Resumen Introduccion A La Criminologia
Resumen Introduccion A La Criminologia
Resumen Introduccion A La Criminologia
Las instituciones del control social de la criminalidad son de dos tipos, o reactivas o
adaptativas.
Por control social se entiende el conjunto de procesos sociales dirigidos a inducir
conformidad.
Cuando las instancias del control social informal fracasan, o el comportamiento desviado es
de especial gravedad, entran en funcionamiento las instancias formales.
El enfoque del labeling approach ha señalado tres características del control social: su
comportamiento selectivo y discriminatorio (el criterio del status social prima sobre el
objetivo de los merecimientos del autor de la conducta), la función constitutiva o generadora
de criminalidad (los agentes del control social no detectan al infractor, sino que crean la
infracción y etiquetan al infractor como tal) y su impacto estigmatizante (el paso del individuo
por las agencias del control social formal marca el inicio de la desviación secundaria y de las
carreras delictivas).
La selectividad del control social formal tiene una doble manifestación: global y parcial.
En cuanto a la intervención del Derecho penal como instrumento del control social formal,
son de aplicación los principios de intervención mínima y ultima ratio.
2.5. Procesos de infracción de las normas y de reacción a la infracción de las normas.
Objeto de la Criminología es el proceso de infracción de las normas o leyes.
Objeto de la Criminología también lo son las reacciones al fenómeno delictivo.
2.6. Otros posibles objetos
La medición del delito.
La elaboración de las leyes penales. También es importante considerar que no es suficiente
con que una conducta esté definida como delito en las leyes, sino que además la sociedad
también tiene que sentir que esta conducta es constitutiva de delito, porque el delito es una
construcción social.
La conducta desviada. Los actos desviados no son objeto de la Criminología pero tienen un
papel importante en la misma.
Para que una disciplina sea considerada una ciencia debe reunir tres elementos: 1. utilizar un
conjunto de métodos e instrumentos, 2. para conseguir conocimientos fiables y
verificables, 3. sobre un tema importante para la sociedad.
El término “empírico” se refiere a un tipo de investigación, fundado más en la observación
que en argumentos u opiniones, pero también en la Criminología queda espacio para la
opinión e interpretación.
La Criminología es una ciencia porque aporta un núcleo de conocimientos verificados (no
refutados), sistemáticos, asegurados, que los obtiene de la observación y análisis de la
realidad de la delincuencia y del funcionamiento del sistema penal.
Un sistema es científico si cumple el criterio de refutación, si el mismo o las hipótesis pueden
ser negados por hechos observables.
El criterio de la refutación presenta los siguientes problemas:
1. En los casos en los que se observan hechos que contradicen una teoría es posible que la
teoría no sea falsa, lo que puede deberse, a que la observación se ha realizado de forma
incorrecta o defectuosa. También se plantean dudas acerca de cómo testar adecuadamente una
teoría. Y en otros casos, los resultados no son tan claros como se esperaba, por lo que se
plantea la necesidad de realizar nuevos estudios.
2. La mayoría de las veces se exige la realización de varios estudios empíricos para establecer
un hecho o una observación y refutar una hipótesis. La repetición de observaciones para
asegurarse que lo que se ha encontrado es verdadero y puede generalizarse se denomina
replicación. Las replicaciones son muy difíciles en las ciencias sociales, y en muchos casos,
cuando se realizan replicaciones cada investigación encuentra cosas diferentes, los hallazgos
de cada investigación pueden ser diferentes, en algunos casos esto ocurre porque se emplean
diferentes metodologías o también puede ocurrir aunque se utilice la misma metodología.
3. En muchos casos, si se llega a la refutación de una hipótesis, la modificación de la teoría es
mínima, sólo para que sea compatible con la observación. Otras veces, se niega que la
observación sea contraria a la teoría de que se trate o se niega que la hipótesis que se ha
refutado sea una de las que se pueden derivar de la teoría defendida.
4. Son muy raros los casos en los que una teoría criminológica se refuta. Y ocurre que hay
teorías que se mantienen a pesar de que hay evidencia de que no son ciertas. Por otra parte, en
muchos casos en los que se abandona una teoría no es debido a que haya sido refutada sino
que obedece a otros motivos ajenos a este criterio. Y por último, ocurre que teorías que
parecía que habían sido refutadas y abandonas, al cabo de un tiempo vuelvan a defenderse por
nuevos teóricos.
La diferencia entre ciencias naturales y sociales estriba en que las ciencias naturales son las
ciencias del ser, que describen y explican un fenómeno, cosa que hace la Criminología con el
fenómeno criminal, mientras que las ciencias sociales se dirigen a la acción, a prever los
fenómenos o acontecimientos y a prescribir las actuaciones que se tienen que llevar a cabo,
que realizar. En este caso, la Criminología incluye las dos clases de ciencias, las naturales o
de la naturaleza y las sociales.
