Caducidad y Prescripción

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Caducidad y Prescripción: ¿Cuál es la diferencia cuando en derecho se

dice que algo caduca o prescribe? Supuestos de Derecho Civil.

1.-Prescripción y Caducidad. Concepto:


Prescripción: Concepto jurídico en virtud del cual el transcurso de
tiempo consolida situaciones de hecho. Permite la extinción de derechos
(extintiva) o adquisición de cosas ajenas (liberatoria – usucapión).
Caducidad: Extinción de un derecho por el transcurso del tiempo
conferido para su ejercicio.

2.-Prescripción y Caducidad.Diferencias Generales:


Las Sentencias de 29.11.2004 de la AP de Málaga (Secc5) y 29.12.2009
de la AP de las Palmas (Secc4) definen perfectamente las divergencias
entre una y otra.
Ambos conceptos representan la importancia del transcurso del tiempo
en las relaciones jurídicas.
La prescripción de las acciones constituye un modo de extinguir los
derechos por la inacción del titular. Exige para su admisión:

 la presencia de un derecho ejercitable por una persona, ya física ya


jurídica;
 el no ejercicio por parte de la persona en cuestión y;
 la sucesión de un determinado lapso de tiempo fijado por la ley.

La caducidad se produce cuando, la ley o los particulares, señalan un


término fijo para la duración de un derecho. Más allá del cual no puede
ser el mismo ejercitado.
El objetivo de la prescripción es dar por extinguido un derecho que se
supone abandonado por su titular. La caducidad fija de antemano el
tiempo durante el cual un derecho es susceptible de ser ejercitado
útilmente.
La prescripción tiene un carácter subjetivo que la caducidad, basada,
únicamente, en el plazo temporal, no necesita.
Por último, la prescripción, precisa que la misma se haga valer por medio
de una excepción, opuesta por el demandado. La caducidad, al operar la
extinción del derecho de modo automático, puede ser apreciada de oficio
por el Juez. Por ello, la primera admite la interrupción y la renuncia,
mientras que en la segunda no tienen influencia estas causas.
Cuadro Resumen sobre las diferencias:

3.- Supuestos en Derecho Civil


La prescripción se encuentra regulada en los artículos 5 y 1961-1968 del
Código Civil. Como decimos al comienzo, se trata de un plazo para
extinguir derechos o adquirir propiedades.
Dependiendo de su término, los plazos de prescripción de las acciones
son los siguientes:
Computo de Plazos:
Art. 1969 CC. Salvo disposición especial que diga otra cosa, comienza a
contar desde la fecha en que tales acciones pudieron ejercitarse.
Ha generado mucha jurisprudencia la fijación del “ dies a quo”, momento
desde el que comienza a correr el plazo de prescripción:
 En la Acción de daños y perjuicios: Con carácter general según TS,
computa desde queel perjudicado que conoce el alcance y
extensión de los daños.
 Acciones personales: Desde el momento en que el crédito
respectivo quedó insatisfecho. Precisa que el acreedor esté en
condiciones de reclamar su derecho cuando conozca
cumplidamente su existencia, contenido, alcance y efectos.
 En Acciones para el ejercicio de obligaciones declaradas en
Sentencia: El cómputo comienza desde la fecha de firmeza de la
sentencia.
 Respecto a Acciones para la rendición de cuentas: Computa desde
que cesaron en sus cargos los que debían rendirlas.
 Acciones por el resultado de cuentas: Comienza el cómputo desde
la fecha en que el resultado, fue reconocido por conformidad de las
partes interesadas.

Interrupción:
Art. 1973 CC. Se interrumpe la prescripción por su ejercicio en
tribunales, reclamación extrajudicial y por cualquier acto de
reconocimiento del deudor.

