Diversidad Cultural y Nueva Ciudadania

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

TEMA I: DEFINICIONES.

Ciudadanía: Condición que reconoce a una persona una serie de derechos


políticos y sociales que le permiten intervenir en la política de un país
determinado.

"el derecho constitucional del voto ha constituido para muchas personas la


condición de ciudadanía plena.

También puede definirse como: Conjunto formado por los ciudadanos de una
nación o de un pueblo.

"la ciudadanía local; la ciudadanía de ultramar".

Ciudadano: De la ciudad o sus habitantes, o relacionado con ellos.


"la seguridad ciudadana; la colaboración ciudadana".

Adjetivo/nombre masculino y femenino


[Persona] Que ha nacido o que vive en una ciudad.

Estado: Situación o modo de estar de una persona o cosa, en especial la


situación temporal de las personas o cosas cuya condición está sujeta a cambios.
"estado de ánimo; estado de salud; este televisor está ya en muy mal estado; no
sabemos en qué estado se encuentran las negociaciones".

Comunidad social con una organización política común y un territorio y órganos de


gobierno propios que es soberana e independiente políticamente de otras
comunidades.
"estado argentino".

Nación: Conjunto de personas de un mismo origen étnico que comparten vínculos


históricos, culturales, religiosos, etc., tienen conciencia de pertenecer a un mismo
pueblo o comunidad, y generalmente hablan el mismo idioma y comparten un
territorio.
"la nación judía; la nación india"

Comunidad social con una organización política común y un territorio y órganos de


gobierno propios, que es soberana e independiente políticamente de otras
comunidades.

Nacionalidad: Condición que reconoce a una persona la pertenencia a un estado


o nación, lo que conlleva una serie de derechos y deberes políticos y sociales.
"la nacionalidad se obtiene por nacimiento o por naturalización".

Nación, territorio en el que vive un grupo de personas pertenecientes a una misma


comunidad, constituya o no un estado.
"la Constitución reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que integran la nación española y la solidaridad entre
todas ellas; la caída de prestigio del Imperio facilitó la consolidación de las
monarquías europeas que desembocaron, al final de la Edad Media, en las
modernas nacionalidades".

Patria: País o lugar en el que se ha nacido o al que se pertenece por vínculos


históricos o jurídicos.
"la ciudad imperial de nueva creación mejor conservada es Itálica, patria de
Trajano y de Adriano"
Lugar o comunidad con la que una persona se siente vinculada o identificada por
razones afectivas.
"para él, la patria es la tierra entera"

Soberanía: Autoridad en la que reside el poder político.


"según la Constitución, la soberanía reside en el pueblo; el gobierno ha venido
retrasando al máximo esta iniciativa para conservar amplios márgenes de
actuación y soberanía en materia monetaria"

Gobierno propio de un pueblo o nación en oposición al gobierno impuesto por otro


pueblo o nación.
"las colonias lucharon durante años para conseguir su soberanía".

TEMA II: PENSAMIENTO POLITICO LATINOAMERICANO.

La búsqueda de la identidad a través de la formulación de un discurso propio que


tienda a romper los lazos de las dependencias y la realización histórica de lograr
un Estado integrado de la Nación Latinoamericana , a través de la marcha y lucha
política hacia la unidad, resulta ser el paradigma del pensamiento político
latinoamericano.

La estructuración de las ideas políticas en América Latina no es otra cosa que la


permanente pesquisa por encontrar la identidad y la originalidad de los procesos
políticos. Tradicionalmente se ha indagado acerca de las influencias de las ideas
europeas en los pensadores y hombres de acción latinoamericanos. Es indudable
que el liberalismo -en las guerras de la independencia-, el positivismo -en la
formación de los Estados oligárquicos agrominero exportadores , y las ideas
anarquistas y socialistas -en las luchas sociales del siglo XX- han ejercido
particular gravitación en el discurso político latinoamericano.

El planteamiento de un posible dilema en la metodología de la acción política


latinoamericana, para producir los cambios que las situaciones de pobreza e
injusticia lo requerían: Reforma o Revolución, ha ocupado, también, gran parte de
la reflexión política en las décadas recientes.
Pero de lo que se trata en esta nota, es nuestra preocupación por focalizar,
estudiar e investigar, lo que puede tener de original e identificatorio el pensamiento
político latinoamericano. Porque consideramos que en este "orden" multipolar
naciente e incierto del siglo XXI, el único camino solido es un pensamiento político
de la integración que tenga como finalidad materializar un estado continental
industrial.

Introducción a la teoría critica de las ideas del pensamiento latinoamericano

De acuerdo con la teoría y crítica del pensamiento latinoamericano ha de


tomar como punto de partida la problemática esbozada, relativa a lo que hemos
denominado a priori antropológico. Ella se centra sobre la noción de sujeto y
pretende ser una reflexión acerca del alcance y sentido de las pautas implícitas en
la exigencia fundante de "ponernos para nosotros y valer sencillamente para
nosotros”

La teoría crítica es una obligada estación de paso de todo intento serio de


reflexión sobre la comunicación y la cultura. El aparato conceptual y la
metodología crítica siguen influyendo en la visión interdisciplinaria y el alejamiento
del positivismo de estas ciencias.

A que nos referimos cuando hablamos de Latinoamérica.

El sentido literal del término América Latina, designa a todo país y territorio
de América donde alguna de las lenguas romances sea lengua oficial. Los países
que integran Latinoamérica comparten algunas similitudes culturales, por haber
sido territorios coloniales de España, Portugal y Francia. Está compuesta por 21
países y 7 dependencias.

Que es pensamiento político americano.

Es el conocimiento de obras de vital importancia, pues en ellas se encuentra


impresa la gestación de procesos históricos que han marcado nuestro presente:
los debates en torno de la organización democrática del país, las razones que
sustentaron nuestro andamiaje legislativo, los idearios que dieron nacimiento a
organizaciones y partidos políticos, los complejos caminos que siguen los
pensamientos de las distintas fuerzas sociales y políticas.
IDENTIDAD LATINOAMERICANA.

