Uso de Tecnología en Primera Infancia Sí Cambia Desarrollo Del Cerebro

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Uso de tecnología en primera infancia sí cambia

desarrollo del cerebro, pero no necesariamente para


mal
Estos aparatos pueden ser herramienta valiosa de aprendizaje, pero mal
usadas pueden generar problemas

Los padres, tíos, vecinos, educadores o algún adulto responsable deben utilizar los dispositivos
tecnológicos de forma conjunta con los menores de cinco o seis años.
Utilizar celulares, tabletas, pantallas o computadoras en los primeros cinco
años de vida sí cambia el desarrollo cerebral, pero no necesariamente de
forma negativa.

Si se le da el acompañamiento necesario por parte de un adulto, si se escoge


bien lo que ese niño va a ver, oír o interactuar con el dispositivo y se limita el
tiempo de uso, puede ser una herramienta importante de aprendizaje y
desarrollo a partir de los 18 meses.

Así lo destacó Lisa Guernsey, directora de tecnologías de aprendizaje de la


fundación New America. Durante más de dos años, ella y su compañero
Michael Levine, entrevistaron a más de una veintena de neurólogos,
educadores, psicopedagogos, psiquiatras, psicólogos y desarrolladores de
tecnologías, quienes han publicado estudios científicos acerca del impacto
del uso de las nuevas tecnologías durante la primera infancia.

Abusar de aparatos electrónicos cambia las conexiones


cerebrales
Secuelas podrían incluir dificultades en el lenguaje y la socialización

Durante los primeros dos años de vida los niños no deberían tener contacto con tabletas, celulares
o computadoras, a no ser que sea escuchando audios o videos de sus familiares. Entre los tres y
los cinco años, un adulto puede leerles cuentos o permitirles jugar con supervisión y límite de
tiempo. | ISTOCKPHOTOS
Es muy probable que la lista de regalos de sus hijos en Navidad incluyera
tabletas, celulares, videojuegos o computadoras y que ahora, en vacaciones,
nadie los pueda despegar de sus nuevos juguetes electrónicos.

Aunque se trata de una realidad común, el abuso de este tipo de tecnología a


edades cada vez más tempranas preocupa a los expertos.
Esto, porque se ha comprobado que, en la niñez, la exposición prolongada a
ciertos dispositivos sí puede modificar las conexiones cerebrales y repercutir
en áreas relacionadas con el lenguaje, la socialización y la expresión de los
sentimientos.

La explicación es sencilla: al estar los niños tan abstraídos con los aparatos,
se estimulan en menor medida habilidades como el habla, la escucha, la
observación del entorno y la empatía. Por lo tanto, se podrían presentar
dificultades en esas áreas.

Un acérrimo defensor de esta tesis es el pediatra especialista en


neurodesarrollo Antonio Rizzoli, jefe de la Unidad de Investigación en
Neurodesarrollo del Hospital Infantil de México, quien ha estudiado el tema
durante 10 años.

Según él, “el 85% del cerebro se desarrolla en los primeros tres años de vida.
La primera parte que se forma es la sensorial, y para esto se necesita el
constante contacto físico con los padres. El organismo humano no está
diseñado para exponerse a dispositivos tecnológicos tan temprano”.

Empero, La Nación halló estudios en cuatro revistas científicas que confirman


que infantes menores de tres años utilizan con frecuencia estos aparatos.

Para uno de ellos, publicado en la revista Archives of Disease in


Childhood, se entrevistó a 82 padres de bebés de entre 12 y 30 meses. El
87% aceptó que les daba la tableta o el celular a sus hijos para jugar y el 62%
dijo haberles descargado aplicaciones.

Aún más: el 91% de los padres indicó que los menores manipulan y cambian
imágenes en la pantalla táctil; 50% reveló que su bebé desbloquea el
dispositivo, y 64, que el infante busca aplicaciones e interactúa con ellas.

¿Sustitutos? Para Rizzoli, muchas veces, cuando los padres usan la


tecnología como sustitutos de la crianza, el resultado es contraproducente.
Por ejemplo, se sabe que el primer año de vida es crítico para desarrollar el
habla, pero si un bebé pasa conectado a la tecnología, es menos probable
que practique esta habilidad, apuntó.

