Capitulo 1

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Capítulo 1.

Los abuelos, los padres y los contemporáneos.

Imágenes grabadas en la memoria y recreadas por la imaginación cuando se empiezan a


contar; imágenes que al contarse se vuelven a recrear en cada detalle, en cada gesto, en
cada nueva imagen. Las imágenes de la imaginación, que al contarlas se vuelven
leyendas, se rehacen y perfeccionan en función de los anhelos, de las necesidades, de los
mitos y de las utopías. Es la historia contada y vuelta a contar por la tradición oral del
campesino, que refleja las situaciones presentes y pasadas, presentes y futuras, en un
caleidoscopio de sentimientos que se abren al abismo de la verdad nunca bien contada.

La historia es eso, una verdad contada a medias, un río de sentimientos, anhelos y


costumbres que se cuentan de vez en vez sin saber como son en realidad. Unos cuentan lo
que viven, otros cuentan lo que ven, y otros más cuentan lo que otros les han contado. Y
entre contar y contar fluye la verdad de la leyenda, del imaginario, de los deseos.

Estas son historias contadas por alguien al que le contaron gente que vivió, vio y a
su vez contó su historia, su presente, su pasado y su futuro.
En Comoapan1
El ejido de Comoapan, se fundó antes de 1932, la resolución presidencial se ejecutó el 15 de
mayo de 1938. La gente tiene en la memoria cuando se dota la tierra estando en el poder el general
Lázaro Cárdenas. ‘Esa es la gratitud que le tienen los campesinos al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas,
la buena administración que tuvo el general’, su padre. El campesino bien recuerda que en su
administración se ejecutaron las resoluciones presidenciales, oyeron hablar de Alvaro Obregón, de
Calles, de otros generales, pero ‘quien apoyó al agrarismo y le vino a dar concesión legal fue Lázaro
Cárdenas ... todavía está el libro donde están ejecutadas las resoluciones presidenciales, y de acuerdo a
lo que dice la ley, ya no se puede modificar... pues sí había una resolución presidencial pero le
llamaban en ese tiempo la provisional’.

Siempre se dice, el gobierno nos dio las tierras. No, el gobierno no dio las tierras, el
campesino las agarró. Las agarró que es otra cosa, aquí se vivió la lucha de la tierra y fue muy dura’.
En Comoapan estaba la casa de Carreón, y esa tierra fue la primera que agarraron los agraristas, era
una de las mejores de la hacienda. El movimiento agrarista lo dirigía Juan Jacobo Torres, Manuel
Azamar, y otros. Ellos organizaban a la gente sin que se dieran cuenta los hacendados para que,
llegado el momento, las tierras fueran recuperadas para los campesinos. Su plan era que se preparara la
tierra para sembrar, y ya estando lista, cuando se aproximaban las lluvias, era el momento en que
llegaban los agraristas, iban a caballo, con un pañuelo amarrado y la gente se ponía a temblar. Las
tierras estaban aradas. Detrás de ellos venía el tractor, destrozaba las milpas. ‘Unos decían voy al baño,
voy a tomar agua... hasta que llegaron, vamos rompiendo con machetes, garrotazos, se vio tan grande
que éramos pocos nosotros y los vencimos, a los más valientes que se aventaron, daban en el suelo, un
individuo que tenía más de veinte machetazos, y duro, y lo llevaban vencido’.

Los campesinos se dividieron, unos apoyaron a Juan Jacobo Torres y otros más apoyaban a
los hacendados, pero llegaron los federales e intentaron llegar a un acuerdo. Un hacendado llamado
Gilberto Aguirre, que era muy bueno para la pistola, fue llamado por el señor Carreón. El le dijo que
iba a entregar las tierras pacíficamente, pero no llegó a un acuerdo con los federales y se fueron en
contra de los campesinos, unos se quedaron y los golpearon y los demás se huyeron porque si no
matan a todos.

Comoapan, desde que se fundó está dividido, y así va a terminar, porque sí, tu ves que un
grupo de campesinos y un grupo de agraristas están luchando por un pedazo de tierra, y otro grupo
luchando a favor del hacendado, unos defendiendo, apoyando el agrarismo en Comoapan, y otros,
apoyando a los burgueses’.

El agrarismo en San Andrés Tuxtla.2


El municipio de San Andrés se enorgullece de su larga historia de luchas agrarias. San
Andrés llegó al clímax del agrarismo hasta los años 30, casi diez años después de iniciado el
agrarismo en otras partes del estado. Esto puede deberse, a que el agrarismo sanandrescano
miraba hacia el sur más que hacia la capital del estado, por la riqueza económica de las

1
Entrevista realizada el 29 de abril de 1996 a Teodoro Olín Melchi en el ejido de Comoapan, municipio de San
Andrés Tuxtla, Ver.
2
En su mayor parte este título esta tomado de extractos del libro “Movilización Campesina en Veracruz (1920-
1938)” de Heather Fowler Salamini; siglo XXI editores, 1979, pp. 193-197.

14
tierras de Acayucan. La región de los tuxtlas, con su clima semitropical permite el cultivo de
tabaco, plátano, caña de azúcar y diversas frutas y legumbres, pero casi la mitad de la tierra
ha sido ocupada históricamente para la ganadería. A principios de siglo, Francisco y Gabriel
Artigas, Manuel Turrent, Octavio Carreón, Juan Cabada, William Clark y varias compañías
tabacaleras holandesas y alemanas, tenían concentrada casi la totalidad de la tierra. La
inversión extranjera en el tabaco obligó a la mayor parte de terratenientes a convertir sus
cultivos de caña a plantaciones tabacaleras orientadas hacia la exportación.

El control político y económico de los terratenientes sobre las tierras evitó a toda costa
que surgieran grupos revolucionarios en 1910. El único defensor de los pobres, Rodríguez
Palafox conocido como ‘Santanón’, robaba a los ricos para repartir a los pobres. Sin
embargo, en la década revolucionaria se empezaron a gestar diversos reclamos campesinos,
que pedían la restitución de las tierras ejidales desmembradas por Juan de la Luz Enríquez,
gobernador de Veracruz en 1885.

La lucha agraria en la región de los tuxtlas, y en el estado de Veracruz, se remite a las


primeras décadas de este siglo, cuando los campesinos se incorporan a la lucha
revolucionaria dirigidos por Luciano Rosaldo, Juan Rodríguez Clara y Primitivo R. Valencia.
Este último, llegó a ocupar la presidencia de la primera junta civil de San Andrés en contra
de los terratenientes desapareciendo las jefaturas políticas en 1914. Entre 1916 y la década de
los 20 desaparecen definitivamente las jefaturas políticas y se establece San Andrés como
municipio libre con su ayuntamiento constitucional.3 A partir de ese momento, la nueva
forma colectiva de gobernar en el ayuntamiento, que sustituía el autoritarismo de una sola
persona, constituyó un aprendizaje significativo para los presidentes municipales de finales
de esa década, que no pudieron imponer su voluntad y caprichos como los antiguos jefes
políticos4.

En la década de los años 20 con la ascensión del coronel Adalberto Tejeda a la


gobernatura del estado (1920-1924) se creó la Liga Campesina de Veracruz. Sus dirigentes
consolidaron su presencia en sus tierras de origen para organizar a los campesinos, gracias al
impulso del gobernador para resolver los problemas de rezago agrario y favorecer la
organización para la defensa de sus tierras, que una década después desembocaría en luchas
de poder, masacres y desestabilización en todo el estado.5

Varios dirigentes habían trabajado en la formación de comités campesinos para la


formación del Partido Rojo, que bajo la dirección de Primitivo R. Valencia enfrentaron a los

3
Sobre la transición de jefaturas políticas a ayuntamientos en el estado de Veracruz ver el libro de Romana Falcón,
“El agrarismo en Veracruz; la etapa radical (1928-1935)” editado por el Colegio de México, pp. 63-65.
4
León Medel y Alvarado, en “Historia de San Andrés Tuxtla”, edición príncipe, gobierno del estado de Veracruz,
tomo II p.30
5
Pueden consultarse relatos de la región centro del estado en el libro de Alfonso Osegueda “La masacre del 28 de
noviembre de 1935 en Laguna Blanca”, el agrarismo radical en Soledad de Doblado, Veracruz (1912 -1935) Centro
de Servicios Municipales “Heriberto Jara”, A. C. 1993.

