Manual AVE PDF
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Virología
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Primera Parte: Generalidades
Nucleocápsula y Ácido Nucleico: junto con las proteínas forman la nucleocápsula, cuya función es
la protección del genoma, dar una máxima relación masa/volumen y dar estabilidad termodinámica. Ésta
puede adoptar distintas configuraciones:
- Helicoidal: las proteínas se disponen en espiral formando un cilindro en cuyo interior esta el genoma
que sirve de eje.
- Icosaédrica: poliedro de 20 caras triangulares planas, posee proteínas de distinta geometría: pentones
(forma los vértices) y hexones (forma las caras)
- Compleja
Las proteínas se ordenan formando protómeros (unidad estructural) que se agrupa formando capsó-
meros (unidades morfomoleculares) que se ven al microscopio electrónico y que a su vez forman la nu-
cleocápsula. Las proteínas virales en general son pocas en variedad pero se producen en gran cantidad.
El genoma está formado sólo por ADN o ARN, siendo éste ultimo más fácil de degradar por si solo,
pero se encuentra unido a proteínas. Puede ser de hebra simple o doble, lineal o circular, fragmentado o no.
Manto: cobertura externa de algunos virus formada por una bicapa lipídica y glicoproteínas. Aquellos
virus sin manto se denominan virus desnudos. Los que lo poseen pueden salir por la membrana celular sin
necesariamente destruir la célula hospedera.
Proteínas Virales: constituyen 50 al 90% del virus. No son muchas pues los genomas virales son
pequeños. Cada uno posee de 4 a 100 tipos. Sus funciones son de infectividad y tropismo viral, protección
del genoma (proteínas estructurales), actividad enzimática (Ej.: polimerasas y transcriptasas virales), capaci-
dad patogénica, virulencia, inmunogenicidad y antigenicidad.
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Capítulo II: Replicación Viral.
El material genético se encuentra protegido, por lo tanto la replicación empieza una vez liberado. Se
sintetizan en el proceso proteínas estructurales y no estructurales, luego los ácidos nucleicos con las
proteínas sintetizadas forman viriones que al liberarse vuelven a iniciar el ciclo infectivo.
Los virus pueden desde inhibir por completo hasta no afectar los procesos metabólicos de la célula,
dependiendo del virus y de la célula. Un mismo virus, según la célula, puede establecer en ella una infección
productiva, estado de latencia o transformación celular.
II.- Penetración:
Puede ser por fusión celular o viropexia (ingestión activa). En la viropexia, la partícula viral es rodeada
por la membrana celular, invaginándose. En la fusión celular, el manto del virus se une a la membrana celular,
liberándose al interior de la célula la nucleocápsula. Así entonces, los virus sin manto penetrarían como par-
tícula viral completa, mientras que en los con manto penetraría sólo la nucleocápsula por fusión o por degra-
dación del manto en la vacuola fagocítica. Por lo tanto la fusión quedaría reservada a los virus con manto,
mientras que la viropexia la pueden realizar tanto los con como los sin manto.
Es dependiente de la temperatura, es irreversible y puede alterarse por inhibidores metabólicos de la
fagocitosis.
III.- Denudamiento:
Liberación del material genético por enzimas que degradan proteínas capsulares. En los sin manto, lo
realizan las enzimas lisosomales en la vacuola, también en los con manto, pero se han degradado antes las
proteínas del manto en la penetración. La transferencia al citoplasma de nucleocápsulas parcialmente hidro-
lizadas da protección al genoma. En el caso del virus Pox el denudamiento se realiza en el citoplasma, luego
de la transcripción de parte del genoma que codifica para la enzima denudante.
En virus de estructura compleja, parte del material genético se puede transcribir y traducir con presencia
de la cubierta proteica interna.
El ácido nucleico viral es necesario y suficiente para dirigir la síntesis de la progenie viral.
El material genético se duplica y transcribe formando ARNm y proteínas. Se puede producir un bloqueo
del metabolismo con síntesis de enzimas específicas para replicar el genoma viral. Se producen también
proteínas estructurales que formarán la nucleocápsula.
Replicación de virus ADN: transcriben y traducen igual que los genes celulares y generalmente en el
núcleo celular (excepto pox, que transcribe en el citoplasma). La replicación es secuencial a medida que se
va denudando el genoma. Se forma ARNm temprano gracias a la ARN polimerasa ADN dependiente y
desoxirribonucleótidos trifosfatos. El ARNm se traduce en el citoplasma en los ribosomas sintetizando
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proteínas tempranas, cuya función puede ser la de inhibir el metabolismo celular o enzimas para síntesis de
ADN viral. La síntesis de ADN viral requiere ADN polimerasa, desoxirribonucleótidos trifosfatos y el ADN viral.
El ADN biténico (papova, pox, adeno y herpesvirus) sigue esquema semiconservativo, amplificando la infor-
mación genética y asegurando la replicación. Luego se transcribe el resto de los genes (ARNm tardío) for-
mando proteínas estructurales.
VI.- Liberación:
Los ADN no alcanzan membrana celular fácilmente por ensamblarse en el núcleo, se acumulan y libe-
ran por lisis, al igual que los virus ARN desnudos (a pesar de ensamblarse en el citoplasma) gracias a
enzimas hidrolíticas lisosomales (esto porque la membrana lisosomal es la más débil y la que primero se
destruye por la acumulación de viriones.
Los virus con manto lo adquieren por yemación, interactuando en la membrana celular proteínas virales
acumuladas con la nucleocápsula. La membrana yema formando una esfera que rodea la nucleocápsula. Los
hidratos de carbono de las glicoproteínas del manto viral se unen por glicosilación. La composición lipídica
depende exclusivamente de la célula huésped, pero no se adquieren proteínas de ésta. Los virus que yeman
son liberados a medida que se producen y se mantiene la viabilidad celular durante días.
Fase de Eclipse.
Periodo en el que no se detectan partículas virales infectivas en las células. Es luego del inicio de la
infección y hasta algunas horas. Comprende el denudamiento y la biosíntesis de macromoléculas, hasta la
maduración y ensamblaje, cuando empiezan a aparecer.
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Eficiencia del Proceso Replicativo.
Es poco eficiente porque sólo parte de los virus infectivos se adsorben, otros se adsorben sin penetrar,
el genoma denudado se expone a hidrólisis en la vacuola, hay exceso de proteínas y de ácidos nucleicos, no
todo el material se ensambla, en el ensamblaje hay partículas defectivas, en virus ADN muchos genomas no
se asocian a proteínas capsulares, sólo parte de las partículas son infectivas.
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Capítulo III: Antivirales.
Las bacterias poseen diferencias funcionales y metabólicas con los eucariontes, por lo que se puede
actuar sobre vías que son propias. Pero en los virus es difícil alterar su replicación sin alterar las funciones
celulares. Otra dificultad para la elaboración de antivirales la da el tropismo viral, porque impide en general la
utilización de modelos animales adecuados.
Un antiviral debe tener alta especificidad, baja toxicidad, buena solubilidad, buena biodisponibilidad
oral, sin acción muta, terato o carcinogénica, de dosificación y costo convenientes.
El control de infecciones virales puede ser por:
- Sustancias inactivantes: previo al ingreso al huésped. Incluye antisépticos y desinfectantes.
- Antivirales: interfieren en el ciclo replicativo.
- Inmunomoduladores: cambian la respuesta inmune del huésped. Ej.: interferones.
Pueden o no ser análogos de nucleótidos o nucleósidos, de los cuales algunos también impiden forma-
ción de la nueva hebra viral al ser incorporados en la cadena.
Menos frecuentemente, impiden modificación de péptidos o proteínas que permiten el denudamiento.
En estudio se encuentran moléculas que impiden la síntesis de ADN, ARN o proteínas (ARN o ADN antisense
o anticomplementario).
II.- Etapas del Ciclo que Pueden Ser Afectadas por Antivirales:
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Procesamiento de proteínas virales precursoras: para virus que requieren proteasas que cliven
poliproteínas para el ensamblaje, se pueden utilizar antivirales que inhiban competitivamente esta acción. Son
alternativa de tratamiento de VIH: saquinavir, ritonavir, indinavir y nelfinavir. Amprenavir es de segunda
generación, menos vulnerable a digestión enzimática celular y más afín a proteasa aspártica de VIH que de
la celular.
Liberación: análogos del ácido siálico inhiben la neuraminidasa, impidiendo liberación del virus in-
fluenza. Son zanamivir y oseltamivir.
Amantadita y Rimantadina: aminas policíclicas simétricas, principal acción sobre influenza A. inhibe
denudamiento bloqueando la proteína M2 de la matriz viral que forma canales de protones, alterando el pH
de la vesícula y luego destruyendo su membrana.
Vidarabina: análogo de adenina, más actividad frente a Herpes simplex y Varicella zoster. Es activo
frente a variedades con mutaciones en timidita quinasa (resistentes al ACV).
Ganciclovir: análogo acíclico de guanosina. No es estricto terminador de cadena. Utilizado para Cito-
megalovirus por ser fosforilado por primera vez por fosfotransferasa viral. De mayor vida media y concen-
tración intracelular que el ACV. Es inhibidor competitivo de la incorporación de dGTP en ADN polimerasa
(más en la viral que en la celular). También es nefrotóxico.
Foscarnet (fosfonoformato): sal trisódica, análogo no competitivo del pirofosfato, inhibiendo la ac-
ción de la ADN polimerasa de Herpes virus y Hepatitis B y el de la transcriptasa reversa de VIH-1. También
en coinfección de CMV con VIH y en HSV resistente a ACV.
Prodrogas y análogos de ACV y GCV: con mejor biodisponibilidad y mayor vida media. Se usa en
inmunosuprimidos VIH positivo. Son:
- Valanciclovir: ACV esterificado con valina, estable a la digestión gástrica. Forma ACV por hidrolasas
gastrointestinales y hepáticas. En HSV, VZV y profilaxis de CMV en inmunocomprometidos.
- Penciclovir: derivado del ganciclovir. Acción similar al ACV, pero no es estricto terminador de cadena
y tiene menor afinidad por la ADN polimerasa viral. Actúa sobre HSV y VZV.
- Famciclovir: prodroga del anterior. Metabolizado en el tracto gastrointestinal, sangre e hígado. Efectivo
contra HSV y VZV.
- Valganciclovir: prodroga de ganciclovir. Biodisponibilidad parecida a terapia endovenosa. Efectivo en
CMV en inmunosuprimidos. Hidrolizados por hidrolasas gastrointestinales.
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III.- Antirretrovirales:
El enfoque actual indicar usar al menos 3 antirretrovirales (triterapia) que actúen en distintos sitios del
ciclo.
Inhibidores de fusión para VIH: Enfurvitiva (T-20): péptidos análogos de glicoproteínas virales que
interactúan competitivamente con receptores de quimioquinas, impidiendo el cambio conformacional en GP41
viral y por lo tanto la fusión y el ingreso.
Inhibidores de TR no análogos:
- Nevirapina: benzodiazepina que inhibe TR y ADN polimerasa humana. Atraviesa la BHE y placenta,
por lo que se usa en la prevención de transmisión vertical de VIH.
- Efavirenz: derivado de benzoxazinonas. Asociado a análogos de nucleósidos proporciona una alta
actividad inhibitoria.
Ribavirina: derivado de la guanina. Acción in vitro contra: VRS, sarampión, influenza A y B, hepatitis
A, VIH, etc. Efecto toxico por inhibir también enzimas celulares.
Adefovir y Cidofovir: análogos de nucleósidos, principalmente en virus ADN. Cidofovir útil en CMV,
HPV y polliomavirus. El adefovir en VIH y HBV.
Interferones: son el primer mecanismo defensivo del huésped. Son de acción inespecífica. Están aún
en fase de estudio, encontrándose hasta ahora una mayor efectividad del IFNα que el IFNβ, usándose el
primero en HCV.
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Tabla Resumen de Antivirales
Etapa que Tipo de Actividad
Droga Compuesto Virus Blanco
inhibe compuesto Antiviral
Neutraliza antígenos vira-
Anticuerpos Palivizumab Anticuerpo monoclonal VRS
les
Receptores Receptor Neutraliza antígenos vira-
Adsorción y Pe- CD4 soluble VIH
Solubles soluble les
netración
Inhibidores de Fu-
Enfurvitiva o Bloquea correceptor para
sión de Correcepto- Péptido modificado VIH
T-20 gp41
res
Amantadita Inhiben proteína M2, inhi-
Aminas policíclicas Influenza
Compuestos Quími- Rimantadina biendo el cambio de pH
Denudamiento
cos Estabiliza péptidos vira- Enterovirus
Isoxazoles Isoxazoles
les (Picornavirus)
Desoxirribonucleósido
Análogos de Ade- Inhibe ADN polimerasa
Vidaravina análogo de HSV, VZV
nosina viral
Adenosina
Inhibidor de ADN polime-
Aciclovir ACV Desoxirribonucleósido rasa viral irreversible y HSV, VZV
análogo de terminador de cadena
Guanosina Inhibidor de ADN poli-
Ganciclovir GCV CMV
Análogos de Gua- merasa viral
nosina Prodroga de ACV, és-
Valaciclovir HSV, VZV, CMV
ter de ACV
Igual efecto que ACV
Penciclovir
Análogos de ACV HSV, VZV
Famciclovir
Valganciclovir Prodroga de GCV Igual efecto que GCV CMV
Azidotimidina Inhibidor de Transcrip-
VIH
AZT tasa Reversa y termina-
Lamivudina Análogos de Timidina dor de cadena VIH, VHB, VHC
Antirretrovirales
Inhibidor de Transcrip-
Análogos Stavudina VIH
Síntesis de tasa Reversa
Macromoléculas Dideoxinosina Análogo de Inosina Inhibidores de Transcrip-
VIH
Dideoxicitidina Análogo de Citidina tasa Reversa
Inhibidor de distintas en- VRS, Sarampión,
Ribavirina Análogo de Guanosina zimas en virus Influenza, VIH,
Otros Análogos ADN y ARN VHA
Adefovir Análogos de Nucleósi- Inhibidores principal- CMV
Cidofovir dos mente de virus ADN VIH, VHB
Sal Trisódica, Análogo Inhibidor de ADN polime- Herpesvirus,
Foscarnet
de Pirofosfato rasa viral y de TR VHB, VIH
No Análogos Nevirapina Benzodiazepina
Derivado de Benzoxa- Inhibidores de TR VIH
Efavirenz
zinonas
Saquinavir, Rito-
navir, Indinavir, Péptidos miméticos
Inhibidores de Pro- Inhibidores competitivos
Nelfinavir VIH
teasa de proteasas
Péptido mimético de
Amprenavir
segunda generación
ARN Antisense En estudio ARN Complementario Impide síntesis de ADN VIH
Inhibidores de En- Isatín-B-tiocarba-
Ensamblaje ? Interfiere el ensamblaje Viruela
samblaje zona
Inhibidores de Neurami-
Inhibidores de Libe- Oseltamivir, Análogos del Ácido
Liberación nidasa (NA), que parti- Influenza
ración Zanamivir Siálico
cipa en la liberación
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Capítulo IV: Interacción Virus-Huésped, Patogenia y
Mecanismos de Defensa.
Patogenia.
Procesos o mecanismos de generación de enfermedad. En una virosis intervienen factores dependien-
tes:
- Del Virus: de su calidad estructural. Distintas virulencias, agresividad y cantidad del inoculo.
- Del Ambiente: condiciones del medio determinan viabilidad del virus y capacidad de llegar a infectar
célula huésped. Ej.: virosis de invierno y de verano.
- Del Huésped: factores innatos que por receptores específicos determina resistencia o susceptibilidad.
Incluye factores de defensa adquiridos.
De estas condiciones puede resultar: ausencia de infección, infección aguda con o sin síntomas, infec-
ción persistente (latente, crónica o lenta) o infección transformante (forma tumor maligno o benigno).
A nivel celular, sus alteraciones son el efecto histopatológico (ECP). Las alteraciones que producen
virus desde las que no conducen a lisis inmediatamente hasta las que destruyen la célula son los efectos
citocidales.
Lisis celular: por proteínas virales tempranas que pueden detener la síntesis de macromoléculas, con
lo que se llega a la lisis celular y liberación de viriones.
Fusión celular: por proteínas estructurales virales que se adhieren (desde el interior) a la membrana
de las células infectadas las hace fusionarse con las contiguas formando sincicios. Ej.: sarampión, VRS y
HSV.
Expresión de proteínas y antígenos: virus con manto dejan proteínas en membrana celular. Ej.: la
influenza forma hemaglutinina que une glóbulos rojos, produciendo hemadsorción. Ciertos adeno y papi-
loma virus pueden inhibir la expresión de MHC. Otras proteínas virales se expresan sólo en ciertos periodos
del ciclo.
Cambios Morfológicos: proteínas virales o celulares formadas en la infección, pueden alterar el ci-
toesqueleto formando células redondas, como en herpes simplex y adenovirus. Aquellas que poseen cilios,
pierden su funcionalidad.
Cuerpos de Inclusión: podrían ser factorías y sitios de agregación de viriones papova y reovirus. Se
tiñen con colorantes básicos o ácidos. Algunos pueden ser de bacterias intracelulares y sustancias toxicas.
Proliferación Celular: algunos virus estimulan la síntesis de ADN celular, por lo que las células infec-
tadas proliferan antes de destruirse. Ej.: papiloma virus, que inhibe las proteínas de control de proliferación.
Alteraciones Cromosómicas: pueden provocar cambios a nivel nuclear, lo que determina la desinte-
gración de la cromatina nuclear. Ej.: herpes simplex. Los cambios también pueden ser sutiles.
Transformación Celular: algunos virus ARN y adenovirus pueden integrar el ADN celular sintetizado
en S, formando células cancerosas “in vitro”.
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Puede ser directo por acción del virus ocasionando ECP que destruye la célula. Alteraciones como
expresión de antígenos, permite la destrucción de la célula infectada. También puede haber activación de
genes que controlen la apoptosis.
Directos: con contacto físico. Para propagarse se favorecen con lesiones. Las que no requieren con-
tacto físico se contagian por secreciones. Ej. Aerosol de partículas (gotitas de Pflügger), usado por virus ex-
antemáticos.
Indirectos: acción intermediaria de un elemento inherte (vehículo), o vivo (vector). Ej.: agua y alimen-
tos en infecciones entéricas. Vector puede ser mecánico o biológico dependiendo de si el agente es transmi-
tido en forma pasiva o desarrolla ciclo reproductivo en ellos.
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Por ejemplo, las respiratorias suelen ser localizadas, con periodo de incubación corto, estimula inmuni-
dad local. El sarampión en cambio es generalizado, con periodo de incubación largo y que estimula una res-
puesta inmune a todo nivel formando inmunidad permanente.
Las virosis pueden ser clínicas o subclínicas. Se dan tres tipos de situaciones:
- Un virus determina una entidad clínica.
- Un virus determina varios tipos de cuadros clínicos
- Un síndrome es determinado por varios factores virales y no virales.
Las virosis clínicas se pueden presentar en distintas formas evolutivas:
Infección Persistente: virus o genoma viral se mantiene por largo tiempo, con o sin manifestaciones
clínicas.
- Latentes: virus oculto por un tiempo post-primoinfección, pudiendo reactivarse. Puede detectarse el
ácido nucleico viral, pero el virus infectivo no es demostrable. El sitio de latencia puede ser ganglios sensitivos
nerviosos (VHS, VVZ), linfocitos B (VEB), T (VIH), células renales y salivales (CMV).
- Crónicas: virus infecta en forma clínica o inaparente y permanece en multiplicación con o sin integra-
ción al genoma, habiendo siempre virus detectable (aun cuando sea en pequeñas cantidades). Tiende a de-
morar en volverse sintomática y cuando lo hace suele ser de curso progresivo (Ej.: hepatitis B y VIH).
- Lenta: primioinfecci0on en general asintomática, virus no detectable por años hasta que se muestra
con un cuadro severo, progresivo y letal.
Infección Transformante: infecta pero no forma suficientes partículas para lisis celular. El genoma
integrado o episomal, traduce parte de las proteínas virales que interaccionan con genes y proteínas celulares,
cambiando las propiedades virales formando células cancerosas.
Mecanismos de Defensa.
Presentes desde el nacimiento son los inespecíficos o innatos. Los que aparecen durante la vida son
los específicos o adquiridos, al enfrentarse con agentes patógenos. Ambos se complementan, pero a veces
la respuesta resulta en efectos deletéreos para el huésped.
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Esta respuesta tiene especificidad y capacidad de memoria. La respuesta primaria corresponde a una
expansión clonal de poblaciones de linfocitos específicos, luego perduran los T y B que pueden responder
en el futuro o células de memoria.
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IV.- Autoinmunidad:
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Capítulo V: Vacunas.
En el control de enfermedades infecciosas hay distintas estrategias:
- Control y saneamiento ambiental
- Higiene personal
- Inmunización Pasiva: administración de Ig exógenas a huéspedes susceptibles sin memoria por no
haber tenido contacto con el agente o su capacidad de respuesta no ha llegado a la madurez o está lesionada
o disminuida. Pueden ser naturales o artificiales, policlonales, polivalentes, hiperinmunes o monoclonales hu-
manizados.
- Inmunización activa: se produce naturalmente cuando un huésped es desafiado por un agente infec-
cioso, induciendo respuesta inmune humoral y celular. Artificialmente se obtiene administrando vacunas.
- Tratamiento de enfermedades infecciosas: con quimioprofilaxis o quimioterapéuticas (previniendo o
tratando) el objetivo es impedir la multiplicación del agente por lesión de su estructura, disminución de sus
procesos metabólicos (antimicrobianos) o actúa en blancos específicos de replicación.
Vacunas: producto biológico obtenido natural o artificialmente del microorganismo completo o de sus
componentes, capaz de inducir inmunidad activa en un hospedero susceptible y lo protege de nuevos desafíos
con el silvestre. Para ser aplicadas deben cumplir con:
- Ser inocuos
- De fácil administración
- Alto grado de protección
- Protección duradera
- Que ingrese por vía natural, para inducir inmunidad sistémica y local, celular y humoral.
- De bajo costo.
Infectivas: con capacidad de multiplicación o replicación en el huésped. Son vivas, atenuadas o modi-
ficadas.
No Infectivas: sin capacidad de replicar en huésped. Son a agente inactivado o muerto (completo como
polio inyectable, influenza, hepatitis A), subunidades del agente (influenza, hepatitis B), péptidos sintéticos,
ADN y vectores virales.
Métodos de obtención:
a) Infectivas: Métodos clásicos;
- Cepa o variante natural: de otra especie (heteróloga), atenuada humana
- Atenuación por pasaje seriado: en otros huéspedes, en cultivos celulares.
- Atenuación por mutación: inducida química o físicamente, por reagrupamiento genético.
Métodos moleculares:
- Atenuación por mutación o deleción de genes cruciales.
- Biosíntesis del agente in vivo (vacunas recombinantes).
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Característica \ Tipo de vacuna Infectiva No Infectiva
Replicación en huésped Si No
Patogenicidad Si No
Inmunidad que induce Humoral y celular Humoral
Inmunidad secretoria Si No
Protección Duradera Corta
Dosis requerida Baja Alta
Dosis de refuerzo 1 ó más Varias
Regresión a virulento Posible No
Contaminación con patógeno No Posible
Estabilidad Baja Alta
Cepa del Agente Infeccioso: en vacunas vivas se deben considerar estándares de seguridad. Se
deben desarrollar desde huéspedes aceptados (humanos, animales, cultivos), sin contaminantes ni agentes
adventicios. Se deben hacer con antígenos de cepas virales más prevalentes.
Fuente de Obtención: de fácil disponibilidad y genéticamente estable. Sin potencial oncogénico, agen-
tes biológicos o infectivos contaminantes (de preferencia células humanas diploides).
Producto Inmunogénico: que posea todos los epítopos necesarios para inducir una respuesta inmune
contra el agente infeccioso silvestre.
Epidemiología.
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Dosis de refuerzo: según duración y tipo de inmunidad inducida.
Puede haber interferencias entre las vacunas si la aplicación se ha retrasado. Las vacunas del PAI
(programa ampliado de inmunizaciones) se pueden asociar. Al administrar vacunas vivas o infectivas se debe
esperar al menos 30 días entre una y otra para que no haya interferencia. En las no infectivas, en cambio, no
presentan interferencia entre sí. De esta forma se pueden indicar esquemas acortados cada 30 días de vacu-
nas combinadas. Puede haber interferencia entre la administración de vacunas e Ig, por lo que luego de una
vacuna no se pueden recibir Ig por al menos 2 semanas, pues éstos pueden neutralizar los antígenos. Si se
ha recibido Ig, no se puede vacunar por al menos 6 semanas.
Bacterias
Sarampión
Microorganismos Vivos Parotiditis
Atenuados Virus Rubéola
Polio oral
Varicela
Bacterias
Microorganismos Enteros
Polio Parenteral
Inactivados Virus
Influenza
Polisacáridos
Hepatitis B
Subunidades de proteínas
Influenza (fraccionado)
Microorganismos
Conjugados
Polisacáridos + proteínas
Vacuna Polio: infectiva, atenuada y oral: Sabín (OPV), se administran 2 a 3 gotas con virus polio
infectivo de los serotipos I, II y III, en 5 dosis. Induce respuesta inmune activa, homotípica, produciendo Ig
séricos y locales, duradera y T-dependiente. Es eficaz y efectiva (más de 95%). Es segura, con riesgo de
reversión a virulenta y parálisis menor de 1/10 6.
Existe una vacuna no infectiva inyectable (IPV) con los 3 serotipos inactivados con formaldehído. Induce
la producción de Ig séricos exclusivamente, T-dependiente. Puede usarse en inmunocomprometidos.
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Vacuna Trivírica: infectiva, con sarampión, rubéola y parotiditis atenuados. La administración es in-
yectable subcutánea. Induce seroconversión en más del 95%, dando inmunidad prolongada, baja frecuencia
de efectos adversos y poco severos (más severos: encefalitis, meningitis, sordera unilateral por parotiditis).
Contraindicada en alérgicos a proteínas del huevo o a neomicina.
Vacuna Hepatitis A: es el más frecuente de los hepatotropos. Chile es país de endemicidad media,
con un 50% de prevalencia en estratos socioeconómicos más elevados, y 70% en los más bajos. El mayor
riesgo es el desplazamiento de la primoinfección a edades mayores (mayores de 15 años), en quienes tiene
una evolución menos benigna. Medidas de control son la educación en higiene, saneamiento ambiental
básico, uso de aguas no contaminadas para el riego, uso de Ig y una vacuna eficaz. Es una vacuna no
infectiva, inactivada por formaldehído y con hidróxido de aluminio como coadyuvante. Tiene una eficacia del
95%, dando inmunidad por al menos 20 años.
Vacuna Hepatitis B: el virus se encuentra presente en cualquier fluido corporal en una persona en-
ferma. La transmisión es persona-persona por vías sexual, parenteral o vertical. Se establece en forma per-
sistente en el 10% de los casos, ocasionando daño hepático crónico y cirrosis y contagio vertical en el 90%
de los casos. Es oncogénico, ocasionando hepatocarcinoma primario, ya que su genoma se puede integrar
al celular. La vacuna es obtenida por ADN recombinante, es inmunogénica y eficaz en más de un 90%. Está
formada por subunidades proteicas del HBV.
Una indicación especial de su uso es en el hijo de una madre HbsAg positiva (antígeno de superficie),
pues puede transmitir por vía placentaria, en el parto o en la lactancia. Si se encuentra HbeAg positivo, el
virus está en activa replicación y es altamente transmisible. Como medidas de control se puede administrar
Ig hiperinmune para HBV antes de 12 horas de vida, vacuna HBV en 3 dosis (7 días – 1 mes - 2 meses) y
suspender la lactancia materna (hasta la segunda dosis de la vacuna.
Vacuna Varicella-Zoster: es un virus ADN con manto, que establece infecciones persistentes laten-
tes. La primoinfección se manifiesta como varicela y establece latencia en los ganglios sensitivos; la reacti-
vación es el herpes zoster. La varicela se puede complicar con afecciones infecciosas, respiratorias, neuro-
lógicas, gastrointestinales y renales, siendo más severas en el inmunocomprometido. La vacuna es a virus
atenuado, subcutánea y se administra mayormente por las complicaciones. Otorga alta protección a la enfer-
medad severa. Está indicada en sanos de 9 meses a 12 años, adolescentes susceptibles, contactos suscep-
tibles de inmunosuprimidos, inmunosuprimidos seronegativos previo a transplante; contraindicada en emba-
razadas y ciertas inmunosupresiones.
Vacuna Influenza: virus ARN fragmentado con cambios antigénicos permanentes y recombinaciones
(entre humano y otras especies). Proporciona respuesta inmune protectora contra HA y NA. Sin embargo, el
sistema inmune no reconocerá nuevas variantes. Es una vacuna no infectiva por virus inactivado completo o
particulado. Da protección del 80% en adultos y menos en niños. Grupos de riesgo a los que se les administra
son mayores de 65 años, enfermos respiratorios crónicos, cardiópatas, enfermedad renal crónica, diabéticos,
inmunocomprometidos y personal de salud. Se administra a principios de otoño (marzo, abril) y los brotes se
inician a fines de otoño (mayo, junio). Se obtiene del cultivo de cepas virales en huevos embrionados, según
recomendación.
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Capítulo VI: Diagnostico Viral.
Es la detección e identificación del agente etiológico de la infección viral, clínica o inaparente, y/o de la
res-puesta inmune especifica del huésped.
Una primera etapa es el diagnostico viral clínico formado por el cuadro clínico, los antecedentes
personales y familiares, y la epidemiología.
La segunda etapa es el estudio de laboratorio virológico.
En salud pública esto se contabiliza a través de programas de vigilancia epidemiológica y control de
vacunas por censos serológicos.
Métodos de Diagnostico.
Se basan en:
Detección del Agente Viral: completo o sus componentes, por aislamiento, observación del efecto
inducido por virus vivo en un huésped biológico, por visualización de la partícula total o parcial, detección de
componentes macromoleculares.
Detección de la respuesta inmune: del huésped por medio del estudio de Ig antivirales.
Toma de muestra: considerar el sitio u órgano lesionado y el virus presuntamente responsable. Las más
usadas son las secreciones respiratorias, deposiciones, sangre y LCR. Para realizar el aislamiento viral
se requiere contar con la partícula viva. Otras técnicas no requieren el virus “vivo”, por que se basan en la
detección del virión o sus componentes. Las muestras deben mantenerse en frío. Los virus con manto son
más lábiles, por lo que la congelación y descongelación disminuye su viabilidad. Los virus desnudos son
viables por varios años a -20ºC.
El estudio sérico clásico requiere de 2 muestras, una en etapa aguda y otra en la convalecencia.
Para este fin los primeros huéspedes biológicos fueron animales de experimentación. Actualmente, los
más empleados en aislamiento y propagación son los cultivos celulares. Existen de tres tipos: cultivo pri-
mario, cepa y línea celular, según origen y tiempo de sobrevivencia de las células in vitro. Los primarios
provienen de tejidos normales, jóvenes, con cariotipo normal y capacidad de crecimiento in vitro de 2 a 3
subcultivos. Las líneas celulares provienen de tejidos tumorales, cariotipos heteroploides y pueden subculti-
varse en forma continua y fácil de mantener. Las cepas celulares son células de constitución cromosómica
normal que permiten hasta 20 a 50 subcultivos.
Ej.: el HSV crece bien en los tres tipos, mientras que el CMV sólo en cultivos primarios de pulmón fetal
humano o cepas celulares del mismo órgano y especie.
Es posible que el pasaje sucesivo de línea celular la haga menos sensible al virus.
Algunos virus inducen ECP característico en ciertos cultivos, facilitando el diagnostico. Se debe consi-
derar el cuadro clínico, el tipo de muestra, cultivo, característica y el tiempo de aparición del ECP se puede
presumir la etiología viral con cierta seguridad.
19
- Método Directo: Ig específica se acopla a un marcador, a lo cual se une el antígeno específico; sólo
se puede usar para detectar antígenos.
- Método Indirecto: a una Ig específica (primaria) sin marcar se une el antígeno, el complejo antígeno-
anticuerpo es detectado por una Ig antiespecie de la Ig primaria (Ig secundaria conjugada).
- Método de competencia: mide la variación del resultado haciendo competir Ig en estudio con uno
conocido.
- Método de captura: se adsorbe Ig específica a una fase sólida para capturar el virus o el agente
presente.
- Método de aglutinación;
- Método de inmunofluorescencia: Ig específico es conjugado con una molécula que emite fluorescencia
a una longitud de onda determinada.
- Técnica de ensayo inmunoenzimático (ELISA): tal como en los inmunocitoquímicos, Ig va unida a una
enzima que actúa sobre un sustrato cromógeno formando un producto coloreado, detectable a simple vista o
al microscopio electrónico.
- Método de radioinmunoanálisis (RIA): Ig es marcado con un elemento radioactivo.
Técnicas serológicas clásicas: detectan la respuesta inmune humoral del huésped por la formación
de complejos antígeno-anticuerpo.
- Reacción de neutralización: perdida de la capacidad infectiva del virus por su unión a Ig de neutraliza-
ción. Los complejos no infectivos son detectables inoculándolos a un huésped vivo en el cual no produce el
efecto del virus vivo. Permite también definir los serotipos virales.
- Reacción de inhibición de hemoaglutinación: se detecta la pérdida de la capacidad hemaglutinante de
virus al formarse complejos antígeno-anticuerpo, impidiendo la unión de glóbulos rojos. Se hace reaccionar
una mezcla de antígenos con Ig y glóbulos rojos. Si no se unen, sedimentan formando un botón rojo al fondo;
si los Ig no son específicos para el agente, se forma una malla de aglutinación.
- Reacción de fijación del complemento: complejo virus-Ig específica debe competir por captar el com-
plemento con otro sistema formado por glóbulos rojos de cordero sensibilizados con Ig anti-glóbulos rojos de
cordero. Si en la primera fase se forma el complejo antígeno-anticuerpo, se fija el complemento por lo que al
agregar los glóbulos rojos no se produce hemólisis y sedimentan. Si no se forma en la primera fase el com-
plejo, el complemento queda libre para lisar los glóbulos rojos. La presencia de Ig fijadores del complemento
indica un proceso reciente.
20
Otras técnicas serológicas: son las mismas técnicas usadas para detectar antígenos que se usan
para detectar Ig. Algunas pueden medir IgM e IgG en forma diferencial. En una respuesta inmune primaria se
detecta un alza de IgM seguido de una de IgG. La respuesta secundaria hay un mayoritario aumento de IgG.
Una IgM específica demostrable indica una infección reciente.
- Western Blot: reactividad de un suero ante los antígenos virales inmovilizados en matrices de celulosa.
Se purifican las partículas virales, se separan las proteínas según electroforesis y luego las bandas se trans-
fieren a un papel de nitrocelulosa (soporte). Las muestras de sueros se incuban en papel, Ig especificas se
unirán a proteínas virales ancladas. Luego se agrega Ig anti-Ig humana, conjugada con una enzima. Luego
se agrega un sustrato cromógeno. La aparición de bandas coloreadas en el papel indica la presencia de
complejos.
- Radioinmunoprecipitado (RIPA): detecta la unión de Ig específicas en el suero del paciente contra
proteínas virales con un aminoácido marcado radioactivo. El complejo antígeno-anticuerpo precipita por adi-
ción de la proteína A sefarosa que se une a la Ig.
21
Segunda Parte: Infecciones Virales
Estructura viral: Virus de ARN monoténico polaridad positiva con cola de PoliA en extremo 3’, peque-
ños, desnudos y de nucleocápsula icosaédrica. Existen más de 120 serotipos. Son lábiles en medio ácido
(estómago) y su temperatura óptima de crecimiento es de 33ºC (como en la mucosa nasal).
Ciclo: Adsorbe a receptores ICAM-1 y a una lipoproteína. Su ARN genera polipéptido que se escinde
en P1 y P2 que darán origen a proteínas estructurales (VP1 a 4) y no estructurales. Se liberan por lisis.
Patogenia y clínica: Disemina persona-persona por contacto con manos, objetos o aerosoles. Incu-
bación de 1 a 4 días de replicación en la vía aérea superior, seguido de inflamación, edema y exudado de la
mucosa con alta excreción viral. Principal agente del resfrío común. Es autolimitada y los síntomas son más
dependientes de la respuesta inflamatoria. No compromete alvéolos. Complicaciones: crisis obstructivas en
asmáticos, otitis media en niños, sobreinfección bacteriana o alergia (cuando se prolonga más de una se-
mana).
Estructura: virus ARN monohebra positivo, con cap 5’ y PoliA 3’, con nucleocápsula helicoidal y manto
con espículas. Manto con una glicoproteína transmembrana M (matriz), proteína S (que forma pleplómeros
de superficie e induce anticuerpos neutralizantes, interactúa con el receptor y es hemaglutinante) y proteína
HA (hemaglutinante y estearasa, actuaría en liberación). Son 4 serogrupos de los que 2 infectan al hombre;
a fines del 2002 aparece una nueva cepa productora de neumonías graves: SARS.
22
Ciclo: ARN transcribe hebra negativa y ésta una positiva y ARNm subgenómicos, cada uno traduciendo
una proteína. Traducción y ensamblaje en citoplasma. Manto se adquiere por yemación en RER y el virión es
transportado por el Golgi que los exocita.
Epidemiología: distribución mundial, produce 2-10% de resfríos comunes; en meses fríos e inicios
de primavera. Brotes cada 2-4 años. Disemina en aerosoles y por contacto con manos. Frecuentes reinfec-
ciones.
Patogenia y clínica: afecta tracto respiratorio superior principalmente (mucosa nasal y epitelio ciliar
de la tráquea), pero puede comprometer alvéolos. Incubación de 3 dias, luego inflamación, edema y exudado
por 7 dias. Puede haber malestar y fiebre baja.
Estructura: ARN monoténico fragmentado (en 8 –en tipos A y B- o 7 -en C- segmentos) negativo,
nucleocápsula helicoidal, con manto (espiculado). Un tipo de antígenos importantes son el profundo de la
nucleoproteína (NP) y el de la matriz (M), que permite clasificar el virus en géneros A, B y C. Otro tipo
importante en infectividad y patogenicidad son antígenos de superficie del manto: hemaglutinina (HA) y neu-
raminidasa (NA). Hemaglutinina, 80% de los antígenos de superficie, reconoce receptores de mucosa respi-
ratoria, le da la adsorción e infectividad (determina las variantes, tres de las 15 afectan al hombre). Neurami-
nidasa rompe la unión del ácido siálico a la proteína en la liberación (9 variantes de las que 2 infectan al
hombre).
Variaciones antigénicas ocurren por recombinaciones entre influenza de distintas especies (cambios
mayores o shift) o mutaciones puntuales (drift). Las recombinaciones más frecuentes ocurren generalmente
en Asia, en cerdos a partir de una cepa humana con una aviar, dan origen a epidemias y pandemias. Las
puntuales dan brotes epidémicos menores. Los virus influenza dan inmunidad subtipo específica contra los
antígenos de superficie.
Patogenia: Incubación de horas a 4 días. En vía aérea superior supera cilios y mucus gracias a neu-
raminidasa; se adsorbe por HA al ácido siálico. Luego del denudamiento, la nucleocápsula es transpuesta
al núcleo con las polimerasas (PA, PB1, PB2), donde se transcriben los 8 ARNm; en la liberación por yemación
la neuraminidasa separa al ácido siálico de glicoproteinas virales y celulares, evitando su aglutinación en la
mucosa.
Clínica: se presenta como gripe. Es infección localizada del aparato respiratorio pero que da mani-
festaciones sistémicas aparentemente por el depósito de complejos inmunes en distintos órganos (hiper-
sensibilidad tipo III) debido a la liberación masiva de antígenos de superficie. Síntomas generales: fiebre,
calofríos, mialgias, cefalea y ocasionalmente vómitos y diarrea. Síntomas respiratorios (variables): estornu-
dos, coriza, tos, signos de neumonía hasta insuficiencia respiratoria. Pero las infecciones subclínicas son
frecuentes.
La infección natural o la vacuna inducen respuesta inmune humoral IgM, IgA e IgG contra HA y NA,
específicos para cada cepa.
Diagnóstico: con fines clínicos y epidemiológicos. Se hace a partir de secreciones respiratorias, con
técnicas rápidas de detección de antígenos (IF y ELISA), aislamiento en huevos embrionados o celulares, o
23
RT-PCR. Se pueden estudiar Ig séricos en fase aguda y convalecencia. Se caracteriza la cepa con fines
epidemiológicos.
Profilaxis y Tratamiento: hay vacunas inactivadas y de subunidades con los antígenos circulantes
en la comunidad. Proporciona inmunidad que no dura más de un año, que con la variación antigénica obliga
a revacunar cada año. La inactivada actual incluye una influenza A y dos B. el objetivo es prevenir la enfer-
medad severa y muerte por influenza. Se vacuna a mayores de 65, enfermos crónicos (neurológicos, cardio-
rrespiratorios, renales, etc.), personal de salud y embarazadas, pero no se usa en escolares y preescolares
(principales difusores). Los que se vacunan por primera vez y en presencia de nuevos subtipos se debe recibir
una dosis de refuerzo a las 4 semanas; para la revacunación es una dosis anual. Es efectiva en alrededor del
80%.
En antivirales se usa amantadina y rimantadina (inhibición del denudamiento, contra influenza A),
también oseltamivir y zanamivir (inhibidores de NA, contra A y B).
Estructura: del género Mastadenovirus, virus a ADN biténico sin manto y con NC icosaédica con 240
hexones en 20 caras (polipéptido II), 12 pentones en los vértices (polipéptido III) y polipéptido IV que
sobresale de los vértices y es una proteína de infectividad.
Hay 51 serotipos en 7 grupos (A al G) basados en la capacidad de hemaglutinación, características de
sus polipéptidos y la homología entre los serotipos. En los serotipos hay genotipos definidos por el análisis de
ADN por enzimas de restricción.
Patogenia: disemina vía aérea por aerosoles o contacto con manos contaminadas. Incuba por horas
a 7 días. Su replicación lleva a la supresión del genoma celular y síntesis de proteínas virales estructurales
formando cuerpos de inclusión intranuclear, determinando lisis. El polipéptido III se asocia a actividad
tóxica a distancia. Algunos son capaces de establecer persistencia, permaneciendo latentes en tejido adenoí-
deo y renal pudiendo reactivarse. Algunos serotipos tienen potencial oncogénico.
Induce inmunidad tipo-específica, con Ig séricos neutralizantes, inhibidores de hemaglutinación y fija-
dores de complemento que aparecen 7 días después de los primeros síntomas, llegando al máximo a las 2 a
3 semanas. Se puede detectar IgA e IgG en secreciones nasales.
Profilaxis y Tratamiento: sin tratamiento, sólo sintomático. Existe una vacuna atenuada en Estados
Unidos.
Estructura: virus ARN monohebra polaridad negativa, NC helicoidal y con manto espiculado que pre-
senta glicoproteínas G (para adsorción) y F (de fusión de la envoltura viral y de membranas de células infec-
tadas con no infectadas). F es la más conservada, e inducen ambas Ig neutralizantes. Según estos antígenos
24
dividen en VRS A y B (aunque siempre están ambos circulando en los brotes). Posee en su NC polimerasas
ARN dependientes.
Epidemiología: de distribución mundial. En climas templados se presenta todos los años en los meses
fríos. El 50 a 68% de los niños se infecta al año de vida y a los dos años prácticamente todos. Es introducido
al hogar por un escolar. Se presenta en epidemias con brotes que duran entre 3,5 a 6 meses, entre mayo y
septiembre.
Patogenia: el hombre es el único reservorio. Se transmite vía aérea por medio de aerosoles o secre-
ciones depositadas en el ambiente y en las manos. Puede sobrevivir algunas horas en el ambiente, espe-
cialmente en secreciones de contenido proteico. Incuba de horas a 5 días, con excreción viral por 1 a 21 días
(6,7 en promedio). Replica en el epitelio de la nasofaringe diseminándose al tracto respiratorio inferior en 1
a 3 días. Forma sincicios con lo que lleva a muerte celular. Hay necrosis y descamación del epitelio en la vía
aérea pequeña, destrucción de cilios edema y aumento del mucus con lo que hay obstrucción al flujo aéreo
con zonas de hiperinsuflación, atelectasias y consolidación. La reparación aparece al 3er o 4º día y reapa-
recen los cilios a los 15, determinando la aparición de bronquiolitis.
Los primeros 2 meses de vida la protección es gracias a Ig maternos. La inmunidad celular es importante
en la recuperación pues los inmunodeprimidos presentan evolución más severa y con excreción viral prolon-
gada. Las células epiteliales y los macrófagos alveolares secretan citoquinas y mediadores inflamatorios (IL-
1, TNF-α, IL-6, IL-8, RANTES y otros), en parte responsables de la signología. Las células T producen me-
diadores tipo Th1 (IL-2, IFN-γ y linfotoxina) y Th2 (IL-4, 5, 6 y 13); la producción de IgE y eosinofilia (reacción
alérgica) es mediada por IL-4 y 5, dando el desbalance entre Th1 y Th2 una mayor severidad de la enferme-
dad.
Clínica: produce desde IRA altas hasta bronquiolitis o neumonías. Se asocia a secuelas pulmonares
como hiperreactividad y asma bronquial, y bronquiectasias. Es causa del 75% de bronquiolitis y 50% de
neumonías en los menores de 2 años. En algunos niños sanos puede presentarse con mayor severidad que
sería debido a factores como: cardiopatías congénitas, displasia broncopulmonar, prematurez, inmunodefi-
ciencia y fibrosis quística. 25 a 40% de los menores de 6 meses primoinfectados presentan IRA bajas, el
menor de 6 semanas puede presentar apneas. Interviene como factor de riesgo ambiental el tabaquismo
materno; también el hacinamiento, mayor número de hermanos y mayor cantidad de virus en secreción
nasal se asocian a mayor severidad, pero el factor más importante son las epidemias.
Profilaxis y Tratamiento: como medidas simples, el aislamiento relativo de niños en riesgo de evolu-
ción severa y lavado de manos. La gravedad de la infección se relaciona inversamente con el número de Ig
que tenga el niño, por lo que se ha logrado disminuir las hospitalizaciones al administrar Ig anti-VRS e.v. en
prematuros con y sin displasia broncopulmonar. Se usa Palivizumab en prematuros menores de 32 semanas
y portadores de displasia broncopulmonar menores de 2 años.
No se dispone de vacuna. Su desarrollo está limitado por la débil respuesta en recién nacidos y lactantes
pequeños. Su objetivo sería prevenir la enfermedad severa.
La infección es autolimitada y el tratamiento es sintomático. Evaluar situación clínica y saturación de
oxígeno, pues bajo 95% debe hospitalizarse para administrarlo. Broncodilatadores y corticoides sólo en ante-
cedentes de asma. La ribavirina en aerosol no ha dado los resultados esperados. La ventilación mecánica
logra bajar la letalidad.
Estructura: virus ARN monoténico de polaridad negativa, con manto, NC helicoidal con polimerasas
ARN dependientes. En su manto se encuentran proteínas NH (neuraminidasa y hemaglutinina) y F (de fusión
y para la formación se sincicios con células contiguas infectadas).
25
Epidemiología: de distribución mundial, con infecciones en brotes a lo largo del año: PI 1 en otoño, 3
en primavera y 2 sin patrón.
Patogenia: similar a VRS. Disemina por vía aérea y principalmente por contacto con manos y ele-
mentos contaminados. Incuba por horas a pocos días. Replica formando sincicios que determinan la
muerte celular.
Clínica: habitualmente produce infecciones leves de la vía aérea superior. En niños pequeños es la
causa más frecuente de crup (laringotraqueobronquitis) que puede ser severa (tipos 1 y 2). Causa IRA
baja en menores de 2 años: neumonía y bronquiolitis (PI 3). PI 4 parece ser poco patógeno.
Estructura: la misma que otros paramyxoviridae. La NC está formada por las proteínas N (nucleopro-
teína), P (fosfoproteína) y L (large, polimerasa viral que requiere las otras 2). En el manto se encuentran 3
glicoproteínas: F (de fusión), G (de adsorción) y SH (hidrofóbica pequeña). G y F se encuentran en la super-
ficie formando las espículas del virión, y con SH contactan la proteína M (de la matriz).
Epidemiología y patogenia: en Chile produce 12% de las IRA bajas en menores de 2 años. Se pre-
senta en epidemias anuales superpuestas con las de VRS (más en primavera). Poseen anticuerpos contra
hMPV el 25% de los lactantes de 6 a 12 meses y todos entre 5 y 10 años.
Clínica: en niños es similar a VRS con alta frecuencia de bronquiolitis y de otitis media aguda conco-
mitante. Asociado con sibilancias y exacerbaciones del asma. También en pacientes con SARS es el único
agente detectable y en coinfección con Coronavirus.
En adultos una gran proporción presenta compromiso respiratorio bajo. Susceptible en inmunocompro-
metidos.
Diagnóstico: detección del genoma por RT-PCR. De difícil aislamiento por su lenta replicación. Su
efecto citopático es la formación de sincicios.
