Teberosky
Teberosky
Teberosky
Didáctica de la Lengua:
Un cruce de caminos
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Resumen: En este artículo se reflexiona sobre el aprendizaje del vocabulario académico en niños escolares y se presenta un
diseño de intervención formativa que muestra una propuesta de enseñanza para ayudar a los alumnos en dicho aprendizaje. La
reflexión se hace sobre el papel del vocabulario en el proceso de enseñanza-aprendizaje-comprensión de un contenido específi-
co y sobre su relación con las posibles dificultades de lectura debidas al uso del lenguaje académico para expresar un contenido
disciplinar. La intervención tiene como objetivo orientar las actividades y procedimientos de aprendizaje de los alumnos al
seleccionar y organizar el vocabulario académico y al comparar la composición morfológica de las palabras y su historia eti-
mológica. Dicha experiencia de intervención se realizó en el 4º curso de Primaria de una escuela pública de Barcelona sobre el
tema de los fenómenos atmosféricos.
Palabras clave: aprendizaje de vocabulario; experiencia formativa; morfología.
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1. El vocabulario de los textos académicos,
su aprendizaje y enseñanza
Los alumnos de 4º curso de Primaria suelen tener que leer y comprender textos sobre temas aca-
démicos como el siguiente extracto, que es la traducción de un texto original en catalán.
«El tiempo atmosférico tiene tres elementos: la temperatura, las precipitaciones y el viento. La
atmósfera es una mezcla de gases que rodea la tierra y la temperatura atmosférica es el grado de
calor del aire… Por efecto del calor del sol, el agua de los ríos, de los lagos y del mar se evapora, la
evaporación produce precipitaciones... El viento es una corriente producida por masas de aire que
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
Este texto se usó para informar sobre el tema «Fenómenos atmosféricos» del currículo
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
escolar. En este extracto, representativo de muchos textos escolares, se puede apreciar que su autor
proporciona pistas o ayudas para su comprensión, entre ellas incluye definiciones de conceptos
y explicaciones de procesos para introducir conocimientos nuevos. Se define atmósfera, tempe-
ratura atmosférica, viento y meteorología porque se trata de términos que carecen de referentes
tangibles, es decir son nombres de conceptos complejos. Y se explica la causa de los procesos que
no son acciones simples: las precipitaciones y las corrientes de aire. A pesar de ello, el texto resulta
difícil para los alumnos de 4º curso. La dificultad reside, según Nippold y Sun (2008), tanto en
el contenido de información exigente con respecto a la base de conocimientos necesarios para
comprenderlo, como en el lenguaje académico poco frecuente de formulación de definiciones y de
explicaciones en forma entrelazada que se apoyan y dependen de la información verbal dada en el
propio texto.
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DIDACTICAE | Universitat de Barcelona | ISSN 2462-2737 | DOI: 10.1344/did.2018.3.53-70
plejas que vienen del latín o del griego, muchas de ellas con prefijos y sufijos.
La característica de presentar metáforas gramaticales se usa para referirse a los fenóme-
nos sociales y naturales, y consisten en el uso de sustantivos que derivan de verbos o de adjetivos,
denominados «nominalizaciones», y que sustituyen a una clase de palabras o una estructura
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
gra-matical (Chamorro, Barleta y Mizuno, 2013; Fang, 2008; Halliday, 1989). La metáfora
gramatical con nominalización hace referencia a los procesos y a las propiedades en forma de
sustantivos. Para comprenderlos es necesario reconstruir su estructura argumental, por ejemplo,
del verbo del que derivan. Por tanto, aunque con forma de sustantivo, una nominalización no se
refiere a obje-tos sino a procesos; y es una metáfora que implica una paráfrasis de las cláusulas
oracionales a las que sustituye (Peris, 2012). Por ejemplo, en el extracto citado son
nominalizaciones las siguientes palabras: precipitaciones (de precipitar), evaporación (de
evaporar), temperatura (nominalización del latín, temperare con el sufijo -ura, acción,
resultado).