”Y es aún peor si los padres de un menor de tres años pasan pendientes de


la tecnología y exponen al menor a ella”.

Lo mismo podría suceder con los viajes largos. Algunos papás acostumbran
darles los dispositivos electrónicos a sus hijos para entretenerlos. “Si esa
medida es repetitiva, los niños podrían ser menos sociables y curiosos. Lo
ideal es que vean a su alrededor y compartan con los demás, no que estén
concentrados en sus pantallas”, subrayó Rizzoli.

El experto sostiene que la tecnología debe verse como un medio y no como


un fin. En ese sentido, hace algunas sugerencias para lograr un mejor
tratamiento por grupos de edades.

Desde su óptica, los menores de dos años no deben tener acceso a tales
aparatos porque para ellos son fundamentales otros estímulos. Sin embargo,
si uno de los padres o seres cercanos está lejos de casa, sí se podrían grabar
videos o audios para que el bebé o niño pequeño los vea o escuche.

A partir de los tres años, pueden usarse tabletas para leerles a los niños.
También se les puede permitir jugar con ellas, pero con la supervisión de un
adulto.

“También tienen su forma lúdica, hay aplicaciones para que niños de tres a
cinco años dibujen”, aseguró el especialista.

A los seis años podría permitirse que jueguen con consolas, pero durante
media hora al día.

Después de los 10 años y con los adolescentes, es preciso insistir en que los
dispositivos no pueden interferir con momentos familiares o con la
alimentación.
No se trata de satanizar la tecnología. Los teléfonos, tabletas y videojuegos
no son riesgosos si se les da el uso correcto y una investigación del
Observatorio del Videojuego de la Universidad Europea, de Madrid,
comprobó, por ejemplo, que ciertos videojuegos podrían potenciar el
liderazgo y agilizar la toma de decisiones.

Además, en el mercado hay aplicaciones de carácter pedagógico que pueden


ser ventajosas.

Educar a los padres. Para los especialistas, es inútil educar a los hijos sin
hacerlo primero con los padres. Dicha instrucción va en dos vías: para
quienes desconocen la tecnología y para quienes más bien tienen una
relación de dependencia con esta.

No son pocos los del primer grupo. Un estudio publicado en el 2014 en la


revista Journal of Communication indicó que entre un 30% y un 40% de los
padres aprenden de tecnología por sus hijos y, al desconocer los alcances de
los dispositivos, tienen dificultades para ejercer la supervisión.

“Esto es más común en las mujeres jefas de hogar y en las familias de


escasos recursos, donde los padres deben hacer mayores esfuerzos para
estar al día”, dijo, en un comunicado de prensa, Teresa Correa, una de las
autoras de ese trabajo.

Pero a Rizzoli le preocupa más el segundo grupo (los usuarios


dependientes), pues tienen la tecnología tan “incorporada” que primero deben
desapegarse de ella para poder educar con el ejemplo.

Entre los consejos que da a los adultos, están: deje a un lado el celular o la
tableta cuando esté con sus hijos, no lleve estos dispositivos a la mesa y
priorice la comunicación cara a cara.

¿Cómo y cuánto usarlos? Depende de edad y de gustos


Las preguntas de oro de muchas personas con niños menores de cinco años:
¿qué tipo de dispositivos pueden usar? ¿con qué aplicaciones? y, lo más
importante: ¿durante cuánto tiempo?
ADEMÁS: El tipo de crianza influye en el desarrollo cerebral de los hijos

No hay respuestas únicas, pues eso depende de la edad, el desarrollo y


hasta los gustos del menor. Conforme los niños comienzan a expresar sus
gustos y preferencias, también pueden tomar un rol activo al escoger e
interactuar con la tecnología.

Pero sí hay algo en lo que todos los especialistas están de acuerdo: la


tecnología es una herramienta, no es una niñera, no es un distractor y no
sustituye la interacción con los padres y otros adultos, el compartir con otras
personas de su edad ni el tiempo de actividad física o al aire libre.

