Chirix RACISMO
Chirix RACISMO
Chirix RACISMO
publicación de la CEPAL
Informes Anuales
OBSERVATORIO DEMOGRÁFICO
Páginas Selectas
EPAL
cionales
Revista C
Libros institu
Libros de la CEPAL
Publicaciones
de la CEPAL
Cuadernos Estadísticos
Notas de Población
Manuales de la CEPAL
Libros de la CEPAL
Deseo registrarme
www.cepal.org/es/suscripciones
facebook.com/publicacionesdelacepal
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
SEDE SUBREGIONAL EN MÉXICO
La autora agradece el apoyo de Verónica Sajbin, quien con su experiencia sobre políticas públicas le permitió
avanzar en el estudio. Extiende su agradecimiento profundo a las personas entrevistadas por la confianza
brindada: Juana Sotz, Secretaria Ejecutiva del Gabinete de Pueblos Indígenas; Berta Englenton, especialista en
pueblos indígenas, de la SEGEPLAN, y Saríah Acevedo, por sus comentarios y por su estudio-diagnóstico
sobre la institucionalización de la identidad y los derechos de los pueblos indígenas en el organismo ejecutivo.
Finalmente, la autora agradece a Juan Antonio Isaías Tiney Chirix y a Pablo E. Yanes por sus reflexiones
profundas sobre el Estado, el racismo, la pigmentocracia y el movimiento indígena.
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de la autora y pueden no
coincidir con las de la Organización.
La autorización para reproducir total o parcialmente esta obra debe solicitarse a la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), División de Publicaciones y Servicios Web, [email protected].
Los Estados Miembros de las Naciones Unidas y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta obra
sin autorización previa. Solo se les solicita que mencionen la fuente e informen a la CEPAL de tal reproducción.
Índice
Resumen ................................................................................................................................. 5
Abstract ................................................................................................................................. 6
Capítulo I Marco teórico .................................................................................................................... 7
Introducción ................................................................................................................................. 7
1. El racismo como construcción social e histórica y la pigmentocracia.................... 8
2. El racismo como ideología ......................................................................................... 10
3. El racismo en un contexto colonial y el colonialismo............................................. 11
4. El racismo como mecanismo de poder del Estado ................................................. 13
5. El enfoque histórico político del racismo ................................................................. 14
6. Racismo e interseccionalidad .................................................................................... 15
7. Resistencia y racismo .................................................................................................. 16
Capítulo II Breve historia de la clasificación étnico-racial en Guatemala.............................. 19
Introducción ............................................................................................................................... 19
1. Clasificación étnico-racial en Guatemala ................................................................. 19
2. Origen de las identidades étnico-raciales ................................................................ 20
3. La clasificación étnico-racial en la época colonial................................................... 21
4. Sistema de castas ......................................................................................................... 21
5. Origen del concepto e identidad ladina ................................................................... 22
6. Clasificación étnico-racial en la época liberal .......................................................... 24
7. Clasificación étnico-racial y el movimiento indígena ............................................ 25
8. Autoadscripción étnico-racial actual ........................................................................ 26
9. Reflexiones para construir indicadores identitarios............................................... 28
Capítulo III Análisis de políticas e instituciones públicas que trabajan
por pueblos indígenas ....................................................................................................................... 31
Introducción ............................................................................................................................... 31
1. Aplicación de las políticas públicas en un Estado racista ..................................... 31
2. Un Estado racista y su visión colonialista de las políticas hacia
pueblos indígenas ....................................................................................................... 32
3. La institucionalidad creada para pueblos indígenas ............................................. 32
3
CEPAL
4
Resumen
El objetivo de esta investigación es visibilizar los efectos del racismo en términos de desigualdad
en los pueblos indígenas y proponer contenidos de políticas públicas que contribuyan a eliminar
el racismo y cerrar brechas de desigualdad. En este estudio se intenta acercarse a un marco
conceptual interdisciplinario y multidimensional que dé cuenta de los elementos teóricos y
metodológicos que permitan comprender la dinámica y complejidad del racismo institucional y
de la importancia de teorizar el racismo para mostrar los efectos de poder que se concretan en
políticas públicas y en desigualdades económicas, sociales y políticas.
Con base en siete ejes analíticos: 1) el racismo como una construcción social e histórica;
2) el racismo como ideología; 3) el racismo en un contexto colonial y moderno; 4) el racismo
como mecanismo de poder del Estado; 5) el enfoque histórico político del racismo; 6) racismo e
interseccionalidad, y 7) la resistencia y el racismo, se hace un análisis que retoma el conocimiento
teórico interdisciplinario para mostrar la dinámica y complejidad del racismo, así como también
los efectos que produce y que se materializan en desigualdades económicas, políticas y sociales.
Asimismo, se busca que el marco teórico sirva como orientación para plantear políticas públicas
que permitan reducir las brechas de desigualdad.
5
CEPAL
Abstract
This paper aims to make visible the effects of racism in indigenous people in terms of inequality,
and to propose contents of public policies that contribute to eliminate racism and close
inequality gaps. This study intends to approach an interdisciplinary and multidimensional
conceptual framework that accounts for the theoretical and methodological elements that allow
understanding the dynamics and complexity of institutional racism and the importance of
theorizing racism to show the effects of power that are reflected in public policies and economic,
social and political inequalities.
Based on seven analytical axes: 1) racism as a social and historical construction; 2) racism
as an ideology; 3) racism in a colonial and modern context; 4) racism as a mechanism of state
power; 5) the historical political approach to racism; 6) racism and intersectionality, and
7) resistance and racism, the interdisciplinary theoretical knowledge is taken to show the
dynamics and complexity of racism, as well as the effects it produces and which materialize in
economic, political and social inequalities. Likewise, it is intended that the theoretical framework
serve as a reference for proposing public policies that reduce inequality gaps.
6
Capítulo I
Marco teórico
Introducción
Esta investigación tiene como objetivo visibilizar los efectos del racismo en términos de
desigualdad en los pueblos indígenas y proponer contenidos de políticas públicas que
contribuyan a eliminar el racismo y cerrar brechas de desigualdad. Las preguntas principales
que orientaron la investigación son: ¿se puede construir un marco conceptual interdisciplinario
sobre el racismo?, ¿cómo se ha medido y definido a la sociedad guatemalteca a través de la
historia y sus fuentes?, ¿cómo está respondiendo la institucionalidad creada para atender a la
población indígena?, ¿existen condiciones para la implementación de políticas públicas que
erradiquen el racismo y la discriminación?, ¿contribuyen las políticas públicas a eliminar el
racismo?, ¿cuál es la fundamentación de las propuestas de políticas públicas para superar el
racismo y la discriminación?, ¿qué proponen?
En Guatemala se ha venido teorizando sobre el racismo en algunos centros de
investigación 1, en diversas tesis para optar a algún grado académico 2, en congresos académicos
y en instituciones de gobierno de Guatemala 3. Se han hecho aportes sobre el estudio del tema
desde diversas perspectivas e interpretaciones. En este estudio se intenta acercarse a un marco
conceptual interdisciplinario y multidimensional que dé cuenta de los elementos teóricos y
metodológicos para comprender la dinámica y complejidad del racismo institucional y de la
importancia de teorizar el racismo para mostrar los efectos de poder que se concretan en políticas
públicas y en desigualdades económicas, sociales y políticas.
Con el afán de no reducir la definición del racismo, en esta investigación se priorizan
siete ejes analíticos: 1) el racismo como una construcción social e histórica; 2) el racismo como
ideología; 3) el racismo en un contexto colonial y moderno; 4) el racismo como mecanismo de
1 Véanse los estudios de Arenas, Hale y Palma, 2004; Heckt y Palma, 2004; Heckt, 2004; Hale, 2007.
2 Véase el estudio de M. González, 2014.
3 Véase el estudio Diagnóstico del racismo en Guatemala, 2006.
7
CEPAL
poder del Estado; 5) el enfoque histórico político del racismo; 6) racismo e interseccionalidad, y
7) la resistencia y el racismo.
En esta investigación se pretende hacer un análisis que retome, por un lado, el
conocimiento teórico interdisciplinario para mostrar la dinámica y complejidad del racismo, así
como también los efectos que produce y que se materializan en desigualdades económicas,
políticas y sociales. Por el otro, se busca que el marco teórico sirva como orientación para
plantear políticas públicas que permitan reducir las brechas de desigualdad.
4 En este estudio se acude al concepto de raza para identificar y comprender que es un concepto, parte del
lenguaje y expresión europea que se impuso a sociedades dominadas, para justificar la invasión,
colonización, evangelización y la civilización a través de rasgos físicos o biológicos.
8
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
para perpetuarlo; es la muestra brutal de la hostilidad y entre sus efectos psíquicos están la
alteración de la existencia, la angustia, el conflicto, la desvalorización de la persona y del grupo
al que pertenece, la existencia del rechazo y la humillación cotidiana, y los sentimientos de culpa
inculcados por la supuesta “inferioridad” 5.
En esta misma línea, Samá (2009) propone erradicar de manera completa las estructuras
de dominación que han legitimado las relaciones de poder, la opresión y la discriminación a
partir de la experiencia del racismo, partiendo de la experiencia de dependencia, de la pobreza,
de la historia de la esclavitud y la segregación racial para comprender el grito de los oprimidos,
y no entenderlo como extremismo, excentricismo o exageración.
Samá (2009) sugiere repasar la historia para conocer el surgimiento de conceptos como
raza y racismo, cuya utilización ha llevado a la segregación, la exclusión, la creencia de que
existen razas superiores e inferiores y el irrespeto hacia los pueblos invadidos y colonizados.
