Autismo
Autismo
Autismo
Ir a la navegaci�nIr a la b�squeda
Autismo
Autism-stacking-cans 2nd edit.jpg
La rigidez en ciertos patrones de orden espacial para los objetos es un
comportamiento asociado a veces con individuos con autismo.
Clasificaci�n y recursos externos
CIE-10 F84.0
CIE-9 299.00
CIAP-2 P99
OMIM 209850
DiseasesDB 1142
MedlinePlus 001526
eMedicine med/3202 ped/180
MeSH D001321
GeneReviews Autism overview
Wikipedia no es un consultorio m�dico Aviso m�dico
[editar datos en Wikidata]
Los trastornos del espectro del autismo o TEA (en ingl�s, autistic spectrum
disorders o ASD) abarcan un amplio espectro de trastornos1? que, en su
manifestaci�n fenot�pica,2? se caracterizan por deficiencias persistentes en la
comunicaci�n social y en la interacci�n social en diversos contextos, unidas a
patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.3?
Estos s�ntomas han de estar presentes en las primeras fases del per�odo de
desarrollo de la persona, aunque pueden no manifestarse totalmente hasta que las
demandas sociales superan sus limitaciones. Tambi�n pueden permanecer enmascarados
por estrategias aprendidas.3? La historia del estudio cient�fico del autismo
comienza con la publicaci�n en 1943 del art�culo �Autistic disturbances of
affective contact� (�Trastornos autistas del contacto afectivo�)4?de Leo Kanner
(1943),5?4? pero sufrir� diversos avatares que retrasar�n el avance de la
investigaci�n hasta bien entrado el decenio de 1960.5?
CIE 10 (1992)
El CIE tiene su origen en la �Lista de causas de muerte�, cuya primera edici�n
edit� el Instituto Internacional de Estad�stica en 1893. La OMS se hizo cargo de la
misma en 1948, en la sexta edici�n, la primera en incluir tambi�n causas de
morbilidad. A la fecha, la lista en vigor es la CIE-10 de 1992,20? y se usa a
escala internacional para fines estad�sticos relacionados con morbilidad y
mortalidad, los sistemas de reintegro y soportes de decisi�n autom�tica en
medicina.20? La OMS est� preparando la edici�n del CIE-11.21?22?23? El CIE-10 de
1992, al igual que el DSM IV, inclu�a el autismo dentro de la categor�a
F84.Trastornos generalizados del desarrollo, junto a otras subcategor�as, de
acuerdo con la siguiente clasificaci�n:24?
El trabajo de Asperger no fue reconocido hasta 1981, cuando Uta Frith �psic�loga
estadounidense de origen alem�n� lo redescubre y lo traduce al ingl�s. Aunque tanto
Hans Asperger como Leo Kanner coincid�an en muchas de sus apreciaciones, sus
diferentes interpretaciones llevaron a Lorna Wing a usar el t�rmino s�ndrome de
Asperger diferenci�ndolo del autismo de Kanner, aunque se�alaba que bien se pod�a
tratar de dos manifestaciones distintas de una misma condici�n.28?
Debido en parte a que Leo Kanner ech� mano del t�rmino autismo para describir la
nueva condici�n que hab�a descubierto4?, �sta qued� estigmatizada por la sombra de
las psicosis, dificultando el avance de las investigaciones hasta bien entrada la
d�cada de los 60 en EE. UU. y a�n m�s tarde en otros pa�ses.5?
De hecho, esta fue la interpretaci�n que siguieron las corrientes principales del
psicoan�lisis, con la particularidad de que se pensaba que estas psicosis ten�an un
origen psicogen�tico,5?es decir, que estaba provocadas por la frialdad de la figura
materna a la hora de interaccionar con los hijos en los primeros meses de
desarrollo. Ello da lugar a uno de los episodios m�s oscuros de la historia del
autismo y de la psiquiatr�a en general, pues se perpetu� la pr�ctica de separar a
los ni�os de sus padres y de internarlos en instituciones, adem�s de crear serios
sentimientos de culpa en los progenitores.5?
Estas pr�cticas llegaron al l�mite en la d�cada de los 605?de la mano del
psicoanalista y psic�logo austriaco afincado en Estados Unidos, Bruno Bettelheim,
quien cre� el t�rmino de �madre nevera� y public� en 1968 un libro titulado ��La
fortaleza vac�a��, sugiriendo que detr�s de la apariencia de oposici�n de los ni�os
autistas se escond�a un interior muy pobre.29? Bettelheim adopt� una posici�n m�s
doctrinaria con respecto al autismo, distanci�ndose de la b�squeda cient�fica y
neurobiol�gica de Kanner y partiendo de los postulados psicoanal�ticos. Trat�
tambi�n de incorporar la epistemolog�a gen�tica de Piaget.30? Su objetivo era
mantener la Escuela Ortog�nica de Chicago, donde los ni�os eran separados de sus
madres para emprender una terapias de dudosa efectividad.31? Posteriormente, se
pusieron al descubierto muchas irregularidades e incluso hechos pol�micos sobre los
m�todos utilizados y el trato dispensado a sus pacientes.32?33?31?
El psic�logo cl�nico Ole Ivar Lovaas (Lier, Noruega; 1932 - Lancaster, Estados
Unidos 2010) fue considerado como uno de los padres de la terapia para el autismo,
denominada an�lisis de conducta aplicada o ACA, m�s conocido por sus siglas en
ingl�s como ABA (applied behavior analysis). Sin embargo, fue muy criticado por el
uso de t�cnicas aversivas.30?
Hoy en d�a est� totalmente desechada la hip�tesis de las madre nevera, y aunque la
etiolog�a de los TEA no est� del todo clarificada, las investigaciones se�alan a
una condici�n neurol�gica con concurrencia de factores gen�ticos, epigen�ticos y
ambientales que act�an durante la embriog�nesis.6?
A partir de 1997, comienzan a publicarse las gu�as de buena pr�ctica para TEA, que
tienen como fin garantizar la calidad cient�fica de las investigaciones, el rigor
en el diagn�stico y la �tica en las pr�cticas de intervenci�n en los TEA de acuerdo
con los descubrimientos cient�ficos que fueron surgiendo a finales de la d�cada de
los 90 y principios del siglo XXI.35?
Cuadro cl�nico
Seg�n el DSM-5, el autismo se caracteriza por retraso o alteraciones del
funcionamiento antes de los tres a�os de edad en una o m�s de las siguientes
esferas: interacci�n social y comunicaci�n; patrones de comportamiento, intereses y
actividades restringidos, repetitivos y estereotipados.36?
Caracter�sticas
D�ficit en la reciprocidad socio-emocional, que oscilan desde un acercamiento
social inadecuado y errores en el seguimiento de una conversaci�n; un nivel
reducido de compartir intereses, emociones o afectos; fracaso para iniciar o
responder a las interacciones sociales.
D�ficit en las conductas de comunicaci�n no verbal empleados para la interacci�n.
