Osteomielitis PDF
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FASE DE RAREFACCIÓN
INFLAMACIÓN
VASODILATACIÓN
Osteolisisis Osteoclasia
(Reabsorcion ósea)
Descalcificación Osteoclasto
PH
Esquema No. 2
Fase de necrosis
Necrosis
É Ê
Edema inflamatorio Toxinas bacterianas
Esquema No. 3
VASODILATACIÓN EXTENSA
Osificación
(tejido conectivo intraóseo)
Cápsula secuestral
Contiene al
Secuestro
Etiología.
Como resultado de una infección odontógena la osteomielitis puede generarse en
el maxilar o la mandíbula por vía directa o indirecta.
Vía directa: diente y tejidos periodontales.
Vía indirecta: hemática y linfática.
Donado en su libro de texto agrupa el origen de la osteomielitis en:
− Factores locales endógenos.
− Factores locales exógenos.
− Factores generales.
1. - Factores locales endógenos.
a) Dentarios: propagación a través de los ápices dentarios sobre todo del 1ro y
2do molar, como situaciones patológicas pulpares como caries, granulomas,
periodontitis etc. (propagación de la infección por continuidad)
b) Enfermedad periodontal: Alteración de las estructuras periodontales.
c) Mucosas: pericoronaritis y gingivoestomatitis ulceronecrotizante.
d) Celulitis: por mecanismos de contigüidad una infección, localizada en los
tejidos blandos podría propagarse hacia el hueso dando origen a la osteomielitis.
e) Protésicos: hasta hace unos años la colocación de implantes
supraperiosticos y endóseos se consideraban factores etiológicos, el empleo de
técnicas depuradas ha resuelto este riesgo.
2. - Factores locales exógenos.
a) Físicos: radioterapia, corrientes eléctricas, electrocoagulación; pueden
producir necrosis con posterior infección del hueso, produciendo la denominada
radionecrosis.
b) Químicos: contacto del hueso con determinadas sustancias químicas que
desencadenan la infección.
c) Actividades laborales como los trabajadores del fósforo padecen lo que los
ingleses denominan phoss y jaw o necrosis química de los maxilares. De igual
forma los trabajadores del plomo y el mercurio.
c) Utilización en épocas anteriores de pastas momificadas de la pulpa con
anhídrido arsenioso, dieron origen en algunos casos a necrosis ósea localizada
como consecuencia de su salida a través del foramen apical.
3. - Factores generales
Estados que conducen a una disminución de la resistencia del organismo.
(malnutrición, avitaminosis, infecciones luéticas, tuberculosis, herpes, necrosis
exantemáticas)
Signos y síntomas predominantes.
Etapa primaria.
− Dolor punzante, profundo o acusado a un diente, que en la región posterior de
la mandíbula se reflejan o se le atribuye al oído.
− Encías de color rojo oscuro y edematosas.
− Sensación de alargamiento de los dientes.
− Limitación a la apertura bucal o trismo.
− Toma del estado general (fiebre, decaimiento, malestar general)
Etapa secundaria o manifiesta.
− Dolor punzante y profundo.
− Puede apreciarse movilidad del diente causante y de los adyacentes, llegando
el momento que todos los dientes de la hemiarcada tienen movilidad
extraordinaria.
− Tumefacción del área afectada que se extiende a los tejidos adyacentes.
− Aparición de fístulas bucales y extrabucales.
− Aparece supuración serosa o purulenta.
− Anestesia del hemilabio correspondiente, debido a la Inflamación intraósea que
produce compresión del nervio alveolar inferior, dando lugar a un signo típico,
Signo de Vincent.
− Aumento de la fiebre.
Etapa terciaria.
- El dolor desaparece.
- Limitación a la apertura bucal.
- Los dientes que pertenecen al secuestro pueden estar movibles.
- Presencia de fístulas mucosas o cutáneas.
- La secreción purulenta puede estar presente.
- Presencia y movilidad de secuestros óseos.
- Expansión de las corticales del hueso.
- Disminución del edema y de la deformidad facial.
- Persiste generalmente hipostesia o anestesia del hemilabio correspondiente.
- Anorexia.
- La fiebre disminuye.
- Puede durar semanas, meses, incluso años en los casos crónicos.
Después de este período los exámenes radiográficos son de gran ayuda,
recomendando realizarlo de 2 a 3 semanas, comprobando la presencia de zonas
radiográficas en forma de islotes homogéneo, en encaje, superficiales o
profundos, únicos o múltiples. (secuestros)
Período de regeneración.
La pérdida de sustancia se repara progresivamente, pero el hueso puede aparecer
deformado. Los dientes fuera del secuestro se vuelven a fijar, pero las secuelas
locales son cicatrices antiestéticas y retráctiles. El periostio juega un papel
importante en el mecanismo reparador.