15
terratenientes que ocupaban el gobierno municipal. Entre estos dirigentes se encontraban:
Juan Rodríguez Clara, Manuel Azamar, Ángel R. Cabada y Andrés Pérez Cadena. En 1924,
con el apoyo de los campesinos de la región, e impulsados por Tejeda, el Partido Rojo logra
ganar una diputación federal para Primitivo Valencia, una local para Francisco Moreno y la
presidencia municipal para un asistente de Valencia. Ese mismo año el coronel Tejeda fue
llamado a colaborar con el gobierno federal de Plutarco Elías Calles, regresando al gobierno
de Veracruz de 1928 a 1932. Durante los años 20, con el arribo de dirigentes campesinos a
puestos públicos y de elección popular, Tejeda motivó la restitución de tierras ejidales en
todo el estado de Veracruz, y permitió que los campesinos se organizaran para defender sus
tierras ejidales ante la creciente pérdida de control económico y político de los terratenientes.
Y fue en su segundo período de gobierno, que Tejeda promueve el establecimiento de
patrullas guerrilleras campesinas, que funcionaban como una especie de policía rural, con el
objetivo de la defensa de las tierras conquistadas por los campesinos y el resguardo de las
resoluciones provisionales. En 1931, Tejeda había organizado 13 batallones en el estado de
Veracruz, entre los que se encontraba el de San Andrés Tuxtla, dirigido por Juan Paxtián y
Manuel Azamar, a quienes había dado el rango de coroneles. “De la oficina del gobernador
llegaban órdenes directas para instruir a cada batallón sobre las tareas específicas; a su vez el
comandante en jefe estatal informaba diariamente sobre la ubicación y actividades de cada
batallón”.6

En su mayoría los coroneles auxiliares cooperaban con las autoridades municipales en


el resguardo del transporte de dinero, la aprehensión de maleantes y la persecución de
bandidos. No obstante, algunos coroneles explotaron sus cargos de jefes guerrilleros para
construir su propios cacicazgos. “Superaron los límites de su autoridad y dirigieron
actividades guerrilleras no sólo en contra de terratenientes y sacerdotes, sino también contra
algunos enemigos personales agraristas, como en San Andrés Tuxtla, donde estalló una
auténtica guerra civil en la década de los años 30”.7

En la segunda administración de Tejeda, en la gobernatura del estado, Juan Jacobo


Torres y Juan Paxtián fueron elegidos para la legislatura local y Manuel Azamar, jefe de las
guerrillas, para la presidencia del municipio. El creciente control campesino de la política
municipal, no mejoró significativamente la crisis de los campesinos debido a la rivalidad
entre sus dirigentes, y su ansia de poder los llevó a una lucha frontal. Algunos, como Juan
Rodríguez Clara, fueron asesinados antes de realizar reformas agrarias de envergadura.8
Primitivo R. Valencia fue capturado cerca de la comunidad de Chuniapan, llevado a
Catemaco y fusilado cerca de la Laguna Encantada, por una traición de Juan Paxtián;9
Francisco J. Moreno fue muerto en el palacio de gobierno después de huir entre balazos por
estar en oposición con el gobierno de Heriberto Jara, quien argumentó que el agrarista se
6
Fowler Salamini, Heather; “Movilización Campesina en Veracruz (1920-1938)”; siglo XXI editores, 1979, p. 118
7
Igual que la anterior, p. 120.
8
Ver relato sobre el asesinato de Juan Rodríguez Clara en “Historia de San Andrés Tuxtla” de León Medel y
Alvarado, tomo II, pp. 217-220.
9
En la misma obra, tomo II pp. 256-268.

16
había vuelto loco,10 y Azamar fue expulsado de la Liga Campesina por haberse vendido con
los terratenientes siendo presidente municipal. Juan Jacobo Torres fue asesinado por órdenes
de Azamar, y Tejeda lo destituyó de la presidencia municipal en 1930, ocupando su cargo
Juan Paxtián, quien posteriormente se convertiría en diputado local en 1931, formando su
propio cacicazgo mediante el uso de la fuerza, la intimidación y el terror.11

La tutela del gobernador a la Liga campesina hizo que ésta se convirtiera en una
fuerza política y militar muy fuerte en el estado y en el país, y convirtió a Tejeda en una de
las figuras más importantes a escala nacional. En esos años, el gobernador Tejeda logró
expedir un número considerable de resoluciones provisionales en favor de los campesinos de
San Andrés, pero que constituían menos de un tercio del total.

Dada la cruenta lucha por el poder en la Liga campesina, el nuevo gobierno decidió
desarmar a las guerrillas en 1933. Paxtián ejerció, entre tanto, un fuerte control entre los
ejidatarios de Axochío mediante el terror y el uso de la fuerza. Los beneficiarios directos de
estas acciones fueron los terratenientes, que aprovechando la desorganización y miedo de los
campesinos hacia sus dirigentes, bloquearon deliberadamente el proceso de distribución de
tierras.

La última etapa del agrarismo en los Tuxtlas se inició durante el período de Lázaro
Cárdenas en la presidencia de la República y de Miguel Alemán en la gobernatura del estado.
Su dirigente local fue Enrique López Huitrón que llegó como inspector de distrito escolar a
San Andrés. Fue defensor de las ideas de Lombardo Toledano y formó sindicatos obreros y
campesinos en todo el municipio. Con el arribo de Huitrón, Paxtián y otros dirigentes
agraristas como Manuel Pretelín y Juan Anota comenzaron a pelear el control de la
organización. Fue en esa época, entre 1936 y 1940, en la que se dictaron la mayor parte de
resoluciones presidenciales (26) y provisionales (16) en favor de la entrega de tierras ejidales
a los campesinos de San Andrés y de todo el país. Aunque la mayoría de ellas sostuvieron
rezagos hasta la década de los ochentas, estas cifras fueron las más elevadas entre las
regiones del estado de Veracruz.12

La existencia de una élite campesina con una fuerte movilidad social y política que
influía en la vida municipal, no logró a lo largo de casi dos décadas modificar por su propio
impulso e intención la estructura agraria básica del municipio. Muy por el contrario ésta,
aunque en papel, fue modificada por la decisión del presidente de la república, y fue
aplaudida por los campesinos debido al tremendo cansancio de la cruenta lucha entre sus
dirigentes campesinos y no campesinos. Lázaro Cárdenas fue, por encima de Tejeda y de los
dirigentes locales, el artífice de la reforma agraria que quedó en la memoria de los

10
En la misma obra, tomo II pp. 239-240.
11
Referencias al tipo de terror que infundía Juan Paxtián en “Historia de San Andrés Tuxtla” tomo III de León
Medel y Alvarado; edición príncipe, 1994. Gobierno del Estado de Veracruz, pp. 123-128.
12
Fowler Salamini, obra cita, p. 190.

17
campesinos, como el fin de la época de la opresión de los terratenientes y del terror de los
dirigentes agrarios.

En Axochío13
Por el año de 1924 recorría las organizaciones campesinas de esta región de los tuxtlas el líder
incansable Juan Rodríguez Clara, ese del agrarismo. Visitaba las organizaciones, para llegar a
conquistar la parcela que ahora trabajamos, por eso es que él andaba a las escondidas. Llegaba a una
organización y pasaba las noches escondido en tal o cual comunidad. Andaba por dondequiera. Una
vez iba a pasar la noche aquí en Axochío, pero resolvió ir mejor a Tilapa, ahí ya estaba cerca de los
caminos, porque lo perseguían mucho. Se escapó varias veces hasta que lo agarraron en Rodríguez
Clara, por eso le pusieron Juan Rodríguez Clara a esa población. El fue un líder agrarista que venía de
los centros de Veracruz como Ursulo Galván o Cecilio Prieto. ‘En 1932, se da la lucha por el
agrarismo en contra de la guardia blanca. Allá debajo del mango anduve huyendo porque la guardia
blanca entonces estaba a favor de la reacción como a la fecha ha venido pasando’.

Con Gral. Lázaro Cárdenas teníamos todo, si queríamos armas él las mandaba en el tren para
que defendiéramos nuestras tierras. Juan Paxtián estuvo aquí cuando el general Cárdenas. También
Romualdo J. Cházaro que fue su agente confidencial, aquí estuvo en Axochío, era un grandote y muy
valiente. Un día pasaron los federales, y uno le dijo ‘se llevan a un campesino’, que va sacando su
escuadra y la decargó y le metió un tiro. Juan Jacobo Torres también fue diputado federal, y junto con
Cházaro, Gazcón y Justiniano Moreno aquí hacían sus juntas. Venían a unir todas las organizaciones
desde las galeras de los trabajadores de tabaco hasta acá, esto estaba concentrado de a tiro en esta
región. Los dueños de las tierras antes de que se repartieran los ejidos eran los terratenientes que las
tenían abarcadas más allá de donde uno ve. Aquí eran tabacaleras grandes de Antonio Solana. Era un
peligro, mucho más que ahora, porque se empezaba a luchar por conquistar la tierra que trabajamos, y
estos hombres murieron por defender precisamente esto, la tierra y los ideales del general. Sin
embargo los terratenientes trataron de reconquistar las tierras que eran del campesino. Convencieron a
un campesino para que delatara en una junta y dijera cosas de los agraristas. Esto fue con el único fin
de sacudirse de Juan Paxtián porque se volvió un dictador. El que hizo este trabajo no fue sincero a la
causa. La guardia blanca invadió una parte de Axochío, entonces nos dimos cuenta quién fue el que
hizo el negocio. Juan Paxtián dijo: ‘los que vendieron están en esta organización, están aquí en la
junta’. Juan Paxtián fue mi cuñado, ahí está mi anciana que es hermana de Juan Paxtián, y no me va a
dejar mentir, él trabajó con el general Cárdenas.

En aquel entonces tenía todo, era un hombre bien guapo, no tenía porqué entregar su vida.
Pero lo mandó el general, y a él no le importaba si había agua, sol, frío o calor, con sus botas bien
puestas, traía a los campesinos y aquí hacía las juntas. Su mujer era una muñeca y su niña también, y
las dejó... no todos lo hacen.

Juan Paxtián hacía una cosa, si aquí atravesaba un desconocido lo mandaba a agarrar, y
¡vámonos al cuarto!, y si no les convenía los colgaba, ¡vámonos al cuello! y por eso decían que en
Axochío no se podía pasar, le tenían miedo. Juan Paxtián trabajó de acuerdo con Lázaro Cárdenas, iba
a Axochío cada ocho días, hablaba, cuando si se tratara de unos dos mil hombres, o de unas cuantas
mujeres, él hablaba.

