Devocional Semana 6. Definitiva 20-05-2016
Devocional Semana 6. Definitiva 20-05-2016
Devocional Semana 6. Definitiva 20-05-2016
Cuando conocí a Claudia, mi vida fue tan impactada que no tuve dudas de que sería mi
esposa. Mi anhelo cada día era que llegará el momento de verme con ella, pues no había un
compromiso más importante que nuestro encuentro. Estaba dispuesto hacer los cambios
necesarios en mi agenda con el único propósito de poder compartir tiempo junto a la mujer que
hacía vibrar mi corazón. Cuando estoy con Claudia deseo que el tiempo se detenga. Ella me
hace sentir importante y valorado. El sentimiento del amor es algo difícil de expresar con
palabras, por eso anhelo aprovechar cada segundo que estoy a su lado para decirle: Te amo.”
En nuestra relación con Dios sucede algo similar. Así como la experiencia del amor es única,
también la experiencia devocional lo es. Solo lo entiende el que la práctica. Encontramos un
ejemplo en la Biblia acerca de un hombre, Daniel quien demostró que su vida devocional era su
mayor prioridad; no había nada que le pudiera robar su tiempo Dios. No le importó la ley creada
por el rey Darío, que prohibía orar a Jehová, el siguió haciéndolo como siempre: “entro en su
casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres
veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes”. (Daniel
6:10). A causa de su devoción fue echado al foso de los leones, pero el Señor lo libró y le dio
una gran victoria (Daniel 6:16,20-22) ¿Alguna vez te ha motivado el amor lo suficiente como
para luchar contra las circunstancias? ¿Por qué crees que ignoró la ley que había y siguió
orando cada día como acostumbraba, así eso pusiera en peligro su propia vida?
Nuestro hablar con Dios, estar en Su presencia no puede ser aburrido, es la experiencia más
impactante e indescriptible y desearíamos que el tiempo no termine, no hay nada más
importante que estar en su compañía. Él nos hace sentir importantes, nos demuestra Su Amor,
nos revela Su voluntad, nos protege bajo Su sombra y suple nuestras necesidades.
Dios es inmensamente grande, mucho más que nuestro universo; He aquí que los cielos, los
cielos de los cielos, no te pueden contener (1 Reyes 8:27). A pesar de Su grandeza y de
nuestra pequeñez, Él anhela relacionarse con nosotros, nos dice a cada uno de Sus hijos:
Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
(Cantares 2:14b). ¡Es maravilloso e impresionante que Dios anhele vernos y escucharnos!.
¿Has vivido la experiencia de demostrar amor sin ser correspondido? Dios nos ha demostrado
de tantas maneras Su amor, aun cuando ve que algunos de Sus hijos se mantienen distantes,
en una actitud de indiferencia. ¿Sabías que Dios te ama? Piensa en cuáles de las cosas que
has vivido Dios ha demostrado Su gran amor por ti. ¿Piensas corresponder ese amor o
ignorarlo? La decisión es tuya.
A través de la oración podemos Hablar con Dios. A través de la lectura de la Biblia podemos
escuchar a Dios.
I. VIVE LA LECCIÓN: Escribe tres cosas que harías si quisieras conocer mejor a una persona
que te acaban de presentar. Escribe como puedes aplicarlas para conocer a Dios más
íntimamente.
III. RECUERDA LA LECCIÓN: Dios anhela relacionarse de una manera personal con cada uno
de Sus hijos.
