Intervencion Temprana Sordos PDF
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Psychosocial Intervention
ISSN (Versión impresa): 1132-0559
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Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España
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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Intervención Psicosocial, 2006, Vol. 15 N.° 1 Págs. 7-28. ISSN: 1132-0559
DOSSIER
RESUMEN
El presente artículo pretende poner de manifiesto la necesidad de realizar una precoz
detección y diagnóstico de la hipoacusia infantil para minimizar las graves consecuencias
que un diagnóstico tardío de ésta tiene para el desarrollo del niño sordo. Se aportan datos
sobre la puesta en marcha de los primeros programas de detección y diagnóstico precoz
de la hipoacusia en España, y cómo el uso de los implantes cocleares y el aprovechamien-
to del periodo crítico auditivo están ofreciendo nuevas posibilidades a las nuevas genera-
ciones de niños sordos.
PALABRAS CLAVE
Diagnóstico precoz, Intervención temprana, Hipoacusia infantil.
ABSTRACT
This issue tries to show the necessity to make a precocious detection and diagnostic of
boy’s hipoacusia to diminish the severe consequences a delayed diagnostic has for the
development of the deaf boy. Data on the beginning of the first programs of detection and
precocious diagnosis of hipoacusia in Spain are presented, and how the use of the cochle-
ar implants and the advantage of the auditory critical period are offering new possibilities
to the new generations of deaf children.
KEY WORDS
auditiva más allá de ese tiempo no es Además, a estas edades precoces, las
capaz de reparar la pérdida de plastici- estimulaciones auditivas tienen función
dad neuronal provocada por la ausencia tanto informativa -que se mantendrá a lo
de estimulación durante este periodo largo de toda la vida-, como estructural,
crítico de la infancia (deprivación auditi- ya que la no estimulación cortical puede
va). La línea esencial del futuro parece provocar la atrofia de los centros auditi-
trazarse nítidamente: es imprescindible vos. Este periodo crítico del desarrollo
aprovechar al máximo ese periodo, esos precoz corresponde a una fase de plasti-
seis primeros años de vida. cidad neuronal privilegiada donde la
información sensorial auditiva adecuada
es esencial para el desarrollo normal de
LA NECESIDAD DE UNA la corteza cerebral (Hubel y Wiesel, 1965;
INTERVENCIÓN TEMPRANA Movshon y Van Sluyters, 1981).
La intervención precoz con el niño Desde la gestación hasta los ocho
sordo y su familia está justificada sobre años aproximadamente, el enriqueci-
una larga serie de argumentos (Torres y miento del cerebro es consecuencia
Santana, 2002) de los que destacamos directa de las conexiones que se efectúan
los siguientes: entre las neuronas. Cada neurona carga-
da de energía –información- se enlaza
1) Periodos críticos para el lenguaje: automáticamente con su vecina creando
los periodos críticos son espacios tem- de este modo las redes o circuitos por los
porales dispuestos y limitados por la que deben circular más tarde nuevos
naturaleza para adquirir la madurez estímulos (Huarte, 1996:12). Por lo
necesaria para una determinada habili- tanto, a más estímulos mayor número de
dad. Hay aprendizajes, entre los que circuitos neuronales y mejor desarrollo
está el de la primera lengua, sometidos cerebral. Las áreas cerebrales en las que
a periodos críticos, lo que quiere decir se proyectan terminaciones nerviosas
que, agotado ese periodo ya no será que provienen del oído necesitan ser
posible adquirir tal habilidad. Los auto- estimuladas, al igual que las demás
res más generosos consideran que el áreas, para alcanzar su máximo rendi-
periodo crítico para el lenguaje está miento.
entre 0 y 6 años de edad y los más
estrictos lo sitúan entre 0 y 3 años (Pin- Todo niño hipoacúsico se beneficiará
ker, 1994; Mayberry, 1993 o Neville, con una estimulación auditiva. Por
1991), pudiendo haber restricciones pequeña que sea su dinámica residual
más estrictas para aspectos lingüísticos (restos auditivos), es importante que las
determinados, por ejemplo, el sistema vías y áreas auditivas reciban señales y
fonológico. Es éste un campo muy vean potenciado su desarrollo, ya que el
investigado en los últimos años a la luz sistema auditivo no sirve sólo para oír
de los resultados obtenidos en niños sino también para estructurar el tiempo
con implantes cocleares (Manrique, Cer- y el espacio (Lafón 1987). Si el cerebro
vera-Paz, Huarte, Pérez, Molina y Gar- procesa y elabora la información que le
cía-Tapia, 1999; Manrique, Huarte y llega del exterior, es obvio que la depriva-
Molina, 2002; Ponton, Moore y Egger- ción acústica tendrá, como sabemos,
mont, 1999; Ponton y Moore, 2002; consecuencias irreparables.
