La Teoria Del Arbol Envenenado
La Teoria Del Arbol Envenenado
La Teoria Del Arbol Envenenado
Semestre 2019-1
Lima, Perú
2019
"CUAL ES LA UTILIDAD DEL REQUERIMIENTO DE CONTROL
DE PLAZO"
El control de plazos es una modalidad específica de la tutela de derechos, que ha merecido una regulación separada de ella,
debido a su gran importancia en el actual sistema procesal. Si miramos retrospectivamente la práctica judicial, recordaremos
los anaqueles de los juzgados abarrotados de expedientes y causas sin decisión firme, lo que generaba mucho daño sobre la
credibilidad y eficacia de la administración de justicia. Esa situación tan anómala de la administración de justicia se debía
a que la legislación del anterior sistema procesal no establecía un límite temporal definido o definible para la fase de
investigación, por lo que ésta, en los hechos, podía durar lo que a criterio del fiscal fuera adecuado, de.
En la actualidad esto ya no sucede, pues el proceso penal tiene etapas claramente definidas y limitadas en el tiempo,
especialmente la de la investigación preparatoria, que tiene un determinado plazo de acuerdo a la complejidad de los hechos
que se investigan. El fiscal debe adecuar la investigación al plazo que la norma indica, y en el caso de que se exceda, la
parte que se considere afectada podrá instar el control del plazo.
a) En el artículo 342.2 NCPP se establece que quien se considere afectado por una excesiva duración de las diligencias
preliminares, solicitará al fiscal su conclusión y dicte la disposición que corresponda. Si el fiscal no acepta la solicitud del
afectado o fija un plazo irrazonable, irrazonable, este último podrá acudir al juez de la investigación preparatoria en el plazo
de cinco días instando su pronunciamiento. El Juez resolverá previa audiencia, con la participación del fiscal y del
solicitante.
b) En el artículo 343.3 NCPP se establece que, vencidos los plazos previstos, si el fiscal no da por concluida la investigación
preparatoria, las partes pueden solicitar su conclusión al juez de la investigación preparatoria. Para estos efectos, el juez
citará al fiscal y a las demás partes a una audiencia de control del plazo y, luego de revisar las actuaciones y de escuchar a
las partes, dictará la resolución que corresponda
Consideramos que estos dos supuestos normativos son los que dan legitimidad
al afectado a solicitar el pronunciamiento del Juez de la Investigación
Preparatoria, a efectos que ordene: Que el fiscal de término a las diligencias
preliminares y dicte la disposición que corresponda; o Dicte la conclusión de
la investigación preparatoria y que el fiscal emita el pronunciamiento
correspondiente.
La valoración de la prueba.
Prueba indiciaria es que nos obliga a dar unos pasos adicionales, pero después en su lógica,
en su propia configuración de lo que es la construcción de una condena, la prueba directa y
la indirecta son exactamente iguales y es más como todos dirían hay pruebas indiciarias que
son más seguras que una prueba directa; las pruebas indiciarias por antonomasia son las
pericias, frente un ADN o una prueba genética – si es que ustedes quieren hablar en términos
difíciles- y la declaración de Juan Pérez, con cual estoy más seguro y tranquilo, elemental
porque el tema siempre de la prueba personal es el juicio de credibilidad, hasta donde les
creo y obviamente es más fácil creerles, científicamente más riguroso creer en una prueba
científica que en una prueba personal, aunque cuidado que la prueba científica tiene sus
moldes y tiene algunos problemas aún por resolver, en cambio si hablamos de tendencias el
camino es bastante claro y por eso que en este ámbito siempre se trabaja la prueba indiciaria
–lo cual no lo voy hacer ahora por cierto y además hay un experto en esta Universidad que
no me voy a atrever ni siquiera a refutarlo.
Los Testigos de Referencia, que son aquellos que tienen conocimiento de la noticia a través
de persona o personas interpuestas, narra lo que personalmente escucho o percibió o narra
lo que otra persona le comunico pero en ambos casos la persona no ha presenciado el hecho
que relata. Acá mucho se dice en principio, constituyen actos de prueba válida, porque la
ley no excluye su eficacia -artículo 166.2 del NCPP-, esa intermediación respecto del testigo
directo, en vista que lo conforma un factor de inseguridad al no mediar la inmediación
respecto de la fuente directa del conocimiento del hecho, es poco recomendable, exige su
examen con especial cuidado por tanto se han de establecer, en un plano lógico por cierto,
requisitos adicionales para su debida valoración.