La diferencia que existe entre la Biblia y cualquier otro libro es que el contenido del libro surge
de la mente de esa persona, plasma sus ideas, sus fantasías, o investigaciones, etc. La Biblia
no es un simple libro, no es producto de la imaginación humana, no son mitos; son las palabras
del único y verdadero Dios, cargadas de verdad, autoridad y poder. A pesar de haber sido
escrita por 1600 años, por 40 personas diferentes, tiene un mensaje unificado, un propósito
definido, y se mantiene vigente a lo largo de la historia de la humanidad: la palabra del Señor
permanece para siempre (1Pedro 1:25a). La palabra de Dios es simple como para ser
disfrutada por un niño que puede entender las historia de Jonas y el gran pez; pero al mismo
tiempo, tan profunda como para que alguien que teniendo un PH.D en teología no puede
desentrañar el misterio de como Dios se hizo hombre. Dios recompensa unos pocos minutos
diarios de lectura Biblica, pero también tiene inagotable fuente de tesoros para aquellos que
son más diligentes. La Biblia fue el primer libro con más copias circulando en el mundo (sin
contar las versiones digitales y aplicaciones para móviles), tiene traducciones en 2932 idiomas
(La Declaración Universal de los Derechos Humanos está disponible en 463 y la plataforma
Facebook en 70). De la misma manera en que Dios hablara para que todo el universo fuese
creado, la palabra de Dios contenida en la Biblia es suficiente para transformar vidas y cambiar
circunstancias. Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir…(2 Timoteo 3: 16-17).Cuatro beneficios que trae el estudiar las
Escrituras:
a) Enseña: nos permite conocer la voluntad de Dios. Su Corazón, Sus leyes y mandamientos y
la manera en que quiere que vivamos nuestras vidas. b) Redarguye: es reprender, mostrar
que alguna parte de nuestra vida está en desorden y necesita ser tratada. c) Corrige: nos
muestra lo que está mal, cómo debería ser y cómo podemos cambiar de rumbo. d) Instruye:
Nos guía para tomar decisiones correctas en nuestras actividades cotidianas.
Actitudes correctas hacia la Palabra: a) Prestar atención a la voz Dios (Deuteronomio 28:1-2):
Es Dios Todopoderoso quien habla,(1Reyes 8:27), quien conoce a la perfección todas las
cosas, y nuestro corazón. b) Obedecerla (Lucas 6:46): Jesús dice que quien oye la palabra y
la ignora es un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena y a la primera dificultad
se derrumba y la ruina de ese hombre es grande. Solo hay un fundamento sólido sobre el cual
edificamos nuestras vidas y es obedecer la Palabra de Dios. c) Comunicar su mensaje a
otros (Deuteronomio 6:6-7): El mundo tiene una enorme necesidad y la única esperanza se
llama Jesús. Nosotros, que lo conocemos, tenemos la responsabilidad de compartir con otros
lo que sabemos y lo que hemos recibido de Él.
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada (La Palabra de Dios),
para que por ella crezcáis para salvación. (1Pedro 2:2, énfasis del autor).
Como un bebe recién nacido necesita de la leche materna, el bebé espiritual necesita nutrirse
de la Palabra de Dios, que es lo único que lo puede ayudar en su crecimiento. Cuando
comencé la vida Cristiana, había un deseo en mí por conocer la Biblia y pasaba no menos de
dos horas diarias estudiándola y porque pude entender que era alimento para mi espíritu y que
debía proveerme de ella regularmente.
Así como nuestro cuerpo no puede vivir si no comemos, nuestro espíritu necesita alimento para
mantenerse con vida. Si realizas actividades diarias sin alimentarte adecuadamente puedes
sufrir de síntomas como cansancio, fatiga, debilidad, dolor de cabeza, mal genio, etc. De la
misma manera, si no alimentas adecuadamente y a diario tu espíritu sufre síntomas parecidos.
Debes hacer del estudio de la palabra de Dios un hábito tan natural como lo es comer y para
lograrlo hay que ser disciplinados y constantes.
a) Separa un tiempo para orar y leer la Biblia, hacerlo cada día y a la misma hora.
b) Busca un lugar tranquilo, para desconectarse del mundo, sin distracciones (notificaciones del
teléfono, televisor, radio etc)
c) Tener una libreta (de papel o digital) para hacer anotaciones de las cosas que entiendes de
lo que Dios dice y también de preguntas o inquietudes que te surjan en la lectura.
d) Tener como meta leer toda la Biblia (hay muchos planes de lectura que te pueden ayudar a
hacerlo).
