El Barrio Lugar, Entre La Ciudad y La Vivienda

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EL BARRIO LUGAR, ENTRE LA CIUDAD Y LA

VIVIENDA.

Arquitecto LUIS CARLOS JIMÉNEZ MANTILLA


Profesor Universidad Nacional de Colombia.
_________________________________________

INTRODUCCION

El presente ensayo busca aproximarse a la definición del rol que juega el barrio
en la socialización y soporte para el habitante ante todo de los estratos populares
teniendo como referencia la ciudad de Bogotá. De otra parte mostrar el valor que
tiene la observación de la ciudad desde el barrio y finalmente ver el papel del
barrio en la formación urbana del Distrito Capital.

APROXIMACION AL BARRIO

Según el Diccionario del Urbanismo se define al barrio.. «Fracción del territorio de


una ciudad, dotada de una fisonomía propia y caracterizado por las trazas
distintivas que le confieren una cierta unidad y una individualidad. Dentro de
ciertos casos, el nombre del barrio puede ser dado a una división administrativa,
pero la mayoría de las veces, el barrio es independiente de todo límite
administrativo. Se habla todavía de barrio para designar la comunidad de los
habitantes de una parte de la ciudad» (Maurice Imbert).

Sin embargo, el barrio sería la unidad por excelencia urbana, lo cual nos llevaría a
tener consideraciones especiales para abordar el conocimiento sobre este
fragmento de la ciudad. Para comenzar podríamos afirmar que la suma de un
conjunto de barrios no crean una ciudad por tanto podríamos decir de una parte
que el barrio no es un ente independiente sino que existe como razón de la
existencia de la ciudad y de otra parte, interactúa con ella y con otros barrios
conformadores de la ciudad.

Con frecuencia hemos abordado el conocimiento de los barrios aislándolos de las


relaciones que tienen con la ciudad ; de otra parte, mirándolos desde un solo
punto de vista como es el físico, abstracción ésta que nos elimina la posibilidad de
entender su verdadera dimensión.
Sin embargo, por efectos metodológicos abordaremos inicialmente, la
aproximación, manteniendo un referente físico, para luego, ver otras dimensiones
que nos permitan penetrar en el tema de lo urbano a partir del barrio.

Para Maurice Imbert los factores de diferenciación y por lo tanto los criterios de
delimitación de los barrios son variados:

*La configuración de los emplazamientos y topografía ; barrios altos y barrios


bajos ; barrio de centro y barrio periférico; barrio norte y barrio sur, etc.

* Período de las primeras construcciones y las características históricas,


arquitectónicas y urbanísticas que han resultado : en Amsterdam, barrio del centro
medieval, barrio de los canales del siglo XVII y XVIII... nuevos barrios posteriores
a la segunda guerra etc;

* La tipología dominante de los edificios: barrios de los alojamientos particulares,


barrio de pequeños edificios, grandes conjuntos de inmuebles colectivos, etc.

*Funciones que son ejercidas principalmente: barrios de negocios administrativos,


comerciales, residenciales, etc.

* La distribución de los grupos sociales o económicos : barrios burgueses, barrios


obreros, etc.

* La separación de grupos étnicos dentro de ciertas ciudades : barrio europeo,


barrio judío, barrio negro... para Imbert, su observación es que de esta primera
aproximación, esencialmente formal y descriptiva, queda claro que no existe
definición unívoca y sistemática de barrio, Pero resulta así que la noción de barrio
se impone la mayoría de las veces como resultante de mecanismos de
diferenciación morfológica, económica y social que afectan los espacios urbanos
en la medida del desarrollo de las ciudades.

A esta altura vemos la necesidad de aproximarnos a la ciudad y entender esta


escala de lo urbano, de la cual hemos hecho referencia permanentemente y de la
cual tiene su origen el barrio.

Distante de pensar si la ciudad está definida por un número determinado de


personas o es atribuible a un problema de densidad poblacional, Marcel
Roncayolo aborda con una gran lucidez la definición de la ciudad.

«La ciudad está presente en la mayor parte de las civilizaciones y con frecuencia
se le considera como la expresión más acabada».