Insiste en la necesidad de reflexionar acerca de la afirmación del sujeto y del grito de los
colonizados frente a la negación que se manifiesta en las relaciones sociales, a nivel estructural
y macrosocial, pero también en la forma en que se dan las relaciones con la vida cotidiana, con
las demás personas y con el propio cuerpo, la forma de pensar y actuar. La estructura de
dominación en donde descansa el racismo no ha sido erradicada y las instituciones se han
encargado de legitimar, reproducir y mantener las relaciones de poder.
Repasar la historia implica ver el origen del racismo. Martínez (2009) insiste en analizar
la conquista del continente por los europeos porque fue en este momento histórico cuando se
abrió el tema de las relaciones interraciales: “los españoles no sólo conquistaron las tierras, sino
también los cuerpos y los redujeron a categoría de semovientes, llegaron a negar hasta su
condición humana diciendo que no tenían alma” (pág. 216). Luego, crearon la pirámide social
para justificar la explotación racial y la servidumbre. El racismo tiene su origen en la invasión,
ahí se inició la construcción social de las razas, las relaciones interraciales y de las prácticas
raciales que han perdurado hasta nuestros días.
Guerra (2013) aborda la noción de raza como una construcción social creada por el
imperialismo europeo en el siglo XV:
Las diferencias fenotípicas —lo visible— se reconstruyeron de acuerdo con las
relaciones de dominación, que codificaron las diferencias, entre colonizadores y
colonizados, a partir de una supuesta diferencia biológica y hereditaria que ubica
a estos últimos en una categoría natural de inferioridad, legitimando y
justificando el sistema de encomienda, la esclavitud y la servidumbre. Así,
durante la Colonia surge una pigmentocracia que concibe a la raza blanca como
superior a nivel intelectual, conductual y moral (pág. 23).
El racismo se refuerza a partir de la pigmentocracia y el blanqueamiento, elementos de
orden racial que han establecido la segregación y la jerarquía racial. La pigmentocracia es el
establecimiento de una relación de poder que se fundamenta en el color de la piel (y otros rasgos
fenotípicos) para legitimar el dominio de personas de piel blanca sobre personas de piel oscura.
9
CEPAL
Según afirma Martínez (2006), Guatemala se rige por una pigmentocracia encabezada
por las familias que se consideran “blancas” y que son descendientes de colonizadores europeos
que han tomado el control económico y político del país. La blancura se relaciona con el poder,
de ahí que sean pocos los indios o negros que han ocupado puestos políticos importantes o que
sean dueños de empresas (Martínez, 2006). Blanquearse, es decir, considerarse más blanquitos o
canches que otros, es un fenómeno que existe actualmente entre mayas y garífunas.
Durante la Colonia, la sociedad fue dividida en castas de colores y se construyó un
sistema de valoración en donde el color moreno o negro fue caracterizado como suciedad y
oscuridad, por lo que las personas con este tono de piel ocuparon los últimos peldaños de la
estructura social. En oposición, el blanco y lo canche significaron pureza, luminosidad,
creatividad, altura, progreso social. Estas denominaciones inventadas por las clases dominantes
y el poder blanco masculino sirvieron para humillar y subordinar.
El proceso de blanqueamiento consiste en idealizar y perseguir la blancura, práctica
social, política y económica colonizadora que ha sido utilizada en Guatemala con el objetivo de
“mejorar la raza”. El poder blanco masculino utilizó esta práctica para controlar a las mujeres
colonizadas durante la invasión. Posteriormente este proceso se utilizó en las fincas cafetaleras
y en la guerra reciente. El blanqueamiento puede venir desde los colonizados, de manera que
cuando se internaliza la opresión, quienes tienen piel oscura, es decir, los indígenas y los
afrodescendientes, idealizan lo blanco o lo canche con el objetivo de producir descendencia más
blanca, reproducir la supremacía blanca y conseguir ascenso o progreso social.
De acuerdo con González-Ponciano (1999), en Guatemala la prensa contribuyó para
imponer los valores de la supremacía blanca y las normas no escritas que regularon la
pigmentocracia y la movilidad social. Las ideas de la mano dura, la degeneración de la raza y el
tutelaje tuvieron eco y contribuyeron a que una minoría se enriqueciera con el trabajo indígena.
Después de la Revolución de 1944 y bajo el paraguas del indigenismo sobresalieron tres temas
de narrativa racista: 1) El derecho a la destrucción de los indígenas, 2) El turismo para presentar
a Guatemala como un “país de indios” y 3) la conversión del indígena en un elemento más de la
geografía vegetal (González-Ponciano, 1999). Bajo las ideas de la modernización se insistió en la
occidentalización y el blanqueamiento.
Como lo plantea González-Izás (2014), en Guatemala se implementó una serie de
proyectos civilizadores para disciplinar a los pueblos indígenas, concretamente en el proyecto
de modernización capitalista (cafetalero agroexportador). Se promovió la inmigración de
europeos para “blanquear la raza” y modernizar la economía de agroexportación. Los efectos de
esta modernización provocaron las profundas desigualdades sociales y el mantenimiento
del racismo.
10
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
11
CEPAL
reflejada en una conducta o una serie de prácticas discriminatorias hasta llegar a convertirse en
una ideología, pero lo que esconde es un sistema de dominación. En Guatemala las personas
racistas reproducen en lo cotidiano prejuicios y estereotipos que se observan en frases tales como
“los indios son sucios, borrachos y haraganes”, y en asumir que las mujeres indígenas siempre
van a ser sirvientas.
Memmi (citado en Casaús, 1998) define al racismo como “la valoración generalizada y
definitiva de unas diferencias reales, o imaginarias, en provecho del acusador y en detrimento
de su víctima, con el fin de justificar sus privilegios o su agresión” (pág. 19). Según este autor, la
actitud racista comprende cuatro elementos:
a) Insistir en las diferencias reales entre el racista y su víctima.
b) Valorizar estas diferencias en beneficio del racista y en detrimento de su víctima.
c) Esforzarse en llevarlas a lo absoluto, generalizándolas y afirmando que son
definitivas.
d) Legitimar una agresión o un privilegio.
Memmi (citado en Casaús, 1998) afirma que no es siempre la diferencia lo que crea el
racismo, sino que es el racismo el que utiliza la diferencia. Cuando la diferencia biológica o
cultural conduce a una desigualdad económica o política, es decir, a una relación de dominación,
se puede hablar de racismo. En Guatemala esta situación se concreta a través de las injusticias,
de la exclusión, de la mínima inversión pública, de la explotación, de la servidumbre, de la
agresión y la humillación cotidianas, del despojo y la ocupación de territorios, del genocidio y
de procesos de asimilación. Estas realidades siguen vigentes porque el racismo y las
desigualdades se han profundizado.
Memmi (citado en Casaús, 1998) y otros autores como Foucault (1996) abordan el
racismo vinculado al colonialismo. El colonialismo como período histórico no ha sido superado,
se mantiene en el modelo económico y político que algunos prefieren llamar “modernidad” o
“capitalismo neoliberal” para defender la existencia de la “civilización moderna”, el progreso y
el desarrollo.
En el trabajo de Cojtí (1995) se encuentran aportes conceptuales acerca del colonialismo
como doctrina y el colonialismo interno. El autor afirma que el racismo es la doctrina que
legitima la práctica de un pueblo por otro y que recurre a diferentes argumentos como la
inferioridad congénita, el barbarismo y la misión civilizadora para legitimar el expansionismo y
el sometimiento por intereses geopolíticos, nacionales y económicos). En cuanto al colonialismo
interno, Cojtí (1995) afirma que las poblaciones mayas están dominadas por dirigentes mestizos
y criollos a través de varios indicadores, de los que en este documento se mencionarán cinco:
a) La clase dirigente ladina monopoliza el Estado y los organismos ejecutivo, legislativo
y judicial y utiliza esos poderes para oprimir y desmantelar a las naciones mayas.
b) Existe un idioma estatal que es el castellano y una cultura nacional y oficial que es
la criolla-ladina. Los idiomas y las culturas mayas son conceptualizados y tratados
como folclore.
c) Se practica la discriminación y explotación económica del pueblo maya a pesar de
que es el que más aporta en el producto interno bruto, es decir en la riqueza nacional,
pero es el que menos beneficios percibe por su trabajo.
12
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
13
CEPAL
14
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
ideologías que como tales se expanden a todo el campo social formando parte
del imaginario colectivo. Pueden proceder de una clase social, de un grupo étnico
o de un movimiento comunitario; o provenir directamente de las instituciones
del Estado, en cuyo caso hablaremos de racismo de Estado. Puede ocupar
distintos espacios de la sociedad, dependiendo de que la relación de dominación
tenga su origen en una clase, un grupo étnico, un movimiento comunitario o el
Estado (pág. 22).”
La autora afirma que el racismo ha operado como un factor de legitimación de la clase
dominante y ha servido de columna vertebral de la estructura económico-social y política de la
sociedad guatemalteca.
6. Racismo e interseccionalidad
Algunas interrogantes que permiten analizar las identidades son quién soy, de dónde vengo y
adónde voy. Estas preguntas pueden hacerse a nivel colectivo, es decir, se pueden plantear
preguntas tales como quiénes somos, hacia dónde vamos y de dónde venimos. Las respuestas
permitirán identificar diferencias y situar a la diversidad humana con rostros, experiencias e
historias diversas que cuestionen la homogenización construida por el sistema de dominación y
sectores dominantes para reproducir el eurocentrismo y etnocentrismo que justifican la
explotación, la opresión y las injusticias sociales.