D�ficit en el desarrollo, mantenimiento y comprensi�n de las relaciones; que
abarcan; por ejemplo, desde las dificultades para ajustar su conducta para
adaptarse a varios contextos sociales; dificultades para compartir el juego
imaginativo o para hacer amigos, hasta la ausencia de inter�s por los iguales.37?
La gravedad est� basada en las deficiencias en la comunicaci�n social y en los
patrones de conducta restrictivos o repetitivos.37?
Pero los s�ntomas de autismo pueden presentarse tambi�n como consecuencia de otra
afecci�n de etiolog�a conocida. Es lo que se denomina ��autismo secundario�� o
��autismo sindr�mico��.39? Para hablar de autismo sindr�mico (tambi�n se habla de
�s�ndromes dobles�) se requiere que la enfermedad asociada con el autismo en esos
pacientes haya sido descrita en su origen en otros pacientes no autistas,
constituyendo �stos la mayor�a de los casos.40? En este caso, no se puede
establecer un nexo causal entre ambos trastornos.
Determinar esta falta de relaci�n causal puede resultar dif�cil en s�ndromes muy
infrecuentes, pero hay algunos en los que ha sido posible, como el s�ndrome del X
fr�gil, s�ndrome deleci�n 22q13, s�ndrome de Rett, esclerosis tuberosa,
fenilcetonuria no tratada, rub�ola cong�nita, s�ndrome de Prader-Willi o trastorno
desintegrativo de la infancia.
Etiolog�a
Aunque no se reconocen causas espec�ficas de los trastornos del espectro autista,
varios factores de riesgo han sido identificados y es posible que contribuyan al
desarrollo del TEA.41?
Bases neurobiol�gicas
La evidencia cient�fica sugiere que en la mayor�a de los casos el autismo es un
desorden heredable. De hecho, es uno de los des�rdenes neurol�gicos con mayor
influencia gen�tica. Los resultados de estudios en familias y en gemelos sugieren
que los factores gen�ticos tienen un papel en la etiolog�a del autismo y otros
trastornos del desarrollo.42?
Los estudios en gemelos id�nticos han encontrado que si uno de los gemelos es
autista, la probabilidad de que el otro tambi�n lo sea es de un 60 %, pero de
alrededor de 92 % si se considera un espectro m�s amplio. Incluso hay un estudio
que encontr� una concordancia de 95,7 % en gemelos id�nticos.43? La probabilidad en
el caso de mellizos o hermanos que no son gemelos es de un 2 a 4 % para el autismo
cl�sico y de un 10 a 20 % para un espectro amplio. No se han encontrado diferencias
significativas entre los resultados de estudios de mellizos y los de hermanos. Sin
embargo, no se ha demostrado que las diferencias gen�ticas observadas, aunque
resultan en una neurolog�a at�pica y un comportamiento considerado anormal, sean el
origen patol�gico.
Se han encontrado dos genes relacionados con el autismo que tambi�n est�n
relacionados con la epilepsia, el SNC1A causante del s�ndrome de Dravet y el PCDH19
que provoca el s�ndrome EFMR tambi�n llamado Juberg Hellman. Tambi�n se han
encontrado deleciones de p�rdida de PCDH 10 que han sido relacionadas directamente
con trastornos del espectro autista.44?
Recientemente se ha descubierto otro gen m�s implicado en el desarrollo del autismo
y la asociaci�n entre la epilepsia y el autismo, ya se conocen dos genes, en 2001
se encontr� el SNC1A, en 2009 se descubri� la relaci�n con el PCDH19 y en abril de
2011 se ha encontrado el SYN1 en una familia canadiense.45?
Causas estructurales
Evidencias actuales indican que los sistemas fronto-estriado y cerebeloso motor son
las principales zonas afectadas en las personas con trastornos del espectro
autista, tanto a nivel anat�mico como funcional.49?
La reducci�n del n�mero de c�lulas de Purkinje (neuronas del cerebelo que controlan
la funci�n motora, el equilibrio, la marcha y el habla) y la hipoplasia cerebelosa
son las alteraciones neurol�gicas que se han relacionado con los TEA de manera m�s
clara. De hecho, el cerebelo es esencial en el desarrollo de la comunicaci�n, las
capacidades motrices, cognitivas y sociales b�sicas, y las conductas
repetitivas/restrictivas, todas ellas alteradas en las personas con estos
trastornos.49?
Factores ambientales
A pesar de que los estudios sobre gemelos indican que el autismo es sumamente
heredable, parecen tambi�n indicar que el nivel de funcionamiento de las personas
con autismo pueden ser afectados por alg�n factor ambiental, al menos en una
porci�n de los casos. Una posibilidad es que muchas personas diagnosticadas con
autismo en realidad padecen de una condici�n desconocida parecida al autismo
causada por factores ambientales, o sea, una fenocopia. De hecho, algunos
investigadores han postulado que no existe el "autismo" en s�, sino una gran
cantidad de condiciones desconocidas que se manifiestan de una manera similar.
De todas formas, se han propuesto varios factores ambientales que podr�an afectar
el desarrollo de una persona gen�ticamente predispuesta al autismo:
Factores obst�tricos
Hay un buen n�mero de estudios que muestran una correlaci�n importante entre las
complicaciones obst�tricas y el autismo. Algunos investigadores opinan que esto
podr�a ser indicativo de una predisposici�n gen�tica nada m�s. Otra posibilidad es
que las complicaciones obst�tricas simplemente amplifiquen los s�ntomas del
autismo.
Estr�s
Se sabe que las reacciones al estr�s en las personas con autismo son m�s
pronunciadas en ciertos casos. Sin embargo, factores psicog�nicos como base de la
etiolog�a del autismo casi no se han estudiado desde los a�os 70, dado los nuevos
enfoques que han surgido hacia la investigaci�n de causas gen�ticas.
�cido f�lico
La suplementaci�n con �cido f�lico ha aumentado considerablemente en las �ltimas
d�cadas, particularmente por parte de mujeres embarazadas. Se ha postulado que este
podr�a ser un factor de generaci�n de autismo, dado que el �cido f�lico afecta la
producci�n de c�lulas, incluidas las neuronas. Sin embargo, la comunidad cient�fica
todav�a no ha tratado este tema.[cita requerida]
Conexi�n intestino-cerebro
Existe un intenso debate en la comunidad cient�fica sobre la conexi�n intestino-
cerebro. Varios estudios sugieren una relaci�n entre la sensibilidad al gluten no
cel�aca y trastornos neuropsiqui�tricos, entre los que figura el autismo.51?
En 2014 un meta an�lisis que incluy� a 1.25 millones de ni�os de diferentes partes
del mundo concluy� que ninguno de los componentes de la vacuna llevaban al
desarrollo de TEA.60?
Crianza
Entre los a�os 50 y los 70 se cre�a que los h�bitos de los padres eran
corresponsables del autismo, en particular, debido a la falta de apego, cari�o y
atenci�n por parte de madre-padre denominados "madre-padre nevera" (refrigerator
mother-father). Estas teor�as han sido refutadas por investigadores de todo el
mundo en las �ltimas d�cadas. El grupo de estudio para los trastornos del espectro
autista del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Sanidad califica estas
teor�as como uno de los mayores errores en la historia de la neuropsiquiatr�a
infantil.
