Tema 5
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INDICE
Págs.
1. INTRODUCCIÓN
4
2. ANTECEDENTES
5
3. OBJETIVOS
4. PROBLEMA
6
5. VARIABLES
6
6. JUSTIFICACIÓN
6
7. METODOLOGÍA
7
7.1. Método
7
7.3. Instrumentos
8
8. MARCO TEÓRICO
8
8.1. Antecedentes de la Guerra del Pacífico
8
9. CAUSAS DE LA GUERRA
19
9.7. Todo lo que sube tiene que bajar, Caen Daza Y Prado
29
9.8. Todo lo que empieza tiene su final, La Batalla del Alto de La Alianza (Tacna
29
12. CONCLUSIONES
45
13. BIBLIOGRAFIA
46
14. ANEXOS
48
14.1. Antecedentes
48
14.3. La guerra
49
Entre las principales causas de la Guerra del Pacífico, están el guano (excremento de
las aves que habitan en esa zona, tales como los pelícanos), el salitre (nitrato de sodio,
útil para la fabricación de la pólvora), y la plata, ya que en 1870 se tuvo conocimiento
que este mineral se lo podía encontrar en zonas como Mejillones, Caracoles y San
Pedro de Atacama.
Según revisiones bibliográficas, historiadores afirman que esta guerra fue propiciada
por la codicia y la geopolítica expansionista de los chilenos.
2. ANTECEDENTES
Pero en 1782, año en que Charcas ya era parte integrante del Virreinato de Buenos
Aires, se estableció que la provincia de Atacama se integrara a la Intendencia de
Potosí, juntamente con Chayanta, Porco, Chichas, Lípez, y Tarija. …“De esta manera, el
puerto de Cobija fue ratificado como propiedad plena de la Real Audiencia de
Charcas”[1]
Entre los antecedentes de la Guerra del Pacífico, se puede afirmar que el proceso de la
guerra comenzó en la crisis vivida en 1873, que tuvo su continuación hasta 1879 (año
de la invasión). Entonces el país chileno estaba íntimamente ligado al sistema
capitalista y fue el que más sufrió el impacto de esta crisis de aproximadamente seis
años, para salvarse de situación, fue que tomó por asalto el Atacama Boliviano.
La invasión de los chilenos data del año 1842, tiempo en que el Congreso de Chile
aprobó unas Ley, la cual señalaba que el Desierto de Atacama les pertenecía de
antemano, pese a que los escritos de Bolivia manifestaban todo lo contrario, esto
según el historiador Alexis Pérez.
Además Pérez señala que Bolivia continuaba en la época de la Feudalidad, razón por la
cual no contaba algo con lo cual poder defenderse de la invasión. En ese tiempo el
Estado era bastante débil, y no podía poner control a la costa, no únicamente de
manera cualitativa, sino también cuantitativamente.
3. OBJETIVOS
3.1. General
3.2. Específicos
§ Establecer las diferencias entre un país o territorio con acceso al mar, y otro que
tiene acceso denegado hacia algún puerto marítimo, como Bolivia.
4. PROBLEMA
5. VARIABLES
6. JUSTIFICACIÓN
Ya que un factor por el cual todos los bolivianos y bolivianas se lamentan, es la pérdida
de un acceso soberano al Océano Pacífico, situación denominada como ya se lo
mencionó anteriormente “enclaustramiento marítimo” que tiene el territorio boliviano
desde aquel 23 de marzo de 1879, hasta la actualidad son 132 años sin poder tener un
acceso libre a las costas marítimas.
Varios historiadores bolivianos coinciden en que por una serie de desaciertos políticos
y militares, tanto de organización estratégica, unidad y resguardo de territorios con
riquezas como el guano, salitre y plata en el Litoral, Bolivia en una guerra con una
crónica de una muerte anunciada, con apenas 150 personas civiles mal armadas, entre
los cuales estaba Eduardo Abaroa “el héroe del Topater”, contra aproximadamente
5.000 soldados chilenos con un fuerte contingente bélico, Bolivia fue derrotada en
esta guerra.
Sin duda que este suceso marcó un relevante cambio de la historia de Bolivia, luego de
la fracaso de la defensa boliviana.
Pero hoy en día, vistos y considerando, las políticas de recuperación del acceso al
Océano Pacifico van avanzando poco a poco, por parte del Gobierno; según Lupe
Cajías, periodista e investigadora, se debe tener muy en cuenta todos los detalles que
sean necesarios, tener una estrategia eficaz, para que un día se pueda recuperar el
acceso soberano al Mar.
7.1. Método
7.3. Instrumentos
8. MARCO TEÓRICO
Los antecedentes de la Guerra del Pacífico son los eventos que precedieron el inicio
del conflicto bélico entre Bolivia, Chile y el Perú, desarrollado entre 1879 y 1884, y que
fue conocido como Guerra del Pacífico
“Antofagasta en Bolivia y Tarapacá en el Perú, era una zona salitrera que era explotada
por capitales chilenos. Bolivia celebra un contrato para que una compañía chilena
explote el salitre en 1873. Bolivia y el Perú firman un tratado de alianza defensiva
(secreto) en 1873. Bolivia y Chile firman un tratado de límites en 1874”[2]
Los famosos 10 centavos de impuesto que Bolivia intentó cobrar a cada quintal de
salitre explotado por una compañía británico-chilena detonaron la guerra del Pacífico.
Esa historia -revelada a los niños bolivianos en la primaria- no fue sacada de ninguna
leyenda. Es cierta, pero estuvo precedida y rodeada de intereses políticos y
económicos que involucraron al menos a media docena de países, entre ellos, por
supuesto, a Bolivia y a Chile.
La codicia chilena y británica por el guano, los minerales y el salitre son las tres razones
económicas de la guerra. El temor Mapocho por la alianza peruano-boliviana y las
ansias de políticos y militares bolivianos por tomar el poder son los motivos políticos
de la contienda.