Se pregunta el teórico de la ciudad Marcel Roncayolo : «Cumple la ciudad con las


exigencias casi universales de la vida social?. Si la respuesta es afirmativa, se la
puede considerar como el mecanismo topográfico y social capaz de hacer que el
encuentro y el intercambio entre hombres sean eficaces al máximo».
«La proximidad y la aglomeración multiplicarán los medios de acción de una
sociedad. A falta de una teoría general sobre la ciudad, cuya elaboración es
problemática, pasa así a ser fundamental el concepto de centralidad. La
centralidad se puede manifestar en la elección de un lugar de culto común y
permanente de parte de grupos de personas hasta entonces separadas, en la
instalación estable de un mercado, en la concentración de los órganos de decisión
o gestión de una sociedad industrial, en la afirmación de una ciudad capital de un
Estado. Se trata, pues, de una forma que admite contenidos variables».

Aquí se puede ver que no basta con la existencia de los barrios sino existe una
supra estructura que les da cohesión. Al referirse a las relaciones entre la ciudad y
el barrio Aldo Rossi afirma lo siguiente: «El barrio, se convierte por ello en un
momento, un sector, de la forma de la ciudad, íntimamente vinculada a su
evolución y a su naturaleza, constituido por partes y a su imagen. De estas partes
tenemos una experiencia concreta. Para la morfología social, el barrio es una
unidad morfológica y estructural; está caracterizado por cierto paisaje urbano,
cierto contenido social y una función propia;... pero aquí se sostiene que estos
barrios no están tan subordinados los unos a los otros sino que son partes
relativamente autónomas ; sus relaciones no son explicativas con una simple
función de dependencia, sino que deben ser relacionadas con toda la estructura
urbana».

Habiendo visto muy claramente las relaciones tan estrechas entre el barrio y la
ciudad, podemos ver la utilidad de ver la ciudad a través de sus partes en este
caso el barrio residencial a lo cual nos lo refuerza Rossi cuando dice lo siguiente:
«De ello resulta, pues, que el estudio de la residencia puede ser un buen método
para el estudio de la ciudad y viceversa».

Teniendo estas reflexiones, vamos a realizar varias consideraciones sobre el


barrio en Bogotá:

DEMOGRAFÍA, BARRIO Y CIUDAD.

En el aspecto demográfico es interesante ver como al introducir la escala del


barrio para ver la temática de la ciudad nos muestra un fenómeno muy valioso a
nivel del conjunto urbano y esto asociado a su distribución del comportamiento
demográfico en el espacio de la ciudad.

Si observamos el dato global, la población de Bogotá se incrementó en el último


período intercensal 1985-1993 en un total de 1’022.731 personas. Sin embargo, si
lo miramos a través del comportamiento demográfico, por barrios, detectamos que
el crecimiento poblacional fue la resultante de relacionar un conjunto de población
que creció en el 68% de los barrios en 1’073.624 personas y restarle la población
que se redujo en el 32% de los barrios con 50.893 personas, obteniendo un
aumento neto de 1’022.731 personas; si desagregamos a nivel de barrio,
encontramos en primer lugar que la pérdida se produjo en el conjunto de barrios
centrales desarrollados hasta el final de la década de los 50s en el área
comprendida entre la avenida Caracas y la avenida Ciudad de Quito con tope por
el sur- occidente con el parque El Tunal, y de otra parte la zona amplia del centro
con inclusión de la zona amplia de Chapinero; toda esta gran área compacta
registró una pérdida de población generalizada. Si lo observamos a nivel de barrio,
podemos apreciar que la mayor desocupación se produce en al área central o de
negocios entre la calle 6 y la avenida 26 con un total de 12.413 habitantes menos;
igualmente la zona de los barrios La Sabana, Progreso y Restrepo perdieron
10.262 habitantes; la zona de San Felipe, Alcázares y Colombia se redujo en
6.150 habitantes. Aquí se puede sacar una primera hipótesis; la mayor pérdida de
población se produce en áreas de expansión de comercio.

En segundo lugar encontramos que el crecimiento poblacional acelerado se da en


la periferia siendo las áreas más dinámicas , Kennedy (161.043 habitantes), Suba,
(146.000 habitantes) ciudad Bolívar - Usme (130.126 habitantes) y Cedritos
(110.126 habitantes) a estos se suman ocho zonas más en periferia.

