Alteraciones Del Sistema Hematologico
Alteraciones Del Sistema Hematologico
Alteraciones Del Sistema Hematologico
Profesor. Bachiller:
La sangre es una mezcla compleja de plasma (su componente líquido), glóbulos blancos,
glóbulos rojos y plaquetas. El cuerpo contiene de 5 a 6 litros de sangre. Una vez que la
sangre es bombeada desde el corazón, tarda de 20 a 30 segundos en hacer un viaje
completo a través de la circulación y volver al corazón.
La sangre realiza una gran variedad de funciones esenciales mientras cirulo por el cuerpo.
Reparte oxigeno y nutrientes esenciales (como grasas, azucares, minerales y vitaminas) a
los tejidos del organismo. Transporta hormonas (mensajeros químicos) para permitir que
diferentes partes del cuerpo se comuniquen entre si también transporta componentes que
combaren infecciones, y otros que sirven para la coagulación de la sangre cuando hay
hemorragia.
Componentes de la sangre
Cuando los glóbulos blancos alcanzan el lugar de una infección, o detectan otro problema
de su competencia, liberan sustancias que atraen a más glóbulos blancos. Cuando el
número de glóbulos blancos es demasiado bajo (leucopenia), es más probable que se
produzca una infección. Un número mayor al normal de glóbulos blancos (leucocitosis)
puede no causar directamente síntomas, pero si ser indicio de algunas enfermedades, tales
como infecciones diversas y leucemia.
Plaquetas: son partículas parecidas a las células, más pequeñas que los glóbulos rojos y
blancos. La cantidad de plaquetas es menor a la de glóbulos rojos, en una proporción de 1
plaqueta por cada 20 glóbulos rojos. Las plaquetas ayudan al proceso de coagulación, ya
que se reúnen donde se produce la hemorragia y se aglutinan formando un tapón que
ayuda a sellar el vaso sanguíneo. Al mismo tiempo, liberan sustancias que favorecen la
coagulación. Cuando la cantidad de plaquetas es muy baja (trombocitopenia), pueden
aparecer hematomas en la piel y hemorragias. Cuando la cantidad de plaquetas es muy
alta (trombocitemia), la sangre puede coagularse excesivamente, lo que puede
desencadenar accidentes cerebrovascular o un ataque cardiaco.
Alteraciones del sistema hematológico
Anemia
Tipos
Anemia por deficiencia de B12: causada por una bajada del número de glóbulos rojos
debido a una falta de esta vitamina.
Anemia por deficiencia de folato: provocada por una disminución en la cantidad de
glóbulos rojos debido a una falta de folato, tipo de vitamina B también denominada ácido
fólico.
Anemia ferropénica: ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad hierro, mineral
que ayuda a producir glóbulos rojos
Anemia por enfermedad crónica: propia de aquellos pacientes que presentan una
enfermedad prolongada catalogada como crónica.
Anemia hemolítica: aquella en la que los glóbulos rojos se destruyen antes de lo previsto,
es decir 120 días.
Anemia aplásica idiopática: afección en la cual la médula ósea no produce suficientes
células sanguíneas.
Anemia megaloblástica: los glóbulos rojos son más grandes de lo normal.
Anemia perniciosa: disminución en los glóbulos rojos que ocurre cuando el intestino no
puede absorber apropiadamente la vitamina b12.
Anemia drepanocítica: enfermedad que se transmite de padres a hijos. Los glóbulos
rojos, que normalmente tienen la forma de un disco, presentan una forma semilunar.
Talasemia: Es un trastorno sanguíneo que se transmite de padres a hijos (hereditario) en
el cual el cuerpo produce una forma anormal de hemoglobina, la proteína en los glóbulos
rojos que transporta el oxígeno. Este trastorno ocasiona la destrucción de grandes
cantidades de los glóbulos rojos, lo cual lleva a que se presente anemia.