Desde la perspectiva de las opresiones, las mujeres mayas de Guatemala han hecho
aportes importantes. Pop (2000) interrelaciona dos opresiones, el racismo y el machismo, y
afirma que el racismo y el machismo son fenómenos usados para mantener privilegios y poder,
ya sean simbólicos o reales y concretos. Estos fenómenos se deben analizar desde las relaciones
de poder a través de los sistemas patriarcal, educativo, socioeconómico, político, religioso,
familia y de pareja. Pop (2000) afirma que es importante analizar de forma paralela los dos
fenómenos, porque las personas y los colectivos defienden una causa, pero oprimen otras
reivindicaciones, es decir, visibilizan una opresión y no analizan las otras opresiones de
manera interseccional.
La preocupación de la autora es cómo analizar y contrarrestar el machismo y el racismo
como opresiones que utilizan mecanismos degradantes y violentos, y ejercen poder (Pop, 2000).
En esta línea de reflexión sobre las opresiones, Velásquez (2004) aborda el racismo y afirma que
es un conjunto de relaciones, estructuras e instituciones sociales que no es solo ideología ni un
comportamiento individual o aislado, sino que es una opresión colectiva y social.
El concepto de interseccionalidad permite mostrar la diversidad de opresiones y
funciona como un mecanismo para resistir a la opresión y la explotación. Crenshaw (2005)
plantea que la interseccionalidad es inherente a toda relación de dominación y que, como
estructura de dominación, impide o debilita las tentativas de resistencia. Debido a la experiencia
de las opresiones, aislamiento e invisibilidad en que viven las mujeres, urge entrecruzar el
análisis del racismo, el sexismo y el clasismo. De acuerdo con esta autora, es crucial visibilizar la
intersección de las diversas relaciones de poder, que se convierten en hilos enredados
productores de la opresión. Además, se necesitan herramientas políticas particulares para luchar
contra estas formas de dominación.
15
CEPAL
7. Resistencia y racismo
Una manera de analizar el concepto de resistencia indígena es a través de los aportes de
González (2001) y Scott (2000). González (2001) plantea que la cultura de la resistencia es una
cultura de liberación y aborda varios elementos para comprender este concepto. Esta autora
afirma que la cultura de la resistencia se manifiesta en todas las esferas de la sociedad y puede
16
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
10 Es importante revisar la visión del Estado, de la Iglesia, de los medios de comunicación, de los criollos y
ladinos conservadores y racistas en relación con la rebelión de los indígenas. Una manera de retener y
descalificar su resistencia es señalarlos de salvajes, incivilizados, revoltosos, gente sin educación,
ingobernables, problemáticos, radicales y conflictivos.
11 Véase E. Chirix, 2013.
17
CEPAL
La resistencia debe venir por distintos espacios sociales. Al respecto, Velásquez (2004)
propone deconstruir las estructuras racistas coloniales, ideológicas, legales y contemporáneas
que se mantienen o se han modificado, invita a ver y cuestionar los círculos de la oligarquía
guatemalteca que están presentes en casi todos los espacios de la vida de ladinos y mestizos,
quienes reproducen diferentes estereotipos raciales principalmente contra las mujeres mayas
por usar indumentaria maya.
Deconstruir el racismo implica evidenciar las diferentes piezas de un complejo
rompecabezas que muestra cómo el racismo opera y oprime en los diferentes niveles e
instituciones (Velásquez, 2004). La naturalización del racismo no ha permitido evidenciar o
reconocer los efectos psicológicos en las personas ni los efectos y las causas económicas, políticas,
ideológicas e históricas del racismo. De ahí la necesidad de cuestionar, de hablar, de romper el
silencio y hacer propuestas individuales y colectivas para construir una vida sin racismo, sin
injusticias ni desigualdades.
18
Capítulo II
Breve historia de la clasificación étnico-racial 12
en Guatemala
Introducción
Para abordar la historia de la clasificación étnico-racial en Guatemala es preciso entender cómo
se ha medido y definido a la sociedad guatemalteca. No se puede comprender la situación
étnico-racial actual si no se comprende el origen y los fundamentos históricos, políticos y
económicos e ideológicos que subyacen a la clasificación de la población. Pero no basta con
acudir a la perspectiva histórica, sino que es necesario vincular el tema de la clasificación étnico-
racial con las relaciones de poder y el sistema de dominación, para comprender los procesos de
colonización, civilización, modernización y blanqueamiento que han sido construidos e
implantados en la sociedad guatemalteca.
12 En esta investigación se unen las dos categorías porque en la historia de la clasificación de las personas se
han utilizado ambas para designar a los pueblos indígenas. La etnia designa a un grupo de personas con
expresiones sociales y culturales históricas como el idioma y la vestimenta. Este concepto ha sido cuestionado
en los últimos años por los indígenas ya que reduce y minimiza a una población que ha sido mayoría en este
país. Se acude al concepto de raza porque la pigmentación de la piel, es decir, el racismo, continúa
utilizándose para clasificar a la población y argumentar las diferencias y desigualdades en Guatemala.
13 Debido a las limitaciones de tiempo no se pudo profundizar en la construcción de las identidades garífuna
y xinka.
14 Véase M. Loveman, 2014.
19
CEPAL
20
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
4. Sistema de castas
En los siglos XVII y XVIII y hasta la Independencia, la corona estableció un sistema de castas
que valoró la proporción de sangre española o la pureza de sangre, lo que dio origen al sistema
de castas. Este sistema originó un sentido jerárquico y aristocrático de las personas y grupos
sociales para justificar la desigualdad, las injusticias y los prejuicios étnico-raciales. El sistema
de castas utilizó a menudo el fenotipo o el color de la piel. Por ejemplo, los españoles y sus
descendientes estaban conscientes de su situación privilegiada, ya que se les otorgaron derechos
legales y sociales, acceso a puestos de poder, escuela y diversas actividades económicas.
La blancura también otorgó honor y orgullo, era una herencia que daba derecho de
superioridad legal frente a los no blancos. En Guatemala habitaban el mulato, el mestizo, el
criollo y el peninsular. Este último grupo gozaban de mayor prestigio y mayor calidad de vida
pues sus miembros no tenían signo de mestizaje o “impureza en la sangre”. La primera
generación de mestizos fue considerada española, de pleno derecho e identificada como
criolla. Casaús (1998) afirma que en la época colonial existieron políticas de segregación,
concretamente dos:
21
CEPAL
22
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
En esta misma línea, Rodas (2004) afirma que el término ladino se comenzó a emplear
hacia finales del siglo XVI y durante todo el XVII. Este término identificaba a indígenas que
habían adquirido ciertos hábitos occidentales —dentro de los que estaba el uso del castellano—
para rearticularse dentro del nuevo esquema social de la Colonia, período en el que la valoración
se asociaba con la capacidad de asociarse eficientemente con la sociedad a través del manejo de
otro idioma. Ello no implica la pérdida de su pertenencia a su colectividad.
Taracena (2004) encontró que en el siglo XVI los llamados indios aladinados pasan a
formar parte del grupo ladino. En el siglo XVIII se crearon las villas de ladinos y ya para este
momento la palabra ladino designaba a habitantes mestizos, españoles, mulatos y negros. Es
importante mencionar que además existieron las villas de mulatos y de negros.
Rodas (2004), por su parte, describe cómo un grupo de herederos de los privilegios de
los conquistadores del siglo XVIII pasaron a formar parte del contingente de población
reconocido como ladino. Según Rodas (2004), este grupo de españoles no fue el único que pasó a
formar parte de los ladinos coloniales, pues también se unieron a este grupo mestizos e indígenas
desarraigados de los pueblos de indios. El significado de la palabra ladino se originó con las
dinámicas de acumulación de tierras e invasión de los suelos comunales de finales del siglo
XVIII, para situar y diferenciar de los indígenas a cierto grupo.
La adscripción étnico-racial en esta época era crucial porque posibilitaba gozar de una
posición social. Los miembros del grupo criollo con cargo de encomenderos usurparon tierras
comunales, intervinieron en las municipalidades, actuaron como enganchadores de mano de
obra y como miembros de las milicias, hechos con los que inició una nueva fase en el proceso de
confrontación con los habitantes indígenas y ladinos de menos recursos (Rodas, 2004).
Rodas (2004) considera que es necesario analizar dichas nociones como modalidades
construidas históricamente, cuyo significado y uso social fue modificándose, y no como
conceptos con contenidos absolutos e inalterables. El término ladino tiene una carga colonialista
y un contenido homogeneizador que fue fabricado desde la república guatemalteca de los
siglos XIX y XX. La identidad ladina se ha construido con una serie de calificativos que refieren
a la posición de una élite en los pueblos y a los funcionarios del Estado guatemalteco a partir del
siglo XIX, y a su apreciación dentro de una escala de valores construida aún dentro del binomio
comunidad/sociedad.
Taracena (2004) afirma que, en los Altos, fueron los ladinos los más interesados en la
transformación del régimen de propiedad colonial, mientras que Smith (2004) aclara que los
ladinos de occidente se establecieron antes de la reforma de Barrios y se convirtieron en la
población dominante en la mayor parte de los centros municipales, por lo que tuvieron escasa
presencia en las áreas rurales donde habitaba la mayoría indígena. Taracena (2004) afirma que
en los discursos y documentos oficiales de los dirigentes conservadores y liberales posteriores a
la independencia, la realidad étnica en Guatemala estaba compuesta por una mayoría indígena
frente a un creciente y amenazador mundo mestizo, una pequeña élite criolla, más un escaso
componente negro (garífuna) en la Costa Atlántica.
El autor señala que durante el período conservador de 1839 a 1871 la ciudadanía fue
oficialmente reducida por razones de orden étnico. Se recreó la política segregacionista de la
época colonial que respondía a las leyes de Indias. Nuevamente el Estado de Guatemala, con su
proyecto conservador de nación, implementó la diferenciación étnica, dividió a la población en
23
CEPAL
una república de indios y en otra de no indios —compuesta por criollos y ladinos—, grupo que
podía acceder a la ciudadanía, mientras los indios debían aceptar ser ciudadanos de segundo
grado. Se prometió la ciudadanía para los blancos mientras los no blancos quedaban
subordinados. Esta segregación favoreció la vida comunitaria de los pueblos indígenas, pero los
marginaba de los asuntos de la conducción del Estado.
