Libro Analizar Ruben Dario 2

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I.

Datos biográficos del autor


Nació el 18 de enero de 1867 en Metapa, Nicaragua, pero su familia se mudó a
León un mes después de su nacimiento.
Su nombre real fue Félix Rubén García Sarmiento. Su tatarabuelo se llamaba Darío,
y sus descendientes eran conocidos como la “familia de los Darío”, por lo cual
utilizaría dicho nombre en el mundo literario.
Con apenas 19 años de edad, en 1886 viajó a Santiago de Chile, donde publicó su
primer título: Azul (1888), libro que llamó la atención de la crítica.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, partió hacia América, con la idea de defender
el pacifismo para las naciones americanas.
Fue conocido como "El príncipe de las letras castellanas" y "Padre del modernismo",
ya que, de acuerdo a varios expertos en poesía, Rubén Darío es el poeta que mayor
influencia ha tenido en el género durante todo el siglo XX dentro de la lengua
hispana.
Publicó 12 libros de poesía y 14 de prosa, escritos en distintos países. Falleció en
León, Nicaragua, en 1916.
Obras de poesía más importantes de Rubén Darío
Entre las obras más importantes de Rubén Darío, destaca por encima de cualquier
otra su producción poética. Poseía todos los elementos del modernismo en lo formal
y rítmico, así como en los temas y el exotismo. Buscaba la belleza por medio de la
palabra y daba supremacía al arte sobre otros intereses:
Azul: fue su tercer libro, publicado en 1888, y el más importante. Una obra magistral
que escribió con solo 21 años y dedicó a su infancia y juventud. Fue revolucionaria,
ya que trabajó todas las métricas, estilos y vocabularios, algo hasta entonces nunca
visto, y menos en alguien tan joven. Sin duda, es muy representativo del
modernismo mundial que incluye temáticas mitológicas como hadas o la antigua
Grecia.
Prosas profanas: libro de poemas publicado en 1896 que le consagra como líder del
movimiento modernista. Su poesía es perturbadora y contiene métricas nunca antes
leídas en español. Tiene clara inspiración francesa, aunque también se atisban
influencias de otros autores, como Gabriele D’Annunzio o Edgar Allan Poe. En el
mismo hay temáticas muy variadas, desde la libertad hasta el amor o el paganismo
y el cristianismo.
Cantos de vida y esperanza: este libro se publica en 1905, y se considera como su
obra en verso más importante. Domina con fuerza el ritmo y maneja el lenguaje con
flexibilidad. Trata temas como la identidad americana, pero también hay protesta
social, angustia existencial e incluso erotismo. Se observa a un autor plenamente
maduro.
Obras de prosa más destacadas de Darío
Hemos comentado que Darío no fue un escritor de novela, pero sí que cultivó la
prosa en obras como:
Los Raros: es de 1896, y consiste en una recopilación de ensayos que se acercan
a sus autores más admirados, como Paul Verlaine, Augusto de Armas, Edgar Allan
Poe o José Martí, entre otros muchos.
Tierras solares: obra de 1904 en la que Darío narra la historia de sus viajes durante
ese año y el anterior. Su discurrir le llevó a Barcelona, Andalucía, Gibraltar, Tánger,
Bélgica, Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia. Se narran de forma
autobiográfica, pero es en realidad una especie de viaje interior.
II. Personajes
En estos ensayos participan:
 Arturo Torres-Rioseco
 Germán Arcienagas
 Luis Alberto Sánchez
 Vicente Magdaleno
 Alfonso Teja Zabre
 Salvador Cruz
 R. Cansino Assens
 Roberto Ledesma
III. Argumento
La edición Panorama Estudiantil es dedicad a Rubén Darío donde coopero el
instituto Nacional Central Ramírez Goyena, está compuesta de ensayos tomados
de la revista El Libro y El pueblo editada por la secretaria de Asuntos Culturales del
Ministerio de Educación Pública de México.
En el primer ensayo Retratos del poeta Según lo que tiene recopilado Arturo Torres-
Rioseco A los 19 años Rubén Darío era un personaje flaco, moreno, de facciones
niponas, cabello lacio, negro, sin brillo, amarrado para saludar, desconfiado,
retraído, enredado para andar, de escasas palabras, ojos pardos.
Como escribe Francisco Contreras a los 24 en Costa Rica según publico Teodoro
Picado describe a Darío como un mozo de ojos jueves, soñadores, nariz gruesa,
bigote sedoso, cabello ondulado, cutis puro que se adivina claro y ataviado según
la moda de entonces, el chaleco largamente abierto, la corbata grande, de seda
blanca a raya pintas de color, es un mozo fino atrayente y elegante.