13
Entrevista realizada a José Melchi el 2 de mayo 1996 en la comunidad de Axochío, municipio de San Andrés
Tuxtla.

18
Juan Paxtián no sabía leer, y como le dijeron “tu representas tantas organizaciones y necesitas
poner tu firma, el la ponía. Lázaro Cárdenas decía ‘tu serás presidente municipal’ y llegó a serlo, el no
sabía leer pero eso sí “cabrón hijo de un rico que hiciera chingaderas en la calle, que se extralimitara,
lo mandaba a agarrar, lo hacía barrer, ‘¿que porque sus tatas tienen dinero? a mí me van a respetar y
que venga tu tata, ¡que venga ándale, cabrón!’. Después fue diputado local. De presidente quiso ser
diputado, y llegó a local, ahí estaba Enrique López Huitrón con él. Estuvo en Xalapa, pero como era
abusado, como descubrió que le estaban buscando la cama para tronarle, se vino antes de que lo
mataran. Se murió por enfermedad, pero que lo mataron aquí, no, aquí cuando lo vinieron a agarrar le
metieron ametralladora, no recuerdo cuantos hombres le metieron pero salió sano. El era valiente, a
este Juan Paxtián le seguían todos en San Andrés: Antonio Gazcón, Manuel Azamar, Juan Jacobo
Torres.

En 1937 llegó Enrique López Huitrón, fue cuando el general Cárdenas estaba en el poder. El
era inspector escolar y vino por parte del general. Axochío es una cuna del agrarismo en San Andrés.
Cuando el general Cárdenas vivía, entraban tres mil hombres con fusiles. Aquí hay fuelles
precisamente, que nos dejó Enrique López Huitrón. A él lo amenazaron constantemente por defender
las ideas del general. Tuvo avisos, le dijeron: ‘hemos venido para decirte que te regreses por donde
llegaste’, pero él decía, ‘no hay nada que puedan hacer’, y traía como cuarenta o cincuenta hombres
con pistolas que estaban dispuestos a defenderlo. Pero resultó claro que el que quería a Enrique era un
cazador bueno, lo acorralaron en el camino, echaron a Enrique en medio y le dieron unos balazos.
Pero el que lo mató no duró pero ni diez días, tenía que morir, era un gran estorbo, era otro inspector
que se agarraba de la mano campesina, eso yo lo vi’.

La vieja utopía cardenista.14


El clamor de los campesinos de todo el país que motivó movimientos agraristas
regionales en la primera mitad del siglo, fue configurando uno de los aspectos más
importantes en la vida política del México posrevolucionario. Los políticos de entonces, en
especial los militares que ocupaban gran parte de la escena nacional, medían sus fuerzas en
función a la base militar campesina que tenían. “En el curso de los años 20, al menos cuatro
alianzas regionales prefiguraron los temas, las ideologías y el programa que en la década
siguiente parecían unidas en el cardenismo: 1) la de Felipe Carrillo Puerto en Yucatán, sus
ligas agrarias y su partido socialista del sureste; 2) la de Adalberto Tejeda en Veracruz, sus
ligas agrarias y el partido socialista de las izquierdas; 3) la de Saturnino Cedillo en San Luis
Potosí y su cacicazgo agrarista y; 4) la de Lázaro Cárdenas en Michoacán y su confederación
revolucionaria michoacana del trabajo”.15

La vida política nacional de aquella época (la época del maximato de Calles),
dependía mucho del equilibrio de fuerzas que estas cuatros alianzas generaran en las
candidaturas a la presidencia de la república. Y una y otra representaban una amenaza para
cualquiera de las cuatro fuerzas político militares. Cada una quiso extender su influencia a
14
En su mayor parte este título esta basado en el libro “El cardenismo, una utopía mexicana” de Adolfo Gilly;
editorial Cal y Arena, primera edición 1994.
15
Gilly, Adolfo; “El cardenismo, una utopía mexicana”; editorial Cal y Arena, primera edición, 1994, p. 190.

19
nivel nacional en el juego de la sucesión presidencial. En particular, “la estrella de Adalberto
Tejeda entró en declinación, junto con la de sus ligas al comenzar la década de los treintas,
combatido por el estado nacional y su partido, el Partido Nacional Revolucionario (PNR), y
desarmadas sus guerrillas de campesinos por el ejército mexicano a partir de 1931 y sobre
todo desde fines de 1932, como forma de contrarrestar las aspiraciones del propio Tejeda”. 16

En 1933, el general Lázaro Cárdenas fue llamado a colaborar con el gobierno de la


república en la Secretaría de Guerra. Este, para ganar ventaja sobre quienes también tenían
aspiraciones presidenciales, argumentó que los tiempos de paz imperantes no daban lugar a
que existieran guerrillas armadas. Dentro de esta medida, se contemplaba el desarme de las
milicias campesinas de Tejeda por ser las que representaban la amenaza más grande a las
aspiraciones de Cárdenas. “No deja de ser irónico, así como un signo de complejidad política
que privaba en el ‘maximato’, que quien diera la orden de iniciar esta feroz batida al
movimiento campesino de Veracruz fuera un agrarista, Lázaro Cárdenas, quien se había
mostrado aún más fiel que Tejeda para luchar dentro del cause de las instituciones
establecidas” 17

Cuando llega Cárdenas a la presidencia de la república, muchas de las medidas que


tomó fueron una conjunción de diferentes factores que motivaban sobretodo, su estancia en
el poder. Desterró a Calles y a Tejeda, pero Saturnino Cedillo representaba, en lo agrario, su
principal amenaza y en lo energético, las relaciones internacionales. “La expropiación
petrolera de Cárdenas lo hizo popular entre todas las clases y le dio la estatura de héroe
nacional, y sin embargo, en realidad, fue su programa de reforma agraria el que tuvo el
impacto más profundo sobre la estructura social tradicional de México, y el que, más que
cualquier otra medida, llevó a su realización después de casi dos décadas de retrocesos, los
objetivos sociales de la revolución y de la Constitución de 1917”.18

En efecto, el artículo 27 como quedó plasmado en la Constitución de 1917; las


propuestas sobre el uso del suelo y del subsuelo de la nación, permitían diferentes lecturas de
los gobernantes sobre el uso de la explotación de la tierra y del subsuelo. Los callistas, con
una concepción capitalista, pugnaban por el dominio privado de la tierra por parte de los
campesinos y la concesión de la explotación del subsuelo por parte de las compañías
petroleras y mineras como el desarrollo que México necesitaba. Esta es una de las muchas
razones que pueden explicar porqué los movimientos campesinos regionales en el estado de
Veracruz no tocaban un fondo real en sus aspiraciones reales. Con las medidas de Cárdenas
quedó de manifiesto que para los campesinos y los trabajadores, las reformas de aquel
entonces al artículo 27, y la expropiación petrolera, representaron los anhelos y la expresión

16
Igual que la anterior, p. 191.
17
Igual que la anterior, p. 191. Cita a Romana Falcón y Soledad García Morales en su libro “La semilla en el surco”
capítulo 6 pp. 311-314. El Colegio de México.
18
Igual que la anterior. Cita a Joan Bazant en su libro “A concise history of Mexico- from Hidalgo to Cárdenas
1805-1940”, Cambridge University Press, 1977 p. 187.

20
máxima de los frutos de la revolución: el suelo y el subsuelo, propiedad exclusiva de la
nación y de los mexicanos, su explotación.

Así, la utopía cardenista se finca sobre la base del nacionalismo, y sobretodo de la


determinación de una figura personal, con un estilo propio de gobernar y con un sentido de
unidad del pueblo mexicano. Determinaciones que llevaron las resoluciones presidenciales
para la constitución del mapa ejidal que se prefiguraría sobre el país en las décadas
siguientes.

No obstante los logros de Cárdenas en las reformas al artículo 27, lograron prefigurar
los ejidos de la región de los tuxtlas, para muchos campesinos “la incapacidad del
Departamento Agrario en las décadas siguientes, para completar la aplicación de las
resoluciones emitidas en la época de Cárdenas, permitió la aparición de nuevas formas de
latifundismo y el ascenso de una fuerte asociación de ganaderos a una posición dominante en
la política municipal y la continua dependencia del campesino (de parte de los) de los
intermediarios urbanos para la comercialización de los productos”.19

En las décadas siguientes al período de Cárdenas, las comunidades campesinas de San


Andrés se comenzaron a dividir políticamente para sacudirse de los resabios de algunos de
los líderes agraristas que quedaban, como Juan Paxtián. La división surgió bajo las siglas del
Partido Popular Socialista (PPS) en contra de la políticas y del rezago agrario que significaba
el PRI. La experiencia organizativa de los campesinos logró unificarlos para apoyar, invadir
terrenos y luego destituir a Vidal Díaz Muñoz, que influído por las ideas de Lombardo
Toledano impulsó el PPS en la región.20

Don José Melchi21


Cuando murió Cárdenas nos quedamos huérfanos, en su gobierno entrábamos al palacio de
gobierno con confianza, era muy distinto, era un hombre que tendió la mano al que necesitaba, como
yo por ejemplo que soy un campesino, el obrero en las ciudades sufre necesidades, el sueldo no le
alcanza.

Después vino el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Popular Socialista, yo estaba


en el socialista representado por el señor Vicente Lombardo Toledano, quien organizó a hombres y
mujeres, ciertamente, en esa fecha yo tenía 150 mujeres bien organizadas y también hombres, y me
decían los tenderos ahí, ‘oiga usted y cómo te obedecen tantas mujeres que tienes tú, te van a chingar
sus maridos’, le digo ‘no las traigo obligadas, es su voluntad de ellas, yo las respeto, ellas vienen

19
Fowler Salamini, obra citada, p. 197.
20
“Monografía del poblado de Axochío, municipio de San Andrés Tuxtla, estado de Veracruz” escrito por Francisco
Quino Montes y editado en mimeógrafo por el Ayuntamiento Constitucional y el Comité municipal del PRI el 10 de
mayo de 1985.
21
Entrevista realizada en Axochío a José Melchi de 88 años de edad, el 23 de abril de 1995.