24
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
cuando las personas internalizan el blanqueamiento, persiguen esta meta y recurrirán a diversas
herramientas para alcanzar y reproducir la asimilación, la ladinización, la civilización, porque
es mejor ser blanco que indígena o negro.
Finalmente, se puede concluir que el Estado liberal, la clase dominante, las instituciones
dirigidas por ladinos y el proceso de ladinización definieron la clasificación de la sociedad en
esta época.
25
CEPAL
26
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
adoptar y defender el pensamiento del colonialista, y por el otro, está aquella conciencia que se
asume a partir de las raíces históricas e identitarias vinculadas con el ser maya por
reconocimiento ancestral a través de la ascendencia y descendencia maya, xinka y garífuna.
Las instituciones del Estado, las universidades y organismos internacionales todavía no
respetan el criterio de la autoadscripción, tal como se puede constatar en los informes y censos.
En las últimas cuatro décadas, la disminución de habitantes indígenas a nivel oficial ha sido una
constante. Varios estudios 16 indican que la población indígena era más del 50% y en la
actualidad, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2014, calcula un 38,8%. En
este sentido pareciera existir un proceso de etnocidio estadístico, ¿existe acaso una política de
desaparición de los pueblos indígenas? Por otra parte, los medios de comunicación escrita
sustituyen la identidad indígena por la identidad campesina; por ejemplo, es común que
aparezca en la portada del periódico un titular que diga “marcha campesina” en lugar de
“marcha indígena y campesina”.
La autoadscripción étnico-racial de un sujeto a una comunidad o pueblo indígena está
fundamentada en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos
indígenas y tribales que aborda la conciencia de la identidad indígena o tribal. Por lo tanto, la
autoconciencia o la autoadscripción indígena deberá ser el criterio fundamental para determinar
quién o quiénes se identifican como sujetos de una comunidad o pueblo indígena.
Los términos "comunidades indígenas”, "grupos étnicos" o “grupos indígenas”
empleados por la Constitución Política de Guatemala son conceptos antropológicos
colonialistas, con enfoque de etnias para minimizar, con criterios subjetivos legales con visión
tutelar y proteccionista para considerar a estos grupos como menores de edad. A pesar de esta
corriente de pensamiento paternalista, tutelar, segregacionista y minimizador, no debe
descartarse que también posee un enfoque jurídico legal occidental que enfatiza los derechos
individuales, más que los colectivos.
Por esta razón se considera que la "autoconciencia" o la "autoadscripción" del sujeto
individual o colectivo debe ser el criterio determinante para establecer cuándo una persona o un
pueblo es indígena. De esta forma, será persona o colectivo indígena quien o quienes se
autoadscriban y se reconozcan a sí mismos como tales. La Corte Interamericana de Derechos
Humanos observó que la identificación de la comunidad, desde su nombre hasta su
composición, eran un hecho histórico social que hacía parte de su autonomía. Por tanto, la Corte
y el Estado debían limitarse a respetar las determinaciones.
Tomar conciencia de la identidad individual y colectiva implica conocer a través de la
historia un estado de pertenencia, un sentir colectivo que se logra a través de las interrogantes
identitarias, de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos. Asumirse sujetos
individuales y colectivos motiva y obliga a acceder a derechos individuales y colectivos que
suman e integran los derechos políticos, económicos, sociales y culturales.
La autoadscripción es un concepto multidimensional porque captura elementos
subjetivos que se relacionan con la conciencia identitaria, con el reconocimiento y la
autoconciencia de la identidad indígena y forman parte de las necesidades no materiales de la
persona (tanto en su dimensión individual como colectiva). La autoadscripción tiene que ver con
27
CEPAL
28
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
institucional y estructural no solo humilla y agrede los cuerpos de los pueblos indígenas sino
continúa con políticas de exterminio, de etnocidio, de saqueo de recursos y de hambre.
Los planteamientos políticos de fin del siglo XX han sido influidos por interpretaciones
de la teoría antropológica, no cuentan con referencia histórica y hacen énfasis en la existencia de
dos grupos homogéneos y opuestos, los mayas y los no mayas. Esta perspectiva clasificatoria
bipolar no solo simplifica los contextos sociales, sino que impide comprender las dinámicas
sociales. Desde la construcción de la identidad ladino/mestiza, las categorías, no indígena/no
maya, motivan a negar el conocimiento y la identidad individual y colectiva de este grupo social
heterogéneo. La diversidad va más allá del binomio polarizante indígena/no indígena.
Se hace necesario detectar y visibilizar los colectivos más excluidos y describir su
situación. La mayoría de los científicos sociales “han venido equiparando el concepto de mestizo
al de ladino, porque consideraban que correspondía a la modalidad asumida en Guatemala”
(Casaús, 1998, pág. 65). Sin embargo, estos son dos grupos étnicamente diferenciados desde la
Colonia. Los intelectuales crearon, apoyaron y anunciaron proyectos de formación de nación,
cómo ser de modo auténtico y moderno. En esta misma línea, hay intelectuales ladinos y
anglosajones que abordan la categoría de la otredad. Este discurso reproduce el proceso de
civilización para mantener el binomio racial nosotros los civilizados y los otros los incivilizados.
La otredad sigue siendo una categoría europeizante y etnocéntrica.
El término ladino se utiliza actualmente en una forma generalizante y ahistórica y se
vincula con la idea de que existen elementos para identificar bajo este término a un grupo social
homogéneo y hegemónico que posee los mecanismos institucionales del Estado para actuar con
representatividad frente a la imagen de las otras colectividades. La generalización sobre una
imagen ladina encubrió que, detrás del proceso de consolidación del Estado nacional, no se
encontraba —como habitualmente se pretende— una mayoría culturalmente uniforme llamada
ladina, sino una cúpula criolla urbana, seguida por élites pueblerinas de ladinos rurales. El
reconocimiento de la diversidad o la pluralidad de las identidades étnico-raciales, la diversidad
sexual, de género y etarias es importante para combatir los binomios raciales y la
homogenización de las personas porque en la construcción de estas identidades coloniales se
reproduce el racismo y el patriarcado.
La autoidentificación se ha convertido en el método estándar para la recopilación de
datos étnico-raciales porque responde a la perspectiva de derechos que considera que todas las
personas tienen derecho a identificarse como quieran. La autoidentificación sigue siendo el
principal criterio, pero qué pasa en países como Guatemala, en donde el contexto histórico tiene
que ver con genocidio y la criminalización de la lucha indígena, o cuando el proceso de
ladinización cotidiano e institucional ha sido asimilado por los indígenas, o cuando estos viven
constantemente la marginación y la humillación por ser indígenas, o por ser mujeres indígenas
o mujeres garífunas.
Se puede decir que el Estado y las instituciones internacionales a menudo violan el derecho
de autoidentificación mediante la imposición de determinadas preguntas del censo y las categorías
étnico-raciales han obligado a las personas a identificarse con categorías impuestas, o a rechazarlos
porque no se sienten identificadas. ¿Cómo analizamos los formularios de los censos que son
elaborados por personas blancas, mestizas y ladinas que continúan reproduciendo estereotipos
étnico-raciales que invisibilizan, anulan o asimilan a indígenas y afrodescendientes?
29
CEPAL
30
Capítulo III
Análisis de políticas e instituciones públicas que trabajan
por pueblos indígenas
Introducción
Abordar las políticas e instituciones públicas implica analizar algunas interrogantes. ¿Cuál es la
fundamentación analítica de políticas públicas para superar el racismo y la discriminación? ¿Qué
proponen? ¿Pueden las políticas públicas eliminar el racismo? ¿Cómo está respondiendo la
institucionalidad creada para atender a la población indígena? ¿Existen condiciones para la
implementación de políticas públicas que erradiquen el racismo y la discriminación? 17.
17 Para analizar las políticas y las instituciones del Estado se utilizó una metodología cualitativa que incorporó
y valoró la investigación documental, entrevistas a funcionarias de Estado, reuniones colectivas y la
experiencia de Verónica Sajbin Velásquez en el tema de políticas públicas. Asimismo, la investigación
realizada por Saríah Acevedo sobre políticas públicas fue clave en este estudio. Por último, hay que destacar
la presencia mayoritaria de mujeres indígenas que dirigen las instituciones o áreas sobre pueblos indígenas
en comparación con décadas anteriores.
31
CEPAL
criollas/mestizas, han utilizado al Estado de manera planificada y organizada para legitimar sus
poderes y saquear recursos para mantener sus privilegios, reproducir las relaciones de poder
colonial y mentalidad de jerarquías raciales.
La pigmentocracia juega un papel importante en la construcción de un Estado racial
porque a través del color de la piel se establece la idea de la existencia de razas superiores e
inferiores para justificar la exclusión y la explotación a pueblos indígenas y mestizos pobres.
Sobre esta base fue construida en un contexto colonial, una estructura económico-social y
política de alta concentración y despojo de tierras que permitió instalar y legitimar un Estado
racista-oligárquico. Este sistema de dominación ha mantenido relaciones de poder que
privilegian a una minoría y han empobrecido a una mayoría de la población. Actualmente no
solo está vigente el racismo sino también el clasismo, el patriarcado criollo, el ladino-mestizo y
el indígena, el eurocentrismo y el occidentalismo (como modernidad) incrustado en las ideas y
en las prácticas cotidianas a nivel institucional y estructural.