España, mal llamada la madre patria de muchos de los países de


Latinoamérica incluyendo claramente México, y no obstante países como Belice y
Brasil cuyas casas colonizadores no fue la Española, pero partiendo de este punto
en conflicto, se podría decir que nace la cultura Latinoamericana, sin embargo
antes de la conquista ya existía un cultura como tal, existían núcleos de población
cuyas identidades se les fueron arrebatadas por una cultura dominante una cultura
de llego cambia la forma de actuar y de pensar de los pueblo no solo
latinoamericanos sino de todo el continente, el establecimiento de nuevos
componentes históricos y culturales indígenas que llegaron a conformar la
identidad latinoamericana desde la independencia hasta nuestros días, la calidad
latinoamericana y sus diversos componentes que conforman uno solo el cual.

El momento que la cultura española del siglo XVI al encontrarse con las culturas
indígenas de américa este encuentro ocasiono un choque de poder entre ambas
culturas la primera que poseía un armamento militar , económico y tecnológico
más desarrollada, sin embargo las culturas latinoamericanas que existían poseían
una característica única aunque su desarrollo tecnológico a comparación del otro
lado del mundo su desarrollo era de mismo modo económico y militar existían
ciudad de tamaño de ciudades europeas de mismo núcleo poblacional como
ejemplo ciudades con sistemas económicos, militares y tecnológicos como lo fue
Tenochtitlán en México ciudad ubicada y creada con un sistema de riegos y
distribución encima de un lago, ciudades enclavadas en la cima de montañas con
sistemas de agriculturas únicas en el mundo como lo fue Machu pichi en los Alpes.
El choque de culturas entre la europea y la americana surgió de manera violenta
pero la identidad se puede definir como la mezcla de una y otra o la identidad
propia de eses pueblos, la identidad solo llega a ser un asunto importante cuando
está en crisis, cuando algo que se ha asumido como fijo, coherente y estable es
desplazado por la experiencia de la duda y la certidumbre que esta genera.

La identidad latinoamericana cuyos periodos históricos uno de los primeros antes


mencionados en los años críticos de la conquista y colonización ante en empaje
español los pobladores originales pierden sus creencias, sus poblados y su
libertad su sentido de identidad y un nuevo rol empieza a formarse la construcción
de los pobladores originarios como otro inferior parte de ello los españoles juegan
un rol básico; otro de los periodos que emergen sobre la identidad de los
latinoamericanos es la independencia de los pueblo latinoamericanos tras los 500
años de la corona española, la independencia y la búsqueda de una constitución e
identidad de los estados nacionales del siglo XIX , el impacto de la ilustración y del
pensamiento racional una pauta de la identificación de los factores que buscan la
identidad latina, el tercer periodo de la identidad latinoamericana aparece en
américa latina entre los años de 1914 y 1930 en el contexto de la primera guerra
mundial cuya crisis llego a Latinoamérica con los poseedores terratenientes las
clases medias y obreras establecidas con la identidad latina en materia económica
latinoamericana con la codependencia de países emergentes y en pleno desarrollo
con la crisis económica Latinoamérica hacia los países europeos y EUA, uno de
los últimos periodos sobre la crisis de la búsqueda de identidad latinoamericana
seria en base de los años 70, la crisis de los modelos populistas, el progresivo
estancamiento industrial y la creciente radicación de las clases populares como
consecuencia genero una serie de golpes de estado militar en los países de sur la
cual creó una serie de crisis de la identidad latinoamericana

La mayoría de las sociedades latinoamericanas, por no decir que todas, no están


unificadamente cultural y que a pesar de algunas formas centrales de la
integración de la síntesis de indudable a la cuales diferencias culturales son muy
importantes, como países de importante núcleo indígenas como Perú, Bolivia y
México en estas sociedades plurales existen un grado menor en países
homogéneos como Chile, Argentina y Uruguay. Desde la independencia y las
nuevas repúblicas latinoamericanas y sus clases dominantes intentaron no solo
construir un estado nación y una economía viable, sino también un sentido de
identidad nacional, es de la cual responderá a la cultura nacional que debería ser
construida y que se espera entregar los mejores elementos y tradiciones de sus
culturas étnicas existentes

La idea de una identidad nacional puede hacernos creer que existe una versión
única verdadera de ella que no podría de algún modo determinar con precisión
que lo pertenece o no a ella y que es más o menos compartida por la sociedad, la
idea de la identidad nacional es parte de la construcción de bases o grupos
dominantes de la sociedad de una variedad de comunicaciones, instituciones
educacionales, religiosas y militares, aparatos y el estado.

La concepción histórica de la identidad cultural nos permite llegar a una


compensación de la identidad latinoamericana que no excluya a la mayor parte de
los dos últimos siglos de la historia de América latina ni esconda la diversidad
cultural producida por el encuentro de los americanos y de los europeos.

Las nuevas contribuciones que ha dado a ayudar a dar forma a lo que


Latinoamérica es hoy, o son forma de alineación o transición son nuevos aportes y
transformaciones de gran importancia que debe ser tomada en cuenta si
queremos la identidad latina de la presente el cual tuvo un sustractor religioso,
económico y tecnológico.
EL PROCESO DE CONSTRUCION HISTORICO DEL SUJETO
LATINOAMERICANO.

EL PASADO:

La Historia tradicional latinoamericana, estuvo caracterizada desde sus


inicios, por la dominación, la esclavitud, la explotación y la expoliación. Se veía
América como el paraíso, no para el convivir, sino para la extracción de los
recursos naturales y humanos en forma destructiva para el lar nativo y beneficioso
para la Metrópoli dominadora. En las mismas condiciones se mantuvo el período
colonial latinoamericano donde las distintas culturas aborígenes lucharon en
contra de la penetración extranjera en defensa de sus territorios y modos de vida
inherente a ellos, con la salvedad, de que muchos de los invasores ocupaban los
mejores espacios de las tierras invadidas. En el caso venezolano, asoman
importantes tentativas por cambiar el orden establecido cuando ocurren las
insurrecciones contra: la compañía guipuzcoana, José Leonardo Chirinos, Juan
Francisco de León. Otros alzamientos con características sociales son los dirigidos
por el “Zambo Andresote”, Gual y España, el movimiento de los mantuanos de
1808 y las penetraciones libertarias de Francisco de Miranda.