Además, de acuerdo con la AAP debe tomarse en cuenta que hay momentos
que deben ser libres de todo tipo de dispositivo: por ejemplo, las horas de
comer, cuando falte menos de una hora para dormir, los momentos de
compartir en familia y los de hacer actividad física.

La APP también señala que deben haber espacios libres de estas


tecnologías: como el cuarto de los niños y el comedor. Eso sí, los padres
tampoco deben utilizar sus dispositivos en estas zonas, pues deben dar el
ejemplo.

También se deben tomar en cuenta otras herramientas más tradicionales y


también vitales en el desarrollo cerebral, como los libros de cuentos o para
colorear, los bloques o "tucos" para armar, los diferentes muñecos o juguetes
yel poder inventar juegos con solo su imaginación.

También se debe tomar en cuenta el ritmo del aprendizaje del menor.

"Los niños necesitan tiempo de explorar la funcionalidad de la tecnología


antes de que puedan utilizar estas herramientas para comunicarse. De la
misma forma que les pedimos usar crayolas y papel para que hagan trazso
antes de enseñarles a escribir su nombre, es bueno darles acceso a la
tecnología para que la exploren antes de que puedan darle un uso", indica
NAEYC en su postulado.

En el caso de menores con algún tipo de discapacidad mental o física, el uso


de la tecnología debe ir apoyado con el consejo de pediatras y educadores,
pues cada uno de ellos lleva un ritmo diferente de aprendizaje y desarrollo y
podrá darle un diferente uso para sacarle ventajas.

Comprensión de lectura en niños no se afecta si libro es


impreso o digital.
Lo más importante es la interacción que se da entre el menor y el adulto

Cuando se trata de leerle a un preescolar un libro, el que sea impreso o digital


no influye en la comprensión que el menor vaya a tener de la historia.

En cambio, lo que sí resulta determinante es el contenido, el lenguaje y,


especialmente, la interacción que exista entre el niño y el adulto que lee.

Estas son las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad de


Nueva York (Estados Unidos) presentado en la reunión anual de la
Asociación Estadounidense de Investigadores de la Educación, que se llevó a
cabo recientemente en San Antonio, Texas, Estados Unidos.

Se trata de un estudio preliminar y su primera fase se realizó con 38 alumnos


de tres y cuatro años, pero los investigadores aseguran que con los
resultados ya se puede tener una idea de cómo son las cosas.

¿Cómo se hizo?
A los menores se les puso a escuchar cuatro cuentos: dos en formato digital
con video y dos libros impresos tradicionales narrados por un adulto a quien
no conocían. Para ello, los investigadores hicieron las dos versiones de los
cuentos, tanto impresos como videos digitales y asignaron al azar dos libros
de cada tipo, asegurándose antes de que ninguna historia fuera repetida.
Con el fin de medir su comprensión de lectura, se les pidió a los participantes
que mencionaran elementos de la historia cómo el lugar donde se
desarrollaba, sus personajes, los eventos que sucedían y la conclusión.
También se les presentó una serie de escenas y se les pidió que las pusieran
en el orden según la trama.

Los investigadores vieron que no había ninguna diferencia entre la


comprensión si el libro era físico o digital, pero sí notaron que uno de los
cuentos era más complejo en vocabulario y, por lo tanto, a los niños se les
dificultó más entenderlo.

"Aunque nada sustituye el tiempo entre padres e hijos y la interacción entre


ellos es importante, los libros digitales que muestran video también son una
buena fuente de aprendizaje y puede ser una buena herramienta en las
familias", afirmó en un comunicado de prensa Susan Neuman, coordinadora
del estudio.

¿En qué fijarse a la hora de buscar una aplicación?


Guernsey y Levine aseguran que hay aspectos vitales a los que los adultos
deben poner atención antes de exponer a niños pequeños a la tecnología,
ellos las denominan "las tres C".

Contenido: deben asegurarse que la aplicación, video, juego o música está


adecuada para niños de su edad.