La Criminología como ciencia aspira alcanzar los cuatro niveles de conocimiento a los que
toda ciencia social aspira: a) el nivel descriptivo, la Criminología quiere cuantificar la
criminalidad, conocer con detalle las condiciones en las que se realizan los comportamientos
antisociales, y las reacciones sociales formales e informales que se pueden aplicar a estas
conductas; b) el nivel explicativo, ordena los conocimientos sobre el origen y aparición de la
delincuencia y las reacciones que se aplican a estos comportamientos, y elabora teorías
Describir implica varias cuestiones, hay que definir el fenómeno, sus características y
componentes, y además definir las condiciones en que se presenta y las distintas formas en
que puede presentarse. Explicar implica, además, incrementar el entendimiento sobre las
causas del fenómeno y aportar la prueba empírica de las proposiciones de la teoría. La teoría
no constituirá una explicación si las proposiciones no están confirmadas.
3. La Criminología como disciplina autónoma:
La Criminología es una ciencia autónoma por las siguientes razones:
1. Tiene un objeto propio, el delito, estudiado como fenómeno social e individual, y entre las
funciones de la Criminología se encuentran la explicación causal del delito, los procesos de
definición, la medición del delito, el control y la prevención del mismo.
2. Ha desarrollado teorías originales, ha establecido sus propias variables causales y correlatos
del delito. Ha logrado hallazgos empíricos que contradicen teorías y enfoques dados en otras
ciencias para explicar el delito.
3. Tiene muchas especificidades metodológicas que en muchos casos no son reconocidas.
4. Posee un alto nivel de rigor teórico y metodológico, que se caracteriza por una gran
exigencia en el planteamiento de teorías sobre el delito, propuestas de control y prevención de
la delincuencia, la evaluación de teorías y en la propuesta y desarrollo de investigaciones
empíricas.
3.1. Carácter interdisciplinar de la Criminología
Que la Criminología sea una ciencia interdisciplinar, lo que significa es que comparte con
otras ciencias objetos, conocimientos e instrumentos, pero todas las ciencias o casi todas
comparten objetos y conocimientos con disciplinas afines, por lo que no puede constituir este
rasgo un carácter peyorativo para la Criminología, lo que es una característica definitoria de
las ciencias contemporáneas, ya que todas las ciencias son interdisciplinares.
4. La relación entre la Criminología y las llamadas ciencias madre.
Las denominadas ciencias madres, Sociología, Psicología, Psiquiatría, Biología, Derecho
penal, son las disciplinas que se ocuparon del estudio del delito y del fenómeno criminal antes
de la aparición de la Criminología como ciencia.
En España y en Latinoamérica el Derecho penal ha sido la disciplina que se ha ocupado en
mayor medida del estudio científico del delito, aunque también se ocuparon del mismo la
Psicología y la Sociología, por el contrario, en los países anglosajones los estudios sobre el
fenómeno criminal se realizaron en el ámbito de la Sociología.
1.1. Sociología
La Sociología se interesa por el delito en cuanto conducta social, estudia el delito como otra
conducta social. La Sociología criminal tiene su origen en la Escuela positiva con Ferri. Ferri
manifiesta que “el medio social da la forma al delito, que tiene su base en el factor
biológico”. Tarde que consideraba que los factores sociales son las causas directrices y los
factores antropológicos y físicos las causas impulsivas.
1.2. Psiquiatría
La Psiquiatría se ocuparía de los criminales anormales, de las personas que sufren alguna
anomalía y cometen delitos, que representan un número muy pequeño de los delincuentes.
4.3. Biología
La biología busca la causa de la conducta delictiva en los trastornos orgánicos, las
disfunciones o factores patológicos. Contribución de la biología a la Criminología fue la
realización de las biotipologías, estudios de endocrinología e inteligencia.
Las teorías biológicas perdieron importancia en el siglo XX, por el auge que tuvieron en
Estados Unidos los estudios de sociología criminal realizados por la Escuela de Chicago que,
de las causas individuales del delito se pasó a analizar las causas sociales.
La variables biológicas han sido tenidas en cuenta por teorías criminológicas como la de
Gottfredson y Hirschi, una teoría general del delito.
4.4Psicologia
La Psicología es una ciencia empírica que se encarga del estudio de la conducta humana y de
la personalidad. La Psicología trata de averiguar la causa o causas que llevan al sujeto a
cometer un delito.
La Psicología no se ocupa solo de la persona delincuente sino también de las víctimas, y en
este campo sus aportaciones han sido importantes para la construcción de la Victimologia.
A la Criminología de la Psicología le interesa el estudio de las alteraciones de la personalidad
y su incidencia y relación con la delincuencia.
5. Relación entre la Criminología y otras disciplinas: Derecho penal y Política criminal.
La Criminología, el Derecho penal y la Política criminal, son tres ciencias íntimamente
relacionadas entre sí cuyo objeto es la prevención y el control de la delincuencia.
