Luis Rafael Peñalver - Las Tesis Doctorales
Luis Rafael Peñalver - Las Tesis Doctorales
Luis Rafael Peñalver - Las Tesis Doctorales
Doctorales
VENEZUELA
LAS TESIS DOCTORALES
Resumen
1
Consejo Nacional de Universidades. (2001). Normativa general para los estudios de postgrado.
Gaceta Oficial N° 37328. del 20 de noviembre del 2001.
prórroga. Le voy a dar un primer dato crucial: perfile su proyecto de tal manera que pueda
desarrollarlo como tesis a lo largo de sus estudios regulares, apoyándose en los esfuerzos de las
unidades curriculares y eventos académicos y es muy probable que, al término de un año o año
y medio, luego de culminada su escolaridad, podrá entregar su tesis.
El Campo de Investigación
Por lo general, cuando se llega a los estudios doctorales, ya hay por lo menos un tema
rondando. Pueda que resulte de una especie de encadenamiento que inició en el pregrado, se
investigó de manera preliminar en la especialización y en la maestría, y ahora, en una especie de
“para aprovechar lo hice", irrumpe en el doctorado. Allí, el problema es, que el sentido y la
dimensión del abordaje de un tema de pregrado, especialización o maestría, son completa y
radicalmente distintos al tema de doctorado, pues ahora se trata del asunto teórico (de creación)
del tema, en versión que puede representar desde lo conceptual y epistemológico, hasta lo
filosófico. Es hasta posible que el tema quede, pero la mirada que se haga de él y el sentido de
abordaje, cambiarán totalmente.
Por supuesto, quien vaya en búsqueda de un tema para investigar, necesita verificar un
aspecto preliminar y fuera de toda duda: que el tema o ámbito elegido esté articulado, sin
negociación, con el diseño del doctorado y con las líneas de investigación que se dispongan. Las
unidades curriculares y su despliegue académico, también pueden ser fuentes fecundas de
inspiración y elección temática. Y esa es una comprobación que debe hacer el estudiante, para
evitar la escalada de retardos o revisiones de las revisiones (acompañada de frustraciones) que
hacen los comités académicos o algún jurado en particular. Si su doctorado es en educación, por
ejemplo, su tema tendrá que estar en ese campo y no en otro, por muy importante que le parezca.
En estos escenarios preliminares, interesa que lo que se pretenda investigar tenga impacto
científico, de tal manera que concentre y alcance una fuerza para estremecer, literalmente, las
creaciones teóricas que hasta ese momento circulan en relación con la opción investigativa
personal. Este impacto, sobre todo en las denominadas ciencias sociales, se hace acompañar de
otros: social, político, económico, cultural, entre otros.
Ahora ¿Cuánto conoce usted del tema? ¿Cuántas tesis o artículos de investigación ha
revisado al respecto? ¿Con cuales especialistas ha conversado sobre el asunto? ¿Creó un blog o
grupo de trabajo para intercambiar información y opiniones? ¿Cuenta con una amplia biblioteca
virtual que ha construido acudiendo a herramientas de libre acceso? ¿Está “navegando"
frecuentemente por buscadores especializados en producciones científicas para colectar
información sobre su proyecto? ¿Ha escrito correos a conocedores del tema? ¿Asiste a eventos o
los promueve, relacionados con el tema de interés doctoral? Y, por último, si estas ocho preguntas
fueran una especie de evaluación ¿Cuánto cree Ud. que obtendría en una escala de uno a diez?
Bueno, si no alcanza al menos un promedio de ocho, ya sabe qué hacer.
El Discurso
Y hay asuntos de entrada. Veamos algunos. Será impecable la construcción del discurso,
en tanto se concibe y construye con una determinada lengua que hay tratar con el máximo afecto.
Si a Ud. le pasa por la mente alguna duda gramatical; si los problemas ortográficos le persiguen
de una manera implacable, si no está familiarizado con sistemas de citación y referencia, si
desconoce asuntos sobre espaciado, si las tildes están ausentes o no cuadran donde deben, si los
signos de puntuación le provocan uno que otro desencanto, si tos párrafos no tienen vida propia,
si el discurso no lleva cierto rumbo, si los temas abren y no cierran, si las ideas carecen de niveles
de relevancia y contundencia, entonces debe establecer, cuanto antes, un ritmo de ejercicios para
darle comprensión y soltura a cada uno de esos aspectos. Hacerse el loco o creer que “eso se
arregla solo", como si fuera un mal trabajo de plomería, no le serán muy útiles. Y olvídese del
tutor. Esos problemas son totalmente suyos y como tales hay que atenderlos.