La palabra de Dios no está únicamente para satisfacer nuestra curiosidad ni nuestro intelecto.
Es la brújula que Dios nos dejó para guiarnos en el mundo. No solo debemos leerla, sino
aplicar lo que aprendemos de ella en nuestra vida diaria.
I. VIVE LA LECCIÓN:
¿Cómo puedes aplicar en tu vida cotidiana el siguiente pasaje?. Y amaras al Señor tu Dios, con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento (Marcos 12:30).
Escribe otros dos pasajes que hayas leído en las últimas lecciones y que te hayan llamado la
atención y debajo describe cómo puedes aplicarlos en tu vida diaria.
II. RECUERDA LA LECCIÓN: La Palabra de Dios es el alimento espiritual que nos da fuerzas y
nos ayuda a crecer.
El señor desea que disfrutemos de Su intimidad de la misma manera que un padre amoroso
disfruta de la relación con sus hijos. Cuando leemos la palabra de Dios, Él nos habla. Nos
dirige, nos enseña y nos muestra Su propósito y Voluntad para nuestras vidas. Sin embargo,
como en cualquier conversación, hay momentos en los que nosotros debemos hablar también.
Hablamos con Dios a través de la oración.
El Señor nunca enseño a sus discípulos cómo predicar, pero sì tomo un tiempo especial para
enseñarles como orar. Los reunió y les dijo: Vosotros orareréis así…” (Mateo 6:9) y les dio
instrucciones claras de cómo debía desarrollarse la oración, para que la misma fuese eficaz. Si
eres un discípulo de Cristo, tienes que aprender cómo comunicarte con Dios. Empezando a
orar alegremente con acción de Gracias. Venid ante su presencia con alegría… Entrad por sus
puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza, alabadle su nombre (Salmos 100:
2,4).
Nada puede producir mayor gozo en nuestro corazón que estar en la presencia de nuestro
Dios. Nuestra actitud determina el éxito que tengamos en la Oración, pues para perseverar en
ella debemos estar siempre gozosos. Un corazón agradecido es aquel que sabe reconocer la
obra de Dios en cada aspecto de su vida. La puerta que nos conducirá al castillo de Su
majestad se llama gratitud. Piensa en todo aquello por lo cual deberías darle gracias a Dios.
EL Dr. Norman Vincent Peale, mientras aconsejaba a un hombre amargado, le dijo: levántese y
camine por esta habitación y mencione todo lo que le produzca entusiasmo”. Este hombre dio
algunas vueltas y al final dijo: “no veo nada”. “Seguro que ésta miope. ¿Qué son esas cosas
sobre las que camina?”, “oh, claro, son mis pies”. “¿Cómo se sentiría si tuviese solamente uno,
o ninguno?”. Gracias a este ejemplo, el hombre pudo reconocer que son muchas las cosas por
las cuales podemos darle gracias a Dios.
I. VIVE LA LECCIÓN.
Escribe cinco cosas que Dios haya hecho por ti desde que comenzaste la Universidad de la
Vida y otras cinco cosas que Dios haya hecho antes por las cuales estas agradecido.
Ten como propósito diario recordar aquellas cosas que pasaron ese día, por las que estas
agradecido. Hazlo justo antes de dormir y agradécele a Dios por ellas.
La gratitud es la llave que abre las puertas para comunicarnos con Dios.
Recordar y confesar las cosas por la cuales estamos agradecidos con Dios nos abre las
puertas de Su presencia, sin embargo, ésta es sólo la punta del iceberg. He practicado la
oración por más de treinta años y puedo garantizarte que no hay nada más emocionante y
sublime que estar en Su presencia. El salmista lo dijo: En tu presencia hay plenitud de gozo;
delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11)
Durante toda mi vida cristiana he podido relacionarme con Dios de una manera personal, pues
Él es tan real como las personas que nos rodean y que nosotros amamos. Si podemos amar a
quienes vemos, también podremos amar a Dios, a quien no vemos.