26
Rhinovirus Coronavirus Influenza
Familia Picornaviridae Coronaviridae Orthomixoviridae
Ac. Nucleico ARN monohebra + ARN monohebra + ARN monohebra -, fragmentado
NC Icosaédrica Helicoidal Helicoidal
Manto Sin Con Con, espiculado
M (proteína de matriz), S (adsorción, NP (nucleoproteína), M (matriz), NA
Antígenos impor-
VP1 a VP4 respuesta inmune), HA (hemagluti- (neuraminidasa, liberación), HA (ad-
tantes
nante y liberación) sorción, infectividad, hemaglutinante)
Epidemiología Meses fríos y primavera; cada 2 a 4 Epidemias en otoño (mayo) y por 6 a
Otoño y primavera
anual años 8 semanas
Edad de mayor
Menores de 5 años -------- Mayores de 65, enfermos crónicos
susceptibilidad
Mecanismo de
Persona-persona: manos, objetos, aerosoles
transmisión
Incubación 1 a 4 días 3 días Horas a 4 días
Local (vía aérea alta o baja), sínto-
Tipo de infección Local (vía aérea superior; puede
Local (vía aérea superior) mas sistémicos por complejos inmu-
(Local, Gral.) comprometer alvéolos)
nes circulantes
Enfermedad Resfrío común Resfrío común, SARS Gripe
Crisis obstructivas, otitis media Signos de neumonia, insuficien-
Complicaciones --------
(niños) sobreinfección, alergia cia respiratoria
Clínico; ELISA, IHA, IF para antíge- ELISA, IF (detección de antígenos),
Diagnóstico Clínico
nos aislamiento en huevos, RT-PCR
Amantadina y rimantadina (denu-
Tratamiento No tiene No tiene; aislamiento en SARS damiento); zanamivir y oseltamivir
(liberación)
Vacuna No tiene Atenuada; inactivada fragmentada
27
Capítulo VIII: Modelo de Infección Viral Aguda, Infecciones
Virales del Aparato Digestivo.
Su reservorio son los humanos con infecciones aparentes o inaparentes. Su contagio más común es
por medio de vehículos como agua y alimentos, vía fecal-oral por lo que su frecuencia depende del estado
sanitario de la comunidad. Pero muchos se transmiten por mecanismos directos: contacto físico, vía aérea;
otros por vía parenteral. La puerta de entrada más común es la boca y faringe.
Boca y Faringe.
Faringe.
28
Estómago e Intestino.
29
V.- Otros Virus Enteropatógenos:
Otros causantes de gastroenteritis con menos impacto epidemiológico, por lo que hay escasa dispo-
nibilidad de métodos de diagnóstico. Son:
- Coronavirus entéricos: se asocian a gastroenteritis y enterocolitis necrosante en neonatos y en
general en menores de 12 años.
- Torovirus: asociados a diarrea en ocasiones sanguinolenta, con frecuencia nosocomial.
- Picobirnavirus: ARN biténico en 2 segmentos. En inmunodeficientes (VIH).
- Virus Alchi: picornavirus implicado en gastroenteritis asociada al consumo de ostras.
Glándulas Salivales.
Hígado.
Se describen 6 virus hepatitis (A, B, C, D, E y G), de los cuales A y E sólo producen infección aguda.
Otros agentes capaces de producir hepatitis en una infección generalizada son VHS, VEB y CMV.
Epidemiología: Tiene una baja prevalencia en países desarrollados (20%) y alta en los en desarrollo
(90%), y mayor en estratos socioeconómicos bajos. La mayor incidencia es en población infantil, con predo-
minio estacional en relación a la transmisión fecal-oral.
Patogenia: Incuba por 15 a 45 días, encontrándose primero en sangre, luego en hígado y finalmente
en deposiciones; es habitualmente asintomática. El daño hepático sería directo (por liberación por lisis). Luego
de 4 semanas de infección, VHA se expresa masivamente produciendo partículas virales excretadas por de-
posiciones en cantidad y duración variable.
Diagnóstico: se hace por detección de IgM anti-HAV que en el período de estado persiste por 2 a 4
meses; IgG anti-HAV, por años. El aislamiento viral en deposiciones tiene poco rendimiento por la baja sen-
sibilidad del método y porque la mayor eliminación es durante incubación.
30
GLÁNDULAS SALIVALES: Parotiditis
Tipo de infec- Enferme-
Familia Ác Nucleico NC Manto Transmisión Complicaciones Vacuna
ción dad
Local (paróti- Parotidi- Orquitis (esterilidad),
Paramyxo- ARN mo- Helicoi- Viva ate-
Con Vía aérea das; puede di- tis uni o meningitis aséptica,
viridae nohebra - dal nuada
seminarse) bilateral DM, sordera
OTROS ENTEROPATÓGENOS
Agente Coronavirus entérico Torovirus Picobirnavirus Virus Alchi
Gastroenteritis y ente-
Diarrea en ocasiones
Enfermedad (pobla- rocolitis necrosante Gastroenteritis por
sanguinolenta, nosoco- En inmunodeficientes
ción afectada) en neonatos y menores consumo de ostras
mial
de 12 años en general
31
BOCA Y FARINGE
VHS-1 * Enterovirus Adenovirus ** VEB *
Familia Herpesviridae Picornaviridae Adenoviridae Herpesviridae
ARN monohebra posi-
Ac. Nucleico ADN doble ADN doble ADN doble
tivo
NC Icosaédrica Icosaédrica Icosaédrica Icosaédrica
Manto Con Sin Sin Con
En escolares y adoles-
Epidemiología ––––– ––––– En menores de 2 años
centes
Mecanismo de Contacto estrecho Vía aérea, también
Fecal-oral –––––
transmisión con lesiones por beso
Período de incu-
––––– 7 a 14 días ––––– –––––
bación
Generalizada (desa-
Tipo de infección rrolla viremias, al- Generalizada (latencia
Local Local (orofaringe)
(Local, Gral.) canza órganos blan- en linfocitos B)
cos)
Diarrea (algunos
Gingivoestomatitis MNI (fiebre, amigdali-
ECHO); síntomas di-
(menores de 2), her- Faringitis en menores tis, adenopatías), car-
gestivos o neurológi-
Enfermedad pes labial (recurren- de 5 años (después es- cinoma nasofarín-
cos, cuadros febriles
cia), queratitis (recu- treptocócica). geo, linfoma de Bur-
cortos con o sin exan-
rrencia ocular) kitt;
tema.
Complicaciones Opacidad corneal ––––– ––––– –––––
Tratamiento ACV No tiene Sintomático No tiene
*: Revisado en capítulo de Herpesvirus; **: revisado en capítulo de Infecciones Respiratorias.
ESTÓMAGO E INTESTINO
Retrovirus Astrovirus Calicivirus Adenovirus entéricos*
Familia Reoviridae Astroviridae Caliciviridae Adenoviridae
Ac. Nucleico ARN doble ARN monohebra ARN monohebra ADN doble
NC Icosaédrica (3 capas) ¿? Icosaédrica Icosaédrica
Manto Con Sin Sin Sin
Superficie: VP4 (hema-
Antígenos impor- glutinante), VP7 (adsor-
––––– ––––– –––––
tantes ción); matriz: VP6 (diag-
nóstico)
En menores de 2 años En escolares y adul-
Brotes esporádicos Tipos 31, 40 y 41; infec-
Epidemiología (especialmente meno- tos; en brotes familia-
en niños y adultos ción severa en niños
res de 1); todo el año res o comunitarios
Mecanismo de Fecal-oral, podría vola-
Fecal-oral
transmisión tilizarse (vía aérea)
Tipo de infección Local (en mucosa intes-
Local
(Local, Gral.) tinal)
Gastroenteritis
Diarrea aguda (fiebre, Gastroenteritis; 10 a
aguda no bacteriana Diarrea aguda severa
Enfermedad vómitos, luego diarrea 12% de diarrea aguda
asociada a alimentos y diarrea en niños
acuosa) no enterocólica
y agua
Complicaciones Deshidratación ––––– ––––– –––––
Detección de VP6
Diagnóstico ––––– ––––– –––––
(ELISA)
Tratamiento No tiene, sintomático ––––– ––––– –––––
Multivalente de subuni-
Vacuna ––––– ––––– –––––
dades, en desarrollo
*Revisado en capítulo de Infecciones Respiratorias.
32
Capítulo VIII: Modelo de Infección Viral Persistente Crónica,
Virus Hepatotropos.
I.- Virus Hepatitis B (hepadnaviridae):
Estructura: Virus ADN parcialmente biténico, con un segmento de ARN, con NC icosaédrica y manto.
Posee 3 antígenos principales: core (HBcAg) forma la NC viral detectado principalmente en núcleo de hepa-
tocitos (no sale a circulación), antígeno e (HBeAg, es HBcAg sin un segmento) presente en replicación activa
e infectividad, antígeno de superficie (HBsAg) de la envoltura. En HBsAg se distinguen proteínas S, preS1
y preS2; posee un determinante de grupo común y determinantes de subtipo, originando combinaciones en
distintas regiones del mundo. Las proteínas del manto se pueden encontrar en sangre adquiriendo formas de
esferas, tubos (HBsAg sintetizado en exceso que sale a la circulación) o como viriones (partículas de Dane).
El virus replica en el núcleo y tiene la capacidad de integrarse al genoma, pudiendo ocasionar infec-
ciones agudas, persistentes latentes o transformantes.
Epidemiología: existen tres niveles de portación crónica de HBsAg: baja (< de 2%; en Chile 0,1 a
0,6%), intermedia (2 al 7%) y alta (8 al 20%). Se considera 100 veces más infectivo que el VIH.
Se transmite por 3 vías: parenteral, venérea y vertical siendo las dos últimas las de mayor relevancia.
Las fuentes son los pacientes con infección aguda y los portadores crónicos con virus presente en sangre,
saliva, calostro, semen, secreción vaginal, heces y orina.
Clínica: Incuba por 45 a 180 días y es generalmente asintomática. Puede persistir crónicamente (más
de 6 meses) en 10% de adultos y 80% de recién nacidos. Su evolución aguda fulminante es poco frecuente
(0,1%), es una de las principales indicaciones de transplante hepático. La infección persistente puede ser
asintomática con replicación viral activa, progresión del daño hepático (cirrosis) o hepatocarcinoma.
Patogenia: La interacción del virus con células huésped puede ser productiva con destrucción por
LTC, con daño hepático y erradicación del virus (infección aguda), puede dar persistencia crónica sintomá-
tica o no (según respuesta inmune), o puede haber transformación induciendo un cáncer hepático primario.
Ig anti-H (IgM y luego IgG) se detectan tempranamente. Ig anti-HbeAg es señal de declinación de repli-
cación viral activa y de su infectividad. Ig anti-HBsAg son los verdaderos anticuerpos neutralizantes, detec-
tables al fin del período de estado (4 a 6 semanas), pudiendo eliminar el virus circulante. La memoria que deja
es independiente del subtipo. Ig anti-HBcAg perduran más; IgG traspasan placenta y protegen al neonato.
Clínica:
- Presentación aguda: (ver figura 1) forma más frecuente. Primero se detecta VHB en sangre, luego
aparece HBeAg y HBsAg. Más tarde se detecta IgM anti-HBcAg y luego la IgG. Después surge Ig anti-
HBeAg y, luego de 32 semanas, se detecta Ig anti-HBsAg. Existe un período de semanas en el que ha
desaparecido HBsAg pero aún no ha aparecido Ig anti-HBsAg, por lo que se prefiere la detección de IgM anti-
HBcAg.
- Presentación crónica: (ver figura 2) el ADN viral, HBsAg y HBeAg son siempre detectables. Nunca
aparece Ig anti-HBsAg (lo más importante al diferenciar aguda de crónica) ni Ig anti-HBcAg.
33
+ -/+ (32 semanas) IgM + + HB Aguda
+ - IgG + - HB Crónica
- + - - - Vacunación
Tratamiento y Prevención: En tratamiento, el interferón alfa se usa con 50% de efectividad en por-
tadores crónicos. Se ha ensayado Lamivudina.
En prevención se usa gammaglobulina hiperinmune en los accidentalmente expuestos, en recién
nacidos de madres portadoras crónicas o que desarrollan hepatitis B en el embarazo. Existe una vacuna no
infectiva administrada en tres dosis a los 0, 1 y 6 meses del inicio y luego cada 10 años; debe administrarse
a recién nacidos de madres portadoras y a grupos de riesgo.
Estructura: Virus ARN monoténico positivo, NC icosaédrica (con proteína C) y manto (con glicopro-
teínas E1 y E2). Origina infecciones agudas y persistentes.
Epidemiología: Tiene una prevalencia de 0,2 a 0,4% en donantes de sangre a VHB, pero vía paren-
teral es más importante aquí (principal causa de hepatitis postransfusional). Afecta principalmente a adul-
tos (por vías de transmisión).
Clínica: Incuba por 15 a 110 días. La infección aguda es generalmente asintomática, quedando más
del 80% como portadores crónicos presentándose como hepatitis crónica, que progresa a cirrosis y a cán-
cer hepatocelular (luego de años).
Diagnóstico: se hace por detección de Ig anti-HCV. Para definir infectividad en seropositivos se usa
PCR, que en casi el 100% detecta viremias desde la primera semana de evolución.
Epidemiología: es prevalente en zonas endémicas de VHB, causando brotes con alta mortalidad. Su
transmisión también es similar a VHB y su capacidad patogénica depende de la presencia de éste.
Diagnóstico: se realiza por la detección del Ig anti-HDAg. IgM aparece en la segunda a tercera se-
mana del período de estado, manteniéndose por años en crónicos. IgG asegura la recuperación. Para el
tratamiento se usa interferón alfa.
34
NC Icosaédrica Icosaédrica
Manto Sin Con
Antígenos impor- HBsAg (de superficie), HBeAg (indica replicación e
VHA
tantes infectividad), HBcAg (de nucleocápsula)
Aguda (puede ser asintomática), persistente crónica
Tipo de infección Aguda, muchas veces asintomática
o transformante
Tipo de daño Directo Indirecto (respuesta celular: LTC)
90% en países en desarrollo, 20% en desarrolla-
Epidemiología Chile: baja endemicidad (menor de 2%)
dos, Chile: endemicidad media a alta
Evolución (%)
Fulminante Menor que 0,5% 0,5 a 1%
Crónica No 80% en niños; 10% en adultos
Cirrosis No 1%
Transmisión Fecal-oral Sexual, vertical y parenteral
Incubación 15 a 45 días 45 a 180 días
Edad de mayor
Niños (estratos socioeconómicos bajos) Recién nacidos
susceptibilidad
Curación episodio
Mayor al 99% Mayor del 90%
agudo
Hepatitis fulminante, hepatitis crónica, cirrosis
Complicaciones Hepatitis fulminante (rara vez)
hepática, hepatocarcinoma
Detección de HBsAg (infección aguda o crónica),
Detección de IgM anti-VHA (por 2 a 4 meses) (IgG IgM anti-HBcAg (infección aguda o reciente), IgG
Diagnóstico
por años) anti-HBsAg (infección anterior con erradicación o
vacunación); PCR (control de tratamiento)
Tratamiento No tiene específico IFN-α en crónicos; ensayo con Lamivudina
Vacuna No PAI, a virus inactivado No PAI, a subunidades virales
35
36
Capítulo IX: Modelo de Infección Persistente Latente, Herpesvirus.
Son virus ADN doble hebra, de NC icosaédrica y con manto. Diseminados mundialmente, tienen
capacidad de establecer latencia, durante la cual el ADN viral se encuentra en el núcleo celular sin detectarse
partículas virales. Bajo ciertas condiciones puede haber reactivación. La replicación en los órganos blancos
puede ser asintomática pero la excreción viral es igualmente infectiva. Son capaces de evadir el sistema
inmune por latencia, expresa en el manto un receptor de fragmento Fc y de C3b, disminuye expresión
de MHC-1 y fusiona membranas permitiendo la diseminación por contigüidad.
Epidemiología: se adquiere en general en la infancia, con mayor prevalencia en menores niveles so-
cioeconómicos y países subdesarrollados (90% en Chile). La infección es por contacto directo con secre-
ciones o lesiones en enfermos o excretores asintomáticos.
Patogenia: Infecta piel y mucosa facial, también puede ser en genitales y SNC. Se multiplica en mu-
cosa oral (90% asintomáticos), contacta terminales nerviosos y viajan por los axones hasta el ganglio trigé-
mino, donde establece latencia. Con estímulos como LUV, stress, trauma, fiebre, infecciones, etc., se reactiva
como herpes labial o se excreta por la saliva asintomáticamente. En primoinfección y reactivaciones la infec-
ción es localizada.
Epidemiología: causa herpes genital y neonatal. Se transmite por contacto directo con lesiones o
secreciones infectadas.
Clínica: incuba por 2 a 20 días. Su primoinfección puede causar balanitis o vulvovaginitis. Puede
haber CEG, fiebre, adenopatías inguinales y cefaleas. Las manifestaciones y la excreción duran 2 a 3 sema-
nas. En recurrencias hay menos lesiones y más localizadas y con una duración de 7 a 10 días, excretando
virus por no más de 5. 45% de los recién nacidos infectados presentan lesiones en piel, boca y/o ojos; 35%
compromiso de SNC; 20% de herpes diseminado; todos presentan lesiones al nacer. Si se infecta en el parto,
las manifestaciones aparecen luego de 1 a 2 semanas.
37
Tratamiento y profilaxis de HSV-1 y 2: de elección es el aciclovir; valaciclovir y famciclovir (en
crema para lesiones cutáneas); en inmunocomprometidos puede usarse foscarnet o cidofovir. Sin vacuna.
Patogenia: ingresa por vía respiratoria, replica en la mucosa del tracto y origina una viremia primaria
con la que llega al SRE, desde donde nace una viremia secundaria, alcanzando los órganos blancos (piel,
SN y pulmones). De las lesiones cutáneas pasa a los nervios sensitivos y establece latencia en sus ganglios.
Clínica: incuba por 11 a 21 días. Se acompaña de fiebre moderada, malestar general, mialgias y lesio-
nes maculoeritematosas que progresan a vesículas y costras. Comienzan en cuero cabelludo y tronco y se
disemina a extremidades proximales. Se presentan lesiones en distintos estadios simultáneamente (erupción
polimorfa). El paciente es contagioso desde 2 días antes hasta 5 días después de la erupción o hasta que
encostre.
Complicaciones: sobreinfección con SBHGA (Streptoccocus Beta Hemolítico Grupo A) que provoca
fasceítis necrotizante, infección viral del SNC y neumonitis varicelatosa.
En embarazada puede tener un curso agresivo y 1 a 2% transmite vía transplacentaria (varicela con-
génita), con un mayor riesgo si es durante el primer trimestre. El recién nacido puede presentar erupción
hemorrágica, duradera, con cicatrices; microcefalia; coriorretinitis, microftalmia, cataratas; hipoplasia de EEII.
De alto riesgo es la primoinfección en embarazada 4 días antes hasta 2 días después del parto, porque el
recién nacido no tiene los Ig de la madre pudiendo desarrollar una varicela grave e incluso fatal (por daño
pulmonar y nervioso).
El herpes zoster se da en general después de los 60 años por disminución de la inmunidad celular.
Inicia con parestesia, prurito o dolor en dermatoma previo a las lesiones vesiculosas sobre fondo eritematoso.
Diagnóstico: es clínico. En situaciones especiales se pide aislamiento en cultivo (del contenido vesi-
cular), detección de antígenos por IF o PCR. Detección de Ig por IF o ELISA, para descartar susceptibilidad.
Patogenia: Es una infección sistémica, se multiplica en todos los órganos. El daño es por acción directa
y por la respuesta inmune, formando células gigantes, redondeadas y con inclusiones intranucleares.
Establece latencia en células renales, glándulas salivales y polimorfonucleares de sangre periférica.
38
Para el recién nacido, es más probable la transmisión y de mayor gravedad la enfermedad en el caso
que la madre sea primoinfectada (por ausencia de anticuerpos maternos). El RN puede adquirirla vía trans-
placentaria, congénita o natal.
85% de las infecciones congénitas no presentan síntomas al nacer. En los sintomáticos hay un retardo
del crecimiento intrauterino, hepatoesplenomegalia, púrpura trombocitopénico, ictericia, microcefalia
y/o retinitis. En los RN las secuelas pueden ser retardo mental, pérdida de la audición sensorioneural y
alteraciones visuales.
En el inmunocomprometido, la infección es frecuente y de gravedad. Los transplantados presentan pri-
moinfecciones más graves pudiendo rechazar el órgano. En SIDA se puede diseminar y comprometer apa-
rato gastrointestinal, respiratorio y la retina (coriorretinitis).
La IgM aparece temprana y se mantiene por 12 semanas; IgG entre el primer y segundo mes. La res-
puesta del feto infectado es similar; su respuesta inmune humoral se detecta entre 4 y 18 semanas postinfec-
ción.
Diagnóstico: por aislamiento en cultivos a partir de secreciones o tejidos. Se realiza el shell vial (cen-
trifugación y luego detección de antígenos por IFI) que detecta virus en 24 horas. También antigenemia que
es la detección de la proteína pp65 del tegumento viral en neutrófilos de sangre periférica, lo que indica
replicación. Una PCR positiva indica infección, mientras que una PCR cuantitativa elevada revela replica-
ción. IgM se ve en primoinfecciones y en reactivación.
El diagnóstico de infección congénita se realiza en las 2 primeras semanas con aislamiento viral rápido
en saliva y/u orina del RN. También se puede hacer por PCR. La detección de IgM da falsos positivos y su
ausencia no descarta infección.
Tratamiento y Profilaxis: enfermedades graves se tratan con ganciclovir; Valganciclovir tiene mejor
biodisponibilidad.
Patogenia: posee una glicoproteína de manto única que genera la mayor parte de la respuesta inmune.
Hay dos tipos: EBV-1 y 2 (1 la más frecuente). EBV es causante de la mononucleosis infecciosa (MNI) –
principalmente- , linfoma de Burkitt, carcinoma nasofaríngeo y leucoplaquia velluda.
Ingresa a la orofaringe, replicando en mucosa oral y glándulas salivales, infecta linfocitos B por medio
de CD21 (receptor de C3b). La infección estimula la proliferación celular determinando la persistencia. En su
ciclo expresa distintos antígenos: EA (antígeno temprano) que puede indicar el inicio de la replicación activa;
y antígenos tardíos: VCA (antígenos de cápside) y de fase latente (EBNA, antígeno nuclear).
Clínica: en niños la primoinfección puede ser asintomática o como una faringitis leve. En el adulto
joven se presenta como MNI en 50% de los casos. Las manifestaciones más importantes son por la respuesta
inmune contra los linfocitos B infectados. La mayor parte excreta virus por la saliva por semanas a meses.
Puede reactivarse por estímulos que activen a los linfocitos B.
Diagnóstico: se hace por ensayos serológicos, al detectar anticuerpos heterófilos que reaccionan
con glóbulos rojos de cordero y anticuerpos anti-EBV, especialmente VCA (IgM e IgG).
También por detección de ADN (PCR o hibridación) y por aislamiento en cultivo.
39
Tratamiento y Profilaxis: no existe vacuna. Se usa en el tratamiento ACV y corticoides; se ha pro-
bado también ACV con Ig e IFN-α.
Patogenia: linfotrópico (LTCD4); detectado en múltiples tejidos y secreciones. Puede transmitirse por
contacto con saliva y vía intrauterina.
Clínica: generalmente asintomática. En niños es causa de exantema súbito (fiebre alta -40ºC- por 3
a 5 días cuyo descenso se acompaña de exantema macular o maculopapular en 30%). Inicia en tronco para
diseminarse a extremidades y cara. Puede haber adenopatías cervicales, esplenomegalia y compromiso de
SNC (convulsiones). Con recuperación completa, aunque hay casos de hepatitis fulminante. Se puede en-
contrar en el LCR de niños con meningoencefalitis aséptica. En adultos se asocia al síndrome de fatiga
crónica y MNI. En inmunosuprimidos afecta distintos órganos como médula ósea (causando fiebre, leucope-
nia, exantema, encefalitis y neumonitis). Puede potenciar CMV en transplantados y aumentar la replicación
de VIH.
En niños con infección congénita puede haber secuelas neurológicas.
Patogenia: replica principalmente en glándula salival, transmitido por saliva. Hay interferencia recí-
proca con VIH pues ocupan el receptor CD4 para infectar a los linfocitos T. puede infectar monolitos-macró-
fagos CD68. También detectado en sanos en pulmón, piel y glándula mamaria, en baja cantidad en hígado,
riñón y amígdalas. Establece latencia en mononucleares de sangre periférica.
Diagnóstico: por PCR y anticuerpos específicos. Presenta reacción cruzada con antígenos de VHH-
6. Se puede aislar de saliva y linfocitos de sangre periférica.
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Patogenia: infecta células endoteliales, linfocitos T y principalmente linfocitos B. En el sarcoma de
Kaposi se observa proliferación de células endoteliales, con angiogénesis inducida por citoquinas y factores
de crecimiento. Posee secuencias genómicas que codifican para compuestos similares a quimioquinas, anta-
gonistas del complemento y homólogos de la proteína antiapoptótica bcl-2. VIH actuaría como estimulador
del desarrollo del sarcoma l estimular la replicación de VHH-8.
Clínica: se presenta como una neoplasia vascular maligna, con parición de nódulos violáceos de
rápida evolución, principalmente en cara y piernas. En formas agresivas se presenta con compromiso gene-
ralizado con afección de mucosas, ganglios, glándulas salivales y otros.
Diagnóstico: serología por ELISA o IF en cultivos; y por Western Blot. El aumento de los títulos se
asocia a progresión del cuadro. También por PCR desde tejidos.
Tratamiento y Profilaxis: sin tratamiento ni vacuna. Se debe restituir el sistema inmune del paciente;
se ha usado para esto terapia antirretroviral HAART en VIH.
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Herpes Simplex 1 Herpes Simplex 2 Varicella-Zoster Citomegalovirus
Familia Herpesviridae
Ac. Nucleico ADN doble
NC Icosaédrica
Manto Con
Células renales, glán-
Ganglio sensitivo (tri- Ganglio sensitivo (sa- dulas salivales, neutró-
Sitio de latencia Ganglio sensitivo
gémino) cro) filos de sangre perifé-
rica
Vía aérea alta – vire-
mia primaria – SRE –
Piel – axón – ganglio Piel – axón – ganglio viremia secundaria –
Patogenia –––––
– axón – labio – axón - genitales SNC, pulmones, PIEL
– varicela ( - axón –
ganglio sensitivo)
Infección de transmi-
sión vertical más fre-
.En menores de 10
Mundial; adquisición cuente (1%), 60 a 90%
Epidemiología ––––– años; fines de invierno
temprana de prevalencia; grave
inicios de primavera
en inmunocomprometi-
dos y recién nacidos
Vesículas dolorosas Vesículas dolorosas Erupción polimorfa má-
en piel (primoinfec- en piel (primoinfec- culoeritematosa y vesi-
Cuadro –––––
ción) o labio (reactiva- ción) o genitales (re- cular generalizada
ción) activación) (+fiebre, mialgias)
Contacto directo con
Contacto con secre-
Contacto directo con lesiones o secrecio-
Mecanismo de trans- ciones contaminadas,
lesiones o secrecio- nes contaminadas; Vía aérea
misión transfusiones, trans-
nes contaminadas vertical (pre y post-
plantes
natal)
Incubación 2 a 20 días 11 a 21 días –––––
Generalizada (replica
Tipo de infección (Lo- Local (puede haber viremia, pero no parti-
Generalizada en casi cualquier ór-
cal, Gral.) cipa en las manifestaciones)
gano)
Asintomática, Sd. Mo-
Vulvovaginitis o ba-
nonucleósico; grave en
Primoinfección Gingivoestomatitis lanitis; herpes neo- Varicela
inmunocompromiso y
natal
embarazo
.Herpes zoster/ fas-
¿? / rechazo de órga-
Herpes Labial /so- Herpes genital /me- ceítis necrotizante, va-
Reactivación /Com- nos, infección congé-
breinfección, encefa- ningitis (grave en re- ricela congénita, vari-
plicaciones nita (sintomáticos), en
litis cién nacido) cela
inmunocompromiso
grave
Aislamiento en cultivo
.Clínico; aislamiento en desde tejidos; shell
Aislamiento en cultivo (ECP), confirmación
Diagnóstico cultivo de vesículas, vial; antigenemia (de-
por serología
.antígenos por IF; PCR tección de pp65); PCR
y PCR cuantitativa
ACV (varicela grave)
Tratamiento ACV, Valanciclovir, famciclovir GCV, Valganciclovir
Valanciclovir (HZ)
No PAI, inactivada:
mayores de 12, inmu-
Vacuna No tiene No tiene
nosuprimidos suscepti-
bles
Epstein-Barr Herpes Humano 6 Herpes Humano 7 Herpes Humano 8
42
Temprano: EA (inicio
Antígenos importan- de replicación); tar-
¿? ¿? ¿?
tes díos: VCA, EBNA (de
fase latente)
Mononucleares de san-
Células endoteliales,
Sitio de latencia Linfocitos B (CD21) Linfocitos TCD4+ gre periférica y tejidos
linfocitos T y B
(glándulas salivales)
Mucosa oral - orofa- Infecta linfocitos T por Produce IL-6 viral; es-
Ciclo ringe y glándulas sali- ––––– CD4; monocitos y ma- timula proliferación de
vales – linfocitos B crófagos por CD68 células endoteliales
Mundial; adquisición
temprana en países Adquisición temprana, 60 a 80% de prevalen- 9,5% en bancos de
Epidemiología en desarrollo, adoles- casi 100% de preva- cia a los 2 años; 5 subti- sangre; mayor preva-
cente en desarrolla- lencia; 2 tipos pos lencia en VIH +
dos; 2 tipos
Fiebre y exantema Lesiones nodulares
Amigdalitis, fiebre y
Cuadro macular o maculopa- ––––– violáceas de rápida
adenopatías
pular evolución
Mecanismo de trans- Contacto con secre- Contacto con saliva Contacto con saliva Contacto con saliva
misión ciones contaminadas infectada, vertical infectada infectada, ¿sexual?
Período de incuba-
––––– ––––– ––––– –––––
ción
Tipo de infección (Lo-
Generalizada Generalizada Generalizada Generalizada
cal, Gral.)
Exantema súbito, Sarcoma de Kaposi
Faringitis leve (ni- Exantema súbito (ni-
Enfermedad MNI, Sd. de fatiga cró- (neoplasia vascular
ños), MNI (adultos) ños), MNI (adultos)
nica maligna
Sd. de fatiga cró-
nica/ meningitis
Linfoma de Burkitt,
aséptica, hepatitis Forma agresiva, ma-
Reactivación /Com- carcinoma nasofa-
fulminante, invasión ––––– yor gravedad en coin-
plicaciones ríngeo, leucoplaquia
a médula ósea (in- fección con VIH
velluda
munocompromiso),
potencia CMV y VIH
Serología: IgM (en
primoinfección, reacti-
vación) e IgG anti- (En inmunocompro- Detección de Ig por
Detección de Ig sobre
VCA (primaria, reacti- miso) Aislamiento en ELISA o IF en culti-
Diagnóstico células infectadas;
vación y crónica), Ig cocultivo; IgG por vos, Western Blot;
PCR
anti-EBNA (reactiva- ELISA, IFI; PCR PCR desde tejidos
ción y latencia); PCR;
aislamiento en cultivo
¿Ganciclovir y fos- Reconstitución del
Tratamiento ACV y corticoides carnet (inmunocom- No tiene sistema inmune
promiso)? (TARV HAART)
Vacuna No tiene No tiene No tiene No tiene
43
Capítulo X: Virus, Transformación Celular y Cáncer.
Prácticamente 20% de los cánceres humanos son de etiología viral. Así la distribución geográfica de
algunos cánceres se puede explicar en base a infecciones endémicas de agentes virales. Pero en infecciones
ubicuas y frecuentes se asume que otros factores presentes en el área contribuyen a la oncogénesis. Las
asociaciones entre infección viral y cáncer surgen de la demostración de que:
- Infecciones por el virus precede a las neoplasias.
- A mayor prevalencia de la infección viral, mayor incidencia del cáncer.
- La epidemiología del virus es similar a la del cáncer.
- Pacientes con el cáncer suele tener mayores niveles de anticuerpos que la población control.
- En células de tejidos tumorales suele detectarse ADN y/o proteínas o antígenos virales.
- El virus o sus genes pueden transformar células o inducir el desarrollo de tumores en animales.
Oncogenes virales: genes virales (gen onc) capaces de conferir malignidad a las células que infecta
el virus. Un ejemplo es el Sarcoma de Rous: el virus ARN se adsorbe, penetra y el ARN monohebra es
transcrito a ADN doble por la TR. Forma ADN viral que se integra al ADN celular como provirus. Sus destinos
posibles:
- Quedar latente.
- Ser transcrito a ARNm por la polimerasa celular.
- Que se active el oncogen, se transcriba y produzca una proteína que promueva la transformación
celular.
Oncogenes celulares: muchos oncogenes tienen su contraparte génica en células del hospedero
(proto-oncogen o c-onc), adquirido durante la evolución. Diferentes estímulos podrían activarlos (inserciones
de genes virales, radiaciones, mutaciones, etc.) y resultar en transformación celular.
Mecanismos indirectos: contribuyen a la asociación entre virus y cáncer, por ejemplo, la regeneración
celular secundaria a cirrosis en VHB y VHC, también cualquier infección que afecte el sistema inmune puede
favorecer la proliferación de tumores. Otros mecanismos indirectos son infecciones concomitantes, factores
dietéticos, hormonales, etc.
En cada célula existen genes que codifican proteínas pro-mitóticas, supresoras de mitosis (genes su-
presores de tumor) y apoptóticas. El cáncer se refiere a un desequilibrio en la balanza entre funciones pro-
mitóticas y supresoras de mitosis, perdiéndose el control de la división celular, proceso conocido como trans-
formación, que es un fenómeno multifactorial.
Promueven la transformación celular la modificación de un gen regulador (mutación, eliminación o
desregulación), denominándoseles proto-oncogenes por el potencial desregulador de la mitosis cuando
sufren alguna alteración. También los agentes mutágenos (radiación UV, agentes químicos, etc) tienen po-
tencial carcinogénico per se al poder alterar proto-oncogenes. Además las células que están continuamente
replicando son más susceptibles a una transformación.
Mecanismos directos:
- Mutación de los genes del hospedero: algunos virus integran su genoma como ADN doble hebra en
el celular. Puede ocurrir en el locus de un gen involucrado en la regulación del ciclo (proto-oncogen) pudiendo
interrumpir un gen supresor de tumor. Algunos genomas virales poseen secuencias activadoras, por lo que si
se integran justo antes de un gen celular pro-mitótico, aumenta los niveles de esta proteína. Algunos retrovirus
como el HTLV y VIH tienen otros mecanismos transformantes, pero su potencial transformador por integración
no se puede descartar.
En el Linfoma de Burkitt, asociado a VEB, se han encontrado translocaciones entre los cromosomas 8
y 14 que conducen a la activación del gen c-myc que no depende de interacción directa con el genoma viral.
44
- Transformación por genes análogos: algunos retrovirus son portadores de genes análogos a los celu-
lares involucrados en la regulación del ciclo celular: oncogenes virales análogos a proto-oncogenes celula-
res. Promueven la transformación por exceso de proteína que puede promover un desbalance mitótico y, en
caso que la proteína viral sea defectiva o disfuncional, competirá con su análogo celular inhibiendo el funcio-
namiento adecuado de la regulación del ciclo.
El virus del Sarcoma de Rous posee un gen v-src, análogo al celular (que codifica para una quinasa
involucrada en la activación de genes pro-mitóticos). La proteína viral es no-dependiente de fosforilación, por
lo que está constantemente activando la proliferación celular. Otros oncogenes de retrovirus son análogos a
proteínas celulares como factores de crecimiento, receptores hormonales, factores de transcripción.
El virus herpes del Sarcoma de Kaposi contiene oncogenes análogos a genes celulares que afectan la
homeostasis celular promoviendo la transformación: v-IL6, v-Bcl2 (compite con c-Bcl2, inhibidor de apoptosis),
v-CYC (análoga a ciclinas celulares), etc.
- Inmunosupresión: las transformaciones son controladas por el sistema inmune (particularmente por
LTC). Esta función se altera en infecciones por virus que afectan a células del sistema inmune.
45
IV.- Virus HTLV y Leucemias de Células T:
La prevalencia de infecciones por HTLV-I es muy baja y la probabilidad que un infectado desarrolle la
leucemia es de un 2%. Zonas de alta prevalencia son Japón y el Caribe. A HTLV-I se le ha atribuido también
la paraparesia espástica.
Puede transmitirse verticalmente a través de linfocitos presentes en la leche. En los adultos la vía más
frecuente es sexual, por linfocitos presentes en el semen. Infecta principalmente linfocitos TCD4+, regulado-
res de linfocitos B, de la expansión de LTC y de la activación de macrófagos. En el portador asintomático el 1
a 2% de los linfocitos periféricos están infectados; en paraparesia espástica, alrededor de 10%. Este virus
integra su material genético en el celular, sin existir un sitio único o preferencial. HTLV-I, al contrario de VIH,
estimula a los linfocitos T a proliferar descontroladamente.
Posee la organización de un retrovirus, con genes pol, env, gag y otros denominados pX. Éstos median
la transformación celular activando la transcripción de genes celulares que participan en el control de la pro-
liferación. También posee un gen tat que permite la activación de la transcripción celular. La transformación
ocurriría por la activación de tat sobre genes de control proliferativo los que, al aumentar su actividad mitótica
y estar expuestos a cambios génicos adicionales, podrían activar proto-oncogenes.
La infección viral precede la aparición de la leucemia en 20 a 30 años. Se pueden reconocer estados
premalignos, diferentes en su grado de clonalidad, en el aumento del recuento linfocitario, en la clonalidad u
oligoclonalidad del sitio de integración y en características clínicas (lesiones cutáneas). En pre-leucemia se
puede detectar un sitio de integración monoclonal y elevación del recuento linfocitario. En células leucémicas
se observan varias translocaciones cromosómicas, pero ninguna única.
La participación más relevante del HTLV-I en la leucemia de células T es la expansión del conjunto de
linfocitos en replicación.
46
Clase XI: Infección Persistente Crónica, VIH.
I.- Epidemiología:
Es una pandemia que se transmite vías sexual, parenteral y vertical, en orden de predominancia. En
occidente se da mayormente en homosexuales, drogadictos endovenosos y hemofílicos. En África se da entre
heterosexuales (relación hombres/mujeres infectados cercana a 1). Hay alrededor de 40 millones de infecta-
dos con cualquiera de los 10 subtipos en el mundo. Las regiones de mayor prevalencia son el África sub-
sahárica, hacia el sur y el sudeste asiático. Se ha logrado disminuir la primoinfección en países desarrolla-
dos gracias a campañas de prevención (sexo seguro y anti-drogas).
En Chile, presente desde 1984, los infectados son predominantemente hombres, aunque se tiende a la
feminización (de 15/1 ha llegado a ser 8/1 la relación hombres/mujeres). En países desarrollados se observa
una mayor prevalencia en hombres que en mujeres (infección tipo 1), mientras que en los en desarrollo se
ve a la inversa (infección tipo 2). El 85% de los infectados se encuentra entre los 20 y 49 años. Ha habido
un aumento en la incidencia en heterosexuales: relación homo o bisexual/heterosexual de 7/1 entre 1984 a
1989, pasó a ser de 3,2/1 entre 1990 a 1995. La transmisión por transfusiones se ha controlado por diagnós-
tico en bancos de sangre, pero hay un aumento lento de la transmisión por drogas e.v. Baja transmisión
vertical (70 casos).
III.- Patogenia:
Se adsorbe a LTCD4 por el receptor CD4. Se disemina ampliamente pues CD4 también está presente
en linfocitos B, macrófagos, células dendríticas, de Langherhans, placentarias, hepáticas, renales, miocárdi-
cas, microglia y astrocitos. A él se una gp120 la que se desplaza o cliva y se separa de gp41 permitiéndole
interactuar con correceptores (CCR-5 y CxCR-4, principalmente), determinando la fusión de membranas.
Es así como persona que tienen variaciones en sus receptores de quimioquinas son genéticamente resis-
tentes. Distintas cepas tienen mayor afinidad por linfocitos o por mononucleares, según esto tendrán distintas
velocidades de evolución (M-Tropic HIV –probable debut con patología de SNC-, L-Tropic HIV y Dual-Tropic
HIV).
Luego del denudamiento, el ADN viral sintetizado en el citoplasma se circulariza y puede integrarse al
genoma celular formando un provirus, sin necesariamente convertir a la célula en productora. Según las
interacciones de los elementos reguladores virales y celulares puede establecer latencia, crecimiento lento o
replicación activa. La replicación se activa por genes reguladores virales (tat, rev), celulares (factor nuclear o
citoquinas) u otros virus.
En las primeras 24 horas del ingreso del virus hay producción de mensajeros cortos o tempranos que
codifican para las proteínas reguladoras como tat, que acelera el proceso, y rev, que hace switch permitiendo
la salida de mensajeros largos (poliproteína con env, gag y pol que luego es clivada) estableciendo un
ciclo de alta producción viral. Las glicoproteínas migran a la membrana celular y los nuevos virus salen por
yemación. Fuera de la célula la proteasa viral cliva los precursores de las proteínas del core, formando la NC
y el virión.
47
IV.- Clínica:
En primoinfección puede ser asintomático o dar síntomas inespecíficos, similar a MNI o gripe en 70%
de los casos (con alta producción viral). La infección primaria puede ser controlada produciendo Ig anti-gp120
y anti-p24. Se forman poblaciones heterogéneas por la alta tasa de error de la TR (1 cada 1000 bases). Las
variantes de crecimiento rápido colonizan órganos, especialmente linfoides. Las de crecimiento lento se
establecen en macrófagos y monocitos en vacuolas, permitiendo la persistencia y diseminación. La disemi-
nación puede ser también por fusión de membranas por unión de gp120 de célula infectada con CD4 de una
sana.
La respuesta inmune disminuye la cantidad de virus circulante hasta ser indetectable en sangre en 1
mes. El individuo es portador asintomático, pero con las Ig anti-proteínas (permite el diagnóstico) por alrededor
de 7 años. La replicación permanece activa en tejido linfoide determinando la infección crónica.
Hay varios mecanismos de destrucción de los LTCD4:
- Efecto citopático (formación de sincicios y lisis).
- Citotoxicidad por acumulación de ADN viral no integrado.
- Lisis de LTCD4 sanos que se unen a gp120 soluble y a gp120 de células infectadas por LTC, natural
killer o por anticuerpos.
- Autoinmunidad por mimetismo entre proteínas virales y MHC.
- Apoptosis mediada por proteínas virales.
- Desaparición de clones de linfocitos T por acción de proteínas virales como súper antígenos.
Estos procesos son irreversibles, destruyen también la red de células dendríticas en los ganglios donde
se confina la actividad replicativa determinando viremia y la caída en el número de LTCD4 hasta menos de
200 células/ml, conformando el SIDA. El organismo queda sin protección ante oportunista o tumores.
V.- Diagnóstico:
Se realiza por detección de Ig por ELISA, útil también en screening. Requiere confirmación por IF o
Western Blot. También se puede realizar por detección de proteínas o antígeno p24, especialmente en el
período de ventana (entre el ingreso del virus y la aparición de respuesta) y en etapa SIDA. La detección del
provirus se puede hacer por PCR.
48
NC Icosaédrica
Manto Sí, con espículas
Antígenos importantes Manto: gp120 (adsorción), gp41 (fusión), NC: p24 (diagnóstico), p17
Pandemia; masculino tiende a feminizarse; homo y bisexual tiende a he-
Epidemiología
terosexualizarse
Mecanismo de transmisión Sexual, parenteral, vertical
Tipo de infección Generalizada, persistente crónica
Primoinfección: similar a mononucleosis o gripe; Cronicidad:7 años con
Clínica
bajos niveles, luego aumento y caída de LTCD4 a menos de 200/ml
Complicaciones Infecciones oportunistas, cánceres
ELISA para Ig anti-gp120 o anti-p24, confirmado por IF o WB; detección
Diagnóstico
de p24; PCR (detección de provirus)
Tratamiento AZT + DDC o DDI (u otro antirretroviral análogo) + Inhibidor de proteasa
Vacuna No tiene; AZT para evitar transmisión vertical
49
Clase XII: Infecciones Virales de Piel y Mucosas.
Entre los virus que provocan afectación cutánea diferentes virus pueden producir un mismo síndrome,
o un mismo virus puede ser causa de distintos síndromes. Algunos pueden penetrar por la piel y mucosas,
otros ingresan vía respiratoria o digestiva. Las manifestaciones clínicas pueden ser producto de la replicación
en células de la epidermis o como un efecto secundario. Los que dan enfermedades cutáneas en forma pri-
maria son: Virus papiloma humano, algunos herpesvirus (ya descritos) y los virus pox humanos y de
algunos animales. En forma secundaria afectan la piel: sarampión, rubéola, enterovirus, parvovirus B19,
retrovirus y en algunos casos de VHB.
Estructura: virus ADN circular doble hebra, NC icosaédrica y sin manto (similar a adenovirus).
Epidemiología: de distribución mundial, considerada la principal ETS. En Chile hay una prevalencia
en mujeres mayores de 17 de un 15,6%, 35% en menores de 25 y menos de 10% en mayores de 50.
Patogenia: produce infecciones locales y persistentes. Origina tumores epiteliales y se asocia a neo-
plasias genitales. Su replicación está ligada a diferenciación celular. En las capas profundas del epitelio sólo
se expresan regiones tempranas del genoma, las tardías se expresan en las células diferenciadas cercanas
a la superficie. En las lesiones benignas el ADN se encuentra episomal; en las malignas, éste se integra
alterando sitios de regulación de la replicación y transcripción donde las proteínas virales E6 y E7 interactúan
con las proteínas de regulación del ciclo celular. Esto origina una transformación celular.
Se transmite por contacto estrecho. Incuba por semanas a meses. Las partículas virales se liberan
cuando las células llegan al estado de queratinocitos maduros.
Clínica: existen más de 100 tipos que infectan epitelios escamosos en distintas partes del cuerpo, con
una marcada especificidad por distintas localizaciones. Así el tipo 2 se asocia a la verruga vulgar de manos,
brazos y piernas; los tipos 6 y 11 a condiloma acuminado genital y a papilomatosis laríngea; tipos 16 y
18 se asocian a neoplasias de cuello uterino, pene y ano.
Diagnóstico: estudio a nivel molecular por imposibilidad de cultivar. Se detectan antígenos por métodos
inmunohistoquímicos como inmunoperoxidasa. Se detecta el ácido nucleico por hibridación con sondas o
por PCR.
Tratamiento y profilaxis: sin tratamiento específico más allá de la destrucción química o física de las
lesiones visibles. Sin vacuna efectiva.
Diagnóstico: clínico y en algunos casos por un frotis que muestra queratinocitos con inclusiones in-
tracitoplasmáticas (cuerpo de molusco).
50
III.- Infecciones Zoonóticas por Virus Pox:
Orf o estima contagioso y el nódulo del ordeñador. Se ve en pacientes que contactan lesiones o
secreciones de ovinos o bovinos infectados, respectivamente. Se presenta con nódulos de más de 1 cm.,
generalmente en manos, asociado a linfadenopatía, linfangitis y fiebre. Autorresolutivos en 4 a 6 semanas.
Epidemiología: en 1977 se identificó el último caso y en 1979 se declaró erradicada. Posee sólo un
serotipo.
Patogenia: poseen enzimas propias que le permiten replicar en el citoplasma, produciendo cuerpos
de inclusión (sitios de replicación). Las nuevas partículas salen por microvellosidades y el manto se adquiere
por síntesis de novo.
Clínica: fiebre alta con un exantema vesiculoso hemorrágico generalizado que dejaba cicatrices.
Su mortalidad por neuropatía era del 30%.
Estructura: virus ARN monohebra negativo, NC helicoidal, con manto con 3 proteínas: M, hacia el
interior del manto, no es glicosilada; hacia el exterior y glicosiladas se encuentran gpHN (hemaglutinina y
neuraminidasa, responsable de la adsorción) y gpF (de fusión y permite la formación de sincicios).
Epidemiología: en todo el mundo, es la primera causa de muerte por una enfermedad prevenible por
vacunación. Su letalidad alcanza un 3 a 6%, principalmente lactantes entre 6 y 11 meses y niños con malnu-
trición. La estrategia en América es mantener altos niveles de inmunidad en niños y detener la cadena de
transmisión. En 1964 el programa de vacunación a los 8 meses de edad redujo la incidencia en 180%, pero
la vacunación tan temprana tenía la complicación de que, al usarse una vacuna atenuada a virus completo,
los IgG maternos aún presentes pueden interferir. En 1983 se inició la vacunación al año de edad y en 1990
se incorporó la Trivírica, con refuerzo a los 6 años. Luego de interrumpir la transmisión se produjo un cambio
en el perfil epidemiológico, desplazándose de niños en edad escolar a grupos no vacunados: menores de 1
año y mayores de 20. El último caso registrado en Chile fue en 2003 de un chileno procedente de Japón.
