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Características de La Pintura Romántica y Realista

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PROPUESTA DIDÁCTICA - LOS CUADROS HABLAN

Se les enseñan dos cuadros:

1. " El cuadro de Alphonse Mucha titulado "Las estaciones: verano": muestra a una mujer joven,
apoyada en la rama de un árbol, con un vestido muy sensual. Sus pies desnudos acarician el agua.
Está rodeada de naturaleza. Hay mucho colorido.
2. El cuadro de Murillo titulado "Niños comiendo fruta": dos niños con la ropa muy desgastada comen
fruta sentados en la calle. No tienen zapatos. Los colores son apagados. Domina el tono grisáceo.
3. “El caminante sobre el mar de nubes”, de Caspar David Friedrich
4. Jean-François Millet – “Las espigadoras”

Se les pide que las observen detenidamente y luego se les propone las siguientes actividades:

1. Ponle un título a cada cuadro


2. Indica cuáles de estos cuadros representa mejor las características románticas y cuáles las
características realistas.
3. Explica que aspectos del movimiento literario elegido observas en cada cuadro.
4. ¿Cuál te gusta más?¿Por qué?

Características de la pintura romántica:

 Anteponen el color y los contrastes a las formas y líneas del dibujo. Se nota la influencia de la
pintura barroca en oposición a la Neoclásica.
 Tienen un concepto subjetivo de la belleza, así en sus cuadros la plasman de una manera personal,
utilizando temas como el amor, el dolor o la tristeza.
 La técnica predominante es el óleo sobre lienzo y otras más rápidas como la acuarela.
 Reina la temática histórica y el retrato. Además, el paisaje adquiere protagonismo. Recrean
escenarios silenciosos, nocturnos o frente al mar, en los que se percibe cierta tristeza.

El caminante sobre el mar de nubes, de Caspar David Friedrich - 1818

Nacido en Dresde en 1774, por la época, temperamento y estilo es inequívocamente romántico. Sus
pinturas son extraordinariamente evocadoras e incluso han sido descritas como metafísicas. De hecho esta
imagen ha sido empleada como portada en algunos libros de Friedrich Nietzsche y la asociación resulta todo
un acierto, pues como es sabido encontraba la inspiración dando largos paseos por el monte y la pintura en
sí misma parece evocar su filosofía. Pero en realidad el personaje del centro es el propio pintor,
contemplando suponemos que extasiado un grandioso paisaje a sus pies.

Las Cuatro Estaciones: Figura femenina alegórica del Verano, Alfons Mucha - 1896

Alfons Mucha (1860- 1939) es uno de los máximos exponentes del modernismo europeo. Su obra llena
de sensualidad, en donde los colores y las formas se combinan llenos de armonía, mostrándonos la imagen
una mujer sensual y como no, influida por lo ideales de la mujer romántica.
Características de la pintura realista:

 Representación de la realidad cotidiana de la población de clase baja y media de la sociedad. Un


ejemplo de esto es “The Gleaners” de Jean-François Millet.
 Ausencia de alegría, las personas se ven serias y por eso se las representa con colores oscuros. De
este modo las pinturas se vuelven sombrías como un medio de demostrar la difícil situación que
viven los trabajadores. Un óleo que lo representa claramente es “Third Class Carriage” de Honoré
Daumier.
 Imagen de los trabajadores urbanos, rurales y pobres mostrados en posturas encorvadas, luchando
por realizar un trabajo manual duro. Esto se puede ver en “The Stone Breakers” de Gustave
Courbet.
 Desafío de las distinciones de clases sociales presente por ejemplo, en “Young Ladies of the
Village”. Allí están muy cerca las mujeres jóvenes representantes del medio rural emergente y la
clase de la pobre campesina que acepta su caridad.

Jean-François Millet – “Las espigadoras” (1857, óleo sobre lienzo, 83 x 110, Museo d’Orsay, París)

Celebremos el día del trabajo con una de las obras maestras del pintor realista Jean-François Millet, que
pasó a la historia por haber sabido retratar como nadie la dura vida de los trabajadores del campo. Las tres
protagonistas de este cuadro se están deslomando, literalmente, para recoger las espigas que han quedado
olvidadas en el suelo tras la cosecha. Con el poco grano que recojan, alimentarán a sus familias. Los dueños
de los campos les daban permiso para recoger estos restos entre el atardecer y la caída de la noche, una vez
que había acabado el trabajo de los cosechadores. Las pocas espigas que llevan en sus delantales contrastan
con la abundante cosecha que se ve al fondo (gavillas, almiares y un carro repleto de trigo). Un capataz a
caballo supervisa el trabajo de los hombres.
Los campesinos de Millet tienen una dignidad equiparable a la de cualquier noble o héroe de las pinturas
tradicionales. Según el pintor, la vida en el campo acercaba al hombre a sus orígenes, a diferencia del
trabajo industrializado y alienante de las ciudades. Evidentemente, esta concepción socialista del arte era
vista con malos ojos por la burguesía adinerada de París, que consideraban las obras de Millet “peligrosas”.

Bartolomé Esteban Murillo: Niños comiendo melón y uvas, 1650.


En Niños comiendo melón y uvas se recoge una escena de la Sevilla de mediados del siglo XVII afectada por
la crisis económica y la peste. Aparecen dos niños vestidos con harapos y sucios comiendo fruta que
hubieron de robar para alimentarse. Estilo barroco. El cuadro es una escena de género o costumbrista, pero
también un bodegón. Es costumbrista porque se retrata a dos niños representativos de la Sevilla del siglo
XVII. Es un bodegón por el protagonismo que juega la fruta

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