Campo Semántico

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Angelo Marchese define el campo como “Conjunto estructurado de elementos.

En
lingüística es particularmente importante el campo semántico, que está constituido
por las unidades léxicas que denotan un conjunto de conceptos incluidos dentro
de un concepto etiqueta que define el campo. Sin embargo, se debe de tener
presente que los campos conceptuales (por ejemplo, los que conciernen al
parentesco, la familia, etc.) no coinciden con los campos semántico-léxicos,
porque la estructura del lenguaje no es isomorfa de la estructura del pensamiento.
Para delimitar la estructura de un campo semántico, es preciso descomponer cada
uno de los lexemas en rasgos semánticos generales (o semas). (Marchese, 1986,
46)

Este autor parte del reconocimiento de la estructura y de la función de las


unidades lingüísticas, desde un punto de vista sistémico, cuestiones que se
imbrican en función del establecimiento de los significados que actualiza cada
signo, según el contexto, el individuo y el grupo social que lo emplee. Todo ello,
además, garantiza el reconocimiento de la relación dialéctica entre el pensamiento
y el lenguaje como una unidad indisoluble, pero nunca como una identidad.
Introducción

Un campo semántico estaría constituido por un grupo de palabras que están


relacionadas por su significado, compartiendo ciertas características comunes o
referenciales. Cada lengua tiene su propia manera de parcelar la realidad, es
decir, considerar qué objetos comparten rasgos semánticos y cuáles deben ser
considerados ámbitos diferentes. Por tanto cada lengua elige unos rasgos
relevantes y desecha otros como consecuencia de su historia y cultura
El campo semántico

La idea de campo semántico se utiliza en el terreno de la lingüística para nombrar


a la serie de unidades léxicas que comparten diversas características en cuanto a
sus significados. En otras palabras, el campo semántico está formado por distintas
palabras cuyos significados tienen una cierta relación ya que disponen de algún
rasgo semántico en común.

A nivel general puede decirse que las palabras están compuestas por unidades
mínimas llamadas monemas, que son secuencias de fonemas (la articulación
mínima de sonidos consonánticos y vocales). Los monemas dependientes,
llamados morfemas, expresan un significado.

Este significado de los morfemas recibe el nombre de semema. Al elemento


constitutivo de los sememas, a su vez, se lo denomina rasgo semántico o sema.

Retomando la definición de campo semántico, se trata de una red léxica que se


desarrolla a partir de palabras que comparten algún sema. Las relaciones entre las
palabras que componen un campo semántico puede ser lineal (cuando forman una
cadena, estableciendo un vínculo con el eslabón precedente y el posterior) o
ramificante (a través de la meronimia o la hiponimia).

Fútbol, básquetbol, vóleibol y hándbol, por ejemplo, son términos que pertenecen
a un mismo campo semántico. Todos comparten un sema vinculado a los deportes
que se disputan con un balón o pelota, mientras que también tienen semas que los
distinguen entre sí (el fútbol se juega con los pies mientras que en el hándbol se
utilizan las manos; en el básquetbol hay aros o canastas y en el vóleibol, una red
que divide el terreno de juego).

Autor: Julián Pérez Porto. Publicado: 2016.

Estructura del campo semántico

Llamamos sema a la unidad mínima de significación. Por ejemplo, tomemos la


palabra torbellino. Los semas que componen su significado son: `perturbación
atmosférica´, `viento´, `un giro circular reducido a una pequeña área geográfica´.
Esta palabra está constituida, pues, por tres semas cuya integración nos da el
concepto de torbellino. Así, el campo semántico al que pertenecería esta palabra,
podría ser perturbaciones atmosféricas, en el que también estarían incluidos, por
ejemplo, `huracán´ y `relámpago´. Otros ejemplos de campos semánticos son:

Vehículos: motocicleta, auto, camión, bicicleta,…

Familia: padre, madre, abuelo,…

Casa: departamento, piso, chalé,…

En gran medida la estructuración de los campos semánticos depende de


factores extralingüísticos y tienen que ver, frecuentemente, con aspectos
históricos o culturales.

Generalmente, las estructuras de los campos semánticos son ramificantes y


lineales. En las ramificantes podemos distinguir dos grupos:
- Hiponimia: Uno de los elementos contiene en sí mismo el significado de otro.
Aquella palabra que posee todos los rasgos semánticos, o semas, de otra más
general, su hiperónimo, pero que añade en su definición otros rasgos semánticos
que la diferencian de la segunda.