Diagnóstico.
El diagnóstico se realiza teniendo en cuenta:
- La confección de historia clínica.
- Hemograma y Leucograma con diferencial
- Cultivos y antibiograma.
- Examen Imagenológico. Rx intraorales (periapicales, oclusales) y extraorales
(vista lateral o lateral oblicua, posteroanteriores y anteroposteriores, panorámicas).
La utilización de Tecnecio 99 es cuestionable, se emplea Galiun citrato.
- Quirúrgico, mediante la biopsia (diagnóstico histopatológico)
Clasificación.
1. - Osteomielitis supurativa aguda.
2. - Osteomielitis supurativa crónica.
3. - Osteomielitis esclerosante crónica focal.
4. - Osteomielítis esclerosante crónica difusa.
Bacteriología.
En el paciente sano la flora normal de la boca tiene un predominio de cocos y
grampositivos, en particular los del grupo Streptococcus alfa y beta hemolíticos y
los no hemolíticos. Las especies que sé aislan con mayor frecuencia son
Streptococcus viridans, Streptococcus mitis y Streptococcus salivarius. Entre los
grampositivos también figuran microorganismos del género Micrococcus y varias
especies de estreptococos anaeróbios. Además de los mencionados
anteriormente están presentes Staphilococcus aureus, Stafhylococcus albus,
espiroquetas de Vincent, bacilos fusiformes, Sarcina lutea y Gaffkya tetragena.
Los miembros de la microflora oral que les siguen en importancia son los cocos
gramnegativos, en el siguiente orden de frecuencia descendente: Neisseria
catarrhalis, Neisseria pharyngitidis, Neisseria flavescens. Además existen
especies bacterianas aeróbias y anaeróbias de los géneros Corynebacterium,
Actinomyces, Lactobacillus, Rothia, Leptotrichia, Bacteroides, Fusobacterium,
Actinomyces, Lactobacillus, Rothia, Leptotrichia, Bacteroides, Fusobacterium,
Veillonela y Candida.
La Inflamación piógena del hueso generalmente es bacteriana, fúngica o virales,
los microorganismos que con mayor frecuencia están presentes son:
− Staphylococus aureus hemolítico, staphylococus albus, estreptococos y
neumococos, Echericha coli, Pseudomana aeruginosa y Proteus,
Actinomycetos y bacilo gramnegativos anaerobios.
Rasgos Macro y microscópicos.
Osteomielitis supurativa aguda.
− Extensión difusa de la infección por los espacios medulares.
− Necrosis de una cantidad variable de hueso.
− Espacios medulares ocupados por un exudado inflamatorio que puede haber
progresado o no hasta la formación efectiva de pus.
− Las células inflamatorias son principalmente leucocitos polimorfonucleares y
ocasionalmente linfocitos y plasmocitos.
− Desplazamiento de los osteoblastos que rodean las trabéculas ósea.
− Reabsorción trabecular.
− Formación de secuestro cuando se separa el hueso que perdió la vitalidad, si
es pequeño puede desprenderse gradualmente, si es muy grande puede ser
necesario la remoción quirúrgica.
− Formación de involucro. (cuando el secuestro es circundado por el hueso vivo
y nuevo)
Osteomielitis supurativa crónica.
− Puede ocurrir a partir de una infección dental.
− Los síntomas y signos son moderados.
− El dolor es menos grave.
− La supuración puede perforar el hueso, la piel subyacente o la mucosa
− Para formar un trayecto fistuloso y evacuar a la superficie.
Osteomielitis esclerosante crónica focal.
− Es una reacción ósea frente a la infección producida en casos de una elevada
resistencia hística o de una infección de grado muy reducido.
− Se origina en personas jóvenes menores de 20 años.
− El diente más involucrado es el primer molar mandibular.
− La radiografía muestra una masa radiopaca, bien circunscrita de hueso
esclerótico que rodea y se extiende por debajo del ápice radicular.
− Osteomielitis esclerosante crónica difusa.
− Es una afección similar a la osteomielitis esclerosante crónica focal.
− Reacción proliferativa del hueso a una infección moderada.
− Ocurre a cualquier edad sobre todo en zonas desdentadas de la mandíbula.
− Generalmente no presenta síntomas clínicos.
− La radiografía muestra una esclerosis difusa del hueso, a causa de lo cual los
límite entre la esclerosis y el hueso no son nítidos.
Factores de que depende la instalación del cuadro clínico.
− Tipo y virulencia de agente invasor.
− Resistencia del huésped.
− Región anatómica afectada.
− Aplicación de tratamientos inadecuados.
Características clínicas.