La densidad informativa se consigue con la concentración de muchas palabras de
con-tenido (sustantivos, verbos, adjetivos); y una manera de medirla es calcular el número
medio de palabras de contenido por oración (Fang, 2008). El carácter abstracto de la
información se da por el uso no sólo de palabras de contenido sino por el vocabulario técnico,
por las nominalizaciones con sustantivos derivados que contribuyen a dificultar la comprensión
por la dependencia de los enlaces con otras palabras y frases.
1.2. Exigencias de comprensión
En cuanto a los alumnos, cada una de las anteriores características del texto presenta exigencias
de conocimientos previos. Es decir, para que los alumnos adquieran conocimientos a partir de
la lectura del texto, necesitan poseer conocimientos del mundo para comprender el discurso del
texto (Van Dijk, 2010:168). Informes recientes (Biancarosa y Snow, 2006; Fang y
Schleppegrell, 2008; Moje, 2008) sugieren que más del 70% de los estudiantes en los grados a
partir de 4º curso experimentan dificultades al leer y escribir textos en áreas de contenido
académico. Por ejemplo, las palabras técnicas necesitan un cierto nivel de análisis de su
estructura como una estrategia de aprendizaje. En el extracto citado, la palabra atmósfera viene
del griego (atmós = vapor y sphaira = esfera), la palabra temperatura del latín (= temperare),
así como las palabras precipitaciones y meteorología. Los sustantivos o adjetivos poco
frecuentes y de tipo técnico son a menudo difíciles de comprender y requieren una exposición
repetida en los textos impresos (Cunningham y Stanovich, 1991; Nagy, Herman y Anderson,
1985; Nippold y Sun, 2008). Por ello, en el anterior texto, como en muchos otros, se presentan
en definiciones entrelazadas: cada definición se utiliza para
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definir un concepto que es condición para entender el concepto siguiente.
Del mismo modo que las definiciones, las nominalizaciones, los derivados y los términos
técnicos denotan aspectos abstractos, intangibles, con complejidad semántica (Nippold y Sun,
2008). Todas las características de los textos de contenido disciplinar presentan requisitos de aná-
lisis, requisitos que a su vez implican una competencia metalingüística.
que en el conocimiento del vocabulario hay grandes diferencias entre los niños, incluso en un solo
grupo clase. Varios factores pueden estar implicados en estas diferencias: la brecha entre las acti-
vidades de producción y de comprensión, la distancia entre el rendimiento oral y el escrito, las ca-
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
racterísticas de la lengua, las oportunidades sociales y culturales o la aptitud de cada niño influyen
para que algunos niños adquieran más significados que otros niños. En particular, el nivel socio-
económico y cultural que crea desigualdad, también en cuanto al lenguaje académico y el voca-
bulario. Esa desigualdad es tanto cuantitativa: los ricos tienen más palabras que los pobres, como
cualitativa: hay palabras de ricos, palabras de pobres (según el título del libro de J.-L. Fournier,
2006). Fournier presenta como supuesto de partida que ricos y pobres viven en mundos diferentes,
no sólo en términos materiales, sino también en relación a la mentalidad, en particular en relación
al vocabulario que no es neutral respecto a los contextos de desarrollo social (Paveau, 2006). Por
ello, la distancia entre lenguaje escolar y familiar puede ser grande en algunos colectivos.
En el tema de la desigualdad en el vocabulario asociada al nivel socioeconómico, el estu-
dio más frecuentemente citado es el de Hart y Risley (1999). Estos autores estimaron en Estados
Unidos que la diferencia según los grupos socioeconómicos era muy grande: un niño de una fami-
lia profesional estaría expuesto a una experiencia acumulada de aproximadamente 42 millones de
palabras, en comparación con los 13 millones de palabras de un niño de una familia de bajo nivel
socioeconómico. Esta diferencia crea una desigualdad lingüística acumulada que puede influir en
la comprensión lectora y en el desempeño académico (Biemiller y Boote, 2006).