Las investigaciones de Spitz y toda la teor�a del Apego de John Bowlby, basadas en
la potencia de salud mental que proporciona el apego al beb�, demuestran hasta qu�
punto puede beneficiar a los ni�os autistas un entorno de apego seguro, amor y
respeto.
Teor�as explicativas
Muchos modelos se han propuesto para explicar qu� es o qu� causa el comportamiento
autista.
Sin embargo, hay quienes ponen de manifiesto que, en caso de existir el constructo
hipot�tico de la Teor�a de la Mente, no hay datos decisivos para afirmar que los
autistas no la poseen.62?
Falta de coherencia central
Esta teor�a, propuesta por Uta Frith, sugiere que los ni�os autistas son buenos
para prestar atenci�n a los detalles, pero no para integrar informaci�n de una
serie de fuentes. Se cree que esta caracter�stica puede proveer ventajas en el
procesamiento r�pido de informaci�n, y tal vez se deba a deficiencias en la
conectividad de diferentes partes del cerebro.
Teor�a de la empat�a-sistematizaci�n
Baron Cohen propone en 2009 que existe una gradaci�n de estilos cognitivos en un
continuo cuyos extremos estar�an definidos por la capacidad de empatizaci�n y la
capacidad de sistematizar. Las personas con autismo tendr�an un exceso de
sistematizaci�n, por lo que fracasar�an en el intento de establecer relaciones
emp�ticas con otras personas.
Neuronas espejo
A finales del decenio de los 90, en el laboratorio de la Universidad de California
en San Diego se investig� sobre la posible conexi�n entre autismo y neuronas
espejos, una clase reci�n descubierta de neuronas espejo.
Las neuronas espejo realizan las mismas funciones que parecen desarboladas en el
autismo. Si el sistema especular interviene de veras en la interpretaci�n de
intenciones complejas, una rotura de esos circuitos explicar�a el d�ficit m�s
llamativo del autismo: la carencia de facultades sociales. Los dem�s signos
distintivos de la enfermedad-ausencia de empat�a, lenguaje e imitaci�n deficiente,
entre otros, coinciden con los que cabr�a esperar en caso de disfunci�n de las
neuronas espejo.
Epidemiolog�a
Para 2010, la tasa de autismo se estim� en alrededor de 1-2 autistas por cada 1000
personas en todo el mundo y ocurri� cuatro a cinco veces m�s frecuente en ni�os que
en ni�as.[cita requerida] Para 2014, cerca del 1,5 % de los ni�os en los Estados
Unidos (uno de cada 68) le diagnosticaron TEA, un aumento del 30 % a partir de 1 de
cada 88 en 2012.63?64?65? La tasa de autismo entre adultos mayores de 18 a�os en el
Reino Unido es del 1,1 %.66? El n�mero de personas diagnosticadas ha aumentado
dram�ticamente desde la d�cada de 1980, debido en parte a cambios en la pr�ctica
diagn�stica y los incentivos financieros subsidiados por el gobierno para la
identificaci�n diagn�stica;65? la cuesti�n de si las tasas reales han aumentado
sigue sin resolverse.67?
Detecci�n
El diagn�stico del TEA es con frecuencia un proceso de dos etapas. La primera etapa
comprende una evaluaci�n del desarrollo general durante los controles del ni�o sano
con un pediatra. Los ni�os que muestran algunos problemas de desarrollo se derivan
para una evaluaci�n adicional. La segunda etapa comprende una evaluaci�n exhaustiva
efectuada por un equipo de m�dicos y otros profesionales de la salud con un amplio
rango de especialidades. En esta etapa, un ni�o puede recibir un diagn�stico de
autismo o de alg�n otro trastorno del desarrollo.
Un control del ni�o sano deber�a incluir una prueba para evaluar su desarrollo, con
examen de detecci�n espec�fico del TEA a los 18 y 24 meses, como lo recomienda la
Academia Americana de Pediatr�a. Realizar ex�menes de detecci�n del TEA no es lo
mismo que diagnosticar el TEA.
Lista de verificaci�n para el autismo en los infantes (CHAT, por sus siglas en
ingl�s)
Lista de verificaci�n modificada para el autismo en los infantes (M-CHAT, por sus
siglas en ingl�s)
Herramienta de detecci�n del autismo en ni�os de dos a�os (STAT, por sus siglas en
ingl�s)
Cuestionario de comunicaci�n social (SCQ, por sus siglas en ingl�s)
Escalas de conducta comunicativa y simb�lica (CSBS, por sus siglas en ingl�s).
Para detectar el TEA leve o s�ndrome de Asperger en los ni�os mayores, se puede
depender de instrumentos de detecci�n diferentes, como:
Cuestionario de exploraci�n del espectro autista (ASSQ, por sus siglas en ingl�s)
Escala australiana para el s�ndrome de Asperger (ASAS, por sus siglas en ingl�s)
Test infantil del s�ndrome de Asperger (CAST, por sus siglas en ingl�s).68?
Evaluaci�n integral para el diagn�stico
La segunda etapa de diagn�stico debe ser minuciosa a fin de encontrar si otras
afecciones pueden ser las causantes de los s�ntomas del ni�o. Un equipo que incluye
un psic�logo, un neur�logo, un psiquiatra, un logopeda u otros profesionales
experimentados en el diagn�stico del TEA puede efectuar esta evaluaci�n. La
evaluaci�n puede calificar el nivel cognitivo del ni�o, el nivel de lenguaje, su
conducta adaptativa (habilidades adecuadas en relaci�n con la edad necesaria para
completar las actividades diarias independientemente, por ejemplo, alimentarse,
vestirse y asearse), los niveles de audici�n, im�genes cerebrales y ex�menes
gen�ticos.68?
Diagn�stico
La revisi�n del DSM 5 modifica el enfoque anterior del DSM IV. Se pas� de
categorizar a los diferentes trastornos a un enfoque dimensional para diagnosticar
los trastornos que se son comprendidos dentro del espectro autista. As�, se
considera que todos los trastornos antes mencionados son mejor representados en una
sola categor�a diagn�stica porque muestran los mismos tipos de s�ntomas y son
diferenciados de mejor manera atendiendo variables cl�nicas (ej., dimensiones de
severidad) y caracter�sticas asociadas (ej., trastornos gen�ticos, epilepsia,
discapacidad intelectual).19?
Aspectos cognoscitivos
Alrededor del 75% de los pacientes diagnosticados de autismo presentan alg�n grado
de retraso mental. Se da la circunstancia de que a medida que aumenta el grado de
retraso mental, aumenta tambi�n la prevalencia del autismo. Puede decirse que
resulta dif�cil establecer los l�mites entre el autismo y el retraso mental en
aquellos casos en los que la deficiencia mental es muy severa.69?. Tambi�n puede
ser que el retraso mental conlleve autismo de modo secundario. En cualquier caso,
el problema fundamental es la fiabilidad de las pruebas que miden el cociente
intelectual (CI) aplicadas a personas con una afecci�n considerable de autismo.