Así llegamos hasta finales del siglo XX, cuando producto de todas las
políticas contrarias al pueblo van a incidir en el surgimiento de propuestas
transformadoras que conformarán un nuevo mapa político, económico, cultural e
ideológico en el despertar de la nueva Latinoamérica. Así, desde la revolución
cubana, la propuesta del socialismo venezolano, pasando por los cambios que hoy
ocurren en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay. A éstos movimientos se unen
planteamientos con tintes reformistas socializantes como el caso de Brasil,
Argentina, Chile y México destacando en este último país la influencia de los
llamados “Grupos Zapatistas

EL PRESENTE

Los cambios socio históricos latinoamericanos del siglo XX estuvieron


influenciados por los sucesos políticos interpretados por la revolución bolchevique,
cuando insurgieron destituyendo el zarismo y estableciendo el sistema comunista
donde bajo los principios de participación, colectivismo, igualdad, justicia y
equidad, en los repartos productivos, serán los alicientes de los diversos
movimientos sociales que emergen en Suramérica. Siendo la revolución cubana
un ejemplo ilustrativo en el continente americano.
La construcción de un sujeto latinoamericano

Entre los 60 y 70 se levantó con fuerza en Latinoamérica la idea de un


pensar filosófico identitario. Tal movimiento estaba en coincidencia con el alza de
la actividad política revolucionaria que en todo el sur efervescía. Esta filosofía se
declaraba no complaciente, crítica, compartiendo y acompañando el ascenso de
las luchas populares. En gran medida asumía el carácter de una “filosofía de la
liberación” que entre su programa reclamaba la construcción de una sola patria
latinoamericana, considerándose en términos generales “herramienta constante en
la búsqueda de definiciones de nuestras realidades nacionales y sociales ” y en
términos específicos, una filosofía que “tiene como punto de partida la afirmación
de un sujeto plural, concreto, histórico, que parte del auto y héteroreconocimiento
de la dignidad humana como principio y que intenta conocerse así mismo en sus
modos de objetivación y, por tanto, de autenticidad y de alienación” .

Treinta y tantos años después, los medios, con otro sesgo y en un contexto
inimaginable para la pretérita época señalada, traen noticias contradictorias al
respecto. La llamada globalización nos obliga a mirar movimientos de inmigrantes
y borroneas de fronteras, las que disuelven su concretud para dar paso a meta
espacios, redes que conviven con grandes y reales bolsones de atraso y miseria.
Pero también bajo esta impresión, la de vivir una época radicalmente no
homogénea, es que de una manera más confusa, con una fe más económica y
menos utópica se remueve el fantasma de la integración. Alrededor de ese
contexto es que pretendemos mostrar el aporte de la filosofía de Arturo Andrés
Roig, en la cual vemos no-implicados la idea de construcción de una subjetividad
propia con el compromiso por lograrlo: la continuidad crítica del proyecto moderno
con la participación de una filosofía.

Producción del ideario latinoamericano actores colectivos internos y


externos.

Producción de un pueblo temeroso que actualmente se rige por mentalidades


impositivas de aquellos pueblos desarrollados. Es así como éste nuestro hombre
Latino se encierra en la única idea de superación que más que necesaria se
convirtió en forzosa que lo hacen apartarse un poco más de su esencia misma.
Sin embargo no es errónea la idea de llegar a pensar sobre lo que se quiere ser; y
es en éste preciso momento en el cual éste ser reprimido intenta demostrarse ante
el mundo como un hombre completamente sociable el cual intenta manifestarse de
alguna manera ofreciéndose como lo que realmente puede llegar a ser.
A toda ésta manifestación se le agrega las estructuras mismas de la región
latina, la que permite dibujar a éste ser Latino como la esencia misma de su
territorio para así evocar sus propias características: Gracias a la diversidad
geográfica y a la condición climática predominante se puede decir entonces que la
manifestación de éste hombre obedece básicamente a la influencia ejercida por
todos aquellos aspectos territoriales y que según esto y la influencia del trópico
resalta en que éste hombre se muestre como lo que es: sociable por naturaleza
gracias a los diferentes estados climáticos(hombre que se encuentra
generalmente en un clima templado que varía muy poco en sus estados),
geográficos y demográficos (con agrupamiento masivo en las ciudades y con un
promedio joven de edad) que inciden en esto.

También podríamos decir que el latino corresponde a unas creencias por lo


general católicas gracias a los patrones impuestos dada la colonización esto incide
en que el ser latinoamericano obedece a ritos de adoración a la Virgen y defienden
su posicionamiento religioso frente a cualquier cosa, es también por medio de ésta
en donde éste hombre encuentra el sentido del mundo en que habita; también
podríamos decir que en lo político el latinoamericano es aquel hombre guiado por
una social democracia en donde los planteamientos de igualdad y de libertad
prevalecen.

TEMAIII: Ciudadanía en Venezuela.