− Se presenta en cualquier edad, afectando con mayor frecuencia al sexo
masculino con relación al femenino.
− Dolor de tipo punzante, más intenso en la osteomielitis supurativa aguda.
− Dientes con movilidad y dolor dental a la percusión vertical.
− Inflamación de la zona afectada.
− Presencia de fístulas mucosas o cutáneas con drenaje de un exudado
purulento.
− Parestesia en regiones anatómicas adyacentes.
− Toma del estado general (fiebre ligera o elevada, decaimiento, malestar
general)
− Linfadenopatía cervical.
Imagenologícas.
− Las corticales raramente muestran expansión.
− Lesión multilocular o radilucidez multifocal que se acompaña con márgenes
mal definidas de forma apolillada.
− Imagen radiopaca <<flotando>> en el interior de criptas radiolúcidas (secuestro
óseo)
Hematopoyéticas
− Leucocitos: puede haber una desviación a la derecha o a la izquierda indicando
que la resistencia del huésped está disminuida.
− Recuento globular alto de 8 x 109 a 20 x 109/ l
Formas clínicas (Manuel Donado)
1) Osteoperiostitis aguda. (Osteoperiostitis de Axhausen)
2)Osteoperiostitis crónica.
3)Osteítis aguda. (supurativa)
4) Osteítis crónica.
5) Osteomielitis del lactante.
6) Osteomielitis aguda.
7) Osteomielitis crónica.
8) Osteomielitis de Garré.
Osteoperiostitis aguda. (Osteoperiostitis de Axhausen)
Su etiología se relaciona con infecciones dentarias produciéndose un exudado que
facilita la separación del periostio con el hueso. Con relativa frecuencia suele
aparecer en niños adoptando en muchas ocasiones una falta de correlación
clínico-radiológica. El paciente presenta tumefacción acompañada de dolor y en
ocasiones fiebre y formación de trayectos fistulosos, radiológicamente las
alteraciones visibles suelen ser escasas o prácticamente nulas.
Osteoperiostitis crónica.
Aparecen por un proceso supurativo o inicialmente por infecciones de baja
virulencia.
En estos casos la sintomatología no es manifiesta, teniendo que recurrir a estudios
radiológicos para poder evidenciar alteraciones que sugieran su diagnóstico. La
radiografía en proyección oblicuas lateral, ofrece una imagen de engrosamiento y
radiopacidades aumentadas del periostio. En ocasiones, esta condensación
perióstica puede estar localizada dando lugar a las denominadas formas
pseudotumorales o pseudosarcomatosas.
Osteítis aguda. (supurativa)
Puede ocurrir en el maxilar o la mandíbula. En la mayoría de los casos se trata de
formas circunscrita que aparecen a partir de granulomas, infecciones
pericoronarias de un tercer molar o por causa de una extracción dentaria donde se
ha producido una fractura del reborde alveolar o del tabique interradicular.
Clínicamente se observa un estado de tumefacción localizada junto a la presencia
de dolor que en ocasiones puede acompañarse de ligeras elevaciones térmicas.
Imagenológicamente puede evidenciarse un área osteolítica circunscrita y similar a
procesos quísticos pero sin manifestarse un halo radiopaco esclerótico que
delimita el área. Otras veces las imágenes radiolúcidas aunque son localizadas
presentan un aspecto irregular.
Existen situaciones donde procesos localizados a nivel mucoso o cutáneo pueden
extenderse por contigüidad, favoreciendo la afectación ósea y dando lugar a las
denominadas osteítis corticales de Dechaume.
Osteítis crónica.
La osteítis crónica esclerosante o condensante representa una situación donde la
respuesta inflamatoria favorece la estimulación de osteoblastos dando lugar a
zonas condensadas.
Estos pacientes pueden sufrir dolor neurálgico, aunque clínicamente no suele
encontrarse sintomatología.
Imagenológicamente pueden observarse zonas de condensadas a nivel apical que
no suelen fundirse con el cemento radicular; en situaciones donde los diente
fueron extraídos pueden hallarse estas zonas pero de forma más irregular.
Osteomielitis del lactante.
Se localiza en el maxilar superior con incidencia en el lactante de pocas semanas.
Actualmente es una entidad rara. El germen responsable es el estaphylococcus
aureus aunque hay autores que conceden cierta responsabilidad a estreptococos
y neumococos.
La osteomielitis del lactante puede iniciarse con un cuadro de hipertermia,
anorexia, tumefacción que abarca la región geniana alta y la región orbitaria.
En la cavidad bucal también se observa tumefacción a nivel alveolar y palatino.
Este estado puede durar de cuatro a cinco días, suele producirse fístulas con
supuración nasal que hacen disminuir el dolor y reducen la temperatura.
Osteomielitis aguda.