En tercer lugar tenemos crecimientos más moderados en áreas semi-centrales


siendo las más importantes, Multicentro ( 27.203 habitantes), Santa Rita - Muzú
(16.788 habitantes), Salitre (14.228 habitantes). Chicó (11.211 habitantes ),
Velódromo Primero de Mayo (10.251 habitantes) y Ciudad Montes (8.344
habitantes ) y a estas se suman nueve más.

Podemos concluir aquí que en el crecimiento urbano de Bogotá se conjugan varios


procesos: primero por expansión siendo el más dinámico; segundo por
compactación de áreas residuales; tercero por transformación de la ciudad
construída y cuarto por vaciamiento de áreas residenciales.

ESPECIFICIDADES DEL BARRIO EN LA CAPITAL.

Este tema de gran importancia podemos abordarlo para el caso de Bogotá desde
algunas especificidades dadas por condiciones iniciales del suelo rústico, factores
socio - culturales, económicos y de la planeación.

MORFOLOGÍA Y BARRIOS

Hay tres factores fundamentales que le confieren a la apropiación del suelo rústico
de Bogotá unas características especiales; el primero la naturaleza, el segundo
político y el tercero económico; en primer lugar, la fertilidad de la tierra de la
sabana fue motivo originalmente del asiento de un sinnúmero de personas en el
período precolombino; en la conquista y colonia fue un bien valorado y repartido
según servicios a la corona española, por tanto, el suelo fue de propiedad, privada
muy tempranamente. En segundo lugar, la desamortización de bienes por
Mosquera en el siglo pasado que liberó al mercado una extensión importante de
suelo; y en tercer lugar, la crisis del 30 que produjo el traslado de fincas de
propietarios tradicionales a agiotistas urbanos una porción considerable del suelo
perimetral de Bogotá permitiendo el surgimiento del barrio obrero.

FINCAS Y ÁREAS URBANAS

La historia contemporánea urbana de la capital se origina a partir de la década del


20. Aquí hay una relación muy estrecha entre las fincas vecinas al casco urbano y
el surgimiento de parcelaciones que cambian la fisonomía de la ciudad, de una
parte, por la presencia de una nueva clase social, los obreros, y otra por el
aparecimiento de un nuevo patrón de crecimiento urbano, el «barrio obrero»
localizado en la periferia sobre vías regionales, atomizando la forma urbana, la
cual había crecido alrededor de sus núcleos originales y se había roto entre
Bogotá y Chapinero para tener una forma de área urbana lineal. Entre 1910 y
1930 el área de barrios obreros significó el 61% del total. Esta forma de
crecimiento por expansión no fue exclusiva de los sectores populares sino que fue
la constante para barrios de clase media y alta; así crecieron Palermo y
Teusaquillo, El Nogal y La Cabrera.

Este hecho es importante porque implica un estricto control sobre el suelo, y la


decisión de iniciar una actividad inmobiliaria está condicionada a la voluntad de su
propietario, de allí que el crecimiento fue a saltos y no, tipo mancha de aceite,
como lo fue al final y comienzo de siglo.

BARRIO OBRERO FORMA DE PLANEAMIENTO DE LA CIUDAD.

Podríamos decir que la presencia del barrio obrero fue tan solo de medio siglo,
desde 1910 hasta 1960, su fin la presencia de la fuerza arrolladora de la
urbanización clandestina.

La característica básica del barrio obrero fue su planeamiento, su ordenamiento


urbanístico y su ensamblaje a la ciudad construida. Podríamos decir que había un
trazado urbanístico culto, había un profesional detrás de su ordenamiento. Esta
fue tal vez la primera práctica de urbanismo en la ciudad, previo a la presencia de
Karl Brunner en Bogotá. La oficina de Obras Públicas preparó un plano al
comienzo de la década del 30 al asesor, el señor Brunner; este plano contenía la
ciudad construida y un significativo número de proyectos de urbanización que
correspondían en una buena medida a los barrios que se desarrollaron
posteriormente, y que es factible ausentes de infraestructura; de aquí hay que
destacar; primero que había una práctica urbanística, segundo que había una
capacidad de concertación entre la administración y los parceladores o
urbanizadores; con esto se logró un área urbana articulada continua a pesar de las
variantes de los trazados al interior los barrios; podríamos decir que hubo una
complicidad entre parceladores y administración con un beneficio indudable para
la ciudad.

