Evolución Técnica de La Máquina
Evolución Técnica de La Máquina
Evolución Técnica de La Máquina
Prensa de balancín de Nicolás Briot (1626), diseñada por Leonardo da Vinci, y que supuso la puesta en
marcha generalizada de la acuñación de moneda
Boceto de un torno de pedal y doble pértiga de Leonardo da Vinci, que no llegó a construirse por falta de
medios (siglo XV)
En los siglos XVII y XVIII, los fabricantes de relojes e instrumentos científicos usan tornos y
máquinas de roscar de gran precisión, destacando el torno de roscar del inglés Jesé Ramsden
construido en 1777. En un soporte de hierro de perfil triangular se colocaba el porta-
herramientas, que podía deslizarse longitudinalmente. Con una manivela accionada a mano y
a través de un juego de engranajes hacia girar la pieza a roscar colocada entre puntos y, al
mismo tiempo, por medio de un husillo de rosca patrón se conseguía el avance o paso de
rosca deseado.
Mandrinadora de J. Wilkinson accionada por rueda hidráulica, fabricada en 1775 por encargo de James Watt.
Se consiguió una precisión “del espesor de una moneda de seis peniques en un diámetro de 72 pulgadas”
(Science Museum, Londres).
Taladro de sobremesa totalmente metálico, con giro de eje porta brocas accionado a mano o por transmisión
fabricado por Nasmyth en 1938 (Science Museum, Londres).
Torno para cilindrar de Maudslay, que marcó una nueva era (1797). Su influencia en las máquinas-
herramienta británicas perduró durante gran parte del siglo XIX a través de sus discípulos
En 1848 el destacado ingeniero americano Howe introduce nuevas prestaciones, incorporando
poleas de tres escalones y desplazamientos en sentido vertical, longitudinal y transversal. Dos
años después diseña la primera fresadora copiadora de perfiles e influye decisivamente en la
introducción de otras importantes mejoras. Un avance muy importante se produce en 1862,
cuando J. R. Brown construyó la primera fresadora universal equipada con divisor, consola
con desplazamiento vertical, curso transversal y avance automático de la mesa longitudinal
con la aplicación de la transmisión Cardan. Con la fresadora universal construida en 1884 por
Cincinnati, a la que se incorpora por vez primera un carnero cilíndrico desplazable axialmente,
se alcanza el máximo desarrollo de este tipo de máquinas. Por la influencia que ha tenido en
la construcción de los actuales centros de fresado de CNC, cabe destacar la fresadora del
francés P. Huré construida en 1894, que incorporaba un ingenioso cabezal con el cual,
mediante previo movimiento giratorio, podía trabajar en horizontal, vertical y otras posiciones.
Hacia 1840 se desarrolla una máquina que era imprescindible para el forjado de piezas de
ferrocarril. Paralelamente, Bourdon en Francia y Nasmyth en Inglaterra desarrollan y
construyen el martillo pilón accionado por vapor. Fue el método idóneo para el batido de
grandes masas de acero hasta que aparecieron los martillos de caída libre a finales del siglo
XIX.
Ante la necesidad de taladrar piezas de acero, cada vez más gruesas, Nasmyth fue el primero
que construyó hacia 1838, un taladro de sobremesa totalmente metálico, con giro de eje porta
brocas accionado a mano o por transmisión. Algunos años después, en 1850, Whitworth
fabricó el primer taladro de columna accionado por transmisión a correa y giro del eje porta
brocas, a través de un juego de engranajes cónicos. Llevaba una mesa porta piezas regulable
verticalmente mediante el sistema de piñón cremallera. En 1860 se produce un acontecimiento
muy importante para el taladrado, al inventar el suizo Martignon la broca helicoidal. El uso de
estas brocas se generalizó rápidamente, puesto que representaba un gran avance en
producción y duración de la herramienta con relación a las brocas punta de lanza utilizadas
hasta la citada fecha.
