No te rindas, resiste
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales
combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís,
porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. !!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad
del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho
morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a
los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los
de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta
en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. Santiago 4:1-10
Santiago en vida fue hermano en la carne de Jesucristo, y como tal no creyó en Jesús pero después
cuando Cristo resucitado se manifestó a él, tuvo una experiencia que lo llevó a ser líder en
Jerusalén. Escribió una carta abierta, y llegamos a Santiago 4 que son como un proceso .
La mayoría de nosotros a veces pensamos que muchos de los problemas que estamos
enfrentando es por culpa de otras circunstancias externas en nuestras vidas. Pero la realidad es
que mucho de lo que enfrentamos vienen de adentro de nuestro corazón.
Si quieres ser amigo del mundo, serás enemigo de Dios. Pareciera que describe un proceso en el
cual muchos de nosotros vivimos a veces. Ese problema nos hace buscar una salida en el mundo,
algo que nos libere llevándonos a buscarlo en el lugar incorrecto.
Aborten ese proceso de entablar una amistad con un mundo que solo los quiere destruir.
Regresen a los pies de Jesús.
Tres verdades de este versículo:
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
Someterse a Dios quiere decir que mi juicio , mis sentimientos y decisiones las pongo debajo de
Dios. Quiero la voluntad de Dios para mi vida Me someto a Su voluntad.
La primer verdad es que es importante para nosotros no solamente vivir como cristianos, servir y
asistir a una iglesia. Muchas veces tratamos de solucionar por nuestras fuerzas y no lo logramos.
Hay quienes se logran someter pero no resisten, no pueden con lo que quiere venir del mundo
sobre ellos.
Hay otros que resisten y siguen a Cristo pero no hay visto la victoria por falta de someterse a Él.
Es tan importante someterse a Dios como resistir.
Resistir es oponer resistencia a la acción o la fuerza de otro que viene sobre nosotros.
La iglesia de este tiempo necesita resistir el embate del mundo que viene sobre sus vidas. Como
pararse contra corriente y aunque el enemigo venga como un río, el Espíritu de Dios levanta
bandera contra él.
1
¡Dios está buscando una iglesia que aprenda a resistir!
Lo segundo es que algunos viven este versículo pero como al revés.
Algunos están resistiendo a Dios y sometiéndose al diablo. Cuando te resistes obedecer a Dios, te
sometes al diablo, a lo que te mande, te diga o te haga sentir.
Nuestra naturaleza no está programada para obedecer a Dios. Todavía no he leído un siervo o
sierva que Dios le habla y de primeras diga “ yo lo voy a hacer ”.
Gedeón, María, Jeremías.. todos con luchas en su corazón. Nuestra naturaleza siempre nos va a
llevar a resistir hacia lo que Dios quiere para nosotros.
Pero todo aquel que quiera someter su vida a Dios, tendrá las fuerzas para resistir a su enemigo.
La tercera verdad que el diablo no tiene más fuerza que la tu tienes. Cuando hay un hijo o hija que
se somete a Dios, el diablo viene con todo sobre él, y si resistes, esa fuerza jamás se comparará a
la fuerza que tienes con Dios contra lo que diablo quiera traer.
No puede contra tu casa, no puede contra tu familia, no puede contra tu salud, no es rival para ti.
Tenemos que aprender a resistir. Pararnos contra la corriente y resistir. Vemos a Abraham
recibiendo su promesa a los 75 años y esperando 25 años.
Noé 120 años predicando el mismo mensaje. Jesús azotado y golpeado pero cargando su cruz.
Resistiendo.
Muchos saben lo que cuesta seguir a Cristo y ha tenido que aprender a resistir. La iglesia de Cristo
está viviendo un tiempo crucial donde no se debe rendir.
¡No te puedes rendir, no te rindas!
No sabes si estás cerca de tu victoria.
Rendirse es someterse al dominio o voluntad de alguien más sin oponer resistencia. Cuando te
rindes dices sí está bien..¡ NO ! resiste. Levántate, créele a Dios.
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”Juan 8:32
Pero en el versículo anterior Jesús les da un detalle clave importante:
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;” Juan 8:31
Cristo también dijo la importancia que tiene permanecer.
Permanecer es uno de los secretos más grandes para tener éxito en la vida. Hay muchas batallas
que la gente ha ganado simplemente porque ha permanecido.
Rendirse no está en el ADN de la sangre de Cristo que nos lavó,
¡Rendirse no está en el ADN de la sangre de Jesucristo el hijo de Dios que sufrió hasta la muerte
por ti y por mi!
2
No eres perdedor, no eres perdedora.
Nacimos para vencer y llegar al final.
4 Puntos para renovar nuestras fuerzas y no rendirnos.
1- Recupera el ánimo. Aveces se cae pero en Deuteronomio vemos la voz de Dios levantando su
generación.
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que
va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6
Retoma tu ánimo, camina, nacimos para vencer y llegar al final. No hay que rendirse, tal vez
perdiste una batalla, pero no la guerra.
Que la vergüenza no te tire al piso. “ Yo soy tu Dios que te sostiene de tu mano derecha y te dice:
no temas, yo te ayudo.”
Recupera ese ánimo. No está mal estar desanimado pero el asunto es que tenemos que
levantarnos y recuperar el ánimo.
2- Tener una convicción firme de que lo que estoy creyendo es lo correcto.
A veces no conozco la voluntad de Dios y por eso pierdo fuerzas. Esa convicción es la que me
sostiene en medio de la crisis. A Pablo un día lo acusaron de mantenido y ese día dice: “Y yo con el
mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas,
aunque amándoos más, sea amado menos.” 2 Corintios 12:15
Muchos han amado con pasión y de regreso no han recibido nada y Pablo nos da una gran lección.
Amaba porque amar es lo correcto.
Tus convicciones te sostienen.
3- Cuida tus fuerzas porque también te las pueden quitar la gente que te rodea.
“Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime?
Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo”.
Deuteronomio 20:8
Vivimos en el mundo aunque no somos de este mundo pero asegurase que las personas que usted
escucha con un consejo o a quienes abre su corazón o al grupo que se acerca sean de los que
alimentan tu fe.
Dios dice que resistas que pronto vas a vencer
4- Ese valle se transformará en la fuente que fluye para tu fe.
¡Somos limitados pero nuestras fuerzas en Dios son ilimitadas!
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3
Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion. Salmo 84:4-7
Aquí están en este salmo tu ánimo y tus convicciones.
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se
fatigarán”.
Isaías 40:31
¡Hay victoria para ti esperándote, Resiste
no te rindas pelea, no te rindas permanece!