El Empirismo de John Locke
El Empirismo de John Locke
El Empirismo de John Locke
EMPIRISMO
DEFINICIÓN
JOHN LOCKE:
Fue es primer filósofo que articuló las ideas centrales del empirismo moderno,
según el cual hay muy pocos asuntos que puedan resolverse sin una cuidadosa y
ecuánime consideración de las pruebas obtenidas por medio de los sentidos.
Nacido en 1632, redactó sus obras en la época en que la física de Newton estaba
reemplazando la ciencia de Galileo y Descartes, cuyas ideas se centraban más
en la razón que en pruebas empíricas.
Pensador inglés (Wrington, Somerset, 1632 – Oaks, Essex, 1704). Este hombre
polifacético estudió en la Universidad de Oxford, en donde se doctoró en 1658.
Aunque su especialidad era la Medicina y mantuvo relaciones con reputados
científicos de la época (como Isaac Newton), John Locke fue también diplomático,
teólogo, economista, profesor de griego antiguo y de retórica, y alcanzó renombre
por sus escritos filosóficos, en los que sentó las bases del pensamiento político
liberal.
«Para mi, el Estado es una sociedad de hombres constituida únicamente con el fin
de adquirir, conservar y mejorar sus propios intereses civiles. Intereses civiles
llamo a la vida, libertad, salud y prosperidad del cuerpo; y a la posesión de bienes
externos, tales como el dinero, tierra, casa, mobiliario y cosas semejantes.” (.J.
LOCKE: Carta sobre la tolerancia, 1689.)
Fue el teórico de la segunda «revolución inglesa» o del pacto entre la alta nobleza
y el bloque burgués parlamentarista. Expuso sus ideas en Carta sobre la
Tolerancia y Tratado del Gobierno Civil.
Locke partió de los principios del derecho natural al igual que Thomas Hobbes,
efectuó una abstracción considerando que el hombre vivía, en una época pretérita,
en un estado de naturaleza en el que no existía ningún tipo de organización social
ni política.
El hombre debe velar por estos derechos y defenderlos frente a quienes los
incumplen; en consecuencia, y como corolario de los derechos naturales, existirá
el derecho que tendrán todos los individuos de castigar a los transgresores.
Ahora bien, dado que no existen unas penas objetivas establecidas, el hombre
ofendido, el hombre al que un semejante le ha usurpado alguno de sus derechos,
deberá aplicar la justicia por su cuenta y, obcecado por el furor momentáneo,
puede dejarse llevar por el deseo de venganza y aplicar castigos excesivos.
Pero, dado que los hombres son por naturaleza libres, el paso del estado de
naturaleza a la sociedad organizada no puede operarse sino por el consentimiento
mutuo de individuos libres. Así, los hombres deciden dotarse de unos organismos
que velen por la preservación de los derechos naturales y dicten las normas
(leyes) precisas para que en esta sociedad política puedan vivir libremente.
La legitimación del poder, del estado, vendrá dada exclusivamente en razón del
libre consentimiento de los hombres.
Señaló que los niño, asimilan los principios abstractos contenidos en conceptos
básicos hasta que alguien se los enseña. Los niños de dos años no dicen que
«cada cosa es idéntica a sí misma» o «que cuatro ángulos rectos forman una
circunferencia completas. Tampoco los recién nacido» parecen albergar en su
mente ningún tipo de concepto porque, de hecho, no parecen pensar.
En cuanto iideas sobre las propiedades de los objetos, como su forma, peso y
solidez, Locke argumentaba que en la mente de los adultos sofisticados se
producen complejas combinaciones de ideas.
La idea de una forma triangular, por ejemplo, se basa, en parte, en el aspecto que
tiene diversos objetos triangulares vistos desde distintos ángulos; en parte, en la
sensación que producen, y en parte, en la experiencia de caminar por rutas
triangulares. Sólo combinando todo lo interior la persona puede hacerse una idea
de lo que es un triangulo.
La sensación produce un tipo de impresiones, como los tonos de los colores de las
cosas, y la reflexión proporciona una Impresión del propio yo. Si se combinan
ambos tipos de impresiones se pueden elaborar ideas complejas, como las que se
tienen sobre los objetos físicos y sus propiedades.
Un niño puede combinar ideas simples como gris» y <longitud» con ideas de
forma y solidez para obtener la idea más compleja de un elefante y de un tronco, y
formarse así la creencia (a la que Locke también llamaría idea) de que los
elefantes tienen tronco. De esta manera, los ricos contenidos del pensamiento se
construyen a partir de elementos simples que se reciben pasivamente mediante la
percepción y la reflexión.
Al recuperar la vista, la gente suele poder diferenciar formas simples con muy
poco entrenamiento. No obstante, estas personas nunca consiguen utilizar sus
ojos al cien por cien. La vista requiere una coordinación con los demás sentidos
que puede ser imposible de adquirir en la edad adulta.
Según la descripción que Locke hizo de la percepción percibir es tener ideas, que
son aspectos de la mente.
Locke mantenía que ciertas ideas concuerdan con las propiedades de los objetos
reales: la extensión (longitud), la figura (forma), el movimiento u reposo, y el
número; éstas son las «cualidades primarias». Otras percepciones —como color,
sonido, sabor, etc.— no mantienen dicha concordancia: son las «cualidades
secundarias». Se suele que las cualidades secundarias son rasgos reales de las
cosas, pero esto, para Locke, era una ilusión.
Decir que «la hoja es roja» sólo significa que «la hoja parece roja a los seres
humanos». De modo que Locke pensaba que en Esta visión satisface el lema
empirista de que «todo procede de la experiencia».
En cierto sentido, el empirismo de Locke era menos extremo que el de muchos
otros empiristas, pues él no creía que las razones existentes para aferrarse a las
creencias procedieran exclusivamente de la percepción.
Más bien afirmaba que, una vez que uno tiene incorporada la idea de un triángulo
y del número tres, si reflexiona sobre esas ideas puede llegar a saber que todos
los triángulos tienen tres lados.
Esto condujo a Locke a pensar que, dado que hacía falta cierta uniformidad de
creencias para mantener la armonía social, los ciudadanos deberían creer en la
existencia de Dios y conocer suficientemente la doctrina cristiana para garantizar
la moralidad.
Propuso que los otros asuntos religiosos se dejaran a la conciencia del individuo.
realidad las hojas no son verdes ni rojas, y los alimentos no son dulces ni
amargos.
ÉTICA
John Locke pensaba, con razón, que la determinación del derrotero (obra escrita e
ilustrada) que conduce al Cielo era sólo una cuestión de fe personal,
incomunicable racionalmente, y por ello propiciaba la tolerancia en materia
religiosa.
Locke defiende la tolerancia tanto desde la autonomía de lo político como desde la
propia esencia del cristianismo. Locke no pide tolerancia con los que, aun
empujados por la necesidad, violan las leyes de la propiedad; ni siquiera es
tolerante con los ateos
Uno elige como ganarse el cielo está denotando que solo con los cristianos,
quienes creen en Dios se debe ser tolerante Frase célebre: "dejad de combatir
lo que no se puede cambiar".