Tratamiento Penitenciario

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Tratamiento penitenciario

Enviado por MAXIMO OSCAR CABRERA CABRERA

1. Generalidades
2. La prevención
3. Definición de tratamiento penitenciario
4. Objetivo del tratamiento
5. Fases del tratamiento penitenciario
6. Criticas al tratamiento penitenciario y su fin resocializador
7. El tratamiento penitenciario nacional
8. Base legal del tratamiento penitenciario peruano

1. GENERALIDADES
En la primera parte del presente estudio hemos visto cómo ha ido evolucionando, en cada una
de nuestras etapas históricas, el esfuerzo por reprimir eldelito y cómo va apareciendo la idea de
tratamiento penitenciario con el único propósito de lograr la resocialización del delincuente,
hasta llegar hoy en día al predominio del tratamiento individualizado en la ejecución penal, con
la finalidad de reincorporar al interno al seno de la sociedad como un sujeto útil y respetuoso
del orden social imperante en su entorno. Hoy en día negar el Tratamiento Penitenciario o
simplemente ignorarlo, es mirar de vuelta, aunque en el campo real exista una distancia no muy
amistosa entre lo que se acepta doctrinaria y legislativamente y lo que se hace en los
establecimientos penitenciarios.
El vocablo "tratamiento" ha sido prohijado por el Derecho Penal, La Criminología, La
Ciencia Penitenciaria, El Derecho Penitenciario, etc. Se debe reconocer que este término se ha
pedido prestado a la ciencia médica, tal es así que se ha hecho propio el término tratamiento
agregado del adjetivo que hace referencia al campo de aplicación. 26
El tratamiento penitenciario no debe ser un problema aislado y exclusivo de la
Administración Penitenciaria, pues uno de los errores en los que se incurre cuando se aborda el
tema delito, justicia social y cárcel, al fraccionar cada uno de estos aspectos y tratarlos
autónomamente, sin considerar que cada uno de ellos es parte de un todo que debe ser abordado
en forma integral.
Hoy en día es de suma importancia rescatar a estas personas porque quiérase o no, es parte de
la prevención y porque este conjunto de internos constituye en sí un capital humano necesario.
Dado que, con ésta silenciosa medida de prevención se estará contribuyendo a la paz social y
también es una forma de prepararlos para hacer frente a la pobreza que en ciertos casos es un
factor interviniente en el fenómeno delictual.
26 ALTMANN SMYTHE, Julio : " La Lucha contra el Crimen y el Tratamiento
Correccional";pag.3
Sabemos que el delito es un hecho humano; conocemos los factores que contribuyen a
su producción, luego una sana terapia deberá orientarse a combatir tales factores o por lo menos
a modificarlo.
Pero ante esta realidad teórica está la cruda y viva realidad social, donde existen serios
obstáculos originados por la inercia social. La razón de este hecho es de que tales medidas no
traen frutos de positiva objetividad, ni se traducen en obras materiales que puedan ser
mostradas a la sociedad. En países pobres, como el nuestro, el problema de la delincuencia cede
el paso a otros más directamente sentidos por la comunidad como el hambre, la miseria,
el desempleo, desnutrición, vivienda, educación, etc.
Consideramos conveniente también destacar que no debemos dejar sólo al Estado en esta tarea
de prevención y resocialización de los delincuentes; sino que, ésta requiere de una decidida
colaboración de la ciudadanía; pues, el delito en cierta forma se debe en no poca medida a
la actitud pasiva, negligente y hasta encubridora por parte de nosotros mismos.

2. LA PREVENCIÓN
La convivencia humana se desarrolla bajo un conjunto de reglas, que se conservan y trasmiten
por tradición y costumbre, esto es lo que constituye EL ORDEN SOCIAL. Existe una serie de
mecanismos que la sociedad ha creado para preservarlo, éstos mecanismos son:
"El Control Social" integrado por: La Familia, El Colegio, La Empresa, Las Asociaciones, etc.
Pero este orden social no es suficiente para garantizar la convivencia humana y es aquí donde
entra a tallar el ORDEN JURÍDICO, que garantiza la obligatoriedad de las normas y que, entre
otros, está representado por el DERECHO PENAL que interviene como última ratio de control
social.2728
27 PEÑA CABRERA , Raúl : " Tratado de Derecho Penal "; pag. 113
28 VILLAVICENCIO TERRERO,Felipe : " Lecciones de Dercho Penal"; pag 28.,
Esta protección es beneficiosa para la sociedad y que es imprescindible para la supervivencia
misma de la generalidad y de sus integrantes, tarea que le confiere al Derecho.
Además, cada Estado está en la obligación de ejercitar una política criminal o antidelicuencial,
dirigida a la prevención del delito, así como a la corrección de los que violen las normas
preestablecidas, como una tarea de defensa social.
En sentido amplio la prevención consiste en preparar y disponer lo necesario anticipadamente
para evitar un riesgo o se ejecute una cosa. En términos criminológicos suele designarse con tal
nombre al conjunto de medidas orientadas a impedir la criminalidad.
Como quiera que el delito lesiona la vida, honra y bienes de los ciudadanos, el Estado, por
intermedio de sus representantes legítimos, no podría cumplir adecuadamente tan
trascendental misión, sino mediante una bien coordinada política de prevención de la
criminalidad.
En el campo doctrinario criminológico, se clasifica la prevención en: General y Especial.
2.1. PREVENCION GENERAL
En el campo criminológico también se aplica el viejo aforismo: "Es mejor prevenir que curar."
Frase que corresponde a los higienistas. Lógicamente la desaparición de un hecho sólo es posible
eliminando las causas que lo producen, lo que implica, el reconocimiento de tales causas. Así,
para la erradicación del cáncer es indispensable descubrir la oncogenes que lo origina, con razón
se ha dicho que el mal se cura en su raíz.29
Según esta teoría la pena debe de actuar no sobre el individuo, sino sobre toda la colectividad;
es decir, actuar sobre el indeciso y lograr que desista de su propósito delictual viendo en otros
su posible situación.
Presenta dos aspectos que señalaremos brevemente: uno negativo por su carácter intimidatorio,
y el otro positivo que busca la conservación y la confianza en la ejecución del ordenamiento
jurídico.30
2.2. PREVENCIÓN ESPECIAL.
Esta busca impedir la reiteración de comportamientos criminales o derivados y tiene como
destinatario a la población recluida con un objetivopreciso:impedir la repetición delincuencial
con programas de reeducación, readaptación y reincorporación positiva a la sociedad, que se
lleva a cabo en el ámbito penitenciario. Doctrinariamente significa una intervención tardía,
porque ya se cometió el delito; parcial, porque sólo se atiende al preso; e insuficiente, porque no
neutraliza las causas del problema criminal.31
29 REYES ECHEANDÍA ,Alfonso : " Criminología", pag.254
30 CLAUX ROXIN:" Derec ho Pena l " , Pag. 84.
31 BLOSSIERS HUME, Juan : "Criminología" ; pag.37
Es aquí, en la Prevención Especial donde se ubica el concepto de RESOCIALIZACION, término
sociológico difícil de precisar cronológicamente el momento en que la ciencia Penitenciaria lo
hace propio.