5.1. Derecho penal
El Derecho penal es una parte del derecho positivo que se ocupa de regular el ejercicio de la
potestad punitiva del Estado. Tiene como objeto las normas que regulan el ejercicio del ius
puniendi por el Estado. El Derecho penal es un instrumento de dominio y de control social.
Derecho penal objetivo es el “Conjunto de normas jurídicas que asocian a la realización de
un delito como presupuesto, la aplicación de penas y/o medidas de seguridad como
consecuencias jurídicas”.
Derecho penal subjetivo Denominado ius puniendi, cuyo titular es el Estado, que tiene el
poder único y exclusivo para elaborar las normas penales y aplicarlas cuando se den los
presupuestos previstos en las leyes, y además de ejecutar la sentencia. Principios de
legalidad de los delitos y de las penas y las medidas de seguridad, el de intervención
mínima y el de culpabilidad.
El derecho penal es un instrumento de control social, cuya finalidad es mantener la paz social,
procurar la convivencia pacífica en la sociedad.
5.2. Dogmática penal
La dogmática es la ciencia encargada del estudio científico del Derecho penal. La dogmática
tiene como misión el conocimiento del derecho positivo, se ocupa de la interpretación,
sistematización y desarrollo del derecho vigente. Los preceptos del ordenamiento jurídico
penal se denominan dogmas, son enunciados con pretensión de validez general.
5.3. Política criminal
Su consideración como disciplina jurídica no tiene lugar hasta el siglo XIX, adquiriendo
identidad propia en el Programa de Marburgo de von Liszt. Von Liszt describe la Política
En el Estado liberal, el Estado debe garantizar las libertades de los ciudadanos y vigilar que se
respetan las leyes, por lo tanto, la intervención penal tendrá lugar en el momento que se
lesionan o se ponen en peligro los bienes jurídicos protegidos. En cambio, la Política criminal
del Estado social, como pretende la igualdad de los ciudadanos, intervendrá en las causas que
originan la desigualdad, y en el ámbito de la Política criminal, habrá una actuación del Estado
sobre las causas que originan la delincuencia. En el Estado social la pena no tiene únicamente
una función retributiva, como en el Estado liberal, sino que se le añade una función
preventiva.
El Estado social de derecho dio paso al Estado social y democrático de Derecho, que es el que
recoge la Constitución en su artículo 1, siendo los valores supremos del ordenamiento jurídico
la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Los principios que inspiran la Política criminal son los de legalidad, de culpabilidad, de
igualdad ante la ley, de intervención mínima y ultima ratio del Derecho penal. La pena en el
Estado democrático de derecho tiene un fundamento retributivo y las finalidades de
prevención general -positiva y negativa- y especial - positiva y negativa -, para conseguir la
paz social, dirigidas a prevenir la delincuencia.
5.6. Tendencias actuales de la política criminal
La nota más característica y predominante de la Política criminal actual es su “naturaleza
líquida.
Desde un punto de vista político-criminal, el derecho penal del riesgo posee las siguientes
características: 1º la prevención, 2º se produce una expansión del Derecho penal, una
expansión de la Política criminal y la relativización de los principios político-criminales
de garantía, 3º el incremento punitivo, 4º la instrumentalización del Derecho penal y de
la Política Criminal para resolver problemas sociales y 5º el Derecho penal del riesgo es
un derecho penal simbólico.
La Política criminal atiende las demandas de la población de mayores penas, lo que se ha
denominado populismo punitivo.
Las técnicas concretas a través de las cuales los medios de comunicación consiguen tener una
incidencia directa en la evolución de la Política criminal española son básicamente dos: el
fenómeno de la agenda setting (tematización de la agenda) y la técnica del framing
(encuadre noticioso).
7. RELACIONES ENTRE DERECHO PENAL, CRIMINOLOGIA Y POLITICA
CRIMINAL.
La Política criminal es el puente de unión entre el Derecho penal y la Criminología, de tal
forma que transforma los conocimientos criminológicos en exigencias o propuestas de
política criminal, y estas son acogidas en el Derecho penal como normas de lege lata o de lege
ferenda. Las tres integran la ¨Ciencia del Derecho penal. Son los tres pilares del sistema de
ciencias criminales, inseparables e interdependientes. La Política criminal se sitúa entre el
conocimiento normativo que proporciona el Derecho penal y el conocimiento empírico que
aporta la Criminología de la delincuencia, que a pesar de su diferencia de naturaleza, método
y objeto, nos ofrece un conocimiento totalizador, completo de la delincuencia. La
criminología se encarga del estudio empírico del fenómeno criminal, sus conocimientos son
utilizados por la Política criminal para elaborar las propuestas para prevenir, controlar y
luchar contra la criminalidad, y el Derecho penal materializaría estas propuestas en las normas
jurídico-penales, para cumplimiento general.