Las reglas de la valoración de la Prueba
En este sistema la labor del legislador se enfocaba en la idea de que los jueces debían tener una
limitación frente a lo que pensaran o sintieran. Visto así, la confianza que el primero tenía por el
segundo era escaso, pues se indicaba cuál era el peso específico de cada prueba, llevando al
magistrado ante una limitación. Entonces, al estar las reglas de valoración establecidas en las
leyes, se indicaba al juez cuándo y en qué medida debía considerar un enunciado fáctico como
probado, motivo por el cual es que se podría decir que se estaba ante un sistema de numerus clausus
Las reglas de la valoración de la Prueba
La ventaja de este sistema, sobre el de prueba legal o tasada es que la convicción del
magistrado, no estaba atado a formalidades preestablecidas, que podían obstaculizar la
obtención de la verdad; sin embargo, este entender de la íntima convicción dio, también,
lugar a la creación de una concepción extrema-subjetivista, dado que existía ausencia de
reglas.
La Doctrina del fruto del árbol envenenado es producto de una metáfora legal
empleada para describir la obtención de evidencia y producto de un acto previo
ilegal, que no se ajustó a las formalidades del procedimiento y por ende resulta
inadmisible en juicio ante los tribunales.
Esta doctrina emerge del caso Silverthorne Lumber Co. V U: S. 251 U.S. 385
(1920).
Dicha corriente o doctrina emerge del caso Silverthorne Lumber Co. v. U.S.,
251 U.S. 385 (1920) en Estados Unidos, cuyo análisis versó sobre el intento
del gobierno de utilizar información que obtuvo de registros originales de
contabilidad producto de una intromisión ilegal al domicilio de la compañía
Silverthorne Lumber, por carecer de orden de cateo, en la que secuestraron los
registros físicos y los libros de contabilidad que devolvieron al resolverse
llegar a dicho acto, no sin antes solicitar la respectiva orden de aprehensión
contra los propietarios, resolviendo la corte que se revocaba la orden que se
había emitido por haberse fundado en información conseguida en un acto ilegal
LA TEORIA DEL ARBOL ENVENENADO
contrario a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
LA TEORIA DEL FRUTO DEL ARBOL ENVENENADO
CASO José Ramos García Marcelo, Sala Penal Especial de la Corte Suprema,
Expediente 21 – 2001, sentencia del 3 de julio de 2003, se discute la incautación de un
video sin autorización judicial previa, por lo que la defensa del encausado en aplicación
del criterio jurisprudencial del “fruto del árbol envenenado” pretende se declare la
invalidez del video incriminatorio. En ese caso, la Sala Penal Especial de la Corte
Suprema precisó que:
FUENTES Y MEDIOS DE
PRUEBA
“(...) a) el video no se encontraba en poder del encausado (...), b) que
la pertenencia y secreta custodia le correspondía a Vladimiro De tal manera que, cuando en
Montesinos Torres (...), c) que el requerimiento del video se hizo en la obtención de fuentes y
domicilio distinto, y d) que la supuesta indefensión de sus derechos , medios de prueba se ha violado
provino más bien de su actuación ilícita, por lo tanto, la incautación –directa o indirectamente– el
por parte del Estado del video y su ofrecimiento como medio de contenido esencial, la prueba
prueba en la presente causa, no resulta atentatorio a los derechos es ineficaz, y no podrá ser
constitucionales del citado acusado, menos de la teoría “de la bandeja utilizado por el Juez, ni directa
de plata” (arresto de una persona con violación de domicilio y ni indirectamente (art. 159°).
obtención de pruebas que lo incriminan), a la de la jurisprudencia
norteamericana denominada “doctrina del fruto del árbol
envenenado” (The fruti of the tree poisons doctrine), y a la teoría “del
efecto reflejo de la prueba ilícita o efecto expansivo”; deviene
improcedente lo sostenido por García Marcelo (...)”.
Teoría de la fuente independiente. Se puede llegar a la fuente de prueba por medios probatorios legales presentes.