Esto hace que sea imposible hacer una determinaci�n exacta y generalizada acerca de
las caracter�sticas cognitivas del fenotipo autista. Se sabe que los ni�os
superdotados tienen caracter�sticas que se asemejan a las del autismo, tales como
la introversi�n y la propensi�n a las alergias.70? Se ha documentado tambi�n el
hecho de que los ni�os autistas, en promedio, tienen una cantidad desproporcionada
de familiares cercanos que son ingenieros o cient�ficos.71? Todo esto se suma a la
especulaci�n controvertida de que figuras hist�ricas como Albert Einstein e Isaac
Newton, al igual que figuras contempor�neas como Bill Gates, tengan posiblemente
s�ndrome de Asperger. Observaciones de esta naturaleza han llevado a la escritora
autista Temple Grandin, entre otros, a especular que ser genio en s� "puede ser una
anormalidad".72?
Diagn�stico diferencial
Autismo infantil y retraso mental
El autismo infantil produce alteraciones intelectuales que a menudo son muy
dif�ciles de diferenciar del discapacidad intelectual. Sus principales
caracter�sticas son:
Disociaci�n entre los CI verbal y no verbal, con una superioridad por parte de las
habilidades no verbales
El desarrollo del lenguaje no sigue las etapas normales
Regresiones espont�neas en el proceso de desarrollo comunicativo
Disociaciones claras entre la forma y el contenido del lenguaje y su uso en forma
inapropiada
Los menores que padecen retraso mental suelen exhibir un retraso en el desarrollo
ling��stico, pero siguen las mismas etapas del ni�o normal. El autismo infantil y
el retraso mental llegan a estar relacionados y, de hecho, se ha considerado que
aproximadamente tres cuartas partes de ni�os autistas funcionan como adultos con
retraso mental.74?
Autismo y esquizofrenia
Aunque personas con esquizofrenia pueden mostrar comportamiento similar al autismo,
sus s�ntomas usualmente no aparecen hasta tarde en la adolescencia o temprano en la
etapa adulta. La mayor�a de las personas con esquizofrenia tambi�n tienen
alucinaciones y delirios, las cuales no se encuentran en el autismo.75?
Intervenci�n
V�ase tambi�n: Escala de Evaluaci�n de Tratamiento del Autismo
Los objetivos de las intervenciones son disminuir el impacto de los d�ficits tanto
en la vida personal como en la familiar y social, mejorar la calidad de vida y la
independencia funcional. Ning�n tratamiento se ha establecido como superior y
generalmente debe ser adaptado a las necesidades del ni�o.
Definici�n de TE y NEAE
Por un lado, la Tecnolog�a Educativa (TE) es el conjunto de conocimientos,
aplicaciones y dispositivos o herramientas que otorgan la posibilidad de aplicar
las TIC en el �mbito educativo, concretamente en los procesos de ense�anza y
aprendizaje. Gracias a �sta, los docentes pueden dise�ar y planificar el proceso de
ense�anza y aprendizaje de manera �ptima y eficiente.
Por otro lado, las Necesidades Espec�ficas de Apoyo Educativo (NEAE) engloban todas
las Necesidades Educativas Especiales (NEE) y Necesidades Educativas que pueda
tener el alumnado. Estas �ltimas se derivan de Dificultades Espec�ficas de
Aprendizaje (DEA), del Trastorno por D�ficit de Atenci�n con o sin hiperactividad
(TDAH), de las Altas Capacidades Intelectuales, de Especiales Condiciones
Personales o de Historia Escolar (ECOPHE), o bien por Incorporaci�n Tard�a al
Sistema Educativo.
� De la palabra a la frase.
Calidad de vida
Para las personas con discapacidad las dimensiones de la calidad de vida son
semejantes a las del resto de la poblaci�n.
La calidad de vida mejora en el momento en el que las personas con esta condici�n
se sienten con el poder de tomar decisiones que repercutan en su vida, durante
muchos a�os este poder se les ha quitado de las manos a las personas con
discapacidad, siendo asumido por familiares o los profesionales cercanos a la
persona.
La calidad de vida aumenta con la aceptaci�n y la total integraci�n de las personas
a la comunidad en la que se encuentran, brind�ndoles independencia, siendo esta un
factor esencial en la percepci�n de la calidad de vida.
Todas las personas experimentamos la calidad de vida en el momento en el que las
necesidades b�sicas se cumplen y se dan las mismas oportunidades para lograr
distintas metas en contextos tales como hogar, comunidad, escuela y trabajo.79?
Otros datos de inter�s
Alto y bajo funcionamiento
Un criterio com�n para la distinci�n entre autismo de alto y de bajo funcionamiento
es un cociente intelectual de m�s de 70-80 para aquellos que se dice que son de
alto funcionamiento, y de menos de 70-80 para aquellos que se dice que son de bajo
funcionamiento. Este criterio tiene varios problemas:
Se cree que las pruebas de cociente intelectual son inadecuadas para medir la
inteligencia de una persona autista, ya que est�n dise�adas para personas t�picas.
Es decir, estas pruebas asumen que existe inter�s, entendimiento, conocimientos
ling��sticos, motivaci�n, habilidad motriz, etc. Se conocen casos de personas
autistas cuyo cociente intelectual cambia dr�sticamente dentro de un periodo
relativamente corto, lo cual probablemente no indica un cambio real en el nivel de
inteligencia.
La percepci�n de "bajo funcionamiento" por lo general se refiere a carencia de
habla, incapacidad para cuidarse de s� mismo, falta de interacci�n social, etc.
Esto no siempre coincide con el criterio del cociente intelectual. Existen personas
autistas que carecen de habla (aunque se pueden comunicar por escrito) con un
cociente intelectual alto. Por otro lado, autistas con un cociente intelectual bajo
podr�an poseer la capacidad del habla.
Los autistas var�an extremadamente en sus capacidades. Una misma persona puede
mostrar caracter�sticas de "alto funcionamiento" y otras de "bajo funcionamiento."
Por lo tanto estas etiquetas son uni-dimensionales y su descriptividad deficiente.
Las personas autistas que son de "bajo funcionamiento" en alg�n �rea pueden
desarrollarse y volverse de "alto funcionamiento" en esa misma �rea. Alguien
diagnosticado autista puede volverse indistinguible de alguien diagnosticado con
S�ndrome de Asperger.