Existe un solo serotipo y el hombre es su único reservorio.
Patogenia: altamente contagioso, se transmite vía respiratoria y conjuntival por medio de aerosoles.
Incuba por 11 días. Su transmisión es mayor a los 1 a 3 días de iniciado el cuadro clínico. Desde la puerta de
entrada desarrolla una viremia primaria llegando al SRE, desde donde realiza una viremia secundaria al-
canzando los órganos blanco: piel y eventualmente otros como SNC. Induce una respuesta humoral y celular
completa y duradera. También puede replicar en macrófagos y linfocitos, pudiendo inducir depresión transito-
ria de la inmunidad celular (por anergia).
Clínica: luego de la incubación sigue un pródromo por 2 a 3 días con fiebre, coriza, conjuntivitis,
fiebre y enantema (manchas de Koplik). Luego se establece un exantema morbiliforme (macular o macu-
lopapular muy eritematoso y confluente). Se inicia detrás de las orejas y en la frente y se extiende a cara,
cuello, tronco y extremidades en 3 días. Luego de 5 a 6 días el exantema desaparece dejando una fina des-
camación.
51
Eventualmente es letal por compromiso respiratorio. Otras complicaciones son la sobreinfección bacte-
riana o viral (respiratorias altas o bajas). La meningoencefalitis por sarampión (15% de mortalidad) puede
presentarse en la evolución aguda de la enfermedad o de aparición tardía (enfermedad desmielinizante por
hipersensibilidad retardada). La panencefalitis esclerosante subaguda es una infección lenta en el SNC,
infrecuente, tardía y mortal.
Diagnóstico: confirmado por el ISP. La serología permite el diagnóstico de infección aguda por ELISA
e IHA. El aislamiento en cultivo desde una muestra de orina permite el estudio del tipo viral.
Tratamiento y Profilaxis: vacuna antisarampión es a virus vivo atenuado (en la Trivírica con la antiru-
béola y antiparotiditis). Sin tratamiento específico.
Estructura: virus ARN monoténico positivo, NC icosaédrica, con manto con espículas formadas por las
proteínas E1 y E2 que inducen respuesta inmune protectora.
Epidemiología: previo a la vacuna mostraba un ascenso sostenido. Desde 1990, cuando se introdujo
la vacuna SPR, hasta 1996 hubo un descenso paulatino de la incidencia que afectaba principalmente a me-
nores de 10 años. En 1997 se observó un repunte en la incidencia con un desplazamiento de la edad hacia
adolescentes y adultos jóvenes (10 a 29 años), por lo que en 1999 se realiza una campaña de vacunación
dirigida a mujeres entre 10 y 29 años, para evitar el síndrome de rubéola congénita (SRC).
Se presenta generalmente en primavera, asintomática en el 50% y de moderada contagiosidad. En
infectados su evolución es benigna, pero de alto riesgo en el primer trimestre del embarazo. El hombre es su
único huésped y tiene un solo serotipo.
Patogenia: se transmite por vía aérea por medio de secreciones respiratorias y se elimina desde una
semana antes del exantema y hasta 2 semanas después de finalizado. Ingresa al aparato repiratorio, multi-
plicándose en éste y en nódulos linfáticos. Se desarrolla una viremia que permite que el virus llegue a piel,
SN, aparato respiratorio y otros órganos. Incuba por 14 a 21 días.
Diagnóstico: el clínico no es de certeza, se debe confirmar por métodos serológicos como ELISA para
IgM (notificado al ISP). En niños con SRC se debe detectar IgM antes de los 6 meses; el virus puede ser
aislado de LCR, lágrimas, orina y secreciones faríngeas hasta por un año. Se puede usar IHA para detectar
IgG (pudiendo además cuantificar los títulos.
Profilaxis y Tratamiento: existe vacuna a virus atenuado (SPR), destinada a la prevención de la in-
fección congénita. Sin antivirales específicos.
52
VII.- Parvovirus B-19 (parvoviridae):
Estructura: virus ADN de hebra simple, NC icosaédrica, sin manto. Su proteína VP1 es el 96% de los
capsómeros estaría involucrada en adsorción.
Patogenia: se transmite vía aérea. Integra su genoma en células que presentan el antígeno P en su
membrana: precursores eritroides, endoteliales, miocárdicas y megacariocitos. Se expresa en el trofo-
blasto en mayor cantidad al inicio de la gestación. No se sabe si es capaz de establecer persistencia, aunque
se ha detectado su genoma en piel, médula ósea, testículo y células sinoviales. Incuba por 4 a 14 días.
Clínica: es agente causal del eritema infeccioso. También se le ha asociado a artritis inflamatoria,
anemias hemolíticas, trombocitopenia, neutropenia, miocarditis, hidrops y muerte fetal. 25 al 30% son
infecciones subclínicas. Luego de la incubación y de un período prodrómico (fiebre, leve CEG y mialgias)
aparece rubor en las mejillas (enfermedad de la cachetada), exantema reticulado en extremidades por 1
a 3 semanas, aumentando con el calor, el stress y el ejercicio. En adultos (especialmente mujeres) puede
complicarse con artritis por depósito de complejos inmunes. En pacientes con problemas hematológicos de
base puede generar crisis aplásticas transitorias, también neutropenia y trombocitopenia. La transmisión
transplacentaria (que ocurre en 33 a 50% de los casos), puede producir anemia severa y muerte fetal. En
inmunodeficiencias congénitas se puede desarrollar infección persistente originando cuadros de eritroblas-
topenia (anemia crónica severa).
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Papiloma Humano Molusco Contagioso Viruela
Familia Papovaviridae Poxviridae
Ac. Nucleico ADN doble ADN doble
NC Icosaédrica Compleja
Manto Sin Con
Antígenos o
E6 y E7: interacción con proteí-
proteínas im- ¿? ¿?
nas de regulación del ciclo
portantes
Lesiones benignas: genoma
Patogenia ––––– –––––
episomal; malignas: integrado
Transcriptos tempranos en es- Replicación intracitoplasmá-
Ciclo tratos basales; viriones en los ––––– tica, componentes de síntesis
superficiales de novo
Mundial; principal ETS, mayor Erradicada, último caso en
Epidemiología –––––
prevalencia en mujeres 1977
Edad de mayor
Mujeres en edad fértil Menores de 5 años –––––
susceptibilidad
Sexual (adultos), contacto di-
Transmisión Sexual ¿?
recto con lesiones, fomites
Incubación ––––– 2 a 7 semanas ¿?
Tipo de infec-
Local Local Generalizada
ción
Fiebre, exantema vesiculoso
Tumores epiteliales y Pápulas cuculiformes de centro
Cuadro hemorrágico generalizado,
neoplasias genitales deprimido
neumopatía
Verrugas, condiloma acumi-
nado y papilomatosis laríngea
Enfermedad Molusco contagioso Viruela
(6 y 11), neoplasias de cuello
uterino, pene y ano (16 y 18)
Complicacio- Diseminada en inmunocom- Alta mortalidad por
–––––
nes promiso neumopatía
No se cultiva; inmunohisto-
Clínico; frotis con queratinoci- Clínico; microscopía
Diagnóstico químicos (inmunoperoxidasa);
tos con cuerpo de molusco electrónica
ADN por hibridación o PCR
Tratamiento Destrucción de lesiones Cidofovir Methiazone (descontinuado)
Vacuna No tiene No tiene A virus vaccinia vivo
54
Sarampión Rubéola Parvovirus B-19
Familia Paramyxoviridae Togaviridae Parvoviridae
Ac. Nucleico ARN monohebra - ARN monohebra + ADN monohebra
NC Helicoidal Icosaédrica Icosaédrica
Manto Con Con, espiculado Sin
M (interior del manto), gpHN
Antígenos o
(hemaglutinina, neuraminidasa VP1 (adsorción), NS1 (apopto-
proteínas im- –––––
y adsorción), gpF (fusión y sin- sis de eritroblastos)
portantes
cicios)
Integra el genoma (en células
con antígeno P: precursores
Patogenia ––––– SRC: paso transplacentario
eritroides, endoteliales, miocár-
dicas, megacariocitos)
Vía respiratoria y conjuntiva –
Vía respiratoria y linfonodos –
viremia primaria – SRE - vire-
Ciclo viremia – piel, SN, aparato res-
mia secundaria – aparato respi-
piratorio, órganos blanco
ratorio, piel, SNC y otros
Mundial; seroprevalencia 90%
En primavera; benigna excepto en adultos, en brotes familiares
Epidemiología Mundial; 3 a 6% de mortalidad
en embarazo o comunitarios, en primavera e
invierno
Prevacuna: escolares; postva- Prevacuna: menores de 10
Edad de mayor
cuna: niños entre 6 y 11 meses, años; post vacuna: 10 a 29 Preescolares y escolares
susceptibilidad
malnutridos y mayores de 20 años
Transmisión Vía aérea por aerosoles Vía aérea ¿?, vertical
Incubación 11 días 14 a 21 días 4 a 14 días
Tipo de infec- Generalizada (¿aguda o persis-
Generalizada Generalizada
ción tente?)
Exantema morbiliforme (má- Fiebre baja y exantema ro-
culo- maculopapular, eritema- sado no confluente, luego des- Rubor en mejillas, exantema
Cuadro
toso) confluente, luego des- cama; cataratas, cardiopatía reticulado en extremidades
cama congénita y sordera en SRC
Enfermedad Sarampión Rubéola Eritema infeccioso
En embarazo: abortos, mortina-
Muerte por compromiso respira-
tos, malformaciones, bajo peso, Artritis, anemias hemolíticas,
torio, sobreinfección, menin-
Complicaciones hipoplasias, ductus arterioso trombo y neutropenia, miocardi-
goencefalitis, panencefalitis
persistente, hepatomegalia, tis, hidrops y muerte fetal
esclerosante subaguda
trombocitopenia, púrpura (SRC)
Clínica + detección de IgM por
ELISA (en SRC, primeros 6 No se cultiva; detección de IgM
Serología por ELISA, IHA; ais-
Diagnóstico meses a partir de LCR, lágri- anti-B19 por ELISA y RIA;
lamiento en cultivo
mas, orina, secreciones farín- PCR
gea), IHA para IgG.
Tratamiento No tiene No tiene No tiene
Vacuna PAI, a virus vivo (Trivírica) No tiene
55
Capítulo XIII: Virus Neurotrópicos y Priones.
Las infecciones virales pueden comprometer el SN en el curso de una infección generalizada o afectarlo
primariamente. Afectan al SN virus convencionales y no convencionales (con naturaleza molecular no bien
definida).
Pueden ser adquiridas directamente por traumatismos o iatrogenia (procedimientos clínicos como
punción lumbar y cirugía), por contigüidad, vía hematógena (lo más común) y vía neural (ej: VHS1 y virus
rábico).
Las lesiones en órganos blancos corresponden a acción directa sobre neuronas y estructuras adya-
centes, o indirecta, con destrucción de células que expresen antígenos virales en sus superficie.
La mayoría de los virus que afectan el SN son capaces de infectar diferentes tipos celulares, lo que
clínicamente se ve en que un mismo virus puede producir compromiso encefálico y meníngeo (meningoen-
cefalitis). Otros tienen una alta especificidad como el virus polio (neuronas motoras) o el rábico (neuronas
del sistema límbico).
Los síndromes y manifestaciones clínicas dependen de la naturaleza del agente viral.
Meningitis viral: inflamación meníngea y del espacio subaracnoídeo. En general benigna, de baja mor-
talidad, autolimitadas y con pocas secuelas. Son meningitis linfocíticas agudas, menos graves que las bac-
terianas. Su sintomatología es fiebre, cefalea, vómitos, rigidez de nuca y compromiso de conciencia
variable, aunque depende del estado inmunológico del paciente y su edad. El estudio del LCR revela un
líquido claro, con pleiocitosis linfocítica leve a moderada, elevación de proteínas y glucorraquia normal.
En EEUU las etiologías son enterovirus, arbovirus, VHS-2, VVZ, CMV, VEB y parainfluenza.
En Chile uno de los agentes más frecuentes era el virus parotiditis, que llegaba por viremia. El paciente
refería paperas recientes o se encontraba en un brote epidémico (predominaba en primavera). En ocasiones
puede extenderse al encéfalo provocando una meningoencefalitis, de pronóstico más reservado, o produ-
ciendo secuelas como hipoacusia (sordera). Se dispone de una vacuna viva atenuada.
Algunos enterovirus (familia picornaviridae, géneros enterovirus, Rhinovirus, hepatovirus y otros) pue-
den alcanzar el SN, especialmente el virus polio que replica en el tracto digestivo y llega al SN vía neural. A
nivel neuronal produce necrosis. Actualmente es el principal agente productor de meningitis viral (60 a 90%).
Se presenta en el verano y hasta principios de otoño. En el adulto y niños es una infección benigna, pero en
el recién nacido tiene un 10% de mortalidad por producir una infección sistémica (76% de secuelas). En
general, el ascenso a las meninges es por vía neural o hematógena (esta última en enterovirus). Pasa a
través de los plexos coroídeos, vasos meníngeos o cerebrales por medio de infección de las células endote-
liales, endotelio dañado, paso pasivo por canales o por llegada al endotelio de leucocitos; se produce una
reacción inmune que altera la permeabilidad de la BHE. Se transmite vía fecal-oral , con excreción naso-
faríngea por 14 días y por semanas a meses por las deposiciones. Se diagnostica por aislamiento a partir de
deposiciones, aspirado faríngeo, LCR, sangre, lesiones mucocutáneas vesiculosas, etc.; al verse ECP (célu-
las redondas y pequeñas y lisis) se deben realizar pruebas confirmatorias con Ig. También se realiza serolo-
gía (complicada por el gran número de serotipos) o técnicas rápidas como RT-PCR de LCR.
El VHS-2 causa meningitis como complicación de la primoinfección genital (5% de los primoinfectados).
Es causa del 11% de las meningitis en hombres y del 36% en mujeres.
56
En recién nacidos la causa principal es VHS-2, generalmente al pasar por el canal de parto infectado.
Alcanza el SNC por una infección generalizada que puede incluir compromiso mucocutáneo o visceral.
La encefalitis tiene un 38% de secuelas mínimas y 53% de secuelas graves o muerte.
Rabia: zoonosis transmitida al hombre por saliva a través de la mordedura de un animal infectado.
Infecta al SNC vía neural desde los ganglios periféricos correspondientes al sitio de inoculación. Replica en
el SNC, dirigiéndose nuevamente al resto del organismo, en especial a las glándulas salivales. Su tiempo de
incubación depende de la distancia entre la mordedura y el SNC (1 a 3 meses). El daño es directo. Se diag-
nostica por IF para antígenos en células nerviosas. Se trata con la administración de la vacuna antirrábica,
pues durante la incubación no ha estado expuesto el virus al sistema inmune. Ésta es más urgente mientras
más cerca del cerebro se haya inoculado el virus.
Parálisis: enfermedad paralítica o poliomielitis es una lesión del SNC con pérdida de funciones mo-
toras y/o sensitivas. El virus polio es el que más se ha asociado a ésta por daño directo, fundamentalmente
sobre neuronas motoras. En Chile la vacuna a virus vivo atenuada logró erradicarla. Los nuevos casos de
parálisis se asocian a enterovirus no-polio o virus vacuna polio. La infección por virus polio se presenta se
3 formas:
- Asintomática: (90 a 95%) virus ingresa a orofaringe e intestino, se multiplica y luego es eliminado por
deposiciones. Desarrolla respuesta inmune contra el tipo infectante.
- Infección menor o polio abortiva: (4 a 8%) compromete amígdalas, ganglios cervicales, placas de
Peyer y SRE. Simula un estado gripal (fiebre, cefalea, mialgias, dolor abdominal).
- Infección mayor o polio paralítica: (1 a 2%) sobrepasa el SRE y por una viremia secundaria llega al
SNC. Si la diseminación es meníngea da meningitis aséptica; si afecta la sustancia gris del encéfalo y mé-
dula espinal comprometerá células motoras, principalmente del asta anterior produciendo encefalitis o, más
frecuentemente, parálisis fláccida asimétrica, indolora y con secuelas motoras.
57
Encefalomielitis postinfección o inmunización: se presenta después de 7 a 10 días de la exposición
y comprometen la sustancia blanca (leucoencefalitis) produciendo desmielinización del encéfalo y la mé-
dula. El mecanismo de lesión indirecto que sería por que el virus arrastra mielina en su manto durante la
yemación y el sistema inmune monta una respuesta contra ella, también hay semejanza entre los antígenos
virales y la mielina. Otra teoría es que la lisis de la célula expone antígenos celulares internos que se recono-
cen como extraños. Estas encefalitis tienen mejor pronóstico que las agudas.
58
Encefalopatías Espongiformes y Priones.
El prión es una estructura proteica carente de ácido nucleico y con capacidad de replicarse (o amplifi-
carse). Existe una proteína prión normal en las membranas de células nerviosas, codificadas por un gen
celular presente en el cromosoma 20. Se transformarían en anormales por cambios conformacionales deter-
minados por una proteína prión alterada (pasa de α-hélice a β-plegada). La acumulación de éstas o disminu-
ción de las normales produciría la enfermedad.
Son altamente resistentes a agentes físicos y químicos, requiriendo elevadas temperaturas por períodos
prolongados para su inactivación. El hipoclorito de sodio al 2% por 2 horas ha demostrado efectividad.
Enfermedad de Kuru: ataxia cerebelar y alteraciones cerebrales, que llevan a completa incapaci-
dad motora y muerte en menos de 1 año. La demencia puede presentarse en la fase terminal. En las lesiones
cerebrales se presentan placas con depósitos amiloides y de prión. Se presentaba en mujeres y niños de
tribus de Nueva Guinea.
Encefalopatías en animales: scrapie es una infección del ganado ovino y caprino por priones. Se
transmite por contacto directo o indirecto entre animales y frecuentemente se adquiere al nacimiento. La en-
cefalopatía bovina espongiforme (BSE) enfermedad fatal que afecta a los vacunos y puede transmitirse al
humano. Se presenta con ataxia progresiva del tren posterior (vacas locas). Posteriormente se observó una
variante de Creutzfeldt-Jacob en personas jóvenes (20 a 35 años) con mayor sintomatología psiquiátrica,
relacionado con el consumo de carne de vacunos con BSE, aunque no se ha demostrado la infección del
humano por la ingestión de carne contaminada.
59
Sección II:
Microbiología
60
Primera Parte: Generalidades
La célula procarionte (bacterias) posee un citoplasma que carece organelos y sistemas de membranas
(retículo endoplasmático). Su envoltura es más compleja, posee membrana celular y pared celular, y frecuente-
mente cápsula. Entre las estructuras bacterianas se cuentan las constantes (esenciales para la vida de la bacteria)
y las accesorias (que les otorgan ventajas adaptativas).
Citoplasma
Pared Celular
Constantes Membrana Celular
Cromosoide (nucleoide)
Mesosomas
Cápsula
Accesorias Flagelos
Fimbrias
Citoplasma: gel de alta presión osmótica. De aspecto granular al microscopio electrónico por el alto conte-
nido de ribosomas e inclusiones de materiales nutritivos (almacenados en forma insoluble). En el centro el material
genético se organiza en el nucleoide: cromosoide único de ADN doble hebra circular compactada por sobre-
enrrollamiento gracias a topoisomerasas y proteínas tipo-histonas.
Membrana Celular: es la principal barrera de permeabilidad. Contiene las proteínas y otros componentes
de la respiración celular y fosforilación oxidativa. Es el soporte para la síntesis de proteínas y enzimas en general
y de la síntesis y translocación de macromoléculas externas que forman la pared y los exopolisacáridos. A diferen-
cia de las membranas eucariontes, no poseen colesterol
El mesosoma, ubicado en al menos 2 localizaciones, se forma de un plegamiento de la membrana. Le da
anclaje al cromosoide y participa en su separación luego de la replicación, formando un septum que dividirá a las
células hijas.
61
Pared celular: es el soporte que le otorga protección física y contra el shock osmótico a la bacteria, dada
su hipertonicidad. Algunos de sus componentes participan en la interacción con el hospedero, facilitando su ad-
herencia, protegiendo de la inmunidad innata o estimulando la inflamación. Su componente básico es el peptido-
glicano (PG) o mureína, se dispone como red en torno a la célula. Es compuesto por N-acetil glucosamina y ácido
N-acetil murámico, éste último formado por un tetrapéptido. Las cadenas se unen por medio de los tetrapéptidos
de cada una, inhibido por los antibióticos β-lactámicos. La pared está en todas las bacterias excepto Mycoplas-
mas.
- Pared celular en Gram positivas: el PG se dispone en capas dándole grosor, es muy resistente a la tensión
y fuerzas físicas. La atraviesan polisacáridos ácidos: ácidos teicoicos. Los ácidos lipoteicoicos (poliglicerol fos-
fato) se unen a la membrana celular. Los ácidos teicoicos (polirribitol fosfato) se unen al PG. Ambos estabilizan
el PG y captan Mg++. En algunas bacterias tendrían función de adhesinas. Otros componentes tienen importancia
antigénica o clínica. Dentro de las gram (+) se encuentran los Staphylococcus y Streptococcus.
- Pared celular en Gran negativos: más delgada pero más compleja, es impermeable pero proporciona poca
resistencia física. PG, se dispone en una sola capa, fuera de la que se encuentra una membrana externa, a la
cual están anclados los PG por la proteína de Brown. La membrana externa es asimétrica: su monocapa interna
es fosfolipídica; la externa es formada por lipopolisacárido (LPS) que está integrado por un lípido A (el más
interno, complejo con el que forma la bicapa con los fosfolípidos, responsable de la toxicidad del LPS), el core
(oligosacárido) y el antígeno O (polisacárido), esto excepto en Haemophilus el que sólo tiene el lípido A, sin los
azúcares externas. El LPS es una endotoxina que se libera cuando la célula se divide o muere; es estimulador de
macrófagos, activando la liberación de citoquinas (causa de las manifestaciones clínicas de los Gram (-) – de fiebre
a shock séptico -). Entre la membrana externa y la celular se encuentra el espacio periplásmico, matriz que
incluye el PG, enzimas captadoras de nutrientes y sustancias de secreción. La membrana externa también tiene
proteínas, especialmente porinas (poros) que permiten el paso de sustancias hidrofílicas y pequeñas (aminoácidos
o disacáridos) (ej en E. coli son OmpC – de poro pequeño, expresada en alta temperatura y osmolaridad – y
OmpF). Son gram (-) los bacilos, Pseudomonas, Neisserias y Haemophilus, entre otros.
Antígeno O
Ácidos Core
Teicoicos
Lípido A
Exopolisacáridos: cubierta que rodea la mayoría de los Gram (-) y (+). Sintetizados en la membrana, atra-
viesan la pared y se establecen afuera. Dos tipos:
- Cápsula: se unen firmemente a la bacteria, son rígidas y excluyen partículas como tinta china. Protege de
la fagocitosis interfiriendo con el complemento. Los polisacáridos capsulares son antigénicos (antígeno K). Por su
estructura fibrilar hidratada, no se tiñe con tinciones habituales; requiere colorantes específicos o tinción negativa
con tinta china.
- Glicocálix: flexible, se une laxamente, se pierde fácilmente. Participa en la formación de biopelículas
(microcolonias rodeadas de glicocálix; ej: colonización de Staphylococcus epidirmidis en prótesis y catéteres).
62
Flagelos: apéndices filamentosos helicoidales, que se emplean en la movilidad bacteriana. Presentes sólo
en bacilos. Se forman por un cuerpo basal y gancho (en la membrana) y un filamento externo (monómeros de
flagelina en cilindro, a diferencia de los de los protozoos que se encuentran dispuestos en forma 9+2). Se ven al
microscopio si se usan tinciones que aumenten su grosor. Su posición puede ser perítrica (rodea toda la bacteria),
monótrica (un flagelo en un polo), lofótrica (un haz de flagelos en un polo) o anfítricas (un haz en cada polo).
Buenos inmunógenos (antígeno H) (en Salmonella 2 genes que codifican flagelos antigénicamente distintos, con
lo que evadiría la respuesta inmune)
Fimbrias: (o pili) microfibrillas que rodean a algunas Gram (-). Se ven sólo al microscopio electrónico. Cons-
tituidas por monómeros de pillina dispuesta en cilindros rígidos o flexibles y con una proteína apical con propieda-
des de adhesina. Son responsables de la adherencia específica. Ej: pili tipo 1 (o comunes) se adhieren a residuos
de manosa en Enterobacteriaceas; fimbrias P en uropatógenos y pielonefritogénicos de E. coli.
Esporas (endospora): forma de vida latente y resistente que se originan en la célula vegetativa y liberan
por lisis. Las generan los Gram (+) Bacillus y Clostridium. En el proceso de esporulación se expresa una nueva
subunidad de la ARN polimerasa que transcribe los genes con este fin. El ADN replica y un cromosoide migra a un
polo, donde se invagina la membrana y lo rodea en una doble capa y con una pequeña cantidad de citoplasma.
Se sintetizan 2 capas de espora entre las bicapas. La interna o corteza es una gruesa capa de PG, y la externa o
cubierta una proteína similar a la queratina, impermeable y rica en enlaces disulfuro. La termorresistencia está
dada por dipicolinato de calcio y por la deshidratación de la espora. Germina al lesionarse la cubierta en un am-
biente propicio. Se iniciaría la captación de agua y se pierde el dipicolinato de calcio; luego se sintetizan las es-
tructuras de la forma vegetativa.
63
Capítulo II: Fisiología Bacteriana.
Las bacterias son muy eficientes fisiológicamente, pues sintetizan rápidamente sus componentes, siendo la
mayoría autosuficientes, sin ayuda de los eucariontes (excepto Chlamydias y Rickettsias) gracias a su genoma
con información para los procesos de duplicación, transcripción y traducción. Sintetizan tanto proteínas estruc-
turales como funcionales (enzimas).
I.- Nutrición:
Aquellas bacterias que se han adaptado a vivir en la superficie de tejidos animales requieren compuestos
más complejos (aminoácidos, vitaminas y bases nitrogenadas) por la carencia de determinadas vías metabólicas.
Las bacterias de vida libre, en cambio, poseen vías mucho más complejas, requiriendo compuestos más simples.
Las bacterias necesitan fundamentalmente:
Agua: más del 80% de su composición, tiene función tampón y como coenzima de hidrolasas.
Fuente de Carbono: las más simples son CO2 y CH4. Las más complejas son aminoácidos, hidratos de
carbono y lípidos. Según la fuente de carbono se clasifican como autótrofas (que utilizan sustancias simples) y
heterótrofas (usan macromoléculas orgánicas). De estas últimas son la mayoría de las patógenas. Algunas bac-
terias parásitas estrictas (gono y meningococo y Haemophilus influenzae) están adaptadas a vivir en una presión
de CO2 alta.
Nitrógeno: es el 10% del peso seco de la bacteria, en la cual se encuentra como grupo amino (R-NH2)
adquiriéndolo como NO3, NO2, N2, NH4 y RNH2. Cumplen un importante rol en el ciclo geoquímico del nitrógeno
las bacterias nitrificantes.
Azufre (S): útil para la síntesis de aminoácidos azufrados (cisteína y metionina), vitaminas (biotina y tia-
mina); es obtenido del SO4.
Dadores y Receptores de H2: para obtener la energía requiere de sustratos oxidables y aceptores finales
de electrones. Ej: glucosa como dador y O2 como receptor.
Iones inorgánicos (P, K, Mg): el P es esencial en ácidos nucleicos, ATP, fosfolípidos y coenzimas (NAD y
FAD). Es captado como fosfato o Pi.
Elementos Traza u Oligoelementos (Fe, Cu, Mo, Zn): existen bacterias transportadoras de Fe (sideró-
foros) que compite con la lactoferrina y transferrina del hospedero; E. Coli codifica un sideróforo y una entero-
quelina que funciona como receptor para captar las deficiencias de Fe ambientales.
Factores de Crecimiento: son sustancias indispensables para la vida de la bacteria pero que ella es inca-
paz de sintetizar (vitaminas, bases nitrogenadas, aminoácidos y colesterol).
El transporte de los nutrientes, al igual que en la célula eucarionte, puede ser pasivo por medio de simple
difusión o difusión facilitada (por medio de permeasas que actúan como carriers) o activo con energía propor-
cionada por el fosfoenolpiruvato, que por medio de enzimas fosforila el nutriente, introduciéndolo.
La bacteria puede obtener su energía por fuente solar (autótrofas) o química (heterótrofas), en ambos la
energía se conserva como ATP. Las bacterias de importancia médica son quimiosintéticas.
Temperatura: pueden crecer en un amplio rango, pero tienen un estrecho rango de crecimiento óptimo.
Bajo une temperatura mínima de crecimiento la multiplicación se deteriora; sobre la máxima, se produce muerte
por denaturación y coagulación de proteínas. Según su óptimo térmico se dividen en psicrófilas (10 a 20ºC; sólo
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algunas son patógenas – Listeria monocytogenes -), mesófilas (20 a 40ºC; la mayoría de las patógenas cuyo
crecimiento óptimo se produce a los 36ºC), termófilas (50 a 60ºC).
pH: en el interior siempre es neutro. Pueden soportar cambios externos de entre 3 y 4 unidades. Según el
pH se clasifican en basófilas (ej: VIbrio cholerae), neutrófilas (mayor parte de ellas) y acidófilas (ej: Lactobacillus
de la microbiota vaginal el que detiene el crecimiento de patógenos.
Presión Osmótica: soportan un amplio rango gracias a la pared celular. En un medio hipertónico el agua
sale y se produce crenación. Las bacterias halófilas extremas pueden soportar medios con hasta 30% de sales
(las halófilas corrientes entre 2 a 10% - S. aureus -).
III.- Metabolismo:
Las enzimas se clasifican según su lugar de acción. Las endoenzimas comandan y regulan las reacciones
de síntesis y degradación, ej: oxidasas, reductasas y transaminasas. Las exoenzimas para ejercer su función
deben ser transportadas al extracelular en Gram (+) y al espacio periplásmico en Gram (-); degradan macromolé-
culas que por su tamaño no atraviesan las capas superficiales.
Las enzimas pueden ser constitutivas, en la medida en que su síntesis sea independiente del medio ex-
terno, o inducidas, si dependen de la presencia o ausencia de un sustrato. La eficiencia metabólica de las bacte-
rias hace que sus enzimas sean la mayor parte inducidas por medio de operones. Por ejemplo, las bacterias
lactosa (+) poseen un operón Lac (que codifica β-galactosidasa, permeasa y acil-transferasa) en el cual la proteínas
represora es inactivada por la presencia de lactosa (regulación génica positiva). En bacterias histidina (+) el operón
Hist tiene los genes para la síntesis de este aminoácido, donde la proteína represora es activada por la presencia
de histidina (regulación génica negativa).
La mayoría de las patógenas son glucosa (+) excepto los bacilos gram negativos no fermentadores
(BGNNF). La glucosa entra por transporte activo como glucosa-6-P, llega a piruvato y en un ambiente sin O2 sigue
la vía glicolítica y luego la fermentativa llegando a ácido láctico. Con O 2, el ácido pirúvico se descarboxila oxidati-
vamente, llegando a Acetil coA e ingresa al ciclo de Krebs; resultado de la oxidación se liberan H2 que son captados
por NAD y FAD de la cadena respiratoria.
En el metabolismo bacteriano coexisten moléculas que sólo transportan electrones con las que además
transportan protones. Los protones que no son transportados son expulsados, creando un potencial de membrana
de pH y eléctrico. Los protones luego pueden entrar por el complejo ATPasa, haciendo fosforilación oxidativa.
El aceptor final de electrones puede ser O2, nitratos, sulfatos o sustancias inorgánicas. Según esto se clasi-
fican en:
Aerobios Estrictos: su aceptor final es el O2. Son no fermentadores, producen infecciones intrahospitala-
rias. Ej: Mycobacterium tuberculosis.
Anaerobios Estrictos: su aceptor final es una molécula inorgánica (SO4, NO3). El O2 incluso es tóxico
porque carecen de enzimas para degradar sus intermediarios (como superóxido dismutasa y catalasa). Existen
en la piel (base de los folículos pilosos, producen acne), en el tracto digestivo (Bacterioides, mayor comensal de
la flora intestinal), en la cavidad orofaríngea (producen caries, abscesos periodontales, paranasales y cerebrales)
y en el tracto genital (producen vaginosis). Ej: Clostridium perfringens.
Anaerobios Facultativos: pueden vivir con y sin O2. En un medio aerobio lo usan como aceptor final, si se
termina son capaces de cambiar el patrón enzimático. En este grupo se ubica la mayor parte de las patógenas. Ej:
E. coli.
Microaerófilos: aerobios que requieren bajas tensiones de O2. Ej: Helycobacter y Campylobacter.
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un corto tiempo, por lo que algunas bacterias han desarrollado una respiración anaeróbica cuyo aceptor final de
electrones sea un ión como nitrato.
La energía obtenida en estos procesos es usada para el crecimiento, el transporte de nutrientes a través de
la membrana y algunas la usan para movilizarse
En un medio óptimo ningún intermediario es sintetizado en exceso. Esto gracias a la regulación enzimática
que se realiza a nivel de la actividad enzimática (enzimas alostéricas, fosforilación) y de la síntesis enzimática
(regulación de la expresión génica, operones).
IV.- Multiplicación:
Se de nomina crecimiento bacteriano al aumento en el número de bacterias de una población. Se reproducen
normalmente por fisión binaria. Luego de la replicación del ADN la membrana y la pared se invaginan, separando
en 2 el ADN, y los extremos se unen formando 2 células. La mayor parte se divide cada 20 minutos (tiempo de
generación); el bacilo de Koch lo hace cada 24 horas.
En el laboratorio, un cultivo bacteriano puro, en condiciones óptimas, tiene una curva de crecimiento con 4
fases:
BACTERIANO (LOG)
tación, con gran actividad metabólica.
ESTACIONARIA
Logarítmica: luego de 6 horas comienzan a dividirse
CRECIMIENTO
REGRESIÓN
en forma constante y máxima; en el gráfico se ve una línea
recta ascendente hasta las 12 horas.
LOGARÍTMICA
Estacionaria: se produce por la acumulación de de-
sechos metabólicos y reducción de los nutrientes, con lo
que la actividad metabólica decae; se mantiene constante
el número de bacterias hasta las 18 a 24 horas.
66
Capítulo III: Diagnóstico Microbiológico.
Se sustenta en el análisis de la fisiología, inmunología, biología molecular e interacciones parásito-hospe-
dero. Dentro de él se hace diagnóstico etiológico, estudio de susceptibilidad a antimicrobianos y aporte de
información epidemiológica. Para abordar el diagnóstico se puede investigar la presencia del agente o sus com-
ponentes, es decir en forma directa. De forma indirecta sería medir la respuesta inmune.
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Detección de antígenos mediante inmunoensayos: se realiza la detección del agente entero o de sus
componentes por reacciones antígeno-anticuerpo. Entre las más usadas se encuentran las técnicas de enzima-
inmuno-ensayo (ELISA) en la que se realiza la detección del antígeno por medio de un anticuerpo acoplado a
una enzima para revelar su presencia. En la inmunofluorescencia (IF) el principio es el mismo. Sólo que se
emplea un compuesto fluorescente en lugar de una enzima como marcador. Se hace detección de antígenos en,
por ejemplo, la faringitis estreptocócica por el riesgo de enfermedad reumática.
Detección del ADN: por medio de hibridación con sonda o PCR con ADN polimerasas termoestables y
partidores de oligonucleótidos complementarios a las secuencias de los extremos del ADN blanco. Es útil en la
detección de genes de virulencia o islas de patogenicidad. Actualmente se está usando el Microarray en el que un
soporte tiene sondas para el ADN de distintos patógenos (detalle de las técnicas en el capítulo “Diagnóstico Viral”
de la sección de Virología).
Detección de anticuerpos específicos (serología): la medición de IgM indica una infección reciente. La
de IgG puede mostrar un proceso agudo si se toman dos muestras seriadas separadas por 15 días (en etapa
aguda y convalecencia). Se considera positivo si hay conversión de negativo a positivo o si aumentan los títulos
en 4 diluciones. Se usan en el diagnóstico de bacterias no cultivables (como Treponema pallidum), en elevado
riesgo biológico (como Legionella), cuando no es posible implementar técnicas del laboratorio de rutina (Chlamy-
dias, Mycoplasmas) o luego de terapia antimicrobiana previa. Los resultados pueden ser afectados por el estado
del paciente, la técnica usada y el momento de obtención. Lo más usado es ELISA, IF y Western Blot.
El diagnóstico indirecto presenta algunos problemas técnicos: la producción de Ig depende de la edad y de
la presencia de compromiso inmune, además del test serológico usado. La ausencia de Ig no descarta la etiología
pues puede haber poca inmunogenicidad o el uso de técnica o momento de obtención inadecuados.
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V.- Información Epidemiológica:
El estudio microbiológico nos permite mantener una vigilancia de los agentes más prevalente, contar con
un registro de su comportamiento frente a antimicrobianos y escoger la terapia empírica local más adecuada.
Actualmente se ha agregado la epidemiología molecular basada en el análisis del ADN bacteriano.
Anaerobios Estrictos
Aerobios y Anaerobios
Morfología Gram (usualmente comensa-
Facultativos
les)
Staphylococcus, Strepto-
Peptococcus, Peptostrep-
+ coccus, Micrococcus, En-
Cocos tococcus
terococcus
- Neisseria Veillonella
Esporulados: Bacillus Clostridium
No Esporulados: Coryne-
+ Propionibacterium, Eubac-
bacterium, Listeria, Lacto-
terium, Bifidobacterium
bacilos
Enterobacterias: Escheri-
chia, Klebsiella, Salmone-
Bacilos lla, etc.
No fermentadores: Pseu- Bacterioides, Prevotella,
- domonas, Acinetobacter, Porphyromonas, Fusobac-
etc. terium
Fastidiosos: Haemophilus,
Bortedella, Brucilla, Pas-
teurella
α-hemólisis (parcial,
β-hemólisis (total, se
se ve verdosa)
Sensibilidad a Furazolidona (+) ve transparente)
S. viridians, S. pneu-
Staphylococcus SBHG: A (S. pyoge-
moniae
nes), B (S. agalac-
Sensibilidad tiae), C, F, G γ-hemólisis (no he-
a Furazoli- molítico)
dona (-) Bacitra- Enterococcus,
Coagulasa Micrococcus cina o Sensibili- Sensibili- Streptococcus
Bacitracina
Coagulasa DNAsa (-) S. PYR (+) dad a Opto-dad a Opto-
o PYR (-)
DNAsa (+) epidirmidis, S. S. pyoge- quina (+) quina (-)
SBHGB,
S. aureus saprophyticus, nes, En- S. pneumo-S. viridans,
C, F, G
Coagulasa (-) terococ- niae S. Grupo D
cus
69
Capítulo IV: Microbiota Normal.
La relación estrecha entre dos organismo se denomina simbiosis, y quienes la realizan son simbiontes. Las
relaciones simbióticas pueden ser ectosimbiosis si ningún organismo está en el interior del otro, y es endosim-
biótica si uno vive dentro del otro. Existen tres tipos de relaciones simbióticas (se debe aclarar que muchas veces
se traslapan por que un patógeno puede pasar por distintas etapas):
Mutualismo: ambos participantes reciben un beneficio. Si ambos pueden vivir independientemente se llama
protocooperación, si es esencial para la vida es un mutualismo propiamente tal. En estos casos el mutualista y el
hospedero son metabólicamente interdependientes.
La microbiota normal está en una relación comensal, pero algunos pueden ser mutualistas o incluso parásitos
(en este caso se habla de una portación). De este último modo se comportan bacterias como el S. aureus, H.
influenzae y S. pneumoniae. Los microorganismo de la microbiota comensal que tienen la capacidad de transfor-
marse en patógenos son patógenos oportunistas, responsables de infecciones endógenas como E. coli (de la
microbiota comensal) o Pseudomona aeuriginosa (neumonia intrahospitalaria por ventilación mecánica).
En feto in útero se encuentra estéril; se empieza a colonizar a las horas de nacer. Los beneficios que la
microbiota normal entrega al hombre son:
Fenómeno de la interferencia bacteriana: ocupan un espacio físico mediante unión a receptores celulares
y producen compuestos ácidos, ambos elementos que inhiben el crecimiento de patógenos y la infección del hos-
pedero.
Activación basal y desarrollo del sistema inmune: especialmente en el sistema digestivo mantiene en
un estado basal de activación al sistema inmune formando anticuerpos séricos e IgA; también aumentan los niveles
y los tipos linfocitarios en la mucosa intestinal por la colonización de la microbiota.
Piel: posee varias subregiones. Las principales son la axila con el periné y zona interdigital del pie; manos,
cara y tronco; y brazos y piernas. Los sitios de oclusión parcial (los primeros) poseen mayor cantidad y variedad
de microorganismos por su humedad, temperatura y lípidos cutáneos libres. Más frecuentemente colonizada
por bacilos gram (-). Sus principales bacterias son S. aureus, epidirmidis, Micrococcus spp, difterioides, Myco-
plasma spp y gram (-).
Cavidad oral y tracto respiratorio alto: involucrada en la formación de caries y de patología periodontal;
se encuentran Streptococcus mutans, estreptococos α- y β- hemolíticos, espiroquetas y anaerobios (estos últimos
asociados a infecciones piógenas del tracto respiratorio, SN y cara.
La faringe y tráquea contienen primariamente los grupos que se encuentran el la cavidad oral. También están
presentes estafilococos, neisserias y difterioides; se encuentra también Haemophilus spp, Mycoplasma spp y neu-
mococo entre otros. El tracto respiratorio inferior es estéril. Las bacterias que alcanzan esta zona se eliminan por
macrófagos tisulares.
70
Tracto digestivo: preferentemente en el intestino grueso, la gran mayoría son anaerobias facultativas (1 a
4%) o anaerobias estrictas (96 a 99%) como Bacterioides, fusobacterias, bifidobacterias, clostridios y Peptostrep-
tococcus sp.
Sistema urogenital: en la vagina hay Lactobacillus acidophilus que mantiene el pH del lugar, corynebacte-
rias, peptostreptococos, estafilococos, estreptococos y anaerobios (Prevotella, Mobiluncus, Bacterioides). En el
10 a 20% es posible aislar levaduras como Cándida albicans. La microbiota ureteral es escasa, predomina el S.
epidirmidis, Streptococcus viridans y difterioides.
Mucosa conjuntival: con escasa microbiota por la secreción de lisozima. Hay fundamentalmente coryne-
bacterias, neisserias y moraxellas. Los estrepto y estafilococos pueden estar presentes al igual que H. parainfluen-
zae.
71
Capítulo V: Patogenicidad Bacteriana.
Es la potencialidad para producir daño. Su expresión cuantitativa es la virulencia que se cuantifica en el
laboratorio por la determinación de la dosis letal 50 (DL50) o la dosis infectiva 50 (DI50), dosis a la cual muere
o se infecta, respectivamente, el 50% de los individuos en estudio. Los factores de virulencia son las características
que le permiten al patógeno efectuar el daño al hospedero.
El patógeno puede ser uno primario, pudiendo causar enfermedad en inmunocompetentes, o ser oportu-
nista cuando necesita que el hospedero esté inmunocomprometido. Si la bacteria produce daño se habla de:
Colonización: es la presencia del microorganismo en las superficies corporales por un tiempo determinado,
sin que produzca injuria o invasión.
Infección: es la injuria o invasión con daño de los tejidos. El daño también puede ser provocado por toxinas
(ej: cólera); en este caso no hay invasión significativa pero sí hay daño.
Adherencia: es la capacidad para fijarse y colonizar tejidos del hospedero. La colonización corresponde a
la primera etapa de una infección, estableciéndose en el sitio de entrada. Para la adherencia debe usar la quimio-
taxis y adhesinas (componentes de la superficie bacteriana – cápsula, pared, fimbrias, etc- que interactúan con
receptores celulares).
Ej: en E. coli las adhesinas son pilis o fimbrias; el S. pyogenes usa los ácidos lipoteicoicos.
Invasividad: se produce una vez completada la adherencia (primero inespecífica y luego por unión de fim-
brias, LPS y ácidos teicoicos a receptores), la adaptación y la multiplicación y superado o traspasado los mecanis-
mos de defensa. Se producen con este fin enzimas extracelulares que actúan localmente dañando las células del
hospedero y/o facilitando el crecimiento y diseminación del agente. Algunas bacterias pueden adherirse a las cé-
lulas del hospedero modificando su citoesqueleto induciendo la fagocitosis por la formación de pseudo-pseudópo-
dos. Las proteínas que inducen la fagocitosis se llaman invasinas o factores de invasión.
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Enzima Agente Función
Strepto y Staphylococcus, Atacan el cemento intersticial (ácido
Hialuronidasa
Clostridium hialurónico)
Clostridium hystoliticum y Rompen colágeno facilitando la gan-
Colagenasa
perfringens grena gaseosa
Degradan el ácido neuramínico (ce-
Neuraminidasa Vibrio cholerae, Shigella dysenteria
mento intercelular)
Convierten el plasminógeno a plas-
Estrepto y Estafiloquinasa Strepto y Staphylococcus mina, digiriendo la fibrina y previ-
niendo la coagulación
Enzimas que producen hemólisis o leucólisis
Fosfolipasas Clostridium perfringens Lisan fosfolípidos de membrana
Lecitinazas Clostridium perfringens Lisan lecitinas de membranas
Strepto y Staphylococcus, Clostri- Forman canales que destruyen eri-
Hemolisinas
dium trocitos y otras células
Toxigenicidad: toxinas son proteínas solubles secretadas por la bacteria durante su crecimiento exponen-
cial, que provocan un efecto citotóxico en sitios lejanos a la infección.
Las exotoxinas son proteínas generalmente específicas para cada especie bacteriana como la toxina del
tétano del Clostridium tetani o la diftérica del Corynebacterium diphteriae. El modelo estructural en general es el
de subunidad A-B, donde la subunidad B es de fijación y la A es la enzimática responsable de los efectos tóxicos.
Se pueden clasificar según los tejidos a los que afecten (entero, neuro, leuco, citotoxina), su mecanismo de acción
(ribosilan ADP, acción sobre adenilato ciclasa, etc.) o según sus efectos biológicos (dermonecrótica, hemolítica,
etc.).
Las endotoxinas son LPS complejos de la pared de gram (-) que son liberados cuando la bacteria es lisada.
La subunidad que presenta actividad tóxica es el lípido A. Produce fiebre, leucopenia, hipoglicemia, hipotensión,
activación del factor C3 del complemento, coagulación intravascular diseminada, liberación de TNF y puede llevar
a la muerte.
Exotoxinas Endotoxinas
En gram (+) y (-) En gram (-)
Polipéptido LPS
Proteínas difusibles Parte de la pared
Inestable a 60ºC Estables a 60ºC
Generalmente antigénica Estimula anticuerpos no protectores
Se puede transformar en toxoide No puede transformarse en toxoide
Alto poder tóxico Baja toxicidad
Alta especificidad Baja especificidad
Con actividad enzimática Sin actividad enzimática
No induce fiebre Induce fiebre
Adherencia: ayuda a superar las defensas inespecíficas, como la descamación epitelial y la acción ciliar.
Cápsula: previene la opsonización por su superficie poco inmunogénica, puede hacer que Ig o el comple-
mento unido a ella sea inaccesible a los receptores de células fagocíticas.
Pared celular: en gram (-) no puede ser superada por compuestos hidrofóbicos. El LPS intacto puede pro-
teger de la lisis por el complemento o por lisozima. En gram (+) la proteína M puede unirse al complemento.
Variación antigénica: de moléculas de superficie (como pilina en N. gonorrhoeae).
73
Suministro de nutrientes: permiten la sobrevivencia de los patógenos (ej: sideróforos en E. coli).
Algunas bacterias pueden sobrevivir e incluso multiplicarse en las células fagocíticas (macrófagos y neutró-
filos), son los parásitos intracelulares. Para esto interfieren con la actividad bactericida del hospedero evitando
la fusión del fagosoma con el lisosoma por la modificación de la membrana del fagosoma por la secreción de
compuestos. Ej: Mycobacterium tuberculosis, Salmonella, Legionella y Chlamydia. Otros microorganismos pueden
sobrevivir en el fagolisosoma por tener enzimas como catalasa, peroxidasa, superóxido dismutasa. Otros pueden
escapar tempranamente desde el fagosoma (Rickettsias), gracias a la fosfolipasa.
Hay bacterias que dañan o matan a los fagocitos por la acción de agresinas, enzimas extracelulares o
toxinas como la estreptolisina o leucocidina (producida por estáfilos) que provocan una descarga intracelular de
los gránulos lisosomales.
V.- Hipersensibilidad:
Es una respuesta inmune exagerada que determina lesión tisular y se manifiesta en un segundo o ulteriores
contactos. Pueden ser inmediatas o retardadas, su principal diferencia es por la naturaleza de la respuesta al
antígeno. Tipos:
Tipo I: reacción alérgica inmediata luego del segundo contacto con el alergeno. La IgE unida a receptores
de mastocitos libera mediadores de anafilaxia: histamina, leucotrienos, heparina, prostaglandinas, factor activador
de plaquetas y enzimas proteolíticas, produciendo vasodilatación, aumento de la permeabilidad vascular y secre-
ción de moco. Ej: asma bronquial.