El Derecho penal tiene por objeto el delito, desde el punto de vista teórico; de su estudio
científico se ocupa la Dogmática penal; la Criminología se encarga del delito en cuanto
suceso real, cometido en la sociedad, y aporta datos científicos sobre el estudio de la
delincuencia, que son de gran interés para la dogmática penal y la Política criminal, pues
conociendo la realidad delictiva se pueden realizar las propuestas de las modificaciones
necesarias para controlar el fenómeno criminal y diseñar los programas de prevención de la
delincuencia.
Tarnoswsky puede explicarse este hecho tanto mediante la influencia de factores biológicos
como sociales.
Pyke mezcla teorías biológicas y sociales.
Proal comenzó una línea de pensamiento que relacionó la delincuencia con el desarrollo
moral. La mujer era moralmente superior.
Van de Waker continua la obra de Quetelet. La relación de la mujer con el crimen se
determinaría por las condiciones sociales y por las condiciones sexuales.
3.1.1.2. Teorías bioantropológicas.
En las tipologías de delincuentes que elaboraron Lombroso y Ferrero no establecieron
diferencias entre hombres y mujeres, excepto en la prostitución. Sus tipos fueron la mujer
delidcuedte data, sus paralelos de la loca moral, la delidcuedte epiléptica, la alideada, la
pasiodal y la ocasiodal. A partir de 1895 manifestaron los tipos de delincuentes que suelen
manifestarse predominantemente en la mujer: el crimidal dato, el crimidal ocasiodal, el
crimidal histérico, el crimidal ludático y el crimidal epiléptico.
3.1.1.3. Teorías del desarrollo sexual.
Se centran en el estudio de carácter endocrino, e intentan explicar el fenómeno delictivo,
diferente en el hombre y la mujer, debido a los efectos que produce su distinta conformación
hormonal sobre sus emociones. Las mujeres sod medos agresivas que los hombres peros sod
más depresivas.
3.1.1.4. Teorías genéticas.
Explican las causas de la delincuencia femenina en la diferencia genética de las mujeres
criminales respecto las no delincuentes. Los estudios que se realizaron fueron los siguientes:
- Estudios de familias: para comprobar si la delincuencia se trasmite genéticamente. La
influencia de los padres delincuentes sobre los hijos.
- Estudios de hermanos gemelos monocigóticos y dicigóticos.
- Estudios basados en las diferencias cromosomáticas: dentro de los cuales tiene interés el que
reflejo que parecen mostrar una mayor predisposición a la comisión de delitos las mujeres que
los hombres que tiene más de 47 cromosomas. El hombre, por temer el cromosoma Y, que
potencia la agresividad, realiza más delitos que la mujer y también comete más actos
violentos.
- Estudios realizados con niños adoptados, para demostrar la influencia genética de los padres
biológicos.
3.1.2. Teorías Psicoanalíticas.
Freud, desde su teoría del psicoanálisis, defiende que la mujer delincuente es un ser anormal,
desde un punto de vista biológico, porque muestra una agresividad propia del varón. La
mujer solo puede alcanzar el desarrollo de su ego a partir de un ambiente armónico,
caracterizado por las relaciones afectivo-familiares, y más concretamente, por el desempeño
de su papel de esposa y madre.
3.1.3. Teorías psiquiátricas.
Este enfoque se realiza desde dos perspectivas, individual: el delito femenino tiene su causa
en un trastorno mental y social: mantiene la relación entre enfermedad mental y delito,
explica la existencia de poca delincuencia femenina, por el trato diferencial de hombres y
mujeres por parte de los sistemas de control. Se considera la mujer delincuente como anormal,
por este motivo, ingresan en los establecimientos psiquiátricos en un número mayor que los
hombres, en lugar de ingresar en prisión.
3.2. Teorías intermedias: individualismo con proyección social.
3.2.1. Teoría liberal funcionalista.
W.I. Thomas parte de una perspectiva biológica, de tipo lombrosiano, pero admita la
influencia de factores psicosociales y socioestructurales.
3.2.2. Teoría de la caballerosidad.
Otto Pollack parte de la inferioridad biológica de la mujer respecto al hombre, que se
manifestaría preferentemente durante las crisis biológicas derivadas de su desarrollo sexual.
Considera la astucia, la falsedad y la venganza como características negativas sustitutivas de
esta desigualdad.
La tesis fundamental de Pollack es que la mujer, más que ser, como la define el prototipo
social establecido, un ser puro, dulce, desprotegido, actuaria así, con lo que su
comportamiento criminal quedaría enmascarado bajo estas apariencias. La baja tasa de
criminalidad femenina podría explicarse como consecuencia de una actividad criminal
sumergida y por su favorable consideración social, con lo cual su criminalidad no suele
detectarse por la policía, y en aquellos casos en los que se denuncia, la mujer recibe un trato
de favor respecto al varón, por parte de los órganos judiciales. La mujer también desarrollaría
su actividad delictiva como inductora de la criminalidad masculina, resultando el hombre que
es arrestado criminalizado por la mujer, porque no se atreve a denunciarla.