El inglés Joseph Whitworth, influenciado por su maestro Maudslay en los avances
relacionados con la precisión, importancia tornillo-tuerca, construyó una máquina de medición
que mejoraba la precisión de la construida por Maudslay, y estaba especialmente interesado
en buscar la solución para el problema de las guías de máquina-herramienta, y otras
superficies que debían ser auténticamente planas. Después de un intenso estudio, en 1840
presentó un escrito en la Asociación Británica en Glasgow, titulado: “Una autentica superficie
plana, en lugar de ser de uso común se considera prácticamente desconocida”, en el que
describía el método para obtener una superficie plana partiendo de tres piezas metálicas
planas.
Whitworth perfecciona el torno paralelo, de tal manera que el monopolea de 1850 ha tenido
vigencia hasta nuestros días, y sólo fue mejorado a partir de 1890 con la incorporación de los
americanos de la Caja Norton. Whitworth, además de fabricante de muchas y buenas
máquinas, destacó en la fabricación de herramientas y fue quien solucionó la anarquía de
roscas y los perjuicios que se derivaban de esta situación. Desarrolló el sistema de roscas
Whitworth, basado en la pulgada. Introducido rápidamente en la industria, en 1841 fue
adoptado por el Institute of Civil Engineers de Inglaterra. Los americanos no aceptaron esta
normalización, adoptando en 1868 el sistema Seller, que difería muy poco del sistema inglés.
Co de Whitney, construida en 1818 para fabricar gran cantidad de fusiles en serie durante la guerra de la
independencia americana. Destacaba un eje sinfín que se podía embragar y desembragar sobre una corona
dentada alojada en el husillo del carro.
Hasta 1850 los ingleses fueron los lideres y prácticamente los únicos fabricantes de máquinas-
herramienta; pero a partir de esa fecha se dedicaron principalmente al diseño y la fabricación
de grandes máquinas, con el fin de dar solución al mecanizado de piezas para los ferrocarriles
en cuyo desarrollo estaban comprometidos. Fue a partir de este momento cuando los
americanos se impusieron en el ámbito mundial en la fabricación de maquinaria ligera
desarrollando, hasta finales del siglo XIX, nuevos e importantes tipos de máquinas-
herramienta universales y de producción, para mecanizar tornillería, piezas de máquinas de
coser y escribir, armamento, maquinaria agrícola etc.
Ante la necesidad de realizar diferentes operaciones en un mismo amarre de pieza, hacia
1854 se incorporaron torretas revolver a tornos convencionales para fabricar tornillería y
pequeñas piezas de revolución. Pocos años después, en 1858, H.D. Stone diseñó el primer
torno revolver fabricado por “Jones & Lamson” a partir de barra; pero fue a partir de 1860
cuando las empresas “Brown & Sharpe” y “Pratt & Whiney" empezaron a fabricar con
normalidad este tipo de máquinas.
Como complemento del torno revólver, hacia 1870 se desarrollaron tornos automáticos para
dar solución a la producción en grandes series de pequeñas piezas de revolución. El primer
torno fue diseñado por Spencer y fabricado por “Hartford Machine Screw”. “Pratt & Whitney”
construye el primer tono automático con cargador de piezas en 1898 y el mismo año “The
National Acme”, el primer torno multihusillo.
A partir de 1865 las prestaciones de las máquinas aumentan al equiparse con nuevas
herramientas fabricadas con acero aleado, descubierto por Robert Mushet. Esto permite
doblar la capacidad de mecanizado en relación con las herramientas de acero al carbono al
crisol conocidas hasta entonces.
En París en 1843 los franceses fabricaron la primera muela artificial, iniciándose el proceso de
sustitución de las piedras de arenisca. Para el rectificado de piezas cilíndricas fue utilizado en
primera instancia el torno; acoplando en su carro longitudinal un cabezal porta-muelas,
weighted grinding lathe. En 1870 “Brown Sharpe”, fabrica y ofrece al mercado la primera
rectificadora universal, que no alcanzó tal cualidad hasta que en 1880 se le añadió un
dispositivo para el rectificado interior. La misma empresa desarrolla el rectificado de
superficies planas, construyendo una pequeña rectificadora en 1880 para piezas pequeñas y
una rectificadora puente en 1887 para piezas grandes.