Síntomas
Tratamientos
Leucemia
La leucemia es el cáncer de los tejidos que forman la sangre en el organismo, incluso la
médula ósea y el sistema linfático. Existen muchos tipos de leucemia. Algunas formas de
leucemia son más frecuentes en niños y otras tienen lugar, principalmente, en adultos. La
leucemia, por lo general, involucra a los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos son
poderosos combatientes de infecciones; por lo general, crecen y se dividen de manera
organizada, a medida que el cuerpo los necesita. Pero en las personas que tienen
leucemia, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales que no funcionan
correctamente.
Síntomas
Los síntomas de la leucemia varían según el tipo. Los signos y síntomas frecuentes de la
leucemia son los siguientes: Fiebre o escalofríos, Fatiga persistente, debilidad, Infecciones
frecuentes o graves, Pérdida de peso sin proponértelo, Ganglios linfáticos inflamados,
agrandamiento del hígado o del bazo, Tendencia al sangrado y a la formación de
moretones, Sangrados nasales recurrentes, Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia)
Sudoración excesiva, sobre todo por la noche y Dolor o sensibilidad en los huesos
Causas
Los científicos no comprenden con exactitud cuáles son las causas de la leucemia. Al
parecer, se genera a partir de una combinación de factores genéticos y ambientales. En
general, se cree que la leucemia aparece cuando algunas células sanguíneas adquieren
mutaciones en el ADN. Algunas anomalías hacen que la célula crezca y se divida con
mayor rapidez, y que siga viviendo cuando las células normales ya murieron. Con el
tiempo, esas células anormales pueden desplazar a las células sanguíneas sanas de la
médula ósea, lo que disminuye la cantidad de plaquetas, glóbulos blancos y glóbulos rojos
sanos, y causa los signos y síntomas de la leucemia.
Tipos de leucemia: Los tipos más comunes de leucemia son:
Leucemia mieloide aguda: Afecta a las células mieloides y se desarrolla con rapidez. Se
presenta generalmente en personas a partir de los 65 años. Puede afectar, aunque en
menor proporción, a niños y adolescentes.
Leucemia mieloide crónica: Afecta a las células mieloides y, al principio, se desarrolla con
lentitud. Más de la mitad de los pacientes tienen entre 65 años o más, y solo afecta a un
pequeño porcentaje de niños y adolescentes.
Leucemia linfoblástica aguda: Afecta a las células linfoides y se desarrolla con rapidez.
Se presenta fundamentalmente en niños y adolescentes.
Leucemia linfocítica crónica: Afecta a las células linfoides y se desarrolla con lentitud. La
mayoría de los pacientes tienen más de 65 años. Esta enfermedad casi nunca afecta a
niños o a adolescentes.
Diagnóstico
Los médicos pueden descubrir la leucemia crónica en un análisis de sangre de rutina antes
de que comiencen los síntomas. Si eso sucede o si hay signos o síntomas que indican
leucemia, pueden hacer los siguientes exámenes de diagnóstico:
Exploración física. El médico buscará signos físicos de leucemia, como palidez de la piel
por la anemia, ganglios linfáticos inflamados y agrandamiento del hígado y del bazo.
Análisis de sangre. Al observar una muestra de sangre, el médico puede determinar si
tienes niveles anormales de glóbulos rojos, blancos o plaquetas, lo que puede indicar que
tienes leucemia.
Análisis de médula ósea. El médico puede recomendarte que te sometas a un
procedimiento para extraer una muestra de médula ósea del hueso de la cadera. La
médula ósea se extrae con una aguja delgada y larga. La muestra se envía a un laboratorio
para que investiguen la presencia de células de leucemia. Las pruebas especializadas de
las células de leucemia pueden revelar algunas características que se usan para
determinar las opciones de tratamiento.
