Dialnet LaExcepcionDeCosaJuzgada 5236518
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asunto h(X sido resuelto por el Poder Judicial con las debidas garantías señri~
ladas en la ley (p.e. examen en más de una instancia; cumplimiento de todos
los requisitos formales, etc.), el asunto no pueda volverse a discutir, ya que,.
.de lo contrario, los pleitos no tendrían fin y pertutbarían el orden haciendo
imposible la convivencia .social.
Podetti considera que la institución de la Cosa Juzgada obedece a un
interés público y a un interés privado simultáneamente. Obedece a un inte-
rés privado, porque a las partes litigantes les interesa evidentemente que
la resolución dictada en el juicio en el cual han intervenido quede inamovi-
ble. Obedece, asimismo, q un interés público que, a su vez, tiene dos aspectos:
el principio de economía júrisdiccionaL que se alcanza evitando que se
discuta el m.ismo asunto dos veces y el principio de paz social. De estos.
dos fines tiene, en la Doctrina Moderna, mayor importancia el fin público,
acentuándose esta primacía como consecuencia de la orientación publicista
del proceso que domina en el derecho procesal moderno.
(f) Ugo Rocco ha elaborado su propia teoría sobre el fundamento o
justüicación de la Cosa Juzgada, considerándola como la forma de extinción
del Derecho de Acción. Según Rocco, la forma normal o natural de extinción
de las obligaciones es el cumplimiento de la prestación que constituye ei
objeto de la obligación.
Hay relaciones jurfdicas en las que el Estado es el sujeto pasivo de
la obligación, como sucede con todas las relaciones obligatorias de Derecho
Público, y que constituyen los derechos que el individuo tiene frente al Estado,
en su calidad de ciudadano. para gozar de bienes, servicios o cosas que
el Estado debe prestar a sus miembros.
Rocco considera que aún para esta categoría de derechos vale el
principio antes mencionado de que el cumplimiento de la prestación extingue
la obligación. Entre estos derechos, Rocco coloca el derecho de acción (y
por tanto, también, el derecho de contradecir en juicio). La obligación que
le corresponde al Estado es abstracta como lo es también el derecho de
acción, mientras que el sujeto no se individualiza por medio de la demanda
judicial o el recurso administrativo.
Según Rocco, el Estado cumple con su obligación jurisdiccional por
medio de la sentencia final y de fondo que contiene la declaración de las
relaciones jurídicas concretas deducidas en el juicio por medio de la acción.
La sentencia final y de fondo sólo tiene este carácter cuando se vuelve-
inatacable, inexpugnable, o sea, cuando ya se han ejercitado por los intere-
sados todos los r'bcursos de revisión que la ley les franquea o bien, cuando
han vencido los términos para hacerlos valer.
En este momento quedn cumplida la función jurisdiccional del Estado
y hay en esta función dos aspectos según Rocco: de un lado, extingue ef
derecho de acción y de contradicción en juicio. y de otro lado, impide que
el proceso se pueda renovar, por haberse extinguido la acción concedida
a los interesados.
En esta función extintiva del proceso civil por obra de la sentencia
de fondo inatacable es que Rocco coloca el fundamento jurídico y la justüi-
<:ación de la institución de la Cosa Juzgada.
Rocco resume su teoría de la siguiente manera: "En conclusión: así
LA EXCEPCION DE COSA JUZGADA 4S
(16) Carnelultl, Francisco.- Sistema de Derecho Procesal Civil, '\'.1., 'Páq. 50.
(17) Cameluttli, Francisco.- Ob. cit., páq. 352 .
so DERECHO
tes". Esta regla llamada "de las tres identidades" ha sido reproducida en.
casi todas las legislaciones con ligeras variantes de redacción, como su-
cede con nuestro C6digo de Procedimientos Civiles, que dispone en su_
artículo 317:
"Para que las excepciones de transacción y cosa juzgada sean admi-
sibles se requiere: , . . . .
(a) Que las personas sean las mismas que trans1g1eron o s1gweron
el juicio, sea por derecho propio o tratlSmitido legalmente;
(b) Que la acción y la cosa sean idénticas:
(e) Que el juicio haya terminado por sentencia ejecutoriada, si se
trata de la excepción de Cosa Juzgada.
El primer requisito que señala el Código para la procedencia da
esta excepción es que las personas que intervengan en los dos juicios sean.
las mismas, bien sea por derecho prdpio o transmitido legalmente.
La sentencia sólo tiene autoridad de Cosa Juzgada entre las partes
que hayan seguido el litigio. La identidad de personas a que alude la ley,
se tiene que entender en el sentido de que las personas sean jurídicamente-
las mismas y no en el sentido de una identidad física. La ley se refiere, pues.
a la calidad jurídica de las personas que han intervenido en el litigio.
Una misma persona física puede tener diferentes personalidades jurí-
dicas y personas físicas diferentes pueden tener una misma personalidad
jurídica, v.g., en el primer caso, A es socio de una compañía y es, al
mismo tiempo, curador de B; el segundo caso sería el de un heredero y su
causante que tienen, jurídicamente, la misma personalidad.
El principio de representación para justificar la fuerza vinculatoria
de la Cosa Juzgada rige en todos aquellos casos en que la ley otorga a
una persona el derecho o legitimación procesal para actuar en juicio en
nombre y representación de otros, v.g., el padre por el hijo menor; el tutor
por el pupilo, etc. La cosa juzgada dada contra el representante en todos
los casos alcanza al representado.
Prescindiendo de los casos de representación, también se considera
que hay identidad de partes tratándose de la persona que adquirió un bien
por herencia, donación, compra o cualquier otro título legítimo, sustituyend~
al poseedor anterior en todos sus derechos y acciones y que ejerce sobre
el bien los mismos derechos que tenía el poseedor anterior. En este caso,
pese a que las personas sean físicamente diferentes, el nuevo poseedor no
podría alegar esta circunstancia para sustraerse de los efectos de la cosa
juzgada, dictada contra su predecesor.
La cosa juzgada, en cambio, no alcanza a quien no ha sido repre_
tentado ni es sucesor a título universal o particular, o acreedor o comprador
o cesionario.
Por ello, la ley al referirse a esta identidad alude no sólo a las per-
sonas que siguieron el juicio por derecho propio sino también a aquellos
'CUyo derecho les fué transmitido legalmente, sin ninguna restricción en
cuanto al título por el cual el derecho fué transmitido. En todos estos casos,
ae considera que hay identidad de partes y, por tanto, el demandado podría
hacer valer la excepción de Cosa Juzgada acogiéndose al fallo que faw-
.reció a su antecesor.
LA EXCEPCION DE COSA ]'UZGADA 55
(27 A!lbry et Bau.- Droit CivU Francais. - Tomo vm, páq. 378.
(28) llomero, Jorqe GuWena.o.- Ob. cit., pác¡, lU.
56 DERECHO
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