32
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
33
CEPAL
como heterogéneos y diversos en sus demandas. Este enfoque se ha mundializado, camina a la par
de las políticas neoliberales para nombrar a los pobres, indefensos y desamparados. Desde un
escritorio se dicta y se define quiénes son los grupos vulnerables, definición que es reiterada por
las instituciones, la cooperación internacional y los mismos indígenas.
Para visibilizar y valorar a los pueblos indígenas y a las mujeres indígenas en la
estrategia de la SEGEPLAN se parte del principio de equidad. La funcionaria de esta institución
reconoce que “las personas y los pueblos son diferentes y diversos. La noción de equidad es el
principio rector y como estrategia de desarrollo, se convierte en un factor de transformación de
las condiciones y situación de la vulnerabilidad de los grupos históricamente excluidos”
(SEGEPLAN, 2017). Estas diferencias no deben ser fuente de discriminación y exclusión. Lo
mismo ocurre con las relaciones de género, es decir, “toma en cuenta la equidad entre hombres
y mujeres y entre pueblos” (Berta Engleton, 2017).
La SEGEPLAN utiliza la categoría de vulnerabilidad pero además contribuye a
refuncionalizar el modelo de desarrollo neoliberal, acumulativo de la riqueza, concentrador de
la renta e ingreso, oligopólico, destructor de la madre naturaleza, modelo que no se ha
caracterizado por poner a la criatura humana y demás seres en el centro del “desarrollo”, sino
más bien por priorizar las exigencias de los grupos corporativos del país al Estado para legitimar
sus nuevos negocios: proyectos hidroeléctricos, transporte, banca, telecomunicaciones y
seguridad, lo que ha significado para los pueblos indígenas mayor despojo y expoliación20.
La SEGEPLAN registra en su página web 62 políticas. Sobre este dato la funcionaria de
la institución señaló que, de las 62 políticas que están en la página, “hay 43 políticas que toca el
tema 21 de pueblos indígenas 22 de manera transversal” 23 (Berta Engleton, 2017). Al analizar los
20 Véase Gobierno Ancestral Plurinacional de las Naciones Originarias Akateko, Chuj, Popti’, Q’anjob’al
Huehuetenango, 2017.
21 Los funcionarios generalmente recurren a la categoría “tema”, es decir, pueblos indígenas continúa siendo
un tema, en lugar de representarlos como población o sujetos colectivos.
22 Con el objetivo de identificar las categorías que utilizan las instituciones del Estado que hacen referencia a
los pueblos indígenas, se elaboró un cuadro de salida a partir de las políticas públicas vigentes. Las categorías
no se repiten, se escribieron tal como aparecen en los documentos. Y el resultado fue: sectores culturales del
país, equidad cultural, diversidad cultural y étnica, pueblos indígenas, multiculturalidad, educación
bilingüe, interculturalidad, grupos étnicos y pueblos indígenas, culturas y pueblos, contexto pluricultural y
multilingüe, población local, población del sector rural, comunidades, comunidades mayas, personas de
origen étnico, pertinencia cultural, multiculturalidad e interculturalidad, grupos indígenas y ladinos,
población indígena; maya, garífuna, xinka, ladino o mestizo, pertinencia cultural, enfoque intercultural;
multiétnico, multilingüe y pluricultural; grupos étnicos, pueblo ladino; eje transversal: pluricultural;
identidad cultural, pertinencia sociocultural, país multicultural, multilingüe y multiétnico, sistema educativo
intercultural; entorno multilingüe, pertinencia cultural y lingüística, relaciones interétnicas, diferencias
étnicas, diversidad cultural, cosmovisión cultural, conocimiento tradicional, indígenas como grupos
vulnerables, poblaciones mayas, afrodescendientes y xincas, grupos sociales vulnerables, equidad étnica,
diversidad étnico-cultural, bilingüe intercultural; enfoque multi e intercultural; características
sociolingüísticas, personas indígenas, potencialidades étnicas; diversidad sociocultural; pueblos y culturas
guatemaltecas, pueblos mayas, garífuna, xinkas y mestizos; equidad étnica y multicultural, sector indígena,
realidad multiétnica, pluricultural y multilingüe; Estado plural. Entre las categorías generalizadoras están
población guatemalteca, las y los guatemaltecos, productores, ganaderos.
23 ¿Cuál es la metodología para trabajar la transversalidad? Si no existen herramientas metodológicas se
pierden los sujetos colectivos.
34
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
documentos de políticas públicas vigentes en cada una de las instituciones del Estado se
pudieron constatar las múltiples categorías que se utilizan para hacer referencia a los pueblos
indígenas. Así mismo, se pudo observar que las políticas no toman en cuenta la autoadscripción
étnico-racial, no visibilizan al sujeto colectivo y no existe una categoría institucional que
identifique a esta población. La diversidad de categorías (más de 30 términos) muestra la poca
importancia que se le otorga al reconocimiento y la aplicación de la categoría de pueblos
indígenas. El estudio no pudo constatar el logro de los objetivos de cada institución y menos el
presupuesto que se le otorga a pueblos o comunidades.
Las políticas públicas que visibilizan a los pueblos indígenas son la Política Pública para
la Convivencia y la Eliminación del Racismo y la Discriminación Racial que coordina la
Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo contra los Pueblos Indígenas en
Guatemala (CODISRA), la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres,
que coordina la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM), las Políticas Culturales,
Deportivas y Recreativas 2015-2034 del Ministerio de Cultura y Deportes, la Política Nacional
de Comadronas de los Cuatro Pueblos de Guatemala: Maya, Garífuna, Xinca y Mestizo del
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social 24.
En las políticas económicas se generaliza y se hace uso de la identificación “somos
guatemaltecos”. Esta visión tiende a homogeneizar o generalizar a la sociedad guatemalteca, por
lo tanto, invisibiliza a los pueblos y los beneficios no llegan a su destino; por eso es importante
desagregar y desglosar para visibilizar a los pueblos indígenas. Una de las políticas más
completas es la de la SEPREM, que privilegia la categoría de género y desglosa los cuatro
pueblos en su plan de acción.
La SEGEPLAN tiene la responsabilidad de dar asistencia técnica a los planificadores
sobre los lineamientos generales del Plan Nacional de Desarrollo y las políticas a todas las
instituciones del Estado. “La mayoría de las políticas son de Estado. Se dan las instrucciones de
orientación y de esta manera se espera minimizar el racismo y la discriminación” (Berta
Engleton, 2017). A pesar de la formación y orientación institucional, surgen varios problemas en
el proceso de operativizar las políticas:
a) Los funcionarios de Estado tienen la obligación de consultar todas las políticas que
existen por mandato institucional, pero en el proceso de operativizar el plan y los
programas para los pueblos indígenas, los planificadores no acatan las
disposiciones, es decir, no existe una ley que obligue a las instituciones a dar
cumplimiento específico sobre los lineamientos” (Berta Engleton, 2017)
b) Algunos funcionarios que dirigen las instituciones trabajan por voluntad política.
Otros, conscientes de su responsabilidad y su obligación, responden a los
requerimientos, pero existe otro grupo que no acata las indicaciones.
c) Algunos funcionarios no implementan la política porque se quejan de la falta de
presupuesto para ejecutar las políticas. La SEGEPLAN no tiene la facultad de exigir
a las instituciones el cumplimiento de las políticas. Los funcionarios deben entender
que la política o las políticas son mandatos (Berta Engleton, 2017).
35
CEPAL
25 Cada institución es responsable de su propia política. La política orienta a la institución. Hay funcionarios
que entran y desconocen sobre la situación de su política. Para implementar una política se requiere de
algunas condiciones: una institución, la capacidad para ejecutar esa política y tener un ente rector para
monitorearla, y evaluarla. La vigencia de una política es de diez años y se espera que cada diez años se
evalúe, pero hay una contradicción con los planes de gobierno que son cada cuatro años. Por esta razón, los
planes de las políticas se realizan para un período de cuatro años, se evalúan al terminar un gobierno para
identificar avances y qué se puede mejorar. Para medir los avances, existe un batería de indicadores que se
envía a todas las instituciones y ellos deben responder. Esto lo hace la unidad de monitoreo, que elabora el
informe de gobierno.
26 Este es un clasificador presupuestario que pretende orientar el gasto o la inversión que hace el Estado de
Guatemala en mujeres y pueblos indígenas. En la actualidad solo funciona como reporte del gasto.
36
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
¿Cuál es el enfoque institucional que orienta las políticas para pueblos indígenas? Al
hacer un análisis de las políticas, el enfoque que han venido utilizando los gobiernos y las
instituciones del Estado es eminentemente cultural y afirma que los pueblos indígenas tienen
cultura y derechos culturales. Para analizar el enfoque y las políticas implementadas por los
gobiernos después de la firma de los Acuerdos de Paz, se retoman algunas reflexiones de autores
que cuestionan la perspectiva culturalista. Fraser (2008) aborda desde el marco de las
reivindicaciones de la justicia social, la articulación entre redistribución, el reconocimiento y
la representación.
Según Fraser (2008), la reivindicación redistributiva pretende una distribución más justa
de los recursos y la riqueza. La política de reconocimiento consiste en aceptar la diferencia en
lugar de la integración y la asimilación como norma cultural dominante. Afirma que ha existido
un distanciamiento entre la política cultural y la política social y económica. Las injusticias
culturales a menudo están vinculadas con injusticias económicas. De ahí la importancia de
incluir la política de la distribución para integrar en el análisis las relaciones de producción, la
problemática de la explotación, la dominación, la mercantilización y la igualdad económica para
garantizar la justicia.