En resumen, hay una influencia recíproca entre conocimiento del vocabulario y compren-
sión de lo escrito. Los estudios muestran que en el desarrollo del lenguaje existe una relación entre
una «masa crítica» de conocimiento lexical y la emergencia de la gramática (Bates y Goodman,
1997:11). Otros estudios sugieren que hay una relación entre la comprensión de lo que se lee, el
éxito escolar, y la adquisición de vocabulario, así como la sintaxis y el conocimiento académico
(Beck y McKeown, 2007, Cunningham y Stanovich, 1997; Snow y Uccelli, 2009). Teniendo en
cuenta estas evidencias sobre la importancia del vocabulario, consideramos que tiene considerable
importancia en el desarrollo disciplinar.
La doble influencia se explica porque, en primer lugar, la falta de vocabulario influye sobre
la capacidad de reconocimiento de las palabras gráficas y de conocer su significado -y por lo tanto
de llegar a una cierta automatización y comprensión en la lectura. En segundo lugar, la dificultad
de estos lectores, el desconocimiento de muchas palabras y la poca comprensión del texto dismi-
nuye el entusiasmo por la lectura. La relación entre conocimiento de vocabulario y lectura sufre lo
que se ha denominado como el «efecto Mateo» (Stanovitch, 1986): cuanto mayor es la dificultad,
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menor es la lectura. Esta relación recíproca se da no solo en relación a la lectura sino también en
la producción de textos (García y González, 2006).
corporarlo. Se espera que su aprendizaje sea el resultado de un enfoque muy general, como un
complemento derivado de la lectura. Por otra parte, muchas veces los profesores no disponen de
instrumentos eficaces para su enseñanza. Por ejemplo, uno de los problemas entre los profesores y
en los manuales escolares es la ausencia de una conceptualización de la unidad lexical en la ense-
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
ñanza del vocabulario, unidad a la que denominamos generalmente palabra. Esta denominación
intuitiva puede ser útil en la escuela, e incluso en el diálogo con los alumnos, a condición de que
no enmascare diferenciaciones importantes, como la diferencia entre palabra como unidad grá-
fica y palabra como unidad oral. Además, ¿qué cuenta como una palabra? Podemos contar cada
forma de ocurrencia (por ejemplo, perro y perros), en ese caso contaríamos lo que se denomina
ocurrencias, o solo contar una forma sin considerar las variaciones morfológicas, es decir contar
los tipos (diferencia type/tokens, en inglés). Por otra parte, solemos incluir bajo la denominación
«palabra» entidades de dos clases diferentes: entidades de la clase abierta o lexical y de la clase
cerrada o gramatical. Pero, la palabra (sea en oral o en escrito) no siempre es una unidad simple,
sino que muchas veces es derivada y construida por elementos morfológicos, o sea una unidad
pluri-morfémica. Así también, no hay que considerar solo las unidades aisladas, sino también las
construcciones pluri-lexicales. (Colé, 2011; Nation, 2001; Petit, 2000). Por ello, es necesaria una
conceptualización de las unidades del vocabulario.
En los manuales, en las orientaciones didácticas, y en las aulas donde todavía se practica,
se suele estimular ejercicios de «familia de palabras» como único tipo de relación entre las pala-
bras. Estos ejercicios consisten básicamente en agrupar las palabras que comparten raíz histórica
(etimológica). Pero, desde el punto de vista didáctico, es también conveniente abarcar relaciones
semánticas más amplias. Cuando las unidades léxicas forman parte de un mismo dominio y tie-
nen el mismo identificador conceptual o temático, se dice que forman un «campo semántico».
Por ejemplo, lluvia, nieve, granizo, niebla y tormenta tienen el mismo componente identificador
de «fenómenos atmosféricos», del que podemos extraer una información común de ese campo
(Grossmann, 2011).
En este estudio, cuando hablamos de vocabulario no solamente nos referimos a la canti-
dad de palabras que los niños han acumulado a una cierta edad, también incluimos las relaciones
entre palabras en dimensiones sintagmáticas y paradigmáticas de la lengua. Es decir, no solo es
cuestión del incremento del vocabulario, sino fundamentalmente de las relaciones, porque cada
palabra puede ser considerada como el centro de una red de relaciones de tipo semántica, sintác-
tica, morfológica, ortográfica.
