Actividad Postinstruccional Rodolfo Corte 8
Actividad Postinstruccional Rodolfo Corte 8
Actividad Postinstruccional Rodolfo Corte 8
Presentado por:
Presentado a:
Maestría en Educación
viii cohorte
Sincelejo
2018
ACTIVIDAD POSTINSTRUCCIONAL
El currículo es la brújula que guía los centros educativos; éste atiende a las
necesidades físicas, cognitivas, y socio culturales del aprendiz, es decir, la escuela tiene la
obligación de preparar el ambiente académico para que este sujeto desarrolle sus
capacidades no solo de forma cognitiva, sino de manera integral. Por lo tanto, la cultura, el
hacer el diseño curricular. De esta manera, se debe propender porque éste sea flexible,
que se pretende en su horizonte institucional queda sólo plasmado en el papel, dado que se
rigen por elementos estandarizados, cuantificables o impuestos de otros contextos que nada
Sincelejo, se identificaron tres problemas que tienen que ver con el currículo, por lo que se
hace necesario caracterizar cada uno de ellos, lo que se puede hacer para transformar dicha
situación teniendo en cuenta las teorías, los enfoques y los niveles del currículo los cuales
los maestros de la I.E San Vicente de Paúl reconocen el modelo desarrollista como su
modelo pedagógico, las estrategias inherentes a éste y el enfoque pedagógico. Sin embargo,
son congruentes con las características propias del modelo y el enfoque establecido en el
práctica.
curricular práctica o procesual como la llama (Lorenzo 1994) que consiste según
Habermas, en:
interactúan con el fin de comprender y dar sentido al medio social y natural. El alumno
institucional como lo llama Jhon I. Goodlad, porque los modelos pedagógicos comprenden
entre el docente y los estudiantes, un intercambio dialéctico entre los conocimientos del
docente y los del educando. De tal forma, se pueda llegar a una síntesis productiva para
ambos y, en consecuencia, que los contenidos sean revisados para lograr un aprendizaje
significativo.
De lo anterior, surge la inevitable y necesaria revisión del constructivismo como
marco teórico que sustenta una práctica pedagógica, donde se plantea la necesaria e
el aprendizaje, así como los demás aspectos vinculados como es el caso de los objetivos,
los contenidos, la metodología misma y por supuesto, las técnicas y recursos, para
(Piaget,Vygotski, Ausubel).
Pero lo paradójico de esto radica en que, a pesar de que se tiene conocimiento sobre
tal situación, los docentes son conscientes de su modelo y las teorías que lo soportan, las
al modelo pedagógico desarrollista con un enfoque práctico y las estrategias definidas para
los planes de clases. No obstante, falta buscarle una solución de fondo, pues, aunque se
estudiantes.
reflexión en la acción, que construya y de construya su práctica y establezca qué debe hacer
para cambiarla por una más efectiva. Por esto, es fundamental que el docente sea un
investigador, que no sólo vea el problema desde fuera, sino desde su quehacer qué está
Otra problemática gira en torno al rediseño del plan de estudio, debido a que faltan
curricular práctica o procesual porque se necesitan criterios de unidad para que no se den
“palos de ciego”. Así pues, cada profesor con un derrotero diferente haciendo lo que a él le
parece que es lo más correcto, inclusive docentes del mismo grado con planeaciones
diferentes. Este problema también se circunscribe dentro del nivel del mesocurrículo ya
que los planes de estudio, grado, asignatura y proyectos pedagógicos tienen su asiento en la
institución, es decir, no vienen de fuera, sino que se estructura y aplica desde y para su
realidad educativa.
