Unidad II Derecho

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
CONTADURIA PÚBLICA
ASIGNATURA: INTRODUCCION AL DERECHO

Docente: Integrantes:
Rosangela Muñoz Dayerson Manzo C.I.15.913.334
Ronald López C.I.16.370.903
Norma Mariño C.I. 19.764.271
Yecire Romero C.I. 25.716.368
Loidys Bastardo C.I. 24.504.387
Los Teques 08 de abril de 2019

INTRODUCCION

Un contrato, en términos generales, es definido como un acuerdo privado,


oral o escrito, entre partes que se obligan sobre materia o cosa determinada, y a
cuyo cumplimiento pueden ser exigidas. Es un acuerdo de voluntades que genera
derechos y obligaciones para las partes.

Por ello se señala que habrá contrato cuando varias partes se ponen de
acuerdo sobre una manifestación de voluntad destinada a reglar sus derechos.
Doctrinariamente, ha sido definido como un negocio jurídico bilateral o multilateral,
porque intervienen dos o más personas (a diferencia de los actos jurídicos
unilaterales en que interviene una sola persona), y que tiene por finalidad crear
derechos y obligaciones (a diferencia de otros actos jurídicos que están
destinados a modificar o extinguir derechos y obligaciones, como las
convenciones). También se denomina contrato el documento que recoge las
condiciones de dicho acto jurídico.

En el Derecho romano clásico, a su vez, el contrato se refiere a la concreta


situación de estar ligadas las partes por un vínculo jurídico que crea derechos y
obligaciones. No se refiere al acto jurídico mediante el cual las partes contraen
dichos derechos, sino a lo contratado (contractus, lo contraído), la relación jurídica
que ha quedado indisolublemente constituida mediante la convención generadora.
Las partes en un contrato son personas físicas o jurídicas. En un contrato
hay dos polos o extremos de la relación jurídica obligacional, cada polo puede
estar constituido por más de una persona revistiendo la calidad de parte.
CONTRATO
Un contrato es un acuerdo legal, oral o escrito, manifestado en común entre
dos o más personas con capacidad jurídica (partes del contrato), que se obligan
en virtud del mismo, regulando sus relaciones a una determinada finalidad o cosa,
y a cuyo cumplimiento pueden compelerse de manera recíproca, si el contrato
es bilateral, o compelerse una parte a la otra, si el contrato es unilateral.

Es el contrato, en suma, un acuerdo de voluntades que genera «derechos y


obligaciones relativos», es decir, sólo para las partes contratantes y sus
causahabientes. Pero, además del acuerdo de voluntades, algunos contratos
exigen, para su perfección, otros hechos o actos de alcance jurídico, tales como
efectuar una determinada entrega (contratos reales), o exigen ser formalizados en
documento especial (contratos formales), de modo que, en esos casos especiales,
no basta con la sola voluntad.

De todos modos, el contrato, en general, tiene una connotación patrimonial,


incluso parcialmente en aquellos celebrados en el marco del derecho de familia, y
es parte de la categoría más amplia de los negocios jurídicos. Es función
elemental del contrato originar efectos jurídicos (es decir, obligaciones exigibles),
de modo que a aquella relación de sujetos que no derive en efectos jurídicos no se
le puede atribuir cualidad contractual.

CONSENTIMIENTO
Es el elemento volitivo, el querer interno, la voluntad que, manifestada bajo
el consentimiento, produce efectos en derecho. La perfección del contrato exige
que el consentimiento sea prestado libremente por todas las partes intervinientes,
por razón o efecto del principio de relatividad de los contratos. La voluntad se
exterioriza por la concurrencia sucesiva de la oferta y de la aceptación, en relación
a la cosa y la causa que han de constituir el contrato. Será nulo el consentimiento
viciado, por haber sido prestado por error, con violencia o intimidación, o dolo, o
por sujeto ajeno al objeto del contrato.