21
porque llegaron a fijarse y llegaron a pensar que por la lucha que llevamos nosotros, podremos llegar
al triunfo, a pesar de que a ustedes les causa risa porque son negociantes, tienen sus buenas tiendas’.

De los pioneros rojos, anduve después con Vicente Lombardo Toledano y un tal Vidal. Para
él Lombardo era un sabio, “de un cerebro capaz”. Vidal lo tenía, pero “como un práctico, no le daba el
cerebro de Vicente”. Vidal era un representante de todo lo que es el estado de Veracruz, se cansó
porque decía que habían muerto muchos líderes, se despidió diciendo que estaba cansado. Se fue a
Xalapa, y luego a México y “dije yo ya te chingaste ya te agarraste el dinero, yo me votaba por mi
idea”, sabía que si no moría por algo era el capital el que lo jalaba.

Yo estaba en el PPS cuando Vicente Lombardo Toledano, que se decía que era un líder que
buscaba el porvenir del que sufre, y de ahí me cambié con Vidal porque es igual, porque Vidal
buscaba siempre que al campesino se le buscara salir de la pobreza y llegáramos al triunfo, y que el
campesino mejorara, que trabajara con más facilidad, que tuviera manera de comprar el abono, todo lo
que se le echa a la planta, el fertilizante. Todo eso siempre está por las nubes, y claro que por ese
motivo, el campesino siempre sigue a esos sueños.

A veces no todos cumplen, pagan al campesino con mal, como pasa a los obreros, el capital
no tiene porqué estar en las manos a estos hombres poderosos, que hasta les hace daño el alimento
porque lo tienen de sobra, y tienen dinero como el chingao viejito ese, Fidel Velázquez, que está allá
su casa en Chapultepec, ¡ya hecho millonario el cabrón!, tanto que al obrero todavía lo tiene pobre, el
muy jijo. ¡Y todavía está ahí y todavía está echándole a uno que el PRD (Partido de la Revolución
Democrática) está en pañales, hijo de la chinchada como no me lo dice aquí!

En aquéllos tiempos, morían antes de traicionar, primero perdían mucho pero no traicionaban,
hoy posiblemente no los hay de esos. Murieron a la raya, pero ahora, posiblemente son pocos los
hombres que siguen hasta perder su vida, hasta entregar su vida por buscar el bienestar del que sufre.
Son pocos, por ejemplo, tenemos dentro del PRD, hombres muy dispuestos en la lucha, hombres muy
bien preparados, hombres que conocen la raíz de lo que es la política, hombres que se saben defender,
hombres que se van a otro país y se defienden porque se prepararon, pero pocos son los hombres que
mueren a la raya, ojalá de verdad Cuauhtémoc, por lo que toca a mi, se vuelva a postular al año 2000.

No sé qué tantos millones de hombres están en la miseria, y siempre estoy pensando que si
Cuauhtémoc llega a ser presidente, si llega al poder en el año 2000, no va a ser un hombre ingrato, no
va a ser un hombre que dice ‘yo ya estoy en el puesto’ o ‘el capital es muy fuerte’ o ‘que me van a
jalar para acá y me van a estirar para allá’. No señor, no se puede, porque es hombre que se dispone a
morir valientemente y no torcer el mecate, no torcer la reata, y dice aquí me muero antes de torcer la
reata, llegué al puesto que yo deseaba y estoy aquí sentado, puesto por los obreros, campesinos, el
pequeño comerciante y los que sufren, los que tienen menos. Y defendería a los campesinos porque, el
que sufre doble los golpes es el pobre campesino. Sufrimos el doble, porque el obrero hace sus paros
por ahí, y le aumentan un centavo más, nosotros qué podemos hacer para que nos aumenten. No,
nosotros ya somos de a tiro los que nos estamos acabando, así que, por lo que veo yo, esta lucha de
Cuauhtémoc es para eso.

Esto es una cadena que vino, desde el principio, desde Lombardo, de los pioneros rojos, de
allá para acá se vino y se vino y todos los líderes que se han venido abriendo, muriendo, porque ya
alguien murió, entonces el campesinaje ha venido precisamente, buscando a la sombra de un hombre
como te dije antes, que busca el porvenir del que sufre, desde el campesino, el pequeño comerciante,
los obreros y todos los que siguen jodidos y por eso es que estamos ahorita con el PRD, aunque dicen
que no llegará al triunfo, no importa nada, nosotros ahí estamos con Cuauhtémoc Cárdenas y con el
doctor Armando y todos estos hombres que como ideadores a esta lucha, hasta el momento han venido

22
luchando firme, sin dar un paso atrás, quién sabe más adelante, pero así han estado desde Armando y
todos los que siguen. Este doctor Armando también me aprecia mucho, y yo estoy contento. Yo
pienso que no soy mas que un campesino, y yo ¿en qué puedo servir?, pero él me quiere, Armando me
quiere, no agraviando a los presentes me quiere bastante, ‘ven José a la junta, mira yo te voy a dar para
tu regreso de tu pasaje ándale, y doctor voy a ver si vengo, pero es que ya estoy viejo, voy a ver si
vengo’.

Bueno porque recuerdo que Cuauhtémoc, por ejemplo, habló aquí en Cerro Amarillo, Buenos
Aires, ahí dijo, cayendo el agua, en el lugar del agente que mataron, que él tendría que luchar hasta
vencer, o morir, lo dijo, yo lo oí, porque no estamos solos, yo venzo o muero, estamos con él por eso,
y de ahí es una cadena.

En cambio hay campesinos, que por ejemplo los marea allá el cabrón que tiene dinero, que
para acá, que para acá no, pues si el campesinaje y el obrero en todo el país fueran unidos como un
solo hombre, hacíamos temblar al gobierno, pero no que hay campesinos que están al servicio del que
piensa como fregar a los demás. Nosotros queremos defender lo que nos corresponde como pobres,
ese es el sendero que nos corresponde como pobres. Esperamos con paciencia eso, que todo México,
con tantos hombres estudiados, compongamos el país. No que hay tantos que temen el morir, ¿porqué
será?. Hay hombres bien preparados, que conocen bien de cómo podrían desvanecer a un gobierno
que está cometiendo faltas que no deben cometer, que está robando el erario del país, y ¿porqué razón
ellos, que conocen, tienen miedo?. Yo me pienso, estos hombres que tienen, que están bien
preparados, que estudiaron, será posible que son mexicanos, su tierra es aquí, están viendo lo que está
pasando y no hacen nada.

Los países han estado encadenados con la misma cosa de tener al pobre marginado, en todo el
mundo. En algunos países posiblemente el campesino se conocerá cuando anda trabajando, pero una
vez que dejó de trabajar y tiene unos días de descanso, ya viste mucho mejor que nosotros. Un
campesino arreglado en una ciudad de éstas, en un país de esos, ya no lo conocen, porque ya visten
mejor que uno. Hay países donde el campesino va a pasear un domingo, o un sábado deja de trabajar y
se arregla y ya no se le conoce que es campesino. Ahora aquí, con nosotros, sí es conocido, porque nos
hace falta toda aquella oportunidad que el gobierno da en otros países. Por lo regular hasta ahorita, los
pensamientos de los gobiernos de todos los países, han estado doblando el dedo en bien de la clase que
sufre, para ver el porvenir del que sufre en el campo, del obrero y todos los demás. Aquí los lamentos
se oyen hasta en la difusora, se lamentan de que ya no se puede vivir, que ya no se aguanta, no sé que
es lo que pasa, o es que los otros países se han vuelto locos. Ojalá que con Cuauhtémoc en el año
2000...

Cuesta Amarilla.22
Se fundó el ejido en el año de 1943 cuando se dio la posesión, y la gestión se hizo en el año de
1934. En 1943, cunado el ingeniero Plascencia vino a dar la posesión dijo que era una permuta: la
ranchería de los Naranjos pertenecía a Pueblo Nuevo, y la parte donde están ellos trabajando, también
iba a ser para acá. Clarito se ve lo que es la permuta. Vino el comisariado, nos enseñó en el plano: qué
es de Pueblo Nuevo, y qué nos corresponde a nosotros. El conoce, siendo un señor grande como yo
¿qué no va a conocer?, pero los señores de la autoridad quieren ser los primeros que se echan el capote
encima, conocen el lindero, pero yo también porque soy el fundador. Yo fui el primero que vine a
vivir aquí a Cuesta Amarilla. De los ejidatarios viejos existen doce del censo básico, son de primera

22
Entrevista realizada a Andrés Antemate Velasco el 9 de febrero de 1996.

23
generación, somos los que recibimos nuestro certificado agrario, todos los demás son de segunda y de
tercera, 490 hectáreas y 60 ejidatarios.