El presidente José Ballivián envió una misión diplomática encabezada por Casimiro
Olañeta para pedir la derogatoria de la ley, pero no consiguió nada. En 1863, fuerzas
navales chilenas tomaron posesión de Mejillones para consolidar la propiedad que
señalaba su ley. Como consecuencia, el 5 de junio de 1863, el Congreso boliviano,
reunido en Oruro, autorizó al Poder Ejecutivo a declarar la guerra a Chile si es que no
se conseguía desalojar a los usurpadores por la vía de la negociación diplomática. El
mismo Congreso aprobó dos disposiciones secretas, una para buscar un acuerdo con
Perú, a cambio del guano de Mejillones; y otra para celebrar pactos con potencias
amigas.
Perú vaciló en su apoyo a Bolivia y Gran Bretaña, donde acudió Bolivia a conseguir un
préstamo, dio mucho menos dinero del que el país esperaba. Lo único que quedaba
era buscar un acuerdo pacífico con Chile.
Así estaban las cosas cuando España, dolida por la pérdida de sus colonias, declaró la
guerra a Perú y a Chile. Para Chile, entonces, el apoyo de Bolivia hubiera sido crucial
porque las fuerzas ibéricas se aprovisionaban en el puerto boliviano de Cobija, lo que
dejaba en mala posición a Chile.
Sin embargo, los cambios en la política interna boliviana hicieron virar la historia.
Mariano Melgarejo -que se hizo del poder al derrocar a José María Achá - envió tropas
en apoyo a Chile y derogó la ley declaratoria de guerra. Los españoles tuvieron que
marcharse y Melgarejo, con una inmejorable oportunidad para definir, de una vez y
por todas, los límites con Chile, no supo aprovechar la ocasión presentada. Recibió de
Chile un título de general de su Ejército y una propuesta para declararle la guerra a
Perú con la finalidad de arrebatarle Tarapacá, Tacna y Arica. Los dos últimos territorios
quedarían para Bolivia.
Morales, que había recibido apoyo de Perú para derrocar a Melgarejo, hizo una alianza
de defensa con Perú, que esta vez sí aceptó la unión por el temor de que Bolivia se
uniera a Chile en su contra.
Si bien Perú y Bolivia firmaron un pacto, no hicieron nada para armarse. Incluso, el
Congreso boliviano rechazó el pedido del Ejecutivo de adquirir dos buques blindados
para la defensa de las costas. De hecho, la guerra de 1879 halló a Bolivia desprovista.
Chile, que había tomado conocimiento del acuerdo, firmó, en 1874, un nuevo tratado
de límites con Bolivia, por el que se mantenía el límite en el paralelo 24, al igual que la
medianería entre los paralelos 23 y 24 y se establecía que Bolivia no cobraría
impuestos por la explotación de minerales durante 25 años y que no aumentaría los
impuestos de los inversionistas chilenos.
Las riquezas de la discordia habían sido el guano y los minerales, pero llegó el salitre -
otro fertilizante de alto poder- para completar el trío de las riquezas más codiciadas de
la época. Una febril actividad de marca inglesa se instaló en el desierto en torno al
salitre. La compañía británico-chilena de salitres y ferrocarril Antofagasta se convirtió
en ama y señora de la región.
La salitrera -que entonces tenía entre sus accionistas a los ministros chilenos de
Relaciones Exteriores, Alejandro Fierro; de Guerra, Cornelio Saavedra; de Justicia, Julio
Segers; al comandante del Ejército, Rafael Sotomayor; y al ex ministro de Guerra,
Francisco J. Vergara y al banquero Agustín Edwards como- se opuso a pagar el
impuesto y el Gobierno chileno asumió esa representación aduciendo que se estaba
violando el tratado de límites de 1874.
Otro incidente, también relacionado con los impuestos, tensó aún más las relaciones.
La Junta Municipal de Antofagasta determinó que los propietarios de inmuebles -entre
los que estaba la salitrera- pagaran un impuesto para el alumbrado público. El gerente
de la empresa, Jorge Hicks, se negó a hacerlo alegando la violación del tratado de
límites. La Junta Municipal dispuso su apresamiento. Hicks, en principio, se había
refugiado en el consulado chileno, pero finalmente terminó honrando la deuda. Sin
embargo, el resentimiento lo indujo a pedir ayuda militar chilena, la que llegó pronta y
reforzada con tres buques blindados a Antofagasta.
El Gobierno boliviano, luego de verificar los desastres del terremoto, había decidido
cobrar el impuesto al salitre y, tras la oposición de Hicks a pagar el tributo, había
pedido su apresamiento.
“El 14 de febrero de 1879, que había sido señalado como el día para el remate de los
bienes de la salitrera, amaneció con el Blanco Encalada, el blindado chileno, en la costa
de Antofagasta. La guerra, en la que Bolivia perdería el Litoral, había comenzado”[3].
Loren Claro, empresario chileno con negocios en La Paz comunica al presidente Pinto,
que el gobierno de Bolivia había suspendido la ley del impuesto a la Compañía de
Salitres por deferencia al gobierno de Chile y que la nota de Fierro afectaba esta
postura.
El 3 de enero de 1879, el canciller Fierro escribe una nota a Videla para proponer el
arbitraje a Bolivia siempre que se suspenda el cobro del impuesto y las penalidades
asociadas. El 5 de enero el gobierno de Chile envía sus blindados a Caldera, último
punto de la línea telegráfica, y al Blanco Encalada con destino a Antofagasta. El
canciller Fierro envía una nota su consul en Antofagasta indicándole la misión bélica de
los blindados en caso el gobierno de Bolivia insistía en violar el tratado de 1874.
Gonzalo Bulnes indica que ambas notas se cruzaron. La línea telegráfica comunicaba
Santiago con Caldera en la costa chilena. La Paz no contaba línea telegráfica con la
costa, un chasqui llevaba las noticias desde La Paz a Tacna y de allí a Caldera en el
norte de Chile.
