Historia de La Orquesta

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Lección Nº3 Historia de las Orquestas

Desde que el hombre existe sobre la Tierra, el medio que tuvo a su alcance para expresar sus estados
de ánimo ha sido la MÚSICA. De ella se ha servido para manifestar su alegría, sus triunfos sobre los
retos que la naturaleza le imponía, sus contratiempos, sus derrotas, y también para establecer
comunicación con los seres de su misma especie y con aquellos que, aunque no conocía, los presentía:
sus dioses.

Podría decirse que la música fue inventada por el hombre, sin embargo, es fácil concluir que ésta ha
existido siempre formando parte de la naturaleza misma.

Es así como, aunque no haya testimonio escrito o de alguna otra índole, la suposición de que el ser
humano, ya sea en forma accidental o quizá como respuesta a una desesperada búsqueda, logró dar
con el medio que habría de ser la herramienta más útil para comunicarse, aun antes de inventar la
palabra, cobra una veracidad indiscutible.

No es difícil pensar y aceptar como cierto que, por una serie de casualidades, el hombre descubrió no
la música misma, sino la materia prima de la que se forma, es decir, el SONIDO; el producto de golpear
un tronco de árbol hueco, el que el viento lograba a través de los cañaverales, el de las olas al
estrellarse en las rocas y el del trueno.

Todo hace suponer que el hombre empezó a imitar aquellos ruidos (sonidos) que la naturaleza
constantemente ponía a su alcance.

Como todos los grandes inventos y descubrimientos del hombre, la música, entendiéndola como tal,
como una sucesión organizada de sonidos, necesitó de muchos siglos para adquirir su desarrollo
completo. Junto con los primeros intentos de crear formas musicales por demás incipientes y primitivas,
se empezaron a crear también los instrumentos que servirían para ejecutar esa música; instrumentos
que, si bien eran también primitivos, fueron la base para la construcción de los sofisticados y complejos
instrumentos actuales.
Los podemos ver reunidos, a casi todos, en la máxima organización musical de los tiempos modernos
la ORQUESTA SINFÓNICA, la cual tiene su origen, básicamente, en la necesidad de los compositores
de contar con medios más complejos y satisfactorios para expresar sus ideas musicales.

Dado que el resultado sonoro de un grupo de instrumentos diferentes es el producto de la mezcla de


los timbres de ellos, el compositor fue creando obras pensando, precisamente, en el resultado final;
claro está que, antes de llegar a conformar una orquesta como la conocemos actualmente, se
empezaron a formar grupos más pequeños, acordes también a las necesidades creativas del
compositor.

El antecedente inmediato a la orquesta sinfónica lo tenemos en las pequeñas orquestas y grupos que
se formaban en el siglo XV, época en la cual tiene lugar el inicio del llamado “clásico”.
En él, cobraron auge los grupos que no sobrepasaban los veinte integrantes y otros más pequeños que
se formaban por indicaciones de los nobles a los que servían los compositores y en cuyas cámaras se
interpretaba la música que para ese fin componían. De esta afortunada época queda la enorme
producción de Entre los principales iniciadores en utilizar grupos orquestales podemos mencionar:

Johann Christian Bach, Franz Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart, entre muchos otros.

La necesidad de un instrumento sonoro más grande y más variado que los grupos de cámara del siglo
XV se da con la llegada del XIX, en el que tiene lugar una de las transformaciones más grandes e
importantes, tanto en la música como en las demás artes, resultado, entre otras cosas, de la Revolución
Industrial, y que la historia ha registrado como “romanticismo”

A partir de Beethoven, el último clásico y el primer romántico, la orquesta sinfónica empieza a crecer,
tanto en nuevos instrumentos como en nuevos lenguajes musicales; podría decirse que desde
entonces, con algunos agregados posteriores, ésta adquirió las características actuales.
Con algunas modificaciones, principalmente de número de integrantes, la orquesta sinfónica está
formada por cuatro grandes grupos de instrumentos: cuerdas (violín, viola, violonchelo, contrabajo);
maderas (flauta, oboe, corno inglés, clarinete, fagot); metales (cornos, trompetas, trombones, tuba);
percusiones (timbales, platillos, gong, piano, campanas, triángulo y prácticamente cualquier objeto de
sonido indeterminado que se pueda percutir). Existen además otros instrumentos que, sin pertenecer
a ninguno de estos grupos, se encuentran formando parte de la orquesta; el arpa y la celesta son
ejemplo de ello.

Escuchar la ejecución en vivo de una orquesta sinfónica puede convertirse en la más excitante y grata
experiencia del ser humano.

El sonido orquestal supera, en mucho, al efecto producido por un instrumento solo, por bello que este
sea. Muchos miles de años han pasado desde que el hombre descubrió el sonido y la forma de utilizarlo
para crear música; escuchar una orquesta sinfónica justifica la tardanza.

Actividades

1. Copie el contenido de la lección incluyendo las ilustraciones.


2. Realice un cuestionario de diez preguntas con sus respectivas respuestas.
3. Investigue los instrumentos de la orquesta y presente la ilustración.
4. Realice ejercicio escrito la próxima clase.

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