Caseta Meteorologica
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La primera unidad de albañilería artificial consistía en una masa amorfa de barro secado
al sol; vestigios de esta unidad han sido encontrados en las ruinas de Jericó (medio
oriente), 7350 años A.C. Es interesante destacar que antiguamente las unidades no tenían
una forma lógica, llegándose a encontrar unidades de forma cónica en lugares y épocas
distintas: en Mesopotamia (Región ubicada en el Valle del Éufrates y Tigris, en la baja
Mesopotamia) hacia los 4000 años antes de Cristo. A raíz de aquellos acontecimientos,
empezaron a masificarse las construcciones de albañilería en las primeras civilizaciones.
El adobe fue llevado al horno unos 3000 A.C. en la ciudad de UR, tercera ciudad más
antigua del mundo (después de Eridú y Uruk, pertenecientes a la cultura Sumeria)
formándose lo que actualmente se denomina el ladrillo de arcilla o cerámico. A partir de
aquel entonces se levantaron enormes construcciones de laderillos asentados con betún o
alquitrán, como la Torre de Babel (Etemenanki ziurad de 8 pisos) y en la época del Rey
Nabuconosor II (Babilonia 600 AC) se construyeron edificios de hasta 4 pisos
El mortero de cemento puzolanico fue inventado por Vitrubio (arquitecto romano 25 AC),
Para esto, Vitrubio mezclo con cal y agua a la arena volcánica del Vesubio (actualmente
denominada Puzolana). Fue a partir de aquel entonces que hubo una gran innovación en
las formas estructurales, construyéndose enormes estructuras con arcos, bóvedas y
lucernarios, tal como el panteón en Roma
Después de la caída del Imperio Romano, el mortero puzolanico pasó al olvido hasta que
Smeaton (ingeniero británico) lo rescato en el ano de 1756 para conseguir un faro en
Inglaterra
En el Perú.
Pero en el Perú a diferencia de estas culturas y a pesar de los grandes conocimientos
incaicos sobre astronomía, trazado y construcción de canales de irrigación, edificaciones
de piedra y adobe, etc.
No existen evidencias del empleo de ningún material cementante este periodo que se
caracterizó por un desarrollo notable del empleo de la piedra sin elementos ligantes de
unión entre piezas”
Los materiales aglomerantes o cementantes en el Perú datan del siglo XVI, en la Colonia,
en la que los españoles implantan los conocimientos técnicos europeos a Lima. Y medida
que el auge y la riqueza del virreinato del Perú crecen también lo hacen en gran medida
las edificaciones y el ornato de las ciudades, motivando el empleo de materiales y técnicas
más elaboradas.
Para ejecutar entre muchos proyectos el terminal marítimo del Callao y la pavimentación
de Lima. Es esta compañía la que trae los primeros hornos para la fabricación del cemento
con lo que se inicia la tecnología del concreto local. En el año 1916 la compañía peruana
de cemento portland compra los hornos a la FOUNDATION e instala en el Rímac la
primera fábrica de cemento comercial del Perú (compañía peruana de cemento portland).
Entre1955 y 1975 se crean las fábricas de cemento Chilca, Lima, Andino, Chiclayo,
Pacasmayo, Sur y Yura, que van desarrollando diferentes tipos de cemento. En los años
50 ́ se consolidan las grandes empresas constructoras nacionales.
EN PUNO
Los putucos son construcciones hechas en base a bloques de barro y pasto denominados
champa, extraídos del mismo suelo, con los que se arman la base, las paredes y el techo
del mismo.
Tal como lo describe el arquitecto e investigador Ferruccio Marussi, estas champas son
bloques de tierra con raíces entrecruzadas de ichu y otros pastos silvestres como chiji o
quemello, que se extraen del suelo utilizando una pala o una chakitaclla.
Este material se extrae durante la época más húmeda, cuando el suelo es más suave.
Finalmente, se deja a las champas secar al sol para que adquieran la dureza y consistencia
necesarias, a fin de ser usadas en la construcción de los putucos.
El tipo de composición del suelo, mezclado con las raíces vegetales, genera una
combinación perfecta que suministra un material con importantes características de
plasticidad, durabilidad y peso liviano.
Si bien es común encontrar putucos hechos con adobes, se prefiere trabajarlos con champa
pues este material es más resistente ante la erosión y tiene un alto grado de
impermeabilidad.
Los putucos tienen una forma piramidal, con una base rectangular y un techo que termina
en punta, en el que hay unas pequeñas aberturas para la ventilación; constan además de
una única puerta baja y angosta, la cual, en algunos casos, se cierra con madera traída de
otros distritos.
La construcción de un putuco, en todas sus etapas, suele durar entre dos y cuatro días y
frecuentemente es labor de los hombres de la familia quienes aprendieron este
conocimiento de
sus padres y abuelos. Existen también maestros expertos a quienes se contrata para
realizar esta labor.