El 9 de febrero el nuevo canciller boliviano, Serapio Reyes Ortiz, parte con destino a
Lima a pedir al gobierno peruano hacer efectivo el tratado de la alianza de 1873. El 11
de febrero se conoce en Valparaíso sobre el decreto que declara la suspensión del
impuesto, la recesión del contrato y la devolución de las salitreras al gobierno de
Bolivia. El 12 de febrero Eulogio Doria Medina, encargado de la cancillería boliviana,
responde la nota de Videla calificando la nota del ministro Fierro del 8 de noviembre
de 1878 y el plazo de 48 horas manifestado por Videla, fuera de las prácticas
diplomáticas. También manifiesta suspender toda negociación mientras el Blanco
Encalada se encuentre en aguas bolivianas.
El 14 de febrero el ministro chileno Pedro Videla solicitó sus pasaportes para retirarse
de La Paz. El embajador peruano Quiñones visita al chileno Pedro Videla y al boliviano
Julio Méndez indicando que su misión era evitar el conflicto entre Bolivia y Chile. Al
boliviano Julio Méndez le indica que el Perú no iba a participar en este conflicto.
El 14 de febrero fuerzas militares chilenas al mando del coronel Emilio Sotomayor
ocupan el puerto boliviano de Antofagasta hasta el paralelo 23 con el apoyo de las
naves Blanco Encalada, Cocharne y O'Higgins, declarando anulado el tratado de 1874
declarando que dicha zona era chilena antes de 1866. El prefecto boliviano Severino
Zapata emite una protesta y se asila en el consulado peruano.”[4]
El 2 de abril se reúne el senado chileno donde el gabinete expone que desde 1873 se
tenía conocimiento de un pacto secreto entre Perú, Bolivia y Argentina contra Chile y
por ello se habían preparado militarmente y adecuado la compra de dos blindados en
Europa. También expone que luego de la anulación del contrato de la compañía de
salitres, y ante la posibilidad de una guerra con el Perú cuyo apoyo pediría Bolivia, se
habían preparado militarmente considerando sus fuerzas superiores a las peruanas. En
la misma sesión se aprueba la declaración de guerra al Perú y Bolivia.
“El 5 de abril Chile declara la guerra al Perú por mantener una alianza secreta con
Bolivia y realizar preparaciones bélicas. El mismo día Chile declara la guerra a Bolivia. El
6 de abril el presidente Prado declara el casus foederis del tratado activando la alianza
por la ocupación chilena de territorio boliviano, mencionando que había ofrecido
medios conciliatorios para asegurar la paz entre Chile y Bolivia.”[5]
9. CAUSAS DE LA GUERRA
Sin duda que la Guerra del Pacífico fue un violento conflicto guerrero que tuvo como
protagonistas a Bolivia y Perú en alianza en contra de Chile. Para el territorio
boliviano tuvo una duración de aproximadamente más de un año.
Entre las causas que desencadenaron esta guerra, se puede llegar a mencionar varias,
citamos algunas de ellas:
· Casi a mediados del siglo XIX, se llegó a descubrir lo que es el guano, el salitre,
que eran bastante ventajosos para contribuir con la fertilización de la tierra. Según el
libro “Historia de Bolivia” de Carlos D. Mesa Gisbert, el núcleo guanero más
importante en el territorio boliviano era el Puerto de Mejillones. Y por su parte,
mayormente, Europa era la que adquiría esta riqueza, transportándola en grandes
barcos. La explotación comenzó en 1841, con la explotación de forma clandestina por
parte de empresas chilenas, inglesas y estadounidenses.
· También estuvo la ambición por otra riqueza, como es el salitre, que es el nitrato
de sodio, producido por la extrema sequedad de los desiertos de Atacama (Bolivia) y
Tarapacá (Perú) que convirtieron las enormes masas de agua en grandes salares. Dicho
material era empleado para la elaboración de la pólvora, esto en la época Colonial.
Pero según el Mesa Gisbert, a partir de 1830 también fue contribuyente a la
producción agrícola.
· Un tercer elemento codiciable era la plata, allá por el año 1870, “Caracoles una
población de 10.000 habitantes con una producción de entre 60.000 marcos de plata
(1875) contra los 50.000 marcos de plata de todas las otras minas bolivianas
incluyendo a Potosí.”[6]
· Como una especie de solución, ante la complicada situación económica que vivía
Bolivia, el 14 de febrero de 1878, se promulgó una Ley, la cual definía que la Empresa
“Nitrates and Rairroad of Antofagasta” debía cancelar un impuesto de 10 centavos por
quintal de Salitre exportado. Según Ramiro Calasich en su texto “Historia Universal y
de Bolivia”, comenta que la acción encendió la mecha de la discordia para el gobierno
de Chile, mientras que Bolivia retribuyo el contrato y además anunciando la
confiscación de sus bienes.
· 1874 – Tomás Frías hace cumplir el Tratado con Chile del año 1866, y da el
privilegio a las empresas anglochilenas de no pagar impuesto alguno por 25 años.
Uno de los errores irreparables fue el desinterés de los diferente gobiernos bolivianos,
poniendo como gran pretexto que la región costera estaba bastante lejos y casi o
totalmente abandonada. Ramiro Calasich manifestó que aproximadamente de los 6
mil habitantes del Puerto de Antofagasta, el 93% fueron de origen chileno, y el 2% de
bolivianos, el restante porcentaje eran de otras nacionalidades, “Litoral fue tierra de
todos, menos de los bolivianos” (frase de Calasich).
La Guerra del Salitre se desató bajo las presidencias de Hilarión Daza en Bolivia, Aníbal
Pinto en Chile, y Mariano Ignacio Prado en Perú.
Mariano Figueroa, en su texto “Ciencias Sociales”, manifiesta que Zapata formuló una
gran protesta, los pobladores chilenos de Antofagasta, comenzaron con el abuso a los
bolivianos además Figueroa da a conocer que entre las protestas, una mujer chilena,
en venganza de la muerte de su marido, se fue en contra dl escudo boliviano que se
encontraba en la gobernación marítima, su objetivo era destruirlo.