3. DEFINICIÓN DE TRATAMIENTO PENITENCIARIO


En la doctrina existe un sin número de definiciones del tratamiento penitenciario, citaremos
algunos. Para el Criminólogo Español BORJA MAPELLI se debe entender por Tratamiento
Penitenciario "... como un conjunto de actividades terapéutico asistenciales encaminados
directamente a evitar la reincidencia de los condenados a penas privativas de libertad y medidas
penales".32
Para SOLIS ESPINOZA: "es una acción o conjunto de acciones dirigidos a modificar
la conducta del recluso, teniendo en cuenta sus peculiares características personales con la
finalidad básica de su reincorporación a la sociedad y evitar su reincidencia".33
Para tener una visión ampliada de lo que se puede entender por Tratamiento Penitenciario existe
la definición que nos presenta MARC ANCEL. Se puede tener tres nociones de tratamiento:
primero una concepción médica que no incluye a internos sanos; luego, una noción
Administrativa, en cómo desde el punto de vista de las leyes ejecutivas se van a tratar a los
reclusos y una tercera de índole socio - criminológica orientada a actuar sobre la
personalidad del recluso para volverlo a llevar al camino del bien". Definición a la que le
agregaría una cuarta y que hoy está en boga y con resultados exitosos al menos en nuestro medio:
lo espiritual; con la teoterapia.
El Dr. AGUINAGA MORENO: expresa que se debe entender por tratamiento penitenciario " El
conjunto de acciones, métodos y técnicas que se ejercitan con el interno a fin de lograr que él
cambie su comportamiento criminoso y no vuelva a cometer delitos, convirtiéndose además en
una persona útil a la sociedad." 34
De estas definiciones se puede colegir que defieren por detalles, entonces diremos que el
Tratamiento Penitenciario debe entenderse como el conjunto de acciones, métodos y técnicas
que actúan en el interno, considerándolo como sujeto bio-sico-social y espiritual; las mismas
que tienen por finalidad lograr la resocialización jurídico - social.
32 BORJA MAPELLI, Caffarena: "Principios Fundamentales de
Derecho Penitenciario
Español"; pag.249
33 SOLIZ ESPINOZA, Alejandro: Op. Cit.; pag.333
34 AGUINAGA MORENO, Jorge: Op.Cit.; pag.64

4. OBJETIVO DEL TRATAMIENTO


De las definiciones se puede apreciar que el objetivo del tratamiento es la reeducación,
rehabilitación y reincorporación del interno a la sociedad, en otras palabras, lograr que cambie
su comportamiento criminoso, adquiera el respeto por el derecho y asimile como suyos
los objetivos que persigue el orden social.
Conjuntamente con LOPE REY y ALTMANN SMYTHE 35 36 pienso que hay muchos tratadistas
que, o son muy optimistas o exageran la finalidad del tratamiento, al pretender creer que el
"tratamiento penitenciario" busca la integral resocialización del interno; es decir, transformar
al delincuente en sus características sociales, psíquicas y éticas, lo que es sumamente ambicioso
y utópico. Si el tratamiento penitenciario logra que el delincuente desarrolle sus actividades sin
quebrantar la ley penal y conviva con sus semejantes útil y correctamente al regresar a
la comunidad, se habrán alcanzado los resultados que se quieren.
4.1. DEFINICION DE RESOCIALIZACION.
Para hablar de Resocialización previamente debemos conceptuar a la socialización, entendida
como un proceso formativo por el cual el individuo va a asumir valores, costumbres, tradiciones
propias de su entorno y que conforman el orden social a través de todo su proceso de formación
y desarrolloindividual. Proceso que, en el hombre que delinquió falló; entrando a tallar la
resocialización entendida como la nueva socialización del hombre que delinquió y esto implica
volver a formarlo y que asuma nuevos valores y conductas.