S�ndrome del sabio
Rimland (1978) encontr� que el 10% de los autistas tienen "talentos
extraordinarios" en campos espec�ficos (comparado con un 0,5% de la poblaci�n
general). Brown y Pilvang (2000) han propuesto el concepto del "ni�o que esconde
conocimiento" y han demostrado por medio de cambios en las pruebas de inteligencia
que los ni�os autistas tienen un potencial que se esconde detr�s de su
comportamiento.80? Argumentan tambi�n que la falta de optimismo que promueve gran
parte de la literatura cient�fica sobre el tema puede empeorar la situaci�n del
individuo autista. Dawson (2005), una investigadora autista, ha realizado
comparaciones cognitivas entre individuos autistas y no autistas; encontr� que su
rendimiento relativo en las pruebas de Wechsler y RPM son inversos.81? Un estudio
de la Universidad Estatal de Ohio encontr� que los autistas tienen mejor
rendimiento en pruebas de memoria falsa.82? Happe (2001) hizo pruebas a hermanos y
padres de ni�os autistas y propuso que el autismo puede incluir un "estilo
cognitivo" (coherencia central d�bil) que confiere ventajas en el procesamiento de
informaci�n.83?
Integraci�n Sensorial
Anna Jean Ayres, PhD, OTR, (January 18, 1920 � December 16, 1988) fue la Terapeuta
Ocupacional que desarroll� la teor�a e intervenci�n en Integraci�n Sensorial en los
EE. UU. Los problemas sensoriales m�s com�nmente reportados en individuos con
diagn�stico de autismo incluyen hiporrespuesta, hiperrespuesta, patr�n de respuesta
mixto y problemas de praxis debidos a d�ficits en el procesamiento e integraci�n de
diferentes sensaciones.88? Sin embargo, otras caracterizaciones tambi�n han sido
reportadas. Por ejemplo, Baranek y sus colaboradores reportaron patrones de
hiporresponsividad (hipo), hiperresponsividad (hiper), intereses, repeticiones y
comportamientos de b�squeda (IRCB) y percepci�n superior.93? Las evaluaciones
especializadas en integraci�n sensorial son llevadas a cabo por Terapeutas
Ocupacionales con educaci�n de post graduaci�n en este abordaje en m�s de 22 pa�ses
en el mundo. Una formaci�n internacional en esta teor�a y marco de intervenci�n ha
sido desarrollada por instructores por medio de la University of Southern
California (USC). Criterios de formaci�n espec�fica han sido establecidos y se
implementan en varios pa�ses del mundo.
El DSM 594? ha reconocido la existencia de los problemas sensoriales como parte del
diagn�stico de autismo. Esto ha causado un renovado inter�s en Integraci�n
Sensorial dentro de Terapia Ocupacional. Terapia Ocupacional con Integraci�n
Sensorial (OT/SI) ha demostrado evidencia cient�fica de efectividad y eficacia en
pruebas controladas aleatorizadas, el nivel m�s alto de evidencia cient�fica.95?96?
Mejor�as en varias �reas incluyendo aspectos motores, del comportamiento, lenguaje,
juego y actividades de la vida diaria as� como tambi�n objetivos espec�ficos
establecidos con los familiares han resultado positivos cuando la intervenci�n est�
implementada por Terapeutas Ocupacionales con formaci�n adecuada en Integraci�n
Sensorial.
Fenotipo ampliado
El fenotipo autista ampliado (broader autism phenotype o BAP) hace referencia a
personas que, sin presentar un cuadro cl�nico de TEA, muestran rasgos rasgos
propios del autismo tales como evitar el contacto vistual98? 99? 100?101?100?19?
Aspectos pol�ticos
Hay grupos que defienden que el autismo no es una enfermedad o desorden en s�, sino
una forma de ser102?; es decir, una neurolog�a at�pica que merece respeto, creando
una serie de t�rminos para contrastar con los t�rminos en uso com�n por el p�blico,
por ejemplo, "neurot�pico" en lugar de "normal", "neurodiversidad" en lugar de
enfermedad o desorden, y "neurodivergente" en lugar de "anormal".
Este movimiento ha sido criticado fuertemente por algunos padres de ni�os autistas,
principalmente Kit Weintraub y Lenny Schaffer, quienes han acusado a los activistas
autistas de no ser autistas en realidad, entre otras cosas. Algunos padres de ni�os
autistas s� lo apoyan. Algunas de sus reivindicaciones son:103?
V�ase tambi�n
Gu�a de buena pr�ctica para TEA
S�ndrome de Asperger
S�ndrome de evitaci�n patol�gica de la demanda
Donald Triplett
Autismo regresivo
Referencias
Jean Xavier, Claude Bursztejn, Maitri Stiskin, Roberto Canitano, David Cohen
(2015). �Autism spectrum disorders: An historical synthesis and a multidimensional
assessment toward a tailored therapeutic program�. Research in Autism Spectrum
Disorders 18: 21-33.
Artigas Pallar�s, J (2002). �Fenotipos conductuales�. Rev Neurol. 34 (Supl 1):
S38-S48.
American Psychiatric Association (2013). �Autism Spectrum Disorder� [Trastornos
del Espectro del Autismo]. En American Psychiatric Pub. Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders (DSM-5�) [Manual diagn�stico y estad�stico de los
trastornos mentales (DSM-5�)] (en ingl�s) (quinta revisada edici�n). Arlington, VA.
pp. 50-59. ISBN 9780890425572. Consultado el 13 de febrero de 2018.
�Trastornos autistas del contacto afectivo�. Trad. de Teresa Sanz Vicario.
Consultado el 16 de abril de 2018.
�El autismo 70 a�os despu�s de Leo Kanner y Hans Asperger.�. Revista de la
Asociaci�n Espa�ola de Neuropsiquiatr�a. Consultado el 11 de marzo de 2018.
Goldani, Andre A. S.; Downs, Susan R.; Widjaja, Felicia; Lawton, Brittany;
Hendren, Robert L. (agosto de 2014). �Biomarkers in Autism� [Biomarcadores en el
autismo]. Front Psychiatry (en ingl�s) (Frontiers Media SA) 5 (100). PMID 25161627.
doi:10.3389/fpsyt.2014.00100. Consultado el 13 de febrero de 2018.
Arndt, Tara L.; Stodgell, Christopher J.; Rodier, Patricia M. (abril-mayo de
2005). �The teratology of autism� [La teratolog�a del autismo]. Int J Dev Neurosci
(en ingl�s) (Elsevier) 23 (2-3): 189-99. PMID 15749245.
doi:10.1016/j.ijdevneu.2004.11.001. Consultado el 13 de febrero de 2018.
Rutter M (2005). �Incidence of autism spectrum disorders: changes over time and
their meaning�. Acta Paediatr 94 (1): 2-15. PMID 15858952. doi:10.1111/j.1651-
2227.2005.tb01779.x.
�F84 Trastornos Generalizados del Desarrollo.�. EspectroAutista.info. Consultado
el 17 de abril de 2018.
Johnson CP, Myers SM (2007). �Identification and evaluation of children with
autism spectrum disorders�. Pediatrics 120 (5): 1183-215. PMID 17967920.
doi:10.1542/peds.2007-2361. Archivado desde el original el 8 de febrero de 2009.
�DSM-5: la nueva clasificaci�n de los TEA.�. Rub�n Palomo Seldas. Consultado el 17
de abril de 2018.