Como ven, la disposición es importante. Darse chance para escribir, para hacer sus
propias palabras, puede ser una hermosa oportunidad que permita descubrirse, saber lo que es y
como piensas, porque a veces nos olvidamos hasta de pensar nuestros propios pensamientos.
Conjurar, a lo largo de nuestras vidas, unas palabras, unas ideas, unas frases, no es solo
tenerlas siempre-presentes. Escribirlas, reescribirlas, leerlas y pensarlas, una y otra vez, ocurre
porque nos convocan, nos obsesionan afirmativamente, nos laceran, nos cautivan intensamente.
Ese es un ejercicio fenomenal: dejarse cautivar por la palabra. Pero debe disponer su cuerpo para
ello.
Hacer la palabra, como acto de amor, es desear ser poseído por otra palabra que no sea
otra que la que nos nombre, que nos enceguezca de pasión, que nos resguarde en la vida, en la
existencia del riesgo.
Hay un asunto que quiero compartir con ustedes, referido al contacto con la palabra ajena,
la palabra extraña, la palabra que elaboran y editan otros. Es esa palabra-cita que a veces
asesinamos convirtiéndola en marco teórico; en especie de visores cognitivos para justificar
nuestras ideas. Y aquí hay un terrible juego: creer que nuestro pensamiento es válido si y solo sí,
va junto a un pensamiento ajeno. De otra manera: creer que mi palabra vale si va encadenada con
una palabra “consagrada" que no me pertenece. Lo triste en esta ópera prima doctoral, es
encontrarse con un tutor que reclama, con voz altisonante para parecer como si fuera autoridad
en la materia: ¡mete una cita aquí!, ¡coloca una cita allá!
La palabra de los amigos y enemigos que nos hacen llegar a través de diversos medios,
no es para ampliar considerablemente el texto que escribo o para corroborar, con alguien que, si
sabe, lo que voy escribiendo o para dejar claro que no estoy equivocado y lo demuestro con la
palabra de autor reconocido o para explicar, de manera muy desafortunada, desde una
interpretación que no es mi interpretación.
El problema no es, por supuesto, si incorporamos muchas o pocas citas cortas o largas,
textuales o no; el problema es que una situación como esta puede no dejarnos vivir, puede no
dejarnos ser, puede no dejamos hacer; podemos terminar -sencillamente- no siendo nosotros, sino
una burda y malograda copia de otro. Esto sería lo más terrible, lo más trágico. Me disculpan la
necro-representación, pero es como estar muerto en la palabra. Estaríamos perdiendo,
irremediablemente, la gran oportunidad que le dieron a Lázaro: la auténtica resurrección.
¿Qué hacemos entonces con las palabras-pensamiento de los amigos y enemigos? Insisto:
debemos hacernos una “fórmula" a la medida. Esa fórmula no puede ser la brutal tentación de
copiar y pegar. Si eso le pasa, aunque sea rasante por su pensamiento, hágase un despojo
cognitivo radical o una intervención laparoscópica neuronal profunda, que seguro podrán curar
ese mal tan ruin y perverso. Y aquí la reflexión es un tema ineludible. Unas palabras de Guilles
Deleuze referidas a la obra de Foucault, pueden provocar un estremecimiento inicial, él señala:
“Que haya personas que siguen a Foucault, que se sientan apasionadas por él, no significa, sino
que tienen algo que hacer con él, algo de su propio trabajo y de su existencia autónoma. No se
trata únicamente de una cuestión de comprensión o de acuerdo entre intelectuales, sino de una
cuestión de intensidad, de resonancia, de acorde en sentido musical"2. Aquí hay una actitud hacia
el autor, hacia su pensamiento, hacia su palabra. Por cierto: ¿Cuál es o será nuestra actitud?
¿Tendrá algo de intensidad, de resonancia?
2
Gilíes Deleuze. Conversaciones. 1972-1990. Valencia: Pre-textos. 1996, pp. 139-140.
La Prefiguración Temática
Una experiencia con resultados alentadores y como vía para minimizar o superar
sinsabores, mucho antes de arrancar en firme con el proyecto, es la elaboración de lo que hemos
denominado Prefiguración Temática, pues si desde el inicio los aspectos centrales de la
investigación no están claros, se corre el riesgo de seguir así en el proyecto y hasta en la tesis.