5. FASES DEL TRATAMIENTO PENITENCIARIO


Cuando se priva a una persona de la libertad, surge una pregunta automática ¿Para qué? Para
ningún entendido es novedad que para las creencias penales, la pena tiene como propósito la
Resocialización del interno y que se reincorpore a la sociedad como un individuo que respete y
cumpla la ley y no constituya una carga social, para el Estado y la sociedad. Por tanto, para
resocializarlo jurídica y socialmente será mediante un procedimiento bien concebido llamado
TRATAMIENTO PENITENCIARIO, el mismo que ha medida que se incrementa las experiencias
se perfecciona, aspirando a lograr su cometido.
Las fases del Tratamiento Penitenciario en la doctrina y por ende en la legislación son las
siguientes:
35 LOPE REY ,Manuel : "Presupuestos de la Orientación
Profesional Penitenciria" ; pag.58
36 ALTMANN SMYTHE,Julio: Op.Cit.,pag.4
DIAGNOSTICO PRONOSTICO CLASIFICACION TRATAMIENTO
El estudio personal del interno requiere pues de una etapa de OBSERVACIÓN previa, lo que
origina a su vez la necesidad de dos elementos imprescindibles: el personal penitenciario
interdisciplinario y el centro de observación correspondiente.37
Esto ha dado lugar a que la Administración penitenciaria destine ciertos ambientes, pabellones
o centros exclusivos de observación, que no es novedoso, pues existen evidencias de su
existencia desde 1907 en Bruselas, existiendo luego en diferentes países con una peculiaridad,
que estos centros, no eran EE.PP "extrictu sensu", sino centros de observación especializados
técnica y científicamente que se viene predicando en nuestro país legislativamente desde
Decreto Ley N°. 17581 (1969)
En nuestro país no existen establecimientos con esta finalidad, sino que funcionan al interior
del Establecimiento Penal en Pabellones llamados de observación. No existe tampoco una
permanencia de tiempo considerable en éstos pabellones, ya que pasado el acto penitenciario de
clasificación se integran a estos sujetos a diferentes pabellones, en los cuales se hace el
seguimiento correspondiente.
Para realizar esta labor de observación, se requiere de un EQUIPO INTERDISCIPLINARIO DE
OBSERVACIÓN, conformado por personal idóneo con formación criminológica como:
Psicólogo, Trabajador Social, Médico-Psiquiatra, Abogado, pudiendo incluirse a otros
especialistas. Pero para ciertos estudiosos en este equipo es imprescindible un criminólogo,
sociólogo, un moralista y un Ergólogo, pero en nuestra realidad se da lo primero, albergando la
esperanza, que en un tiempo no muy lejano, cuando se tome en cuenta la magnitud real del
sector penitenciario y la importancia de ésta se incluya a los segundos.
5.1. DIAGNOSTICO.
Como bien afirma AGUINAGA MORENO 38 consiste en determinar el mal criminoso del sujeto
en función a la "Sintomatología" que presente, el mismo que será determinado por el equipo
multidisciplinario, a través de exámenes propios para estos menesteres, siendo los más
comunes: El Psicólogo, médico y social.
37 SOLIZ ESPINOZA, Alejandro: Ob. Cit. ; pag. 306
38 AGUINAGA MORENO,Jorge : Ob.Cit. pag. 65
El diagnóstico médico, se encargará de determinar el estado de salud general, además de un
examen ectoscópico, exámenes especializados como Psiquiátricos, neurológicos y
endocrinológicos que en nuestro medio resultaría iluso pensar que el Estado se encargue de
asumir tales costos.
El diagnóstico Psicológico, se encargará del nivel intelectual, personalidad e intereses
vocacionales, empleando las pruebas que el especialista crea conveniente para determinar su
proclividad al delito, así como el equilibrio o desequilibrio de la personalidad del delincuente,
etc.
El Asistente social, tiene que ver con el medio social de desarrollo del interno en el cual se tendrá
en cuenta: la familia, situación laboral, educación, condición económica, etc.
Con los resultados obtenidos este equipo elaborará el PRONÓSTICO CRIMINOLÓGICO.
5.2. PRONÓSTICO CRIMINOLÓGICO.
A partir de los resultados obtenidos, consiste en conjeturar sobre el comportamiento
criminológico futuro; su finalidad es determinar el grado de resocialización de tal o cual interno
(readaptable, difícílmente o fácilmente readaptable) así como los cambios que puede o no
ocurrir en dicha conducta frente a determinadas medidas de tratamiento.
5.3. CLASIFICACIÓN PENITENCIARIA.
La clasificación penitenciaria es una ordenación lógica por grupos, tomando en cuenta las
características individuales y circunstanciales de cada interno de acuerdo con la realidad del
tratamiento y la planificación del régimen carcelario; tiene que ser por grupos. La clasificación
es un proceso que toma en cuenta los factores individuales para lograr una individualización de
la pena como tratamiento. Para H. COOPER39 la clasificación es el primer paso en el
tratamiento penitenciario y tiene dos fines básicos: ubicar al recluso en un medio apto para fines
de tratamiento; y colocarle en un grupo más o menos homogéneo. Consecuencia inmediata del
diagnóstico y pronóstico criminológico, consiste en agrupar a los internos bajo criterios diversos
y concurrentes de homogeneidad. Su importancia radica en que si está fundada en criterios
criminológicos orienta y ayuda al proceso de tratamiento y evita el contacto e influencia
criminógena de ciertos internos a otros, de allí que es importante la infraestructura y política
penitenciaria orientada al no hacinamiento en los EE.PP.
39 H. COOPER : "Comentarios sobre la Nueva Legislación en el
Perú" ;pag.22
Queda claro entonces que la clasificación tiene tanta trascendencia por su función facilitadora.
En nuestro país contamos con una norma de clasificación40 que ha sido tomada como modelo a
seguir en el último congreso de Asuntos Penitenciarios llevada a cabo en Buenos Aires Argentina
en 1997.
El equipo de clasificación, debe fijar su atención no sólo en aspectos concretos de
peligrosidad, probabilidad de fuga o reincidencia, sino que tiene que valorar en su conjunto
la evolución de la personalidad del interno, sus relaciones con la comunidad penitenciaria y con
el exterior, su predisposición a participar en la vida de su grupo social, etc. Para ello es necesario
tener en cuenta que el equipo emite una clasificación exclusivamente con fines de tratamiento y
no penitenciarios .41
Como hemos podido apreciar líneas arriba, se entiende por clasificación al agrupamiento por
características homogéneas para fines exclusivos de tratamiento. Pues la clasificación del
interno (sentenciado o procesado) no es un proceso instantáneo o de realización inmediata,
exige una observación detallada y prolongada de sus características personales y sus
propensiones.
El problema surge cuando nos planteamos la siguiente interrogante ¿se debe entender como
clasificación "estrictu sensu", la que se realiza en carceleta judicial? dictado el mandato de
internamiento, la Administración penitenciaria tiene que determinar el EE.PP. que le
corresponde por medidas de seguridad, realizándose, ya en el EE.PP.En este sentido
consideramos que lo que allí se realiza no es una clasificación sino más bien, como opina BORJA
MAPELLI, es una etapa de CALIFICACION.

40 Directiva No.001-97-INPE/DGI.
41 BORJA MEPELLI. Op. Cit. ;pag.272
Resumiendo diremos que la clasificación tiene por objetivos:
a. Agrupar a internos por características homogéneas, evitando la influencia criminógena entre
uno (s) u otro (s) internos.
b. Facilita el tratamiento Penitenciario.
c. Posibilita el control disciplinario de los internos.
5.4. TRATAMIENTO PENITENCIARIO.
La Complejidad de la persona humana ha determinado también que la experiencia penitenciaria
haya desarrollado una variedad de procedimientos o métodos de tratamiento, en función de las
características socio-psicobiológicas, de cada interno.
En este voluntarioso afán la Administración Penitenciaria inspirada en la Ciencia Penitenciaria
y la Criminología, aplica diversos métodos de tratamiento como: El trabajo, la educación, la
asistencia psicológica, social, médica, etc.
Cabe indicar que todas estas formas de tratamiento no se aplican a todos los internos por igual,
sino de conformidad con lo que el diagnostico determine.

6. CRITICAS AL TRATAMIENTO PENITENCIARIO Y SU FIN


RESOCIALIZADOR
Como se ha expresado la ejecución penal, constituye parte de un todo llamado Sistema Penal, la
que debe responder a los mismos planteamientos y objetivos, los que se ven materializados en
normas penales, procesales y de ejecución.
Sin embargo, parte de la crítica empieza por cuestionar la incongruencia existente entre los
planteamientos penales materializados en estas normas, así tenemos:
Que, el actual sistema de penas no está de acuerdo con el fin resocializador que estas persiguen,
por tener un sistema predeterminado de penas, que no retiene al condenado el tiempo necesario
hasta que estuviera resocializado, así por ejemplo: si un condenado es privado a cinco años de
pena privativa de libertad, y en realidad los profesionales determinan que para resocializar a tal
individuo sólo es necesario una terapia de "x" meses; en tal sentido, el tiempo restante resulta
innecesario, que incluso atentaría contra lo logrado por el tratamiento, o puede suceder lo
contrario, que el tiempo impuestocomo pena no sea suficiente para resocializar a tal individuo.
Otro punto crítico es, ¿y qué de aquellos autores de ilícitos penales, que no necesitan de la
Resocialización?. Como se da en casos de hechos imprudentes u ocasionales, o con autores de
delitos graves donde no existe peligro de reincidencia.
Luego de doscientos años de prédica resocializadora, no ha disminuido la tasa de reincidencia,
y hasta ahora no se han concebido programas de socialización del reincidente.
Dentro de los programas de tratamiento se encuentra la educación, conscientes que muchas
veces la delincuencia es menos producto de una perversidad constitucional del individuo, que el
resultado de factores ambientales, de los cuales deriva una de las más importantes causas de la
delincuencia, que es la ignorancia, así nuestro CEP, en su artículo 70°, prescribe la educación
obligatoria de los analfabetos a su ingreso a un establecimiento penitenciario; sin embargo, nos
preguntamos ¿con qué derecho deben dejarse educar y tratar los ciudadanos adultos por el
Estado?, ¿ acaso no constituye este hecho un atentado contra la dignidad humana?, Más aún si
tenemos en consideración que la voluntariedad en el individuo para aceptar el tratamiento es la
clave del éxito resociliazador.
Otro elemento negativo, es el lugar o medio donde se va aplicar el tratamiento resocializador,
pues para nadie es un secreto que un establecimiento penitenciario es un medio hostil, violento,
estresante, siendo mas desocializante que resocializante, más aún en la realidad nacional donde
los medios de interconexión social entre los establecimientos penitenciario y el medio real son
casi inexistentes.
En consecuencia como afirma, PETER´S42, el pensamiento de la Resocialización podría ganar
muchas batallas, pero habría perdido ya la guerra.