Aun suprimiendo hipotéticamente el acto viciado (digamos, la confesión bajo tormentos del lugar donde se encuentra
el arma homicida), se puede igualmente llegar a sus consecuencias (en el ejemplo, obtención del arma) por vías
legales (testigo que declare haber visto el lugar de ocultación) (HAIRABADEAN, 2002, p. 67)
Teoría del descubrimiento inevitable. Es derivada de la fuente independiente. Se aplica cuando las consecuencias
del acto irregular se hubieran obtenido por otros caminos que indefectiblemente se hubiesen presentado14. En la
jurisprudencia de los Estados Unidos de América, tenemos el caso NIX vs. WILLIAMS15, en el que se admitió la
evidencia, el cuerpo de la víctima, obtenida mediante una confesión ilícita (no obstante haberse excluido la confesión
misma), ya que se estaba haciendo una exhaustiva búsqueda, la que hubiera hallado el cadáver con toda seguridad.
Teoría del vínculo atenuado o de la tinta indeleble. Las posteriores actuaciones, derivadas de las ilícitas, van
perdiendo relación con aquélla, la propagación del vicio se atenúa o diluye por completo. Nuevamente revisando la
jurisprudencia estadounidense, encontramos los casos WONG vs. U.S16. y U.S. vs. CECCOLINI17. En el primero
vemos cómo una persona arrestada ilegalmente es puesta en libertad, luego de lo cual se presenta voluntariamente a
confesar los hechos. En el otro caso (U.S. vs. CECCOLINI), es tomada la declaración de un testigo, pese a que la
información que lo relaciona con los hechos investigados había sido obtenida mediante un allanamiento ilegal, porque
es brindada libre y espontáneamente por él.
Teoría de la Buena fe. Esta excepción consiste en valorar las pruebas obtenidas ilícitamente cuando, si es que tales hechos
estuvieron recubiertos de apariencia de legalidad. Esta excepción pretende salvar aquellas pruebas ilícitas que fueron
obtenidas de buena fe. Implica que el medio de prueba ilícito ha sido obtenido sin intención dolosa de acometerlo, y al
creerse que se ha actuado en derecho puede ser valorado ya que el efecto disuasivo que contiene la regla de exclusiones
probatorias (convencer a las agencias policiales de no violar derechos fundamentales), no puede reputarse a alguien que
actúa de buena fe, debido a que su intención no fue esa, no pudiéndose persuadir a abstenerse de vulnerar garantías
constitucionales a alguien que no ha querido hacerlo.
El artículo VIII. 3 del Título Preliminar, ha incorporado una excepción a la regla de exclusión, esto es de existir inobservancia
a una garantía constitucional en la búsqueda de pruebas por un particular, si ésta es a su favor, la garantía no puede aplicarse
en su perjuicio, por cuanto la garantía se ha creado a su favor no en su contra, más aun cuando no existe nulidad por la
nulidad misma.
De entrada en nuestra legislación se ha delimitado cuáles son los casos donde no se permiten excepciones a esta exclusión,
esto es, cuando la prueba se haya obtenido con violación al contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona.
Sala Penal Especial de la Corte Suprema, Exp. 11-2001, que mediante Sentencia de fecha 18 de febrero de 2003,
Caso Ernesto Ramón Gamarra Olivares.
Sala Penal Especial de la Corte Suprema, Expediente 21 – 2001, sentencia del 3 de julio de 2003, Caso José Ramos
García Marcelo
Caso Wilbert Elki Meza Majino y otros. Examina un caso de juzgamiento por delito de Terrorismo, donde se resto
valor probatorio a las pruebas obtenidas en un allanamiento sin orden judicial. En principio el Tribunal verificó
que los agentes policiales que allanaron la vivienda de la procesada no contaban con una orden judicial, más aún
cuando en el momento de los hechos la ciudad de Lima no se encontraba bajo Estado de Excepción, los agentes
policiales tuvieron tiempo para solicitar una orden judicial de allanamiento, no existió consentimiento del titular
de la vivienda para el allanamiento policial. En ese estadio la Sala Penal Nacional paso a valorar la prueba ilícita
a la luz del principio de ponderación o de excepciones por razón de seguridad pública, magnitud de la imputación
o gravedad del delito en el caso concreto, precisando que al violarse el debido proceso “no cabe más que declarar
que toda la documentación, diskettes y material encontrados en dicho registro constituyen prueba ilícita, la cual
no puede valorarse ni se puede sobre la misma fundamentarse una condena, es radicalmente nula”.