VICIOS DEL CONSENTIMIENTO


Los vicios del consentimiento

La ausencia de vicios en el consentimiento es imprescindible para la validez


y eficacia del contrato, a cuyo fin se requiere que la voluntad no esté presionada
por factores externos que modifiquen la verdadera intención. Los más
destacados vicios del consentimiento se encuentran: (a) el error, (b) la violencia y
(c) el dolo.
(a) El error: Cuando versa el error, existe una equivocación sobre el objeto del
contrato, o sobre alguno de sus aspectos esenciales. El error es motivo de nulidad
del contrato cuando recae sobre la naturaleza del contrato (quería hacer un
arrendamiento e hizo una compraventa), sobre la identidad del objeto, o sobre las
cualidades específicas de la cosa.
El error no debe ser de mala fe, porque de lo contrario, se convierte en dolo.
(b) La fuerza o violencia: En la violencia se ejerce una fuerza irresistible que causa
un grave temor a una de las partes del contrato, o que una de las partes haya
abusado de la debilidad de la otra. La amenaza de acudir ante una autoridad
judicial para reclamar un derecho no es coacción, a no ser que se amenace
abusivamente de este derecho.
(c) El dolo: Todo medio artificioso, fraudulento o contrario a la buena fe, empleado
con el propósito de engañar, o confundir, para inducir a una persona a consentir un
contrato que, de haber conocido la verdad, no lo hubiera aceptado, es
considerado dolo. La víctima del dolo puede mantener el contrato y reclamar
daños y perjuicios.

OBJETO
Pueden ser objeto de contratos todas las cosas que no estén fuera
del comercio de los hombres, aún las cosas futuras. Pueden ser igualmente objeto
de contrato todos los servicios que no sean contrarios a las leyes, a la moral, a
las buenas costumbres o al orden público.

CAUSA
Normalmente, la normativa civil de los ordenamientos jurídicos exige que
haya una causa justa para el nacimiento de los actos jurídicos. La causa es el
motivo determinante que llevó a las partes a celebrar el contrato. Un contrato no
tiene causa cuando las manifestaciones de voluntad no se corresponden con la
función social que debe cumplir, tampoco cuando se simula o se finge una causa.

El contrato debe tener causa y ésta ha de ser existente, verdadera y lícita.


Causa fuente: es el origen o hecho jurídico generador de obligaciones o de un
acto jurídico.
Causa fin: es el propósito o finalidad perseguida por las partes al llevar a cabo el
acto o negocio jurídico.
El problema de la causa gira en torno a la 'causa fin'. Ha habido discrepancias y
debates que aún permanecen activos acerca de si debía considerarse a la causa
fin como un elemento esencial de los actos jurídicos. Para quienes consideran que
la causa fin no debe ser parte de los elementos esenciales del acto jurídico
expresan que ésta se confunde con su objeto o con su consentimiento. Afirma esta
postura que los elementos esenciales del negocio son: sujeto, objeto y forma. Pero
para quienes consideran que la causa fin es parte del negocio jurídico distinguen:
El objeto: como la materia sobre la cual versa el acto jurídico o sea los hechos, las
cosas y;
La causa: como la finalidad tenida en cuenta o en miras por las partes al celebrar
el negocio.

CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS

Contratos unilaterales y bilaterales


Contrato unilateral: es un acuerdo de voluntades que engendra obligaciones solo
para una parte.
Contrato bilateral: es el acuerdo de voluntades que da nacimiento a obligaciones
para ambas partes.

IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN

Cuando en un contrato unilateral existen obligaciones que impliquen la


transferencia de una cosa, si esta se destruye por caso fortuito o fuerza mayor es
necesario poder establecer quién debe de sufrir la pérdida. La cosa siempre
perece para el acreedor (en los contratos traslativos de dominio el acreedor es el
dueño; mientras en los contratos traslativos de uso, el acreedor a la restitución es
el dueño y la cosa perece para él).