Gu�a de buena pr�ctica para el tratamiento de los trastornos del espectro autista
Pilling S, Baron-Cohen S, Megnin-Viggars O (2012). �Autismo: �c�mo identificarlo
en el paciente adulto?�. IntraMed.
Ruth Vidriales Fern�ndez, Cristina Hern�ndez Layna, Marta Plaza Sanz (2017).
�Rostros ocultos: mujeres con Trastorno del Espectro del Autismo�. Confederaci�n
Autismo Espa�a.
�Highlights of Changes from DSM-IV-TR to DSM-5. Changes made to the DSM-5
diagnostic criteria� (en ingl�s). DSM-5. Consultado el 13 de octubre de 2014.
Myers, Scott M.; Johnson, Chris Plauch� (noviembre de 2007). �Management of
Children With Autism Spectrum Disorders� [Manejo de ni�os con trastornos del
espectro autista]. Pediatrics (en ingl�s) (Illinois, Estados Unidos: American
Academy of Pediatrics) 120 (5): 1162-1182. PMID 17967921. doi:10.1542/peds.2007-
2362. Consultado el 13 de febrero de 2018.
American Psychiatric Association.(2014) Gu�a de Consulta de los Criterios
Diagn�sticos del DSM-5 Consultado el 05/11/2017 ISBN 978-0-89042-551-0
�Los nuevos criterios diagn�sticos del DSM-5.�. AutismoGalicia. Consultado el 17
de abril de 2018.
Autism Spectrum Disorder. DSM-5 Autism Spectrum Disorder Fact Sheet. Consultado el
14/10/2014.
��Que es la cie10?�. cie10.org en espa�ol. Consultado el 21 de abril de 2018.
http://www.who.int/mental_health/evidence/en/
�Versiones provisionales del cap�tulo de la CIE-11 sobre los trastornos mentales�.
psiquiatria.com. 7 de abril de 2017. Consultado el 8 de enero de 2018.
eCIE10ES. Edici�n electr�nica de la CIE-10-ES. 2� Edici�n-Enero 2018. Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Direcci�n General de Salud P�blica,
Calidad e Innovaci�n. Subdirecci�n General de Informaci�n Sanitaria y Evaluaci�n.
Enero de 2018. Consultado el 15 de enero de 2018.
�CIE-10.�. PsicoMed. Consultado el 21 de abril de 2018.
�Esquizofrenia infantil.�. Mayo Clinic. Consultado el 16 de abril de 2018.
Greydanus, D. E.; Toledo-Pereyra, L. H. (febrero de 2012). �Historical
perspectives on autism: its past record of discovery and its present state of
solipsism, skepticism, and sorrowful suspicion� [Perspectivas hist�ricas del
autismo: su memoria pasada de descubrimiento y su estado presente de solipsismo,
escepticismo y sospecha afligida]. Pediatr Clin North Am 59 (1): 1-11. PMID
22284788. doi:10.1016/j.pcl.2011.10.004.
Park, Hye Ran; Lee, Jae Meen; Moon, Hyo Eun; Lee, Dong Soo; Kim, Bung-Nyun; Kim,
Jinhyun (febrero de 2016). �A Short Review on the Current Understanding of Autism
Spectrum Disorders� [Una revisi�n corta del entendimiento actual de los des�rdenes
de espectro autista]. Exp Neurobiol (en ingl�s) (Corea: Korean Society for Brain
and Neural Science) 25 (1): 1-13. PMID 26924928. doi:10.5607/en.2016.25.1.1.
Consultado el 8 de marzo de 2017.
Wing, L (1981 Feb). �Asperger's syndrome: a clinical account�. Psycholog Med 11
(1): 115-129. doi:10.1017/S0033291700053332.
Bruno Bettelheim (2012). La fortaleza vac�a. Autismo infantil y el nacimiento del
yo. Barcelona: Ediciones Paid�s. ISBN 978-84-493-2722-3.
Feinstein, Adam (noviembre de 2016). Historia del Autismo (revisada y ampliada
edici�n). Autismo Avila. pp. 61-187. ISBN 9788494032271.
El caso de Bruno Bettelheim
The Creation of Dr. B: A Biography of Bruno Bettelheim, por Richard Pollak.
Bettelheim: A Life and a Legacy, por Nina Sutton.
Rivi�re, �ngel (2001). Autismo. Editorial Trotta. pp. 21 y ss. ISBN 848164451X.
Gu�a de buena pr�ctica para el tratamientode los trastornos del espectro autista
Archivado el 5 de marzo de 2016 en la Wayback Machine..
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5� ed.). Washington, D.C.:
American Psychiatric Association. 2013.
�Novedades y Criterios Diagn�sticos�. DSM - V. Consultado el 19 de mayo de 2016.
J. Artigas-Pallar�s, E. Gabau-Vila, M. Guitart-Feliubadal� (2005). �El autismo
sindr�mico: I. Aspectos generales�. Rev Neurol. 40 (Supl 1): S143-S149.
Hansen RL, Hagerman RJ (2003). �Contributions of Pediatrics�. In Ozonof S, Rogers
SJ, Hendren RL, eds. Autism spectrum disorders. Washington: American Psychiatric
Publishing: 87-109.
Gilberg C, Coleman M (2000). �The biology of the autistic syndromes�. London:
McKeith Press.
Tager-Flusberg H (2010). �The origins of social impairments in autism spectrum
disorder: studies of infants at risk�. Neural Netw 23 (8-9): 1072-6. PMC 2956843.
PMID 20800990. doi:10.1016/j.neunet.2010.07.008.
Rutter, M (2000). �Genetic studies of autism: From the 1970s into the millennium�.
Journal of Abnormal Child Psychology 28 (1): 3-14. PMID 10772346.
doi:10.1023/A:1005113900068.
Ritvo, ER; Freeman, BJ; Mason-Brothers, A; Mo, A; Ritvo, AM (1985 Jan).
�Concordance for the syndrome of autism in 40 pairs of afflicted twins�. Am J
Psychiatry 142 (1): 74-7.
(en ingl�s) Guerra, Daniel J. (2011). �The Molecular Genetics of Autism Spectrum
Disorders: Genomic Mechanisms, Neuroimmunopathology, and Clinical Implications�.
Autism Research and Treatment.
(en ingl�s)Cossette, Patrick J. (2011). �SYN1 loss-of-function mutations in ASD
and partial epilepsy cause impaired synaptic function�. Oxford Journals.
Hormona oxitocina podria jugar papel relevante aparici�n autismo
Kosfeld M et al. 2005. Oxytocin increases trust in humans. Nature 435:673-676. PDF
PMID 15931222
Zak, P.J. Stanton, A.A., Ahmadi, A. 2007. Oxytocin increases generosity in humans.
PLoS ONE 2(11): e1128. [1]
Jaber M (abril de 2017). �The cerebellum as a major player in motor disturbances
related to Autistic Syndrome Disorders�. Encephale (Revisi�n) 43 (2): 170-175. PMID
27616580. doi:10.1016/j.encep.2016.03.018.
