarrollar toda actividad de interés, de acuerdo a las particularidades del caso y
teniendo en cuenta la fase propuesta.
El período de tratamiento consiste en la aplicación de las determinaciones del
Consejo Correccional y es fraccionado en tres fases sucesivas: Socialización,
Consolidación y Confianza.
El Período de Prueba consiste en el empleo sistemático de métodos de
autogobierno, tanto durante la permanencia del interno en la institución como en
sus egresos transitorios, como preparación inmediata para su libertad.
Comprende sucesivamente: la incorporación del interno a establecimiento abierto
o sección independiente que se base en el principio de autodisciplina; la posibilidad
de obtener salidas transitorias, y la incorporación al régimen de Semilibertad.
La incorporación del interno al Periodo de Prueba requiere no tener causas abiertas
donde interese su detención u otra condena pendiente y estar comprendido en
alguno de los siguientes tiempos mínimos de ejecución:
o Penas temporales: un tercio de la condena
o Pena perpetua: doce años
o Pena con accesoria del artículo 52 del Código Penal: cumplimiento de toda la pena.
Además, tener en el último trimestre conducta Muy Buena OCHO (8) y concepto
Muy Bueno SIETE (7), como mínimo, un dictamen favorable del Consejo
Correccional y la resolución aprobatoria del Director del establecimiento.
Las salidas transitorias tienen distintas frecuencias según su motivo, que pueden
ser:
o Para afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales:
o Para cursar estudios
o Para participar en el Programa de Prelibertad
o De carácter excepcional
La Semilibertad consiste en permitir al condenado trabajar fuera del establecimiento
sin supervisión continua en condiciones iguales a la vida libre, incluso salario y
seguridad social, regresando a su alojamiento al fin de cada jornada laboral.
Se requiere un informe del área de Asistencia Social que constate: datos del
empleador, si correspondiere; naturaleza del trabajo ofrecido; lugar y ambiente
donde se desarrollarán las tareas; horario a cumplir; retribución y forma de pago.
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Tratamiento penitenciario
Concepto
¿Dónde se regula?
Conceptos relacionados
Fundamento
El art. 25.2 CE contiene un mandato conforme al cual las penas privativas de libertad y las
medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social.
Por eso el artículo 60 de la Ley Orgánica General Penitenciaria señala que los servicios
encargados del tratamiento se esforzarán por conocer y tratar todas las peculiaridades de
personalidad y ambiente del penado que puedan ser un obstáculo para la reeducación y
reinserción social de los penados. Para ello, deberán utilizarse, en tanto sea posible, todos los
métodos de tratamiento y los medios que, respetando siempre los derechos constitucionales no
afectados por la condena, puedan facilitar la obtención de dichas finalidades.
Principios informadores
Los principios en los que el Tratamiento está basado aparecen expresamente contemplados en
el artículo 62 Ley Orgánica General Penitenciaria son los siguientes:
Se recogen en el artículo 110 del RD 190/1996, de 9 de febrero, que señala que para la
consecución de la finalidad resocializadora de la pena privativa de libertad, la Administración
Penitenciaria:
El tratamiento Individualizado
Se encuentra regulado en los arts. 113 a131 RD 190/1996, de 9 de febrero y arts. 59 a72 Ley
Orgánica General Penitenciaria, así como en la Instrucción 12/2006, modificada por la
Instrucción 4/2009, que establece un procedimiento detallado en cuanto a programación,
evaluación e incentivación de la participación de los internos en programas y actividades del
Programa Individual de Tratamiento.
Para la confección del tratamiento penitenciario individualizado se siguen tres fases, que son:
observación, clasificación y el tratamiento individualizado.
Órganos competentes
Especialistas. Las tareas de observación, clasificación y tratamiento las realizarán los equipos
cualificados de especialistas, cuya composición y funciones se determinarán en el Estatuto
Orgánico de Funcionarios. Dichos equipos contarán con la colaboración de un número de
educadores necesarios, dadas las peculiaridades de los grupos de internos tratados, según
determina el artículo 69.1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria.
Observación
El art. 64 de la Ley Orgánica General Penitenciaria distingue dos tipos, según el tipo de internos
a que vaya dirigido:
La clasificación
Como paso previo a la necesaria individualización del tratamiento, tras la adecuada observación
de cada penado, se realizará su clasificación conforme a lo previsto en los art. 100 a110 del RD
190/1996, de 9 de febrero,, destinándole al establecimiento cuyo régimen sea más adecuado al
tratamiento que se le haya asignado, y, en su caso, al grupo o sección más idóneo dentro de aquél
(art. 63 Ley Orgánica General Penitenciaria).
• La personalidad.
• El historial individual, familiar, social y delictivo del interno.
• La duración de la pena y medidas penales en su caso.
• El medio a que probablemente retornará y los recursos, facilidades y dificultades
existentes en cada caso y momento para el buen éxito del tratamiento.
Tratamiento
En este sentido los arts.4.2 y 61 de la Ley Orgánica General Penitenciaria y art. 112.1 RD
190/1996, de 9 de febrero instan al estímulo, en cuanto sea posible, del interés y la colaboración
de los internos en su propio tratamiento. Al mismo tiempo establecen que la satisfacción de sus
intereses personales será tenida en cuenta en la medida compatible con las finalidades del
tratamiento.
Negativa al mismo. En los casos en que exista rechazo a someterse al tratamiento, el criterio
para la clasificacin inicial del interno y posteriores revisiones de la misma se atendrá a la
observación directa del comportamiento y los informes pertinentes del personal penitenciario de
los Equipos Técnicos que tenga relación con el mismo, así como utilizando los datos
documentales existentes, según dispone el art. 112.4 RD 190/1996, de 9 de febrero.
Las actividades de tratamiento se llevarán cabo, en función, en cada caso concreto, de las
condiciones más adecuadas para la consecución de los fines constitucionales y legales de la pena
privativa de libertad, tanto (art. 113 RD 190/1996, de 9 de febrero):
Para ello, la Administración Penitenciaria deberá tener en cuenta los recursos existentes en la
comunidad para la ejecución de las actividades del tratamiento penitenciario (art. 115 RD
190/1996, de 9 de febrero).
La evolución en el tratamiento será motivo de una nueva clasificación del interno, con la
consiguiente propuesta de traslado al establecimiento del régimen que corresponda, o, dentro del
mismo, el pase de una sección a otra de diferente régimen (art. 65 Ley Orgánica General
Penitenciaria):
Informe pronóstico final. Cuando el Tratamiento haya finalizado o esté próxima la libertad del
interno, se emitirá un informe pronóstico final, en el que se manifestarán los resultados
conseguidos por el tratamiento y un juicio de probabilidad sobre el comportamiento futuro del
sujeto en libertad, que, en su caso, se tendrá en cuenta en el expediente para la concesión de la
libertad condicional (art. 67 Ley Orgánica General Penitenciaria).
Recuerde
• Regulación arts. 113 a131 RD 190/1996, de 9 de febrero y art. 59 a72 Ley Orgánica
General Penitenciaria