Si se quiere, la Prefiguración es una especie de calentamiento para ver cómo anda nuestra
‘fuerza temática" y pudiera estar desde muy débil hasta en sus mejores condiciones para cualquier
competencia que se presente, siempre que haya atendido debidamente su campo de investigación.
Y ya sabemos, creo, lo que ello significa.
Los componentes que hemos venido afinando en la Prefiguración, son los siguientes:
1. Tema o título, que aspira identificar de la mejor manera, lo que pretende investigar. Hay
que intentar ser claro, sencillo y directo, así hay mejores opciones para su consideración. Ya debe
notarse, casi agresivamente, la creación teórica original a poner en juego, en clave de “aporte
significativo al acervo del conocimiento en un área específica del saber". Un ejemplo de título:
FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS Y METODOLÓGICOS QUE SUSTENTAN LA
INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN LAS CIENCIAS SOCIALES3
3
Este y otros ejemplos que siguen, son versiones que hemos modificado de la tesis doctoral de María E. Parra.
(2005). Fundamentos Epistemológicos. Metodológicos y Teóricos que Sustentan un Modelo de Investigación
Cualitativa en las Ciencias Sociales. Chile. Disponible en:
http://vww.archivochile.com/tesis/11_teofiloideo/11teofiloideo0002.pdf
metodológicamente, la investigación cualitativa en las ciencias sociales, con un alto nivel de
rigurosidad”
Como Ud. vera, hay secciones que en la Prefiguración no pasan de un ligero párrafo y
otras son un poquito más amplias. Quizás en dos buenas páginas o quizás hasta tres, Ud.
desarrolle su primer encuentro con el plan doctoral.
El Proyecto de Tesis
Por lo general, el Proyecto comprende cuatro secciones: las páginas preliminares, el texto
del proyecto, la lista de referencias y el anexo, cuando sea necesario.
Las Páginas preliminares, por lo general son: página de título, constancia de aceptación
del tutor, índice de contenido y resumen. Las instituciones ofrecen diseños tipo para cada aspecto,
como parte de los referentes normativos. Insistimos: entérese muy bien de estos aspectos y
elabore apropiadamente sus borradores, siguiendo las siluetas que se disponen para ello. Hay que
destacar aquí la elaboración del Resumen (hasta 300 palabras), pues quien no lee completo
construye una idea de la palabra Resumen a su medida y hace, olímpicamente, una síntesis del
tema, pasando por alto otros importantes aspectos. Un Resumen tiene que llevar:
a) una exposición corta y clara del tema de investigación; b) metodología que se propone
seguir, c) perspectiva epistemológica, d) aportes que se esperan; e) importancia del proyecto.
Al final, línea de por medio, se identifican entre tres y seis palabras claves que representan el
tema central de la investigación.
a) El Campo Objeto de Investigación, que incluye, aparte de una visión crítica-histórica del
campo de investigación, el propósito, los objetivos y la tesis;
c) El Estado del Arte de Fuentes Relevantes, para exponer el análisis crítico de autores,
obras, tensiones y rupturas en determinados campos teóricos pre-identificados por el tesista;
d) Crítica Teórica, donde se presenta la versión critica del tesista que corresponde conceptos,
características, tendencias antiguas y recientes, que acompañan una determinada
representación teórica y su relación directa con el tema o campo general de investigación;
evitando los rosarios teóricos insaborizados y el sobreacumulado de citas en tallas XXL, a
veces para acudir a la vulgar estrategia del engorde; olvidando los resúmenes, las citas breves,
las respectivas críticas y la relaciones con el tema o campo de investigación; este es el
escenario preferido de las malas tentaciones, los palabricidios y los mercaderes del lenguaje;
pero Ud. se defenderá, como en la mejor de las batallas, tomando entre manos la guadaña
ética y la escardilla epistemológica correspondientes;
La tercera sección del proyecto corresponde a la Lista de Referencias, donde se incluirán las
diversas fuentes de información, pero solo aquellas que fueron citadas, referidas o comentadas.
Si tiene otro grupo de fuentes que no correspondan con las anteriores características y cree
necesario que el jurado las conozca por alguna razón que Ud. escribirá en el encabezado, abrirá
una sección identificada como Otras Fuentes.