La política de la distribución analiza las experiencias de injusticia; si existe injusticia es
necesario plantear la política de redistribución y la política de reconocimiento. Fraser (2008)
plantea la necesidad de idear una orientación política programática que pueda integrar la
política de redistribución y la política de reconocimiento. Ahora bien, las reflexiones de Fraser
encajan en sociedades en las que existen minorías étnicas, raciales y sexuales, no así en
sociedades en las que existe una población mayoritaria excluida.
Sin embargo, es importante retomar los conceptos analíticos que pueden orientar las
políticas públicas y las demandas de los pueblos indígenas. Es necesario analizar si hay
representación de los pueblos indígenas en el Estado y en los gobiernos, y qué mecanismos
utilizan los pueblos indígenas para medir la representatividad. Las políticas públicas deben
representar y reconocer a las mayorías étnico-raciales, genéricas y generacionales, es decir, en la
sociedad guatemalteca existe la necesidad de visibilizar y valorar a las poblaciones mayoritarias,
en este caso a los pueblos indígenas, a las mujeres y a la juventud.
En Guatemala los gobiernos no articulan los derechos culturales con los derechos
económicos de los pueblos indígenas. No hay que perder de vista que, de acuerdo con Hale (2004)
los gobiernos que han desarrollado las políticas más extensas de derechos indígenas y
reconocimiento cultural en Latinoamérica son los mismos que han promovido las reformas
económicas neoliberales, lo que ha generado la acumulación, los privilegios, la alienación, la
corrupción, la desigualdad, la expoliación y la expropiación de recursos. En el marco de las
reformas económicas neoliberales, es cierto que se han invertido recursos, pero las acciones se hacen
sin perspectivas, sin llegar a la médula, los resultados son muy pocos (Saríah Acevedo, 2017).
Se han creado políticas para los pueblos indígenas en el marco del modelo neoliberal,
pero los problemas de pobreza, exclusión, ocupación y despojo de tierras continúan debido a
grupos de poder económico, nacional y transnacionales. En vez de eliminar la desigualdad racial
como pretende la retórica multicultural, estas reformas refuerzan o agudizan las jerarquías
raciales. Los gobiernos neoliberales, la oligarquía y otros grupos de poder económico y político
no han modificado las relaciones de poder que existen en el país porque no ha habido una
37
CEPAL
transformación estructural que corte las raíces de las injusticias, de la explotación y las
opresiones históricas y coloniales. Los grupos de poder hegemónico-cleptócratas utilizan al
Estado y al racismo para continuar con procesos de acumulación, basados en privilegios
y despojos.
En esta misma línea de reflexión, la perspectiva interseccional promueve y enfatiza el
cruce de raza, clase y género para resolver las injusticias, las desigualdades y las opresiones.
¿Cómo se puede eliminar la desigualdad racial si un gran porcentaje de la población vive en
pobreza extrema? El enfoque temático de derechos culturales no refleja la situación de pobreza
ni la marginación política que viven los pueblos indígenas y menos aún, la realidad en que
viven las mujeres indígenas. Además, con el enfoque culturalista el Estado mantiene una
economía y política colonial, así como una ideología y prejuicios racistas que se materializan
en palabras y hechos.
Es común escuchar expresiones racistas cotidianas y leerlas en los medios de
comunicación escritos: “son ignorantes, hay que educarlos”; desde una visión paternalista:
“nuestra gente”, “nuestros pueblos”, “nuestros indios”. Desde una visión de minoría: “son
grupos” “son etnias”, “son vulnerables”. También existen pensamientos de desaparición o de
exterminio. En las relaciones cotidianas se escuchan estas expresiones: “Que maten a todos los
indios”, “el proceso de colonización casi aseguraba la desaparición”. Se añade la perspectiva
civilizatoria “ellos son atrasados, tienen que civilizarse” y otros con procesos de asimilación,
indigenismo e integracionismo: “todos somos guatemaltecos” “que se sumen al desarrollo”,
“ellos tienen que volverse ladinos para que sean desarrollados”.
Para mantener la servidumbre es común escuchar: “las marías son sirvientas” 27. A estas
corrientes del pensamiento y prácticas racistas se suman “los indios permitidos” es decir, los que
se adhieren al sistema. Collins (2012) denomina matriz de la opresión a las múltiples opresiones
que se observan al analizar cómo el racismo, junto con el clasismo y los patriarcados, afecta la
vida de los pueblos y las mujeres indígenas.
27 Estas expresiones han sido recolectadas a través de investigaciones y talleres de formación, a través de
periódicos nacionales de algunos columnistas, y finalmente, de experiencias de vida de mujeres indígenas.
38
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
ser públicas y el impacto directo debe perseguir el bienestar de la población para que el resultado
sea la transformación de las relaciones entre el Estado y la sociedad.
¿Qué hacer para que las políticas de los pueblos indígenas logren ser públicas? Las
políticas que aspiran a ser públicas deben estar basadas en el reconocimiento de la igualdad de
los derechos del hombre y de la mujer, en los procesos de participación y de incidencia, y en los
procesos de formulación y toma de decisiones de las políticas. Una política pública no debe
limitarse a una buena formulación, es necesario que el sujeto colectivo participe y que la política
lo asuma y monitoree para lograr el impacto deseado. No hay que devaluar el concepto de
políticas públicas creyendo que cualquier intervención o acción del gobierno tiene la categoría
de política pública y que eso implica una manera de gobernar no solo para las personas, sino
con las personas y pueblos. Implica una lógica de la administración distinta.
En la elaboración de políticas para pueblos indígenas y para mujeres indígenas han
participado personas, grupos y el movimiento indígena para que el Estado y los funcionarios
respondan a las necesidades, a los problemas que les afectan como ciudadanos, como pueblos
con derechos. En esta línea de reconocimiento, es importante valorar las propuestas, los
esfuerzos en la construcción e implementación de políticas públicas para pueblos indígenas, de
funcionarios indígenas y algunos mestizos que han luchado contra corriente, en medio de la
mediocridad, el racismo y la corrupción.
En el pasado y en la actualidad surgen muchas denuncias contra las políticas del Estado
para indígenas. No solo hay críticas contra la corrupción, sino sobre el papel que el Estado racista
sigue reproduciendo, bajo mecanismos de exclusión, de asistencialismo, tutelaje, proteccionismo,
folclorismo, cooptación de indígenas. A estos problemas se suma el cuestionamiento a las
instituciones del Estado que trabajan para los pueblos indígenas porque hasta el momento no
tienen una propuesta de política pública multisectorial para responder a los problemas y
demandas de los pueblos indígenas y mujeres indígenas.
39
CEPAL
respondiera a las circunstancias de ese momento. Para cumplir con esta recomendación, el
Gobierno de Guatemala decreta la aprobación y la implementación de la política en abril de 2014
con el Acuerdo Gubernativo 143-2014 28. En el artículo 2 de este acuerdo se asienta que la Comisión
Presidencial contra la Discriminación y el Racismo contra los Pueblos Indígenas de Guatemala
(CODISRA) será la responsable de articular, coordinar y facilitar el diálogo y las acciones
interinstitucionales para la implementación de la Política Pública para la Convivencia y la
Eliminación del Racismo y la Discriminación Racial y su difusión en la administración pública,
para que las instituciones implementen las acciones dentro del marco de su competencia.
La CODISRA también cuenta con un plan estratégico que abarca desde 2005 hasta 2025,
elaborado con la participación de organizaciones indígenas y de la sociedad civil. Estos
documentos escritos deberían contribuir al trabajo estratégico y operativo de la institución para
elaborar planes de acción y planes de igualdad de oportunidades.
Con respecto a la política de convivencia, es necesario visibilizar un plan a corto,
mediano y largo plazo para poder ejecutar el plan. “Si no se acciona la política de las
instituciones se cae en un activismo, únicamente se quedan con la celebración de, pero no hay
medidas afirmativas concretas que se visibilicen en el desarrollo lo social, económico, político y
cultural de los pueblos” (Berta Engleton, 2017). Sin embargo, la política adolece de un plan de
acción nacional y mientras no se tenga un plan de acción no se puede hablar de un monitoreo
de la política. Se espera que en 2018 se trabaje en el plan de acción y que se tenga un equipo de
personas que lo impulse (Entrevista A).
En la experiencia reciente de la nueva administración de la CODISRA, “hay instituciones
del Estado que están abiertas a conocer CODISRA, hay otras que dicen para qué vamos a
particularizar, si todos somos iguales en Guatemala” (Entrevista A). Actualmente hay buena
comunicación y coordinación con el ente rector de la política de promoción y desarrollo integral
de las mujeres. En esta política existe un eje sobre mujeres indígenas y es aquí donde se genera
la coordinación. Los problemas recurrentes siguen siendo pocos recursos y poco personal.
La CODISRA es parte de este engranaje de institucionalidad pública en el que se crean
comisiones con poco presupuesto y con poca capacidad de incidencia política (Saríah Acevedo,
2017). Ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), la CODISRA es
un ente rector y su función específica es velar por la implementación de la política de
convivencia. No obstante, esta comisión se ha quedado en el acompañamiento a las denuncias
que se convierten solo en número de casos, al grado de ni siquiera otorgar una resolución pública
por las denuncias que reciben.
28 La aprobación de la política bajo el mecanismo de acuerdo gubernativo corre el riesgo de desaparecer porque
no garantiza la institucionalidad a largo plazo, ya que su permanencia depende del gobierno en turno. Lo
recomendable es que la aprobación se realice bajo acuerdo legislativo, pero las políticas y leyes dirigidas a
los pueblos indígenas en el congreso son engavetadas.
40
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
29 El concepto de “ventanilla indígena” debe ser cuestionado, pues pareciera ser un concepto peyorativo y no
debe ser percibido de esta manera porque la creación de las instituciones no ha sido un regalo del Estado ni
de los gobiernos y menos aún de las élites económicas y políticas del país.