7. EL TRATAMIENTO PENITENCIARIO NACIONAL


El tratamiento penitenciario nacional, se realiza atendiendo a lo preceptuado en el CEP, dando
prioridad a la educación y al trabajo penitenciario como ejes axiales de tal proceso.
Tal es así que a escala nacional se viene implantando Centros de Educación Ocupacional CEOS,
regentados por personal penitenciario, así como implementando talleres en beneficio de los
internos, orientados a la enseñanza de algún oficio y a la producción de bienes y servicios.
42 Citado por ROSARIO DIEGO DIAZ-SANTOS Y EDUARDO
FABIAM CAPARROS, en " Reflexiones sobre las Consecuencia Jurídicas del delito"; pag. 101
Últimamente el Instituto Nacional Penitenciario, ha sido beneficiado con un programa de apoyo
proveniente del gobierno de Japón llamado NON PROJECT, constituido por talleres de
metalmecanica, carpintería, soldadura, etc.
Sin duda, que este aporte debe ser canalizado no solamente como talleres de enseñanza, sino
que es la oportunidad de constituir en los establecimientos penitenciarios beneficiados todo
unos centros de producción, donde el interno sea el protagonista y genere ingresos tanto para él
como para la institución como tal.
Según nuestra norma de ejecución penal, el tratamiento penitenciario está a cargo de siete áreas:
Trabajo, Educación, Salud, asistencia psicológica, social, legal y religiosa.
Veamos brevemente cada uno de ellos:
7.1. AREA DE TRABAJO.
Se asume como función primordial de la administración penitenciaria brindar o crear
condiciones laborales para los internos, que se orienten especialmente a crear en el interno el
hábito del trabajo como medio rehabilitador, y eso nadie lo duda como aspiración legal está
excelentemente redactado en la norma de ejecución penal; sin embargo en la realidad todavía
estamos lejos de poder cumplir con tales aspiraciones, consideramos que en estos tiempos
de globalización económica los centros penitenciarios deben estar dotados de técnicos
especialistas que enseñen a nuestros internos actividades rentables y especializadas, las mismas
que tengan mercado; así como la otra parte administrativa, es decir a gerenciar
pequeños negociosque giren en torno a la economía familiar y así los liberados puedan
constituir micro y pequeñas empresas.
Y siendo un poco más atrevidos todavía, se puede pensar en que sea el propio Instituto Nacional
Penitenciario un productor de bienes y servicios, a través de una Unidad Ejecutiva de
Producción y Comercialización e incluso se puede invitar al empresariado nacional e
internacional a que pongan sus ojos en nuestros Establecimientos Penitenciarios y puedan
rentar la mano de obra ociosa existente por el momento.
De igual forma el mercado cautivo existente de los organismos estatales pueden ofrecerse a los
internos de los establecimientos penitenciarios de país, ya sea: en imprenta, construcciones,
servicios generales, etc.
7.2. AREA DE EDUCACION.
La educación penitenciaria, está orientada a diferentes niveles: básico, profesional y
ocupacional. Para el efecto existen convenios con el Ministerio de Educación y ahora
Universidades Privadas.
De igual forma se promueve la educación a distancia.
En esta parte del tratamiento, se está avanzando a pasos agigantados en todos los
establecimientos penitenciarios del país, no solamente brindando educación técnica, sino
también artística, ética y deportiva.
7.3. AREA DE SALUD
Se establece que todo establecimiento debe tener un servicio médico básico, de igual forma en
aquellos establecimientos que se justifique la necesidad se debe contar con centros
especializados.
Los establecimientos penitenciarios deben contar de conformidad al artículo 79° del CEP, de
ambientes destinados a hospital, enfermería o tópico, según sus necesidades, con el equipo e
instrumental médico correspondiente.
Igualmente cuentan con zonas específicas de aislamiento para casos de enfermedades infecto
contagiosas, para el tratamiento psiquiátrico y para la atención de los toxicómanos y alcohólicos.
Asimismo se hace referencia que aquel interno que tenga condiciones puede solicitar a
su costo los servicios médicos de profesionales ajenos al establecimiento penitenciario.
Para concluir, el servicio de salud está orientado a alcanzar, mantener o recuperar el bienestar
físico y mental del interno.
7.4. ASISTENCIA PSICOLÓGICA.
Este servicio está orientado especialmente a tener una apreciación cualitativa y cuantitativa de
los rasgos psíquicos fundamental de los internos, con una visión amplia de personalidad, dada
la peculiaridad de las personas a tratar, dirigiendo su accionar a explorar y tratar
preferentemente aquellos rasgos psíquicos que la criminología señala como facilitadores del acto
criminal.
Nuestro CEP dedica un solo artículo a este servicio, pero consideramos que el trabajo en esta
área debe ser más agresivo, empezando por dotar de más especialistas dada la importancia de
este servicio como apoyo para el desarrollo de tratamiento y como protagonista del mismo.
7.5. ASISTENCIA SOCIAL1.
Este servicio penitenciario tiene como objetivo apoyar al interno, a la víctima del delito y a los
familiares inmediatos de ambos.
El papel de este servicio en un establecimiento penitenciario, es fundamental, espacialmente en
el apoyo al interno indigente, sabido es que el apoyo a la víctima del delito resulta un poco
vanidoso y hasta utópico, pero no por eso se puede desmerecer el trabajo de esta área.
Si se hace un análisis concienzudo del trabajo encomendado se podrá notar que es fundamental
en el proceso de Resocialización del interno, porque cumple un papel de enlace, de mediador,
de conciliador e incluso hasta familiar, si valga el término, porque está pendiente de qué interno
tiene visita y quién no, está pendiente de las visitas intimas, de canalizar y captar ayuda de los
organismos públicos y privados, así como de personas de buena voluntad y que éstos lleguen a
las personas más necesitadas.
Para el cumplimiento de tan noble objetivo, lamentablemente no existe un fondo adicional que
consideramos imprescindible para el cumplimiento de sus funciones.
1 Si bien en nuestro Sistema Penitenciario Nacional, no se ha
implementado el servicio sociológico como parte integrante del tratamiento penitenciario, pero
si se a hecho con el servicio de asistencia social, que difieren en contenido.
Así este servicio – Asistencia social- esta orientado a brindar asistencia al interno y a su familia
e incluso a la víctima del delito, pero no pasa de ahí, de asistencial siendo su principal objetivo
evitar el rompimiento del binomio interno - familia, así como de conseguir apoyo social ante la
liberación y también al liberado.
Siendo conscientes que la sociología es una ciencia nueva, y que en nuestro país recién está
germinado, no es óbice para que si existe la posibilidad, pese a no estar contemplado en la
norma, se utilice como parte del tratamiento. Pues en otros realidades ya existe y su papel
fundamental parte de que la personalidad está influenciada por una serie de factores socio
culturales y que es a través de estos flujos como puede encontrarse una explicación de la
variaciones individuales dentro del campo de la conducta desviada.
Entonces, a nuestro modo de entender las cosas, y siendo el objetivo central del tratamiento la
re- socialización del interno, urge la necesidad de este servicio que nos ayude a comprender al
interno en el contexto social de donde proviene y también nos explique el marco social
mescolantico de los establecimientos penitenciarios.
7.6. ASISTENCIA LEGAL.
El objetivo central de este servicio es: brindar asesoría legal al interno y asesorar técnicamente
a la Administración de aquel. Asume de manera preferente la defensa del interno indigente.
La Asistencia legal entonces tiene tres campos de acción:
a) El asesoramiento a la Administración Penitenciaria, en la materia de su competencia, en este
sentido estará dirigida tanto a la Dirección, a la Administración y también a seguridad.
b) Al interno en forma general, respecto a inquietudes, sobre su proceso, formas de conseguir
su libertad, notificaciones, beneficios penitenciarios, etc.
c) La defensa del interno indigente. Cuando el establecimiento está ubicado en grandes
ciudades, ésta se ve reducida al mínimo pues ahora existe, a cargo del Ministerio de Justicia, la
defensa de Oficio, en este sentido solamente canalizará estas solicitudes a dicha institución
siendo opcional la defensa, pues no existe prohibición alguna para no realizarla. Siendo otra la
realidad en provincias donde la carga procesal es voluminosa y la defensa de oficio está reducida
al mínimo.2
2 Ley 27019 ( 23.12.98 ) Ley que crea el Servicio Nacional de la
Defensa de Oficio. D.S.N° 005-99-JUS. Reglamento de la Ley que crea el Servicio Nacional de
la defensa de Oficio.
7.7. ASISTENCIA RELIGIOSA.
Orientada a garantizar la libertad de credo, establecida en la Constitución Política del Estado.
Pero más allá de ser éste su objetivo, ésta ha tenido resultados loables en la recuperación de la
persona que delinque.
Tal es así, que se puede decir que la mal llamada "teoterapia" está de moda, implementada ahora
en la mayoría de establecimientos penitenciarios, a cargo de sacerdotes y pastores evangélicos.
Está orientada a reforzar, a crear una conciencia moral en el interno que fortifique su actuar
social.

