1 Juan 1.1-4.
1 Juan 1.1-4.
1 Juan 1.1-4.
1 Juan 1:1-4
La Comunión con Dios, es provista a través del Verbo de Vida (Jesucristo). 1 Juan
1:1-2. Si no tiene a Jesucristo, no tiene la vida eterna; y si no tiene la vida eterna,
no puede tener comunión con Dios. Juan 17:3, 1 Juan 5:11.
La frase clave es “os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre,
y se nos manifestó…” El apóstol afirma que Cristo estaba con el Padre en la
eternidad pasada (Juan 1:1,2). Lo eterno no tiene principio. No fue creado
Jesucristo; no es un “dios inferior”; quien siendo Dios, se manifestó (tomo la
forma de un hombre) en el momento propicio (Gálatas 4:4); no era una mera
aparición imaginaria. Él participó de carne y sangre, y se identificó con la raza
humana (Hebreos 2:14; Filipenses 2:7). Jesucristo es el Dios y Hombre.
Sin ninguna duda, Juan menciona el hecho de TOCAR a Cristo para refutar
a los gnósticos que enseñaban que Cristo sólo aparentaba tener un cuerpo
físico, cuando en realidad ese “cuerpo” era nada más que una ilusión. Los
apóstoles habían tocado el cuerpo de Cristo. No había ninguna duda de su
existencia material (Juan 20:27-29) Cristo era real, no una ilusión (Lucas
24:39)
Juan afirma que la comunión entre los cristianos, viene por tener comunión
permanente con Dios Padre y con Su Hijo Jesucristo, y por nuestra obediencia
en anunciar el evangelio. Juan 15:17. Nuestra comunión con Dios tiene que
involucrar acercarse más a él y verlo más atentamente todo el tiempo para que
sea una comunión genuina.
Busquemos la comunión con Dios y con los hermanos, y seamos gozosos en nuestra
fe. Proporcionemos tiempo en un servicio semanal para compartir testimonios,
alabando al Señor juntos. Paremos de buscar el gozo en las cosas. Busquémoslo en
Cristo.