BARRIO OBRERO VS INVASIÓN.

La propiedad privada de la tierra en esta primera fase expansiva de la ciudad jugó


un papel determinante y fue la no existencia de invasiones y una ciudad ordenada,
dentro de las condiciones de la ciudad relativamente pequeña cercana a los
300.000 habitantes y un control de las autoridades. Este factor de la propiedad
privada en el período de los 70s jugó también un papel importante para el control
de la administración en la medida en que en los casos de clandestinidad urbana,
se podían identificar a los propietarios, el cual debía rendir cuentas; de esta
manera se hacía comparecer a estos dos actores (propietario y gestor) como
responsables de los desarrollos, sin embargo aunque este tipo de barrios
clandestinos evitó la invasión no se logró intervenir en el trazado urbanístico,
práctica lograda con éxito en los barrios obreros de las décadas anteriores .

SECTOR Y BARRIOS.

En la década del 50, surgieron conceptos administrativos como el sector que


corresponde a una unidad administrativa urbana compuesta por máximo 99
manzanas, unidades que fueron la base de la actual sectorización censal o
sectores cartográficos utilizados a partir del censo de 1973. Sin embargo, el sector
también se utilizó como unidad de planeación; la figura de institucional vandible
proviene de esta época; hay ejemplos como las unidades de servicio de la calle 85
con carrera 15 o la de la calle 92 con carrera 15 y la de la calle 90 con carrera 11.

EL BARRIO PROTAGONISTA URBANO

En la década del 50 y del 60 los barrios populares hicieron su irrupción en la


escala urbana latinoamericana; fue importante el crecimiento de las favelas en Río
de Janeiro, y posteriormente, el poblamiento de asentamientos marginales por
grupos de bandeirantes en la reciente y moderna ciudad de Brasilia.

Fueron importantes los procesos de invasores en las Callampas en Santiago de


Chile; igualmente fueron conocidas la resistencia de los invasores de las barriadas
limeñas frente a la agresividad de la policía metropolitana. Es destacable el caso
de la colonia de Netzaualcoyot en ciudad de México como la más populosa que en
un corto tiempo superó el millón de habitantes; en Venezuela el crecimiento de los
ranchitos en las laderas de Caracas que generó programas especiales para el
mejoramiento urbano. En Argentina, los programas de erradicación y reubicación,
fracasaron por los altos costos frente al volumen de Villas Miseria que requerían
de esta operación; en Colombia fueron importantes los procesos de invasión en el
caso de Bogotá como el Juan XXIII y la estrategia de toma del Policarpa
Salavarrieta el viernes santo de 1966. Estas actuaciones fueron motivo de
preocupación del gobierno norteamericano quien en la década del 50 encargó a la
Universidad de MIT su estudio para lo cual enviaron al joven arquitecto inglés John
Turner quién visitó Medellín y por tiempo prolongado las barriadas de Lima.

BARRIOS Y ORGANIZACIÓN.

Para Imbert «El desarrollo de la sociabilidad de un vecindario ha sido siempre, en


la ciudad tradicional, un hecho de las clases populares y después de la clase
obrera, mientras que las clases burguesas ( aristocráticas ) mantenían relaciones
sociales mucho más difusas en el espacio urbano»: En el caso bogotano el nivel
de organización y participación está asociado a los barrios de los estratos bajos y
medios bajos; hay una relación proporcional del número de Juntas de Acción
Comunal con los barrios con mayores necesidades, ante todo en la necesidad y
reivindicaciones por los servicios públicos. Es de destacar las organizaciones de
barrios como la surgida en los barrios Centro Orientales frente a la construcción de
la Avenida de los Cerros en la década de los 70s y el apoyo de estos a los barrios
afectados posteriormente en la aplicación de la calle 80.

SEGREGACIÓN Y CONVIVENCIA.

Bogotá ha sido una de las ciudades más segregadas en la cual existe una clara
diferenciación entre el norte y el sur. A mediados de la década del 70 fue muy
contrastante la invasión desarrollada en la Igualdad y la Floresta en terrenos del
antiguo Hipódromo de Techo, en el cual en una noche se invadieron cerca de 25
hectáreas tomándose algunos predios correspondientes a las zonas verdes y
comunales de la urbanización de clase media América Occidental; esta
urbanización viéndose agredida, construyó una malla de separación; después de
20 años de esta tajante división se llegó a un pacto de no agresión y han
eliminado la barrera física.