4.- Caducidad de las Acciones Civiles


La caducidad no está regulada en el Código Civil. Emana de la ley o
pacto entre particulares señalando plazo de duración de un derecho,
transcurrido el cual, ya no es ejercitable.
En este sentido, ya definía la caducidad la sentencia de 26 de diciembre
de 1970 del Tribunal Supremo, aun vigente: “la caducidad de la acción
es el fenómeno o instituto por el que, con el transcurso del tiempo que la
ley o los particulares fijan para el ejercicio de un derecho, éste se
extingue, quedando el interesado impedido para el cumplimiento del
acto o ejercicio de la acción”
Como decimos no cuenta con regulación concreta en nuestro Código
Civil, pero si la prevé para ciertos derechos; artículos
19, 689, 703, 719, 730, 1299, 1301, 1508 o 1524 CC. Sobre nacionalidad
por adopción, testamento ológrafo, testamento otorgado ante riesgo de
muerte, testamento militar…

Interpretación del interés procesal y pérdida del interés procesal según la Sala Constitucional

En sentencia Número 1483 del 29 de octubre de 2013, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, con ponencia de la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, la Sala define lo que
conforme al criterio de ese órgano jurisdiccional debe entenderse por interés procesal y pérdida del
interés.

Así, respecto al interés procesal la Sala señaló que “(…) surge de la necesidad que tiene un
particular, por una circunstancia o situación real en que se encuentra, de que a través de la
Administración de Justicia, el Estado le reconozca un derecho y se le evite un daño injusto,
personal o colectivo”.

A juicio de la Sala, reiterando el criterio establecido en sentencia número 2673 del 14 de diciembre
de 2001, caso: DHL Fletes Aéreos, C.A., existe presunción de pérdida del interés en dos casos de
inactividad procesal: “antes de la admisión de la demanda o después de que la causa ha entrado
en estado de sentencia. En el resto de los casos, es decir, entre la admisión y la oportunidad en
que se dice “vistos” y comienza el lapso de decisión de la causa, la inactividad produce la
perención de la instancia”.

De ese modo, en cuanto a la relación del interés procesal con el derecho al acceso a los órganos
de administración de justicia previsto en el artículo 26 de la Constitución, la Sala precisó que dicho
derecho “se ejerce mediante la acción cuyo ejercicio se concreta con la proposición de la
demanda y la realización de los actos necesarios para el impulso del proceso. De esta manera, el
requisito del interés procesal como elemento de la acción deviene de la esfera del derecho
individual que ostenta el solicitante, que le permite la elevación de la infracción constitucional o
legal ante los órganos de administración de justicia (Vid. Sentencia de esta Sala N° 416/2009). Por
ello, el interés procesal ha de manifestarse en la demanda o solicitud y ha de mantenerse a lo largo
del proceso, ya que la pérdida del interés procesal se traduce en el decaimiento y extinción de la
acción. Así que, ante la constatación de esa falta de interés, la extinción de la acción puede
declararse de oficio, ya que no hay razón para que se movilice el órgano jurisdiccional (Vid.
Sentencia de esta Sala N° 256/2001)”.

