Ensayo Sobre La Desconfianza
Ensayo Sobre La Desconfianza
Ensayo Sobre La Desconfianza
carácter introvertido. De nuestro debate, surgió, entre otras, la idea de que a veces puede
ser una cuestión de mayor o menor confianza en nosotros mismos y en los demás, lo que
me ha llevado a reflexionar y a desarrollar un poco el tema que os propongo hoy:
¿Es bueno confiar en los demás? O, mejor dicho, ¿hasta qué punto nos conviene desconfiar
de los demás?
Tanto en español como en italiano, tenemos varios dichos y refranes que todos
conocemos muy bien:
Son expresiones que escuchamos o decimos muy a menudo. Forman parte también de una
educación que recibimos desde pequeños. También influye la relación que desde niños
desarrollamos con nuestros padres, en ese momento en el que dependemos
completamente de ellos. Si esa relación es inestable, existen muchas probabilidades de
que en el futuro nos cueste confiar en los demás. Por el contrario, si la relación fue positiva
tendremos más probabilidades de desarrollar mayor confianza hacia otras personas. Sin
embargo, el entorno familiar donde uno crece no determina de manera
tajante/determinante nuestra capacidad de confiar. Lo cierto es que mientras crecemos y
nos desarrollamos, tenemos también la posibilidad de modificar nuestra estructura de
pensamiento.
Muchos psicólogos afirman, y yo diría con razón, que la clave para aprender a no
equivocarse en las relaciones y en otorgar nuestra confianza a los demás, es tener un buen
nivel de autoconfianza.
EN LA VIDA COTIDIANA: Eso quiere decir que, si logramos tener un gran nivel de
confianza en nosotros mismos, podremos por ejemplo conseguir el éxito más fácilmente
(que es algo que dijimos también la semana pasada a propósito del miedo a equivocarse o
a hablar delante de un público). Por el contrario, si tenemos falta de confianza e
inseguridad, no estaremos satisfechos con nosotros mismos, seremos más propensos a
generar situaciones negativas tanto para nosotros, como para los que nos rodean. La falta
de confianza genera insatisfacción, tristeza e incluso estados de depresión debidos a la
falta de valoración hacia uno mismo.
EN LAS RELACIONES: Además, una baja auto confianza genera también retraimiento y
dificultades para relacionarse y, a nivel de pareja puede provocar sentimientos negativos y
dificultades en la comunicación que impidan prosperar o disfrutar de una buena relación.
Una encuesta reciente (de la empresa Gallup) encontró que solo el 23% de la población
mundial afirma que se puede confiar en la mayoría de la gente, mientras que cerca del
75% piensa que no. Este es un hecho trágico. Hay que considerar que el mundo es extraño
para cada uno de nosotros, pero también cada uno de nosotros somos un ser extraño para
el resto del mundo. Con esta insistencia en no fiarnos de nadie, redundamos en la idea de
que, según nuestra propia opinión, no somos dignos de confianza.
Es un tema globalmente muy investigado; hemos dicho que la falta de confianza puede ser
debida a la personalidad del individuo, o a sus experiencias pasadas; pero también existen
hipótesis que ponen el foco en la cultura de cada sociedad; en que unas son más proclives
a la confianza que otras.
Donde hay más confianza es más fácil cooperar, emprender proyectos, negocios o
iniciativas sociales; en una palabra, construir, edificar, emprender. También ocurre que en
las comunidades en las que abunda esta percepción es más fácil que los ciudadanos
paguen sus impuestos y cumplan en mayor grado con sus obligaciones ciudadanas, lo cual
revierte al final en beneficio de todos. Pero también hay ganancias individuales. La gente
que confía más en los otros tiende a ser más feliz, más alegre, más optimista.