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1
Timoteo 2:5) Cuando te diriges a Dios, debes hacerlo en el Nombre de Jesús. Al Hacerlo, Él se
convierte en un puente que te comunica con Dios. Cuando nos presentamos ante el Señor en
el Nombre de Jesús estamos confiando en los meritos por lo que Jesús hizo. Revestidos de la
justicia y la santidad de Jesús, la cual ganó para nosotros en la Cruz, podemos entrar
confiadamente ante la presencia de Dios, de la misma manera en un hijo amado entra a hablar
con su padre. Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre lo haré par que el Padre sea
glorificado en el Hijo, si algo pidieres en mi nombre yo lo haré” (Juan 14: 13-14).
Las escrituras enseñan que podemos dirigirnos directamente a Dios Padre, toda oración tiene
que ser dirigida al Padre y en el Nombre de Jesús de Nazaret y le presentas tus necesidades
(especifica cada una de ellas) confiando en que por Su divina gracia las obtendrás. Dios es el
Señor de todo. En Él está la abundancia, y siempre es generoso con cada uno de sus hijos. Su
bondad y Sus favores son ilimitados, y tú puedes comenzar a disfrutar de todas las bendiciones
que Él ha reservado para ti.
Los recursos de Dios son ilimitados, hace varios años cuando comenzamos a orar con mi
esposa para tener un programa radial de quince minutos. Ella me dijo: “ ¿Por qué no orar por
un programa radial de quince minutos?, oremos por uno de una hora”. Así lo hicimos. Luego
me dijo: “¿Por qué no oramos para que el Señor nos dé toda una noche? Y yo le conteste:
“Oremos por toda una noche”. Luego agrego: “¿Porque no oramos por una emisora?”. Y yo le
dije: “Bueno, oremos”. Empezamos a orar por la emisora y le dijimos: “Señor, queremos que
antes de que termine este año Tú nos des la emisora”. Dios siempre contesta la oración, y
antes de que terminara el año la tuvimos. Si le pides a Dios algo, ya sea pequeño o grande El
lo hará.
I. VIVE LA LECCIÓN.
1. ¿Cuál es la diferencia entre hablar con alguien como un desconocido y hablar con alguien
siendo su hijo?
2. Haz una lista con 3 cosas que necesites para que sean suplidas esta semana. Ora por ellas
(recordando que eres un hijo) y anota al lado la fecha en que obtuviste respuesta.
II. RECUERDA LA LECCIÓN: Gracias a Jesús podemos hablar con Dios como hijos.
El devocional es como una cita con Dios, es un tiempo que apartamos cada día para estar a sola Él. Es
ahí donde podemos expresarle lo que hay en nuestro corazón por medio de la oración y donde Él nos
revelará Su voluntad a través de la Palabra demostrando Su Gran amor por nosotros. Este habitó es de
vital importancia para todos nosotros.
Joyce Meyer entendió la importancia de pasar tiempo a solas con Dios a través de una situación que
vivió al inicio de su ministerio junto a su esposo Dave, ella misma lo relata de siguiente manera: En una
época en la que Dave y yo necesitábamos un milagro cada mes para pagar las cuentas. Había
renunciado a mi trabajo para prepararme para el ministerio de tiempo completo, lo que redujo nuestro
ingreso a la mitad. Cada vez que pagaba las cuentas, me molestaba porque no teníamos suficiente
dinero. Estaba sentada en el comedor con las cuentas, la chequera y una calculadora frente a mí;
mientras Dave estaba en otra habitación, jugando con los niños, riéndose y divirtiéndose.
Eventualmente teníamos una conversación de este estilo….
