23 36 000 2016 01329 01 (58017) A
23 36 000 2016 01329 01 (58017) A
23 36 000 2016 01329 01 (58017) A
[E]s claro para la Sala que el hecho del secuestro no es el punto de partida para
contar el término de caducidad de la acción en este caso, dado que este cesó una
vez el señor Carlos Eduardo Bustos Soto escapó de sus captores y recuperó su
libertad, además, porque los demandantes fueron reconocidos como víctimas y
partes en el proceso de justicia y paz para obtener una reparación por el mismo.
De hecho, si se partiera de aquel como fuente del daño, de acuerdo con la
jurisprudencia de esta Sección, el cómputo de la caducidad de la acción se
contabilizaría desde el día siguiente a aquel en que la víctima recuperó su libertad
(7 de junio de 2000), por lo que a la fecha de presentación de la demanda (30 de
junio de 2016 o incluso la de solicitud de conciliación prejudicial- 12 de abril de
2016), esta se encontraría caducada, a lo cual se oponen insistentemente los
recurrentes, pues consideran que son el desplazamiento y posterior “exilio” al
extranjero, el daño que aún no cesa y que los habilita para demandar. NOTA DE
RELATORÍA: Referente al cómputo del término de caducidad de medio de control
de reparación directa por secuestro, consultar sentencia de 10 de febrero de 2016,
Exp. 35341, CP. Marta Nubia Velásquez Rico.
[E]n aplicación del artículo 164 numeral 2 literal i) inciso 2º del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, a partir del 27 de
marzo de 2014 comenzó a correr el término para ejercer el medio de control de
reparación directa, el cual vencía el 27 de marzo de 2016 y la demanda se
presentó el 30 de junio de 2016 y pese a que el 12 de abril de 2016 los
demandantes presentaron solicitud de conciliación prejudicial, para ese momento
ya se encontraba vencido el término de ley, motivo por el que la misma no resultó
útil para efectos de suspenderlo y habilitar el ejercicio del medio de control. (…) De
ahí que, dando aplicación a la jurisprudencia de esta Sección sobre el cómputo de
la caducidad en casos de delitos continuados como lo invocó la parte apelante,
observa la Sala que aunque por diferentes motivos a los del a quo, la demanda
instaurada sí se encuentra caducada y, por tanto, deberá confirmarse la
providencia impugnada.
Se precisa que en este caso los hechos que originan la demanda y que,
eventualmente, permitirían la inaplicación del término de caducidad a la misma,
como lo ha señalado la jurisprudencia de esta Sección , no se produjeron “como
parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con
conocimiento de dicho ataque” (…) Por tanto, al parecer, se trataba de intimidar a
la esposa de la víctima a través del secuestro y lograr el beneficio de
excarcelación a supuestos subversivos que ella se encontraba investigando. De
ahí que no se reunirían los elementos para dar aplicación a un sistema de
excepción frente a la caducidad. NOTA DE RELATORÍA: Referente a la
inaplicación de normas de caducidad, consultar sentencia de 05 de septiembre de
2016, Exp. 57625), CP. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN A
I. ANTECEDENTES
1.- La demanda
1
Fls. 7 a 41 c 2.
corregimiento “El Salado” de Cúcuta, cuando un grupo de aproximadamente 10
hombres encapuchados y que portaban armas de largo alcance irrumpieron en el
lugar y se lo llevaron en un bus, que el Ejército de Liberación Nacional ELN usó
como medio de transporte para llevarlo a la selva.
Pocos días después, la señora María Teresa Ramírez Miranda, esposa del señor
Carlos Eduardo Bustos Soto recibió un comunicado del grupo armado ilegal ELN
en el que le solicitaron internarse en la selva, el cual puso en conocimiento de la
Fiscalía General de la Nación, entidad de la cual era funcionaria y que le
recomendó no cumplir con el requerimiento porque ponía en riesgo su vida.
De ahí que para el a quo el término para presentar la demanda venció el 7 de junio
de 2002 y el libelo se radicó el 30 de junio de 2016 y, aunque se presentó solicitud
de conciliación prejudicial el 12 de abril de 2016, para ese momento ya había
operado el fenómeno de la caducidad.
En orden a lo anterior, señaló que en dicha sentencia la Corte precisó que para
efectos de contar la caducidad en futuros procesos judiciales, los términos para la
población desplazada solo podrían computarse a partir de la ejecutoria de aquel
fallo sin tener en cuenta períodos anteriores, por tratarse de un grupo en situación
de debilidad manifiesta.
Por ello, el Tribunal a quo consideró que debía remitirse a lo dispuesto en los
autos proferidos el 2 de abril y el 13 junio de 2014 por la Corte Constitucional, en
los cuales se especificó el estudio de la ejecutoria de las sentencias de unificación,
en particular, de la sentencia SU-254 de 2013 y en los que se aclaró que aquellas
quedaban ejecutoriadas tres días después de haber sido publicadas.