En la actualidad esta tesis no tiene sentido porque la mujer a ha accedido a los órganos del
sistema penal, a la policía, ala judicatura y a la Administración penitenciaria, y no se puede
seguir manteniendo la tesis de la caballerosidad de los hombres con las mujeres.
3.2.3. Retorno a la perspectiva biológica.
La delincuencia femenina la consideran como consecuencia de una anormalidad biológica, o
de una pequeña anormalidad unida a factores ambientales desfavorables.
3.3. Teorías sociales.
La socialización es distinta en los chicos que en las chicas, y diferente según la clase. La
mujer es supervisada más de cerca que el hombre, se la educa para ser sumisas y pasivas,
mientras que a los hombres se les socializa para que sean más independientes, agresivos,
ambiciosos y luchadores. Por este motivo, los delitos que comete la mujer son menos
violentos y suelen emplear menos fuerza. Expectativas diferentes de comportamiento típicos
suponen diferentes formas de realización de delitos.
3.3.1. Criminología feminista.
Surge dentro de la Criminología crítica en los años setenta y reclamó para las mujeres la
igualdad.
3.3.2. Enfoques funcionales.
3.3.2.1. Teoría del rol.
Se fijan en la diferente socialización entre hombres y mujeres a la hora de desempeñar sus
respectivos roles y de explicar su conducta. Los estudios que se ocupan de la delincuencia
femenina desde la perspectiva del rol, se agrupan en dos grandes corrientes:
- Teoría de la reversión del rol: bajo el influjo de las teorías de la Liberación de la Mujer,
consideran que esta, como consecuencia de su ruptura con su rol sexual tradicional, iría
al hogar. El tipo de control que los progenitores ejercen hacia hijos e hijas y la repercusión
que la socialización en la familia tiene en la construcción de ciertos esquemas degenero
basados en la división sexual de las actividades del hogar. Esta socialización diferencial de
chicos y chicas ayuda a explicar la brecha de género en la participación en el delito de los
hombres respecto de las mujeres.
La teoría del poder control parte de dos procesos, el relativo al poder especifico que concede a
los individuos encontrarse en una determinada posición social; y el relativo al control que
ejercen los padres y las madres en la socialización de hijos e hijas.
Hagan y sus asociados proponen tres modelos ideales básicos de familias:
- El modelo patriarcal
- El modelo matriarcal
- El modelo igualitario.
Son dos los mecanismos que aseguran el mayor control de las hijas: la dominación masculina
propia de la familia patriarcal y la socialización en papeles que se asumen como de naturaleza
femenina.
La teoría del poder control pone de manifiesto que la dominación masculina continua vigente
en las sociedades actuales. Se ha perpetuado esta situación porque se mantiene la
diferenciación entre hombres y mujeres, y a ello han contribuido tanto los hombres
dominadores como las mujeres dominadas. La teoría del poder control contribuye a entender
cómo se reproduce en la familia la dominación que el hombre ejerce en la sociedad y como
este proceso influye en la distribución social de la delincuencia entre hombres y mujeres.
3.3.3.3. Teoría de la ley y de la dependencia económica.
Kruttschnitt relaciona la pena impuesta con el grado de dependencia. La determinación de si
una mujer es dependiente o no, no tiene que ver con su nivel de recursos económicos, sino
con la indicación del control social que sufre.
3.4. Nuevas perspectivas de estudio.
La delincuencia femenina es menor, estadísticamente, que la masculina. En las mujeres
delincuentes se aprecia que concurren los mismos factores que determinaron a los hombres a
cometer delitos, entre los que destacan el fracaso escolar, el control social y la falta de
oportunidades para integrarse en la sociedad.
La delincuencia femenina, en la actualidad, no tenemos que estudiarla como contrapuesta ala
delincuencia masculina ni como un apéndice dela misma, ya que tiene entidad suficiente para
estudiarla en sí misma, con su propia metodología y sistemática. El movimiento liberación de
la mujer no ha contribuido a estudiar la delincuencia femenina, teniendo en cuenta las
características propias y singulares de la mujer. Lo que pretendió fue imitar al hombre y
emular su comportamiento para llegar a ser igual a él. Por otra parte, el discurso feminista
considera que las explicaciones a la delincuencia femenina hay que buscarlas en la estructura
patriarcal de la sordedad, simplificando en excesos las causas de la misma. Las numerosas
teorías criminológicas feministas aparecidas a raíz de este movimiento ha intentado por de
relieve los problemas que lleva consigo la delincuencia femenina.
Lo que no ha conseguido explicar ninguna de las teorías criminológicas, es el porqué de la
diferencia cuantitativa tan acusada entre la delincuencia femenina y masculina. Y en la
solución de esta cuestión es donde se encuentra la clave para el establecer el enfoque que
debemos dar al estudio dela delincuencia femenina.
ley. No todas las asociaciones tienen el mismo peso, sino que dependen de su frecuencia,
duración, prioridad e intensidad, siendo los menos inteligibles los de prioridad.