Contexto: cada niño tiene una rutina diferente, pero, en todo caso, debe
tomarse en cuenta las otras actividades que el niño realiza, el tiempo que
dura desplazándose de un lugar a otro, las horas de sueño y si tiene algún
miedo específico antes de busar el contenido.
Caso: conozca a su niño. ¿Es muy sensible a ciertos ruidos o imágenes? ¿le
cuesta dormir después de jugar? ¿de qué temas dice que le gusta más
aprender?

Actividad física debe ser prioridad


Una de las principales preocupaciones de quienes han investigado el tema
del uso de tecnologías en los primeros seis años de vida es el hecho de que
los niños que pasan más tiempo utilizando estos aparatos tienen menor
tiempo de actividad física y esto puede tener repercusiones en la salud del
menor.

Un estudio de la Universidad Saint George en Londres, Inglaterra, señaló que


los niños que pasan frente a pantallas más de tres horas al día tienen más
riesgo de tener niveles elevados de grasa corporal, resistencia a la insulina y
diabetes.

La investigación, publicada el pasado 13 de marzo en la revista Archives of


Disease in Childhood, tomó en cuenta a 4.495 menores de 200 escuelas. A
todos ellos se les hicieron exámenes de grasa en la sangre, resistencia a la
insulina, químicos inflamatorios, presión arterial y grasa abdominal. También
se les preguntó por el tiempo que pasaban a diario con el televisor,
computadoras, celulares o consolas de videojuegos.
¿Por qué es importante la educación y la tecnología infantil?

Como futuras maestras de Educación Infantil, debemos conocer todas las


posibilidades que tiene el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) en la Educación y, sobre todo, en esta etapa, ya que estos recursos abren
nuevas posibilidades para la docencia.

Ya se están convirtiendo poco a poco en un elemento cada vez más indispensable


en los centros educativos, y con la llegada de estas tecnologías, la actividad docente
está cambiando desde un enfoque centrado en el maestro hacia una formación
centrada principalmente en el alumnado dentro de un entorno interactivo de
aprendizaje. Implica, por parte del profesorado, romper con las estructuras
educativas anteriores para adaptarse a una nueva forma de vida.

Además, las Tecnologías de la información y la comunicación son un elemento clave


para lograr reformas educativas profundas y de amplio alcance, para ello es
necesario capacitar y promover la actualización del personal docente, además de
equipar los espacios escolares con aparatos y auxiliares tecnológicos.

Las nuevas tecnologías pueden emplearse en el sistema educativo de tres maneras


diferentes:

 Como objeto de aprendizaje.


 Como medio para aprender.
 Como apoyo al aprendizaje.

Las debemos utilizar, principalmente como apoyo de aprendizaje, como un


instrumento que complemente y ayude a la formación de nuestro alumnado.
El profesorado debe adquirir un nuevo rol y nuevos conocimientos: desde conocer
adecuadamente las nuevas tecnologías y la red y sus posibilidades hasta como
utilizarlas en el aula y enseñar a su alumnado sus beneficios y también sus
desventajas.

En la actualidad, los niños asumen con total normalidad la presencia de las


tecnologías en la sociedad. Conviven con ellas y las adoptan sin dificultad para su
uso cotidiano. En este sentido, los docentes debemos propiciar una educación acorde
con nuestro tiempo, realizando nuevas propuestas didácticas e introduciendo las
herramientas necesarias para este fin. Las TICs son uno de los pilares básicos de la
sociedad actual, por ello debemos proporcionar a los niños y niñas una educación
que tenga en cuenta esta realidad.

Es a la edad de tres años, cuando la mayoría de los niños y niñas tienen el primer
contacto con el centro escolar, y en la actualidad se le otorga mucha más importancia
que en épocas anteriores, ya que se sientan las bases de futuros aprendizajes, se
adquieren hábitos de conducta y convivencia, se suceden grandes cambios de
crecimiento intelectual, adquieren capacidad de aprendizaje, etc.