MIGRACIÓN Y LOCALIZACIÓN URBANA.

En un estudio realizado ( antropóloga María Cristina Hoyos) «se pudo observar


que el sitio de llegada es determinante para la futura movilización dentro de la
ciudad del grupo familiar. Los vínculos que se crean con el sector donde se ha
llegado y el que conoce inicialmente de la ciudad, determinan que en el futuro, la
búsqueda de una casa o un lote para comprar, y así fijar su residencia, se haga
dentro de ese sector donde se han creado estrechos vínculos de vecindario. Ahora
en la localización hay preferencias en las cuales las redes de paisanazgo juegan
un papel importante». Esto está asociado a los barrios con preferencias según
regiones; se identificarán en Bogotá, encontrándose destacables cantidad de
pobladores Boyacenses pobres en el nor-oriente como pobladores del llano en el
sur-oriente de la ciudad.

Ahora bien, respecto al tiempo que se demora una familia para ser propietaria, no
es próximo a la fecha de llegada como se piensa comúnmente; en la década del
70 (George Vernez ) los migrantes empleaban entre cuatro y diez años o bien para
invadir o para acumular recursos y comprar un lote en un barrio clandestino; en la
década de los 80 en la invasión de Jerusalén se pudo apreciar que el tiempo se
había aumentado estando más cercano a los 12 años.

BARRIO Y LAS REDES.

El barrio juega un papel importante de recepción, reagrupamiento y de instalación


de las comunidades de provincia, de integración a la vida urbana mientras que
estas corrientes migratorias influyen a su vez sobre los aspectos físicos y sociales
de los barrios. En los barrios del nor - oriente bogotanos se mantienen tradiciones
de las regiones boyacenses «la importancia de los vínculos familiares en el
proceso de inserción de un migrante o grupo a cualquier sitio nuevo es
fundamental (M.C. Hoyos) pensábamos que había fuertes redes de apoyo de
distinta índole, y solo encontramos importantes las que se generan desde la
familia o los parientes y en segunda instancia los amigos. Existe también una
solidaridad de paisanos pero que a la larga, terminan teniendo su origen en
familias del pueblo de procedencia».

BARRIO VIVIENDA Y CIUDAD.

La tipología de los lotes en barrios populares acusan una marcada referencia


urbana representada en una alta densidad de lotes, por lo general próximos estos
al tamaño de 6 X 14 en el cual la tipología de la vivienda es típicamente urbana
con ciertas similitudes a la tradicional vivienda republicana . Esto obliga a los
migrantes a desechar la tipología de vivienda rural y adoptar tipologías más
urbanas.

Esta situación ha generado ciudades con áreas urbanas más compactadas son
dadas por factores como la previa existencia de la propiedad privada de la tierra
que le imprime una cierta racionalidad de eficiencia y por las tecnologías del
transporte público automotor ligadas a las limitaciones de las vías bogotanas que
presentan con una muy baja eficiencia en cuanto a la velocidad de
desplazamiento.

Podríamos afirmar aquí que una de las cualidades de la ciudad, similar al de otras
ciudades colombianas, es su condición de ciudad compacta que permitiría una alta
eficiencia social y menos destrucción del medio ambiente; para lograr este objetivo
si requerirá la dotación de equipamientos sociales en las áreas ya construidas y
una mejora en los medios de comunicación; de otra parte las nuevas áreas
deberán en forma previsiva dotarse de facilidades urbanas de tipo de
equipamientos sociales y de esparcimiento y buenas comunicaciones.