LA PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD EN GENERAL

1. Concepto de prescripción

Es el medio o manera por el cual, bajo ciertas condiciones, el tiempo modifica sustancialmente
la relación jurídica. Podríamos decir que es el instituto jurídico en el cual inmanente esta el
tiempo para crear o extinguir derechos y obligaciones.
La palabra prescripción viene del latín praescriptio compuesta con el prefijo prae– (pre-=
adelante, antes) scriptus (escrito) y el sufijo – tio(-ciòn: acción y efecto). A su vez, Washington
dos Santos define prescripción como: “acto o efecto de prescribir, perdida de la acción
atribuida a un derecho que permanece así jurídicamente desprotegido debido a la inercia de
un titular y en consecuencia del paso del tiempo”.
En un diccionario de ciencias políticas y jurídicas y sociales, Manuel Osorio define
prescripción:
En derecho civil, comercial y administrativo, medio de adquirir un derecho o liberarse de una
obligación por el transcurso del tiempo que la ley determina, y que es variable según se trate
de bienes muebles o inmuebles y según también que posean o no de buena fe y con justo
titulo. La prescripción llamase adquisitiva cuando sirve para adquirir un derecho. Y es
liberatoria cuando impide el ejercicio de la acción para exigir el cumplimiento de una
obligación. Estos plazos liberatorios son muy variables, conforme a la acción que se trate de
ejercitar.[1]
El ilustre ponte de Miranda refiriéndose a la prescripción que es la “excepción que alguien
tiene, contra el que no ejerció, durante cierto tiempo, que alguna regla jurídica fija, su
pretensión o acción”.[2]
DIFERENCIAS ENTRE PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD
Lo primero que debemos tomar en cuenta para diferenciar la prescripción de la caducidad es
saber a qué tipo de derecho afecta, ya que, mientras la prescripción afecta a los derechos
subjetivos en general, la caducidad afecta a la acción como un muy particular derecho
subjetivo.
Otra diferencia clara que debemos tomar en cuenta es que cuando se trata de prescripción,
ése derecho prescrito no se extingue en su totalidad, ya que como bien lo afirma Licurgo
Mourao:
Perder la acción, a nuestro entender, no significa, o no necesariamente significa perder el
derecho. Así por ejemplo si un deudor no cumple con efectuar el pago de sus obligaciones, el
acreedor dispone, de acuerdo a ley, de un plazo determinado para entablar la acción que
conlleve al cumplimiento por parte de su deudor; pero sí, el acreedor no defiende su derecho,
este va a prescribir. Sin embargo, su derecho no se extingue, y si el deudor posteriormente
cumple con su compromiso, no podrá, bajo ningún argumento interponer acción de devolución
de dicho pago por indebido, ya que el derecho de recibir del acreedor no habrá extinguido.[3]
PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD EN EL DERECHO CIVIL
Nuestro derecho venezolano tiene la definición de prescripción en el Código Civil en el Artículo
1592 donde establece que la prescripción es un medio de adquirir un derecho o de libertarse
de una oblación, por el tiempo y bajo las demás condiciones determinadas por la ley. Vemos
entonces que en el Derecho Civil existe la prescripción adquisitiva como un medio de adquirir
un derecho; y la prescripción extintiva, como un medio de liberarse de una obligación.
Para el presente trabajo, no reviste mayor importancia la prescripción adquisitiva o usucapión,
la cual no estudiaremos a fondo, ya que lo que nos corresponde es la diferenciación entre la
prescripción y la caducidad. Por tanto entre estos dos tipos de prescripciones que existen en
el Derecho Civil, adquisitiva y extintiva, la que tiende a confundirse con la caducidad es la
prescripción extintiva, ya que como hemos explicado antes, la caducidad al derecho de acción,
mientras que la prescripción extintiva afecta a los derechos de crédito, causado por la inercia
del acreedor. Por tanto pueden darse dos casos:

1. Que haya prescrito para el acreedor su derecho de crédito, y éste demande a su deudor,
el cual podrá alegar que dicho derecho ya prescribió. Y en este caso el derecho de
acción no habrá caducado, sino que en cambio la pretensión del mismo no es
procedente por no existir el derecho que pretende reclamar. Ya que extingue la
pretensión.
2. Que el derecho del acreedor no haya prescrito pero exista en la ley un plazo de
caducidad de la acción. Y por tanto se extingue la acción y la pretensión.
Hay que tener claro que la caducidad se encuentra inmersa en el derecho adjetivo y la
prescripción corresponde al derecho sustantivo.
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN EN EL DERECHO PROCESAL CIVIL
La caducidad de la acción está establecida en nuestro Código de Procedimiento Civil como
una de las cuestiones previas en el ordinal 10 del artículo 346 como:
Dentro del lapso fijado para la contestación de la demanda, podrá el demandado en vez de
contestarla promover las siguientes cuestiones previas:
(…)
10°. La caducidad de la acción establecida en la ley.