EL RÉGIMEN DE LA NACIONALIDAD
A pesar de las propuestas por modernizar; el régimen de la nacionalidad, en la
Constitución 1999 no se avanzó mayormente en cuanto a la regulación del jus soli
y del jus sanguinis como elementos determinantes de la nacionalidad, en relación
con el régimen de la Constitución de 1961, los cuales en general, siguen teniendo
una consagración de carácter absoluto.
LA NACIONALIDAD VENEZOLANA ORIGINARIA O POR NACIMIENTO
En el mismo sentido que lo regulado en el artículo 35 de la Constitución de 1961,
el artículo 32 de la Constitución de 1999 establece que son venezolanos por
nacimiento:
 1. Toda persona nacida en territorio de la República.
 2. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano
y madre venezolana por nacimiento.
 3. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano
por nacimiento o madre venezolana por nacimiento, siempre que establezcan
su residencia en el territorio de la República o declaren su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
 4. Toda persona nacida en territorio extranjero de padre venezolano por
naturalización o madre venezolana por naturalización siempre que antes de
cumplir dieciocho años de edad, establezca su residencia en el territorio de la
República y antes de cumplir veinticinco años de edad declare su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
De esta norma, por supuesto, se deduce la permanencia del elemento del jus soli
absoluto, en el sentido de que basta con nacer en el territorio nacional, así sea por
accidente y sin que se establezca jamás algún vínculo con la Nación, para ser
venezolano por nacimiento. No se tomaron en cuenta, por lo demás, los
graves problemas migratorios que se han desarrollado en las últimas décadas, de
latinoamericanos indocumentados, que están afectando el concepto mismo de
nacionalidad venezolana.
Por otra parte, también pertenece el carácter absoluto del jus sanguíneo en cuanto
a los hijos de padre y madre venezolanos por nacimiento nacidos en el extranjero,
que son venezolanos por nacimiento, así no establezcan jamás vínculo alguno con
la Nación.
LA NACIONALIDAD VENEZOLANA DERIVADA O POR NATURALIZACIÓN
En cuanto a la regulación de la nacionalidad venezolana por naturalización, el
régimen de la Constitución de 1999 sigue la orientación de las normas de la
Constitución de 1991, con algunas modificaciones en cuanto a la exigencia
constitucional de al menos 10 años de residencia para obtener la carta de
naturaleza; en cuanto al vínculo de la naturalización derivado del matrimonio, que
ahora no sólo beneficia a la extranjera casada con venezolano sino también al
extranjero casado con venezolana, aun cuando con el agregado de un número de
años de matrimonio para restringir las posibilidades de fraude a la Constitución; y
en cuanto a las facilidades especiales para los naturales de países
latinoamericanos y del Caribe y de España, Portugal e Italia, respecto de los
cuales se reduce el término de residencia para la obtención de la carta de
naturaleza.
En esta forma, el artículo 33 considera que son venezolanos por naturalización:
1. Los extranjeros o extranjeras que obtengan carta de naturaleza. A tal fin
deberán tener domicilio en Venezuela con residencia ininterrumpida de, por lo
menos, diez años, inmediatamente anteriores a la fecha de la respectiva solicitud.
2. El tiempo de residencia se reducirá a cinco años en el caso de aquellos y
aquellas que tuvieren la nacionalidad originaria de España, Portugal, Italia, países
latinoamericanos y del Caribe.
3. Los extranjeros o extranjeras que contraigan matrimonio con venezolano o
venezolana desde que declaren su voluntad de serlo, transcurridos por lo menos
cinco años a partir de la fecha del matrimonio.
4. Los extranjeros o extranjeras menores de edad para la fecha de la
nacionalización del padre o de la madre que ejerza sobre ellos la patria potestad,
siempre que declaren su voluntad de ser venezolanos o Venezolanas antes de
cumplir los veintiún años de edad y hayan residido en Venezuela,
ininterrumpidamente, durante los cinco años anteriores a dicha declaración.
EL PRINCIPIO DE LA DOBLE NACIONALIDAD
Otra innovación constitucional del régimen de la nacionalidad, es el de la admisión
de la doble nacionalidad, es decir, que los venezolanos, sea por nacimiento o por
naturalización, puedan tener otra nacionalidad sin perder la venezolana.
Este principio, consagrado en el artículo 34 al prescribir que "la nacionalidad
venezolana no se pierde al optar o adquirir otra nacionalidad" cambia radicalmente
el régimen anterior, conforme al cual, de acuerdo con el artículo 39 de la
Constitución de 1961, la nacionalidad venezolana se perdía por opción o
adquisición voluntaria de otra nacionalidad.
De acuerdo con el espíritu y propósito del nuevo régimen, por supuesto que para
que se otorgue la nacionalidad venezolana mediante carta naturaleza no podría
exigirse al interesado que renuncie a su nacionalidad de origen, la cual en lo que
concierne a Venezuela puede conservarla conforme al régimen de la misma en el
país de origen. Sobre esto debe señalarse, por último, que al avance
constitucional al permitir la posibilidad de los venezolanos de tener doble
nacionalidad, se restringe en cuanto al ejercicio de cargos públicos al exigir la
Constitución no sólo la nacionalidad originaria, sino como única nacionalidad (art.
41).
LA PÉRDIDA Y RENUNCIA DE LA NACIONALIDAD
La pérdida de la Nacionalidad:
En cuanto a la pérdida de la nacionalidad por acto no voluntario de la persona, es
decir, por acto del Estado, no se admite que los venezolanos por nacimiento
puedan ser privados de su nacionalidad originaria en forma alguna (Art. 35). Por
tanto, no puede el Estado revocar la nacionalidad venezolana por nacimiento.
Sin embargo, en cuanto a la nacionalidad venezolana por naturalización, el
artículo 35 de la Constitución prescribe que puede ser revocada, pero solo
mediante sentencia judicial, de acuerdo con la Ley. Se excluye, por tanto, toda
posibilidad de revocación de la Carta de Naturalización por acto administrativo o
de gobierno.
LA RENUNCIA Y RECUPERACIÓN DE LA NACIONALIDAD
Conforme al artículo 36, se puede renunciar a la nacionalidad venezolana, tanto
por nacimiento como por naturalización.
Ahora bien, quien renuncie a la nacionalidad venezolana por nacimiento puede
recuperarla, pero siempre que se domicilie en el territorio de la República por un