Si el contrato fuere bilateral no habría posibilidad de plantear el problema,


porque esta cuestión supone que siendo las obligaciones recíprocas, una parte no
cumple entregando la cosa, por un caso de fuerza mayor y en atención a esto la
otra parte debe cumplir, ya que no es imputable el incumplimiento del deudor.

La excepción de contrato no cumplido, en todas contratos bilaterales, que


generan obligaciones recíprocas, cuando una parte no cumple o se allana a
cumplir, carece de derecho para exigir a la otra el cumplimiento de su obligación, y
si a pesar de ello pretendiera exigir judicialmente el cumplimiento por una
demanda, el demandado le opondrá la excepción de contrato no cumplido
(principio "la mora purga la mora").

La de contrato no cumplido no puede presentarse en los contratos


unilaterales, por una sencilla razón de que en ellos solo una de las partes está
obligada, y si no cumple, la otra podrá judicialmente exigir ese cumplimiento, sin
que pueda oponérsele dicha excepción, ya que no tiene por su parte ninguna
obligación que realizar.

CONTRATOS ONEROSOS Y GRATUITOS

Contrato oneroso: es aquél en el que existen beneficios y gravámenes


recíprocos, en éste hay un sacrificio equivalente que realizan las partes
(equivalencia en las prestaciones recíprocas); por ejemplo, la compraventa,
porque el vendedor recibe el provecho del precio y a la vez entrega la cosa, y
viceversa, el comprador recibe el provecho de recibir la cosa y el gravamen de
pagar.
Contrato gratuito: sólo tiene por objeto la utilidad de una de las dos partes,
sufriendo la otra el gravamen. Es gratuito, por tanto, aquel contrato en el que el
provecho es para una sola de las partes, como por ejemplo el comodato.
CONTRATOS CONMUTATIVOS Y ALEATORIOS
Esta clasificación sólo aplica en los contratos bilaterales.

Contrato conmutativo: es aquel contrato en el cual las prestaciones que se


deben las partes son ciertas desde el momento que se celebra el acto jurídico, un
ejemplo muy claro es el contrato de compraventa de una casa.
Contratos aleatorios: es aquel que surge cuando la prestación depende de un
acontecimiento futuro e incierto y al momento de contratar, no se saben las
ganancias o pérdidas hasta el momento que se realice este acontecimiento futuro.
Ejemplos son el contrato de compraventa de cosecha llamado de "esperanza",
apuestas, juegos, etc.

Entre las características comunes de los contratos aleatorios destacan:


La incertidumbre sobre la existencia de un hecho, como en la apuesta, o
bien sobre el tiempo de la realización de ese hecho (cuándo).
La oposición y no sólo la interdependencia de las prestaciones, porque
cuando la incertidumbre cesa, forzosamente una de las partes gana y la otra
pierde, y, además, la medida de la ganancia de una de las partes es la medida de
la pérdida de la otra.
Es importante señalar que el Diccionario de la lengua española, define al
término aleatorio, del latín "aleatorius" el cual significa, propio del juego de dados,
adj. Perteneciente o relativa al juego de azar.
CONTRATOS PRINCIPALES Y ACCESORIOS
Contrato principal: es aquel que existe por sí mismo, en tanto que los accesorios
son los que dependen de un contrato principal. Los accesorios siguen la suerte de
lo principal porque la nulidad o la inexistencia de los primeros origina a su vez, la
nulidad o la inexistencia del contrato accesorio.

Contratos accesorios: son también llamados "de garantía", porque generalmente


se constituyen para garantizar el cumplimiento de una obligación que se reputa
principal, y de esta forma de garantía puede ser personal, como la fianza, en que
una persona se obliga a pagar por el deudor, si éste no lo hace; o real, como el
de hipoteca, el de prenda, en que se constituye un derecho real sobre un bien
enajenable, para garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en
el pago.