Tipo II: es una reacción citotóxica o citolítica por lisis o mediadores tóxicos. IgG e IgM se dirigen contra la
superficie. Estimulan el complemento y las células efectoras. Ej: transfusión de un donante no compatible.
Tipo III: forma inmunocomplejos circulantes que pueden activar el complemento. Puede producir vascu-
litis, glomerulonefritis, artritis o lesiones cutáneas. Ej: en algunas infecciones por el Streptococcus beta hemolítico
grupo A (SBHGA) puede haber glomerulonefritis por depósito de los complejos.
Tipo IV: es una inmunidad retardada por linfocitos T de hipersensibilidad retardada por la demora en
llegar al sitio del antígeno y el tiempo de proliferación y de liberación de citoquinas. Ej: prueba de tuberculina.
Tipo V: es una hipersensibilidad por estímulo. Sucede cuando los anticuerpos reaccionan con receptores
de superficie estimulándolos permanentemente. Ej: tirotoxicosis.
74
Capítulo VI: Antimicrobianos.
Para determinar si una sustancia puede ser usada como antimicrobiano se debe considerar su toxicidad
selectiva (actividad máxima sobre la bacteria sin afectar las células del hospedero), la especificidad en su es-
pectro antimicrobiano por su capacidad de unión a un sitio específico bacteriano y su potencia biológica (concen-
tración requerida para que ejerza la acción; mientras menor sea, mayor potencia).
Quimioterápicos: preparados sintéticos que pueden interferir directamente en la proliferación de los micro-
organismos a concentraciones toleradas. Ej: quinolonas y sulfas.
Antibióticos: producidos por microorganismos (bacterias y hongos) que inhiben el desarrollo de otros y
pueden destruirlos. Ej: cloramfenicol (Streptomyces venezuelae), penicilina (Penicillium notatum).
También según su forma de acción pueden ser bacteriostáticos (si inhiben la multiplicación), como cloram-
fenicol y tetraciclina (en general los inhibidores de la síntesis proteica), o bactericidas (si dan muerte a la bacteria),
como penicilina. El uso de un bacteriostático requiere una capacidad de fagocitosis óptima.
Según el espectro los antimicrobianos pueden ser de espectro reducido si actúan sólo contra gram (+) o (-
), y amplio si lo hacen frente a la mayoría de los grupos bacterianos.
Se agrupan por familias:
Betalactámicos
Penicilinas resis-
Penicilinas na- Isoxazolil penici-
tentes a β-lacta- Aminopenicilinas Carboxipenicilinas Ureidopenicilinas
turales linas
masas
Oxacilina, cloxa-
Nafcilinia, metici- Ampicilina, amoxi- Carbenicilina, ticarci- Piperacilina, azlo-
Penicilina G y V cilina, dicloxaci-
lina cilina lina cilina, mezlocilia
lina
Inhibidores de
Cefalosporinas Cefamicinas Monobactámicos Carbapenémicos
β-lactamasas
3ª generación:
1ª generación: 2ª generación: Ceftriaxona, ce-
Cefalotina, ce- Cefamandol, fotaxima, cefti- Cefoxitina, ce- Clavulamato,
Imipenem, mero-
fazolina, ce- cefuroxima, zoxima, cefope- fotetán, cefme- Aztreonam sulbactam, ta-
penem
fradina, cefa- cefonicida, ce- razona, cefpi- tazol zobactam
pirina faclor roma, cefpra-
mida
75
II.- Mecanismos de Acción:
Actúan en:
Síntesis de la pared celular: impidiendo la transpeptidación del PG por unión a la proteína ligadora de
penicilina (PBP), dejan a la bacteria desprotegida. Ej: β-lactámicos; también pueden inhibir otros pasos (como la
vancomicina).
Interferencia con el metabolismo intermediario: impide la síntesis de purinas y pirimidinas en sus dis-
tintas fases: las sulfas inhiben el paso de ácido paraaminobenzoico (PABA) a fólico, inhibiendo la dihidropteroato
sintetasa; el trimetropín inhibe la dihidrofolato reductasa, impidiendo el paso de ácido fólico a folínico. La inhibición
de la formación del ácido fólico tiene como efecto adverso leucopenia.
76
por recombinación genética son capaces de originar resistencia por medio de la producción de enzimas que
alteren al antimicrobiano (ej: β-lactamasa rompen el anillo β-lactámico), cambios en el sitio blanco (ej: modifi-
cación de PBP -proteínas fijadoras de penicilina-, o alteración de ribosomas -afectando a la Gentamicina-), imper-
meabilidad bacteriana (en gram (-) por cambios en las porinas afectando la acción de Quinolonas) o por presencia
de bombas de flujo (que expulsan el antimicrobiano luego de haber ingresado al citoplasma bacteriano).
La resistencia puede ser natural o adquirida. La adquirida se obtiene por transformación (incorporación de
plasmidios), conjugación (traspaso de plasmidios a través del pili) o por transducción (por segmentos de ADN en
un bacteriófago – virus que afecta las bacterias – que se multiplica como un provirus integrado al genoma de la
bacteria estableciendo un ciclo lisogénico, o quedando episomal estableciendo un ciclo lítico). Transposones e
integrones (llamados así por su forma de incorporación al genoma bacteriano) también pueden llevar segmentos
de ADN con información de resistencia a antimicrobianos.
El mal uso de los antimicrobianos ha favorecido la aparición y el incremento de la resistencia bacteriana.
Para evitar este problema se debe indicarlos y usarlos racionalmente en el tratamiento de infecciones bacteria-
nas estudiando periódicamente los agentes etiológicos, limitar su uso profiláctico, restringir los que inducen resis-
tencia, educar e informar sobre sus limitaciones, evitando la automedicación y prohibir su uso en la alimentación
de animales.
Otras consecuencias que pudiera tener la adquisición de resistencia antimicrobiana es el de requerir hospi-
talizaciones más prolongadas y con mayor riesgo de muerte, debiéndose cambiar los esquemas antibióticos au-
mentando el costo de la atención.
77
Segunda Parte: Infecciones Bacterianas
Capítulo VII: Infecciones Respiratorias.
Se clasifican en altas o bajas según esté comprometido sobre o bajo la laringe, respectivamente. Son la
tercera causa de mortalidad infantil en Chile.
Los agentes ingresan al tracto respiratorio por medio de la inhalación de partículas aéreas (la mayoría),
aspiración desde el hábitat normal (microbiota nasofaríngea), diseminación hematógena desde otro foco prima-
rio o por ruptura de paredes. El agente luego sobrepasa el sistema mucociliar, la tos, la presencia de IgA,
macrófagos alveolares y anticuerpos circulantes, siendo capaces de comprometer el territorio alto y el bajo.
Las IRA presentan dificultades en la obtención de muestras, diagnóstico y caracterización del agente debido
a la ausencia de expectoración en lactantes, recién nacidos y senescentes, la expectoración puede arrastrar
microorganismos de la microbiota faríngea que no participan en el proceso infeccioso, pocas veces hay bacte-
remia o derrame pleural asociado y los agentes involucrados requieren condiciones especiales de cultivo.
Por esto el diagnóstico es fundamentalmente clínico y sin estudio de laboratorio. El diagnóstico se hace
cuando hay patógenos resistentes de la comunidad e intrahosptalarios (S. pneumoniae, P. aeruginosa).
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I.- Streptococcus pyogenes o Streptococcus Beta Hemolítico Grupo A (SBHGA):
Es el principal agente productor de faringoamigdalitis aguda; también produce otitis media y sinusitis.
Puede provocar enfermedad aguda y secuelas no supurativas como Enfermedad reumática (ER) y Glomérulo-
nefritis (GN).
Son cocos gram (+), anaerobios facultativos, que crecen en pares o en cadenas. Son inmóviles, capsula-
dos, con altos requerimientos nutricios y necesitan bajas tensiones de oxígeno. Producen lactato y, al igual que
todos los Streptococcus y a diferencia de los Staphylococcus, son catalasa (-). Atacan los glóbulos rojos provo-
cando lisis total (β-hemólisis). En el agar sangre se obtiene su crecimiento óptimo, inhibido al aumentar las con-
centraciones de glucosa.
Hipersensibilidad GN aguda y ER
Complejos antígeno-anticuerpo Autoinmunidad
Clínica: es agente de la faringitis estreptocócica. Afecta principalmente entre los 3 y 15 años. Disemina,
al igual que todas las infecciones respiratorias bacterianas (excepto Mycobacterium tuberculosis), a través de go-
titas respiratorias. Incuba por 2 a 4 días. Se manifiesta por odinofagia, fiebre, enrojecimiento faríngeo, exudado
grisáceo en las amígdalas (en un 50% de los casos) y aparecen linfonodos sensibles submandibulares. Es auto-
limitado, pero se trata para evitar las complicaciones (ER). En niños pequeños la mayoría de las faringitis exudati-
vas son virales. Por esto el diagnóstico se debe establecer por pruebas bacteriológicas o serológicas.
La escarlatina se observa cuando la cepa es lisogenizada por un fago que estimula la producción de una
exotoxina pirógena. Uno a dos días después del inicio de la faringitis aparece un exantema eritematoso difuso que
respeta las áreas peribucal y palmoplantares. El exantema se blanquea a la presión y desaparece a los 5 a 7 días,
luego descama.
79
La enfermedad reumática se caracteriza por lesiones inflamatorias no supurativas en corazón, articulacio-
nes, tejido subcutáneo y SNC. Puede provocar valvulopatías que lleven a insuficiencia cardíaca severa. Se pre-
senta luego de la infección respiratoria por SBHGA y sería por daño directo de la bacteria (poco probable), hemo-
lisinas cardiotóxicas o por complejos antígeno-anticuerpo.
En la glomerulonefritis aguda hay lesiones glomerulares difusas con edema, HTA, hematuria y proteinuria.
La patogenia sería autoinmune.
Otros cuadros menos frecuentes asociados a SBHGA son linfangitis, sepsis puerperal, endometritis, trom-
boflebitis pélvica séptica, peritonitis y absceso pelviano; onfalitis en recién nacidos y neumonia; impétigo, erisipela
e infecciones invasivas (miositis, fasceítis necrotizante y shock tóxico.
Epidemiología: coloniza la orofaringe de adultos jóvenes y niños. Ésta está regulada por la respuesta in-
mune específica frente a la proteína M y por microorganismos competitivos como estreptococos capaces de pro-
ducir bacteriocinas, que suprimen el crecimiento se SBHGA.
Diagnóstico: las muestras a tomar deben ser de exudado faríngeo, secreción de lesiones cutáneas, tejidos
y líquidos estériles. El cultivo es en agar sangre, se verán colonias β-hemolíticas, catalasa (-). También se pue-
den detectar anticuerpos. La resistencia a antimicrobianos alcanza un 5% sobre los macrólidos.
Patogenia e Inmunidad: es un patógeno humano exclusivo que coloniza la nasofaringe en 10% de los
adultos y 20 a 40% de los niños. Provoca enfermedad por su capacidad de escapar a la fagocitosis y replicar en
tejidos generando una respuesta inflamatoria intensa.
Factores de Virulencia:
- Cápsula: inhibe la fagocitosis y disminuye la producción de C3b.
- Ácido teicoico y PG: activan el complemento y gatillan la liberación de citoquinas, desencadenando la res-
puesta inflamatoria.
- Neumolisina: citotoxina involucrada en el acceso al pulmón; evita el clearence mucociliar y destruye las
membranas celulares.
Mecanismos de Defensa:
- Integridad de las defensas respiratorias: tos, revestimiento mucociliar y otros.
- Anticuerpos: contra la cápsula; la IgG es protectora.
- Bazo: es el principal depurador de bacterias capsuladas, por lo que su ausencia aumenta en 100 veces el
riesgo de enfermedades invasivas.
Clínica: es agente de enfermedades invasivas y no invasivas, pediátricas y del adulto. Se define como
enfermedad invasiva aquella en que el agente se aísla de líquidos estériles.
Meningitis (en el niño), neumonia (en el adulto y niños mayores), bacteremias o sepsis, peritoni-
Invasiva
tis, artritis, celulitis, endocarditis
No invasiva Otitis Media, sinusitis, bronquitis, conjuntivitis
Epidemiología: se identifica como grupos de riesgo a los menores de 2 años y mayores de 65, inmunocom-
prometidos (incluyendo asplénicos) y enfermos crónicos (bronquitis crónica, DM, IC, IR).
La transmisión es vía contacto persona a persona, contacto cercano prolongado o por gotas respiratorias.
Se favorece en lugares hacinados.
Existen cepas resistentes a Penicilina (10%) y Cefalosporinas de tercera generación (30%), por lo que se ha
debido establecer un sistema de vigilancia nacional. En Chile los genotipos más frecuentemente identificados en
las enfermedades invasivas son el 14, 5 y 1.
80
Diagnóstico: se toman muestras clínicas de LCR, sangre, líquido articular, peritoneal o de sitios estériles.
Luego se realiza una tinción gram a la que se encontrarán los diplococos gram (+).
El cultivo se hace en agar sangre con alta tensión de CO2. En el cultivo se ve α-hemólisis y a las pruebas
bioquímicas como disco de optoquina. El diagnóstico definitivo se hace por medio de la reacción de Quellung,
que consiste en una reacción entre la cápsula y los anticuerpos anticapsulares. También pueden detectarse antí-
genos.
Las técnicas de de5tección de susceptibilidad usadas son la de difusión en disco y el E-Test. El mecanismo
de resistencia a penicilina es por alteración de las PBP por recombinación del ADN de distintas especies.
Respecto al tratamiento debe considerarse en la elección del antibiótico el sitio de infección (pulmón, menin-
ges), grado de resistencia a Penicilina o a otros antibióticos, la severidad de la enfermedad, inmunosupresión y la
dosis y vía de administración. La Penicilina es el antibiótico de elección en las no meníngeas, mientras que en las
meníngeas se usan Cefalosporinas de tercera generación; en caso de resistencia se usa Vancomicina. Como
profilaxis existe una vacuna polisacárida capsular y una conjugada (para mayores y menores de 2 años res-
pectivamente).
III.- Haemophilus:
H. influenzae es agente de IRA altas y bajas e infecciones como meningitis, bacteremias, artritis, etc. el H.
influenzae tipo b (Hib) ha disminuido su importancia por el uso de una vacuna conjugada. El H. influenzae no
capsulado es causante de otitis media aguda, sinusitis, bronquitis, neumonías y enfermedades invasivas en recién
nacidos.
El influenzae es el más importante en el hombre. El H. parainfluenza es causante de neumonia y endocardi-
tis, mientras que el H. aegyptis lo es de conjuntivitis y fiebre purpúrica de Brasil y el H. ducreyi de chancro blando.
El H. influenzae es un bacilo o cocobacilo gram (-), pleomórficos, inmóviles, anaerobios facultativos y
citocromooxidasa y catalasa positivo. Son quimioorganotróficos, que fermentan glucosa. Son parásitos obliga-
dos de membranas mucosas. Dependen para su crecimiento del factor X (hemina) y el V (NAD), por lo que se
cultivan en agar chocolate; de los otros Haemophilus no todos requieren ambos.
Patogenia e Inmunidad: se transmite persona a persona por medio de gotas. Coloniza la mucosa nasal
y la faringe (gracias a pili y otras adhesinas) y penetra el epitelio y el endotelio pudiendo causar una bacteremia y
por medio de ésta, meningitis. Los anticuerpos bactericidas son los anticapsulares.
Factores de Virulencia:
- Cápsula polisacárida: de polisacáridos de alto peso molecular. Es inmunogénica, desencadena una res-
puesta T-independiente (por lo que no aparece antes de los 2 a 3 años de edad.
- Pili: actúa como adhesina.
- Lipopolisacárido (LPS);
- Proteínas de membrana externa: compuesta por fosfolípidos, LOS y variadas proteínas.
- IgA proteasa: cliva un polipéptido de la IgA 1 humana.
Clínica: Hib es productor de neumonías, meningitis, artritis séptica, celulitis y sepsis especialmente en me-
nores de 2 años. Los H. influenzae no capsulados son oportunistas y provocan infecciones de vía aérea alta (otitis
y sinusitis, aguda y crónica) y baja (neumonías). La neumonia primaria es rara en niños y adultos con función
pulmonar normal pero es frecuente en enfermedad pulmonar crónica.
Epidemiología: Haemophilus pueden formar parte de la microbiota del hombre en la vía aérea superior. Se
transmite por contacto directo, secreciones y gotas. El hombre es el único reservorio. Las cepas capsuladas son
las primeras responsables de cuadros invasivos; las acapsuladas se presentan en todas las edades y son respon-
sables de cuadros menos severos. En Chile las enfermedades invasivas por Hib presentan alta letalidad e inciden-
cia de secuelas (en meningitis).
El uso de Cloramfenicol y Ampicilina en el tratamiento de enfermedades invasivas ha provocado un aumento
de la resistencia a éstos.
81
Diagnóstico: se obtienen muestras de LCR, sangre, líquido articular, secreciones ótica u ocular, senos pa-
ranasales, tracto respiratorio inferior, secreción vaginal y líquido amniótico. Respecto al transporte de la muestra,
ésta no debe refrigerarse, pues el Haemophilus es muy sensible. Luego se hace tinción gram y cultivo que debe
ser en agar chocolate (en agar sangre no crece por que los factores X y V se encuentran en el interior de los
glóbulos rojos – lisados en el agar chocolate -). A las pruebas bioquímicas es glucosa y catalasa (+).
Para determinar el biotipo se usan pruebas de indol, urea y ornitina. Para detectar antígenos (en LCR) se
usan técnicas de coaglutinación o aglutinación con látex.
Se deben determinar resistencias a Cloramfenicol (por cloramfenicol acetiltransferasa) y a Ampicilina (por β-
lactamasas). En general son sensibles a cefalosporinas y macrólidos.
Secreción Nasal: un 20 a 25% de la población es portadora sana de S. aureus, por lo que su estudio se
realiza sólo en brotes intrahospitalarios. La muestra se toma con una tórula humedecida en solución salina y se
debe rotar en ambas fosas nasales. Se debe transportar en medio Amies Stuart y cultivar en agar sangre.
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Agente Streptococcus pyogenes Streptococcus pneumoniae Haemophilus influenzae
Morfología Cocos Cocos y cocobacilos
Gram Positivo Negativo
Pruebas Bioquí- Catalasa (-), β-hemolítico, PYR Catalasa (-), α-hemólisis, sensibili- Catalasa (+), citocromooxidasa (+),
micas (+) dad a optoquina (+) glucosa (+)
Dependen de factor X (hemina) y V
Características Crece en pares o cadenas Diplococo lanceolado
(NAD)
Estructural: cápsula, proteína M
(inhibe complemento), M-like (une
Fc de Ig), F y ALT (unen fibronec-
Cápsula, ácidos teicoicos (estimula
tina) Cápsula, pili (adhesina), lipooligo-
Factores de Viru- el complemento, libera citoquina),
No estructural: estreptoquinasa, sacárido, proteínas de membrana
lencia Neumolisina (inhibe el clearence
DNAsa, amilasa, C5a peptidasa, externa (PME), IgA proteasa
mucociliar
hialuronidasa, esterasa; estreptoli-
sina S (hemolisina) y O (inmunogé-
nica), Spe (pirógena y citotóxica)
Invasividad; coloniza faringe, pene-
Invasividad, toxicidad o hipersensi- Invasividad, depende de la presen-
Patogenia tra epi y endotelio causando bacte-
bilidad cia de mecanismos de defensa
remia pudiendo afectar meninges
Puede ser de la microbiota; capsu-
Mayor causa de neumonia niño ma-
ladas son causa de cuadros invasi-
Principal agente de faringitis entre 3 yor y adultos, riesgo antes de 2 y
Epidemiología vos (alta letalidad en meningitis),
y 15 años después de 65 años, enfermos cró-
acapsuladas da infecciones menos
nicos e inmunocompromiso
severas
Persona-persona, gotitas, con- Persona-persona, gotitas, secre-
Transmisión Persona-persona, gotitas
tacto cercano prolongado ciones, contacto
Hib (capsulado): NAC, meningitis,
Faringitis (Invasividad)/Escarla-
celulitis, artritis séptica, sepsis (me-
Enfermedad tina y shock tóxico (toxici- NEUMONIA (NAC), meningitis
nor de 2 años); acapsulado: otitis,
dad)/GNA y ER (hipersensibilidad)
sinusitis
Odinofagia, fiebre, enrojecimiento
faríngeo, exudado amigda-
Cuadro liano/exantema eritematoso di- Fiebre, tos, expectoración, disnea. Según cepa
fuso/pancarditis, artritis, daño val-
vular; hematuria, proteinuria
Aguda o crónica (acapsulado), local
Tipo de Infección Aguda, local
o sistémica (capsulado)
Muestra de exudado faríngeo; cata-
En secreciones respiratorias, LCR Muestras de LCR, sangre, expecto-
Diagnóstico lasa, hemólisis. Anticuerpos en se-
hacer gram ración y secreciones afectadas.
cuelas
Cultivo Agar sangre Agar chocolate
Penicilina, cefalosporinas de 3ª ge-
Tratamiento Penicilina Amoxicilina, cloramfenicol
neración
Vacuna no PAI a subunidades Rifampicina luego de caso índice;
Profilaxis –––––
(cápsula o conjugada) vacuna PAI anti Hib a subunidades
83
Capítulo VIII: Mycobacterias, Chlamydias y Mycoplasmas.
Chlamydias.
Son bacterias esféricas gram (-). Son intracelulares estrictas por su incapacidad de sintetizar ATP. Se
dividen dando un ciclo de multiplicación en el que alterna dos formas de microorganismo.
El corpúsculo elemental (CE), con una gruesa pared que le permite sobrevivir fuera de la célula, se adhiere
al epitelio columnar entrando a la célula por fagocitosis. El fagosoma en el que queda evita la fusión fagolisosomal.
Luego de 2 a 3 horas se forma el cuerpo reticulado (CR) (intracelular) que tiene una delgada pared y es meta-
bólicamente activo, el que después de 3 a 25 horas postinfección se dividen por fisión binaria. El fagosoma crece
albergando esta inclusión y a las 25 horas dejan de multiplicarse y se diferencian en CE. A las 48 a 72 horas el
lisosoma se fusiona con la inclusión liberando el contenido enzimático determinando la lisis celular, liberándose las
partículas infecciosas que se diseminan por contigüidad.
Son 4 especies de las que 3 son patógenas.
Mycoplasmas.
Son las bacterias más pequeñas de vida independiente. No tienen pared celular por lo que presentan mor-
fología variable, sensibilidad al shock osmótico, a las condiciones ambientales y son resistentes a β-lactámicos.
Se originan de las gram (+) por reducciones en el genoma, por lo que tienen capacidades metabólicas limitadas.
Se adhieren a la superficie de las mucosas respiratoria y urogenital, raramente invadiendo las células.
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I.- Mycoplasma pneumoniae:
Es el único patógeno del género que no forma parte de la flora comensal, otros mycoplasmas se pueden
encontrar en la orofaringe como comensales. Es un importante agente de NAC en escolares y adultos jóvenes. Un
20% de las infecciones son asintomáticas y pueden presentarse durante todo el año. Se adquiere por vía aérea
por medio de gotitas o contacto con secreciones respiratorias.
Se adhiere al epitelio respiratorio gracias a la proteína P1 y se desliza por “gliding” gracias a su rudimentario
citoesqueleto a la base de los cilios, paralizándolos y destruyéndolos por producción de peróxido de hidrógeno.
Son capaces de eludir la fagocitosis y estimular a los macrófagos a secretar citoquinas proinflamatorias (TNF α,
IL-1, 6 y 8), además de activar el complemento. Los glicolípidos de membrana tienen comunidad antigénica con
los de las membranas de glóbulos rojos, músculo liso y células cerebrales, por lo que pueden dar manifestaciones
extrapulmonares como anemias hemolíticas.
Se diagnostica con serología por IFI o por ELISA de μ-captura. Es cultivable pero por su lento crecimiento
se usa retrospectivamente. El aspecto al cultivo es de una colonia en forma de “huevo frito”. Es 100% susceptible
a eritromicina y a macrólidos.
Mycobacterium.
II.- Clínica:
La tuberculosis pulmonar afecta el aparato respiratorio inferior y se caracteriza por tos productiva persis-
tente, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso. La extrapulmonar puede ser meníngea, ósea, renal, gan-
glionar, etc. Se puede manifestar como tuberculosis:
85
- Primaria: en sujetos que se infectan por primera vez. En general es leve y frecuentemente asintomática.
Excepcionalmente progresa a enfermedad sistémica. Se forma un complejo primario formado por un foco pulmo-
nar, un trayecto linfático y adenitis regional.
- Latente: en macrófagos y en granulomas
- Secundaria: reactivación de microorganismos latentes. Es la más frecuente.
Las micobacterias atípicas pueden causar infecciones pulmonares localizadas o diseminadas. La infección
aguda diseminada por M. avium es común en SIDA terminal.
III.- Epidemiología:
El hombre es el único reservorio del M. tuberculosis, el que se transmite persona a persona a través de
aerosoles, al igual que en M. leprae y rara vez en el bovis, siendo este último una zoonosis al igual que el avium
y el marinum. M. marinum y M. ulcerans son patógenos de la piel.
Ha habido un aumento en el número de enfermos por la pandemia del VIH/SIDA, el aumento de las pobla-
ciones de alto riesgo (inmunocomprometidos, vagabundos, drogadictos, alcohólicos, personal de salud) y el des-
cuido de los programas antituberculosis.
En Chile hay un descenso de:
- Riesgo de infección: proporción de personas que son infectadas o reinfectadas en un año. En tuberculosis
pulmonar bacilífera será alto si las fuentes de infección son numerosas. En Chile es de un 0,2%.
- Morbilidad: riesgo de la población de enfermarse. Ha disminuido de 64,9 a 26,5/100.000 habitantes entre
1981 y 1997.
- Mortalidad: en 1997 fue de 2,6/100.000 habitantes.
IV.- Diagnóstico:
Se hace a partir de muestras de expectoración, líquidos estériles, orina, tejidos y contenido gástrico.
Se realizan distintas técnicas:
Baciloscopía o examen directo: por tinción de Ziehl-Neelsen. Basta la detección de un solo bacilo para
hacer el diagnóstico, pero la sensibilidad es variable, depende del número de bacilos en la muestra y no permite
diferenciar las distintas especies.
V.- Tratamiento:
Debe ser asociado para prevenir la aparición de resistencia (por mutación por parte del bacilo o selección
por parte del antibiótico), prolongado y supervisado. Se usa isoniazida, rifampicina, estreptomicina, pirazinamida,
etambutol, etc.
VI.- Profilaxis:
La forma más eficiente es el diagnóstico precoz de la tuberculosis pulmonar bacilífera y el tratamiento inme-
diato. La vacuna BCG, presente en el PAI, es— en base al M. bovis atenuado.
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Agente Chlamydia pneumoniae Chlamydia trachomatis Chlamydia psittaci
Morfología Pequeños cocos intracelulares
Gram Negativo
Pruebas Bioquí-
–––––
micas
Características Pequeñas, ciclo alterna CE (resistente) y CR (metabólicamente activo)
Factores de Viru-
–––––
lencia
Se inhala, llega a pulmón es lle-
Incorpora por fagocitosis y luego del ciclo replicativo determina lisis ce- vada por macrófagos al hígado y
Patogenia
lular del epitelio columnar bazo, se multiplica en SRE, va a
sangre y vuelve al pulmón
Agente de conjuntivitis neonatal y
La más frecuente; causa NAC 3 a Ocasional, en trabajadores de tien-
Epidemiología el más frecuente de neumonia en-
10% entre 4 y 14 años das de animales
tre las 4 a 12 semanas
Vía aérea, de deposiciones de aves
Transmisión Vía aérea Por canal de parto
enfermas
NAC, bronquitis, sinusitis, faringitis, Conjuntivitis, neumonia, asinto-
Enfermedad Neumonia, encefalitis, pancreatitis
otitis mática
Secreción conjuntival purulenta,
edema palpebral; neumonia intersti-
Cuadro Neumonia atípica –––––
cial, hiperinsuflación, tos, afebril,
eosinofilia
Tipo de Infección Local, aguda Local, aguda Zoonosis, sistémica, aguda
Directo por IFD (conjuntivitis y neu-
Diagnóstico Directo por PCR, serología por IFI monia), serología (IgM) por IFI Indirecto por IFI
(neumonia)
Cultivo –––––
Tetraciclina, cloramfenicol en ence-
Tratamiento Tetraciclinas, macrólidos Eritromicina
falitis
Profilaxis –––––
87
Capítulo IX: Infecciones del SNC.
Las infecciones bacterianas del SNC son relativamente poco frecuentes, pero graves en cuanto a letalidad
y secuelas. Según su ubicación son encefalitis, meningitis o mielitis (en la médula espinal).
Las meningitis bacterianas agudas (MBA) se definen como la inflamación de las meninges manifestada por
un número anormal de leucocitos y por la presencia de un patógeno bacteriano en LCR, siendo su estudio el
principal procedimiento diagnóstico.
Las MBA afectan principalmente a menores de 2 años y especialmente entre los 3 y 7 meses.
De los agentes, el S. pneumoniae es el que más mortalidad produce y Hib es el que causa secuelas más
graves (como sordera). N. meningitidis es más grave cuando no da meningitis, pues causa pocas secuelas y es
poco letal.
En casi todas las infecciones del SNC los agentes son introducidos a los tejidos periféricos y llegan al SNC
vía sanguínea, neural (algunos virus) y por inoculación directa (traumatismos). En MBA, en general es por
bacteremia secundaria a colonización o infección nasofaríngea. S. pneumoniae y N. meningitidis, al ser capsula-
dos, sobreviven en el intravascular, luego atraviesan la BHE y se multiplican en el LCR, generando una respuesta
inflamatoria.
El recién nacido se coloniza con otras bacterias al pasar por el canal del parto, aunque el S. agalactiae puede
también ser adquirido como infección cruzada intrahospitalaria.
En relación a la prevención, la implementación de vacunas conjugadas (que inducen una respuesta T-de-
pendiente y que por lo tanto son efectivas en menores de 18 meses) contra H. influenzae b resultó ser una medida
eficaz. Se usa la vacuna contra S. pneumoniae en el menor de 2 años.
La respuesta inmune protectora está dada por Ig anticapsulares. Pero la cápsula del serotipo B es similar
a moléculas humanas, siendo un pobre inmunógeno.
88
Clínica: puede ser diversa, desde una fiebre transitoria y una bacteremia hasta un cuadro fulminante y
causar la muerte. Los cuadros más frecuentes son:
- Meningitis: fiebre, cefalea, vómitos y signos meníngeos, con bajo porcentaje de secuelas.
- Meningococcemia: es una sepsis en la que se presenta un cuadro de inicio brusco de fiebre, calofríos,
mialgias y CEG, asociado a lesiones cutáneas máculo-papulares o petequiales. En casos fulminantes, a pesar del
tratamiento, hay coagulación intravascular, shock, coma y muerte (que puede ocurrir en pocas horas). Se puede
presentar aislada o con meningitis.
En Chile, del total de cepas, un 69% son del grupo B, 18% del C, 1% del W y un 12% en estudio. Los casos
de menores de 5 años son el 55% del total con una letalidad de un 6 a 8%.
Diagnóstico:
- Muestras clínicas: se toman muestras de LCR, sangre, líquido articular y de lesiones cutáneas.
- Tinción Gram: si la cantidad de LCR lo permite; se debe centrifugar y del sedimento se hace la tinción. Se
observarán los diplococos gram (-) en el extracelular o dentro de polimorfonucleares, dando el diagnóstico pre-
suntivo a confirmar por detección de antígenos. La presunción obliga a administrar profilaxis a los contactos.
- Cultivo: se siembra el LCR en agar sangre y chocolate. Las muestras de sangre se incuban en hemocul-
tivos. En agar sangre se observarán colonias grises y oxidasa (+). Son sensibles a penicilina.
- Detección de antígenos: desde LCR con aglutinación con látex o coaglutinación (con una sensibilidad
cercana al 100%) a partir del sobrenadante del centrifugado. Los resultados negativos no excluyen una etiología
bacteriana.
También se debe realizar un estudio citoquímico del LCR. Se analiza la presión, el tipo y número de células,
proteínas y glucosa.
Tratamiento: su objetivo es erradicar la infección, prevenir, detectar y tratar las complicaciones más fre-
cuentes. Se usa Penicilina sódica o cefalosporinas de tercera generación.
Profilaxis: se hospitaliza y aísla al paciente en UTI. En sospecha o confirmación se indica profilaxis a los
contactos que habitan bajo el mismo techo con Rifampicina, Ceftriaxona y Ciprofloxacino.
Existen vacunas para los serogrupos A y C, solas o combinadas, recomendadas como control en los brotes
epidémicos, por que da escasa protección a los menores de 2 años y por la corta duración de la inmunidad que
confiere.
89
Patogenia e inmunidad: el principal factor de virulencia es la cápsula por la capacidad de escapar de la
respuesta inmune. También favorecería la invasividad. En varios serotipos el ácido siálico se encuentra como
residuo terminal exclusivo (Ia, Ib y III), lo que inhibe la activación de la vía alterna del complemento. Por lo tanto,
en pacientes con bajos niveles de factores del complemento o de sus receptores en fagocitos, favorecen la infec-
ción. Ambas condiciones, más una limitada reserva de neutrófilos, se encuentran fisiológicamente en el recién
nacido. También posee como factor de virulencia una C5a asa.
Epidemiología: es parte de la microbiota comensal del tracto gastrointestinal, vagina y, a veces, del tracto
urinario. La tasa de colonización en gestantes alcanza el 10 a 30%, con una tasa de transmisión al recién nacido
de 50% que ocurre durante el parto a partir del tracto genital, o en el útero, por vía ascendente. Un 1 a 2% de
los niños infectados desarrolla la enfermedad invasora, con una mortalidad de 10% y con un 15 a 30% de secue-
lados neurológicos de los sobrevivientes.
Son factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad invasora: prematuridad, rotura prematura de
membranas (mayor de 12 horas), fiebre intraparto (más de 38º), haber tenido un hijo con infección por SBHGB y
bacteriuria en el embarazo. También son más susceptibles los pacientes con déficit del complemento. En enfer-
medades invasoras los serotipos más prevalentes son Ia, II y III, siendo el III el más importante en meningitis.
Se recomienda el screening y tratamiento en embarazadas. Las infecciones son el 66% en adultos no ges-
tantes, 30% en niños y 4% en embarazadas.
Clínica: es el principal agente bacteriano de sepsis neonatal precoz. Sin medidas de prevención, tiene una
incidencia de 3,5 por cada 1000 nacidos vivos. Se manifiesta en las primeras horas de vida como neumonia,
sepsis o meningitis. Los factores de riesgo obstétricos aumentan el riesgo de infección.
En embarazadas y puérperas causa corioamnionitis, endometritis postparto, infección de la herida ope-
ratoria por cesárea e infección del tracto urinario (ITU). La bacteriuria se asocia a un mayor riesgo de parto
prematuro y rotura prematura de membranas.
En adultos se presenta generalmente como una complicación de una patología de base (como diabetes,
hepatopatías, cáncer, alteraciones neurológicas e insuficiencia cardíaca o renal). Se manifiesta como infecciones
de piel y tejidos blandos, bacteremia sin foco evidente, endocarditis infecciosa, ITU, meningitis e infecciones
osteoarticulares.
90
Capítulo X: Infecciones por Enterobacterias.
Son bacterias del género Enterobacteriaceae, son bacilos gram (-), aerobios y anaerobios facultativos. La
mayoría con flagelos perítricos, glucosa (+) y que pueden reducir nitratos a nitritos. Su hábitat es el intestino del
hombre y son ubicuos y saprófitos. Algunos son comensales, como la Escherichia coli en el intestino delgado y
fundamentalmente en el grueso. Aquí sintetizan vitaminas y degradan sales biliares, además de ser marcadores
de contaminación fecal.
Los otros integrantes del género son patógenos como Salmonella, Shigella, Yersinia y las E. coli diarreogé-
nicos. Pueden presentarse clínicamente como diarrea acuosa, con sangre (enterocólica o síndrome disentérico)
y bacteremia como en fiebre tifoidea.
El hecho de que algunas infecciones sean asintomáticas es importante por que el sujeto disemina el pató-
geno al ambiente y lo puede transmitir por manos o alimentos. Después de una infección sintomática puede que
no se erradique el patógeno, continuando la excreción por semanas, meses o años. Los portadores y los sintomá-
ticos explican la mantención de los patógenos en la comunidad.
En la diarrea infantil de menores de 4 años los principales agentes son una E. coli diarreogénica y Shigella.
La Salmonella typhi es el agente de la fiebre tifoidea, mientras que la enteritidis se asocia a gastroenteritis en
niños y adultos.
Fuera del tracto gastrointestinal, E. coli es la principal causa de ITU. En ancianos y recién nacidos E. coli y
otras comensales Enterobacterias como Klebsiella, pueden pasar a la sangre y provocar focos de inflamación a
distancia como meningitis.
Sólo hay 3 zoonóticas: E. coli enterohemorrágico, Salmonella y Yersinia enterocolítica. El Campylobacter
también es zoonótico, pero no pertenece a la familia Enterobacteriaceae. Las E. coli forman parte de la microbiota
comensal, pero algunas cepas pueden producir infecciones, éstas son las E. coli diarreogénicas.
Patogenia: se divide en tres etapas, cada una con un factor de virulencia distinto:
- Adherencia: a los enterocitos del
colon por una fimbria específica (1).
- Adherencia íntima: produciendo
lesión “attachment and effacement” (al
igual que en ECEP), en la que se altera
el citoesqueleto de la célula mediado por
una intimina (2).
- Citotoxinas: producen inhibición
de la síntesis proteica y daño celular di-
recto, determinando la necrosis hemo-
rrágica de las vellosidades (3). Son
Shiga-like toxin I y II (SLT I y II) o vero-
toxinas. Se translocan de la mucosa al
torrente sanguíneo, pudiendo unirse a
receptores GB3 de glóbulos rojos, endo-
telio renal, plaquetas y del SNC (4), pu-
diendo provocar así el SHU, con anemia
hemolítica microangiopática, falla renal aguda y trombocitopenia (5).
- Otros: toxina EAST 1, enterohemolisina, transportadores de hierro (enteroquelina) y LPS.
Clínica: puede ser desde asintomático, producir diarrea acuosa (10%) y hasta diarrea disentérica (con
sangre y mucus) precedida por 1 a 2 días de deposiciones acuosas, dolor abdominal, fiebre de corta evolución y
vómitos. Incuba por 3 a 4 días y la disentería se prolonga por 4 a 10 días. Hay excreción bacteriana luego de la
resolución por 17 a 20 días.
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Sus complicaciones (5 a 10% de los casos) son prolapso rectal, apendicitis, intususpección, cistitis
hemorrágica, colecistitis, alteraciones del SNC y SHU, siendo ésta la más letal (1 a 10%). El pronóstico se
relaciona con el daño intestinal, que al ser más intenso libera más toxinas a la circulación.
El SHU se presenta 2 a 14 días después de la diarrea, con palidez de piel y mucosas, oliguria, edemas y
hemorragias cutáneas. Son factores de riesgo para SHU la infección por E. coli serotipo O157:H7, cuadros severos,
edades extremas, grupo sanguíneo P1 y tratamiento con antiespasmódicos.
Epidemiología: es un patógeno emergente. Se transmite vía oral por la ingesta de alimentos contaminados,
especialmente carne de vacuno mal cocida y derivados del cerdo, frutas, verduras, jugos y leche no pasteurizada;
también por bañarse en aguas contaminadas y puede haber transmisión persona-persona. Tiene una baja dosis
infectante.
Es causa de sólo el 2 a 3% de las diarreas en Latinoamérica, pero es causa importante de diarrea con sangre
y es causa del 38% de los casos en menores de 5 años. Generalmente se presenta en casos esporádicos aunque
puede haber brotes. Es el principal agente de SHU (91%) y tiene un predominio estacional con aumento de casos
en primavera y verano.
Diagnóstico: el estudio no se realiza de rutina, se hace en riesgo de diarrea con sangre, abdomen agudo y
SHU. El examen directo de deposiciones no es útil por que los leucocitos fecales son positivos en una 50%.
La muestra de deposiciones se siembra en agar MacConkey sorbitol, se incuba en atmósfera aerobia. Se
observan colonias transparentes que no pueden fermentar sorbitol; luego a algunas colonias se les realiza sero-
logía con antisueros O157, O26 y O111. También se pueden hacer estudios con PCR, sondas ADN y detección
de toxinas por cultivo o por ELISA.
Patogenia: coloniza la superficie mucosa del intestino delgado, sin invasión o daño y elabora enterotoxinas
dando un aumento de la secreción de agua y electrolitos. Provocando una diarrea secretoria con deposiciones
líquidas copiosas.
- Factores de colonización: la adheren-
cia es mediada por fimbrias (pili) denomina-
das factores de colonización (CFAs) que
se unen a receptores GM1 (1).
- Enterotoxinas: ECET produce y libera
enterotoxinas termolábiles (LT) y/o termoes-
tables (ST), responsables de la secreción de
electrolitos.
Las toxinas termolábiles (LT) son si-
milares a las producidas por el Vibrio chole-
rae (CT) y son de dos tipos: LT-I presente en
cepas humanas y animales, y LT-II sólo en
cepas animales.
LT-I es una toxina formada por una
subunidad A y cinco B, que se une al receptor
GM1, así es endocitada (2) y pasa por el apa-
rato de Golgi. Su blanco celular es la adenilato ciclasa de la pared basolateral, la cual mantiene permanentemente
activada provocando un aumento del AMPc (3). Este aumento suprafosforila los canales de cloro en la membrana
apical, estimulando su secreción al extracelular desde las células secretoras de las criptas, además de inhibir la
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reabsorción de NaCl por las células vellosas (4). El contenido iónico extracelular atrae agua vía paracelular, pro-
vocando una diarrea osmótica (5).
Las toxinas termoestables lo son gracias a múltiples puentes di-
sulfuro presentes en su estructura monomérica. Hay dos clases: STa o
STI es producida por ECET y por otras gram (-) (Yersinia enterocolítica y
V. cholerae) (1), mientras que STb sólo por ECET.
STa se acopla con un receptor guanilato ciclasa en la membrana
apical de las células epiteliales, provocando un aumento del CMPC intra-
celular (2). Esto estimula la secreción de cloro y/o la inhibición de la ab-
sorción de NaCl (3), provocando diarrea osmótica.
STb se acopla un receptor desconocido o se uniría inespecífica-
mente a la membrana para ser endocitada (2). Estimula la secreción de
bicarbonato desde las células intestinales por aumento de los niveles de
calcio intracelular desde el extracelular (3).
Algunas cepas de ECET producen sólo un tipo de enterotoxina,
pero es suficiente formar una para provocar diarrea. Las cepas que tienen
ST, sola o con LT, se asocian a cuadros más severos.
Diagnóstico: se usa una muestra de deposiciones espontánea o por hisopado, o del pañal en niños pe-
queños. Se introduce en un medio de transporte (Cary Blair o BGS) y se cultiva en agar MacConkey que permite
ver colonias rosadas por ser fermentadoras de lactosa.
El diagnóstico de certeza requiere demostrar la capacidad de producir enterotoxinas, por medio de técnicas
inmunoenzimáticas, radioinmunoensayo, hibridación con sondas o PCR (estas últimas para detección de los genes
de virulencia). Luego se serotipifica.
Tratamiento y Profilaxis: lo principal es la mantención de una hidratación adecuada, pero también se usan
antibióticos. El de elección es el cotrimoxazol y fluoroquinolonas como ciprofloxacina en adultos. El subsalicilato
de bismuto ayuda a disminuir la intensidad de los síntomas.
Como medidas preventivas sirve evitar agua y alimentos potencialmente contaminados, el uso de subsalici-
lato de bismuto cuatro veces al día y antibióticos sólo en caso de diarrea significativa.
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III.- E. coli Enteropatogénica (ECEP):
Es muy similar a ECEH, sólo que no produce toxinas ni es invasiva.
Patogenia: es capaz de producir como lesión histológica el “attachment-effacing” (A/E) que es la adheren-
cia íntima al enterocito con la destrucción de la microvellosidad. Produce cambios en el citoesqueleto de la célula
epitelial, haciendo que se acumule actina bajo la zona de adherencia formando un “pedestal” (2). La lesión se
divide en tres etapas:
- Adherencia localizada: dada por fimbrias (codificadas por
un plasmidio “EPEC adherente factor” o EAF) que permiten la for-
mación de un conglomerado de bacterias que se une a la célula
epitelial (1).
- Transducción de señales: se produce en la célula hospedera
por genes bacterianos codificados en un “islote de patogenicidad”.
Produce proteínas de secreción y una intimina, que actúa como
adhesina (2). Ésta aumenta el calcio intracelular (2) con lo que se
polimeriza la actina formando la lesión (3) e inhibe la absorción de
NaCl y estimula la secreción de cloro (4). El calcio también produce
fosforilación de proteínas, activando a la proteína quinasa (PK)
que provoca un aumento en la permeabilidad de las uniones inter-
celulares (5). También fosforila tirosinas que sirven de receptores
de intimina, por lo que induce su propio receptor.
- Adherencia íntima: mediada por la intimina, codificada por
el gen eae. Se ha visto que la administración de anticuerpos anti-
intimina previene la diarrea.
Clínica: se presenta como diarrea acuosa y con mucus, generalmente autolimitada. Es la primera causa
bacteriana de diarrea con deshidratación en menores de un año. Puede acompañarse de vómitos, fiebre moderada
y dolor abdominal. No produce diarrea del viajero.
Epidemiología: es importante causa de diarrea en los países en desarrollo. Su alta contagiosidad puede
ser causa de brotes nosocomiales. Tiene una prevalencia de 6% en menores de 2 años.
Su transmisión es fecal-oral por contaminación de manos, alimentos, leche, fómites, etc. Su reservorio son
los niños cursando infecciones asintomáticas o sintomáticas y los portadores asintomáticos. El calostro y la lactan-
cia materna protegen contra la diarrea por ECEP.
Diagnóstico: se considera la capacidad de producir la lesión A/E, la presencia del plasmidio EAF y la au-
sencia de la toxina Shiga-like. Si tiene las tres condiciones se habla de una ECEP típica; las que no poseen el
plasmidio EAF son ECEP atípicas.
En las pruebas fenotípicas se busca evidenciar in vitro la lesión A/E. Se logra inoculando ECEP en cultivos
celulares. En las pruebas genotípicas, por medio de PCR o hibridación con sonda ADN, se busca la presencia
del plasmidio EAF, el gen eae y genes de la toxina Shiga-like.
La utilidad de la serogrupificación es relativa, ya que la relación entre serogrupo y categoría de E. coli dia-
rreogénico no es absoluta. Por lo tanto la manera más certera de definir a un ECEP es en base a sus propiedades
de virulencia.
Tratamiento: lo primero es prevenir y corregir la deshidratación. En casos leves o moderados, por rehidra-
tación oral; en severos, vía parenteral. Los antibióticos se reservan para los severos y que no responden a un
tratamiento sintomático. Se usan neomicina, cotrimoxazol y furazolidona.
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Se caracteriza por su capacidad de invadir la mucosa del colon.
Patogenia: es similar a la de Shigella. La bacteria invade la mucosa colónica y pueden elaborar una o más
enterotoxinas con acción secretora, provocando diarrea. La Invasividad está dada por:
- Penetración en la célula epitelial por endocitosis (1).
- Lisis de la vacuola endocítica (2).
- Multiplicación intracitoplasmática (3).
- Movimiento a través del citoplasma (4), que al parecer es mediado
por filamentos de actina de la célula que empuja la bacteria hacia lateral.
- Extensión a células epiteliales adyacentes (4).
Estos genes de Invasividad los codifica un plasmidio.
En infecciones severas hay una intensa respuesta inflamatoria, que
puede manifestarse como ulceraciones y diarrea con sangre.
Las enterotoxinas serían la causa de la diarrea acuosa que precede
a la disentérica.
Diagnóstico: tiene dos etapas: primero demostrar que es una E. coli y luego que tiene características de
Shigella. De las pruebas fenotípicas, se usa el test Sérèny para observar in vitro que la bacteria es capaz de invadir
células epiteliales. Para las pruebas genotípicas se usa PCR o hibridación con sondas ADN; también se usa
ELISA.
Patogenia: no se ha determinado el mecanismo preciso, pero produce un fuerte biofilm que podría relacio-
narse con la colonización persistente y diarrea mucosa.
Como factor de virulencia posee una fimbria específica responsable de la autoagregación, que también
tendría un efecto citotóxico sobre la mucosa intestinal con acortamiento de las vellosidades, necrosis hemorrágica
de sus extremidades y una respuesta inflamatoria moderada con edema e infiltración mononuclear de la submu-
cosa. Estos efectos tóxicos requieren, además de los genes de la fimbria, genes plasmidiales.
Clínica: se observa diarrea acuosa, mucoide y secretora, fiebre baja y vómitos escasos o ausentes. Gene-
ralmente las deposiciones se presentan sin sangre. ECEAgg se acepta como causante de diarrea cuando: -
Se demuestra la infección durante un brote documentado.
