La Mujer en La Colonia
La Mujer en La Colonia
La Mujer en La Colonia
En 1780 inició el movimiento militar liderado por el guerrero indígena Túpac Amaru II
en defensa de las condiciones de trabajo del indio, el reconocimiento legítimo de sus
derechos y la abolición absoluta del régimen colonial.
Su prestigio entre los indios y mestizos le permitió encabezar una rebelión contra las
autoridades españolas del Perú en 1780; dicha rebelión (precedida por otras similares)
estalló por el descontento de la población contra los tributos y prestaciones
obligatorias de trabajo que imponían los españoles (mitas, obrajes, repartimientos,
servicios…) y contra los abusos de los corregidores. Comenzó con la ejecución del
corregidor de Tinta, sin que al parecer existiera un plan premeditado de insurrección.
Condorcanqui adoptó el nombre de su ancestro (Túpac Amaru, por lo que sería
conocido como Túpac Amaru II) como símbolo de rebeldía contra los colonizadores.
Se presentó como restaurador y legítimo heredero de la dinastía inca y envió
emisarios para extender la rebelión por todo el Perú. No obstante, su rebeldía se
dirigía contra las autoridades españolas locales, manteniendo la ficción de lealtad al
rey Carlos III.
LA SUBLEVACIÓN DE FERNANDO DAQUILEMA
En diciembre de 1871, llegó al colmo la indignación de los pueblos indígenas por el
abuso al que llegaron los opresores a través del cobro de los diezmos. Fernando
Daquilema, descendiente de los Duchicelas, encabeza el levantamiento en Kacha,
desconociendo el gobierno de blancos que reprime, explota; y, aspirando a formar un
nuevo gobierno que considere a los indígenas en igualdad de condiciones. Cerca a la
laguna de Kápak-kucha fueron convocados a una gran asamblea con la finalidad de
elegir a un jefe para los objetivos que tenían. Todos eligieron a Daquilema como su
jefe, porque vieron en Él coraje, templeza, decisión y firmeza. y, tomando un manto y
la corona de San José, le nombraron rey. Daquilema, joven de 26 años, inició su
misión conformando con gran estrategia y sabiduría un ejército compuesto por
caballería que sobrepasaba de 500 unidades y hombres y mujeres dispuestos a luchar
cuerpo a cuerpo con las autoridades enfrentando a las fuerzas del ejército.