Esta y otras muchas características, permiten considerar que la acción educativa que
se lleve a cabo en este periodo será fundamental en su posterior proceso evolutivo.
Esta acción educativa debe plantearse la utilización de las TICs como recurso para
favorecer:

 La estimulación de la creatividad.
 La experimentación y la manipulación.
 Respetar el ritmo de aprendizaje del alumnado.
 Promover el trabajo en grupo favoreciendo la socialización.
 Despertar la curiosidad y el espíritu de investigación.

Además, las TICs:

 Sientan las bases de futuros aprendizajes.


 Se adquieren hábitos de conducta.
 Producen una evolución de sus órganos sensoriales.
 Se adquiere plasticidad y predisposición al cambio.
 Se adquiere gran capacidad para el aprendizaje.
 Permiten la alfabetización digital del alumnado, ya que todos deben adquirir
las competencias básicas de las nuevas tecnologías.
 Aprovechar las ventajas productivas que nos ofrecen las TICs.
 Innovación en la práctica docente, aprovechando las posibilidades
didácticas que las tecnologías nos ofrecen.
 Posibilidad de interacción, que pasa de una actitud pasiva por parte del
alumnado, a una actividad constante, a una búsqueda y replanteamiento continúo
de contenidos y procedimientos.
 Aumentan la implicación del alumnado en sus tareas y desarrollan su
iniciativa, ya que se ven obligados constantemente a tomar pequeñas decisiones, a
filtrar información, a escoger y seleccionarla.

 Favorece el trabajo colaborativo con su grupo de iguales.

¿La metodología apropiada las tecnologías en la escuela?

Caracterizar el uso de la tecnología en la primera infancia por medio de un estudio


cualitativo y establecer los principios de diseño que la tecnología dirigida a esta etapa
debe reunir.
Diseñar un modelo que muestre la caracterización del uso de la tecnología en la primera
infancia.

Diseñar y desarrollar un prototipo de software dirigido a niños de esta etapa que cumpla
dichos principios de diseño.
Usar el Facebook ya que es una de las redes sociales más populares en este momento.
Entonces ya que ellos están tan familiarizados con ella, puedes desarrollar dinámicas de
trabajo que involucre su uso. Por ejemplo: crear un grupo de toda la clase en donde
detalles tareas específicas a través de él y te comuniques. Qué tal entregar tareas a
través de esta red social.

Se puede Enseñar a los estudiantes a tomar fotografías y crea una galería con ellas en
donde aprendan sobre el contenido de un curso. y presentando sus trabajos a través de
este servicio.

Permitirles diseñar muchos materiales didácticos y novedosos en vez de los


tradicionalistas.

¿Una actividad apropiada que utilice medios tecnológicos y pueda ser interactiva
para la población infantil?
Como bien sabemos es importante implementar diferentes estrategias o metodologías
para llevar a cabo una actividad con la población infantil, y de esta manera dejar en cada
uno de ellos una experiencia significativa. Los educadores en compañía de los pares
podrían realizar un trabajo en conjunto para poder dar inicio a dichas actividades que sin
duda llamara la atención de cada estudiante.
Estas podrían ser algunas actividades apropiadas para trabajar con la población infantil:

Aprendiendo a contar salteado:


En el aula de clases se realizara un cuadro con números saltados de en dos en dos,
donde los niños y niñas deberán rellenar los números que faltan y deberán seguir la
secuencia del conteo, luego en el área de salón de computo realizaran el juego de la
forma más didáctica donde aprenderán a conocer los primeros pasos para las
operaciones básicas de ¡suma, resta y multiplicación!

http://www.mamutmatematicas.com/ejercicios/tablas-listas-numeros.php

Conociendo las plastas:


Se pretende que los niños y niñas saquen sus propias conclusiones sembrando su propia
planta, por medio de la observación conocerán sus partes y su evolución diaria. (Frijol)

Esta actividad durara ocho días desde el momento del sembrado y tendrá hasta un
crecimiento aproximado de 15 a 20cm, el proceso se llevara a cabo por medio de un
cuadro donde escribirán lo observado de la evolución de la planta (raíz, tallo, hojas) esta
actividad es didáctica y es apropiada para que los niños y niñas la compartan con sus
padres en casa y ellos tendrán la oportunidad de compartir con sus hijos e investigar por
medio de las tic.

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