8. BASE LEGAL DEL TRATAMIENTO PENITENCIARIO


PERUANO
1. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO.
Nuestra Constitución Política señala como objetivo fundamental de la Ejecución Penal la
Resocialización del interno, la misma que será posible a través de la Reeducación, Rehabilitación
y reincorporación del interno a la sociedad; que va de la mano con el principio de humanización
de las penas.
Este objetivo está íntimamente ligado a la declaración constitucional del artículo primero, según
el cual la persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado, y siguiendo con el
análisis constitucional, una persona al ser privada de su libertad pierde solamente
los derechos que la condena señala, quedando a salvo los derechos señalados en el artículo
segundo y los que como persona le corresponden.
La Carta Magna, específicamente en su artículo 139° inciso 21 y 22; establece el objetivo de la
ejecución penal, la misma que debe ejecutarse teniendo siempre como norma el respeto a la
dignidad humana.
Lo prescrito en dichos artículos pone a nuestra legislación constitucional a la par de las
legislaciones constitucionales del mundo.
2. REGLAS MÍNIMAS DE TRATAMIENTO DE NACIONES UNIDAS.
Estas reglas mínimas, como lo señala en su artículo primero, no tienen el objeto de describir en
forma detallada un sistema penitenciario modelo, sino únicamente establecer los principios y
las formas de una buena organización penitenciaria y de la práctica relativa al tratamiento de
los reclusos.
3. CÓDIGO DE EJECUCIÓN PENAL D. LEG. N° 654.
Este cuerpo normativo de ejecución penal, promulgado el 31 de Julio de 1991, el mismo que
diseña un Nuevo Sistema Penitenciario que, teniendo como premisa el reconocimiento jurídico
y el respeto a la persona del interno, persigue como objetivo fundamental la resocialización del
penado a través de un Tratamiento Científico.
Este código mantiene la estructura y el contenido del D. Leg. Nº330 (1985); la misma que lo
adecua a la nueva legislación Penal y la nueva realidad penitenciaria surgida como consecuencia
de las transformaciones sociales, tecnológicas y la evolución de la criminalidad.
En el Título III desarrolla las normas sobre el Tratamiento Penitenciario, que comprende ocho
capítulos referentes a: disposiciones generales, trabajo, educación, salud, asistencia social,
asistencia legal, asistencia psicológica y asistencia religiosa.
El título III del CEP desarrolla las normas sobre tratamiento penitenciario, que comprende ocho
capítulos referentes a: disposiciones generales, trabajo, educación, salud, asistencia social,
asistencia legal y asistencia religiosa.
El Tratamiento es el elemento esencial del Sistema Penitenciario. El CEP desarrolla el
tratamiento mediante el Régimen Progresivo Técnico49, el objetivo del tratamiento es la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del interno a la sociedad.
Los principios científicos que rigen el tratamiento penitenciario nacional establecen que debe
ser individualizado y grupal, utilizando para ello toda clasede métodos y es programado y
aplicado por los profesionales. Es continuo y dinámico, pues va evolucionando de acuerdo a las
diversas facetas por las que va atravesando la personalidad del interno.
Para individualizar el tratamiento se hace el estudio integral del interno mediante los exámenes
criminológicos correspondientes, luego se clasifica al interno en grupos homogéneos
diferenciados en el establecimiento o sección del mismo que le corresponda. Finalmente se
determina el programa de tratamiento individualizado.