lapso no menor de dos años y manifieste su voluntad de recuperar la nacionalidad.
En cuanto a los venezolanos por naturalización que renuncien a la nacionalidad
venezolana también pueden recuperarla pero cumpliendo nuevamente con los
requisitos exigidos en el artículo 33 de la Constitución, para la obtención de la
carta de naturaleza.
EL RÉGIMEN LEGAL DE LA NACIONALIDAD
El régimen legal de la nacionalidad debe regularse en una legislación especial, la
cual nunca se dictó en desarrollo de la Constitución de 1961, y además puede ser
objeto de Tratados Internacionales.
En tal sentido, el artículo 37 establece que el Estado promoverá la celebración de
tratados internacionales en materia de nacionalidad, especialmente con los
Estados fronterizos y, en general, con los latinoamericanos, del Caribe, España,
Portugal e Italia (Art. 33, Ord. 2).
Por su parte, en la misma orientación del artículo 41 de la Constitución de 1961, el
artículo 38 de la Constitución de 1999, remite a la ley para que dicte de
conformidad con las disposiciones de la Constitución, las normas sustantivas y
procesales relacionadas con la adquisición, opción, renuncia y recuperación de la
nacionalidad venezolana, así como con la revocación y nulidad de la
naturalización.
EL RÉGIMEN DE LA CIUDADANÍA
A. El ciudadano
La ciudadanía es el vínculo político que se establece entre una persona y el
Estado, que le permite participar en el sistema político. Por ello, el ciudadano es
esencialmente el venezolano.
De allí lo indicado en el artículo 39 de la Constitución, cuyo texto es una
innovación en relación a lo que establecía la Constitución de 1961, así:
"Los venezolanos y venezolanas que no estén sujetos o sujetas a inhabilitación
política ni a interdicción civil, y en las condiciones de edad previstas en esta
Constitución, ejercen la ciudadanía y, en consecuencia, son titulares de derechos
y deberes políticos de acuerdo con esta Constitución".
La condición (le ciudadano, por tanto corresponde a los venezolanos hábiles en
derecho, no sujetos a interdicción civil ni a inhabilitación política (como pena
accesoria a la pena principal en el campo penal) y, por supuesto, en las
condiciones de edad previstas en la Constitución, que no son uniformes. Por
ejemplo, para ejercer el derecho al sufragio basta ser mayor de 18 años (Art. 64),
pero para ser Gobernador se requiere ser mayor de 25 años (Art. 160), para ser
Diputado a la Asamblea Nacional y legislador estadal se requiere ser mayor de 21
años (Arts. 1 88 y 162), para ser Alcalde se requiere ser mayor de 25 años (Art.
174), para ser Presidente y Vicepresidente de la República se requiere ser mayor
de 30 años (Arts. 227 y 238), al igual que para ser Defensor del Pueblo (Art. 280) y
Contralor General de la República (Art. 288); y para ser Ministro se requiere ser
mayor de 25 años (Art. 244).
Asimismo, en cuanto a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (Art.
263), al Procurador General de la República (Art. 249) y al Fiscal General de la
República (Art. 284) la Constitución exige, al menos tener 35 años, lo que deriva
de las condiciones que regula para ejercer dichos cargos.
Los derechos políticos y los ciudadanos
EL RÉGIMEN GENERAL
La consecuencia de regular expresamente en la Constitución a la ciudadanía, es
la reserva que hace el artículo 40, de los derechos políticos como privativos de los
venezolanos, salvo las excepciones establecidas en la Constitución; las cuales se
refieren sólo a la posibilidad, para los extranjeros, de votar en las elecciones
locales (Art. 64).
LA IGUALDAD ENTRE VENEZOLANOS POR NACIMIENTO Y
NATURALIZACIÓN
Del artículo 40 también deriva el principio constitucional de la igualdad entre
venezolanos por nacimiento y venezolanos por naturalización en cuanto al
ejercicio de los derechos políticos, "con las excepciones establecidas en la
Constitución".
LAS EXCEPCIONES
Estas excepciones, en general, se establecen en el artículo 41 que dispone que
sólo los venezolanos por nacimiento y sin otra nacionalidad, podrán ejercer los
cargos de Presidente de la República, Vicepresidente Ejecutivo, Presidente y
Vicepresidentes de la Asamblea Nacional, Magistrados del Tribunal Supremo de
Justicia, Presidente del Consejo Nacional Electoral, Procurador General de la
República, Contralor General de la República, Fiscal General de la República,
Defensor del Pueblo, Ministros de los despachos relacionados con la seguridad de
la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores y Alcaldes de los
Estados y Municipios fronterizos y aquellos contemplados en la Ley Orgánica de
la Fuerza Armada Nacional.
Por otra parte, para ejercer los cargos de Diputado a la Asamblea Nacional,
Ministro, Gobernadores y Alcaldes de Estados y Municipios no fronterizos, la
Constitución exige que los venezolanos por naturalización deban tener domicilio
con residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince años y cumplir
los requisitos de aptitud previstos en la ley (Art. 41).
LA EQUIPARACIÓN ABSOLUTA EN CUÁNTO A LOS VENEZOLANOS
Las excepciones antes indicadas que afectan a los venezolanos por
naturalización, sin embargo, desaparecen en el supuesto regulado en el artículo
40, equivalente al artículo 45 de la Constitución de 1961, que establece que:
"Gozan de los mismos derechos de los venezolanos y venezolanas por
naturalización los venezolanos y venezolanas por nacimiento que hubieren
ingresado al país antes de cumplir los siete años de edad y residido en él
permanentemente hasta alcanzar la mayoridad".
El derecho de asilo y la extradición
Un derecho político que afecta particularmente el estatuto de las personas, es el
régimen del derecho de asilo y la extradición.
A. El derecho de asilo
En cuanto al derecho de asilo, el artículo 69 de la Constitución dispone que "La
República Bolivariana de Venezuela reconoce y garantiza el derecho de asilo y
refugio".
En relación con esta norma, debe señalarse, por una parte, que se abandonó
inexplicablemente la vinculación del derecho de asilo a la persecución política, que
es el fundamento histórico y tradicional de ese derecho. Por ello, el artículo 116 de
la Constitución de 1961 disponía que:
"La República reconoce el asilo a favor de cualquier persona que sea objeto de
persecución o se halle en peligro, por motivos políticos, en las condiciones y con