41
CEPAL
42
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
en que surgen las instituciones y el concepto que hay detrás de la institucionalidad indígena,
hay un problema de origen.
En el marco de los Acuerdos de Paz y como respuesta a la necesidad de implementar el
Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos indígenas, las instituciones surgen en el
contexto de cooptación del Estado, que no se ha desestructurado por sectores y poderes (Saríah
Acevedo, 2017). Por esta razón, en lugar de las instituciones indígenas se formó una especie de
red de miniinstancias públicas, responsables de la formulación e implementación de diferentes
partes de las políticas públicas para los pueblos indígenas contenidos en los Acuerdos de Paz.
30 Sobre políticas públicas para los pueblos indígenas en Guatemala véanse A. Meetzen (2007) y S. Acevedo (2007).
31 La CIIE está conformada por entidades del Organismo Ejecutivo del Estado de Guatemala. Dentro de sus
objetivos se establecen: a) crear condiciones adecuadas para la atención de las necesidades, intereses y
problemas de los pueblos indígenas, b) sensibilizar y asesorar a funcionarios públicos para que cumplan con
sus funciones establecidas, para que el Estado responda a la naturaleza pluricultural, multiétnica y
multilingüe del país, c) establecer niveles de coordinación para diseñar y ejecutar planes de desarrollo
integral para mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas, d) registrar los avances de las acciones de
las entidades del Estado en la atención de los pueblos indígenas. Líneas estratégicas de coordinación: a)
posicionar a la CIIE como instancia asesora.
32 Véase Tob’nel Tinamit, El rostro maya en la administración del presidente Álvaro Colom, Guatemala, 2009.
33 En su período de gobierno desaparecieron las comisiones de reforma paritaria; se otorgó el mayor número
de concesiones mineras.
43
CEPAL
de gobierno no contempló a los pueblos indígenas, no mostró a los sujetos ni a los pueblos y se
quedó en la pura simbología maya.
Desde el gobierno de Alfonzo Portillo hasta el gobierno de Oscar Berger (2000-2008), se
hicieron algunos cambios formales para dar paso a una incipiente democratización formal pero
el balance de poder no se modificó de manera sustancial. Hubo un limitado alcance de sus
mandatos hacia pueblos indígenas porque las políticas públicas fueron creadas desde la
perspectiva de “minorías étnicas” y no desde el punto de vista de mayoría indígena.
Si Guatemala es un país de mayoría indígena no se puede crear una instancia que vele
por una minoría 34, o que un ministerio resuelva la problemática o el bienestar de una mayoría.
Tampoco es viable crear una secretaría de pueblos indígenas 35 como fue propuesto por el equipo
multidisciplinario del Componente I del Programa de Fortalecimiento de la Presidencia de la
República en el Gobierno de Álvaro Colom 36 (2008-2012).
Con el gobierno de Otto Pérez (2012-2015) la experiencia colectiva y la participación de
los pueblos indígenas se cortó. Lo paradójico fue que se creó el Gabinete de Pueblos Indígenas e
Interculturalidad 37. A partir de este gobierno el presidente elige a “personas de su confianza”,
“se escoge a dedo en los últimos gobiernos” (Saríah Acevedo, 2017). En este gobierno se cerraron
los espacios de discusión, “él dijo; aquí ya no más discurso multicultural e intercultural, aquí
todos somos guatemaltecos” (Saríah Acevedo, 2017). En este período de gobierno la agenda y
las políticas públicas hacia los pueblos indígenas no avanzaron. A nivel político militar, el 4 de
octubre de 2012 se llevó a cabo la primera masacre del ejército contra los indígenas k’iche’ de
Totonicapán tras la firma de la paz. En el marco de la corrupción e impunidad de este gobierno,
se agudizó la pobreza, se criminalizó la lucha de los pueblos indígenas y se cooptó a líderes
indígenas para neutralizar sus demandas y derechos.
En el gobierno de Jimmy Morales (2016) se mantiene el Gabinete de Pueblos Indígenas e
Interculturalidad y queda adscrito a la vicepresidencia de la república, para dar respuesta “a la
necesidad de dar oportunidades para que nuestros pueblos tengan acceso al desarrollo” 38. En
34 Existen países que han creado políticas públicas para atender a minorías como ha ocurrido en Europa. Véase
Casaús y Dávila (2006) sobre la construcción del marco teórico y operativo de las políticas públicas contra el
racismo y la discriminación desde una perspectiva comparada, en donde se analizan algunas acciones
positivas de carácter social que impulsaron tres países europeos para crear un modelo propio de bienestar
que refuerce las estructuras políticas específicas, es decir, para las minorías.
35 Véase el documento sobre la Secretaría de Pueblos Indígenas (SPI), gobierno de Álvaro Colom, 9 de febrero
de 2010.
36 El equipo de consultores expuso la propuesta de Ley para la Creación de la Secretaría de Pueblos Indígenas
a varios líderes y lideresas mayas en un salón del Congreso de la República. La propuesta fue cuestionada
por la visión minimalista del proyecto, que perseguía reducir los pueblos indígenas a una secretaría. La
iniciativa murió ese mismo día.
37 El Gabinete de Pueblos Indígenas e Interculturalidad fue creado por el acuerdo gubernativo 117-2014 para un
período de diez años. Es un organismo consultivo y deliberativo de alto nivel en cuestiones de pueblos
indígenas, integrado por 14 ministerios y las instituciones con mandato específico en los pueblos maya, garífuna
y xinka. Su objetivo es lograr la coordinación del diseño y gestión de acciones y políticas para que los planes,
programas y proyectos gubernamentales atiendan a los pueblos indígenas. El gabinete lo dirige una mujer
kaqchikel, con formación en psicología, quien operativiza su trabajo a través de una agenda. Han tenido una
reunión, y ha quedado inactiva durante varios meses por factores relacionados con la crisis institucional.
38 Extracto del discurso del Presidente de la República.
44
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
los discursos del presidente desaparecen los pueblos indígenas; se reproduce el clientelismo, la
corrupción, la mediocridad, la visión paternalista, militarista y fundamentalista cristiano del
gobierno. En el 2017, por negociación política, la Secretaría Técnica de este gabinete funciona
dentro del Ministerio de Trabajo.
Como se puede observar, existen diversos factores que no favorecen la sostenibilidad de
las instituciones y de las políticas. Entre estos factores están:
i) Las instituciones y políticas indígenas se crean bajo acuerdo gubernativo, que
consiste en una normativa estatal que no sustenta ni se mantiene a largo plazo, es
decir, se crean en una gestión de gobierno y pueden morir con el siguiente gobierno.
ii) Son espacios identificados bajo la figura de unidad de pueblos indígenas o área
indígena.
iii) En lo operativo, algunos ministerios dudan de la implementación de los programas
y optan por una metodología de plan piloto o de un proyecto piloto, que significa
probar si el proyecto funciona o no.
iv) Algunas instituciones públicas realizan acciones de muy bajo impacto sin plan
estratégico o nace la política, pero no se implementa y en un contexto de crisis de
Estado se paralizan las políticas porque no logran tener las condiciones
institucionales para su implementación.
v) Existe una desvinculación entre instituciones del Estado con organizaciones y
comunidades indígenas.
vi) La institucionalidad indígena sigue enfrentando problemas relacionados no solo
con el logro de las políticas públicas. La crisis de Estado continúa siendo un factor
crucial y esto se refleja en la dificultad de la implementación de las políticas. Con el
gobierno de Arzú, el gobierno que firmo la paz aceleró un proceso de destrucción
del Estado. Para iniciar este proceso se reformó la ley del Ejecutivo que desvinculó
la planificación con el presupuesto. Actualmente una institución ejecuta la
planificación los ministerios se encargan del manejo de la inversión, es decir, la
SEGEPLAN se especializó en planificación y el presupuesto se delegó al Ministerio
de Finanzas.
vii) Es necesario dimensionar el logro y el contenido de las políticas en la administración
de justicia. Las denuncias contra el racismo siguen un proceso lento y burocrático,
además, los funcionarios indígenas exigen pruebas para concretar el racismo, aun
cuando no logran o no quieren comprender su complejidad. La agresión racial
aparece algunas veces de manera burda, con un nivel elevado de cinismo y
exclusión, y otras veces de manera sutil, con discursos y hechos ambivalentes. Las
políticas no solo implican lo que se hace sino también lo que se deja de hacer.
viii) Convivimos con un Estado racista, en donde en las instituciones y las relaciones
personales se naturaliza el racismo, los racistas no se reconocen como tales, y
quienes son agredidos racialmente han internalizado el racismo, de manera que les
resulta difícil identificarlo; con su silencio se vuelven cómplices. Así se reproduce y
se mantiene el racismo.
ix) El modelo económico neoliberal, el Estado racista y la oligarquía guatemalteca han
creado desigualdades económicas, sociales y políticas, impunidad y corrupción.
45
CEPAL
46
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
47
Bibliografía
Acevedo, Saríah (2007), Diagnóstico: Institucionalización de la identidad y los derechos de los pueblos
indígenas en el Organismo Ejecutivo 2004-2008, Guatemala.
Arenas Bianchi, Clara, Charles R. Hale y Gustavo Palma Murga (eds.) (2004), ¿Racismo en Guatemala?
Abriendo el debate sobre un tema tabú, Guatemala, Asociación para el Avance de las Ciencias
Sociales en Guatemala (AVANCSO).
AVANCSO (Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales) (2008), “Las políticas del
reconocimiento: una mirada al quehacer institucional y organizacional sobre racismo y
discriminación en Guatemala”, serie Textos para Debate, N° 20, Guatemala, Siglo XXI Editores.