Por ejemplo, descapotable es hipónimo de auto, ya que comparte todos


sus rasgos mínimos, a saber `vehículo´, `con motor´, `pequeño tamaño´, etcétera,
pero añade a éstos el rasgo `sin capota´.

- Meronimia: Cada uno de los elementos designa a una parte de otro


elemento. Se denomina merónimo a la palabra cuyo significado constituye una
parte del significado total de otra palabra, denominada holónimo.

Por ejemplo, dedo es merónimo de mano y mano es merónimo de brazo;


a su vez, brazo es holónimo de mano y mano es holónimo de dedo.

Sin embargo, en las estructuras lineales, cada uno de los elementos establece
una relación con el siguiente y el anterior de una serie (niño, joven, maduro,
anciano). La configuración lineal puede ser funcional en una sola dirección (niño ->
joven), ser reversible (caliente <-> templado) o ser circular (domingo -> lunes ->
martes -> miércoles -> jueves -> sábado -> domingo). Se supone que sólo son
antónimos verdaderos los dos extremos de una serie lineal no circular.

Autor: Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical.


Madrid: Gredos, 2006, p. 56

Aspectos de las relaciones de oposición


Se entiende por antonimia, en un sentido general, el hecho de que dos palabras
tengan dos significados contrarios. Sin embargo, no siempre se trata de la misma
relación. Así distinguimos tres tipos de oposiciones distintas.

Complementariedad. La negación de uno de los elementos supone la afirmación


del otro. Ej: cruento/incruento.

Antonimia. Entre los dos términos propuestos se extiende una gradación. Ej:
caliente/frío.

Reciprocidad. Un término implica al otro. Ej: entrega/recepción

Referencia: Portal de lengua española, El léxico español. Estudio semántico:


http://mimosa.pntic.mec.es/ajuan3/lengua/lex_sem.htm

Lengua histórica

Una lengua histórica es aquella que se ha constituido con el tiempo en unidad


ideal y es identificada como tal tanto por sus hablantes como por los de otras
lenguas.

Una lengua histórica, pese a la unidad que la caracteriza y la distingue de otras


lenguas, presenta siempre diferencias o variedades internas.

Las variedades, dentro de una lengua histórica pueden ser de tres tipos:

-Diferencias o variedades diatópicas.

-Diferencias o variedades diastráticas.

-Diferencias o variedades diafásicas.


Referencia: Arroyo Cantón, Carlos; Berlato Rodríguez, Perla (2012). «La
comunicación». En Averbuj, Deborah. Lengua castellana y Literatura. España:
Oxford University Press. p. 407

Lengua funcional

Lengua funcional, en oposición a una lengua histórica es homogénea, pues


presenta un solo dialecto, un solo nivel y un solo estilo. Es sintópica, sintrática,
sinfásica.

Aunque en un texto, ya sea oral o escrito, pueden aparecer distintas variedades,


en cada punto del mismo se realiza siempre una lengua funcional determinada

Cada lengua histórica se halla constituida por un conjunto de lenguas funcionales,


que en parte coinciden y en parte se distinguen unas de otras, aunque sin llegar a
diferenciarse tanto como para perder la unidad

Referencia: Arroyo Cantón, Carlos; Berlato Rodríguez, Perla (2012). «La


comunicación». En Averbuj, Deborah. Lengua castellana y Literatura. España:
Oxford University Press. p. 407

Lengua particular

El acto de habla

Cada vez que se dice, algo estamos transmitiendo un mensaje. Puede ser un
mensaje que se emite con el propósito de comunicar algo a alguien, o puede ser
una expresión indirecta de lo que se piensa o se siente, como cuando hacemos
ruidos que revelan nuestra actitud frente a algo.

De acuerdo con ésto, cada vez que nuestro mensaje es captado por un receptor,
produce un efecto sobre quien escucha y genera un cambio en la realidad, puesto
que origina una reacción, es decir, crea una nueva situación.

Por esto, cada vez que emitimos un mensaje damos lugar a un acto de habla, con
un enunciado que produce un cambio en el estado de las cosas

PRIMERA CLASIFICACIÓN DE ACTOS DEL HABLA


Según la definición, existe una primera clasificación de los actos de habla:

- Acto Locutivo: es el acto que realizamos al decir algo. El enunciado en sí es


una locución.

Ej: a) "Mi mamá me dijo ´haz tu cama'".

b) "El médico me dijo ‘le haría bien tomar unos días de descanso’".

- Acto Ilocutivo: es la intención contenida en el enunciado; ésta actúa como


una fuerza sobre el receptor, también llamada fuerza ilocutoria, que producirá un
efecto en él.