49 Como lo expresara el maestro BORJA MAPELLI, en el último Congreso Internacional


para Monitores Penitenciarios, realizado en el CENECP, En Setiembre de 1999, no se trata de
un Régimen Progresivo, sino de un Sistema Progresivo, por la sencilla razón que el Régimen son
las condiciones en un determinado interno va a cumplir su sanción, en cambio es el Sistema el
que va permitir que un interno a medida que avanza su tratamiento pase de un Régimen a otro,
dándose así la progresividad.
La efectividad de la aplicación del tratamiento no sólo va a depender de la existencia de
suficiente personal capacitado para realizarlo sino de la participación activa del propio interno
en la aplicación y ejecución del tratamiento. La administración penitenciaria deberá fomentar
esta participación y no tratar de imponerlo coactivamente.
El trabajo y la educación contribuyen decisivamente en el proceso de Resocialización. Ambos
son elementos fundamentales del tratamiento.
El CEP concede especial importancia a la educación. Se dispone que en cada establecimiento se
propicia la educación del interno para su formación profesional o capacitación ocupacional. El
interno analfabeto debe participar obligatoriamente en programas de alfabetización y educación
primaria para adultos, y aquél que no tenga profesión u oficio, está obligado
al aprendizaje técnico. Se mantiene el derecho del interno a disponer de libros, periódicos o
revistas y a ser informado a través de audiciones radiofónicas, televisivas y otras, permitiendo
que mantenga vinculación con el exterior, factor que va a influir positivamente en el proceso de
su Resocialización.
Las demás normas de este título están dirigidas a proteger y velar por la vida y la salud del
interno y de apoyarlo a través de la asistencia legal psicológica y permitirle ejercitar su derecho
a la libertad de culto.
4. REGLAMENTO DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES DEL INSTITUTO
NACIONAL PENITENCIARIO43
El Instituto Nacional Penitenciario, es un Organismo Público descentralizado, rector del sistema
penitenciario Nacional y es el que ejecuta y desarrolla los distintos regímenes de tratamiento
penitenciario y propone la política penitenciaria. Dentro de su estructura orgánica, está
conformado por la Dirección General de Tratamiento, que pertenece a los Organos Técnico
Normativos y es el encargado de planificar, normar y supervisar las acciones de tratamiento
penitenciario orientados a la reeducación, rehabilitación y reincorporación del interno a la
sociedad de acuerdo a la ejecución de las penas y de las medidas privativas y restrictivas de la
libertad. Normado en el ROF en el capitulo sexto. En los artículos 46° al 52° se prescriben las
formas de organización y funciones de la Dirección General de Tratamiento, la misma que está
conformada por:
Dirección de Trabajo y Educación.
Dirección de Servicios Penitenciarios.
RESOLUCION MINISTERIAL Nº 040-2001-JUS.
Dirección de Tratamiento en el Medio Libre.
5. NORMAS COMPLEMENTARIAS AL CÓDIGO DE EJECUCIÓN PENAL
Constituidos por un conjunto de resoluciones emitidos por el Instituto Nacional Penitenciario,
que tienen que ver con el Tratamiento Penitenciario que enunciaremos simplemente y que serán
comentados cuando se trate individualmente las diferentes áreas del Tratamiento.
Autor:
Maximo Oscar Cabrera Cabrera
Profesor de Derecho Procesal Penal

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Tratamiento penitenciario
La Ley de Ejecución de las Penas Privativas de la Libertad N° 24.660 establece en
sus artículos que la ejecución penal, en todas sus modalidades, tiene por finalidad
lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley
procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo
de la sociedad.
El Servicio Penitenciario Federal trabaja de manera constante para fortalecer y
perfeccionar el tratamiento de las personas privadas de la libertad utilizando
distintos tipos de abordaje que se adapten a las necesidades específicas de cada
individuo.
Este tratamiento busca principalmente la asimilación de normas de conducta que
resulten valiosas para el desarrollo de hábitos en las personas privadas de la
libertad y que eviten su posible reincidencia y les brinde mayores posibilidades de
reinserción social.
La experiencia del encierro conlleva aspectos negativos que se deberán minimizar
para evitar un efecto contrario al buscado. Asimismo, el cumplimiento de normas
de conducta, el aprendizaje de oficios y el acceso a distintos niveles de educación,
buscan contrarrestar esos efectos.
El tratamiento penitenciario planteado en estos términos, comprende al conjunto de
actividades terapéutico asistenciales, dirigidas directamente a colaborar en el
proceso de reinserción social, y contempla aspectos voluntarios y obligatorios para
las personas privadas de la libertad.
Los límites que se imponen son los necesarios para que, a medida que internalicen
las pautas de conducta que le permitan la convivencia pacífica y plena, se acerque
paulatinamente a la libertad, con el apoyo y la contención institucional.
El abordaje es interdisciplinario e individual, y se diagraman acciones que buscan
modificar aquellos aspectos o rasgos de la personalidad directamente relacionados
con la actividad delictiva y la violación de la ley penal.

Régimen penitenciario
El tratamiento de las personas privadas de la libertad se da en un marco de normas
que regulan las actividades de los establecimientos en todos sus aspectos.
Estas normas constituyen el régimen aplicable a los internos, regido por la Ley de
Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad N° 24660 y los reglamentos
complementarios.
Su aplicación resulta diferenciada según se trate de establecimientos abiertos,
semiabiertos o cerrados y se basa principalmente en la progresividad del régimen
penitenciario (etapas del tratamiento penitenciario) acorde a la evolución del
interno. Se procura, en lo posible, limitar la permanencia en establecimientos
cerrados a las primeras fases de la progresividad y un régimen de evolución en ese
sentido.
Este régimen contempla los siguientes aspectos:
o Tipos de establecimientos
o Niveles de seguridad
o Trabajo
o Educación
o Actividades recreativas y culturales
o Relaciones familiares y sociales
Etapas de la progresividad
o Observación
o Tratamiento
o Prueba
o Libertad condicional
El Período de Observación consiste en el estudio médico, psicológico y social del
interno y en la formulación del diagnóstico y pronóstico criminológicos. Comienza
con la recepción del testimonio de sentencia y del cómputo de la pena en el Servicio
Criminológico de cada establecimiento. En esta etapa, se solicitará la cooperación
del interno para que el equipo interdisciplinario pueda confeccionar su Historia
Criminológica.
En la Historia Criminológica se consignan las fechas en que el interno, previo
cumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios, podría acceder a las
distintas etapas y beneficios de la progresividad, como ser: Período de Prueba;
Salidas Transitorias y Semilibertad; Libertad Condicional; Libertad Asistida;
Programa de Prelibertad, y egreso por agotamiento de la pena.
Al término del Período de Observación, el responsable del Servicio Criminológico,
eleva al Director del establecimiento un informe proponiendo la fase del Período de
Tratamiento para incorporar al interno, el establecimiento, sección o grupo a que
debe ser destinado y su programa de tratamiento. Este contiene las
recomendaciones respecto a: salud psicofísica; mantener o mejorar su educación;
promover su aprendizaje profesional o actividad laboral; posibilitar las exigencias
de su vida religiosa; facilitar y estimular sus relaciones familiares y sociales;
desarrollar toda actividad de interés, de acuerdo a las particularidades del caso y
teniendo en cuenta la fase propuesta.
El período de tratamiento consiste en la aplicación de las determinaciones del
Consejo Correccional y es fraccionado en tres fases sucesivas: Socialización,
Consolidación y Confianza.
El Período de Prueba consiste en el empleo sistemático de métodos de
autogobierno, tanto durante la permanencia del interno en la institución como en
sus egresos transitorios, como preparación inmediata para su libertad.
Comprende sucesivamente: la incorporación del interno a establecimiento abierto
o sección independiente que se base en el principio de autodisciplina; la posibilidad
de obtener salidas transitorias, y la incorporación al régimen de Semilibertad.
La incorporación del interno al Periodo de Prueba requiere no tener causas abiertas
donde interese su detención u otra condena pendiente y estar comprendido en
alguno de los siguientes tiempos mínimos de ejecución:
o Penas temporales: un tercio de la condena
o Pena perpetua: doce años
o Pena con accesoria del artículo 52 del Código Penal: cumplimiento de toda la pena.
Además, tener en el último trimestre conducta Muy Buena OCHO (8) y concepto
Muy Bueno SIETE (7), como mínimo, un dictamen favorable del Consejo
Correccional y la resolución aprobatoria del Director del establecimiento.
Las salidas transitorias tienen distintas frecuencias según su motivo, que pueden
ser:
o Para afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales:
o Para cursar estudios
o Para participar en el Programa de Prelibertad
o De carácter excepcional
La Semilibertad consiste en permitir al condenado trabajar fuera del establecimiento
sin supervisión continua en condiciones iguales a la vida libre, incluso salario y
seguridad social, regresando a su alojamiento al fin de cada jornada laboral.
Se requiere un informe del área de Asistencia Social que constate: datos del
empleador, si correspondiere; naturaleza del trabajo ofrecido; lugar y ambiente
donde se desarrollarán las tareas; horario a cumplir; retribución y forma de pago.