Gardner, H; Spiegelman y Buka (2011). �Perinatal and Neonatal Risk Factors for
Autism: A Comprehensive Meta-analysis�. Pediatrics 128 (2): 344-355. PMC 3387855.
PMID 21746727. doi:10.1542/peds.2010-1036.
Catassi, C; Bai, JC; Bonaz, B; Bouma, G; Calabr�, A; Carroccio, A; et al. (2013
Sep 26). �Non-celiac gluten sensitivity: The new frontier of gluten related
disorders�. Nutrients 5 (10): 3839-53. PMC 3820047. PMID 24077239.
doi:10.3390/nu5103839.
Flaherty, DK (2011). �The vaccine-autism connection: a public health crisis caused
by unethical medical practices and fraudulent science.�. The Annals of
pharmacotherapy 45 (10): 1302-4. PMID 21917556. doi:10.1345/aph.1Q318.
�Sobre los TEA: Eltiolog�a�.
Godlee, F; Smith, J; Marcovitch, H (2011). �Wakefield's article linking MMR
vaccine and autism was fraudulent.�. BMJ (Clinical research ed.) 342: c7452. PMID
21209060. doi:10.1136/bmj.c7452.
Tan; Parkin (2008). �Route of decomposition of thimerosal�. International Journal
of Pharmacy 24: 13299- 13305.
Waterhous, Lynn (2008). �Autism overflows: Increasing prevalence and proliferating
theories�. Neuropsychological Review 18 (4): 273-286. doi:10.1007/s11065-008-9074-
x.
Black C, Kaye JA, Jick H (August de 2002). �Relation of childhood gastrointestinal
disorders to autism: nested case-control study using data from the UK General
Practice Research Database�. BMJ 325 (7361): 419-21. PMC 119436. PMID 12193358.
doi:10.1136/bmj.325.7361.419.
Deer, Brian (22 de febrero de 2004). �Revealed: MMR research scandal�. The Sunday
Times (London). Consultado el 2 de marzo de 2010.
�MMR doctor 'to face GMC charges'�. BBC News. 12 de junio de 2006. Consultado el
10 de agosto de 2007.
Taylor LE, Swerdfeger AL, Eslick GD (junio de 2014). �Vaccines are not associated
with autism: an evidence-based meta-analysis of case-control and cohort studies�.
Vaccine 32 (29): 3623-9. PMID 24814559. doi:10.1016/j.vaccine.2014.04.085. Resumen
divulgativo � news.com.au.
Documentos sobre teor�a de la mente. Consultado el 6 de mayo de 2018
Las personas con autismo tienen teot�a de la mente. Autismo diario, concultado el
6 de mayo de 2018.
�ASD Data and Statistics�. CDC.gov. Archivado desde el original el 18 de abril de
2014. Consultado el 5 Apr 2014.
�Prevalence of autism spectrum disorders � autism and developmental disabilities
monitoring network, 14 sites, United States, 2008�. MMWR Surveill Summ 61 (3): 1-
19. 2012. PMID 22456193. Archivado desde el original el 25 de marzo de 2014.
Blumberg, S. J., Bramlett, M. D., Kogan, M. D., Schieve, L. A., Jones, J. R., Lu,
M. C. (2013). �Changes in prevalence of parent-reported autism spectrum disorder in
school-aged U.S. children: 2007 to 2011-2012�. Natl Health Stat Report (65): 1-11.
PMID 24988818. Archivado desde el original el 21 de septiembre de 2013.
Brugha T, Cooper SA, McManus S, et al. (31 de enero de 2012). �Estimating the
prevalence of autism spectrum conditions in adults: extending the 2007 Adult
Psychiatric Morbidity Survey�. The Information Centre for Health and Social Care.
National Health Service, UK. Archivado desde el original el 30 de diciembre de
2014. Consultado el 29 de diciembre de 2014.
Newschaffer CJ, Croen LA, Daniels J, Giarelli E, Grether JK, Levy SE, Mandell DS,
Miller LA, Pinto-Martin J, Reaven J, Reynolds AM, Rice CE, Schendel D, Windham GC
(2007). �The epidemiology of autism spectrum disorders� (PDF). Annu Rev Public
Health 28: 235-58. PMID 17367287. doi:10.1146/annurev.publhealth.28.021406.144007.
Archivado desde el original el 3 de septiembre de 2013.
Landa, Holman, Garrett-Mayer., RJ, KC, E (2007 Jul;64). Social and communication
development in toddlers with early and later diagnosis of autism spectrum
disorders. Archives of General Psychiatry,. pp. (7):853-64.
Artigas-Pallar�s, J. (2001). �Las fronteras del autismo�. Revista de Neurolog�a
Cl�nica 2 (1): 212. Consultado el 12 de marzo de 2014.
Winner, E (1987). Uncommon talents: Gifted children, prodigies, and savants.
�http://www.autismresearchcentre.com/docs/papers/2001_Wheelwright_BC.pdf�.
�Online Paradigm�. Archivado desde el original el 9 de agosto de 2007.
Dawson, M; Souli�res, I; Gernsbacher, MA; Mottron, L (2007 Aug). �The level and
nature of autistic intelligence�. Psychol Sci 18 (8): 657-62.
Alfredo Ardila, M�nica Rosselli, Esmeralda Matute Villase�or (2005).
�Neuropsicolog�a de los trastornos del aprendizaje�. UNAM: 120.
Vilayanur. S Ramachandran y Lindsay M. Oberman."Neuronas Espejo" en Revista
investigaci�n y ciencia.n�364, enero de 2007.
Gu�a de buena pr�ctica para el tratamiento de los trastornos del espectro autista
Myers SM, Johnson CP, Council on Children with Disabilities (2007). �Management of
children with autism spectrum disorders�. Pediatrics 120 (5): 1162-82. PMID
17967921. doi:10.1542/peds.2007-2362. Resumen divulgativo � AAP (2007-10-29).
Mill� MG, Mulas F. Atenci�n temprana y programas de intervenci�n espec�fica en el
trastorno del espectro autista. Rev Neurol 2009; 48(Supl 2):S47-S52.
J. Tamarit. �Autismo: modelos educativos para una vida de calidad�.
�http://www.fc2000.dk/Artikler/Intelligence_and_Cognition.pdf�. Archivado desde el
original el 3 de mayo de 2005.
�P�gina en web.archive.org�. Archivado desde el original el 4 de noviembre de
2005.
�Sometimes, Autistic People Have the Memory Advantage�. Archivado desde el
original el 14 de febrero de 2006.
Exploring the cognitive phenotype of autism: weak ...[J Child Psychol Psychiatry.
2001] - PubMed Result
Schaaf, R. C., Toth-Cohen, S., Johnson, S. L., Outten, G., & Benevides, T. W.
(2011). The everyday routines of families of children with autism examining the
impact of sensory processing difficulties on the family. Autism, 15(3), 373�389.
Ben-Sasson, A., Hen, L., Fluss, R., Cermak, S. A., Engel-Yeger, B., & Gal, E.