ESCENA URBANA Y EL PAPEL DEL BARRIO

En la fundación hubo una voluntad expresa en crear la ciudad; «La ciudad


constituyó el punto de partida para la incorporación del territorio al dominio
Español» (Angela Guzman). Indistintamente los barrios o parroquias fueron sus
conformadores dentro de una estructura de la ciudad. El asentamiento se logra
sobre una parcelación del suelo regular pero con una centralidad en la
plazprincipal con el asiento de los poderes, el cabildo, la iglesia, y la sociedad civil.
Su patrón de crecimiento se hace a través de los componentes urbanos de plaza y
edificio religioso; se puede ver claramente hacia el norte con el parque Santander (
Plazuela de San Francisco) Las Nieves siendo menos claro hacia el sur y
occidente con San Agustín , Santa Barbara y San Victorino. Podemos aquí hablar
de los barrios o parroquias de la Catedral , Santa Barbara, Las Nieves y San
Victorino. A partir de 1801 la ciudad quintuplicó su población en un poco más de
100 años ( Carlos Martinez) siendo su expansión no mayor al 50% representada
en el paso de 162 manzanas (1797) a 260 manzanas (1905) ocupándose con
vivienda los huertos y solares santafereños y las casas coloniales al subdividirse
dieron cabida a dos, tres y más familias.

El crecimiento de la ciudad siguió hasta finales del siglo XIX un patrón de


crecimiento por adosamiento alrededor del casco tradicional.

En las décadas de final de siglo XIX y comienzo del XX se inicia el primer cambio
en la forma urbana, la forma lineal, con el aparecimiento de barrios entre Bogotá y
Chapinero, sobre los ejes de comunicación del ferrocarril y el tranvía; aparecen en
los barrios Quesada y Palermo, este último con una nueva morfología de plaza
con accesos viales por el eje central, en los cuatro costados; es importante el
crecimiento de Chapinero hacia el norte por adosamiento.

La gran transformación se produce entre 1910 y 1930 con el cambio de patrón


compacto a disperso de los barrios obreros (parcelación del suelo, sin
infraestructura ) que podríamos denominar como la primera explosión urbana.
Podemos identificar en el norte el barrio de La Porciúncula; en el occidente, los
barrios Colombia y San Felipe, Doce de Octubre y Ricaurte; al oriente, La
Perseverancia, primer barrio obrero planeado, y al sur el Olaya, Santander y 20 de
Julio.

El período de 1930 a 1938 es de un gran dinamismo, su expansión se acelera y la


ciudad combina formas explosivas y de compactación configurándose una ciudad
en forma de arco. Se inicia una nueva concepción del urbanismo, se introduce el
ordenamiento de unidades más amplias al barrio; el sector es la nueva unidad de
planeamiento dentro del concepto del ensanche aplicado por el arquitecto Karl
Brunner. Se fundan instituciones para la producción de la vivienda urbana, el caso
del B.C.H., así como, se destinan recursos para los Barrios Modelo. Primera visión
metropolitana con la creación del Parque Nacional. Se introduce una visión
moderna con la forma de producción almacenamiento, conducción, tratamiento y
distribución del agua potable, en la Regadera y Vitelma. Se amplían las
comunicaciones del tranvía eléctrico; las comunicaciones aquí son fundamentales
por las distancias, así que los ferrocarriles transportan pasajeros en una red
amplia . Podemos identificar los barrios de Bella vista y Bosque Calderón; al
noroccidente, Gaitán, Las Ferias , San Fernando; al occidente, Teusaquillo, La
Magdalena, La Merced; al Sur-occidente, Santa Lucía, Bravo Paez y Santa Inés.

En el período 1938-1948 en el que se mantiene un gran dinamismo urbano, se


produce un doble proceso, de compactación del cuerpo central de la ciudad lineal
y de arco, y paralelamente se produce una segunda explosión urbana. Se
incorpora una nueva visión sobre la ciudad expresada por la preocupación de
estructurarla y dentro de esta visión están, el Plan de Soto - Bateman y el plan vial
de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la manifiesta vocación urbana del país
se desarrolla en la necesidad de crear instituciones que respondan a esta
tendencia; se crea el Instituto de Crédito Territorial y la Caja de Vivienda Popular.
Se acentúa la presencia del transporte automotor, facilitando la dispersión urbana.
Aparece una nueva pieza urbana, la Avenida de las Américas, primera conexión
intraurbana con especificaciones modernas . Tienen su desarrollo los barrios o
urbanizaciones residenciales conocidas como urbanizaciones sanitarias (
parcelación del suelo, urbanización, infraestructura).

Se identifican en el extremo norte la parcelación Tibabitá; en el norte La Cabrera y


El Nogal, al occidente los Alcázares y La Soledad, San Luis, Teusaquillo; en el
centro occidente el barrio Santa fé y en el sur El Inglés, Abraham Lincoln, La
Pradera, Fatima y San Vicente Ferrer.