los requisitos establecidos por las leyes y las normas del derecho internacional".
Ahora, conforme al artículo 69 de la Constitución de 1999, el asilo quedó
consagrado sin referencia alguna a la persecución por motivos políticos o por la
comisión de delitos comunes conexos con delitos políticos, lo que podría abrir la
vía al otorgamiento del asilo por cualquier causa. Sin embargo, la ubicación de la
norma en el capítulo de los derechos políticos, como lo propusimos formalmente la
vincula con el tema político.
De la nacionalidad y de la ciudadanía
Artículo 32. — Son venezolanos y venezolanas por nacimiento:
1. Toda persona nacida en territorio de la República.
2. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre y venezolano
por nacimiento y madre venezolana por nacimiento.
3. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano por
nacimiento o madre venezolana por nacimiento, siempre que establezcan su
residencia en el territorio de la República declare su voluntad de acogerse a la
nacionalidad venezolana.
4. Toda persona nacida en territorio extranjero de padre venezolano por
naturalización o madre venezolana por naturalización, siempre que antes de
cumplir dieciocho años de edad establezca su residencia en el territorio de la
República y antes de cumplir veinticinco años de edad declare su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
Artículo 33. — Son venezolanos y venezolanas por naturalización:
1. Los extranjeros o extranjeras que obtengan carta de naturaleza. A tal fin,
deberán tener domicilio en Venezuela con residencia ininterrumpida de, por lo
menos, diez años inmediatamente anteriores a la fecha de la respectiva solicitud.
El tiempo de residencia se reducirá a cinco años en el caso de aquellos y aquellas
que tuvieren la nacionalidad originaria de España, Portugal, Italia, países
latinoamericanos y del Caribe.
2. Los extranjeros o extranjeras que contraigan matrimonio con venezolanas o
venezolanos desde que declaren su voluntad de serlo.
El artículo 25 hace responsables a los funcionarios por los daños causados según
hemos visto. El presente artículo extiende la responsabilidad al Estado por todas
aquellas violaciones de los derechos humanos que realicen sus funcionarios. La
indemnización que habrá de pagarse beneficia también a los herederos.
Este artículo tiene relación con el 51 con la diferencia de que se refiere a los
derechos humanos y a los organismos internacionales, mientras que el 51 se
refiere a los derechos en general y a las autoridades nacionales.
El artículo 281 da derecho a quien haya sido atropellado por las autoridades a
acudir directamente al Defensor del Pueblo. Transcurridos por lo menos cinco
años a partir de la fecha del matrimonio.
3. Los extranjeros o extranjeras menores de edad para la fecha de la
naturalización del padre o de la madre que ejerza sobre ellos la patria potestad,
siempre que declaren su voluntad de ser venezolanos o venezolanas antes de
cumplir los veintiún años de edad y hayan residido en Venezuela,
ininterrumpidamente, durante los cinco años anteriores a dicha declaración.
Artículo 34. La nacionalidad venezolana no se pierde al optar o adquirir otra
nacionalidad.
Artículo 35. — Los venezolanos y venezolanas por nacimiento no podrán ser
privados o privadas de su nacionalidad. La nacionalidad venezolana por
naturalización sólo podrá ser revocada mediante sentencia judicial, de acuerdo
con la ley.
Artículo 36. — Se puede renunciar a la nacionalidad venezolana. Quien renuncie a
la nacionalidad venezolana por nacimiento puede recuperarla si se domicilia en el
territorio de la República por un lapso no menor de dos años y manifiesta su
voluntad de hacerlo. Los venezolanos y venezolanas por naturalización que
renuncien a la nacionalidad venezolana podrán recuperarla cumpliendo
nuevamente con los requisitos exigidos en el artículo 33 de esta Constitución.
Artículo 37. — El Estado promoverá La celebración de tratados internacionales es
en materia de nacionalidad, especialmente con los Estados fronterizos y los
señalados en el numeral 1 del artículo 33 de esta Constitución.
Artículo 38. — La ley dictará, de conformidad con las disposiciones anteriores, las
normas sustantivas y procesales relacionadas con la adquisición, opción, renuncia
y recuperación de la nacionalidad venezolana, así como con la revocación y
nulidad de la naturalización.
DE LA CIUDADANÍA
Artículo 32. — Los venezolanos y venezolanas que no estén sujetos o sujetas a
inhabilitación política ni a interdicción civil, y en las condiciones de edad previstas
en esta Constitución, ejercen la ciudadanía; en consecuencia, son titulares de
derechos y deberes políticos de acuerdo con esta Constitución [39].
Artículo 40. — Los derechos políticos son privativos de los venezolanos y
venezolanas, salvo las excepciones establecidas en esta Constitución.
Gozan de los mismos derechos de los venezolanos y venezolanas por nacimiento
los venezolanos y venezolanas por naturalización que hubieren ingresado al país
antes de cumplir los siete años de edad y residido en él permanentemente hasta
alcanzar la mayoridad.
Artículo 41. — Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra
nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la
República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o
Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional,
magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o
Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de
la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la
República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los
despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas,
educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados
y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la
Fuerza Armada Nacional.
Para ejercer los cargos de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional,
Ministros o Ministras; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de
Estados y Municipios no fronterizos, los venezolanos y venezolanas por
naturalización deben tener domicilio con residencia ininterrumpida en Venezuela
no menor de quince años y cumplir los requisitos de aptitud previstos en la ley.
Artículo 42. — Quien pierda o renuncie a la nacionalidad pierde la ciudadanía. El
ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser
suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley.