La regla de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, sufre en ciertos


casos excepciones, porque no podría existir el contrato accesorio, sin que
previamente no se constituyese el principal; sin embargo, el Derecho nos presenta
casos que puede haber fianza, prenda o hipoteca, sin que haya todavía una
obligación principal, como ocurre cuando se garantizan obligaciones futuras o
condicionales.

CONTRATOS INSTANTÁNEOS Y DE TRACTO SUCESIVO


Contratos instantáneos: o de tracto único, son aquellos que se cumplen en el
mismo momento en que se celebran, es decir, su cumplimiento se lleva a cabo en
un solo acto.
Contrato de Tracto Sucesivo: es aquel en que el cumplimiento de las
prestaciones se realiza en un periodo determinado, y que, por deseo de las partes
se puede extender para satisfacer sus necesidades primordiales y éstos términos
pueden ser:

(a)Ejecución continuada: ejecución única pero sin interrupción.


(b)Ejecución periódica: varias prestaciones que se ejecutan en fechas
establecidas.
(c) Ejecución intermitente: se da cuando lo solicita la otra parte.
Características de las ejecuciones son: La ejecución es autónoma de las
demás, por lo que cada acto es autónomo. Existe una retroactividad por cada acto
jurídico que se realice. Si se presenta un elemento antijurídico, lo que procede es
anular alguna prestación ya realizada.

CONTRATO CONSENSUAL Y REAL

Contrato consensual: por regla general, el consentimiento de las partes basta


para formar el contrato; las obligaciones nacen tan pronto como las partes se han
puesto de acuerdo. El consentimiento de las partes puede manifestarse de
cualquier manera. No obstante, es necesaria que la voluntad de contratar revista
una forma particular, que permita por medio de ella conocer su existencia. No es la
simple coexistencia de dos voluntades internas lo que constituye el contrato; es
necesario que éstas se manifiesten al exterior.
Contrato real: queda concluido desde el momento en que una de las partes haya
hecho a la otra la tradición o entrega de la cosa sobre la que versare el contrato.

CONTRATO FORMAL, SOLEMNE O NO SOLEMNE, Y NO FORMAL


Contrato formal: es aquel en que la ley ordena que el consentimiento se
manifieste por determinado medio para que el contrato sea válido. En la
legislación se acepta un sistema ecléctico o mixto respecto a las formalidades,
porque en principio, se considera que el contrato es consensual, y sólo cuando el
legislador imponga determinada formalidad debe cumplirse con ella, porque de lo
contrario el acto estará afectado de nulidad. Por ejemplo la compraventa de
inmuebles que debe otorgarse por escritura pública.

Contrato formal solemne: es aquel que además de la manifestación del


consentimiento por un medio específico, requiere de determinados ritos
estipulados por la ley para producir sus efectos propios. Vg. Matrimonio y divorcio
Las formalidades serán cuando deben ser realizadas con fin de poder demostrar
la celebración de un acto; por lo general consiste en realizar el acto ante notario o
funcionario público al efecto.

Las formalidades cuando la voluntad de las partes, por exigencia legal requiere
una formalidad particular sin la cual el contrato no tiene eficacia jurídica.
La distinción entre contratos formales y solemnes estriba en lo referente a la
sanción. La falta de forma origina la nulidad relativa, o en su defecto
la imposibilidad ante terceros; la falta de solemnidad ocasiona la inexistencia.

CONTRATO PRIVADO Y PÚBLICO


Esta clasificación atiende a dos criterios bastante diversos:
 De acuerdo a la publicidad o intervención profesional en el contrato:
Contrato privado: es el realizado por las personas intervinientes en un contrato
con o sin asesoramiento profesional. Tendrá el mismo valor que la escritura
pública entre las personas que los suscriben y sus causahabientes

Contrato público: son los contratos autorizados por los funcionarios o empleados
públicos, siempre dentro del ámbito de sus competencias, tiene una mejor
condición probatoria. Los documentos notariales son los que tienen una mayor
importancia y dentro de ellos principalmente las escrituras públicas
 De acuerdo a la calidad de los sujetos intervinientes:

Contrato privado: es el realizado entre personas naturales o jurídicas, sean


públicas o privadas, en las que existe una relativa igualdad contractual, no
existiendo potestades que uno pueda imponer al otro.
Contrato público o administrativo: es el celebrado entre el Estado o un
organismo público y una persona natural o jurídica, en donde el primero de ellos
mantiene una serie de potestades sobre el segundo, llamadas exorbitantes, que
colocan a éste en subordinación a aquél.