El período 1948 -1960 se mantiene con la tendencia de crecimiento, pero con una
característica muy marcada como es la compactación urbana utilizando los saldos
de área libres dejado por el proceso anterior . Entra un nuevo actor ,el sector
público, con el I.C.T el B.C.H y la C.V.P, el cual introduce nuevos conceptos
urbanísticos de los paradigmas de la arquitectura moderna; se incorporan
unidades de servicios con equipamientos de educación, salud , recreación,
comercio, teatro y campos deportivos como en el caso del Quiroga al sur y en el
Centro Urbano Antonio Nariño proyecto éste innovador introduciendo los
conceptos corbusianos; con las instituciones del estado se producen barrios o
urbanizaciones completas (parcelación del suelo, infraestructura y edificación de
las viviendas), este período de gran importancia para la planeación de la ciudad,
refuerza la visión de estructuración de la ciudad; se cuenta con la visita La
corbusier en 1947 para la elaboración del Plan Piloto. Posteriormente el Plan
regulador de Wienner y Sert pieza fundamental para la ciudad. Se identifican las
urbanizaciones en el norte La Carolina , Cedritos , El Chicó varios sectores , Santa
Ana; en el occidente La Estrada, La soledad, Cundinamarca, Polo Club, Quinta
Mutis, Modelo del Norte; en el sur; Quiroga Central, Bello Horizonte.

Para el período 1960-1966 podemos catalogarlo como de crecimiento


extraordinario en un doble proceso de compactación y explosivo, triplicando su
velocidad frente al período anterior, gran desarrollo inmobiliario de la empresa
privada, se multiplica por cuatro la actuación de las instituciones de vivienda,
especialmente el I.C.T que construye Ciudad Kennedy conocida como La primera
Ciudad Satélite . Desarrollo con más fuerza de los desarrollos clandestinos (
parcelación del suelo, sin infraestructura) aparentemente homólogos con el barrio
obrero de las décadas anteriores, sin embargo, la similitud estaba en la clase
popular que atendían y en la ausencia de servicios públicos, siendo su diferencia
fundamental, la ausencia de un planeamiento urbanístico y su distanciamiento de
la Administración Distrital de allí la calificación de clandestinidad. Período del
mayor crecimiento poblacional; correspondió igualmente a un planeamiento
urbano de gran interés por los problemas de la estructura de la ciudad, entre 1958
y 1965 se planeó una nueva estructura de tipo anillar, como Avenida 68, Avenida
Boyacá construidas posteriormente. Se crea legislación para el desarrollo
progresivo de asentamientos de origen incompleto . Se identificarán en el norte las
urbanizaciones Santa Bibiana, Santa Barbara occidental, Contador, Pasadena; en
el occidente, Niza, Normandía, Nicolas de Federman, Ciudad Kennedy; en el sur,
las invasiones de las Colinas y Policarpa Salavarrieta, y en el extremo sur Santa
Librada y Meissen.

En el período 1966-1972 el crecimiento se desacelera , sin embargo, los


asentamientos clandestinos mantienen su crecimiento. En el conjunto urbano se
nota una consolidación de las áreas que habían sido dinamizadas en el período
anterior. Se destaca la ejecución de la malla vial anillar de la ciudad permitiendo
una mayor comunicatividad entre los barrios y urbanizaciones que habían crecido
adheridos a las vías principales de tipo tentacular, la mayoría de estas accesos a
la ciudad. En el planeamiento se destacan los planteamientos de «ciudades dentro
de la ciudad». Se identifican en el norte, las urbanizaciones Santa Barbara, Chicó
norte, Las Villas, Niza II y III; en el occidente Modelía, Mandalay, Urbanización
Timiza, así como desarrollos o barrios clandestinos en el sur, República del
Canadá, San Francisco y Gran Colombianos .

En el período 1972 -1980, el cual continua desacelerandose el crecimiento de la


ciudad, se mantiene la consolidación y una expansión moderada . Aparece el
sistema UPAC y genera un gran dinamismo en la industria de la construcción y
permite el desarrollo de una importante cantidad de pequeños predios con un
aumento substancial del espacio edificado, que a partir de este momento se
generaliza como desarrollo en altura entre nuevas urbanizaciones.