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 Tratamiento penitenciario
 Concepto

 ¿Dónde se regula?

 Conceptos relacionados

 Para saber más…


Consiste en el conjunto de actividades directamente dirigidas a la consecución de la reeducación
y reinserción social de los penados dirigido a hacer del interno una persona con la intención y la
capacidad de vivir respetando la Ley penal, así como de subvenir a sus necesidades.
 ÍNDICE
 > Regulación
 > Fundamento
 > Principios informadores
 > Elementos del tratamiento
 > El tratamiento Individualizado
 Regulación
 • Arts. 59 a72 de la Ley Orgánica 1/1979 General Penitenciaria.
 • Arts. 113 a131 del RD 190/1996, de 9 de febrero, que aprueba el Reglamento
Penitenciario.

Fundamento

El art. 25.2 CE contiene un mandato conforme al cual las penas privativas de libertad y las
medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social.

Partiendo del mandato constitucional el tratamiento responde a la idea de desarrollar en los


internos una actitud de respeto a sí mismos y de responsabilidad individual y social con respecto
a su familia, al prójimo y a la sociedad en general. La finalidad no es otra que conseguir la
reeducación y la reinserción social de los penados, por lo que la capacidad de obtener esta meta
es presupuesto básico del tratamiento.

La idea de tratamiento trae consigo una importante inflexión en la evolución penitenciaria y se


enlaza con las teorías sobre la legitimidad de la pena. De una visión de la pena como mera
retención del reo se pasa a ver la pena como un medio para obtener un fin. Si a la pena se le
asigna la finalidad de obtener la rehabilitación y reinserción social del reo, entonces, la forma de
obtenerlo debe ser actuando sobre cada penado en concreto, individualizadamente, y eso es
precisamente en lo que consiste el tratamiento penitenciario.

Por eso el artículo 60 de la Ley Orgánica General Penitenciaria señala que los servicios
encargados del tratamiento se esforzarán por conocer y tratar todas las peculiaridades de
personalidad y ambiente del penado que puedan ser un obstáculo para la reeducación y
reinserción social de los penados. Para ello, deberán utilizarse, en tanto sea posible, todos los
métodos de tratamiento y los medios que, respetando siempre los derechos constitucionales no
afectados por la condena, puedan facilitar la obtención de dichas finalidades.

Principios informadores

Los principios en los que el Tratamiento está basado aparecen expresamente contemplados en
el artículo 62 Ley Orgánica General Penitenciaria son los siguientes:

 • Estará basado en el estudio científico de la constitución, el temperamento, el carácter,


las aptitudes y las actitudes del sujeto a tratar,así como de su sistema dinámico-
motivacional y del aspecto evolutivo de su personalidad, conducente a un enjuiciamiento
global de la misma, que se recogerá en el protocolo del interno.
 • Guardará relación directa con un diagnóstico de personalidad criminal y con un
juicio pronóstico inicial, que serán emitidos tomando en consideración el
enjuiciamiento global referido en el apartado anterior, así como el resumen de su
actividad delictiva y de todos los datos ambientales, ya sean individuales, familiares o
sociales del sujeto.
 • Será individualizado, consistiendo en la variable utilización de métodos médico-
biológicos, psiquiátricos, psicológicos, pedagógicos y sociales, en relación a la
personalidad del interno.
 • En general será complejo, exigiendo la integración de varios de los métodos citados en
una dirección de conjunto y en el marco del régimen adecuado.
 • Será programado, fijándose el plan general que deberá seguirse en su ejecución la
intensidad mayor o menor en la aplicación de cada método de tratamiento y la
distribución de los quehaceres concretos integrantes del mismo entre los diversos
especialistas y educadores.
 • Será de carácter continuo y dinámico, dependiente de las incidencias en la evolución
de la personalidad del interno durante el cumplimiento de la condena.

Elementos del tratamiento

Se recogen en el artículo 110 del RD 190/1996, de 9 de febrero, que señala que para la
consecución de la finalidad resocializadora de la pena privativa de libertad, la Administración
Penitenciaria:

 • Diseñará programas formativos orientados a desarrollar las aptitudes de los internos,


enriquecer sus conocimientos, mejorar sus capacidades técnicas o profesionales y
compensar sus carencias.
 • Utilizará los programas y las técnicas de carácter psicosocial que vayan orientadas
a mejorar las capacidades de los internos y a abordar aquellas problemáticas específicas
que puedan haber influido en su comportamiento delictivo anterior.
 • Potenciará y facilitará los contactos del interno con el exterior contando, siempre que
sea posible, con los recursos de la comunidad como instrumentos fundamentales en las
tareas de reinserción.

El tratamiento Individualizado

Es obligación de la Administración diseñar un programa individualizado para cada uno de los


internos, incentivándoles de forma que intervengan en la planificación y ejecución del mismo.

Se encuentra regulado en los arts. 113 a131 RD 190/1996, de 9 de febrero y arts. 59 a72 Ley
Orgánica General Penitenciaria, así como en la Instrucción 12/2006, modificada por la
Instrucción 4/2009, que establece un procedimiento detallado en cuanto a programación,
evaluación e incentivación de la participación de los internos en programas y actividades del
Programa Individual de Tratamiento.
Para la confección del tratamiento penitenciario individualizado se siguen tres fases, que son:
observación, clasificación y el tratamiento individualizado.

Órganos competentes

Especialistas. Las tareas de observación, clasificación y tratamiento las realizarán los equipos
cualificados de especialistas, cuya composición y funciones se determinarán en el Estatuto
Orgánico de Funcionarios. Dichos equipos contarán con la colaboración de un número de
educadores necesarios, dadas las peculiaridades de los grupos de internos tratados, según
determina el artículo 69.1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria.

Central Penitenciaria de Observación, art. 70 Ley Orgánica General Penitenciaria.