TEMA IV: ENFOQUE ETNICO Y DE GENERO

Etnias: Los pueblos originarios de Venezuela son grupos que en la actualidad


conforman aproximadamente el 2,9 % de la población. Sin embargo, la población
venezolana en general tiene en su composición genética una
contribución amerindia entre un 23% y 25 % del total. Son por lo menos 34 etnias
que mantienen culturas totalmente limpias y originarias de la región, que no se
vieron afectadas por la conquista y asimilación española durante la época de
colonización.
Según el censo de 2011, la mayoría se hallan en zonas de los estados
de Zulia (61,2 %), Amazonas (10,5 %), Bolívar (7,5 %), Delta
Amacuro (5,7 %), Anzoátegui (4,7 %), Sucre (3,1 %), Monagas (2,5 %)
y Apure (1,6 %).1
Estos grupos además, se encuentran también compartidos con Colombia, Brasil y
Guyana.
Con respecto al nombre de Venezuela, Alarico Gómez aclara lo siguiente:
El nombre Veneci-uela aparece impreso por primera vez en el Mapamundi de
Juan de La Cosa (1500) y fue escrito de acuerdo a su fonética. A este aspecto se
refirió el padre Giovanni Bottero (1598) en su obra Relaciones Universales del
Mundo y en 1629 el padre Antonio Vázquez de Espinosa publicó su libro
Compendio y Descripción de las Indias Occidentales, en la cual coincide en
señalar que la palabra tiene un origen añú. El vocablo Venezziola resulta extraño
en lengua italiana. Una expresión más común sería la de Piccola Venezia cuya
traducción es “pequeña Venecia” y nunca Venezuela. Por lo tanto, toda la
documentación conduce a la conclusión de que el nombre de nuestro país se
origina en la lengua de los paraujanos (familia arawac) y quiere decir agua-grande.
Sobre este aspecto es necesario destacar que la costumbre de los conquistadores
era usar los nombres que los locales le daban a los lugares que habitaban, a los
que adaptaban fonéticamente de acuerdo a las normas del idioma castellano.
Ejemplo de ello se puede constatar en los nombres que le dieron a Barquisimeto
(Variciquimeto), Caracas (Caraca), Mar Caribe (Caribe), Teques (Teque), La
Guaira (Uaira), Maracay, Mucuchíes, Capacho, Lobatera y tantos otros. Sólo
usaban nombre hispánicos cuando fundaban un poblado (Mérida, San Cristóbal,
Angostura.4
Sin embargo, es importante mencionar que en 1528, el nombre era relacionado
con la ciudad de Venecia, al punto que la breve incursión alemana en el continente
americano sobre el territorio de la provincia de Venezuela, se le dio el nombre
de Klein-Venedig, o pequeña Venecia. El vocablo Venezziola puede que tenga su
origen en el idioma veneto.
Mestizaje:
El vocablo significa cruzamiento biológico entre individuos pertenecientes a razas
diferentes, y por extensión a la mezcla de culturas diferentes, aunque para esto
último se utiliza la palabra «aculturación» y con más propiedad la de
«transculturación». Mestizo se denominó en la América colonial al hijo de un
español y una india, y en términos amplios, a quien descendía de ancestros
españoles e indígenas en algún grado, por lo que el mestizaje calificó usualmente
el intercambio entre españoles e indios, si bien el término es igualmente válido
para cualquier otro tipo de cruzamiento biológico interétnico. De aquí que el
término (raza) sea tan controvertido, ya que no existe ninguna pura o propiamente
dicha. Se acepta no obstante la existencia de 3 grupos raciales, que son los
caucasoides o blancos, los mongoloides o amarillos, y los africánidos o negros,
pero es imposible establecer subdivisiones raciales dentro de ellos, como han
pretendido algunos planteamientos políticos racistas. Los 3 troncos raciales se han
conformado mediante un largo proceso de interacción genética en el que han
influido elementos mutacionales, de selección y de influencia ambiental, que han
producido ciertas variantes de tipo físico, transmisibles parcialmente de padres a
hijos, según las leyes de la herencia. El mestizaje interétnico es un fenómeno que
se produce desde la Prehistoria. En Europa fue particularmente importante a
comienzos de la Edad Media, con grandes migraciones de pueblos nórdicos y
asiáticos, y continuó luego ininterrumpidamente, produciendo verdaderos
complejos étnicos. La ampliación del mundo, producida por el descubrimiento de
América a fines del siglo XV, activó aún más el mestizaje, especialmente en el
Nuevo Continente, en donde afluyeron grupos muy diversos: españoles,
portugueses, franceses, africanos, etc. El mestizaje fundamental se dio, como
señalamos, entre los españoles, los indios y los negros, ninguno de los cuales era
obviamente una raza; los españoles, por ejemplo, procedían de ancestros muy
diversos: indoeuropeos, semitas y camitas y los indios eran producto del
cruzamiento de grupos mongoloides, australianos, malayo-polinésicos y del
sureste asiático. El mestizaje de españoles e indios se inició en el primer viaje de
Cristóbal Colón y aumentó con el proceso de colonización, por razones muy
diversas: el escaso número de mujeres españolas durante los primeros años de
colonización (apenas un 10% de los hombres): los factores de prestigio favorables
a la unión de mujer india con el español: los escasos prejuicios raciales de éste (el
español tenía muchos prejuicios religiosos y hasta sociales, pero no raciales): los
regalos de mujeres indígenas a los conquistadores como garantía de tratados de
paz; la juventud de los pobladores ibéricos (su promedio de 20 años); y la ruptura
de los rígidos patrones culturales ibéricos en el medio americano. La aparición de
los mestizos fue una sorpresa para la Corona, que había pensado en una
sociedad indiana bipolar de españoles e indios, pero fue interpretada como una
unión de las 2 «razas», que consolidaba, en definitiva, el dominio español. Los
mestizos gozaron de gran prestigio a comienzos de la colonización pues sus
padres eran conquistadores, y a menudo, sus madres eran mujeres indígenas de
gran rango, y fueron adscritos al grupo español. El Inca Garcilaso de la Vega es
quizá el mejor representante de esta generación, que se sintió muy orgullosa de
sus ancestros. La situación comenzó a cambiar de signo al promediar el siglo XVI,
cuando aumentó el prestigio de los criollos y bajó el de los mestizos, pues estos
últimos fueron ya frecuentemente resultado de uniones ilegítimas. No
representaban aún ningún peligro para la sociedad dominante, pues se les
prohibió ejercer determinados oficios sin autorización real, portar armas y ser
caciques en los pueblos de indios. La situación se agravó en el siglo XVIII, cuando
su enorme crecimiento demográfico empezó a alarmar a los estamentos
dominantes. Téngase en cuenta que los mestizos eran en Hispanoamérica el 3,5%
de la población a mediados del siglo XVII (según Ángel Rosenblat) y un siglo
después representaban ya el 28% de la misma, convirtiéndose en un elemento
desestabilizador de la sociedad, pues presionaban sobre las tierras de los indios y
respaldaban todo tipo de agitación, como ocurrió en las revoluciones anti fiscales,
e intervinieron también decisivamente en el movimiento emancipador. Mestizaje
fue también el cruce entre españoles y negros, cuya primera hibridación fue
llamada mulato. El problema fue igualmente insignificante al principio, pero
aumentó de grado cuando se produjo el gran tráfico esclavista para el laboreo de
las minas y las haciendas. Las mezclas fueron cada vez más complejas, como el
cuarterón (español y mulato), el quinterón (español y cuarterón) etc.,
especialmente en la zona circuncaribe. También se produjo el mestizaje de indios
y negros cuyos resultantes fueron llamados zambos. El mestizaje originó en
Hispanoamérica una sociedad esta mentalizada, en la que el grupo «blanco»
dominante, especialmente en los sectores urbanos, comenzó a subclasificar a los
distintos grupos humanos producidos por los cruces; surgieron así los exóticos
nombres de las "castas" tales como castizo, morisco, lobo, jíbaro, coyote, etc., y
los aún más curiosos de "salto atrás", "tente en el aire", etc. En Venezuela, como
en el resto de las posesiones españolas, el proceso de mestizaje primario, como
resultado del cruce hispano-indio, se inició desde las décadas de 1520 y 1530,
tanto en la región de Cubagua y Margarita al oriente, como en Curazao y Coro al
occidente. La progenie resultante del español con la india era biológicamente
mestiza pero desde el punto de vista cultural, se dieron 2 situaciones extremas:
cuando el hijo permanecía junto a la madre en el ambiente aborigen, era un
mestizo aindiado; cuando permanecía en el ambiente del padre y era tomado en
cuenta por éste, se convertía en un mestizo hispanizado; estos últimos tuvieron
una actuación notable sobre todo durante la segunda mitad del siglo XVI, como lo
demuestra el caso de Francisco Fajardo quien, además del español, hablaba
varias lenguas aborígenes. Posteriormente, con la llegada de mujeres españolas y
la presencia del esclavo africano, el mestizaje se hizo más complejo y ya en el
siglo XVIII, como resultado de varios cruces entre individuos que tenían
antepasados europeos indios y negros, surgió el estrato social del pardo término
comúnmente utilizado para señalar, exclusivamente, la mezcla de negro con
blanco. Eduardo Arcila Farías ha señalado que en la provincia de Caracas y en
vísperas de la emancipación, éstos eran 37,8% de la población, mientras que los
blancos (entre los que se contaban los mestizos hispanizados), apenas llegaban al
25,6%; estos originaron entonces un movimiento discriminatorio hacia los pardos,
que se reflejó en su oposición a las denominadas cédulas de « gracias al sacan
privilegio dado por la Corona para que los pardos pudieran acceder a
determinados oficios, mediante el pago de unas sumas de dinero. La Guerra de
Independencia y los nuevos gobiernos republicanos abolieron formalmente las
distinciones humanas producidas por el mestizaje, pero las poblaciones
mezcladas siguieron marginadas durante una buena parte del siglo XIX. El acceso
de estos grupos a la sociedad dominante ha sido un fenómeno del siglo XX y
acompañó por lo regular, a las grandes convulsiones político-sociales. En términos
generales el mestizaje ha acompañado siempre a las grandes civilizaciones del
mundo y el aislamiento étnico ha sido propio de culturas primitivas.