Tratamiento
Trombocitopenia
Causas:
Muchas enfermedades pueden causar la trombocitopenia.la trombocitopenia puede darse
cuando la medula ósea no produce suficiente plaquetas, como sucede en la leucemia y
algunas anemias.la infección por VIH, el virus que causa el sida, generalmente cursa
trombocitopenia. Las plaquetas pueden quedar atrapadas en un vaso aumentando
aumentando de tamaño, como ocurre en la mielofibrosis y en la enfermedad del gaucher;
con lo que el número de plaquetas en el torrente sanguíneo se reduce. Las transfusiones
importantes de sangre pueden diluir la concentración de plaquetas en la sangre.
Finalmente, el organismo puede utilizar o destruir muchas plaquetas; como ocurren en
muchas enfermedades siendo las 3 más notables la purpura trombocitopenia idiopática, la
purpura trombocitopenia trombotica y el síndrome hemolítico urémico.
Síntomas
Tratamiento
Los pacientes que presentan un recuento muy bajo de plaquetas a menudo son tratados en
un hospital o se les aconseje permanecer en cama para evitar lesiones accidentales.
Cuando la hemorragia es importante, se puede realizar una transfusión de plaquetas. La
trombocitopenia también puede tratarse resolviendo su causa subyacente. La
trombocitopenia causada por un fármaco se suele corregir al suspender su administración.
Trombocitemia
La trombocitemia esencial es un trastorno poco frecuente en el que el cuerpo produce
demasiadas plaquetas en exceso y que conduce a una coagulación anormal de la sangre o
a hemorragias.
Síntomas:
Generalmente, la trombocitemia no produce síntomas. Sin embargo, el exceso de
plaquetas puede dar origen a la formación espontanea de coágulos, los, que bloquean el
flujo sanguíneo a través de los vasos. Las personas mayores con trombocitemia tienes un
mayor riesgo de presentar coágulos que los pacientes menores. Los síntomas son el
resultado de la obstrucción de vasos sanguíneos y pueden incluir hormigueo y otras
sensaciones anormales en las manos y pies, frio en las yemas de los dedos, dolor de
cabeza, debilidad y mareo. Las hemorragias, por lo general leves, pueden producirse en
forma de sangrado nasal o de las encías, fácil formación de hematomas, hemorragias en el
tracto digestivo. El bazo y el hígado pueden agrandarse.
Causas
Tratamiento
La trombocitemia puede requerir tratamiento con algunos fármacos que disminuye la
producción de plaquetas. Estos fármacos incluyen hidroxiurea, anagrelida y alfa interferon.
Por lo general, el tratamiento con uno de estos fármacos se inicia cuando el recuento de
plaquetas es excesivamente alto, o cuando hay complicaciones, como trastornos en la
coagulación y hemorragias.la edad de las personas, otros riegos presentes y una historia
previa de trombosis determinan la necesidad de este tipo de tratamiento. El tratamiento se
continúa hasta que el recuento de plaquetas vuelve a un nivel seguro. También puede
utilizarse aspirina a dosis bajas, que hace que las plaquetas sean menos pegajosas y evita
la formación de coagulos.si el tratamiento no frena lo bastante rápido la producción de
plaquetas , se puede combinar o sustituir por un paquetoferesis, un procedimiento para
situaciones de emergencia en el que se extrae la sangre, se quitan las plaquetas y se
devuelve la sangre a la persona sin las plaquetas.
Policitemia vera
Es un trastorno de las células productoras de sangre en la medula ósea, que causa una
producción excesiva de glóbulos rojos. En la policitemia vera, el exceso de glóbulos rojos
incremente el volumen de la sangre y la vuelve más espesa, haciendo que fluya con menos
facilidad a través de los vasos sanguíneos de menor calibre.