Shepherd, Hartmann, Heid, Hardie y
Klinke, 1997; Svirsky, 2002, entre otros 2) Continuidad en el proceso natural
muchos). de desarrollo verbal: Desde antes del
nacimiento la cóclea ya funciona normal- ayudas a las personas sordas. Desde los
mente y así, el órgano de la audición audífonos retroauriculares convenciona-
está procesando parámetros del habla les hasta los equipos de implantes
desde el último trimestre del embarazo. cocleares, desde los vibradores y avisa-
Investigaciones realizadas con recién dores luminosos hasta los teléfonos de
nacidos han demostrado que los bebés texto o la subtitulación televisiva; hay
tienen ciertos conocimientos de la lengua una enorme gama de productos encami-
en el momento del nacimiento (Mehler y nados a mejorar el acceso a la informa-
Dupoux, 1992; Mehler y Christophe, ción en las personas sordas. Sin embar-
1997). Desde antes del nacimiento, la go, muchos de estos avances tecnológi-
cóclea ya funciona normalmente, simple- cos estarán mal aprovechados si la per-
mente se va produciendo un progresivo sona sorda no ha alcanzado el nivel de
afinamiento de la discriminación y una lectura eficaz. Actualmente son pocas
mejor orientación a la fuente sonora, en las personas sordas con un nivel lector
buena parte motivada por la mejora en la que les capacite para aprovecharse de
motricidad general del niño y un mayor estos recursos tecnológicos. La solu-
control consciente en el uso de la audi- ción, hay que repetirlo una vez más,
ción (Mangrané, 1998). A la vista de está indefectiblemente ligada al aprove-
estos hallazgos científicos, detectar la chamiento de los primeros meses y años
pérdida auditiva en recién nacidos o de vida. Para ello es imprescindible una
bebés de pocos meses serviría para inter- política de detección e intervención tem-
venir adecuadamente, evitando que se prana de la sordera.
interrumpa lo que la naturaleza inició
antes del nacimiento con tan asombrosa Sin ninguna duda, el espectacular
eficiencia. avance de los implantes cocleares ha
supuesto un cambio definitivo en la
3) Uso de la fonología más allá del intervención de la hipoacusia neurosen-
habla: Las investigaciones sobre fonolo- sorial profunda bilateral. Esto, junto a
gía y memoria iniciadas por Conrad los avances introducidos en la detección
(1964), secundadas por Baddeley (1996) precoz, hace que el pronóstico de gran
en la población oyente, y llevadas al parte de los niños sordos sea mucho
campo del alumnado sordo, entre otros, más esperanzador que el que cabía
por Charlier (1994) o en nuestro país por esperar unos pocos años atrás. Así, se
Santana (1999) en sendas Tesis Doctora- puede decir que el desarrollo del len-
les, han mostrado que la capacidad de la guaje en niños prelocutivos implantados
memoria de trabajo está relacionada con precozmente pasa por las mismas fases
la habilidad fonológica, la inteligibilidad que en los niños con audición normal.
del habla y el caudal articulatorio. Estas La valoración global de los resultados
investigaciones han puesto de manifiesto alcanzados a largo plazo con implantes
la necesidad de la detección temprana cocleares en una población infantil
con el fin de poner en práctica progra- menor o igual de 6 años (dentro, por
mas que garanticen el desarrollo fonoló- tanto, del periodo crítico auditivo), revela
gico, que es un nivel lingüístico sujeto a que la mayor parte de los niños son
periodos críticos muy tempranos y estric- capaces de reconocer y comprender la
tos. palabra hablada en un contexto abierto
sin el apoyo visual de la lectura labial o
4) Avances tecnológicos de orientación la gestualidad, obteniendo un normal
oralista: la tecnología ha ofrecido, y sin desarrollo del lenguaje hablado, cir-
duda lo seguirá haciendo, numerosas cunstancia que les permite integrase en
los niños remitidos por no haber supera- hitos del desarrollo del niño y
do el cribado debe llevarse a cabo antes hacer las derivaciones necesarias
de los 3 meses de edad. Se tiene que ante retrasos.
confirmar o descartar la presencia de la
hipoacusia, así como se tiene que deter- • El otorrinolaringólogo se encarga
minar el tipo, naturaleza, opciones de del examen físico del oído, de la
tratamiento y la etiología. petición de pruebas de imagen y
de laboratorio.
