Ensayo
Ensayo
Ensayo
«La ciudadanía es aquel estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una
comunidad. Sus beneficiarios son iguales en cuanto a los derechos y las obligaciones que
implica». Esta definición de la ciudadanía como portadora de derechos y deberes es
defendida en la teoría política contemporánea por algunos autores liberales que se han
basado en el trabajo de John Rawls (1993), el cual publicó en el año 1971 su Teoría de la
justicia, planteamientos que le han convertido en el máximo representante de este modelo
liberal.
Aunque existan variantes del liberalismo, ambas tienen un objetivo común: que el estado
constitucional defienda la propiedad privada y una economía de mercado competitiva,
como mecanismos centrales para coordinar los intereses de los ciudadanos. El liberalismo
negativo, sostiene que la sociedad es un simple agregado de individuos, pues no existen las
tareas verdaderamente colectivas, sino que únicamente existe el bien individual, del mismo
modo, el estado tiene una función instrumental: la de garantizar los derechos individuales.
“El liberalismo conservador acepta, pues, únicamente una ciudadanía mínima, la que se
deriva del arreglo institucional y legal para organizar con racionalidad estratégica las
preferencias en conflicto de los individuos”. De igual manera, el Estado también es mínimo
y se muestra neutral. El liberalismo afirmativo, en cambio, plantea una ciudadanía más
consciente de sus obligaciones cívicas y políticas. Se respeta a todos los ciudadanos,
independientemente de su raza, sexo, étnia, etc., y simultáneamente los poderes del estado:
el individuo es libre para organizar su plan de vida. De lo contrario, se vería abocado al
aislamiento y a la marginación y eso ya no sería característico del liberalismo. En síntesis,
la característica más sobresaliente del liberalismo afirmativo consiste en el respeto hacia el
resto de individuos y, por ende, hacia el bien común, los derechos sociales; mientras que
para el liberalismo negativo, no existen los colectivos, sino el individualismo donde priman
los derechos individuales. De igual modo, considera al Estado como un ente que ha de
mantenerse neutral e intervenir lo mínimo
El liberalismo se caracteriza principalmente porque es individualista tanto metodológica
como axiológicamente. Sostiene del mismo modo la supremacía de los derechos, teniendo
los derechos individuales prioridad respecto a toda meta o valor común y frente a la
autodeterminación colectiva democrática. La democracia es considerada como un
instrumento que facilita la autonomía privada. La actitud que muestra el ciudadano como
titular de derechos frente a la política es más bien negativa. Sus deberes cívicos se orientan
al respeto de los derechos ajenos y propios y obedecer la legalidad que los preserva, si se
moviliza, será en defensa de estos derechos.
Elementos
de Principio Derechos Institución
ciudadanía
Expresión, pensamiento,
Libertad
Civil religión, propiedad, contractual, Estado de Derecho
individual
justicia, vida.
Participación en
Ser elector y elegido para el Democracia
Político el ejercicio
parlamento y el gobierno representativa
del poder político
Sistema
Seguridad y
de educación
Social bienestar Salud y educación
pública y agencias
económico
de beneficencia
Por otra parte la concepción deliberativa de la política pretende encontrar una manera de
superar el impasse entre el liberalismo, que defiende la superioridad de los derechos
humanos individuales, y el republicanismo igualitarista, que defiende la primacía de la
soberanía popular. La soberanía reside en la opinión pública y en el poder comunicativo de
la sociedad civil, esta propuesta permite un esquema de dialogo que incluye la opinión
ciudadana como consenso normativo que alimente los contenidos jurídico-políticos,
buscando fortalecer la democracia participativa, que comprometa las diversas culturas,
clases y movimientos sociales.