Diversidad Cultural y Nueva Ciudadania
Diversidad Cultural y Nueva Ciudadania
Diversidad Cultural y Nueva Ciudadania
También puede definirse como: Conjunto formado por los ciudadanos de una
nación o de un pueblo.
El sentido literal del término América Latina, designa a todo país y territorio
de América donde alguna de las lenguas romances sea lengua oficial. Los países
que integran Latinoamérica comparten algunas similitudes culturales, por haber
sido territorios coloniales de España, Portugal y Francia. Está compuesta por 21
países y 7 dependencias.
El momento que la cultura española del siglo XVI al encontrarse con las culturas
indígenas de américa este encuentro ocasiono un choque de poder entre ambas
culturas la primera que poseía un armamento militar , económico y tecnológico
más desarrollada, sin embargo las culturas latinoamericanas que existían poseían
una característica única aunque su desarrollo tecnológico a comparación del otro
lado del mundo su desarrollo era de mismo modo económico y militar existían
ciudad de tamaño de ciudades europeas de mismo núcleo poblacional como
ejemplo ciudades con sistemas económicos, militares y tecnológicos como lo fue
Tenochtitlán en México ciudad ubicada y creada con un sistema de riegos y
distribución encima de un lago, ciudades enclavadas en la cima de montañas con
sistemas de agriculturas únicas en el mundo como lo fue Machu pichi en los Alpes.
El choque de culturas entre la europea y la americana surgió de manera violenta
pero la identidad se puede definir como la mezcla de una y otra o la identidad
propia de eses pueblos, la identidad solo llega a ser un asunto importante cuando
está en crisis, cuando algo que se ha asumido como fijo, coherente y estable es
desplazado por la experiencia de la duda y la certidumbre que esta genera.
La idea de una identidad nacional puede hacernos creer que existe una versión
única verdadera de ella que no podría de algún modo determinar con precisión
que lo pertenece o no a ella y que es más o menos compartida por la sociedad, la
idea de la identidad nacional es parte de la construcción de bases o grupos
dominantes de la sociedad de una variedad de comunicaciones, instituciones
educacionales, religiosas y militares, aparatos y el estado.
EL PASADO:
Así llegamos hasta finales del siglo XX, cuando producto de todas las
políticas contrarias al pueblo van a incidir en el surgimiento de propuestas
transformadoras que conformarán un nuevo mapa político, económico, cultural e
ideológico en el despertar de la nueva Latinoamérica. Así, desde la revolución
cubana, la propuesta del socialismo venezolano, pasando por los cambios que hoy
ocurren en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay. A éstos movimientos se unen
planteamientos con tintes reformistas socializantes como el caso de Brasil,
Argentina, Chile y México destacando en este último país la influencia de los
llamados “Grupos Zapatistas
EL PRESENTE
Treinta y tantos años después, los medios, con otro sesgo y en un contexto
inimaginable para la pretérita época señalada, traen noticias contradictorias al
respecto. La llamada globalización nos obliga a mirar movimientos de inmigrantes
y borroneas de fronteras, las que disuelven su concretud para dar paso a meta
espacios, redes que conviven con grandes y reales bolsones de atraso y miseria.
Pero también bajo esta impresión, la de vivir una época radicalmente no
homogénea, es que de una manera más confusa, con una fe más económica y
menos utópica se remueve el fantasma de la integración. Alrededor de ese
contexto es que pretendemos mostrar el aporte de la filosofía de Arturo Andrés
Roig, en la cual vemos no-implicados la idea de construcción de una subjetividad
propia con el compromiso por lograrlo: la continuidad crítica del proyecto moderno
con la participación de una filosofía.
EL RÉGIMEN DE LA NACIONALIDAD
A pesar de las propuestas por modernizar; el régimen de la nacionalidad, en la
Constitución 1999 no se avanzó mayormente en cuanto a la regulación del jus soli
y del jus sanguinis como elementos determinantes de la nacionalidad, en relación
con el régimen de la Constitución de 1961, los cuales en general, siguen teniendo
una consagración de carácter absoluto.
LA NACIONALIDAD VENEZOLANA ORIGINARIA O POR NACIMIENTO
En el mismo sentido que lo regulado en el artículo 35 de la Constitución de 1961,
el artículo 32 de la Constitución de 1999 establece que son venezolanos por
nacimiento:
1. Toda persona nacida en territorio de la República.
2. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano
y madre venezolana por nacimiento.
3. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano
por nacimiento o madre venezolana por nacimiento, siempre que establezcan
su residencia en el territorio de la República o declaren su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
4. Toda persona nacida en territorio extranjero de padre venezolano por
naturalización o madre venezolana por naturalización siempre que antes de
cumplir dieciocho años de edad, establezca su residencia en el territorio de la
República y antes de cumplir veinticinco años de edad declare su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
De esta norma, por supuesto, se deduce la permanencia del elemento del jus soli
absoluto, en el sentido de que basta con nacer en el territorio nacional, así sea por
accidente y sin que se establezca jamás algún vínculo con la Nación, para ser
venezolano por nacimiento. No se tomaron en cuenta, por lo demás, los
graves problemas migratorios que se han desarrollado en las últimas décadas, de
latinoamericanos indocumentados, que están afectando el concepto mismo de
nacionalidad venezolana.
Por otra parte, también pertenece el carácter absoluto del jus sanguíneo en cuanto
a los hijos de padre y madre venezolanos por nacimiento nacidos en el extranjero,
que son venezolanos por nacimiento, así no establezcan jamás vínculo alguno con
la Nación.
LA NACIONALIDAD VENEZOLANA DERIVADA O POR NATURALIZACIÓN
En cuanto a la regulación de la nacionalidad venezolana por naturalización, el
régimen de la Constitución de 1999 sigue la orientación de las normas de la
Constitución de 1991, con algunas modificaciones en cuanto a la exigencia
constitucional de al menos 10 años de residencia para obtener la carta de
naturaleza; en cuanto al vínculo de la naturalización derivado del matrimonio, que
ahora no sólo beneficia a la extranjera casada con venezolano sino también al
extranjero casado con venezolana, aun cuando con el agregado de un número de
años de matrimonio para restringir las posibilidades de fraude a la Constitución; y
en cuanto a las facilidades especiales para los naturales de países
latinoamericanos y del Caribe y de España, Portugal e Italia, respecto de los
cuales se reduce el término de residencia para la obtención de la carta de
naturaleza.
En esta forma, el artículo 33 considera que son venezolanos por naturalización:
1. Los extranjeros o extranjeras que obtengan carta de naturaleza. A tal fin
deberán tener domicilio en Venezuela con residencia ininterrumpida de, por lo
menos, diez años, inmediatamente anteriores a la fecha de la respectiva solicitud.
2. El tiempo de residencia se reducirá a cinco años en el caso de aquellos y
aquellas que tuvieren la nacionalidad originaria de España, Portugal, Italia, países
latinoamericanos y del Caribe.
3. Los extranjeros o extranjeras que contraigan matrimonio con venezolano o
venezolana desde que declaren su voluntad de serlo, transcurridos por lo menos
cinco años a partir de la fecha del matrimonio.
4. Los extranjeros o extranjeras menores de edad para la fecha de la
nacionalización del padre o de la madre que ejerza sobre ellos la patria potestad,
siempre que declaren su voluntad de ser venezolanos o Venezolanas antes de
cumplir los veintiún años de edad y hayan residido en Venezuela,
ininterrumpidamente, durante los cinco años anteriores a dicha declaración.
EL PRINCIPIO DE LA DOBLE NACIONALIDAD
Otra innovación constitucional del régimen de la nacionalidad, es el de la admisión
de la doble nacionalidad, es decir, que los venezolanos, sea por nacimiento o por
naturalización, puedan tener otra nacionalidad sin perder la venezolana.
Este principio, consagrado en el artículo 34 al prescribir que "la nacionalidad
venezolana no se pierde al optar o adquirir otra nacionalidad" cambia radicalmente
el régimen anterior, conforme al cual, de acuerdo con el artículo 39 de la
Constitución de 1961, la nacionalidad venezolana se perdía por opción o
adquisición voluntaria de otra nacionalidad.
De acuerdo con el espíritu y propósito del nuevo régimen, por supuesto que para
que se otorgue la nacionalidad venezolana mediante carta naturaleza no podría
exigirse al interesado que renuncie a su nacionalidad de origen, la cual en lo que
concierne a Venezuela puede conservarla conforme al régimen de la misma en el
país de origen. Sobre esto debe señalarse, por último, que al avance
constitucional al permitir la posibilidad de los venezolanos de tener doble
nacionalidad, se restringe en cuanto al ejercicio de cargos públicos al exigir la
Constitución no sólo la nacionalidad originaria, sino como única nacionalidad (art.
41).
LA PÉRDIDA Y RENUNCIA DE LA NACIONALIDAD
La pérdida de la Nacionalidad:
En cuanto a la pérdida de la nacionalidad por acto no voluntario de la persona, es
decir, por acto del Estado, no se admite que los venezolanos por nacimiento
puedan ser privados de su nacionalidad originaria en forma alguna (Art. 35). Por
tanto, no puede el Estado revocar la nacionalidad venezolana por nacimiento.