1. La caducidad de la acción establecida en la ley

Esto quiere decir que caduco el poder para hacer valer su pretensión porque culmino el tiempo
establecido para ello por tal motivo el demandado puede alegar una cuestión previa. Arístides
Rengel Romberg (2012). Afirma:
En materia de caducidad de la acción, la Corte Suprema ha deslindado claramente los efectos
de la caducidad y los de la prescripción y considera que los de esta última constituye una
defensa de fondo, más no así los de la caducidad, cuyo lapso es fatal y que la acción caduca,
carece de existencia y no puede discutirse en debate judicial.[4]
PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD EN EL DERECHO PENAL
Las instituciones de la prescripción y la caducidad afectan al Derecho Penal en el mismo
sentido en el que esta afecta al Derecho Administrativo, ya que para el Derecho Penal, como
es muy bien afirmado en Sentencia del Tribunal Primero de Juicio Sección Penal
Adolescentes del Circuito Judicial Penal del Estado Falcón (2010):
La Prescripción en el derecho Penal es la extinción de la responsabilidad por el Transcurso del
lapso fijado por el legislador para perseguir el delito o la falta, incluso luego de quebrantada
una condena; la prescripción es un límite que le impone el derecho Penal al Estado
Perseguidor, porque a través del transcurso del tiempo, se pierden los medios probatorios,
bien sea por el olvido de la sociedad del hecho delictivo, o por la falta de interés de las partes
que dejan decaer la acción y la misma entra en un proceso de inacción, en el cual opera la
prescripción por el paso del tiempo, decretándolo de oficio, cuando así se desprenda de las
actas procesales. [5]
En éste punto también aduce Ossorio, M. (2006):
En Derecho Penal, se refiere la prescripción, a la extinción de la responsabilidad por el
transcurso del lapso fijado por el legislador para perseguir el delito o la falta, incluso luego de
quebrantada una condena.[6]
En tal sentido vemos que la prescripción afecta al poder perseguidor del Estado, al igual que
afecta a la potestad de la Administración Pública de ejecutar forzosamente sus actos, como lo
explicaremos infra. La prescripción por tanto no afecta a los individuos de la sociedad en
materia penal, ya que no existe en este Derecho la posibilidad de obtener un derecho real, ni
mucho menos perder un derecho de crédito. Por tanto como lo explica la sentencia deducida
vemos que la prescripción opera en esta materia a favor de la seguridad jurídica de los
particulares, para no darle el poder ilimitado al Estado de perseguir indefinidamente, sino que
se le da un tiempo razonable para ello, ya que el paso del tiempo ha restaurado ese orden
social. En el caso de delitos en los cuales es el afectado el que debe iniciar el procedimiento
existe la caducidad de la acción, ya que en este caso sí existiría una caducidad propiamente
dicha y ambas, tanto la prescripción como la caducidad están establecidas en el Artículo 108
del Código Penal Venezolano.
LA PRESCRIPCIÓN Y LA CADUCIDAD EN EL DERECHO ADMINISTRATIVO
La prescripción en el Derecho Administrativo afecta a la Potestad Sancionadora del Estado.
En cambio la caducidad se ve en el ámbito de los procesos judiciales y como lo explicaremos
en su oportunidad, en la jurisdicción contencioso administrativo, y afecta al poder[7] de acción
del sujeto que lo ejerce.

1. Análisis del Artículo 70 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos


(LOPA)

El Artículo 70 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos se encuentra en el