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Dada la distancia y las diferencias entre el vocabulario propuesto en los libros de textos,
orientaciones, etc. y el que dominan los alumnos, hay consenso entre los estudios sobre que el
conocimiento de vocabulario es una llave de acceso al conocimiento en todas las disciplinas. Por
ello, muchos autores han propuesto enseñar vocabulario junto con la lectura y la escritura (David,
2003; Calaque, 2004; Grossmann, 2011) o realizar intervenciones tempranas para enfocar mejoras
en el vocabulario de los niños (Neuman y Dwyer, 2011). Nuestra experiencia de intervención sigue
esta línea, teniendo en cuenta que se trata de un vocabulario técnico, abstracto, multi-morfémico,
pluri-lexical, con un origen etimológico desconocido para los alumnos.
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
prensión a partir de leer textos, focalizando sobre el aprendizaje del vocabulario de los textos
académicos y proponiendo actividades para promover este aprendizaje. Esta propuesta se basa en
una experiencia realizada en una escuela pública de Barcelona .
Dadas las características de los textos que los alumnos deben comprender y las dificulta-
des de aprendizaje y enseñanza antes señaladas, decidimos proponer una situación de formación
a una profesora de 4º curso de Primaria con un diseño de actividades que focalice especialmente
sobre el vocabulario con el objetivo de mejorar la comprensión de textos. Nos basábamos en las
evidencias de los estudios para acercar los resultados de la investigación a la práctica educativa, en
un experimento formativo basado en diseñar actividades en el aula (Reinking y Bradley, 2004).
Por ello, diseñamos la intervención centrándonos en tres objetivos de aprendizaje: (i) en
la libre selección y organización de las palabras que hacen los alumnos cuando se les propone
buscar las que están relacionadas con el tema de «fenómenos atmosféricos» de Ciencias naturales
y en la comparación de estas palabras entre sí para encontrar elementos en común. Puesto que
la selección de palabras relacionadas con el tema de estudio era libre, nos interesaba saber cuáles
eran los criterios de selección, si eran palabras familiares o palabras académicamente sofisticadas
las que escogían los alumnos. (ii) Como segundo objetivo nos interesaba comprender cuáles eran
los procedimientos de organización del vocabulario seleccionado y averiguar los criterios de agru-
pación que usaban. (iii) En tercer lugar, queríamos analizar las respuestas a la propuesta de com-
parar entre sí las palabras para identificar los elementos comunes de misma forma y de sentido (o
morfemas) en la composición de las palabras.
En cuanto a las actividades, en la intervención propusimos una serie encadenada y con-
textualizada dónde las tareas se sucedían a lo largo del trimestre. En la práctica, esta serie comen-
zaba por la lectura en voz alta de un texto sobre los «fenómenos atmosféricos» por parte de la
profesora, lectura acompañada por su visualización digital y por comentarios sobre el contenido
textual. ¿Qué aporta la lectura en voz alta y la visualización en estas edades? Según varios auto-
res (Middleton, 2005; Svendro, 1997), esta situación crea un ambiente que, como en una obra de
teatro con participación de la audiencia aporta ser consciente de la co-presencia en el grupo. Las
personas llegan a compartir conocimientos y emociones en esta situación conjunta. Además de
la voz al texto, la profesora completaba la presentación con comentarios e interpretaciones para
ayudar a entender su contenido y facilitar la comprensión.
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DIDACTICAE | Universitat de Barcelona | ISSN 2462-2737 | DOI: 10.1344/did.2018.3.53-70
Luego se realizaban las actividades sobre el vocabulario relacionado con el tema del texto
y con su organización semántica. Las tareas sobre el vocabulario consistían en buscar, seleccionar,
hacer listas y organizar las palabras de las listas. La primera actividad era seleccionar las palabras
del texto. Desde una perspectiva cognitiva amplia, se sabe que el léxico es fundamental para abor-
dar el tema del texto, mantener la coherencia, organizar sus partes y dar cuenta de la estructura del
mismo (Bernárdez, 2010).