El comisariado iba por tres periodos. Se postuló nuevamente y nos dividimos. Nos trataron
como enemigos del pueblo, nos hicimos la división en el 77 y en las asambleas siempre nos tiraban a
nosotros, y nos decían que nos iban a suspender los derechos. Luego el comisariado ejidal, que era
más que un simple ejidatario, quiso aprovecharse de los fondos del ejido y agarrarlos sin
consentimiento de los ejidatarios, entonces yo lo acusé por disponer de dinero que no era de él.
Fuimos a la Reforma Agraria en Xalapa, vino una investigación y me llamó el delegado agrario y me
dijo, ‘mañana mandas un individuo porque el personal va para allá’. Entonces mandé a Manuel Xoca a
San Andrés. Vino una comisión de Xalapa para hacer la investigación en Cuesta Amarilla al ejido
Pueblo Nuevo.|

Iba llorando, como sabía que él se había cogido los dineros y sabíamos que él era el único
responsable se vino de Tilapan y nos llamaron. Fuimos a la reunión, y les dije ‘este individuo a
dispuesto de los dineros de la comunidad y quiero que se sancione porque eso no está dentro del
orden, disponer de lo que es de la organización’. Por fin no le hicieron nada, porque se infiere que le
daría dinero al delegado, entonces él vio que yo estaba en su contra y empezó a minarnos. Quiso, en
esa fecha, que nosotros no cooperáramos en el servicio del cementerio, en el servicio de la escuela, en
el servicio de la parcela, todo. Se nos prohibió a los niños que fueran a la escuela, se nos prohibió
enterrar a nuestros muertos en el cementerio, condenó la puerta del cementerio.

Querían corrernos del lugar, quitarnos el derecho de ejidatarios. Nos tomaron como malos
elementos, no dejaban que nos acercaramos a las asambleas, querían que no diéramos servicio, que
pagáramos 3 millones de pesos. A los niños les cerraron las puertas porque no querían que fueran a
estudiar, lo que hicimos fue que los mandamos al otro poblado. Se alegaba suspensión, privación; y
cuando no pudieron hacerlo, se hicieron los alegatos, salieron favorables todos sus papeles y buscaron
la lotificación.

El presidente municipal me llevó a Xalapa y habló directamente con el delegado. Nos dijo que
nos iban a dar los certificados. Nos pidieron 30 mil pesos por cabeza, por los certificados. El individuo
que se interesó que iba a gestionar lo de los certificados se trabó el dinero y fuimos a hablar
directamente con Rivadeneyra. Le llevé un guajolote y le dije ‘mire usted licenciado ayúdeme sobre
este problema’. ‘Sí, sí te vamos a ayudar, espérate’, y agarró el totol, lo mandó a su casa, habló a sus
secuaces y preguntó ‘el comisariado está en contra de usted, si yo mando el personal, no lo recibe,
pero yo le voy a buscar la forma’. Se entregaron 5 certificados, esas 5 personas firmaron el documento
de recibido y se lo sellaron y mandaron un comisionado. Pero el comisariado, nos mal vio, nos intrigó,
nos puso en mal con las autoridades, decía que aquí estas tierras no las trabajábamos, que las tierras
ejidales las estábamos arrendando. Vino a ver el comisionado que las tierras estaban trabajándose,
pero en una de las promotorías, el promotor Severino Alba Morales, nos partió el queso y todas las
actas las hacía en contra de nosotros, porque estaba coludido con el comisariado

De plano de la misma autoridad no queríamos nada. En ese partido, el PRI (Partido


Revolucionario Institucional), íbamos al municipio, y tampoco nos hacían caso. Muchos nos decían:
‘váyanse con un partido diferente, si ustedes no se van, los van a hechar para fuera’, Había muchos
compañeros más preparados y ellos nos decían que estaban peleando su derecho propio, pero que
aquellos eran mayoría. Ellos hicieron lo que quisieron mientras la gente se prestaba para todo, y
nosotros estos no podíamos hablar una palabra porque eran espinas para ellos, se nos iban encima o si
no hasta nos golpeaban.

24
Luego les dieron unos certificados agrarios, vinieron unos comisionados de Xalapa. La
autoridad nos negó los certificados, se regresó a Xalapa y ahí los cancelaron porque no teníamos
medios económicos suficientes. Nosotros nos metimos con el partido del PARM (Partido Auténtico de
la Revolución Mexicana). Fue un señor que se le llamaba Guillermo, se sacó cuando estaban
cancelados en Xalapa.

Cuando participamos en elección del PARM fue cuando no nos querían dar los certificados.
Nosotros no participamos con ese partido, pero Guillermo González Landero, el candidato, era
bondadoso conmigo, trataba de ayudarme. Cuando el PARM ganó una regiduría en San Andrés
Tuxtla, en el trienio 80- 82. En el 80 se dio la orden de que se nos entregara los certificados agrarios,
como nosotros éramos 17 que no nos podía ver, a esos 17 no se nos quiso entregar certificado agrario,
cuando nos dimos cuenta el ingeniero ya andaba midiendo. Entonces me fui a Xalapa, con un
ingeniero y le dije: ‘mire licenciado los lotes que están repartiendo no son iguales unos son más chicos
que otros’ y me dijo ‘sí como no Andrés, lo vamos a componer y llamó al ingeniero y le dijo que fuera
a Cuesta Amarilla, y viera la forma de que los lotes, fueran iguales, ni unos más grandes ni otros más
chicos, pero como le gustaba mucho tomar al ingeniero, no terminó de lotificar. Según el documento
de la delegación agraria dice que somos 47 pero como este comisariado ha metido a otros, no sabemos
cuantos están, cuantos los que tienen derecho, más la parcela escolar. En el 83 nos dieron el certificado
agrario, pero continuaron los problemas. No nos querían porque éramos de la oposición.

En el 88, nos adherimos al partido de Cárdenas, pero a esa gente no le gustó que fuéramos
partidarios de la oposición. En aquella ocasión golpearon a una muchacha del Frente Cardenista, le
pegaron, la sacaron de la casilla, y rápido comunicaron allá para que a los demás pobres que querían
votar no los dejaran. Con el PRD, hemos luchado la cuestión del voto y hemos querido luchar otras
cosas, pero también nos ha ido un poco mal. Vino lo del 92, cuando nos quemaron las casas y nos
corrió el cacique porque éramos del PRD. Estuvimos cuatro meses viviendo en el parque. Querían que
diéramos servicio 15 años como condición para regresar. Nos ayudaron en el partido y ahorita, quieren
que se haga el parcelamiento, hay un grupo que tienen acaparada la tierra, unos tienen 14, 15
hectáreas. Otros 2 o una y media. En la asamblea, pedimos que se haga el parcelamiento económico, a
cada ejidatario lo que le corresponda. Pero el comisariado y otros tres más no quieren. Quieren el
parcelamiento del ejido pero así como están, el que tiene 10 que se quede con 10, y el que tiene media
que le quede la media. No es correcto porque nosotros expusimos nuestra vida, en aquella época de los
latifundistas que no nos podían ver porque estábamos luchando las tierras. Aquella época en que
estuvo un mentado Juan Paxtián y que todos teníamos miedo. Ahora los que no lucharon y no se
sacrificaron, esos son los ejidatarios, ellos que no vieron lo que hizo el general Lázaro Cádenas.

Teodoro Olín.23
Yo no fui un ejidatario de resolución presidencial, yo fui un ejidatario con derecho, porque
cuando se hizo el emparcelamiento, yo estaba cultivando parcela. Se aplicó la ley en la que, el que
estuviera cultivando parcela durante dos años tenía derecho. A mi y a varios individuos nos dejaron
como ejidatarios. A mí me dejaron mis cuatro parcelas. Otros ejidatarios no quedaron dentro del
emparcelamiento. Por abuso de poder, les decían: ‘va para afuera’. Desde el 48 se formó el ejido y
desde el 57 ya formé parte de la sociedad ejidal. En el 63 nos revelamos contra el comisariado,
nombramos un candidato, y logramos ganar. Teníamos mayoría, teníamos el poder. Se sabía que esas
tierras eran parte del ejido pero el plano no aparecía. Lo modificaron, lo tenía en su poder. Era un
plano que amparaba nada más estas tierras constituidas como pequeñas propiedades. Decía la

23
Teodoro Olín Melchi, entrevista citada.

25
documentación que se trataba de un convenio, de una permuta que nunca se cumplió. Conseguimos la
resolución presidencial, la auténtica, que amparaba la resolución de las tierras. Nos fuimos a la
Reforma Agraria donde un abogado que nos defendió nos dijo, ‘este pleito huele a cárcel y huele a
cementerio’.

El dueño se llamaba Octaviano G. Carreón, pariente de Rafael Carreón al que le ganamos en


el 91, que tuvo una hacienda que dicen que llegaba hasta Covarrubias, dicen que fue muy importante,
que fue compadre de Porfirio Díaz.24 Había un grupo apoyado por Octaviano y por ese motivo me
quitaron mi parcela, me involucraron con un muerto que hubo, con pistola en mano. El otro llevaba
pistola y le acomodó un tiro y en esta muerte nos involucraron a nosotros, dijeron que fulano le dieron
de machetazos después de muerto y que le robaron, era un comerciante que traía dinero y que lo
asaltaron ¡y como tenían influencias con todas las autoridades ya hasta con el gobernador...! Al otro
día se metieron como 150 a mi parcela, tenía yo una platanera. El diputado Ernesto Medel quiso
ayudar a esta gente. Nos quitaron el comisariado, se unió con la gente que estaba en contra de él y en
contra de nosotros. Trataban de convencernos que dejáramos solo a quien estaba defendiendo el pleito,
pero no, a mi gente no la voy a traicionar. Iban a ejecutar una resolución presidencial de 1968.
Estábamos en el 72 y le digo ‘no, la ley dice que cuando se trata de dos resoluciones o más se le dará
derecho a la de más antigüedad, y la que tenemos nosotros es de 1932’.