1. Evaluación audiológica. La adecua-
da confirmación del estado de la • Otros especialistas como neurólo-
audición de un niño no puede ser gos, nefrólogos, cardiólogos,
obtenida de una sola prueba. Se genetistas, oftalmólogos pueden
precisa de una batería de test ser necesarios, dependiendo de
audiológicos para valorar la integri- las características del síndrome
dad del sistema auditivo, para esti- que padezca el niño.
mar la sensibilidad auditiva y para
identificar todas las opciones de 3. Objetivos e indicadores de calidad.
intervención.
• Objetivos: Los servicios han de
• Para niños menores de 6 meses estar coordinados entre todos los
de edad la batería de pruebas profesionales que deban implicar-
comienza con una medida elec- se. Los niños remitidos para
trofisiológica de los umbrales estudio deben haber iniciado las
auditivos mediante los potencia- evaluaciones antes de los 3
les evocados auditivos de tronco meses del alta hospitalaria. Todos
cerebral, seguido de la medida de los niños con hipoacusia confir-
la función del oído medio, umbra- mada deben evaluarse otológica-
les de los reflejos acústicos, mente. Las familias y los profe-
observación de la conducta ante sionales deben percibir la evalua-
el sonido, información de los ción médica y audiológica como
padres y comportamiento auditi- algo positivo.
vo.
• Indicadores de Calidad: Porcenta-
• Para niños de 6 a los 36 meses se je de niños y familias cuyo cuida-
amplía con la audiometría de res- do es coordinado entre la aten-
puesta condicionada o reforzada ción primaria y profesionales del
visualmente, dependiendo del equipo. Porcentaje de niños eva-
desarrollo. luados antes de los 3 meses de
edad. Porcentaje de los niños con
2. Evaluación Médica. Todo niño con hipoacusia remitidos para valora-
hipoacusia o disfunción del oído ción otológica. Porcentaje de
medio debe ser valorado para familias que aceptan someter al
determinar la etiología del trastor- niño a la confirmación diagnósti-
no, identificar problemas asociados ca.
y para recomendar las opciones de
tratamiento o estudios complemen- La intervención temprana se basa
tarios por otros especialistas. en la evidencia de que es crucial la expe-
riencia temprana en el desarrollo cere-
• El pediatra debe monitorizar los bral, asegurando las oportunidades de
3 meses e intervención temprana antes mas que desean disminuir los costos
de los 6 meses de edad. Los resultados intentan controlar los niños que son
del trabajo están cercanos a alcanzar sometidos a sucesivas pruebas por falsos
esos objetivos, pero reconocen tener pro- positivos en las mismas, además del
blemas en obtener el diagnóstico y la ahorro monetario se evita a las familias
intervención precoz explicados por un el estrés del resultado falsamente positi-
porcentaje importante de la población vo.
con domicilio en áreas rurales con limi-
tada accesibilidad a pruebas audiológi- Estas son, básicamente, las razones
cas, problemas de transporte relaciona- que permiten observar el presente, pero
dos con limitaciones económicas de las sobre todo el futuro de las nuevas gene-
familias y escasa apreciación por parte raciones de niños sordos, con enorme
de los padres de la importancia que tiene optmismo. En él se vislumbra lo que no
el seguimiento de un niño con hipoacu- tardará en ser una realidad: la posibili-
sia. Sus hallazgos demuestran una inci- dad de que gran parte de los niños sor-
dencia de 1 recién nacido con hipoacusia dos profundos bilaterales prelocutivos
de cada 811 (1,2 por mil) recién nacidos comiencen, precozmente, a adquirir la
sin factores de riesgo y 1 de cada 75 lengua oral. Y es que son ya una reali-
(13,3 por mil) recién nacidos con factores dad los excelentes resultados obtenidos
de riesgo. La frecuencia de la hipoacusia por niños que han sido detectados, diag-
neonatal en la población sin factores de nosticados, implantados y estimulados
riesgo y el bajo valor predictivo del regis- muy precozmente (antes de los tres años
tro de alto riesgo, apoya la realización de de edad, incluso antes de cumplir un
los programas de cribado universal neo- año), que van adquiriendo un lenguaje
natal de la hipoacusia. El hecho que oral, cualitativa y cuantitativamente,
puede seguir cuestionando estos progra- similar al conseguido por los niños oyen-
mas es cómo implementarlos de manera tes y en momentos evolutivos también
costo-efectiva. Los análisis de costo similares. Por esta razón, en el ámbito de
muestran que para diagnosticar cada la intervención las deficiencias auditivas,
hipoacusia en la población sin factores empieza a emplearse, cada vez más, el
de riesgo se precisa gastar entre 23.930 término habilitación (frente a rehabilita-
y 29.369 dólares más que si solo se cri- ción) para referirse a este tipo de inter-
bara la población de riesgo. Los progra- vención.
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