Tiene encomendado el asesoramiento debido en materia de observación, clasificación y


tratamiento de los internos. Por este órgano pasan los internos cuya clasificación resulta difícil
o dudosa para los equipos de los establecimientos o los grupos de aquéllos cuyas peculiaridades
convenga investigar a juicio del Centro directivo. Está integrada por un equipo técnico de
especialistas con los fines siguientes:

 • Completar la labor de los Equipos de Observación y de Tratamiento en sus tareas


específicas.
 • Resolver las dudas y consultas de carácter técnico que se formulen por el Centro
directivo.
 • Realizar una labor de investigación criminológica.
 • Participar en las tareas docentes de la Escuela de Estudios Penitenciarios.

Observación

El art. 64 de la Ley Orgánica General Penitenciaria distingue dos tipos, según el tipo de internos
a que vaya dirigido:

 • De Preventivos: Se fundamentará en la recogida de la mayor información posible sobre


cada uno de los preventivos a través de datos documentales y de entrevistas, y mediante
la observación directa del comportamiento, estableciendo sobre estas bases la separación
o clasificación interior en grupos conforme a lo previsto en el art. 16 Ley Orgánica
General Penitenciaria y todo ello en cuanto sea compatible con la presunción de
inocencia (art. 64.1 Ley Orgánica General Penitenciaria).
 • De Penados. Una vez recaída sentencia condenatoria se completará la información
anterior con un estudio científico de la personalidad del observado, formulando en base
a dichos estudios e informaciones:
o - Determinación del tipo criminológico.
o - Diagnóstico de capacidad criminal y de adaptabilidad social.
o - Propuesta razonada de grado de tratamiento y de destino al tipo de
establecimiento que corresponda (art. 64.2 Ley Orgánica General Penitenciaria).

La clasificación

Como paso previo a la necesaria individualización del tratamiento, tras la adecuada observación
de cada penado, se realizará su clasificación conforme a lo previsto en los art. 100 a110 del RD
190/1996, de 9 de febrero,, destinándole al establecimiento cuyo régimen sea más adecuado al
tratamiento que se le haya asignado, y, en su caso, al grupo o sección más idóneo dentro de aquél
(art. 63 Ley Orgánica General Penitenciaria).

La clasificación tomará en cuenta:

 • La personalidad.
 • El historial individual, familiar, social y delictivo del interno.
 • La duración de la pena y medidas penales en su caso.
 • El medio a que probablemente retornará y los recursos, facilidades y dificultades
existentes en cada caso y momento para el buen éxito del tratamiento.

Tratamiento

Voluntariedad. El tratamiento es voluntario, de manera que será el interno el que libremente


tome la decisión que considere adecuada y, por tanto, la negativa al tratamiento no puede
llevar consigo consecuencias disciplinarias, regimentales ni de regresión de grado, como
expresamente establece el art. 112.3 RD 190/1996, de 9 de febrero.

Cuestión distinta es que, considerándose beneficioso, se estimule al interno mostrándole las


ventajas que el mismo conlleva, pero esta estimulación siempre ha de dejar en plena libertad al
interno para tomar la decisión.

En este sentido los arts.4.2 y 61 de la Ley Orgánica General Penitenciaria y art. 112.1 RD
190/1996, de 9 de febrero instan al estímulo, en cuanto sea posible, del interés y la colaboración
de los internos en su propio tratamiento. Al mismo tiempo establecen que la satisfacción de sus
intereses personales será tenida en cuenta en la medida compatible con las finalidades del
tratamiento.

Negativa al mismo. En los casos en que exista rechazo a someterse al tratamiento, el criterio
para la clasificacin inicial del interno y posteriores revisiones de la misma se atendrá a la
observación directa del comportamiento y los informes pertinentes del personal penitenciario de
los Equipos Técnicos que tenga relación con el mismo, así como utilizando los datos
documentales existentes, según dispone el art. 112.4 RD 190/1996, de 9 de febrero.
Las actividades de tratamiento se llevarán cabo, en función, en cada caso concreto, de las
condiciones más adecuadas para la consecución de los fines constitucionales y legales de la pena
privativa de libertad, tanto (art. 113 RD 190/1996, de 9 de febrero):

 • En los propios Centros penitenciarios.


 • Fuera de los Centros penitenciarios.

Para ello, la Administración Penitenciaria deberá tener en cuenta los recursos existentes en la
comunidad para la ejecución de las actividades del tratamiento penitenciario (art. 115 RD
190/1996, de 9 de febrero).

Son las siguientes:

 • Salidas programadas, art. 114 RD 190/1996, de 9 de febrero


 • Comunidad terapéutica, art. 115 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Programas de actuación especializada, art. 116 RD 190/1996, de 9 de febrero: de
drogodependencia, para los condenados por delitos contra la libertad sexual y para los
casos de violencia de género (art. 42 LO 1/2004)
 • Enseñanza obligatoria, arts. 122 a124 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Educación infantil para menores, art. 125 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Unidades Educativas, art. 126.1 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Maestros, 126.2 RD 190/1996, de 9 de febrero.
 • Biblioteca, art. 127 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Disposición de libros y periódicos, art. 128 RD 190/1996, de 9 de febrero.
 • Disposición de ordenadores personales, art. 129 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Formación profesional y ocupacional, art. 130 RD 190/1996, de 9 de febrero
 • Actividades socioculturales y deportivas, art. 131 RD 190/1996, de 9 de febrero

Evolución del Tratamiento

La evolución en el tratamiento será motivo de una nueva clasificación del interno, con la
consiguiente propuesta de traslado al establecimiento del régimen que corresponda, o, dentro del
mismo, el pase de una sección a otra de diferente régimen (art. 65 Ley Orgánica General
Penitenciaria):

 • Evolución favorable. Determinará la progresión de grado. Dependerá de la


modificación de aquellos sectores o rasgos de la personalidad directamente relacionados
con la actividad delictiva; se manifestará en la conducta global del interno y entrañará
un acrecentamiento de la confianza depositada en el mismo y la atribución de
responsabilidades, cada vez más importantes, que implicarán una mayor libertad.
 • Evolución desfavorable. Determinará la regresión de grado cuando se aprecie en el
interno, en relación al tratamiento, una evolución desfavorable de su personalidad.
 • Revisión. Los internos serán estudiados, cada seis meses como máximo, para revisar
su anterior clasificación. La decisión que corresponda será notificada al interesado.

Conclusión del Tratamiento

Informe pronóstico final. Cuando el Tratamiento haya finalizado o esté próxima la libertad del
interno, se emitirá un informe pronóstico final, en el que se manifestarán los resultados
conseguidos por el tratamiento y un juicio de probabilidad sobre el comportamiento futuro del
sujeto en libertad, que, en su caso, se tendrá en cuenta en el expediente para la concesión de la
libertad condicional (art. 67 Ley Orgánica General Penitenciaria).

Recuerde

• Regulación arts. 113 a131 RD 190/1996, de 9 de febrero y art. 59 a72 Ley Orgánica
General Penitenciaria

• Tratamiento individualizado orientado a la reeducación y reinserción social de los


penados.

• Carácter voluntario. La negativa carecerá de consecuencias penales o penitenciarias.

• Comprende: Actividades tratamentales, Salidas programadas, Grupos terapéuticos,


Programas de actuación especializada, Enseñanza (obligatoria y demás), actividades
socioculturales y deportivas.

• La evolución en el mismo es causa de progresión o regresión de grado.

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