Ej: a) "Mi mamá me ordenó que hiciera mi cama".

b) "El médico me aconsejó tomar unos días de descanso".

- Acto Perlocutivo: es el efecto que el enunciado produce en el receptor, la


reacción o consecuencia de lo que se ha dicho.

Ej: a) "Mi mamá consiguió que yo hiciera mi cama".

b) "El médico me persuadió de tomar unos días de descanso".

SEGUNDA CLASIFICACIÓN ACTOS DEL HABLA: SEGÚN LA INTENCIÓN DEL


HABLANTE

Pero no siempre logramos darnos a entender o no siempre comprendemos lo que


nos quieren decir. Si nos detenemos en la intención del hablante, contenida en
el mensaje, podremos diferenciar actos de habla directos e indirectos:

Actos Directos: son aquellos en que la intención del hablante se expresa de


manera clara y explícita, y el receptor comprende sin dificultad.

Ej: "¿Me prestas tu cuaderno? Quiero fotocopiar tus apuntes".

Actos Indirectos: la intención no es explícita en el mensaje, sino que el receptor


debe interpretar o suponer lo que el hablante quiso decir; esto es lo que
comúnmente llamamos "leer entre líneas” y que muchas veces puede generar
confusión o malentendido.
Ej: Dice: "Creo que me falta materia para la prueba". Cuando en realidad quiere
decir: "¿Me prestas tu cuaderno? Quiero fotocopiar tus apuntes".

TERCERA CLASIFICACIÓN ACTOS DEL HABLA: SEGÚN FINALIDAD

Por último, existe una tercera clasificación que diferencia los actos de habla según
su finalidad:

Asertivos o representativos: El hablante afirma o niega algo. Dice algo sobre la


realidad, según lo que conoce o lo que cree que es verdadero (según su nivel de
certeza).

Ej: a) "Subió el precio de la leche”.

b) "No creo que mi mamá llegue temprano hoy, porque hay reunión de
apoderados".

Expresivos: El enunciado expresa un estado interior del hablante, emocional o


físico.

Ej: a) "No tengo ganas de ir a la fiesta".

b) "¡Me encanta la torta de chocolate!”

Directivos o apelativos: El hablante busca obtener una reacción determinada del


receptor, hacerlo actuar de una manera, convencerlo de una idea o lograr que
entregue una información, como sucede cuando hacemos una pregunta, una
solicitud o damos una orden.

Ej: a) "Por favor lava los platos, es tu turno".

b) "Tienes que salir dentro de los próximos cinco minutos o llegarás tarde".

Compromisorios: El hablante se compromete a hacer algo.

Ej: a) "Yo me haré cargo de la decoración del evento".

b) "Como tesorero, prometo ser muy responsable y transparente".


Declarativos: Por medio de una declaración o sentencia, el hablante genera un
cambio en la realidad. Normalmente, el hablante tendrá algún grado de autoridad
que le otorga el poder de hacer algo oficial por medio de su acto de habla.

Ej: a) "Este tribunal declara al imputado culpable".

b) "Los declaro marido y mujer".


Conclusiones

Los campos semánticos están formado por un grupo de palabras de la misma


categoría gramatical que están relacionadas entre si por su significado, ya que
tienen algún rasgo o característica que las define a todas. Una palabra puede
formar parte de diferentes campos semánticos. Así gato puede formar parte del
campo semántico de animales, de mamíferos, de mascotas o de felinos entre
otros.

Una lengua histórica es un conjunto de tradiciones lingüísticas comunes que


permite la fácil intercomprensión entre los hablantes

La lengua funcional funciona en los discursos, en cada segmento de un discurso


una persona va cambiando su lengua funcional. Nadie habla solo una lengua
funcional. Tampoco hay una persona que hable toda una lengua histórica.

Los actos de habla son específicos de los signos, pues lógicamente sólo pueden
realizarse con herramientas que constituyan algún tipo de lenguaje. Debemos
tener presente que el lenguaje no sólo posee la capacidad de designar acciones
sino también de realizarlas .
Referencias bibliográficas

• COSERIU, E.: Introducción a la lingüística, Gredos, Madrid, 1986.

• LÁZARO CARRETER, F.: Estudios de lingüística, Crítica, Barcelona, 1980.

• LYONS, J: Introducción al lenguaje y a la lingüística, Teide, Barcelona, 1984.

• ULLMANN, S.: Semántica. Introducción a la ciencia del significado, Aguilar,


Madrid, 1987.

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