Guía de Romanticismo Primeros Medios Perfect
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LOURDES
-A CRISTO POR MARÍA-
Lenguaje y comunicación
Profesora Sabrina Agacino
Primero año medio: A
CONTROL DE COMPRENSIÓN LECTORA
Unidad: 1 La libertad como tema literario Puntaje Puntaje
Eje: Lectura y escritura OA/AE: 3 total:33 Obtenido:
Puntos
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OA: nº7
Comprender la relevancia de las obras del Romanticismo, considerando sus características y el contexto
en el que se enmarcan.
El Romanticismo, como cualquier movimiento espiritual y cultural del hombre, no aparece de forma
súbita, sino como resultado de una serie de causas que lo van preparando.
2. Innovaciones de los Prerrománticos. Otra de las raíces que lo conecta con una literatura de
vanguardia de la segunda mitad del siglo XVIII: la de los prerrománticos. De éstos procede la exaltación
del sentimiento y la admiración de una Naturaleza agreste y libre. Más no hereda el exagerado
sentimentalismo lagrimoso. Debes recordar que los prerrománticos actuaron, en general, de una
manera aislada, sin doctrinas precisas, excepto en principios muy generalizados; por eso, es un
periodo preparatorio del Romanticismo.
3. La Revolución Francesa. Junto a sus causas intelectuales y literarias, se explica por la influencia de
las ideas procedentes de la Revolución Francesa. Esta provocaría un desajuste de muchas de las
tradiciones al juzgar gran cantidad de principios y sugerir nuevos planteamientos en cuanto a
vinculaciones del arte con la sociedad. La Revolución Francesa no sólo destituyó las monarquías, sino
también abolió multitud de privilegios y modificó el concepto tradicional y jerárquico de la sociedad.
arte con la sociedad. La Revolución Francesa no sólo destituyó las monarquías, sino también abolió
multitud de privilegios y modificó el concepto tradicional y jerárquico de la sociedad.
4. La reacción contra el afán imperialista de Napoleón. Lo curioso de este fenómeno es que el afán
expansionista de la cultura francesa, con respecto a la europea, se mantiene y sobrevive. Más aún,
Napoleón pretende hacer realidad el sueño clásico del espíritu francés y ante sus ojos surge como
modelo el Imperio Romano. Aparecen, entonces, en toda Europa los intelectuales afrancesados que
colaboran con Napoleón, creyendo hacer realidad sus propias esperanzas de perfección espiritual. El
sueño se verá desbaratado por la realidad de la ocupación militar, la que provocará el levantamiento
de toda Europa. El desenlace es el derrocamiento de Bonaparte.
La caída de Napoleón arrastra consigo la idea de hacer de Europa una unidad espiritual. Junto a cada
patriota que defiende la libertad de su país, se halla un artista que exalta su propia libertad y la de su
nación. El concepto de patriota brotaba con energía y debía desempeñar un papel primordial en la
literatura. Así considerado, el Romanticismo surge como reacción al dominio imperial.
5. La exaltación del sentimiento nacionalista. La reacción de toda Europa contra el dominio
napoleónico explica, en parte, una de las facetas del Romanticismo: la recuperación de los valores
tradicionales y religiosos, peculiares de las diferentes naciones. Inmediatamente, después de 1815,
Europa, a la caída del Imperio, necesitaba salir de su estado de abatimiento. La salvación era posible
mediante el retorno al pasado y el encuentro con los modelos espirituales y literarios de cada país.
Ello explica el interés por la historia nacional, la leyenda y la poesía popular-folklórica.
6. El triunfo de las ideas liberales. A partir de 1830, significará un alejamiento de las ideas
tradicionales y religiosas para exaltar un Romanticismo de corte liberal y revolucionario. El cansancio
producido por los gobiernos absolutistas generará una reacción contraria: un afán de liberación
política, moral e intelectual. La literatura, entonces, tendrá una misión especial: no sólo representar
el íntimo ser del creador, sino también exaltar la conciencia histórica de su nación e interpretar las
aspiraciones de vida de su sociedad.
a. La valoración del yo. Lleva al escritor a hablar de sí mismo, al culto del yo. En sus escritos quedan
manifiestos sus ideas, sentimientos, aventuras. Esta valoración también lo impulsa a protestar contra
cualquier forma de estereotipo enajenante.
Libertad Política. Plantea la posibilidad de que cada individuo manifieste su opinión y pueda intervenir
en el gobierno de su país. La escritora francesa George Sand (1804-1875) defendió los derechos
humanos y sociales de la mujer.
Libertad Social. Incluye la protesta en contra las normas de conducta que coartan el sentimiento
personal, como en la novela Atala, de Chateaubriand, en la cual el protagonista, un indígena del nuevo
mundo, está caracterizado según la ideología de Rouseau[1] , bueno y libre por naturaleza.
c. Espíritu contradictorio. El romántico vive el antagonismo entre el mundo interno, personal, creado
por él, y el mundo externo, concreto y objetivo. Al no poder hacer realidad sus sueños, adopta varias
actitudes: se aísla, se siente un incomprendido y se vuelve rebelde, se consagra a una ideología
redentora del mundo, huye imaginativamente hacia mundos lejanos, se sume en la melancolía, la
angustia, la locura o en el suicidio. Dos ejemplos: la novela Atala ocurre en una América exótica e
idealizada. El escritor Mariano José Larra, abatido por las desilusiones de su vida, se suicida frente a
un espejo. Aún no cumplía los 28 años.
d. Melancolía. Se traduce en un sentimiento indefinido de dolor y desencanto. La tensión dramática
entre mundo soñado y mundo real desemboca en desilusión. El romántico busca algo que dé plenitud
a su alma, pero no lo encuentra. Entonces el choque contra la realidad lo lleva a huir hacia países
lejanos o exóticos o hacia la Edad Media; sumergirse en su propia soledad o llegar, por desesperación,
a la locura o el suicidio.
