Etica 3
Etica 3
Etica 3
CAPITULO 3
LA LIBERTAD HUMANA
INTRODUCCIÓN.
Una de las características principales del hombre que nos diferencia de los
animales es nuestra libertad. Por ello no podemos dejar de estudiar este tema pues
es determinante dentro del estudio de la Ética.
I. DEFINICIÓN:
Es una cualidad de la voluntad, por la cual elegimos un bien con preferencia
a otros.
Por eso, cuando se dice que somos libres para el bien o para el mal,
en realidad se quiere decir que somos libres para elegir bien o elegir
mal. El bien o el mal se refieren a la elección misma, no al objeto
elegido.
a. División:
Para algunos esta realidad resultará tan evidente que no verán la necesidad
de plantearse el problema. Pero tenemos que hacerlo pues nos ayudará
para entender más adelante el estudio de los determinismos. No podemos
quedarnos en un nivel ingenuo de simple opinión, sino en el plano superior
del conocimiento científico.
Por supuesto que no pueden negar los hechos. Pero, en todo caso – dicen -,
la interpretación de estos hechos ha sido una ilusión producida por la
ignorancia acerca de las verdaderas causas que nos mueven en lo que
ingenuamente creemos que es nuestra determinación absoluta y autónoma.
El libre albedrío - dicen- no es sino el resultado de nuestra suficiencia; pero,
al fin y al cabo, es una creencia ingenua e ilusoria.
Refutación:
Siguiendo esta misma línea de experimentos, se da el caso de un
sujeto hipnotizado al que se le indica que al despertar dé una
bofetada a su amigo; al despertar, se dirige a su lugar, y después de
vacilar en sus movimientos, termina sentándose. Enseguida se le
pregunta por qué se notaba vacilante, y responde que sintió un
impulso para abofetear a su compañero; pero, no teniendo motivos,
resistió a dicho impulso, y se sentó.
Aplicación práctica:
La libertad es susceptible de educación e incremento, como hemos
visto. El educador tendrá que tener en cuenta las fuerzas
inconscientes para poder armonizarlas en concordancia con la razón.
Refutación:
Por supuesto que el hombre está inmerso dentro de leyes de este
tipo, pero por encima de ellas, están las facultades racionales que
controlan y determinan una dirección a la conducta humana. El libre
albedrío coexiste con otros tipos de fuerzas que bullen en el hombre.
Y la función de la libertad no es otra, sino la de darle un sentido
correcto y armónico a todas esas fuerzas humanas. El libre albedrío es
la acción del marinero que aprovecha con sus velas todas las fuerzas y
direcciones del viento.
c. Determinismo teológico.
Se plantea de dos maneras:
1. El hombre no es libre porque Dios ya conoce todos los hechos,
sean pasados, presentes o futuros. Una vez que conoce todo el
futuro, éste queda determinado, fijado, y, por lo tanto, no da
Capítulo 3: La libertad humana. 34
Curso de Ética UNID
Refutación:
Toda esta argumentación está basada en un sofisma: Creer
que el conocimiento de algo le quita libertad a ese algo. De ahí
que el conocimiento del futuro le quita libertad al futuro. Pero,
en realidad, el conocimiento es una facultad que deja
inmutable al objeto conocido; o, dicho de otra manera: si
alguien conoce un hecho, no por eso cambia la naturaleza de
ese hecho. Hasta la inteligencia humana, con todas sus
deficiencias, es capaz de prever un poco el futuro y predecir en
casos concretos lo que va a suceder; y todo esto, sin quitarle
libertad a tales acontecimientos.
Refutación:
Efectivamente, Dios es causa primera de todas las acciones
ejecutadas por el hombre. Pero eso no quita la acción de las
causas segundas, entre las cuales se encuentra de un modo
especial el libre albedrío. Coexisten pues todas ellas, y cada
una tiene su correspondiente función dentro de la naturaleza
de cada ser. El papel de las causas segundas o instrumentales
es fundamental.