Entonces así sucedió, llegamos al momento en que nos destruyeron, no nos dimos cuenta, no
protestamos, no nos inconformamos. La hicieron a puerta cerrada, y por nosotros metieron a unos
nuevos y nuestras parcelas se las dieron a otros. Eas tierras, de 64 hectáreas se las repartieron a pura
gente que ni saben como se pelearon a los federales. Yo fui a parar a la cárcel, y los que no, tuvieron
que huir. Un 20 de junio de 1973, vinieron los federales, yo tenía una hectárea de frijol y unos
animales. No nos ganaron por derecho, sino porque se nos acabó el dinero. Con sacrificios,
conseguimos un amparo pero resulta que el líder que nos defendía, fue a conseguir el amparo y deja el
fuero federal afuera y nos investigan. El coronel, se informó de la documentación, cuando vinieron a
decir los señores: ‘tienen 72 horas para presentar los documentos de estas tierras, se salen o los
desalojamos’. Yo ya había leído el amparo tenía como dos meses que lo había conseguido. Se lo da al
mayor, después de que lo leyó, dice: ‘muy bien fundado, pero el problema es que está amparado
contra todas las autoridades menos contra mí, yo los puedo sacar a la hora que yo quiera, pero les voy
a dejar 72 horas’, y carentes de toda sabiduría nos dio el golpe el viernes, quisimos defendernos el día
domingo, pero perdimos nuestras parcelas y perdimos todo.

Antes militábamos en el PRI, éramos de la Liga Agraria, y del Comité Regional Campesino.
Frecuentábamos las juntas, era una central campesina, cuando la manejó Martín Anota. Se vino a
degenerar cuando ya fue Miguel Toto. Nos afectó eso, nunca quisimos dejar el PRI, pero en el PRI nos
apoyaron por un lado y por otro nos daban palos. Entonces ya funcionaba aquí un partido de oposición
que tenía fuerza, pero nunca quisimos dejar el PRI. Se manejó un Partido Popular Socialista, que
manejó el papá de Xicotencalt Anota, pero nosotros no quisimos traicionar al PRI. Inclusive en
Xalapa, dijo un señor que se llama Santiago, ‘si ustedes no se salen de la Liga van a perder el pleito,
porque ustedes son 35 campesinos, y yo con 7 le gané, pero tuve que salir del PRI’.

Los dirigentes de la CNC (Central Nacional Campesina) competían para las cadidaturas para
la presidencia municipal en el municipio. Se manejaba de una forma, los candidatos tenían que ir
primero a amarrarse con el secretario general para poder salir electos, pero ya traían el avance el
Comité Regional que hacía los acuerdos y los turnaba a la Liga, quien le daba el visto bueno. Cuando

24
Referencias a los abusos de Octaviano Carreón a principios de siglo, en “Historia de San Andrés Tuxtla” de León
Medel y Alvarado, tomo II, pp. 164-165.

26
la Liga decía que iba a ser el fulano, ya se destapaba el candidato. Pero cuando Miguel Toto entró, se
dividió el Comité Regional y así empezó a hacerse la división en el mismo PRI.

La historia política de San Andrés Tuxtla.


En la historia de San Andrés Tuxtla, como en pocas regiones del país, los campesinos
han desarrollado una cultura de participación política, donde las motivaciones son diversas.
Los anhelos y las aspiraciones de los políticos locales se van alejando unos de otros hasta
configurar un entrecruce de contradicciones históricas que estallan a un alto costo social.
Estos entrecruces entre los anhelos locales, las aspiraciones regionales de las dirigencias
políticas y sociales y las determinaciones nacionales representan síntesis históricas de
oposición a los cacicazgos.

El régimen de partido de Estado configuró a lo largo de su consolidación, la perfecta


armonía que ‘debe existir’ entre los intereses caciquiles locales y las instituciones públicas,
controlando los anhelos y demandas no resultas en favor de los campesinos. El discurso
revolucionario del PRI y de las centrales campesinas, por décadas, se encargaron de ajustar
los anhelos a promesas que no se iban a cumplir, a los intereses económicos reales de los
ganaderos y sus nuevas formas de latifundio. El control político del municipio, no estaba
determinado por la organización o comunidad de la que procedía el candidato a la
presidencia, sino por la exigencia económica de desarrollar la cabecera municipal, por ser
paso obligado para el comercio entre la capital y el sureste del país. Así, cada dirigente
agrario va encontrando en sus aspiraciones políticas, el precio que los ganaderos,
comerciantes y terratenientes imponían, creando nuevas formas de cacicazgo y; a su vez,
cada viejo o nuevo cacique, va encontrando su lugar dentro de las instituciones que les dan
cobijo ‘para preservar la paz social’.

La historia agraria de San Andrés está cruzada por los relatos de los agraristas, las
resoluciones presidenciales de los años treinta y los innumerables problemas que se tuvieron
posteriormente. Poco a poco, la lucha agraria fue encontrando caces políticos incipientes, con
los que se pretendía acceder a una esfera de relaciones que pudiera resolver los conflictos
ejidales. Sin embargo, el PRI logró mantener un control férreo sobre la política, evidenciando
el papel del cacicazgo agrario en el soporte institucional del país.

La figura del general Lázaro Cárdenas, como político que logró resolver el problema
del latifundio, cada vez se correspondía menos con la idea de que por los cauces
institucionales, creados por él, se pudieran resolver los conflictos agrarios. Sólo la idea de la
oposición política podía desafiar a las instituciones. Aquellos campesinos que iban
encontrando motivos de disgusto e impaciencia, desarrollaron un sentido de audacia que se
sale de las normas establecidas por el código implícito de lealtad a las instituciones, y queda
marcado para la población y para ‘la historia’, como violento, o en el mejor de los casos,
como iluso.

27
Medel y Alvarado recoge algunos testimonios de voluntad de cambios a nivel de la
competencia electoral en el municipio, pero su crónica no permite vislumbrar más que la
resignación del ‘voto nuevamente burlado’.25 En estas crónicas se puede apreciar como el
autor centra los acontecimientos, como motivados principalmente por actores sociales y
políticos interesados en el mejoramiento urbano de la cabecera municipal. Un fuerte
sentimiento regionalista y localista cruza las apreciaciones del autor, donde las personas de la
cabecera van, poco a poco, constituyéndose en la aristocracia municipal. La gestión de los
presidentes municipales es recordada por una larga lista de obras realizadas en el lugar donde
residen los poderes municipales y una sola obra rural importante en cada trienio.

Durante mucho tiempo perduró, en la mayoría de la gente, la apatía de la participación


política como ciudadanos. Las candidaturas pasaban a ser peleas y motines por la
designación al interior del partido oficial o de designaciones de candidatos de los que jamás
se había oído nada.

Podría decirse que la elección de presidente municipal de Guillermo Alonso Porras en


1985 fue la última elección en la que el PRI ganó por amplia mayoría. Para el cronista de la
ciudad, Guillermo Alonso Porras “fue el último eslabón de la cadena de tranquilidad de San
Andrés Tuxtla... de ahí, del 88 para acá, ha sido una división terrible dentro de las filas del
PRI y lógicamente a río revuelto ganancia de los partidos de oposición.”26

Alonso Porras conocía muy bien las carencias del municipio y la gestión municipal
porque, en dos trienios consecutivamente, fue el secretario del ayuntamiento. Conocía bien a
los sectores priístas del municipio, y para éstos él representaba el protitipo de una persona
que ‘ha hecho carrera en la administración pública municipal´. Era candidato ideal a la
presidencia. Tenía los nexos necesarios con los representantes populares del municipio, y en
la imagen de los priístas, los nexos suficientemente claros con secretaría de gobierno y el
gobernador en turno. Sabía manejar la política municipal de entonces e influir en los jueces
de barrio, comisariados ejidales y agentes municipales para ser nominado. El licenciado
Cárdenas Oliveros, impulsado por los empresarios, era su fuerte contendiente en esa elección
interna.
...hubo en esa época, la decisión para nombrar candidato a Cárdenas Oliveros quien siempre ha estado
con el escudo de grandes empresarios tuxtlecos y eran los que abogaban por él ante el comité directivo
estatal del PRI. Pero, todavía faltaban cinco minutos para las doce de la noche, hora en que se cerraba
la convocatoria para el nombramiento del candidato a la presidencia municipal en esa época y
Cárdenas era el que punteaba. Dentro del PRI ha habido siempre entre 10 y 15 gentes que quieren ser
candidatos, nadie quiere pero a lo último todo mundo se registra y llega el momento en que designan a
Guillermo Alonso Porras y Cárdenas Olivares una vez más se queda a la deriva del río porque en dos
o tres ocasiones intentó ser el candidato por el PRI.27

25
Obra citada, tomo III p.426, 650-660.
26
Entrevista citada al cronista de la ciudad.
27
Igual que la anterior.

28
En ese período y en los anteriores no había habido una oposición política partidaria
contundente. Existían el PRI, el PAN, el PARM, el PMS y el PST. El PAN con muy poca
fuerza política era dirigido por el contador Emilio Cedas, Mayín Lagunes, Mario Lagunes y
el contador Ricardo García Figueroa que después fue diputado. El PST era el partido
opositor que tenía un poco más de trabajo en el municipio por algunas luchas agrarias y
reivindicativas.

El ambiente en esa época era de tranquilidad política. Lo que se comentaba en las


calles eran las noticias nacionales, no había mucha participación ciudadana en las elecciones
locales para presidente municipal o para diputados. En la elección interna del PRI, se
decidían sus candidatos y luego era automático que fueran presidentes o diputados.