Las decepciones ante la vida por un ideal soñado, irrealizable, provocan la melancolía, el mal del siglo.
e. Dinamismo. Impulsado el romántico a encontrar aquello que satisfaga su espíritu, se desplaza por
el mundo, física e imaginariamente. Lord Byron va a España, Italia, Alemania y Grecia. Chateaubriand
en Las aventuras del último abencerraje narra, con exaltación y exotismo romántico, las luchas
internas de los moros del reino de Granada.
f. Idealismo. El romántico concibe una sociedad organizada según la ideología liberal, proyectada
hacia el progreso espiritual y moral de los individuos. El romántico francés Víctor Hugo propugnó un
ideal de humanidad fraterna.
1. La intimidad del yo. Uno de los temas fundamentales del Romanticismo es la manifestación de la
intimidad del autor, quien expresa en sus obras sus sentimientos, deseos, dudas, amores, esperanzas,
decepciones. De aquí que la lírica, por su esencia, se convierta en la actividad más característica del
período.
2. El paisaje y la Naturaleza. Frente a ella, el romántico adopta tres actitudes: el paisaje pasa a ser una
proyección de su temple anímico: se siente atraído por el ámbito natural, libre y agreste; o bien,
adopta una posición panteísta. En el último caso, se deja arrebatar por un anhelo místico y se siente
incorporado e integrado, como parte activa, de ella.
3. El tema de las ruinas y la noche. La proyección de los sentimientos en los elementos externos al yo,
explica la atracción que los románticos sienten por los paisajes en ruinas y el escenario nocturno. Esta
afición por las ruinas es una consecuencia del modo de valorar la Naturaleza. Las ruinas simbolizan el
triunfo de lo natural sobre las construcciones del hombre, lo artificial. Representan una prueba de la
fragilidad de todo lo humano.
Evasión en el tiempo. Se vuelve hacia la Edad Media, recreada más bien con la imaginación: caballeros
andantes, trovadores, juglares, hechiceros. España actualizó el Romancero con sus leyendas sobre la
Reconquista. El tema de lo maravilloso se da en relación con la Edad Media y surgen diversas leyendas
basadas en la tradición cristiana.
5. los temas filosóficos y sociales. Son preocupaciones del romántico el sentido de la vida y la muerte,
la idea del destino y de Dios; los derechos del pueblo, el futuro de la patria, el progreso.
Los modelos o tipos literarios, por su parte, concentran los rasgos peculiares y las inquietudes de una
época. Es por esa razón que dentro de la literatura de la época encontraremos los siguientes modelos:
El cuento romántico
La novela histórica
El artículo de costumbre
Mariano José de Larra (1809-1837) vivió con intensidad las vicisitudes políticas y sociales de la época,
que recogió en sus Artículos de costumbres. Escribió sobre los males de España: el atraso, la
superstición, el analfabetismo, la falta de libertad, la burocracia, la intolerancia. Critica el absolutismo
desde la perspectiva del humor irónico-amargo y denuncia satirizando los defectos de España. Las
ideas de Larra se basan en dos conceptos: libertad y verdad, convencido de que se hallan si se buscan
auténticamente.
El teatro romántico
A partir de la representación de la obra Hernaní, de Víctor Hugo (1830), el teatro transforma sus temas,
personajes, procedimientos y lenguaje. Los protagonistas dejan de ser modelos y reúnen en sí lo
bueno y lo malo. En Hernaní, el protagonista es bandolero y noble al mismo tiempo.
En España, Francisco Martínez de la Rosa (1787-1862) con La conjuración de Venecia, y Mariano José
de Larra, con Macías, inauguran el período romántico del teatro español.
Ángel Saavedra, Duque de Rivas (1791-1865), estrena en Madrid, 1835, Don Álvaro o la fuerza del sino,
que significó el triunfo del Romanticismo español. Esta obra rompe con los modelos literarios de su
tiempo.
José Zorrilla (1817-1893), recrea en sus dramas en verso, sucesos y personajes de la historia de España,
como en Don Juan Tenorio, estrenado en Madrid, 1844. De acuerdo con el gusto romántico, hace que
el rebelde héroe, creado por Tirso de Molina, se salve por amor.
La poesía romántica
En Inglaterra los poetas románticos –Byron, Keats, Shelley- surgen cuando la revolución industrial
alcanza su mayor desarrollo. Ellos rechazan este modelo de sociedad y buscan un nuevo orden social
que hunda sus raíces en la tradición histórica. Impulsados por las ansias de libertad, abandonan la
ciudad, que se identifica con la industria. Se van a vivir a la zona de los lagos escoceses o se sienten
atraídos por los viajes y el lejano oriente.
En España los comienzos del siglo XIX tienen como escenario la guerra de la Independencia americana
y los períodos absolutistas del gobierno de Fernando VII. Los poetas, vinculados a la causa liberal,
emigraron, retornando a España a partir del año ‘30. La vuelta no satisfizo sus inquietudes. Observaron
cómo la libertad seguía amordazada por la censura. De esta situación nacen el desaliento y el rechazo
a la sociedad, características propias del Romanticismo español.
José de Espronceda (1808-1842) incorpora en su poesía los temas sociopolíticos, como en A la muerte
de Torrijos, un soneto en que reivindica la lucha contra el tirano. Pueden reconocerse en su poesía dos
vertientes: una de tono exaltado, que manifiesta su vitalismo romántico, como Himno al sol. La otra,
es poesía de lamentación que denota una visión trágica de la existencia, como Reo de muerte y El
verdugo.