La segunda actividad consistía en ampliar la lista de las palabras del texto con otras re-
lacionadas con el tema a través de la consulta a diccionarios o a la web, el eje en este caso residía
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
en la lista. El uso de la lista, una tecnología léxica de larga historia (Sepúlveda y Teberosky, 2008),
sirve para el seguimiento y la identificación de las unidades léxicas, y tiene una función cognitiva
de memoria externa y de organización del mundo y de la experiencia. Por lo tanto, es considerada
como una herramienta que ayuda en el aprendizaje, en la memoria y como modo de categoriza-
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
ción. Hay evidencias empíricas de que las listas de palabras sirven como «invitaciones para formar
categorías» (Waxman y Markow, 1995). Por ello, propusimos a los alumnos una lista como primera
actividad; lista que debían tener una forma material y servir como herramienta de búsqueda léxica
para llegar a un inventario de los componentes identificadores del tema «fenómenos atmosféricos».
Las decisiones pedagógicas al proponer hacer una lista, según Nation (2015), son explici-
tar la razón de para qué se hace, reflexionar sobre el tipo de texto que es usado como fuente de las
palabras (porque la naturaleza de la fuente determina el tipo de palabra) y observar cuál es la uni-
dad de la lista que determina el tipo de palabra, puesto que incluso un cambio en la forma resulta
en un tipo diferente (por ejemplo, no es lo mismo libro que libros, incluso, a veces la tipografía
influye: libro no es lo mismo que LIBRO, o todo cambio en la flexión o derivación).
Estas decisiones pedagógicas también responden a una descripción del aprendizaje, alma-
cenamiento y procesamiento lexical, que como sostiene Bybee (1998:423) no es solo declarativo,
sino básicamente procedimental, es decir, es un conocimiento que está muy afectado por la repe-
tición y el uso.
Una vez construidas las listas, se propuso que se orientara a los alumnos para que pro-
cedieran a comparar las palabras, con el fin de descubrir cómo estaban formadas y de encontrar
el elemento común y los elementos morfológicos de composición y derivación. Como hemos co-
mentado respecto al contenido temático del estudio, la comparación sirve porque muchas palabras
son morfológicamente complejas y de origen latino o griego. Para ello, seguimos las propuestas de
Bybee (1998), Rey-Debove (2004) y Lehmann (2011) de estimular un análisis por comparaciones
de elementos comunes entre las palabras que comparten un mismo origen.
Respecto a la comparación como procedimiento se justifica porque la estructura interna
de la palabra deriva de conjuntos de conexiones hechas con otras palabras que comparten partes
relacionadas (morfemas). La primera etapa de la comparación era para descubrir las raíces que las
palabras, que no tienen representación separada, sólo existen como relaciones de similitud
entre palabras (Bybee, 1998:422).
En una segunda etapa propusimos la comparación entre las palabras para descubrir y
analizar los elementos afijos (prefijos y sufijos) y buscar sus definiciones. Finalmente, la serie de
actividades acababa con la búsqueda de definiciones de algunas palabras de la lista. A partir de
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etiquetas con los elementos comunes, los alumnos tenían que escribir las definiciones. Luego la
profesora separó ambas etiquetas pidiendo que, a partir de la lectura de la definición, encontraran
el elemento definido. Se organizó la tarea como un juego en el que tenían que hacer corresponder
el término definido y la definición. Finalmente, se propuso un análisis básico de tipo gramatical
para categorizar las palabras de las listas en términos de nombres, verbos y adjetivos.
3. Metodología
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
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doras; y los niños mostraron interés y entusiasmo en las actividades. Participaron 24 niños de 4º
curso de primaria (entre 9 y 10 años) que se organizaron en 6 grupos de trabajo. De esta agrupa-
ción se debe destacar, según su profesora, que los grupos estaban formados por, al menos, uno o
dos alumnos con un nivel medio o alto de rendimiento.
como el «texto-fuente» preparado por la profesora, enciclopedias, libros de consulta y recursos di-
gitales variados en portátiles y tabletas, de donde los alumnos extrajeron información de internet.