- La cepa aislada corresponde a uno de los serotipos asociados con enfermedad.
- Presenta diarrea persistente y se aísla en más de una muestra, en ausencia de otro patógeno entérico.
Epidemiología: es agente de diarreas prolongadas (14 días o más) y/o persistentes. En Chile se han
informado casos esporádicos.
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Diagnóstico: el diagnóstico definitivo está dado por la demostración del patrón AA. También se usan sondas
genéticas y PCR.
Clínica: se han aislado en episodios de diarrea acuosa sin sangre, sin leucocitos fecales y de evolución
prolongada en niños mayores de 5 años.
Epidemiología: su distribución estacional es similar a ECET, aumentando en los meses cálidos. Su trans-
misión es fecal-oral.
Diagnóstico: se busca el gen que codifica la fimbria por sondas de ADN y se busca el patrón de adherencia
difusa al cultivo celular.
Tratamiento y prevención: no se ha definido la utilidad de los antibióticos. Para prevenir sirven medidas
generales para evitar la contaminación fecal de agua y alimentos. No hay vacuna disponible.
VII.- Salmonella:
Pertenece a la familia Enterobacteriaceae, por lo que su reconocimiento clínico se realiza mediante las prue-
bas bioquímicas de la familia. El hallazgo de bacilos gram (-) lactosa (-) en agar MacConkey indicará la presencia
de Salmonella, Shigella o Yersinia. Se puede identificar Salmonella con pruebas específicas:
Luego de la identificación del género y la especie, se clasifican e identifican por serología para el reconoci-
miento de antígenos somáticos (O, relacionados con LPS) y flagelares (H, proteínas flagelares). La identificación
de Salmonella typhi se facilita por la detección del antígeno capsular Vi.
El nombre de la Salmonella específica se abrevia indicando sólo el serotipo luego del género (ej: Salmonella
typhi), considerando que no se trata de una especie sino de un serotipo.
Serogrupo Serotipo
Serogrupo A Salmonella paratyphi A
Serogrupo B Salmonella paratyphi B y typhirium
Serogrupo D Salmonella typhi y enteritidis
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Los laboratorios asistenciales en Chile reconocen Typhi o Paratyphi, pero no pueden precisar otros. Cuando
hay otros, se informan sólo el serogrupo, como Salmonella grupo D no typhi. Para la identificación se deriva al ISP.
Existe una relación entre los serotipos y la enfermedad.
En el diagnóstico, el encontrar bacilos gram (-) lactosa (-) en deposiciones sugiere (pero no asegura), en el
contexto clínico adecuado, la presencia de Salmonella. Se cultiva en agar MacConkey o en agar Salmonella-
Shigella, ambos con lactosa.
Epidemiología: la transmisión del agente es entérica y requiere de una alta dosis infectante. Se transmite
a hospederos susceptibles desde reservorios humanos o animales según el serotipo. Así, Salmonella typhi pro-
viene exclusivamente de reservorios humanos (portadores biliares crónicos) y está ligado a deficiencias en higiene
personal o en la provisión de agua potable, disposición de excretas y/o falta de control de la manipulación de
alimentos. En cambio, Salmonella enteritidis es una zoonosis avícola y produce enfermedad luego de la inges-
tión de derivados de la crianza, como huevos y carne de ave. También existe entre ambos una relación con el nivel
de desarrollo, según lo que la Salmonella enteritidis aparece con él y la typhi desaparece con él.
La contaminación de los huevos se produce intermitentemente en aves ponedoras en forma transovárica o
al momento de la postura por el contacto del huevo con Salmonella presente en la cloaca. La carga bacteriana que
llega a la yema es baja, por lo que la posibilidad de producir enfermedad dependerá de la amplificación bacteriana
por la ausencia de cadenas de frío, del tiempo entre la postura y el consumo y de los hábitos culinarios de la
población y tiempos y forma de cocción.
En Chile hay una transición epidemiológica entre ambas Salmonellosis. De un predominio de la fiebre tifoi-
dea (actualmente con una incidencia menor a 5 casos por 100.000 habitantes) a una endemia de S. enteritidis,
constituyéndose como un patógeno emergente. Para esta última, al ser una zoonosis, el saneamiento ambiental
no tendrá gran impacto en el control.
Patogenia: requiere una alta dosis infectante debido a la barrera ácida gástrica, por lo que quienes tenga
hipoclorhidria son susceptibles. La bacteria interactúa con el epitelio intestinal, lo invade y migra a la membrana
basal y a la lámina propia sin replicarse. La S. typhi o paratyphi se disemina en el torrente sanguíneo e invade
células del SRE. Sobrevive intracelularmente y se replica. Las bacteremias que produce de esta forma, permite
que S. typhi se localice secundariamente en las placas de Peyer y en la vesícula biliar llevando a la portación
crónica. Sin tratamiento oportuno, la enfermedad es controlada por la respuesta inmune, pero la respuesta infla-
matoria puede provocar perforaciones y hemorragia intestinal.
En cambio, S. enteritidis queda restringida a la lámina propia, donde por mecanismos poco dilucidados gati-
llan diarrea secretoria con elementos inflamatorios.
Tratamiento: su enfoque es según el cuadro clínico y el serotipo involucrado. En S. typhi el enfoque funda-
mental es la administración de antibióticos como cloranfenicol (eficaz en un 90%) y ampicilina (en embaraza-
das). En S. enteritidis no hay tratamiento antibiótico efectivo.
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Prevención: la adquisición de typhi o paratyphi no involucra carnes de aves o derivados del huevo, su
incidencia disminuye en función de la disponibilidad de agua potable y de una adecuada disposición de excretas;
ayudan en la prevención las medidas de higiene básicas y la capacitación de manipuladores de alimentos.
Enteritidis se transmite por alimentos específicos y su control está ligado al control de alimentos derivados
de aves, prácticas higiénicas en los planteles avícolas, uso de cadenas de frío, cocción adecuada, etc.
Para la fiebre tifoidea no existen vacunas de eficiencia aceptable; las para prevenir la salmonelosis por S.
enteritidis aún no se han desarrollado.
VIII.- Shigella:
Se reconocen cuatro especies: Shigella flexneri, dysenteriae, boydii y sonnei. Existe una relación entre la
especie y el nivel de desarrollo, así S. sonnei es principalmente de países industrializados; en América latina pre-
dominan S. sonnei y flexneri, en India predominan S. dysenteriae y boydii.
Shigella son bacilos gram (-) lactosa (-) inmóviles, de la familia Enterobacteriaceae.
Clínica: produce manifestaciones intestinales y extraintestinales. El cuadro intestinal se presenta como en-
terocolitis. El agente incuba por 1 a 4 días. Sus primeros síntomas son fiebre, dolor de cabeza, anorexia y vómitos
ocasionales. En algunos casos, luego de 12 a 18 horas, los síntomas progresan a una diarrea disentérica con
pujo y tenesmo rectal, sangre, mucus y pus en deposiciones.
La principal manifestación extraintestinal son convulsiones febriles sin encefalopatías asociadas. Una com-
plicación posible es una anemia hemolítica microangiopática o SHU en niños, y como púrpura trombocitopé-
nico en adultos.
La mayoría de los episodios son autolimitados y se resuelven en 5 a 7 días sin secuelas. En inmunocompro-
metidos y niños desnutridos puede haber deshidratación, hiponatremia, hipoglicemia y complicaciones intestinales
como megacolon tóxico, prolapso rectal y perforación intestinal.
Epidemiología: es una de las causas más importantes de diarrea infantil, afectando principalmente a niños
de entre 6 meses y 10 años. Su único reservorio es el hombre y se transmite fundamentalmente persona-persona,
por contacto directo o por contaminación de alimentos en el ciclo fecal-oral. Las cuatro especies de Shigella pue-
den causar disentería, siendo S. dysenteriae tipo I la más virulenta.
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En Chile es responsable del 4 a 12% de los casos de diarrea aguda y del 22 a 30% de las diarreas con
sangre en menores de 5 años.
Diagnóstico: se debe aislar el agente a partir de deposiciones. La muestra debe ser llevada en el menor
tiempo posible, ya que la bacteria no sobrevive en deposiciones. Se puede poner la muestra fresca en un medio
de transporte como BGS o Cary Blair.
Al cultivar se usa un medio de baja selectividad como agar MacConkey donde crecen colonias incoloras (no
fermentan lactosa). También se puede usar un medio de selectividad alta como XLD donde crece como colonias
rosadas al no fermentar xilosa, o en agar Salmonella-Shigella (SS) donde crece como colonias incoloras al no
fermentar lactosa.
Luego se deben realizar pruebas bioquímicas y serológicas para la identificación de la especie.
Tratamiento y prevención: el uso de antibióticos es efectivo pues acorta la fiebre, disminuye la severi-
dad y duración del cuadro, y reduce el período de excreción del patógeno. Se usa ampicilina o cotrimoxazol.
En prevención se debe cortar la transmisión por la adquisición de hábitos de higiene y el mejoramiento del
suministro de agua potable y manejo adecuado de las aguas servidas. Hay vacunas en desarrollo en base a bac-
terias vivas atenuadas.
Patogenia: después de la ingestión del inóculo la bacteria migra por el tubo digestivo y se adhiere a la
mucosa del intestino delgado con sus pili, donde produce la toxina de cólera, una exotoxina que altera la función
de los transportadores de iones (Na+, Cl-, HCO3- y K+). Disminuye la absorción de sodio hacia los tejidos y produce
un flujo neto de cloro y agua al lumen intestinal provocando diarrea acuosa, que lleva a grandes pérdidas de
volúmenes de líquido y desbalance hidroelectrolítico, sin daño aparente de la mucosa.
Sus factores de virulencia son:
- Motilidad: por el flagelo polar monótrico; los mutantes no móviles son menos virulentos.
- Quimiotaxis: guiaría al Vibrio hacia la mucosa.
- Adherencia: por pilis y adhesinas (1). Los pili se denominan Tcp (“Toxin corregulated pili”) y juegan un
importante rol en la virulencia, pues los mutantes carentes de Tcp son avirulentos. Otras adhesinas actuarían como
factores de colonización como hemaglutinina (adhesina en otras bacterias) o acf (“accessory colonization factor”),
cuya ausencia determina un cambio en la capacidad de colonización.
- Separación de células del hospedero: secreta proteasa dependiente de calcio y zinc llamada mucinasa
que degrada fibronectina, lactoferrina y la toxina del cólera. Su principal rol sería permitir que la bacteria se des-
prenda para reatacar a células intestinales.
- Toxina del cólera (CT): es el factor de
virulencia más importante. Es una exotoxina
termolábil tipo holotoxina. Para actuar la toxina
excretada se adhiere a la superficie de la célula
por unión al receptor gangliósido GM1 (2), lo
que aumenta su virulencia. Unida la toxina la
subunidad A es liberada y entra a la célula por
translocación (2). En el interior, ADP-ribosila la
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proteína de membrana Gs bloqueándola en estado activo, aumentando su actividad adenilato ciclasa elevando
el nivel intracelular de AMPc (3). Esto lleva a alterar la actividad de los transportadores de sodio y cloro.
- Otras toxinas: son de menos virulencia. Entre ellas está Zot (zona “occludens toxin”) que destruye las “tight
junctions” que unen a las células mucosas, permitiendo la libre difusión de iones y agua. También está presente
Ace (“accessory cholera toxin”), que causa diarrea en animales.
Las toxinas, pili, factores accesorios de colonización y otras proteínas están regulados en un regulón que
responde a señales ambientales como cambios de osmolaridad, pH y/o temperatura. ToxR es una proteína de
membrana capaz de detectar cambios ambientales y transferir la información al cromosoma, uniéndose al ADN
activando o inhibiendo la transcripción.
Clínica: puede presentarse desde una infección asintomática hasta diarrea severa con compromiso vital y
muerte. Incuba por horas hasta 5 días, dependiendo del estado inmune y de la cuantía del inóculo. Puede existir
un pródromo con dolor abdominal leve, anorexia y vómitos, para dar paso al cuadro diarreico. Éste se presenta
con deposiciones en un principio de contenido fecal y luego líquidas con aspecto de “agua de arroz”, aunque
pueden darse en forma alternada. Es habitual que se acompañe de mucosidades, pero no sangre ni pus. Sus
complicaciones son deshidratación, hipoglicemia, acidosis metabólica e incluso shock hipovolémico que
puede llevar a la muerte. Los casos leves se resuelven espontáneamente en 1 a 5 días.
Diagnóstico: se toma una muestra de deposiciones frescas o hisopado rectal (o vómito) y se transporta en
medio Cary Blair. Debe ponerse en un medio de enriquecimiento alcalino e incubarse. Se siembra en medio TCBS
selectivo para Vibrios y se incuba 18 a 24 horas. Las colonias sospechosas de V. cholerae son amarillas, aplanadas
o ligeramente convexa, bordes lisos de 2 a 3 mm de diámetro.
Luego debe traspasarse a agar sangre para la biotipificación y en agar tripticasa-soya (TSA) para su iden-
tificación. Los Vibrio son oxidasa (+), glucosa (+), móvil e indol, ornitina y citrato (+).
Si hemolisa glóbulos rojos de cordero es una cepa El Tor, las no hemolíticas son Clásicos.
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El Campylobacter jejuni es la causa más frecuente de infección intestinal asociada a alimentos y está rela-
cionado al 40% de los casos de Síndrome Guillian-Barré. Es un miembro de la familia Campilobactereaceae, por
lo que no es una enterobacteria.
Es una bacilo gram (-) curvo, en espiral o en “alas de gaviota”. Posee un flagelo polar mono o polítrico que
le da movilidad. Es termotolerante, microaerófilo y oxidasa (+).
Patogenia: se adhiere al epitelio del intestino delgado por medio del flagelo y de proteínas de membrana
externa. Produce una enterotoxina CT-like, pero menos potente. Invade y prolifera en el epitelio del intestino
grueso formando microúlceras debido a la destrucción que provoca la toxina. Se transloca a la lámina propia y a
nódulos linfáticos, proliferando y causando infección extraintestinal (poco frecuente). La respuesta inmune es se-
rotipo específica, lo que condiciona reinfecciones.
Clínica: C. Jejuni produce, en un 90 a 99% de los casos, síndrome diarreico agudo, con un 1 a 10 de
complicaciones extraintestinales como septicemia, colecistitis aguda y patología autoinmune. El cuadro dia-
rreico se presenta como diarrea acuosa (66%), dolor abdominal intenso (45%), disentería (17%), fiebre y deshi-
dratación en edades extremas. incuba por 2 a 7 días y el cuadro dura 1 a 2 semanas y es autolimitado.
Una complicación es el Síndrome Guillian-Barré, que se presenta en un 0,1% de los casos. Sucede en 2
semanas al cuadro intestinal y ocurre por respuestas autoinmunes estimuladas por la infección. La infección peri-
natal, extraintestinal y en inmunodeprimidos ocurre principalmente por C. fetus.
Epidemiología: de distribución mundial. Es la tercera causa de diarrea del viajero. Es zoonótico y su re-
servorio más importante son los pollos, también está presente en animales domésticos y salvajes, huevos, agua
no potable, leche no pasteurizada y excretores asintomáticos. La transmisión es vía oral.
Diagnóstico: se toma una muestra de deposiciones frescas o tórula rectal y se transporta en medio Cary
Blair, también se realizan estudios en alimentos. El examen directo se realiza con tinción violeta + bicarbonato,
observándose “alas de gaviota”.
El cultivo se realiza en medios selectivos con antibióticos, además de la seroagrupación, biotipificación y
serotipificación.
En Guillian-Barré se usa serología con ELISA.
Tratamiento y prevención: en casos no complicados, se usa sólo terapia de rehidratación. En casos com-
plicados se usa eritromicina que sólo disminuye el período de excreción. Se previene cocinando bien los alimentos
y con control ambiental. No hay vacunas disponibles.
XI.- Yersinia:
Es el agente causante de la peste bubónica (Yersinia pestis). Actualmente la más importante es la Yersinia
enterocolítica, causa de cuadros gastrointestinales y de patología autoinmune. Es un cocobacilo gram (-) o gram
variable, no esporulado, anaerobio facultativo, oxidasa (-), móvil a 30ºC e inmóvil a 37 y con una temperatura
óptima de crecimiento de 25 a 28ºC.
Patogenia: ingresa vía oral y en el íleon terminal entra a las células M por fagocitosis forzada y se libera
por exocitosis en la base de ellas. Pasa a las placas de Peyer de la submucosa, donde se multiplica y provoca la
respuesta inflamatoria responsable del dolor.
Posee factores de adherencia, invasividad, antifagocitario, genes reguladores y una enterotoxina termoesta-
ble (Yst), responsable de la diarrea acuosa.
La autoinmunidad se gatilla por reacción cruzada de anticuerpos antiyersinia con antígenos del hospedero.
Clínica: Y. Enterocolítica produce cuadros gastrointestinales esporádicos o en brotes. Incuba por 4 a 7 días.
Produce diarrea acuosa (a veces disentérica) con fiebre, vómitos y dolor abdominal. Puede provocar también
ileítis terminal y linfadenitis mesentérica con dolor abdominal intenso, sin diarrea, que dura 1 a 4 semanas; se
101
puede confundir con apendicitis aguda. Puede producir septicemia en pacientes con enfermedades predisponen-
tes y cuadros autoinmunes 2 a 6 semanas luego del episodio intestinal (artritis reactiva, eritema nodoso, síndrome
de Reiter, tiroiditis o miocarditis).
Epidemiología: Y. Enterocolítica tiene una distribución mundial, con predominio en áreas templadas frías.
Es una zoonosis de animales de sangre caliente, que infecta por el consumo de subproductos (carne, leche) o
por frutas, verduras y agua contaminadas. Se transmite vía oral y rara vez persona-persona o por transfusiones.
Causa 1 a 2% de las diarreas agudas a menores de 5 años, con el 50% de los casos en invierno.
Diagnóstico: se toma muestra de deposiciones frescas o tórula rectal (también de sangre y tejidos) y se
transporta en medio Cary Blair. Se cultiva en agar MacConkey y/o SS, dando colonias lactosa (-), o en agar CIN
(selectivo para Yersinia). Se identifica por pruebas bioquímicas, observándose movilidad (+) a 25ºC. Es produc-
tora de β-lactamasa, por lo que se le realiza antibiograma (de difusión en agar).
102
Capítulo XI: Enfermedades Trasmitidas por Alimentos.
Las ETA son enfermedades de manifestaciones gastrointestinales o neurológicas, adquiridas por el consumo
de alimentos o aguas contaminados.
Se transmiten a través de distintos ciclos:
- Fecal-oral: es un ciclo corto, importante en la transmisión de algunas E. coli diarreogénicas. En él participan,
por ejemplo, los manipuladores de alimentos.
- Río-mar -alimentos: es un ciclo largo, de gran importancia en fiebre tifoidea y cólera. Está en disminución.
- Por vectores: como ratas.
Las ETA emergen por cambios socioeconómicos que afectan las condiciones de vida y hábitos alimenticios,
la industrialización de los alimentos y la globalización.
Epidemiológicamente, se define un brote de ETA a la aparición de dos o más casos de una enfermedad
similar en un período de tiempo como resultado de la ingestión en común de un alimento o agua.
Los alimentos pueden contaminarse con muchas bacterias: S. aureus (y su toxina termoestable), Salmo-
nella, Shigella, E. coli, Lysteria monocytogenes, Vibrio cholerae, Vibrio parahemolitico, Yersinia enterocolitica,
Clostridium perfringens y Clostridium botulinico, además de virus como rotavirus, Calicivirus, astrovirus, adenovirus
entéricos y de parásitos.
Según la distribución de los brotes notificados de ETA, un 70% se origina en el hogar. Son alimentos de
riesgo:
- Mayonesa casera: Salmonella, S. aureus
- Helados: Salmonella, Campylobacter
- Carne de aves y huevos: Salmonella, Campylobacter
- Carne de vaca o cerdo: E. coli Enterohemorrágica
- Crema de leche: S. aureus
- Emparedados: ECEH, Salmonella
- Mariscos crudos: Calicivirus, Vibrio parahemoliticus
Algunos factores de riesgo para ETA son los equipos sucios, mala higiene personal, cocción inadecuada de
alimentos, recalentamiento inadecuado de alimentos, insectos, roedores, conservación inadecuada (cadena de
frío), manipuladores infectados, alimentos contaminados y manipulación inadecuada.
La primera causa de ETA en Chile son los Staphylococcus. Las manifestaciones aparecen a las horas de
ingerir el alimento. También se estudia el alimento sospechoso.
103
Capítulo XII: Infecciones del Tracto Urinario.
El tracto urinario normal es estéril, excepto el tercio distal de la uretra donde existe microbiota comensal.
I.- Epidemiología:
Durante la infancia (recién nacido y lactante) alcanza una frecuencia de 1 a 2% y es más prevalente en
hombres hasta el tercer mes. En el preescolar es más frecuente en mujeres. Es esta etapa hay riesgo de daño
renal, por lo que el manejo debe incluir siempre un estudio anatomo-funcional. En adultos y adolescentes es pre-
dominantemente femenino por varios factores predisponentes como:
- Menor distancia colon-meato uretral
- Uretra más corta
- Proximidad meato-vagina
- Actividad sexual que favorece el ascenso de gérmenes
- Hiperestrogenismo (ACO, embarazo)
La prevalencia en el adulto mayor es superior y la relación hombre:mujer se equipara por la aparición de
uropatía obstructiva (adenoma protático), prolapso uterino, incontinencia fecal y mayor frecuencia de instrumen-
talización de la vía urinaria y de uso de Sonda Folley.
II.- Etiología:
La mayoría son causadas por bacterias de la microbiota intestinal. La más frecuente es E. coli.
Los grupos de mayor riesgo son las niñas menores de 10 años y las mujeres en edad fértil. El 95% son por
un agente único y el 5% son polimicrobianas. A nivel hospitalario el 85% son causadas por un solo agente y el
15% son polimicrobianas. Los agentes, en orden de frecuencia, son:
Extrahospitalaria Intrahospitalaria
(90%) E. coli (53%)
(3,2%) Proteus mirabilis (13%)
Klebsiella
Enterococcus
Staphylococcus saprophyticus Pseudomonas
Enterobacter
Otros
Proteus, Serratia, Candida, S. aureus, S. epidermidis
III.- Patogenia:
Las vías de invasión son dos: la ascendente y la hematógena.
La vía ascendente es la más frecuente. Las bacterias causales son de origen fecal (BGN), colonizan el
introito vaginal y el área periuretral y ascienden por la uretra.
La vía hematógena es menos frecuente. De un foco primario hacen bacteremia que lleva a la bacteria al
tracto urinario (bacterias gram (+), como S. aureus).
El agente más frecuente de ITU son unos serogrupos de E. coli, las E. coli uropatógenas que tiene factores
de virulencia que les permiten colonizar e invadir el tracto urinario. Los factores más importantes son las fimbrias
específicas. Las tipo I se adhieren a receptores del mucus urinario, asociándose a ITU baja. Las fimbrias tipo P,
cuyos receptores están a nivel renal, provocan ITU alta.
Otros factores de virulencia son la resistencia al efecto bactericida del suero, resistencia a la fagocitosis,
mecanismos para la adquisición de nutrientes y toxinas.
Exceptuando la mucosa uretral, el tracto urinario normal es resistente a la colonización bacteriana y es capaz
de eliminarla gracias a la micción, válvulas vesico-ureterales, osmolaridad y pH urinario, contenido de urea, acción
bactericida del líquido prostático, revestimiento proteico antiadherente de la vejiga, IgA antiadherente y la inflama-
ción.
104
IV.- Clínica:
Además de las ITU, que se refieren a un conjunto de síndromes clínicos, se pueden presentar como “infec-
ciones urinarias complicadas” cuando ocurren en individuos con anormalidades congénitas o adquiridas de la vía
urinaria.
Las ITU menos frecuentes son prostatitis aguda, abscesos intrarrenales o perinéfricos e ITU bacterémica.
Las ITU más frecuentes son:
- Bacteriuria asintomática: su significado en controversial excepto en niños con reflujo vesico-ureteral, por el
riesgo de daño renal, en embarazadas, por el riesgo de ITU severa y daño fetal. Y en pacientes por ser sometidos
a procedimientos invasivos, por el riesgo de bacteremia. Es frecuente en ancianos. En sujetos con catéter urinario
generalmente es por colonización y casi siempre se elimina al retirar la sonda.
- Cistitis: es la ITU más frecuente. Son infecciones confinadas a vejiga que se manifiesta por disuria, urgencia
miccional, tenesmo vesical, polaquiuria y orina turbia, acompañado de fiebre y CEG.
- Pielonefritis: implica el compromiso de la vía urinaria superior (riñón y pelvis renal). Se presenta con dolor
o sensibilidad en la fosa lumbar con evidencias de respuesta inflamatoria sistémica (fiebre, CEG, náuseas).
V.- Diagnóstico:
Para la toma de muestra se puede usar la punción suprapúbica o vesical, que es el “gold standard” para
determinar la presencia de bacterias a nivel vesical. La cateterización permite obtener prácticamente el mismo
tipo de muestra. Estas técnicas se indican en pacientes pediátricos y en casos en que la interpretación se hace
difícil de otro modo.
La muestra de orina de segundo chorro es la más frecuentemente utilizada y se realiza previo aseo de la
vulva o glande.
En niños que aún no tienen control voluntario de micción se usa una muestra de orina obtenida por reco-
lector. Debido a la alta probabilidad de contaminación, los cultivos sólo se consideran cuando son negativos, los
positivos deberían confirmarse por punción o cateterización.
Los catéteres urinarios a permanencia (por más de 24 horas) generalmente desarrollan una microbiota dife-
rente a la del paciente, por lo que las muestras de los catéteres no son fidedignas. Por eso cuando se requiera un
urocultivo en un paciente cateterizado se recomiendo primero cambiar la sonda y luego puncionarla en el sitio lo
más próximo posible a la uretra.
La demora en el procesamiento de la orina se traducirá en resultados poco confiables. Si no es posible
transportarla de inmediato, debe refrigerarse a 4ºC.
Al examen microscópico se evalúa el sedimento urinario de orina centrifugada, y la tinción gram en una
muestra bien mezclada pero no centrifugada.
El cultivo es el “gold standard”. 0,001 ml de orina se siembra en dos placas, una de agar sangre y otra de
agar MacConkey. Luego del período de incubación, se cuenta el número de colonias (unidades formadoras de
colonias o UFC) y se multiplica por 1000, estimando el recuento de bacterias. Un recuento mayor a 10 5 UFC/ml se
considera como indicador de infección. el criterio no es aplicable a mujeres sintomáticas con recuentos menores o
a niños, por ejemplo. En el caso de muestras tomadas por punción vesical, cualquier recuento se considera signi-
ficativo.
105
Capítulo XIII: Infecciones de Piel y Tejidos Blandos.
Los patógenos bacterianos más comunes son SBHGB (S. pyogenes) y S. aureus; de los hongos, son Cán-
dida y dermatofitos.
Las infecciones de piel y tejidos blandos pueden ser primarias o secundarias. Las primarias son causadas
por un solo agente y afectan a piel previamente sana. Las secundarias ocurren sobre piel dañada y su etiología
puede ser mono o polimicrobiana; su extensión y curso clínico son variables. Los patógenos de piel y tejidos
blando son:
El Staphylococcus aureus, una cocácea gram (+), es capaz de provocar el síndrome de shock tóxico
(SST), asociado a la toxina del síndrome del shock toxico (TSST-1) que actúa como superantígeno produciendo
un rápido compromiso sistémico con fiebre, rash cutáneo, shock y muerte en el 3% de los casos.
El Streptococcus pyogenes produce un síndrome similar al shock toxico (TSLS), con una tasa de morta-
lidad mayor (30 a 60%), pues hay bacteremia a diferencia del S. aureus en que sólo ingresa a la sangre la toxina.
En S. pyogenes actuarían como superantígenos las exotoxinas pirógenas A, B y C (Spe A, B y C), siendo SpeA
implicada en cuadros graves. Este agente aumentó su frecuencia como causal de infecciones severas de piel y
tejidos blandos como fasceítis necrotizante y miositis.
Para tratar infecciones por estos agentes se usan antibióticos combinados vía sistémica.
Las infecciones que producen son:
- Impétigo: infección epidérmica. Una vesícula superficial se rompe eliminando una serosidad que al secarse
forma costras amarillentas (mieliséricas). De fácil diseminación por autoinoculación, se ubica preferentemente en
cara y región periorificial y se acompaña de adenopatías regionales.
- Ectima: forma profunda y ulcerada de impétigo.
- Foliculitis: infección e inflamación de los folículos pilosos. Es una pápula o pústula con un pelo al centro y
rodeada de un halo eritematoso.
- Furúnculo: infección de un folículo pilosos con compromiso subcutáneo, generalmente a partir de una foli-
culitis. Preferentemente en áreas sometidas a fricción o maceración. La confluencia de varios furúnculos se deno-
mina carbunclo.
- Paroniquia: infección superficial de los bordes ungueales. Su forma aguda es causada por S. aureus, la
crónica por Cándida.
- Erisipela: infección de dermis y tejido linfático en cara y extremidades, preferentemente en lactantes, niños
pequeños y adultos mayores. Se observa una placa eritematosa, brillante, edematosa, dolorosa y de bordes netos,
con fiebre y CEG.
- Celulitis: infección cutánea más profunda que la erisipela, compromete el tejido celular subcutáneo. Pre-
senta bordes poco definidos.
- Fasceítis necrotizante: infección de fascia superficial y profunda. Comienza en un sitio de trauma leve o
inaparente con rápida extensión (24 horas), formando un eritema violáceo con bulas y necrosis, pudiendo evolu-
cionar a Shock tóxico. Son factores de riesgo diabetes, cáncer, edad avanzada, quimioterapia y obstrucción linfá-
tica. Se diagnostica por hemocultivos. Tiene una mortalidad de 35 a 40%.
- Miositis: se presenta con mialgia e inflamación del músculo afectado con toxicidad sistémica y aumento de
la creatina fosfoquinasa (CPK). Tiene una mortalidad superior al 80%.
- Síndrome de shock tóxico estreptocócico (TSLS): la mayoría en pacientes previamente sanos cuyo foco de
infección inicial es la piel. Las cepas causantes son altamente transmisibles persona-persona, originando brotes.
El cuadro clínico es muy similar a la fasceítis necrotizante y típicamente comienza en una zona de trauma menor.
Tiene una mortalidad de 30 a 60%.
106
I.- Staphylococcus aureus:
Los Staphylococcus son cocáceas gram (+) dispuestas en racimos. Son anaerobios facultativos, inmóviles
y no esporulados, catalasa (+) y toleran altas concentraciones de sal. En clínica sólo son importantes el S. aureus,
S. epidirmidis y S. saprophyticus.
Patogenia: se transmite principalmente por manos contaminadas. Sus factores de virulencia estructura-
les son:
- PG: induce IL-1, atrae PMN, activa el complemento e induce anticuerpos opsónicos.
- Ácido teicoico: participa en la capacidad de adherencia.
- Proteína A: incorporada a la porción externa del PG. Es capaz de unir la fracción Fc de IgG, evitando la
fagocitosis.
- Cápsula: algunas cepas la poseen y otras no. Tendría un rol antifagocitario.
Son factores de virulencia no estructurales las enzimas y toxinas producidas por la bacteria. Las enzimas
son:
- Catalasa: evita la acción del H2O2 producido para la fagocitosis.
- Coagulasa: de las especies de importancia clínica, sólo S. aureus la produce, por lo que se usa como
prueba diagnóstica. Convierte el fibrinógeno en fibrina, favoreciendo la formación de coágulos. Al interior de éstos
quedan atrapadas células fagocitarias, detritos celulares y bacterias, originándose abscesos, manifestación típica
de la infección por S. aureus.
- Otras: hialuronidasa, lipasa, DNAsa.
Clínica: la mayoría de las infecciones son cutáneas o subcutáneas. Sin embargo pueden diseminarse vía
hematógena a otras localizaciones como huesos (osteomielitis), pulmones, corazón y cerebro. Otros cuadros clí-
nicos asociados a sus toxinas son el síndrome de shock tóxico, el síndrome de piel escaldada e intoxicación
alimentaria.
Epidemiología: es ubicuo y reside en la piel. Los niños y hasta 25% de los adultos pueden transformarse
en portadores siendo su hábitat principal el vestíbulo nasal anterior. Hasta un 10% de las mujeres son portadoras
vaginales.
El personal de salud es el más propenso a estar colonizados. También diabéticos insulina dependientes,
pacientes en hemodiálisis, personas con enfermedades dermatológicas y drogadictos endovenosos.
Diagnóstico: al gram se ven cocáceas gram (+) en racimo, como células únicas o en pares. Son bacterias
poco exigentes, crecen en la mayoría de los medios. Se siembra en agar sangre donde se ven colonias grandes
color dorado por la presencia de carotenos y rodeadas de un halo de β-hemólisis. La identificación se basa en las
características del cultivo, la tinción de las colonias y pruebas bioquímicas como Catalasa (+) y coagulasa (+).
El antibiograma siempre debe hacerse por presentar una sensibilidad variable.
Tratamiento y prevención: S. aureus era originalmente sensible a penicilina; cuando apareció resistencia
por producción de β-lactamasa se introdujo la meticilina. Pero apareció un S. aureus meticilino resistente (SAMR).
La meticilino resistencia es de origen cromosomal, e involucra a todos los β-lactámicos incluyendo las cefalospo-
rinas por la aparición de una PBP alterada (PBP2a).
107
La mayoría de las cepas de SAMR son resistentes a otros antimicrobianos (macrólidos, quinolonas, etc.),
por lo que se las llama también S. aureus multirresistentes. Se usa cloxacilina en S. aureus meticilino sensible, en
SAMR se usa vancomicina.
La mejor medida de prevención es el lavado de manos rutinario.
Patogenia: posee su capacidad de oportunista por sus factores de virulencia, la resistencia natural a algunos
antimicrobianos y a sus mínimos requerimientos nutricionales. Sus mecanismos de patogenicidad son por Inva-
sividad y toxigenicidad.
Las fimbrias pueden adherirse a células epiteliales del tracto respiratorio superior y a otras células epiteliales,
por la pérdida de la protección que confiere la fibronectina (que puede perderse en la hospitalización). Algunas
cepas también producen alginato (un exopolisacárido) que produce biopelículas, proporcionándole a la bacteria
otra alternativa de adhesión además de resistencia antimicrobiana.
La invasión local depende de su resistencia a la fagocitosis y del estado inmunitario. La producción de enzi-
mas extracelulares y toxinas facilita la diseminación. Las enzimas son proteasas extracelulares que necrosan
pulmón, piel y córnea; son elastasa (que degrada colágeno, fibronectina, inactiva IgG, IgA y el complemento) y
proteasa alcalina (que interfiere con la formación y lisa la fibrina), ambas pueden inactivar TNF-α y IFN-γ. Tam-
bién puede producir otras proteínas como citotoxinas y dos hemolisinas. La exotoxina A inhibe la síntesis proteica
y tiene un efecto necrotizante local e inmunosupresor.
La diseminación sistémica se produce por invasión del torrente sanguíneo, por ser resistente al poder bac-
tericida del suero y a la fagocitosis por la cápsula y el LPS. El lípido A de éste es responsable de las manifestacio-
nes clínicas de la sepsis (fiebre e hipotensión).
Los efectos tóxicos se logran por las exotoxinas S (que altera la función de las células fagocíticas) y A (que
produce los mismos efectos de la toxina diftérica).
Clínica: es causa de infecciones respiratorias, bacteremias y/o sepsis, ITU, infecciones de heridas operato-
rias, quemados, oídos y de otros órganos.
Las infecciones respiratorias ocurren exclusivamente en pacientes con compromiso del tracto respiratorio
bajo o, como en fibrosis quística, de los mecanismos de defensa. Produce neumonia en estos pacientes y en
insuficientes cardíacos, y produce neumonia bacterémica con mayor frecuencia en neutropénicos.
Las bacteremias y sepsis se presentan en inmunocomprometidos, particularmente en portadores de neopla-
sias en quimioterapia. También son pacientes de riesgo los diabéticos, quemados, transplantados, con dermatosis
extensas y SIDA.
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En infecciones óticas es el principal agente de otitis externa; asociándose a daño local, maceración, infla-
mación o humedad que pueden producir otitis externa maligna, de alta morbimortalidad (especialmente en an-
cianos diabéticos).
Las ITU suelen ser relacionadas a cateterización, instrumentación o cirugía.
Diagnóstico: se cultiva en agar sangre y MacConkey, se identifica por el aspecto de la colonia y su activi-
dad hemolítica. A la batería bioquímica es oxidasa (+). Además se detecta el olor y la producción de piocianinas
(pigmentos).
Tratamiento: tiene resistencia natural a antibióticos por tener una membrana externa impermeable y por la
capacidad de producir β-lactamasas, además de formar biopelículas.
Deben tratarse con doble cobertura antimicrobiana buscando sinergia y evitar la emergencia de resistencia.
Se usan cefalosporinas de 3ª generación, de 4ª, aminoglicósidos, carbapenémicos y asociaciones de inhibidores
de β-lactamasa y β-lactámicos.
En la prevención se debe evitar la contaminación de soluciones de uso médico que pueden constituir un
reservorio para este agente.
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Capítulo XIV: Infecciones Intrahospitalarias.
Son procesos infecciosos generales o localizados, adquiridos durante la permanencia o concurrencia al hos-
pital. En muchos casos, especialmente de permanencia breve, los síntomas aparecen después del alta.
Animadas Inanimadas
Personas: pacientes, personal, portadores. En general Equipos
las cocáceas. Medicamentos: ungüentos, sueros, desinfectantes, etc
Elementos de aseo
Animales: roedores, insectos. En general BGN.
Alimentos y mamaderas
Bacterias Virus
Respiratorios: Enterovirus: Otros: varicela
S. aureus, E. Coli, Enterobacter spp, Klebsiella pneu-
adenovirus, VRS rotavirus zoster
moniae, Staphylococcus coagulasa (-), Pseudomona
Hongos
aeruginosa, Acinetobacter baumanii, Proteus spp.
Cándida
III.- Prevención:
Las medidas a utilizar son las normas para el aislamiento de pacientes infectados, esterilización y de-
sinfección de equipos médicos y normas de procedimientos invasivos.
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Capítulo XV: Infecciones Genitourinarias e Infecciones de Transmisión Sexual.
Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son enfermedades infectocontagiosas cuyo principal me-
canismo de transmisión es la vía sexual. Algunas se transmiten también por vía vertical, en el parto o la lactancia.
También puede ocurrir por transfusiones de sangre o hemoderivados o por agujas, jeringas y elementos cor-
topunzantes contaminados. Los agentes tienen ciertas características comunes:
- Usan la vía sexual como principal vía de transmisión.
- Son de reservorio humano exclusivo.
- No sobreviven al ambiente.
- No emplean vectores
- No dejan inmunidad definitiva (principal problema en el desarrollo de vacunas).
- Presenta un número importante de infectados asintomáticos.
Bacteria Enfermedad
Treponema pallidum Sífilis adquirida y congénita
Uretritis (gonorrea), cervicitis, faringitis, proctitis, artritis,
Neisseria gonorrhoeae
conjuntivitis, EIP, infección diseminada
Uretritis no gonocócica (UNG), cervicitis,
Chlamydia trachomatis
conjuntivitis, EIP
Polimicrobiana Vaginosis bacteriana
Ureaplasma urealyticum UNG
Hongos Enfermedad
Cándida albicans Vulvovaginitis
Corresponden a, al menos, el 20% de las enfermedades de notificación obligatoria, pero están subnotifica-
das. En los últimos años, en la tendencia de las dos ETS más importantes (sífilis y gonorrea) se ha detectado un
descenso de la gonorrea mientras que la sífilis tiende al ascenso.
Son factores de riesgo para la adquisición de ETS:
- Conductas de riesgo: promiscuidad (la existencia de más de una pareja sexual en los últimos 6 meses),
pareja sexual reciente.
- Edad: la mayoría se presenta entre los 20 y los 44 años, con un promedio de alrededor de 30 años. Pero
este promedio va en descenso por el inicio cada vez más temprano de la actividad sexual.
Las ETS tienen complicaciones y secuelas como infecciones ascendentes, infertilidad, transmisión neo-
natal y mayor riesgo de adquisición y transmisión de VIH.
Se clasifican según:
La clasificación en síndromes ITS se usa para facilitar el manejo y enfrentamiento. Los síndromes ITS bac-
terianos son flujo uretral, flujo vaginal y cervical (vulvovaginitis y cervicitis) y úlceras genitales.
Flujo vaginal y cervical: de las infecciones vulvovaginales el 30 a 40% son causadas por Cándida, 8 a
10% por Tricomona vaginalis y en un 60% de los casos es debida al reemplazo de la microbiota normal (lactoba-
cilos) con aumento de los morfotipos de bacterias (Gardnerella, BGN, Mycoplasma hominis) y con acúmulos (“clue
cell”). Esta entidad se llama vaginosis bacteriana.
La cervicitis mucopurulenta es causada principalmente por el gonococo y luego por Chlamydia trachoma-
tis. Es frecuentemente asintomática. Su importancia son las complicaciones: infección ascendente, EIP, secue-
las, infección neonatal (como oftalmia neonatorum).
111
Flujo uretral: según la etiología se dividen en uretritis gonocócica (o gonorrea) y no gonocócica (UNG).
Los principales agentes de UNG son Chlamydia trachomatis, Ureaplasma urealyticum y Mycoplasma genitalium.
Úlceras genitales: el principal agente es el Treponema pallidum, causante de la sífilis en cuya fase primaria
aparece una úlcera indolora, bien delimitada y exudativa llamada chancro.
Las ETS son difíciles de controlar por el aumento de la movilidad de las poblaciones y el hacinamiento, los
cambios en la actividad sexual, la existencia de núcleos ETS, la alta proporción de infecciones asintomáticas, los
contagios múltiples y la falta de vacunas. Es por esto que el fin del tratamiento de las ETS es, además de prevenir
las complicaciones, cortar la cadena epidemiológica. Se intenta buscar tratamientos en monodosis, cubriendo a
las parejas sexuales y hacer consejería.
Patogenia: infecta mucosas que tienen epitelio columnar no escamoso como la uretral, endocervical, con-
juntival y rectal (las más frecuentes). En menos de una hora de contacto se adhieren a través de fimbrias y pro-
teínas de membrana para ser internalizados. Sobreviven en los fagosomas y, en ellos, viajan al espacio subepi-
telial al que llegan al cabo de uno o dos días (transcitosis). El LPS actúa como endotoxina induciendo una fuerte
reacción inflamatoria a predominio de PMN, que en la mucosa uretral ocasiona disuria y descarga uretral en el
hombre. En la mujer la infección endocervical es frecuentemente asintomática. Así sus mecanismos de patogeni-
cidad son invasividad y toxicidad.
El recién nacido se infecta en el canal del parto produciendo una conjuntivitis gonocócica o oftalmia
neonatorum.
Estructura Actividad
Fimbrias (pili) Adherencia
Proteínas de membrana externa Adherencia, inducción de fagocitosis
LPS Endotoxina (daño celular)
Clínica: incuba por 2 a 5 días. En el hombre se presenta con secreción uretral amarilla abundante y disuria.
El meato puede estar edematizado y enrojecido. En general no presenta signos sistémicos. En la era preantibiótica
remitía por sí sola, pero dejaba complicaciones como estenosis uretral, epididimitos y prostatitis. La infección
rectal es rara, excepto en homosexuales.
En la mujer la infección se localiza en el endocérvix provocando una cervicitis mucupurulenta. Entre el 20
y 80% son asintomáticas. Su complicación más frecuente es la enfermedad inflamatoria pelviana (EIP), cuyas
secuelas son embarazos ectópicos e infertilidad, debido a lesiones cicatriciales de la mucosa tubaria. Hasta en
el 50% se produce infección de la mucosa rectal, provocando proctitis.
En hombres y mujeres se puede ubicar en la faringe, provocando manifestaciones discretas y excepcional-
mente angina febril aguda.
La infección gonocócica diseminada se provoca por diseminación hematógena y se produce en el 1 a 3%
de los casos, la mayoría en mujeres. Se presenta con fiebre alta, escalofríos, poliartralgia migratoria (de una o dos
articulaciones, preferentemente rodilla, escápulo-humeral, muñeca o las pequeñas de las manos) y lesiones cutá-
neas purpúricas (palmoplantares y sobre articulaciones).
Epidemiología: desde 1981 su incidencia ha mostrado una baja sostenida, con apariciones periódicas de
resistencia antimicrobiana.
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Diagnóstico: se debe demostrar la presencia. Para eso se obtienen muestras de uretra anterior en el hom-
bre y del cérvix en la mujer por torulado.
A la tinción de gram se ven diplococos gram (-) en el interior de PMN, lo que establece el diagnóstico en el
hombre en un 96% y en la mujer en el 50 a 60% (por dificultad de tener una buena muestra, contaminación, bajos
recuentos). Por eso es que el gram da el diagnóstico en el hombre, pero en la mujer el cultivo es la técnica de
diagnóstico de certeza. Para el estudio de muestras no genitales el diagnóstico debe efectuarse por cultivo.
Se siembra en medio selectivo Thayer-Martin en el que se ven colonias mucosas pequeñas, de diplococos
gram (-) oxidasa (+). Para el diagnóstico de especie se estudia la utilización de azúcares en el ISP; N. gonorrhoeae
es glucosa (+).
Patogenia e inmunidad: se adhiere a células de las vías genitourinarias y disemina vía linfática y hemató-
gena. En el endotelio vascular degrada la sustancia intercelular mediante mucopolisacaridasa, y pasa al espacio
perivascular donde destruye casos provocando endarteritis obliterante, lo que interrumpe el riego sanguíneo de
la zona generando una ulceración o chancro. Aunque la sintomatología es local, la infección es sistémica desde
las primeras horas.
Incuba por 2 a 4 semanas y durante la cuarta la lesión desaparece espontáneamente, por anticuerpos que
bloquearían la entrada de treponemas a nuevas células.
La permanencia de treponemas viables en células durante años explicaría su cronicidad. Alas seis semanas
de infección comienzan las manifestaciones del período secundario, con afección de piel y mucosas, nefritis,
iridociclitis y artritis. Este período sería provocado por una inmunodepresión debida a la acción de la cápsula y
a complejos inmunes circulantes. Se monta una respuesta inflamatoria con un infiltrado linfoplasmocitario y ma-
crófagos en el lugar de la infección que fagocita los treponemas no unidos a células. Los anticuerpos antimucopo-
lisacaridasa bloquearían la unión a nuevas células y la formación de la cápsula, resolviendo el período secundario.
Después de dos años, las manifestaciones son infrecuentes y cuando existen tienen un carácter histológico tu-
berculoide.
Un 30% de los casos, tras un período de entre 7 y 20 años, puede evolucionar a la fase terciaria.
En cuanto a su contagiosidad, la sífilis se clasifica en precoz y tardía, con el límite en los 2 años de la
infección; respecto al tratamiento se considera un plazo de 1 año como definición de tardía. La sífilis precoz
comprende los períodos primario y secundario y las latencias y recidivas en lo dos primeros años. Es muy infec-
ciosa y transmisible. Sin tratamiento, los síntomas recidivan con mucha frecuencia; con tratamiento la respuesta
es rápida, sin secuelas ni complicaciones.
113
La sífilis tardía es poco contagiosa. Puede producir lesiones crónicas y destructivas multiorgánicas. El tra-
tamiento es difícil, con resultados incompletos y de dudosa interpretación. Comprende todos los cuadros cutáneo-
mucosos, osteoarticulares, cardiovasculares y la neurosífilis.
Clínica: el período primario o sífilis primaria se caracteriza por el chancro, adenopatías satélites y la im-
pregnación treponémica generalizada. El chancro es la primera manifestación aparente y se localiza en el punto
de inoculación. Es una ulceración indolora, circunscrita, de contornos redondeados u ovales que exuda una se-
rosidad limpia o ligeramente turbia. Es de base indurada y es única o múltiple (en un tercio de los casos). En el
hombre la localización más frecuente es el surco balanoprepucial, en la mujer es el cuello del útero (por lo que
la mujer no se percata de la lesión) o, con menor frecuencia, en los labios mayores y menores y la horquilla vulvar.
La localización extragenital más frecuente es la boca. A las 3 a 5 semanas el chancro cura y deja una cicatriz
indurada. En el período primario, la septicemia treponémica persiste y se acentúa.
El período secundario o sífilis secundaria se presenta con manifestaciones generales y cutáneomucosas
por la multiplicación sistémica del treponema. Las manifestaciones generales son febrículas o pérdida de peso
y CEG, con compromiso ganglionar (microadenopatías generalizadas, no dolorosas y de consistencia aumentada).
A menudo hay esplenomegalia y hepatomegalia dolorosa.
Las manifestaciones cutáneomucosas, llamadas genéricamente sifílides, pueden ser papulares o macu-
lares. Las papulares son condilomas planos que aparecen a los 3 a 6 meses de infección y que pueden ser
confluentes, con tendencia vegetante, húmedas, exudativas y maceradas; se ubican en la región perianal, inguinal
y genital, siendo muy contagiosos. Las sifílides palmoplantares son la manifestación más frecuente de este período.