El planeamiento de la ciudad se limita de una parte al control sobre los


asentamientos clandestinos, el control sobre áreas de valor arquitectónico y
urbanístico y de otra parte a crear condiciones para el desenvolvimiento de la
actividad constructora. Se destaca el aparecimiento de urbanizaciones de lotes y
servicios con la utilización de normas mínimas de urbanización y de servicios
públicos, programas estos desarrollados por la empresa privada. Igualmente se
desarrolla el Primer Programa Integrado de Desarrollo Urbano de la Zona Oriental
de Bogotá. Se pueden identificar en el norte las urbanizaciones Las Margaritas,
Cedro Golf, Multicentro; en el occidente, Villa del Prado, Bachué, Alamos; en el
sur- occidente la invasión de la Igualdad y la Floresta, los desarrollos clandestinos
de Patio Bonito y Gran Britalia y en el sur Gran Yomasa, y los programas de lotes
y servicios colectivos como La Gaitana, en Suba, Catalina Kennedy y Olarte en el
sur.

El período 1980-1986 mantiene un patrón parecido al anterior desarrollándose


programas de normas mínimas con notoria intensidad pero esta vez con la
financiación del UPAC generando un crecimiento importante en la periferia de
urbanizaciones de clase media - baja, generando un proceso de valorización muy
claro en sus alrededores. Se destaca aquí el segundo Programa Integrado de
Desarrollo Urbano - Ciudad Bolívar. Se identifican las urbanizaciones Villas de
Granada, Bolivia, El Tunal, La Aurora, Marichuela, y La invasión de Jerusalén al
sur.

En el período 1986-1993 se registra un crecimiento acelerado de la ciudad, casi


comparable al de la década del 60, pero con una, característica de una proporción
muy alta de asentamientos clandestinos. Es de gran importancia el desarrollo de la
primera ciudad dentro de la ciudad El Salitre, con una gran aceptación de usuarios
no solo del sector residencial sino empresas del sector servicios e instituciones. El
planeamiento urbano de la ciudad es el gran ausente en este período, sin
embargo, a nivel nacional se emite la Ley 9 de 1989 conocida como Ley de
Reforma Urbana introduciendo a la legislación nuevos mecanismos de actuación
urbana; de otra parte se extingue la intervención directa de parte del estado o sea
no hay más barrios estatales, delegando su desarrollo a la empresa privada con el
apoyo de subsidios.

Para el período de 1993-1997 el país a entrado en una nueva era del


planeamiento que a través de la emisión de la Ley 388 de 1997, los municipios,
distritos y área metropolitanas deberán elaborar sus respectivos Planes de
Ordenamiento Territorial.

LOS BARRIOS EN EL PROCESO DE CRECIMIENTO URBANO.


Una de las conclusiones gruesas que se pueden sacar en el comportamiento
amplio del desarrollo urbano descrito atrás, se relaciona con la forma como operan
las tres grandes fuerzas de la intervención en el mercado de la vivienda; en primer
lugar la empresa privada formal, en segundo lugar el Estado y en tercer lugar la
empresa privada informal.

En las primeras fases del crecimientos urbano el sector formal representado en la


urbanización residencial se apropia del pie de monte, creciendo hacia el norte
donde las condiciones ambientales eran más favorables por paisaje suelos
drenables y la obtención directa del agua desde el cerro oriental; los sectores
informales representados en los barrios obreros ocupan el sur y el occidente,
donde las condiciones no eran muy favorables, por la presencia de humedales
aunque si les convenía su ubicación relativa frente a los centros de la ciudad y la
presencia de los estratos altos.

En una apreciación gruesa del desarrollo de largo plazo se percibe la siguiente


secuencia; en primer lugar el barrio o desarrollo clandestino va abriendo fronteras
urbanas nuevas; en segundo lugar, el estado como urbanizador penetra en los
vacíos urbanos que fue dejando el desarrollo tentacular; en tercer lugar la
empresa privada va urbanizando las áreas ya colonizadas, en términos urbanos,
por los otros dos agentes, por el estado y la urbanización clandestina.

BIBLIOGRAFIA
Rossi Aldo. La Arquitectura de la Ciudad. Editorial Gustavo Gili , Barcelona 1971.

Pierre Merlin y Francoise Choay . Diccionario del Urbanismo. Presses Universitaires de France,
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