El verdadero desarrollo del rectificado de producción con herramientas abrasivas no se inicia
hasta finales del siglo XIX. Dos circunstancias favorecieron este desarrollo. Por un lado, la
exigencia de la industria del automóvil que solicita piezas de acero templado y acabadas con
un alto grado de calidad y, por otro, el descubrimiento, en 1891, por parte de Edward Goodrich
Acheson, del carburo de silicio, carborundum: El descubrimiento de Acheson permitió disponer
de una potente herramienta para desarrollar grandes velocidades de corte, propiciando la
construcción de máquinas más potentes y precisas para dar respuesta a las nuevas
exigencias de calidad. Para finales del siglo XIX, la empresa inglesa Churchil y las americanas
Norton, Landis, Blanchar, Cincinnati, etc., habían desarrollado prácticamente todas los tipos
rectificadoras que, en su arquitectura y componentes mecánicos, se utilizan en nuestros días.
A partir de 1898, con el descubrimiento del acero rápido por parte de Taylor y White, se
fabrican nuevas herramientas con las que se triplica la velocidad periférica de corte,
aumentando la capacidad de desprendimiento de viruta, del orden de siete veces, utilizando
máquinas adaptadas a las nuevas circunstancias.
Con la fresadora universal construida en 1884 por Cincinnati, a la que se incorpora por vez primera un carnero
cilíndrico desplazable axialmente, se alcanza el máximo desarrollo de este tipo de máquinas
La primera máquina-herramienta fabricada en España: la prensa tipo Thonelier, construida por "La Maquinista
Terrestre y Marítima" en 1863 para la Casa de la Moneda de Madrid. Fabricó las primeras pesetas, ahora
desaparecidas.
La electrónica - y la informática que está soportada por la primera - han provocado una nueva
revolución industrial. El punto de partida hay que situarlo en 1945, cuando dos científicos de la
Universidad de Pennsilvanya, John W. Manclhy y J. Presper Ecker crearon la primera
computadora electrónica digital que ha funcionado realmente en el mundo. Se denominó
ENAC, era voluminosa, consumía mucha energía y era difícil de programar, pero funcionaba.
En 1948, John Parson inicia la aplicación del control numérico a la máquina-herramienta, con
el objeto de resolver el problema del fresado de superficies complejas tridimensionales para la
aeronáutica. En 1949 Parson contrató con el Instituto Tecnológico de Massachussets el diseño
de los servomecanismos de control para una fresadora. En 1952 funcionaba un control
experimental, aplicado a una fresadora Cincinnati. La programación utilizaba un código binario
sobre cinta perforada, y la máquina ejecutaba movimientos simultáneos coordinados sobre
tres ejes. En 1955 se presentan unas pocas máquinas en la Feria de Chicago, gobernadas por
tarjetas y cintas perforadas La U.S. Air Force se interesa por el sistema y formula un pedido de
170 máquinas-herramienta por valor de cincuenta millones de dólares, beneficiándose del
mismo varios prestigiosos fabricantes americanos. Pero los modelos desarrollados durante los
años cincuenta y sesenta fueron poco eficaces y resultaron muy caros.
Fue a partir de los años setenta, con el desarrollo de la microelectrónica, cuando el CN pasa a
ser control numérico por computadora (CNC) por la integración de una computadora en el
sistema. Pero definitivamente fue durante los años ochenta cuando se produce la aplicación
generalizada del CNC, debido al desarrollo de la electrónica y la informática, provocando una
revolución dentro de la cual todavía estamos inmersos.