Síntomas
Muchas personas con policitemia vera no tienen signos ni síntomas. Otras pueden
presentar: Picazón, especialmente luego de un baño o una ducha caliente, Dolor de
cabeza, Mareos, Sangrado o hematomas, en general, menores, Debilidad, Fatiga, Visión
borrosa, Sudoración excesiva, Hinchazón dolorosa de una articulación, generalmente el
dedo gordo del pie, Dificultad para respirar, Entumecimiento, hormigueo, ardor o debilidad
en las manos, los pies, los brazos o las piernas, Sensación de saciedad o hinchazón de la
parte superior izquierda del abdomen debido al agrandamiento del bazo, Fiebre y
Adelgazamiento sin causa aparente
Causas
La policitemia vera es un tipo de cáncer de sangre conocido como neoplasia
mieloproliferativa. Aparece cuando la mutación de un gen provoca un problema en la
producción de células sanguíneas. Normalmente, el cuerpo regula la cantidad de células
sanguíneas de cada uno de los tres tipos: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Sin
embargo, con la policitemia vera, la médula ósea produce demasiadas células sanguíneas
de un tipo. Sé cree que la mutación que causa la policitemia vera afecta un interruptor
proteínico que le indica a la célula que debe crecer. Específicamente, es una mutación de
la proteína quinasa Janus 2 (JAK2). La mayoría de las personas que padecen
policitemia vera presenta esta mutación. Se desconoce la causa de esta mutación, pero
generalmente no se hereda.
Diagnóstico
Tratamiento
La policitemia vera es una enfermedad crónica que no tiene cura. El tratamiento se centra
en la reducción de la cantidad de células sanguíneas. En muchos casos, el tratamiento
puede reducir el riesgo de tener complicaciones a partir de la policitemia vera y aliviar los
signos y síntomas. El tratamiento puede comprender:
Extraer sangre de las venas. Por lo general, la primera opción de tratamiento para las
personas que padecen policitemia vera es la extracción de un poco de sangre de las venas
en un procedimiento llamado flebotomía. Esto reduce la cantidad de células sanguíneas y
disminuye el volumen de sangre, lo que hace más fácil su funcionamiento.
Dosis baja de aspirina. El médico puede recomendarte que tomes una dosis baja de
aspirina para reducir el riesgo de que se formen coágulos. Las dosis bajas de aspirina
también podrían ayudar a reducir el ardor en los pies o las manos.
Medicamentos para disminuir las células sanguíneas. Las personas con policitemia
vera que no obtienen resultados con la flebotomía solamente, podrían usar medicamentos,
como la hidroxiurea (Droxia, Hydrea), para inhibir la capacidad de la médula ósea de
producir células sanguíneas.
Medicamentos para destruir las células cancerosas. El ruxolitinib (Jakafi) está aprobado
por la Administración de Alimentos y Medicamentos para tratar a personas con policitemia
vera que no responden a la hidroxiurea o que no pueden tomarla. Ayuda al sistema
inmunitario a destruir las células cancerosas y puede mejorar algunos de los síntomas de la
policitemia vera.
Mielofibrosis
La mielofibrosis por lo general aparece lentamente. En las etapas muy tempranas de esta
enfermedad, muchas personas no experimentan signos ni síntomas. A medida que la
alteración en la producción normal de células sanguíneas va en aumento, los signos y
síntomas pueden ser: Cansancio, debilidad o dificultad para respirar, por lo general debido
a la anemia, Dolor o hinchazón (sensación de estar lleno) debajo de las costillas del lado
izquierdo, debido al agrandamiento del bazo, Tendencia a la formación de hematomas,
Tendencia al sangrado, Sudoración excesiva durante el sueño (sudoración nocturna),
Fiebre y Dolor de huesos
Causas
La mielofibrosis aparece cuando las células madre de la sangre sufren una mutación
genética. Las células madre de la sangre tienen la capacidad de duplicarse y dividirse en
varias células especializadas que conforman la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y
plaquetas. No está claro qué es lo que causa la mutación genética en las células madre de
la sangre. Cuando las células madre mutadas se duplican y se dividen, transmiten la
mutación a las células nuevas. A medida que se crean cada vez más células mutadas,
comienzan a tener efectos graves en la producción sanguínea. El resultado final suele ser
la falta de glóbulos rojos lo que causa la anemia característica de la mielofibrosis y la
superabundancia de glóbulos blancos, con diferentes niveles de plaquetas.