Las consignas para las tareas por parte de la profesora fueron: (a) «a partir de los textos que hemos
trabajado y de la información que han traído de casa, hacer una lista de palabras relacionadas
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
con el tema de la meteorología. Lo haréis en estas hojas de forma vertical, se debe poner el título,
numerar las palabras y hacer una letra que se entienda bien; iremos ampliando esta lista a medida
que vamos trabajando el tema, utilizando las tabletas y portátiles». Es decir, se trataba de una tarea
de selección en los textos y de organización de las palabras encontradas. (b) Al finalizar esta tarea,
se solicitó una lectura de la lista y se sugirió a los alumnos que compararan las palabras, «para en-
contrar lo que tienen de semejante, lo que tienen en común», preguntando a cada grupo «¿cuál es
el elemento común?». Se trataba de una tarea de comparación para establecer las analogías entre
las palabras. Una vez finalizada la serie de tareas, (c) se pidió un análisis, para «encontrar las partes
comunes». Luego, (d) se promovió una tarea de definición de palabras y morfemas; y finalmente
(e) se orientó a los alumnos para hacer una categorización gramatical con la siguiente consigna:
«aunque no tengan elementos en común, ¿en qué se pueden parecer palabras como nadar, airear,
gotear, correr?».
La cantidad de palabras seleccionadas difiere mucho entre los grupos: los más productivos
(grupos 1 y 2) buscaron en otros textos, los menos productivos agotaron más el texto-fuente.
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Serie de estaciones del año verano, otoño, invierno, primavera
Series de intensidad del viento calma, brisa, bastante viento, viento fuerte
Clases de viento viento, viento fuerte, viento suave, viento variable, ventisca
Clases de catástrofes naturales Inundación, tornado, tsunami, aludes, huracán
Clases de precipitaciones Gotas, aguacero, chaparrón, rociado, granizo, piedra, nieve, nevada
Localización geográfica Ecuador, Polo norte, Polo sur, Trópico de cáncer, Trópico de Capricornio,
Círculo polar
Clases de vientos Tramuntana, Gregal, Llevant, Xaloc, Migjorn, Garbí, Mestral
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
Como hemos dicho, los listados presentaron un total de entre 60 y 117 palabras, con algunas pala-
bras compartidas y otras diferentes entre los grupos de clase; el rango de palabras compartidas fue
de entre 2 y 6 veces (en los grupos de niños) de palabras citadas en las listas.
6 veces Calamarsa, Fred, Migjorn, Plugim, Pluja, Pluviòmetre, Núvols, Temps, Sol, Tornado, Tramuntana,
(=13) Neu, Clima
5 veces Anemòmetre, Brisa, Calor, Ennuvolat, Llevant, Meteorologia, Ponent, Precipitacions, Sequera,
(=14) Temperatura, Tempesta, Trons, Tsunami, Vent
4 veces
Assolellat, Boira, Cel serè, Cel, Gel, Hivern, Humitat, Llamps, Mestral, Primavera, Tardor
(=11)
3 veces Atmosfera, Congelat, Energia, Estiu, Garbí, Gelada, Huracà, Llampec, Mar, Mar alta, Meteosat,
(=17) Penell, Rosa dels vents, Solades, Termòmetre, Vapor, Xaloc
Aigua, Aire, Allaus, Anticicló, Arc de Sant Martí, Baròmetre, Borrasca, Calma, Cicle de l’aigua,
2 veces Cicló, Cirrus, Climatitzat, Climograma, Cúmulus, Depressió, Detector de llamps, Equador, Gasos,
(=39) Graus, Gregal, Huracà, Llampec, Marea, Marea baixa, Meteorit, Nevada, Núvol, Panell, Pedrega-
da, Pressió atmosfèrica, Rolades, Ruixat, Serè, Solar, Tapat, Terratrèmol, Ventada, Ventijol, Ventisca
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En nuestro corpus, de las 94 palabras compartidas por los grupos, resultaron:
• 39 palabras fueron incluidas por un 41,48%, pueden considerarse palabras fáciles,
• 42 palabras fueron incluidas por un 44,68%, pueden considerarse de un nivel inter-
medio; y
• 13 palabras fueron exclusivas de un 13,82% del total, pueden considerarse más difíciles.