Ahora bien, Ricardo Fernández Guardia describe que Rubén Darío para el año mi
ochocientos noventa y uno era un joven simpático, tez casi blanca, delgado y de
regular estatura, parecía tímido, reservado, modesto y silencioso.
Para Brenes-Mesén según la información que encontró Arturo Torres-Rioseco a los
40 años ya no usaba bigote, la obesidad ya se había alojado, el chorotega se había
montado a horcajadas en su rostro, en general hablaba muy poco, era tímido.
Máximo Soto Hall encontró escritos hecho por Arturo Torres-Rioseco donde
describe a Darío a los 49 años gordo, aspecto de fraile hidrópico, las mejillas caídas
con flaccidez, embolsados los parpados inferiores, color del rostro amarillenta,
cansado y sin brillos los ojos.
Su síntesis biográfica escrita por Germán Arcienagas nos da a conocer que es
importante hablar un poco a cerca de la biografía de Rubén Darío, que nació en
Metapa en 1867 en el pueblo de Metapa, se llamó Félix Rubén García Sarmiento.
Su primer acierto literario consistió en dejar estos nombres y empezar a llamarse
Rubén Darío. Tuvo la mejor escuela, en el armario de una tía encontró los primeros
libros y que siempre se guardaban en las casas viejas de la américa española.
Escribió versos, inauguró la biblioteca nacional leyendo un poema de cien décimas.
No había llegado a los 19 cuando ya estaba cargado de deudas, llevaba una vida
bohemia. Viaja a Chile y a los 21 años publica Azul, un librito mitad versos y mitad
prosa.
Ocho años después Darío publico Los raros y Prosas Profanas. Al morir Verlaine
Darío escribe el Responso que comienza:
Padre y maestro mágico, liróforo
(Celeste)
a que el instrumento olímpico y a la
(Siringa agreste diste tu acento encantador…
Un poema que forma parte del tesoro de la lírica castellana de todos los tiempos.
Darío es el más afortunado receptor del arte nuevo de Francia y se le puede
considerar como el último de los grandes simbolistas.
Rubén Darío tenía de Verlaine y de Góngora, además Darío volcó sobre España
una música que se contagiaron: Salvador Rueda, Valle Inclán, Antonio Machado,
Villaespesa, Juan Ramón Jiménez reconocieron la nueva dirección que le dio Darío
a las letras castellanas.
Murió apretando contra el pecho un crucifijo que le había regalado Amado Nervo.
También hubo juicios valorativos, de Paul Groussac, donde señala a Darío como
imitador de los franceses, otro que lo critico fue Juan Valera que igual le dice que
no hay autor en castellano que más francés que usted y José Ortega y Gasset
menciona que Rubén a través de sus versos han sido una escuela de forja poética.
Otro tema que trata el libro es: Nace casi en un pesebre, donde nos da a conocer
cuando Rosa Sarmiento se casa con Manuel Darío, aun siendo primos en segundo
grado, fue una boda amañada por Rita Darío hermana de Manuel, y empieza a darle
mala vida Manuel hasta que se separaron y se fue nuevamente a donde su tía
Bernarda Sarmiento estando embarazada, y una hermana de Doña Bernarda que
se llamaba Josefa Sarmiento se la llevo a vivir con ella a Metapa, cuando ya estaba
a punto de dar a luz. El viaje lo hace en carretas tirada por bueyes, pero cuando van
por llegar a su destino se detuvo la carreta y no había tiempo para más y al poco
rato Rosa Sarmiento daba a luz un niño.
Al pensar podemos decir que la carreta no presentaba las óptimas condiciones, todo
se parece a las primitivas representaciones del nacimiento de Cristo y junto al él
personas humildes y la sencillez está llena de tanta grandeza. Asimismo, según la
biblia la virgen iba caminando cuando dio a luz en Belén y donde nació Jesús allá
se andaba con el interior de una carreta y junto a la cuna el buey. Ya hombre aquel
niño le dedico unos versos al buey:
Buey que vi en mi niñez echando vaho un día
Bajo el nicaragüense sol de encendidos oros,
en la hacienda fecunda, plena de armonía…
Ahora vamos con el tema Su presencia en México
Los mexicanos siempre decían Nunca vendrá a México Rubén Darío: no tiene tan
mala suerte, sin embargo, en 1910 Darío llego a la celebración del centenario de la
independencia mexicana, acompañado de Santiago Arguello delegados por el
gobierno de Nicaragua.