Las sifílides maculares son maculas blanquecinas en las mucosas labial y oral, también en las comisuras (rágades
sifilíticas). La alopecia sifilítica (“apolillada”) se presenta en múltiples focos mal delimitados, de predominio tem-
poroccipital, retroauricular, en cejas y barba; hay recuperación del cabello. Si el paciente no recibe tratamiento,
las manifestaciones cutáneas se presentan en brotes.
El período terciario o sífilis terciaria se caracteriza también por estados latentes (latencia tardía). La sífilis
tardía benigna es la sífilis cutáneomucosa y del sistema óseo, la cardiovascular y neurosífilis son de peor pronós-
tico. Debido a la pandemia del VIH, se está describiendo sífilis tardía en los primeros 2 años de infección.
La sífilis congénita se produce por contagio transplacentario en períodos tempranos del embarazo, pero
los cambios no se observan hasta que madura el sistema inmune (al quinto mes). Durante el primer año la proba-
bilidad de contagiar al feto es del 90%. Si el contagio ocurre durante los primeros meses de gestación, suele morir
in útero el feto. Si una embarazada padece sífilis de menos de dos años de evolución sin tratamiento, tiene un 30%
de probabilidades de abortar, un 30 a 40% de muerte neonatal y 30% de desarrollar sífilis congénita.
La sífilis congénita se puede manifestar precoz (hasta los dos años de vida) o tardíamente (después de los
dos años. La sífilis congénita precoz se presenta con bajo peso, piel de aspecto arrugada, con alteraciones a la
radiología ósea, rinorrea seropurulenta, erupciones cutáneas y el pénfigo sifilítico (ampollas palmoplantares) con
hepatoesplenomegalia y alteraciones al hemograma. La sífilis congénita tardía se manifiesta con afectación del
sistema nervioso, lesiones como queratitis parenquimatosa intersticial (la lesión más frecuente) que deja lesiones
corneales que puede llevar a la ceguera, e hipoacusia por lesión del VIII par como síntoma tardío, y los estigmas
o malformaciones como nariz en silla de montar, frente olímpica, alteraciones dentarias, rágades, sordera y tibia
en sable.
Sífilis Precoz (hasta 2 años de infección) Sífilis Tardía (desde 2 años de infección)
Primaria Secundaria Terciaria
Generales Cutáneo-mucosas Tardía benigna Tardía maligna
Sifílides Sifílides Macu-
Chancro, Septice- CEG, fie-
Papulares lares Sífilis cutáneomucosa, Cardiovascular,
mia treponémica bre, baja de
Palmoplantares, Máculas, Rága- del sistema óseo Neurosífilis
peso
Condilomas des, Alopecia
Sífilis Congénita
Precoz (hasta los 2 años) Tardía (desde los 2 años)
Bajo peso, piel arrugada, alteraciones Estigmas: nariz en silla de
Queratitis parenquima-
óseas, pénfigo, erupciones cutáneas, montar, frente olímpica, al-
Alteraciones al SN tosa intersticial (ce-
hepatoesplenomegalia, alteraciones teraciones dentarias, rága-
guera), hipoacusia
hematológicas des, sordera, tibia en sable
114
Epidemiología: el grupo erario más afectado es el de 15 a 30 años, por ser el sexualmente más activo. El
riesgo de contagio es mayor al inicio de la enfermedad, cuando presenta condilomas planos, chancro y/o un foco
mucoso. Luego de los 4 años, el paciente ya no es capaz de transmitir.
La adquisición también es posible al besar o tocar a un individuo con lesiones activas. La vía transplacen-
taria también es importante; la inoculación directa accidental y por transfusiones son poco frecuentes.
Actualmente se notifican más casos de sífilis que de gonorrea.
115
El 50% de los recién nacidos por parto vaginal se infecta en el canal de parto infectado. Esta infección puede
ser asintomática, eliminándose al cabo de un año. La manifestación más frecuente es como conjuntivitis a la
primera y segunda semanas de vida o como neumonia (segunda en frecuencia) entre las 4 y 12 semanas de vida.
Algunos serotipos son agentes del linfogranuloma venéreo, una ETS tropical.
El diagnóstico se realiza por detección del microorganismo por IFD, encontrándose corpúsculos fluorescen-
tes al interior de células epiteliales, por aislamiento en cultivo o por PCR.
El tratamiento es con tetraciclina y, en embarazadas y recién nacidos, macrólidos.
116
Sección III:
Micología
117
Primera Parte: Generalidades
Capítulo I: Biología General de los Hongos.
Los hongos son organismos eucarióticos, heterotróficos y que se nutren por absorción. Tienen la capaci-
dad de reproducirse sexual y asexualmente. Poseen varios cromosomas de topología lineal y poseen organelos
membranosos. Sus ribosomas son del tipo 80S.
Nutricionalmente son quimioorganótrofos, pues requieren de materia orgánica preformada como fuente de
energía, nitrógeno y carbono. Se desarrollan como saprófitos o como parásitos.
Su pared celular es rígida, por lo tanto no pueden fagocitar, debiendo absorber nutrientes simples y solubles
de la degradación de polímeros mediante enzimas extracelulares.
I.- Clasificación:
Pertenecen al reino Fungi, dentro del que están divididos en los sin pared celular (Myxomycotas) y los con
pared (Eumycotas). Éstos a su vez se dividen en:
Chitridiomycotas: hongos unicelulares o en pseudomicelio rizoidal. Son células móviles por un flagelo o
poliflagelados y anaerobios. Su reproducción sexual es por fusión de gametos móviles y la asexual por clivaje
citoplasmático en un esporangio, produciendo esporas uniflageladas. Son saprófitos o fitopatógenos, patógenos
de animales y de hongos. No afectan al hombre.
Zigomycotas: son hongos de rápido crecimiento. Se reproducen asexualmente por esporangiosporas (es-
poras inmóviles) que se desarrollan en el esporangio o por conidios. La reproducción sexual es por esporas
sexuales o zigosporas que se forman por la fusión de órganos sexuales (gametangia). Sus hifas no poseen
septos o se localizan irregularmente.
Ascomycotas: la reproducción asexual es por conidios y la sexual por fusión de hifas (o levaduras); a
veces por fusión de espora macho con hifa hembra, desarrollando esporas sexuales o ascosporas en un saco
llamado asco que está desnudo o protegido por un cuerpo fructífero o ascocarpo. Las esporas sexuales se
desarrollan de las células conidiogénicas. Posee hifas septadas aunque también pueden desarrollarse como blas-
toconidios (levaduras).
Basidiomycotas: de reproducción asexual por conidios y sexual por fusión de hifas compatibles (sexos
opuestos), produciendo basidiosporas sobre un basidio en o sobre un cuerpo fructífero o basidiocarpo (también
conocido como seta o callampa). De las células que forman el basidiocarpo, sólo las células lamelares (en la base
de la cúpula) hacen cariogamia y meiosis, es resto forma la estructura macroscópica. Pueden desarrollarse como
hifas o levaduras. Un ejemplo de levadura de este tipo es el Cryptococcus neoformans.
118
II.- Estructura de la Hifa:
Es un filamento de pared rígida en el que fluye el protoplasma. El extremo terminal o zona de extensión es
la región de crecimiento más activo. En hongos superiores, posee paredes transversales denominadas septos,
visibles al microscopio óptico, que por lo general tienen poros. La membrana generalmente está muy próxima a la
pared celular y firmemente adherida.
Los septos están en todos los hongos filamentosos excepto en Zigomycotas, que se consideran multinuclea-
dos (condición cenocítica). Los septos más comunes son el septo simple (en Ascomycotas), con un poro central
grande, y el septo dolíporo (en Basidiomycotas), con un poro central estrecho rodeado por dos rebordes de ma-
terial similar al de la pared con membranas con forma de paréntesis (parentosomas) que permite que pase el
citoplasma pero no los núcleos.
Los organelos son semejantes a los de cualquier célula eucariótica. El citoplasma puede tener cuerpos lipí-
dicos, de glicógeno e inclusiones cristalinas como esteroles (principalmente ergosterol), también tiene una red de
microtúbulos.
En el extremo de la hifa prácticamente no hay organelos, sí hay muchas vesículas. En hongos septados la
agrupación apical se observa como un cuerpo teñido llamado Spitzenkörper.
Las hifas normalmente son ramificadas. Las ramificaciones pueden originarse en cualquier punto excepto
en la región apical.
La mayoría de las hifas son hialinas aunque algunas pueden ser oscuras.
V.- Nutrición:
Son quimioheterotróficos, obtienen carbono desde materiales orgánicos no vivientes cuando son saprófi-
tos o desde tejidos vivos de animales y plantas cuando son simbiontes. Existen tres modos nutricionales básicos:
- Hongos zootróficos: deben crecer en tejidos vivos durante parte de su ciclo. Son patógenos primarios.
- Hongos necrotróficos: utilizan compuestos orgánicos de animales vertebrados, son nutricionalmente espe-
cializados y, por lo tanto, presentan estrecha asociación con la fuente nutricional. Pueden encontrarse en animales
vivos, muertos o productos animales. Según la fuente nutricional son queratinofílicos (Tricophyton y Microspo-
rum), lipifílicos (Malassezia, Pedraia y Tricosporon), osmofílicos (en ambientes de bajo contenido acuoso, como
Aspergillus), endógenos simbiontes (Cándida albicans en el tracto digestivo, es dimórfico con un estado de leva-
dura y uno micelial o fase patogénica) y uro y coprofílicos (Tricophyton).
- Hongos saprotróficos: usan compuestos orgánicos de organismos no vertebrados muertos. Pueden tener
relevancia clínica cuando son intrducidos por inhalación o inoculación traumática.
119
Los hongos patogénicos son zootróficos, pero su ciclo vital comprende invariablemente un estado saprotró-
fico. Los hongos oportunistas son necro o saprotróficos y su hábitat natural es fuera del hospedero. Con el aumento
de la población de inmunosuprimidos, muchos hongos que no eran considerados patógenos resultaron serlo.
VI.- Reproducción:
Se reproducen formando esporas por mitosis (esporas asexuales) o por una meiosis (esporas sexuales) que
involucra la fusión de protoplasma y núcleos de dos células de apareamiento opuestas (“sexos opuestos”).
El que produzcan esporas sexuales o asexuales depende de las condiciones ambientales. Existe un micelio
reproductivo con estructuras especializadas (cuerpo fructífero, útil en la identificación del hongo, al igual que la
espora) asociadas a la producción de esporas.
Las esporas asexuales son esporangiosporas producidas en el esporangio,) característico del grupo Zi-
gomycota, hongos en general filamentosos (Rhizopus y Mucor). Por estar contenidas en un esporangio, se le llama
una reproducción asexual cerrada. La otra forma de esporas asexuales son los conidios, que no están contenidos
en ninguna estructura (Aspergillus, Penicillium spp y dermatofitos), por lo que se le llama una reproducción asexual
cerrada. La conidiogénesis puede ser por gemación, de tipo tálica o por fisión binaria.
La reproducción sexual se divide en tres fases:
- Plasmogamia: se unen los “sexos”.
- Cariogamia: fusión de núcleos.
- Meiosis: produciendo ascosporas, zigosporas o basidiosporas según el tipo de hongo.
Las esporas sexuales dan variabilidad genética por permutación cromosómica y “Crossing-over”.
120
Capítulo II: Interacción Hospedero-Hongo.
Las micosis pueden ser superficiales y cutáneas, subcutáneas y profundas o sistémicas. Son causadas
por hongos patógenos primarios. Las principales micosis son:
La piedra negra y blanca afectan pelos, la pitiriasis versicolor afecta piel en partes seborreicas y la tinea
negra a las regiones palmoplantares. La dermatofitosis o tiña puede afectar piel, pelo y uñas.
Las micosis profundas o sistémicas por hongos patógenos primarios, son conocidas como endémicas. Las
más importantes son la Paracoccidioidomicosis o pbmicosis que no está en Chile, la Histoplasmosis que sí se
encuentra, y la Coccidioidomicosis presente en EUA, Argentina y Brasil. Algunas características comunes son la
termotolerancia, la endemia y su propiedad de dimorfismo (importante en patogenicidad). Se presentan en la
naturaleza como saprófitos a 25ºC en forma de hongos filamentosos y en el mamífero como parásito a 37ºC en
forma de levadura, forma que facilita su diseminación e invasión.
Las micosis oportunistas son causadas por agentes con bajo poder patógeno que pueden localizarse en
cualquier tejido, ser superficiales o cutáneas, subcutáneas y profundas o sistémicas. Son levaduras los causales
en general, como:
- Cándida albicans
- Cryptococcus neoformans y albidus
- Malassezia
- Tricosporon
El Cryptococcus neoformans es una levadura capsulada que puede ser encontrada en heces de aves y se
transmite por vía aérea. Desde el aparato respiratorio disemina hasta el SNC. Posee reproducción sexual, pero el
hongo recibe otro nombre en esta condición.
Las micosis son a nivel mundial causa frecuente de consulta ambulatoria y las endémicas son problema de
salud pública en países en desarrollo.
El diagnóstico se realiza por visualización del hongo en la muestra clínica y por aislamiento, procedimiento
que no presenta buena sensibilidad.
Para causar infección el agente debe superar varias etapas:
121
I.- Patogenicidad y Virulencia:
Los mecanismos de patogenicidad en hongos, al igual que en bacterias, son invasividad, toxicidad e hi-
persensibilidad.
Los factores de virulencia que poseen los hongos son de tres tipos: estructurales, morfogénicos y de
naturaleza química.
Factores Estructurales: incluye a la cápsula y la pared celular (rica en hidratos de carbono) que contiene
adhesinas. Las adhesinas permiten el establecimiento y la proliferación, mientras que la cápsula (además de
evadir la fagocitosis) permite la formación de biopelículas de bajo metabolismo y muy impermeables los que las
hace difíciles de erradicar por antifúngicos.
Factores de Naturaleza Química: corresponden a enzimas líticas para degradar los tejidos sobre los que
crece para alimentarse. Las enzimas pueden ser queratinasas, proteinasas, colagenasas, DNAsas, fosfolipasas,
lipasas y elastasas. Dentro de estos factores están las toxinas, elemento que provoca las micotoxicosis (intoxi-
cación por el consumo de alimentos contaminados por las sin la presencia del hongo). Un ejemplo son las aflato-
xinas, toxinas no proteicas en general, formadas por Aspergillus y Penicillium; su acción se centra en el hígado.
En contraposición, el micetismo es la enfermedad por la ingesta de hongos venenosos como Amanita phalloides.
La Cándida albicans, un patógeno oportunista, posee como factores de virulencia muchas adhesinas y la
capacidad de generar cambios morfogénicos, formando hifas o pseudohifas.
En cuanto a hipersensibilidad, lo más frecuente son las alergias, en la forma de erupciones cutáneas y ma-
nifestaciones respiratorias como asma y rinitis. Están involucradas Alternaria (causa más frecuente en el mundo
de alergias respiratorias), Aspergillus y dermatofitos.
Respuesta inmune natural: para ser efectiva requiere la integridad de las barreras mecánicas, químicas y
biológicas, impidiendo la colonización y proliferación de los hongos. También ayuda la sequedad de la piel, la
exposición a rayos UV, la queratina, la secreción de ácidos grasos y la microbiota.
Pero hongos como los dermatofitos secretan queratinasas que les permiten parasitar la piel sana y sus
anexos. La levadura Malassezia furfur forma parte de la microbiota cutánea, colonizando principalmente regiones
seborreicas debido a la producción de lipasas. Cuando se pierde el equilibrio a favor del patógeno, se desarrolla
la pitiriasis versicolor; también se puede manifestar como onicomicosis, dermatitis seborreica, blefaritis y foliculitis.
Cuando las barreras son sobrepasadas. La respuesta es una inflamación aguda, que origina un barrido
mecánico por aumento de la descamación y liberación de sustancias inhibitorias. La Proteína C Reactiva (PCR)
con el complemento son las proteínas de fase aguda que participan en la eliminación del microorganismo.
En el suero distintas moléculas actúan como factores quimiotácticos y otras como opsoninas, inhibiendo la
germinación de esporangiosporas. También puede aglutinar C. albicans por el fenómeno de “clumping factor”.
Los neutrófilos intervienen para eliminar (por la secreción de mieloperoxidasas) tanto hongos patógenos
como oportunistas, pero presentan una capacidad variable para fagocitar y destruir hongos, lo que depende del
tipo de hongo. Por ejemplo, la presencia de cápsula en levaduras de C. neoformans dificulta la fagocitosis.
Los macrófagos a nivel pulmonar son capaces de destruir propágalos y células fúngicas y, a diferencia de
los neutrófilos, consiguen eliminar conidios de Aspergillus spp.
122
Los linfocitos NK inespecíficamente reconocen y destruyen células fúngicas como levaduras de Cándida
spp, C. neoformans y P. brasiliensis, entre otras.
123
Segunda Parte: Infecciones Fúngicas
Capítulo III: Micosis Superficiales y Cutáneas.
I.- Micosis Superficiales y Cutáneas:
Son infecciones fúngicas limitadas a las capas más externas de la piel y el pelo. No originan respuesta
celular, son inocuas y el paciente consulta por los efectos cosméticos.
Piedra: colonización de la vaina del pelo con formación de nódulos. La piedra blanca (de nódulos blancos)
es causada por Tricosporon.
Pitiriasis versicolor: infección superficial crónica, en general asintomática, con lesiones hipo o hipercrómi-
cas, de consistencia furfurácea o parecida al salvado en cuello, tórax, abdomen, miembros superiores y espalda.
El agente es la Malassezia furfur, parte de la microbiota normal.
Se diagnostica al observar racimos de levaduras e hifas cortas y septadas en escamas de piel tratadas
con KOH y tinta parker.
Las micosis cutáneas son infecciones que se extienden a mayor profundidad en la epidermis y sus anexos.
Dentro de ellas está la dermatofitosis y las candidiasis cutáneomucosas.
II.- Dermatofitosis:
Los dermatofitos son hongos filamentosos, queratinofílicos capaces de invadir y colonizar piel, pelo y uñas
provocando la dermatofitosis o tíneas (tiña). Los agentes etiológicos son los Epidermophyton (con macroconidios
y sin microconidios, nacen solitarios o en racimos, se localiza en piel y uñas), Microsporum (con macro y microco-
nidios, afecta piel y pelo) y Tricophyton (con microconidios y pueden o no tener macroconidios, afecta piel, pelo y
uñas). Tanto Microsporum como Tricophyton pueden reproducirse sexualmente y generar ascocarpo, asco y as-
cosporas.
Los dermatofitos, según su hábitat, han sido clasificados en:
- Antropofílicos: sólo viven en el hombre, su transmisión es persona-persona. Forman lesiones poco in-
flamatorias.
- Zoofílicos: viven en la piel y fanerios de animales, provocan intensa inflamación.
- Geofílicos: asociados a materiales queratinosos en el suelo (plumas, pelos, cuernos, etc) y ocasionalmente
infectan, causando una gran reacción inflamatoria.
124
- Tinea capitis: infección del cuero cabelludo, cejas y pestañas. Se presenta con eritema y placas escamo-
sas psedoalopécicas. Puede llegar a foliculitis o alopecia definitiva. La infección si en el interior de la vaina del pelo
se denomina endótrix y si es en el exterior es ectótrix; cuando contiene burbujas y gotitas de grasa se denomina
pelo fávico.
- Tinea fávica: es una infección severa y crónica con depresiones cubiertas de una costra inflamatoria,
adherente, amarillentas en forma de copas por la presencia de neutrófilos, masas del micelio y un exudado seroso
alrededor de los tallas pilosos con olor a ratón.
- Tinea corporis: afecta la piel lampiña del tronco y extremidades (con excepción de los pliegues) con placas
escamosas de borde neto, arciformes, redondeadas y con tendencia a la curación central (si se vuelve a inocular
al centro se ve una imagen en tiro al blanco), única o múltiples y confluentes.
- Tinea cruris: una o más placas escamosas, eritematosas con borde neto, arciforme y microvesiculosas,
contigua a los pliegues inguinales. Avanza por los muslos, zona perineal, perianal y nalgas.
- Tinea manum: se presenta en una palma como una placa hiperqueratósica y eritema con borde neto.
- Tinea pedis (pie de atleta): se manifiesta más comúnmente como intertrigo (lesión de espacios interdigita-
les, con maceración y fisura del pliegue) formando lesiones escamosas y microvesiculosas, con borde neto, pruri-
ginosas y dolorosas.
- Tinea unguium: invasión de la lámina con cuatro tipos de compromiso: onicolisis distal subungueal, onico-
lisis proximal subungueal, onicodistrofia total y onicomicosis blanca superficial.
Diagnóstico: la toma de la muestra puede realizarse bajo la luz de Word, ya que algunos dermatofitos
producen fluorescencia, permitiendo ver los bordes activos de la lesión.
La recolección debe ser abundante. Se debe desinfectar con alcohol y el paciente no debe estar en trata-
miento antifúngico. Desde la piel se raspa con un bisturí estéril o un portaobjetos; si es muestra de pelo, se obtienen
10 a 20 pelos con pinzas depilatorias; desde las uñas se raspa con bisturí la tabla interna de la lámina ungueal,
del área más profunda y más cercana a la lesión, hacia la región sana.
El examen directo es al microscopio al fresco con KOH, observándose hifas hialinas, septadas, ramifica-
das y/o artroconidios. En pelo se observa ecto o endotrix o el pelo fávico.
El cultivo es el único método que permite confirmar la sospecha e identificar el agente. Es esencial en las
onicomicosis y en infecciones a ser tratadas vía sistémica. El medio de cultivo usado para el aislamiento primario
es el agar Sabouraud glucosado, al cual se le agregan antibióticos para evitar la contaminación y cicloheximida
para inhibir el desarrollo de hongos saprófitos ambientales.
La identificación se basa en características macro y micromorfológicas. A la morfología macroscópica se
observa el color de la superficie, del reverso, la textura de la superficie, el diámetro alcanzado y difusión del pig-
mento. A la morfología microscópica todos los dermatofitos presentan hifas hialinas, septadas, ramificadas. En
algunas especies pueden verse hifas en raqueta, pectinadas, en espiral o candelabros fávicos (ramificaciones
dicotómicas con extremos dilatados). La diferenciación de los géneros está dada principalmente por las caracte-
rísticas de los macro y microconidios.
Tratamiento, prevención y control: existen diversos fármacos que pueden utilizarse por vía tópica o sis-
témica como Imidazoles (de amplio espectro y vía tópica), Imidazoles triazólicos (vía oral), Alilaninas (orales y
tópicos) y morfolinas.
Las medidas de prevención y control deben considerar la localización, el agente y la fuente de infección. Se
deben evitar los fomites, localizar el reservorio animal en los dermatofitos zoofílicos y manejar animales con guan-
tes y ropas adecuadas.
En tiña pedis se recomienda la higiene de los pies, evitar la excesiva humedad y oclusión, evitar el trauma
de los pies y no caminar con pies descalzos.
125
- Dieta: si es rica en carbohidratos favorece su crecimiento.
- Factores mecánicos: maceración y un elevado nivel de humedad.
- Factores séricos: transferrina es inhibidor.
- Factores endocrinos: diabetes (por efecto de hiperglicemia e inmunosupresor), hipo e hiperparatiroidismo,
Addison y Cushing.
- Ciertas enfermedades infecciosas;
- Factores inmunológicos: disminución de la fagocitosis, disminución de los anticuerpos circulantes y SIDA.
- Embarazo: la candidiasis vaginal se asocia al pH, el glicógeno vaginal y la elevación de la progesterona.
- Factores iatrogénicos: antibióticos, por eliminar la microbiota bacteriana.
Patogenia: está dada por adherencia e invasión, en la que intervienen enzimas como queratinasas, fosfoli-
pasas y proteasa. Los mananos provocan una respuesta inflamatoria inespecífica y forma pústulas.
Clínica: la algorra o candidiasis pseudomembranosa aguda es la forma más común. Se presenta con
una pseudomembrana blanca. Puede invadir faringe, esófago, tráquea y comisuras labiales.
La candidiasis eritematosa crónica de la boca provoca depapilación de la lengua y eritema.
La queilitis angular (boqueras) es una dermatitis de las comisuras bucales con eritema, maceración y for-
mación de una fisura transversal.
La lengua pilosa negra es una hipertrofia de las papilas.
La vulvovaginitis se presenta con flujo vaginal blanquecino y con intenso prurito.
La balanitis se manifiesta con erosiones rojas y pústulas superficiales en el glande y surco balanoprepucial.
Coincide con la presencia de candidiasis vaginal en la pareja.
El intertrigo candidiásico de grandes pliegues se ubica en axilas, ingle, surco interglúteo y en personas
obesas. El intertrigo clásico interdigital afecta los pliegues interdigitales y es frecuente en personas que mantie-
nen las manos mojadas. El fondo del pliegue presenta piel macerada y blanquecina. En intertrigo candidiásico
del lactante o dermatitis del pañal se presenta con piel eritematosa, húmeda, a veces con vesículas, dando un
borde festoneado y una grieta en el fondo del pliegue.
La paroniquia candidiásica se presenta en personas que sumergen con frecuencia las manos en agua. Se
presenta con eritema tenso y brillante de la piel periungueal y en la fase aguda da salida a una gota de pus al
presionar el pliegue. Cuando la inflamación es importante puede producirse invasión de la matriz ungueal provo-
cando onicodistrofia o afectar la lámina ungueal producir onicomicosis.
Diagnóstico: la toma de muestra se hace con tórula estéril, frotando la superficie de la lesión. En lesiones
cutáneas con borde escamoso desprendido se puede raspar con portaobjeto o bisturí estéril.
Al examen directo se ve al fresco con KOH para buscar pseudohifas, hifas verdaderas y blastoconidios.
También se puede ver al gram. El cultivo se realiza en agar Sabouraud sin cicloheximida por que impide el creci-
miento de Cándida.
La identificación se realiza por la morfología macroscópica, viéndose colonias blancas a cremosas, y a la
morfología microscópica, viéndose pseudohifas, hifas verdaderas y blastoconidios. Para identificar Cándida
albicans se deben buscar tubos germinativos.
126
Capítulo IV: Micosis Profundas.
Son provocadas por organismos sicóticos, intrínsecamente virulentos y hongos oportunistas. En general, los
individuos inmunocompetentes son tolerantes al contacto con organismos fúngicos, en parte por que la mayoría
no poseen una virulencia intrínseca.
I.- Cándida:
La candidiasis invasora o sistémica ha aumentado en forma explosiva en los últimos 20 años afectando
mayoritariamente a inmunodeprimidos, prematuros y a internados en UCI. Son principalmente intrahospitalarias
y su origen es fundamentalmente endógeno.
Es cosmopolita. Su incidencia como enfermedad invasora varía de 5 a 25% de los hospitalizados y su leta-
lidad es de entre 30 y 80%. C, albicans se reporta como responsable del 10 al 15% de las infecciones nosocomiales
aisladas por hemocultivo.
Cándida spp es el tercer agente de ITU en UCI y el cuarto de sepsis en pediatría, siendo la principal causa
de sepsis asociada a nutrición parenteral en niños y el cuarto en adultos.
C. albicans es la especie más frecuente, pero su proporción ha disminuido en relación a otras especies del
género (C. tropicalis, parapsilosis, glabrata y krusei).
En Chile el orden de frecuencia es en primer lugar de C. albicans, sin llegar al 50%, seguida de C. parapsi-
losis, tropicalis, glabrata y krusei. También se ha identificado Sacharomyces cerevisiae y T. mucoides de hemo-
cultivos, aunque infrecuentemente.
Cándida se reproducen por yemación. Sin embargo, son consideradas dimórficas, ya que pueden formar
pseudohifas que pueden ser observadas principalmente en frotis de candidiasis superficiales y cutáneas. Son
aerobios.
Patogenia: es origen más frecuente de la infección es el endógeno. Frente a factores predisponentes como
neutropenia, hiperglicemia, cuerpos extraños como catéteres, eliminación de la microbiota por competencia an-
tibiótica y daño de barreras de piel y mucosas. Cándida se multiplica, traspasa las barreras e invade el torrente
sanguíneo para diseminarse.
También se puede adquirir desde personas o artículos contaminados. La vía más importante de transmisión
exógena sería el contacto indirecto entre pacientes a través de manos.
El factor del hospedero responsable del mayor número de candidiasis sistémicas es la neutropenia. Por
esto la mayor frecuencia se encuentra en la población de oncológicos que reciben quimioterapia. Otros factores
predisponentes son quemaduras, quimioterapia del cáncer (por neutropenia y daño de mucosas), transplantes,
catéteres intravenosos, sonda vesical, diabetes (por hiperglicemia), terapia esteroidal (por neutropenia), antibióti-
cos, prematurez (posible disminución de neutrófilos), cirugía (abdominal principalmente) y nutrición parenteral (por
hiperglicemia).
Los factores de virulencia del hongo son la habilidad para adherirse a diversas superficies, su capacidad de
producir pseudohifas, enzimas (como proteinasas, fosfolipasas, hialuronidasas y condroitin sulfatasas) y su hi-
drofobicidad. Se puede adherir a superficies del epitelio cutáneo, orofaríngeo, urinario, cervical, gastrointestinal y
endotelio vascular, al igual que a proteínas de la matriz extracelular, además de materiales de uso médico (como
nylon, plásticos, PVC, poliestireno, vidrio, catéteres, lentes de contacto y prótesis).
Clínica: los síntomas generalmente son inespecíficos y consisten en fiebre que persiste a pesar del uso de
antibióticos, hipotensión y otros signos de sepsis; pueden simular un shock séptico.
Con frecuencia se ven lesiones cutáneas micropapulares o papulares que corresponden a microémbolos y
si se puncionan y cultivan se puede evidenciar el agente.
Por TAC o RNM se pueden detectar lesiones en el hígado, riñón, bazo o pulmón. El fondo de ojo puede
revelar lesiones algodonosas en pacientes no neutropénicos.
Puede infectar cualquier órgano o tejido del hombre, pudiendo causar artritis, endocarditis, endoftalmitis,
meningitis, miocarditis, neumonia, osteomielitis, peritonitis, pielonefritis, etc. La candidemia es la más frecuente.
Las infecciones invasivas se clasifican en candidemia, candidiasis diseminada aguda y candidiasis di-
seminada crónica.
- Candidemia: es el aislamiento de alguna Cándida en al menos un hemocultivo. Puede o no ser asociada
a catéter.
127
- Candidiasis diseminada aguda: compromiso de varios órgano no contiguos por diseminación hemató-
gena. Es frecuente en neutropénicos que reciben antibióticos y/o presentan catéter venoso central. Pueden tener
un comienzo súbito con lesiones oculares y cutáneas que se ven como microémbolos, candidemia y puede llevar
al shock. Para el diagnóstico se aísla el organismo de hemocultivos o de alguna lesión tisular mediante biopsia
y cultivo.
- Candidiasis diseminada crónica o candidiasis hepatoesplénica: la mayor parte de las veces asocia com-
promiso de hígado o bazo, evidenciable a la TAC. Es la menos frecuente y afecta a pacientes con cáncer que se
han recuperado de la leucopenia. El diagnóstico se establece identificando el agente en cultivos del órgano invo-
lucrado o de sangre y en la presencia de fiebre de más de dos semanas de evolución.
Diagnóstico: el diagnóstico clínico se plantea frente a un enfermo que presenta los factores predisponentes.
En inmunocomprometidos la TAC, RNM o la biopsia pueden ser los únicos elementos que van a orientar el diag-
nóstico.
El diagnóstico presuntivo es confirmado por el aislamiento e identificación del hongo a partir del material
clínico.
El hemocultivo convencional tiene muy baja sensibilidad por que depende del volumen de la muestra, la
frecuencia de muestreo, medio de cultivo, condiciones de incubación y métodos de procesamiento.
La base del diagnóstico es el cultivo en agar no selectivo o en agar Sabouraud, donde Cándida crece
fácilmente. Para diferenciar Cándida albicans de otras especies se busca la capacidad de ésta de producir un tubo
germinativo en suero o plasma y originar pseudohifas y clamidoconidios en un microcultivo en agar de maíz más
Tween 80. También se puede realizar como prueba complementaria, para la identificación de especie el Auxono-
grama (prueba de asimilación selectiva de azúcares).
Clínica: la forma más frecuente de presentación es la infección pulmonar, asintomática en el 85% de los
casos. La forma meníngea es manos frecuente pero, debido a su gravedad y a la intensa sintomatología, es más
fácil de diagnosticar. La incidencia actual es de 0,2 a 0,9/100.000 habitantes en la población general y de hasta un
5 a 10% en adultos con SIDA. En un VIH positivo la meningitis por levadura es altamente sugerente de criptoco-
cosis meníngea.
Patogenia: en hombre se infectaría del ambiente o de heces de pájaros (palomas) por inhalación de es-
poras. No hay casos documentados de transmisión persona a persona.
Ocasionalmente puede diagnosticarse una neumonia por criptococo en un hospedero normal, aunque la
mayor parte de las veces ocurre en un hospedero inmunocomprometido, especialmente con compromiso de la
inmunidad retardada: los que reciben corticoides en altas dosis o con terapia inmunosupresora con corticoides por
tratamiento de cáncer o por transplante. Pacientes con linfoma o leucemia linfática crónica también tienen mayor
riesgo.
Los principales factores de virulencia son la cápsula y la fenoloxidasa, que transforma los compuestos
fenólicos en melamina.
128
Diagnóstico: se basa en demostrar el organismo o su polisacárido capsular en tejidos o fluidos. Puede ser
comensal, por lo que recuperarlo en esputo no constituye diagnóstico, a no ser que asocie a infiltrados pulmonares
o lesiones nodulares en el pulmón.
El aislamiento en cultivos o su visualización mediante tinción de biopsias, orina, sangre, médula ósea o LCR
confirma el diagnóstico.
La tinción con tinta china es muy útil y de alta sensibilidad y permite visualizar la cápsula. Se usa en LCR y
cuando es positiva es patognomónica.
La prueba de látex es diagnóstica a cualquier título, pero puede dar falsos positivos. Posee un 90% de
sensibilidad en criptococosis meníngea y 70% en la no meníngea. También es útil para monitorear la respuesta al
tratamiento.
Tratamiento: en meningitis o septicemia se recomienda anfotericina B con flucitocina oral. Los pacientes
con meningitis deben tratarse al menos por 6 semanas.
Los pacientes con SIDA que presentan meningitis por Cryptococcus deben recibir de por vida profilaxis con
fluconazol.
III.- Aspergillus:
Son hongos filamentosos, agentes de la aspergilosis, que provoca desde manifestaciones alérgicas a enfer-
medad invasiva local o sistémica. Las especies más frecuentes son el Aspergillus fumigatus y flavus.
Diagnóstico: la presencia de Aspergillus u otros hongos filamentosos en una placa de cultivo es muchas
veces considerado contaminante.
La sospecha clínica, considerando los grupos de riesgo, debe hacer plantear una biopsia que es muchas
veces lo único que permitirá visualizar las hifas septadas. La especie se confirma de acuerdo a las características
de los conidios y otras características del cultivo, como pigmentos.
El diagnóstico debe ser rápido, antes que disemina ya que el pronóstico de la enfermedad diseminada es
malo, con una alta mortalidad.
Tratamiento: corregir el factor de riesgo (granulocitopenia) es muchas veces lo único que permite la cura-
ción. La droga de elección es la anfotericina B.
129
Sección IV:
Parasitología
130
Primera Parte: Generalidades.
Capítulo I: Generalidades.
I.- Asociaciones e Interacciones:
El parásito vive en asociación con otro ser vivo (huésped u hospedero) del que obtiene alimento y al que
causa daño, pero que habitualmente no mata.
Las asociaciones, en general, que se pueden establecer entre seres vivos pueden ser entre individuos de la
misma especie o entre individuos de distintas especies. Entre los de una misma especie está:
- Sociedades: en que hay un beneficio de cada individuo del grupo, pero cada uno puede sobrevivir inde-
pendientemente.
- Colonias: el alto grado de interdependencia hace que cada individuo no pueda sobrevivir por sí solo.
El parásito es, entonces, el ser vivo que, temporal o permanentemente, vive a expensas de un organismo
de distinta especie al que puede dañar. Son causantes de infecciones prolongadas, son dependientes del ambiente
y se carece, en general, de vacunas eficientes para ellos (por la variedad antigénica y la localización en sitios de
difícil acceso al sistema inmune). En la patogenicidad interviene la tríada Hospedero-Agente-Ambiente, cada uno
aportando con distintos factores.
- Factores del Hospedero: edad (a menor edad, mayor susceptibilidad), sexo (por anatomía), estado nutri-
cional (proporcional al estado inmune), reactividad/hipersensibilidad, tejido u órgano afectado, aspectos culturales
y socioeconómicos.
- Factores del Parásito: morfología, biología (reproducción y ciclo), carga parasitaria, tiempo de infección (a
mayor tiempo, más daño), toxinas y desechos metabólicos, cepa o variedad y su localización.
- Factores del Ambiente: geoclimáticos, ecológicos, económicos, sociales, culturales y cambios de cepas.
La parasitología estudia los patógenos vivos protozoarios y metazoarios. Los protozoos son unicelulares,
mientras que los parásitos metazoarios (helmintos y artrópodos) son multicelulares.
Ciclo evolutivo: paso por distintas formas o estados evolutivos del parásito en su desarrollo, es su ciclo
biológico.
Ciclo heteroxénico: ciclo de transmisión en el que están dos o más especies involucradas.
131
Ciclo monoxénico: ciclo de transmisión en el que interviene un solo hospedero.
Ciclo de transmisión: paso de las distintas formas evolutivas del parásito por distintos ambientes y/u hos-
pederos.
Diagnóstico directo (de certeza): evidencia del parásito completo, sus productos, huevos, proglótidas,
quistes, ooquistes, trofozoítos, etc. que permiten diagnosticar la parasitosis en forma certera.
Elemento infectante: forma evolutiva del patógeno con la que el hombre se infecta.
Fuente de infección: elemento, animado o inanimado, desde el que se adquiere el elemento infectante.
Hospedero definitivo: especie que alberga la forma adulta del helminto o la etapa sexuada en protozoos.
Hospedero intermediario: especie que participa en el ciclo de transmisión del parásito, dentro de la que
éste sufre alguna modificación.
Período prepatente: tiempo entre la adquisición del elemento infectante hasta la eliminación de nuevos
elementos parasitarios.
Protozoos.
Seres unicelulares con un núcleo esférico en general único (aunque hay dobles, cuádruples y óctuples). El
citoplasma presenta una parte externa hialina (ectoplasma) que permite el intercambio metabólico con el medio,
y una parte interna densa (endoplasma). Han desarrollado estructuras de movilización como pseudópodos, cilios
y flagelos, y otras para penetrar la célula huésped, multiplicarse o protegerse de las condiciones del medio.
Poseen una forma metabólicamente activa llamada forma vegetativa, trofozoíto o zoíto, y en algunas tam-
bién existe una forma de resistencia o quiste, que hace las funciones de elemento infectante.
I.- Reproducción:
Puede ser asexuada o sexuada. Las formas de reproducción asexuada son:
Fisión Binaria: en amebas, flagelados y ciliados.
Fisión Múltiple: también llamada merogonia o esquizogonia. Hay división múltiple del núcleo (esquizonte
inmaduro) seguido de la división múltiple del citoplasma formando los merozoítos o esquizontes maduros, los
que quedan en libertad cuando la célula hospedero es destruida. Luego repetirán el proceso (merogonia o esqui-
zogonia) o producirán gametos (gametogonia).
Endodiogénesis: en la célula madre se forman dos brotes internos (células hijas) que ocupan el citoplasma
de la célula madre, la que finalmente desaparece.
132
En los apicomplexa, luego de la merogonia sigue la gametogonia y la formación de esporas o esporogonia.
II.- Clasificación:
Se hace según sus medios de locomoción.
Amebas: poseen ectoplasma hialino y endoplasma granular, con un núcleo cuyo aspecto depende de la
especie. Se movilizan por pseudópodos. Su principal mecanismo de transmisión es por fecalismo. Se ubican
principalmente en el tracto digestivo, aunque algunas amebas de vida libre pueden ser patógenas del ojo y SNC.
También pueden encontrarse como comensales del tracto digestivo.
Flagelados: se caracterizan por presentar flagelos. Éstos nacen del kinetoplasma (en el ectoplasma) que
tiene prolongaciones citoplasmáticas o axonema, las cuales en Tripanosomas y Trichomonas recorren todo el
cuerpo formando la membrana ondulante.
Algunos poseen kinetoplasto en la base del flagelo, que es un organelo derivado de mitocondrias, como los
Tripanosomas y Leishmanias. Éstos presentan distintos estados evolutivos que se diferencian por la posición del
kinetoplasto: tripomastigoto (posterior al núcleo, la membrana ondulante recorre todo el cuerpo), epimastigoto
(anterior al núcleo, membrana más pequeña), protomastigoto (en el polo apical, sin membrana ondulante) y
amastigoto (sin flagelo emergente, se encuentra en un saco flagelar; a diferencia de los otros estados es esfé-
rico).
Los flagelados sin kinetoplasto incluyen a Trichomonas, Giardias, Chilomastix, Dientamoebas y Enteromo-
nas, entre otras. En general se propagan por quistes, excepto Trichomonas y Dientamoebas.
Ciliados: cubiertos por cilios. Presentan un macronúcleo y un micronúcleo (éste con rol en la conjuga-
ción). En el ápice presentan un citostoma o boca primitiva, seguido de un citopharinx y terminado en el citopigio
o poro anal primitivo. El único patógeno para el hombre es el Ballantidium coli.
Apicomplexa: presentan un complejo apical formado por un anillo polar, un conoide, rhoptries, micronemas
y microporos. Poseen un solo núcleo y no tiene medios de movilización. Se distinguen coccidios, babesias y
Microsporidios.
- Coccidios: son parásitos intracelulares principalmente. Su ciclo reproductivo se inicia con la penetración del
esporozoíto a la célula hospedera donde realiza la esquizogonia; la mayoría de los merozoítos ingresan a otras
células y repiten el proceso, pero otros inician la gametogonia formando macrogametocitos femeninos (que forma-
rán los macrogametos) y los microgametocitos masculinos (que formarán los microgametos que sí son flagela-
dos). La fusión de ambos forma in cigoto que a su vez forma el ooquiste. En Cryptosporidium se forman cuatros
esporozoítos en el ooquiste, en Ciclospora se forman dos esporoquistes con dos esporozoítos en cada uno, en
Isospora y Toxoplasma se forman dos esporoquistes con cuatro esporozoítos en cada uno. En Sarcocystis no hay
formación de ooquiste, por lo que con cada reproducción sexual se generan dos esporoquistes con cuatro espo-
rozoítos cada uno. Los ooquistes o esporoquistes liberados son las formas o elementos infectantes.
- Babesias: protozoos cuyos hospederos definitivos son las garrapatas, las que pueden inocular esporozoítos
al succionar sangre. Éstos se multiplican en eritrocitos.
- Microsporidios: son parásitos intracelulares obligados. Pueden ser patógenos oportunistas.
Helmintos.
Son animales invertebrados conocidos como gusanos. Se dividen en Platelmintos, Nemátodos y Acanto-
céfalos.
I.- Platelmintos:
Son de aspecto aplanado, simétricos y sin cavidad celómica. Se dividen en tremátodos y céstodos. Su
superficie está cubierta por un tegumento cuya función es el intercambio metabólico. Es un sincicio cuyos núcleos
se ubican a profundo. Hacia profundo poseen una capa muscular única en tremátodos y superficial en céstodos.
El sistema digestivo no existe en céstodos y en tremátodos está formado por boca, faringe e intestino que termina
en un fondo de saco. Su sistema nervioso es de tipo ganglionar cefálico con troncos longitudinales y comisuras
133
transversales sensitivo-motoras. Es sistema excretor está formado por protonefridios o células en llama con largos
cilios que barren los líquidos hacia los túbulos colectores que desembocan en un poro excretor.
En cuanto a la reproducción, todos los céstodos y todos los tremátodos, excepto los esquistosomas, son
hermafroditas. El aparato reproductor masculino está formado por testículos, un sistema de túbulos y glándulas
y el cirro u órgano copulador. El femenino consta de ovario que por el oviducto se conecta al ootipo, donde se
producen los huevos y en relación al cual se encuentra el receptáculo seminal. Diversas glándulas ramificadas
rodean y desembocan en el ootipo, desde donde los huevos pasan al útero.
Los platelmintos se caracterizan por ciclos complejos con estados larvales morfológica y funcionalmente
distintos de los de los adultos.
Tremátodos: aplanados dorsoventralmente y con un aspecto foliáceo (de hoja). Presentan una ventosa
peribucal y una ventral llamada acetábulo. Sus ciclos presentan una fase asexuada en moluscos y sexuada en
vertebrados. Sus estados evolutivos son:
- Huevos: variedad de formas y tamaños; sólo en esquistosomas poseen una abertura u opérculo.
- Miracidio: es el producto de la eclosión del huevo, que generalmente ocurre en agua. Es piriforme, ciliado
y con una papila anterior retráctil.
- Esporoquiste: se forma dentro del caracol; de aspecto sacular y cubierto de microvellosidades.
- Redias: formadas en el interior del esporoquiste, al que rompe diseminándose en los órganos del caracol.
- Cercarias: poseen una cola simple o bifurcada. Abandonan el caracol, nadan en el agua buscando otro
hospedero o plantas en las que se enquistan.
- Metacercaria: quistes que forman las cercarias. Es la forma infectante para el hospedero definitivo, al que
llegan activamente por la piel (esquistosomas) o pasivamente por vía oral, enquistándose en el tracto digestivo.
Luego la migración es por la vía biliar, por la cavidad peritoneal, vía porta o por la pared abdominal.
En esquistosomiasis, el ciclo no contempla redias ni metacercarias.
Céstodos: denominados tenias por que asemejan cintas. Formadas por un escólex, el cuello y la estróbila
o cuerpo. El escólex es la cabeza cuya función es la fijación, para lo que presenta ventosas, botrias (hendiduras
longitudinales) y/o ganchos (generalmente dispuestos en círculos en un órgano retráctil llamado rostelo). El cuello
es delgado y es capaz de formar el resto del helminto. El cuerpo o estróbila está formado por un número variable
de proglótidas, elementos cuadrangulares dispuestos en cadena. Las proglótidas se producen en el cuello por
yemación, proceso llamado estrobilización. Según la distancia al cuello, se distinguen proglótidas inmaduras,
maduras y grávidas (con huevos). Cada proglótida tiene un sistema reproductor masculino y uno femenino. Junto
al cirro se ubica la vagina, por lo que pueden autofecundarse o fecundar proglótidas adyacentes. La forma del
útero es muy útil en la identificación.
Sus ciclos evolutivos son de dos tipos:
- Huevos del grupo I: en la postura el embrión no está desarrollado. Los huevos eclosionan en agua liberando
una larva microscópica con cilios o coracidio que nada hasta su ingestión por el hospedero intermediario (gene-
ralmente crustáceos), en cuyo interior se forma el procercoide que se elonga y pierde sus ganchos primitivos. El
crustáceo al ser ingerido por otro hospedero intermediario (habitualmente un pez) libera el procercoide que llega
a la cavidad peritoneal y a la musculatura del segundo hospedero. Aquí se elonga y desarrolla los esbozos de las
botrias formando el plerocercoide, forma infectante del hospedero definitivo.
- Huevos del grupo II: están larvados en el momento de la postura y son capaces de infectar. En la eclosión
liberan un embrión hexacanto que posee ganchos primitivos con los que penetra los tejidos del hospedero inter-
mediario formando un metacéstodo que puede ser un cisticerco (de las tenias; es una formación vesicular con el
escólex invaginado) o un cisticercoide (de cuerpo sólido y con el escólex desarrollado en el interior).
II.- Nemátodos:
Son cilíndricos, alargados y aguzados en los extremos. Su pared externa está formada por la cutícula de
naturaleza lipoproteica y colágena, la hipodermis de aspecto sincicial y que se expresa en cuatro cordones (dos
laterales, uno ventral y uno dorsal) y la capa muscular única formada por fibras musculares longitudinales. Bajo
su pared externa está la cavidad pseudocelómica de contenido líquido a alta presión hidrostática, que hace exten-
sible la cutícula. El sistema digestivo presenta una boca, faringe, esófago (muscular) al que desembocan tres
glándulas que secretan sustancias líticas, el intestino, recto, ano y cloaca. La cutícula recubre la boca, faringe,
esófago y recto, mientras que el intestino posee un epitelio cilíndrico monoestratificado. Su sistema excretor está
134
formado por dos túbulos colectores que desembocan en un poro excretor dorsal ubicado en el tercio anterior del
gusano. El sistema nervioso está formado por cuatro troncos nerviosos: dos laterales, una dorsal y uno ventral,
que se comunican en las comisuras periesofágicas y perigenitales. No tienen sistema circulatorio. Presentan di-
morfismo sexual, siendo las hembras más grandes que los machos. El aparato genital masculino está formado
por testículos de los que sale un vaso deferente que desemboca en la vesícula seminal y por el conducto eyacu-
lador expele el contenido a la cloaca. El aparato femenino presenta un ovario del que parte un oviducto que des-
emboca en el receptáculo seminal y se continúa por el útero y la vagina para terminar en la vulva, ubicada en la
línea media ventral anterior. El sistema genital puede ser único o doble.