Por lo que se refiere al ámbito de la teoría de al asociación diferencial, la mismo no solo
aspira a explicar delitos comunes, sino también los llamados delitos de cuello blanco. El autor
también extendió la teoría para que explicase no solo el comportamiento de los individuos
sino también las tasas de delincuencia que existen en un país, nivel macrosociológico, a esta
extensión la denomino organización social diferencial.
2.2.5. Una teoría clásica de la frustración.
La teoría de Cohen se relación con las llamadas teorías subculturales. El trabajo se centra
principalmente en tratar de explicar una vez constatada su existencia como han llegado a
formare en primer lugar dichos grupos o bandas de jóvenes delincuentes. Y en segundo lugar
en proponer una teoría coherente con los hechos conocidos sobre tales fenómenos, sobre todo
que la delincuencia juvenil tiene para Cohen en estos casos las siguientes notas: no utilitaria,
maliciosa y negativa.
Cohen: los chicos procedentes de la clase trabajadora parten en las sociedades
contemporáneas en una posición de desventaja frente a los chicos de clase media, y
concretamente en la escuela tales desventajas pueden tener consecuencias críticas. Los chicos
compiten por estatus. La subcultura delincuente ofrece una solución de grupo no individual
los problemas de los chicos: el grupo les propone criterios de estatus que si pueden
satisfacer.
Tittle apunta que la teoría también es aplicable a fenómenos tan heterogéneos como la
organización de internos, organizaciones estudiantiles radicales o movimientos nacionalistas
clandestinos.
2.2.6. Movimientos críticos.
Durante los años sesenta tuvieron especial relevancia los movimientos críticos a nivel
epistemológico.
2.2.7. La teoría del control social.
La de Hirschi es la más conocida e influyente. Para la teoría del control social la delincuencia
no es producida por ninguna causa, sino que representa la tendencia natural del ser
humano. No se delinque porque existen unos vínculos entre el sujeto y la sociedad. Las
teorías del control social asumen que los actos delictivos se producen cuando el vínculo de un
individuo con la sociedad está debilitado o roto.
El vínculo se encuentra compuesto por cuatro elementos principales: el apego (attachment),
la entrega (commitment), la participación (involvement) y la creencia (belief).
A mayor abundamiento, la teoría considera que los distintos elementos del vínculo se
encuentran interrelacionados entre sí, de manera que cuando uno tiende a ser solido o a
reforzarse, los demás seguirán la misma tendencia, y al revés. Una vinculación robusta aleja
del delito al contrario cuando el vínculo con la sociedad es débil el individuo tenderá a
delinquir. De hecho cuando el vínculo que actúa como control informal del comportamiento
es muy débil o inexistente, entonces el único freno para el delito es la pena criminal.
3. Enfoques críticos.
3.1. El enfoque interaccionista del labeling approach o del etiquetamiento.
Para este enfoque el delito es aquel comportamiento que es definido como tal por la
comunidad o por la Administración de Justicia. No existen delitos per se, sino que, es delito
aquel comportamiento que la comunidad o la Administración de Justicia etiqueta como tal.
3.1.1. Teoría de la criminalización secundaria.
La criminalización primaria hace referencia a la función del legislador de tipificar como
delitos las conductas socialmente dañosas. La criminalización secundaria tiene lugar
cuando una persona ha realizado una conducta, que la criminalización primaria a definido
como delito, y las instancias del control social formal, la policía, la Administración de
Justicia, descubren que ha cometido el delito y le imponen una pena.
3.1.2. Teoría del acomodo a la imagen estereotipada.
El etiquetamiento como desviado de un acto depende más de la reacción social que del acto
en sí mismo. Que un comportamiento sea etiquetado o no como delictivo o desviado depende
de cuatro factores: del grado, cantidad y visibilidad de la infracción de la norma, del
poder del infractor, del nivel de tolerancia de la comunidad y de la disponibilidad, en la
cultura de que se trate, de los roles alternativos convencionales.
3.1.3. Teoría del avergonzamiento reintegrador.
Si la reacción social ante un hecho delictivo activa el avergonzamiento de su autor, en lugar
de sentirse estigmatizado, se reconciliara con la sociedad y no volverá a delinquir. La reacción
de la comunidad al avergonzamiento del delincuente puede ser reintegradora o
desintegradora. Si es reintegradora el delincuente se sentirá nuevamente aceptado en la
sociedad y no volverá a delinquir. Si la respuesta es desintegradora o estigmatizadora, se
sentirá apartado de la sociedad y volverá a delinquir. Las sociedades justas e igualitarias
favorecerán el avergonzamiento integrador, mientras que las sociedades poco igualitarias
serán más proclives a un avergonzamiento desintegrador.
3.1.4. La teoría del desafío.
Se construye sobre cuatro conceptos fundamentales: La legitimidad de la sanción, los
vínculos sociales, la vergüenza y el orgullo.