Braconnier, A. I. (2015), Diagnóstico de la Unidad de Asuntos Indígenas del Organismo Judicial de
Guatemala: El acceso a la justicia desde una perspectiva indígena y de género, Guatemala.
Casaús Arzú, Marta Elena (1998), La metamorfosis del racismo en Guatemala, Guatemala, Editorial
Cholsamaj.
(1995), Guatemala: linaje y racismo, Guatemala, Litografía e imprenta LIL, S. A.
Casaús Arzú, Marta Elena y Dávila E. A. (coord.) (2006), Diagnóstico del racismo en Guatemala:
investigación interdisciplinaria y participativa para una política integral por la convivencia y la
eliminación del racismo, proyecto “Sistemas de Apoyo a la presidencia y vicepresidencia de la
República de Guatemala”.
CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala) (2015), “Financiamiento de la
política en Guatemala” [en línea]
https://www.cicig.org/uploads/documents/2015/informe_financiamiento_politicagt.pdf.
CHIRAPAQ (Centro de Culturas Indígenas del Perú) (2007), Salud sexual y reproductiva de mujeres
indígenas, Memoria del diagnóstico participativo del enlace continental de mujeres indígenas
región Sudamérica, Perú.
Chirix, Emma (2013), Cha’akulal, chuq’aib’il, chuqa b’anobäl: Mayab’ ixoqi’ chi ru pam jun kaxlan tza’apatäl
tijonïk, Cuerpos, poderes y políticas: Mujeres mayas en un internado católico, Guatemala, Ediciones
Maya' Na'oj.
(2011), Ru rayb’äl ri qach’akul, Los deseos de nuestro cuerpo, Guatemala.
CODISRA (Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo contra los Pueblos
Indígenas) (2014), Política pública para la convivencia y la eliminación del racismo y la discriminación
racial, Guatemala.
Cojtí, Demetrio. (1995), Ub'anik ri una'ooj uchomab'aal ri maya tinamit, Guatemala, Cholsamaj.
(1994), “Situación de colonialismo interno en Guatemala y Centro América” [en línea]
http://www.cnt-f.org/situacion-de-colonialismo-interno-en-guatemala-y-centro-america.html.
Collins, Patricia H. (2012), “Rasgos distintivos del pensamiento feminista negro”, Feminismos negros.
Una Antología, Mercedes Jabardo (ed.), Madrid, Traficantes de sueños.
49
CEPAL
Comunicado de los 48 cantones de Totonicapán [en línea] [fecha de consulta: mayo de 2015]
https://www.narrativayensayoguatemaltecos.com/otros-textos/comunicado-de-los-48-
cantones-de-totonicapan-29-de-octubre/
Crenshaw, Kimberlé (2005), “Demarginalizing the Intersection of Race and Sex: A Black Feminist
Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theory and Antiracist Politics” [en línea]
https://chicagounbound.uchicago.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1052&context=uclf, University
of Chicago Legal Forum.
Cumes, Aura (2004), "Aquí no hay racismo, aquí hay interculturalidad...", Racismo en Guatemala,
Guatemala, Siglo XXI Editores.
Foucault, Michel (1996), Genealogía del racismo, Argentina, Altamira.
Fraser, Nancy (2008), “Gobierno de Argentina” [en línea] [fecha de consulta: 7 de diciembre de 2017]
http://trabajo.gob.ar/downloads/igualdad/downloads/igualdad/08ago-dic_fraser.pdf
Gobierno Ancestral Plurinacional de las Naciones Originarias Akateko, Chuj, Popti’, Q’anjob’al
(2017), “Payxail Yajaw Konob’ Akateko, Chuj, Popti’, Q’anjob’al”, Guatemala.
González Aróstegui, Mely (2001), “Cultura de la resistencia. Concepciones teóricas y metodológicas
para su estudio” [en línea]
http://assets00.grou.ps/0F2E3C/wysiwyg_files/FilesModule/proyectoestdelarte/20100105204722-
wcrwetzwayziebmtm/Cultura_de_la_resistencia._Concepciones_teA_ricas_y_metodolA_gicas_p
ara_su_estudio_Mely_GonzA_lez_ArA_stegui.pdf, enero-marzo.
González-Izás, Matilde (2014), Modernización capitalista, racismo y violencia (1750-1930), México,
El Colegio de México.
González-Ponciano, José Ramón (1999), “Esas sangres no están limpias: modernidad y pensamiento
civilizatorio en Guatemala, 1954-1977”, ¿Racismo en Guatemala? Abriendo el debate sobre un tema
tabú, Clara Arenas Bianchi, Charles R. Hale y Gustavo Palma Murga, Guatemala, Asociación
para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO).
Guatemala, Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (2014), Plan Nacional de Desarrollo K'atun:
nuestra Guatemala 2032, Guatemala, Serviprensa, S. A.
Guerra-Cunningham, Lucía (2013), La ciudad ajena: Subjetividades de origen mapuche en el espacio urbano,
La Habana, Cuba, Fondo Editorial Casa de las Américas.
Hale, Charles R. (2007), “Más que un indio” Ambivalencia racial y multiculturalismo neoliberal en
Guatemala, Guatemala, Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala
(AVANCSO).
(2004), “El protagonismo indígena, las políticas estatales y el nuevo racismo en la época del 'indio
permitido” [en línea] [fecha de consulta: 24 de diciembre de 2017]
http://www.cedet.edu.ar/Archivos/Bibliotecas_Archivos/id40/hale%20protagonismo%20indige
na.pdf, Centro de Estudios Desarrollo y Territorio. Universidad Nacional de San Martín.
(2004b), El reto de no ser racista... ni víctima del racismo: bases para un trabajo pedagógico contra la
discriminación y el racismo, Guatemala, Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en
Guatemala (AVANCSO).
Heckt, Meike y Gustavo Palma Murga (eds.) (2004), Racismo en Guatemala: de lo políticamente correcto
a la lucha antirracista, Guatemala, Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en
Guatemala (AVANCSO).
Hernández, Rosalva Aída (2008), “Feminismos poscoloniales: reflexiones desde el sur del río Bravo”,
Descolonizando el feminismo: Teorías y prácticas desde los márgenes. L. Suárez, y R. A. Hernández
(eds.), Madrid, Cátedra.
50
Estudio sobre racismo, discriminación y brechas de desigualdad en Guatemala…
INE (Instituto Nacional de Estadística de Guatemala) (2016), Encuesta Nacional de Condiciones de Vida
2014, tomo I, Guatemala.
Jabardo, Mercedes (2012), “Construyendo puentes: en diálogo desde/con el feminismo negro”,
Feminismos negros. Una antología, Mercedes Jabardo (ed.), Madrid, Traficantes de sueños.
Loveman, Mara (2014), National Color Racial Classification and the State in Latin America. Estados Unidos,
Oxford University Press.
Macleod, Morna (2011), Nietas del fuego, creadoras del alba: Luchas político-culturales de mujeres mayas,
Guatemala, Editorial de Ciencias Sociales.
Martínez Heredia, Fernando (2009), “La cuestión racial de Cuba y este número de Caminos”, Caminos.
Revista cubana de pensamiento sociotelógico, La Habana.
Martínez, Nancy E. (2006), “Ladino blanco, garífuna negro. Algunos aspectos del racismo y la
identidad en Livingston, Guatemala”, Dialogando alteridades: identidades y poder en Guatemala, José
Alejos García, México, Universidad Nacional Autónoma de México.
Martínez Furé, Rogelio (2008), “El racismo proteico”, Caminos. Revista cubana de pensamiento
sociotelógico, No. 49, La Habana.
Meentzen, Ángela (2007), Políticas públicas para los pueblos indígenas en América Latina. Los casos de
México, Guatemala, Ecuador, Perú y Bolivia, Perú, Tarea Asociación Gráfica Educativa.
MENMAGUA (Mesa Nacional Maya de Guatemala) (1999), Situación de pobreza del pueblo maya de
Guatemala, Litografía Nawal Wuj.
Munévar, Dora I. (2005), “Interseccionalidad: Una alternativa para vivir en la diversidad” [en línea]
http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Textos&
id=1364&opcion=documento, 2 de agosto.
ODHAG (Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala) (1998), “Informe del
Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI). Guatemala: nunca
más”, Guatemala [en línea] http://www.remhi.org.gt/portal/metodologia-de-investigacion/.
Pop Bol, Amanda (2000), “Racismo y machismo: deshilando la opresión”, Identidad: rostros sin
máscara, Morna Macleod y M. Luisa Cabrera Pérez-Armiñan (comps.), Guatemala.
(1994), “Efectos psíquicos del racismo en el maya q'eqchi y el ladino en Cobán, Alta Verapaz,
Guatemala, Universidad de San Carlos de Guatemala.
Quijano, Aníbal (2014), Cuestiones y horizontes. De la dependencia histórico-estructural a la
colonialidad/descolonialidad del poder, Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO).
Rodas, Isabel (2004), De españoles a ladinos: cambio social y relaciones de parentesco en el altiplano central
colonial guatemalteco, Guatemala, Instituto Centroamericano de Prospectiva e Investigación
(ICAPI).
Sajbin, Verónica M. (2018), “Un censo con sesgo”, La Cuerda. Miradas feministas de la realidad, No. 202,
febrero.
Samá, Izett (2009), “Hacia una mirada inclusiva. Una mirada desde la negritud”, Caminos. Revista
cubana de pensamiento sociotelógico, La Habana.
Scott, James C. (2000), Los dominados y el arte de la resistencia, México, Ediciones Era.
SEGEPLAN (Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia) (2017), “Consolidado de
información para la elaboración de Informes de Estado Derechos de los Pueblos Indígenas y
Afrodescendientes ante mecanismos internacionales de Derechos Humanos. Período 2013-2016”,
Guatemala, fotocopias.
51
CEPAL
52