Ya casi al medio día, una niña boliviana, Genoveva Ríos, rescató la bandera nacional,
protegiéndola entre sus envestiduras, dicho símbolo patrio se encuentra en la Casa de
la Libertad de Sucre – Chuquisaca.
Dos días después, el 16 de febrero, los chilenos tomaron de manera arbitraria el centro
minero de Caracoles.
Sin duda que la falta de comunicación primó en ese tiempo, ya que la noticia de las
invasiones chilenas, recién se las conoció el 25 de febrero, gracias al estafeta Gregorio
Colque, esa misma noche, el Presidente Daza se dirigió al palacio, para tratar de
organizar la defensa de los territorios invadidos arbitrariamente.
Pero el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackena, citado por Figueroa en su texto
ya mencionado, “el Presidente Daza ocultó el telegrama en un bolsillo de su disfraz
que le llegó el 20 de febrero, con el propósito de no interrumpir los regios carnavales
de ese año”[8]3
Dichos datos arrojaban el resultado de que Daza fue quien apoyó la realización de la
guerra. Pero haciendo más énfasis en lo mencionado, en 1879 aún no existía el
telégrafo en Bolivia.
“Calama en esa época era un pequeño poblado. Se encuentra en las márgenes del rio
Loa, a unos 120 Km. De la costa”[9]
Cabrera mandó 12 hombres con destino el Puente del Topater, éstos estaban al mando
de Eduardo Abaroa, dichos hombres dieron resistencia a los chilenos con todo lo que
pudieron, desatando así una corta pero sangrienta batalla, fueron vanos los intentos
de los bolivianos, la cantidad de chilenos fue abrumadora; Por la mente de Abaroa,
jamás pasó la idea de abandonar el combate, mucho menos rendirse. Pero las balas
pasaban como avispas metálicas una y otra vez, una de esas puso en jaque la vida de
Abaroa, hiriéndole la garganta, pero él continuo en la lucha, solo y disparando a los
atacantes, hasta que se le terminaron todas las balas de su arma.
Los soldados chilenos, sin ninguna opresión y rivales con los cuales combatir,
invadieron el lugar, pero admirados por el gran valor y coraje de Eduardo Abaroa
Hidalgo, le rindieron honores, y posteriormente lo enterraron aproximadamente a las
6 de la tarde del mismo día en el cementerio de Calama.
Según Mesa Gisbert, fue el máximo héroe y defensor civil del territorio boliviano, nació
el 13 de octubre de 1838 en San Pedro de Atacama, hijo de Juan Abaroa y Benigna
Hidalgo. Estudió en una escuela de la provincia; cuando ya fue mayor estudió
Contabilidad. Posteriormente se llegó a casar con Irene Rivero, cinco quien tuvo cinco
hijos.
Era miembro del Concejo Municipal de Atacama, además contaba con algunas
propiedades en el lugar, razones por las cuales, Abaroa estuvo en contra de la invasión
arbitraria por parte de los chilenos. Murió en pleno combate a sus 41 años de edad.
Chile continuó con su toma arbitraria de territorios, entonces el 5 de abril del mismo
año, Chile declara la guerra a Perú, bloqueando el mismo día el Puerto de Iquique.
Chile contaba con dos barcos modernos y muy bien blindados: Blanco Encalada y
Cochrane, además de cuatro fragatas: Esmeralda, Abtao, Chacabuco, Loa, y O’Higgins;
más dos cañoneras Covadonga y Magallanes.
Por parte de Perú, éstos contaban con dos barcos con más de 15 años de uso: Huáscar
y el Independencia, dos fragatas: Unión y Pilcomayo; más las cañoneras: Atahuallpa y
Manco Kapac.
Por varios meses hubo una relativa tranquilidad tras la declaración de la guerra. Pero
“Huáscar”, al mando del almirante Miguel Grau, puso entre la espada y la pared a 20
barcos de guerra pertenecientes a los chilenos.
Uno de los tantos proyectiles que lanzó “Cochrane”, terminó con la vida de Miguel
Grau, otro cegó la vida de 12 marineros peruanos. “Huáscar” no tenía escapatoria, fue
totalmente rodeado por los barcos de Chile, entonces 144 marineros peruanos fueron
capturados como rehenes, y el barco peruano fue llevado a Valparaíso (Chile).
· Bolivia organizó cinco divisiones, más la legión al mando del general Hilarión
Daza.
El boliviano Julio Méndez, propuso al ver que en el mar la defensa serías inútil, debido
al poderío que tenían los chilenos, entonces se debía defender Tarapacá en lejanía del
mar, para que así los atacantes tengan que desembarcar y caminar por el desierto.
Perú desecho tal plan, y siguió con la mentalidad de atacar a los chilenos en las
proximidades del mar, sin duda la crónica de una muerte anunciada.
El territorio de Pisagua, fue uno de los primeros en ser atacado e invadido por las
fuerzas chilenas. La alianza boliviano – peruana, en el mes de noviembre de 1879,
podía contar con dos ejércitos, uno que estaba atrincherado en Tacna, con 5.500
hombres, bajo la dirección de Prado; más la escuadra del Primer Ejército peruano del
Sur, integrado por 9.000 combatientes que obedecían las órdenes de su general Juan
Buendía. Ambas escuadras se unieron a los 3.000 hombres de Hilarión Daza.
Según el historiador Ramiro Calasich, Pisagua en 1879 era uno de los puertos con
bastante movimiento, que contaba con una bahía en forma de herradura, desde la
ciudad, en forma serpenteante y en zig – zag en ascenso, una línea férrea se encargaba
de llevar al interior de Tarapacá el requerido y tan codiciado salitre.
Entonces, el 2 de noviembre de 1879 se produjo una de las batallas más violentas e
importante de la Guerra del Pacífico, que es la Defensa de Pisagua.