Nicaragua tuvo conflicto con Washington en la cual se miró reflejado en México,
Darío quedo detenido en la Costa de Veracruz, y se hizo pasar por incognito y se
fue a Xalapa,
Genio e ingenio de Darío
Según Luis Alberto Sánchez hace una breve reseña de la biografía de Darío y
menciona que para 1869 lo llevan a Honduras. A los 6 años escribe los primeros
versos, bajos los seudónimos de Bruno Erdia y Bernardo I.U y con su propio nombre
publica poesías desde 1880. A los 14 en 1881 tiene listo un libro que jamás público.
A los 15 años el congreso de Nicaragua queda impresionado quien les lee las cien
décimas y El Libro, y decreta que la educación corra por cuenta del estado. La
influencia de Díaz Mirón y de Bécquer determina aquella aurora lírica. Regresa en
1884 y 85 y publica versos y prosas. Viajo a chile y llego el 24 de junio después de
19 días de navegación. El primer cuento de Azul “El Pájaro azul aparece en La
Época de Valparaíso el 7 de diciembre siendo Rubén empleado de la aduana.
Además, se refiere a los libros que escribió, la muerte de su padre, cuando comenzó
a ser corresponsal del diario La Nación, el casamiento con Rafaela Contreras, en El
Salvador, a los tres meses fallecida su esposa Rafaela se casa con Rosario Murillo
su musa fatal. En Cartago conoce a Rafael Núñez quien el encuentro ha sido el más
fructífero de la vida de Rubén. Después de tantos éxitos la soledad abruma a Darío,
el alcohol lo destruyo y muere el 6 de febrero de 1916, en león.
Imagen de un lírico universal
En cuanto a la personalidad de Rubén Darío, Vicente Magdaleno se refiere a un
hombre de indiscutible genio poético, se desenvuelve dentro de la realidad
iberoamericana un rol político e intelectual de primera. Es importante destacar que
la innovación lirica que pronto se convirtió en aspectos de nuestra vida social. Rubén
tuvo las influencias europeas en la mayor parte la francesa. También fue admirador
de Grecia y con la evolución posterior empezó a ensayar sus propias notas liricas.
Rubén Darío educa sus precoces intuiciones poéticas en el clasicismo y el
romanticismo español. Darío a partir de entonces actúa como representante de
nuestras veinte republicas en el mundo latino de ultramar y da a conocer a América
por algo más que productos naturales o sus enormes maquinas Yanquis y se
convierte en el gran vocero de nuestros imperativos e interroga y encrespándole a
un presidente norteamericano.
Perfiles hispanoamericanos del poeta
Según Arturo Torres Rioseco nos comenta cuando el crítico uruguayo José Enrique
Rodó decía que Rubén Darío no es el poeta de América. Y en 1896 Rubén ha
demostrado una indiferencia profunda por las cosas de nuestro continente. Si edad
temprana escribe su Canto a las glorias de Chile, es por la recompensa monetaria
y no por las grandes emociones patrióticos, escribe El Fardo, más tarde se
arrepentirá de gran hazaña, en Azul incluye su soneto a Caupolicán y si alabanza a
Walt Whitman, Díaz Mirón y J. Palma, día llegara de que se olvide de tan cercana
causa. En las Palabras liminares a Prosas Profanas ostenta Rubén un orgullo
increíble al hablar de América.
El adiós a Rubén Darío
Alfonso Teja Zabre manifiesta que la creación de Darío no puede apagarse con el
soplo de unos cuantos años, y su nombre no puede omitirse al hablar de historia y
de música en cualquier país de idioma castellano.
La gloria de Rubén Darío su presencia y su actualidad se deben a que fue el primer
heraldo continental y pan hispánico de este mundo.
Un casi poeta de España ha dicho que Darío fue el vengador de los indígenas
seducidos por los colonizadores con brujerías, espejitos y cuentas de vidrio, el indio
Chorotega llegó a España para rescatar laureles a cambio de vidrios de colores.
Rubén Darío en el recuerdo de Paris.
Salvador Cruz nos afirma que Rubén siempre le pedía a Dios que no lo dejara morir
sin haber ido a Paris. Después de hacerse vagabundo y descubrir a Hugo, será otro
color de su cristal. Con azul y prosas profanas con la salud de un galicismo que le
diagnostico Juan Valera llego a conquistar Paris, cuando logro llegar no creía que
estaba en Paris, y posteriormente Rubén cumplió la gloria de verse en libros y de
alcanzar en su tinta a muchos grandes nombres de su devoción. De 1912 a 1914
Rubén Darío dirige Mundial. Escribió poemas en francés como: Pensée o Chanson
Crépusculaire.
