La acción reivindicatoria es una acción que permite al dueño de una cosa singular recuperar la posesión de dicha cosa del poseedor actual. Se diferencia de otras acciones como la resolutoria, que surge de un contrato, la posesoria, que se refiere a bienes inmuebles, y la de petición de herencia, que recae sobre la universalidad del patrimonio. Para probar la propiedad en el proceso de reivindicación, el demandante debe identificar la cosa en disputa y presentar títulos de propiedad registrados.
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La acción reivindicatoria es una acción que permite al dueño de una cosa singular recuperar la posesión de dicha cosa del poseedor actual. Se diferencia de otras acciones como la resolutoria, que surge de un contrato, la posesoria, que se refiere a bienes inmuebles, y la de petición de herencia, que recae sobre la universalidad del patrimonio. Para probar la propiedad en el proceso de reivindicación, el demandante debe identificar la cosa en disputa y presentar títulos de propiedad registrados.
La acción reivindicatoria es una acción que permite al dueño de una cosa singular recuperar la posesión de dicha cosa del poseedor actual. Se diferencia de otras acciones como la resolutoria, que surge de un contrato, la posesoria, que se refiere a bienes inmuebles, y la de petición de herencia, que recae sobre la universalidad del patrimonio. Para probar la propiedad en el proceso de reivindicación, el demandante debe identificar la cosa en disputa y presentar títulos de propiedad registrados.
La acción reivindicatoria es una acción que permite al dueño de una cosa singular recuperar la posesión de dicha cosa del poseedor actual. Se diferencia de otras acciones como la resolutoria, que surge de un contrato, la posesoria, que se refiere a bienes inmuebles, y la de petición de herencia, que recae sobre la universalidad del patrimonio. Para probar la propiedad en el proceso de reivindicación, el demandante debe identificar la cosa en disputa y presentar títulos de propiedad registrados.
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¿QUÉ ES LA ACCIÓN REIVINDICATORIA?
La acción reivindicatoria es la que tiene el dueño de una cosa singular,
respecto de la cual no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituirla. La acción no solo la tiene el dueño de la cosa sino también, el poseedor regular por medio de la acción publiciana, y puede dirigirse contra una persona que no es poseedora, como ocurre con el mero tenedor o retenedor injusto. Diferencia con la acción resolutoria Por medio de la acción resolutoria el contratante cumplido o diligente solicita al poder judicial, que se borre de la vida jurídica la relación contractual, con base en el incumplimiento total o parcial de las obligaciones por el otro contratante. La acción resolutoria surge de un contrato y es, una acción personal; la acción de reivindicación se deriva directamente de un derecho real. La acción resolutoria es prescriptible, la reivindicatoria no prescribe. Diferencia con la acción posesoria Las acciones posesorias tienen como fin conservar o recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos sobre ellos, y para iniciarlas es necesaria la demostración del hecho de la posesión. La acción reivindicatoria es una acción protectora del dominio, por lo que se ha de probar este derecho real. Las acciones posesorias obran solamente respecto de bienes inmuebles, y prescriben extintivamente, la reivindicación ampara a muebles e inmuebles. Diferencia con la acción personal de restitución La acción de restitución es de carácter personal y emana de obligaciones contractuales. Diferencia con la acción de petición de herencia Esta acción recae sobre la universalidad del patrimonio del causante, y se inicia por el heredero real frente a quien, alegando también título de heredero, ocupa las cosas o derechos de sucesión. La acción reivindicatoria tiene como objeto una cosa singular o una cuota indeterminada proindiviso de una cosa singular. En la acción de petición de herencia solo se discute la calidad de heredero, un heredero puede adelantar la acción reivindicatoria contra un tercero, diferente de los demás herederos. Diferencia con la acción publiciana Esta es una variante de la acción reivindicatoria cuyo titular es el poseedor regular, quien, para legitimar su acción, deberá demostrar el hecho de la posesión con justo título y buena fe. La acción reivindicatoria tiene como fundamento la existencia del dominio. PRESUPUESTOS AXIOLÓGICOS DE LA ACCIÓN REIVINDICATORIA Que el demandante sea titular del derecho de propiedad sobre la cosa cuya restitución demanda. Cosa singular reivindicable o cuota determinada de la cosa singular. Identidad entre lo poseído y lo pretendido. Que el demandado tenga la calidad jurídica de poseedor. En principio solo está legitimado para adelantar la acción el propietario pleno de una cosa singular pero también la pueden ejercer el nudo propietario, el propietario fiduciario, el copropietario en la cuota determinada que le corresponde, el poseedor regular en acción publiciana, el usufructuario y habitador. ¿Qué puede ser objeto de la acción reivindicatoria? Solo las cosas singulares pueden ser objeto de la reivindicación, si es una cosa universal, la acción para obtenerla es la de petición de herencia. Las cosas muebles, cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda o almacén u otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase, caso en el cual no estará el poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le reembolsa lo que haya dado por ella y lo que haya ganado en repararla y mejorarla. Se puede reivindicar una cuota determinada pro-indiviso de una cosa singular. La acción reivindicatoria debe centrarse sobre una cuota abstracta o ideal, ya que esa es la característica esencial de la indivisión.
¿Contra quien se dirige la acción?