En el PRI, generalmente, se elige el candidato desde arriba, aquí siempre ha existido ese tipo de cosas,
del PRI estatal designan a alguien, y no hay más que ‘la cargada’, como se dice en el argot político.
Salen desplegados para unirse al candidato que supuestamente es el más idóneo, pero la decisión es
invariablemente de arriba. Son los sanandrescanos que ocupan puestos de elección popular, los que
influyen en la designación de los candidatos a la presidencia municipal. Los ‘viejos de la política’ son
los consultores para decidir quien puede ser el candidato idóneo para ese tipo de ‘encargo’. Los
sectores del PRI no tenían fuerza de decisión sobre las candidaturas, salvo la CNC que son los que
más eco habían tenido anteriormente. La CTM, la CROC y la CNC, podría considerarse que tenían
más gente como ‘chambistas de la política’ para poder hacer presión en la designación interna. A partir
del 88, la ganadera es la que empezó a tomar más fuerza.28

Por otro lado, la CNC comenzó a tener problemas internos y eso fue un factor político
importante para el nacimiento de la oposición. La gente seguidora de Medel Martínez, líder
estatal de la CNC, que vivía en Sihuapan, empezó a tener diferentes grupos opositores en los
últimos tres años anteriores al 88.

Ernesto Medel Martínez dirigía un grupo muy fuerte de campesinos. En opinión del
cronista de la ciudad, “casi era el cacique político porque antes habían caciques de tierras,
donde influenciaban para la compra o venta de los productos o qué tipo de siembra habría de
hacerse, pero aquí el era el cacique político del PRI”.29 El pertenecía a la Liga de
Comunidades Agrarias y estaba muy ligado con todos los gobernadores del estado. Tuvo
grupos opositores en el 88, pero el descontento campesino, se venía gestando desde tiempo
atrás, y al llegar la ruptura en el PRI a nivel nacional con Cárdenas, mucha gente deja de
identificarse con él.

La nueva utopía cardenista, el imaginario en testimonio.

28
Igual que la anterior.
29
Igual que la anterior.

29
Esta configuración histórica de diversos hechos regionales y locales a lo largo del
siglo XX, se entrecruzaron con los hechos de la vida nacional, dando como resultado una
explosión de sentimientos que empujaron a la participación masiva de millones de
campesinos en todo el país. La memoria histórica de los campesinos, junto al cansancio y
desesperación de la situación existente en la región configuraron imágenes superpuestas en la
historia.

Con la postulación de Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la república, en


oposición al PRI en 1988, resurgieron las historias del movimiento agrarista de los años
treinta, las resoluciones presidenciales para la constitución de los ejidos en la época del
general Lázaro Cárdenas y los innumerables conflictos que se vivieron en torno a la tierra.

Cuauhtémoc cárdenas significó la síntesis de la oposición al régimen, los anhelos de


los campesinos por mejorar sus condiciones de vida y el espíritu aguerrido heredado de sus
antepasados.
En el 88 la gente se movió como impulsada por un resorte al saber que el Ing. Cárdenas se lanzaba de
candidato, el hijo del general Lázaro Cárdenas, conocido por lo que había hecho por los campesinos.
En la comunidad de Axochío, siendo presidente el general Lázaro Cárdenas, mandaba vagones,
porque anteriormente entraba el ferrocarril hasta San Andrés Tuxtla. Se decía que mandaba furgones
de material de campo, como azadones, machetes, y otras herramientas de trabajo para los campesinos,
y que además, les dio armas para defender su propia tierra. Y con eso poco a poco se fue dando la
aplicación del resparto, al menos aquí en el ejido, la gente se organiza en las asambleas ejidales cada
ocho días o cada fin de mes. La población ejidal es bastante fuerte, ideológicamente bien preparada.
Entonces esta es la gente que surgió con gran interés por ver un cambio en la política económica, más
que nada porque en ese tiempo se hablaba de la crisis que se vivió muy fuerte, que se venía
padeciendo desde la época de 1975, cuando vino Echeverría Alvarez, venía de devaluación en
devaluación, luego López Portillo, entonces la gente ya no confiaba en los gobiernos que salían del
PRI. Ellos querían un cambio, entonces cuando oyeron que el hijo del general Lázaro Cárdenas se
lanzaba como candidato, y además no había problema porque se podía votar por cuatro partidos y por
los cuatro partidos iban para Cárdenas. Entonces yo recuerdo que la gente se desbordaba en la zona,
un río de gente que seguía al hijo del general. Aquí hasta vino Cárdenas en ese tiempo, el ha venido
muchas veces, yo creo que si ha venido 20 veces ha sido poco. Para nosotros es una de las zonas más
visitadas por Cárdenas30.

Cuauhtémoc Cárdenas le agradó a la gente, lo queríamos ver. Lo queríamos conocer, cuál era el hijo
de Cárdenas, porque nadie lo conocía. Si ganaba Cuauhtémoc Cárdenas, no se qué es lo que haría él,
qué diera por los pobres, no sabemos. Pero como el decía que quería un cambio, pensaba por los
campesinos pobres y hasta ahorita oprimidos, hasta ahorita no hay trabajo no hay salario, y todo eso.31

La gente definitivamente consintió pues, por la victoria que contaban los antepasados, de que Lázaro
Cárdenas fue un hombre realista, un hombre luchador al lado del pueblo, que luchó por la causa del
pobre, por la expropiación del petróleo dejó huella en la república, en México. Dada la situación que la

30
Entrevista a Gregorio Antemate Santillán, 9 de febrero de 1995.
31
Entrevista a Alfonso Temich, comisariado ejidal de Texcaltita, 10 de febrero de 1996.

30
gente está pasando: crisis, enfermedades, no tiene buena preparación, no tiene buena alimentación,
etcétera, la gente decidió optar por un cambio... esa fue más que nada la situación de la gente.32

Cuando fueron las elecciones, cuando Octavio Capi que era el del comité de base, decía que Cárdenas
iba a ser el candidato, pues supimos que el papá ya era un general cuando ganó ¿no?. Por eso la gente
toda se fue con Cárdenas, por eso este va a ser bien como hizo su papá. Nosotros no nos dimos cuenta
pero la historia explica, hay historias, de que el señor ese, pues liberó mucho, como liberó la nación,
liberó a campesinos, dio tanta escuela, dio tierras, y vino por los pobres, y todo el petróleo mexicano,
lo que era mano extranjera lo quedo libre, y por eso con esa idea, que con esa explicación que nos
daban, nos dábamos cuenta y creímos en eso y como la historia lo dice pues, ni modo aquí vamos
adelante. Y así estamos en el 88.33

Es un período como de 5 meses de enero a julio del mismo año. Se tuvo presencia en todas las
comunidades, yo creo que el fenómeno cuauhtemista fue el que creó un punto explosivo en todas las
comunidades. Se pudo tener la representatividad porque no es la figura de Cuauhtémoc Cárdenas
como líder, sino la figura de su papá que hace que empiece a moverse esa base social que existe en las
comunidades. Yo creo que aquí en la zona existió un movimiento muy fuerte de lucha por la tierra
contra el cacicazgo de los terratenientes, como la familia Carreón que dominaba estas zonas en cuanto
a extensiones territoriales, hizo que en 1935 o 36 y 37 se diera el reparto de tierra por parte de Lázaro
Cárdenas, que formó grupos que luchaban por esa tierra, grupos armados. Entonces es donde viene la
cuestión de la figura de Lázaro Cárdenas, el general, que lo recuerdan como el tata.34

En 1988, cuando sabemos que nace el Frente Democrático Nacional, cuando hace un llamado
Cuauhtémoc Cárdenas, muchos ciudadanos del poblado participan a una reunión. Posteriormente, eso
se empezó a difundir, a pequeños rasgos a la comunidad, donde se mencionaba que venía la
candidatura del ingeniero a presidente de la república, y que nacía ese Frente Democrático. La
información recorrió de pueblo en pueblo, a donde venían pequeñas noticias que nadie sabía cómo, la
naturaleza del movimiento, hasta dónde iba a llegar y qué es lo que quería. De manera verbal se
conoció, no había una organización, nos comentaban y la verdad que muchos de los ciudadanos nos
dejábamos ir por ser el hijo del tata Lázaro Cárdenas. Entonces la gente empezó a creer que realmente
iba a ser el cambio pronto. La gente se movilizó, empezó a apretar motores, y a seguir con la idea de
que Cuauhtémoc llegaría a presidente de la república. 35

En la mayoría de lugares la gente se volcó hacia Cuauhtémoc Cárdenas y en otros no, pero
definitivamente fue la mayoría, en el 88 fue la mayoría, totalmente. En ese entonces me nombraron
como representante general. A un representante general le correspondía, cuidar siete casillas mínimo o
máximo, y en las siete casillas que yo cuidé, Cuauhtémoc Cárdenas se llevó el triunfo, totalmente,
rotundamente.36

... Ojalá quebrara el mango ahí donde vivo, eran las doce del día, nos organizamos, ni sabíamos de que
patín le íbamos a entrar. Toda la familia ahí estaba y rápidamente le dimos los datos y las credenciales,
y los priistas se reían de nosotros y les decíamos ‘algún día no te vas a reír de nosotros cuando más te
rías de mí te vamos a dar tus madrazos para que aprendas’. En el caso del partido estábamos en una
sola línea. Una sola línea que es la línea del PRI, partido oficial, pero cuando se mencionó que se
levantó el líder nacional que es Cuauhtémoc Cárdenas, que él va por un cambio, y nosotros nos

32
Entrevista a Héctor Málaga, en la comunidad de Tepancan, 30 de abril de 1996.
33
Entrevista a Vicente Temich en la comunidad de Texcaltita el día 10 de febrero de 1996.
34
Entrevista a Cándido Hernández el 6 de junio de 1995.
35
Entrevista a Gregorio Antemate, 6 de junio de 1995.
36
Entrevista a Olimpia Gracia en la ciudad de Xalapa, el 16 de mayo de 1995.

