Termostato
Termostato
Termostato
Fue alrededor de 1620, cuando el inventor holandés Cornelius Drebbel (creador del primer submarino de la historia) ideó un horno
para incubar huevos cuya temperatura estaba controlada por un termómetro de mercurio y un tiro que dejaba pasar más o menos aire
caliente. Se considera el origen del termostato.
En 1830 el escocés Andrew Ure inventó lo que hoy conocemos como termostato con la intención de mantener calientes las
calderas de vapor.
Unas décadas más tarde, en 1880, un profesor de Wisconsin llamado Warren Johnson estaba realmente preocupado por regular la
temperatura de las aulas donde daba clase. Su preocupación le llevó a crear el termostato ambiental eléctrico, un dispositivo para
controlar la temperatura ambiente de los edificios.
Poco después, en 1883, Albert Butz patentó el primer regulador de temperatura para hornos y un pionero sistema llamado damper
flapper, que regulaba de forma automática el tiro de las calderas de carbón para subir o bajar la temperatura. Su invento fue el origen
de los actuales sistemas de control de temperatura automáticos.
En 1906, un joven ingeniero llamado Mark Honeywell compró la patente de Butz y desarrollo el primer termostato programable,
que incorporaba un reloj que permitía preajustar la temperatura para la mañana siguiente. Más tarde, en 1934, llegarían los
termostatos con reloj eléctrico y, en la década de los 50, los termostatos con ruleta, que han aguantado hasta nuestros días.
La década de los 80 vería surgir los primeros termostatos con displays digitales, circuitos electrónicos y multitud de
funcionalidades como programación por horas o días de la semana. Los termostatos seguirían evolucionando durante los 90 y los
2000, aumentando sus funciones, hasta llegar a la nueva generación de termostatos inteligentes con conexión a Internet.
El termostato es el vigilante que se asegura de calentar y/o enfriar en función de la temperatura. Está en los sistemas de
calefacción y aire acondicionado, pero también en los frigoríficos y en los sistemas de refrigeración de los coches. Se encarga
de medir la temperatura y actuar en consecuencia. Su objetivo siempre será el mismo que el del ser humano: mantener el calor (y el
frío) dentro de unos márgenes.
¿Que el termostato? : es un dispositivo que cuenta con un sistema simple para medir la temperatura mediante un control que se
encarga de abrir o cerrar un circuito eléctrico.
Todos los termostatos tienen una estructura básica en su fabricación. Tienen un sensor capaz de detectar las variaciones de la
temperatura y cambiar en función de éstas. El cambio de dicho sensor es, por lo general, un cambio de magnitudes. Este cambio
actúa sobre un interruptor eléctrico para registrar la variación de temperatura.
Necesita trabajar con una temperatura del refrigerante de aproximadamente 90° Celsius. Este dispositivo va montado en los
conductos del refrigerante y regula el flujo de este líquido al radiador para mantener la temperatura óptima.
¿Fallas del termostato del motor?
Las fallas de esta válvula, que se pueden dar tanto en un carro o camioneta, pueden ser dos:
1. Que se quede cerrada, y por ende, que se eleve la temperatura del motor del auto. En estos casos el motor se
recalentará hasta el punto de llegar a fundirse.
2. Que se quede abierta, y baje la temperatura del motor. En estos casos, el motor se enfriará y esto podría desgastarlo por
fricción, pues los metales se contraen por la temperatura. Incluso, el sensor de temperatura del refrigerante, al medir una
baja temperatura, inyectará más combustible para compensar. Por consiguiente, las emisiones contaminantes se
elevarán y el rendimiento de la gasolina disminuirá.
Tipos de termostatos
Mecánicos. Utilizan mecanismos físicos, tanto para medir la temperatura del aire como para activar los procesos que la
cambian. Para ello emplean sensores que van desde tiras bimetálicas, bolitas de cera y bulbos llenos de gas hasta tubos de
aire. Estos sensores reaccionan a los cambios de temperatura mediante su expansión o contracción, activando los
interruptores que suben o bajan el calor o el frío.
Digitales. Son los más utilizados en nuestros días. Utilizan sensores electrónicos para controlar las variaciones en el
ambiente. Son programables y permiten al usuario establecer una serie de grados deseados. Sus sensores registran la
temperatura y realizan los cambios necesarios para regularla encendiendo o apagando la calefacción o la refrigeración.
Bimetálicos: Funciona por medio de un par de láminas de metal que están unidas. Cada una de estas láminas está hecha de material
con diferente coeficiente de dilatación térmica, por lo que se dilatarán de manera diferente y cerrarán el circuito eléctrico que se
encuentra dentro del termostato.
Manuales: Como su nombre lo indica, requieren intervención manual para regresar a su estado original.
Automáticos: No requieren de la intervención humana y suelen ser utilizados en los hogares.
De gas: Contienen un tubo de cobre dentro del cual hay gas. Cuando la temperatura aumenta, el gas se expande empujando una
válvula que va a realizar una acción específica. Este mismo principio lo utilizan los termostatos de parafina.
Electrónicos: No contienen partes móviles, pueden ser previamente programados y se pueden incluir en sistemas de control más
grandes.
Termostatos en la industria
Los termostatos se utilizan para evitar que el motor se sobrecaliente y para que el refrigerante logre la temperatura exacta para que el
motor funcione adecuadamente. El control de temperatura en las máquinas y cuartos de maquinarias puede prevenir una serie de fallas,
atrasos en la producción e incluso, accidentes.
Al identificar las variaciones de temperatura se puede saber si las máquinas y los procesos se llevarán a cabo adecuadamente, y de no
ser así se pueden tomar las medidas necesarias.
Termostatos en el hogar
En este caso, las aplicaciones del termostato pueden ser más enfocadas a la cocina, a la regulación de la temperatura ambiente. Esta
última aplicación suele cobrar mayor importancia en habitaciones donde duermen niños pequeños, para evitar enfermedades
relacionadas con las variaciones de temperatura.