La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor; el titular o
propietario de la cosa debe averiguar quien es la persona que pretende el dominio y la calidad jurídica que tiene. Si la tiene en su podar una persona distinta, que no tiene (animus domini) intención de adquirirla o sea no discute el dominio, a nada conducirá la acción contra ellos. Si el dueño no tiene los elementos suficientes para determinar quién es el poseedor y el objeto está en manos de un mero tenedor, la ley lo faculta para hacerlo comparecer ante el juez, y declarar el nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la tiene. Una vez notificada la demanda del propietario al poseedor, se interrumpe el plazo de prescripción.
Si se trata de una posesión en comunidad, la acción debe dirigirse contra
todos los comuneros y no contra uno de ellos en particular. Si en la sucesión no se ha aprobado la partición, la acción reivindicatoria debe dirigirse contra todos los herederos. En caso de haberse adjudicado el bien a un heredero, solo contra este obra la acción.
Se puede intentar la acción de reivindicación contra el poseedor de buena fe
si enajenó la cosa durante el proceso y ha dejado de poseer por hecho o culpa suya, como si actualmente la poseyera. Si antes de notificada la demanda de reivindicación, el poseedor de buena fe la enajena y por esta causa se hace difícil su restitución, procede contra él la acción reivindicatoria, pero solo para la restitución de lo que hubiere recibido por ella. También se puede intentar contra el poseedor de mala fe que dejo de serlo, como si poseyera la cosa actualmente. Si es derrotado en juicio, como no tiene la cosa en su poder, debe obtenerla y si no lo logra debe restituir su valor, con todos los frutos y demás prestaciones. Si un mero tenedor no restituye a la terminación del contrato el bien dado en tenencia, el propietario tiene acción para recuperarla con base en el contrato celebrado mediante l denominada acción de restitución. ¿Cómo se prueba la propiedad en el proceso de reivindicación?
En un proceso de reivindicación, el acto al probar la propiedad sobre el bien
inmueble con títulos debidamente registrados, debe identificarlo por sus linderos, área, accesorio, a fin de establecer una coincidencia plena con el bien poseído por el demandado. Si el actor teme la cosa objeto de su pretensión sufra deterioro en manos del poseedor demandado, pueden ejercer los medios de protección o defensa, es decir, pedir su secuestro, y el poseedor será obligado a consentir e él a dar seguridad suficiente de restitución para el caso de ser condenado. El poseedor sigue gozando del derecho real que se discute hasta la sentencia definitiva.
Si es vencido el poseedor, restituirá la cosa en el plazo fijado por la ley o por
el juez. En la restitución de una heredad se comprenden las cosas que forman parte de ella, o que se reputan como inmuebles, por la conexión con ella. Las otras o serán comprendidas en la restitución, si no lo hubieren sido en la demanda y sentencia, pero podrán reivindicarse separadamente. Si el poseedor estaba de mala fe es responsable de los deterioros que por su hecho o culpa ha sufrido la cosa. Si el hecho es causado por caso fortuito, no está obligado a responder por los deterioros, a no ser que se hubieren presentado durante la mora de restituir. El poseedor de buena fe no es responsable de los deterioros sino en cuanto se hubiere aprovechado de ellos. Si el poseedor está de buena fe, no es obligado a la restitución de los frutos percibidos antes de la notificación de la demanda. Se obliga a restituir los frutos percibidos después de la contestación de la demanda, ya que es el momento en que se ha interrumpido el plazo de prescripción por la notificación.
El poseedor vencido tiene a su favor prestaciones que son: el pago de
mejoras efectuadas por él y los gastos ordinarios realizados para la obtención delos frutos. Las mejoras son necesarias, cuando están orientadas a la conservación de la cosa y que, de no efectuarse producen su menoscabo, deterioro o perdida. Se abonarán al poseedor estas expensas, en cuanto hubieren sido realmente necesarias, pero reducidas a lo que valgan las obras al tiempo de la restitución. Tanto el poseedor de buena fe como al de mala fe, deberán pagarse las mejoras necesarias ejecutadas durante el tiempo de posesión, ya que es un gasto ordinario invertido en la producción de los frutos. Las mejoras útiles son aquellas que aumentan el valor venal de la cosa, es decir su contenido económico o pecuniario. Si el poseedor obró de buena fe tiene derecho al abono de las mejoras útiles hechas antes de la notificación de la demanda. Si el actor o reivindicante logra probar que el poseedor realizó la mejora de mala fe antes de la notificación de la demanda, no se le abona y será tratado cono un poseedor de mala fe. El poseedor vencido tiene el derecho de retener la cosa hasta tanto no se le pague o garantice el pago de las mejoras y expensas.
ACCIÓN PUBLICIANA
Como el poseedor regular no es propietario, la ley crea una variante de la
acción reivindicatoria para protegerlo, en el evento de que pierda la posesión en el recorrido existente entre su iniciación y la adquisición del derecho. El poseedor regular tiene el privilegio de iniciar el viaje hacia el derecho en la excelente compañía del justo título y la buena fe, y por tal razón el legislador le brinda como defensa esta acción. Requisitos Solo la tiene el poseedor regular. El poseedor regular debe haber perdido la posesión de la cosa. El poseedor debe estar en camino de ganar el dominio por prescripción. Si ha cumplido el tiempo exigido por la ley, la acción para recuperar la posesión será la reivindicatoria. La acción publiciana únicamente puede iniciarla el poseedor regular contra una persona que no sea el verdadero dueño o un poseedor con igual o mejor derecho.