Sin embargo, en cuanto a la nacionalidad venezolana por naturalización, el
artículo 35 de la Constitución prescribe que puede ser revocada, pero solo
mediante sentencia judicial, de acuerdo con la Ley. Se excluye, por tanto, toda
posibilidad de revocación de la Carta de Naturalización por acto administrativo o
de gobierno.
LA RENUNCIA Y RECUPERACIÓN DE LA NACIONALIDAD
Conforme al artículo 36, se puede renunciar a la nacionalidad venezolana, tanto
por nacimiento como por naturalización.
Ahora bien, quien renuncie a la nacionalidad venezolana por nacimiento puede
recuperarla, pero siempre que se domicilie en el territorio de la República por un
lapso no menor de dos años y manifieste su voluntad de recuperar la nacionalidad.
En cuanto a los venezolanos por naturalización que renuncien a la nacionalidad
venezolana también pueden recuperarla pero cumpliendo nuevamente con los
requisitos exigidos en el artículo 33 de la Constitución, para la obtención de la
carta de naturaleza.
EL RÉGIMEN LEGAL DE LA NACIONALIDAD
El régimen legal de la nacionalidad debe regularse en una legislación especial, la
cual nunca se dictó en desarrollo de la Constitución de 1961, y además puede ser
objeto de Tratados Internacionales.
En tal sentido, el artículo 37 establece que el Estado promoverá la celebración de
tratados internacionales en materia de nacionalidad, especialmente con los
Estados fronterizos y, en general, con los latinoamericanos, del Caribe, España,
Portugal e Italia (Art. 33, Ord. 2).
Por su parte, en la misma orientación del artículo 41 de la Constitución de 1961, el
artículo 38 de la Constitución de 1999, remite a la ley para que dicte de
conformidad con las disposiciones de la Constitución, las normas sustantivas y
procesales relacionadas con la adquisición, opción, renuncia y recuperación de la
nacionalidad venezolana, así como con la revocación y nulidad de la
naturalización.
EL RÉGIMEN DE LA CIUDADANÍA
A. El ciudadano
La ciudadanía es el vínculo político que se establece entre una persona y el
Estado, que le permite participar en el sistema político. Por ello, el ciudadano es
esencialmente el venezolano.
De allí lo indicado en el artículo 39 de la Constitución, cuyo texto es una
innovación en relación a lo que establecía la Constitución de 1961, así:
"Los venezolanos y venezolanas que no estén sujetos o sujetas a inhabilitación
política ni a interdicción civil, y en las condiciones de edad previstas en esta
Constitución, ejercen la ciudadanía y, en consecuencia, son titulares de derechos
y deberes políticos de acuerdo con esta Constitución".
La condición (le ciudadano, por tanto corresponde a los venezolanos hábiles en
derecho, no sujetos a interdicción civil ni a inhabilitación política (como pena
accesoria a la pena principal en el campo penal) y, por supuesto, en las
condiciones de edad previstas en la Constitución, que no son uniformes. Por
ejemplo, para ejercer el derecho al sufragio basta ser mayor de 18 años (Art. 64),
pero para ser Gobernador se requiere ser mayor de 25 años (Art. 160), para ser
Diputado a la Asamblea Nacional y legislador estadal se requiere ser mayor de 21
años (Arts. 1 88 y 162), para ser Alcalde se requiere ser mayor de 25 años (Art.
174), para ser Presidente y Vicepresidente de la República se requiere ser mayor
de 30 años (Arts. 227 y 238), al igual que para ser Defensor del Pueblo (Art. 280) y
Contralor General de la República (Art. 288); y para ser Ministro se requiere ser
mayor de 25 años (Art. 244).
Asimismo, en cuanto a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (Art.
263), al Procurador General de la República (Art. 249) y al Fiscal General de la
República (Art. 284) la Constitución exige, al menos tener 35 años, lo que deriva
de las condiciones que regula para ejercer dichos cargos.
Los derechos políticos y los ciudadanos
EL RÉGIMEN GENERAL
La consecuencia de regular expresamente en la Constitución a la ciudadanía, es
la reserva que hace el artículo 40, de los derechos políticos como privativos de los
venezolanos, salvo las excepciones establecidas en la Constitución; las cuales se
refieren sólo a la posibilidad, para los extranjeros, de votar en las elecciones
locales (Art. 64).