La cuarta y última sección del Proyecto es optativa y no debe utilizarse para darle volumen
al documento, con asuntos de poco interés o de circulación disponible. Los instrumentos para
recolección de información, algún documento inédito, entre otros, justifican la apertura de esta
sección.
La Tesis
Al igual que el Proyecto, la Tesis (150-400 páginas) por lo general, tiene cuatro secciones
y ello puede cambiar en investigaciones de Ciencias Naturales, Históricas o Geográficas. El
esquema que viene, dice una sola cosa: “si Ud. no tiene plan de Tesis, aquí le presentamos uno
desde el que puede partir y luego podrá agregarle, suprimirle o cambiarle aspectos, siempre en
acuerdo con las conversaciones que se han tenido con el tutor y las normas de carácter
institucional".
La sección de Páginas Preliminares en la Tesis, es bastante diversa: Página de título,
Constancia de aprobación del tutor, Dedicatoria (opcional), Reconocimiento (opcional), índice
General, Lista de Cuadros (si aplica), Lista de Gráficos (si aplica) y Resumen (300 palabras) que
tendrá: a) Exposición corta y clara del tema desarrollado; b) Metodología utilizada; c)
Orientación epistemológica; d) Resultados obtenidos y e) la Conclusión general. Al final, línea
de por medio, se identifican entre tres y seis palabras claves que representan el tema central de
la investigación. Un dato adicional que no habíamos presentado en el Resumen del Proyecto,
pero que puede ser útil en todos los casos. Para preparar y redactar el resumen, trabaje
aisladamente un aspecto de otro, construyendo al menos un párrafo en cada caso y cuando esté
convencido que ya cubre todas las indicaciones, bórrelas y deje solo los párrafos cortos
integrados ahora en un párrafo que no pase de las 300 palabras.
Luego vienen los Capítulos y Subcapítulos, dispuestos en acuerdo con el plan del
Proyecto, pero con la flexibilidad suficiente para revisar y replantear la propuesta. Ello solo lo
dirá, bien desde las profundizaciones del pensamiento del autor, bien desde lecturas realmente
radicales en cuanto a la visión del tema que se está analizando. Al respecto se recomienda leer
las notas c) y d), correspondientes al Proyecto de Tesis.
Entonces la defensa hay que prepararla muy bien y recuerde que nadie sabe más de esa
Tesis que Ud. a menos que haya caído en las vagabunderías, ahora más comunes, de comprar o
apropiarse indebidamente de las ideas de otros.
Prepare su plan de exposición, recuerde que por lo general tiene cuarenta y cinco o sesenta
minutos para desquitarse, para cerrar con broche de oro. Entonces no arranque echando cuentos
y malas historietas o tirando saludos, besitos y reconocimientos y cuando se percate, le quedan
apenas veinte minutos para la tesis. No acuda tampoco al plan de exposición que bien pudiera
denominarse de pirámide invertida, pues ocupa como cuarenta minutos para la Introducción y
luego tiene que meterle el acelerador para, en apenas veinte minutos, dar vuelos rasantes a los
Capítulos y llega casi sin aire a las Conclusiones. Entonces distribuya el tiempo. Que le rinda el
máximo y que aún le queden unos minutos para una leve y honesta sonrisa de culminación.
Ejercítese lo necesario. Haga las cosas en el tiempo justo, ni tan quedado que desespere ni tan
rápido que ponga nervioso al jurado. Lleve su carpeta con sus esquemas y anotaciones. No se
haga el listo dejando todo a la memoria y después ande quejándose porque no dijo tal y cual.
Bueno: la culpa es suya.
En estos exámenes públicos estamos confrontando un problema: lo que llama el Dr. Celso
Medina el síndrome del power point, pues sin él es inconcebible una exposición. ¿Y si ocurre un
corte eléctrico? Pues hay que diferir el asunto. Qué barbaridad. En primer lugar, no es obligatorio;
en segundo lugar, no es para presentar textos que se leen y se leen y se leen; en tercer lugar, el
point debe ser para ayudar con una síntesis, realmente abreviada, de la Tesis; y en cuarto lugar,
puede hacer su exposición sin point.
¿Nervios y tensiones? Siempre nos acompañarán. Lo importante es que estén bajo nuestro total
control. La seguridad es el mejor brebaje. Mucho cuidado con fórmulas mágicas y pócimas
extrañas que desdicen de un doctorante serio a un paso de su título.