capítulo III; Del Procedimiento en Caso de Prescripción y aduce que:
Las acciones provenientes de los actos administrativos creadores de obligaciones a cargo de
los administrados, prescribirán en el término de cinco (5) años, salvo que en leyes especiales
se establezcan plazos diferentes.
La interrupción y suspensión de los plazos de prescripción se rigen por el Código Civil.
La norma transcrita, se refiere a los actos administrativos que crean obligaciones para los
administrados, sin especificar qué tipo de obligaciones se trata, y en ese sentido vemos que
puede ser cualquier tipo de obligación. Y la posibilidad de ejecutar forzosamente esas
obligaciones por parte de la Administración, dice la norma, prescriben a los cinco años, es
decir, vemos aquí establecido un caso en el que la prescripción afecta a la Potestad
Sancionadora del Estado. En este sentido los comentarios de Licurgo Mourão:
Prescripción de acuerdo a Elody Nassar significa “extinción de la iniciativa de punir”, como
resultado de la inercia, durante cierto lapso de tiempo, del Poder Público en la persecución de
la infracción o en la ejecución de la sanción.
La prescripción alcanza a la pretensión punitiva del Estado, y es el tiempo esa muralla que se
eleva contra el poder de castigar, de sancionar al administrado, al agente público, al empleado
que incurre en los ilícitos administrativos relacionados en las leyes y los reglamentos [8]
Ese lapso de prescripción comienza a correr desde que acto administrativo cobra eficacia, es
decir cuando es notificado al administrado en la forma en la que lo establece el Artículo 73 de
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
En la redacción del Artículo 70 objeto de análisis existe para nosotros un erros que mal podría
llevarnos a una confusión entre caducidad y prescripción; cuando la norma establece que “Las
acciones (…) prescribirán” cuando las acciones no están sujetas a prescripción sino a
caducidad, y lo que prescriben son los derechos. En este punto para nosotros la acción
primeramente es un poder perteneciente a la categoría de los derechos subjetivos, y al ejercer
ésta acción ante el juez, le exigimos que nos satisfaga el objeto de nuestra pretensión, el cual
resulta ser otro derecho subjetivo, un bien de la vida. Es importante tener clara esta distinción,
ya que cuando la acción caduca, ese poder, ese derecho, se pierde totalmente, y ya no existe
otra forma de obtener el objeto de nuestra pretensión. En cambio la prescripción no extingue
el derecho, sino que lo convierte en una obligación natural, si el obligado la cumple, ya no
tendrá posibilidad de solicitar el regreso de lo que haya prestado. Como hemos visto el
Artículo 70 se refiere a la prescripción de la acción de la Administración, pero no debe
entenderse así, ya que la administración mal podría tener que dirigirse a los Tribunales para
que estos dicten una sentencia en la cual se obligue al administrado al cumplimiento de su
propio acto administrativo si la Administración cuenta con la posibilidad de realizar la ejecución
forzosa de los actos administrativos, así como lo establecen los Artículos 79 y 80 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos; y en ese caso lo que prescribe no es una acción
(la cual no existe) sino el efecto del acto administrativo, es decir, prescribe la obligación (tesis
romanista).
El aparte único del Artículo en comento establece que “La interrupción y suspensión de los
plazos de prescripción se rigen por el Código Civil”, pero si nos vamos a los Artículos del
Código Civil que rigen la interrupción y la suspensión de la prescripción, los cuales son, para
la interrupción, del Artículo 1967 al 1974, y para la interrupción del Artículo 1964 al 1966,
vemos que no son posibles de aplicar en materia de actos administrativos, ya que por ejemplo
el caso de interrupción natural (Artículo 1968 del Código Civil) no es posible aplicarlo en
relación a los actos administrativos que establecen obligaciones a los administrados, ya que
no hay posibilidad material para que la Administración deje de poseer las facultades de obligar
forzosamente al administrado a realizar el cumplimiento de la obligación, además de ello
porque el Artículo 1968 del Código Civil establece la interrupción de la prescripción adquisitiva
(meramente materia civil) y no la extintiva que es al tipo de prescripción que se puede
catalogar en el Artículo 70 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, ya que
como sabemos cuando un derecho de crédito prescribe en el Derecho Civil, no corre la
prescripción adquisitiva de ese deudor, sino la prescripción extintiva causado por la inactividad
del acreedor. Otro ejemplo a la imposibilidad de aplicación de las disposiciones del Código
Civil sobre interrupción y suspensión de la prescripción en materia de los actos administrativos
sería el caso del Artículo 1964, en el cual vemos que la norma se refiere a los estados y
capacidades de las personas y vemos que en algunos casos no puede correr la prescripción
(adquisitiva), debido al estado o capacidad de dos personas, no cual no es posible ver en el
Derecho Administrativo.