3.1.5. La teoría de las valoraciones reflejas.
Formulada por Matsueda, se incardina dentro del interaccionismo simbólico y destaca la
importancia que tuvo dentro del mismo el concepto de self. El self es como se ve uno mismo
desde el punto de vista de los otros. Es la capacidad de las personas de ponerse en el lugar de
otros, con el fin de actuar como esos otros actúan y verse a sí mismo como lo ven otros.
Los padres son el primer grupo de influencia en la valoración refleja del self de una persona, y
en segundo lugar, el grupo de pares o amigos.
Matsueda utiliza el concepto de valoraciones reflejas, que significa que los sujetos son un
reflejo de valoraciones hechas por otros significativos.
3.2. Criminología radical. Caracteres:
- Parte de una concepción conflictual de la sociedad y del Derecho. La criminología
radical se compadece del delincuente, al que llega a considerar como un perjudicado de la
sociedad y el Derecho, y afirma que es el sistema el que victimiza al delincuente.
- Una actitud crítica frente a la Criminología tradicional o mayoritaria.
Las estadísticas más completas han sido las de la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Según Roldán Barbero, la delincuencia oficial recogida en las estadísticas judiciales seria la
obtenida de restar a las diligencias previas los archivos decretados de las mismas, porque los
hechos no eran constitutivos de delito.
2.1.2.1. Memorias de la Fiscalía General del Estado.
Recogen las Diligencias Previas abiertas en los Juzgados. Sus datos no ofrecen fiabilidad,
porque para ello debería existir un programa informático uniforme para todas las fiscalías que
permitiría utilizar los mismos criterios en la introducción de los datos.
2.1.2.2. Consejo General del Poder Judicial.
Se recogen el número de asuntos ingresados en todas las jurisdicciones. Publica las
estadísticas de los asuntos de la jurisdicción penal. Las Estadísticas Judiciales recogen el
número de sentencias dictadas y el número de personas condenadas.
2.1.3. Estadísticas penitenciarias.
Recogen el número de internos en los establecimientos penitenciarios españoles, tanto
preventivos como condenados.
2.2. Encuestas de victimación.
Comenzaron a realizarse en el último cuarto del siglo XX. Son un instrumento útil porque
registran delitos no conocidos por las instancias oficiales, y en este sentido pueden
complementar las estadísticas oficiales. Además de mostrarnos las cifras y datos sobre las
víctimas de los delitos, también nos ofrecen, aunque de forma indirecta, datos sobre los
autores de delitos o sobre la comisión delictiva. Existe una correlación entre la comisión de
delitos y el riesgo de ser víctima. Esto se explica porque las personas muy implicadas en la
delincuencia están más expuestas a sufrir un delito, tienen un riesgo muy elevado de ser
víctimas de un delito.
El Instituto de Investigación sobre la Justicia Criminal de las Naciones Unidas
(UNICRI), diseño la Encuesta Internacional a Víctimas de Delitos (ICVS), que es el
proyecto más importante de normalización de estudios tendentes a conocer el volumen y la
evolución de la delincuencia.
En la actualidad hay cuatro tipos de encuestas de victimación: la Encuesta Internacional a
Víctimas de Delitos (ICVS), la Encuesta Internacional de Delitos Comerciales (ICCS), la
Encuesta Internacional de Violencia contra las mujeres (IVAWS) y la Encuesta Europea
sobre Minorías y Discriminación (EU-MIDIS).
2.3. Estudios de autoinforme.
Consiste en una encuesta anónima y de libre participación, orientada a autores o potenciales
autores, sobre su comisión de conductas ilegales, cuya finalidad es conocer el número de
delitos realmente cometidos. La debilidad de estos estudios se encuentra tanto en la
colaboración de los participantes, como en la fiabilidad de las respuestas. Desarrollan sus
investigaciones fundadas en el paradigma del conflicto, que afirma que todos podemos ser
delincuentes.
3. Control de la criminalidad.
El control del delito es necesario para mantener el orden social, la convivencia pacifica en la
sociedad y contribuir a su normal desarrollo. El control del delito puede realizarse por
diversos medios, y muchas veces es necesario el recurso al Derecho penal.
En nuestro ordenamiento jurídico los principios que inspiraban la intervención del Derecho
penal eral el de subsidiaridad y última ratio, principios que paulatinamente han sido
sustituidos, en la denominada sociedad del riesgo, por los de máxima intervención y
expansión del Derecho penal.
4. Prevención del delito.
Es un constructo ideológico que se encuentra a mitad de camino entre las políticas de
bienestar del Estado y las políticas de seguridad policial y justicia penal.
El Estado dispone de diferentes medios e instrumentos para la prevención y control de la
criminalidad en el ámbito del control formal, en el que intervienen la policía, la
Administración de Justicia y las Instituciones penitenciarias. En este cometido, el Estado no
cuenta únicamente con el Derecho penal. La delincuencia también se puede prevenir en la
sociedad, con programas sociales y con los mecanismos de control informales.