Así, estimó que como la sentencia SU-254 de 2013 fue publicada el 19 de mayo
de 2013, entonces quedó ejecutoriada el 22 de mayo de 2013, de ahí que en el
sub judice, el término de caducidad debía contarse desde el 23 de mayo de 2013
hasta el 23 de mayo de 2015.
Lo anterior, por cuanto el daño no terminó con el secuestro del señor Carlos
Eduardo Bustos Soto el 6 de junio de 2000, sino que comenzó con posterioridad al
rapto y fuga de la víctima, dado que debido a la falta de medidas de protección
acordes con su situación, la familia debió desplazarse a otra ciudad y luego a un
país extraño.
2
Fls. 45a 48 cuaderno de segunda instancia.
De ahí que, siguiendo la jurisprudencia en que se apoya la misma providencia
impugnada, no habría caducidad de la acción pues dicho término se debía contar
desde el momento en que se verificaba la cesación de la conducta causante del
daño, hecho que hasta la fecha de presentación de la demanda no ha ocurrido,
dado que las conductas omisivas de las demandadas continuaban y la familia
Bustos Ramírez seguía desplazada y exiliada.
Advirtió que los supuestos de hecho a que se refería la sentencia SU-254 de 2013
versaban sobre sentencias de tutela interpuestas por personas desplazadas
quienes buscaban el reconocimiento de sus derechos, entre otros, la
indemnización administrativa contenida en la Ley 1448 de 2011. Se trató de casos
acumulados por la Corte por comportar situaciones de hecho y de derecho,
análogas o similares por la presunta vulneración del derecho fundamental a la
reparación integral de los daños causados por el desplazamiento forzado.
Por tanto, consideró que la nota característica de los procesos abordados por la
sentencia de unificación correspondía a unas solicitudes de indemnización
administrativa que no habían tenido respuesta estatal y a esos casos se refería la
interpretación de la caducidad en dicha providencia.
1.- Competencia
5
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A,
sentencia del 9 de diciembre de 2013, exp. 50001233100020120019601 (48152), CP: Mauricio
Fajardo Gómez.
6
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A,
sentencia del 9 de septiembre de 2015, exp. 200012331000200401512 01 y auto del 10 de febrero
de 2016, exp. 050012333000201500934 01(AG), ambas con ponencia del Dr. Hernán Andrade
Rincón.
7
Fls. 53 y 54 cuaderno de segunda instancia.
procesal, sino con el objetivo de verificar los tiempos en que ocurrieron los hechos
y así acreditar el momento a partir del cual corrió el término para ejercer el medio
de control propuesto.
8
Fls. 222 a 510 c 1.
9
Fls. 250 y 251 c 2.
10
Fl. 223 c 2.
11
Fls. 258 y 259 c 2.
Bustos Soto, de manera que a la fecha de esta providencia no se conoce la
decisión definitiva.
Observa la Sala que los actores fueron acreditados como víctimas de secuestro y
desplazamiento forzado y que fue el rapto sufrido por el señor Carlos Eduardo
Bustos Soto y su posterior huida lo que habría provocado su exilio y el de su grupo
familiar a un país extranjero, al considerar que sus vidas se encontraban en
peligro.
12
Fls. 263 a 266 c 2.
13
Fls. 39 y 42 c 2.
14
Fls. 527 a 570 c 2.
15
Fls. 246 a 247 c 2.
De ahí que no se encuentra acreditada la razón por la cual los demandantes
afirman en el libelo que “no han podido volver a rehacer sus vidas en Colombia y
siguen en desplazamiento forzado”16, es decir, no se encuentra probado que el
daño alegado pueda calificarse como continuado.
Así las cosas, es claro para la Sala que el hecho del secuestro no es el punto de
partida para contar el término de caducidad de la acción en este caso, dado que
este cesó una vez el señor Carlos Eduardo Bustos Soto escapó de sus captores y
recuperó su libertad17; además, porque los demandantes fueron reconocidos como
víctimas y partes en el proceso de justicia y paz para obtener una reparación por
el mismo.
16
Hecho No. 2.46 de la demanda, fl. 19 c 1.
17
Consejo de Estado, Sala delo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A,
sentencia del 10 de febrero de 2016, exp. 200012331000200600346-01 (35.341). Original de la
cita: “En el secuestro los daños se producen de manera sucesiva y día a día en el tiempo, razón
por la cual resulta aplicable la jurisprudencia de esta Corporación que sostiene que en los casos en
que se demande un daño continuado, el término de caducidad de la acción debe empezar a
correr sólo desde el momento en que se tenga certeza acerca de la cesación de la conducta
vulnerante que ocasiona el daño, esto es desde el momento en que aparece la víctima -o sus
restos- o con la ejecutoria del fallo definitivo del proceso penal” (negrillas fuera de texto).