Contrato nominado o típico e innominado o atípico

Contrato nominado o típico: es aquel contrato que se encuentra previsto y


regulado en la ley. Por ello, en ausencia de acuerdo entre las partes, existen
normas dispositivas a las que acudir. (Compraventa, arrendamientos...)

Contrato innominado o atípico: es aquel para el que la ley no tiene previsto un


nombre específico, debido a que sus características no se encuentran reguladas
por ella. Puede ser un híbrido entre varios contratos o incluso uno completamente
nuevo. Para completar las lagunas del derecho o situaciones no previstas por las
partes en el contrato, es necesario acudir a la regulación de contratos similares
o análogos.

Es importante mencionar que los contratos innominados no son los que no


están previstos por el Código Civil, porque todos los contratos lo están;
simplemente son los que no están expresamente definidos en sus artículos
aunque, sin perjuicio de que las partes los definan expresamente en el momento
de contratar, en el marco de su autonomía de la voluntad.
Contratos determinados únicamente en su género

Son aquellos en los que solo se hace mención a la cantidad y calidad del
objeto del contrato, por Ej.: La venta de 100 toneladas métricas de soya. Como se
puede observar no se está indicando qué soya se vende, en este caso debe
presumirse que la calidad es de término medio.

Una opción de compra da a su comprador el derecho -pero no la obligación-


a comprar un activo subyacente a un precio predeterminado en una fecha
concreta. El vendedor de la opción de compra tiene la obligación de vender el
activo en el caso de que el comprador ejerza el derecho a comprar.

Un contrato de arrendamiento se define como un acuerdo pactado entre el


dueño de una propiedad (arrendador) y la persona ocupante del inmueble
(arrendatario), quienes a través de un convenio establecen las normas de uso del
inmueble, a cambio de un pago mensual llamado renta

El contrato de obra es un especial tipo de contrato. La relación de trabajo


establecida entre el comitente y el contratista.
El Contrato por Mandato Con ello, parece que el Código identifica
el mandato y el arrendamiento de servicios. Por ello, Castán define
el mandato como el contrato por el que una persona se obliga a realizar, por
cuenta o encargo de otra, actos o servicios relativos a la gestión de uno o varios
asuntos, con retribución o sin ella.

El contrato Prenda y Fianza Es un contrato unilateral, porque sólo nace la


obligación para el acreedor de devolver la cosa dada en prenda. Es
un contrato oneroso, porque reporta utilidad para ambas partes. Puede ser
otorgada por el deudor o por un tercero
CONCLUSION

El contrato, en general, tiene una connotación patrimonial, y forma parte de


la categoría más amplia de los negocios jurídicos. La función del contrato es
originar efectos jurídicos.

En cada país puede existir un concepto de contrato diferente, y esa


divergencia tiene que ver con la realidad socio-cultural y jurídica de cada país
existen ordenamientos en que el contrato no se limita al campo de los derechos
patrimoniales únicamente, sino que abarca también derechos de familia como, por
ejemplo, los países en los que el matrimonio es considerado un contrato.

El contrato, conceptualmente es un tipo particular de convención, desde la


construcción doctrinal de derecho romano republicano; la doctrina clásica romana
depuró su definición y se ha integrado en la práctica totalidad de las arquitecturas
jurídicas occidentales por no decir mundiales; evidentemente, existen algunos
matices que no son ahora de interés referir, aunque sí el relativo a que, en
propiedad, la construcción jurídica de contrato debe de entenderse como una
forma particular de convención.

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