31
pronunciamos por un cambio, uno por uno se levantó un comité de base. De que no eran nada, y se
organizó la gente. El agente municipal es la máxima autoridad aquí. Nuestra gente aquí todo el cien
por ciento, podemos decir que era perredista.37

Empieza la insurgencia cardenista y empiezan los comités en cada congregación, gentes como un tal
Pantaleón, Cenón, que incluso volvió al PRI eran los promotores. Creo que ni en San Andrés había
estructurado un comité, el licenciado Fernando Palacios también pertenecía al trabajo del partido, y la
misma gente veía que no funcionaba el PRI y se iba cambiando. Cuando seguimos a Cuauhtémoc fue
que queríamos el cambio, porque veíamos a Cuauhtémoc, que era un hombre capacitado en las
entrevistas y en los mítines, a pesar de que tenía muy poca cobertura. El vino en su campaña a
Comoapan y luego a San Andrés, incluso se juntaron unos billetes, porque no había fondos, nos gustó
desde eso.38

Sí, yo creo que siempre a lo largo de la historia te vas a encontrar que la gente que mueve la cuestión
de los cambios es la gente mayor. Yo creo que es por toda esa presión que vivió que tiene el deseo que
las generaciones posteriores no tengan que sufrir lo mismo. Yo pienso que sí fue la gente mayor quien
motivaba, quien principia más la cuestión, aunque no te quiero decir que no había gente joven, como
los profesionistas que andábamos ahí, Armando Aguirre era una persona joven, yo en lo personal no
me considero viejo.39

Aquí quienes tienen simpatía por Cuauhtémoc Cárdenas es la gente humilde, claro con excepción de
alguno de buena profesión, como decía Armando los más jodidos. Alguna de sus llegadas de
Cuauhtémoc estaba esperando hasta las 11 y media, hasta mujeres, y para venirse en tiempo de aguas
hasta las dos de la mañana, caminando y con el aguacerazo, como a la tercera vez. Aquí vino
Cuauhtémoc, se desbordó la gente, no sé de donde salió tanta gente, y llega el ingeniero y nos
emocionamos y todo.40

Posteriormente cuando vinieron las elecciones la gente empezó a movilizarse, nosotros nos basábamos
de acuerdo al movimiento de los dirigentes que hicieron aquí en el municipio de San Andrés Tuxtla.
Nosotros nos integramos al movimiento cuando se lanza a la presidencia de la república el compañero
Cuauhtémoc. La manera en que nos organizamos fue a través del ejido, los ejidatarios, el comisariado,
el consejo de vigilancia, agentes municipales, fue que empezaron a difundir en la asamblea de
ejidatarios que se iba a cambiar, entonces la gente decidió por sí mismo optar por un cambio. Quitarse
aquella pesadilla que estuvimos pasando con el PRI de muchos años. Sabemos, por las informaciones
de los medios de comunicación, que no se ha trabajado en el PRI entonces la gente decidió agarrar un
nuevo rumbo con el nuevo movimiento. En cada congregación, por lo natural, existe un líder que la
gente quiere, un representante, que ha hecho obras en el pueblo, la gente se deja llevar por alguien que
haya dado un ejemplo en el pueblo, es decir, que haya hecho una escuela, un puente, una casa ejidal,
organizado una capilla o cualquier obra social. La gente cree en un dirigente que haya llevado un buen
ejemplo al pueblo, y así nos empezamos a involucrar, hasta que después empezó esto a crecer e
hicimos un equipo de organización.41

El movimiento del profesor Xicoténcatl Anota Barrios, Figueroa López, Armando Aguirre, Manuel
Pólito, son la gente que estaba en el movimiento, son los que empezaron a convocar y empezaron a

37
Alfonso Temich, entrevista citada.
38
Teodoro Olín, entrevista citada.
39
Cándido Hernández, entrevista citada.
40
Entrevista a Jesús Olín Arrez en la comunidad de Comoapan, el 29 de abril de 1996.
41
Héctor Málaga, entrevista citada.

32
congregar algunos otros líderes de las congregaciones que son los que hicieron el campo fuerte del
partido actual, esa gente fue la que empezó 42

Lo que yo pude observar era que la prensa, la radio y la televisión reprimían la noticia de la campaña
de Cuauhtémoc Cárdenas. Pero si en las estaciones de radio no se mencionaba para nada. Los
comentarios de un hombre a otro, de una ciudad a otra ciudad, o de una comunidad a otra comunidad
permitían, que la figura de Cuauhtémoc Cárdenas llegara a las comunidades, y es ahí donde más se
interesaban.43

La nueva complejidad política.


Los relatos, reflexiones y referencias sobre la vida política y social de San Andrés
Tuxtla prefiguran una serie de nudos de reflexión que son importantes de señalar para la
lectura de lo que resta del texto. Aunque buena parte de la narración y los testimonios
carecen de análisis, al final se intentará hacer una reflexión final sobre los mismos.

La historia nacional no puede abstraerse de la vida local y sus mediaciones regionales.


Si bien, la historia nacional no es la suma de las historias regionales y locales, si toma su raíz
primordial en los anhelos y necesidades de la vida cotidiana de las personas, y para algunos
casos, aspectos específicos de sentimientos e imágenes colectivas del pueblo acerca de sus
utopías, hacen que las grandes decisiones nacionales se vean mutuamente influidas y
determinadas.

La historia crea imaginarios colectivos que entremezclan el presente, el pasado y el


futuro, en un continum de anhelos y desesperaciones, de confianzas y defraudaciones que en
determinados períodos se sintetizan y se mezclan con los intereses de personas concretas y
necesidades reales.

En estos contextos, las historias regionales cobran sentido, debido a su intermediación


entre lo nacional y lo local, y porque se centran en personalidades de la vida económica y
social de los pueblos. Los empujan hacia la vida política para tomar decisiones de
envergadura que solucionen los problemas y rezagos sociales, insertándose así en el oscuro
camino del aprendizaje cultural de la política.

La cultura política predominante en el sistema político mexicano, en diversos


períodos de la historia, configura prácticas y concepciones que despegan a los dirigentes y
políticos, locales y regionales, de los intereses inmediatos de la población. Son absorbidos
por una carrera ascendente en la administración pública o en los puestos de elección popular
bajo la creencia de que, mientras se desenvuelvan en espacios más despegados de la
población, mayor será la envergadura de las decisiones que tendrán que tomar y acceder a

42
Olimpia Gracia entrevista citada.
43
Cándido Hernández, entrevista citada.

33
éstas les permitirá proseguir más ‘alto’. Los medios se convierten en fines y los fines en
medios.

La complejidad de la cultura política predominante en nuestro país ha hecho, y hace,


que los dirigentes políticos y sociales tengan una gran dificultad para distinguir los anhelos y
necesidades de la población con los medios y los espacios adecuados para solucionar los
problemas personales y sociales. Dirigen movimientos que a su vez son partidos, con
planteamientos sociales que a su vez buscan aterrizar en decisiones políticas. Y mientras
descubren los métodos más adecuados y los espacios más efectivos, van fascinándose con el
encanto que provoca el reconocimiento, la capacidad de convocatoria, de movilización, de
autoridad y de toma de decisiones audaces que van adquiriendo.

Así, se van conformando varios tipos de cacicazgos y caudillismos, unos que tienden
al oficialismo y el acomodo institucional, otros que tienden a las expresiones de intolerancia
y radicalidad y, otros más, que tienden al poder económico y la explotación. Pero todos,
hasta ahorita, se van consolidando sobre la base de una acción decidida del intelectual del
medio urbano sobre la mayoría de la población, y en especial, sobre la base campesina que
guarda los anhelos y desesperaciones más ancestrales de nuestros pueblos.

En medio de toda esta complejidad, el poder político local surge como el


descubrimiento que sintetiza los anhelos e intereses de los dirigentes y de los movimientos.
Para los primeros tal vez, como el primer escalón en la ‘carrera política’, para los segundos
como el espacio más cercano de fiscalización de la toma de decisiones que satisfaga sus
necesidades más sentidas.

En San Andrés Tuxtla, esta nueva complejidad política va fraguando en la historia


similitudes que se entremezclan en la memoria de la gente, entre lo pasado y lo presente.
Pareciera como si los aspectos principales de la historia se volvieran a repetir, con personajes
diferentes y con grandes similitudes en el desarrollo histórico.

En los años recientes, reaparece la figura de Cárdenas (padre o hijo, da lo mismo para
esta explicación), existe una convulsión nacional (electoral y violenta), existe un rezago
agrario y un proceso de contrarreforma (en cuanto al suelo y subsuelo de la nación, se
refiere). Existe una paciencia y desesperación históricas entremezcladas (entre los indígenas
y campesinos, sobre todo), surgen grandes movimientos de masas y nuevas expresiones
políticas, y se va configurando en San Andrés una red de acontecimientos en torno de la vida
local electoral que provoca una explosión de anhelos colectivos e intereses personales.

Aunque la narración de esta historia tiene un hilo conductor de carácter electoral,


todos estos elementos vertidos en este capítulo pueden o no estar presentes en la historia
política contemporánea del movimiento campesino de San Andrés Tuxtla, al sureste del
estado de Veracruz.

34
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