Diagnóstico
Examen físico. El médico realizará un examen físico. Este incluye un control de los signos
vitales, como el pulso y la presión sanguínea, y exámenes de los ganglios linfáticos, el bazo
y el abdomen.
Análisis de sangre. Por lo general, en la mielofibrosis, un hemograma completo muestra
niveles anormalmente bajos de glóbulos rojos, un signo de anemia frecuente en las
personas que sufren la afección. Las cifras de glóbulos blancos y de plaquetas también
suelen ser anormales. Con frecuencia, los niveles de glóbulos blancos son más altos que lo
normal, aunque en algunas personas pueden ser normales o, incluso, estar por debajo de
lo normal. Las cifras de plaquetas pueden ser más altas o más bajas que lo normal.
Examen de médula ósea. La biopsia y la aspiración de médula ósea pueden confirmar el
diagnóstico de mielofibrosis. En una biopsia de médula ósea, se utiliza una aguja para
extraer una muestra de médula ósea sólida del hueso de la cadera. Durante el mismo
procedimiento, se puede utilizar otro tipo de aguja para extraer una muestra de la porción
líquida de la médula ósea. Las muestras se estudian en un laboratorio para determinar la
cantidad y los tipos de células encontradas.
.
Tratamiento
No hay tratamiento disponible que pueda revertir o retrasar de manera permanente la
progresividad de la mielofibrosis. El tratamiento se dirige a retrasar y aliviar las
complicaciones. En casi un tercio de las personas que padecen la mielofibrosis, la
combinación de endrogenos y prednisona aminoran temporalmente la gravedad de la
anemia. En un número reducido de personas, la producción de glóbulos rojos puede ser
estimulada con eritroyetina o darbopoetina, fármacos que estimulan la producción de
glóbulos rojos en la medula ósea. En otras, se requieren transfusiones de sangre para
tratar la anemia. Para las personas que padecen de mielofibrosis, pero que en lo demás
tienen buena salud, el trasplante de medula ósea o de células madres puede considerarse
como opción terapéutica siempre y cuando cuenten con un donante compatible y
apropiado. El trasplante es el único tratamiento disponible que puede curar la mielofibrosis,
pero también tiene riesgos significativos asociados.
Hemofilia
Enfermedad hereditaria que se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre
debido a la falta de uno de los factores que intervienen en ella y que se manifiesta por una
persistencia de las hemorragias.
Causas: Cuando sangra, el cuerpo normalmente reúne células sanguíneas para formar un
coágulo a fin de detener el sangrado. El proceso de coagulación es producido por
determinadas partículas sanguíneas. La hemofilia ocurre cuando presentas deficiencia en
uno de estos factores de coagulación. Existen varios tipos de hemofilia y la mayoría son
heredadas. Sin embargo, alrededor del 30 por ciento de las personas con hemofilia no
tienen antecedentes familiares de este trastorno. En estas personas, ocurre un cambio
imprevisto (mutación espontánea) en uno de los genes asociados con la hemofilia.
Los aspectos más importantes a considerar cuando valoramos un paciente con una
enfermedad hematológica en un conductor son establecer la situación del sujeto en ese
momento con respecto a su enfermedad y la posibilidad de variación que puede tener en
los próximos meses, así como los tratamientos que precisa y que con frecuencia pueden
tener efectos sobre la conducción. Todo ello sin olvidar que en su caso, la conducción
puede ser una actividad necesaria para su equilibrio psicológico.
El diagnóstico de las enfermedades hematológicas con riesgo de trombosis debe ser
urgente, al ser la seguridad vial un aspecto donde puede tener especial repercusión.
El tratamiento anticoagulante, sobre todo en los conductores profesionales, debe ser
rigurosamente controlado para evitar tanto los efectos de una anticoagulación excesiva con
riesgo de hemorragias como escasa con riesgo de trombosis.