Como podemos ver aproximadamente la mitad de la clase se encuentra en el nivel inter-
medio de dificultad, habiendo seleccionado palabras frecuentes, y solo una minoría fue capaz de
seleccionar palabras exclusivas, poco frecuentes y más difíciles.
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
común (por ejemplo, mar, marea; sol, solar, etc.). La profesora estimulaba las comparaciones y
hacía observaciones sobre la actividad y las producciones de los alumnos. En la tarea de compara-
ción para la extracción de la raíz, los niños debían encontrar otra palabra más pequeña dentro de
la palabra presentada. Se trataba de aprender a comparar las palabras para descubrir la
existencia de familias de palabras unidas por un elemento común (ver Tabla 2).
Luego de la comparación, los alumnos recibieron la orientación de la profesora para des-
cubrir cómo se descomponía la palabra. A partir de esta actividad, se les estimuló a buscar el
significado de los morfemas, sean raíces, prefijos o sufijos. Las preguntas que nos hicimos desde la
intervención eran: ¿podrían los alumnos identificar los elementos comunes?, ¿podrían hacer un
análisis morfológico?, ¿llegarían a identificar la raíz de las palabras, a diferenciar prefijos y sufijos?
El resultado de la comparación se reflejó en una sola tabla, de la forma siguiente:
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4.8 Sufijos y prefijos
A partir de esta comparación, además de la raíz, se orientó a los alumnos a analizar los sufijos y
prefijos comunes (del corpus del campo semántico fenómenos atmosféricos). Los afijos seleccio-
nados representaban una alta frecuencia entre los términos académicos. Los alumnos buscaron
el significado de las palabras nuevas aplicando la definición también a los afijos. Luego buscaron
ejemplos de palabras nuevas que los incluyeran. Esta búsqueda fue libre y por tanto se incluían
palabras de un campo semántico diferente al de fenómenos atmosféricos, luego hicieron una tabla
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
con las palabras encontradas (ver Tablas 4 y 5. Hemos hecho la traducción de la definición, man-
teniendo los ejemplos en la lengua original).
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Como se puede observar, los alumnos llegaron a separar prefijos y sufijos y a definirlos.
Los ejemplos fueron seleccionados por los niños, algunos relacionados con el tema, otros en fun-
ción de la definición de los afijos.
de diversas formas: a través de una definición evidentemente, pero también por una paráfrasis,
con ejemplos, con ilustraciones, proponiendo antónimos o sinónimos, etc., en los términos usados
por los alumnos. Luego tenían que escribir en carteles las definiciones, ejemplos, comentarios, etc.
de las palabras académicas, establecer relaciones entre la definición y el término definido para ga-
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
rantizar la memorización del mismo. Esta actividad se repetió en varias ocasiones para estimular
la memoria. Nuestras preguntas estaban en relación a: ¿cómo harían las definiciones de términos
técnicos?, ¿podrían establecer las relaciones entre definición y término definido?
Con la ayuda de la profesora que orientó a los alumnos a buscar las definiciones de las
palabras raíces y de los afijos. Algunas de estas definiciones son copia del diccionario o paráfrasis
de la definición y/o de la explicación oral de la profesora. El resultado fue de 18 definiciones (ver
la siguiente Tabla 6).
Viento Del latín ventus: viento movimiento natural, generalmente horizontal, de masas de aire
Ciclón Viento que gira alrededor de un centro de baja presión y avanza a menudo a grandes velocidades
Meteorología Ciencia que estudia las leyes que rigen los fenómenos que tienen lugar en la atmósfera
Rayos Una descarga eléctrica que se produce entre una nube y la tierra o entre dos nubes
Lluvia Agua que procede de la atmósfera y que en forma líquida o sólida y se deposita sobre la super-
ficie de la tierra.