Además de su incorporación a las fresadoras, la aplicación del control numérico se extendió a
mandrinadoras, tornos y taladros. Pero rápidamente se comprobó que existía un potencial de
automatización superior al que podía obtenerse sobre máquinas clásicas y surgió un nuevo
concepto de máquina: el llamado centro de mecanizado. Nace así una máquina-herramienta
capaz de fresar, taladrar, roscar, mandrinar, etc., que incluye un almacén de herramientas y
un sistema de cambio automático de las mismas, de forma que el control numérico ordena las
posiciones y trayectorias de las piezas y herramientas, velocidades de avance, giro de
herramientas y selección de las mismas.
El avance tecnológico del CN ha constituido el aspecto dominante, afectando a todas las
máquinas-herramienta, incluso a las universales. En cierto aspecto, las máquinas se han
convertido en más simples, porque ciertas funciones han sido transferidas del sistema
mecánico al electrónico. Se ha logrado el control simultaneo de varios ejes, como es el caso
de los centros de mecanizado, de los tornos, etc., lo cual no era posible hasta la aplicación del
CNC.
De la denominación de máquina-herramienta se ha pasado al término de máquina-
herramienta avanzada, que se refiere a la máquina con mando numérico, concibiéndose buen
número de ellas según criterios modulares que permiten la intercambiabilidad y la
complementariedad, pudiéndose integrar en células o sistemas de fabricación flexible
posibilitando una automatización a la vez integrada y flexible
Desde hace varios años hay que destacar la creciente demanda para equipar las máquinas
avanzadas con sistemas de carga y descarga automática con manipuladores, robots
articulados, pórticos, etc., convirtiendo la máquina individual en una pequeña célula flexible.
Esto se debe a la exigencia de la industria transformadora, principalmente de la automoción,
que ha puesto en práctica procesos de fabricación discontinua, noción que cubre la fabricación
en series pequeñas y grandes.
Nos hallamos ante una revolución que está pasando de una economía sustentada en los
principios de la mecánica, esto es, en la producción en masa, en el carácter uniforme de los
productos, etc. a una economía que se caracteriza por la flexibilidad, la rápida reacción a la
evolución de los mercados, la adaptabilidad de los productos, etc. Para ello ha sido necesario
integrar tecnologías basadas en la mecánica y la electrónica - mecatrónica - lo que ha
supuesto entrar en una nueva cultura industrial condicionada por un enfoque global y
pluridisciplinario de los problemas de producción.
Seyanka, muestra de la tecnología más avanzada en la actualidad. Se trata de una arquitectura de cinemática
paralela de tipo hexápodo, desarrollada por la Fundación Tekniker. Todavía falta algún tiempo para que se
generalice. En el futuro, tal vez, este tipo de máquinas sean consideradas historia.
Se avanzó tal vez demasiado en una dirección y parece que se ha frenado la implantación de
líneas de fabricación flexibles, a favor de las células, más rentables, más fiables y con menos
problemas de mantenimiento, sin que esto excluya que estas células estén concebidas de
forma que en el futuro puedan integrarse en sistemas más complejos, orientados a la
fabricación automática. En la actualidad se avanza en la fabricación de células o líneas que
integran distintos tipos de máquinas e instalaciones, con el objeto de realizar el proceso
completo de piezas en una sola sujeción, lo mismo para piezas prismáticas que de rotación.
El alto grado de automatización no ha corregido suficientemente el grado de utilización;
poniéndose de manifiesto deficiencias existentes en cuanto a disponibilidad de máquinas y
sistemas, y por lo tanto una insuficiente productividad con relación a su elevado coste. En la
mayoría de los casos, cuando se inicia el proceso de mecanizado de piezas en una máquina
solamente el 40% del tiempo total disponible están siendo mecanizadas, y el 60% restante se
consume en cambio de utillaje, carga y descarga de pieza, posicionado, averías, rotura y
afilado de herramientas, etc.