En parís un poeta nicaragüense que no deja apagar el fuego de Darío es el
musicólogo Luis Ibarra y dice: la patria política de nuestro poeta fue la tierra
encontrada por casualidad por las tres carabelas de Colón, patria henchida de
riqueza, de bellas formas y todavía virgen, actualmente oliendo a oro, a petróleo y
platas exóticas.
El poseído del deus
En el ensayo de R. Cansino Assens afirma que a pesar del tiempo desde la muerte
de Darío sigue vibrando en los aires del mundo hispano con plenitud de tono, como
música cósmica que anula a todos los demás todo el sentido de armonía.
Rubén Darío es el último poeta rico y pleno que hemos tenido, el último artista del
verso en el sentido lujoso de la palabra, el último lirico
Rubén Darío ha sido el último gran poeta de estilo antiguo que hemos tenido, es un
poeta que vive de la estrofa y no aspira a tener una vida limpia y clara con tal los
versos brillen.
Los últimos instantes
Según el ensayo de Roberto Ledesma menciona que cuando Rubén Darío tenía 45
años publico El canto errante en 1907 y Poema de Otoño en 1910 alcanzo la
admiración de una comunidad de veinte pueblos, otras aspiraciones gratas a su
vocación por las pompas propias de la época.
Perdió su cargo diplomático saqueando de sus derechos de autor, se ve reducido a
ganarse la vida como al inicio con la improvisación diaria del periodismo.
Con el Poema de Otoño y otros poemas es una suprema serenidad que resume la
perfección final de la sencillez con la experiencia de la vida y el conocimiento de la
vida.
Sus últimos días en Europa se parece mucho a los de Verlaine, seguirlo paso a
paso en su caída, sus crisis cada vez más frecuentes de dipsomanía, sus ataques
de delirium tremens, sus dificultades domésticas, la escases que sufría, y la
impotencia absoluta en que se hallaba para trabajar.
Cruza por última vez el atlántico y llega a Nicaragua a refugiarse al techo de la mujer
de la que vivía huyendo, la mujer del destino la Garza morena de su adolescencia.
Sometido a una operación de hígado muere el 7 de febrero de 1916 en León donde
se había criado.
La posición del cerebro ya caído renueva una vez más la polémica que había
suscitado cuando palpitada con ritmos y armonías nunca oídos.
Embalsamado y velado primero en el municipio, luego en la universidad, acaba
sepultado en la catedral de su bautismo después de seis días de funerales.
Después de muerto muchos pueblos se disputan la gloria de este indoamericano y
así mismo España lo reivindica como suyo. Es hijo de Centroamérica y con alguna
sangre india, no sale de este continente hasta los 24 años.
Darío es un poeta universal y de todos los tiempos.
IV. Asunto
Es un libro compuesto por 11 ensayos importantes dedicada la vida y obra de Rubén
Darío, son trabajos de reconocidos críticos de la obra dariana con el fin de facilitar
información más amplia y sirva de guía en investigaciones a profesores y alumnos
de los institutos de secundaria y Escuelas normales del país.
Entre los temas están:
 Retratos del poeta
 Su síntesis biográfica
 Nace casi en un pesebre
 Su presencia en México
 Genio e ingenio del Darío
 Imagen de un lirico universal
 Perfiles hispanoamericanos del poeta
 El adiós a Rubén Darío.
 Rubén en el recuerdo de Paris.
 El poseído del Deus.
 Los últimos instantes.
V. Temas
 Vida de Rubén Darío
 Rubén Darío patriótico
 Rubén Darío el modernista.
VI. Mensaje
Una vez que leímos el libro nos da un mensaje importante es de que nunca olvidar
nuestro orígenes, aunque paso la mayor parte en otros países él siempre se acordó
de Nicaragua, es un poeta y periodista patriótico, con un inmenso amor por su país,
después de llevar una vida con todas las condiciones a llegar a ser una persona con
múltiples necesidades tanto económicas, morales y espirituales. Sin embargo
después de tantos años de su muerte sigue sus versos y prosas sonando en cada
rincón del mundo.
VII. Intertextualidad
Según los autores de estos ensayos narra lo que Rubén Darío escribió en su
autobiografía y sus últimos días en Europa se parece mucho a los de Verlaine,
seguirlo paso a paso en su caída, sus crisis cada vez más frecuentes de
dipsomanía, sus ataques de delirium tremens, sus dificultades domésticas, la
escases que sufría, y la impotencia absoluta en que se hallaba para trabajar.

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