La alianza boliviano - peruana atacó a los invasores desde puntos estratégicos, los
peruanos atacaron de frente a los chilenos, mientras que los bolivianos desde las
montañas y las rieles en zig – zag del ferrocarril. Según el historiador, Mario Figueroa,
este hecho obligó a los chilenos a aumentar el bombardeo, y volver a sus barcos por
más municiones, esto fue aprovechado por los bolivianos, quienes los persiguieron
hasta las orillas del mar. Pero el almirante chileno Latorre vio esa emboscada, lanzó la
orden alzar fuego para con sus enemigos.
Las tropas chilenas intensificaron al máximo su ataque, y ya por la tarde, las escuadras
bolivianas y peruanas fueron aniquiladas.
El saldo fueron: 658 bajas en el bando de los bolivianos, 150 en el de los peruanos, y
222 chilenos caídos. Otra vez Chile se salió con la suya, y probó el dulce sabor de la
victoria.
Los combatientes bolivianos que lograron sobrevivir, más los aliados peruanos, en su
mayoría bastante heridos, decidieron escapar con dirección la estación ferroviaria de
El Hospicio, para poder reorganizarse y e irse a la provincia peruana de Tarapacá. “Pero
durante la marcha, la retaguardia aliada fue alcanzada por la caballería chilena en
Germania, produciéndose una masacre de proporciones… ¡Otro baldón más para el
invasor!”[10]
Tras la invasión chilena en Pisagua, resurgieron las discrepancias por las distintas
concepciones estratégicas que tenían los dos mandatarios aliados. Finalmente, el
presidente peruano hizo respetar su idea, que era concentrar sus fuerzas en contra de
los chilenos, atrincherándose en la localidad de San Francisco.
Mesa Gisbert, esclarece que la tropa boliviana, en lugar de llevar reservas de agua en
sus cantimploras, tenían vino; acción que poco a poco se sintieran exhaustos y sin agua
que beber. Entonces Daza vio la imposibilidad de continuar con su marcha hacia San
Francisco, y convocó a un concejo de guerra para decidir el retorno o seguir con su
paso. Hecho muy curioso, el concejo y no así Daza, decidió dar media vuelta y volver a
Tacna.
Según el historiador Mesa Gisbert, acá se produjo una gran equivocación, tuvo que ver
la baja motivación de Buendía, ya que se escuchó un disparo los aliados pensaron que
era la orden de ataque, pero no fue así; pero bolivianos y peruanos dieron lucha a los
chilenos, incluso se adueñaron de dos puestos de artillería chilenos. Los regimientos
que más se destacaron fueron: “Illimani” de Bolivia, y “Zepita” del Perú.
Pero nuevamente la masacre fue inútil, por la falta de coordinación y estrategias por
parte de los bandos aliados, el temor y el pánico reinó en los combatientes
comenzaron a huir al verse debilitados por las fuerzas de los chilenos. El desorden en
las tropas aliadas fue total, y Chile consiguió una nueva victoria en su haber, y a los
pocos días se apoderó de Iquique.
La estrategia del ataque sorpresa no fue gratificante, ya que los invasores chilenos
fueron descubiertos, una tropa de los aliados que se encaminaba con destino a Arica
reforzó a sus camaradas que ya estaban en Tarapacá.
9.7. TODO LO QUE SUBE TIENE QUE BAJAR, CAEN DAZA Y PRADO
La retirada de Camarones ocasionó una iracunda protesta en Bolivia que terminó con
la destitución de Hilarión Daza, el 27 de diciembre de 1879 en pleno teatro de
operaciones por oficiales de alto rango militar, dirigidos por Eliodoro Camacho, poco
después, ya en enero de 1880, tanto el ejército, como las fuerzas civiles del interior del
país, encargaron la presidencia al general Narciso Campero. Una de sus primeras
acciones fue dirigirse inmediatamente a Tacna para hacerse cargo del ejército aliado.
9.8. TODO LO QUE EMPIEZA TIENE SU FINAL, LA BATALLA DEL ALTO DE LA ALIANZA
(TACNA)
La batalla se dio inicio el 26 de mayo de 1880, la próxima ambición de Chile era Tacna,
y para eso alistó a una tropa numerosa de aproximadamente 22.600 hombres
fuertemente armados bajo la dirección del general Manuel Baquedano, y secundado
por el ingeniero y también estratega José Francisco Vergara; mientras que por parte
del ejército aliado, cerca de 9.300 combatientes que obedecían las órdenes del general
Narciso Campero.
Al glorioso grito a todo pulmón de “¡¡¡Temblad rotos del espantajo, amarrarse los
calzones que ahora entran los Colorados de Bolivia!!!”, por un momento, los invasores
enemigos se intimidaron, pero los chilenos se afianzaron aún más, incrementaron el
ataque en contra de las escuadra aliada, hasta reducirlas nuevamente, además
condenándolas al repliegue desordenado y posterior huida, pero dejando a más de
5.000 cadáveres de sus camaradas regadas por el escenario de la batalla. Por parte de
los chilenos, aproximadamente 1.800 caídos.
Partiendo de ese intento de toma, uno de los tratados más resaltantes es el firmado
por Mariano Melgarejo:
1865
Agosto, 1866
“Se suscribe el tratado de límites entre Bolivia y Chile, se fija el paralelo 24 de latitud
meridional, pero además se reparten al 50 por ciento la explotación del guano entre
los paralelos 23 y 25. Un mes después, Melgarejo cede a Chile, por 10.000 pesos, la
explotación de salitre en Cobija. Finalmente, el 1° de enero de 1867 se crea el
departamento del Litoral.”[12]
Dentro de esta situación llegó la primera reunión para lograr la paz, de los países en
contienda bélica, de la mano del secretario de estado de Estados Unidos, William
Evarts el 22 de octubre de 1880 se reunieron, en la nave LAKAWANA encallada en
Arica, los enviados de los tres países:
En ese entonces ni pasaba por la cabeza de Narciso Campero que Bolivia tendría que
dejar la contienda bélica por que el país se encontraba en bancarrota, mientras el
comentario en cantinas, esquinas y charlas familiares era que:” Solo se necesita un
tiempito, para retomar fuerzas”
Finalmente, Perú tuvo que firmar la paz mediante el tratado de Ancón, obligando a
Bolivia a hacer lo mismo, con la diferencia que Bolivia, por lo pronto, solo firmó el
pacto de Tregua que se rubricó en 1884. Enterrando de esa manera toda posibilidad de
recuperar los territorios ocupados por Chile.