Con ello, se puede determinar que es la escuela quien tiene la obligación de
necesidades, intereses de su contexto, así como el tipo de hombre y mujer que pretende
formar.
que constantemente se haga seguimiento continuo y sistemático a éstos por medio de planes
aspecto cognitivo dejando a un lado los aspectos actitudinales y procedimentales que hacen
principios axiológicos, un ser social, la realidad educativa está determinada por los
resultados arrojados por las Pruebas Saber y Saber 11°. De ahí que, se tenga en cuenta los
porcentaje o nivel en las diferentes pruebas internas y externas, dando así cuenta de la
capacidades que van más allá de los números. Es más, al interior del aula de clases
estigmatizamos a estudiantes por sus habilidades cognitivas, sus resultados académicos, por
sus puntajes y los colocamos al final del año lectivo o en los períodos en un “cuadro de
honor” o una valla publicitaria aludiendo a que son los mejores de un determinado grado.
De esta manera, se dejan de lado aquellas nociones, conceptos abstractos que no tienen
patrón de medida, que no son cuantificables y que son al fin y al cabo los que impulsan la
Ante tal panorama, se pierde el sentido de la escuela como tal, que es la formación
personalizada, del individuo en su totalidad, razón por la cual sus metodologías, actividades
y demás deben giran en torno a esta funcionalidad u objetivo. En tal medida, debe haber
coherencia, entre teoría y práctica, que se haga una sistematización de los procesos que se
individuo más humano. Con ello, debe tenerse una concepción diferente de lo que es
de sus agentes educativos. Esto es, que los discentes formen parte de sus procesos
general de aprendizaje, por ello esta ha de ser continua y constante dentro de un currículo
contextualizado.
evaluación como la intención de perfeccionar los procesos educativos y en esto todos son
actores, todos son participantes activos y responsables directos. Los objetivos son hipótesis
como algo separado de los procesos de enseñanza. También arguye que una evaluación
relacionada con el proyecto educativo que se evalúa, ha de ser formativa, debe surgir
Por otra parte, Susana Carena, en su texto: “La Evaluación y sus Potencialidades
Formadoras”, hace referencia al papel que debe tener la evaluación en las instituciones
educativas. Así pues, plantea que ésta debe verse desde la construcción del ser y no como el
de información , si no como un ser social que tiene muchas habilidades y capacidades y que
puede ser y dar más que simples números determinados por un programa tecnológico.
mismo, que es el centro de su historia personal y obra de sus propias decisiones”, es preciso
ser humano y como posibilitador transformador de ese agente social. Por lo que es
necesario cambiar la visión que se tiene de la evaluación, de verla como un castigo, una
actividad que estresa y que determina qué tanto sabes o sabes hacer y no de los procesos
a aprender, sino entes que viven y que tienen sus propias perspectivas de realidad, de ser,
que requieren más que números una oportunidad de direccionar su vida para ser útiles a la
sociedad, ser críticos ante lo que se encuentra a su alrededor y evitar así ser arrastrados por
autónomos y críticos para afrontar los cambios sociales, políticos, culturales y económicos,
así como el consumismo y la alineación de los medios masivos de comunicación. Por ende,
Entonces la evaluación desde este punto de vista está circunscrita dentro del nivel
del microcurrículo, dado que es en el aula donde se gesta, se organiza y se planea, ya sea a
de las potencialidades del individuo que no se pueden cuantificar, pues los procesos,
Así pues, la escuela como espacio formador del ser humano debe poner en juego su
horizonte institucional. Una vez más queda corroborado de que de nada sirve la teoría, sino
evaluación acorde al modelo pedagógico, también en el PEI reza que la evaluación será
permanente, continua y formativa y por último los coordinadores hacen seguimiento a las
capacitaciones, pues éstas han sido a lo largo del quehacer docente el pan de cada día;
cuando se cambia de gobierno, cuando cada uno de ellos viene con su política de turno a
contextos diferentes a la realidad nacional, sino un currículo, unas prácticas sentidas desde
desde escritorios, sino que el docente sea evaluador de su propio accionar, que reflexione
en torno a lo que hace y construya saber pedagógico a partir de lo que vive, aplica, aprende
en su aula de clases.
Referencias Bibliográficas
Chile 1992