Diversidad: Integración e inclusión.


La controversia entre los conceptos integración e inclusión ha dado lugar a un
amplio debate terminológico entre los profesionales, que no siempre ha sido de
utilidad para la defensa de sus intereses comunes (Verdugo, 2003; Echeita y
Verdugo, 2004b). De hecho, a pesar del recorrido positivo que se ha producido en
aras de la inclusión, en la realidad escolar y social actual se entremezclan
prácticas variadas, muchas de ellas correspondientes a paradigmas ya superados
hace tiempo.

En el caso de la integración, es posible que la excesiva difusión de este término


durante tantos años en nuestro país, tras las sucesivas leyes educativas que
trataron de promocionarlo, en muchos casos utilizándolo para justificar prácticas
escolares poco integradoras, haya producido cierta desvalorización e incluso
desgaste de la palabra. Sin embargo, el vocablo integración, etimológicamente
relacionado con “integer”, “intacto, entero”, nos remite a la necesidad de
“completar un todo con las partes que faltaban”; o, lo que es lo mismo, integrar
supone exigir que todas las personas, con o sin discapacidad, participen
plenamente en la sociedad para que ésta llegue a estar completa. La integración
como modelo presenta limitaciones claras, por su intento de amoldar a los
alumnos a las exigencias del sistema educativo general, cuando lo preciso es
desarrollar e incluso transformar ese sistema para que se adapte a las
necesidades del alumno (Ainscow, 2001b).

El modelo inclusivo, a pesar de suponer en la práctica un paso adelante respecto


a la integración, se sustenta en un anglicismo, una palabra importada que modifica
su significado al castellanizarse. “Incluir” en castellano es “poner algo dentro de
otra cosa o dentro de sus límites” y su raíz etimológica proviene del latín
“concludere” cerrar, encerrar, terminar. Incluir es encerrar dentro de algo y esa
connotación no deja de impregnar el término inclusión, dejando cierta sensación
de que, al incluir a un niño en la escuela, le estamos encerrando físicamente entre
las paredes del aula.

No es esa la esencia del concepto, como se verá más adelante, sino que, por el
contrario, las escuelas inclusivas buscan precisamente modificar el entorno para
acoger a la persona con discapacidad. De hecho, la inclusión supone un
cuestionamiento crítico de la integración, tal y como se está implementando en los
países de nuestro entorno (Susinos, 2002). En lo que respecta al presente texto,
los términos integración e inclusión se alternarán y en muchos casos se
emplearán como sinónimos, aun a sabiendas de que se ha de tender hacia la
inclusión educativa. Y la razón es que, en la práctica, las medidas integradoras y
las inclusivas se entremezclan y enlazan de tal manera que acaban por
confundirse, por lo que toda intervención que respalde la normalización de la vida
escolar de los alumnos con síndrome de Down no puede más que ser recibida con
satisfacción.

También podría gustarte