LA IGUALDAD ENTRE VENEZOLANOS POR NACIMIENTO Y
NATURALIZACIÓN
Del artículo 40 también deriva el principio constitucional de la igualdad entre
venezolanos por nacimiento y venezolanos por naturalización en cuanto al
ejercicio de los derechos políticos, "con las excepciones establecidas en la
Constitución".
LAS EXCEPCIONES
Estas excepciones, en general, se establecen en el artículo 41 que dispone que
sólo los venezolanos por nacimiento y sin otra nacionalidad, podrán ejercer los
cargos de Presidente de la República, Vicepresidente Ejecutivo, Presidente y
Vicepresidentes de la Asamblea Nacional, Magistrados del Tribunal Supremo de
Justicia, Presidente del Consejo Nacional Electoral, Procurador General de la
República, Contralor General de la República, Fiscal General de la República,
Defensor del Pueblo, Ministros de los despachos relacionados con la seguridad de
la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores y Alcaldes de los
Estados y Municipios fronterizos y aquellos contemplados en la Ley Orgánica de
la Fuerza Armada Nacional.
Por otra parte, para ejercer los cargos de Diputado a la Asamblea Nacional,
Ministro, Gobernadores y Alcaldes de Estados y Municipios no fronterizos, la
Constitución exige que los venezolanos por naturalización deban tener domicilio
con residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince años y cumplir
los requisitos de aptitud previstos en la ley (Art. 41).
LA EQUIPARACIÓN ABSOLUTA EN CUÁNTO A LOS VENEZOLANOS
Las excepciones antes indicadas que afectan a los venezolanos por
naturalización, sin embargo, desaparecen en el supuesto regulado en el artículo
40, equivalente al artículo 45 de la Constitución de 1961, que establece que:
"Gozan de los mismos derechos de los venezolanos y venezolanas por
naturalización los venezolanos y venezolanas por nacimiento que hubieren
ingresado al país antes de cumplir los siete años de edad y residido en él
permanentemente hasta alcanzar la mayoridad".
El derecho de asilo y la extradición
Un derecho político que afecta particularmente el estatuto de las personas, es el
régimen del derecho de asilo y la extradición.
A. El derecho de asilo
En cuanto al derecho de asilo, el artículo 69 de la Constitución dispone que "La
República Bolivariana de Venezuela reconoce y garantiza el derecho de asilo y
refugio".
En relación con esta norma, debe señalarse, por una parte, que se abandonó
inexplicablemente la vinculación del derecho de asilo a la persecución política, que
es el fundamento histórico y tradicional de ese derecho. Por ello, el artículo 116 de
la Constitución de 1961 disponía que:
"La República reconoce el asilo a favor de cualquier persona que sea objeto de
persecución o se halle en peligro, por motivos políticos, en las condiciones y con
los requisitos establecidos por las leyes y las normas del derecho internacional".
Ahora, conforme al artículo 69 de la Constitución de 1999, el asilo quedó
consagrado sin referencia alguna a la persecución por motivos políticos o por la
comisión de delitos comunes conexos con delitos políticos, lo que podría abrir la
vía al otorgamiento del asilo por cualquier causa. Sin embargo, la ubicación de la
norma en el capítulo de los derechos políticos, como lo propusimos formalmente la
vincula con el tema político.
De la nacionalidad y de la ciudadanía
Artículo 32. — Son venezolanos y venezolanas por nacimiento:
1. Toda persona nacida en territorio de la República.
2. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre y venezolano
por nacimiento y madre venezolana por nacimiento.
3. Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano por
nacimiento o madre venezolana por nacimiento, siempre que establezcan su
residencia en el territorio de la República declare su voluntad de acogerse a la
nacionalidad venezolana.
4. Toda persona nacida en territorio extranjero de padre venezolano por
naturalización o madre venezolana por naturalización, siempre que antes de
cumplir dieciocho años de edad establezca su residencia en el territorio de la
República y antes de cumplir veinticinco años de edad declare su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
Artículo 33. — Son venezolanos y venezolanas por naturalización:
1. Los extranjeros o extranjeras que obtengan carta de naturaleza. A tal fin,
deberán tener domicilio en Venezuela con residencia ininterrumpida de, por lo
menos, diez años inmediatamente anteriores a la fecha de la respectiva solicitud.
El tiempo de residencia se reducirá a cinco años en el caso de aquellos y aquellas
que tuvieren la nacionalidad originaria de España, Portugal, Italia, países
latinoamericanos y del Caribe.
2. Los extranjeros o extranjeras que contraigan matrimonio con venezolanas o
venezolanos desde que declaren su voluntad de serlo.