Este tratado significa la culminación de la guerra para Perú, en ella se plasma los
límites entre Perú y Chile entre sus partes más importantes están:
“La República de Chile, de una parte, y de la otra La República del Perú, deseando
restablecer las relaciones de amistad entre ambos países, han determinado celebrar
un Tratado de paz y amistad, y al efecto han nombrado y constituido por sus
Plenipotenciarios, a saber:
Artículo 3º. El territorio de las provincias de Tacna y Arica, (…), continuará poseído por
Chile y sujeto a la legislación y autoridades chilenas durante el término de diez años,
contado desde que se ratifique el presente tratado de paz. Expirando este plazo, un
plebiscito decidirá, con votación popular, si el territorio de las provincias referidas
queda definitivamente del dominio y soberanía de Chile, o si continúa siendo parte del
territorio peruano. Aquel de los dos países a cuyo favor queden anexadas las
provincias de Tacna y Arica, pagará al otro diez millones de pesos moneda chilena de
plata o soles peruanos de igual ley y peso de aquella.”[15]
En resumen, este tratado tiene entre sus aspectos más importantes la entrega
definitiva a Chile, por parte de Perú, de la provincia de Tarapacá, comprendida entre la
quebrada de Camarones y el río Loa. Los territorios de Tacna y Arica quedaban bajo la
tutela de Chile durante diez años. Luego de este período, un plebiscito decidiría su
nacionalidad definitiva. La nación que se quedara con ellos entregaría a la otra una
compensación de un millón de pesos de la época.
Pero pasado ese tiempo no hubo solución y se decidió someter el asunto al arbitraje
de Estados Unidos, lo que tampoco dio resultado y dio pie al Tratado de Lima.
Bolivia se negó a firmar un tratado de paz, por lo que solo suscribió un pacto de tregua,
que se formalizó en Valparaíso el 4 de abril de 1884.
Artículo 3° Los bienes secuestrados en Bolivia a nacionales chilenos por decretos del
gobierno o por medidas emanadas de autoridades civiles y militares, serán devueltos
inmediatamente a sus dueños o a los representantes constituidos por ellos con
poderes suficientes. Les será igualmente devuelto el producto que el gobierno de
Bolivia haya recibido de dichos bienes, y que aparezca justificado con los documentos
del caso.
Los perjuicios que por las causas expresadas o por la destrucción de sus propiedades
hubiesen recibido los ciudadanos chilenos, serán indemnizados en virtud de las
gestiones que los interesados entablen ante el gobierno de Bolivia.
Artículo 5° Se restablecen las relaciones entre Chile y Bolivia. En adelante los productos
naturales chilenos y los elaborados con ellos, se internarán en Bolivia libres de todo
derecho aduanero; y los productos bolivianos de la misma clase y los elaborados del
mismo modo, gozarán en Chile de igual franquicia, sea que se importen o exporten por
puerto chileno. (…) La mercadería extranjera que se introduzca en Bolivia por
Antofagasta, tendrá transito libre, sin perjuicio de las medidas que el gobierno de Chile
pueda tomar para evitar el contrabando.
Artículo 7° Los actos de autoridades subalternas de uno y otro país que tiendan a
alterar la situación creada por el presente acto de tregua, especialmente en lo que se
refiere a los límites que Chile continua ocupando, serán reprimidos o castigados por
los gobiernos respectivos, procediendo de oficio o a requisición.
Este pacto será ratificado por el gobierno de Bolivia en el término de cuarenta días, y
las ratificaciones canjeadas en Santiago en todo el mes de Junio próximo. En
testimonio de lo cual, el señor ministro de Relaciones Exteriores de Chile y los señores
plenipotenciarios de Bolivia, que exhibieron sus respectivos poderes, firman por
duplicado el presente tratado de tregua, en Valparaíso, a cuatro días del mes de Abril
del año mil ochocientos ochenta y cuatro.”[17]
Firman:
Artículo III con el fin de estrechar las relaciones políticas y comerciales de ambas
Repúblicas, las Altas Partes Contratantes convienen unir el puerto de Arica con El Alto
de La Paz por un ferrocarril cuya construcción contratará a su costa el Gobierno de
Chile, dentro del plazo de un año, contado desde la ratificación del presente Tratado
Artículo VI. Establece que Chile reconoce a favor de Bolivia y a perpetuidad, el más
amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico.
Ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para
asegurar, sin perjuicio para sus respectivos intereses fiscales el propósito arriba
expresado
Artículo XII. Todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la inteligencia
o ejecución del presente Tratado, serán sometidas al arbitraje de Su Majestad el
Emperador de Alemania.”[18]
Firman:
Luego del tratado de 1904 hubo pocas oportunidades de negociaciones en torno a una
salida soberana al océano pacifico en las que se puede señalar:
“La “Propuesta Kellogg” de 1926, del entonces secretario de Estados Unidos, Frank
Kellogg. Envía una nota a los gobiernos de Bolivia, Chile y Perú, en la cual se proponía
que Tacna y Arica se transfieran a Bolivia.”[19]
Surge como preámbulo al tratado de lima en 1929. Sin embargo, la iniciativa fue
rechazada por Perú
Ya en 1950 Chile Propone el “Corredor Boliviano” al norte de Arica. Sin embargo, las
negociaciones abortan debido a un dialogo sostenido en Estados Unidos en el que el
Presidente chileno comunicó estos planes, hasta entonces confidenciales, al
presidente Truman, quien luego los dio a conocer a la prensa
Fueron el presidente de Bolivia, Hugo Banzer Suarez, y de Chile, Augusto Pinochet, los
que suscriben una declaración en la que anuncian el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas que fueron cortadas en 1962. Los chilenos luego ofrecen un corredor
soberano al norte de Arica para la construcción de un puerto propio, bajo
compensaciones territoriales equivalente al corredor, Bolivia pide un enclave más y los
peruanos quieren una región trinacional y fracasa el tratado, pero el trato fue
rechazado por Perú, quien velando sus intereses analiza y halla al menos tres
problemas de fondo:
b) La pesca chilena sería afectada por la pérdida de una rica franja pesquera de la
zona de 200 millas, además de la inclusión de Bolivia en el Acuerdo de Galápagos
La idea de un canje territorial puso a Banzer en un serio apuro ante el rechazo general
de la opinión pública boliviana que se opuso a esta posibilidad, todo quedó en nada y
en 1978 Bolivia decide romper nuevamente relaciones diplomáticas con Chile
10.5.1.ACTA DE CHARAÑA
4.) Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo constructivo,
han resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de
solución a los asuntos de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas
conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno.
Firman:
En el caso específico de las relaciones bolivianas con Chile, el tema marítimo ha sido el
obstáculo que ha impedido el desarrollo pleno de los intercambios entre ambos países.
No obstante, el alto potencial y complementariedad de ambos ha superado, en parte,
los traumas históricos que han desembocado de la condición de mediterraneidad de
Bolivia.
Chile, durante el periodo de post-guerra, quedó en condición de país agresor por haber
extendido los intereses de empresas transnacionales, explotadoras de salitre, guano y
cobre, a un conflicto armado que cobró las vidas de miembros de tres países.
Desde finales del siglo XIX, el tema marítimo es una de las prioridades en la agenda de
negociaciones de Bolivia, ya sea tratado como tema bilateral con Chile o con
características multilaterales cuando incluye a Perú.
Las negociaciones que han mantenido Chile y Bolivia con relación al tema de la salida
soberana al Pacífico han presentado altibajos y han comprometido en más de una
oportunidad las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Los intercambios verbales entre Paz Estensoro e Ibañez del Campo consolidaron una
amistad entre ambos mandatarios, pero sin mayores acercamientos en el tema
marítimo. Años más tarde, el 16 de abril de 1962, durante el segundo periodo
presidencial de Víctor Paz, se dio el rompimiento de relaciones diplomáticas con Chile,
durante el mandato del chileno Jorge Alessandri.
La firma de esta acta, también conocida como el abrazo de Charaña, incluía una oferta
de acceso para Bolivia al océano por la ruta del norte de Arica, territorio que había sido
peruano antes de la guerra del Pacífico.
El acercamiento entre Chile y Bolivia duró poco debido a que tres años después el
presidente de facto, Hugo Banzer rompió nuevamente relaciones diplomáticas con
Chile el 17 de marzo de 1978.
11.4. MORALES Y BACHELET
La apertura a las negociaciones entre Bolivia y Chile da inicio a una política de “diálogo
sin restricciones” que desarrolla la agenda de los 13 puntos.
Michelle Bachelet, quien cedió la gobernación de Chile hace pocos días, retomó el
tema de las negociaciones con Bolivia durante su gestión. La agenda de negociaciones
preparada para ambos países incluyó de manera oficial, por primera vez, el tema
marítimo, junto con el de recursos hídricos, otro tema sensible en las relaciones
bilaterales de estos dos países.
Este pago llegó para compensar el uso de las aguas del manantial boliviano, Silala, por
pobladores del norte chileno, que durante años había significado una nueva
controversia entre Chile y Bolivia, luego que se exponga el caso como un abuso de
recursos hídricos no pertenecientes al territorio chileno.
La “agenda de los trece puntos”, que incluye el tema marítimo, sobre la cual se
consolidan las negociaciones entre Bolivia y Chile, será retomada por el gobierno del
recién posesionado presidente chileno Sebastián Piñera. De esta manera el proceso de
negociación sigue mostrando un incierto pero esperanzador proceso que rompa con el
enclaustramiento boliviano de más de un siglo.
Durante el 2008, se elaboró la agenda de los trece puntos, con el fin de impulsar
iniciativas que desarrollen la confianza mutua en las relaciones bilaterales de Bolivia y
Chile. La elaboración de la agenda se desarrolló a través de reuniones que incluían a
autoridades de los dos gobiernos involucrados, así como miembros de la sociedad civil.
3) Libre Tránsito
4) Integración Física
5) Complementación Económica
6) Tema Marítimo
9) Seguridad y Defensa
12) Culturas
El documento que explica la doctrina marítima de Chile señala como objetivos políticos
permanentes de Chile: “La preservación de la nación chilena; la conservación y
enriquecimiento de su identidad y patrimonio culturales; la mantención de su
independencia política; la mantención de su soberanía; la mantención de la integridad
del territorio nacional; el logro de un desarrollo económico alto, sostenido y
sustentable; el logro de un desarrollo social acorde con el desarrollo económico, sobre
la base de la capacidad individual e iguales oportunidades para todos; la mantención
de una convivencia ciudadana pacífica y solidaria; así como la proyección internacional
y la mantención de buenas relaciones internacionales”.
Sobre la base de “vencer o morir”, frase acuñada por las Fuerzas Armadas chilenas
durante la guerra del pacífico, se construye la política de defensa chilena que se opone
a la cesión de territorio y soberanía como política institucional y nacional.
Todo debate que incluya la reivindicación marítima, además de ser tratado por las vías
pacíficas y del diálogo deben tomar en cuenta la imposibilidad e inviolabilidad que
Chile sostiene para el acuerdo firmado en el tratado de 1904, que delimita fronteras
entre ambos países.