El huevo está formado por una masa multinucleada, rodeada de vitelo y es fecundado en el receptáculo
seminal. Su envoltura la forma una capa externa translúcida (proteica), una media y la interna o vitelina (lipídica).
Al abandonar el hospedero el huevo puede no estar segmentado, estar en su primera fase de segmentación, tener
larvas formadas o liberar larvas vivas. El desarrollo de los nemátodos comprende cuatro estados larvales y el
estado adulto, cada uno marcado por el cambio de cutícula y el crecimiento.
III.- Acantocéfalos:
Helmintos cilíndricos y alongados, con dimorfismo sexual y cavidad pseudocelómica. Su extremidad ante-
rior es retráctil y con ganchos, los que le dan la capacidad de introducirse en la pared intestinal del hospedero
definitivo. Sus ciclos son complejos, con vertebrados como hospederos definitivos y especies de escarabajos como
hospederos intermediarios. Del huevo emerge el acantor, larva con un rostelo que penetra el intestino del artró-
podo y contacto el hemocele donde evoluciona a acantela y luego a cistacanto; luego el vertebrado se infecta por
la ingestión del artrópodo. En él crece y se diferencia sexualmente.
Artrópodos.
Son invertebrados de cuerpo segmentado con un exoesqueleto quitinoso y extremidades articuladas. Se
dividen en crustáceos, arácnidos e insectos. Para su crecimiento y desarrollo deben mudar de exoesqueleto, pues
éste se los impide.
Su importancia médica radica en su acción parasitaria per se (como en sarna y myiasis), la inoculación
de veneno (arañas), la acción de partes de ellos (aguijones de abejas y avispas) y las reacciones de hipersen-
sibilidad (secundario a picaduras de abejas, hormigas y avispas). También pueden actuar como vectores mecá-
nicos o biológicos (transporte pasivo y activo de agentes patógenos, respectivamente). Los biológicos son he-
matófagos y son hospederos intermediarios de ciertos patógenos.
I.- Crustáceos:
Artrópodos acuáticos que respiran por branquias. Se componen de un cefalotórax y abdomen y poseen, al
menos, cinco pares de patas.
II.- Arácnidos:
Comprenden arañas, escorpiones, garrapatas y ácaros. En el estado adulto poseen cuatro pares de patas,
dos pare de piezas bucales y no tienen antenas. Los escorpiones y arañas presentan un cefalotórax y abdomen,
mientras que ácaros y garrapatas poseen una sola masa corporal.
Las garrapatas y ácaros son parásitos per se o son intermediarios en otros ciclos, mientras que las arañas y
escorpiones provocan daño por la inoculación de veneno.
III.- Insectos:
Artrópodos terrestres que respiran por tráqueas, con cuerpo formado por cabeza, tórax y abdomen, un par
de antenas, tres pares de piezas bucales, tres pares de patas y dos pares de alas.
Los insectos de interés médico crecen de dos formas. Una es la metamorfosis incompleta en la que se
distinguen huevos, ninfas y adultos o imago; todos los estados comparten los biotopos y la nutrición. La otra
forma es la metamorfosis completa con los estados de huevo, larva, pupa y adulto o imago; tienen distintos
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biotopos y hábitos alimenticios la larva en comparación con el adulto, además de distintas características morfoló-
gicas. La pupa es un estado quiescente de transición entre ellos; ésta puede ser desnuda (como en moscas y
mosquitos) o en un capullo (como en pulgas).
Clasificación de Parásitos
Protozoarios
Protozoos
Amebas Flagelados Ciliados Apicomplexa
S/ kinetoplasto C/ kinetoplasto Coccidios Babesias Microsporidios
Metazoarios
Helmintos Artrópodos
Platelmintos Nemátodos Acantocéfalos Crustáceos Arácnidos Insectos
Metamorfosis Metamorfosis
Tremátodos Céstodos
Incompleta Completa
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Capítulo II: Comensales del Tubo Digestivo.
Los protozoos comensales tienen una prevalencia de entre 25 y 45% y hasta un 50% en grupos de riesgo
como inmunocomprometidos. Su detección es un indicador de contaminación fecal. Habitan el intestino grueso
y se transmiten por fecalismo humano, excepto Entamoeba gingivalis y Trichomonas tenax, que se ubican en la
boca y se transmiten por contacto estrecho.
La mayoría se detectan por medio del método de Telemann modificado (MTM) y la técnica de Burrows
(PAF); otros requieren técnicas especiales.
I.- Amebas:
Entamoeba gingivalis: habita en las encías del hombre, principalmente en presencia de procesos inflama-
torios o piorrea y en bocas sanas. Posee sólo trofozoíto. Tiene una prevalencia de 10 a 15% y de 70 a 95% en
personas con mala higiene bucal.
Entamoeba coli: protozoo comensal más frecuente en el intestino del hombre. Su forma trofozoítica se
confunde con la de Entamoeba histolytica. Posee además un prequiste y un quiste con 8 núcleos con nucleolos
excéntricos. Su prevalencia es de 20 a 40%.
Entamoeba harmanni: se la confundió con una cepa pequeña de E. histolytica, pero su trofozoíto es más
pequeño y no fagocita glóbulos rojos. Su quiste posee 2 a 4 núcleos y tiene una prevalencia de un 10%.
Iodameba bütschlii: posee en su trofozoíto y quiste una vacuola yodófila. Sus dos formas evolutivas son
mononucleadas, aunque puede haber quistes binucleados. Tiene un 3 a 6% de prevalencia.
II.- Flagelados:
Chilomastix mesnili: posee un trofozoíto piriforme con 4 flagelos y un quiste con forma de pepas de uva.
Se tiñen verde claro y es el comensal flagelado más frecuente.
Enteromonas hominis: similar en todo aspecto al anterior, sólo que su quiste es bi o tetranucleado y su
prevalencia es del 11%.
Trichomonas tenax: piriforme. Su hábitat es exclusivamente en la cavidad bucal, siendo más frecuente en
individuos con mala higiene bucal. Pudiera ser agente oportunista.
Trichomonas hominis.
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Capítulo III: Diagnóstico Directo de Enteroparasitosis.
Existe un gran número de técnicas para el diagnóstico de distintas parasitosis. La sensibilidad de ellas se
mejora al emplearse al menos tres muestras por paciente obtenidas una cada dos días, lo que se conoce como
examen parasicológico seriado de deposiciones (EPSD).
Técnica de Kato-Katz: útil para el recuento de huevos de helmintos, pero no en infecciones leves. Es un
procedimiento del que resulta un frotis en que se observa una cantidad de huevos por campo de microscopía,
pudiendo extrapolarse, mediante una fórmula, la cantidad de huevos por gramo de deposición.
Técnica de PVA: para el diagnóstico de trofozoítos. Se realiza haciendo un frotis a partir del sedimento de
un centrifugado de la deposición fijada en alcohol polivinílico. Luego se tiñe con tinción tricrómica.
Tinción de hematoxilina férrica para muestras fijadas en PAF, SAF o PVA: también se ocupa para el
diagnóstico de trofozoítos. Consiste en confeccionar un frotis con la muestra y pasarla sucesivamente por alcohol,
yodo, agua y una solución de trabajo con hematoxilina férrica.
Método de Richie (centrifugación): detecta huevos, quistes y protozoos. Se prepara un frotis con el
sedimento resultante de dos centrifugaciones consecutivas de las heces diluidas y fijadas.
Método de Burrows (PAF) (centrifugación): se usa para el diagnóstico de huevos de helmintos, quistes
y, especialmente, trofozoítos de protozoos. Similar al método de Richie, pero se añade una centrifugación y una
dilución de la que se obtienen dos nuevos frotis teñidos. Es la segunda técnica más usada.
Técnica de SAF (centrifugación): se usa para el diagnóstico de huevos de helmintos, quistes y tro-
fozoítos de protozoos. Consiste en una preparación al fresco y un frotis permanentemente teñido.
Flotación con sulfato de zinc: para quistes y ooquistes de protozoos y huevos de helmintos (excepto
operculados y los de Ascaris lumbricoides). Se obtiene una muestra teñida del sobrenadante de la centrifugación
con una solución de sulfato de zinc. Se ocupa especialmente en ooquistes de Isospora belli.
Flotación en azúcar: la técnica es la misma que en el anterior, sólo que se usa una solución de sucrosa en
lugar de sulfato de zinc.
Tinción de Zielh-Nielsen: tinción con carbofucsina que se trata luego con alcohol ácido. Se usa para de-
tectar ooquistes de I. belli, C. parvum y C. cayetanensis, que son acido-alcohol resistentes.
138
Kinyoun: tinción con fucsina y azul de metileno löeffler que se decolora con ácido sulfúrico y se lava con
etanol. También es una tinción alcohol ácida.
Método de observación por fluorescencia: para C. parvum. Es tinción con aureamina o aureamina-ro-
damina que debe ser observada al microscopio de luz U.V. C. cayetanensis no requiere tinción, porque sus oo-
quistes son autofluorescentes.
Método de Graham: para detectar huevos de Enterobius vermicularis. Se realiza aplicando una cinta
adhesiva transparente en los márgenes anales, para luego colocarla sobre un portaobjetos. Esto se realiza por 5
días seguidos con 5 cintas y portaobjetos distintos y se envía al laboratorio.
Muestra duodenal por cápsula de Beal: cápsula a la que se adhiere material mucoso del duodeno. Es
ingerida y luego retirada.
Método de Bareman: para diagnóstico de S. stercoralis. Se basa en el paso de los huevos hacia un reci-
piente con agua; ésta después se centrifuga y se observa el sedimento.
Helmintos recolectados en agua: se ven a simple vista, entre dos portaobjetos o al microscopio.
Helmintos fijados y tratados con soluciones aclaratorias: se ocupan soluciones tintoriales que permiten
destacar estructural que permitan el diagnóstico diferencial.
139
Segunda Parte: Enteroparasitosis.
Definición: es una geohelmintiasis causada por Ascaris lumbricoides, nematodo ubicuo, principalmente de
regiones tropicales y que afecta mayormente a niños. Se localiza en el intestino delgado donde puede permanecer
asintomático o provocar alteraciones digestivas inespecíficas o nutricionales.
Biología: es el nematodo intestinal de mayor tamaño que afecta al hombre. Su extremo anterior presenta
una boca con tres labios carnosos y el macho posee su extremidad posterior enroscada ventralmente. La hembra
mide 25 a 35 cm. de largo por 6 mm. de ancho, y el macho mide 15 a 30 cm. de largo por 2 a 4 mm de ancho.
El macho posee un par de espículas copulatorias y la hembra una vulva en la unión del tercio medio con el
anterior, seguida de una vagina y un útero doble.
Sus huevos fecundados son ovoides y presentan una cubierta de tres capas (descritas en el Capítulo I)
siendo la más externa una superficie mamelonada y de color café. Los huevos no fecundados son más alargados
y de cubierta lisa. El huevo fecundado sale al exterior en forma inmadura. Si las condiciones geoclimáticas son
adecuadas, en el suelo se segmenta y forma una larva produciendo un huevo larvado, el elemento infectante
para el hombre.
El hombre se infecta al ingerir los huevos larvados, éstos en el estómago o el duodeno eclosionan, emer-
giendo la larva que penetra la mucosa intestinal y cae a la circulación portal desde donde llega al hígado, corazón
derecho y pulmones, donde se atrapa en los capilares. Ahí madura hasta romper el tabique y cae al alveolo, desde
donde migra ascendentemente hasta llegar a la faringe para ser deglutida. En el intestino delgado crece hasta
llegar a su estado adulto, entonces está en condiciones de producir huevos, que se observan en deposiciones
entre la 8ª y 12ª semana post-infección (período prepatente). Este ciclo se denomina ciclo de Looss.
Su hábitat es el lumen del intestino delgado, donde se mantiene por constante movimiento.
Patología: lo más habitual es que los daños y sintomatología se relacionen directamente con el número de
Ascaris, además de las condiciones del paciente (edad y estado nutricio).
En el paso por el pulmón, durante el ciclo de Looss, se producen microhemorragias además de una respuesta
toxialérgica proporcional el número de larvas y a infecciones previas (por sensibilización). Hay infiltrado linfoplas-
mocitario y eosinofílico en los tabiques y alvéolos que se manifiestan como una neumonitis asmatiforme.
Al llegar al intestino produce daño expoliatriz inhibiendo la absorción de nitrógeno proteico, de grasas (sin
llegar a esteatorrea) y de vitaminas liposolubles (que provocan sintomatología), intolerancia a la lactosa, prueba
de D-xilosa positiva y anorexia. Además se acortan las microvellosidades y hay infiltrado linfoplasmocitario en la
lámina propia.
También puede producir daño mecánico por infección masiva que lleve a íleo mecánico o penetrando el
colédoco o el canal de Wirsung pudiendo producir ictericia obstructiva, abscesos hepáticos, colangitis, colecistitis,
pancreatitis aguda, peritonitis (si la pared está débil), apendicitis aguda e incluso asfixia.
Sintomatología: en la mayor parte de los casos es asintomática o con cuadros digestivos inespecíficos.
Al pasar por los pulmones se presenta como bronquitis o no se manifiesta. Puede presentar síntomas res-
piratorios severos en infección severa pudiendo provocar eosinofilia transitoria (síndrome de Löeffler). En ex-
pectoración puede haber eosinófilos y cristales de Charcot-Leyden.
Las molestias digestivas generales pueden ser anorexia, disminución de la ingesta, baja de peso, bajo
desarrollo pondoestatural y desnutrición (en niños). Los síntomas intestinales que puede haber son dolor
140
cólico, náuseas, vómitos, diarreas y meteorismo, pudiendo llegar a íleo mecánico (abdomen agudo con una masa
abdominal palpable). Si ingresa en ciertos conductos puede haber ictericia obstructiva, colecistitis, pancreati-
tis, abscesos hepáticos, apendicitis y diverticulitis.
Puede provocar síntomas nerviosos, como mal dormir e irritabilidad, y cuadros alérgicos, como urticaria,
prurito anal o nasal y bronquitis asmatiforme.
Diagnóstico: se plantea en pacientes con antecedentes de ascariosis, eosinofilia elevada, síndrome res-
piratorio obstructivo, fiebre con mala respuesta a antibióticos y con opacidades cambiantes a la radiografía de
tórax (síndrome de Löeffler).
Para el diagnóstico de certeza se busca al examen microscópico de deposiciones (EPSD: examen parasi-
cológico seriado de deposiciones) huevos inmaduros; tiene alta sensibilidad pero puede dar falsos positivos.
También se puede diagnosticar al ver el gusano eliminado por el ano o por la boca en el vómito.
Se pueden realizar exámenes complementarios como hemograma (eosinofilia elevada en el ciclo de
Looss), radiografía (útil en obstrucción de conductos) y ecografía.
Prevención: depende de la educación sobre saneamiento ambiental, evitar el riego con aguas servidas y
en general el saneamiento ambiental básico (disposición de excretas y agua potable).
Individualmente se debe estimular el lavado de manos, evitar la onicofagia y geofagia, lavar frutas y verduras
y evitar su exposición a vectores mecánicos.
141
Imagen 1: Ciclo biológico del Ascaris lumbricoides.
142
II.- Tricocefalosis:
Definición: geohelmintiasis provocada por el nematodo del intestino grueso Trichuris trichiura. En general
es comensal, pero puede provocar grave sintomatología.
Sintomatología: la mayor parte de las infecciones son asintomáticas. La aparición de síntomas está condi-
cionada a la carga parasitaria.
Los síntomas digestivos más típicos son crisis disentéricas repetidas con pujo y tenesmo rectal, dolor ab-
dominal, meteorismo y prolapso rectal (en el que puede haber gusanos). Puede haber náuseas y vómitos que
contribuyen a la deshidratación.
Los síntomas generales que puede haber son palidez y astenia (por la anemia), anorexia, retardo del cre-
cimiento, pica y acropaquia (en infección crónica).
El pronóstico es incierto en infecciones masivas, que si se dejan a su evolución terminan en la muerte.
Diagnóstico: el hemograma es normal en infecciones leves. En infecciones masivas hay anemia ferropriva
(hipocrómica y microcítica) y eosinofilia elevada (hasta 30 a 50% en algunos casos).
143
El diagnóstico de certeza se hace por detección de huevos inmaduros al EPSD, con muestras día por
medio hasta obtener tres. También se puede diagnosticar a la visualización directa por rectoscopía o en prolapso
rectal. El conteo de huevo es importante en casos de anemia.
Tratamiento: el de elección es mebendazol por tres días y su inicio debe ser urgente en la tricocefalosis
masiva, debiendo complementarse con una dieta rica en proteínas y hierro. También se puede usar albendazol
por tres días, pero su porcentaje de erradicación es menor.
Prevención: se debe impedir la contaminación fecal del suelo con una bueno disposición de excretas y
hábitos de higiene. Individualmente se deben lavar frutas y verduras y en niños se debe crear el hábito del lavado
de manos, además de evitar la geo y onicofagia.
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III.- Enterobiosis:
Biología: pequeño nematodo blanquecino y delgado, de 1 cm. de longitud la hembra y 0,5 cm. el macho.
Su extremo anterior termina en expansiones cuniculares o expansiones alares que rodean la porción anterior y
que aumentan de volumen proporcionando un medio de fijación al gusano. También posee una boca con labios
expansibles. Su extremidad posterior es aguzada y en la hembra es recta mientras que en el macho es enroscada
hacia ventral
Sus huevos son transparentes, con una cara aplanada y la otra convexa y son larvados.
Su hábitat es el ciego, aunque pueden encontrarse en el colon o en la porción terminal del íleon. Se adhiere
a la mucosa gracias a sus expansiones alares.
Después de la cópula, los machos son eliminados por las heces y las hembras grávidas migran hasta el
esfínter anal, franqueándolo y desovando en el exterior. Deja aglomeraciones de huevos adheridos a la piel de la
región perineal y de la cara interna de los muslos, gracias a una sustancia irritante pegajosa. Esto ocurre en las
últimas horas de la tarde y en la noche, luego de lo cual la hembra muere.
Luego de 6 horas a temperatura corporal los huevos ya son infectantes. Luego que se seca la sustancia que
las aglutina, los huevos se diseminan por la ropa, el suelo y se volatilizan.
El hombre se infecta por ingestión o inhalación de los huevos. Una vez deglutidos, los jugos digestivos
disuelven las envolturas y la larva se desarrolla en el ciego. También puede haber autoinfección exógena, en
caso de que una larva eclosione en la región perineal y luego ascienda por el ano, y autoinfección endógena, si
es que la hembra no alcanza a salir a desovar y revienta antes de salir al exterior.
Epidemiología: es cosmopolita. Se pueden crear focos en torno a un individuo infectado, siendo frecuentes
las reinfecciones, sobreinfecciones y la infección intrafamiliar o de convivientes. Los huevos, por su alta volatilidad,
pueden diseminarse ampliamente en el hogar, siendo la principal fuente de contagio el dormitorio.
El prurito anal y el consecuente rascado hace que se contaminen manos y uñas, completando el ciclo ano-
mano-boca. La ingestión de alimentos contaminados con huevos puede ser un mecanismo de infección también.
El elemento infectante es el huevo larvado, siendo la principal vía de infección la vía oral. También puede
haber infección por vía rectal por retroinfección.
En la primera infancia no hay diferencias entre los sexos; sí en la pubertad en la que se conservan las tasas
en niños y disminuyen en niñas por la adquisición más temprana por parte de ellas de hábitos de higiene. La
onicofagia podría ser un factor predisponerte a la infección.
No existe relación a niveles socioeconómicos ni con condiciones de higiene ambiental, pues en las heces no
se encuentran huevos de oxiuro.
Los huevos pueden sobrevivir semanas a meses, luego ya no son infectivos. La temperatura alta, humedad
baja y los rayos del sol son letales para ellos.
Sintomatología: los principales síntomas son el prurito y los síntomas nerviosos, los síntomas digestivos
son poco frecuentes.
El prurito anal es nocturno y en reposo. Suele haber gusanos visibles en esos momentos. El prurito nasal
es casi igualmente frecuente. En mujeres el prurito vulvar, habitualmente con leucorrea, es muy frecuente.
Los síntomas nerviosos derivan de las alteraciones del sueño como insomnio o si concilian el sueño éste
no es profundo; muchos presentan bruxismo. Las alteraciones del sueño llevan a bajo rendimiento escolar, can-
sancio e irritabilidad durante el día.
Diagnóstico: se plantea presuntivamente en presencia de prurito nasal y anal con molestias nerviosas. La
sospecha aumenta si hay miembros del grupo familiar con síntomas similares.
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El diagnóstico de certeza se puede realizar por la visualización de los gusanos en el periné o en deposicio-
nes. Lo más frecuente es que el diagnóstico se haga por la detección de huevos por el método de Graham (pegar
una cinta adhesiva en la región perineal y el pliegue interglúteo en repetidas ocasiones y luego ponerlo sobre un
portaobjetos) al despertarse y antes del aseo matinal; esto por 5 a 7 días. El EPSD en enterobiosis no es de
utilidad. El diagnóstico y tratamiento debe extenderse a todo el grupo familiar.
Prevención: en cuanto a medidas higiénicas personales conviene instruir sobre el ciclo del parásito, insis-
tiéndose en medidas que corten la diseminación (uñas cortas, evitar la onicofagia, lavado y cepillado de manos).
Las medidas sanitarias generales tienden a evitar el ambiente oxiurótico, con aseo de paredes y pisos, cam-
bio de toallas y sábanas periódicamente, etc.
IV.- Anisakiosis:
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Definición: infección por el nematodo Anisakis spp o Pseudoterranova spp, transmitido por la ingesta de
pescado crudo.
Biología: los anisákidos adultos habitan en el estómago de mamíferos marinos. Los huevos liberados por
sus heces caen al mar y liberan una larva que es ingerida por crustáceos microscópicos en los que se desarrolla
el segundo estado larval. Este crustáceo es ingerido por un pez en el que se desarrolla el tercer estado larval,
ubicándose en el músculo del pez; el pez es ingerido por los mamíferos marinos en los que se desarrolla el estado
adulto.
El hombre se infecta al ingerir estos peces crudos (merluzas, congrios y jureles).
Sintomatología: luego de algunas horas o 1 a 2 días de ingerido se produce dolor faríngeo, sensación de
cuerpo extraño, ahogos y vómitos en los que se expulsa el gusano. Si la larva penetra el estómago o el intestino
se produce una reacción inflamatoria granulomatosa eosinofílica que envuelve la larva.
Si penetra al estómago, el cuadro se presenta por dolor abdominal, náuseas y vómitos y se inicia a las 4 a 6
horas de la ingesta. Si penetra el intestino el cuadro se presenta como dolor abdominal severo, diarrea y vómitos,
que inicia a los 7 días de la infección provocando un abdomen agudo.
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V.- Anquilostomosis o Uncinariosis:
Definición: infección intestinal provocada por los nematodos hematófagos Ancylostoma duodenalis y/o por
Necator americanus.
Biología: son gusanos cilíndricos de 8 a 12 mm de longitud, siendo más larga la hembra. Presentan el
extremo anterior curvado hacia dorsal, teniendo una forma de gancho. El macho presenta en su extremo posterior
una bolsa copulatriz de forma acampanada, mientras que la hembra presenta su terminación en punta. La vulva
se encuentra en distintos sitios según la especie. La boca posee una cápsula con 4 ganchos en Ancylostoma y
dos láminas cortantes en Necator.
Su habitat es la mucosa del intestino delgado, principalmente duodeno, al que se adhieren por sus ele-
mentos bucales.
Son hematófagos y liberan en la saliva una sustancia anticoagulante; por esta razón dejan úlceras sangran-
tes una vez que se movilizan a otro lugar del intestino.
El huevo es ovalado de cáscara delgada y generalmente hay un espacio entre ésta y el contenido del huevo.
Según el tiempo que permanezca en las deposiciones se puede observar en ellas el huevo larvado o la larva
eclosionada. Esta larva es rhabdotiforme (con bulbo esofágico) y debe encontrar en el medio las condiciones
propicias para su desarrollo. Luego de pasar por dos estadíos llega a ser larva filariforme (sin bulbo esofágico),
que está rodeada de una vaina y que es el elemento infectante para el hombre.
Al contactar con piel o mucosas (oral al ser ingerido, por ejemplo) del hombre, penetra hasta llegar a los
vasos sanguíneos. Vía sanguínea llegan al pulmón donde sale al alveolo, luego de pasar a un tercer, cuarto y
quinto estado evolutivo en sangre, en estado juvenil. Asciende por el árbol bronquial hasta ser deglutida, llegando
al intestino (su hábitat). Si bien no es un ciclo propiamente tal, se le llama también ciclo de Loos.
Patología: la piel de zonas interdigitales de pies y de manos es la región más frecuente de penetración. Se
produce en el sitio de penetración una dermatitis que se presenta con piel eritematosa con edema, pápulas y
vesículas que desaparecen a los pocos días.
Durante el ciclo de Loos puede haber algunas lesiones pulmonares (pequeñas hemorragias e infiltrado eo-
sinofílico), pero con poca sintomatología.
Los gusanos, al ser hematófagos y dejar úlceras sangrantes, pueden causar anemia ferropriva. Ésta
depende de la intensidad y duración de la infección, pero mayor importancia tiene la alimentación deficitaria en
hierro (frecuente en regiones tropicales). La anquilostomosis será, entonces, sólo el desencadenante de la anemia.
La pérdida de sangre, más aún si las lesiones comprometen la absorción, puede llevar a hipoalbuminemia.de
igual forma, si el número de gusanos es alto y la infección se prolonga, las ulceraciones y atrofia de vellosidades
llevarán a un síndrome de mala absorción.
En cronicidad la lámina propia se encuentra infiltrada por linfocitos, monocitos y eosinófilos.
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Diagnóstico: se debe sospechar en personas con anemia y síntomas digestivos en zonas de endemia.
El diagnóstico de certeza se hace por el hallazgo de los huevos al EPSD y, ocasionalmente, larvas. Para
determinar la especie se realiza el método de Harada-Mori: incubar los huevos en un medio húmedo y observar el
desarrollo de larvas.
Tratamiento: se usa mebendazol, albendazol o pamoato de pirantel por tres días. Se debe añadir suple-
mentos de hierro a la dieta.
Prevención: la profilaxis colectiva se dirige a evitar la contaminación fecal humana de suelos. El principal
objetivo de esta profilaxis debe ser los niños, por las complicaciones que les puede traer la anemia y el síndrome
de mala absorción.
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VI.- Estrongiloidosis:
Biología: es un nematodo cuyo ciclo biológico alterna generaciones de vida libre y parásitos. La hembra
mide 2 mm de largo y tiene su extremidad posterior aguzada. Habita la submucosa del intestino delgado, prin-
cipalmente del duodeno. En infecciones masivas puede afectar también el grueso e incluso los conductos pan-
creático y biliar. Entre la mucosa y submucosa coloca huevos similares a los de uncinariasde los que emergen
larvas rhabditiformes (tiene un bulbo esofágico) que salen al lumen y son expulsadas por las deposiciones.
- Ciclo directo: la larva se alimenta en el medio ambiente de materia orgánica; sufre dos mudas y luego de 2
a 3 días formando una larva filariforme, que es el elemento infectante. En contacto con la piel la penetra yllega
a vasos sanguíneos desde donde realiza el ciclo de Loos. Finalmente penetra la mucosa intestinal desarrollán-
dose la hembra partenogénica, que pone huevos.
- Ciclo indirecto: las larval rhabditiformes del suelo forman las hembras y machos de vida libre. Los huevos
que pone la hembra producen las larvas rhabditiformes que se desarrollan en las filariformes.
- Autoninfección o infección endógena: se produce cuando las larvas rhabditiformes se transforman en fila-
riformes antes de salir del intestino delgado o en el grueso. También puede suceder en el ano.
Epidemiología: es prevalente en climas tropicales. Es más frecuente en los adultos y en Chile sólo se han
descrito casos esporádicos.
Las condiciones de desarrollo que requiere son similares a las de la uncinaria, por lo que es habitual la
infección simultánea por ambos gusanos.
La mantención de la infección en individuos que han salido de las áreas de endemia se explica por el meca-
nismo de autoinfección.
Patología: en los puntos de entrada se puede producir prurito seguido de una pápula y edema. Al pasar
por el pulmón destruye los alvéolos, engruesa los tabiques interalveolares y de bronquíolos produciendo infiltrado
eosinofílico principalmente, con transudado y pequeñas hemorragias. La invasión intestinal puede provocar au-
mento del peristaltismo.
La mucosa intestinal en general está sana, pero puede haber una enteritis catarral, ulcerada (que afecte
zonas extensas) o edematosa.
Hay eosinifilia tisular y periférica y urticaria crónica. En insuficiencia cardíaca se han descrito casos fatales
por hiperinfección que produce reacciones inflamatorias granulomatosas.
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Tratamiento: se puede usar tiabendazol (aunque tiene frecuentes efectos tóxicos) o albendazol por tres
días o ivermectina (un macrólido) por dos.
Prevención: es similar a la de uncinarias: evitar la contaminación fecal del suelo, proporcionar agua potable,
evitar el riego con aguas servidas, estimular el uso de calzado y promover la educación sanitaria.
151
Capítulo V: Cestodos Intestinales.
I.- Teniasis:
Definición: infección por las formas adltas de los cestodos Taenia saginata y Taenia solium, cuyo hábitat es
el intestino delgado del hombre.
En sus hospederos intermediarios forman cisticercos; en T. solium el hombre puede ser hospedero interme-
diario accidental, produciendo cisticercosis.
Biología: T. saginata o “tenia del vacuno” mide 5 a 8 metros de longitud. Su escólex tiene forma cuadran-
gular por poseer cuatro ventosas actabulares, no tiene corona de ganchos ni rostelo.
T. solium o “tenia del cerdo” mide 3 a 5 metros de longitud. Tiene un escólex piriforme y más pequeño con
cuatro ventosas y un rostelo con una doble corona de gachos como medio de fijación.
En el cuello hay células totipotenciales, muy sensibles a fármacos, encargadas de la producción de progló-
tidas.
Las proglótidas son las unidades morfofuncionales de la tenia, al realizar cada una la función de alimentación
(por absorción a través del tegumento) y de reproducción (por ser hermafroditas). El tegumento absorbe por
medio de osmosis y pinocitosis, aumentando su superficie de absorción con solevantamientos o microtricos.
En ambas especies las proglótidas maduran según la distancia a la que se encuentran del cuello, siendo las
más cercanas las inmaduras, luego las maduras y las más lejanas las grávidas con el sistema reproductor total-
mente desarrollado y repletas de huevos fecundados.
En T. saginata las proglótidas grávidas son rectangulares (1,5 a 2,2 cm. de largo por 1 de ancho), con una
fuerte musculatura con la que pueden reptar y forzar el esfínter anal. Las de T. solium son cuadrangulares (0,7
por 0,5 cm.) y menos musculadas.
Cada proglótida madura posee los aparatos sexuales de ambos sexos, cuyos conductos terminales se unen
en el poro genital. La fecundación se produce principalmente entre proglótidas vecinas, gracias a los movimientos
peristálticos del intestino. Ahora en la proglótida grávida el aparato sexual masculino involuciona. En ambas espe-
cies el útero con huevos se ve como un vástago central con ramificaciones. Las proglótidas grávidas se diferencian
entre ambas especies en que las de T. saginata siempre poseen más de 12 ramificaciones a cada lado, en
cambio las de T. solium tienen menos de 12. La estróbila de T. saginata presenta entre 1000 y 2000 proglótidas;
la de T. solium, menos de 1000.
Los huevos son iguales en ambas especies: de forma redonda u ovoide con una corteza radiada y un
embrión hexacanto u oncósfera con 6 ganchos en un haz. Se pueden expulsar en deposiciones o con la progló-
tida que los contiene si pasa el esfínter anal. Al examen de deposiciones se informan como huevos de Tenia sp.
Estos huevos son inmediatamente infectantes para los hospederos intermediarios, pero también pueden perma-
necer viables en el ambiente.
- Ciclo evolutivo: son ciclozoonosis. En ambas el hospedero definitivo es el hombre, en el que se desa-
rrolla en el intestino delgado (que es su hábitat). Los hopederos intermediarios son para T. saginata en vacuno
y para T. solium el cerdo o accidentalmente el hombre (produciendo cisticercosis).
- Ciclo biológico: el vacuno o cerdo ingiere los huevos, que eclosionan y liberan la oncósfera que penetra la
pared y por vía sanguínea o linfática se disemina formando un cisticerco, similar en ambas, en 60 a 90 días. El
cisticerco es una vesícula quística de 0,5 a 1 cm. de diámetro con líquido transparente; su cápsula es delgada y
translúcida, cubierta de microvellosidades, en cuyo interior se ve una masa densa, blanquecina y con movimientos
propios, que es el escólex invaginado.
La fuente de infección para el hombre es la carne cruda de vacunos y cerdos infectados y el mecanismo
de infección es la ingestión de éstos. En el hombre, los jugos gástrico, biliar y pancreático activan la larva encap-
sulada, evaginándose el escólex que se adhiere a la mucosa del intestino delgado. En 5 a 12 semanas forma la
tenia adulta que puede vivir hasta 30 años.
152
a nivel urbano, por que en zonas rurales existe un alto nivel de faenamiento domiciliario de cerdos y falta de control
veterinario, lo que hace más prevalerte T. solium en éstas áreas.
La mantención de la infección se favorece por deficiencias en la disposición de excretas y el uso de aguas
servidas para regadío.
Patogenia: la mayor parte de las infecciones se producen por un ejemplar único, pero exiten infecciones
masivas (especialmente por T. solium). Producen daño por distintos mecanismos:
- Toxialérgico: al absorberse productos del catabolismo del gusano, produciendo síntomas generales y di-
gestivos.
- Expoliatriz: por la sustracción de nutrientes.
- Irritativo: por efecto de la adhesión del escólex a la mucosa, provocando una leve inflamación catarral.
Diagnóstico: se sospecha por el cuadro, los factores de riesgo, la epidemiología y la eliminación de progló-
tidas.
El diagnóstico de certeza se hace al ver proglótidas grávidas que deben ser depositadas en agua o suero
fisiológico para su conservación; se deben usar guantes y otras medidas de higiene al recolectar las proglótidas,
por el riesgo de que sean de T. solium. Se diagnostica la especie al contar las ramificaciones uterinasa cada
lado del vástago central.
Podría usarse ELISA para la detección de antígenos fecales o PCR, pero están en estudio.
El EPSD y el Test de Graham pesquiza huevos de Taenia sp., que no permiten el diagnóstico de especie.
Prevención: la individual se logra con la adecuada cocción de carnes de cerdo y vacuno. Se debe instruir
a defecar en recintos desde los que las heces no llegan a contaminar a los hospederos intermediarios.
En la profilaxis colectiva, se debe insistir en el adecuado saneamiento ambiental básico (disposición de
excretas y tratamiento de aguas servidas), en el control médico-veterinario de los mataderos, decomisándose
los animales con cisticercosis, además de prohibirse la matanza clandestina.
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Imagen 16: Huevo de Taenia sp. Imagen 17: Adulto de Taenia Saginata
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II.- Difilobotriosis:
Definición: infección parasitaria provocada por cestodos del género Dhiphyllobothrium; sus adultos se desa-
rrollan en mamíferos o aves y sus estadíos juveniles lo hacen en copépodos y peces teteósteos.
Biología: en Chile, de las 80 especies conocidas sólo se han identificado 3: D. latum, D. dendriticum y D.
pacificum. De éstas sólo D. latum y pacificum se han detectado en el hombre y de ellos sólo estudiaremos el latum.
Los complejos ciclos biológicos que realizan se conocen poco y se identifican los estadíos de desarrollo de
adulto, huevo, coracidio, procercoide y plerocercoide.
El D. latum en su estado adulto, su hábitat es el intestino delgado del hombre y de otros animales ictiófa-
gos. El adulto mide 4 a 25 metros por 1,5 a 2 cm. de ancho. Su escólex tiene forma de espátula y tiene dos botrias
que pueden adherirse a las vellosidades.
La estróbila posee 2000 a 4000 proglótidas que son más bien anchas. Las grávidas miden 10 a 15 mm de
ancho por 2 a 5 mm de largo. El útero es de forma variable, aunque suele en forma de ovillo y presenta varias
asas, está por delante del cirro. Presenta folículos vitelógenos y un atrio genital con un poro uterino hacia ventral.
Los huevos son ovalados y poseen un opérculo en un extremo. La cápsula es gruesa lisa y por debajo de
ella existe una envoltura externa y una interna (sincicio) que rodean al cigoto y a las células vitelógenas. La em-
briogénesis del huevo se inicia cuando contacta con un medio acuático, a los 10 a 12 días se forma el coracidio
que conserva la envoltura interna que envuelve a la oncósfera con 3 pares de ganchos. Para que el coracidio
se libere requiere luz; una vez liberado se desplaza con sus cilios hasta ser ingerido por los copépodos (micro-
crustáceos). En su tubo digestivo las oncósferas eclosionan, ingresan al hemovele donde forman el procercoide
que en su extremo posterior tiene una estructura donde están 3 pares de ganchos (cercómero).
El desarrollo del procercoide sigue cuando los copépodos son ingeridos por peces. Ingresan por su mucosa
digestiva a la cavidad corporal donde desarrollarán el plerocercoide en diversos órganos incluidos músculos. En
Chile principalmente en truchas, percas y salmones en ríos y lagos del sur. Son estructuras de 5 a 30 mm de
longitud con un escólex retraído con las 2 botrias y el tegumento con microtricos.
El hombre adquiere el parásito al consumir peces crudos, ahumados o insuficientemente cocidos. En el
intestino los plerocercoides se fijan con el escólex y desarrollan el estado adulto. La eliminación de huevos se inicia
de 20 a 30 días después de la infección.
Epidemiología: la infección está directamente relacionada con el hábito de consumir pescado crudo.
Está presente en regiones frías del mundo, como Rusia y el norte de Europa, Norteamérica, Japón, Argentina y
Chile. En Chile la infección se concentran en la zona de los lagos con prevalencias que varían de 4 a 78% en
peces, en ríos el nivel de peces con plerocercoides es menor.
La contaminación fecal de lagos y ríos contribuye a la diseminación de los huevos. Las gaviotas también
ayudan a la diseminación (D. dendriticum). La infección en Chile por D. dendriticum es muy poco frecuente, se
observa más en la costa peruana.
Patogenia: deriva de la acción tóxica y alérgica que ejerce sobre el huésped, además del daño expoliatriz.
La longitud del parásito determina un aumento en la producción de mucus e inflamación superficial de la mucosa
intestinal.
D. latum tiene la capacidad de sustraer vitamina B12 al disociarla del factor intrínseco, pudiendo provocar
anemia megaloblástica que puede incluso comprometer el SNC y el periférico por desmielinización. La anemia
está determinada por factores del hospedero y del parásito como su número, vitalidad, longevidad, capacidad
expoliatriz y la altura a la que se encuentre anclado (si se ancla antes del íleon sería más grave por que éste es el
sitio de absorción de la vitamina B12). La anemia es más frecuente en ascendencias nórdicas, pacientes con gas-
tritis crónica, deficiencias en la producción del factor intrínseco, aquilia o aclorhidia. El déficit de vitamina B 12 tam-
bién puede dar trombocitopenia y leucopenia.
Al tratarse, la anemia y sus consecuencias desaparecen rápidamente, no así las alteraciones neurológicas
cuya regresión depende de lo prolongada e intensa de la anemia.
Sintomatología: alrededor de un 50% de los pacientes son asintomáticos, pudiendo manifestarse por pri-
mera vez por la expulsión de un trozo de estróbila.
Su cuadro es similar al provocado por otras “lombrices solitarias” (tenias).
- Síntomas generales: baja de peso, CEG con anorexia o bulimia y ansias de comer sal.
155
- Síntomas digestivos: epigastralgia, náuseas matinales, vómitos, meteorismo y diarrea alternada con cons-
tipación.
- Síntomas nerviosos: preocupación, vergüenza y adormecimiento de las extremidades.
Si se presenta anemia megaloblástica se agrega la sintomatología de la anemia: palidez, glositis, subicte-
ricia, depapilación lingual, fiebre, hepatomegalia y edema pretibial. Si hay complicaciones neurológicas se verán
alteraciones a la motilidad, incoordinación y deterioro de la sensibilidad, además de diverso compromiso psíquico
y cerebral.
Tratamiento: se usan los mismo medicamentos que para las tenias: el de elección es el Prazicuantel, que
en dosis única induce la recuperación en 98 a 100% de los casos.
La Niclosamida es la alternativa que cura un 80 a 95% de los casos.
Se recomienda el uso de un purgante una a dos horas después del fármaco, para evitar la digestión del
gusano.
En anemia, y con mayor razón su hay compromiso neurológico, se debe suplementar la dieta con vitamina
B12 con Hierro y ácido fólico hasta la recuperación hematológica. Si la recuperación neurológica demora más,
debe prolongarse el tratamiento.
Prevención: se debe evaluar en cuanto a la cocción o congelación de pescado (56ºC por 5 minutos, -18ºC
por 24 horas o 10ºC por 72 horas).
Contribuyen una adecuada disposición de excretas con el fin de disminuir la contaminación de ríos y lagos.
Es importante el tratamiento y control oportuno de los infectados por la gran cantidad de huevos que se eliminan
en deposiciones.
156
Imagen 24: Adulto de D. latum Imagen 25: Escólex de D. latum
Imagen 26: Proglótida de D. latum Imagen 27: Huevo de D. latum Imagen 28: Plerocercoi-
des de D. latum
III.- Himenolepiosis:
Definición: infección parasitaria del intestino delgado por cestodos del género Hymenolepis; dos especies
parasitan al hombre: H. nana (“Tenia enana”, la más frecuente) e H. diminuta (“Tenia del ratón”, parasita excepcio-
nalmente al hombre).
Hymenolepis nana.
Biología: es el cestodo más pequeño que afecta al hombre, mide 2 a 4 cm. de largo por 1 mm de ancho. Su
esscólex es romboidal con cuatro ventosas y un rostelo con un anillo de 20 a 30 ganchos. Las proglótidas nacen
del cuello cortas y delgadas y llegan al extremo Terminal aumentando de tamaño. Son 100 a 200 de forma trape-
zoidal, con un ovario bilobulado y tres masas testiculares dispuestas hacia lo ancho y con todos sus poros
genitales hacia un mismo lado.
Los huevos son esféricos o elípticos, hialinos con un embrión hexacanto con 6 ganchos en tres pares
paralelos. Está envuelto por una corteza con dos mamelones polares de los que emergen 4 a 8 filamentos (fila-
mentos polares).
Producen parasitismo múltiple en sus hospederos definitivos (hombre, rata y ratón). En hombre se infecta
al ingerir huevos, que son inmediatamente infectantes. En el duodeno se rompen y liberan la oncósfera que dentro
de la vellosidad desarrolla a los 2 a 3 días el cisticercoide (estructura alargada de extremo anterior engrosado por
el escólex invaginado). Luego de algunos días rompe la vellosidad y en el lumen se fija a la mucosa iniciando la
estrobilización a las 3 semanas de la infección.
Puede haber autoinfección endógena, si los huevos eclosionan en el intestino, o autoinfección exógena,
si el individuo se sobreinfecta de huevos de sus heces.
El ciclo es monoxénico pues el hombre es hospedero intermediario y definitivo. Excepcionalmente pueden
participar como intermediarios algunos artrópodos (como pulgas y gorgojos) infectados con el cisticercoide; el
hombre se infecta al ingerirlos accidentalmente.
157
Epidemiología: es la cestodiasis más frecuente del hombre; es cosmopolita y principalmente de áreas
tropicales y templadas. Es mucho más frecuente en niños, sin diferencias de sexo, por déficit de hábitos higiéni-
cos y por factores inmunitarios.
En Chile tiene una prevalencia de 4,5% an la población general, con 1300 casos cada 100.000 habitantes
menores de 15 años y 3,4% en lactantes y preescolares.
Patogenia: el daño depende de la carga parasitaria y el estado inmunitario y nutricio del hospedero. Produce
enteritis por la absorción de desechos metabólicos del parásito, por un mecanismo toxialérgico, y por el desarrollo
de cisticercoides en la pared formando un infiltrado eosinófilo local que podría asociarse a la eosinofilia perifé-
rica.
También existe daño expoliatriz por la sustracción de proteínas y lípidos.
Existe reacción del organismo que origina una respuesta inmune protectora inducida por los cisticercoides y
adultos adheridos a la mucosa, a través de un mecanismo de hipersensibilidad retardada.
Sintomatología: la intensidad depende del número de parásitos y de la edad y estado general del hospe-
dero. El cuadro puede ser desde asintomático hasta severo en parasitosis masivas. Las manifestaciones son más
frecuentes en niños, preescolares y escolares.
Las infecciones leves se presentan asintomáticas o con molestias abdominales inespecíficas. Los modera-
dos son con dolor abdominal cólico en epigastrio y mesogastrio, meteorismo, náuseas, vámitos, diarrea profusa,
palidez, anorexia, baja de peso, irritabilidad, insomnio y enuresis. En las infecciones severas los síntomas se
exacerban y agrega disminución del desarrollo pondoestatural y SMA. En el adulto tiende a ser asintomática.
En infecciones moderadas a severas hay eosinofilia de 5 a 15%, con recuento de eosinófilos mayor a 500
por mm3.
Tratamiento: se usa de elección Prazicuantel en dosis única, con casi 100% de efectividad. Raramente
produce efectos colaterales. También se puede usar Niclosamida, pero el tratamiento es más prolongado.
Prevención: se orienta a evitar el fecalismo ambiental con adecuada disposición de excretas, educación en
salud, protección de alimentos y utensilios de la contaminación por vectores. A nivel individual: aseo frecuente de
manos, evitar la onicofagia y el tratamiento de los infectados.
Hymenolepis diminuta.
Es parásito de ratas y ratones. Mide 20 a 60 cm. de longitud y hasta 4 mm de ancho. Posee un escólex con
ventosas y un rostelo sin ganchos. Sus proglótidas son cortas y anchas con órganos genitales que desembocan
en un poro genital lateral.
Los huevos son redondeados y amarillentos, con una membrana externa transparente y una interna que
envuelve al embrión hexacanto con los ganchos dispuestos en abanico. Entre las dos membranas hay una
matriz gelatinosa incolora sin filamentos polares.
Sus hospederos intermediarios son artrópodos coprozoicos. En su intestino el huevo eclosiona y la oncósfera
penetra al hemocele donde forma el cisticercoide. La ingesta de estos hospederos infectados, accidentalmente,
produce la infección en el hombre (que no es el hospedero definitivo natural).
Todos los grupos etarios son susceptibles. Se presenta sin un cuadro propio: con diarrea, dolor abdominal
difuso y manifestaciones inespecíficas.
158
Imagen 29: Huevo de Hymenolepis diminuta Imagen 30: Proglótidas de Hymenolepis
IV.- Dipilidiosis:
Es la infección por el cestodo Dipylidium caninum, común en perros y gatos. El adulto mide 10 a 70 cm. de
longitud. Su escólex es romboidal con 4 ventosas acetabulares y un rostelo con hasta 7 coronas de ganchos,
según la edad del gusano.
Las proglótidas tienen forma de “pepas de melón” con un poro genital a cada lado. En las proglçotidas
grávidas se forman sacos poligonales, con 8 a 15 huevos cada uno, a partir del útero; son las cápsulas ovígeras.
Los huevos son esféricos con una cubierta hialina y ganchos en su interior. En deposiciones se suelen encontrar
las proglótidas grávidas íntegras. Éstas o sus cápsulas son ingeridas por larvas de pulgas (hospedero intermedia-
rio) de perro, gato y humano, en las que se desarrolla como cisticercoide en el hemocele. Con la ingestión
accidental de las pulgas infectadas se produce la infección de los mamíferos hospederos en los que el gusano
alcanza el estado adulto luego de 3 a 4 semanas.
La dipilidiosis en más frecuente en niños y es benigna y autolimitada.
El cuadro es inespecífico y se presenta con diarrea y anorexia. Se diagnostica al ver las proglótidas con
las cápsulas ovígeras en su interior al EPSD.
Se trata con Prazicuantel en dosis única.
Se previene reforzando medidas higiénicas para evitar la presencia de hospederos intermediarios y despa-
rasitando periódicamente a animales domésticos.
159
Capítulo VI: Amebas, Flagelados y Ciliados Intestinales.
I.- Amibiasis:
Definición: infección del intestino grueso por Entamoeba histolytica. Puede presentarse desde asintomática
a dar infecciones graves.
Patogenía: en la amibiasis intestinal se producen úlceras con exudado amarillento sobre una región soca-
vada por una necrosis que es más extensa en la submucosa y la muscular que en la mucosa, por lo que tiene un
aspecto en boca de botella. Producen escasa reacción inflamatoria y el resto de la mucosa es normal. Compro-
mete ciego, colon ascendente, rectosigmoides y, menos frecuentemente, apéndice.