El artículo 25 hace responsables a los funcionarios por los daños causados según
hemos visto. El presente artículo extiende la responsabilidad al Estado por todas
aquellas violaciones de los derechos humanos que realicen sus funcionarios. La
indemnización que habrá de pagarse beneficia también a los herederos.
Este artículo tiene relación con el 51 con la diferencia de que se refiere a los
derechos humanos y a los organismos internacionales, mientras que el 51 se
refiere a los derechos en general y a las autoridades nacionales.
El artículo 281 da derecho a quien haya sido atropellado por las autoridades a
acudir directamente al Defensor del Pueblo. Transcurridos por lo menos cinco
años a partir de la fecha del matrimonio.
3. Los extranjeros o extranjeras menores de edad para la fecha de la
naturalización del padre o de la madre que ejerza sobre ellos la patria potestad,
siempre que declaren su voluntad de ser venezolanos o venezolanas antes de
cumplir los veintiún años de edad y hayan residido en Venezuela,
ininterrumpidamente, durante los cinco años anteriores a dicha declaración.
Artículo 34. La nacionalidad venezolana no se pierde al optar o adquirir otra
nacionalidad.
Artículo 35. — Los venezolanos y venezolanas por nacimiento no podrán ser
privados o privadas de su nacionalidad. La nacionalidad venezolana por
naturalización sólo podrá ser revocada mediante sentencia judicial, de acuerdo
con la ley.
Artículo 36. — Se puede renunciar a la nacionalidad venezolana. Quien renuncie a
la nacionalidad venezolana por nacimiento puede recuperarla si se domicilia en el
territorio de la República por un lapso no menor de dos años y manifiesta su
voluntad de hacerlo. Los venezolanos y venezolanas por naturalización que
renuncien a la nacionalidad venezolana podrán recuperarla cumpliendo
nuevamente con los requisitos exigidos en el artículo 33 de esta Constitución.
Artículo 37. — El Estado promoverá La celebración de tratados internacionales es
en materia de nacionalidad, especialmente con los Estados fronterizos y los
señalados en el numeral 1 del artículo 33 de esta Constitución.
Artículo 38. — La ley dictará, de conformidad con las disposiciones anteriores, las
normas sustantivas y procesales relacionadas con la adquisición, opción, renuncia
y recuperación de la nacionalidad venezolana, así como con la revocación y
nulidad de la naturalización.
DE LA CIUDADANÍA
Artículo 32. — Los venezolanos y venezolanas que no estén sujetos o sujetas a
inhabilitación política ni a interdicción civil, y en las condiciones de edad previstas
en esta Constitución, ejercen la ciudadanía; en consecuencia, son titulares de
derechos y deberes políticos de acuerdo con esta Constitución [39].
Artículo 40. — Los derechos políticos son privativos de los venezolanos y
venezolanas, salvo las excepciones establecidas en esta Constitución.
Gozan de los mismos derechos de los venezolanos y venezolanas por nacimiento
los venezolanos y venezolanas por naturalización que hubieren ingresado al país
antes de cumplir los siete años de edad y residido en él permanentemente hasta
alcanzar la mayoridad.
Artículo 41. — Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra
nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la
República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o
Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional,
magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o
Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de
la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la
República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los
despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas,
educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados
y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la
Fuerza Armada Nacional.
Para ejercer los cargos de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional,
Ministros o Ministras; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de
Estados y Municipios no fronterizos, los venezolanos y venezolanas por
naturalización deben tener domicilio con residencia ininterrumpida en Venezuela
no menor de quince años y cumplir los requisitos de aptitud previstos en la ley.
Artículo 42. — Quien pierda o renuncie a la nacionalidad pierde la ciudadanía. El
ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser
suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley.
No es esa la esencia del concepto, como se verá más adelante, sino que, por el
contrario, las escuelas inclusivas buscan precisamente modificar el entorno para
acoger a la persona con discapacidad. De hecho, la inclusión supone un
cuestionamiento crítico de la integración, tal y como se está implementando en los
países de nuestro entorno (Susinos, 2002). En lo que respecta al presente texto,
los términos integración e inclusión se alternarán y en muchos casos se
emplearán como sinónimos, aun a sabiendas de que se ha de tender hacia la
inclusión educativa. Y la razón es que, en la práctica, las medidas integradoras y
las inclusivas se entremezclan y enlazan de tal manera que acaban por
confundirse, por lo que toda intervención que respalde la normalización de la vida
escolar de los alumnos con síndrome de Down no puede más que ser recibida con
satisfacción.