El 23 de marzo del presente año el presidente Evo Morales anunció que recurrirá a
organismos y tribunales internacionales para recuperar la soberanía marítima. Y la
publicación en la página web de Radio FIDES: “El canciller de Bolivia, David
Choquehuanca informó este domingo en una entrevista con los medios estatales que
no está pidiendo que Chile le regale territorio, sino la restitución de su “cualidad
marítima” y el cumplimiento de todos los compromisos bilaterales.”[21]
El ministro de Defensa de Chile, Andrés Allamand, mencionó: “Quiero hacer ver que la
ciudadanía y los chilenos en particular deben seguir estas iniciativas bolivianas con
total tranquilidad. (…) En primer lugar, es un país que en esta materia actúa unido, es
un país que tiene en su posición todo el amparo del derecho internacional y, por
último, tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en
condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar
adecuadamente la soberanía y la integridad territorial de Chile”[23] publicado en el
periódico La Razón.
12. CONCLUSIONES
Como resultado de la Guerra de Pacífico, Bolivia quedó encerrada sin puerta de salida
al mar, ya que las costas con acceso al pacífico le fueron arrebatadas, primero por la
concesión gratuita e impensada que hizo el ex presidente Mariano Melgarejo a Chile, y
segundo por la invasión de este mismo territorio chileno que empezó con la toma del
puerto de Antofagasta, aquel 14 de febrero de 1879 sin ningún tipo de declaración de
guerra por parte de Chile, y mucho menos de Bolivia.
Con esta invasión y también las posteriores invasiones que tuvo que sufrir Bolivia por
su país vecino de Chile, el gobierno boliviano no vio otra salida necesaria que firmar el
“Pacto de Tregua” que determinaba que el territorio boliviano se convirtiera en
mediterráneo, perdiendo de esta manera aproximadamente 164.000 Km2, de los
cuales 120.000 Km2 corresponden a la Guerra del Pacífico, y 44.000 Km2 son parte del
regalo del gobierno “tristemente célebre” Mariano Melgarejo.
13. BIBLIOGRAFIA
§ PAZ SOLDÁN, Mariano Felipe (1884). Narración histórica de la guerra de Chile contra
el Perú y Bolivia. Buenos Aires: Imprenta y Librería de mayo
§ BASADRE GROHMANN, Jorge (2005). La guerra con Chile, sus orígenes y declaratoria
§ MESA GISBERT Carlos. Historia de Bolivia.3º edición. Editorial Gisbert: La Paz- Bolivia;
1999. 809 páginas.
§ FIGUEROA Mario. Ciencias Sociales. Edición 1996. Editorial Lux: La Paz – Bolivia;
1996. 232 páginas.
§ GIEBEL Florián, Lecciones de Historia de Bolivia, ED. Don Bosco, La Paz- Bolivia, 1991,
P. 304
§ MESA GISBERT Carlos, ET AL, Historia de Bolivia, ED. Gisbert, 7ma edición. La Paz-
Bolivia, 2008, P. 739
§ LOS TIEMPOS, la guerra del pacífico: 23 de marzo de 1879, infomapa didáctico, 23 de
marzo de 2011
§ LA RAZÓN, Suplemento especial, “Las veces que Bolivia pudo volver al pacífico, 23 de
marzo de 2011
§ wikisource.org
http://es.wikisource.org/wiki/Pacto_de_tregua_entre_Bolivia_y_Chile_de_1884
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zanjo-diferendo-maritimo-con-bolivia.shtml
[1] Atlas “Historia de Bolivia”. La Razón – El Nuevo Día. Bolivia: 2004. Pág. 30.
[2] Nociones de geopolítica y geografía limítrofe de Bolivia.
[4] Basadre Grohmann, Jorge (2005). La guerra con Chile, sus orígenes y declaratoria.
[5] Paz Soldán, Mariano Felipe (1884). Narración histórica de la guerra de Chile contra
el Perú y Bolivia. Buenos Aires: Imprenta y Librería de mayo
[6] Mesa Gisbert Carlos. Historia de Bolivia. Tercera edición. Editorial Gisbert: La Paz –
Bolivia; 1999. Pág. 433.
[7] Mesa Gisbert Carlos. Historia de Bolivia. Tercera edición. Editorial Gisbert: La Paz –
Bolivia; 1999. Pág. 437.
[8] Figueroa Mario. Ciencias Sociales. Edición 1996. Editorial Lux: La Paz – Bolivia; 1996.
Pág. 139.
[9] Figueroa Mario. Ciencias Sociales. Edición 1996. Editorial Lux: La Paz – Bolivia; 1996.
Pág. 140.
[10] Sánchez Guzmán Luis Fernando. Soldados por siempre. Colección de La Razón: La
Paz- Bolivia; Pág. 103.
[11] LA RAZÓN, Suplemento especial, “Las veces que Bolivia pudo volver al pacífico
[15] http://es.wikisource.org/wiki/tratado-_de_ancón_entre_perú_y_chile
[17] http://es.wikisource.org/wiki/Pacto_de_tregua_entre_Bolivia_y_Chile_de_1884
[18] LA RAZÓN, Documento, “tratado de paz y amistad entre Chile y Bolivia (1904),
[19] LA RAZON, las veces que Bolivia pudo volver al pacifico, P C-14
[20] http://es.wikisource.org/wiki/Acta_de_Chara%C3%B1a
[21] http://www.noticiasfides.com/politica/canciller-bolivia-pide-restitucion-de-
cualidad-maritima-y-no-regalo-de-territorio-/
[22] http://www.biobiochile.cl/2011/04/03/presidente-pinera-chile-respetara-tratado-
que-zanjo-diferendo-maritimo-con-bolivia.shtml
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19
TEORIA DE MASAS
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Dec
DESARROLLO Y CONSECUENCIA
1898 – 1935
ANTECEDENTES
Como surgió el Liberalismo