Forma clínica piógena de localización mandibular que suele observarse como
consecuencia de una infección odontógena, o de forma menos frecuente por un
proceso infeccioso extrabucal que tiende a diseminarse hasta llegar a la cavidad
bucal.
El paciente refiere dolor profundo, fiebre, astenia, anorexia y en ocasiones,
trastornos gastrointestinales, como náuseas y vómitos.
A la exploración se observa tumefacción de la región mandibular afecta, con
aflojamiento dentario y cierta sensibilidad a la percusión, signo de Vincent.
Imagenológicamente es similar a las formas clínicas descritas anteriormente, pero
puede evolucionar a situaciones donde la presencia de grandes secuestros resulta
manifiesta.
Osteomielitis crónica.
Puede originarse de dos formas primaria o secundaria.
Forma primaria:
Por microorganismos que afectan el hueso, pero que son de escasa
patogenicidad.
Forma secundaria:
Es el resultado de la falta de respuesta al tratamiento ante una osteomielitis
aguda.
Se caracteriza por la formación de grandes secuestros con presencia de
supuración.
El estado general del paciente suele ser satisfactorio, puede exacerbarse la fiebre,
la tumefacción y el dolor intenso.
Imagenológicamente se observan zonas radiolúcidas juntos a los secuestros. En
ocasiones puede visualizarse sobre los secuestros las foraminas o cloacas de
Troja que se observan como zonas oscuras sobre la opacidad del secuestro.
Osteomielitis de Garré.
Este proceso fue descrito en 1983, por Carl Garré, se trata de un proceso no
supurativo, caracterizado por un engrosamiento del periostio con formación
reactiva periférica del hueso a causa de un trauma, una irritación o infección leve.
Es una forma clínica que incide en pacientes jóvenes con una media de edad de
trece años. Se localiza en la mandíbula, produce interferencias con el aporte
sanguíneo, planteando algunos autores la reducción del aporte de oxígeno
necesario para la viabilidad de las células óseas, conduciendo a un depósito de
tejido osteoide, el cual rápidamente se mineraliza. Se origina frente a una reacción
del periostio.
Diagnóstico diferencial.
Celulitis facial odontógena, abscesos o adenoflemones, inflamación de las de las
glándulas salivales, hipertrofia masetérica, hiperostosis cortical infantil o Síndrome
de Caffey – Silverman, Sarcoma de Ewing, displasia fibrosa, hiperparatiroidismo,
enfermedad de Paget, fibroma osificante, granuloma reparador, condroma y
osteoclastoma, tuberculosis, sífilis.
TRATAMIENTO:
− Medicamentoso.
− Quirúrgico.
− Medicamentoso – Quirúrgico.
Medicamentoso
1) Antibióticoterapia (penicilina de elección) teniendo en cuenta aquellos
microorganismos productores de penicilinaza, en este caso utilizar cloxacilina o
similares (D-cloxacilina, ampicillin, amoxicilina, meticilina o celbenín) que pueden
prescribirse cuando se requiere de una terapia de amplio espectro.
Antimicrobianos como las cefalosporinas de 1ra, 2da, 3ra y 4ta generación se
caracterizan por su efecto poco tóxico, su amplio espectro y combaten las ß
lactamasas, el anillo que lo compone es el ácido 7-aminocefalosporámico y a
medida que aumenta la generación aumenta su espectro a los Gram (-). Los
aminoglucósidos como la gentamicina y la amikacina son bactericidas y de amplio
espectro, se emplean frente a bacilos Gram (-) y aerobios que han hecho
resistencia a la penicilinasa.
2) Analgésicos no esteroideos como la aspirina (ácido acetil salicílico o ASA),
paracetamol, etc.
3) La Termoterapia favorece la circulación local del antimicrobiano por
vasodilatación, aumenta la velocidad de intercambio entre la sangre y los tejidos
ayudando a la disminución de la inflamación, aumenta el metabolismo hístico y
estimula los reflejos vasomotores.
4) Complejos vitamínicos (Vitamina C o ácido ascórbico, Vitamina B1 o tiamina y
ácido nicotínico)
5) Dieta rica en proteínas para la estimulación del sistema inmunoenzimático.
6) Gammaglobulina como sustancia estimulante del sistema inmunológico.
7) Oxígeno hiperbárico (forma de terapia que se basa en la inhalación de oxígeno
bajo presión de dos atmósfera, aumenta la oxigenación de los tejidos,
favoreciendo la proliferación de fibroblastos, osteogénesis y neoangiogénesis,
así como una acción bacteriostática y bactericida frente a gérmenes anaerobios,
como consecuencia de los altos niveles de oxígeno.
8) Laserterapia como analgésico, antinflamatorio e inmunomodulador.
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