Sin embargo, la situación actual de la microelectrónica, con la posibilidad de adquirir controles
abiertos basados en ordenadores personales; permite incorporar y procesar, en las máquinas
avanzadas, aparatos de medición automática, sensores para detectar averías, vibraciones,
desgaste o rotura de herramientas, etc., dotándolas de un alto grado de autonomía, lo que
permitirá realizar un trabajo prolongado sin vigilancia, tanto cuando estas máquinas trabajan
individualmente que cuando son incorporadas a un sistema.
Hemos asistido a un período de grandes avances tecnológicos en el diseño y la construcción
de máquinas-herramienta, pero parece necesario continuar revisando conceptos y proceder a
optimizar la aplicación de la tecnología existente. Los usuarios en general exigen mayor
disponibilidad de máquinas y sistemas, esto es mayor grado de utilización, o sea más tiempo
desprendiendo viruta. Piden máquinas más adaptadas a sus necesidades, más fiables y de
mayor calidad y precisión. Por otro lado, a un gran número de máquinas se les está exigiendo
mayor precisión y fiabilidad, más potencia y disponibilidad para trabajar a alta velocidad, lo
cual supone dotarlas de mayor rigidez.
En las máquinas que trabajan por deformación, en la que la prensa es el exponente típico, el
impacto de la electrónica ha sido menor en general que entre las que trabajan por
desprendimiento de viruta. Sin embargo, ha representado una revolución su aplicación a las
punzonadoras, plegadoras, máquinas de corte por láser y algunos tipos de máquinas que
combinan el corte por punzonado y por láser.
Se ha intentado introducir y generalizar la aplicación de nuevos materiales, principalmente en
estructuras de máquinas, utilizando hormigón reforzado con resinas termoestables y granito
sintético, mezcla de granito y resina epoxy, pero resulta difícil desplazar al palastro o a la
tradicional fundición gris, que sigue siendo un material económico y eficaz, del que además se
conocen muy bien sus características y comportamiento en el tiempo. Hay que destacar
positivamente el desarrollo de máquinas-herramienta de estructuras paralelas tipo hexápodos,
especialidad en la que el Centro Tecnológico Tekniker ha adquirido buena experiencia durante
los últimos años. Tienen la ventaja de ser muy simples en su arquitectura, pero todavía no
sirven para grandes potencias, siendo su programación compleja.
En el aspecto mecánico se ha evolucionado menos, aunque cabe destacar el desarrollo de
mandrinos de giro de alta velocidad utilizados en el “fresado de alta velocidad”. En cuanto al
accionamiento de desplazamientos, cabe destacar en determinadas aplicaciones la
introducción paulatina de los llamados “motores lineales”. La gran ventaja de este sistema es
que permite alcanzar elevadas velocidades de desplazamiento, disminuyendo el rozamiento
considerablemente al no existir ningún apoyo físico entre rotor y estator.
Durante los últimos veinte años se ha producido un desarrollo muy positivo en la fabricación
de herramientas. El diseño de plaquitas diseñadas con nuevas formas geométricas, adaptadas
a las características del material y su proceso de mecanizado, ha mejorado notablemente el
rendimiento de las herramientas de corte. Complementariamente, la técnica de recubrimiento
en fabricación de herramientas de metal duro, recubiertas de una fina capa de nitruro o
carbonitruro de titanio mediante el procedimiento de deposiciones químicas de vapor (CVD) ha
contribuido de forma muy importante al incremento de la producción de las modernas
máquinas de CNC. Con los mismos resultados positivos, un proceso de recubrimiento
complementario al anterior, que se realiza mediante deposición física por vapor (PVD), se
utiliza principalmente para el recubrimiento del acero rápido.
El CBN, nitruro de boro cúbico, (Cubic Boron Nitride) tiene múltiples usos en el mecanizado,
destacando inicialmente su utilización en la industria del automóvil, el rectificado de alta
producción, el rectificado de corte pleno y el rectificado sin centros. El descubrimiento básico
de este material por parte R.H. Wentorf de General Electric se remonta a 1957.