1. Caducidad en los recursos administrativos:

Como ya se ha explicado antes, se habla de caducidad de las acciones en los procedimientos


judiciales, y esta se da por el incumplimiento de la carga que tiene una de las partes; en el
Derecho Administrativo es igual la situación en materia de los recursos administrativos, ya que
al no ejercer oportunamente el administrado un recurso administrativo éste caducara por el
paso del tiempo y su incumplimiento, además de ello se habla de caducidad; porque no se
tiene aquí un derecho de crédito para que se pueda hablar de prescripción extintiva, y además
porque al operar esa caducidad, ese derecho se extingue totalmente y ya no hay posibilidad
para hacer valer el derecho.

1. Caducidad en el recurso de reconsideración:

El Artículo 94 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, dispone:


El recurso de reconsideración procederá contra todo acto administrativo de carácter particular
y deberá ser interpuesto dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del acto que
se impugna, por ante el funcionario que lo dicto. Si el acto no pone fin a la vía administrativa,
el órgano ante el cual se interpone este recurso, decidirá dentro de los (15) días siguientes al
recibo del mismo. Contra esta decisión no puede interponerse de nuevo dicho recurso.
Como podemos ver, en este caso existen dos tipos de caducidad, uno para el administrado, el
cual debe ejercer el recurso de reconsideración dentro de los 15 días siguientes a la
notificación del acto, si pasan esos 15 días, el administrado ya no podrá ejercer dicho recurso.
El otro tipo de caducidad que se presenta es el de los 15 días que tiene la Administración para
decidir sobre la reconsideración (Si no se trata de la máxima autoridad Administrativa como el
Ministerio), puede pasar dos cosas, primero, que el administrado espere a que la
Administración decida así hayan concurrido más de los 15 días, en cuyo caso caducaría para
el administrado la posibilidad de ejercer el recurso jerárquico (caducidad que explicaremos
seguidamente), o en segundo lugar, como dice el autor José Peña Solís (1990) “por
disposición de la ley el interesado puede convenir en una especie de caducidad, dándole el
valor de silencio rechazo a la demora de la Administración en decidir”

2. Caducidad en el recurso jerárquico:

El Artículo 9 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, dispone:


El recurso jerárquico procederá cuando el órgano inferior decida no modificar el acto de que
es autor en la forma solicitada en el recurso de reconsideración. El interesado podrá, dentro
de los quince (15 días siguientes a la decisión a la cual se refiere el párrafo anterior, interponer
el recurso jerárquico directamente para ante el Ministro.

3. Caducidad en el recurso de revisión:

El recurso extraordinario de revisión solo puede ser ejercido dentro de los tres meses
siguientes a la fecha de la sentencia según el Artículo 98 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos.

1. Caducidad en materia contencioso administrativa

Las acciones de nulidad caducarán conforme a las reglas siguientes:

1. En los casos de actos administrativos de efectos particulares, en el término de ciento


ochenta días continuos, contados a partir de su notificación al interesado, o cuando la
administración no haya decidido el correspondiente recurso administrativo en el lapso de
noventa días hábiles, contados a partir de la fecha de su interposición. La ilegalidad del
acto administrativo de efectos particulares podrá oponerse siempre por vía de
excepción, salvo disposiciones especiales.
2. Cuando el acto impugnado sea de efectos temporales, el lapso será de treinta días
continuos.
3. En el caso de vías de hecho y recursos por abstención, en el lapso de ciento ochenta
días continuos, contados a partir de la materialización de aquellas o desde el momento
en el cual la administración incurrió en la abstención, según sea el caso.

Las acciones de nulidad contra los actos de efectos generales dictados por el Poder Público
podrán intentarse en cualquier tiempo.
Las leyes especiales podrán establecer otros lapsos de caducidad.
Como se puede observar de la norma transcrita, notamos que en la vigente Ley de la
Jurisdicción Contencioso Administrativo, incluye en un mismo Artículo todas las caducidades
que se pueden originar, dependiendo de los distintos tipos de actos que se impugnan, y ya no
hay que remitir esa regulación a la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

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