Yo: Cada mes nos hace falta dinero para pagar las cuentas. Dave: Si, y cada mes Dios viene en
nuestra ayuda. Yo: Bueno, ¿y cómo no va ayudar este mes? ¿Por qué no haces algo? Dave: ¿Qué
quieres que haga? ¿Crees que estamos en la voluntad de Dios? Yo: Sí, creo que estamos en la
voluntad de Dios. Dave: ¿Crees que Dios te dijo que renunciaras a tu trabajo? Yo: Sí, creo que Dios me
dijo que renunciara a mi trabajo. Dave: Bueno, ¿nos ha cuidado Dios cada mes? Yo: Sí, sí (suspiro de
desespero) Dave: Ok Joyce, estamos en la voluntad Dios, somos dadores , Dios promete suplir
nuestras necesidades ….. ¿Qué más quieres que haga? Lo que yo quería que el hiciera era que él
contara el dinero conmigo y que se molestará también. Pero lo que yo tenía que hacer era pasar más
tiempo con Dios y menos con la chequera.
* Ten la Biblia en la mano, y una libreta de notas, para escribir lo que Dios te hable a través de Su
palabra.
* Comienza con un tiempo de adoración y oración, la gratitud es la llave que abre la puerta que conduce
a la presencia de Dios
* Toma un tiempo para leer la Palabra. Registra en tu libreta las cosas que Dios vaya diciéndote cada
día. Ten en cuenta las promesas para tu vida y los mandamientos que debes obedecer.
* Dedica un tiempo para meditar sobre lo que leíste y sobre cómo aplicarlo en tu vida. Es importante que
también registres esto en tu libreta.
I. VIVE LA LECCIÓN: Organiza tu agenda serrando el tiempo para hacer tu devocional cada día.
Escribe a qué hora vas hacerlo y cuanto tiempo va a durar: “Me comprometo a apartar el tiempo entre
las ________ y la s_________cada día para estar a solas con Dios”.
II. RECUERDA LA LECCIÓN: El devocional es tener una cita a solas con Dios.
Junto con mi esposa hemos desarrollado el hábito de escribir nuestras peticiones. Aun
conservamos una libreta de notas que usamos en nuestro devocional en el año de 1983., con
la fecha en que realizamos la oración y en que obtuvimos la respuesta.
Ese mismo año obtuvimos en un 70% lo que pedimos, incluyendo la provisión económica y la
salvación de familiares. Dios se agrada en gran manera cuando al orar describimos en detalle
cada petición.
Nuestras hijas han aprendido este principio. Cada una de ellas tiene su respectivo cuaderno y
lo llaman “Libro de los sueños”. En el detallan todo lo que desean; complementan cada sueño
con imágenes descargadas de Internet.
El Señor siempre les responde, muchas veces lo hace más rápido de lo que ellas lo esperan. Y
esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad el
nos oye. (1Juan 5:14). Nuestras peticiones no pueden ser caprichos personales, ni listas
infundadas de lo que primero se nos venga a la cabeza. Debemos pedir de acuerdo a la
voluntad de Dios para nuestras vidas. Nuestros sueños deben ser los sueños de Dios para
nosotros.
* Puedes separar tus sueños en las siguientes categorías: Espiritual (tu relación con Dios ) ,
personal, familiar, ministerial y secular (estudio, trabajo).
* Ora para conocer el sueño que Dios tiene en cada área y escríbelos.
* Complementa el nombre de cada área con imágenes (de revistas, Internet, etc) y con un
verso bíblico0 que Dios te haya dado al respecto.
* El libro de los sueños no para hacerlo y dejarlo guardado, sino una herramienta para que
cada día ores con él.
I. VIVE LA LECCIÓN.
Haz tu primer libro de sueños. Puedes pedirle ayuda a tu líder de célula o maestro.
Haciendo el libro de sueños vas a poder ver fidelidad de Dios y cómo Él responde las
oraciones.