Se trata entonces de establecer si el desplazamiento forzado, en este caso en
particular, es un daño continuado, que no ha cesado o que, por el contrario, ya
tuvo un momento de cierre.
Si bien los actores insisten en que no han podido retornar al país y que son
víctimas de desplazamiento forzado, de acuerdo con la jurisprudencia de esta
Sección, en casos como el sub judice, el término de caducidad debe empezar a
contarse a partir de la cesación del daño, esto es, cuando estén dadas las
condiciones de seguridad para retornar al lugar de origen.
Lo anterior, por cuanto a partir de esa fecha los actores no solo fueron visibilizados
como víctimas del conflicto armado interno sino que también, según el artículo
segundo de la parte resolutiva del mencionado acto administrativo, se les anexó
“la ruta establecida para que las víctimas accedan al conjunto de medidas
adoptadas en su beneficio, que posibilitaran hacer efectivo el goce de sus
derechos a la verdad, la justicia y la reparación integral con garantía de no
repetición, las cuales contribuirán a dignificar su condición a través de la
materialización de sus derechos constitucionales”.
Por el contrario, la Sala encuentra razonable que a partir de esa fecha, el Estado
conoce la situación de los demandantes y por ende comenzó la ruta de atención y
puso a su disposición las medidas que la Ley 1448 de 2011 les confiere en su
calidad de víctimas del conflicto armado interno 20, sin que conste en el expediente
evidencia alguna de que ello no ha sido así.
19
Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del
conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones.
20
“Ley 1448 de 2011, artículo 9. Carácter de las medidas transicionales. El Estado reconoce que
todo individuo que sea considerado víctima en los términos en la presente ley, tiene derecho a la
verdad, justicia, reparación y a que las violaciones de que trata el artículo 3 de la presente ley, no
se vuelvan a repetir, con independencia de quién sea el responsable de los delitos.
Las medidas de atención, asistencia y reparación adoptadas por el Estado, tendrán la finalidad de
contribuir a que las víctimas sobrelleven su sufrimiento y, en la medida de lo posible, al
restablecimiento de los derechos que les han sido vulnerados. Estas medidas se entenderán como
herramientas transicionales para responder y superar las violaciones contempladas en el artículo 3
de la presente Ley (…)”.
Siendo así, en aplicación del artículo 164 numeral 2 literal i) inciso 2º del Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, a partir del 27
de marzo de 201421 comenzó a correr el término para ejercer el medio de control
de reparación directa, el cual vencía el 27 de marzo de 2016 y la demanda se
presentó el 30 de junio de 2016 y pese a que el 12 de abril de 2016 22 los
demandantes presentaron solicitud de conciliación prejudicial, para ese momento
ya se encontraba vencido el término de ley, motivo por el que la misma no resultó
útil para efectos de suspenderlo y habilitar el ejercicio del medio de control.
Finalmente, se precisa que en este caso los hechos que originan la demanda y
que, eventualmente, permitirían la inaplicación del término de caducidad a la
misma, como lo ha señalado la jurisprudencia de esta Sección 23, no se produjeron
“como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y
con conocimiento de dicho ataque”24, sino que, como se afirma en el hecho 2.47
21
La que se tomará en cuenta dado que no se conoce fecha de notificación y firmeza de dicho acto
administrativo.
22
Fls. 571 a 573 c 2.
23
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección C, auto
del 5 de septiembre de 2016, exp. 05001233300020160058701 (57625), CP: Jaime Orlando
Santofimio Gamboa.
24
“Estatuto de Roma, artículo 7: Crímenes de lesa humanidad:
“1. A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por " crimen de lesa humanidad " cualquiera
de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático
contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque:
“a) Asesinato;
“b) Exterminio;
“c) Esclavitud;
“e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales
de derecho internacional;
“f) Tortura;
“g) Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o
cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable;
“h) Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos,
raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género definido en el párrafo 3, u otros
motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en
conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la
competencia de la Corte;
Con todo, esta Subsección insiste en que las pruebas aportadas y las
particularidades del sub judice sí permiten establecer un cómputo de la caducidad,
como ampliamente se explicó.
RESUELVE:
“k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o
atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física.
“a) Por " ataque contra una población civil " se entenderá una línea de conducta que implique la
comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de conformidad
con la política de un Estado o de una organización de cometer es ataque o para promover esa
política; (…)”
SEGUNDO: Ejecutoriada esta providencia, por Secretaría REMÍTASE el
expediente al Tribunal de origen.