Tipos de prevención según una visión clásica: prevención primaria dirigida a neutralizar o a
eliminar las causas del delito; prevención secundaria se adopta cuando se manifiesta el
fenómeno criminal o existen indicios de que pueda cometerse un delito y prevención
terciaria se aplica después de cometido el delito, sobre los delincuentes que a han cometido
un delito y han sido condenados para evitar la reincidencia y el daño que se causa debido a su
actividad delictiva.
A continuación se exponen los cuatro ámbitos más destacados desde los que se lleva a
cabo la prevención de la delincuencia:
4.1. Actuación policial.
El modelo tradicional de la policía se centraba en el cumplimiento de la ley, por lo que su
intervención tenía lugar cuando ya se han producido los hechos delictivos o se habían iniciado
los disturbios o alteraciones del orden. Los cambios introducidos en los métodos policiales
fueron la vigilancia comunitaria, el control de la policía en puntos conflictivos y las
prácticas policiales dirigidas a la solución de problemas.
4.2. Prevención situacional del delito.
Se centra en averiguar las circunstancias en las que se comete el delito y reducir las
oportunidades. Para controlar y prevenir la delincuencia, en lugar de utilizar el Derecho penal
y recurrir sanciones cada vez más duras, lo que hay que hacer es introducir controles
situacionales en las actividades cotidianas. Las técnicas de prevención situacionales del
delito son: Aumentar el esfuerzo; Aumentar el riesgo percibido; Disminuir las
ganancias; Reducir provocaciones y Eliminar excusas exculpatorias e incrementar los
sentimientos de vergüenza.
Desde este enfoque la prevención situacional del delito no queda en manos exclusivamente
del Estado y de los órganos y personas dependientes de él, que llevan a cabo las funciones de
prevención, sino que también intervienen en la prevención, la policía y otros órganos de
control estatal, sino que también intervienen en la seguridad privada y toda la comunidad bien
con el control social informal o bien con las precauciones rutinarias que serían el conjunto
de medidas que diariamente los ciudadanos y las organizaciones sociales adoptan para
prevenir su victimación.
El modelo de prevención situacional no sire para prevenir la delincuencia, solo la traslada de
lugar.
medio ambiente y que contaminan también generan beneficio, por lo que hay negocios
legítimos e ilegítimos en relación con el medio ambiente que generan riqueza y afectan al
mismo causándole daños.
Los delitos de cuello blanco no son perseguidos por los Estados, que se centran más en los
delitos individuales, y en algunos casos estos comportamientos no se consideran delictivos.
En los países en vías de desarrollo todavía son más frecuentes los delitos de cuello blanco y
aun se persiguen menos.
Se utiliza el término cumplimiento creativo para referirse a las prácticas que adoptan las
empresas de usar la letra de la ley para derribar su espíritu.
Los paraísos de contaminación son los países con una reglamentación medioambiental
menos exigentes, lo que permite a las empresas de países con unas legislaciones
medioambientales más estrictas, realizar sus inversiones y actividades ambientales nocivas
fuera del alcance de los sistemas reguladores más duros. Esto representa una forma de
iniciativa criminal.
El Greenwashing es una estrategia de comunicación a menudo utilizada por las empresas
para hacer más aceptable una actividad que es inevitablemente peligrosa tanto para el medio
ambiente como para las personas. Las empresas que realizan las conductas ilícitas contra el
medio ambiente, a su vez, promueven campañas que pretenden hacer creer a la gente que son
respetuosas con el medio ambiente y que además están preocupadas por él. Con ellas se
engaña a las personas acerca de las prácticas ambientales que llevan las empresas.
3.2. Responsabilidad ambiental corporativa.
Se define como la responsabilidad que sumen las diferentes partes interesadas, de tener en
cuenta las consecuencias ambientales que tienen las actividades empresariales y las
necesidades medioambientales a largo plazo, para mantener la sostenibilidad de las
generaciones futuras.
4. Criminología eco-global.
White la identifica como una disciplina que requiere una investigación transnacional y
comparativa para identificar las diferencias y los puntos en común entre los estados y
naciones relacionados con la contaminación de vida silvestre y otras cuestiones.
5. Víctimas y procesos de victimización en la criminología del medio ambiente.
5.1. Víctimas de delitos medioambientales.
Los efectos de la contaminación son más acentuados en los barrios pobres. Afectan más a las
personas con menos recursos, que tiene bajos ingresos, empleos inestables, que viven en
viviendas baratas. En muchos casos las personas que no realizan delitos contra el medio
ambiente sufren en mayor medida sus efectos que aquellos que los originan.
Un enfoque radical de victimología ambiental complementa la definición más amplia de
delitos ambientales, y ha establecido tres grupos de víctimas: Víctimas humanas; Seres
vivos, donde se incluiría la flora, fauna, insectos y microbios; y Ecosistemas.
5.2. Procesos de victimización.
En los delitos contra el medio ambiente tiene una mayor importancia el proceso de
victimización primaria, que puede ser directa o indirecta, afecta a un gran número de
personas y es constante en muchos casos, oculta y difusa.