Hay que destacar que, con la aparición del PCBN (Polycrystaline Cubic Boron Nitride),
se fabrican nuevos tipos de herramientas para diversas aplicaciones: fresado, torneado, etc.
Este material permite someter a la herramienta a mayores esfuerzos (por ejemplo corte
interrumpido y materiales muy duros), pudiendo alcanzar altas velocidades en el mecanizado
y/o mayores capacidades de arranque de material. Gracias al CBN y al PCBN, actualmente se
investigan nuevos procesos de mecanizado que además aseguren una especial atención al
medio ambiente. Hoy se puede hablar del mecanizado ecológico.
Por último cabe destacar que la industria española, que inició a principios del siglo XX de
manera tímida y con cien años de retraso la fabricación de máquinas-herramienta, arrastraba
un desfase tecnológico imposible de recuperar hasta que, en el año 1982, alcanzó el tren de
las nuevas tecnologías justo en el momento en el que se estaban desarrollando. Realizando
un gran esfuerzo, este sector se ha colocado actualmente en el ámbito competitivo
internacional. Todo ello ha sido posible gracias a la fuerte inversión realizada en I+D, a la
creación de los centros tecnológicos promovidos por el Gobierno Vasco, a la labor realizada
por AFM a través de Invema y a los centros tecnológicos de empresa tipo Ideko del Grupo
Danobat, Fatronik, Ona Electroerosion, etc.
RESEÑA HISTORICA DE LAS MAQUINAS
QUE SE ENTIENDE POR HERRAMIENTAS?
Llamamos herramienta a cualquier instrumento de uso manual o mecánico que utilizamos para
realizar un trabajo. Por ejemplo martillo, cincel, lima, formón...
Los primeros poblados de la Edad de Piedra se construyeron con herramientas manuales básicas.
Herramientas tales como azuela, barrena, hacha, cuchillo, martillo y cincel. En la edad del bronce
se utilizaban formas primitivas de taladros y de sierras. Las pirámides de Egipto, por ejemplo, se
construyeron con esas herramientas básicas. Después de que los romanos introdujeran el cepillo
de carpintero transcurrieron mil años hasta que se desarrollaron las herramientas medievales,
como el berbiquí o el serrucho. En la Revolución Industrial, durante los siglos XVIII y XIX, las
herramientas manuales fueron sustituidas por las máquinas herramientas.
Las máquinas herramientas: son aquellas que necesitan otra fuente de energía, normalmente
eléctrica para funcionar. La Máquina herramienta, máquina estacionaria y motorizada que se
utiliza para dar forma o modelar materiales sólidos, especialmente metales. Por ejemplo el torno,
las perfiladoras, las lijadoras, las fresadoras, las taladradoras y perforadoras, las pulidoras y las
prensas.
QUE SE ENTIENDE POR MAQUINA
Una máquina puede ser cualquier utensilio o dispositivo más o menos complicado, que transforma
cualquier tipo de energía en trabajo, aplicándola en forma adecuada.
UN POCO DE HISTORIA
Los primeros poblados de la edad de piedra se construyeron con herramientas manuales básicas,
como el hacha, el cuchillo, el martillo y el cincel. Más tarde, en la edad del bronce, se utilizaban
formas primitivas de taladros y de sierras. Las pirámides de Egipto, por ejemplo, se construyeron
con esas herramientas básicas.
Hasta el siglo XIX, las máquinas que usaba el ser humano se movían gracias a la fuerza de sus
músculos o de los animales, por el agua de los ríos (norias y molinos) y por el viento (molinos de
viento).
La máquina de vapor marcó el comienzo de la revolución industrial, ya que transformaba el calor
producido por la combustión del carbón en la energía necesaria para mover una locomotora, un
barco o una máquina de tejer.
Posteriormente, la invención del motor de combustión y del motor eléctrico permitió disponer de la
fuerza necesaria para mover cualquier máquina.