(2009). A meta-analysis of sensory modulation symptoms in individuals with autism
spectrum disorders. Journal of Autism and Developmental Disorders, 39, 1�11.
http://dx.doi.org/10.1007/s10803-008-0593-3.
Blanche, E.I., Reinoso, G., Chang, M.C., and Bodison, S. (2012). Proprioceptive
processing difficulties among children with autism spectrum disorders and
developmental disabilities. American Journal of Occupational Therapy, 66(5): 621-
624. doi 10.5014/ajot.2012.004234.
Blanche, E.I., Bodison, S., Chang, M.C and Reinoso, G. (2012). Development of the
comprehensive observations of proprioception (COP): Validity, reliability and
factor analysis. American Journal of Occupational Therapy, 66(6): 691-698.
doi.10.5014/ajot.2012.003608.
Blanche, E.I. and Reinoso, G. (2007). Revisi�n de la literatura: D�ficits en el
procesamiento sensorial en el espectro del autismo. Revista Chilena de Terapia
Ocupacional, 7 p. 59-68. Santiago de Chile, Chile.
Dunn, W. (2001). The sensations of everyday life: Empirical, theoretical, and
pragmatic considerations (Eleanor Clarke Slagle lecture). American Journal of
Occupational Therapy, 55, 608�620. http://dx.doi.org/10.5014/ajot.55.6.608
Kirby, A. V., Little, L. M., Schultz, B., & Baranek, G. T. (2015). Observational
characterization of sensory interests, repetitions, and seeking behaviors. American
Journal of Occupational Therapy, 69, 6903220010. http://dx.doi.org/
10.5014/ajot.2015.015081.
Reynolds, S., Bendixen, R. M., Lawrence, T., & Lane, S. J. (2011). A pilot study
examining activity participation, sensory responsiveness, and competence in
children with high functioning autism spectrum disorder. Journal of Autism and
Developmental Disorders, 41, 1496�1506. http://dx.doi.org/10.1007/s10803-010-1173-
x.
Kanner, L. (1943). Autistic disturbances of affective contact. Nervous Child, 2,
217- 250.
Baranek, Grace T.; David, Fabian J.; Poe, Michele D.; Stone, Wendy L.; Watson,
Linda R. (1 de junio de 2006). �Sensory Experiences Questionnaire: discriminating
sensory features in young children with autism, developmental delays, and typical
development�. Journal of Child Psychology and Psychiatry (en ingl�s) 47 (6): 591-
601. ISSN 1469-7610. doi:10.1111/j.1469-7610.2005.01546.x. Consultado el 13 de
agosto de 2016.
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of
mental disorders (5th ed.). Washington, DC: Author.
Pfeiffer, B. A., Koenig, K., Kinnealey, M., Sheppard, M., & Henderson, L. (2011).
Effectiveness of Sensory Integration Interventions in Children With Autism Spectrum
Disorders: A Pilot Study. The American Journal of Occupational Therapy : Official
Publication of the American Occupational Therapy Association, 65(1), 76�85.
Schaaf, R. C., Benevides, T., Mailloux, Z., Faller, P., Hunt, J., van Hooydonk,
E., . . . Kelly, D. (2014). An intervention for sensory difficulties in children
with autism: a randomized trial. J Autism Dev Disord, 44(7), 1493-1506. doi:
10.1007/s10803-013-1983-8.
Manzanera Lid�n, R. (2015) http://www.autismo-pda.com
Piven J, Palmer P, Jacobi D, Childress D, Arndt S (1997). �Broader autism
phenotype: evidence from a family history study of multiple-incidence autism
families� (PDF). Am J Psychiatry 154 (2): 185-90. PMID 9016266.
Trastornos del espectro autista (TEA). Signos y s�ntomas. Centros para el Control
y la Prevenci�n de Enfermedades (CDC). Consultado el 14/10/2014.
�TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA�. Grupo de Estudio de Trastornos del Espectro
Autista Instituto de Investigaci�n de Enfermedades Raras- Instituto de Salud Carlos
III. Consultado el 16 de octubre de 2014.
Trastorno del espectro autista (ASD por sus siglas en ingl�s): Informaci�n sobre
el trastorno. NIH. Consultado el 14/10/2014.
�"'We don't need to be cured,' say autistics 'Neurodiversity' activists use
science to fight against autism stereotypes" por Gillian Woodford. National Review
of Medicine. Volume 3. No. 8. 2006-04-30�. Archivado desde el original el 27 de
febrero de 2008.
�"Neurodiversity On the neurological underpinnings of geekdom." By Harvey Blume�.
�Estrategia Espa�ola en Trastornos del Espectro del Autismo�.
Bibliograf�a
Nils Brose, �Autismo�, Mente y Cerebro, 38, 2009, p�gs. 36-41.
Tordera Yllescas JC. El trastorno de espectro autista: delimitaci�n ling��stica.
Revista ELUA. 2007; 21:301-14.
Mar�a Elisa Irarr�zaval, Walter Brokering, Gustavo Adolfo Murillo. Autismo: una
mirada desde la psiquiatr�a de adultos. Rev Chil Neuro-Psiquiatr. 2005; 43(1): 51-
60.
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of
mental disorders (5th ed.). Washington, DC: Author.
Pfeiffer, B. A., Koenig, K., Kinnealey, M., Sheppard, M., & Henderson, L. (2011).
Effectiveness of Sensory Integration Interventions in Children With Autism Spectrum
Disorders: A Pilot Study. The American Journal of Occupational Therapy : Official
Publication of the American Occupational Therapy Association, 65(1), 76�85.
Schaaf, R. C., Benevides, T., Mailloux, Z., Faller, P., Hunt, J., van Hooydonk, E.,
. . . Kelly, D. (2014). An intervention for sensory difficulties in children with
autism: a randomized trial. J Autism Dev Disord, 44(7), 1493-1506. doi:
10.1007/s10803-013-1983-8
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una galer�a multimedia sobre Trastornos del espectro
autista.
Esta obra contiene una traducci�n parcial en la secci�n Etiolog�a derivada de
Autism spectrum de Wikipedia en ingl�s, concretamente de esta versi�n, publicada
por sus editores bajo la Licencia de documentaci�n libre de GNU y la Licencia
Creative Commons Atribuci�n-CompartirIgual 3.0 Unported.
En MedlinePlus hay m�s informaci�n sobre del espectro autista Trastornos del
espectro autista
Fundaci�n Autismo Diario: Portal de noticias, recursos sobre TGD, Autismo, Asperger
Web de la PDA Society (ingl�s)
Web sobre autismo y PDA en espa�ol
Informaci�n Sobre El Asperger y el TEA (Autismo) y Sus Diferencias Entre DSM4 al
DSM5 y el CIE-10 al CIE-11
Informaci�n por los padres sobre trastornos del desarrollo con espectro autista
NINDS: Art�culo inicialmente tomado del NINDS. Toda la informaci�n preparada por el
NINDS es de dominio p�blico y se puede reproducir libremente.
�El laberinto autista�. Documentos TV. Transcripci�n. Televisi�n Espa�ola. 31 de
agosto de 2013. min. 58:37.