En el colon pueden confluir las lesiones, formando úlceras extensas.
Complicaciones: si penetra la serosa puede provocar perforación con peritonitis, o por diseminación he-
matógena puede provocar amibiasis extraintestinal, hemorragia y, si compromete musculatura lisa, puede for-
mar un amebota (por formación de tejido de granulación en masas como secuela de úlceras). Puede también
haber inflamación difusa de la mucosa intestinal por infiltración linfoplasmocitaria y de neutrófilos y eosinófilos;
puede haber también exudado.
El absceso hepático ocurre por la migración de los trofozoítos vía porta, que ocurriría en todas las amibiasis
invasoras. Se localiza más frecuentemente en el lóbulo derecho y en general es un absceso único. Podría presen-
tarse un cuadro de hepatitis, aunque en realidad resulta de una reacción inespecífica: a la biopsia se ve una infla-
mación periportal inespecífica, sin amebas en las áreas de inflamación.
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En el absceso los hechos más importantes son hepatomegalia con una lesión focal abscedada, llena de
un material inodoro, espeso y oscuro (es tejido hepático necrosado con sangre) con amebas en el exterior de la
lesión. Puede ocasionalmente sobreinfectarse con bacterias.
La susceptibilidad al parásito puede aumentar con dietas ricas en hidratos de carbono, corticoides, desnutri-
ción proteica, infección por VIH e inmunocompromiso; también con alteraciones en la secreción de moco a nivel
intestinal (porque el moco bloquea la unión a las células del hospedero). Favorecen el crecimiento el pH neutro,
baja PO2 y la presencia de bacterias asociadas.
Las cepas más virulentas se la E. histolytica son las que provocan la enfermedad agresiva, siendo detecta-
bles por la formación de anticuerpos específicos.
La capacidad invasora de la cepa se relaciona con su capacidad fagocítica, la producción de colagenasa, de
una proteína citotóxica inmunogénica, la resistencia ala respuesta inflamatoria y su capacidad de lisis celular (gra-
cias a la proteína formadora de poros); la liberación de productos tóxicos provoca la reacción inflamatoria que lleva
a la formación de la úlcera.
Diagnóstico: se debe diferenciar de colitis ulcerosa y de enfermedad de Crohn; en esta última se prescriben
corticoesteroides que pueden ser letales en amebiasis invasora).
Al EPSD se pueden ver trofozoítos; si presentan glóbulos rojos fagocitados indica enfermedad invasora.
Idealmente el examen es antes de tratamiento, al igual que las técnicas de rayos contrastadas deben ser después
del EPSD.
A la rectosigmoidoscopía se pueden observar (si afecta el sigmoides), las úlceras características. El
examen se realiza sin preparación intestinal y previo al tratamiento. Se pueden obtener muestras de la base de la
úlcera, donde se verán trofozoítos y cristales de Charcot-Leyden. La colonoscopía tiene la ventaja de ver todo
el colon.
El estudio radiológico con contraste puede mostrar desde un granulado fino hasta irregularidades y ulce-
raciones, seudopólipos e imagen en empedrado. Pueden disminuir o perderse las haustras. En el ameboma apa-
rece una masa inespecífica.
En serología se usa hemaglutinación indirecta, inmunoabsorción por enzimas (la más sensible), IFD,
inmunoelectroforesis y difusión en agar. En pacientes de zonas endémicas es mayor su valor predictivo nega-
tivo. En portadores asintomáticos los títulos pueden ser bajos o negativos.
En absceso hepático la HAI es positiva en más del 90%; también se usa ELISA, CIE y PCR. La punción del
absceso bajo visión ecográfica o por TAC se usa para el análisis del contenido, pero se prefieren técnicas sexoló-
gicas; sí se usa en sobreinfección bacteriana.
161
Tratamiento: se considera el metronidazol como la droga de elección para la amibiasis invasora y la lumi-
nar, aunque es menos efectiva sobre la última. Es altamente efectiva contra trofozoítos pero tiene efecto teratogé-
nico por lo que se contraindica en embarazadas. Se prohibe el alcohol durante el tratamiento, que dura de 7 a 10
días. También se usa en abscesos hepáticos pequeños y sin riesgo de ruptura; si la ruptura es inminente y no hay
mejoría con amibicidas las últimas 72 horas, se punciona y aspira.
La Diyodohidroziquinolina tiene un 60 a 70% de eficacia; se ha reportado atrofia óptica y se contraindica
en tiroidopatías.
Como alternativas al metronidazol existen otros amibicidas de acción luminar: Paromomicina (aminoglicó-
sido), Cloroquina (útil en absceso hepático), Emetina (alcaloide, útil en infección severa y absceso, puede tener
efectos adversos) y Dihidroemetina (similar a la anterior, menos tóxica).
Prevención: a nivel individual se debe prevenir la ingesta de alimentos y aguas contaminadas con heces
humanas y promover las medidas de higiene personal.
A nivel poblacional es necesario el adecuado saneamiento ambiental básico y la educación en salud.
En algunos casos se deben tratar los contactos sexuales.
II.- Giardiasis:
Biología: el trofozoíto es piriforme desde anterior, y lateralmente es similar a una “coma”. Mide 10 a 20 µm
de largo. Es simétrico y está dividido en dos por un engrosamiento citoplasmático de microtúbulos llamado
axostilo. En su extremo anterior presenta dos núcleos grandes y vesiculares con nucleolos visibles. A distintas
alturas emergen cuatro pares de flagelos. La concavidad de su cara anterior forma un disco sector bilobulado
formado principalmente por giardina y, en menor medida, tubulina; le permite adherirse a la superficie del intestino.
Perpendicular al axostilo están los cuerpos parabasales que tendrían relación con el disco sector.
Sus quistes son ovales y miden 8 a 12 μm de largo. Al fresco se ven refringentes con una membrana quís-
tica de doble pared, con cuatro núcleos y muchos filamentos.
Tiene pocos organelos, careciendo de mitocondrias.
Su hábitat es el intestino delgado, principalmente el duodeno y porciones altas del yeyuno. El trofozoíto,
que se multiplica por fisión binaria, se encuentra adherido al tercio basal de las vellosidades, cubierto por moco.
Trofozoíto y quiste se eliminan en deposiciones, pero sólo el quiste sobrevive en el exterior y constituye el ele-
mento infectante, cuya pared, luego de ser ingerido, se destruye por acción de los jugos digestivos, la acidez
162
gástrica y la brusca alza de pH al pasar al duodeno. Entonces libera al lumen los trofozoítos. Cuando el medio
intestinal no les es favorable, se enquistan y salen por las heces, siendo inmediatamente infectantes.
Patogenia: el daño puede ser desde alteraciones mínimas de la mucosa hasta alteraciones parciales mo-
deradas de las microvellosidades del intestino delgado, deteriorando la absorción. Hay una relación directa entre
el grado de daño y la sintomatología, al igual que con el número de parásitos y con su calidad antigénica.
En daños más severos las microvellosidades se achatan, engruesan o ramifican; en el citoplasma se ven
vacuolas. El enterocito es eliminado al lumen, con lo que se estimula el recambio celular apareciendo células
inmaduras en la mucosa, lo que llevaría a un SMA con alteraciones en la absorción de lípidos, hidratos de carbono
y aminoácidos, además de carotenos, vitaminas A, B12, ácido fólico y hierro. Se reduce también la acción de disa-
caridasas yeyunales (maltasa, lactasa y sacarasa). La aclorhidria gástrica, el aumento de la flora bacteriana del
intestino delgado y el poseer grupo sanguíneo A aumentarían la susceptibilidad.
Existiría un rol protector de IgG, lo que explicaría la frecuente infección asintomática en adultos y las recidivas
en inmunosuprimidos. IgM participaría en la lisis de los trofozoítos e IgA con IgG interferirían en la adherencia al
epitelio. Algunas citoquinas tendrían un rol protector, al igual que la secreción y motilidad normales del intestino.
Sintomatología: un número importante de infectados son asintomáticos, principalmente niños bien nutri-
dos, inmunocompetentes y adultos.
- Fase aguda: puede haber náuseas, vómitos, diarrea acuosa, dolor abdominal epigástrico, meteorismo y
anorexia por tres a cuatro días, luego de los que, de no mediar tratamiento, se pasa a la fase crónica.
- Fase crónica: diarrea con cuatro a cinco evacuaciones diarias y con lientería, persisten la anorexia y el
dolor abdominal y se agrega baja de peso importante. Se presenta en exacerbaciones y remisiones del cuadro.
Esta fase no tiene un plazo definido de no mediar tratamiento.
En algunos infectados masivos puede haber SMA, con heces de alto contenido graso y progresivo CEG,
llevando a la detención del crecimiento pondoestatural. Podrían asociarse urticaria y artralgias.
Los sintomáticos son principalmente menores de seis meses con desnutrición o algún compromiso inmune.
Evoluciona en forma crónica, intermitente o autolimitada y cursa generalmente en forma benigna y con leve a
moderada intensidad, aunque puede aumentar en inmunocomprometidos.
Diagnóstico: se sospecha en pacientes con anorexia, detención del crecimiento, dolor epigástrico en niños
y diarrea crónica recidivante o intermitente con esteatorrea.
Se confirma al EPSD al que se observan quistes, con un 96% de rendimiento en tres muestras. Existe un
grupo que no elimina quistes, en ellos se estudia el líquido duodenal o se biopsia con un 100% de rendimiento.
Se puede usar también serología: IFI, ELISA (la más útil), RHA y CIEF.
Tratamiento: los medicamentos de elección son los derivados nitroimidazólicos. El principal es el Metroni-
dazol vía oral en tratamiento por siete a diez días. También existe la Nitroimidazina oral, Ornidazol y Timidazol,
estos dos últimos administrados en dosis única. Actúan sobre la tubuluna y la giardina, limitando la adherencia.
También es eficaz el Albendazol.
Ninguno de éstos se indica en menores de dos años o embarazadas. Como alternativas se pueden usar
derivados no absorbibles del nitrofurano: Furazolidona; también se han usado Quinacrina y Paromomicina.
163
Prevención: se dirige a evitar la diseminación de los quistes por medio del saneamiento ambiental básico
(disposición de excretas y basuras y disponibilidad de agua potable). Se debe hacer educación sanitaria y estimular
la higiene personal y de la manipulación de alimentos.
III.- Balantidiosis:
Biología: su hábitat es el
intestino grueso del cerdo y se
presenta como trofozoíto y
quiste. El trofozoíto es oval,
mide 50 a 150 μm de longitud, su
porción anterior es más ancha y
presenta una hendidura que es
el citostoma. Está rodeado de
cilios que le dan movilidad. El ci-
toplasma posee numerosas vacuolas; posee también en su extremo pos-
terior un citopigio. Tiene dos núcleos, un macronúcleo arriñonado y un micronúcleo en la concavidad del ma-
cronúcleo.
El trofozoíto se multiplica por fisión binaria y por conjugación (ocasionalmente). Se alimenta principalmente
de hidratos de carbono que metaboliza en forma anaerobia. Si las condiciones del medio le desfavorecen, se
enquista.
El quiste es redondeado, mide 40 a 60 μm de diámetro. Está cubierto por una membrana quística y tiene
sólo un parásito en su interior, en el que se distinguen los cilios y núcleos.
Ambas formas evolutivas salen al ambiento por las deposiciones del cerdo, sólo el quiste sobrevive y es el
elemento infectante para cerdos y humanos.
En el tubo digestivo, por acción de los jugos digestivos, se digiere la cubierta del quiste y se libera el trofozoíto
que se reproduce en el intestino grueso.
Epidemiología: la puerta de entrada del quiste es la vía oral por medio de la ingesta de agua o alimentos
contaminados. Se debe investigar, como antecedente epidemiológico, el vivir en áreas de crianza de cerdos,
donde los quistes están presentes en el suelo y desde donde pueden contaminar el agua, volatilizarse por el viento
y ser transportados por vectores mecánicos (moscas y cucarachas).
En áreas de endemia el individuo parasitado se convierte en el principal agente difusor.
Son factores condicionantes los deficientes hábitos higiénicos en la crianza de cerdos, la ausencia de letrinas
y la pobreza.
Patogenia: no causa lesiones en el intestino del cerdo, pero pued provocarlas en el hombre, siendo similares
a las de la amebiasis. Las lesiones se favorecen por la presencia de lesiones previas, alimentación rica en hidratos
de carbono y flora bacteriana favorable, entre otros factores.
Las lesiones ulcerativas pueden presentarse a todo lo largo del intestino grueso, siendo el rectosigmoides
el más afectado. A la histología se puede ver el parásito en la muscular de la mucosa, la submucosa y, a veces,
en el interior de vasos sanguíneos. Pueden atravesar la pared llevando a perforación y peritonitis. En torno al
parásito hay un leve infiltrado eosinofílico, neutrofílico y linfocítico. No tendría localizaciones extraintestinales, a
pesar de que se pueden encontrar en los ganglios mesentéricos.
164
Sintomatología: se puede presentar en forma aguda, crónica o asintomática.
- Forma aguda: es la disentería balantidiana, cuadro de disentería con úlceras visibles a la rectosigmoi-
doscopía. Puede haber también fiebre, malestar general, deshidratación, dolor abdominal y postración.
- Forma crónica: se presenta con variada sintomatología digestiva, con episodios de diarrea (disentérica o
no), dolor abdominal, malestar general o molestias digestivas vagas.
- Asintomáticos: son portadores, reservorios y difusores del parásito.
Prevención: la profilaxis individual se basa en la ingesta de alimentos cocidos o bien lavados y el lavado de
manos.
En la colectiva es importante la crianza higiénica de cerdos, el mejoramiento del saneamiento ambiental y la
educación en hábitos alimenticios higiénicos.
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IV.- Blastocistosis:
Definición: infección producida por el Blastocystis hominis que habita en el intestino del hombre y otros
mamíferos.
Biología: son células esféricas de entre 4 a 15 μm de diámetro, multinucleadas, anaerobia estrictas con
gran cantidad de mitocondrias y otros organelos. Se movilizan y alimentan por pseudopodios. Se multiplican por
fisión binaria, endodiogenia, esquizogonia y plasmotomía. No se han descrito formas quísticas ni se conoce su
ciclo. Se presenta en tres formas:
- Vacuolada: de 8 a 10 μm de diámetro con una gran vacuola central, que se realcionaría con la esquizo-
gonia. Es la forma predominante en el tracto digestivo.
- Ameboide: es polimorfa, con pseudópodos. Predomina en cultivos; también está en heces. Puede ser la
única forma en algunas infecciones.
- Granular: tiene ese aspecto por la gran cantidad de mitocondrias. Se ve en muestras y cultivos.
Las formas granular y ameboide son derivadas de la vacuolada.
Patogenia: se conoce poco. Se ha descrito eritema y friabilidad de la mucosa del íleon y colon con diversos
grados de inflamación en pacientes sintomáticos, aunque esto ha sido refutado en algunos estudios.
No se han descrito formas intracelulares ni invasión de tejidos.
Sintomatología: puede provocar náuseas, vómitos, dolor abdominal, flatulencia, diarrea acuosa, tenesmo,
constipación, prurito anal, baja de peso, malestar general, anorexia, fiebre y, en ocasiones, sangre en deposicio-
nes. Puede también haber eosinofilia de 4 a 12% y diarrea crónica. Ocasionalmente puede haber síntomas ex-
tradigestivos (urticaria y sinovitis).
La aparición de sintomatología se asocia al número de parásitos en deposiciones. Los pacientes VIH positivo
presentan mayor tasa de infección, aunque no necesariamente mayor sintomatología (por la coexistencia de otros
parásitos).
Diagnóstico: se hace con EPSD en el que se identifica principalmente la forma vacuolada. Si bien la im-
portancia clínica del B. hominis es discutible, se informa en el examen para orientar al clínico. Ocasionalmente se
usan cultivos e IF.
166
Capítulo VII: Coccidios y Microsporidios Intestinales.
I.- Criptosporidiosis:
Definición: es la infección por protozoos de la especie Cryptosporidium que afecta el aparato digestivo y
otros epitelios de vertebrados. Cryptosporidium parvum es la especie predominante en el hombre.
Biología: es, al igual que el resto de los coccidios, un parásito intracelular obligado. Es una zoonosis de
variadas especies. El elemento infectante es el ooquiste, elemento esférico que mide 4 a 6 μm de diámetro y tiene
4 esporozoítos en su interior. Luego de la ingesta, los esporozoítos se liberan y colonizan las células epiteliales y
se multiplica asexualmente en una vacuola parasitófora. Ésta es una estructura que se ubica en la región apical
del enterocito, en el ribete en cepillo; es intracelular, pero extracitoplasmática. En esta vesícula, que pasa a lla-
marse esquizonte, se forman los merozoítos en un proceso llamado esquizogonia que es cíclico. Eventualmente
algunos merozoítos salen del ciclo y forman gametocitos masculinos (microgametocitos, se producen 14 a 16
por célula) y femeninos (macrogametocitos, uno por célula) en un proceso llamado gametogonia. Los microga-
metocitos se liberan y fecundan cada uno a un macrogametocito, inserto en un enterocito, formando un cigoto que
esporula formando 4 esporozoítos en el interior de un ooquiste inmediatamente infectante. El proceso de for-
mación del ooquiste es la gamogonia.
Estos quistes pueden infectar a otros hospederos o autoinfectar.
Epidemiología: es una zoonosis y es uno de los más frecuentes coccidios intestinales. Se transmite vía
oral por aguas (incluso potable y de piscinas) o alimentos contaminados con ooquistes.
Es una de las principales causas de diarrea aguda en niños, provocando un cuadro severo, siendo la principal
causa parasitaria de diarrea aguda y entre la cuarta y quinta causa infecciosa. En Chile se diagnostica en entre el
3 al 19% de las diarreas agudas en niños hospitalizados y en menos del 3% de los adultos con diarreas agudas.
Tiene predominio estacional, siendo más frecuente en períodos húmedos. Es causante de brotes en pacien-
tes institucionalizados en la comunidad.
En inmunocomprometidos produce diarrea crónica severa, especialmente en SIDA, donde es la principal
causa de diarrea crónica (16,9%). Es también causa de diarrea del viajero. Es fácilmente difundible gracias a su
baja dosis infectante, el prolongado período de excreción y la resistencia al ambiente y a medidas de higiene y
desinfección.
Patogenia: se puede encontrar a lo largo de todo el tracto digestivo, vía biliar, páncreas y en el aparato
respiratorio.
Se puede observar atrofia de microvellosidades e hipertrofia de criptas, infiltrado inflamatorio en la lámina
propia con linfocitos, células plasmáticas y PMN y altera las funciones enzimáticas, principalmente de disacarida-
sas. A la microscopía electrónica se podría ver la vesícula parasitófora. El mecanismo de producción de la diarrea
sería malasorción, además del estímulo del sobrecrecimiento bacteriano.
167
También se usa IFD e IFI para detección de antígenos. PCR puede detectar cargas parasitarias menores. Otros
métodos de estudio son biopsia y microscopía electrónica.
II.- Isosporosis:
Definición: infección intestinal por Isospora belli que puede provocar un cuadro diarreico agudo o crónico.
Biología: es un coccidio que sólo afecta al hombre. Su ciclo de reproducción es, una vez ingerido el oo-
quiste maduro, igual que el de Cryptosporidium. El ooquiste inmaduro, eliminado por deposiciones, es oval y
mide 20 a 30 μm de largo por 10 a 20 de ancho. Contiene un esporoblasto que al madurar en el ambiente se
divide formando 2 esporoquistes, cada uno con 4 esporozoítos. Este es el ooquiste maduro que constituye el
elemento infectante para el hombre. Su hábitat es el duodeno terminal y yeyuno.
Patogenia: la intensidad del daño intestinal se relaciona con el número de coccidios, virulencia y el estado
inmune del hospedero. La Isospora es capaz de adquirir un estado quiescente que se reactiva según el nivel de
inmunidad celular.
En el epitelio del intestino delgado provoca destrucción epitelial, atrofia de las microvellosidades e hiper-
trofia de las criptas. Provoca una reacción inflamatoria leve a severa al infiltrar hasta los capilares linfáticos, lle-
vando a necrosis de la mucosa y submucosa.
Sintomatología: el cuadro depende del estado inmune del hospedero. En inmunocompromiso hay un cua-
dro brusco de anorexia, náuseas, vómitos y fiebre, luego de 6 a 10 días de incubación. Luego hay diarrea líquida
que puede llegar a ser lientérica, asociada a dolor abdominal cólico difuso y meteorismo por 4 a 6 semanas.
Agrega CEG y baja de peso.
En SIDA la diarrea es intermitente y se presenta en general cuanto el recuento de LTCD4 es mayor de 200
células por mm 3; en diarrea de más de un mes por I. belli se debe sospechar VIH.
Puede ser causa de patología biliar como colecistitis alitiásica y la colangiopatía del SIDA.
Tratamiento: se debe manejar con dieta y buscar la restitución de agua y electrolitos. Como terapia
específica se puede ocupar Trimetoprim-Sulfametoxazol o Pirimetamina-Ácido Folínico.
Prevención: se deben tomar medidas similares que con C. parvum, aunque no se aplican las medidas para
el control de la difusió entre personas. En fases iniciales del inmunocompromiso aún se puede erradicar la infec-
ción; en pacientes SIDA que han sido tratados por isosporosis se debe hacer profilaxis secundaria.
III.- Ciclosporosis:
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Definición: infección por el coccidio Cyclospora cayetanensis, que provoca diarrea prolongada.
Biología: es algo mayor que el C. parvum, midiendo 8 a 10 μm. Su ooquiste contiene 2 esporoquistes,
cada uno con 2 esporozoítos. Es una zoonosis, pero se desconoce su ciclo.
Patogenia: hay inflamación aguda y crónica del duodeno distal provocando atrofia vellositaria e hipertrofia
de criptas.
Diagnóstico: se puede hacer con muestras frescas al microscopio de luz que muestra esferas no refráctiles
de 8 a 10 μm de diámetro, con una masa morular se aspecto lipídico. Se puede teñir con Ziehl-Nielsen y con
Safranina. Son autofluorescentes a la luz U.V.
Prevención: se recomiendan las medidas para prevenir la transmisión fecal-oral, como cuidar la calidad del
agua de bebida, de riego, consumir verduras y frutas limpias y una adecuada disposición de excretas y educación
sanitaria.
IV.- Sarcocistosis:
Definición: zoonosis producida por coccidios del género Sarcocystis, siendo los más importantes el S. sui-
hominis y el S. bovi-hominis.
Biología: presentan un ciclo heteroxénico, siendo el hospedero definitivo (que aloja la reproducción se-
xuada en su epitelio intestinal) un carnivoro, como el hombre. El hombre excreta el elemento infectante para el
hospedero intermediario (vacuno y cerdo principalmente) en quien ocurre la reproducción asexuada. El hombre se
infecta al ingerir los quistes tisulares de S. sui-hominis del cerdo o S. bovi-hominis del vacuno.
En su fase intestinal los merozoítos presentes en los quistes son liberados e invaden la mucosa intestinal;
ingresan a la lámina propia donde realizan la gametogonia y luego la gamogonia. Del cigoto se origina un ooquiste
con 2 esporozoítos, cada uno con 4 esporozoítos. Al liberarse al lumen se pierde la cubierta externa, por lo que
sólo se excretan los esporoquistes con los 4 esporozoítos. El esporoquiste mide 10 a 15 μm.
En la fase tisular (en el hospedero intermediario) el esporoquiste es ingerido y los esporozoítos liberados,
invadiendo la mucosa hasta el torrente sanguíneo. Al llegar a la microvasculatura de distintos órganos, penetra las
células endoteliales donde se multiplica hasta destruirlas, para luego penetrar la musculatura estriada, cardíaca y
el SN, multiplicandose en una vacuola parasitófora que constituye los quistes tisulares de 60 μm de diámetro
hasta algunos milímetros y cuya cápsula presenta digitaciones (citofanéreos) y tabicaciones internas.
Epidemiología: su frecuencia y distribución están determinadas por el grado de fecalismo humano y los
hábitos alimenticios de la comunidad. El hombre se infecta por el carnivorismo de cerdos y vacunos infectados
y con quistes tisulares crudos o insuficientemente cocidos. Los quistes se destruyen con la cocción y el congela-
miento. Su prevalencia en vacunos y cerdos sería de alrededor de 60 al 70%. Es más frecuente en adultos.
169
Patogenia: sólo tendría importancia clínica el S. sui-hominis. El principal mecanismo de daño sería directo
por destrucción celular; también hay estímulo de la respuesta inflamatoria dando infiltrado eosinofílico y PMN,
además se ven elementos quísticos en la lámina propia.
Diagnóstico: se sospecha con el antecedente de ingesta de carne de cerdo el día anterior al inicio del
cuadro. Al hemograma se puede encontrar poliglobulia relativa por la deshidratación y leucocitosis.
Al laboratorio se usa el EPSD en el que se ven esporoquistes maduros y ocasionalmente esporozoítos
libres, pero infrecuentemente se llega a usar.
Tratamiento: por la duración del cuadro y por ser autolimitado, el tratamiento es sintomático.
Prevención: se debe interrumpir el ciclo de transmisión. A nivel colectivo se debe estimular la crianza hi-
giénica del ganado especialmente porcino, evitando su contacto con heces humanas. A nivel individual se debe
procurar ingerir carnes de cerdo y vacuno cocida.
V.- Microsporidiosis:
Definición: infección protozoaria producida por distintas especies y géneros de microsporidios. En el hombre
compromete principalmente a pacientes con alteraciones inmunitarias, especialmente SIDA.
Biología: los microsporidios son protozoos parásitos intracelulares estrictos. Carecen de mitocondrias y
peroxisomas, por lo que se consideran especies entre los pro y eucariontes.
Sus esporas miden 1 a 3 μm y están formadas por una doble pared: una exospora y una endospora. En su
interior está el esporoplasma, el elemento infectante, con 1 ó 2 núcleos y rodeado por un conducto espiral
llamado tubo o filamento polar. Éste se conecta a anterior con el saco polar que se rodea a su vez del polaro-
plasto. En el intestino del hospedero, el tubo polar sale y contacta las células suceptiblas y, a través de él, ingresa
a la célula el esporoplasma que se reproduce. La multiplicación es por fisión binaria o múltiple (merogonia), seguida
de producción de esporas (esporogonia) en el citoplasma o en una vesícula parasitófora.
Distintas especies de microsporidios afectan distintos órganos:
- Encephalytozoon: E. cuniculi y E. intestinalis afectan el intestino, E. intestinalis además puede provocar
infecciones generalizadas y el E. cuniculi hepatitis; E. hellem es el principal agente de afección corneal en inmu-
nomprometidos.
- Enterocytozoon bieneusi: es el microsporidio intestinal más importante.
- Nosema connori: provoca infecciones generalizadas.
- Vittaforma corneae: es el principal microsporidio que provoca infección corneal en inmunocompetentes.
- Pleistophora sp: afecta músculo esquelético.
- Microsporidium: M. ceylonensis y M. africanum comprometen córnea en inmunocompetentes.
Patogenia: son capaces de invadir tejidos el ser fagocitados por macrófagos y transportados desde el sitio
de penetración, generalmente el intestino. Puede provocar inflamación difusa o focos granulomatosos en distintos
órganos, pero su patogenia es muy poco conocida. La acumulación creciente de esporas afectaría las funciones
del órgano afectado.
La mayor incidencia de infección en inmunocomprometidos no se sabe si es por reactivación de una infección
latente o por primoinfección. En cualquier caso, es una seria amenaza en VIH cuando el recuento de LTCD4 es
menor de 100 células por mm3.
170
En cuanto a los microsporidios intestinales, provocan atrofia vellositaria que lleva a malabsorción, incluso
con compromiso biliar. En específico el E. intestinalis puede provocar infecciones generalizadas con afección renal,
biliar, bronquial, peritoneal, hepática, de senos paranasalesy conjuntival.
Fuera del intestino la localización extraintestinal más frecuente es ocular (corneal y conjuntival).
Sintomatología: pueden provocar infecciones generalizadas o localizadas y sus efectos son distintos en
inmunocompetentes que en inmunocomprometidos.
- Infecciones generalizadas: provocan sintomatología multisistémica, principalmente nerviosa, renal y mus-
cular. Puede ser fatal o resolverse espontáneamente, según el grado de inmunocompromiso.
- Infecciones oculares: en inmucompetentes evoluciona con infección más profunda, produciendo úlceras
corneales, cicatrices e infiltrado inflamatorio. En inmunocomprometidos puede producir compromiso bilateral de
córneas y conjuntivas con conjuntivitis, queratitis y alteraciones de la visión. E. hellem puede diseminarse por
los conductos lacrimales (formando pólipos) y hacia las cavidades paranasales (provocando sinusitis).
- Infecciones intestinales: se presentan con diarrea crónica de semanas o meses, líquida, afebril, debili-
tante, con baja de peso y que se exacerba con la ingesta.
- Infecciones del hígado y vía biliar: puede haber cuadros de hepatitis; E. bieneusi y E. intestinalis.
- Infecciones musculares: se presentan en inmunodeficientes, con gran CEG y baja de peso, fiebre, adeno-
patías y miositis generalizada, con debilidad y contracturas musculares; el principal agente es Pleistophora sp.
Diagnóstico: en biopsias se ocupan tinciones como giemsa, Warthin Starry, Schiff, azul de toliudina y
H-e. En muestras de deposiciones se usa la tinción de Weber.
Para investigación e identificación de especie se puede usar la microscopía electrónica.
Tratamiento: la principal dificultad que se les presenta a los fármacos es penetrar las capas externas de la
espora. Se ha usado Fumagilina tópica (para compromiso ocular) y oral, Albendazol oral para la infección sisté-
mica y se empezará a usar Nitazoxamida.
171
Tercera parte: Histo y Hemoparasitos
Capítulo VIII: Platelmintos Titulares.
I.- Cisticercosis:
Definición: infección producida por cisticercos. En el hombre se produce por el Cisticercus cellulosae, forma
larval de Taenia solium. Habitualmente infecta al cerdo.
Epidemiología: se puede adquirir por la ingesta de huevos de T. solium de alimentos o aguas contami-
nadas con heces humanas, por manos de un portados de teniasis y por vómitos de un portador de teniasis (si hay
regurgitación de proglótidas grávidas)
Los pacientes son habitualmente de procedencia rural y es frecuente en adultos jóvenes (con o sin antece-
dentes de teniasis).
La cisticercosis del cerdo y humana es indicador de la contaminación fecal del ambiente. Influye la falta de
tratamiento y diagnóstico precoz de las teniasis, al igual que la crianza deficiente y la ausencia de inspección
médico-veterinaria de cerdos.
La cisticercosis es un problema de salud pública y económico, por los decomisos de animales parasitados.
Patogenia: son tumores que provocan daño mecánico. En el hombre la infección más frecuente es de tejido
celular subcutáneo y músculo esquelético, pero son más importantes las neurocisticercosis o de ojos y sus
anexos. Como la diseminación es hematógena, puede afectar a cualquier órgano.
La importancia de la neurocisticercosis depende de:
- Localización: son más graves si se ubican en sitios vitales.
- Número;
- Forma: las racemosas son más graves.
- Estado vital del parásito.
Excepto en casos en que existan síntomas por compresión, se pueden presentar sin molestias o leves hasta
que el parásito muere. Entonces aparecen o se acentúan los síntomas por que se absorben fracciones proteicas
que provocan daño toxialérgico, pudiendo provocar focos de reblandecimiento cerebral más allá de las regio-
nes que ocupa el parásito.
Las formas vesiculares se asocian habitualmente a presentaciones benignas y asintomáticas (excepto si se
obstruyen cavidades ventriculares, en cuyo caso se produce hipertensión endocraneana – HTEC -). Las formas
intermedias y racemosas se asocian a graves neurocisticercosis meningobasales. En éstos provoca inflamación
severa y progresiva por el contacto del parásito con las meninges, obstruyendo la circulación del LCR provocando
HTEC.
La cisticercosis ocular expone a la pérdida del ojo. Se ubica en el espacio subretiniano, generalmente en
el polo posterior o región macular. Puede perforar la retina. Se puede ver por oftalmoscopía, si los medios de
refracción están claros, o por ecografía, si están opacos. Las toxinas producen desde uveítis y vitritis hasta en-
doftalmitis y atrofia del globo.
Diagnóstico: se sospecha en pacientes de procedencia rural y con familiares portadores de teniasis. Si los
cisticercos están en un sitio accesible del tejido celular subcutáneo, se pueden palpar.
172
El diagnóstico de neurocisticercosis se realiza por imágenes, como TAC y RNM, pero sus hallazgos no
son de certeza.
Se usan pruebas serológicas como fijación de complemento, hemaglutianción indirecta, IFI, ELISA y
western blot. ELISA es altamente sensible (75 a 100%) pero presenta frecuentemente reacciones cruzadas
(15%). Se recomienda ELISA o western blot. En neurocisticercosis se debe agregar el estudio de LCR.
Prevención: se basa en el diagnóstico y tratamiento precoz de la teniasis por T. solium. Se debe educar en
salud y extender la búsqueda de T. solium en familiares de infectados. Se debe disponer de un adecuado sanea-
miento ambiental básico y se debe estimular la crianza higiénica de cerdos.
II.- Hidatidosis:
Biología: el E. granulosus vive adherido a las vellosidades del intestino delgado del perro y otros cánidos,
siendo éste su hábitat. Mide 3 a 5 mm de longitud, tiene un escólex piriforme con 4 ventosas y una doble corona
de ganchos. Su estróbila tiene 3 proglótidas: una inmadura, una madura y una grávida de hasta 2 mm de longitud,
con huevos similares a los de Taenia sp. Estos huevos salen al exterior por las heces del perro y por medio de su
ingesta llegan al hospedero intermediario: bovinos, ovinos, cerdos y, accidentalmente, el hombre. En el duodeno
se libera el embrión hexacanto que atraviesa la pared intestinal hasta llegar a la circulación portal. El hígado actúa
como primer filtro y su logra franquearlo llega, a través del corazón derecho, a la circulación pulmonar, excepcio-
nalmente puede seguir hacia el corazón izquierdo y distribuirse por la circulación sistémica.
En los capilares hepáticos y pulmonares se presenta como una masa multinucleada de 30 a 35 μm que a
las 6 horas alcanza los 200 μm y a los 4 días los 30 a 40 mm de diámetro. En ese momento se vacuoliza formando
a los 7 días la hidátide de 60 a 70 mm, esférica y vesicular. Luego de eso crece 1 cm. al año. Alrededor de la
hidátide se forma una envoltura fibrosa llamada adventicia. La hidátide con la adventicia constituyen el quiste
hidatídico.
La hidátide es una vesícula esférica de tamaño variable, con líquido incoloro. La pared en su porción externa
está compuesta por la cutícula, capa lisa y blanca formada de láminas concéntricas y comportándose como una
membrana semipermeable. La capa más interna es la germinativa o prolígera, más gruesa, sincicial y finamente
granular y de la que se originan, directa o indirectamente, todos los componentes de la hidátide.
173
El contenido de la hidátide se divide en líquido hidatídico y elementos figurados. El líquido hidatídico es
transparente y es producto del metabolismo de la larva. Los elementos figurados se dividen en macroscópicos
(vesículas hijas) y microscópicos (escólices, vesículas prolígeras y ganchitos).
Las vesículas prolígeras, estructuras de 250 a 500 μm de diámetro, se forman por yemación de la mem-
brana germinativa a la que se unen por medio de un pedículo. En su interior se forman los escólices (30 a 40). Al
romperse el pedículo queda libre la vesícula, y al romperse ésta quedan libres los escólices, que, a su vez, al
desintegrarse dejan libres a los ganchitos. Estos 3 elementos forman la arenilla hidatídica y son las escólices
presentes en ésta las que originan la infección en el hospedero definitivo al ser ingerida o una hidatidosis secun-
daria en el hospedero intermediario infectado al extravasarse. Las protoescólices son estructuras ovoídeas de
200 μm de diámetro, con una invaginación que corresponde al escólex, que en condiciones favorables se evagina.
Las vesículas hijas tiene la misma estructura que la hidátide y con la capacidad de formar elementos figu-
rados. Pueden ser endógenas (si se desarrollan hacia el interior) o exógenas (si lo hacen hacia el exterior), siendo
las primeras propias de las hidátides de larga evolución. La mayor parte son estériles.
La larva puede morir en caso que se calcifique y/o abscede el quiste. En el hombre puede pasar en las
hepáticas (en un 10%), siendo las pulmonares habitualmente estériles. La adventicia es una envoltura fibrosa de
grosor variable que con la hidátide está en contacto, pero dejando un plano de clivaje quirúrgico.
Epidemiología: es una zoonosis que afecta principalmente a regiones agrícolas y ganaderas. Chile es uno
de los países con mayor prevalencie en América Latina. Favorece su prevalencia las actitudes tendientes a facilitar
el ciclo biológico, como alimentar a perros con visceras infectadas, la matanza clandestina y la abundancia de
perros. En Chile hay alrededor de 800 casos nuevos por año, con un 6 a 7% de riesgo de muerte. Es más frecuente
entre los 10 y los 60 años.
Patogenia: se debe considerar siempre como una afección grave. La sintomatología se puede originar del
efecto de masa del quiste, de complicaciones como infección o ruptura o por alteraciones inmunológicas pro-
vocadas por el paso de sustancias de la hidátide. En la cutícula se producen intercambios en los que el parásito
absorbe elementos nutricios y excreta al hospedero productos de su metabolismo, provocando reacciones hu-
morales y tisulares.
Cuadro Clínico: el embrión hexacanto, al llegar a los tejidos, origina reacciones locales y generales, pero
generalmente por años éstas no causan síntomas ni signos. En la clínica influye el grado de sensibilización del
hospedero y el tipo de tejido parasitado. Pero no es característica y es similar a la de cualquier tumoración, pu-
diendo originar síntomas por compresión, dolor y un síndrome de hipersensibilidad, según el órgano.
- Hidatidosis hepática: lo más frecuente es en la ubicación en la convexidad del lóbulo derecho y es en un
80% un quiste único, si hay quistes múltiples de distinto tamaño se debe pensar en infección reiterada. Son gene-
ralmente esféricos y pueden medir hasta 20 a 30 cm., son generalmente estériles. Se calcifican en un 10% de los
casos y en habitualmente en forma parcial. Puede evolucionar en forma silenciosa por 10 a 30 años antes de dar
dolor en hipocondrio derecho, sensación de peso en esa área e incluso cólico biliar, tumoración palpable, into-
lerancia por alimentos grasos y manifestaciones alérgicas (como urticaria). Si se ubican hacia superior puede dar
síntomas respiratorios e incluso abrirse a la vía aérea o a la cavidad pleural. Si está en contacto con otros órganos
puede originar adherencias y pudiendo vaciarse a ellos e incluso curarse si se vacía a vísceras huecas. Si se vacía
a peritoneo puede llevar en forma inmediata a shock anafiláctico o en forma tardía provocar una hidatidosis
secundaria. La calcificación total asegura la muerte del parásito y forma una imagen radiológica en “bola de
billar”.
- Hidatidosis pulmonar: es más frecuente en lóbulos inferiores y en pulmón derecho. La mayor parte es un
solo quiste y la múltiple es en general secundaria (estas hidátides no tienen adventicia). Independiente del tamaño,
no causan alteraciones en la forma del tórax ni oradan las costilas. Pocas veces hay vesículas hijas y si hay
generalmente son estériles. Su evolución es silenciosa hasta cierto tamaño (5 a 6 cms) o hasta complicarse. Los
síntomas, cuando hay, pueden ser dolor vago, tos, expectoración o disnea y al examen físico puede haber un
síndrome de condensación que es más evidente mientras más grande y superficial sea el quiste. Su evolución y
complicaciones son más precoces que en las hidatidosis hepáticas, pudiendo haber ruptura precoz a bronquios
pues tienen una adventicia débil, produciendo una hidatoptisis, vómica con eliminación de líquido hidatídico y
elementos figurados. Puede acompañarse también de hemoptisis y si el vaciamiento es parcial se produce un
hidroneumoquiste y luego un pioneumoquiste. Los quistes que crecen hacia la superficie pulmonar pueden rom-
perse a la cavidad pleural, provocando una reacción serosa pero rara vez una hidatidosis pleural secundaria. El
quiste rechaza, comprime y perfora bronquios. Su calcificación es excepcional.
174
- Otras localizaciones: llegando a la circulación sistémica, la oncósfera puede ir a cualquier órgano: bazo,
riñones, corazón, piel, músculos, sistema nervioso, huesos, etc.
Diagnóstico: es importante consultar por contacto con perros o familiares con quiste hidatídico. Se recurre
a exámenes de laboratorio.
Al hemograma comunmente no hay eosinofilia, excepto en ruptura a serosa, en que puede haber hipe-
roesinofilia por algunos días.
En serología se puede usar la intradermoreacción de Casoni (aunque es de sensibilidad variable, pudiendo
presentar reacciones cruzadas con fasciolosis o triquinosis), inmunoelectroforesis, HAI, aglutinación en látex,
IFI y ELISA-IgG.
Los exámenes radiológicos se pueden hacer en sospecha en cualquier ubicación, pero siempre realizar una
radiografía de tórax. Otros métodos imagenológicos son el cintigrama hepático (de escaso uso), la ecotomo-
grafía (método inicial de estudio) especialmente útil en quiste hepático, TAC y RNM.
Otro método es la laparoscopía, pero puede ocasionar ruptura del quiste.
Los exámenes parasitológicos de líquidos orgánicos son métodos diagnósticos de certeza, pero requieren
que el quiste se haya roto a algún conducto comunicado con el exterior, por lo que es especialmente útil en hida-
tidosis pulmonar.
Tratamiento: una opción es la resolución quirúrgica, que se indica, por ejemplo, en quiste hepático abierto
a vía biliar, hidatidosis peritoneal secundaria, quistes supurados, etc. La punción percutánea se puede haver bajo
visión ecográfica o laparoscópica. Estas opciones se recomiendan luego de intentada la resolución por quimiote-
rapia.
El tratamiento quimioterápico se recomienda con derivados benzimidazólicos como mebendazol y, espe-
cialmente, albendazol.
Prevención: es esencial la educación, estimular el lavado de manos previo a cada comida. Lavado de frutas
y verduras y evitar alimentar perros con vísceras contaminadas. Otras medidas son la matanza con adecuado
control médico veterinario, el control médico-veterinario de perros y el tratamiento de animales parasitados.
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Imagen 44: Ciclo de Echinococcus granulosus Imagen 45: Adulto de E.
granulosus
III.- Fasciolosis:
Definición: zoonosis parasitaria producida por el tremátodo Fasciola hepatica o distoma hepático, que pro-
voca su sintomatología a partir de su migración y ubicación en la vía biliar.
Biología: la fasciola es un tremátodo de aspecto foliáceo y lanceolado con un cono cefálico. Mide 2 a 3 cms
de largo por 1 a 1,5 cms de ancho. La superficie de su tegumento es solevantada formando espinas que apuntan
hacia atrás y le impiden retroceder. Posee 2 ventosas, una peribucal y una acetabular o ventral. Es hermafrodita
y su sistema digestivo es muy ramificado y termina en 2 ciegos.
El adulto se localiza en la vía biliar de bovinos, ovinos, porcinos y accidentalmente del hombre. Sus huevos
son de forma elíptica de alrededor de 150 μm de longitud, color pardo amarillento y con un opérculo en un polo.
Su desarrollo continúa si caen en aguas de escaso contenido orgánico. En 2 a 3 semanas dan origen al
miracidio, oval y ciliado que sale del huevo por el opérculo. Éste se mueve buscando al hospedero intermediario,
un pequeño caracol del género Limnea al que debe encontrar en menos de 24 horas. Es atraído por quimiotaxis
hacia su pie, por donde ingresa y se aloja en el hemocele. Entonces pierde sus cilios y forma un esporoquiste en
cuyo interior se desarrollan redias y luego cercarias. Éstas son redondeadas y con una larga cola y salen activa-
mente del caracol para nadar hasta encontrar hierbas que crecen en el agua (como pasto o berros) donde se
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enquistan formando la metacercaria, elemento infectante de los hospederos definitivos. El hospedero definitivo
se infecta al ingerir hierbas con las metacercarias, las que pierden su envoltura quística y liberan distomas juveni-
les. El distoma atraviesa la pared intestinal hasta llegar a la cavidad peritoneal y avanza por ella hasta la cápsula
de Glisson (cápsula hepática) la que perfora. En el hígado migra por el parénquima hasta los conductos biliares
donde alcanza el estado adulto luego de 2 meses de la infección.
Epidemiología: es una zoonosis que en Chile se encuentra en todas las regiones excepto en la de Maga-
llanes. Hay regiones en las que hasta el 80% del ganado está infectado, lo que ocasiona pérdidas por decomisos,
baja producción de carne, leche y lana. El hombre se infecta al ingerir las metacercarias en berros crudos. Se
puede presentar como una epidemia familiar, por lo que se debe investigar al grupo con el que convive el infectado.
Patogenia: se compone de un período de invasión (desde la infección hasta la llegada a los conductos
hepáticos) y un período de estado (cuando el parásito se encuentra en su estado adulto). Durante el período de
invasión hay inflamación peritoneal con exudación serohemática, también edema del epiplón mayor y adheren-
cias laxas al diafragma y órganos vecinos. En la cápsula de Glisson hay engrosamiento e infiltración leucocitario
(principalmente eosinofílica). Hay hepatomegalia con microabscesos de alrededor de 2 mm de diámetro (focos
necróticos con infiltrado leucocitario, detritos y cristales Charcot-Leyden).
En el período de estado las adherencias se han hecho firmes. El hígado presenta nódulos amarillentos de
0,5 cms de diámetro de contenido caseoso. Cerca de los focos necróticos los conductos biliares se encuentran
dilatados y esclerosados, con inflamación crónica pericanalicular, epitelio alterado o ausente o hiperplasia pseu-
doglandular. Este daño se produce por mecanismo toxialérgico.
Hay una reacción fibrótica que afecta las fasciolas juveniles en invasión y a las adultas en la vía biliar, pu-
diendo aislarlas y matarlas.
Si bien el tremátodo se ubica en los conductos biliares intrahepáticas, puede desplazarse al conducto cístico,
vesícula biliar, colédoco o la ampolla de Váter, provocando un cuadro de ictericia obstructiva.
Si el distoma no alcanza el hígado (raro) y llega a algún otro órgano se habla de una distomatosis errática.
Cuadro clínico: se condiciona al número de metacercarias ingeridas y puede ser asintomático si el número
es bajo.
- Período de invasión: los síntomas aparecen por la migracióndel distoma; dura alrededor de 2 meses y
puede pasar inadvertido. Corrientemente se presenta con dolor en el hipocondrio derecho, de carácter variable,
que puede irradiarse a la región escapular ipsilateral o tórax ipsilateral; con hepatomegalia dolorosa y de grado
variable, fiebre constante y baja, y urticaria en forma de placas pruriginosas y evanescentes.
- Período de estado: se presenta con trastornos digestivos como dispepsia, anorexia, náuseas, vômitos,
sensación de plenitud abdominal y constipación com períodos de diarrea alternante e intolerancia a algunos ali-
mentos (grasas, frituras, huevos, etc). También se manifiesta con dolor en hipocondrio derecho y tórax derecho,
que puede ser tipo cólico pero con vesícula sana, ictericia obstructiva, hepatomegalia (más acentuada) y fiebre
en brotes y especialmente cuando se produce una obstrucción.
- Complicaciones: se describen colecistitis agudas, empiemas vesiculares y obstrucciones coledocia-
nas alitiásicas.
Diagnóstico: se plantea en el paciente que presenta una tríada de Charcot (fiebre, ictericia y dolor en hipo-
condrio derecho) con otros síntomas descritos, eosinofilia elevada y con el antecedente de ingesta de berros.
El diagnóstico directo se puede realizar como un hallazgo quirúrgico del gusano, pero se busca dirigida-
mente la presencia de huevos en bilis y heces por medio de sondeo duodenal y EPSD por 10 días consecutivos.
Los métodos indirectos ayudan a orientar el diagnóstico. Al hemograma se puede ver leucocitosis con des-
viación moderada a izquierda, anemia variable y principalmente eosinofilia elevada (40 a 60%) que asciende du-
rante la invasión. Se pueden usar métodos sexológicos como intradermoreación (que es positiva en invasión),
ELISA, inmunoelectroforesis, contrainmunoelectroforesis (estos 3 se recomiendan de rutina), doble difusión
en agar, HAI y fijación de complemento.
En infecciones masivas podrían verse fasciolas a la ecotomografía, TAC o cintigrafía.
Tratamiento: se usa principalmente el derivado benzimidazólico triclabendazol que es útil para los disto-
mas juveniles y adultos; logra la curación en el 80% de los casos. En este tremátodo el prazicuantel no tiene efecto
significativo.
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Prevención: la destrucción de los caracoles del género Limnea cortaría el ciclo evolutivo. Se deben cultivar
berros con aguas sin contaminación con heces de animales. En forma individual se recomienda no comer berros
crudos.
Imagen 48: Ciclo evolutivo de Fasciola hepatica Imagen 49: Huevo de F. hepatica
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