Ciclo Estado de la materia en que las moléculas que lo componen quedan poco ligadas entre ellas
Cúmulus Nube blanca de formas redondeadas con muchas protuberancias en la parte superior y plano a
la inferior
Vapor Dicho de la fase gaseosa de una sustancia
Clima Condiciones atmosféricas (temperatura, lluvia, viento, etc.) determinando (incompleto)
Sol Estrella en torno al cual giran los planetas del sistema solar
Metro Del latín Metrum: medida, instrumento de medida
Atmósfera Es una capa de gases que rodea toda la tierra
Nieve Pequeños cristales de glas provenientes de la congelación del agua de las nubes y que caen
sobre la tierra.
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las palabras entre los niños para ayudarlos a tomar conciencia de los criterios de la organización.
En esta actividad, orientamos la categorización en términos de clases de palabras, básicamente
nombres, verbos y adjetivos. Esta actividad resultó ser la más compleja: los alumnos no habían
recibido formación gramatical durante los cursos anteriores y la actividad implicaba una reflexión
metalingüística todavía muy incipiente en estas edades. Pero, las respuestas a esta tarea servirían
para orientar futuras actuaciones: ¿llegarían los alumnos a categorizar las palabras del vocabula-
rio?, ¿cuáles categorías resultarían mejor o peor solucionadas?
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
Conclusiones
En este artículo hemos querido mostrar una manera en que la experiencia de las actividades de
clase puede influir sobre el aprendizaje del vocabulario. Entre los aspectos referidos están la expe-
riencia con uso de textos y de instrumentos de consulta (libros, enciclopedias, recursos digitales),
dentro de una tarea de selección de vocabulario relacionado con el tema que se está estudiando.
Usando esos instrumentos de consulta, los alumnos hicieron una colección de palabras, en listas
de un rango entre 60 y 117 palabras, lo que sirvió como la «masa crítica» para el posterior trabajo
lingüístico con el texto.
A partir de la inicial selección del conjunto de vocabulario, los alumnos pudieron realizar
actividades de organización de las palabras seleccionadas y de comparación de su estructura en
términos de raíces y afijos de las palabras. Este tipo de trabajo cognitivo sobre el input y la práctica
de manipular, categorizar, comparar y establecer semejanzas ayuda evidentemente a la compren-
sión. Establecer una masa crítica de vocabulario temático permite a los alumnos sobreponerse a la
dificultad con los textos académicos.
Las actividades que aquí se proponen responden tanto a la concepción de la importante
relación entre el vocabulario y el texto, así como a la concepción de cómo se aprende el vocabula-
rio. Hemos justificado el papel del vocabulario en la organización textual. Si el vocabulario de los
textos académicos es técnico, abstracto, poco frecuente en el uso del alumno, esto contribuye a au-
mentar las dificultades de comprensión del texto. Por ello, es importante en la práctica pedagógica
comenzar trabajando el vocabulario en tareas como las aquí propuestas de seleccionar, organizar
y comparar las palabras. Estas actividades, juntos con la de manipular el vocabulario, se justifican
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también porque responden al proceso de aprendizaje lexical. En efecto, como se ha explicado, el
aprendizaje del vocabulario no es solo sólo declarativo o proposicional, sino que también es un co-
nocimiento procedimental. Por tanto, no se trata solamente de buscar el significado de las palabras
sino de usarlas en situaciones y actividades diferentes.
La experiencia que hemos presentado se ha realizado en la clase de una escuela, con la
participación activa de la profesora que, con nuestra orientación técnica, ha programado el tema
del currículo integrando el conocimiento de ciencias naturales con conocimiento del lenguaje y
la comprensión del texto. El presente artículo aporta la descripción de ese trabajo conjunto de
Teberosky Coronado, A., y Ortega Blanco, A. (2018). Aprendizaje del vocabulario: Una experiencia
coordinación entre orientadores y profesora con justificación teórica y aplicación en clase sobre el
aprendizaje de vocabulario. Las actividades aquí propuestas concretan ese trabajo conjunto.
formativa en cuarto curso de Educación Primaria. Didacticae, 3, 53-70.
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